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Maurice Merleau-Ponty

Fenomenología de la Percepción
Primera Parte “El Cuerpo”

Universidad : Arcis
Escuela : Psicología
Cátedra : Psicología General 2
Profesor : Cristián Idiaquez
Integrantes : Miriam González y Magaly Jáuregui
Fecha : 17 -05- 2011

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1. Introducción

Vamos a adentrarnos al mundo misterioso y desconocido del cuerpo, de los cuerpos. De esa la carga
pesada que llevamos a diario como la concha del caracol, nuestra casa. O de esa belleza de sentirlo
unido al universo de sensaciones con la que se reviste a diario. Cómo nos alcanza y envuelve por la
estación del ser-en-el-mundo, sujetos, objetos de odios y deseos, placer y displacer. Cansado y
envejecido lleva sobre su huella nnemica toda la experiencia acumulada; liviano y terso, quiere poseer
y aprehender sin agotarse nunca.

Vamos a su fenomenología tal cuál, sin arreglines conceptuales, desnudo tal vez para dar con él, en su
justa medida, apreciación de temporalidad, ubicación de espacialidad, un cuerpo dando vueltas hasta
dar con su interior más íntegro, más conmovido.

Merleau-Ponty introduce la fenomenología de la percepción y desde ahí nos enseña a conocernos


sujeto-objeto, observado y expuesto. Compartiendo espacios, actuando roles (performateado),
asfixiado de culpas, escuchando sus latidos. Mostrándose e inhibiéndose, retraído y segado en un mar
de percepciones que pasan de lado, viendo sin mirar, oyendo sin escuchar. Finalmente un milagro
sobre el espejo azul de los cristalinos sentidos de nuestra percepción.

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2. Reseña sobre la vida y obra de Maurice Merleau-Ponty

Nació en Rochefort, Francia el 14 de marzo de 1908. Tras terminar sus estudios en el Liceo Louis-le-
Grand de París, Merleau-Ponty ingresó a la Escuela Normal Superior de París, en la misma época que
Sartre, dónde terminó la carrera de filosofía como segundo de su clase en 1930.

Fue profesor de filosofía de la Universidad de Lyon (1945 a 1948), y profesor de psicología infantil en
la Sorbona (1949 a 1952). Al final, se vuelve titular de la cátedra de filosofía del Collège de France a
partir de 1952 y hasta su muerte en 1961, siendo uno de los más jóvenes en acceder al mencionado
Collège de France.

El primer trabajo importante de Merleau-Ponty fue La estructura del comportamiento (1942),


una crítica al conductismo. Su obra fundamental Fenomenología de la percepción (1945), es un
estudio detallado de la percepción con influencias de la fenomenología del filósofo alemán Edmund
Husserl y de la psicología de la Gestalt.

Merleau-Ponty también formó parte del comité editorial de la revista Les Temps modernes como
editor político, desde su fundación en octubre de 1945 y hasta diciembre de 1952. Murió de un paro
cardíaco la noche del 5 de mayo de 1961 a los 53 años, aparentemente mientras preparaba una
disertación referida a Descartes. Su cuerpo está enterrado en el Cementerio de Père-Lachaise de París.

El cuerpo no es un objeto. Por la misma razón,

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la conciencia que tengo de él no es un pensamiento,
es decir no puedo descomponerla y recomponerla para formar una idea clara.
Ya se trate del cuerpo del otro o de mi propio cuerpo,
no dispongo de ningún otro medio de conocer el cuerpo humano más que vivirlo,
es decir de retomar por mi cuenta el drama que lo atraviesa y confundirme con él.
Yo soy pues mi cuerpo, por lo menos en toda la medida que tengo un
capital de experiencia y,
recíprocamente, mi cuerpo es como un sujeto natural,
como un bosquejo provisional de mi ser total.
Merleau-Ponty, M; La structure du comportement, París, P.U.F, 1949.

A. El cuerpo como objeto y la fisiología mecanicista

La fisiología nerviosa supera el pensamiento causal. El sentido de la vista por ejemplo, ante un daño
orgánico, se va reestructurando. No se pierde ni total ni inmediatamente el sentido. Al principio todos
los colores se modifican pero su tonalidad sigue siendo la misma, es como si la percepción primaria
quedara en el registro histórico nnemico para siempre, con este registro el sentido sigue construyendo
la percepción. El fenómeno del miembro fantasma, puede una persona a la que se le han amputado las
piernas, seguir sintiendo dolor en sus tobillos, su cuerpo se tendrá que acostumbrar a dejar de sentir.
En este caso la explicación fisiológica y la explicación psicológica son igualmente insuficientes.

Si yo miro un casa desde enfrente de la vereda la veré de manera distinta de quien la mira desde
arriba, y aunque tanto el otro como yo la miráramos desde la misma esquina, pegados el uno al otro,
no la veríamos exactamente igual. Nuestros cuerpos ponen una distancia de espacialidad que nos hace
ver desde distinta perspectiva. Opone resistencia, ocupa no solo un espacio físico, sino un espacio
sensorial.

B. La experiencia del cuerpo y la psicología clásica

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La psicología clásica planteaba la separación del cuerpo-objeto. Puedo distinguirme de la mesa porque
me se y se que puedo separarme de ella. Sin embargo solo puedo con suerte verme la nariz, puedo
reconocerme ante un espejo, pero aún así son mis sentidos observando un objeto en frente. Puedo
reconocerme, si hago el ejercicio, de a poco, mirándome desde abajo hasta mi cabeza, pero cuando
preciso entrar, llegar a mis ojos, mi boca, debo acudir a una imagen que es proporcionada, pero no mía
siempre querré ir más al interior de mí. Es aquí donde la literatura de Descartes lo convoca, lo critica,
pero lo adentra al misterio de ir descapándonos, como una cebolla, tela por tela...en este recorrido
cuánta verdad habrá, cuanto conocimiento y experiencia y que haremos cuando no queden más capas
que sacar?

C. La espacialidad del propio cuerpo y la motricidad

El cuerpo no está en el espacio, habita el espacio y ejerce presión sobre este, se mueve en él, lo recorre
y destroza. Abre puertas y ventanas, y lo consume. El hábito como adquisición motriz de una nueva
significación.

El cuerpo es la sede de nuestro self. Aun si el cuerpo no fuera sino un envoltorio de lo que
llamamos nuestra “vida interior”, es el atractivo, la belleza, la elegancia y el encanto de ese envoltorio
lo que seducirá a los demás.

El modo en que manejamos nuestro cuerpo es algo que se aprende, en tanto, al mismo
tiempo, el modo en que otros nos ven es también el producto de expectativas comunes. Las
desviaciones de estas expectativas pueden causar reflexión, a la vez que reacción en otros,
colocando a los identificados como “diferentes” en desventaja, a pesar de las evidentes destrezas,
habilidades y contribuciones que pueden hacer a la sociedad.

Así, la forma del cuerpo, el modo en que está vestido y arreglado, y el modo en que se
mueve, son mensajes para los demás.

La facilidad o dificultad de relacionarnos con otras personas o el deseo de los otros de vincularse con

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nosotros depende de muchos factores, entre ellos del mensaje escrito en nuestro cuerpo. Si las demás
personas nos evitan, si no somos un “éxito social”, si las personas con las que nos gustaría asociarnos
no parecen disfrutar de nuestra compañía, o eluden la alternativa de un compromiso duradero, puede
haber algo que anda mal en el mensajero: nuestro cuerpo. Puede que tenga más que ver con
nuestro propio rechazo al cuerpo que nos contiene.

D. La síntesis del propio cuerpo

Las SENSACIONES Y PERCEPCIONES que vamos integrando del mundo, configuran nuestro cuerpo.
A través de la espacialidad y corporeidad, la unidad del cuerpo vive. Merleau – Ponty plantea
respecto a que la experiencia del PROPIO CUERPO nos habla de cómo arraigar el espacio de la
existencia del cuerpo. Las relaciones que establece el cuerpo con las cosas externas a este y con el
mundo donde convive, no vienen dada por una ley, una estructura, sino que el hombre mismo realiza
la síntesis de estas relaciones, porque el hombre ES, como tal, estas relaciones que se dan en su cuerpo
como un conjunto de "significaciones vivientes". Hay una relación orgánica entre el sujeto y el mundo.
La comprensión de la relación del propio cuerpo con el mundo, con su cultura, la comunicación y el
lenguaje que deriva, pasa por el entendimiento del propio cuerpo como un espacio expresivo, todo
gesto humano expresa una determinada relación con el mundo. Es gracias al fenómeno de estar
instalados en un cuerpo podemos decir que percibimos objetos. Es esta conexión con todo lo
mencionado anteriormente que designa a nuestro cuerpo como el horizonte de nuestra percepción.

E. El cuerpo como ser sexuado

La sexualidad de un individuo es para Merleau – Ponty la expresión de la elección existencial y nos


muestra la necesidad de llegar a las capas más profundas de la existencia para entender ésta en un
sentido unitario. “Hablar de sexualidad humana es hablar de la esencia misma del ser humano”.

El quiere demostrar que la sexualidad no es un automatismo periférico, sino que habla de la existencia
de una INTENCIONALIDAD que sigue el movimiento general de la existencia. Basado en esto que
cualquier anormalidad que afecte al cuerpo repercute en su actitud existencial, aquí la intención no
puede establecerse, ya no puede instaurar una correlación con los datos del mundo objetivo y del

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mundo natural, ya que estos no están presentes. Pues si los estímulos que el enfermo utiliza muy bien
en otras ocasiones, como por ejemplo, los táctiles o visuales, han perdido su significación sexual es
decir han dejado de hablar a su cuerpo, han dejado de situarlo bajo la relación de sexualidad, el
enfermo ha dejado de dirigir al contexto inmediato esta pregunta muda y permanente que es la
sexualidad normal. Para muchos individuos impotentes la intención sexual ha dejado de tener
significación para el cuerpo, se ha roto la correlación entre la sexualidad, como capa primitiva y el
cuerpo propio que los sitúa en el contexto del mundo. Los estímulos sexuales de la relación inmediata
no significan nada para él.

Es un error, reducir la existencia a la sexualidad, pero tampoco puede reducirse la sexualidad a la


existencia, todo en el hombre forma parte de una misma trama. Merleau-Ponty afirma que la
sexualidad humana está ligada a la conciencia y a la libertad y que tiene una significación metafísica,
términos que en el autor tienen un significado coherente con sus presupuestos. "La sexualidad ni está
trascendida en la vida humana ni figura en su centro por unas representaciones inconscientes. Está
constantemente presente en ella como una atmósfera"

Merleau – Ponty menciona como necesario que haya un Eros o una Libido que unan el mundo original
y el mundo propio y que animen un mundo original, den valor o significaciones sexuales a los
estímulos exteriores y designen para cada sujeto el uso que de su cuerpo objetivo hará.

Afirma respecto a la concepción del cuerpo como expresión de la totalidad del hombre; el cuerpo es el
lugar de la apropiación del mundo, que es la función primordial de la existencia más allá de algo que
sólo manifiesta situaciones o estados interiores. Una idea constante es la sobrevaloración de la función
del cuerpo en la existencia humana que adquiere así un carácter materialista. Esta idea hace inútil una
fundamentación de la realidad natural de la existencia puesto que todas las interrogantes se resuelven
en la existencia misma, todo esto es consecuencia de la concepción empírica del hombre.

La afectividad se entiende como un ir y venir de estados de placer y displacer que deben ser
comprendidos y explicados por nuestra organización corpórea. No se la reconoce como un modo
original de conciencia, sino que ya se han realizado en ella transferencias, ya ha actuado la inteligencia
convirtiendo esos estados primarios en valores secundarios. Es necesario volver a la expresión
auténtica de la afectividad, que es la que se da en la existencia, donde el mundo objetivo cada vez está

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menos presente.

F. El cuerpo como expresión y la palabra

Para llegar a entender el fenómeno EXPRESIÓN – PALABRA debemos llegar a superar la dicotomía
clásica SUJETO – OBJETO, es decir reconocer al cuerpo una unidad diferente de la del objeto
científico.

- Pensamiento y lenguaje

Merleau – Ponty habla que el Empirismo, considera el lenguaje como una simple existencia de
"imágenes verbales", vestigios que los vocablos han dejado en nosotros. Se lo entiende como un
fenómeno en tercera persona, se habla y la palabra, en general, es considerada como un ser de razón.

El intelectualismo, por su parte, considera el lenguaje como condicionado por el pensamiento, es el


signo exterior de un reconocimiento interior que no necesita de la palabra; el sentido del vocablo llega
por el pensamiento.

Ambas teorías desconocen que la PALABRA tenga significación propia, en el empirismo nadie hable,
en el intelectualismo, no hay sujeto hablante, sino sujeto pensante. La PALABRA tiene un sentido y la
EXPRESIÓN es como la consumación del pensamiento, el objeto está indeterminado mientras no
tiene un nombre y el propio pensamiento necesita ser formulado para conocerse a sí mismo.

- El nacimiento de la palabra: prolongación y superación de la comunicación silenciosa

La PALABRA no es un signo del pensamiento, sino que el verdadero sentido de la palabra está inserto
en ella y es la palabra la existencia exterior del sentido, es la presencia del pensamiento en el mundo
sensible.

Merleau-Ponty dice que hay un pensamiento dentro de la palabra; que no se necesita representar, sino
que en el acto de pronunciarla aparece en nosotros.

Es necesario volver al sentido original de la palabra, ya que vivimos en un mundo en el que la palabra
está instituida, el lenguaje ya no nos exige ningún esfuerzo de expresión o comprensión. El origen del
lenguaje hay que buscarlo en la gesticulación emocional, donde el hombre enfrenta el mundo dado.

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- El movimiento de comunicación con otro en el GESTO

Poseemos la capacidad de comprender el pensamiento de otro y para eso es necesario que el sentido
de las palabras vengan inducidas por las palabras mismas, que su significación conceptual se forme
por deducción a partir de una significación gestual esencial en la palabra". Ver que la denominación
del objeto acompaña al reconocimiento del objeto, así el discurso no traduce, en el que habla, un
pensamiento ya hecho, sino que lo realiza.

La comunicación nace cuando un sujeto se comunica con otro sujeto hablante, con un cierto estilo
de ser y con el mundo que él enfoca mediante la palabra. El lenguaje nos revela la naturaleza de
nuestro propio cuerpo, porque es el cuerpo el que habla y el que nos permite la comunicación

- El lenguaje instituido

Es imposible superponer en el hombre una primera capa de comportamiento que llamaríamos


"naturales" y un mundo cultural o espiritual fabricado. En el hombre todo es fabricado y todo es
natural, como quiere decirse, en el sentido de que no hay un solo lenguaje, una sola conducta, que no
deba algo al ser simplemente biológico y que al mismo tiempo no rehúya la simplicidad de la vida
animal. Se ve aquí cómo el autor entiende por natural lo simplemente biológico. Lógicamente el
rechazo de una naturaleza humana inmutable le lleva a privar al lenguaje de todo contenido universal.

Se podría definir la palabra como una potencia abierta e indefinida de significar; es decir, capaz de
captar y comprender a la vez un sentido, tiene la capacidad de sedimentarse y constituir una
adquisición subjetiva, esto justifica la importancia que se le da al lenguaje. El lenguaje no es un
instrumento, más bien una "una revelación del ser íntimo y del vínculo psíquico que nos une al mundo
y a nuestros semejantes".

4. Conclusión

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El cuerpo, espacio de expresión dentro del mundo, lugar donde nuestro "YO" encuentra cabida, se
arma desde nuestro primer contacto con el otro, otro que se siente y se percibe, otro como MUNDO.
Mundo que nos invade de las experiencias, a veces de placer, a veces de displacer. Y Ahí nos armamos
como Subjetividad, de ninguna manera, como uno más entre los otros. “El cuerpo es siempre algo
distinto de lo que es”.

A si como nuestro cuerpo se arma, también se rearma, a través de nuevas experiencias y posibilidades.
Es a través de las sensaciones que percibimos, de los espacios que se nos integran, nuestro cuerpo vive.

- Si mis ojos, que me entregan interminables paletas de colores y lúdicas formas, dejaran de
entregar los mismos afectos a mi vida.

- Si a mis manos, que me permiten palpar de infinitas texturas, se les negare la posibilidad de
descubrir nuevos espacios.

- Si a mis piernas, que me permiten recorrer senderos interminables, les desviaran el recorrido.

Tomando como punto de partida el estudio de la percepción, Merleau-Ponty llega a reconocer que el
cuerpo propio es algo más que una cosa, algo más que un objeto a ser estudiado por la ciencia, sino que
es también una condición permanente de la existencia. El cuerpo es, según Merleau-Ponty,
constituyente tanto de la apertura perceptiva al mundo como de la "creación" de ese mundo. Existe por
lo tanto una inherencia de la consciencia y del cuerpo que el análisis de la percepción debe tener en
cuenta. Por así decirlo, la primacía de la percepción significa la primacía de experiencia en la medida
en que la percepción presenta una dimensión activa y constitutiva.

A lo largo de sus obras Merleau-Ponty instaura un análisis que reconoce tanto la corporalidad de la
consciencia como una intencionalidad corporal, contrastando así con la ontología dualista
cuerpo/alma de Descartes, un filósofo a quien Merleau-Ponty siempre se mantiene atento a pesar de
las importantes divergencias que les separa.

5. Bibliografía

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Merleau-Ponty, Maurice. Fenomenología de la Percepción.Ediciones Península, Barcelona, 1975

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