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Alem
Ozan”. Cuando dejó de funcionar como tal el obispo diocesano Mons. Angelelli, llevado por
la opción de incorruptible por más desposeídos, lo rescató para que fuera un hogar de
ancianos, poniendo como administradoras del mismo a las Hermanas Pobres Bonaerenses,
Con ocasión de la retirada de las religiosas a fines de 2011, Como director interno fue
Orden.
2) El tipo de actividad desempeñada en el Hogar San Juan De Dios, tiene por finalidad
3) El hogar San Juan de Dios cuenta con 50 habitaciones; (cada habitación cuenta con 2 o 3
externo), tiene 2 baños grandes (para la gente que puede manejarse sola), 1 odontología,
1kinesiología, 4 oficinas administrativas, (baño para administración), 1 sala de terapia
Por su parte, la y la presidenta del Consejo Provincial de Adultos mayores, Marcela Fernández
saludó afectuosamente al Hogar San José, a su personal y a los Adultos y Adultas residentes,
instándolos a seguir siendo una institución muy apreciada, al servicio de nuestra comunidad-
Actualmente, está a cargo de miembros de la Orden de San Juan de Dios, quienes, con el
apoyo de los Ministerios de Desarrollo, Igualdad e Integración Social y de Salud, se encargan
del cuidado de las y los residentes y conviven en armonía y en comunión con Dios.
La ministra de Desarrollo, Igualdad e Integración Social, Gabriela Pedrali felicitó a los actuales
responsables del funcionamiento de la institución por la abnegada tarea que realizan en
beneficio de los y las residentes y de la comunidad. También reconoció el enorme aporte
realizado por el beato Enrique Angelelli, el padre Enri Praolini, los y las religiosas y los y las
trabajadores que aportaron su esfuerzo al funcionamiento del hogar en estas décadas.
Por su parte, la y la presidenta del Consejo Provincial de Adultos mayores, Marcela Fernández
saludó afectuosamente al Hogar San José, a su personal y a los Adultos y Adultas residentes,
instándolos a seguir siendo una institución muy apreciada, al servicio de nuestra comunidad-
El Hogar San José nació en 1970 en el barrio Vargas, por pedido de monseñor Enrique
Angelelli, ahora beato, luego que dejara de funcionar en el lugar un hospital de niños y todo el
predio quedara en estado de abandono. "Monseñor Angelelli vio la gran necesidad del sector
de personas adultas mayores que pedían tener un lugar donde poder vivir, por lo que pidió al
Gobierno provincial que cediera el predio, para convertirlo en un hogar para los dos veces
niños, que son los mayores", recordó el Padre Joaquín, actual encargado del Hogar.
Luego de unas cuantas gestiones llegaron a la provincia las Hermanas Pobres Bonaerenses y se
encargaron de llevar adelante el Hogar San José por más de 40 años, pero en 2012 dejaron la
misión por no contar con más vocaciones. Mediante el Obispado de la provincia y el Ministerio
de Desarrollo, Igualdad e Integración Social solicitaron que llegara a la provincia una nueva
orden hospitalaria religiosa para encargarse del Hogar. Así fue como llegaron los Hermanos de
San Juan de Dios, en la persona del Padre Joaquín y el riojano, hermano Claudio.
"Yo vine con muchas ilusiones, vi una oportunidad porque nuestra consigna es ir a aquellos
que están más necesitados de nuestra asistencia y socorro. El 22 de abril llegué ya para
quedarme y el doctor interino de ese momento, Pelliza, nos dio las llaves del lugar y nos
hicimos cargo del predio y de las 16 personas residentes para cuidarlos y atenderlos. Desde
ese momento ya pasaron nueve años", recuerda el padre Joaquín.
El Hogar San José cuenta con un extenso jardín donde se puede mantener contacto con la
naturaleza, respirar aire puro, oír el cantar de las aves y encontrar tranquilidad. Además, entre
las y los cuidadores y todas las personas adultas mayores que lo habitan conforman una gran
familia, que se acompaña y participan de las distintas propuestas del programa que se ofrece
cada día. "Actualmente tenemos lista de espera, siempre hay muchas peticiones para poder
ingresar aquí, tanto de personas que viven solas o que pasan mucho tiempo a solas, como de
personas que ya están institucionalizadas y quieren hacer el pase", contó el Padre Joaquín.
Al finalizar, recordó las palabras del Papa Francisco cuando sostuvo que "los mayores retos de
la iglesia son el desempleo de los jóvenes y la soledad de los ancianos". Por lo que precisó que
diariamente desde el Hogar se trabaja por el bienestar de las personas adultas mayores.
Por su parte, el director y hermano Claudio Pane, que además es enfermero, señaló que las
Bodas de Oro de la institución se cumplen en este año tan particular. "Las vamos a celebrar de
una manera diferente, junto a las adultas y adultos mayores y el personal, especialmente de
enfermería", comentó.
Respecto a este tiempo de emergencia sanitaria, destacó que "supimos batallar la pandemia
junto a los abuelos y la afrontamos con tranquilidad".
Además, brindó su recuerdo a las Hermanas Pobres Bonaerenses por el largo periodo que
estuvieron al frente de la institución. Sobre el presente destacó que "aquí somos un verdadero
hogar, una casa donde disfrutamos la tranquilidad y la espiritualidad. Buscamos que las
personas que viven aquí se sientan bien y que puedan pasar sus últimos años con alegría y que
puedan ser acompañados que es lo más importante".
Asimismo, el jefe de enfermería, Gabriel contó que su trabajo en el Hogar le permitió expresar
su profesión en su máxima expresión en el cuidado de adultos y adultas mayores. "La esencia
de la enfermería es el cuidado de las personas en todas las etapas de su vida. Por lo que
desempeñamos la enfermería con pasión y profesión, brindando cuidados de calidad", indicó.
Por otro lado, destacó la espiritualidad y valores cristianos que aportan desde la Orden San
Juan de Dios, contando que "comparten el carisma que es el amor a las personas adultas
mayores, un carisma que nace del corazón del evangelio que es el de la misericordia y el
amor".
Luego, Gabriel recordó que su vida estuvo relacionada al Hogar desde niño, cuando colaboraba
como voluntario. "Poder compartir hoy los 50 años del Hogar, con todos los adultos y adultas
mayores de aquí es algo muy importante para mí, una experiencia muy linda y enriquecedora,
porque el Hogar tiene toda una trayectoria al cuidado de los adultos mayores de La Rioja,
porque acá siempre se les brindó una posibilidad de estar cuidados y sentirse queridos",
expresó y agregó: "Estos 50 años son una historia de amor para los adultos mayores de La
Rioja".
Una de las residentes, Marita Carmona mostró su felicidad de vivir en el hogar, comentando
que conoce casi todo el mundo y "la verdad es que nunca fui tan feliz como acá en el Hogar,
porque tengo mucha vida espiritual, el hermano Claudio y el padre Joaquín son muy buenos,
como si fueran de mi familia. Nunca me siento sola ni extraño nada de afuera, el hogar se
convirtió en mi casa". Respecto a este tiempo de pandemia de covid 19, dijo que lo pudo vivir
con tranquilidad, que solo notó que hay más distancia física entre cada persona, pero que eso
fue todo el cambio que percibió.
Mientras que otro residente, Manuel "Lito" Sánchez indicó que "el hogar para mi significa algo
grandioso, porque yo tenía mi techo pero me encontraba muy solo y mi hijo, siempre le
agradezco, me consiguió un lugar aquí y mi vida cambió totalmente, sobre todo luego que
perdí la vista hace cuatro años. Estoy realmente muy agradecido con el hogar, nunca me falta
una amistad ni un plato de comida".
Al finalizar, "Lito" dijo que con las otras personas adultas mayores se hacen compañía mutua y
que Dios siempre está presente cada día. "Seguro que la pasamos muy felices en estás Bodas
de Oro".
Incluso las personas que ya no pertenecen al Hogar lo recuerdan cada día, como el caso de
Argentina "Tina" del Valle que se desempeñó por 27 años como cocinera en la institución.
"Siempre estuve familiarizada con el Hogar, porque soy del barrio de Vargas y desde chiquita
venia para hacer teatro y baile, participar con los abuelos, abuelas y hacerles compañía. Y se
me dio el sueño de poder trabajar acá y lo disfruté muchísimo", contó.
Argentina resaltó que todo el barrio vive con alegría los 50 años del Hogar San José porque
siempre colaboran y lo llevan dentro del corazón.
Respecto a su labor, recordó que ingresó al Hogar mediante la gestión del Padre Enri Praolini,
cuando el hogar era dirigido por las Hermanas Bonaerenses. "Fue una experiencia inolvidable,
llena de espiritualidad, aprendí a abrir el corazón de los abuelos y abuelas, porque ellos
necesitan amor". "Luego, con la congregación del Padre Joaquín se ampliaron las instalaciones
y se pudo recibir a más personas".