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NOMBRE: ELADIO MARTINEZ


ID: 6-717-2069
TEMA: CUAL ES EL CAMBIO MAS GRANDE QUE HA PRODUCIDO O
PRODUCIRA EL COVID-19 EN EL SER HUMANO. EJEMPLOS
PROFESIONALES Y PERSONALES QUE E PODIDO EXPERIMENTAR.
ANALISIS
La pandemia COVID-19, causada por un nuevo coronavirus, el SARS-CoV-2, se ha
convertido en una amenaza para la humanidad, desencadenando la peor crisis sanitaria de
este siglo. Más de veinte millones de personas han sido ya infectadas por el virus y más de
y millones han fallecido producto del mortal virus.
Uno de los desafíos más prioritarios a los que tenemos que enfrentarnos es avanzar en el
conocimiento tan limitado que tenemos de la biodiversidad natural de virus y otros
patógenos que potencialmente pueden ser dañinos para la humanidad.
La actual crisis producida por la COVID-19 ha puesto de manifiesto la importancia de las
medidas no farmacológicas en la contención de enfermedades infecciosas. Esta experiencia
“in vivo” muestra que para contener futuros brotes de COVID-19 o infecciones de
naturaleza similar, es necesario, por un lado, generar y disponer de información de calidad
suficiente y actualizada sobre la propagación de la enfermedad, y por otro lado,
implementar medidas a tiempo real
tanto de contención epidemiológica (cuarentena, distanciamiento social, uso de mascarilla),
como de rastreo de casos positivos (asociados a tests PCR por ejemplo) entre la población.
Todo ello, debe hacerse ofreciendo a la ciudadanía instrucciones claras y contrastadas sobre
las líneas mismo tiempo transmitir información a la ciudadanía que puede ser útil para
contener la
pandemia (ej. minimizar comportamientos de riesgo). En el contexto actual, con circulación
de un virus residual y posibilidad de rebrotes (período que se prevé largo) podría ser clave
el uso de aplicaciones móviles e iniciativas impulsadas a través de la comunidad para
aumentar la trazabilidad de los contactos, realizar mejores estimaciones de movilidad y
distanciamiento social, o para prevenir comportamientos de riesgo. Un uso adecuado de
estas metodologías, en un contexto de ciencia abierta y participativa y que preserve la
protección de datos y la
privacidad, puede reforzar un círculo virtuoso de confianza entre ciudadanía, científicos y
sanitarios que es clave para aplacar la epidemia de forma ágil y sostenible en el tiempo.
de actuación y el establecimiento de reglas de comportamiento para minimizar el riesgo, en
un entorno de incertidumbre enorme que favorece la desinformación y la propagación de
“fake news”.
A estas alturas, a nadie se le escapa la utilidad de las nuevas tecnologías (móviles e
internet)
para generar datos masivos de distinta índole (movilidad, síntomas, rastreo de contactos).
También puedo añadir que la pandemia demostró que no importa clase social alguna ni los
poderes económicos ya que la misma ataco a potencias mundiales a la cual puso de rodillas.
Hoy el ser humano empieza a recuperarse de las secuelas que ha dejado el covid-19 y se
reinventa para poder seguir sobre viviendo.
Los medios de trasmisión de información como de comunicación es decir las redes sociales
sirvieron de puente para que el comercio no fracasara en su totalidad gracias a estas
herramientas tecnológicas el mundo no se paralizo por completo.
Al igual que en el terreno económico, el impacto del COVID-19 en el ámbito social está
siendo muy fuerte. Como se ha señalado antes, el coronavirus está afectando de manera
creciente el aumento del desempleo
y el subempleo, pero también disminuye la calidad del trabajo a través de la reducción de
salarios, el consumo de bienes y servicios y el acceso a la protección social. Y esto golpea
sobre todo a los amplios estratos de población que viven en situación de pobreza y
vulnerabilidad, así como a aquellas personas que trabajan en el sector informal y en
actividades más expuestas a reducciones salariales y despidos.
Otro sector vital gravemente afectado por la pandemia es el de la educación. Antes del
COVID-19, el mundo ya enfrentaba una crisis de aprendizajes. Como registra el Banco
Mundial (2020b), antes de la pandemia 258 millones de niños y jóvenes en edad escolar
estaban fuera de la escuela. Una baja calidad educativa significaba que muchos de los niños
que estaban escolarizados aprendían demasiado poco. La tasa de pobreza de aprendizajes
en los países de ingreso bajo y de ingreso mediano era del 53%, lo que significaba que más
de la mitad de los niños de 10 años no podían leer y comprender un relato sencillo
adecuado para su edad. Peor aún, la crisis no estaba distribuida de manera equitativa: los
niños y jóvenes más desfavorecidos eran quienes menos acceso tenían a la escuela, con
tasas de deserción escolar más altas y mayores déficit en el aprendizaje.
Entre los ejemplos que puedo mencionar personalmente es que era un empleado de una
empresa privada y fui suspendido de mi trabajo, debido que la empresa no producía la
cantidad de producto suficiente y muchos del personal se contagio del covid-19 mi
economía se debilito afecto a los pagos de mis obligaciones bancarias afecto mis estudios, y
hasta mía alimentación y la de mis hijos. Como se desprende de lo expuesto hasta aquí, la
pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve un abanico de riesgos globales en todos los
campos y dimensiones del desarrollo, y constituye una prueba de resiliencia para las
sociedades, las culturas y las economías, que se ve reflejada incluso en los índices de
desarrollo humano.

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