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Dios toma dos clases de ejército, los celestiales y los terrenales, y los dos se
ínter-relacionan e interactúan cuando el señor hace el llamado a la batalla.
En diferentes episodios de la biblia podemos ver cómo operan juntos. Elíseo,
el experimento este principio, cuando él se vio rodeado por sus enemigos, se
mantuvo en total paz, estaba completamente seguro que estaba protegido, él
sabía que había un ejército de la corte celestial junto a él. En 2 Reyes 6.14-17
puede verificar esta esta historia.
La luz de Dios es lo único que logra disipar las tinieblas
Si Jesús es la luz que habita en nosotros, ¿por qué no huyen las tinieblas
alrededor nuestro en forma inmediata?
La respuesta es que aún una gran parte de la luz está cubierta por causa de
estructuras reales y sustanciales que el diablo ha cimentado a través de los
hombres.
Estos velos de oscuridad causan el efecto de un foco que ha sido cubierto por
una coraza sólida alrededor de él. La luz existe, es verdadera, mora en los
creyentes, pero está velada y cubierta por las fortalezas del mal.
Entonces, la presencia de la luz en la vida de los que han sido hechos hijos de
Dios, la contradicción está en su expresión evidente a través de la vida del
creyente.
Hay una significativa diferencia entre la manifestación de las virtudes divinas
y su plena presencia en nosotros