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De la presente edición:
Sar Alejandria Ediciones – Solvenpas S.L
Edita:
Sar Alejandria Ediciones – Solvenpas S.L
ISBN:
978-84-943285-4-1
Depósito Legal:
CS 440-2014
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siguientes del Código Penal).
PROLOGO
Creíamos que la normalidad había vuelto pero no era mas que un
espejismo. Los Rusos habían vuelto a la carga. Los mismos que nos
contrataron la primera vez, los mismos que se habían llevado a Jordi, que
al parecer ahora estaba desaparecido, habían vuelto a contactar conmigo.
Tenía entre manos una encrucijada. ¿Debía aceptar el trabajo? No era el
dinero lo que me movía, era feliz con lo que tenía. Pero sabía que si no
aceptaba otro lo haría. Probablemente alguien sin mi experiencia, alguien
que de nuevo se dejaría mangonear.
Había debatido el tema con Victor, habíamos peleado pero traté de
hacérselo ver desde mi punto de vista. Conmigo el virus estaría controlado
y aunque los rusos quisiesen crear el arma mas mortal del planeta para tener
la sartén por el mango ante una inminente tercera guerra mundial, yo debía
controlar que no hubiese absolutamente ningún fallo antes de que eso
sucediese.
Estaba frente el televisor. Mas de lo mismo. El mundo completamente
tenso por otros posibles brotes que, finalmente, habían logrado salir de
nuestro país y se habían expandido y por suerte controlado mas rápido que
aquí pero aún así dejando secuelas importantes. El gobierno, dominado
ahora solo por Estados Unidos y Rusia, estaba en tensión desde hacía un par
de años y todas esas tiranteces no iban a tardar en explotarnos en las
narices.
Los Rusos acababan de aterrizar en el aeropuerto, abierto solo en
ocasiones muy puntuales y para gente con mucho dinero que quería viajar
por asuntos como aquel. Firmar un contrato para extinguir a la raza
humana. Y allí estaba yo, dispuesta a trabajar para ellos de nuevo. Con la
decisión ya tomada. Fuimos en taxi hasta los laboratorios, y me mostraron
la cantidad desorbitada de dinero que cobraría, pero me negué. Quería
continuar con mi salario. No hacía aquello por dinero, lo hacía por
mantener a salvo a la humanidad de aquellos terroristas.
Aún así no tardaron ni dos meses en empezar a pedirme muestras para
infectar varias regiones de los Estados Unidos y yo no tuve mas remedio
que obedecer. Solo con una condición, mi familia y mi país estarían a salvo.
¿Cumplirían con su parte del trato?
PRIMERA PARTE