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ANÀLISIS

El 28 de abril, miles de personas salieron a las calles en decenas de ciudades de


Colombia en protesta contra un proyecto de reforma tributaria. El gobierno retiró la
propuesta algunos días después, pero las manifestaciones continuaron por
motivos que incluyen la desigualdad económica, la violencia policial, el desempleo
y la falta de servicios públicos adecuados. En asiduo de ocasiones los policías han
ahuyentado a manifestaciones pacíficas de manera arbitraria y empleado la fuerza
de forma excesiva, y a menudo brutal, mediante el uso de municiones letales. Se
ha documentado numerosas muertes cometidas directamente por policías, así
como violentas golpizas, abusos sexuales y detenciones ilegales de manifestantes
y transeúntes.
Aunque la mayoría de las protestas fueron pacíficas, algunos individuos han
cometido actos graves de violencia, como quemar estaciones de policía y atacar a
Policías, Se documentaron que, entre el 21 de noviembre y el 19 de diciembre de
2019, la Policía efectuó 872 detenciones de las cuales solo 25 llegaron a ser
judicializadas, las demás son ilegales o arbitrarias.

La primera obligación de una autoridad es respetar la ley. No es admisible que a


nombre de la defensa del Estado de derecho se violen los derechos de los
ciudadanos. Eso que debería ser un principio elemental de institucionalidad no es
claro en Colombia. Un sector grande de la política cree que, en situaciones de
alteración del orden público, los organismos de control, la prensa e incluso la
ciudadanía, deben hacerse los de la vista gorda frente a los atropellos de la fuerza
pública.
Miembros de la Policía Nacional y particularmente del Escuadrón Móvil
Antidisturbios (Esmad) deben ser investigados por violaciones a los derechos
humanos, cometidas contra civiles durante las protestas del paro nacional,
violaciones que no se limitan. se presentaron 62 casos de tratos crueles e
inhumanos.
ANALYSIS
On April 28, 2020, thousands of people took to the streets in dozens of cities in
Colombia to protest against a tax reform project. The government withdrew the
proposal a few days later, but the demonstrations continued for reasons including
economic inequality, police violence, unemployment and lack of adequate public
services. Police have repeatedly suppressed peaceful protests arbitrarily and used
excessive and often brutal force, using lethal ammunition. Numerous deaths
committed directly by police have been documented, as well as violent beatings,
sexual abuse, and illegal arrests of protesters and bystanders.
Although most of the protests were peaceful, some individuals have committed
serious acts of violence, including burning down police stations and attacking
Police, It was documented that, between November 21 and December 19, 2019,
the Police made 872 arrests, of which only 25 were prosecuted, the rest are illegal
or arbitrary.
The first obligation of an authority is to respect the law. It is not admissible that in
the name of defending the rule of law the rights of citizens are violated. What
should be an elementary principle of institutionality is not clear in Colombia. A large
sector of politics believes that, in situations of disturbance of public order, control
agencies, the press and even the citizenry, should turn a blind eye to the outrages
of the public force.
Members of the National Police and particularly the Mobile Riot Squad (Esmad)
should be investigated for human rights violations committed against civilians
during the national strike protests, violations that are not limited. 62 cases of cruel
and inhuman treatment were presented.

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