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Universidad Autónoma de

Zacatecas
“Francisco García Salinas”
Unidad Académica de Física

Historia de la física

Ensayo I: “Aristóteles”

Natalia Elena Solís de Ávila

Zacatecas, Zac, a 19 de Agosto de


2018
Ensayo I

“En la raíz de todo logro civilizado, tal como ciencia,


tecnología, progreso, libertad, etc., encontraremos el pensamiento
de un hombre que vivió hace más de dos mil años:
Aristóteles.”

- Ayn Rand (2 de febrero de 1905- 6 de marzo de 1982)

Es así como un gran pensador, como lo fue Aristóteles, siempre tendrá influencia hasta la
actualidad pues algunas de sus ideas, que fueron novedosas para la filosofía de su tiempo,
hoy forman parte del sentido común de muchas personas.

Aristóteles fue discípulo de Platón, pero rechazó el pensamiento de su maestro por


completo y se vio obligado a perfilar términos de gran significado en su filosofía como
“sustancia”, “forma” o “materia”. En contraposición al mundo de las Ideas impuesto por su
maestro.

Frente al idealismo de su mentor, la filosofía de Aristóteles destaca por el realismo y un


mundo compuesto por objetos indivisibles de forma (alma) y materia (cuerpo). La realidad
de este compuesto se estudia a través de la metafísica, que determina, según el autor, las
diez categorías que conforman el ser: la sustancia, la cantidad, la relación, el tiempo, el
lugar, la cantidad, la situación, la posesión, la acción y la pasión. Aristóteles cree que estas
criaturas incluyen en su naturaleza el principio del reposo y el movimiento, siendo este
último su principal motor de cambio.

Aristóteles en el ámbito de la física desarrolló una teoría donde todo está compuesto
de cinco elementos: agua, tierra, aire, fuego y éter. Cada elemento tiene un movimiento
natural. El agua y la tierra se mueven naturalmente hacia el centro del universo, el aire y el
fuego se alejan del centro, y el éter gira en torno al centro. Igualmente sugirió que los
cuatros elementos formaban toda la materia del planeta Tierra, el mundo sublunar, por
combinación entre ellos en distintas proporciones. Estos elementos serían terrenales,
corruptibles y se caracterizarían por un movimiento rectilíneo cuándo existe una fuerza que
lo empuje.

Por otro lado, las leyes de movimiento que desarrolló Aristóteles pueden resumirse de la
siguiente manera. Para que un cuerpo adquiera una velocidad, es necesario aplicar una
fuerza mayor a la resistencia, F>R. Esta es una noción bastante intuitiva: para mover algo
debemos empujarlo, y el movimiento empieza recién después de que nuestro empuje
sobrepasa un cierto valor. Según Aristóteles, el cuerpo en movimiento adquirirá una
velocidad proporcional a la fuerza e inversamente proporcional a la resistencia. Definiendo
de manera adecuada la “resistencia” esta fórmula describe correctamente el movimiento de
un objeto sometido a fuerzas de rozamiento dependientes de la velocidad, que llegan a una
velocidad límite proporcional a la fuerza aplicada. Si bien correctas, estas leyes no son
útiles al no tratar en pie de igualdad las fuerzas que producen el movimiento con las fuerzas
de rozamiento.

La idea de fuerza jugó un papel importante en la dinámica de Aristóteles, veinte siglos antes
de Newton. En la Física de Aristóteles había dos tipos de movimiento: movimiento natural
y movimiento violento. Por ejemplo, el movimiento de una piedra que cae era un
movimiento natural (porque se movía hacia su lugar natural). Por otro lado, el movimiento
de una piedra al ser elevada con movimiento uniforme se consideraba un movimiento
violento porque se alejaba de su lugar natural; para mantener este movimiento uniforme
violento se requería una fuerza aplicada continuamente. También era precisa una fuerza
para iniciar o mantener en movimiento un objeto a lo largo de una superficie horizontal,
porque lo 'natural' era el estado de reposo.

Algo que cabe resaltar de la física Aristotélica es el hecho que toda la deducción de las
leyes fue propuesta meramente con “experimentos” cualitativos, lo cual en la actualidad no
sería aceptable puesto que no existe un procedimiento que conduzca a la formulación
matemática de las leyes del movimiento. Asimismo, uno de los aspectos más criticables de
la doctrina aristotélica es su descripción de la caída de los cuerpos en las cercanías de la
Tierra. Aristóteles afirmaba que los cuerpos caen con una velocidad proporcional a su peso,
es decir, soltando objetos de distinto peso desde una misma altura, el tiempo de caída sería
inversamente proporcional a su peso. En este caso hubo que esperar muchos años hasta que
alguien se planteara la validez experimental de esta afirmación. Hubiese sido muy sencillo
demostrar claramente su inexactitud, dejando caer cuerpos de igual forma pero de peso
diferente.

A pesar de que actualmente la física Aristotélica es encontrada poco útil e inexacta, no cabe
duda que Aristóteles fue un gran pensador pues todo le interesaba y en todo dejó su huella,
cimentando la estructura sobre la que se basarían buena parte de los filósofos de las épocas
siguientes. El legado de su obra es uno de los mayores que jamás ha existido en el mundo,
en casi cualquier rama del saber.

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