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(Ester 8:3-6)
La Biblia le asigna un gran valor al corazón. No nos referimos en este caso al corazón como al
músculo cardíaco que bombea sangre, sino a la actitud interna que nos refleja desde lo más
profundo. Corazón, en este sentido, como el centro del ser.
Más allá de las presiones y la actitud de la gente, Dios espera que cuidemos nuestro corazón.
Aunque vivimos en una cultura donde la apariencia es lo predominante para aceptar a una
persona, para Dios la prioridad está en el interior, en poseer un buen corazón.
Ester es un gran ejemplo de ello; fue amada por Mardoqueo, por Asuero y por su pueblo,
simplemente por el buen corazón que poseía.
La decisión de tener un buen corazón es nuestra.
Existen muchas cosas que pudieran entristecer nuestros corazones, y que a la vez reduzcan
nuestro ánimo.
Ester 3:13. Y fueron enviadas cartas por medio de correos a todas las provincias del rey, con la
orden de destruir, matar y exterminar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, niños y
mujeres, en un mismo día, en el día trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar, y de
apoderarse de sus bienes.
¿No sería ésta razón suficiente para entristecerse? Ester amaba a su pueblo, y lejos de dejarse
caer en depresión y llanto?
Ester 4:4. “Y vinieron las doncellas de Ester, y sus eunucos, y se lo dijeron. Entonces la reina
tuvo gran dolor”
¿Cuántas veces nosotros nos dejamos vencer por situaciones menos dolorosas?
Sin embargo Ester pensó y actuó como hija de Dios-
Igualmente nosotros, pueden venir lluvia, descender ríos, soplar vientos, como dice mateo 7:25,
pero si estamos sobre la roca, nada nos hará caer.
2. Lo guardaba del enojo enardecido. (Salmos 39:3) “Se enardeció mi corazón dentro
de mí; En mi meditación se encendió fuego, Y así proferí con mi lengua:”
Las emociones son parte de la naturaleza humana, pero hay que aprender a controlarlas,
todas, incluyendo el enojo. Así lo hizo Ester-
Ester 5:3-4 “Dijo el rey: ¿Qué tienes, reina Ester, y cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino
se te dará.
Y Ester dijo: Si place al rey, vengan hoy el rey y Amán al banquete que he preparado para el
rey.”
¿Cuál hubiera sido nuestra actitud? Gritar, llorar e incluso golpear. Es obvio que Ester estaba
preocupada y tal vez enojada, pero demostró un dominio propio que sólo una hija de Dios
puede tener.
Al no controlar correctamente emociones como la ira, no sólo se afectan las relaciones sociales
y personales, sino que también se generan consecuencias nocivas para la salud.
- Aumenta la presión sanguínea, lo que con el tiempo puede provocar el deterioro de las
arterias.
- Se eleva el pulso cardiaco y se genera taquicardia.
- Aumenta la producción de sustancias químicas como la adrenalina, lo que altera el
equilibrio natural del cuerpo.
- Se desequilibra el sistema inmunológico.
- Se provocan contracturas, dolores musculares y jaquecas.
- Se acelera la respiración, provocando que el corazón bombee con más intensidad.
- Aumenta el riesgo de padecer algunas enfermedades como gastritis, colitis y dermatitis.
Ester 8:3. Volvió luego Ester a hablar delante del rey, y se echó a sus pies, llorando y
rogándole que hiciese nula la maldad de Amán agagueo y su designio que había tramado contra
los judíos.
2 Timoteo 2:24: ” Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con
todos, apto para enseñar, sufrido; “
La iniquidad no es otra cosa más que el PECADO, y sabemos que el pecado es lo que nos
aparta de nuestro Dios, por lo tanto enferma a nuestro corazón.
Ester 8:6. Porque ¿cómo podré yo ver el mal que alcanzará a mi pueblo? ¿Cómo podré yo
ver la destrucción de mi nación?
Ester no tenía por qué arriesgarse. Ella bien podría haber seguido en el palacio, indiferente a
lo que sucediera afuera. Sin embargo no pecó y fue humilde y tuvo misericordia de su
pueblo.
Así como es importante un chequeo general por lo menos una o dos veces por año. Así es
importante que estemos al tanto de nuestra salud espiritual.
Salmos 139:23:” Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
Pruébame y conoce mis pensamientos;”
2. Alegrándolo constantemente.
Con la fe
Hechos 15:9: y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus
corazones.
Con la obediencia
1 Pedro 1:22: Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad,
mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros
entrañablemente, de corazón puro;
CONCLUSIÓN:
Después de haber estudiado el buen corazón de Ester, y de enfatizar como podemos nosotras
mantener un buen corazón, la pregunta es ¿estamos dispuestas y queremos que nuestro corazón
sea bueno?
Si decimos que sí, hay que demostrarlo también con hechos. No porque subas al facebook dos
o tres veces al día textos bíblicos quiere decir que tengas un buen corazón. Recuerda que tus
acciones gritan más que tus palabras.