Ante el conjunto de acciones planteadas por el estado venezolano en torno al Pac
to de Cartagena y a las sucesivas entregas de revolucionarios que desde distinta s trincheras ejercen el combate por la vida, no nos queda más que expresar nuestro mayor sentimiento de indignación y nuestro fuerte repudio a la política entreguista que se ha asumido desde la dirección de este proceso. Hoy cabe preguntarnos ¿qué haríamos si el Che Guevara caminara por las calles de Carac as, o si por esta ciudad de los techos rojos caminara Guaicaipuro o Bolívar, Sandi no o Sucre, Fabricio Ojeda o Víctor Soto Rojas? ¿Los entregaríamos al imperialismo com o ya algunos de ellos fueron traicionados en su época histórica? ¿Cederíamos a las presi ones del imperialismo y los daríamos en las manos a la burguesía, aquella que no esc atima en caer con todo su peso sobre la humanidad de cada militante? ¿Mandaríamos n osotros a Bolívar a los confines de Santa Marta para obligarlo a morir con una cam isa prestada luego de su comprobada entrega por la liberación de estos países? ¿Por qué entonces mandar a las garras de la muerte a quienes como él combaten, luchan, cons truyen, piensan y aspiran una patria grande y socialista? Estas acciones no son justificables desde ningún punto de vista pues los principios y la dignidad revolu cionaria no son extraditables. El Che en su intervención en la ONU planteo lo siguiente: “No hay enemigo pequeño ni f uerza desdeñable, porque ya no hay pueblos aislados. Cómo establece la segunda decla ración de la Habana, ningún pueblo de América Latina es débil, porque forma parte de una familia de 200.000.000 de hermanos que padecen las mismas miserias, albergan lo s mismos sentimientos, tienen el mismo enemigo, sueñan todos un mismo mejor destin o, y cuentan con la solidaridad de todos los hombres y mujeres honrados del mund o”. Hoy reivindicamos ese internacionalismo revolucionario y consideramos compañero s y compañeras a todos aquellos y aquellas capaces de temblar de indignación cada ve z que se comete una injusticia. Hoy estamos movilizados militantemente por lo qu e consideramos una injusticia contra camaradas que no tienen más opción que la aplic ación de otras formas de lucha por el socialismo. "Me siento tan patriota de Latinoamérica, de cualquier país de Latinoamérica, como el que más y, en el momento en que fuera necesario, estaría dispuesto a entregar mi vid a por la liberación de cualquiera de los países de Latinoamérica, sin pedirle nada a n adie, sin exigir nada, sin explotar a nadie." Che Es un derecho inalienable luchar por un mundo mejor. La revolución no extradita revolucionarios La patria es América, la patria es el hombre ¡Patria socialista o muerte¡