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UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

MAESTRÍA EN DERECHO PENAL Y PROCESAL PENAL

Curso: DERECHO PROCESAL PENAL I

Catedrática: Doctora Vitalina Orellana Orellana

LA FALTA DE REGULACIÓN DE MEDIO DE IMPUGNACIÓN DEL AUTO DE


OPOSICION DE MEDIDAS DE SEGURIDAD TRAMITADO CON EL ARTICULO
150 BIS DEL CODIGO PROCESAL PENAL

Ana Luisa Ramos Morales

Carne: 2353-04-2913

Guatemala, Abril 2021


INDICE

i . Introducción……………………………………………………………………………………3

1.- Aspectos Generales………………………………………………………………………….4

2.- Sobre la Violencia contra la Mujer y su regulación ……………………………………5 -10

3.- De la problemática de la falta de regulación de medio de impugnación en contra del


auto de oposición de medidas de seguridad regulado en el artículo 150 bis del Codigo
Procesal
penal……………………………………………………………………………………………11-22

4.- Conclusiones...
………………………………………………………………………………...23

5.- Bibliografía…………………………………………………………………………………….24
INTRODUCCIÓN

El proceso penal guatemalteco en nuestro pais está basado en un sistema

procesal mayormente acusatorio, el cual gira en torno a un sistema de garantías

judiciales de protección internación y nacional, así como a una serie de principios

que lo inspiran y que permite la dinámica de un proceso en el cual se garanticen la

tutela judicial efectiva respecto de las pretensiones de la víctima y acusado.

Dentro las garantías y principios anteriormente mencionados encontramos, el

derecho de defensa, la presunción de inocencia, el debido proceso, el respeto a

los derechos humanos, la igualdad procesal, la independencia judicial, la

inmediación, la publicidad, la oralidad, la tutela judicial entre otros.

Cada uno de los procesos y procedimiento que prevé el Codigo Procesal Penal

decreto 51-92, han sido creados por el órgano legislativo correspondiente bajo el

principio de legalidad, el cual permite no solo el conocimiento previo y público de

las herramientas procesales penales que utiliza el poder punitivo del Estado, si no

también permite determinar con taxatividad los derechos y prohibiciones y/o

limitaciones que contemplan cada una de las instituciones que el derecho penal y

procesal guatemalteco permite en sus disposiciones legales.

Por lo anterior es importante abordar desde este plano, doctrinal, procesal y

garantista la ausencia de regulación de medio de impugnación en contra del auto

de oposición de medidas de seguridad por violencia contra la mujer, dictado como


resultado del trámite del incidente previsto en el artículo 150 bis del Código

Procesal Penal.

LA FALTA DE REGULACIÓN DE MEDIO DE IMPUGNACIÓN DEL AUTO DE


OPOSICION DE MEDIDAS DE SEGURIDAD TRAMITADO CON EL ARTICULO
150 BIS DEL CODIGO PROCESAL PENAL

Aspectos Procesales Generales

El derecho penal contempla unas serie de figuras e instituciones que dinamizan

en el desarrollo de un proceso penal instruido como consecuencia de la

imputación de una conducta ilícita señalada a determinado sujeto, figuras tales

como, el delito, las penas, medidas de seguridad, etc. Todas estas con el objeto

de determinar dentro de un procedimiento previo y legalmente establecido, la

existencia de un hecho señalado como delito o falta, las circunstancias en que

este pudo ser cometido y la posible participación del o los sujetos imputados, con

el fin de la emisión de una sentencia justa y apegada a derecho.

Para autores como Ricardo Levene el verdadero objeto del derecho penal

consiste en restablecer el orden jurídico, aplicando la ley a una situación concreta.

El proceso antes descrito conlleva una significativa actividad analítica y

deductiva por parte de quien juzga, para efectos de determinar de forma primaria,

la existencia del delito o de los delitos en los que se subsume la conducta

señalada a la persona sindicada y posteriormente todos los demás elementos y

circunstancias que determina la responsabilidad penal. Una vez establecida la


posibilidad de la comisión de una conducta el Juez está facultado para sujetar a

proceso a la persona sindicada así como también dictar toda medida de seguridad

necesaria con fines de prevención o bien de evitar ulteriores consecuencia que

podrían producirse o no por la persona ligada a proceso.

Todas las disposiciones legales contempladas dentro de los cuerpos normativos

de un pais, son reflejo de la realidad social del mismo, sus problemáticas

economías, sociales, culturales, criminales y politicas, las cuales para los países

latinoamericanos por sus características comunes pueden presentarse de manera

muy similar y como consecuencia también la forma en que son atendidas juridica y

procesalmente.

Sobre la Violencia contra la Mujer y su regulación.

Uno de los hechos más denunciados diariamente en Guatemala, es la violencia

contra la mujer, el cual ha producido consecuencias sumamente graves producto

de la cultura de violencia arraigada desde la antigüedad en nuestra sociedad,

figurando como victimas más comunes de estos hechos las mujeres, quienes sin

importar su edad, color, etnia y posicion social, a lo largo de la historia han

permanecido en relaciones de poder, que las ubica en posicion de desventaja

frente a la fuerza o violencia física, psicológica y económica que sobre ellas se

ejerce o imponen con fines dependencia y sujeción forzada.

Frente a este flagelo social Guatemala, ratifica por medio del Decreto Ley 49-82

la Convención sobre la eliminación de todas las formas de violencia contra la

mujer, y por medio del Decreto número 69-94 la Convención Interamericana para
prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra la mujer, y como consecuencia

de ello el Estado se obligó a adoptar todas las medidas de carácter legislativo que

permitan eliminar todas aquellas formas de discriminación en contra de la mujer.

Este representa un acontecimiento de trascendencia nacional, toda vez que

representa el reconocimiento que el Estado públicamente e internacionalmente

hace de la existencia de esta problemática social, que se produce de forma directa

por la existencia de relaciones desiguales de poder entre hombres y mujer.

Lo anterior se realiza con el fin de garantizar a los ciudadanos guatemaltecos,

pero especialmente a las mujeres el respeto a sus derechos humanos y a la

protección universal que les asisten, el respeto a la vida, dignidad e igualdad en

iguales condiciones a los hombres.

Como consecuencia de lo anterior con el objeto de garantizar la protección de

los derechos de las mujeres se emite la Ley para prevenir, sancionar y

erradicar la violencia contra la Mujer, a través del decreto 97-96 la cual

materializa mediante disposiciones normativas de protección, el compromiso

asumido por el pais en materia de protección de derechos humanos de las mujer.

Este cuerpo normativo es de suma importancia porque es a través de él que se

prevén como forma inmediata de protección a la mujer víctima de violencia

intrafamiliar, medidas de seguridad las cuales se encuentran reguladas en el

contenido del artículo 7 de la Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia

contra la Mujer, decreto 97-96, siendo estas las siguientes: “… a) Ordenar al

presunto agresor que salga inmediatamente de la residencia común. Si resiste, se

utilizará la fuerza pública. b) Ordenar la asistencia obligatoria a instituciones con


programas terapéuticos, educativos, creados para ese fin. c) Ordenar el allanamiento de

la morada cuando por violencia intrafamiliar se arriesgue gravemente la integridad física,

sexual, patrimonial o psicológica de cualquiera de sus habitantes. d) Prohibir que se

introduzcan o se mantengan armas en la casa de habitación cuando se utilicen para

intimidar, amenazar o causar daños a alguna de las personas integrantes del grupo

familiar. e) Decomisar las armas en posesión del presunto agresor, aún cuando tenga

licencia de portación. f) Suspenderle provisionalmente al presunto agresor, la guarda y

custodia de sus hijos e hijas menores de edad. g) Ordenar al presunto agresor abstenerse

de interferir, en cualquier forma, en el ejercicio de la guarda, crianza y educación de sus

hijos e hijas. h) Suspenderle al presunto agresor el derecho de visitar a sus hijos e hijas,

en caso de agresión sexual contra menores de edad. i) Prohibir, al presunto agresor que

perturbe o intimide a cualquier integrante del grupo familiar. j) Prohibir el acceso del

presunto agresor al domicilio permanente o temporal de la persona agredida y a su lugar

de trabajo o estudio. k) Fijar una obligación alimentaria provisional, de conformidad con lo

establecido en el Código Civil. l) Disponer el embargo preventivo de bienes, del presunto

agresor. Para aplicar esta medida no será necesario ningún depósito de garantía...” entre

otras.

Las anteriores medidas son de suma importancia porque fue el primer esfuerzo

normativo en respuesta a la problemática social de la violencia contra la mujer,

pero con un enfoque en familia, es decir de violencia intrafamiliar, en donde se

identifica como tal todo acto u omisión que de manera directa o indirecta causare

daño o sufrimiento físico, sexual, psicológica o patrimonial, tanto en el ámbito

público o privado, señalando como presuntos agresores a personas integrantes


del grupo familiar, parientes, convivientes, ex convivientes, cónyuges, ex cónyuges

o con quien se hayan procreado hijos o hijas.

Un aspecto a resaltar es que esta ley contempla una disposición y/o artículo de

supletoriedad, es decir que prevé como solución a lo no mencionado o regulado

dentro de esta ley, la posibilidad de aplicar las normas o disposiciones como las

que contempla el Código Civil, Código Procesal Civil y Mercantil, Código Penal,

Código Procesal Pena, Ley de Tribunales de Familia y Ley del Organismo Judicial.

Las medidas de seguridad anteriormente mencionadas tienen una naturaleza

procesal especial, puesto que son decretadas inaudita parte, por sus fines

preventivos y de protección inmediata, pues buscan con agilidad y sin dilación

resguardar la vida e integridad física, de una persona y especialmente mujer

víctima de hechos de violencia y evitar ulteriores consecuencias. Y es por ello que

ante un hecho de violencia denunciado, cualquier órgano jurisdiccional está

facultado para decretar medidas de seguridad de forma urgente y a prevención en

audiencia unilateral, por tratarse de un derecho humano a garantizar.

Una vez decretadas las medidas de seguridad el presunto agresor con

observancia a la supletoriedad que contempla el artículo 11 de la Ley para

Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Intrafamiliar puede accionar en

oposición a través del incidente que contempla la Ley del Organismo Judicial,

pues esta contiene normas de aplicación general a todos los procesos.

El artículo 135 de la Ley del Organismo Judicial en su parte conducente regula:

“…Incidentes. Toda cuestión accesoria que sobrevenga y se promueva con


ocasión de un proceso y que no tenga señalado por la ley procedimiento, deberá

tramitarse como incidente…”

Es por ello que la oposición a las medidas de seguridad se tramita a través de la

vía de los incidentes contemplado en el artículo anteriormente citado.

El artículo 140 de la del Organismo Judicial establece lo siguiente: “…

Resolución. El juez resolverá el incidente si más tramite dentro de tres días de

transcurrido el plazo de la audiencia y si se hubiere abierto a prueba. La resolución

será apelable, salvo los casos en que las leyes que reglan materias especiales

excluyan este recurso o se trate de incidentes resueltos por tribunales

colegiados…”

En resumen el trámite contempla audiencia de 2 días, 8 días de prueba y 3 días

para dictar el auto. Es decir que habilita el ejercicio del contradictorio o derecho de

defensa mediante audiencia bilateral, es decir donde las partes involucradas

puedan generar argumentos y diligenciar prueba para que el mismo juez que dictó

la resolucion reexamine y analice la resolución en inaudita parte dictada y la

confirme, modifique o revoque dictando una nueva resolución.

El aspecto que es mi deseo resalar es que el contenido del artículo 140 prevé

de forma taxativa la facultad de recurrir el auto dictado mediante el recurso de

apelación, mismo que no conocerá el mismo órgano jurisdiccional sino un órgano

superior, que en alzada conocerá del recurso quien tendrá a su cargo la revisión

de la resolución dictada y emitirá su resolución, confirmando, modificando o

revocando la resolucion del aquo.


Es decir que hay claridad en la vía recursiva que procede en contra del auto de

que resuelve la oposición a las medidas de seguridad, aun y cuando es un

aspecto no previsto en la Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia

intrafamiliar.

Posteriormente en nuestro pais se evidenció que la Ley para prevenir,

sancionar y erradicar la violencia intrafamiliar era insuficiente para prevenir o

combatir la violencia contra la mujer, toda vez que cada vez eran más las

denuncias y las formas en que se violentaba a las mujeres, al extremo que se

presentan un ola de crímenes en contra de ellas que tiene como resultado el

lamentable asesinato de muchas, crímenes que en su comisión muestran signos

de desprecio, odio y ensañamiento. Ante ello siendo el derecho penal de ultima

ratio fue necesario que el Estado nuevamente asumiera acciones en contra de

este tipo de conductas, creando una ley que garantizará la vida, la libertad, la

integridad, la dignidad, la protección y la igualdad de todas las mujeres, cuando

por su condición de género, en relaciones d poder o confianza, en ámbito público

o privado fueran agredidas, física, psicológica y económicamente. Por lo que el

Estado crea el Decreto número 22-2008 Ley contra el Femicidio y Otras

formas de Violencia contra la Mujer.

El Decreto número 22-2008 Ley contra el Femicidio y Otras formas de Violencia

contra la Mujer, se presenta como un cuerpo normativo que amplía la posibilidad

de protección y sanción para los hechos de violencia contra la mujer, ante la

realidad social que sobre pasa la capacidad de respuesta de una mujer por su

misma condición de mujer, frente a los actos de violencia en su contra.


Esta Ley define de manera clara cada uno de los concepto que maneja, sus

ámbitos de aplicación, los delitos de violencia contra la mujer, física, psicológica y

económica, el delito de femicidio y sus penas, pero de manera importante también

regula en el contenido de su artículo 9 último párrafo lo siguiente: “…Con la sola

denuncia del hecho de violencia en el ámbito privado, el órgano jurisdiccional que

conozca deberá dictar las medidas de seguridad a que refiere el artículo 7 de la

Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia intrafamiliar, pudiéndose

aplicar a la mujer que será víctima de los delitos establecidos en la presente ley,

aun cuando su agresor no sea su pariente…”

Lo anterior nos ilustra de manera importante que existiendo una regulación de

medidas de protección (medidas de seguridad) en el contenido de la Ley para

Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia intrafamiliar, el legislador no considera

necesario regular nuevamente, con el mismo contenido y fines el mecanismo de

protección preventiva en la Ley contra el Femicidio y Violencia contra la Mujer,

facultando en su artículo 9 último párrafo al Juez que tenga conocimiento de la

denuncia de un delito de los mencionados en dicha ley, para decretar las medias

de seguridad que considere necesarias con la fines de prevención y evitar

ulteriores consecuencias en la posible víctima. Es decir que nos traslada para

estos efectos al mecanismo de protección ya previsto, el cual por la

supletoriedad que contempla, como ya analizamos anteriormente la reacción

procesal que permite es la oposición a ella mediante el tramite incidental que

contempla el artículo 135 de la Ley del Organismo Judicial, ley que en su


artículo 140 taxativamente indica que el auto que resuelve el incidente es

apelable.

Lo anteriormente mencionado es sumamente necesario de resaltar, toda vez

que el contenido del artículo 25 de la Ley contra el Femicidio y otras formas de

Violencia contra la Mujer, también contempla la supletoriedad, indicado en su texto

literalmente lo siguiente: “…Son aplicables supletoriamente a esta ley las

disposiciones del Decreto número 17-73 Código Penal; Decreto Número 51-92,

Código Procesal Penal; Decreto Número 2-89, Ley del Organismo Judicial;

Decreto Número 97-96, Ley de Dignificación y Promoción Integral de la Mujer;

Decreto Número 42-2001, Ley de Desarrollo Social; Decreto-Ley 106, Código Civil;

Decreto-Ley 107, Código Procesal Civil y Mercantil, así como las modificaciones y

reformas a todas las leyes antes señaladas…”.

Lo que quiere decir que también por supletoriedad ante la ausencia de

regulación de un aspecto que no contemple la ley o las leyes citadas, podemos

lógica y racionalmente concluir que debemos en otra ley de las mencionadas,

interpretar e integrar ante el vació legal, situacion legalmente permitida en estos

caso según los artículos 10 y 15 de la Ley del Organismo Judicial los cuales

regulan lo relativo a la interpretación e integración de la ley y la obligación de

resolver, pues esta anticipa el proceder de forma clara frente los casos de falta o

insuficiencia de la ley.

De la problemática de la falta de regulación de medio de impugnación del

auto de oposición de medidas de seguridad tramitado con el artículo 150 bis

del Código Procesal Penal.


El análisis realizado nos permite identificar que las medidas de seguridad que se

aplican en los casos de violencia intrafamiliar y por casos de femicidio y violencia

contra la mujer son exactamente las mismas, esto por así preverlo y permitirlo la

ley, lo cual se realizó de forma clara y taxativa en el articulado correspondiente,

específicamente en el artículo 9 último párrafo de la Ley contra el femicidio y otras

formas de violencia contra la mujer, lo cual nos reafirma que el fin es exactamente

el mismo y consecuentemente también su naturaleza, puesto que son preventivas

y dictadas inaudita parte. De este último aspecto podemos agregar que las

mismas pueden ser dictadas de forma oral o escrita por el Juez que tiene

conocimiento mediante denuncia de un hecho constitutivo de violencia intrafamiliar

o algunos de los delitos de femicidio y violencia contra la mujer, y que la forma en

que son dictadas no limita ni elimina sus efectos y vigencia.

Ante ello tenemos que detenernos a examinar entonces cual es la vía procesal

que permite el derechos de defensa o contradictorio ante una medida de

seguridad decretada. Y así poder dar respuesta a las siguientes interrogantes:

¿Hay diferencias procedimentales? ¿Cuál es la idónea? Y ¿frente al auto que la

resuelve, existe algún recurso? ¿Qué recurso seria el idóneo?.

Aparentemente el problema se encuentra resuelto al analizar la supletoriedad

pues como revisamos con anterioridad está claro que ante una medida decretada

con el artículo 7 de la ley contra la violencia intrafamiliar, la vía para tramitar la

oposición es la vía incidental contenida en el artículo 135 de la Ley del Organismo

Judicial y el recurso procedente en contra del auto que lo resuelve es apelable

según el artículo 140 de esa misma ley, en ese supuesto quien conoce la
apelación es la Sala de Corte de Apelaciones del Ramo de Familia en alzada, por

ser materia intrafamiliar, porque deriva de relaciones familiares. Lo cual no

presenta problema porque es un órgano superior y distinto de quien conoció la

oposición que puede revisar la resolucion dictada garantizando el derecho de

defensa y el derecho a un recurso sencillo.

Sin embargo, actualmente el artículo 150 bis del Código Procesal Penal que

contempla el tramite general de los incidentes en materia procesal penal, el cual

fue producto de la adición del artículo 9 del decreto 18-2010 del Congreso de la

República de Guatemala, regula literalmente lo siguiente: “Trámite general de los

incidentes. Cuando se promueva un incidente para el cual este Código no señale

un procedimiento específico se procederá de la forma siguiente: La parte que

promueve el incidente solicitará una audiencia para sustanciar el mismo,

exponiendo los argumentos que fundamentan su petición y proponiendo e

individualizando la prueba cuando se refiera a cuestione de hecho. El incidente

que sea promovido sin cumplir con los requisitos anteriores será rechazado. El

juez o tribunal que deba conocer del incidente citará al imputado, al Ministerio

Público y a las demás partes, a una audiencia que deberá realizarse dentro del

plazo máximo de dos (2) días en el caso que se trate de cuestiones de derecho, y

cinco (5) días en el caso que sea cuestiones de hecho. Oídas las partes y, en su

caso, recibidas las pruebas, el órgano jurisdiccional, en la audiencia respectiva,

resolverá el incidente sin más trámite. Si el incidente se promueve en el curso de

una audiencia oral y no existe otro procedimiento señalado en este Código, se


tramitará conforme a lo dispuesto respecto de los incidentes durante el debate oral

y público…”

De la anterior regulación contemplada respecto tramite incidental penal,

podemos destacar que se prevé que el mismo sea bajo los principios que inspiran

el derecho procesal penal, oralidad, inmediación, defensa, respeto a los derechos

humanos, para permitir por medio del contradictorio la promoción de los alegatos

de oposición y densa con el objeto de reexaminar y/o revisar a resolucion dictada

y emitir el auto que declare con lugar o sin lugar el incidente de oposición a las

medidas de seguridad.

No obstante la claridad del trámite incidental la norma procesal al ser

adicionada en ninguno de los apartados del artículo 150 bis y subsiguiente

contempla el recurso a promover en contra del auto dictado como consecuencia

de la tramitación de incidente, este caso en particular de la oposición a las

medidas de seguridad.

Porque podemos afirmar que es la vía incidental la que debe de emplearse para

el conocimiento y tramitación de la oposición a las medidas de seguridad, porque

los incidentes siguiente la naturaleza de los mismo se promueven en toda clase de

procesos para el conocimiento y resolucion de cuestiones accesorias que

sobrevengan y se promuevan con ocasión de un proceso que no tenga señalado

por ley procedimiento, tal y como es el caso de las medidas de seguridad, de las

que es importante recordad que se son las mismas que en materia penal son las

mismas que contempla la Ley para prevenir, erradicar y sancionar la violencia

intrafamiliar en su artículo 7, de las cuales en materia intrafamiliar-familia, su


oposición se conoce por la vía incidental y dicho auto es apelable. Esto reafirma

nuevamente la supletoriedad anteriormente revisada, puesto que en ausencia de

recurso ante el auto que resuelve el incidente penal de oposición a las medidas de

seguridad, no existe legal y taxativamente la mención de algún recurso que

proceda en contra de él. Dando lugar para que por interpretación, integración

(articulos 10 y 15 de la Ley del Organismo Judicial) y supletoriedad mencionadas

en los articulos 11 de la Ley para Prevenir, Erradicar y Sancionar la Violencia

Intrafamiliar y 25 de la Ley contra el femicidio y otras formas de Violencia contra la

mujer, pueda apelarse el auto que resuelve el incidente de oposición a las

medidas de seguridad decretadas y vigentes.

Lo anterior lo afirmo con base en que la naturaleza, fines y contenido de las

medidas de seguridad que representa limitaciones a ejercicio legítimo de derechos

constitucionales frente a la posible existencia de hechos de violencia contra la

mujer, contenidos en el artículo 7 de la Ley para Prevenir, Erradicar y Sancionar la

Violencia Intrafamiliar son exactamente los mismos aplicables en la Ley contra el

femicidio y otras formas de Violencia contra la mujer, por lo que el derecho de

defensa y contradicción del mismo no debe de variar respecto del trámite que

sería la vía incidental, considerando bajo las reglas de competencia, la derivación

para su conocimiento por razon de la materia, a órganos superiores (salas de

corte de apelaciones) de familia o penales para la tramitación y resolución del

recurso de apelación promovido en contra del auto que resuelve la oposición a las

medidas de seguridad.
Lo mencionado guarda total congruencia y relacion al sistema universal de

protección a las garantías judiciales, ratificadas por el Estado de Guatemala y el

sistema acusatorio y democrático que inspira el proceso penal guatemalteco.

La Convención Americana sobre derechos humanos también conocida como

Pacto de San José el cual es un instrumento de protección a los derechos

humanos ratificado por el Estado de Guatemala, en su artículo 8 regula las

garantías judiciales dentro de la cual podemos encontrar que: “…1. Toda persona

tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por

un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad

por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para

la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de

cualquier otro carácter…” “…derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal

superior…” (El resaltado es propio).

Y especialmente en el contenido el articulo 25 regula la protección judicial y

respecto de ello regula lo siguiente: “… 1. Toda persona tiene derecho a un

recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o

tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos

fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun

cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus

funciones oficiales. 2. Los Estados Partes se comprometen: a) a garantizar que la

autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado decidirá sobre los

derechos de toda persona c) a garantizar el cumplimiento, por las autoridades

competentes, de toda decisión en que se haya estimado procedente el recurso. (El

resaltado es propio).
Con fundamento en la anterior analizado, discrepo del criterio sostenido por las

algunos juzgados, salas de corte de apelación e incluso lo sostenido por la Corte

de Constitucionalidad al indicar en algunos casos, que no es procedente el

recurso de apelación en contra del auto que resuelve el incidente de oposición de

medidas de seguridad por el Juez aquo, en virtud de que el artículo 150 bis no

contempla recurso alguno y por no encontrase dentro del catálogo de

resoluciones apelables que establecen los artículos 404 y 415 del Código

Procesal Penal.

Es también importante indicar que algunos juzgadores comparten el criterio de

quien elabora el presente ensayo, bajo el análisis de los fundamentos que lo

motivan, esto se puede ilustrar en la mención de los argumento utilizados en la

Sentencia de primer grado emitida en el Juzgado de Primera Instancia Penal,

Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente de Suchitepéquez, constituido en

Tribunal de Amparo, quien en su momento consideró lo siguiente: “… Quien juzga

en esta instancia considera que al haberse planteado la oposición a las medidas de

seguridad por parte del señor LUIS LEONEL JAVALOIS BOLAÑOS (accionante de la

presente acción constitucional Página 5 Expediente 5581-2019 CORTE DE

CONSTITUCIONALIDAD REPÚBLICA DE GUATEMALA, C.A. de amparo) al mismo le

fue conferida audiencia previa en dicha oposición, lo cual nos hace entendible que por

dicho motivo, la resolución en la cual se resuelve la oposición a medidas de seguridad,

no es susceptible del Recurso de Reposición, toda vez que de conformidad con el

artículo cuatrocientos dos del Código Procesal Penal nos indica que dicho recurso

procederá contra las resoluciones dictadas sin audiencia previa, lo cual en el presente

caso, no es así ya que en la oposición a las medidas de seguridad se le confirió


audiencia al señor LUIS LEONEL JAVALOIS BOLAÑOS. En ese orden de ideas y

continuando con el análisis respectivo, es importante hacer mención que el trámite de la

oposición de las medidas de seguridad, al no tener señalada una vía específica para su

tramitación, se debe llevar a cabo su trámite de conformidad con el artículo ciento

cincuenta Bis del Código Procesal Penal, el cual también nos indica que contra lo

resuelto por esa vía no tendrá recurso alguno que interponer…”

En el presente caso concreto haciendo una interpretación convencional de las

normas, no se puede dejar ninguna resolución sin recurso idóneo que interponer;

por lo cual en presente caso la resolución a impugnar seria el auto que resuelve

la oposición a las medidas de seguridad, por lo cual se debe analizar y

establecer que de conformidad con los artículos dos, tres, ocho, diez, once, doce,

trece y quince de la Ley del Organismo Judicial, lo más análogo a la oposición de

las medidas de seguridad es el articulo ciento cuarenta de la Ley del Organismo

Judicial, que determina que el trámite de incidentes es apelable por lo cual en el

presente caso el accionante Luis Leonel Javalois Bolaños, al haberse resuelto la

oposición a las medidas de seguridad, Página 7 Expediente 5581-2019 CORTE

DE CONSTITUCIONALIDAD REPÚBLICA DE GUATEMALA, C.A. apartado a lo

que él consideraba pertinente, era oportuno interponer el RECURSO IDÓNEO,

en contra de dicha resolución, y al hablar e recurso idóneo y de conformidad con

lo antes indicado, debemos de comprender y referirnos a que el recurso idóneo

en este caso es el de APELACIÓN, y no el recurso de reposición que fuera

interpuesto por el accionante, toda vez que la resolución que ataca por medio del

recurso de reposición si tubo audiencia previa.


No obstante lo anterior, la Corte de Constitucionalidad sigue sosteniendo el

criterio sentado mediante la sentencia dictada dentro del Expediente 3561-2017

Corte de Constitucionalidad, de fecha veintiséis de julio de dos mil dieciocho. En

la cual indica que: “…nada indican acerca de la impugnación idónea, que de

existir, sea susceptible de ser interpuesta luego de la decisión del órgano

jurisdiccional acerca de la oposición a las medidas de seguridad, sin embargo,

esta Corte ha reiterado que en la correcta interpretación del artículo 403 del

Código Procesal Penal, resulta facultativo de la persona que se considere con

agravio por la decisión dictada en audiencia la interposición del recurso de

reposición, por lo que sería factible más no obligatorio de aquel sujeto que estime

que la resolución le causa agravio la promoción del referido medio de

impugnación. El criterio en relación a la procedencia de la reposición para objetar

resoluciones dictadas en audiencia oral, ha sido reiterado en doctrina legal

dentro de las sentencias Doctrina legal reiterada en los expedientes 2395-2016

del dieciséis de agosto de dos mil dieciséis, 1155-2015 del veintiséis de

septiembre de dos mil dieciséis y 297-2016 del diez de noviembre de dos mil

dieciséis…”.

Del criterio anterior sostenido hasta el día de hoy por la Corte de

Constitucionalidad, debemos mencionar que la misma Corte reconoce la falta de

regulación de recurso o medio de impugnación a promover en contra del auto

que resuelve el incidente de medidas de seguridad tramitado según el artículo

150 bis del Código Procesal Penal, señalando como recurso idóneo la reposición

con la sola consideración que es un resolución dictada en audiencia oral.


Pero respecto de ello atender que el recurso de reposición de conformidad con

lo que regula el artículo 402 procede en contra de las resoluciones dictadas sin

audiencia previa y que no sean apelables, y durante la tramitación de un juicio

las resoluciones orales que en él se emitan.

Sin embargo el auto de oposición no se resuelve sin audiencia previa, pues es

el resultado de una audiencia bilateral, que por insuficiencia de ley no refiere que

sea apelable, pero que es resultado de la tramitación de un incidente. Que si bien

es cierto la resolución se emite en audiencia oral, el conocimiento de un recurso

de reposición en contra del auto resulta inidóneo toda vez que nuevamente la

resolución seria revisada y re examinada por el mismo juez que ya reexaminó y

reviso la resolución (primaria) de otorgamiento de medidas de seguridad, por

medio de la posicion, de lo que deviene un círculo vicioso recursivo que limita el

derecho de defensa, oposición y contradicción, pues debe de ser un Juez distinto

y superior que en alzada conozca del asunto y someta a análisis el auto de

oposición dictado, tal y como se realiza mediante la apelación que si contempla

como recurso el incidente de la Ley del Organismo Judicial, él no tiene

impedimento alguno para ser aplicado ante la ausencia de regulación de recurso

idóneo en artículo 150 bis del Código Procesal Penal, por lo que debe de

considerarse para crear certeza juridica y legalidad adicionar en dicho artículo

que el auto que resuelva el incidente es apelable.


CONCLUSIONES

 Que en materia de protección de los derechos humanos de las mujeres

existen dos cuerpos normativos vigentes la Ley para prevenir, sancionar y

erradicar la violencia contra la Mujer, a través del decreto 97-96 y el

Decreto número 22-2008 Ley contra el Femicidio y Otras formas de

Violencia contra la Mujer.


 Que ambas leyes la Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia

contra la Mujer, a través del decreto 97-96 y el Decreto número 22-2008

Ley contra el Femicidio y Otras formas de Violencia contra la Mujer,

contemplan la aplicación de de las misma medidas de seguridad

contempladas en el artículo 7 del decreto 97-96.

 Que el derecho de defensa y contradicción que ejerce el presunto agresor

en contra de las medias de seguridad dictadas en su contra, es la oposición

mediante el trámite del incidente, el cual puede variar, por razon a la

materia, ya que en materia de violencia intrafamiliar corresponde el tramite

incidental señalado en el artículo en los articulos del 135 al 140 de la Ley

del Organismo Judicial y en materia penal por violencia contra a mujer

corresponde el tramite incidental previsto en el artículo 150 bis de Código

Procesal Penal.

 Que el artículo 150 bis del Código Procesal Penal no indica ni regula el

recurso o medio de impugnación que procede en contra del auto que

resuelve el incidente, en el caso analizado, de manera concreta el auto que

resuelve la oposición a las medidas de seguridad.

 Que siendo las medidas de seguridad las misma aplicadas en el materia

intrafamiliar y en materia penal y al no variar la vía incidental para la

tramitación de la oposición, por insuficiencia legal, no debiera de variar el

medio recursivo, siendo este la apelación, por lo que debe adicionarse en

texto del ley el recurso idóneo a promover en contra del auto que resuelve

el incidente previsto en el artículo 150 bis del Código Procesal Penal.


BIBLIOGRAFIA

 Levene (h), Ricardo, Tomo I pág. 208. Citado por Maza Castellanos, Benito
en su texto Curso de Derecho Procesal Guatemalteco. Pág. 16 Editorial
Serviprensa. Julio 2005.

 Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la Mujer, a


través del decreto 97-96
 Decreto número 22-2008 Ley contra el Femicidio y Otras formas de
Violencia contra la Mujer.

 Decreto Número 51-92, Código Procesal Penal.

 Decreto Número 2-89, Ley del Organismo Judicial.

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