Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
VI Domingo
Fiesta de PascuaFamilia
de la Sagrada
9 Mayo 2021
mi Hijo amado,
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y
permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.
Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la
vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe
lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois
vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto
dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros.»
Todo cuanto
pidan en nombre
de Cristo,
el Padre se lo
concederá
Manuela nace en el seno de una familia profundamente
piadosa. Las fiestas de los santos y, de manera especial, la fiesta 4
de san José -patrono de muchos varones Colomina y también
algunas mujeres- así como las fiestas más importantes de María
cambian la rutina diaria. Como en muchos hogares, María es una
presencia entrañable.
El amor que Manuela siente por la Virgen halla en la Asociación su cauce. Se convierte, aún más,
en fervorosa hija y en apóstol mariano de toda la población, especialmente de las jóvenes.
Nuestra Cofundadora tenía el compromiso de velar a la Virgen el día 3 de cada mes y parece
obvio que en el calor de esta Asociación acabó de forjarse su vocación. Con ternura, Manuela conservó
durante toda su vida la cédula de ingreso en la Asociación.
Del bien que la Asociación hizo a su alma habla la decisión de fundarla en Aiguafreda en 1897.
Acordaos,
oh piadosísima Virgen María,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido
a vuestra protección,
implorando tu asistencia
y reclamando vuestro socorro,
haya sido abandonado de Vos.
Animado con esta confianza,
a Vos también acudo, oh Virgen,
Madre de las vírgenes,
y aunque gimiendo
bajo el peso de mis pecados,
me atrevo a comparecer
ante vuestra presencia soberana.
Oh Madre de Dios
no desechéis mis súplicas,
antes bien, escuchadlas
y acogedlas benignamente.
Así sea.
El sacerdote y escritor español José Luis Martín Descalzo narra en una de sus obras:
«Recuerdo que hace ya muchos años, me encontraba desayunando en la cafetería de un hotel de
Roma. Se me acercó una chica japonesa, y me preguntó si yo era sacerdote. Le respondí que sí, y
entonces me dijo a bocajarro:
–“¿Podría usted explicarme quién es la Virgen María?”. Sus palabras me sorprendieron tanto que 7
sólo supe responder: –“¿Por qué me hace esa pregunta?”. Y aún recuerdo sus ojos tan conmovidos
cuando me explicó: –“Es que ayer oí rezar por primera vez el Avemaría, y no sé por qué me he
pasado toda la noche llorando”. Y entonces tuve que explicarle que también yo necesitaría pasarme
muchas noches llorando para poder responder a esa pregunta...».
Y para ti, querido amigo, ¿quién es la Virgen María?... La solemnidad del día de hoy nos
da una respuesta, que corresponde a uno de los muchos títulos de María Santísima:
¡María Santísima es realmente la Madre de Dios! Así lo había revelado Dios mismo en la
Sagrada Escritura y lo ratificaban los Santos Padres y los Concilios de la Iglesia. Fue en Éfeso, el
año 431, cuando se proclamó solemnemente a María como la “Theotókos”, la que engendró a
Dios. Y después de once siglos exactos, el año 1531, María de Guadalupe se aparecía en México
al indio Juan Diego, diciéndole: “Juanito, el más pequeño de mis hijos, sabe y ten entendido
que yo soy la siempre Virgen María, Madre del verdadero Dios por quien se vive”.
María ha engendrado al Hijo de Dios y Dios ha nacido de las entrañas purísimas de
María porque Él así lo ha querido. El Verbo se hizo carne en María y así pudo habitar entre
nosotros, para redimirnos y realizar el plan de salvación. Gracias a ella, Dios ha podido hacer
nuevas todas las cosas.
Como afirma bellamente san Anselmo: “Dios, a su Hijo, el único engendrado de su
seno igual a sí, al que amaba como a sí mismo, lo dio a María; y de María se hizo un hijo, no
distinto, sino el mismo, de suerte que por naturaleza fuese el mismo y único Hijo de Dios y de
María.
Toda la naturaleza ha sido creada por Dios, y Dios ha nacido de María. Dios lo creó
todo, y María engendró a Dios. Dios, que hizo todas las cosas, se hizo a sí mismo de María; y 8
así re hizo todo lo que había hecho. El que pudo hacer todas las cosas de la nada, una vez
profanadas, no quiso rehacerlas sin María.
Por eso, Dios es padre de las cosas creadas
y María es madre de las cosas recreadas. Dios es
padre de la creación y María es madre de la
universal restauración”.
”
Para notificar gracias y favores
www.nazaret.org/postulacion.madrecolomina@pcn.nett