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Importancia de los números primos

¿Qué es un número primo?


Estas cifras se caracterizan por ser divisibles únicamente entre sí mismos y uno. El
resto de número se denomina compuestos. Ejemplos de números primos son el 2,
3, 5, 7, 11... La cantidad de números primos es infinita, tal y como describió Euclides
en la antigua Grecia, que es también la primera referencia a estos números que
tenemos. Entre otras cosas, es importante saber que el número 1 no se considera
ni compuesto ni primo, por convenio.
Pero volviendo a todos los números primos, en definitiva, estos son los "ladrillos"
con los que se construyen todos los números (compuestos). " los números primos
como los arquitectos de los otros números “sin embargo, a los números primos no
los construye nadie. Son arquitectos huérfanos. Esto es lo que los hace tan
interesantes. Construyen a los demás números, pero nadie sabe cómo los han
construido a ellos".
¿Para qué sirven los números primos?
En primer lugar, como acabamos de decir, los números primos sirven para asentar
las bases de cualquier número. Y es que sin ellos no podemos elaborar algoritmos
y cálculos complejos. Actualmente las matemáticas están en la base de todo nuestro
conocimiento técnico y científico. Sin conocer los números primos, cómo
determinarlos y qué implicaciones teóricas tienen, no podríamos hacer nada de lo
que hacemos.
1. Algoritmo de Eratóstenes
Si queremos conocer los números primos entre el 1 y el 50, fijémonos en esta lista.
Ya sabemos que el 1 no es primo, entonces lo tachamos, de ahí le sigue el dos, el
cual sabemos que es un número primo, entonces tachamos todos los múltiplos de
dos, el cuatro, el ocho, el diez y así sucesivamente. Si repetimos este proceso con
el cinco y con el 7, los números que quedan sin tachar son primos, los cuales son
el 2, 3 ,5, 7, 11,13, ,17, 19, 23, 29, 31, 37, 41, 43, y 47.
2. Fórmula de Fermat
En el siglo XVII, Fermat fue víctima de los números primos, pues él creía haber dado
con una fórmula para dar primos. Dicha fórmula es dos elevado a la dos a la n, todo
eso más 1, con n cualquier número natural, a este tipo de números se les conoce
como números de Fermat, y pues parecía que funcionaba muy bien dado que Para
n igual a cero nos resulta 3 Para n igual a 1 nos da 5 Para n igual a 2 resulta 17 y
la cosa funciona muy bien para n igual a 3 y n igual a 4.
3. Euler
Euler, demostraría que para n igual a 5, dos elevado a la dos a la cinco, mas 1, que
es igual a cuatro mil doscientos noventa y cuatro millones, novecientos sesenta y
siete mil doscientos noventa y siete, es un número compuesto, lo cual significa que
es producto de números primos, y dichos primos son seiscientos cuarenta y uno y
seis millones setecientos mil cuatrocientos diecisiete.
En la actualidad no se sabe si algún otro número de esta forma resulte ser primo, y
solo se conoce la factorización en números primos de los primeros doce números
de Fermat.
4. Los números primos de Mersenne
En enero de este año 2018, se anunció el hallazgo del número primo de Mersenne
número 5. El número primo con más dígitos hasta ahora conocido, con veintitrés
millones doscientas cuarenta y nueve mil cuatrocientas veinticinco cifras.
5. Euclides
Euclides ya definió tanto este teorema como a los propios números primos. A él le
debemos el máximo común divisor y el mínimo común múltiplo y la manera de
obtenerlos. Es lo que hoy conocemos como el algoritmo de Euclides. Y todo esto es
básico en cualquier cálculo que queramos hacer. Es la base aritmética para
cualquier planteamiento de naturaleza matemática ya sea sencillo o complejo.
Importancia
En primer lugar, sin ellos no podemos elaborar algoritmos y cálculos complejos. Sin
conocer los números primos, cómo determinarlos y qué implicaciones teóricas
tienen no podríamos hacer nada de lo que hacemos. Pero observando casos más
prácticos, sobre todo con números primos muy grandes, en matemática aplicada,
permiten obtener un código criptográfico muy seguro. Los números primos de gran
tamaño, pueden utilizarse para codificar cualquier tipo de información a prueba de
ojos indiscretos.
Al coger dos números primos y multiplicarlos, se obtiene otro número. Esta es la
base de la criptografía. Los grandes números primos y este sistema de seguridad
es usado por los bancos en los números secretos, las transferencias bancarias y
otras operaciones. También se emplean en la comunicación segura de muchas
operaciones telemáticas, en Internet. Además, los números primos están presentes,
de manera natural, en el universo, apareciendo de manera espontánea. Y es que,
como decíamos, los números primos son imprescindibles en todo lo que
conocemos.
Los números primos son, además, infinitos. Sin embargo, a medida que se avanza
en la lista de estos números, vemos que cada vez aparecen con menos frecuencia.
La manera en la que se distribuyen los números primos dentro de los naturales es
de tremenda importancia, no solo para los matemáticos, sino para todo el mundo, o
al menos para cualquier persona que utilice Internet.
En el sistema RSA
Prueba de ello es el algoritmo criptográfico RSA, que se utiliza para garantizar la
seguridad del intercambio de información en la web. Fue desarrollado en 1977 por
Rivest, Shamir y Adleman, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), y está
basado precisamente en la factorización de números enteros en números primos.
Como en todo sistema criptográfico de clave pública, cada usuario posee dos claves
de cifrado: una pública y otra privada. Cuando se quiere enviar un mensaje, el
emisor usa la clave pública del receptor para cifrar su mensaje, y el receptor, cuando
lo recibe, se ocupa de descifrarlo usando su clave privada. En el sistema RSA los
mensajes enviados se representan mediante números, y el funcionamiento se basa
en el producto, conocido, de dos números primos grandes elegidos al azar y
mantenidos en secreto.
En el sistema RSA la clave pública es el resultado de multiplicar dos números
primos. Mientras que la clave privada son dichos números primos.
Supongamos que queremos guardar información muy importante. La guardamos
entonces en el cofre RSA y las llaves que abren los cerrojos de este cofre que son
nuestra clave privada, serán dos números primos que nosotros queramos. por
ejemplo, el 7 y el 13. Al cerrar el cofre, dejamos una marca que dice 91.
Por eso las transacciones comerciales por Internet dependen de los números
primos, lo que los hace muy importantes para los negocios, las comunicaciones, los
registros. Conocer cómo se distribuyen, y poder así conseguir primos cada vez más
grandes que sirvan de clave criptográfica, es un gran reto para las tecnologías y
para las propias matemáticas.
Y ese es el desafío que plantea la famosa hipótesis de Riemann, que hasta ahora
nadie ha sido capaz de resolver, pese al esfuerzo de los mejores matemáticos del
mundo durante más de 145 años. Formulada por Bernhard Reinmann en 1859, trata
de explicar cómo podrían estar distribuidos los números primos, pero su autor no
pudo llegar a demostrarla. Si alguien lograra hacerlo, podría transformarse la forma
de hacer negocios y afectar a la mecánica cuántica, la teoría del caos y al futuro de
la computación.

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