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Cuando lo oyó el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén con él. 4 Así que
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el profeta:
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»“Pero tú, Belén, en la tierra de Judá,
de ninguna manera eres la menor entre los principales de Judá;
porque de ti saldrá un príncipe
que será el pastor de mi pueblo Israel”». [c]
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Luego Herodes llamó en secreto a los sabios y se enteró por ellos del
tiempo exacto en que había aparecido la estrella. 8 Los envió a Belén y les
dijo:
habían visto levantarse iba delante de ellos hasta que se detuvo sobre el
lugar donde estaba el niño. 10 Al ver la estrella, se llenaron de
alegría. 11 Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y
postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos
oro, incienso y mirra. 12 Entonces, advertidos en sueños de que no volvieran
a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.
Jesús sana a un leproso
sacerdote, y lleva la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de
testimonio.
La fe del centurión
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Al entrar Jesús en Capernaúm, se le acercó un centurión pidiendo ayuda.
terriblemente.
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—Iré a sanarlo —respondió Jesús.
—Señor, no merezco que entres bajo mi techo. Pero basta con que digas
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13 Ese mismo día salió Jesús de la casa y se sentó junto al lago. 2 Era tal la
multitud que se reunió para verlo que él tuvo que subir a una barca donde se
sentó mientras toda la gente estaba de pie en la orilla. 3 Y les dijo en
parábolas muchas cosas como estas: «Un sembrador salió a
sembrar. 4 Mientras iba esparciendo la semilla, una parte cayó junto al
camino, y llegaron los pájaros y se la comieron. 5 Otra parte cayó en terreno
pedregoso, sin mucha tierra. Esa semilla brotó pronto porque la tierra no era
profunda; 6 pero, cuando salió el sol, las plantas se marchitaron y, por no
tener raíz, se secaron. 7 Otra parte de la semilla cayó entre espinos que, al
crecer, la ahogaron. 8 Pero las otras semillas cayeron en buen terreno, en el
que se dio una cosecha que rindió treinta, sesenta y hasta cien veces más de
lo que se había sembrado. 9 El que tenga oídos, que oiga».
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Los discípulos se acercaron y le preguntaron:
Pero dichosos los ojos de ustedes porque ven, y sus oídos porque
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Jesús en el templo
vendían. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los
que vendían palomas. 13 «Escrito está —les dijo—: “Mi casa será llamada
casa de oración”;[e] pero ustedes la están convirtiendo en “cueva de
ladrones”».[f]
jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley vieron que hacía cosas
maravillosas, y que los niños gritaban en el templo: « ¡Hosanna al Hijo de
David!», se indignaron.
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— ¿Oyes lo que esos están diciendo? —protestaron.
Betania.
MARCOS
Jesús sana a un paralítico
qué habla este así? ¡Está blasfemando! ¿Quién puede perdonar pecados
sino solo Dios?»
En ese mismo instante supo Jesús en su espíritu que esto era lo que
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estaban pensando.
res viejos. De hacerlo así, el vino hará reventar los odres y se arruinarán
tanto el vino como los odres. Más bien, el vino nuevo se echa en odres
nuevos.
Subió Jesús a una montaña y llamó a los que quiso, los cuales se
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LUCAS
Nacimiento de Jesús
También José, que era descendiente del rey David, subió de Nazaret, ciudad
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Lucas 3
3 En el año quince del reinado de Tiberio César, Poncio Pilato gobernaba la
provincia de Judea, Herodes[a] era tetrarca en Galilea, su hermano Felipe en
Iturea y Traconite, y Lisanias en Abilene; 2 el sumo sacerdocio lo ejercían
Anás y Caifás. En aquel entonces, la palabra de Dios llegó a Juan hijo de
Zacarías, en el desierto. 3 Juan recorría toda la región del Jordán predicando
el bautismo de arrepentimiento para el perdón de pecados. 4 Así está escrito
en el libro del profeta Isaías:
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Muchos acudían a Juan para que los bautizara.
—¡Camada de víboras! —les advirtió—. ¿Quién les dijo que podrán escapar
del castigo que se acerca? 8 Produzcan frutos que demuestren
arrepentimiento. Y no se pongan a pensar: “Tenemos a Abraham por padre”.
Porque les digo que aun de estas piedras Dios es capaz de darle hijos a
Abraham. 9 Es más, el hacha ya está puesta a la raíz de los árboles, y todo
árbol que no produzca buen fruto será cortado y arrojado al fuego.
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—¿Entonces qué debemos hacer? —le preguntaba la gente.
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—El que tiene dos camisas debe compartir con el que no tiene ninguna —
les contestó Juan—, y el que tiene comida debe hacer lo mismo.
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Llegaron también unos recaudadores de impuestos para que los bautizara.
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—No cobren más de lo debido —les respondió.
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—Y nosotros, ¿qué debemos hacer? —le preguntaron unos soldados.
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La gente estaba a la expectativa, y todos se preguntaban si acaso Juan
sería el Cristo.
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—Yo los bautizo a ustedes con[c] agua —les respondió Juan a todos—.
Pero está por llegar uno más poderoso que yo, a quien ni siquiera merezco
desatarle la correa de sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y
con fuego. 17 Tiene el aventador en la mano para limpiar su era y recoger el
trigo en su granero; la paja, en cambio, la quemará con fuego que nunca se
apagará.
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Y con muchas otras palabras exhortaba Juan a la gente y le anunciaba las
buenas nuevas. 19 Pero, cuando reprendió al tetrarca Herodes por el asunto
de su cuñada Herodías,[d] y por todas las otras maldades que había
cometido, 20 Herodes llegó hasta el colmo de encerrar a Juan en la cárcel.
ANTIGUO TESTAMENTO
GENESIS
Adán y Eva
Dios el SEÑOR plantó un jardín al oriente del Edén, y allí puso al hombre que
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Del Edén nacía un río que regaba el jardín, y que desde allí se dividía en
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Luego Dios el SEÑOR dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a
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3 La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Dios
el SEÑOR había hecho, así que le preguntó a la mujer:
—¿Es verdad que Dios les dijo que no comieran de ningún árbol del jardín?
—. 3 Pero, en cuanto al fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos
ha dicho: “No coman de ese árbol, ni lo toquen; de lo contrario, morirán”.
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Pero la serpiente le dijo a la mujer:
—¡No es cierto, no van a morir! 5 Dios sabe muy bien que, cuando coman de
ese árbol, se les abrirán los ojos y llegarán a ser como Dios, conocedores
del bien y del mal.
La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que tenía buen
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aspecto y era deseable para adquirir sabiduría, así que tomó de su fruto y
comió. Luego le dio a su esposo, y también él comió. 7 En ese momento se
les abrieron los ojos, y tomaron conciencia de su desnudez. Por eso, para
cubrirse entretejieron hojas de higuera.
—¿Dónde estás?
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El hombre contestó:
—Escuché que andabas por el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo.
Por eso me escondí.
—¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? —le preguntó Dios—. ¿Acaso
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—La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí.
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Entonces Dios el SEÑOR le preguntó a la mujer:
El hombre llamó Eva[a] a su mujer, porque ella sería la madre de todo ser
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viviente.
vistió. 22 Y dijo: «El ser humano ha llegado a ser como uno de nosotros, pues
tiene conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que extienda su mano y
también tome del fruto del árbol de la vida, y lo coma y viva para
siempre». 23 Entonces Dios el SEÑOR expulsó al ser humano del jardín del
Edén, para que trabajara la tierra de la cual había sido hecho. 24 Luego de
expulsarlo, puso al oriente del jardín del Edén a los querubines, y una
espada ardiente que se movía por todos lados, para custodiar el camino que
lleva al árbol de la vida.
EXODO
Nacimiento de Moisés
2 Hubo un levita que tomó por esposa a una mujer de su propia tribu. 2 La
mujer quedó embarazada y tuvo un hijo, y al verlo tan hermoso lo escondió
durante tres meses. 3 Cuando ya no pudo seguir ocultándolo, preparó una
cesta de papiro, la embadurnó con brea y asfalto y, poniendo en ella al niño,
fue a dejar la cesta entre los juncos que había a la orilla del Nilo. 4 Pero la
hermana del niño se quedó a cierta distancia para ver qué pasaría con él.
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En eso, la hija del faraón bajó a bañarse en el Nilo. Sus doncellas, mientras
tanto, se paseaban por la orilla del río. De pronto la hija del faraón vio la
cesta entre los juncos, y ordenó a una de sus esclavas que fuera por
ella. 6 Cuando la hija del faraón abrió la cesta y vio allí dentro un niño que
lloraba, le tuvo compasión y exclamó:
La muchacha fue y trajo a la madre del niño, 9 y la hija del faraón le dijo:
Fue así como la madre del niño se lo llevó y lo crio. 10 Ya crecido el niño, se
lo llevó a la hija del faraón, y ella lo adoptó como hijo suyo; además, le puso
por nombre Moisés,[a] pues dijo: «¡Yo lo saqué del
—Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: “Deja ir a mi pueblo para que celebre en
el desierto una fiesta en mi honor”.
deje ir a Israel? ¡Ni conozco al SEÑOR, ni voy a dejar que Israel se vaya!
que debemos hacer un viaje de tres días, hasta el desierto, para ofrecer
sacrificios al SEÑOR nuestro Dios. De lo contrario, podría castigarnos con
plagas o matarnos a filo de espada.
Ese mismo día el faraón les ordenó a los capataces y a los jefes de
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cuadrilla: 7 «Ya no le den paja a la gente para hacer ladrillos. ¡Que vayan ellos
mismos a recogerla! 8 Pero sigan exigiéndoles la misma cantidad de ladrillos
que han estado haciendo. ¡No les reduzcan la cuota! Son unos holgazanes, y
por eso me ruegan: “Déjanos ir a ofrecerle sacrificios a nuestro
Dios”. 9 Impónganles tareas más pesadas. Manténganlos ocupados. Así no
harán caso de mentiras».
Le dijeron:
aprieto cuando se les dijo que la cuota diaria de ladrillos no se les iba a
rebajar. 20 Así que al encontrarse con Moisés y Aarón, que los estaban
esperando a la salida, 21 les dijeron: « ¡Que el SEÑOR los examine y los
juzgue! ¡Por culpa de ustedes somos unos apestados ante el faraón y sus
siervos! ¡Ustedes mismos les han puesto la espada en la mano, para que nos
maten!»
Números
Votos de las mujeres
30 Moisés les dijo a los jefes de las tribus de Israel: «El SEÑOR ha ordenado
que 2 cuando un hombre haga un voto al SEÑOR, o bajo juramento haga un
compromiso, no deberá faltar a su palabra, sino que cumplirá con todo lo
prometido.
»Cuando una joven, que todavía viva en casa de su padre, haga un voto
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cumplirlo.
entre esposo y esposa, y entre el padre y la hija que todavía viva en su casa.
El día quince del mes primero, un día después de la Pascua, los israelitas
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Partieron de Mara con dirección a Elim, donde había doce fuentes de agua y
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