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Erick Raúl Baqueiro Cárdenas y otros investigadores buscaron determinar la relación entre los
moluscos son un grupo megadiverso que en cuanto a número de especies y los impactos que
sufren ante la contaminación, así como sus mecanismos etológicos y fisiológicos de adaptación o
sobrevivencia, para dar respuesta a los interrogantes planteados debemos conocer que es la
contaminación y esta puede definirse como la introducción de sustancias u otros elementos físicos
en un medio (ecosistema), que alteran el mismo y provocan que este sea inseguro o no apto para
su uso (por especies nativas del ecosistema).
Como se menciona anteriormente y a lo largo del articulo si hay presencia de contaminantes los
moluscos sufrirán de alteraciones que pueden ser modificaciones en su comportamiento, en su
fisiología o simplemente en la tolerancia o intolerancia a los contaminantes reflejado en su
supervivencia o mortalidad, la primera respuesta son fenómenos de fuga (evasión) y atracción,
esto se refiere a la movilidad de los gasterópodos alejándose de contaminantes inorgánicos o
acercadose al contaminante con alta carga orgánica, otra respuesta común es la tolerancia
generada de los individuos, esta respuesta se manifiesta en la composición de las comunidades en
los ecosistemas contaminados y se analiza mediante estudios genéticos, la respuesta más evidente
es la sobrevivencia y comportamientos anomalos, una mortalidad anómala de las especies indicara
un factor extraño (contaminante) en su habitad, la bioacumulación y biomagnificación son otro
tipo de respuestas que permitirán la tolerancia, aclimatación o adaptación del organismo.
Finalmente, como respuesta se habla de efectos en el metabolismo, causando daños fisiológicos y
morfológicos en los organismos.
Algo fundamental es identificar el contaminante, el cual es toda sustancia exógena a los moluscos
que cause su alteración, en el artículo se menciona el Tributyltin (TBT), el cual es un grupo
funcional orgánico que causan atracción a los moluscos y por ende movilidad anómala a su
comportamiento habitual, las sustancias exógenas más comunes son los metales pesados como el
Cu, Zn y Ag que provocan modificaciones o debilidad fisiológica en los moluscos, otros metales
como el As, Hg, Pb y Sn causan alteraciones de bioacumulacion, misma respuesta provocan los
hidrocarburos aromáticos policíclicos (polycyclic aromatic hydrocarbons, PAHs), los moluscos
también son indicadores de sustancias exógenas como proteínas tipo CYP1-A y MXR,
hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH’s) bifeniles policlorinados (PCB´s), pesticidas y metales
traza.
Anteriormente se mencionó como respuesta cambios fisiológicos y morfológicos, considerados
como daños, tales como cambios en los niveles de 5HT (serotonina) y DOPA, tanto en la glándula
digestiva como en el tejido muscular, además de relajación muscular y el incremento de poros en
la membrana subcelular del tracto digestivo, lo que se interpreta como una reacción al estrés, se
encontraron alteraciones de distribución diferencial subcelular, deterioro de la porción lipídica de
la membrana celular y la del lisosoma, reducción en la capacidad fagocítica y en su potencial de
reproducción y crecimiento, incluso se evidencian deformaciones y afectaciones a nivel de los
cromosomas.
Lo principales beneficios que identifico para el uso científico, ambiental y de salud pública de los
moluscos como indicadores de contaminación son el bajo costo, sin mantenimiento ni costo
energético para su implementación, solo se requiere de un monitoreo y costos en análisis de
laboratorio, por ende, el biomonitoreo permanente de las comunidades resulta ser económico
comparado con los análisis fisicoquímicos, suministran datos de situaciones pasadas y funcionan
para predecir eventos futuros, cuentan con un amplio grado de dispersión y fácil identificación de
fuentes contaminantes. Como se observa en la lectura da la posibilidad de observar efectos
fisiológicos y morfológicos en las especies, teniendo en cuenta que las comunidades reflejan
muchas condiciones del sistema (físicas, químicas, biológicas y ecológicas).
Todo esto implica métodos de investigación científica eficaces con resultados reales a bajo costo,
lo que permite un desarrollo investigativo considerables, a nivel ambiental ayuda a identificar
contaminantes y tomar acciones para la recuperación y restauración ecológica de ecosistemas
degradados, lo que asegura la supervivencia de especies y ecosistemas con flujos energéticos
acordes a lo esperado, finalmente estos bioindicadores pueden ser utilizados en estudios de
calidad del agua más inmediatos y prevenir enfermedades en el ser humano por consumo de agua
contaminada.