Está en la página 1de 2

Ya no podía soportarlo, no quería soportarlo, no debía hacerlo.

Se dirigió a paso rápido hacia el


armario, rebusco hasta encontrar su maleta y metió toda su ropa dentro de ella.

Este iba a ser el adiós definitivo, no pensaba aguantarlo más. Le dolía hacerlo, per debía pensar
en ella misma, debía poner su salud por sobre todas las cosas. Pero, antes de irse de aquella
casa, decidió despedirse mediante una carta.

Con lápiz y papel en el escritorio, hermosos recuerdos en su mente, un dolor incesante en su


corazón y un nuevo futuro esperando por ella, empezó a escribir.

“Para mi querido Arturo:

Sí, me eh ido. Me eh marchado dejando atrás todos esos bellos momentos que
vivimos juntos. Dejando atrás todas esas lagrimas que derrame por tu amor.
Despojando todos los dolores que me has causado con tus mentiras, con tus
golpes, con tus gritos, con tu sola presencia.

Y aunque creas que realmente no me dolió irme, estas muy equivocado. Quizas
no hayas sido el mejor de los hombres, pero fuiste el primero en mi vida, fuiste
aquel que me enseño cosas hermosas tanto como horribles. Así que, no creas
que soy una despiadada sin corazón, la única persona despiadada y sin corazón
eres TÚ.

Con esta carta me despido para siempre de ti, me despido de todos tus
maltratos. Con lágrimas en mis ojos te dijo adiós para siempre Arturo, y te pido
que nunca vuelvas a buscarme, porque no estaré para contestar a tu llamado.

Te pido que hagas como si me hubiese muerto, como si no fuera más que
polvo que se fue con el viento. Como si fuera la fresca brisa en la mañana, que
al avanzar el día se esfuma. Piensa en mí como la espuma del mar, que se va
junto con las olas. Piensa como si yo ya no formará parte de tu vida, porque así
será de ahora en adelante.

Con estas últimas palabras me marcho, llevándome todo lo que me hace feliz,
y dejando atrás mi pena y mi dolor.

ATT: Julieta, ya nunca más tuya”

Terminando su escritura se limpió las lágrimas, de armó de valor y tomo su maleta. Se dirigió a
la salida, dejando atrás todos sus males. Dejando atrás a aquel hombre que la hizo feliz, al
mismo tiempo que la hizo sufrir.

Tomo sus llaves y abrió el cerrojo. Se volteó unos segundos para ver su antiguo hogar. Los
recuerdos la invadieron. Recordó el día que se mudaron allí. Recordó esa tarde de lluvia
cuando miraban una película abrazados. Recordó la primera discusión. Recordó el primer
golpe. Recordó la primera vez que lo perdono. Recordó la primera infidelidad. Recordó
también cuando su mejor amiga la hizo recapacitar.

Agitando levemente su cabeza alejo esos pensamientos. No podía tardar más, su marido
llevaría dentro de una hora.
Saló de la residencia para encontrarse son un automóvil, se subió a este. Dentro al esperaba
Ximena, su mejor amiga. Esta observo a Julieta subir al vehículo, y la miro con una sonrisa
pensando: ‘lo hiciste, finalmente te libraste de ese infierno’. Julieta la miro, sonrió levemente
antes de romper en llanto.

Ximena la abrazo, y el susurraba que todo estaría bien, que ya no habría golpes, que ella
estaría mejor que nunca, que fue muy valiente. Pasaron unos minutos hasta que se calmó, y
decidió dar inicio a su nueva vida. Observo el anillo en su dedo, había olvidado quitárselo. Sin
dudar ni un segundo se lo quito y lo lanzo por la ventana.

Y junto con su mejor amiga se fue en busca de un nuevo futuro, en busca de la verdadera
felicidad.

También podría gustarte