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AMOR SANO

El amor sano se construye por equilibrio es dar-recibir, igualdad-equidad, cuidar,


ser cuidado, dar respeto, ser corresponsable.
El escritor R. Burney, reunió y recopiló los trabajos de T. Gorski y M. Beatty
(expertos en codependencia emocional), en un listado de 13 rasgos para
diferenciar al amor tóxico del sano:

DESARROLLO de los integrantes como prioridad en la pareja.


APOYO MUTO, espacio para cumplir metas y contribuir al crecimiento del otro.
INTERESES PROPIOS, mantienen otras relaciones significativas.
AUTOMOTIVACIÓN, su seguridad está en la valía propia, no en la pareja.
ACEPTACIÓN, respetan las decisiones y personalidad del otro.
INICIATIVA, se turnan para ejercer el liderazgo, trabajan en equipo.
COMPRENSIÓN, abrazar mutuamente la individualidad del otro.
OBJETIVIDAD, asumen la realidad y responsabilidad de cada uno.
INDEPENDENCIA, su estabilidad emocional no depende del otro.
DESAPEGO, aceptan el hecho de que la relación puede terminar.
EL SEXO, como una de muchas formas para intimar.

Psic. Pilar Duarte (s.f.) Amor Tóxico vs. Amor Sano: 13 rasgos científicos y sus
causas. https://ayuda-psicologica-en-linea.com/psicologia-de-pareja/amor-toxico/
El amor sano se construye por equilibrio es dar-recibir, igualdad-equidad, cuidar,
ser cuidado, dar respeto, ser corresponsabilidad.
A nivel afectivo.
Somos responsables de nuestras propias emociones y comunicarlas a nuestra
pareja.

A nivel de cuidados.
Es importante cuidar a alguien, dejarse cuidar, además de cuidarse a uno mismo.
Porque si te pongo a tí por delante siempre «a pesar de mí», aunque no me lo
pidas, al final voy a generar resentimiento. O si, al contrario, únicamente miro por
mí «a pesar de tí» igual nos falta empatía. Si no me dejo cuidar porque entiendo
que el cuidado indica una necesidad de la que puede leerse cierta dependencia y
yo me tengo que saber gestionar absolutamente todo sin ayuda de nadie
yentoncesmepongomiescudoymeprotegodelmundo… STOP!

Seamos realistas y no nos fustiguemos. Dejémonos cuidar desde un lugar sano.


Porque podemos necesitar a otras personas -dentro o fuera de la pareja- y no por
ello somos menos que nadie. Sencillamente estaremos dando voz a esa parte
nuestra que es social y relacional. Y no pasa nada. Permítetelo.

A nivel de responsabilidades domésticas.


Reparto equitativo en función de tiempo, gustos y negociando aquellas cosas que
ningune quiera hacer. Y tener flexibilidad. Si tú te encargas de fregar los platos
normalmente y hoy estás enferme con indigestión y ayunando, no te voy a hacer
que entre visitas al baño te pongas a hacerlo. Respeto. Sentido común y,
volvemos a la anterior: cuidados. Aquí añadiríamos todas las responsabilidades
que puedan conllevar tener niñes o una mascota.

A nivel económico.
Todavía hoy en día hay a hombres heteros a los que les molesta que su pareja
gane más. Así de frágil es la masculinidad. También hay parejas en las que a lo
mejor une gana mucho más y deciden qué quien gana más sea el que se haga
cargo de todo. O muchas otras opciones.

Hay mil formas de hacerlo pero al final la ideal es la equitativa, es decir, no


ponemos les dos lo mismo -porque eso puede implicar el ahogo de une- pero si el
mismo porcentaje. Evidentemente, quien gane más pondrá más dinero pero
realmente les dos se están comprometiendo a lo mismo: a un x% de lo que
ingreso. Ya os oigo, si, «¿y si une no gana nada?». En circunstancias así yo os
recomendaría llegar al equilibrio tirando del punto anterior.

A nivel individual.
Hay parejas que se desdibujan, que se dejan llevar por la otra persona hasta el
punto en el que parecen siameses, que dejan de lado familia, amigues y esos
momentos a solas. Y no solo eso. También sus gustos, sus hobbies, desaparecen,
¡chas!.

Es esencial mantener siempre nuestro espacio, escucharnos, permitirnos ser


como somos y no vender algo diferente porque te tienen que querer por como
eres. Y esto va en ambos sentidos, al mismo tiempo que te grito que no te pierdas
en alguien, te suplico que no arrastres a nadie.

Juntes somos más fuertes, nos enriquecemos, aprendemos de les demás, de


nuestra singularidad. Intentar ser quien crees que tu pareja querría o forzar a tu
pareja a ser algo que no es, no solo no es sano, sino que es dañino y de
pronóstico lamentable.

¿Cómo lo veis? ¿Estáis equilibrades cuando estáis en pareja? ¿sois


corresponsables? ¿os expresáis, escucháis y negociáis con ella? ¿o sigue
quedando alguna telaraña del Amor Romántico por ahí?

Pero esa es la magia, disfrutad una vida equilibrada perfectamente

desequilibrada 

 
Proyecto Kahlo https://www.proyecto-kahlo.com/2018/09/corresponsabilidad-en-
pareja/

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