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MANUAL
DE
PRIMEROS AUXILIOS
UNIDAD I
INFORMACIÓN INSTITUCIONAL
Historia
En 1863 se constituyó un comité de cinco personas con la
intención de dar forma al trabajo realizado por Dunant hasta entonces. Este comité, que
posteriormente se denominaría Comité Permanente Internacional, decidió convocar una
reunión internacional en Ginebra.
Tras este primer convenio de Ginebra, tuvieron lugar una serie de convenios y protocolos para
la protección de las víctimas de la guerra, constituyendo su conjunto, lo que se conoce como
Derecho Internacional Humanitario.
En un principio, Cruz Roja centró su actividad en la atención a los heridos y víctimas de guerra.
Los convenios y protocolos se refieren al trato humanitario a heridos y prisioneros, y a la
protección de civiles y víctimas de los conflictos armados tanto en la tierra como en el mar.
• Humanidad
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media
Luna Roja, al que ha dado nacimiento la preocupación de
prestar auxilio, sin discriminación, a todos los heridos en el
campo de batalla, se esfuerza, bajo su aspecto internacional
y nacional, en prevenir y aliviar el sufrimiento humano en
todas las circunstancias. Tiende a proteger la vida y la
salud, así como a hacer respetar a la persona. Favorece la
comprensión mutua, la amistad, la cooperación y una paz
duradera entre todos los pueblos
• Imparcialidad
No hace ninguna distinción de nacionalidad, raza,
religión, condición social o credo político. Se dedica
únicamente a socorrer a los individuos que sufren,
remediando sus necesidades y dando prioridad a las
más urgentes.
• Neutralidad
• Carácter voluntario
Es una institución de socorro voluntario y de
carácter desinteresado.
• Unidad
Desde su fundación, la Cruz Roja ha procurado dar respuesta a otras necesidades sociales
aparte de las situaciones de guerra. Se adapta a las necesidades de cada país, llevando a
cabo actividades de prevención y socorro, promoción de la salud, atención en caso de
desastres naturales, actividades de carácter social (ámbito infantil, juvenil, adulto, tercera edad,
presos, toxicómanos, disminuidos, etcétera), medioambiental y de cooperación internacional.
Cruz Roja, en la actualidad, está presente en más de 175 países y más de doscientos millones
de personas colaboran en el desarrollo de su labor humanitaria.
Reseña histórica:
En 1879 el Gobierno Argentino, a cargo de Nicolás Avellaneda, ratifico el 1º Convenio de
Ginebra. Con este antecedente, Cruz Roja Argentina fue fundada el 10 de Junio de 1880 por
iniciativa de los médicos Guillermo Rawson y Toribio Ayerza, quienes recibieron el título de
presidentes honorarios.
El primer presidente efectivo de la Institución en nuestro país fue el Dr. Pedro Roberts.
Antes de su reconocimiento formal nuestra Sociedad Nacional ya había desarrollado tareas
durante tres episodios relevantes: la Guerra con el Paraguay, la epidemia de Fiebre Amarilla y
la epidemia de Cólera.
Cruz Roja Argentina llevó adelante acciones de socorro, actuando en diferentes catástrofes
naturales o causadas por el hombre en nuestro país como las inundaciones de Córdoba, el
sismo de La Rioja, la epidemia de la gripe en 1918, el terremoto de San Juan entre otras.
Además, Cruz Roja Argentina colaboró con Chile, Uruguay, Brasil y Paraguay en ocasión de
luchas internas y en la Primera y Segunda Guerra Mundial brindo apoyo a otras Sociedades
Nacionales de la Cruz Roja con el auxilio a los heridos, envío de ropa, medicamentos y víveres,
búsqueda de personas, entre otras tareas.
En el año 1920 se creó en Buenos Aires la primera escuela de Enfermería y en 1934
comenzaron a dictarse los cursos de formación de Guardavidas
“Hacer más.
Hacerlo mejor.
Llegar más lejos”
Cruz Roja Argentina cuenta con la ventaja de tener cobertura a nivel nacional; es decir a través
de sus 74 filiales en todo el país desarrolla distintas actividades trabajando desde y para las
comunidades.
Además desde cada uno de sus proyectos y programas intenta promulgar los valores
individuales y comunitarios que permiten aumentar el respeto por los demás seres humanos y
así fomentar el trabajo en equipos generando soluciones a los problemas de la comunidad.
DEFINICIONES BÁSICAS
Socorrismo y salud
En un principio, La salud se definió como «La ausencia de
enfermedades e invalidez». Esta definición es insuficiente, pues
no tiene en cuenta todos los factores que influyen en el estado de
salud y además es un concepto negativo al suponer "la ausencia
de…” en lugar de hablar de "la presencia de...".
Concepto de salud
La Organización Mundial de la Salud (OMS), defino a la SALUD como:
“Es el logro del máximo nivel de bienestar físico, mental y social y de la capacidad de
funcionamiento que permiten los factores sociales en los que viven inmersos el
individuo y la colectividad”.
Determinantes de la salud
• Biología humana: condicionada por la genética y sometida al envejecimiento.
• Medioambiente: contaminantes físico-químicos, psicosociales, culturales, clima.
• Estilo de vida (conductas de salud).
• Sistemas de asistencia sanitaria.
Urgencia
Pérdida de la salud en donde no está comprometida la vida.
Por ejemplo un dolor abdominal intenso.
Emergencia
Pérdida de la salud en donde está comprometida la vida.
Por ejemplo un Paro Cardíaco. Sólo es posible sobrevivir si se recibe rápidamente asistencia
sanitaria. Mejor aún si quienes llegan a salvarlo son personas con experiencia y disponen de
los conocimientos necesarios para brindarle una excelente atención pre hospitalaria.
Definimos el accidente como: un acontecimiento fortuito, del que puede derivarse un daño
físico o mental. Los accidentes, uno de los principales problemas que afectan a la salud, no son
un problema individual sino que afectan a toda la comunidad. Representan, por sus
consecuencias (hospitalizaciones, muertes, etc.), una carga importante para la sociedad, tanto
desde el punto de vista sanitario, como del económico y psicológico (por las vidas perdidas, los
sufrimientos físicos y morales de los accidentados y de sus seres queridos, horas de
escolarización y trabajo perdidas, y un largo etcétera).
El accidente suele suceder de manera brusca e inesperada; la mayoría de ellos sucede en el
medio extra-hospitalario, al igual que las enfermedades de aparición imprevista que pueden
comprometer la vida de quien las sufre.
Está demostrado por numerosos estudios científicos que son raros los accidentes totalmente
imprevisibles. En la mayoría de los casos, el factor responsable se habría podido evitar o
controlar con medidas adecuadas, teniendo una especial importancia el factor humano. A esto
se denomina incidentes.
En nuestro país los incidentes están en tercer lugar en la clasificación global de las causas de
mortalidad. Son, de hecho, la primera causa de muerte en la población comprendida entre los
dieciocho y los treinta años. A partir de esta edad se ven precedidos por diferentes tipos de
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cáncer y por las enfermedades cardiovasculares.
Es importante también tener en cuenta la morbilidad, el número de personas que quedan
afectadas como consecuencia de los incidentes que, en algunos casos, dejan secuelas físicas
o psíquicas de mayor o menor gravedad.
“Desde el punto de vista de la salud es necesario siempre prevenir antes que curar.”
Advertir el riesgo
Valorar el peligro
Adoptar una actitud segura
PRIMEROS AUXILIOS:
Los primeros auxilios (como prevención secundaria) consisten en prestar asistencia a un
accidentado o enfermo repentino.
Ante una situación de emergencia súbita con riesgo vital, está demostrado que la resolución del
caso dependerá, en gran medida, de la primera respuesta sanitaria que se dé. La medicina
trata de adaptarse a estas nuevas situaciones pero la mayoría de las veces, cuando se
producen, son las personas más próximas las que deberán actuar primero.
La enseñanza de los primeros auxilios pretende desarrollar los conocimientos básicos,
actitudes y habilidades necesarios para reconocer la naturaleza de una lesión, evaluar su
gravedad y dar el soporte inicial adecuado.
Todos los conocimientos técnicos y maniobras de apoyo están encaminados a mantener la
vida hasta la llegada de personal sanitario especializado.
Numerosos estudios demuestran que la resolución de un caso está en relación directa con el
tiempo de respuesta por parte del equipo sanitario y de la aplicación in situ de la primera
asistencia.
El acto de la comunicación
La aproximación al concepto de acto de comunicación nos
dará un punto de partida para analizar con perspectiva
nuestro comportamiento, la manera en la que nos
enfrentamos (como comunicadores) a nuestros momentos de
vida. Esta voluntad/necesidad de autoanálisis quisiéramos
que fuera entendida en el marco de la siguiente afirmación:
Sean cuales sean los detalles concretos de la situación que
nos toca protagonizar, todos los recursos, estrategias y
decisiones por las cuales optamos desde un punto de vista
no técnico, sino de relación, de comunicación, tienen un
efecto directo, más o menos tangible o demostrable, en el
éxito o fracaso de la situación.
Este capítulo pretende ser el contrapunto a un manual que nos acerca a un mundo extenso; un
mundo formado por miles de actuaciones anuales en materia de soporte a la asistencia
sanitaria inmediata. Miles de situaciones anuales diversas, con participación de personas
distintas, personas con miedos, prejuicios, conocimientos diferentes; miles de momentos de
vida anuales.
Competencia comunicativa
Capacidad de una persona para participar en cualquier acto de comunicación. Conjunto de
recursos (verbales y no verbales) que puede utilizar para actuar como emisor y como receptor
en un acto de comunicación.
El éxito y el fracaso
Es lógico que en un campo como el del soporte a la
asistencia sanitaria inmediata se hable de éxito o
de fracaso en función de los niveles de prevención,
de la rapidez de la intervención, de los porcentajes
de mortalidad o de determinadas secuelas.
Pero es preciso incorporar otro elemento a la
extensa lista de variables que determinan el éxito o
el fracaso de una acción de socorro. Este elemento
es la RELACIÓN, la COMUNICACIÓN entre todas
las piezas de este delicado engranaje.
Este primer posicionamiento personal implica considerar tres aspectos básicos en nuestro
esfuerzo por comunicar mejor:
la empatía
la comunicación no verbal, fuente de relación y de credibilidad
los receptores especiales
Empatía
Capacidad de identificarnos con la persona, o personas, con las cuales nos relacionamos, de
tal manera que podamos comprender sus emociones y sus sentimientos.
A partir del momento en que aceptamos la importancia, la centralidad del o de los receptores
que comparten la escena con nosotros, dejamos de sentirnos el eje de los actos comunicativos,
de los momentos de vida en los que participamos.
Este hecho comporta, casi sin darnos cuenta, tres fenómenos muy importantes:
aumento de la capacidad de empatizar, de observar con mayor profundidad aquello
que desea, que necesita la otra persona.
disminución de la presión sobre nuestra propia actuación y, por lo tanto, mayor
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comodidad/seguridad para hallar un comportamiento adecuado.
mayor facilidad para generar la lealtad de la víctima y de los colaboradores habituales.
Nuestra imagen es, a la vez y en parte, la imagen de la entidad, del colectivo para el que
trabajamos (si éste es el caso). De la suma de imágenes personales, de formas de comunicar y
reaccionar personales puede depender también, en mayor o menor grado, la continuidad de un
determinado servicio.
El tipo de relación que establecemos, la credibilidad que transmitimos a nuestro huésped o a
los colaboradores están básicamente relacionados con una serie de aspectos no verbales,
sobre los cuales reflexionamos muy pocas veces.
Los porcentajes siguientes pueden orientarnos sobre el equilibrio de fuerzas que existe entre
todos los elementos de nuestra comunicación:
Por tanto, en situaciones en que la relación es tan importante, en que transmitir seguridad y
tranquilidad resulta básico, debemos ser conscientes de que todo esto se transmite
fundamentalmente bajo aspectos que no son verbales.
Recomendaciones:
• Hagámoslo partícipe de las decisiones, de las actividades, de la relación-comunicación
que se presente. Evitemos actuar por ellos: preguntémosle, y escuchemos su
respuesta.
• Respetémoslo, no le tengamos miedo.
• Tengamos paciencia: a menudo reaccionan con lentitud.
Sordos
Recomendaciones:
• Hablar muy lentamente.
• Elevar el volumen de la voz.
• Abrir bien la boca y articular muy bien.
• Poner mucha emoción en nuestra voz y en nuestras palabras, así como en nuestro
lenguaje facial. Si no podemos hablar del todo con la voz, debemos hacerlo con el
gesto, con la cara, con la mirada...
• Cuidar que la persona sorda nos vea la cara, para que pueda así leer los labios.
Ancianos
Estamos muy
acostumbrados a
comunicar de una
manera agresiva,
siempre con el erróneo
criterio de "no perdamos
tiempo" en nuestras mentes. Éste es un
colectivo en el que el ritmo pausado a la hora de
comunicar y, sobre todo, la TERNURA debería
tener un papel destacado en nuestra actuación.
Recomendaciones:
• No les debemos tratar como discapacitados, en la medida que no presenten ninguna
disminución física o psíquica importantes.
• Contrarrestemos las posibles disminuciones que puedan presentar debido a la edad
buscando la ayuda de personas más jóvenes de su entorno.
Niños
Extranjeros
A algunas personas les resulta incómodo el relacionarse con una persona de
otra raza o cultura, principalmente si no hay comprensión lingüística.
Recomendaciones:
• Debemos buscar aquellos puntos que tenemos en común y no
centrarnos en lo que nos diferencia.
Personas famosas
A la mayoría de celebridades les agrada que les reconozcan, aunque en determinadas
ocasiones les pueda resultar pesado, más por cómo se les acerca la gente que por el hecho
mismo.
Recomendaciones:
• No hay motivo para no demostrar que les hemos reconocido. Podemos hacerlo
llamándoles por su nombre.
• La situación puede resultarles más angustiosa que a otra persona por la trascendencia
que pueda tener. No colaboremos a que esto ocurra. Puede ser útil recordarles nuestra
discreción.
Conocimiento de la ley
Frecuentemente nos preguntamos con preocupación:
¿Qué pasaría si por atender a un accidentado o a una víctima se agravara su estado?
¿Qué ocurriría si muriera mientras lo traslado?
¿Qué responsabilidad tendría si el resultado de mi intervención no fuera el correcto?
¿Qué pasaría si no atendiera a la víctima?
Solamente habrá pena, responsabilidad criminal y por lo tanto, delito, cuando en la actuación
exista culpa o dolo. Significa esto que la actuación se ha realizado con intención o
imprudencia; por esto, no existe delito cuando la acción se realiza de forma fortuita o por fuerza
mayor.
La intención es el deseo concreto de causar un mal, con consciencia y voluntad, conociendo
lo que se hace y queriendo hacerlo. Eso es lo que el código denomina Dolo.
La imprudencia se produce cuando el individuo realiza una acción sin intención, pero
actuando sin la debida diligencia, causando un resultado dañoso, previsible y penado por la ley.
Eso en el Código Penal se denomina Culpa o Negligencia.
Hay circunstancias que intervienen en los delitos y faltas anulando, rebajando o agravando la
responsabilidad respectivamente, son los eximentes, atenuantes o agravantes.
De un delito no sólo es responsable el que lo comete directamente (autor), sino también los
cómplices y los encubridores.
Toda persona que sea condenada como responsable penalmente, lo será también como
responsable civil, pero no al contrario.
Esta responsabilidad penal se traduce en la imposición de penas por parte de un juez y pueden
consistir en:
• Privación de libertad (prisión o arresto domiciliario).
• Multas o días de multa. Inhabilitación para seguir desempeñando el trabajo (por
ejemplo socorristas profesionales).
• Delitos:
• Los delitos más comunes que podemos encontrar en el campo del socorrismo, son:
• Infracción del secreto profesional:
• Revelar hechos, enfermedades o informaciones sobre la persona que sea atendida en
función de la actuación.
• Omisión del deber de socorrer:
• También será castigado quien, no pudiendo prestar el socorro, no pide la ayuda
necesaria para que lo hagan terceras personas.
• Igualmente será castigado cuando el daño a la víctima sea como resultado de un
accidente causado por quien no ayuda o no avisa (se da a la fuga).
Este deber de solidaridad es más fuerte cuando uno mismo ha asumido voluntariamente la
función de socorrer a las personas.
Abuso sexual:
Cuando se lleva a cabo en función de la acción de prestar socorro, aun sin emplear la fuerza y
sin consentimiento. La violación y la agresión sexual están también castigadas y penadas
directamente como abuso sexual.
Apropiación indebida:
Cuando en una acción se deje alguna pertenencia en custodia y no sea devuelta a la víctima.
Denegación de auxilio:
Cuando la persona en función de su cargo sea requerida para prestar una acción de socorro y
no lo haga sin causa justificada, pudiendo derivarse un daño.
Se eximirá de pena y responsabilidad en todos estos casos, cuando el Socorrista produzca un
daño para evitar que la víctima sufra un daño mayor
Cadena de Vida
Desde el momento en que se produce una situación de emergencia hasta la asistencia
sanitaria definitiva, hay que realizar una serie de acciones, con el objetivo de reducir al mínimo
el riesgo de que se produzcan otras situaciones de emergencia, lesiones y secuelas
posteriores del accidentado o enfermo repentino.
La persona que presta la primera asistencia es el primer eslabón de la cadena de socorro, que
se pone en marcha para dar la respuesta sanitaria adecuada.
Cuando nos encontramos ante una persona (ya sea accidentada o enferma) que necesita
ayuda, podremos determinar sus lesiones o su estado mediante una exploración. En primer
lugar es preciso hacer una exploración primaria, que determinará el estado de las funciones
vitales y, posteriormente, procederemos a la exploración secundaria que nos indicará el resto
de lesiones o síntomas que presenta
Pasos a seguir:
La secuencia de actuaciones frente a cualquier situación que precise nuestra intervención
seguirá la conducta: P.A.S.
Proteger:
• Antes de llevar a cabo cualquier acción hay que hacer una valoración cuidadosa del
entorno, a fin de detectar posibles riesgos que afectarían a la persona que precisa
nuestra ayuda, o nosotros mismos.
• Deben tomarse las medidas oportunas para evitar riesgos adicionales. Ejemplos: abrir
ventanas, cerrar el paso de gas en caso de escapes del mismo o intoxicaciones, tapar
una sartén que se ha prendido fuego, etcétera.
En incidentes de tránsitos, se debe señalizar el lugar del incidente (antes y después de
éste) y estacionar nuestro vehículo en la banquina, a la distancia correcta, ponerse el
chaleco reflectante.
Desconectar la electricidad antes de atender a una persona que permanece con
contactos a cables eléctricos.
Socorrer:
• En primer lugar se deberá tranquilizar a la víctima y comunicarle que la ayuda ya está
en camino. Se puede hablar con el accidentado o enfermo aunque no responda o esté
inconsciente; diversas investigaciones demuestran que es positivo hacerlo.
• Determinar las posibles lesiones que presente, a fin de establecer las prioridades de
actuación y las precauciones que hay que tomar para no empeorar la situación.
• En caso de que fueran varios los accidentados, hacer una valoración rápida, o una
composición de lugar, para poder establecer el orden prioritario de atención y las
precauciones que hay que tomar para no empeorar la situación.
• Serán de actuación preferente aquellas personas que presenten paros cardiacos o
respiratorios, hemorragias graves o politraumatismos; posteriormente aquellas que
presenten fracturas abiertas, heridas graves, grandes quemaduras, fracturas cerradas,
etcétera.
• Es preciso tener en cuenta que, muchas veces, la víctima que más grita no es la más
grave.
• Como norma general no desplazar ni mover a las víctimas en esta primera fase en la
que todavía no sabemos qué tipo de lesiones puede presentar. Hay que saber esperar
la llegada de los servicios de socorro.
Resumen
Protocolo para solicitar asistencia sanitaria
Pedir asistencia sanitaria
Informar:
- Dirección exacta.
- Dar referencias para localizar el lugar
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- Casa/piso(al lado de… cerca de….)
- Ruta número, punto kilométrico
- Lugar cerca de…….tocando….
- Número de personas involucradas
- Tipo de víctimas
- Peligros que puedan empeorar la situación
Comprobación:
- Hacer que la persona que ha recibido el mensaje, lo repita.
- No colgar el teléfono sin estar seguro de que la información ha sido entendida
correctamente.
SIGNOS VITALES
1. Respiración
2. Pulso arterial
3. Reflejo pupilar o fotomotor
4. Tensión Arterial
5. Relleno capilar.
6. Temperatura corporal
7. Diuresis
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1. Respiración:
• Se debe verificar si la persona
respira o no, reconociendo los tipos
de respiración, ver si esta es
normal, jadeante, agónica,
insuficiente o nula.
• La toma de la frecuencia
respiratoria se realiza contando
cuantas ventilaciones se producen
por minuto en la víctima. Este es el
único signo vital que uno mismo
puede controlar, por lo que es
importante no decirle a la víctima que se va a valorar, para que no altere su patrón
ventilatorio.
• La evaluación de este signo se debe obtener: contando las respiraciones en 15
segundos y multiplicándolo por 4 respectivamente, obteniendo así el total de
respiraciones en un minuto.
Valores normales
Adulto en reposo 10-20 respiraciones por minuto.
Niño en reposo 20 -30 respiraciones por minuto.
Bebé en reposo 30-40 respiraciones por minuto
2. Pulso:
• Tomar el pulso equivale a contar la frecuencia
cardiaca. Se puede tomar en cualquier arteria,
pero las más accesibles son las carótidas (a
ambos lados de la nuez de Adán (fig1) Para
localizarlas hay que utilizar los dedos índice y
medio de la mano y se irán deslizando por el lado
del cuello hasta el hueco que forma la laringe con
el músculo esternocleidomastoideo, presionando
firmemente en este espacio;
en las arterias radiales (en la cara interna de las muñecas, en la
base del pulgar (fig 2)
y las pedias (en la parte central
del dorso del pie(fig3).
Valores normales:
Adulto en reposo 60-100 latido por minuto.
Niño en reposo 100 -120 latidos por minuto.
Bebé en reposo 120-130 latidos por minuto
Taquicardia: frecuencia cardiaca superior a las cien pulsaciones por minuto. En este caso
el corazón trabaja demasiado deprisa y puede fallar. Este signo lo encontraremos, entre
otros casos, en hemorragias, lipotimias y otras enfermedades cardiacas.
Bradicardia: frecuencia cardiaca inferior a sesenta pulsaciones por minuto. En este caso el
corazón está trabajando demasiado despacio y por lo tanto, aporta poca sangre al resto del
cuerpo.
• Hay que destacar que personas deportistas o entrenadas físicamente pueden llegar a
tener, en condiciones normales, menos de sesenta pulsaciones, sin que esto signifique
que el corazón esté fallando.
• Se debe comprobar si este pulso es rítmico o no, y si es débil o fuerte.
3. Reflejo pupilar:
• El reflejo fotomotor es una función del sistema nervioso que controla la entrada de luz
al interior del ojo.
• Consiste en la contracción de la pupila en respuesta a un estímulo luminoso. La forma
más fácil de comprobarlo es proyectando la luz de una linterna sobre un ojo y
observando como la pupila del mismo disminuye de tamaño.
• Si no posee el elemento productor de luz, abra intempestivamente el párpado superior
y observe la misma reacción, o con la mano cubra el ojo y quite repentinamente para
ver la contracción de la pupila.
Pupilas:
Hay que comprobar:
Tamaño: contraídas (miosis) o dilatadas (midriasis).
5. Tensión arterial:
La tensión arterial mide la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Se
expresa en dos números: (1) el número superior o presión sistólica, que representa la fuerza
con la cual el corazón expulsa sangra y (2) el número inferior o presión diastólica, representa
cuando el corazón se relaja y los vasos periféricos se dilatan.
INSTRUMENTAL:
2. Mientras se palpa la
arteria humeral o radial,
se inflará el manguito
progresivamente hasta
que desaparezca el
pulso a fin de de
determinar por
palpación el nivel de
tensión sistólica.
La tensión arterial
puede causar
Pre-hipertensión 120-139 80-89 problemas. Debe
hacer cambios en el
estilo de vida y
consultar al médico
La tensión arterial
está alta. Consultar
Hipertensión 140- o más 90- o más con el médico para
que decida cuál es
la mejor estrategia
de control.
* Para ser considerados normales, tanto sus números sistólicos como diastólicos deben
medir por debajo de estos límites superiores.
** La categoría más alta para su presión sistólica o diastólica determina su condición. Si
sus dos números caen en diferentes categorías, su condición general es la categoría más
alta.
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Estas guías representan las recomendaciones del Seventh Report of the Joint National Committee on
Prevention, Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Pressure (the JNC 7 Report). Publicado
por
Aram V. Chobanian, M.D., George L. Bakris, M.D., Henry R. Black, M.D., y otros, en JAMA, 21 mayo
2003, pp.
2560 – 2572.
6. Temperatura corporal:
La temperatura corporal resulta del equilibrio entre el calor producido por los procesos
orgánicos y el eliminado hacia el ambiente exterior.
Es una magnitud que refleja el nivel térmico de un cuerpo, es decir:
• la temperatura es: una propiedad de un cuerpo y
• el calor es: un flujo de entre dos cuerpos a diferentes temperaturas.
Síndrome febril:
• ojos vidriosos
• mejillas coloradas,
• respiración acelerada (disnea)
• pulsaciones aceleradas (taquicardia),
• decaimiento general,
• mialgias, artralgias,
• disminución del apetito.
7. Diuresis:
Cantidad de orina emitida en 24hs.
La Orina: La orina se define como el líquido excretado por los riñones que contiene sales y
productos de desecho del organismo disueltos o en suspensión en agua.
En condiciones normales, la cantidad de orina emitida en 24 horas oscila entre los 1.000 y los
1.500 ml. Este valor puede ser modificado por algunos factores como la ingestión excesiva o
escasa de bebidas o alimentos que contengan mucha agua en cuyo caso aumenta o disminuye
la cantidad de orina. En caso de, diarrea, vómitos o excesiva sudoración ocurre una reducción
del volumen urinario, con el consiguiente ahorro de agua. La temperatura o el trabajo muscular
elevado, al aumentar la sudoración tienen también como efecto, el reducir la cantidad de orina.
En los individuos normales, cada micción tiene un volumen que oscila entre 200 y 400 ml,
realizándose entre 3 y 4 micciones.
Podemos obtener en forma empírica el valor de la diuresis multiplicando los ml de la micción
por el número de micciones.