Está en la página 1de 3

Universidad de caldas 31/03/22

Facultad de ciencias jurídicas y sociales

Programa sociología

Proyecto entrevista – diario de campo

Tema de la entrevista: "pobreza": infancia, comidas, hambre, juguetes, frustración,


resentimiento, envidia.

Brandon Rios 2061815203

Entrevistado: Blanca Stella Valencia. (B.V)


EDAD: 75
OFICIO: Modista, ama de casa
Entrevistador: Brandon Rios.(B.R)

1
Principalmente se tenía planeado entrevistar a mi padre para conocer, como se había dicho
en clase, cuál era su nivel de pobreza y como este había influido de manera significativa
durante su niñez. Yo sabía por demás que la entrevista no iba a ser fácil , primero por lo
difícil que ha sido siempre tocar temas tan personales con mi padre y segundo porque justo
ahora, con su nuevo trabajo era difícil encontrarlo en casa, sin embargo el día 27 de marzo
decidí llamar al fijo para tratar de hacer la entrevista, marque el numero insistentemente
pero fue mi abuela (B.V) quien se escuchó del otro lado, me conto que mi padre no estaba y
para parecer casual, ( decisión que tome recién confirmé la ausencia de mi padre en casa),
le pregunte que si tenía tiempo para charlar conmigo, que tenía algunas cosas que quería
preguntarle, no fui directo para evitar las formalidades.
-B.V.: Claro que si mijo, cuente a ver.
Me respondió sin reparo y con su máquina de coser hilando de fondo.
-B.R.: Quiero que me cuente otra vez la historia de su infancia lita, de cuando
Vivian en el albergue.
Yo antes ya había escuchado esta historia, lo plantee de este modo con la intención de
ubicarla espacio-temporalmente.
-B.V.: No mijo, eso es una historia larga, nosotros vivíamos en el albergue, yo vivía
con ese tonto.
-B.R.: Quien, ¿el abuelo?
-B.V.: Claro, maldito me daba plan hasta mas no poder, cuando me veía chorreando
sangre me decía que ahora si iba a voltear la suncha por el filo, me fue muy mal con
ese tonto, yo vivía muy mal, mi ama decía que había sido por casarme vestida de
negro, yo no sé, estaba cansada de que me diera madera, además mijo , usted sabe
cómo nos ha tocado, yo me case de 16 y a Dariito lo tuve de 19 , ¡Ay, mi mono!.
Justo en este momento se echó a llorar, es tan fácil y propio de ella dejarse llevar por sus
emociones, cuando había que llorar lloraba, y nada ponía tan emocional a mi abuela que
contar sus historias, Dariito, su primogénito, acababa de morir hace un año en un accidente
de tránsito que tuvo con mi padre, cosa que justificaba su nostalgia.
-B.V: yo cuando eso trabajaba en casas ajenas haciendo oficio, me humillaban
hasta que ya, pero bendito, yo nunca me deje tratar mal, apenas me decían algo
maluco, por aquí que es más derecho mijito, y pa’ que vea nunca me falto el
trabajito hasta ahora todavía dándole.
Confieso, que no esperaba que su relato empezara tan pronto, ya eran como las doce y yo
empezaba a interesarme por su historia como si fuese la primera vez que la escuchaba,
nunca antes había pensado en interrogarla con fines académicos y por esto último fui
puntual.

2
-B.R. : Pero cuénteme sobre mas antes lita, cuando era más niña.
-B.V.: Yo vivía con mis hermanas y mis papas, siempre fui muy verraca y en el
estudio siempre sobresalía, pero le aprendí a mi ama a cocer y desde los 12 estoy
cociendo, antes vivíamos en aguadas, me acuerdo tanto que la señora que nos
alquilaba nos regalaba un atao de panela los fines de semana, mi ama desesperada
siempre hacia rendir esa aguapanela, después fue cuando aprendí como, cuando tuve
a mis hijos, antes de nacer Jaimito, vivía en Neira y la señora que nos alquilaba nos
regalaba, igualitico que en aguadas, panela de vez en cuando, yo sí que hacia rendir
esa panela, los niños mantenían mal de ropita pero nunca les falto comida, yo ya le
conté mijo, que un día desesperada acordándome de mi ama, me dio por partir la
panela a la mitad, con una le daba a los muchachos la aguapanelita y con la otra
media hacia corchos y vendía, los muchachos me ayudaban a vender cuando salían
del colegio, porque eso sí, el estudio nunca les falto.
Segundo momento en el que no reprime ninguna emoción y suelta en llanto de nuevo.
-B.V. : Me puse juiciosa y cuando menos pensé ya estaba haciendo panes, buñuelos
y churros, siempre pagamos arrendo hasta que nos salió lo del lote en peralonso,
donde vivimos con su papa, me acuerdo tanto que su mama me los mando
chiquiticos, usted de tres añitos y vea como los he levantado, toditos fueron
hombres, 4 hijos hombres y 7 nietos hombres y a todos los crie yo sola, yo saltaba
de la dicha cuando nos dieron el lote, cada peso que cogía lo ahorraba hasta que
construimos la casita propia a punta de panes y costuras. siempre fui ahorrativa y
con la ayuda de Dios vea todo lo que hemos conseguido.
En este momento justo cuando el relato se empezaba a cargar de detalles yo solo quería
seguir escuchando, hasta que, como de costumbre, llego alguien a tocar su puerta, era
alguien por “costuras” como dice ella.
-B. V: Ya vino esta tonta de la Yuli, quien sabe si me va a recatiar las costuras como
es de cansona, baje mijo pa’ que almuerce y pa’ que sigamos charlando y traiga la
ropa sucia, se va a dejar morir del abandono allá.
Por ahora, la entrevista no pudo seguir, creo pues, que lo más conveniente es ir a su casa en
la noche para que nadie interrumpa, intentare convencerla para que desempolve los
álbumes de fotos de su juventud.

También podría gustarte