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I1 - CARLOS JIMENEZ GOMEZ

I
. . !

.COLOMBIA
EN El PROCESO · .
DEL CAMBIO -_ ,

El Camino de. la Sociedad Nueva


Otros libros de Carlos Jiménez:

NOTAS Y ENSAYOS
(Un intento de penetración en el
fenómeno antioquefio) '

VIEJO.Y NÛEVO PAIS .


Portada: ·
de DIEGO ARANGO (Hacia una visión critica de
la mentalidad uaclortal)
I

·Es un hecho que vamos por las rutas del


pambio. Lo percibimos a. diestray a sinies-
tra: en el más sencillo gesto, en el ritmo de
la vida; en el volumen de los nuevos interro-
gantes. Pero percibimos todo esto en ava-
lancha, y en tal s~ntido borrosamente. El
tráfago cuotidiano nos trae evideJ:?-cias del
hecho; pero tan espesamente, tan tumultuo-
sa y contradictoriamente, que no sólo no
hemos analizaqo el problema sino que has-
ta hemos ido adquiriendo· el hábito mental
de dar tumbos en la corriente bajo uha re-
nuncia casi explicita a r_esponder, aûn más:
a preguntar, a clarificar. Está hacienc'!() ca-
- rrera una forma nueva y- peligrosa de re-
signación: la de la inconsciencia y obscu.;
ridad· de los contomos del campo vital.
impreso en editorial visión litografia· Siempre .Ia Vida sociàl marchó como ins-
tintivamente sin m u c h a s clarificaciones -
Copyright: Carlos Jiménez Gómez, 1971 previas. Especialmente nosotros, fuimos a

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Y como todo cambio es una sustitu-
la deri~a, relamiendo los bordes gastados ción, hay que preguntarse: qué es lo que
del hor1zonte provincial. Pero ahora, cuan- estamos cambiando? Estamos cambiando
do hay una crisis, cuando todo bajo Iiues- una sociedad por otra: la vieja y carco-
tras plantas trepida como terreno erosio- mida sociedad tradicional y hereditaria por
nado, hay que despertarse. y aparecen vo- una sociedad nueva, en cuyas aguas nos
c:s que lo exigen. Hay una angustia am- vamos sumergiendo entre gozosos e ins&
biente. Y esa angustia radica en Ià· confun- guros. Pero como el cambio es un proceso
sión; digámoslo de una vez. . . cuando no gradual que se da en el seno de la historia
hay capacidad esclarecedora de los hechos y sobre un complejo de áreas o planos de
n?-e~os Y desconocidos, también los apo- acción e influencia, Ia idea exacta de su
dicti?os Y axiomáticos Y fuera de debate se extensión y profundidad es lo primero que
empiezan a confundir. Esta es la .formà se ve envuelto en el torbellino, empafiada
de cambio genera!, como de corriente que y desordenada, que es como decir que la
5 ~ va ~evando no sólo los troncos de la ·o- idea misma del cambio se ve sujeta a mu-
rilla s~o hasta la orilla 'misma; pero to- da:ilzas y contradicciones de raiz angustio-
do esta en la orilla. Por dónde no pasa, sa. Hace falta, pues, como neeesario punto
royendo con sus caninos afilados esta de partida, describir, si no definir, lo que
fuerza desatada que son los ácidos 'disol- estamos cambiando y las roetas del pro-
ventes ~e Ia civilización Y de-toda la cul.:. ceso transformador.
tura. umversal, echados a fluir como intem-
pestivamente sobre
· el mimdo campesmo . Para ello debemos partir de una distin·
-vereda, .aldea, pueblo, -ciudad pequefia , ción previa: la del cambio socio-económi..
cerrada como claustra- del m . co y la del cambio cultural; el primero, re-
noamericano? undo lati. ferido a la edificación de up. orden eqonó·
~co, a la explotación de los recursos; a:
la expansión productiva y ·a la redistribu-
Hay ~a generalizada sensación de des- ción del ingreso, en una palabra al creci-
conte~to; madaptación Y extrafieza con el miento y su virtualidad coparticipadora,
cambiO que se tiene; ansiedad Y premura · coino potencial de bienestar y soluciones
de~ .que se desea; confuso sentimiento de y satisfacciones para todos; y, como cons&
cntiCa Y sobresalto.
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cuencia, a un reajuste humano y racional
de la posición recfproca de los individuos, Socialmente, desigualdad en las condi-
los grupos y las clases sociales. cianes de yida en perjUicio de los niveles
generales de subsistencia; en grandes áreas
El cambio cultural es Io demás: es el sociales carencia de condiciones humanas
juego de _los valores compartidos, es Ia básicas 'y de satisfacciones mfnimas de vi-
mentalidad, son los hábitos y las costum- da espiritual y material; déficit alimenti-
bres, las instituciones sociales en· su más cio de vivienda y de servicios de salud, de
amplio sentido. ' .
capacitación, de tecnificación y de empleo;
Asw;nido en sus rasgos capitales, este analfabetisme y marginalidad social y cul-
e.~ el um.verso constitutivo de Ia vieja · • tural; sociedad relativamente cerrada, dis-
Ciedad: - 80
· cnminación y segregación, real régimep. de
castas, explotación social, sujeción y de-
"' E~onómicamente, un grado de pobre-
l!.a deb1do al desaprovechamiento de los re- gradación del trabajo a los limites dè ~
cursos naturales y humanos, económicos servidumbre; desigualdad en las oportuni-
Y politicos; injustüicada dependencia ex- dades; omnfmoda apropiación y manejo
te~a; falta de comunicaciones y de obras de los medios de producción y abuso de
·de infraestructuras; subdesarrollo del sec- los derechos y ventajas por quieries los
tor ·agrfcola, latifundia y minifundio· au- detentan, carácter teórico del derecho uni-
s~ncia. d~ _capitalización y de capacidact de versa! de propiedad y del Derecho en ge-
fmancmc10n y de inversión; falta de indus. nera!; mala integración social; prepoten-
trialización y de té<?nicas para los procesos cia de los grupos dominantes y desorgani-
de transformación; improductividad· mo- zación de los grupos dominados; y, en los
n?pol~os ~ oligopolios; desarticuiaciÓn re- estadios avanzados de la evolución social
gJ.onal, hipertrofia del sector comerciai dentro del cuadro de la sociedad tradicio-
mala comercialización y falta de extensióri nal, graves tra.Stomos y manifestactanes
Y pro!un~dad del mercacto interno por el crfticas debidas á la agudización de los an-
mar~anuento de grandes nlicleos de po- tagonismos y deficiencias y a la acumul?'"
blaCión respecto del circUito económico y ción del revanchismo social de los mas
monetario; desviación esterilizante ·de los frente a la ventaja siempre illdescontable
recursos económicos en favor de sectores de la vanguardia dominant~;
limitados de la sociedad · . Culturalmente, .falta de capacidad para
' - .
una adecu'ada comprensión de los concep-
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tos del Hombre y de la Sociedad y para asi- orientación privada de la economia y de la
milar la renovación de los valores; irra- sociedad en beneficia de ·sus parciales inte.
cionalismo, fanatismo, proliferación de las reses; peculiar cultura de la sofistica eco-
mitologfas, sentido sagrado y totémico de nómica y social como intocable acervo he.
la vida, · veneración del orden establecido; reditario en desmedro del bien comûn; pr&
conservadurismo y trádicionalismo reve- paración y mantenimiento del esquema eco..
rencial; homogeneidad ideológica ·e inca- nómico, politica y social en forma de po-
pacidact para afrontar la diversidad; miedo der alineario iriternacionalmente segûn la
a la,libertad; impermeabilidad a toda in- lógica de los interesees de los grupos in-
fluencia externa, aislacionismo, provincia- tPrnos dominantes; falta de convocación e
nismo de mala calidad y dirección; cultu- invitación sineera y efectiva a la población
la de minorias y preservación del orden in· para que se haga participe ën los comandos
dispensabie al disfrute de sus prerrogati- y tareas del Estado; tolerancia de los abu·
. vas; deficiente sentido de la igualdad, Ia sos y dictaduras de grlipo sobre la opinión
dignidad y la justicia; falta de conciencia pûblica nacional; hipocresia de Ia demo.
de clase y de sentimientos de solidaridad cracia y sobrevaloraeión de sus formas ya-
y, cohesión social a todos los niveles de la cias de contenido y de expresión; confusio-
escala social; culto de los falsos valores nismo recurrente en torno al problema de ·
sociales y de los valores negativos de la las libertades y agravamiento creciente _de
e:·xistencia, subversión de las jerarquias de su inefectividad; descontrol de la pobla-
valor, falsa ética colectiva; falta de técni- ción sobre los actos del gobiernos y sobre
cas sociales; falta de opinión pûblica y de los juegos de poder de sus clases dirigen-
control publico efectivo sobre los actos del tes; abuso por los sectores dirigentes tra-
Gobierno; inexistencia de una mentalidad I dieionales en SU provecho de los recursos
moderna auténtica o racional; y meeanismos pûblicos de la sociedad y
En la órbita de la politica están · todos de la Nación; conducción del Pais segûn
aquellos rasgos, cualquiera que sea su na-. metas de inercia que garanticen la subsis-
turaleza, cuya .modificación depende fun~ tencia del modelo tradicional de sociedad
damentalmente de la voluntad y autorldad y de su sistema de privilegios y gajes de
del Estado, ejercita:das lûcida y vigorosa.. poder; concepción y dirección del· Estado
mente: identificación de la sociedad total como expresión de los intereses tractieio-
con ·sus sectores predominantes y torcida nales de clase; situación de bloqueo insu-

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perable en el camino de los postuiados de la desde sus cimientos, desde el ·renglón
la ética colectiva y de -las aspiraciones de agropecuario y minero hasta el de trans-
mejoramiento y dignificación de la:r vida formación, pasando a los servicios, al mer-
popular; en fin; toda esa trama del orden cadeo, a la administración, a las técnicas
tràdicional, bien urdida y mejor apretada materiales y sociales, a la integración re-
gracias a su virtud original: la de ser una gional.
construcCión lógica, y que, por ràzón de
su maravillosa unidad, resiste asedios y re- Socialmente: poniendo donde deben
chaza aqui y allá trasplantes, haciendo ëna estar, en su orden lógico y eaus al, los fac-
misma evidente la conclusión de que una · tores y las relaciones de producción, o sea
lógica nó puede ser enfrerrcada sino con dando a la reedificaèión del universo eco-
otra, en los mismos dias en que la lógica nómico un sincero sentido politica, que
en politica se· nama socialismo, un progra- abra el acceso a la capacidad adquisitiva
ma concreto trabajado a su vez por más de todas las rnasas de población para que
de una centuria de pensamiento y de expe- éstas puedan, primero, superar los nive-
riencia práctica. Porque sólo el cambio po. les infrahumanos de la ·existencia y, lué-
litico puede segtln un plan -decidir el rit- go, dignificarla por las perspectivas de un
mo del cambio económicö, social y cultu- progreso material, social y cultural efecti-
ral. vo: como que no se pueden democratizar
Desc:dta la sociedad antigua, está todo, las satisfacciones sin demoèratizar bási-
por contraposición implicit~ente dicho camente los recursos productivos; y bus-
del orden nuevo, que definiremos como el cando por este medio, el ünico razonable,
estadio de mejoramiento y modernización la sociedad igualitaria y compartida, do-
óptimos del individuo, la sociedad y el Es- minada por la equidad, por el decoro, por
ltado en la totalidad de sus convergentasI el respeto, por la capàcitación de los in-
planos constitutivos. dividuos. para el ejercicio de .sus derechos
Económicamente, 'esta socièdad es el en un plano equivalente de opciones y po-
resultado de desarronar a plenitud el per- sibilidades, en el que haya un control real
gammo- antes oculto del potencial de sus . de la población sobre la dirección del Es-
recursos: para aprovecharlos, edificandO:· tado y los actos del Gobierno, todo en un
Iá èconomia racionalmente, resplanteándo- afán de poner el remedio en las eausas y

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no en los efectos del desajuste económi-
co-social hereditario; trafio, Y que debe hacerse, hasta donde
estos fenómenos, masivos puedan ser go-
. Culturalmente~ por la preparación del bernados o controlados, bajo la consigna
·individuo para la vida racional, inteligente de evitar el despojo, la enajenación, la inne-
y consciente en todas las esferas, capaz cesaria ~egación o abandono de la propia
de buscar, asii,nilar y aprovechar las no- personahdad y de la propia fisonomia. Por-
vedades y perieccionamientos del univer- q~e es eso: una simple exigència de recep-
so técnológico y las influencias extrafias Ción Y acopla~ento económico, social y
que no puede dejar de estar enfrentando cultural; porque se trata, ni más ni menos,
dia a dia, tumultuosa y desordenadamen- que de dar respuesta vitalmente aèl.ecua-
te, en su creciente incorporación a las fuer- da a ésta pregunta: cómo podemós noso-
zas cruzadas de las viejas culturas, aqui- t::os convivir con las nuevas circunstan-
latadas en un procesa· secular, cuya cadè- Cias?
na de secretas y lentas transiciones le son
profundamente extrafias; pero siempre Es innegable, lo comprobamos à cada ·
pensando en que ·la renovación de la men- paso, que sobre el hepho tanto coma so-
talidad, de los hábitos y las institucidnes, bre la idea del cambio florecen a diestra
la nueva actitud ante el universo y la nue- Y. a siniestra graves y angustiosas confu-
va escala de valores son necesarios en fun- SIOnes todos los dias: las tergiversaciones
ción del elevamiento general de las condi- sobre el primero se acrecientan continua-
cianes de la existencia y no vienen, por mente en parte principal a expensas de
tanto, exigidas gratuita, indiscriminada e las imprecisiones sobre la segunda. Cuan-
ilimitadamente. do se habla del cambio se lo concibe en
Porque esto tiene que ser dicho: que bloque, sin capacidad analitica ni distin-
el advenimientó de la sociedad nueva re- ción de imágenes o partes. Y este ir tan de
presenta el. resultado de un proceso de a- prisa, rondando y merodeando en torno al
daptación a circunstancias antes descono- nucleo central del problema, sin entrever
cidas, que; como tal implicación de ajuste, siquiera vagamente sus intersticios~ vuelve
trae todos los riesgos y azares de la movi- más dramática una cuestión que ya lo e.s
lización y el reasentamiento en suelo· ex- de suyo, rodeándola de cierto misterio
Y de la agonia de la sinrazón. El cambio
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es una idea desgarradora y preside nueS- pequefios secretos y hacer más fácil la
tro mundo como una verdaderà postrime- digestión del universo cuotidiano: qué
ria.
es el cambio, cuáles son sus acepcio-
Bien vale la pena un intent9 de entrar nes; cómo y ~uándo sobreviene y por
como con una ebispa de luz, si no con una qué modos o mecanismos; cuáles sus
lámpara, por estos laberintos, dicieiidO CO· . eausas o factores y cómo se relacionan;
· sas sobrias y sencillas, convencidos de que sus consecuencias próximas o remotas;
entales materias no se trata de inventar cuáles las- áreas bien distintas y distingui-
nada sino de prestar a nuestro momento bles en que se despliega, qué ha cambiado
contemporáneo un pequefio servicio de Y qt:!.é no, qué debe y tiene y qué no debe
claridad a base simplemente de orden, de ni tiene que cambiar, qué extensión y pro-
ordenamiento, para mostrar por via de rá- fundidad les corresponden realmente; dón-
pido recuento histórico y de análisis so- de hay cambio verdadero y dónde apenas
ciológico y cultural, lo que viene ocurrien- sus apariencias. y exterioridades, un espe-
do; y .dar asf una imagen que nada tiene jismo proyectado por la convergencis ob-
de nuevo o de descubrimiento, pues es fá- nubiladora de sus radios de _acción; cuál
cil reconocer en enà el mundo que nos en~ es la disposición o actitud que el Cambio
vuelve, como contando ~1 derecho una crea, là que vale tanto coino decir que una
historia que se nos ha venidq enrevesando, cosa es el cambio y otra la idea del cam-
que es una fórmula elemental que pode- bio, las deformaciones inherentes al pro-
. mos brindarnos de ::mvolver nosotros, a ceso de la readaptación mental, sus ten-
nuestro turno, el mundo en. una mirada de siones Y desvfos. Ello equivale a desmori-
comprensión y de avasallamiento. tar un hipogrifo mitológico, un animal de
nuestra .zoologfa fantástica, para rehacer-
Esta será, a veces, una posición criti- lo de nuevo con un sentido de .armoma u-
ca, pero no necesariamente en todo mo- til al camino del Pais, que es el de la socie-
mento. Porque .muchas cosas hay que de- dad nueva.
cir con vocaciones de exactitud y precisión
La vida del hollibre sobre la tierra ha
que nos pueden ayudar a respirar mejor, ~ido cambio:. progreso por via de lento e
a vivir más ·desembarazada y sosegadamen- rmperceptible abandono de· forn:ias anti-
te. Meditándolasi podremos .desentrafl.ar ... guas, camino de formas de vida siempre
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nuevas. Qué es, entonces, lo que viene ocu- distantes dentra de un cuadro normal de
rriendo ahora? Que cambiamos acelerada- ev.olución, el cambio ha debido compri-
mente y sin reposo, que nos cambian; que nnr el proceso, matizándofö de agudos
sustitufmos a cada paso y a uno .y otró contrast~s, creando un panorama de abrup-
lado; que, mirado en cualquiera de sus tos desmveles, sembrando grandilocuentes
momentos, el mundo,, nuestro ml.mdo, más disparidades y la urgencia_ de imperativas
que el fruto del ayer es un mero boceto del reestructuraciones. Y si somos eminente-
mafiana. Anda por ello el hombre furiosa, mente históz:icos por la conciencia de tran-
dolorosamente poseido por esta psicosis sición, somos también superlativamente
de transmutación, acerbo critiao del pasa- valorativos por la inevitable confrontación
do y de sus ·proyecciones, testigo fugaz e r.omo de actores siempre al espejo del en-
~eguro del presente, ereader ansioso y sayo, seglin la tabla de lo mejo'r y de lo
ductil del porvenir. Más que la forma cam- peor que agitamos permanentemeute en
biante en la quietud Lrnaginaria de su pro- función de un modelo ideal muy exquisito
pia existencia, percibimos el instante que que va implicito en todos nuestros juicios
pasa, el aletea del proceso de' que brota y y apreciaciones. Somos jueaes. de la época
en que va a deshacerse, la fuerza del mo- y jueces inflexibles.
vimiento que arrastra y cuya virtud carac-
teristica radica en ser el fruto de una pro- - Cómo fue esto de que nosotros lle-
mesa inacabada de creación y de sustitu- gáramos a tal estadie desde tan remotos
ción. La pasión del cambio ha disuelto. al origenes? · Fundamentalmente por un fenó-
hombre en reposo, obra de escultor de- meno de crecimiento. Un memento· hubo
morado. y meditativo, serene en la vibra- a partir del cual no podiamos seguir en
ción de su ser intimo y externe, para sem- la selva, junta al brujo de la tribu, em-
bar en él la angustia del tiempo de que pozados en la pobre economia de subsis-
está hecha su vida, seglin un antes y un ten~ia, resignados al comercio de truec.[ll,e, .
después. La teinporalidad ha llegado boy pas1vos, hundiende las ufias en el agua
a ser, en este sentido, más que en ninguna tras un pez oen la tierratras un tubérculo,
otra época, el cumplido espejo del destino trayende el agua en cántaros, autoabaste-
humane. Y más au.n en estas latitudes,-en ciéndonos pobremente ·de alimento y ves-
las que, para enlazar etapas .las más tido; a lomo de mu1a, sumidos en la igno-

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rancia y la servidumbre. Necesidades siem- valores nuevos, con nuevas exigencias · y
pre crecientes de una población en auge tentaciones, con un nivel cada vez más alto
nos compelieron a la busqueda de más a- de apetencias y soluciones. Sobrevino asf
dëcuadas soluciones: a movilizarnos, a a- el enriquecimiento general de la vida, re-
crecentar y diversificar la producción, in· cién descubierta en todo el haz de sus ig-
crementar el intercambio, buscar. nuevas notas ofertas y posibilidades. Nuestro hom-
tierras y explotar los recursos, entrar en bre se abrió al mundo en un impulso fáus-
los procesos de transformación,, me~orar tico: y tomó para desbrozar SU camino au-
las herramientas y métodos de trabaJO, a- xilios, luces y máquinas de donde las ha-
tender a una demanda mayor, resolver bia. Como surco sediento, se arrodilló des-
problemas · primarios de _1~ existenci~. ~u­ de entonces ante el cuerno de la abundan-
mana, de Ia concentraClan demográflca, cia. Se mezcló cada dia más con el mundo,
subvenir a siempre mayores Y más altas miró fuéra y empezó a recibir con los e-
necesidades. quipos y mercancfas del consumo la llu-
via impapabie de una cultura nuèva que
Asi nacieron · los transporles Y las fue calando hasta sus médulas, saturán-
comunicaciones, la comercialización~ 1~ dolo y trabajándolo insensibleemnte des-
industrialización, las adopciones tecm- de ·dentro hasta entregárnoslo en la eclo-
cas, las relaciones del comercio inte_r?acio- sión del universo contemporáneo sorpre-
nal las migraciones y la integracwn ra- .sivamente transformado y al dia. Asi, por
ciai y social, cultural y regional, ~as .inno- paradoja, la civilización que en mundos
vaciones e influencias, el progresivo colo- pioneros e ilustrados fue el efecto de una
reamiento de las comunidades antes ce- decantación cultural de siglos, vino a sig-
rradas sobre. si mismas, el abandono cada nificar entre nosotros el papel curioso de
vez más resueltamente del claustra de una causa de una reaculturación por trasplan-
vida meramente vegetativa, acosados por te, en un proceso inverso que hace su ca-
la necesidad y el robustecimiento del pro- rrera aûn a nuestros ojos con tesoro ocul-
ceso productivo, y, en genera~, de todo el to ~e exigencias desconocidas.
circuito de la economia; las vidas antes en
rumia y primitivo contentamiento, se fue- _ Pero la superación del recortado ho-
ron encontrando de bocas a manos con rizonte original se cumplió entre nosotros

22 23
a partir de una base hist6rica y social: el curecidas, las montaneras aparecieron en
encuadramiento econ6mico y social de los escena, qued6 establecida su comunicaci6n
viejös tiempos~ minaritaria por antomasia, con el proceso de la historia mundial, se
y el ilimitado albedrie que le deparaban unific6 y fluidiz6 la eorriente de la vida co-
las seguridades de una operancia omnimo- · lectiva y se impuso el diálogo econ6mico,
da, privativa e incondicionada. A, sus ma- politica, social y cultural cuyos primeros
nos fueron a parar realmente los más pin- balbuceos empezamos a escuchar.
gües frutos de las innovaciones sucesivas:
de las primeras carreteras, el primer fe- Esas primeras voces invocan una _psi-
rrocarril, el primer barco a vapor por el cologia nueva, ciaman en nombre de un
Magdalena, cuyo ciclos de navegaci6n ya sentido ins61ito de la persona y la comuni-
no se midieron, coma en los tiempos del dad humanas, enarbolan nuevos estilos y
viajero Miguel Cané, por burros .. de lef\_a, nuevas concepcioneS, exigen rectificaci6n
el telégrafo eléctrico que Manuel Murillo de los desvios, errores e injusticias del pa-
Tora, saludaba en 1865 con un mensaje de sado y demandan un replanteamiento de
gloriosa felicitaci6n "a los obreros é'l.e la raiz y al derecho de todo el edificio del: ar.,.
civilizaci6n cristiana", las primeras_máqui- den econömico y social. Piden un hombre
nas de hilar, los primeros centros de en~ nuevo. y un Pais nuevo, avanzando por so-
sefianza. Mientras se hacia prosperidad en bre todas las áreas de la existencia. · Por-
el vértice, crecian silenciosamente las mon- que cuando el cambio viene, llega con e:xi-
taneras desposeidas en la base de la pir~ gencias universales en extensi6n y profun-
mide humana. Algdn dia habrian .de venir didad: no se puede entonces pedir que unas
los nudos demográficos más turgentes y~ cosas cambien y las otras queden intactas,
para desatarlos y liberarlos, los mec;lios rna- o el cambio para unos y no para otros efec-
sivos de comunicaci6n, a reducir las dimen- tos. Ni que se hagan cosas nuevas co~ ideas
sicnes del glotro y a difundir un sentido viejas. Este es, en lineas generales, el es-
nuevo de la sociedád, de la económia y de quema colombiano y mm latinoamericario
. la politica. Cuando estas rnasas se hincha- del cambio hist6rico. Lo rematamos con
ron hasta reventar y, simultáneamente, ca- esta observaci6n: la de la unidad del uni-
y6_, perforado por las luces de la civiliza- verso para los .efectos del proceso trans-
ci6n; el techo que las-mantema ciegas y os- formador; ese principio que olvidan quie-

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nes alertan y estimulan aqui y alli quieren La cultura es el camino de la sociedad
desalentar; los que quieren la contitmación nueva. El que se cultiva a si mismo, cultivà.
del mismo mundo, sóló que con parciales en él la sociedad porvenir; mientras se
y esporádicos retoques. aquilata, se aleja del mundo antiguo. A sus
ojos el viejo orden se va toniando incom-
prenSible, se vuelve absurdo, se presenta
En el desenvolvimierito de este esque- incoherente: no puede soportar su sin:ra.-
ma vemos en forma indisoluble trenzados el zón, sufrir su enrevesamiento, perdonar su
cambio económico y social y el cambio cul- injusticia. No puede, por eso, menos que
tural; pero esta fusión se acentUa induda exigir reedificación del orden · social, revi-
blemente con el avance c;lel proceso. Los sión del orden general de la vida. Y, como
factores económicos soh principalmente los desaparecieron no sólo el hombre sino las
que lo desencadenan, viniendo -a ·crear el condiciones externas de existencia dentra
contexto propicio para el ca~bio cultural: de las cuales el crecimiento sin participa-
pero hay un punto a partir del cual el cam- . ción pudo ser contemplado sin desconten-
bio cultural adquiere una importante signi- to, a la manera en que se contempla una
ficación como motor del cambio social. En mantafia lejana, ajena, intocable., capricho-
la medida en que la población mejora cul- sa, ahora se impone ir edificando y distri-
turalmente, el progreso económico se faci- buyendo. Asi, el cambio cultural va satu-
lita y acrecienta, y esto no requiere muchas rándolo todo y presionando un replantea-
ex.plicaciones. Pero especiales son las in- :niiento de los procesos económicos y so-
fluencias de la culturización sobre el cambio ciales: fuerza de esta manera el edificio
social. Ya no la simple ex.pansión o enri- económico, golpea para moldearia el cua-
quecimiento de la masa total de los recur- dro de la vida social, politica, religiosa, cul-
sos disponibles, sino su disponibilidad en tural, y niete en cintura un Pais por el sen-
iavor del mayor nUmero, las posibilida- dero estrecho de su racionalización Y de SU
dese efectivas de participación-de las rnasas recreación.
en el acervo de los recursos económicos y
en sus cterivad,os y p_royecciones sobre los Sólo el Hombre viejo puede continuar
distintos planós y meeanismos de la vida justificando im mundo en que ~ hombre
· social. cualquiera tornado al azar no vale lo mis-

26 ·- ..r
Z1
mo que un elegido: éste los superatá en
éstas o aquellas cosas talvez, pero induda- _ esto ha iluminado a las gentes y significado
blemente prirnero que todo en oportunida- una via de emancipación. Familiarizadas
des; en donde uno ·y otro no reciben igual con todo, nada humano siéndoles ya ex:tra-
o equivalente cuota de bienestar y de sa. fio, sintonizando en su cabafia campesina o
tisfacciones; en el que no se da a los dos el su tugurio suburbano la revolución del mo-
m.iSmo trato, nivel, oportunidades.
- Pero , mento, el viaje a ia luna, los descubrimien-
además, un universo asf, amasado, èomo tos de la ciencia, la crónica de la gran so- .
sólo puede serlo, por la cultura:, prometei- ciedad o los episodios de la vida galante,
ca y liberadora, la verdad liberadora de que qué pueden ignorar! Han recibido una lec-
Crista hablaba a las turbas, al paso que se ción, la de la contingencia histórica, la de
reparte en condiciones ·siempre mejores de que no hay formas Unicas de· vida ni órde--
existçmcia material, tendrá que estar a mer- nes sagrados: que todo es un cruce de cir-
eed de la libertad y la razón y de sus con- cunstancias. Y, apreciado como circunstan-
quistas y azares. cia, su. contexto vital se torna una anéc-
dota intranscendente, capaz del cambio, frá-
Cuál cultma?, provocará preguntarse. gil al asalto de la circunstancia sustitutiva_
Acaso no la escolar o libresca; · que antes En un mundo de circunstancias eventuales,
para ser culto habia que leerse personal- la personalidad humana tiene otra dimen-
:rnente una biblioteca. Hoy no. Por la calle sión, gana en dignidad y autonomfa: es un
se respira una prédica humanistica, se ve a factor libremente creador desembarazado·
las gentes discutir cosas que no rezan apa- de estructuras dogmáticas y eternas.
rentemente con su nivel,·se proyectan en el
diálogo profano luces de "ilustración". La No otra razón hay de que por las ca-
convivencia con todas las formas de vida lies de hoy, nûevo y moderno Liceo de Ate--
de la hum.anidad, poder considerar .el gio- nas, los transeuntes disputen por sus de--
bo entera y hasta los planetas como su mo- rechos1 reelamen en su conversación por un
desto vecindario, la crónica minuciosa que trato igualitario, pidan a toda hora pan,
leemos u ofmos todos los dfas sobre las empleo, educación, esparcimiënto. Que se
manifestaciones más diversas de la vida vea a los mendigos ilusionados con la revo-
humana de horas o minutos antes, todo lución bendecir a los tropeles en algarabia
que agitan las calles. No se aceptan las dis-
28
29
cr:iminaciones, los desnivéles, los prejuicios - indefensa, tiene potencia suficiente para
de ~~~~· Los encumbramientos resultan ya ir ahogando los focos de resistencia. Pe-
preJUICIO retrasado; las dispandades de for- ro, además, empieza entonces a ocurrir ,
tuna, ingreso, recursos, oportunidades o- que el orden económico y el orden social
diosa segregación o subsistencia de p;ivi- están cada dia mejor conciliados y, con--
Iegios inmotivados y graciosos. Desde el fon- cretamente, que no s~ puede hacer econo-
d? de su. más intimo sentimiento ·de dig~ mia sin contenido social y que toda poli-
mdad, el. hombre enjuicia todas las vallas tica tiene que encaminarse al desarrqllo
del horizonte humano, todas las estaca- económico para el beneficia de la socie-
das, mojones o linderos que surcan el ca- dad. Quién contendrá a las rnasas indefi~
mino y lo desvian, y c.uando los mira sien- nidamente, si no son escuchados sus re-
te el regusto y la tentación de un desafio clamos? Quién podrá a éstas, que ya no
a ~anar el terreno de la vida social para son las mesnadas ignaras y cristianamen-
que la existencia sea un campo abierto te mansurronas de antafio, ocultarles el
terso, ilimite, por el què se pueda pasea; sentido de la politica, las intenciones se-
libremeute sin cortapisas ni restricciones. cretas del Estado, los· intereses inconfe-
sables de Ia casta, las nebulosidades teóri-
. En este · cuadro de relaciones y senti- cas del las élites bizantinamente pensan-
nnentos en que toda amarra maltrata y en tes? Hay torrentes de agudeza, de penetra-
que cada dia el hombre corta nuevas a- ción, de sabidurfa vital, echados a rodar
. marras, ei, cambio económico y social tie- por todas partes: máximo acendramiento
·ne que recibir nuevo y vigoroso impulso: de la conciencia social y mucho sentido
el orden econórilico, por la doble razón de de orientación en cosas del interés para
que los recursos humanos mejoran y se el mancomful de l_os pobres mortales.
apli~an más ur~entemente al trabajo pro-
ductivo, pero, al mismo tiempo, porque Antes el cambio ocurria con largas
no se pueden satisfacer voltimenes cre- pausas. La gente no se daba cuenta de que
cient~s de necesidades sin multiplicarr por iba cambiando, o talyez sólo en la pers-
todos los medios el acervo de los recur- pectiva de las generaciones. Hoy "el tiem-
sos; .Y el orden social, porque Ia presión po", para utilizar la palabra en el sentido
amb1ente, de. una mayoria aparentemeute de Ia técnica musical~ ha sufrido un tras-
.30
31
torno profundo: el tiempo del cambio se
ha acelerado. y no ~e puede ya mantener
una desincronización de peligrosos efec-
tos er;ttre el cambio ·socio-económico y el
cambio cultural: que m.ientras éste vuela
el primero se arrastre apenas, por precau~
ción, por desidida, por lo que seà. Esta II
desincronización es el drama que estamos
viviendo y a cuya progresiva agravación
estamos abocados. Porque lo ·que a través
de los lentes ahumad_os de la· vieja e ino-
cente ignorancia era un eclipse, mirado Lo más frecuehte es reducir el con-
-por todos los lados y ya sin las anteojeras cepto del cambio al campo socio-económi-
del caballo · de tiro, es la promesa de un co, .simplificando sus manifestaciones, o,
ocaso. definitivo: el viejo orden no es ya cuando menos, acentuar tal aspecto hasta
lo que Dios queria para siempre o lo que un extrema en el que se desdibuja la ple-
·su Providencia tenia decretado para pro- nitUd de su seritido, dejando escapar, de
bar las almas de los pobres, sus siervos paso con la concepción completa~ la rela-
queridos a quienes gustaha visitar con el ción que unos y otros aspectos del cambio
aldabonazo de sus penas, sino una. cierta abservan entre si. Por esta via se escapan
mala noche, una trastacta que los duefios también importantes posibilidades de en-
del poder, simples conveneinas y modes- trever en el enfoque del problema social
tos aunque mandenes conciudadanos, es- algunos elementos de notá.ble significado.
taban haciendo a la generalidact de sus
c~mpatriotas. Y de alli la consigna de cam- Esta es una de las muchas limitacio-
bmr a uno y a otro lado, del cambio sin nes _en que está sumida la existencia so-
reservas. cial, que barrunta apenas borrosamente
~os meeanismos que la envuelven- y que
suele contentarse con una visión recorta-
.da del escenario en que Ie toca desarrollar- ·
se. El hombre camina de ordinaria sobre

33
un suelo parcialmente desconocido, obede- capacidad de penetración na escapan ya y _
ciendo coma un sonámbulo a fuerzas que en adelante los entuertos y torceduras del
ignora o que camprende a medias Ji:lscasa- andamiaje en que estamos trabados y apri-
mente, inconsciente d.e los hechos que -son sionados.
la sustancia de su destina y acuciado .por
la angustia de una sombra que Io cerca y
cuya consistencia suscita en él dudas cuo- El cambio sobreviene en nuestras so-
tidianas que termina por aceptar y sobre- ciedades asimétricamente. Y de esta ma-
llevar sin los azarès de una pregunta. Se nera va comprometiendo en forma desi-
cultivan pasajeras intuiciones, se renuncia gnalias distintas áreas en que se manif~es­
a hilvanar insulares relámpagos de la con- ta su actividad. Y si a esta altura de la dis-
versación. Cuando el cruce de los caminas gregación nos es dada considerar inevita-
viene a deparamos fortuitamente una ex- ble una cita de Bergson, tenemos qu~ re-
plicación, entönces podemos disfrutar el petir con él que ·~cuanto más cerca de Ia
pequefio placer de un positivo remordi- naturaleza está una ·sociedad, más amplia
miento. Pero. . . cómo haberlo ignorado es en ella la parte de la accidental y de lo -
hasta hoy, ·si era tan sencillo! incoherente". Este complejo proceso de
nuestra modernización se nos presenta co-
El concepto completo y unitario del ma una -marcha lenta y dolorosaJ llena de
fenómeno del cambio tiene la virtud de contradicciones y sobre la cual mucho ha-
entregarnos integramente su realidad; de brfa para decir; lo indispensable, sinem-
ensefiarnos que si, inicialmente, sri origen bargo, es solamente que digamos ahora
es de naturaleza económica-social, el orden que, en todos los senticios, puede resumfr-
·causa! y de precedencia se matiza luégo, selo . coma una gradual consumación del
cuando el cambio cultural llega .a ser al triunfo de la razón, coma una racionaliza-
_mismo tiempo efecto. y causa del cam-
ción u organización lógica de la vida el).
bio económico-social. Entonces no ocurren
las cosas solamente por razönes de cre- todos los órdenes. Y es un hecho que mien-
cimientö y de presión, por la agudización tras dicha conquista va sentando sus rea-
de ciertas graves dolencias de la estructu- les, la forma dispar ·eii' que lo hace va
ra en que .la sociedad se mueve, sino tam- creando también al mismo tieropa de~a­
bién por una progresiva lucidez a· cuy~ justes y tensiones.

~"4-
35 i
I
•I

I!I
I
/

Hemos venido racionalizando, lo que del empobrecimiento de las masas y de su


en lenguaje bergsoniano vale tanto como incremento por los nuevos contingentes de
decir alejándonos poco a poco de la na- población; asi es como radioales reestruc-
turaleza: · eliminando cosas incongruentE:)s, - turaciones se reclaman perentoriamente
incoherencias, casualidades inherentes al con azorasas inniinencias de comuna po-
desenvolvimiento caprichoso· y espontáneo . pular; asi como se insinuan riesgos de ca-
que es peculiaridad de la vida dejada a taclismo para vislumbrar los cuales ya no
sus propias leyes. Pero no hemos logrado se requiere ningU:ri don de profecia. El
eliminar los males de nuestra defectuosa cambio total es una exigencia sin dilema:
organización al mismo ritr:ho con que una las disyuntivas se han desplazado mera-
voluntad teóricamente ilimitada lo haria mente al campo de las formas y de-los mé-
por un acto uniforme de su querer, al mis- todos de acción. Pero esta baraja de po-
mo ritmo con que una mentalidad azuza- sibilidades en cuanto al modo, dice algo a
da por. todos los estragos de la miseria per~ lo sumo sobre la oportunidad del resulta-
cibe diariamente la multiplicación de su do: el resultado es un pronóstico en si
existencia. Hoy el cambio económico y so- mismo indudable, y esto lo va aceptando
cial no avanza sino al precio de if. allanan- ya todo el mundo sin discusión y acaso
do el camin() con el desmantelamiento muy ::tpenas con impaciencia o voces de reeha-
pansado . y regateado de las barreras que zo o protesta.
Ie oponen la tradición y los nudos de in-
tereses; el cambio cultural, por contraste Lo verdaderamente _inquietante del fenó-
y alin sin necesidad del ejercicio del alfa- meno son las implicaciones y alcances que
hete en esta época de veloces e ilimitadas pueda plantear su ·desenlace. Porque no es
comunicaciones, va iluminando hasta las dable aqui la gabela del· fraccionamiento;
mentes 'más apa:rtadas y sefialando metas y las ex-periencias propias y ajenas en tal
e ideales ·próximos y remotos, alin las se- materia, nos están indicando con toda cer-
millas del cambio que anidan apenas en tidumbre que no podemos escoger entre
el surco más profundo de la lejania. las varias manifestaciones del cambio, pa-
ra adoptar aqui y desechar allá a nuestro
Es asi como .el cambio cultural se vie- talante. Ni podemos escoger el cambio so-
ne convirtiendo todos los dias en un mo- cio-económico sin cambio èuitural, ni vi-
tor del cambio "socio-económico,. en medio ceversa; lo cual nos ensefia a las ciaras que
.36 37
I.
!~

todo nuestro ser está èmpefiado a fondo puerta de nuestros presupuestos de gastos
en las ev~ntualidades de este pleito entre y de illgresos y por la solidaria conmisera-
lo viejo que hemos sido y lo nuevo que ción frente a las condiciones infrahumanas
vamos ya siendo. Por hazafia de todos los de millones de semejantes. Pero, analiza-
poderes de nuestro mundo contemporáneo, do un poco imaginativamente en Ia pers-
nunca la condicción histórica del hombre pectiva de los posibles desarroHos futuros,
fue, como ahora, desafio más escalofrian- es apenas una de las imágenes de algo pro~
te. Vamos impulsados por fuerzas inconte- fundamente complejo, con raices y proyec-
nibles, en gran medida ajenas a nuestro ciones de alcance traseendental y, en todo
propio proceso, y en el horizonte remoto caso, corrientemente desconocido.
de esta carrera yacen perspectivas impre-
visibles, en cuyo debate la personalidad Quede esto apenas como un esbozo
misma resulta una presa a la suerte. 0 sea de insinuación de un tema más vasto, más .
que hemos llegado hasta bordear està sin- genera!, ajeno a los propósitos de ir con-
gular paradoja: la historia se ha puesto y cretando en el curso de estas consideracio-
nos ha puesto sobre ese filo de navaja en nes algunos problemas capitales atafiede-
que la historia como pasà.dó podra negarse ros a nuestra propia experiencia; conside-
a si misma y a nosotros antes que el gallo raciones cuyo eje central es la . obsesión
de la madrugada cante tres veces. muy simple de reducir la fenomenplogia
nmbiente a un esquema de razonamiento.
Este degollamiento histórico por obra.
de las-implicaciones mismas de la historia Porque lo que nos estamos preguntan-
·es un imponderable que se · husmea poco . do hby es por el contexto de estas sustitu-
en medio del fárrago de los lugares comti- · ciones por obra de las cuales están siendo
nes y las preocupaciones caracteristicas mudadas tántas cosas que pudimos talvez
que nos enmarcan dia tras dia. Y.-viene bien asumir como formas eternas y que ahora
almlido én este fu.stante, precisamente co- se nos revelan apenas como pobres contin-
mo prueba de la recortada visión que más gencias. Decepción o rebelión, cualquiera
se usa del cambio, y de las limitaciones que sea el sentimiento que tal hallazgo sus-
indeseables a la cara socio-económica, · qtie . cite en unos u otros, lo que impor~a es
es sólo uno de sus agentes. Este es el que . continuar penetrando en los fenómenos en
nos golpea más de cerca, E(_ntrando por la cuyo seno el cambio se viène produciendo.

38 39
Empecemos por distinguir ciaramante mas de ese irracionalismo que es desafio
entre los conceptos económico, social y eco- de la modernización extirpar y sustituir.
nómico-social del cambio: el económico,
relativa al volumen de la riqueza, a la to- No de otro modo se produjo desde los
. talidad de los recursos disponibles en bie- albores de nuestro primer surgimiento ese
nes y 15ervicios y a la estructura y modali- d.ivorcio entre Economia y Sociedad que
dades del proceso productivo; el social, re- hoy es brecha de nuestro organismo nacio-
ferente a los problemas de población, su nal: por ausencia de un hila unitivo y con-
aumento y distribución, a la estructura y ductor, el sentido politica de justicia efec-
modificaciones de clase; el socio-econónii- tiva. La Economia empezó a prosperar por
co, representativo del relaCionamiento re- su lado; la Sociedad se fue desenvolviendo
ciproco entre Sociedad y Economia, o si-. por el suyo. Estimulado por el crecimiento
multáneo reordenam:iento de la economia y el mejorarri.iento del Pais, el ensancha-
segdn una cierta concepción de la sociedad miento del mercado, la adopción progresi-
y de la sociedad con un explicito sentido va de las técnicas y las amargas y aleccio-
_ y propósitos económicos, reduciendo a do- nadores experiencias de dos g u e r r as
bie plano lo que antes vagaba en planos au- mundiales, el mundo económico fue apro-
tónomos y separados. Si no aludimos aqui vechando una expansión cuyas semilias
por separado al orden politica, es porque habian sido sembradas en el contexto de
reconocemos en él simplemente la expre- la sociedad vieja, ajena a sus preocupacio-
sión lógica de los factores económicos, so- nes Y a las peculiares exigencias de sti cre-
ciales y culturales que son la base de la es- cimiento. La sociedad, mientras tanto, fue
tructura'de poder. caminando y expandiéndose también y, .aun-
que no al mismo ritmo, recibió del cambio
cultural una inspiración _y un don que el
El Pais que tenemos es el producto de universo económico no supo asimilar: la
un modelo simplemente. vegetativo de de- modliicación de su propia psicologia. Este
sarrollo nacional, dentra del cual los . fe-
desarrollo de la sociedad vino ocurriendo
nómenos se originarori en el curso de un
inocentemente, sin conciencia ni lucidez, a
movimiento libre y èspontáneo de factoras manera del cambio de posición que, .ocu-
tradicionales; ·es este el càmino por el que . rrido durante el suefio. profundo, sorpren-
fueron siendo engendradas todas los for- de a la hora del despertar: coma una se-
40
41
.6 de sonambulismo dentra de 1~ ·c:rnl obra de esta mudanza de doble aspecto,
. SI n sarticulación del proceso eco_nonu~?­
se encendieron las luces del teatro, este fue
la ~e ue adecida con res1gnacwn el escenario que apareció, transformado
soCial, ~ásoteqnci~ iba siendo inadvertida secretamente bajo las sombras de la ino-
o por :tmP ' · t · cencia tradicional: una sociedad nueva e
- hasta aceptada co~o un presup~es o on-
Y. - rado del universo naCional. inyectada, además, por todos los fermen-
gmal y sag · tos de Ia innovación, pero adornada folcló-
Y asi, mientras en el complejo. de _lo ricamente con el cabezal de un orden pri-
ómico se iba fraguando un sentldo m- mitivo, forjado en el ingenuo mundo de
~~C:dicionado del progreso, de la prep~~e~- ayer: el de los campesinos, los arrieros,
. .al de las técnicas Y su po der ilimi· los modestos pueblerinos, los artesanos. El
~1~~o~~ ~cción, en el. complejo de lo social contraste es inefable pero explosivo: tanto
a estando los grandes problemas se habia acumulado en frustración y re-
. se fueron lg"...,.,an a las puertas de la rees- vanchismo, en violencia ciega, de tan tre-
que hoy c. ,a..u.~Y del camb_io. ·
Pero es e c a-
t 1
tructuracwn mendos antecedentes ên los anales de nues-
. produJ· o sólo al cabo de una 1arga tras guerras eivlies; en critica y esceptis-
~rE
de sumisión Y letargo; ·•epoca que ~ mo; en problemas sin solución y, en gene-
épo~atoda nuestra historia, durante la cual ral, en nauseamiento. Esta negat1va de la
cas1 . .. · · · y
. "d de la sociedad fue mconCienCla, sociedad nueva a sobrevivir bajo los es-
m Vl a · · o ·en- quemas restrictivos de Ia sociedad fraudu-
a olitica una lucha emotlva sm n
1 ~, ru· conteru·do cuyos azares se suce- lenta, es la palanca qU:e viene produciendo
tacwn . hos..,...,.,ente ' mientras la soCle · da d · una nueva forma del cambio: la reaproxi-
dian capr1c =~~
. .
. . .
"ba erosionando invisible pero gra-.
·
mación de economia y sociedad, la menta-
VIeJa
. . . se I .diablemente. El cam · b"IO cultural lidact del cambio socio-económico, los tu-
ve e ureroe .. un fenómeno dispar: m1en · t ras e1 ·
multqs callejeros de los nuevos Estados
pro dUJO. de la econonua , se desarro11ab a Generales q u e maldicen y condenan a
camp1eJO . ·· · · · 1 lo muerte el edificio .de un Antigua Ré~en
·tati·vamente el andanuaJe soCia
cuan, t1 antl"tativa' pero tambien · · cualitat"1· que no es posible ya continnar contemen-
haCia ,cu . conceptos y mentall"dad
vament e, segun ... do con las manos. Ellos son los padres de
obre una sustitucwn de los va- nuestra socio-economia; solución sin · se-
nuevas, S 1 •
Iores ant-1··guos. en que reposa.ba · a razon · · gundo y .Unico sendero por el que querrá
de la organización tradicional. Cuando, por . caminar en el iuturo este hombre trans-
43
42
formado colectivamente que es el hombre
colombiano de nuestros dias.

Todo por obra de un proceso libera-


étor consistente en que la sociedad fue de-
jando atrás a la economia, especialmente III
en poder de comprensión y àsimil3.?ión de
la nueva cara del mundo contemporáneo:
transformado paulatinamente el individuo
ai acoso de circunstanéias tercamente des-
favorables, poco a poco desirttegrado Y des- No dejará, sinembargo, de ser alta-
mantelado el viejo orden social y en pro- mente prioritario entre los temas de .la
ceso de gradual sustitución por un orden transièión el relativa al cambiel cultural;
nuevo, más razonable y más justo, tod~s aquel que nos hace exclamar: qué será de
las restantes estructuras están desahuCia- éste que pareció siempre .ser el más hispá-
das y condenadas a muerte; especialmente nico entre los pafses todos de la América
la forma estatal, êomo motor y nervi<? de Indolatina? Tiene sentido, acaso, continuar
la existencia social y de sus instituciones hablando de este esbozo de cultura en fun-
inveteradas y tradicionales: y asi, todos ción de unas ciertas y determinadas raices
los mlcleos centrales de la gran temática de históricas, rastrear su .herencia, esgrimir
la politica de nuëstra época: .capital,· tierra, aqui y allá un pasado que creiamos lleno
trabajo, institución propietaria. de significación? 0 es ésta la vertiente o
divisoria de las aguas a partir de la cual
ya no es nuestra manera de ser la que mol-
. y si bien no es ésta ya hora para ig-
dea los hechos y fa.ctores del medio, sino
norar los origenes y leyes económicas de el mundo externo quien hace y deshace de
la evolución nacional, debemos también en- nosotros sm contar con nosotros mismos?
trar en el análisis de los problemàs del Porque no hay absurdo inmediatamente
cambio cultural, el batir · de cuyas alas tán- verificable en suponer que tanto puede re-
to ha significado y significará alln en, el sultar mafiana que lo socio-económiè"o ha
futuro para la .sustitución racional de to- sido un escollo episódico fácilmente dilui-
das nuestras formas muertäs e inactuales.
45
44
do en el conjunta global de la evolución pre~dernos si tal salto de jinete sobre el
histórica, como que el cambio cultural re- horizo:r:_te de la internacionalización trajo
suite sin hondurà fip.al visto desde la fu~­ o habra de traer este o aquel imprevisible
ra y arisca perspectiva de los afios por ve- uno u otro enigma de adaptación o reajus~
nir. La contemporaneidad es para el enfo- te? Lo cierto es, en cualquier caso, que
que exacto y objetivo, apenas aquello que nuestra tendencia idealista se vio de pron-
e;l poeta namara "el lampo de Uha luz in- to neutralizada incontrastablemente por
cierta". y· qué sabemos de la éra que ahora un llamado terco de la realidad, de la exis-
empieza para el hombre sino sólo dos co- tencia objetiva, del material oficio de vivir
sas: que sus alcances son insospechables en éste mundo y para su furioso tren de
,y que sus lineas constitutivas nacen en apetitos y necesidades.
vertiente distinta de aquella por la que se
deslizó en lentas centurias formativas lo
que paró en ser nuestra idiosincrasia y Lo que tuvimos aqui hasta entonces
como liberalismo representó en el impa-
nuestra ideologia?
rativo histórico de este viraje un camino
Claro que ésta ha ido cambiando. Y de aproximación: padriamos definirlo en
cómo? Por Ün proceso complejo de eco- dos sentidos. . . como, más que verdadera
nomia y cultura .sobre · cuyas circunstan- _Y- auténtica · manifestación del ·ser espiri-
cias àlgo dejámos ya dicho con anteriori- tual, una gana, una aspiración, y, en este
dad. No podiamos como Pais menos que . sentido, un compromiso, fenómeno, en to-
acrecentar los contactos con el mundo ex- do caso, más de la vida volitiva que del
terior; ni èsquivar el profundo rebote ·proceso intelectual; en el camino de la ga-
de sus influencia avasalladora sobre nues- ma liberal, · el liberalismo habria ido sur-
tra incipiente cultura. La busqueda del mo- giendo de un ascético esfuerzo por ser aque-
delo económico indispensable al alivio de llo de cuya carencia se tenia una conciencia
nuestras penurias implicó un audaz reali- aguda como un intentb de reacción y com-
neamiento, centrando en tomo al nucleo pensación. La curiosa invención de ir apren-
tfpicamente modemo de la civilización ilû.s· diendo en la propia conducta y bebiendo
trada lo que giró antes pausadamante so- en su obrar leecianes para una manera in-
bre el repertoria de la existencia .familiar tima de ser, representa una inversión de
y provinciana. Qué podria,. con iazón, ~or- todo el proceso psicológico y es un tópico

46 47
apasionante que valdria la pena ru;talizar Y antagónicos y que hace sufrir la gama de
criticar. No es de ello el momento. los matices y las vicisitudes de un proceso
Pasamos simplemente a enunciar a con- de cambio y adaptación. · ·
tinuación de esta mentalidad formada por Este proceso preliminar es el hila his-
reacción contra las fuerzas del ambiente tórico por el que nuestro mundo sobresal-'
v en la oscilaoión de la vida afectiva, la se- tado puede, a la hora del cambio culturai.
~da dimen8ión del espiritu liberal, por- ofrecer a la mentalidad nacional un punto
que aqui no hablamos de politica o par~ de inserción en el seno de la internacionali-
tido, sino de pura y escueta mentalidad. zación ideológica de nuestros dias. La exis-
Me refiero ahora a la acepción nativa, no tencia de una tal fase preparatoria, por su
digo ·con ello que prl.vativa, de· la idea li- carácter parcial y superficial, no puede evi-
beral: una acepción que constituye modelo tar por si misma lo que estamos viendo:
harto menos profundo que el del libera- . el espectáculo de un modo amorfo de adap-
lismo ilustrado europeo y anglosajón. Alli tación, incoherente y ecléctico, o, talvez
éste era pionera y proa del barco .en la pro- dicho dè mejor manera, provisoria, casual,
pulsión de la cultura: lo que representa medularmente complejo y dubitativo. No
su sentido más absoluto, El nuestro no era puede ser otra la explicación de algo que.
tanto, sino esencialmente tentativa de ni- podemos palpar co:ino una realidad tangi-
velación, relativismo liberal cuyo meollo se ble: que lo que no pudimos beber sino a
cifraba, indeliberadamente desde luégo, en medias en las ideas, lo tomamos ya a ma-
t:l propósito de menguar la rata de dese- nos llenas en el abecedario de los hecbos; y
quilibria entre nuestro medio· y el medio asi, por contraposición al conservadurismo
internacional. De alli su s e n d e r o zigza- puramente vegetativo del pasado, podemos
gueante, discontinuo y contradictorio, en mirar hoy una ponarama bien configurado:
paces desiguales e infieles ya con el ideal_ generalización creciente de la izquierda so-
externo ya con el recinto de origen: pro- cio-económica en convivencia p a c i f i ca
ceso jalonado aqui y allá pot reniegos y re- con una rica escala de matices de liberalis-
conciliaciones deconcertantes, nacidas del mo cultural. Vuelven. a todas éstas una idea .-
intimo desgarraniiento y la ruptura recón-. que expusimos en los comienzos, la necesi-
dita de la unidad Vital. Esa rasgadura que dad y utilidad de una concepción genérica
emparenta planos que parecian siempre y completa del fenómeno del cambio y sus
48 49
ciaras y ·precisas distinciones, y Ia impor- dormida de sus apetitos, ir a continuación
tancia primordial, no ;:;uficientemente sub- de una respuesta a tornar el poder en sus
rayada, del concepto del cambio cultural. manos. En la marcha, su mundo fatalmen-
te se desmorona: esa captura supone y exi-
Porque no se hace cambio socio-eco-
ge nuevas actitudes, _instituciones antes
nómico simplemente redistribuyendo el in-
desconocidas: la primera prueba de digni-
greso Y apuntando cifras de más o de me-
dad frente al trofeo en disputa es la di&.
nos en el presupuesto estatal o familiar· ni
posición de alma favorable al giro del po-
se introducen innovaciones de sistem~ o
der económico, politica y social.
conjunta marchando meditativa y selecti-
vamente sobre la acémila de las ideas vie- Sin necesidad de apelar a sutiles di.s-
jas. Este es un sofisma, o, cuando menos quisiciones teóricas, por la sola observa-
..
un espeJismo. El cambio es un desaffo a' ción de la e:h-periencia, podemos conclufr
fondo sobre los mismfsimos hontanares de que este desplazamiento de aproximación
la energfa vita!. Y el cambio cultural es un no puede ocurrir sin una escala armoniosa
· precio, más o menos alto, que se paga por de modificaciones en el orden general de la
la modificación y aceleramiento del pro- vida. Pero tales modificaciones no son sim-
greso coleetivo y por el mejoramiento que ple senda pasajera. Parecerfa como silo
se ha aiiorado tánto ingenuamente, pen- que se quiere sustitufr fueran estos o aque-
sando quizás en que vendrá a tomamos en llos fenómenos más o menos aislados, no
sus brazos desde el pesebre descomplicado importa cuán numerosos, pero, en todo ca-
de nuestros antepasados. La marcha no es so, concebidos separadamente. M~l repara
a solas hacia un nivel más alto de satisfac- una visión asf en que ellos son el producto
ciones materiales: es también hacia un nue- de una disposición fntimamente concatena-
vo modo de ser, hacia un ser nuevo com- da de factores, que no puede ser extirpa~
patible y conson~te con el nuevo sistema si no se rompe el elilace que los genera y
àe vida. explica; se requiei'e un análisis ·prolijo pa-
ra reconocer un juego de proyecciones des-
Cuando se pregunta la sociedad nueva de el fondo de la posición del hombre fren-
dónde. ésta el poder, en qué cosa radican te al universo que lo rodea. Se pide un ré-
sus secretos resortes, "ha decidido biológi- gimen económico y social más justo; se
camente, visceralmente, con toda la furia clama por una reestructuración de los. me-
50
51
canismos del poder politica; se. demanda
un relevo de élites y criterios directivos; zafia inalcanzable si no es gracias a una
se adoptan nuevas valoraciones; se innova Inistica negación que tpdo lo situa, franca
en modas y costumbres; se incorpora al o veladamente, en el tapete de las disçusio-
individuo a un estilo insólito de vida. Pero -nes. Desde ese momento se empieza a
lo que importa es precisar que este . rea- crear una óptica engafiosa, que hace dificll
grupamiento de aspiraciones no represen- distinguir las dimensienes y alcances del
ta una ta}Jla de ~xigencias al azar, que el cambio, que baraja, entremezcla y confun-
proceso del cambio todo lo v~ comprome- de sus planos, que da en presuponer la ne-
tiendo por una ley de secretas combina- cesidad absoluta, no siempre justificada,
cianes a cuyo empuje nada escapa y que de una cierta estrategia de acción y de re-
cónmueve no sólo el organisme social sino forma.
al mismo ser individual desde la rafz de su
Entre nosotros el tema del cambio re-
más intima contextura.
ligioso plantea con precisión tales dudas e
El espiritu que todo lo informa es el interrogantes. Porque al respecto han ve-
de la liberación por la razón, la busqueda nido a ocurrir una · variedad de implicacio-·
de un equilibria razonable de uno _al otro i1es de todo orden. Empezamos por men-
borde del campo vasto de la existencia: cianar lo que, tomando el lenguaje de
para que haya en todo lógica y sentido, pa- otras actividades, podemos Harnar el punto
-- ra que el mundo del hombre sea recompues- de saturación de la prédica y el proselitis-
to en forma capaz de rasponder dignamen- mo religioso en nuestro medio, cuya per-
te a las solicitudes de su inteligencia y de sistencia ha producido una sensación de
su afán de igualdad y de coherencia. En es-. fatiga que paraceria introducir con la indi-
te sigiloso trasfondo reposan las llaves con ferencia un mecanismo de compensación
que el hombre abre y con que al hombre psicológica y de relax. Seguimos por la alu-
se Ie cierran las puertas· de todos los ca- sión al cambio de escenario de la vida na-
minos. Alli se guardan los filamentos de su cional, antes introvertida y serema y por
más radical disposición y actitud frente a ello propicia a un grado más alto de con-
Ia existencia. centración intima y, corisecuentemente, a
Cuando el hombre y la sociedad deci- una mayor homogeneidad y parentesco
den reemprenderlo · todo, asurnen una_ha- con la vida espiritua1, hoy reclamada .Y
jîronada por el mundo ext~rior, desenclau&
,52
53
trada y exteriormente desatada. El senti- obra de un encuentro con civilización y
miento religioso se aviene mejor con el cultura importadas cuyos supuestos filo-
silencio contemplativo en dqnde Dios se sóficos difieren radicalmente de los nues-
encuentra con .el hombre como en-la pro- tros. Dicha instalación es un proceso cu-
longación de su propio reino; la religiosi- yas explicables conmociones no somos los
dad del vórtice humano, de la premura ci- primeros en experimentar y cuya progre-
tadina, del. chirrido de las fábricas y Ia siva y sosegadora readaptación pondrá las
fiabre del mundo nuevo es otra forma, me- cosas poco a poco en su sitio. Pareceria que
nos accesible quizás· al ser corriente, pues- al respecto, nuestra mentalidad ha cambia-
-to que Ie qemanda el esfuerzo supremo de do bastante menos de lo que se supone de
una tarea intima de integración. carrera; que nuestros presupuestos men-
Y no -son para omitîr dos considera- tales ni han sido radicalmente sustitfdos,
ciones finales a este respecto: que Ia mise- ni tendrán que serlo en el camino hacia la
-rabilizacîón de la existencîa ha -colocado sociedad nueva, cuya fenomenologia iremos
esta época de cabezas contra toda forma o asimilando como es debido.
· sospecha de connivencîa o complicidad en- Frente a la crisis que Ie viene planteau-
tre los viejos poderes que sîempre atena- do la recepción de ciertos valores ilustra-
zarou y con8trîfieron a su sabor, para dî- dos y de progreso, la Religión entre noso-_-
rigirlo segiln la inercîa de su modelo histó- tros debe saber que no Ie bastará limitarse_
~co, el d~senvolvimiento económico, poli~ a la renovación de sus formas litûrgicas,
tico Y soCial de nuestro universo; poderes con esos coros de recitantes que tanto irri-
que hoy se deslindan y realinean en Io que tan a un Ma.ritain; que tiene que deshacerse
es la nueva batalla por la redención de las I
del lastre de su clásica fuerza alienadora,
masas. Y, por l1ltîmo, que vivimos un pro- como homenaje sincero a la noble ·lucha
~so dramático y profundamente internpes- del hombre contra los factores negativos de
tivo que es sufîciente enuncîar diciendo _que su existencia tempora!; que Ie hace falta
estamos tratando de instalarnos en medio disolver la intrincada red de complejos re-
del hecho moderno, y que ello ha puesto en ligiosos de toda dirección que ella misma
estremechniento revelador todas nuestras fue urdiendo largamente con su estulta y
viejas ideas, llevando al imperativo de un voluntaria degradación a los ·vacios deba-
reexam~n e instigando la autocritica por tes de partido; y que si reconoce que su
54
55
/

que a nada se parece tanto como a una


destinatario va siendo cada vez más una evacuación en dias de guerra. La Historia,
sociedad nueva, nacida del culto de nuevos en cambio, sigue siendo lo que es, Ia
valores, mal puede Tievar adelante a rega- que espera entre las a~taciones del tumulto
fiadientes un cliálogö sobreponiendo a· la con su balanza imperturbable; ·aquella por
imagen de su- verdadero interlocutor el cuyos ojos vale Ia pena asomarse de cuando
valor entenelido de la sociedad declinante en cuando a ver cómo se ve la vida.
Y· de sus principios en proceso de cambio.
Pero dónde la disposición de ánimo
Rudamente desentrafiada de su trasfon• propicia a este esfuerzo de objetividad, y
do primigenio y trastabillando sonámbula, · de entendimiento· inclispensable a esta ima-
desafiada a mostrar su capacidad de sobre- · gînaria trasposición que necesita abstraer
v:ivir a la extirpación de las circunstancias tales valores, libertándolos del sabor de
que constituyeron aparentemente su Unico sus pasadas aventuras, para someterlos a
mundo posible, y desafiados sus devotos la confrontación experimental con las nue-
adherentes a probar que en ella veneraban vas realidades?
algo más que las limitaciones intimistas de
su universo sumergido, Ia Religión está aqui Porque · mientras subsista la posibili-
abocada a la alternativa revaluadora de un dad de un grupo de cualquier magnitud
replanteamiento de su papel en Ia vida del que quiera ascender a la modernización
inclividuo y de su puesto en el dèsenvolvi~ ideológica sin por ello renunciar a las li-
miento de la sociedad. Exigencia que nada neas esenciales de su ascendencia históri-
tiene de raro en el nivel de una cultura en ca, un tal procesg_se mantendrá como un
la que han cambiado, y basta desaparecido, problema que es infantil querer resolver
tántas realidades que de su historia antigua con falsas simplificaciones y poco honesto
. apenas si conservan el eco de la palabra que mentalmeute pretender liquidar con afir-
las nombra. · maciones o negaciones rotundas.

Consideraciones extrafias? Si, vistas


desde el pasado, entre el saldo de sus tersos
retablos de pintor primitivista. Y extrafias
en el turbión de ligerezas y gratuidades de
que se nutre el azorado curso de una época
57
56
IV

Hemos venido miran'do toda una serie


de imágenes de Ia sociedad en proceso de
cambio, suficiente para verificar que la per-
Eonalidad colombiana está en crisis, atrave-
sando por una situación de coyuntura y vi-
viendo un momento verdaderamente decisi-·
vo del curso de su evolución. Del viejo tron-
E:mpiezan a brotar nuevas ramas, nuevos co-
lores. Con la mirada a distancia que traerán
los aflos futuros será bastante más senci-
llo que por fa simple ojeada de nuestro
escenario contemporáneo apreciar la mag-
. nitud y hondura d,e este reflorecimiento;
entences será posible ver asimismo,. des-
pués de esta poda, el promontorio de hoy,
y medir y comparar su altura y acciden-
tes dentro de un panorama complete de
la historia que hoy nos concieme. Porque
la conciencia de estar atrapado en presen-
te dentro del proceso del cambio, actua
.sobre nosotros con la fuerza dramática det

59
un compromiso angustioso, capaz de in· ne o acelera e intensifica su evolución al
fluir sobre nuestras ideas, deformándolas, compás de una marcha no siempre real,
segU.n los deseos y los temores que nos to- muy a menudo apenas imaginaria. Repá-
ean más de cerca y restando objetividad seselo, si no, en los usos, costurnbres y va•
a nuestros juicios sobré la realidad de loraciones individuales y sociales. La imi-
nuestro proceso histórico. Cada cual cul- tación, la sugestión, aûn la simulación, Ia
tiva sus valores preferidos, y ellos Ie dic- idea de un cierto deber no escrito de ir
tan las ideas de lo qué debe y de lo oue
.... no marcando el paso, un paso que cada uno
tlebe cambiar. Y el convencimiento de que se imagina a su: modo, son ingredientes vi-
Pl cambio es un impulso coleetivo en su ort- sibles de nuevos estilos de vida y basta
gen y superior al modelo de nuestras Vi- de la marcha de sus más elocuentes ins-
das individuales, que avanza arrastrando, tituciones. Hará falta en todo tiempo con-
· desobediente a cuanto no sean sus propias tar con estos indices de sobrevaloración o
leyes, ora supone quietud imperturbable subestimación,· sabiendo, sinembargo, que
en aquello sobre que derrama sus aseon- revisten su importancia propia como fac-
didos sollozos de Casandra, ora adelanta toras del proceso de que han nacido y al.
engafiosamente su reloj hacia horas im- cual vuelven a ·desembocar enriquecidos
propias en inconsciente plan de falso Rey psicológicamente por el peso de su cami-
Midas, que en vano quiere trocar en el oro no.
de sus ·suefios cuanto su gesto de repudio
toca. Asi que la circunstancia viva del cam- Este entrecruzamiento de vicisitudes
bio influye gravemente sobre nuestra idea explica la borrosidad y desorganización de
del cambio; y este subjetivismo que· im- un cuadro' de la personalidad cuya icono-
pregna su apreciación, a su vez está mol- grafia es aûn imposible recoger en nitidos
deando todo el haz_ de nuestras reaccio- rasgos. Es verdad que se dan aqui y allá
nes y constituyendo UIJ. factor de cambio uno y otro vuelco, aûn donde menos lo
que, sin saberlo, también nos está modifi- sospechábamos, dibujando con ellos una
cando. cadena de sucesivas transformaciones; tal
hilo · de sinuosidades nos c-onmueve por
La imagen de la. personalidad nueva - sus actuales resultados. Pero lo que im-
.que vamos poco a poco formándonos, co- presiona sobre toda manera es su energia, _
·lorea nuestra personalidad y la · contrapo- . la fuerza que erepita bajo sus incompletas

60 61
manifestaciones. Por io que se pregunta tal se crée o asf se representa; la historia
uno al auscultarlas es por su capacidad avanza desentendida. En esta pugna es-
desconocida de arrastre, por sus futuras tán, de un lado, la concepción, del otro el
implicaciones. Jugamos aqui y ahora con contrapeso histórico: la prfrnera con su
eausas y coneausas inéditas; que seguimos, intransigencia o vocación de ser, empefia-
sinembargo, enfocando con criterios tra., da en mantenerse fiel a si misma y sin
dicionales. En ellas palpitan eventualida- claudicaciones, desfiguraciones ni conce-
des i.!idescifrables, illtimos alcances que, de siones; el otro, acompasándolo todo con
memento, se nos escapan. Esta acumula. su fondo de antagonismos e intereses, con
ción de circunstancias e indicies produce su barullo de inercia y contradicciones,
Ia sensación dè un nuevo anuncio: del gran con su fuerza q1,1e a nadie quisiera pregun-
salto aplazado, ese quê parece insinuarse tar ni responder nada.
en el desfile de las alteraciones parciales
Los grandes excesos de la politica pro-
como en la vispera de una reestructura-
ceden ya de uno ya de otro lindero. cuan-
ción radical que ciertamente no ha ocurri-
do todavia: cuándo, cómo, parece pregun- do la idea se abandona, sobreviene el aco-
modo a todo precio: se vuelve mecánica,
tarse esta éra del suspense.
arribismo, despreciable juego de cartas y
La personalidad nueva lo es por obra circunstancias. Cuando la historia, en el
de un reordenamiento de la jerarquia de sentido que aqui Ie venimos dando, se echa
los valores, por los nuevos modos de con- a la espalda, el oficio politica deja de ser
cebirlo todo, el individuo, la sociedad, el lo que es para convertirse en el absolutis-
Estado, la vida en genera!. Y si sus frtl.tos me de los ~óricos y de los que mandan;
se nos deshacen en el ajetreo momentá- ese absolutisme a que ahora vienen as-
neo, habrá que .ir a buscarlos alti donde pirando los más, para castigar y deshacer
su peso se co:ricreta más visiblemente, en los abusos de los menos, que lo ejercie-
la órbita de las decisiones colectivas. La ron siempre a sus anchas sobre resortes
órbita de la politica. claves que se reservan mientras dejan a
los demás el divertidmiento de todos los
La politica es un debate de la idea relativismos de la politica tradicional y sus
con la historia. Se lucha para introducir.· engancsas promesas de reforma y reestruc-
o ·sustentar en la historia una idea Q lo qu~ turación.

62 63
La entrada en el uso cle la razón vie-
ne implicando ·en nuestro Pafs un impera- discusión ha sido llevada a terreno serio -
t~vo: hay que introducir en el debate pu- · a donde correspondfa. Por eso sentimo;-
blico un sineera y afeetivo designio de cam- crecer en el Pais un ambiente de interpe-
bio socio-económico; y llevarlo basta sus laciones trascendentales en el que los po-
más drásticas consecuencias. Lo que aquf lfticos,_ aquf sinónimo de politicos meno.
hemos vivido es la danza de los oportunis- r~s, tienen todos los dfas menos importan~
mos, un teatra de camponendas electara- cm. Por eso vemos cómo ha entrado en
les y burocráticas representando por oom- menguante la politica que s ie m p re
parsas de aficionados y titeres más o me- conocimos, de a r r eg 1 o y avenimiento
nos ignorantes o encubridores del verda- por las _ramas del meollo histórico. Ahora
dero hila dè la trama, seguidos por un avanza hacia el proscenia un coro que ha
auditoria de espectadores igualmente ino- descubierto tras las bambalinas republi-
centes que, al refiir pasionalmente entre si canas el trono secreta de un absolutismo
por los episodios del espectáculo, erefan e- disfrazado: Ie ha quitado el disfraz y lo ha
rradainente estar dispu~ando por algo de retado a la convivencia igualitaria de los
·significación en el desarrollo de su propia poderes bajo una amenaza sin-baladrona-
suerte. Pero era elf el camerino donde se das: su propio absolutismo, una más Ie-
jugaba lo trascendental, lo que no se saca- -gitimo,. el de las rnasas secularmente so-
ba a remate, lo que duefios absolutos del ~eti~as y ahora deseosas de compartir, en
poder manejaban, orondos, mo~ologando termmos de oportunidades y soluciones, el
beatfficamente mientras afuera resonaban pedazo minima de vida y de mundo que
los gritos y apuestas- de la gallera. debe a cada humano corresponder en el
gran -reparto. No pasa nada más.
Esto es exactamente lo que viene ocu-
rriendo: que se ha iniciado a la fuerza el - Que cómo ocurrió esto de qué Ia sorda
diálogo que hacia falta, o sea entre los galerfa liegara a percibir la presencia o-
verdaderos protagonistas del caso históri- - culta. ~el gran cèmsueta y a pedir a gritos
_co. Ya no gustan los bazares y las rome- s~ . ~allda franca a la escena? Por ia apa-
rfas polfticas en donde a la hora de la ver- ncwn de un polo magnético que capta y
dad no se juega nada. La geiite quiere subraya la homogeneidad y diferencias de
hablar de lo que realmente Ie incumbe. La la situación económica y social y hace de
. su energia un factor decisivo en Ia vida
64'
65
de relación: la conciencia de clase, surgi- El Iogro que significa haber reiilcor-
da en la espera y en la desesperanza de las porado al curso de la discusión esa carta
soluciones vitales, desde el fondo de una vital que alguien se reservaba como tro-
sociedad igualitaria rea~ia a los modelos feo indiscutible, es obra del juego dialécti-
gastados de acción y de cambio. Aqui toda co de las circunstancias por encima de to-
tentativa de politica nueva lo fue siempre do alinderami,ento partidis!a y del proceso
de minorias inferiorizadas e ineniles, es- lento del cambio que hemos venido vivien-
curridiza y pasajera, molida por los me- do. Los partidos vinieron funcionando con
. canismos de la politica tradicional: el ab- motivaciones de politica clásica, actuando
solutismo imperturbable de los arriba y el sobre las rnasas de sus adheren:tes en torno
juego vacio de los dirigentes tradicionales; a los eslogans y principios inherentes a un
o sea por el esquema superpuesto de uno mundo totalmente erosionado y superado
y otro modelo de acción politica, el de la por los hechos; ese mundo desapareci6. Su
· "idea" sin concesiones al carácter cambian- incapacidad de renovación los fue despo-
te de la hostoria y el del puro tejemaneje jando de consonancia con la aguda proble-
episódico sin contenido. EI fenómeno nue- mática socieconómica y en gran parte de-
vo representa un propósito de impedir que gradando hasta dejarlos convertidos en
el viejo absolutisme se enquiste en el es- cascarón muerto, que no responde ya a los
piritû de juego dilatorio de la politica an- grandes interrogantes de la sociedad con-
tigua, para perpetuarse, y un designio de temporánea. Nadie podria decir cap. razón
situar Ia Iucha politica en el terreno que que esto ha sido por la absoluta iTiadver-
Ie corresponde, dándole contenido y atán- tencia de un cambio de situación y de la
dola al compromiso de las metas capitales necesidad imperiosa de reajuste en los pro~ ·
de Ia sociedad en crisis. Franqueza en el gramas, no. Sino que todos los intentos de
enfrentamiento, reconexión entre la politi- la reactualización ideológica han resultado
.ca y los problmas medulares, para sûpri- savia inasimilada; la composición policla-
. mir asi, Unica via util, el 'dualismo de la sista de sus cuadros de todo nivel~ tanto
politica tradicional en que la sociedad co- como las . peculiaridades de nuestra Iucha
Iombiana se vio de pronto sofocada. Un politica, han frustrado sucesivamente el
planteamiento de lógica en la razón y _de propósito renovador, que neutra~aron;
eficacia en la tarea. sm. absorberlo. La heterogeneidad de inte-

(·6 67
por el ajetreo del cambio.· Del cambio me-
reses a una y otra vertiente por ·igual, ha ~u~ar, h~ndo, esp~ritual, de repercusiones
semejado a la luz de los hechos nuevos un tiltrma~ rmpredeCibles. Por este _càmino,
reparto de opinión hecho puramente al las brigadas antes sumisas caminaron a ·
azar, en forma confusa e indiscriniinada; tientas hasta ganar con sus· propias pasos
de alli sus mortales contradicciones inter- posiciones compatibles con su nuevo uni-
nas. La mecánica politica a cuyo funciona- verso. Por sobre los maliciosos o ingenuos
miento se fueron viendo reducidos a la intentos, que de todo habia, de predicar
sombra de las autocracias económicas ab- co_nsignas divisienistas sin sustancia, la
solutistas, dogmáticas e impermeables~ los opinión se va reagrupando en la bl1squeda
sustrajodel Un:ico campode acción en que de los ejes unificadores de la socio-econo-
podian establecer contacto con las masas. mia. Es demasia predicar que los viejos
métodos, las viejas banderas, los viejos
Esto ha producido la curiosa situa- cuadros pasaron al archivo o a la historia ·
ción de una cierta doctrina no desprovista pero irán J:l1.0strando, todos los dias más,'
totalmente de virtualidad de replanteo y que perdieron su puesto de primera linèa,
·readaptación. Pero frenada internamente, en un mundo dentro del cual el policiasis-
desmedulada en la realidad, teórica e ino- ma viene haciendo su crisis en todas las
perante frente a las -I'ealidades. Asi se des- instituciones. Son cuentas muy alegres las
engafiaron los prosélltos, asi fracasaron de quienes se créen que no hay que seguir
las vanguardias dirigentes y toda la escala contando desde ya con el viejo aparato y su
de sus epigonos, condenados al habla deun gran capacidad de maniobra, en un Pais que
lenguaje muerto, en instantes en que laan- quiere bravamente cambiar pero que está
gustia popular instauraba su asedio sobre apenas en el camino; un camino que hace
las viejas trincheras humeantes. Libertad jnseguro todo pronóstico a dia cierto.
y orden como bandera pasaron a ser cada
dia menos cosa; los ideales se marchita- Las contraposiciones de meollQ religio-
ron; los enunciados revitalizadores resulta- so fueron siendo también paulatinamente
ron estertores de periferia, mientras en el allanadas; ellas estaban en el punto de par- _
corazón de los ·ámbitos ·directivos, resabia- fida ·de la lucha por la liberación de la so-
dos ya a una politica sin grandes y radi- . ciedad y del Estado, en los albores de la
cales· propósitos, se continuaba insistiendo edifîcación de la Republica independiente,
en la engafiifa de las banderas rasgadas
69
68
acogotada en su cuna por los excesos de Asi se vino a desatar de compromisos
todos ·los poderes constituidos. Hoy, mu- herenciales un Pais, que hoy está disponi-
dado el escenario, el hombre mira con otr<?s bie para lo que Ie interesa. Y que entrevé
ojos tan profundo· problema, desembara-. donde ello radica. Y asi es como se ha
zado ya por la misma evolución del rnundo abierto paso este estado nacional dè adul-
religioso, amén del cambio de los restan- tez que se llama el surgimiento de una só-
tes factores respectivos, de toda visión es- lida opinión publica; protagomsta cons-
piritual en pugna con los remedios tempo- ciente de la nueva. historia y pionera de
rales y au.n encontrando en su latente hu- una nueva patria, ·la verdadera casa de los
manismo una fuente de vigor para la btls- padres, con techo, pan, vestido, educación,
queda de las soluciones materiales. Ese trabajo y oportunidades para todos.
mundo también fue lavado por el diluvio,
y el individuo sufre cada vez menos, sere-
nado ya en su intimidad, las angustias. de Omitimos a menudo el marco aleccio-
esa constricción esotérica. La civilización nador de circunstancias dentra del cual
reveló al Pais un espiritu liberal que no f.ue paulatinamente formándose esta crisá-
pudo ensefiarle la cultura. Y los criterios lida de la opinión prlblica nacional. Llama-
de autoridad que lo dividieron desde sus mos opinión publica tanto a la visión que
origenes, tuvieron sri papel cuando se to- el publico o comu.n de los ciudadanos tie-
maba partido fren:te a los embestidas eau- ne de las cosas que caen bajo su conoci-
dillistas actuantes sobre una sociedad en miento, y especialmente de lo que Ie inte-
fase embrionaria y formativa. Hoy ya no resa, como a la aptitud y capacidad de ver:
setrata de eso: porque casi todo el rnundo. a la función, al Órgano y al producto de la
niega legitimidad al orden establecido, pe- percepción y el juicio publicos. Hablar dè''
se a cualesquiera que sean las formas opinión publica es, consecuentemente, tan-
constitucionales que lo recubran, una legi- to como mencianar al sujeto, a la sociedad
timidad que no .logr:an ya conferir estatu- participe y deliberante, sin otros lfmites en
tos simplemente legales. La legitimidad co- la .extensión y hondura de su visión 'que
nio sustancia de la tradición histórica ha . los del panorama en que sus actividades
sido ya desplazada por un concepto · dife- se desenvuelven. Sobre esto vale la pena
rente, que reza con el peso de las corrien- que algo se diga, porque es tema èrucial
tes de opinión. de nuestra historia politica.
ïO · 71
nectados de la verdadera raiz de su probie-
Esta historia es la crónica de un do- mática. ·
_ble plano: en el fondo, un pueblo sencillo
y bueno de campesinos y provincianos,
Hay que detenerse en la contemplación
agricultores y pequefios comerciantes en
actitud de introversión
.
y ensimismamiento' .
del primer plano: un pais oficial èl más..
capitalino, proveedor de motivaciones emo- ·
simples hasta la inocencia, inconscientes
cionales para consumo y diversión de las
hasta la hipnosis, sobre cuyas vidas todas masas; un nivel compuesto mayoritaria---
las leyes de la economia y de la sociologia
f!1ente de gentes exentas de toda malicia
iban desgranando la fatalidad de sus pro-
sobre la relación entre el estilo de su so-
cesos. El nudo de la trama escapaba a su cidad y la particular forma de organización
escaso hábito de penetración; los. resortes de los factores y fuentes de poder, Unicos
de su destino no eran materia siquiera de capaces de explicar el orden que se sobre-
sospecha: ahogado por los problemas de llevaba como providencial y secretamente
la existencia ·práctica, entrever su secreta inmodificable. Del fondo de estos gentios
r~Jación con el aparato general ·de la socie- solian emerger brigadas de dirección po-
dad. era exactamente lo que no lograba su litica nutridas -en valores muy impropios
agudeza. Heredero de esta sociedad vegè- para la acción, muy ajenos a las posibili-
tativa y des<;>rientada y de su lárgo pasado, dades de comprensión de su mecánica en-
el Pais ha tenido que ir saltando por sobre diablada. Almas liricas, seres gramatica-
!a barrera de esta insensibilidad frente a les, cerebros politicamente literarios.
los grandes desafios de la acción politica
para formar una opinión. auténtica y per- Este es el panorama de la inferioridad
cibir frutos reales del hecho de su existen- nacional, un .caldo de cultivo a partir del
cia. La conciencia de clase media es indu- cual las crisis del crecimiento, el drama
dablemente un foco de resistencia én este de la población y la industtialización y un
particular, talvez por el grado medio, scr _ estado crónico de pasión politica engendra-
brevalorado gratuitamente como tal, de ren contra el estado de violencia generali-
sus especiales problemas. El nervio de las zada ese armisticio o E\Q.uilibrio de pode-
preocupaciones más trascendentales del res que namamos- el sistema plebiscita-
Pais· anidaba_ .e_n nucleos emoeionales alta- rio; un régimen de tutelas e intermediarios,
negociado por ternor al hecho popular y
niante explosivos pero · realmente desco-
73
72
como prevención contra sus' desbordes ira- y que este Pais ya no es el de las yuntas
. cnndos,· a distancia de la acción politica; y los arrieros, sino algo diferente, enrique-
asi cuajó la. causa del confonnismo y del cido por muchas experiencias y madurado
dogmatisme nacional como principio de a. golpes infortunados.
gobierno. ·
Nada más favorable a la subsistencia ·
La inferioridad del Pais primero, el fen- del viejo régimen, en el más radical de los
do sombrio de su más reciente historia significados, que el desarrolllsmo como
después, han venido a propiciar la peculiar programa; al fin y al cabo, se sabe ya que
concepción del cambio que buye tras las no podrian los sectores privilegiados m.ano
gesticulaciones de sus gestores más recien- tener' todo cuanto en otra época les co-
tes: el cambio es algo serio y cosa ardua, pa- rrespondió como a sefiores absolutos; Y
recen dècir; hay que adelantar esta empre- - nada tan lógico como la coalición de los
sa con un tino que el Pais no tiene, con nuevos técnicos con la vieja guardia poli-
una mesura que no se padria esperar el tica. Esta encuentra en la pausa, el racio-
dia en que los impulsos populares salieran namiento, la prudencia de los artffices del
a flote. El cambio es, por ello, entre no- cálculo infinitesimal un aliado natura!, que
sotros una lejana · postrimeria, una dimen- Ie permite gritar vivas al cambio sin arries-
sión de~ futura, tierra prometida a la que gar a fondo sus antiguas prerrogativas.
no se llegará1 muy confusa, de cierto ri- Las cifras, los porcentajes, los indices de
bete metafisico; algo demasiado. complejo esto y aquello siempre llevan a la misrila
como para que pueda resultar práctico tra- conclusión que ya sabemos: que los incre-
ducirlo en cosas concretas, algo encanta- nientos de población anu1an los esfuerzos
doramente poético y abstracte, muy gene- de mejoramiento y que, por obra de tal
ral y muy majestuosamente despacioso. · fenómeno, soluciones y problemas repre-
sentan un reloj loco en el que las maneci-
Tódos estos enfoques tienen entre la co- llas· y los cuadrantes juegan una apuesta
Iección de sus . defectos lino capita!: que de velocidad que destruye la dimensión
olvidan, si no es que ignoran, esa asime- misma del tiempo o cambio, porqua la
tria de ·la evolución colombiana: que, ·por ilusión de progreso se /ve rectüicada por
obra del cambio cultural, principalmeiite, Ia realidad fria de que no mejora Ia rela-
la sociedad ganó su ventaja a Ia economia ción; y resUltamos siempre como varados

ï4 7j
y estancados. Por todo lo cual, hay que ir - tinados a tonalidades de modalidad y su-
deSPl:l,,9iO y dejarlo todo para m a fi a n a. perlicie que de esencia, cmno concebidos
Comprensión y resignación. más bien para maquillar y embalsamar
. La verdad es que tan lujosos presu,- el orden antiguo que para sustituirlo; que
puestos teóricos enenbren una renuencia la economia sigue en la práctica girando
a poner con soluciones radicales las cosas por los mismos caminos desnivelados que
en su punto; que sólo con radicales recti- deptoramos de otras épocas como de cosa
ficaciones es posible introducir en los he- pasada, y que los rendimientos sfguen, es-
cbos una variante reestructuradora, apun- pecialmente bajo la égida desarrollist~,
tando a los factores capitales en que el · quedándose en las mismas manos, sin ali-
orden erosionado se fundamenta ·mientras viar el nivel de vida y là capacidad adqul'" .
la 16gica de las cosas se obscurece .con la sitiva de la población rasa, sino reförzan-
nube de los enunciados sutiles · y especio- do la concentración y acwnulación ·de
sos. Asi es como a la sociedad nueva se Ie capitales que es de uso ir -conderiando co-
va embolatando su camino, se lo va escon- mo desechable; en fin, que los canales de ·
diendo, en un juego de sucesivos aplaza- la ayuda y la financiación internacionales;
mientos cada dia más dificiles y politica- destinados, segdn las metas previstas, a
mente costosos. Todos sabemos ya lo · que beneficios y satisfacciones colectivas, lri.è-
hay qué hacer: desamarrar los recursos, nen contribuyendo en no despreciable cuo-
dar dimensienes sociales sinceros y auda- ta' a agravar por muchos conceptos la situá-
ces al desarr_ollo de todos los grandes te- ción que se trata de curar, por la codicia
mas dela politica y la economia de nuestro y listeza de unos niveles dirigentes tra-
tiempo. Las cifras indican friamente que dieionales que eneareeen en su provecho
los esfuerzos del desarrollo nacional se 'Si- la tarea del desarrollo.
~en concèntrando .demasiado y en perjui- Contra este complejo aparentemente ·
CIO de las . mayorias, que al pueblo se Ie insuperable de aceleración técnica y eco-
responde con remedios · de aceion retar- nómica con pausa politica, no hay más ca-
dada y difusa y con estratagenias de infra- mino que el empefio .firme de impulsar· la
estructura; que no hay me di das que democracia desde dentro, Unica senda que
ru:muestren un sincero prop6sito de Ia eri- se ha ido dejando, poniéndola a rendir to-
nnenda; que los cambios pareeen más des- do aquello de que es capaz, pues que in-
76 77
dudablemente ella no está dandö 'de sf
t.odo 16 que puede. Sin una intervención dura económica; en el gobiemo de fa~to,
popula:t decisiva tal objetivo no será posi- unponen la libertad económica conceblda
ble. _Se reqUiere Ia participación de quienes a su peculiar manera para justificar Y per-
congregamos mentalmante en- el aoncepto donar la dictadura politica,- llevando a la
c~do decimos "todos:" y este desmariï- frustración sus endebles propósitos revc:
Dam.i?nto no será efectiv~ pon. Ia vin- . , lucionarios para después salir a desacr~­
t-ulac1ón de nuestras ingenuas e imprepa- tarla. Pero siempre enarbolando la bandera
radas mayorîas a juntas cîvicas y comités legitimista, ya sea por via de continuisme
técnicos especializados, donde no van a ju- o de reanudación.
/gar, porq?e no lo pueden, ningtîn papel.
. Los .margmados · seguirán siéndolo mien- Mientras tanto, las masas urgidas sue-
O:as no se, li?Uen al ejercicio del poder me: fian con el gobiemo que mire haci~ sus
necesidades presentea Y dé a la noción de
diante Ia uruca fonna eficaz de compromi- -
so que puede brindar a sus angustias una _ libertad el contenido práctico ~ v~tal, con~
~espuesta: la constitución de un gobierno creto en el plano socio-econormc?, .que
~pul~do por ellas desde su propio ám- pueda satisfacerlas. Porque a la digmdad
~Ito Y ligado auténticamente a sus vitales del hombre no puede responderse hoy sino
~tereses. · con· un ·programa de reivindicacion7s, para
cuya instauración un reordenarmento a
~entras ello no ocurra, el ciclo. de fondo resulta absolutamente indispensable.
la democracia ~ Ia dictadura nó POdrá Libertad, igualdad, fraternidad, so~ e~e­
menos que segwr oscilando en fonna re- fias que ninguna posibilidad operatlva t1~
currente. De las democracias de mentiras nen si no es traduciéndolas al lenguaJe
nacen I~ dictaduras de verdad; de las de- de los hechos de nuestro tiempo Y para re~­
mocraCias de. papel las dic~duras de hie- ponder de I?Uerta en puerta a sus formi·
rro. Y en Latinoamérica tuvimos ya de- dables angustias. ·
~das experi~ncias de Io que esto sigm.
fica~ .que este Ciclo es el horizonte por el Estas exigencias están inscritas en la
que se Pasean los mismos perseneras del confluencia de todos los factores Y fuerzas
~rden estabi~~ido: en la democracia, häcen de cambio que en Colombia y, en general,
libertad politica para perpetnar- la dicta- en Paises como el nuestro, vien~n desa-
tados desde hace tiempo Y produclendo en
i8
79
cadena sus propias procesos, hoy apenas les coordenadas deben ser rectificadas, lle.
preparatorios,- seglin las . .implicaciones dè vandoel debate a fondo, a los problemas
sus propias leyes de acción. Reconocer que medulares y soluciones audaces a partir
estas leyes son nuevas y están en juego de las cuales el gran cambio es posible.
representa apenas un acto de mfnima hO:. De lo contrario, el cambio no pasará de ser
nestidad e inteligencia. Y de ello hay que una sinfonfa engolosinadora. El cambio es
sacar nuevas pautas y conclusiones. Esto una fuerza desatada y, aunque nos pesa-
deberfa ser comprendida asf alin por los ra, es ya un viento que no se puede reco-
sectores usufnictuarios de todos los fue. ger. Pero no podemos fraccionarlo, cele.
ros, notablesen SU género por SU egofsmo, brando sus bodas más inocuas, esas mo-
su miopfa, su terquedad frente a la mar- das y estilos de pensar y vivir que calleje-
cha fatalmente reordenacfora dè la historia, ramente nos resultan tan simpáticas. Su
no ·1n.enos que por su incapacidad auto- propia inercia lo está llevando, lo Uevará
critica. a consecuencias más concretas. Y sólo en
ellas, proyectadas sobre los resortes defi-
nitivos del simple ·oficio de vivir, conside.
Nopodemos resignarnos. El Pafs no rará agotado su propio ciclo. Mientras ·esto
puede conformarse con el sermón que nos no ocurra, tenemos un cambio provisoria,
predican los que pretenden quedarse ·con · un pais provisiönal, esbozo apenas de la
todos los méritos del crecimiento. Las so- sociedad nueva, esa que nacerá del cam-
ciedades son el producto de una serie de bio cultural y del cambio socio-económico, ·
gestiones y de hazafias individuales, . no alimentada por su rancia y noble vocación
menos que de una suma de virtudes colec- de justicia y por los nuevos fmpetus de ra~
tiva.S de laboriosidad, responsabilidad y zón que van carcomiendo el pintoresco
abiiegacióii de las gentes que las compo- paisaje de todos ·los irracionalismos here-
nen. i:>entro de las coordenadas en. que tra- ditarios. ' ·
baj~ y se mueve nuestra naciente tecnolo-
gfa, es obvio que no puede hacerse por el
publo más de lo que se viene haciendo. El
sofisma estriba en atribtûr. a · tales presu-
puestos ideológicos un carácter axiomáti-
co e inmodificable. y la verdad es que ta-

81
V

No hay que escrutar mucho para dar-


se cuenta de que por todas las venas de
nuestro viejo y endurecido aparato circu-
latorio (politica de muc~hos penachos pero
rigurosamente en tono menor, inexperien-
cia en el diálogo con los problemas es-
tructurales del Pais, distracción presupues-
- taria para equipamiento de una clientela
pobre, y cuántos fenómenos más!), fluye
diáfano el curso explicativo de una falta
de verdadera historia en la oposición, de
una inepcia históricamente congénita para
la oposición a fondo .como öficio politico
autónomo y en si mismo respetable, he-,
cho no para completar y equilibar el siste-
·ma sino para disputarle el terreno con sus
alternativas y desquiciarlo. Es esa una la-
gt;ma históricamente ,dilatoria y costosa,
que remite toda caida politica a los sabo~
reos y excesos de la pura decadencia bio-
lógica, al extremado deterioro del orden

8.3

I
püblico en que las situaciones negativas Poco se repara en lo que a la hora de
ttenen que sustituir a los hombres positi- las crisis con mar de fondo significa para
vos por {alta de motivación superior y con- un Pais y para una sociedad la carencia
secuente eficacia en el obrar, en el minuto de una tradición en la oposición; La po-
penûltimo antes del brote anárquico en que breza de antecedentes en el ejercicio de la
los lideres. se ret1nen para decirse muy discrepancia sustantiva y del disentimiento
circunspectos y administrativos: "Los hom- sustancial tanto valen coma falta de refle-
bres desesperados se suicidan y las tien- jos e instintos para Ia alternativa y la in- .!.

das ~n quieb~a se cierran, pero los paises novación, y esto digase no solamente de
no pueden liquidarse y tienen que seguir". la órbita de la politica sino de todos los
Y, tras el entreacto policivo, siguen inco- órdenes de la vida, pues que en esta aguda
rregibles. por las mismas sendas; y ·todos vuelta de camino todos están seriamente
tan contentos, creyendo que la liistoria ha comprometidos. Si se quiere dar un vuei-
quedado partida en dos: antes y después co en la bistaria conviene saber rutidamen-
de lo mismo. · te cuáles son los objetivos que se persi-
guen; hay que saber. siempre lo que se
quiere: los qués y también los cómos, o
No hay, plies, que sorprenderse de qua claridad en los fines no menos que en los
los viejos ml.cleos dirigentes hayan po-
medios. Porque en esto, coma en los ne-
dido sienipre ir y venir a su antojo, te-
gocios, se necesita una provisión previa de
jiendo · sobre la totalidad del área econó-
nûca y social el estilo de Pais ·que más fandos para alimentar el futura. Cuando
convenia a sus intereses. Cómo reciämar- una fe se quiebra, otra debe ocupar su lu~.
Ies ahora que sigan nègando a una socie=- gar; sin una fé compartida lo que sucede
daà nueva el complemento natural de su es el vacio y no hay _cohesión publica po-
propio sistema y modo de vivir? Cómo con..._ sible ni unidad de propósito. Todo cambio
veneerlos de que con esta negativa estáii apareja una fase de transiciön, pero Ia ine-
malográndole su capacidad de crecimiento vitable necesidad de una tal etapa inter-
y mustiando su ·verdor y su fuerza? Ellos media. ho dispensa del imperativo de una ·
persisten de pie .sobre una réplica contun- claridad en las metas por venir. La idea
dente: tienen una idea ·clara dé Ia receta del cambio por el cambio es por si sola
que co~ideran aconsejable. demasiado poco en la via de esta claridad;

84 8.5
cuanto más borrosa la idea, más critica la van dejando uno tras otro·los espejisnios
situación, por cuanto- no anuncia un uni- en la travesm excesivamente prolongada
verso nuevo bien dellileado sino una hora de todos los desiertos. Llega un momento
de caos y de confusión. - en que el caminante tiene que parar la mar- .
cha para dialogar con su camino. La sen-
tencia de Antonio Machado no se cumple
Esta que vivimos es una de esas horas_ aqui sino invirtiéndola por variacianes de
neblinosas en toda la extensión de la vida puntuación: "Càniin.ante no hay, camiÎlo;
del Pais: ·en que, cargados hasta el cansan- . se hace, camino, al andar".
cio con la concienci~ de haber cancelado
ui::t ciclo largo y profundo, no acertamos
casi que en ningU.n campo a ~ormu1ar con- Que en medio de la confusión diabóli-
eretamante nuestro ideal de vida, nuestro ca de las metas y de los interesas la vida
plan de vida, nuestra nueva tabla de valo- nacional viene reelamanda a gritos y en
res; unánimes en las negaciones, con grandes dosis coherencia y_ lucidez, es co-
dificu1tad compondriamos acuerdos siquie- sa sobr.e Ia que ciertos sfntomas nos están
ra relativamente mayoritarios en f~vor. de disipando toda duda; la inquietud universi-
una cierta y determinada pauta de acción. taria entre ellos. El vigor juvenil, el peso
Al rechazo resuelto del pàsado ha subse- moral y la conciencia politica han ido des-
guido solamente un ideario de vagueda- pejando el panorama nacional de todas ·las
des, angustioso y desconcertante. De allf brumas de nûestra mitologfa; a tal visión ni
que, en medio de los sardos rumores de la escapa ni se esconde ningU.n sofisma, ningU.n
brega cuotidiana, la vida nacional pueda rasgo encubierto, ningU.n hábito mental o es- ·
ser sintonizada como reclamando, a ma- tratagerna de los que au.n forcejean por
nera de centra de gravedad, un rayo de - seguir amarrando una a otra época. Tal
luz sobre suelo positivo en- . dónde pueda, agudeza en el enfoque hace de esta fuerza
.
fatigada, ech~rse a descansar. Tarea enor~ una vangnardia politica, la primera en el
me y primordial es apliéarse cada quien Pais, por fatalidad de misión histórica y no
a la responsabilidad que Ie quepa en este por intromisión indebida. El Pais ha ido
· deber esquivo de estructurar ·diáfanamen- en buena parte a dar a sus manos, y lo
te un .nuevo derrotero, para rèemplazar de estatutos, jerarqufas, estructuras de ·
. con él este sentimiento abstraccionista que mando, etc., ~ apenàs ·un ·planteamiento

86 87
por el final de lo que hay que leer empe- las llusiones de mejorar que paso entre pa-
zando por el principio: que para Ia función so van brotando, más de la mania de Ia es-
de. difundir la educación y Ia cultura no peranza y el aplazamiento que de las pro-
puede ser apta sino una organización que mesas de un presente mediocre, se oculta Ia
sea expresión fiel. de Ia sociedad ideai a realidad de que, dej;::tba a su propio impul-
qûe está destindo su mensaje. . so, nuestra problemática no se atenuará
sino que tenderá a ahondarse todos los dfas
Si de una sociedad interferida y obs- más en el futuro. No otra cosa sino esta.
tructora, cuyo mejor capitai no puede ser -vivencia de frustración es Io que va supu-
sino la .inteligencia~ mal puede esperarse rando el sentimiento de protesta y de soli-
una Universidad digna y capaz de incremen- daridad, no menos agudo por más repri-
tar este capita! y de orientar su inversión, . mido, con que ocurre continuameute tener
Ia misma Inteligencia hace bien su santo que andarse tropezando por todos los sen-
deber cuando reconoce en el cambate con- deros de Ia· vida social.
tra su sociedaö. desde Ia Universidad algo
·esencial a su primordial tarea. Esta inscrito Es tan cierto que esta5 verdades an.
asf en el orden lógico de las cosas. A escaia dan en· boca de todo el mundo ·como que. ·
histórica Ia ca:J:'idad se llama re~olución y de las .tendencias de opinión y de los. es-
statu quo el egoismo coleetivo encarnado tados de ánimo coleetivo aquf normalmen-
pomposamente .en el sistema de las formas te no se sigue casi nada, pues que ellos _
:m.Sti~ucionales. Otra cosa es que estos fe- suelen parar en fenómenos que a Ia Vuelta
nómenos, que tienen un significadoen una del dfa se sosi~gan sin directa e inmediata
perspectiva de largo alcance, tengan otro consecuencia; en el fondo de todo y por
distinto en el marco estrèc:ho de las urgen- las mismas eausas se .asiste al espectáculo
cias prácticas inmediatas; pero si es bien de una cierta inutilidad de Ia polft;ica, para .
cierto que esta reversión de enfoques es explicar todo Ió cual hay que ir, además
a corto plazo personalmente •satisfactoria del m1cleo ideológico, a esa raiz del pro~
y modestamante utilitaria para todo el mun- blema que se llama el comportamiento de
.do, ello no rebaja él alto costo de la "sana t.:ina sociedad profundamente aburguesada,
continuidad" enjuiciada "lJOr su baja tasa sumida de corazón en los pequefios afanes
de rendimiento social y riacional en Ia su- de la Iucha por Ia vida, cauta y ladina,
cesión incómoda de las ·generaciones. Tras que dice en privado mucho pero que se ex.
88 89

. .
-------~--:__ __ --
'
-~---------~-----
presa poco y mal o .desdibujadamente en tir. del cual · tácitamente empieza a recla-
Ia acción pûblica~ Pór eso .de su entrafia -marse el aceleramiento de la crisis como un
vemos surgir un poco baldiamente buenas servicio saludable.
brigadas que en otras .circunstancias- per-
mitirfan esperar mucho :rnás .de la admi- Por todas estas vias, el Pais marcha a
nistración de sus tal~ntos, pero que mar- .encontrarse consigo mismo, con una som-
chan invariablemente atenazados por el bra que, digámoslo sin ambages, apenas
dilerna de la abulia hacia la politica o su presiente vagamente.
modesto ejercicio dentro de los canales
oficiales controlados, que están 'én situa-
ción de· poder ofrecer dividendos rápidos
a la ambición y al afán de grandeza. Tarea
históricamente gigantesoa resulta asi cons-
truir un Pais nuevo. Nada de raro hay ·en
la. visión enturbiada de la vida o en la
pausa de acción de una sociedad interna-
mente dependiente hasta enorme grado,
conformada por y para la subordinación.
Ni hay que extrafiarse de su falta. de pe-
. netración o. de audacia. Y si la inquietud
universitaria ha aparecido como teniendo
que aprétar fuertemente sobre estas tra-
bazones de la máquina, es fundamental-
mente en la a~epción de einancipadora
frente a una sociedad ·indigente, para de-
.rribar este diléma tomándolo por los c~er­
defensa. Llega siempre un momento a par-
nos con la doble palanca ·de su perspica-
cia y de su independencia. A un organismo ·
lo salva y reivindica su capacidad de sus-
citar su sinceridad y su propio sentido de

90 91
VI

.Bajo el--apremio de circunstancias a


quemarropa, no es fácil defender para la
visión de nuestros problemas el imperio
objetivo de la perspectiva. Si no fuera por
la falta de distancia seria injustificable la
incomprensión ambiente acerca de la ne-
cesidad de este correcto enfoque en la evo-
lución de nuestras sociedades: que hay
que reparar en el contexto mllndial en que
está inserta nuestra cultura; que en el ca-
mino del progreso, lo especificamente so-
cio-económico no ~s criteria suficiente; y
que, en medio de una más rica y compleja
fenomenologia, no se puede ver la sociedad
desde dentto. si simultáneamente no se la
mira también desde fuera, para abarcar
·asi en su totalidad el espectro de nuestros·
problemas.. ·
Sofocados angus!iosamente por dolen-
.èias. dramáticas, con razón apenas perci-

93 fl
11
.fi

l
bimos al nivel de las burdas sensaciones. del origen social de los problemas ·vitales
Porque vivimos bajo el signo de la insegu- del hombre pa;ra engendrar la indetermina-
ridad personal y de la violencia genera- ción y el carácter difuso de los objetivos.
lizada; lo que a la sombra de tales fuegos Cuando la inculpación se vuelve anónima,
cruzados se corroe y diluye, escapa a las si se torna general y absoluta là acusación
lucideces de la conciencia inruvidual y so- y del dardo disparado Qontra todo el mun.
cial. Y es que parece como si hasta hoy el do a nadie se excluye, si se hace responsa-
individuo hubiera sobrellevado ciegamente bie a la comunidad de los cristianos, las
como desgracia puramente personalia car- reacciones son un disparo, una suma de
ga de su sistema: su pobreza, :;;u frustra- disparos sobre el paisaje social, la exis-
ción. El agravamiento de la crisis colectiva tencia se ahonda en sus dimensiones más
-superpoblación, desempleo, desarraigo-, amargas y los actos de protesta se vuelven
balas perdidas de que nadie puege · sentir-
al mismo tiempo que trajo una agudiza- se a salvo. Se hieren alin los partidarios
ción de sus viejos infortunios, vino a abrir- entre sf, hay un ambiente profundamente
le los ojos sobre el verdadero ~lo de sus eJ;CI>licable de hipe:restesia que luce el an-
dolencias; y asf han llegado a coincidir las tifaz del enloquecimiento genera!. Y en el
grandes desgracias comunes con este des- descontrol sobreviene como secuela la des-
cubrimiento de la responsabilidad, colec- jnhibición incondicion:ada: por obra suya, ·
tiva y con la consiguiente transferencia de afloran de nuevó a la superficie los peores
responsabilidades . al nivel social, de todo .,.., nudos de la vida y el alma primitivas, que,
lo negativo que siempre ·:hubo en la exis- sin plan ni concierto, pugnan por un reor-
tencia popular, hoy convertida en drama denamiento social a golpes de resistencia,
desolador. La vida caótica de los de abajo estimulando la audacia ciega, el puft.etazo
y su difusión en toda la escala de una exis- csado y sagaz dado en el aire, alcanzan-
tencia. miserabilizada, han llegado por e~~ do anónirriamente a quien paSaj a CUal-
ta via a convertirse en un clima de natural quiera al azar, en una primera fase de lu-
~ protesta, por obra de esta subita lucidez, cha sin blanco limpio, peligrosamente des-.
àe esta clarividencia iluminadora que han personalizada. en sus objetivos, como una
trafdo los acontecfmientos. En este caldo expresión instintiva contra la .miseria y el
de cultivo, la. irrespo~gilidad y ·la anor- , . d.esamparo. En medio de este panorama de ·
malidad se han_ unido a la noción exacta . zoz.oura, poco se cala en las aguas desco

94 .. t . .._. 95
· .... ,
nocidas que arrastran el cambio cultural, todo ha de irse con la corriente, qué impor-
en la riqueza de dimens.iones del cambio ta ·Ia personalidad y quitar o poner antece-
general de la vida y del universa. dentes. Entaces la lectura sobre nuestro p~
sado no será más indiciosa que la biogra- .
fia de una cultura sin ascendencia. Paises
Con razón, pues, va discurriendo tan sin secuencia histórica son generación sin
jnadvertido el carácter más ·radical y pro- ancestro: embriones de probeta ingeniados
fundo de una corriente de transforniacio- entre los cristales del laboratoria. A eso lle-
rtes que solemos cifrar en cosas eminènte- vará fatalmente la nivelación masiva de las
mente fungibles y secundariamente tran- culturas coloniales: a la inseminación artifi...
sitorias. Ya la nuestra es una s9ciedad in- cial, más allá de todas las leyes de la heren-
termedia; un interludia paradójico en el cia: Y e~?to equivale a borrar, como sobre el
que el sentimiento de e~rafieza que nos de- tablero un garabato, el inescrutable sentido
jan las viejas estrofas sólo es camparabie humano de la vida del hombre en el univer- .
al que nos traen las nuevas voces del coro. soo: deun tirón; a borrar su sentido progre-
En este aire sonámbulo de desasimiento e sivo, acumulativo, de decantación ajena a
ingravidez, parece resonar con ecos irreco- las leyes de la mecánica.
nocibles toda pregunta seria sobre los re-
motos origenes y los destinas eventuales de Provoca pensar que cmindo las épocas
la identidad nacional; y hasta poder!Se cues~ cambian, aparece claro que la caractero:-
tionar la legitimjdad histórica de este sus- logia no es nada, reducida sólo al papel
tàntivo.Metidos hasta la cintura en las re- · de unà imaginación limitada por la quie-
sacas de la avalancha, qué más da si la ver- tud de las circunstancias. Hay un hecho
dad está en una-u otra respuesta, o si no cierto: no está preparada nuestra fanta-
hay respuesta alguna?. Tiene sentido discu- sia para combinar las innumerables ·varie-
tir sobre el proceso histórico de la persona- dades y posibilidades de .expresión que
lidad nacional? Hay que contestar que si, puede proyectar la personalidad si el
pero sólo a condición de que se lo entienda supuesto de làs circunstancias vitales se
como tal, como un eslabonamiento forma- enriquece de sûbito por la ruptura _abrup-
tivo que se sustenta por sus repercusiones, ta del proceso histórico en que lo hemos
·por su capacidad de coherencia, de grabar visto anidar y moverse. El alma esotérica
huellas de alguna perduración; porque si y apartada, antes ·à.jena a los ejercicios y

96 97
tensiones, en una evolución de remanso Cuando la vio~encia, cuando la justicia,
Sm. ·saltos ni sorpresas, de lento desen- Iá. liberación del. ego, el guillotinamiento
yolvimiento, unilineal, bomogéneea y con- imperceptible de las costtullbres. beredita-
t:iilua en su vivir, poco puede ensefiamos ria.S ·y la aclamación del hombre nuevo ha-
sobre su estilo de reacción cuando los gim su adven,imiento, el bombre total, aûn
estfmulos cambien radicalmente. Su pasa- el·de las retiradas aldeas, estará al acecbo,
do ya no será clave ·ûtil a la faena de los dispuesto ·a saltar . sobre la escena . con ·
pronósticos: los fieros <:~ogmas de una an- cuantas máscaras la moral nueva Ie tolère,
tropologfa culturai al uso, vivirán en la Ie toleren las nuevas valoraciones, gustos,
crisis su destructiva prueba de fuego. Por convencipnes, estilos de vivir. Entonces su-
qué resultamos basta boy siendo confor: frirá decepciones todo el que creia en la
mistas, por qué tradicionalistas, por que virtualidad conformadora inflexible dè los
continuistas en un subfondp oscuro · y re- principios. Todo flUÎrá en estado de Üqui-
pudiado? Por lo de que las ciicunstancia.S dez atitoexpresiva, desgalvanizacio, dûctil y
son las coordenadas de los proces.os ès por permeable. Sabe alguien y puede asegiirar-
lo aue vamos coloreándonos, metamorfo- lo,·si esto o aquello no podrá esperarse? Lo-
seálÎdonos. Cámbiese el proceso, introdûz- - bo entonces para su propia vieja ctiltur~
Ca.sèle una raiz enteramente .nueva, y el cua- será el hombre si las circuilstancias se lo
dro se babrá como mágicamente transforma- permite~. Ah! las circunstancia,s .... que nos
do. CUando la moralidad privada y pûblica, asedian para hacemos decir de cuánto so-
la moralidad individual .y social cambien mos capaces secretameute y qué realmente
de antifaz, se soltarán las :fuerzas que somos o podemos llegar a ser! Puede -invo-
mantenian atadas el conformismo, el es- carse la fuerza de algûn antecedente, esa
tilo sagrado, el vigor imitativo e. inhibidor piedra de una certeza en dónde recostar la
de las convenciones sociales, el castigo. de frente de que hablaba Papini, en un mun~
las· virtudes civicas y aûn el inconfesable do que podrá entori.ces ser defi:riido como
papel educador de la hipocresia, c o m o un mundo sin precedentes? Toda la pro-
fuerza conformadora que ·siempre terminó blemática economica y social que tan so-
interiorizando -'-eS . una ob8ervación y una bresaltados viven nuestros diaS, es apenas
comprobación . negadas hipócritamente-- · el capullo dentto der cual anida la ·ninfà
los decálogos y homenajes apenas · recita- de· estós grandes ·èambios ctiltui'ales~ prO-
dos entre dientes. - ·· - fundos e irreversibles; que no · serán pro~

98 99
piamente una continuidad u otra forma de
lo mismo sino una apoteasis de la amnes~ te a la cual la posici6n-de avanzada y toda
ac~itud progresista habrlan de resultar ·
hist6rica. Tras la pendiente de las suaves
y sucesivas transiciones, lo que aguarda es aqui y allá condicio:p.adas y realmente con~
el vuelco tajante y definitivo. · tradictorias. Nuestro mundo no sabe a fon~
do y a llltimas consecuencias en qué mun~
Herbert Marcuse ha deshojado muy do vive; ni se preocupa realmente de averi·
bien .este embrollo cultural, enunciando a guarlo. Lo verdaderamente dramático es el
partir de Hegel, Freud y Marx el concepto poder arrollador de un tif6n cultural que
del cambio cualitativo. Si él mira lejos co- viene desde las regiones bareales avanzando
mo un profeta, qué más da que urja tam- hacia el ecuador cultural y geográfico y las
bién con el celo de un ap6stol; no es el zönas australes, deprimidas, incipientes;
suyo un invento sino un descubrimiento: apenas en estado de formar maltreehos
el del salto en el vacio, la· realizaci6n de la universas culturales con trocitos de vidrios
utopia y el final de la historia, en el que dé colores hallados fortuitamente en el ca-
"las nuevas posibilidades de una sociedad · mino, realmente condenadas a morir · abu~
humana y de su medio ambiente ya no pu~ sadas y asaltadas sin haber parido nunêa
den ser tenidas como simple prolongamien- el cord6n umbilical de su propia histórià;
to de las anterioras ni èl.entro del mismo un cicl6n .que viene a comprimir el mapa
continuurn hist6rico". Garaudy, a su turno, para ubicarlo concéntricamente, Tr6pico
ve ·en las convulsiones de nuestro mundo, de Cáncer hacia arriba, ajeno a la idiosin-
infinitamente más profundas que las que crasia de nuestros Pafses y a su rafz his-
marcaron el final del mundo antiguo, el a- t6rica, que van a ver barrida su identidad
nuncio de una mutaci6n radical del hombre a mereed de una racha, esa si grave, de co-
· frente. a la cual el Renacimiento del. siglo lonizaci6n alineadora. Si estas reflexiones.
XVI
'
resulta provinciano
. .
e irrisorio. no sirven de nada más, que sirvan por lo
menos para abrir rumbos a la imaginación,
Esta dimensi6n cualitativa y lllt~a ~1 para que sofiemos cuántas èosas van a sur-
cambio_ es la que no se ve tremolar, muy gir, inopinada8 e imprevistas, más no im~
' ·a menudo tras las conversaciones. calleje- previsibles. He ahi el pi:oblema.
~as, que pareeen presuponer .alteraciones
de matiz.pero.ignorando una fatalidad·fren- Pero, u t i 1i c e m o s términos marcusia.-
nos, ésta si que será la historia de un hom-
100
lOi
bre y.· un continentè sin prehistoria, esta
acogida de las posibilidades extrenias de
Ia libërtad y consiguiënte ·negación -de la
- moral ·judeo-cristiana y det·mundo en don-
de complejamente ella florece, éstè JSi que
será "el escándalo de la diferencia culati-
vativa"! · VII

~ontempladas en esta perspectiva y a


la luz dennestros más bondos y reales pro-
blemas~ ··cuesta poco entrever cuànto máS -
próximas pueden resultar nuestras sendas Esta es nuestra época de introspección,
de· ~ liberación marxista que de los exce- época · conturbada en que al empobreci-
s os y subproductos de. la civilización y la miento moral de larga y profunda infiuen-
economia capitalistas. No son, mirados en cia ban venido en suceder el sobresalto y
abstracto, poca cosa todos los fel;lómenos, y el desasosiego. Por donde antes merodea-
no depende su tlltimo significado de su tra- ron el apoltronado y el bostezador, ahora
duceión al mundo de lo concreto? Ei de la discurren el censor y el critico, ~1 moralis- -
ganancia -Y el lucro que son amarga obse- ta. y el autolegislador. Frente a las embesti-
seión y absurdo sentido .de la vida en la das de la nueva crisis no hay posible eva-
esencia de· nuestro sistema, es ·un idioma sión: es la hora en que hay que mirarse con
que implica UJ.ia ·connotación de indudable los pröblemas cara a cara y dialogar y con-
trascendenciá en las manifestaciones de un vivir intimameri.te basta el fin con todos
proceso en la dependep.cia, que no podrá los tabues que la tradición habia entroni-
entre noso~ros cumplirse sino a medias, ~:ado en el oráculo de nuestras vidas. Ya se
}!>ara el consumo esnob de todos los engen- evaporó definitivamEmte . la ingenua con-
dros de la liberación del mundo .desarro- . fianza, aquella que daba tan Piácidos tin-
llado. tes al cuadro viejo de la existencia en nues-=
tro mundo. Rica en interrogantes y smee-
ridades de confesión, esta éra, que merece-
rfa ser feliz pàr SU relativo grado de civi-
lización y de ·progreso, ha ganado en hon-

102 lOl
dura lo que viene perdiendo irremisible- portan ya sino los herederos de la vieja
mente en optimismo y lucidez. politica. El sentido histórico que hoy se
derrama de sol a sol por todos los canales
La edificaeión de una soeiedad nueva de la actividad publica y privada, el senti-
viene exigiendo en todas las esferas el pa- do de la temporalidad fungJ.öle y de la pro-
go de este precio amargo, en el que debe- visionalidad dinámica de todas las institu-
riamos estar aprendiendo a educar para ciones, han sellado ya las fuentes de toda
Jas circunstancias del futura. Y esa socie.. posibilidad de intima satisfacCión, y ·este
dad que estamos presintiendo vendrá 'SO.. sentimiento aflora y punza euantas veces
lamente al fin de una cadéna prolongada hay que haeer, en homenaje a eualquier
de aetos de inteligencia y de coraje, de clase de limitaciones, una cosa. distihta de
ambas cosas por igual, si reconocez;nos que las que honestamente se saben aconsejables
ctiando se toca el punto final de una encru- y necesarias. La inercia histórica, el paula-
cijada, lo que se impone es empinarse pa- tino adelanto dentra de laS. coordenadas y
ra sóbrevivir én torno a bases antes desco- con la utîleria de la vieja sociedad, son po-
nocidas. Cuando un orden empieza a caer sibles alin, en medio de los turnbos del· ea-
a fondo como techo que se desploma, un mino; es que el Pais trae un impulso y unos
paso nuevo obliga a cuantós no quieren resortes de eontinuación que no van a pa-
quedarse sin morada. ralizarse en eoncierto de un momento à
otro. Peroen el punto irreversible de tram-
Hay que saber, a ejemplo de_ las fae.. polin a que hemos llegado dentra de un sis-
nas de la politica y del Gobierno, que todo . tema agotado y que ya nadie padria reani-
reformismo tiene sus limites, a partir de mar, el cambio a fondo no es posible si no
los cuales cuanto .se hace para curar los se da el gran salto que los aeonteeimientos
rnales por sus efectos y no por sus eausas fueron por acumulación y "sobredetermi-
tadieales, resulta apenas un vicioso juego nación", en- el lenguaje de Althusser, impo-
de palabras y una petición ininterrumpida niendo como inescapable.
de principio. La juventud sineera sabe que
el poder no vale ya nada por el gusto ·del un fenómeno hay por cuyos eauces se
poder misnlo, pues que este deleite deca- amenaza de eolonialismo irredimible y per-
dente ha sido absorbido por el sentimiento petuo a nuestra eultura; porque el avance
de decepción y de desencarito que no so- espectacular va cruelmente anulando desde

104 10.5

i .
fueï.·a dia tras dia todo paso con què ereia- la golilla para mirar la vida en tod.a su st..
mos haber reducido Ià brecha diviSoria,· pa- · nuQsa e irreductible inmensidad, en su pris-

ra además aUn1entarla. Es el · reordena-
> ' • ' tilia riqueza y frescura.
mierite de la ·economia m'undial en tomo
al eje para nosotros inaccesible de las lla- · Contra estos rtesgos hay que enarbo-
madas nuevas industrias -electrónica, ató. lar cada vez más alto los fueros del sentido -
mica y espacial-:-, fruto de la nueva tecno- histórico y humano de nu~stra sociedad en
logia y de la madurez del supercapitalismo. el proceso del cambio.
U:ha razón para· que nuestros Paises se de-
cidan a sacar todo su juego y al empefio
de utilizarse sabiamente si quieren asegu-
rar el potencial de su destino propio. Tan
audaz programa será empresa inocente si
es apenas hazafia- aislada, si no representa
un gran esfuerzo coleetivo intemacional de
sobrevivencia total en nompre de una cul-
-tura, c,ie una economia y de una politica.
El conformisme, la· inasimilación, la falta
de una comprensión profunda y sineera de ·
todos los términos del problema habrán de
ser el mejor seguro de un rotundo fracaso
en esta via decisiva. Se impone la necesi·
dad de marcar acentos m,1evos-en la c_lirec·
ción de la vida nacional. Recibimos sin
pausa todos los dias nuevos modelos de
conducta y ya contamos con un ric<? arse-
nal de todos los más finos ~trumentos de
análisis de importación, capaces de estran-
gularlo casi todo en la estereoripia de sus
conceptos. Hay que defenderse del peli-
gro del dogmatisme ..de los tecnócratas con-
ceptuales engolondrinados que no se bajan

106
J07
EPILOGO

Y qué de nuestras famosas libertades


tradicionales? Cuando el fenómeno do la
angustia social aprieta, acosado por la
constelación de todos los signos de la cri-
sis el hombre colombiano de nuestros dias
palpa en torno suyo la presencia de dos
fuerzas que se cruzan en opuesta dirección:
tm liber~lismo cultural en ascenso, el libe-
ralismo · politica en dec'live; el primero en-
sayando sus armas, el segundo merodeando
el cepo con que lo tienen amenazado cuan.
tos· se abroquelan en el abuso persistente
de sus principios para su personal y social
provecho; los que lo llevan alli zarandeado
y Ie vienen arrimando ya su buena paliza
con su desgano y rabia en ceder su vieja
lJ(?Sición de avanzada. La cadena de impac-
. .

tos que viene sucediéndose sobre la marcha


general del Pais y de su economia, es un
\ autocastigo que a si .mismo se inflige un
sistema ren'!lente _a las sqluciones exigidas
por un mundo 001_1 nueva mentalidad y nue-
vas aspiraciones. ,No mata el verdugo sino
109
I
i,
l'

l
la organización_ Sin la cual SU, oficio careca- Cómo -soltarse del amarradero, -_orga.
ria de seritido. . - _. _. __ _ - nizarse. y pesar en los destinas de uri Pais
En 131 ámbito- de nuestra -doble .sociè- cxtrafio, sin cultura y sin medios? No de-
dad tradicional, el liberausmo tûvo·- su berfa seguirse predicàndo tan de carrera la
peculiar apogeo solamente al más alto ni-- ljberalización de nuestras masas, pues qué
vel nacional y Pof encima de "ias front.eras liberalisme -auténtico puede siquiera en
de partido: en la cultura, en la .economiá, -principio existir_sin información, sin con-
en las mstituciones politicas. Àbajo, la Na. ceptos, sin comunicación, en un mundo ho-
ción· analfabeta e instrumental, aisiada e mogéneo. e impermeable? Gritos én el ca-
inferiorizada. Nada tuvieron los paladines bildo o en dia de bando, pufietazos para
para 9frecerle a cambio de su tolerancia con espantar el mercado, asonadas de tiempo
Ia falta de iniciativa que les servia de fun- en tiempo, vivas a la libertad y arrestos
damento sino el juego de las pequefias li- jacobinos 6 ultramontanos, todo esto se
bertades de la democracia anodina, ûtil y produce por razones humanamente _elemen-
neeesaria pririlordialmente a la clase _poli- tales suficientes y sin que haya ·para ello
tica- y dominante. De uno a otro plano ' en- necesidad de recurrir a explicaciories ideo.
.
tre los esfuerzos y los recursos, la liberali- lógicas. ,
zación no circuló nunca en verdaci y con
poderes de eficacia. Tras el telón de las Hoy el hombre se informa. La calle es
pre~tigiosas formas institucionales; el hom- su Universiqad. Oye el rádio y lée el perió-
bre nuestro anidaba en su cubil reducido dico. Puede querer con conocimiento de
a la impotencia de querer y a la incapaci- causa y confrontar alternativas; posée jui-
clad de· elegir eauces para su propia vida. cio crftico. Los miradores cul~urales y el
Es sensato esperar indefinida resi.gnaclón fl.gravamiento de su problemática económi-
con una libertad politica que nunéa tuvo ca y. social le han dejado entrever que no
fuerza para cambiar su suerte? Poclià reu- se puede seguir llamando libre a un hombre
nirse; si~- a los palmoteós de -protesta sm sin opciones, atrapado en la servidumbre
económica, ni democracia a un juego en el
consecuencia, ir a las urnas para consagrar
sucesivamente las combinaciones" de póder; .que no· se juega nada. Y de esta claridad po-
pero un consenso mayoritario ni n g ûn litica y de las .convulsiones de la vida so-
ries~o implic~ para Ia minorlas drondas- y
cial1Tiene haciendo ya su fuerza, una fuerza
su cmdadela unperturbable>- -;: · ·' -· - que no es mera turbulencia de· monto:neras

110 111

--
levantiscas sino vuelta de página ·en la bis, A ellos correspönde demostrar que. no
toria. quieren la dictadura con sus riesgos pre-
El pr.ogreso cultural y la agudización torianos. del peor tipo tr.opical, evitándola,
de la crisis agitan un estandarte que reela- o sea poniendo en marcha medidas capa-
ma econornia para todos, y esto no puéde ces de modificar el estado de cosas. Si la
ser obtenido sino con el cambio politico antigua estructura politica es mcapaz de
hacia el vigoroso y sineera impulso de una cambiar de frènte desde el Gobiemo; o por
dirección y planificación de la econornia na- renuencia o por su apristonamièntb dentro
cional al servicio del Pafs. Pero cuántos in- del nudo estrangulador de los intereses
tereses hay que allanar para que este ideal creados, Ie queda la alternativa de un ho-
p:ueda verse realizado, cuántas sinrazones menaje respetuoso al juego eleetoral a-
qué quebrar para que se imponga la razón! briendo cauce a la o:Posición y renuncian-
Será posible esta busqueda · estatalmente do al autogolpe y a un inocuo militarisme
centralizada de la libertad efectiva y con- de bolsillo. La mejor confesión de ineficacia
creta para todos dentro del marco de lru:; . de nuestro juego politico seria la apelación
viejas libertades politicas? Podrá ser redi- al cinismo para sabotear su propio sistema
mido este feudo de unos pocos que ha vè- cuando ha dejado de obedecer a las prác-
nido siendo nuestra sociedad, para desana- ticas viciosas de la bipocresfa.
jenar sus recursos, sin un sistema polftico
eminentemente coactiv.o? O.querrá el Pafs. Con su enorme fuerza moral, como de
~eguir · soportando el nialabarismo dilato- cariátide que de pr.onto vuelve de su mudo
i'io? A la teorfa tocà apenas narrar la ex. y centenaria suefio de justicia para exigir
periencia que parecerfa confirmar Ia do- su paga a cualquier costo, inclusive al de
méstica observación: ·que nadie depone de bandonar a su propia gravedad toda la ar.
buen grado sus privilegies. Per.o ·tal impo- quitectura del Viejo y averiado edificio na-
sibilidad radicarfa en la realidad de las co- cional, el Pafs reelama un orden nuevo. Cuál
sas y no en el carácter antitétioo de prin- - sea la forma de este cambio inevitable y
cipios que teóricamente todo el mundo qui- que por su neeesaria extensión, profundi-
siera conciliar. Si esta posibilidad alin exiS- dad y urgencia no puede llamarse sino re-
te, tiene la vieja clase dirigente oportunidad volucionario, es responsabilidad histórica
de probarlo innovando la politica o. propi~ escoger a los directores de escena; dfgaselo
c~ando su . propio relevo. sin ironfa. Si a la reivindicación no se res-

112 113
ponde con libertades cTeadoras, nadie po-
drá quejarse después si vivimos ahora, sin
saberlo, el epilogo de las libertades tradi-
cionales. ·
A estos dilemas nos trajo ya, con su
riquëza de conflictos y complejidad de sig-
nificados, el camino de la sociedad nueva.

114
:' ·~·· '.

Se termlnó dè imprimlr ésta primera


edición de Colombia en el proceso
del cambio el dfa 2 de Jullo de 1971
en los talleres de la Edltorial Visión
litografia.

··-~.

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