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DERECHO CREDITICIO Y BURSATIL

1. Introducción. –
Los principios rectores de los procesos concursales suelen variar entre los autores, pero existe un consenso
general respecto de los siguientes:
▪Principio de universalidad: el concurso produce sus efectos sobre la totalidad del patrimonio del deudor,
salvo las exclusiones legalmente establecidas respecto de bienes determinados. Según el artículo 108 quedan
excluidos los derechos no patrimoniales; los bienes inembargables; el usufructo de los bienes de los hijos
menores del fallido salvo el remanente una vez atendidas la cargas; las indemnizaciones que correspondan al
fallido por daños materiales o morales a su persona; y los bienes excluidos por otras leyes.
▪Principio de colectividad: según este principio la acción individual de cada uno de los acreedores queda
subordinada a un interés superior que consiste en el acuerdo con el total de los acreedores del deudor.
▪Principio de concurrencia: el principio de concurrencia establece que el acreedor que no concurre al
proceso no participa de la negociación del acuerdo preventivo ni podrá participar en el cobro de los créditos en
caso de que se termine decretando la quiebra.
▪Principio de igualdad: este principio establece que todos los acreedores deben ser tratados de igual
manera durante el concurso, siempre y cuando pertenezcan a la misma categoría. Se trata de una igualdad
entre iguales.
▪Principio de amplitud: se refiere a la amplitud de las soluciones preventivas. El principio de amplitud se
manifiesta en el hecho de que la LCQ confiere al juez una variedad de herramientas para que permita al
deudor superar el estado de cesación de pagos. Lo que se busca es priorizar el concurso preventivo por sobre
la quiebra, atendiendo a las repercusiones sociales y económicas que la quiebra implica.
▪Principio de oficiosidad: establece que el juez es el director e impulsor del proceso concursal, siendo su
obligación hacer cuanto esté en su poder para lograr el acuerdo entre el deudor y sus acreedores. Guarda
estrecha relación con el principio de amplitud y el principio de inquisitoriedad.
▪Principio de inquisitoriedad: atendiendo a lo antedicho, los procesos concursales son predominantemente
inquisitorios, por lo que el juez posee amplias facultades para investigar y tiene la carga de impulsar el
proceso.
▪Principio de unidad concursal: atendiendo a cuestiones de economía procesal, este principio señala que
cuando la quiebra sobreviene al concurso preventivo, todo lo actuado debe considerarse parte de un mismo
proceso. En consecuencia, se mantendrá el mismo juez, el mismo síndico, las mismas pruebas y cuanto
avance se haya realizado en el proceso original.

Competencia
1. Nociones generales. –
Las normas que se refieren a la competencia del juez para entender en un proceso concursal son de orden
público. Esto quiere decir que la competencia no puede ser prorrogada, y que, en caso de serlo, el concurso
debe ser declarado de nulidad absoluta. La LCQ establece en su artículo 3 que corresponde intervenir en los
concursos al juez de competencia ordinaria, de acuerdo con las siguientes reglas:
▪Si se trata de personas de existencia visible, debe entender el juez del lugar de la sede de la administración
de sus negocios. En caso de que el concursado no sea un comerciante y no posea una sede, entenderá el juez
del lugar de su domicilio real.
▪Si el deudor tuviere varías administraciones, será competente el juez del lugar de la sede del establecimiento
principal.
▪En caso de concurso de personas de existencia ideal de carácter privado regularmente constituidas, y las
sociedades en que el Estado nacional, provincial o municipal sea parte, con las exclusiones del artículo 2,
entiende el juez del lugar del domicilio donde esté inscripta. Los sujetos excluidos según el artículo 2 son
fundamentalmente las entidades bancarias y las entidades de seguros.
▪En el caso de sociedades no constituidas regularmente, entiende el juez del lugar de la sede. En su defecto,
el del lugar del establecimiento o explotación principal.
▪Tratándose de deudores domiciliados en el exterior, entenderá el juez del lugar de la administración principal
en el país. A falta de esta, entiende el del lugar del establecimiento, explotación o actividad principal, según el
caso.
Corresponde hacer una breve distinción entre sede y establecimientos: cuando hablamos de sede nos
referimos al lugar donde se lleva a cabo la administración de la empresa; mientras que el establecimiento
vendría a ser la fábrica o donde se lleva a cabo la producción propiamente dicha. El domicilio de la sede y del
establecimiento pueden coincidir, pero esto no siempre es así.

2. Concurso en el extranjero.
El artículo 4 de la LCQ contiene normas que resuelven la problemática que se presenta cuando una persona
física o jurídica se encuentra involucrada en procesos concursales, teniendo bienes en diferentes países. En
primer lugar, debemos destacar que el artículo aclara que dichas normas regirán siempre que no resulten de
aplicación los tratados internacionales ratificados por Argentina. En particular, se refiere a los Tratados de
Montevideo de 1889 y 1940.
El artículo 4 establece las siguientes normas:
▪Presupuesto para la apertura del concurso en el país: si bien para iniciar un proceso concursal es
necesario demostrar el estado de cesación de pagos, el primer párrafo del artículo 4 presenta una excepción a
dicha regla: la declaración de concurso en el extranjero es causal para la apertura del concurso en nuestro
país. Es decir que en este caso se prescinde del presupuesto objetivo. El pedido de apertura puede hacerlo el
mismo deudor o cualquier acreedor cuyo crédito deba hacerse efectivo en Argentina.
▪Protección de los créditos locales: son créditos locales aquellos que deben ser pagados en
Argentina sin importar la nacionalidad del acreedor; y son créditos extranjeros aquellos que deben ser
pagados en el exterior. De acuerdo con esta norma no podrá invocarse el concurso declarado en el extranjero
para disputarles derechos sobre bienes existentes en Argentina a los acreedores con créditos locales. Tampoco
podrá invocarse el concurso declarado en el extranjero para anular los actos realizados entre los acreedores
con créditos locales y el concursado.
▪Concurrencia en el concurso en Argentina por la parte de los acreedores pertenecientes al
concurso formado en el extranjero: si se declara la quiebra en Argentina, los acreedores pertenecientes al
concurso formado en el extranjero podrán concurrir únicamente sobre el saldo de aquélla, una vez que hayan
sido satisfechos los créditos verificados pertenecientes a la quiebra declarada en Argentina.
▪Reciprocidad de condiciones: en el caso en que un acreedor cuyo crédito es pagadero en el extranjero
quiera verificar su crédito en el concurso abierto en el país, la norma establece que podrá hacerlo siempre que
la legislación del país donde su crédito fuera pagadero permitiera a un acreedor con crédito pagadero en
Argentina verificar y cobrar su crédito en aquel país. La excepción a este principio son los acreedores que
fueran titulares de créditos con garantía real sobre bienes ubicados en nuestro país.
▪Igualdad en el cobro de dividendos: si luego de la apertura del concurso argentino algún acreedor cobra
al deudor parte de su crédito en el extranjero, deberá disminuírsele su participación en el dividendo concursal
argentino, en proporción al beneficio obtenido en el exterior. Esto responde al principio de igualdad entre
acreedores.
Presupuesto Objetivo
1. Estado de cesación de pagos.

El estado de cesación de pagos, cualquiera sea su causa y la naturaleza de las obligaciones a las que afecta,
es el presupuesto objetivo para la apertura de los concursos regulados por la LCQ, sin perjuicio de lo dispuesto
sobre excepciones. Existe consenso en la doctrina de que se trata del estado del patrimonio que se revela
impotente para hacer frente a obligaciones exigibles, de manera regular. Por regular entendemos la capacidad
de afrontar dichas obligaciones con el giro normal de la empresa. Además, diremos que, por tratarse de un
estado, la cesación de pagos debe prolongarse en el tiempo para que podamos decir que se ha verificado el
presupuesto objetivo.
1.1. Excepciones.
Las excepciones al presupuesto objetivo son situaciones en las cuales no es necesario demostrar el estado de
cesación de pagos dado que se infiere a partir de otras circunstancias:
▪Concurso del grupo o garantes: cuando una empresa que es parte de un grupo económico se encuentra
en estado de cesación de pagos, no es necesario que el resto de las empresas del grupo demuestren que se
encuentran en estado de insolvencia para pedir el concurso.
A este respecto, el artículo 65 establece que cuando dos o más personas físicas o jurídicas integren en forma
permanente un conjunto económico, pueden solicitar en conjunto su concurso preventivo. Para ello deben
exponer los hechos en que se funda la existencia del agrupamiento empresario y su exteriorización, pudiendo
el juez desestimar la petición si estima que no ha sido acreditada la existencia de tal agrupamiento.

El artículo 66, por su parte, señala que para la apertura de concurso resultará suficiente con que uno de los
integrantes del agrupamiento de encuentre en cesación de pagos, siempre y cuando se demuestre que dicho
estado de insolvencia puede afectar a los demás integrantes del grupo económico.
▪Concurso en el extranjero: surge del artículo 4 que la declaración de concurso en el extranjero es causal
para la apertura del concurso en el país, a pedido del deudor o del acreedor cuyo crédito debe hacerse
efectivo en Argentina. En estos casos, dado que ya hay una declaración de concurso previa, no es necesario
demostrar el presupuesto objetivo.
▪Acuerdo privado con acreedores: en este caso no es necesario demostrar el estado de cesación de pagos
dado que no se trata de un concurso sino de un acuerdo privado extrajudicial. Sobre este punto el artículo 69
establece que, el deudor que se encuentre en cesación de pagos o en dificultades económicas o financieras de
carácter general, puede celebrar un acuerdo con sus acreedores y someterlo a homologación judicial.
▪Quiebra declarada por extensión: es una sanción que se le impone a las personas que han incurrido en
actitudes que favorecieron a una quiebra principal. Dispone el artículo
161 que la quiebra se extiende a:
✓Toda persona que bajo la apariencia de la actuación de la fallida ha efectuado los actos en su interés
personal y dispuesto de los bienes como si fueran propios, en fraude a sus acreedores.
✓Toda persona controlante de la sociedad fallida, cuando ha desviado indebidamente el interés social de la
controlada, sometiéndola a una dirección unificada en interés personal o del grupo económico del que forma
parte.
✓Toda persona respecto de la cual existe confusión patrimonial inescindible, que impide la clara delimitación
de sus activos y pasivos o de la mayor parte de ellos, con los del deudor fallido.
2. Hechos reveladores del estado de cesación de pagos. –
El estado de cesación de pagos debe ser demostrado por quien pida la quiebra o bien por deudor en el caso
de los concursos preventivos. Para demostrar dicho estado, será necesario recurrir a hechos reveladores, los
cuales son enunciados en el artículo 79:
▪Reconocimiento judicial o extrajudicial del estado de cesación de pagos, efectuado por el deudor. No basta
con el mero reconocimiento, sino que se debe explicar en profundidad las razones por las cuales se encuentra
en estado de insolvencia.
▪Mora en el cumplimiento de una obligación. Atendiendo a que el presupuesto objetivo consiste en la
verificación de un estado prolongado en el tiempo, realmente es necesario que de la mora se desprenda una
presunción seria de que el deudor se encuentra imposibilitado de hacer frente a sus obligaciones.
▪ Ocultación o ausencia del deudor o de los administradores de la sociedad sin dejar representante con
facultades y medios suficientes para cumplir sus obligaciones.
▪Clausura de la sede de la administración o del establecimiento donde el deudor desarrolla su actividad.
▪Venta a precio vil, ocultación o entrega de bienes en pago. Estas acciones pueden llegar a suponer que el
deudor está intentando vaciar su patrimonio antes de quebrar.
▪Revocación judicial de actos realizados en fraude de los acreedores.
▪Cualquier medio ruinoso o fraudulento empleado para obtener recursos.
Hacemos hincapié en que es importante tener en cuenta que el simple incumplimiento no necesariamente
implica el estado de cesación de pagos. Recordemos que mientras el incumplimiento es un hecho, la cesación
de pagos es un estado, y como tal, debe prolongarse en el tiempo para que se verifique el presupuesto
objetivo.

Presupuestos Subjetivos
1. Sujetos. –
Los sujetos del concurso serán aquellas personas que hayan incurrido en estado de cesación de pagos.
Establece el artículo 2 que pueden ser declaradas en concurso las personas de existencia visible, sean o no
comerciantes; las de existencia ideal de carácter privado; y aquellas sociedades en las que el Estado nacional,
provincial o municipal sea parte, cualquiera sea el porcentaje de su participación.
1.1. Personas fallecidas.
Puede declararse el concurso preventivo o la quiebra de una persona fallecida siempre y cuando se
mantenga separado del patrimonio de los sucesores. En el caso del concurso preventivo, puede ser pedido por
cualquiera de los herederos, debiendo ser ratificado por los herederos restantes dentro de los 30 días. En el
supuesto de la quiebra, puede ser pedida por cualquiera de los herederos o por algún acreedor del fallecido.
No es necesario que al momento del fallecimiento existiese cesación de pagos; alcanza con que se compruebe
que los bienes dejados por el causante no son suficientes para pagar las deudas que dejó.
1.2. Deudores domiciliados en el extranjero.
También puede declararse el concurso preventivo o la quiebra de un deudor domiciliado en el extranjero
respecto de bienes existentes en nuestro país. El artículo 2 otorga jurisdicción internacional al juez argentino
para declarar en concurso a los extranjeros llegado el caso.
1.3. Sujetos excluidos.
Atendiendo a las exclusiones del artículo 2 previamente mencionadas, diremos que no son sujetos
concursables ni las entidades de seguro ni las entidades bancarias. Esto se debe a que son sujetos que poseen
su propio proceso de reestructuración del pasivo en caso de insolvencia dado que por el carácter que
desempeñan dentro del mercado, son deudoras por naturaleza.
Sin embargo, corresponde aclarar que, si el ente de contralor les revocase la autorización para funcionar,
podrían ser concursadas como cualquier otro sujeto. En el caso de los bancos el ente de contralor es el Banco
Central, y en el caso de las entidades de seguro la Superintendencia de Seguros de la Nación. El quitarles la
autorización para funcionar en el país equivale a quitarles la protección que impide que sean sujetos
concursables.
2. Requisitos sustanciales. –
Al explicar los requisitos sustanciales, la LCQ se refiere a aquellas personas que se encuentran legitimadas
para pedir la apertura del concurso preventivo o la declaración de quiebra. Veremos cada caso en particular:
▪Personas físicas: el concurso preventivo puede ser solicitado por cualquier persona física siempre y cuando
no se halle dentro del período de inhibición. Asimismo, la LCQ permite solicitar la apertura del concurso
mediante apoderado con facultad especial para hacer la solicitud.

▪Personas jurídicas: tratándose de personas de existencia ideal la apertura debe solicitarla el representante
legal, previa resolución del órgano de administración. Dentro de los 30 días de la fecha de presentación, se
debe presentar la constancia de la resolución de continuar el trámite adoptada por el órgano de gobierno que
corresponda, con las mayorías necesarias para resolver asuntos ordinarios. No acreditado este requisito, se
produce de pleno derecho la cesación del procedimiento, con los efectos del desistimiento de la petición.
▪Incapaces e inhabilitados: en caso de incapaces o inhabilitados, la solicitud debe ser efectuada por sus
representantes legales y ratificada, en su caso, por el juez que corresponda dentro de los 30 días contados
desde la presentación. La falta de ratificación produce los efectos indicados para el caso de las personas
jurídicas.
▪Personas fallecidas: mientras se mantenga la separación patrimonial, cualquiera de los herederos puede
solicitar el concurso preventivo en relación con el patrimonio del fallecido. La petición debe ser ratificada por
los demás herederos dentro de los 30 días. Omitida la ratificación se aplica lo antedicho.

3. Requisitos formales. –

Establece el artículo 11 que son requisitos formales del pedido de concurso preventivo:
▪Para los deudores matriculados y las personas de existencia ideal regularmente constituidas, acreditar la
inscripción en los registros respectivos. Las últimas acompañarán, además, el instrumento constitutivo y sus
modificaciones, y la constancia de las inscripciones pertinentes.
▪Explicar las causas concretas de su situación patrimonial con expresión de la época en que se produjo la
cesación de pagos y de los hechos por los cuales ésta se hubiera manifestado. Este punto de refiere al
presupuesto objetivo.
▪Acompañar un estado detallado y valorado del activo y pasivo actualizado a la fecha de presentación, y
demás datos necesarios para conocer debidamente el patrimonio.
▪Acompañar copia de los balances u otros estados contables exigidos al deudor por las disposiciones que rijan
su actividad, o bien los previsto en sus estatutos o realizados voluntariamente por el concursado,
correspondientes a los últimos tres ejercicios.
▪Acompañar nómina de acreedores con indicación de sus domicilios, montos de los créditos, causas,
vencimientos, codeudores, fiadores o terceros obligados o responsables y privilegios. Además, debe
acompañar un legajo por cada acreedor con los datos pertinentes.
▪Enumerar precisamente los libros de comercio y los de otra naturaleza que lleve el deudor, con expresión del
último folio utilizado y ponerlos a disposición del juez.
▪Denunciar la existencia de un concurso anterior y justificar, en su caso, que no se encuentra dentro del
período de inhibición que establece el artículo 59, o el desistimiento del concurso si hubiere habido.
▪Acompañar nómina de empleados, con detalle de domicilio, categoría, antigüedad y última remuneración
recibida. Deberá acompañarse también declaración sobre la existencia de deuda laboral y de deuda con los
organismos de seguridad social.
Cuando se invoque causal debida y válidamente fundada, el juez puede conceder un plazo de 10 días, a partir
de la fecha de la presentación, para que el interesado dé cumplimiento total a las disposiciones del artículo 11.
3.1. Domicilio procesal.
El concursado y en su caso, los administradores y los socios con responsabilidad ilimitada, deben constituir
domicilio procesal en el lugar de tramitación del juicio. De no hacerlo en la primera presentación, se lo tendrá
por constituido en los estados del juzgado para todos los efectos del concurso.

Apertura del Concurso Preventivo


1. Declaración de apertura. –
Según lo establece el artículo 13, una vez presentado el pedido o, en su caso, vencido el plazo que acuerde el
juez, éste debe pronunciarse dentro del término de 5 días si se abre o no el concurso. El juez podrá rechazar
el pedido en los siguientes casos:
▪Cuando el deudor no sea sujeto susceptible de concurso preventivo.
▪Cuando no se hayan cumplido los requisitos del artículo 11.
▪Si el deudor se encuentra dentro del período de inhibición que establece el artículo 59.
▪Cuando la causa no sea de su competencia.
En todos estos casos, la decisión del juez es apelable.

1.1. Contenido de la declaración de apertura. –


Cumplidos en debido tiempo los requisitos legales, el juez dictará resolución que disponga:
▪Declaración de apertura del concurso preventivo, expresando el nombre del concursado y, en su caso, el de
los socios con responsabilidad ilimitada.
▪Designación de audiencia para el sorteo del síndico.
▪Fijación de una fecha hasta la cual los acreedores deben presentar su pedido de verificación de créditos al
síndico, la que debe estar comprendida en los 15 y los 20 días, contados desde el día en que se estime
concluirá la publicación de edictos.
▪Orden de publicar edictos durante 5 días en el diario de publicaciones legales de la jurisdicción del juzgado, y
en otro diario de amplia circulación en el lugar de domicilio del deudor. Cuando el deudor tuviere
establecimientos en otra jurisdicción judicial, también se deben publicar edictos por 5 días en el lugar de
ubicación de cada uno de ellos, y en su caso, en el diario de publicaciones legales respectivo.
▪Determinación de un plazo no superior a los 3 días, para que el deudor presente los libros que lleve referidos
a su situación económica con el objeto de que el secretario coloque nota datada a continuación del último
asiento y proceda a cerrar los espacios en blanco si existieran.
▪Intimación para que el deudor deposite judicialmente, dentro de los 3 días de notificada la resolución, el
importe que el juez estime necesario para abonar los gastos de correspondencia.
▪Determinación de las fechas en que el síndico deberá presentar el informe individual de los créditos y el
informe general.
▪Fijación de una audiencia informativa que se realizará con 5 días de anticipación al vencimiento del plazo de
exclusividad. Dicha audiencia deberá ser notificada a los trabajadores del deudor mediante su publicación por
medios visibles en todos los establecimientos.
▪Correr vista al síndico para que se pronuncie sobre los pasivos laborales denunciados por el deudor y el
informe sobre la existencia de otros créditos laborales comprendidos en el pronto pago.
▪El síndico deberá emitir un informe mensual sobre la evolución de la empresa, si existen fondos líquidos
disponibles y el cumplimiento de las normas legales y fiscales.
▪La constitución de un comité de control integrado por 3 acreedores quirografarios de mayor monto,
denunciados por el deudor y un representante de los trabajadores de la concursada, elegido por los
trabajadores.
2. Efectos patrimoniales. –
El concursado conserva la administración de su patrimonio bajo la vigilancia del síndico desde la declaración
de apertura. Esto quiere decir que continúa en posesión de sus bienes, pero limitado en las facultades de
administración y disposición. Puede realizar actos conservatorios como inscribir un inmueble o interrumpir una
prescripción, y actos de administración ordinaria, como las ventas de bienes muebles que forman parte del
giro ordinario de su empresa, o la percepción y pago de rentas.
Si bien el síndico no puede interferir en la ejecución de estos actos, deberá denunciar ante el juez cualquier
acto que perjudique evidentemente a los acreedores, o aquellas irregularidades graves que puedan ocasionar
la separación del concursado de la administración.

2.1. Actos prohibidos y actos sometidos a autorización judicial.


El concursado no puede realizar actos a título gratuito o que importen alterar la situación de los acreedores
por causa o título anterior a la presentación. Por otro lado, el concursado puede realizar ciertos actos siempre
y cuando pida autorización judicial. Los actos que puede realizar con autorización son en general aquellos que
sin estar prohibidos exceden la administración ordinaria del giro comercial del concursado. Puede tratarse de
actos relacionados con bienes registrables; actos de disposición o locación de fondos de comercio; ventas que
hace el concursado de cosas que no pertenecen a su giro comercial. Para llevarlos a cabo, deberá pedir
autorización al juez quien decidirá luego de escuchar al síndico y al comité de control, evaluando la
conveniencia de tales actos y tratando de proteger los intereses de los acreedores. Esta resolución será
inapelable.

2.1. Separación de la administración.


Los actos cumplidos en violación a lo antedicho son ineficaces de pleno derecho respecto de los acreedores.
Además, cuando el deudor contravenga estas disposiciones, omita las informaciones que el juez o el síndico
requieran, incurra en falsedad, produzca o realice algún acto en perjuicio evidente para los acreedores, el juez
podrá separarlo de la administración por auto fundado y designar reemplazante.
3. Efectos sobre créditos. –
La presentación del concurso produce la suspensión de los intereses que devengue todo crédito de causa o
título anterior a ella, que no esté garantizado por prenda o hipoteca.
Las deudas no dinerarias son convertidas, a todos los fines del concurso, a su valor en moneda decurso legal,
al día de la presentación o al vencimiento, si fuere anterior, a opción del acreedor.
Las deudas en moneda extranjera se calculan en moneda de curso legal, a la fecha de la presentación del
informe del síndico, al solo efecto del cómputo del pasivo y de las mayorías.

4. Efectos contractuales. –
Resumen 9
En relación con los efectos contractuales el deudor puede continuar con el cumplimiento de los contratos en
curso de ejecución, cuando hubiere prestaciones recíprocas pendientes. Para ello debe requerir autorización
del juez, quien resuelve previa vista al síndico.
La continuación del contrato autoriza al cocontratante a exigir el cumplimiento de las prestaciones adeudadas
a la fecha de presentación en concurso bajo apercibimiento de resolución.
Las prestaciones cumplidas por el cocontratante después de la presentación en concurso gozan del privilegio
especial en el cobro que establece el artículo 240. Es decir que no necesitan verificación y podrán percibirse de
inmediato cuando fueran exigibles.
Por otro lado, diremos que el cocontratante puede resolver el contrato cuando el concursado no le hubiere
comunicado la decisión de continuarlo luego de los 30 días de abierto el concurso.
En este caso deberá notificar tanto al deudor como al síndico.
4.1. Servicios públicos.
No pueden suspenderse los servicios públicos que se presten al deudor por deudas con origen en fecha
anterior a la de apertura del concurso. Por otro lado, los servicios prestados con posterioridad a la apertura del
concurso deben abonarse a sus respectivos vencimientos y pueden suspenderse en caso de incumplimiento.
En caso de liquidación en la quiebra, los créditos que se generen por las prestaciones mencionadas en el
párrafo anterior gozan de la preferencia establecida por el artículo 240.
5. Efectos procesales. –
La apertura del concurso produce, a partir de la publicación de edictos, la suspensión del trámite de los juicios
de contenido patrimonial contra el concursado por causa o título anterior a su presentación, y su radicación en
el juzgado del concurso. Esto se debe a que el fuero de atracción en materia concursal produce un
desplazamiento de la competencia que ordinariamente correspondería. Quedan excluidos de estos efectos:
▪Los procesos de expropiación, los que se funden en las relaciones y las ejecuciones de garantías reales.
▪Los procesos de conocimiento en trámite y los juicios laborales, salvo que el actor opte por suspender el
procedimiento y verificar su crédito en el concurso.
▪Los procesos en los que el concursado sea parte de un litis consorcio pasivo necesario.
En todos estos casos, los juicios proseguirán ante el tribunal donde se hubiesen radicado originariamente o
ante el que resulte competente cuando se trate de acciones laborales nuevas. El síndico será parte necesaria
en tales juicios, excepto en los que se funden en relaciones de familia.

5.1. Prohibición de juicios nuevos.


La apertura del concurso produce, a partir de la publicación de edictos, la prohibición de deducir nuevas
acciones de contenido patrimonial contra el concursado por causa o título anterior a su presentación. Dicha
prohibición, sin embargo, no alcanza a los juicios laborales. Por lo tanto, los titulares de acciones de contenido
patrimonial fundadas en relaciones laborales por causa o título anterior a la presentación en concurso podrán
iniciar juicios contra el concursado.

5.2. Restricciones a las medidas cautelares.


El artículo 21 establece, además, que no procederá el dictado de medidas cautelares, y las que se hubieran
ordenado, serán levantadas por el juez del concurso, previa vista a los interesados, cuando se trate de los
siguientes procesos:

▪Procesos de conocimiento.
▪Juicios laborales.
▪Procesos en los que el concursado sea parte de un litis consorcio pasivo necesario.

6. Efectos laborales. –
El pronto pago de crédito laboral consiste en el derecho que tienen los acreedores laborales de cobrar sus
remuneraciones e indemnizaciones sin necesidad de presentarse a verificar sus créditos, ni de obtener una
sentencia en juicio laboral previo. Es una excepción a la prohibición de alterar la situación de los acreedores.
El pronto pago de crédito laboral abarcar todos los créditos laborales que tengan privilegio, ya sea general o
especial. Esto comprende remuneraciones debidas al trabajador; indemnizaciones por accidentes de trabajo o
enfermedades de trabajo; multas por retención de aportes, indemnizaciones sustitutivas del preaviso;
integración del mes de despido; indemnizaciones por extinción de la relación laboral; indemnizaciones por
relaciones laborales no registradas o registradas de modo deficiente.
Dentro del plazo de 10 días de emitido el informe presentado por el síndico previsto en la resolución de
apertura, el juez del concurso autorizará el pago de los créditos laborales. En relación con los créditos no
incluidos en el informe, los acreedores de dichos créditos deberán solicitar al juez el pronto pago. Del pedido
de pronto pago el juez correrá traslado al síndico y al concursado para luego decidir si procede o no.
El juez podrá rechazar el pedido de pronto pago fundándose en los siguientes supuestos: que existieren dudas
sobre el origen o la legitimidad del crédito; o que el crédito se encontrara convertido o existieren sospechas de
connivencia entre el peticionario y el concursado. La resolución judicial que deniega el pronto pago es, sin
embargo, apelable. Asimismo, cuando el juez rechaza el pedido de pronto pago, el acreedor de dicho crédito
laboral podrá iniciar o continuar el juicio de conocimiento laboral ante el juez natural.
Si el juez consiente, la resolución judicial que admite el pronto pago tiene efecto de cosa juzgada e implica la
verificación del crédito en el pasivo concursal. Si existieran fondos líquidos disponibles, el concursado deberá
utilizarlos para satisfacer el pronto pago. En caso contrario, y hasta que se detecte la existencia de los mismos
por parte del síndico, se deberá afectar el 3% mensual del ingreso bruto de la concursada.

Período Informativo del Concurso Preventivo

1. Introducción. –
El período informativo abarca desde el proceso de verificación de créditos hasta el informe general del síndico
inclusive. En este período, los intervinientes se encargarán de aportar al proceso la información necesaria para
que el concursado, posteriormente, pueda presentar a los acreedores las propuestas de acuerdo.

2. Proceso de verificación de créditos. –


Se llama proceso de verificación de créditos a la etapa del concurso preventivo que tiene la finalidad de
comprobar la existencia, el monto y el privilegio de los créditos. Es un proceso necesario porque todos los
acreedores de causa o título anterior a la presentación en concurso que quieran participar del concurso
deberán concurrir a verificar sus créditos

3. Verificación de créditos. –
Todos los acreedores por causa o título anterior a la presentación y sus garantes deben formular al síndico el
pedido de verificación de sus créditos, indicando monto, causa y privilegios. La petición debe hacerse por
escrito acompañando los títulos ejecutivos y debe expresar el domicilio que se constituya a todos los efectos
del juicio. El síndico devuelve los títulos originales, dejando en ellos constancia del pedido de verificación y su
fecha.
En relación con sus efectos, establece la LCQ que el pedido de verificación de crédito produce los efectos de la
demanda judicial, interrumpe la prescripción e impide la caducidad del derecho y de la instancia.

3.1. Arancel.
Por cada solicitud de verificación que presente, el acreedor, sea tempestivo, incidental o tardío, deberá pagar
al síndico un arancel equivalente al 10% del salario mínimo vital y móvil que se agregará a su crédito. El
síndico destinará lo recaudado a los gastos que le demande el proceso de verificación y confección de
informes, debiendo rendir cuentas al juzgado. El remanente se aplicará como pago a cuenta de honorarios del
síndico.

3.2. Verificación tardía.


Cuando el acreedor verifica su crédito en tiempo y forma hablamos de verificación tempestiva.
Sin embargo, puede ocurrir que el acreedor no se presente a solicitar la verificación en el plazo establecido en
la resolución de apertura, en cuyo caso, podrá hacerlo luego, por alguna de estas dos vías:
▪Si el concurso no hubiera concluido: a través del incidente de verificación tardía.
▪Si el concurso hubiera concluido: por la acción individual que corresponda.
En ambos casos, el acreedor deberá presentarse dentro de los 2 años de la presentación en concurso, ya que
vencido ese plazo las acciones prescriben. El plazo será inferior si la acción individual tuviera un plazo de
prescripción menor. Por otro lado, en principio las costas que genera la verificación tardía son a cargo del
acreedor.

4. Observación de los créditos. –


Vencido el plazo para solicitar la verificación, el concursado y los acreedores que se hayan presentado a
verificar, tendrán 10 días para revisar el legajo de cada acreedor e impugnar u observar las solicitudes
presentadas, en el domicilio del síndico.
Los trabajadores de la concursada, aunque no tuvieran el carácter de acreedores, tendrán derecho a revisar
los legajos y ser informados por el síndico acerca de los créditos insinuados.

5. Informe individual. –
Vencido el plazo para la formulación de observaciones por parte del deudor y los acreedores,
el síndico tendrá 20 días para presentar en el juzgado un informe en el que deberá dar su opinión fundada
aconsejando la procedencia o improcedencia de la verificación de cada uno de los créditos y privilegios
reclamados.
Si bien el síndico simplemente se limita a informar y es el juez quien tiene la facultad de decir sobre la
procedencia de la verificación, en la práctica, generalmente el juez resuelve confirmando lo opinado por el
síndico.

6. Resolución judicial sobre los créditos. –


Dentro de los 10 días de presentado el informe individual por parte del síndico, el juez deberá dictar una
resolución expresando la verificación, no verificación, admisibilidad o inadmisibilidad de cada uno de los
créditos y privilegios reclamados. La resolución dependerá de si el crédito o privilegio en cuestión fue
impugnado u observado, sea por el concursado, los acreedores o el síndico. En consecuencia, pueden darse
dos circunstancias:
▪Si el crédito no fue impugnado u observado: podrá ser declarado verificado o no verificado por el juez,
según lo estime o no procedente.
▪Si el crédito fue impugnado u observado: podrá ser declarado admisible o inadmisible por el juez, según lo
estime o no procedente.
Los efectos de la resolución dependerán de lo que decida el juez respecto de cada crédito:
▪Verificado: la resolución que declara verificado el crédito y, en su caso, el privilegio, produce los efectos de
la cosa juzgada y será irrecurrible salvo dolo. En consecuencia, el acreedor podrá decidir sobre la propuesta de
acuerdo.
▪No verificado: si el crédito se declara no verificado, el acreedor no podrá decidir sobre la propuesta de
acuerdo. Si bien la resolución de “no verificado” no está contemplada en el texto de la LCQ, Rouillon sostiene
que es lo que corresponde declarar cuando el crédito no haya sido observado o impugnado, pero aun así no
sea aceptado por el juez.
▪Admisible: cuando el crédito se declara admisible por el juez, a pesar de haber sido impugnado u
observado, el acreedor podrá decidir sobre la propuesta de acuerdo. La admisibilidad, sin embargo, es
recurrible por revisión.
▪Inadmisibilidad: en estos casos el acreedor no podrá decidir sobre la propuesta de acuerdo. Al igual
que en el caso precedente, la resolución será recurrible por revisión.

Estas resoluciones judiciales son definitivas a los fines del cómputo de las mayorías necesarias para votar el
acuerdo. Esto quiere decir que, aunque la resolución sea modificada a través del recurso de revisión, en los
supuestos permitidos, el cómputo sobre las mayorías necesarias para votar el acuerdo no será modificado.

6.1. Incidente de revisión.


Como vimos anteriormente, en algunos casos el interesado puede solicitar al juez que revise la resolución.
Según la LCQ el incidente de revisión procederá siempre que los créditos sean declarados admisibles o
inadmisibles y eventualmente, cuando los créditos sean verificados si quien solicitara la revisión alegase dolo.
En cuanto a los no verificados, algunos dicen que sí, otros dicen que no, y en clase no dijeron nada.
El incidente de revisión deberá iniciarse dentro de los 20 días siguientes a la fecha de la resolución judicial
sobre el crédito; vencido ese plazo sin haber sido cuestionada, la resolución judicial quedará firme,
produciendo los efectos de la cosa juzgada, salvo dolo. Cualquiera sea el resultado del incidente, la resolución
que le pone fin es apelable por los interesados dentro de los 5 días de notificado.

7. Informe general del síndico. –


A los 30 días de haber presentado el informe individual, el síndico deberá presentar el informe general. En este
informe, el síndico expone su visión sobre el estado del concurso y del concursado de manera objetiva e
imparcial No se trata de una simple opinión, sino del resultado de una investigación. La finalidad del informe
general del síndico es aportar a los acreedores datos objetivos para que evalúen las propuestas de acuerdo
que posteriormente les presentará el concursado.

Establece la LCQ que el informe general del síndico debe contener lo siguiente:

▪Análisis de las causas de desequilibrio económico del concursado.


▪Expresión de la época en que se produjo la cesación de pagos.
▪Composición del activo con la estimación de los valores probables de realización de los bienes.
▪Composición del pasivo.
▪Enumeración de los libros de contabilidad.
▪Referencia sobre las inscripciones del concursado en los registros correspondientes y, en caso de sociedades,
sobre las del contrato social y sus modificaciones.
▪En caso de sociedades, deberá informar si los socios realizaron regularmente sus aportes, y si existiese
responsabilidad patrimonial que se les pudiera imputar por su actuación.
▪Enumeración de los actos susceptibles de ser revocados.
▪Opinión fundada respecto de la categorización de los acreedores. Sobre este punto, aclaramos que luego de
la resolución judicial sobre la verificación de créditos, el concursado deberá entregar al juez y al síndico una
propuesta que contemple la agrupación en categorías de los acreedores verificados y declarados admisibles.
Posteriormente, en el informe general, el síndico se pronunciará al respecto.
▪Informar sobre si el concursado es pasible del trámite legal previsto por la ley de defensa de la competencia
por fusión, transferencia de fondo de comercio, venta de acciones o toma de control.

7.1. Observaciones al informe.


Dentro de los 10 días de presentado el informe, el concursado y los acreedores que hayan solicitado
verificación, podrán presentar observaciones. El juez no deberá dictar ninguna resolución al respecto. Las
observaciones sólo sirven para aportar más información al concurso para que los acreedores verificados y
admisibles puedan decidir mejor sobre las propuestas de acuerdo que les presentará el concursado.
Acuerdo Preventivo

1. Nociones preliminares. –
Ya hemos dicho que la finalidad del concurso preventivo es lograr un acuerdo entre el concursado y sus
acreedores. Para lograrlo, el concursado deberá presentar a sus acreedores, verificados y declarados
admisibles, una propuesta de cómo piensa pagarles y obtener, dentro de un plazo determinado llamado
período de exclusividad, las conformidades necesarias para la aprobación del acuerdo. El concursado podrá
ofrecer a todos sus acreedores la misma propuesta o clasificarlos en diferentes categorías buscando ofrecer a
cada una de ellas la propuesta que resulte más conveniente.

2. Propuesta de categorización de acreedores. –


La clasificación o categorización de los acreedores se realiza a los efectos de ofrecerle a cada categoría una
propuesta de acuerdo preventivo diferente, de acuerdo con las posibilidades y necesidades que presenten. El
artículo 41 de la LCQ establece que dentro de los 10 días contados a partir de la fecha en que debe dictarse la
resolución judicial sobre los créditos, el concursado deberá presentar al síndico y al juez una propuesta
fundada de clasificación en categorías de los acreedores verificados y declarados admisibles.
Resumen 14
De acuerdo con el texto del artículo parece ser que la categorización no es facultativa sino obligatoria. Sin
embargo, tanto la doctrina como la jurisprudencia mayoritaria consideran que el concursado sólo estará
obligado a clasificar a los acreedores en diferentes categorías cuando tuviera la intención de presentar
diferentes propuestas.
El artículo 41 también dispone que la propuesta de categorización debe tener como mínimo 3 categorías de
acreedores: quirografarios, quirografarios laborales y privilegiados. Este párrafo, sin embargo, presenta
algunas excepciones:
▪En los casos en los cuales no existan acreedores quirografarios laborales dicha categoría es innecesaria.
▪La categoría de acreedores privilegiados no es obligatoria, porque el concursado no está obligado a
presentarles una propuesta de acuerdo preventivo. Pero si el concursado quisiera presentarles una propuesta,
obligatoriamente deberá clasificar en categorías dife-rentes a los acreedores privilegiados y quirografarios. En
la práctica, es muy raro que el concursado presente una propuesta a los acreedores privilegiados.
Además de estas categorías obligatorias, el concursado podrá crear otras en base a diferentes parámetros:
monto de los créditos, la naturaleza de las prestaciones o cualquier otro elemento que sea razonable.

2.1. Resolución judicial sobre la categorización de acreedores.


Como vimos anteriormente, en el informe general el síndico debe opinar sobre la categorización propuesta por
el concursado. Una vez finalizado el plazo para observar el informe, el juez tendrá 10 días para dictar una
resolución fijando definitivamente las categorías y los acreedores comprendidos en ellas.
En esta misma resolución, el juez designará a los nuevos integrantes del comité provisorio de control, que
estará conformado como mínimo por un acreedor por cada categoría y por dos nuevos representantes de los
trabajadores de la concursada elegidos por los trabajadores. En relación con los integrantes del comité
designados en la resolución de apertura del concurso, los que representan a los acreedores, con las nuevas
designaciones, cesan en sus funciones; en cambio, el que representa a los trabajadores de la concursada
continúa como integrante y se suma a los nuevos.

3. Período de exclusividad. –
A partir del momento en que el concursado se notifica de la resolución judicial sobre la categorización de
acreedores comienza el denominado “período de exclusividad”. Se denomina así al plazo que tiene el
concursado para formular las propuestas de acuerdo preventivo por categorías a sus acreedores, cuyo objetivo
es obtener las conformidades necesarias para lograr el acuerdo preventivo. La duración de este período es de
90 días hábiles, pero el juez puede ampliarlo por 30 días más hasta los 120 días máximos, en virtud del
número de acreedores o categorías.

4. Propuestas de acuerdo preventivo. –


Las propuestas de acuerdo preventivo pueden consistir en quitas, esperas o ambas; entregar bienes a los
acreedores; constituir una sociedad con los acreedores quirografarios; reorganización de la sociedad deudora;
administración de todos o parte de los bienes en interés de los acreedores; emisión de bonos, debentures o de
obligaciones negociables; constitución de garantías sobre bienes de terceros; entre otras. Sean cuales fueren
las propuestas, deben atenderse las siguientes reglas:
▪El concursado podrá presentar la misma propuesta a todas las categorías de acreedores o una propuesta
diferente a cada categoría. Incluso podrá ofrecer propuestas diferentes dentro de cada categoría.
▪El concursado deberá presentar al menos una propuesta a los acreedores quirografarios; en cambio, puede
no presentar propuesta alguna a los privilegiados. Esto se debe a que los acreedores privilegiados gozan de
otros medios para obtener su pago.
Cabe aclarar, sin embargo, que los acreedores privilegiados podrán renunciar a todo o parte de su privilegio y
quedar obligatoriamente comprendidos en alguna categoría de acreedores quirografarios por el monto del
crédito a cuyo privilegio accedía. De este modo podrán votar y ayudar al concursado a obtener las mayorías
necesarias para la aprobación del acuerdo. La renuncia al privilegio debe ser expresa y nunca puede ser menor
al 30% del crédito.
El acreedor con privilegio laboral también podrá renunciar a su privilegio, pero deberá ratificar dicha renunciar
en una audiencia ante el juez del concurso, con citación a la asociación gremial legitimada. La renuncia del
privilegio laboral no podrá ser menor al 20% del crédito, y el acreedor laboral que hubiera renunciado a su
privilegio se incorporará a la categoría de quirografarios laborales por el monto del crédito a cuyo privilegio
hubiera renunciado.
▪Las propuestas no podrán consistir en prestaciones que dependan sólo de la voluntad del deudor. Por
ejemplo, no se puede prometer cancelar las deudas cuando se superen los problemas financieros.
▪El concursado deberá presentar junto con la propuesta un régimen de administración y limitación de actos de
disposición, el cual será aplicable a la etapa de cumplimiento del acuerdo. También deberá presentar la
conformación del comité definitivo de control que sustituirá al provisorio una vez concluido el concurso.

5. Audiencia Informativa. –
5 días antes del vencimiento del período de exclusividad se celebra la audiencia informativa ante el juez, el
secretario del juzgado, el comité provisorio de control, el concursado y los acreedores. En esta audiencia los
asistentes podrán preguntarle al concursado sobre las propuestas y negociaciones realizadas hasta el
momento.
Si antes de celebrar la audiencia informativa, el concursado hubiera obtenido las conformidades de sus
acreedores para lograr el acuerdo, y hubiera comunicado dicha circunstancia al juzgado, acompañando las
constancias, la audiencia no se llevará a cabo.

6. Plazo y mayorías para la obtención del acuerdo preventivo. –


Como dijimos anteriormente, las propuestas a los acreedores quirografarios son de carácter obligatorio,
mientras que las propuestas a los acreedores privilegiados son facultativas. Ahora bien, es necesario tener en
cuenta que para la aprobación del acuerdo preventivo sólo se tiene en cuenta el voto de los acreedores
quirografarios. El voto de los acreedores privilegiados no se tendrá en cuenta para la aprobación del acuerdo
excepto que el deudor hubiese subordinado la aprobación del acuerdo con los quirografarios a la aprobación
del acuerdo con los privilegiados.
Para lograr el acuerdo con los acreedores quirografarios la ley exige una doble mayoría: de acreedores y de
capital. Es decir, dentro de todas y cada una de las categorías, la propuesta debe ser aprobada por la mayoría
absoluta de los acreedores que a la vez representen las 2/3 partes del capital computable.

6.1. Capital computable.


Las 2/3 partes del capital en cada categoría deben computarse sobre los siguientes créditos:
▪Quirografarios verificados y declarados admisibles.
▪Privilegiados cuyos titulares hayan renunciado al privilegio, incorporando el crédito a una categoría de
quirografarios.
▪Privilegiados cuyo privilegio hubiese sido rechazado en la verificación de créditos. Pero si ante el rechazo el
acreedor hubiese promovido incidente de revisión, el crédito no será computado.
En consecuencia, a modo de ejemplo, diremos que si los acreedores computables fueran 20 y el capital
computable fuera de $60.000, para lograr el acuerdo preventivo se necesitará la conformidad de, como
mínimos, 11 acreedores cuyo crédito alcanzaran, como mínimo, la suma de $40.000.

6.2. Mayorías para la obtención del acuerdo para acreedores privilegiados.


Si bien no es obligatorio, el concursado podrá presentar a los acreedores privilegiados propuestas de acuerdo
preventivo. Para lograr el acuerdo con los acreedores privilegiados el concursado deberá obtener la
conformidad de la mayoría absoluta de acreedores que a la vez representen las 2/3 del capital computable, y
la unanimidad de los acreedores privilegiados con privilegio especial a los que alcance la propuesta.
Si el concursado obtiene las conformidades de los acreedores quirografarios, pero no las de los privilegiados,
en principio no se declaran la quiebra dado que el acuerdo con los privilegiados no es obligatorio sino
facultativo. Sin embargo, atendiendo a la excepción mencionada previamente, el concursado sí será declarado
en quiebra si hubiese manifestado en el expediente que condicionaba la propuesta hecha a los acreedores
quirografarios a la aprobación de las propuestas formuladas a los privilegiados.

Efectos del Acuerdo Homologado

1. Nociones preliminares. –
Si el concursado no hubiese obtenido las conformidades necesarias, no habrá logrado el acuerdo
preventivo y el juez deberá declarar la quiebra indirecta o hacer lugar al salvataje de la empresa. En cambio, si
el concursado hubiese logrado el acuerdo, el juez, dentro de los 3 días de presentadas las conformidades
necesarias, dictará una resolución haciendo saber la existencia de acuerdo preventivo.

2. Impugnación del acuerdo preventivo. –

Pueden impugnar el acuerdo:


▪Los acreedores con derecho a voto.
▪Quienes hubieran deducido incidente de verificación tardía por no haberse presentado a verificar su crédito en
término.
▪Quienes hubieran deducido incidente de revisión por no haber sido admitidos sus crédi-tos quirografarios.
La impugnación deberá realizarse dentro del plazo de 5 días contados desde la notificación de la resolución
judicial sobre la existencia de acuerdo. La impugnación sólo podrá fundarse en:
▪Error en el cómputo de la mayoría necesaria para lograr el acuerdo.
▪Falta de presentación de acreedores que concurran a formar mayorías en las categorías.
▪Exageración fraudulenta del pasivo.
▪Ocultación o exageración fraudulenta del activo.
▪Inobservancia de formas esenciales para la celebración del acuerdo. Esta causal sólo podrán invocarla
aquellos acreedores que no hubieran dado su conformidad a la propuesta presentado por el concursado.
Si el juez considera que la impugnación es procedente deberá declarar la quiebra. Por el contrario, si el juez
considera que no es procedente, deberá homologar el acuerdo preventivo. La resolución que admite la
impugnación es apelable por el concursado, y la que rechaza la impugnación es apelable por el acreedor
impugnante.

3. Homologación del acuerdo preventivo. –


Rouillon se refiere a la homologación judicial como la aprobación que el juez otorga al acuerdo aprobado por
los acreedores. Dicha aprobación judicial será indispensable para la validez y exigibilidad del acuerdo
preventivo. La resolución que homologue el acuerdo debe disponer las medidas judiciales necesarias para su
cumplimiento.
Para la homologación del acuerdo, el juez deberá tener en cuenta:
▪Si el acuerdo contuviera la misma propuesta para todos los acreedores, una vez obtenidas las conformidades
exigidas, deberá homologar el acuerdo.
▪Si el acuerdo contuviera diferentes propuestas según las categorías de acreedores, una vez obtenidas las
conformidades exigidas en cada una de las categorías, deberá homologar el acuerdo. Si no se hubiesen
logrado las conformidades en cada una de las categorías, el juez no podrá homologar el acuerdo. Sin
embargo, a pesar no haber obtenido las conformidades exigidas en cada una de las categorías, el juez podrá
homologar el acuerdo e imponerlo a la totalidad de acreedores quirografarios, cuando lo considere
conveniente, y siempre que se cumplan los siguientes requisitos:

✓ Haber obtenido las conformidades exigidas en al menos una de las categorías de acreedores quirografarios.
✓ Haber obtenido la conformidad de por lo menos las 3/4 del total del capital quirografario.
✓Que, por el acuerdo impuesto, los acreedores de categorías disidentes no reciban menos de lo que recibirían
en la quiebra.

A través de esta homologación excepcional llamada “cramdown power” podría aprobarse un acuerdo a
pesar de no haber obtenido las conformidades necesarias, logrando su aplicación incluso a las categorías de
acreedores quirografarios disidentes.

3.1. Efectos del acuerdo homologado.

Los efectos que produce la homologación del acuerdo son:


▪Novación: el acuerdo homologado produce la novación, es decir, las obligaciones de causa anterior a la
presentación en concurso son reemplazadas por las nuevas obligaciones que surjan del acuerdo.
La novación es irreversible salvo que el acuerdo sea declarado nulo. Por lo tanto, si luego de la homologación
se declara la quiebra del concursado, los acreedores sólo podrán reclamar sus nuevos créditos, o sea los que
surjan del acuerdo preventivo.
▪Aplicación a todos los acreedores: desde el momento de la homologación, el acuerdo se hace obligatorio para
todos los acreedores quirografarios cuyos créditos se hayan originado por causa anterior a la presentación en
concurso, tanto para los que votaron positivamente como para los que lo rechazaron.
4. Situación de los acreedores con privilegio general. –
Si el concursado, además de obtener las conformidades necesarias de los acreedores quirografarios, hubiera
presentado una propuesta para los acreedores con privilegio general obteniendo las mayorías exigidas, al
homologarse el acuerdo se producirá la novación sobre los créditos de todos aquellos acreedores con privilegio
general que integraron dicha categoría. Es decir, la minoría deberá conformarse con lo decidido por la
mayoría.

5. Situación de los acreedores con privilegio especial. –


Estos acreedores, a diferencia de aquellos con privilegio general, no pueden ser sometidos a la decisión de una
mayoría, porque para que el acuerdo les fuera impuesto deben haber otorgado su conformidad todos los
acreedores con privilegio especial. Por lo tanto, únicamente deberá cumplir con el acuerdo homologado aquel
que no lo haya aceptado.
Los acreedores privilegiados, sean generales o especiales, que no estuviesen comprendidos en el acuerdo
preventivo homologado podrán: ejecutar la sentencia de verificación o pedir la quiebra directa del concursado
cumpliendo con los requisitos previstos para su procedencia.

6. Nulidad del acuerdo preventivo. –


Cualquier acreedor comprendido en el acuerdo podrá pedir la nulidad dentro del plazo de 6 meses, contados a
partir del día en que se dictó la homologación. Por lo tanto, no estarán legitimados para pedir la nulidad: el
juez, el síndico, el concursado, quienes hubieran promovido incidentes de revisión o la verificación tardía
mientras no hayan sido verificados.
Para que procese la nulidad de un acuerdo homologado siempre debe existir dolo. Las causales son:
exageración del pasivo; exageración u ocultación del activo; reconocimiento o exageración de privilegios
inexistentes o constituidos ilícitamente.
La causal de nulidad debió haber sido conocida después de vencido el plazo para impugnar el acuerdo, porque
si el acreedor teniendo conocimiento del vicio no lo impugnó, no puede luego pedir la nulidad.
La misma sentencia que decrete la nulidad del acuerdo deberá contener la declaración de quiebra y la
incautación de los bienes y papeles del deudor. Esta resolución es, sin embargo, apelable.

Privilegios

1. Clasificación. –
El régimen de privilegios de la LCQ encuadra a los acreedores del deudor en un determinado rango o categoría
según la naturaleza de sus créditos:
▪Privilegiados: son aquellos acreedores que poseen un crédito al que la ley otorga una preferencia en el
cobro. Los acreedores pueden tener privilegio especial o general.
✓Privilegio especial: cuando la preferencia en el cobro recae sobre el producido de la venta de un bien
determinado. Por ejemplo, el acreedor hipotecario se cobrará de la venta del inmueble sobre el que pesa su
hipoteca.
✓Privilegio general: es el caso en el cual la preferencia en el cobro recae sobre el producido de la venta de
todos los bienes del concursado, es decir, no sobre un bien en particular sino sobre su patrimonio en general.
Son créditos con privilegio general algunos de los derivados de las relaciones laborales o bien las tasas e
impuestos debidos al Estado, siempre y cuando no recaigan sobre bienes determinados.

▪Quirografarios: son aquellos acreedores de poseen un crédito que no tiene ninguna preferencia en el cobro,
es decir, que no se les reconoce privilegio alguno. Es lo que se le debe, por ejemplo, a un proveedor de
materiales para la producción dentro del establecimiento del deudor.
En material concursal los privilegios sólo pueden tener origen en la ley, es decir que no pueden ser acordados
por las partes. Además, sólo se regirán por las disposiciones establecidas por la LCQ y no por otras normas.
Asimismo, corresponde aclarar que, en caso de duda sobre la clasificación del acreedor, su crédito será
considerado quirografario.
Los créditos deberán pagarse en el siguiente orden:
▪Créditos con privilegio especial.
▪Gastos de conservación y de justicia.
▪Créditos con privilegio general.
▪Créditos quirografarios.
▪Créditos subordinados.

2. Créditos con privilegio especial. –


El artículo 241 establece que tienen privilegio especial sobre el producido de los bienes que en cada caso de
indica:
1. Los créditos originados por gastos de construcción, mejora o conservación de una cosa tienen privilegio
sobre ésta, mientras exista en poder del concursado por cuya cuenta se hicieron los gastos. Por ejemplo, las
mejoras o reparaciones realizadas en la casa del fallido mientras siga siendo el lugar donde vive.
2. Los créditos por remuneraciones debidas al trabajador por 6 meses y los provenientes por indemnizaciones
por accidente de trabajo, antigüedad o despido, falta de preaviso y fondo de desempleo, tienen privilegio
sobre las mercaderías, materias primas y maquinarias del concursado, que se encuentren en el
establecimiento donde haya trabajado o que sirvan para su explotación.
3. Además del privilegio, estos créditos presentan una preferencia temporal en el cobro, siendo que pueden
cobrarse de inmediato a través del procedimiento de pronto pago al cual ya hemos hecho referencia.
4. Los créditos por impuestos y tasas que se aplican a bienes determinados tienen privilegio sobre estos. Por
ejemplo, lo debido en concepto de impuesto automotor tiene privilegio especial sobre el auto del concursado.
5. Los créditos garantizados con hipoteca, prenda, warrant y los correspondientes a debentures y obligaciones
negociables con garantía especial o flotante, tienen privilegio sobre los bienes afectados a la garantía.
6. El crédito del retenedor a causa de la cosa retenida, a la fecha de la sentencia de quiebra, tiene privilegio
sobre la cosa retenida.
7. Los créditos indicados en la Ley de Navegación, en el Código Aeronáutico, en la Ley de Entidades Financiera
y en la Ley de Seguros.
Salvo la excepción establecida en el artículo 241 sobre créditos laborales, los créditos con privilegio especial
que resulten insatisfechos en su totalidad serán considerados como créditos quirografarios y concurrirán como
tales por el monto insatisfecho.
La excepción del artículo 241 indica que cuando los créditos laborales con privilegio especial no pudieran ser
satisfechos en su totalidad con la venta de las mercaderías, materias primas y maquinarias del concursado, se
les reconocerá por el monto insatisfecho un privilegio general.

2.1. Concurrencia dentro de los créditos con privilegio especial.


Cuando existen acreedores con privilegio especial afectando diferentes bienes no hay inconvenientes porque
cada uno deberá cobrarse del bien sobre el que recae su privilegio. En cambio, si diferentes acreedores con
privilegio especial concurren sobre un mismo bien y el producido de dicho bien es insuficiente para pagar a
todos deberán aplicarse las siguientes reglas para establecer la prioridad en el cobro:
▪Si se tratara de supuestos que encuadran en diferentes incisos del artículo 241, el orden de los incisos
determinará la prioridad de cobro. Por ejemplo, si sobre un inmueble existieran dos créditos, uno originado por
gastos hechos para la conservación del mismo, y otro provocado por impuestos impagos sobre el inmueble,
con la venta del inmueble se pagará primero el crédito por gastos de conversación y, si el dinero alcanza, se
pagará el crédito por los impuestos impagos.
✓La excepción a esta regla se da con el crédito privilegiado del retenedor, el cual prevalecerá sobre el resto
de los créditos con privilegio especial si la retención comenzó a ejercerse antes de nacer los créditos
privilegiados.
✓Otra excepción a la regla es la que se refiere a los créditos garantizados con hipoteca, prenda, warrant y los
correspondientes a debentures y obligaciones negociables, y los créditos indicados en la Ley de Navegación,
en el Código Aeronáutico, en la Ley de Entidades Financiera y en la Ley de seguros, los cuales no se someten
al orden de prelación de los incisos para determinar la prioridad en el cobro, sino que se rigen por sus
respectivos ordenamientos.
▪Si se trata de supuestos que encuadran dentro del mismo inciso del artículo 241, el pago se hará entre los
diferentes acreedores a prorrata. Por ejemplo, si las refacciones a la casa originaron dos créditos, el del
arquitecto por $10.000 y el del ingeniero por $5.000, y el producto líquido para distribuir fuera de $7.500,
cada uno cobrará la mitad de su crédito.
✓La excepción en este caso se da con los créditos garantizados con derechos reales y los créditos indicados
en las leyes previamente mencionadas, considerando que, como se dijo anteriormente, se rigen por sus
respectivos ordenamientos.
Todas estas reglas de aplicación de orden de prelación entre créditos privilegiados hacen que en la doctrina se
cuestione la eficacia y la viabilidad del orden establecido.

2.2. Reserva de gastos.


Antes de pagar un crédito con privilegio especial, se debe reservar del precio del bien sobre el que recae, el
importe correspondiente a conservación, custodia, administración y realización del bien, y la cantidad
necesaria para pagar los honorarios de los funcionarios del concurso por las diligencias realizadas sobre dicho
bien.

3. Gastos de conservación y de justicia. –


Luego de pagar los créditos con privilegio especial, se pagarán los créditos originados luego de la apertura del
concurso o de la declaración de quiebra por la conservación, administración y liquidación de los bienes del
concursado y por el trámite del concurso.
Estos gastos se pagarán con el excedente total del activo liquidado, es decir con lo que sobró del pago a los
acreedores con privilegio especial y con el resto del activo liquidado. Si el total del activo liquidado es
insuficiente para pagar la totalidad de estos créditos, la distribución entre ellos se hará a prorrata.
Corresponde aclarar que los gastos de conservación y de justicia presentan una preferencia temporal en el
cobro, no necesitan verificación y pueden percibirse de inmediato sin necesidad de esperar al proyecto de
distribución.

4. Créditos con privilegio general. –


El artículo 246 dispone que son créditos con privilegio general los siguientes:
▪Los créditos por remuneraciones y subsidios familiares debidos al trabajador por 6 meses y por
indemnizaciones, vacaciones, sueldo anual complementario, fondo de desempleo y cualquier otro derivado de
la relación laboral. La LCQ vuelve a mencionar los créditos que surgen de relaciones laborales dado que,
como se dijeran en líneas anteriores, cuando no pudieran ser satisfechos en virtud de un privilegio especial, se
les reconocerá un privilegio general.
Además del privilegio, estos créditos presentan una preferencia temporal de cobro, ya que pueden percibirse
de inmediato sin necesidad de esperar al proyecto de distribución a través del procedimiento de pronto pago,
como se dijera anteriormente.
Sin embargo, la parte de los créditos originados por remuneraciones debidas al trabajador que excedan los 6
meses, como así también los intereses que excedan los 2 años contados desde la mora serán considerados
créditos quirografarios.
▪Créditos por prestaciones adeudadas a organismos de los sistemas de seguridad social, subsidios familiares y
fondos de desempleo, únicamente por el capital.
▪Si el concursado es persona física, los gastos funerarios de la muerte del deudor y los gastos de enfermedad
durante los últimos 6 meses de vida. Por ejemplo, los honorarios médicos, medicamentos y gastos de
internación. También los gastos de necesidad en alojamiento, alimentación y vestimenta del deudor y su
familia durante los 6 meses anteriores a la presentación en concurso o declaración de quiebra.
▪Créditos fiscales por impuestos y tasas adeudados que no recaigan sobre bienes determinados. Recordemos
que los impuestos y tasas que recaen sobre bienes determinados gozan de privilegio especial.
▪El capital por facturas de créditos aceptadas por hasta $20.000 por cada vendedor o locador. El privilegio
otorgado sobre esta clase de título de crédito tiene que ver con la intención del legislador de promover su
utilización.

4.1. Concurrencia dentro de los créditos con privilegio general.


Una vez pagados los créditos con privilegio especial más reserva de gastos y los créditos por gastos de
conservación y de justicia, podrán pagarse los créditos con privilegio general. Primero que nada, se pagarán
los créditos laborales insatisfechos con el producto líquido. Hecho esto, el resto de los créditos con privilegio
general se pagará siguiendo el siguiente procedimiento: lo que quede del producto líquido se dividirá en dos.
La mitad se utilizará para pagar los otros créditos con privilegio general, y la otra mitad se utilizará para pagar
los créditos quirografarios y los créditos con privilegio general que no llegaron a pagarse en su totalidad con la
mitad que les correspondía.
Si al momento de pagar los créditos laborales con privilegio general el producto líquido no alcanza para
satisfacer la totalidad de dichos créditos, la distribución entre ellos se hará a prorrata.

5. Conservación del privilegio. –


Los créditos privilegiados en el concurso preventivo sean especiales o generales, mantienen su privilegio en la
quiebra posterior. Esta misma regla se aplica para los créditos originados por gastos de conservación y de
justicia. A este respecto, el artículo 240 dispone que los créditos causados en la conservación, administración y
liquidación de los bienes del concursado y en el trámite del concurso, son pagados con preferencia a los
créditos contra el deudor salvo que estos tengan privilegio especial.

6. Extensión del privilegio. –


Los privilegios especiales o generales se extienden exclusivamente sobre el capital del crédito, no sobre sus
accesorios, excepto en los siguientes casos:
▪Se extenderá el privilegio a los intereses devengados a partir de la mora de los créditos laborales con
privilegio especial o general hasta por 2 años anteriores a la quiebra.
▪Se extenderá el privilegio a las costas, los intereses devengados y los intereses compensatorios posteriores a
la quiebra hasta hacer efectivo el pago en los créditos garantizados con hipoteca, prenda, warrant y los
correspondientes a debentures y obligaciones negociables con garantía especial o flotante.
Corresponde aclarar que el hecho de no extender el privilegio a los accesorios del crédito no significa que se
extingan, sino que sean considerados créditos quirografarios.
Salvataje

1. Nociones preliminares. –
En el año 1995 la nueva LCQ incorporó a través del artículo 48 la figura del salvataje de empresa o “cramdown
argentino”. El salvataje es el procedimiento que tiene lugar cuando la concursada no llega a un acuerdo con
sus acreedores y consiste en darle la posibilidad a terceros interesados de presentar propuestas de acuerdo.
En caso de aceptarse alguna propuesta, el tercero que la formuló adquiere las acciones o cuotas sociales de la
empresa, salvándola de la quiebra. En caso de fracasar el salvataje se decreta la quiebra indirecta.

2. Sujetos pasibles de salvataje. –


Únicamente procederá el salvataje de empresa cuando la concursada fuera:
▪Una sociedad de responsabilidad limitada.
▪Una sociedad por acciones.
▪Una sociedad cooperativa.
▪Una sociedad en que el Estado nacional, provincial o municipal sea parte.
Las personas que normalmente acceden al salvataje como terceros interesados son los acreedores de la
concursada, la cooperativa de trabajo conformada por trabajadores de la misma empresa, terceros e incluso la
concursada. Esta última, únicamente podrá participar del salvataje si al menos un interesado en participar del
salvataje se hubiese registrado; de lo contrario estaría ampliando a su favor el período de exclusividad.

Quiebra

1. Concepto. –
La quiebra o concurso liquidatorio es un proceso por el cual se liquidan todos los bienes del deudor para hacer
frente al cumplimiento de sus obligaciones. Su finalidad es liquidar el patrimonio del deudor para satisfacer de
la manera más equitativa posible los créditos de la masa de acreedores.

2. Tipos de quiebra. –
El artículo 77 de la LCQ se refiere a los siguientes tipos de quiebra:

▪Quiebra indirecta: la quiebra indirecta tiene lugar cuando fracasa el concurso preventivo.
Es decir, cuando no se presenta en término la propuesta, cuando no se obtienen las conformidades
necesarias, cuando se declara procedente la impugnación del acuerdo o su nulidad, o cuando no se puede
llevar adelante el salvataje de la empresa.

▪Quiebra directa: es el caso en el cual la quiebra no se origina en el fracaso del concurso preventivo, sino
que es solicitada a pedido del deudor o de un acreedor. Cuando la solicite el deudor será una quiebra directa
voluntaria, y cuando la pida un acreedor será una quiebra directa necesaria.
▪Quiebra por extensión: consiste en extender la quiebra de una persona a otra, aunque esta última no se
encuentre en estado de cesación de pagos, si se da alguno de los supuestos establecidos en la ley. La
extensión de la quiebra tiene por objetivo responsabilizar a aquellas personas que tuvieron incidencia en la
quiebra principal, logrando así ampliar las expectativas de cobro de los acreedores.
3. Quiebra directa a pedido del deudor. –
Cuando el deudor pida su propia quiebra, deberá cumplir con los requisitos formales exigidos por el artículo 11
de la LCQ. Además, deberá poner todos sus bienes a disposición del juzgado.
Si se trata de una sociedad, estas medidas también se aplicarán a los socios ilimitadamente responsables que
hayan decidido la petición de la quiebra.
En el caso de personas jurídicas el representante legal deberá solicitar la quiebra, previa resolución del órgano
de administración. Dentro de los 30 días deberá ratificarse el pedido acompañando la constancia de la
resolución de continuación del trámite adoptada por el órgano de gobierno.
En relación con el presupuesto objetivo, el deudor que solicite su propia quiebra deberá demostrar su estado
de cesación de pagos a partir de la prueba de la existencia de hechos reveladores, como se dijera
anteriormente.

3.1. Desistimiento.
El deudor sólo puede desistir de su pedido de quiebra si demuestra, antes de la primera publicación de
edictos, que ha desaparecido su estado de cesación de pagos. Sin embargo, cuando se trata de personas
jurídicas, algunos autores como Vitolo consideran que la falta de ratificación del pedido de quiebra implica un
desistimiento, aun después de la publicación de edictos.
Por último, diremos que según lo establece el artículo 82, la solicitud del deudor de su propia quiebra
prevalece sobre el pedido de sus acreedores cualquiera sea su estado, mientras no haya sido declarada.

4. Quiebra directa a pedido de un acreedor. –


Cualquier acreedor cuyo crédito sea exigible puede pedir la quiebra del deudor excepto su cónyuge, sus
ascendientes y sus descendientes. Si los parientes mencionados cedieran sus créditos a terceros, ellos
tampoco podrán pedir la quiebra del deudor.
Al pedir la quiebra, el acreedor deberá probar sumariamente:

▪La existencia del crédito y su exigibilidad.


▪Que el deudor es un sujeto concursable.
▪Algún hecho revelador del estado de cesación de pagos del deudor.
El acreedor con privilegio especial además deberá probar que el bien sobre el que recae su privilegio no
alcanza para cubrir su crédito. Dicha obligación, sin embargo, no pesa sobre los acreedores privilegiados
laborales.

4.1. Citación del deudor.


Acreditados los requisitos, el juez deberá citar al deudor para que, dentro del quinto día de notificado, invoque
y pruebe cuanto estime conveniente a su derecho. La LCQ establece que no existe juicio de ante-quiebra. Esto
quiere decir, que no puede haber una etapa probatoria muy extensa para debatir si debe declararse la quiebra
o no; por eso, luego del oír al deudor, el juez oirá al acreedor y resolverá admitiendo o rechazando el pedido
de quiebra.

4.2. Medidas precautorias.


Antes de declarar la quiebra, a pedido y bajo responsabilidad del acreedor, el juez podrá decretar medidas
precautorias para proteger la integridad del patrimonio del deudor. Por ejemplo, inhibición general de bienes o
intervención en los negocios. Como se trata de medidas cautelares, antes de ordenarla el juez deberá verificar
la verosimilitud en el derecho, el peligro en la demora, y si fuera necesario podrá exigir una contra cautela.
4.3. Desistimiento.
El acreedor sólo puede desistir de su solicitud mientras el juez no haya citado al deudor. Suele ocurrir que,
ante el pedido de quiebra de un acreedor, el deudor le pague para que aquél desista.
Ahora bien, si de todos modos el juez declara la quiebra, dichos pagos deberán reintegrarse al proceso
concursal.

5. Sentencia de quiebra. –
Habiéndose reunido los requisitos para la procedencia de la quiebra, directa o indirecta, el juez deberá dictar
la sentencia de quiebra. Dicha sentencia deberá contener lo siguiente:
▪Individualización del fallido: en caso de tratarse de una sociedad, la individualización de los socios que
tuvieran responsabilidad ilimitada.
▪Orden de anotar la quiebra en el Registro de Juicios Universales de la jurisdicción que corresponda, y la
inhibición general de bienes en los registros correspondientes.
▪Orden de entregar al síndico los bienes del fallido: la orden debe ir dirigida tanto al deudor como a los
terceros que posean bienes de su propiedad.
▪Intimación al deudor para que cumpla los requisitos exigidos para pedir su quiebra según artículo 11, si aún
no lo hizo, y para que entregue al síndico los libros de comercio y toda la documentación con la contabilidad.
▪Prohibición de hacer pagos al fallido: los pagos realizados serán considerados ineficaces.
▪Orden de interceptar y entregar al síndico la correspondencia del fallido.
▪Intimación al fallido para que dentro de las 48 horas constituya domicilio procesal en el lugar de tramitación
del juicio, de lo contrario se lo tendrá por constituido en el juzgado.
▪Orden de comunicar a las autoridades competentes la prohibición de salida del país que recae sobre el fallido.
▪Orden de vender los bienes del deudor y la designación de quien efectuará las enajenaciones.
▪Designación de una persona para que lleve a cabo, dentro de los 30 días, el inventario de los bienes del
fallido.
▪Designación de audiencia para el sorteo del síndico.
En los casos de quiebra directa o de quiebra indirecta derivada del incumplimiento o nulidad del acuerdo
preventivo, la sentencia además deberá fijar las fechas relativas al período informativo: es decir, las fechas
para presentar las solicitudes de verificación de créditos y las fechas para la presentación de los informes
individual y general.

6. Qué puede hacer el deudor frente a la sentencia de quiebra. –


Ante la sentencia de quiebra el deudor puede pedir la conversión de la quiebra en concurso preventivo;
interponer recurso de reposición; o plantear la incompetencia del juzgado:

▪Conversión: es el instituto mediante el cual el deudor solicita la transformación de la quiebra en concurso


preventivo. Para obtener la conversión de la quiebra, el deudor deberá solicitarla dentro de los 10 días
contados desde la última publicación de edictos; ser un sujeto concursables; cumplir con los requisitos
formales del artículo 11.
La conversión no procederá, sin embargo, cuando la quiebra se haya declarado por incumplimiento de un
acuerdo preventivo; cuando la quiebra, directa o indirecta, se haya declarado estando en trámite un concurso
preventivo; o cuando el deudor se encuentre en el período de inhibición.

▪Recurso de reposición: contra el auto declarativo de la quiebra no procede el recurso de apelación, por ello
la LCQ le concede al deudor fallido el recurso de reposición. Se trata del recurso que tiene el fallido para dejar
sin efecto la sentencia de quiebra declarada a pedido del acreedor. Para que proceda el recurso, el deudor
deberá interponerlo dentro de los 5 días contados desde que tomó conocimiento de la sentencia quiebra. El
deudor fallido deberá fundar el recurso y ofrecer toda la prueba necesaria. El recurso debe estar fundado en la
falta de requisitos sustanciales para declarar la quiebra; por ejemplo, que el deudor no sea sujeto concursable
o que no esté en estado de cesación de pagos.
La interposición del recurso de reposición impide la liquidación de los bienes, con excepción de los bienes
perecederos. El resto de los trámites de la quiebra siguen su curso, por lo tanto, subsisten los efectos del
desapoderamiento y los efectos personales sobre el fallido.
La revocación de la sentencia de quiebra hace cesar todos los efectos de la quiebra con excepción de los
siguientes: los contratos que hubiesen sido resueltos por la quiebra no renacen por su revocación; y las ventas
de los bienes perecederos quedan firmes, pero los fondos deben ser entregados al deudor.
▪Incompetencia: el deudor o cualquier acreedor, excepto el que pidió la quiebra, pueden solicitar al juez que
declare la incompetencia del juzgado para entender en la causa. Para que proceda el planteo, el deudor
deberá solicitar la incompetencia dentro de los 5 días contados desde que tomó conocimiento de la sentencia
quiebra. Si se trata del acreedor, deberá solicitar la incompetencia dentro de los 5 días posteriores a la última
publicación de edictos.
Si el juez declara la incompetencia ordenará el pase del expediente al juzgado correspondiente, siendo válidas
las actuaciones que se hubieran realizado hasta entonces. En ningún momento cesa la aplicación de los
efectos de la quiebra, es decir que si el juez admite la incompetencia ello ni implica ni la revocación de la
sentencia de quiebra ni la nulidad de todo lo actuado.

7. Período Informativo de la Quiebra. –

El período informativo de la quiebra, al igual que en el concurso preventivo, abarca desde el proceso de
verificación de créditos hasta el informe general del síndico inclusive. El procedimiento a seguir será diferente
según se trata de una quiebra directa o indirecta. Esto se debe a que cuando la quiebra fuera indirecta se
utilizará la información obtenida en el período informativo del concurso preventivo frustrado.

Efectos de la Quiebra

1. Efectos sobre la persona del fallido. –


La quiebra produce los siguientes efectos sobre la persona del fallido:

▪Inhabilitación del fallido: el fallido queda imposibilitado para ejercer el comercio, por si o por interpósita
persona, para integrar sociedades y para ser apoderado, administrador, gerente, síndico, liquidador o
fundador de sociedades, asociaciones y fundaciones.
Si se trata de una persona física, estará inhabilitada durante 1 año a partir de la sentencia de quiebra.
Transcurrido el año queda rehabilitada de pleno derecho. Si se trata de una persona jurídica, la inhabilitación
será definitiva a partir de la sentencia de quiebra, y se extenderá a las personas físicas que, desde la fecha de
cesación de pagos, hubiesen integrado los órganos de administración.
La ley establece que el plazo de 1 año puede ser reducido o dejado sin efecto por el juez a pedido de parte y
previa vista al síndico, cuando el inhabilitado no hubiese incurrido prima facie en delito penal. Esta decisión
quedará a criterio del magistrado.
▪Autorización para viajar al exterior: a partir de la sentencia de quiebra el fallido no puede ausentarse del
país sin autorización judicial. Dicha autorización deberá entregarse cuando la presencia del fallido no sea
requerida por el juez o en caso de necesidad y urgencia evidentes. Si se tratara de una persona jurídica, la
prohibición para salir del país sin autorización recaerá sobre los administradores de la sociedad.
La prohibición dura hasta la presentación del informe general del síndico. Sin embargo, el juez podrá extender
dicha prohibición sobre determinadas personas por un plazo máximo de 6 meses contados a partir de la fecha
fijada para la presentación del informe.
▪Interceptación de correspondencia: al decretar la quiebra el juez libra un oficio a la empresa de correos
para que la correspondencia dirigida al fallido sea remitida al síndico. Este deberá abrirla en presencia del
fallido o del juez, entregando al interesado la que fuera estrictamente personal.
▪Deber de cooperación: cada vez que el síndico o el juez lo requieran, el fallido deberá dar explicaciones
sobre los créditos y su situación patrimonial. Si se negara a concurrir para dar las explicaciones solicitadas, el
juez podrá hacerlo comparecer por medio de la fuerza pública. Si se trata de una persona jurídica, el deber de
cooperar recaerá sobre los administradores de la sociedad.
▪Derecho a trabajar: a pesar de encontrarse inhabilitado, el fallido conserva la facultad de realizar tareas
artesanales, profesionales o en relación de dependencia para poder sustentarse. Hasta la rehabilitación, los
ingresos percibidos estarán sometidos al desapoderamiento, siempre respetando el tope a la embargabilidad
del salario.
2. Efectos sobre el patrimonio del fallido. –
▪Desapoderamiento: a partir de la sentencia de quiebra, el fallido no puede disponer ni administrar sus
bienes; ni los existentes a la fecha de la sentencia de quiebra ni los de adquiera hasta la rehabilitación.
Cualquier acto de disposición o administración llevado a cabo por el fallido, resultará ineficaz.
▪Incautación: inmediatamente después de la sentencia de quiebra se procede a la incautación de los bienes
y papeles del fallido sujetos al desapoderamiento. La incautación deberá realizarse del modo que resulte más
conveniente según la naturaleza de los bienes. Esta se llevará a cabo a través de:
✓Clausura del establecimiento del deudor, de sus oficinas y demás lugar en que se encuentren sus bienes y
documentos.
✓La entrega directa de los bienes al síndico.
✓El despojo de los bienes del fallido que estuvieran en poder de terceros.
Los bienes imprescindibles para la subsistencia del fallido y su familia deben ser entregados al fallido bajo
recibo, luego de realizar el inventario. Asimismo, diremos que, por lo general, el síndico será quien reciba los
bienes tras la incautación, siendo responsable de su conservación, administración y, en ciertos casos, de la
disposición de los mismos.
▪Legitimación procesal del fallido: el fallido pierde la legitimación procesal en todo litigio relativo a los
bienes sujetos a desapoderamiento, siendo reemplazado por el síndico. Puede, sin embargo, solicitar medidas
judiciales conservatorias hasta que el síndico se presente, yrealizar las extrajudiciales en omisión del síndico.
▪Aceptación o repudiación de herencia y legados: si antes de su rehabilitación el fallido acepta una
herencia o legado, dichos bienes ingresarán a su patrimonio y serán destinados a pagar los gastos de la
quiebra y a los acreedores. El fallido sólo podrá repudiar una herencia en lo que exceda al interés los
acreedores.
▪Donaciones: los bienes donados al fallido a partir de la sentencia de quiebra y hasta su rehabilitación,
ingresan a la quiebra y quedan sometidos al desapoderamiento. La cláusulaque imponga la condición de que
los bienes donados al fallido no queden comprendidos en el desapoderamiento es ineficaz respecto de los
acreedores.

Acciones de Ineficacia

1. Nociones preliminares. –
Desde el momento en que se dicta la sentencia de quiebra, se impide que el fallido realice actos en perjuicio
de sus acreedores. Ahora bien, es necesario reparar en los actos realizados antes de la sentencia de quiebra.
Estos actos se encuentran comprendidos dentro del período de sospecha y podrán ser revisados por el juez a
los efectos de declarar su ineficacia cuando hubieren sido realizados en perjuicio de los acreedores o con la
intención de afectar la igualdad entre ellos.

2. Periodo de sospecha. –
El período de sospecha va desde que se exterioriza el estado de cesación de pagos hasta que se dicta la
sentencia de quiebra. Como vemos, la fijación de la fecha de inicio del estado de cesación de pagos es
fundamental para determina la oponibilidad de los actos realizados por el deudor antes de la quiebra.
Tanto para la quiebra directa como para la quiebra indirecta, el juez deberá determinar un día preciso en el
que comenzará a computarse el estado de cesación de pagos. Dicha resolución puede ser apelada por el
síndico, el fallido y los demás que hubieran intervenido en el trámite.
Una vez que la resolución queda firme, hasta cosa juzgada respecto del fallido, de los acreedores y de los
terceros que hubieran intervenido en el trámite y actúa como presunción respecto de los terceros que no
hubieran intervenido.

2.1. Determinación del período de sospecha.


En la quiebra directa para fijar la fecha de inicio del estado de cesación de pagos, el juez tomará en cuenta:

▪La declaración del síndico en el informe general de la quiebra: según el artículo 39 el in-forme general del
síndico deberá contener la expresión de la época en que se produjo la cesación de pagos, y los hechos y
circunstancias que fundamenten el dictamen. Todos los interesados que no estén de acuerdo con la fecha de
inicio del estado de cesación de pagos expresada en el informe general podrán interponer observaciones
dentro de los 30 días de presentado por el síndico.
▪La declaración del deudor al solicitar su propia quiebra: el deudor que solicitara su propia quiebra deberá
explicar las causas concretas de su situación patrimonial con expresión de la época en que se produjo la
cesación de pagos y de los hechos por los cuales ésta se hubiera manifestado. Esto también será tenido en
consideración por el magistrado.
En relación con el límite a la retroacción, en los casos de quiebra directa, el efecto retroactivo tiene un límite
de 2 años contados desde la sentencia de quiebra. Es decir que, aunque el inicio de la cesación de pagos
fuese anterior, el período de sospecha abarcara los 2 años anterior a la sentencia de quiebra.
En la quiebra indirecta para fijar la fecha de inicio del estado de cesación de pagos el juez tomará en cuenta lo
siguiente:
▪La declaración del síndico en el informe general del concurso y de la quiebra: como mencionamos
previamente, el informe general del síndico debe contener la expresión de la época en la cual se produjo la
cesación de pagos.
▪La declaración del propio deudor al solicitar su concurso preventivo: el deudor que solicita la apertura de un
concurso preventivo debe expresar las causas concretas de su situación patrimonial con expresión de la época
en que se produjo la cesación de pagos yde los hechos por los cuales ésta se hubiera manifestado.
El límite de retracción en los casos de quiebra indirecta es también de 2 años, pero se cuenta desde la
presentación en concurso preventivo. Aunque el inicio de la cesación de pagos fuese anterior, el período de
sospecha abarcará desde la sentencia de quiebra hasta los 2 años anteriores a la presentación en concurso
preventivo.

3. Acciones de ineficacia. –
Como dijimos anteriormente, los actos realizados por el fallido durante el período de sospecha que hayan
perjudicado a los acreedores o que hayan afectado la igualdad entre ellos, podrán ser revisados por el juez a
los efectos de declarar su ineficacia. Las acciones de ineficacia permiten la recomposición del patrimonio
cuando el deudor hubiera quitado bienes indebidamente con el fin de evitar el desapoderamiento.
El acto declarado ineficaz por el juez será inoponible a los acreedores comprendidos en la quiebra, pero tendrá
plena validez entre las partes y respecto de terceros. Los bienes que ingresen a la quiebra como consecuencia
de las acciones de ineficacia quedarán sujetos a desapoderamiento.

3.1. Clasificación.
Corresponde hacer la siguiente distinción entre las acciones de ineficacia:
▪Actos ineficaces de pleno derecho: establece el artículo 118 que, si durante el período de sospecha el deudor
realizó alguno de los siguientes actos, el mismo será declarado ineficaz de pleno derecho:

✓Actos a título gratuito como por ejemplo, donaciones o renuncias a créditos.


✓Pagos anticipados de deudas cuyo vencimiento debía producirse el día de la quiebra o con posterioridad.
✓Constitución de hipoteca o prenda respecto de obligación no vencida que originariamente no tenía esa
garantía.
La declaración de ineficacia de pleno derecho debe llevarse a cabo dentro de los 3 años contados a partir de la
sentencia de quiebra. La resolución del juez es apelable.
▪Actos ineficaces por conocimiento de la cesación de pagos: dispone el artículo 119 que los demás actos
realizados por el deudor durante el periodo de sospecha que perjudiquen a los acreedores comprendidos en la
quiebra podrán ser declarados ineficaces, si quien celebró el acto con el fallido conocía su estado de cesación
de pagos. Para determinar si quien celebró el acto con el fallido conocía su estado de cesación de pagos son
de fundamental importancia las presunciones, pesando la carga de la prueba sobre el tercero contratante.
De acuerdo con el artículo 119 esta acción deberá interponerse ante el juez de la quiebra el único legitimado
para accionar es el síndico quien requerirá autorización de la mayoría del capital quirografario verificado o
declarado admisible. Sin embargo, si el síndico no iniciara la acción, los acreedores previa intimación a aquel
por 30 días, podrán iniciarla a su costa.

Liquidación y Distribución

1. Realización de los bienes. –


Inmediatamente después de dictada la sentencia de quiebra, el síndico debe encargarse de la realización de
los bienes del fallido. Es decir, que el período informativo de la quiebra y la liquidación y la distribución de los
bienes se desarrollarán en forma paralela.

No se llevará a cabo la venta inmediata de los bienes cuando:


▪El fallido hubiese interpuesto recuerdo de reposición contra la sentencia de quiebra.
▪El juez hubiese admitido la conversión de la quiebra en concurso preventivo.
▪Hubiese recurso de apelación pendiente contra la sentencia de quiebra indirecta.
▪Hubiese recurso de apelación pendiente contra la sentencia de quiebra declarada por extensión.
▪Se haya resuelto la continuación de la explotación de la empresa.
Una vez finalizado el proceso de verificación de créditos, el síndico deberá promover la constitución del comité
de control cuya función será controlar la etapa liquidatoria.

2. Formas de realización de los bienes. –


La realización de los bienes debe hacerse en la forma más conveniente a la quiebra y será elegida por el juez
según el siguiente orden de preferencia:

1. Enajenación de la empresa o de los establecimientos como unidad de negocios: esta modalidad debe
utilizarse cuando se haya decidido la continuación de la explotación de la empresa.
2. Enajenación en conjunto de los bienes que integren el establecimiento del fallido.
3. Enajenación singular de los bienes: cuando no procediera ni la enajenación de la empresa como unidad, ni
la enajenación en conjuntos de los bienes, se llevará a cabo la venta por separado de cada uno de los bienes.
Si el juez lo considerase conveniente podría optar por más de una de las formas de realización de los bines en
la misma quiebra.

2.1. Créditos.
El síndico debe cobrar los créditos del fallido. También puede encomendar la gestión del cobro de los créditos
a bancos oficiales o privados de primera línea o, con autorización judicial, recurrir a otra forma que sea
costumbre en la plaza y brinde suficiente garantía.
La enajenación debe efectuarse dentro de los 4 meses desde la fecha de la quiebra o, si se interpuso recurso
de reposición, desde que la quiebra quedo firme. El juez puede, por resolución fundada, ampliar el plazo en 90
días.

3. Informe final. –
En este informe el síndico da a conocer todo lo relativo a la enajenación de los bienes y presenta un proyecto
para llevar a cabo la distribución entre los acreedores el dinero obtenido con las ventas. El informe debe
contener la rendición de cuentas, el resultado de la enajenación de bienes, la enumeración de los bienes que
no pudieron ser enajenados, y el proyecto de distribución final. En dicho proyecto el síndico establece el
monto que cobrará cada acreedor, pero para ello, antes deberá:
▪Separar fondos suficientes para los gastos de conservación y justica.
▪Separar fondos suficientes para honorarios.
▪Separar fondos suficientes como reserva para los créditos sujetos a condición suspensiva y los créditos
pendientes de resolución judicial o administrativa.
Cuando existieran créditos con privilegio, la prioridad en el cobro dependerá del privilegio y del origen de los
fondos de la quiebra. Por ejemplo, si el dinero provine de una máquina que esta prendada, tendrá prioridad el
acreedor prendario, atendiendo a lo explicado previamente.

3.1. Publicidad.
Presentado el informe y regulados los honorarios por el juez, deberán publicarse edictos por 2 días en el diario
de publicaciones legales dando a conocer la presentación del informe final, el proyecto de distribución final y la
regulación de honorarios. Los edictos pueden ser sustituidos por notificación personal o por cédula a los
acreedores, cuando el número de éstos o la economía de gastos y tiempo así lo aconsejen.

3.2. Observaciones al informe final.


Finalizada la publicación de edictos, el fallido y los acreedores tendrán 10 días para formular observaciones.
Las mismas sólo podrán referirse a omisiones, errores o falsedades del informe.
Si se presentan observaciones, el juez deberá resolver dentro de los 10 días. Dicha resolución es inapelable,
salvo que se refiera a la graduación del crédito o a errores materiales.

4. Distribución. –
Luego de aprobado el proyecto de distribución, el juez ordenará el pago del dividendo a los acreedores. El
pago puede hacerse por cheque judicial, por planilla remitida al banco o por transferencias a cuentas
bancarias indicadas por los acreedores.
El derecho de los acreedores a percibir los importes que correspondan en la distribución caduca al año desde
la fecha de su aprobación. La caducidad se produce de pleno derecho y es declarada de oficio, destinándose
los importes no cobrados al patrimonio estatal para el fomento de la educación común.
5. Clausura y conclusión del procedimiento. –
Finalizada la distribución de dividendos, la etapa siguiente será la clausura del procedimiento de quiebra o la
conclusión de la quiebra.

▪Clausura del procedimiento de quiebra: la clausura no pone fin a la quiebra; sólo suspende el
procedimiento. Consiste en el cierre transitorio del procedimiento cuando no se hubiesen logrado pagar
íntegramente los créditos. Si ingresan bienes en el patrimonio del fallido se produce la reapertura del
procedimiento. Durante el período de clausura, subsisten la quiebra y sus efectos. La clausura del
procedimiento de quiebra dura como máximo 2 años y pueda deberse a dos situaciones:

✓Clausura por falta de activo: procede cuando los bienes sujetos a desapoderamiento del fallido no alcanzan
para pagar ni siquiera los gastos del proceso. El pedido de clausura lo realiza el síndico, dándole vista al
fallido. La resolución dictada por el juez es apelable. Cuando se dicta la clausura por falta de activo pesará
sobre la quiebra la presunción de fraude y el juez de la quiebra deberá poner en conocimiento de ello a la
justicia penal. Si en sede penal se iniciara la instrucción, el juez de la quiebra no podrá declarar la
rehabilitación del fallido hasta tanto la justicia penal dicte el sobreseimiento o la absolución.
✓Clausura por distribución final: si en la distribución final el dinero no hubiese alcanzado para pagar la
totalidad de los créditos verificados, el juez deberá dictar de oficio la clausura del procedimiento por
distribución final. Si omitiese dictar la clausura, podrá ser solicitada tanto por el síndico como por el fallido.
▪Conclusión de la quiebra: la conclusión de la quiebra provoca el fin de la misma y de sus efectos, sin que sea
posible su reapertura. La conclusión del procedimiento de quiebra seda por: la conversión de la quiebra en
concurso preventivo; la revocación de la sentencia de quiebra por recurso de reposición; el desistimiento de la
quiebra solicitada por el deudor; el vencimiento del plazo de 2 años de la clausura de quiebra; el avenimiento;
el pago total; el otorgamiento de cartas de pago a todos los acreedores; o la ausencia de acreedores
concurrentes.

Extensión de Quiebra

1. Concepto. –
Como se dijera anteriormente, la quiebra por extensión consiste en extender la quiebra de una persona a otra,
aunque esta última no se encuentre en estado de cesación de pagos, si se da alguno de los supuestos
establecidos en la ley.

2. Causales de extensión de quiebra. –


La extensión de quiebra puede provocarse por:

▪Quiebra refleja: según el artículo 160 la quiebra de una sociedad implica la quiebra de todos los socios que
tengan responsabilidad ilimitada. Se trata del supuesto del socio de la sociedad colectiva, el socio
comanditado, el socio capitalidad de la sociedad de capital e industria o el socio de la sociedad irregular. Dado
que estas sociedades son poco habituales, en la actualidad la quiebra refleja prácticamente no se aplica.
▪Quiebra por extensión: este tipo de extensión de quiebra, regulada por el artículo 161, tiene carácter
sancionatorio y procederá ante alguno de los siguientes supuestos:
✓Actuación en interés personal: la quiebra se extenderá a aquella persona que por medio de la fallida actúe
en su interés personal disponiendo de los bienes de la misma como si fueran propios y en fraude a los
acreedores.
✓Abuso de control: la quiebra se extenderá a la persona controlante de la sociedad fallida que desvíe el
interés social de la controlada, sometiéndola a una dirección unificada en interés propio o del grupo económico
del que forma parte.
✓Confusión patrimonial inescindible: cuando los patrimonios de distintas personas se confunden siendo
imposible su delimitación precisa, la quiebra de una se extenderá a la otra.

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