EN MARÍA SE CUMPLEN LAS PROMESAS DE A lo largo de la historia, Dios se presenta varias veces ante los hombres para
DIOS. decirles lo que espera de ellos, darles una misión. Hay personajes muy cercanos a
María es la mujer elegida por Dios, para ser la mamá de
Jesús. Pero no a la fuerza, sino que le envía un ángel para
preguntarle si ella quiere ser la mamá de su Hijo. En la
anunciación, María recibe del Arcángel San Gabriel esta
invitación hecha por Dios, a la cual ella accede con fe,
amor y humildad. María se pone en las manos de Dios con
total confianza, aunque sabe que no será nada fácil la
tarea que Dios le está encomendando. María es la mamá
de Jesús, pero también es nuestra Madre, porque así lo
quiso Jesús, justo en el momento de su muerte. Nos dejó a su mamá para que
nosotros tuviéramos una persona cercana y amorosa, a la que pudiéramos imitar,
por ser un modelo para todos nosotros.
En María se cumplen todas las profecías del Antiguo Testamento que llenaban de
esperanza al pueblo creyente, la figura femenina es restaurada en su perfección
original, la perfecta escucha y obediencia a Dios. De esta manera Dios realiza su
justicia, envía a su Hijo y vence al mal, al pecado y a la muerte.
En la historia de salvación de Israel, la mujer tiene un protagonismo importante
tanto para el mal como para el bien. La Biblia nos cuenta que los derechos y
valores de la mujer están muy limitados. Jesús reclama esa dignidad para ellas, las
trata bien, las alaba por su fe y generosidad, acepta que le sirvan, les tiene en
cuenta para sus milagros y enseñanzas y les hace sus anunciadoras. Más aún,
Dios, ha escogido una mujer, María, para ser la colaboradora en la obra de
Salvación. El ángel Gabriel, interviene a la hora de la Salvación. Así, al hablar de
Gabriel, el evangelio nos da a entender que para María todo empezó con la
certeza de estar en el lugar y a la hora en que se decidía la suerte del mundo.
María fue la que participó a la iglesia primitiva los secretos de la concepción de
Jesús. ¿Cómo expresaría una experiencia tan interior, y cómo la relataría?
Todo se decide en un encuentro íntimo de persona a persona. El ángel fue
enviado por Dios y solamente dice lo que Dios está realizando en el alma de
María. María es realmente llena de gracia porque Jesús nació de ella. Jesús no es
hijo de ella solamente por la carne, es hijo de su alma y de su fe. Al lado del Hijo
de Dios hecho hombre, en ella, Dios se hizo conocer al mundo. Al lado de Cristo, el
nuevo Adán, ella es la verdadera madre de los vivientes, la mujer de la nueva
creación que se contrapone a Eva pecadora
Dios, como Abraham, Moisés, Elías… pero en ninguna otra ocasión aparece un
saludo como el que se le dirige a María. Se le dice: “llena de gracia”. Eso quiere
decir, que es una persona pura, limpia de corazón, que está unida a Dios y que le
ama con todo su ser. Y una vez que le ha saludado, le da una noticia única y
extraordinaria: María ha sido elegida para ser la madre de Dios, para que el Señor
pueda venir a la tierra y vivir entre los hombres y las mujeres, dándoles a conocer
la vida y la Buena Noticia que Dios tiene para toda la humanidad. Ante esta noticia
tan extraordinaria, María queda casi sin respiración, preguntando cómo iba a
pasar eso, si ella, todavía no estaba viviendo con José, pues aunque ya se había
formalizado su matrimonio, todavía no vivían juntos. Y aquí el ángel le da otra
noticia muy sorprendente: el hijo que tendrá no será de ningún hombre, sino que
el Espíritu Santo hará un milagro especial con ella para que pueda tener a Jesús
sin necesidad de un hombre. Ante esta petición de Dios, sólo queda la respuesta
de María. Ella, con la sencillez, la confianza y el amor que le caracteriza, le dice
que se pone en las manos del Señor y que haga con ella lo que ha dicho. María le
dice sí a Dios, para convertirse en la madre de su hijo Jesús.
Cuando Dios eligió a la mujer que sería la madre de Jesús pensó en María, ella era
una joven sencilla, humilde, que amaba mucho a Dios y que vivía en un pueblo
pequeño que se llamaba Nazaret. Lo importante para Dios es el corazón bueno
que tengamos. Eso es lo que más le gusta, porque sabe, que con un corazón
bueno, haremos mucho bien y haremos que nuestro mundo sea mejor, que la
gente sea más feliz y que todos nos queramos cada vez un poquito más. Ella, con
su confianza y amor hacia Dios, nos enseña cómo debemos hacer nosotros para
estar siempre cerca de Él. Dios siempre nos acompaña, aunque a veces no
sepamos sentirlo, pero lo cierto, es que siempre está cerca de nosotros para
ayudarnos en lo que nos va pasando. Por eso es tan importante tenerle confianza
y, en la oración, hablar con él contándole lo que hacemos, lo que nos ha alegrado
el corazón, lo que nos ha proporcionado tristeza, lo que queremos hacer y lo que
no hemos podido hacer. Dios se alegra mucho, cada vez que nos acercamos y le
hablamos en la oración. María nos invita a decirle Sí a Dios cumpliendo nuestras
tareas de casa y de la escuela, haciendo buenas acciones con nuestra familia y
amigos, visitando y hablando con nuestra oración a Él.
¿A quién eligió Dios para ser la mamá de Jesús? ¿Cómo se llama el Ángel que le
anunció a María? ¿Cómo saludó el Ángel a María? ¿Cómo se sintió María al
escuchar el saludo? ¿Qué le dijo después el Ángel? ¿Qué le respondió María al
ángel? ¿Qué podemos hacer para amar a la Virgen María? ¿Cómo nos enseña la
Virgen María a responder a Dios?
EN MARÍA SE CUMPLEN LAS PROMESAS DE
DIOS.
María es la mujer elegida por Dios, para ser la mamá de
Jesús. Pero no a la fuerza, sino que le envía un ángel para
preguntarle si ella quiere ser la mamá de su Hijo. En la
anunciación, María recibe del Arcángel San Gabriel esta
invitación hecha por Dios, a la cual ella accede con fe,
amor y humildad. María se pone en las manos de Dios con
total confianza, aunque sabe que no será nada fácil la
tarea que Dios le está encomendando. María es la mamá
de Jesús, pero también es nuestra Madre, porque así lo
quiso Jesús, justo en el momento de su muerte. Nos dejó a su mamá para que
nosotros tuviéramos una persona cercana y amorosa, a la que pudiéramos imitar,
por ser un modelo para todos nosotros.
En María se cumplen todas las profecías del Antiguo Testamento que llenaban de
esperanza al pueblo creyente, la figura femenina es restaurada en su perfección
original, la perfecta escucha y obediencia a Dios. De esta manera Dios realiza su
justicia, envía a su Hijo y vence al mal, al pecado y a la muerte.
En la historia de salvación de Israel, la mujer tiene un protagonismo importante
tanto para el mal como para el bien. La Biblia nos cuenta que los derechos y
valores de la mujer están muy limitados. Jesús reclama esa dignidad para ellas, las
trata bien, las alaba por su fe y generosidad, acepta que le sirvan, les tiene en
cuenta para sus milagros y enseñanzas y les hace sus anunciadoras. Más aún,
Dios, ha escogido una mujer, María, para ser la colaboradora en la obra de
Salvación. El ángel Gabriel, interviene a la hora de la Salvación. Así, al hablar de
Gabriel, el evangelio nos da a entender que para María todo empezó con la
certeza de estar en el lugar y a la hora en que se decidía la suerte del mundo.
María fue la que participó a la iglesia primitiva los secretos de la concepción de
Jesús. ¿Cómo expresaría una experiencia tan interior, y cómo la relataría?
Todo se decide en un encuentro íntimo de persona a persona. El ángel fue
enviado por Dios y solamente dice lo que Dios está realizando en el alma de
María. María es realmente llena de gracia porque Jesús nació de ella. Jesús no es
hijo de ella solamente por la carne, es hijo de su alma y de su fe. Al lado del Hijo
de Dios hecho hombre, en ella, Dios se hizo conocer al mundo. Al lado de Cristo, el
nuevo Adán, ella es la verdadera madre de los vivientes, la mujer de la nueva
creación que se contrapone a Eva pecadora
A lo largo de la historia, Dios se presenta varias veces ante los hombres para
decirles lo que espera de ellos, darles una misión. Hay personajes muy cercanos a
Dios, como Abraham, Moisés, Elías… pero en ninguna otra ocasión aparece un
saludo como el que se le dirige a María. Se le dice: “llena de gracia”. Eso quiere
decir, que es una persona pura, limpia de corazón, que está unida a Dios y que le
ama con todo su ser. Y una vez que le ha saludado, le da una noticia única y
extraordinaria: María ha sido elegida para ser la madre de Dios, para que el Señor
pueda venir a la tierra y vivir entre los hombres y las mujeres, dándoles a conocer
la vida y la Buena Noticia que Dios tiene para toda la humanidad. Ante esta noticia
tan extraordinaria, María queda casi sin respiración, preguntando cómo iba a
pasar eso, si ella, todavía no estaba viviendo con José, pues aunque ya se había
formalizado su matrimonio, todavía no vivían juntos. Y aquí el ángel le da otra
noticia muy sorprendente: el hijo que tendrá no será de ningún hombre, sino que
el Espíritu Santo hará un milagro especial con ella para que pueda tener a Jesús
sin necesidad de un hombre. Ante esta petición de Dios, sólo queda la respuesta
de María. Ella, con la sencillez, la confianza y el amor que le caracteriza, le dice
que se pone en las manos del Señor y que haga con ella lo que ha dicho. María le
dice sí a Dios, para convertirse en la madre de su hijo Jesús.
Cuando Dios eligió a la mujer que sería la madre de Jesús pensó en María, ella era
una joven sencilla, humilde, que amaba mucho a Dios y que vivía en un pueblo
pequeño que se llamaba Nazaret. Lo importante para Dios es el corazón bueno
que tengamos. Eso es lo que más le gusta, porque sabe, que con un corazón
bueno, haremos mucho bien y haremos que nuestro mundo sea mejor, que la
gente sea más feliz y que todos nos queramos cada vez un poquito más. Ella, con
su confianza y amor hacia Dios, nos enseña cómo debemos hacer nosotros para
estar siempre cerca de Él. Dios siempre nos acompaña, aunque a veces no
sepamos sentirlo, pero lo cierto, es que siempre está cerca de nosotros para
ayudarnos en lo que nos va pasando. Por eso es tan importante tenerle confianza
y, en la oración, hablar con él contándole lo que hacemos, lo que nos ha alegrado
el corazón, lo que nos ha proporcionado tristeza, lo que queremos hacer y lo que
no hemos podido hacer. Dios se alegra mucho, cada vez que nos acercamos y le
hablamos en la oración. María nos invita a decirle Sí a Dios cumpliendo nuestras
tareas de casa y de la escuela, haciendo buenas acciones con nuestra familia y
amigos, visitando y hablando con nuestra oración a Él.
 ¿A quién eligió Dios para ser la mamá de Jesús? ¿Cómo se llama el Ángel que le
anunció a María? ¿Cómo saludó el Ángel a María? ¿Cómo se sintió María al
escuchar el saludo? ¿Qué le dijo después el Ángel? ¿Qué le respondió María al
ángel? ¿Qué podemos hacer para amar a la Virgen María? ¿Cómo nos enseña la
Virgen María a responder a Dios?