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La familia Sosa Berbey presentó 'Cuarenta años de miseria Panamá 1903 - 1943' como un homenaje al
escritor y periodista y a su esposa Adela Berbey de Sosa. La publicación será distribuida de forma
gratuita en escuelas universidades y bibliotecas del país
La obra presenta el panorama político en los primeros 40 años de república en Panamá. Roberto Barrios | La Estrella de
Panamá
Este año, al cumplirse 75 del fallecimiento del escritor Julio B. Sosa, sus hijos y demás descendientes
ofrecieron un homenaje a su vida y obra con el lanzamiento de Cuarenta años de miseria Panamá 1903-1943,
una compilación de ensayos que abarca los primeros cuarenta años de vida republicana panameña y en el que
desgrana la actuación de las principales figuras que en esos momentos tuvieron las riendas de la nación.
Un trabajo más parecido al que ejercía desde el semanario Critica, como su director, en el que “juzgaba las
actuaciones del gobierno de turno y los principios de democracia y honestidad dando espacio a los
defensores de las clases más necesitadas”, un trabajo poco conocido por los panameños que no vivieron en
aquellos años.
Y es que tal vez la faceta más reconocida del autor fuera la de novelista. Títulos como Tú sola en mi vida y
La India Dormida, novelas premiadas, han sido leídas por varias generaciones de estudiantes panameños.
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El homenaje se llevó a cabo el pasado viernes 10 de diciembre, en el Aula Máxima del Instituto Nacional,
donde se congregaron además de familiares, figuras del mundo académico y cultural del país.
La bienvenida la ofreció La anfitriona, Rosana Casanova rectora del Instituto Nacional quien afirmó que “no
cabe duda que esta obra enriquecerá la historia republicana de nuestro país”.
Gabriela Elisa Sosa McKeehen, nieta del autor, agradeció en nombre de la familia la asistencia de los
presentes. “Nuestra familia está conmemorando de esta forma 75 años del fallecimiento de Julio B. Sosa y
presenta esta obra no solo para honrar su memoria sino para contribuir a enriquecer la cultura y la historia de
nuestro país”. Aseguró.
Sosa McKeehen agradeció al Dr. Aristides Royo, expresidente de la República y ministro del Canal, su
insistencia en que el material debía ser publicado y quien tuvo a cargo las palabras de fondo. También a
Eduardo Flores, rector de la Universidad de Panamá por acoger el proyecto de la publicación que se realizó
en la Imprenta Universitaria. Flores, además, tuvo a cargo una presentación introductoria en el libro.
Seguidamente, Julio Ernesto, Juan Bautista y Jaime Alberto Sosa Berbey, hijos del escritor y periodista,
ofrecieron cada uno unas palabras, a través de un video pregrabado. En ellas destacaron las cualidades de su
padre, uno que conocieron poco, más por referencias y por el enorme legado que les dejó, pues Julio B. Sosa
fallecería con solo 35 años de edad. Sin embargo, pesaron mucho las palabras de su madre, Adela Berbey de
Sosa y de sus familiares cercanos que siempre mantuvieron en ellos altos principios morales.
Se invitó al pido al Dr. Aristides Royo, el orador de fondo quien inició reconociendo que, aunque conocía el
trabajo de Sosa como novelista, desconocía que era un excelente periodista.
“Esta obra no solamente tiene historia, tiene ciencia política, tiene un alto sentido periodístico, pero además,
tiene literatura porque él, como literato que era, no podía escaparse en ninguno de sus escritos de esa dosis
de literatura que está impresa en esta obra”, aseguró.
Luego comentó que el prólogo, escrito por Enrique Sosa en 1952, mencionaba que había algún error de
apreciación o algún error histórico, aunque él no pudo encontrarlos. “Me parece que no hay obra perfecta,
pero pienso que los comentarios de él fueron muy atinados. Quienes sí se equivocaron fueron muchos de los
Royo aseguró sentirse entusiasmado al leer pro primera vez la obra, de mano de uno de los hijos del autor.
“Quedé sorprendido porque no sabía la calidad que tenía en la crítica Julio Sosa”, dijo.
Julio E. Sosa
Estas críticas arrancan con el nacimiento de la república, en 1903, y “va desgranando año por año, gobierno
por gobierno, y son tan acertadas… no olvidemos que era hijo de un gran historiador, Juan B. Sosa, que
escribió junto con Enrique J. Arce, el Compendio de Historia de Panamá”, hizo la salvedad.
Julio B. Sosa inicia criticando la propia independencia, critica también el tratado, y se pregunta, si Manuel
Amador Guerrero vio que el tratado era lesivo a los intereses de Panamá, ¿por qué 48 horas después estaba
recomendando su aprobación al pueblo panameño?
Royo llama la atención de las críticas que hace Sosa a Pablo Arosemena, representante del partido Liberal en
la Constituyente de 1904, quien favoreció la intervención de Estados Unidos, un derecho a la intervención,
que se le daba a Estados Unidos, en el que podía ocupar el país prácticamente en cualquier circunstancia, “no
solamente cuando Estados Unidos decidía hacerlo sino cuando los panameños políticos iban a pedírselo a los
norteamericanos bien porque a veces lo pedía el gobierno, porque tenía insurrecciones en el país, de la
oposición y temía perder las elecciones o bien por los políticos de oposición, porque temían que el Gobierno
no las reconociera”, destaca.
Belisario Porras no escapa de su pluma cuando lo llama “El constructor material del porvenir de Panamá”.
Sosa alaba todas las obras que Porras construye, pero critica al mismo tiempo ese sentido de mando excesivo
que tenía el mandatario.
“Es un crítico certero y hosnestísimo al punto que cuando en 1918 el presidente Ciro Urriola decide firmar el
decreto 80, él no inventó que se lo entregaron algunos políticos de su gobierno para suspender las elecciones.
Entre los miembros que cita, cita a su propio padre y lo cita en primer lugar porque era miembro del
Gabinete de Urrriola”, subraya Royo.
En referencia al 2 de enero de 1931, Royo comprueba la agudeza mental en las palabras que escribe Sosa
cuando dice, “En el mismo instante en que se hicieron con el poder, el grupo de Acción Comunal, en ese
mismo instante comenzaron a manifestar su rotundo fracaso porque en lugar de construir a lo que se
dedicaron fue a ocupar espacios políticos, a buscar nombramientos y a destrozar la imagen del presidente
Florencio Arosemena, y del presidente Chiari”.
Toca el tema del reformismo, mencionando el movimiento que se hizo a favor de que Eusebio A. Morales
pudiese ocupar el cargo de presidente de la República a pesar de no ser panameño de nacimiento. “Tuvo
muchos adeptos pero también tuvo muchos contrarios, incluso en el propio gobierno hubo una división entre
los que favorecían el reformismo de la constitución y entre los que no estaban de acuerdo. Ese capítulo de
Julio B. Sosa es muy interesante”, declara.
Sosa menciona también la gran división política en los propios partidos, por ejemplo, cita al partido liberal y
cómo la enemistad entre Porras y Mendoza se produce, cómo el partido liberal se multiplica y se forman
hasta 7 partidos del liberalismo.
Juan B. Sosa
“A Juan Demóstenes Arosemena lo trata muy bien, cómo llegó a presidente y las deudas que tuvo que pagar,
Harmodio Arias favoreció a JD Arosemena este favoreció al hermano de Arias consagrándolo como
presidente de Panamá, para lo cual contribuyó también Augusto Boyd”, relata.
“Los años no han sido capaces de vigorizar nuestra nacionalidad porque hemos entregado el poder a
hombres que consideran el país como un feudo'. Esa es a penas una de las frases del escritor Julio B. Sosa”,
resalta Royo quien luego se pregunta a sí mismo, ¿realmente hemos mejorado?”
Y se responde, “sí, hemos mejorado en muchas instituciones, hoy hay confianza en el Tribunal Electoral,
pero me pregunto ¿hay confianza en muchos personajes públicos? (…) La justicia en Panamá anda bastante
mal, y ojalá que logremos mejorar. Todavía hay muchas cosas que no hemos logrado mejorar”.
Para Royo, la importancia de los escritos de Julio B. Sosa es una importancia actual pues, aunque narra
eventos del pasado, sus críticas pueden dar claves para un mejor futuro, “da muchas lecciones de moral
política”, afirma.
Jaime Sosa
Finalizada la presentación pudimos acercarnos a Julio E. Sosa, quien nos comentó sobre cómo pusieron en
marcha este proyecto.
“Mi mamá nos dejó a nosotros, los hijos, la tarea de publicar el libro. Es un libro muy fuerte, mi papá era
hijo del historiador Juan B. Sosa quien además era un político muy cercano al presidente Porras. Pero en el
libro mi papá critica a su papá. Uno de mis nietos me dice que ¿cómo él pudo hacer eso? Es porque él era un
tipo recto, le dije. él no criticó a su papá como papá, lo criticó como ministro”, detalla Julio E. Sosa.
“Este año se cumplen 75 años de la muerte de mi papá, él murió el 22 de junio de 1946, y la familia pensó
que era el momento adecuado de rendirle tributo a él”. Con el pasar de los años, dice el hijo del autor, “los
conocimientos de la gente se diluyen y nadie se acuerda de las grandes luchas que tuvieron generaciones
anteriores. Cuando el general Torrijos hablaba de una lucha generacional, lo mismo decía mi papá, la
generación de los años 40 vivió en medio de la guerra, en medio de convulsiones, pero eso no se enseña en la
escuela. El propósito de la familia es publicar este libro gratuitamente, el libro no está a la venta. Se va a
distribuir gratuitamente en las escuelas, universidades y bibliotecas”, informa.
Y el próximo año la familia Sosa continuará su proyecto con la publicación de dos colecciones adicionales
del trabajo de Julio B. Sosa como comentarista de Crítica. “Creemos que el país se encuentra en un momento
donde hay que limpiar, hay que mejorar. A mí siempre me impactó esa frase que le dije a mi hija: 'Mi papá
escribió que su papá fue fiel a la historia y leal a la patria' y nosotros pensamos que hay que hacer más de
eso”, concluye.
Temas relacionados:
Estados Unidos EEUU UP: Universidad de Panamá TE: Tribunal Electoral Belisario Porras
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––––––––––––––––––––
1. Julio B. Sosa, La India Dormida, pág. 35.
2. Sosa, Julio B. Op. Cit., pág. 35.
72
Más adelante, precisa esos conceptos de libertad y patria, al anotar:
¿Qué significa, pues, para las mentes salvajes de los aborígenes el de-
safío de Urracá? La defensa de toda una historia, de una religión, que si
adolecía de errores, estaba amoldada a sus medios, de una cultura que
así como tenía vicios también tenía excelsitudes. Significaba, en suma,
la libertad, ¡la vida misma!4
Se ha observado, una vez más, ciertos aspectos que forman parte de esos
sentimientos que adornan las cualidades de los románticos: el amor,
sufrimiento y odio al igual que la libertad, gloria y progreso. El tema
de la mujer también es importante. Para ellos la mujer aparece como
una deidad caída del cielo. En relación a ese tema, Veiravé, comenta:
“La mujer amada es un ángel que desciende de los cielos para purificar
el alma de los románticos”. 5 En la obra de Sosa aparece ese elemento
cuando Rogel de Loria, pensando en Flor del Aire la imagina como un
ser divino:
Sosa presenta a Loria meditando sobre su encuentro con Flor del Aire
y la imagina como una virgen.: “En la callada paz de la naturaleza, a la
luz de un ocaso romántico, sereno, la figura de la muchacha se le antojó
como la de una virgen soñada que bajase a la tierra a llenar su espíritu
cansado, de emociones desconocidas, de nuevas esperanzas”. 7 En otras
–––––––––––––––––––
73
palabras, el amor es ennoblecido y elevado a la categoría de deidad,
junto con la naturaleza.
74
sentía predestinada al sufrimiento y en las lágrimas encontraba el único
lenitivo a su desventura”.12
En ese sentido, el odio que es otro de los elementos utilizados por los
románticos, obsérvese el siguiente ejemplo: El cacique Urracá, luego de
escuchar de labios de Ixtú sobre la llegada de los españoles a tierras de
Veraguas y las increpaciones de sus compañeros para que los condujera
a la guerra contra los invasores, adopta una actitud de odio contra los
españoles. La misma es descrita de esta manera: “Sus ojos se volvieron
ascuas; sus labios se contrajeron de rabia; respiró hondamente como si
estuviese ahogado por tenazas de acero, y alzando los puños hacia el
cielo exclamó: ¡Malditos sean los rostros pálidos! ¡Malditos sean!” 13
Sus ojos volvieron a brillar como ascuas; sus labios volvieron a contraer-
se de rabia; sus puños se levantaron amenazantes al cielo. Y la montaña
se estremeció por el eco, cuando su voz de fuego, quemante y ronca por
las emociones, brotó de su alma como un anatema: ¡Malditos sean los
rostros pálidos!14
––––––––––––––––––––
12. Ibid, pág. 140.
13. Ibid, pág. 32.
14. Ibid, pág. 34.
15. Consúltese a Alfredo Veiravé, Ibid pág. 96.
75
quietud que arropaba la bruma de la noche melancólica”. 16 Si se refiere
al estado de ánimo de Flor del Aire, al saberse descubierta por Yaraví
cuando hablaba con el español, Sosa lo presenta así:
Su alma era como el mar que lleva en sus ondas los despojos del naufragio
para depositarlos en los cantiles de la costa. Así el día le llenaba el alma
de recuerdos ingratos, y la noche de tétricos pensamientos. Rodeada de
una naturaleza pródiga, de una belleza floral, de un panorama emotivo,
sus lágrimas le decían que estaba sola, en el desierto.17
Se puede dialogar con las nubes, las olas, los árboles, o ver en la noche
el momento propicio para la meditación, la soledad y el ensueño. La
frecuencia de este sentimiento frente a la naturaleza como deidad y como
confidente se refleja en la reiteración de determinados tópicos literarios:
los momentos del día (el crepúsculo, la noche, la inmensidad), o de temas
como la luna o la tempestad, que comparten la serenidad o las pasiones
del héroe romántico. 18
77
Empujados por la penumbra, de las interrogaciones suspensas, sus vidas
se movían de la intranquilidad a la apatía, de la tristeza a la duda; del
sobresalto al desvelo.
Ciego de cólera, su primer impulso fue caer sobre ellos y matarlos. Pero
lo desarmó el gesto amoroso de la india, su figura juvenil, sus ademanes
inocentes, sus ojos dulces y soñadores. Un recuerdo lejano, aquellas
tardes en el río, lo detuvo al borde del crimen. 24
78
Atraídos por la novedad de la expedición, una veintena de indios se
asomaban a la vegetación ubérrima. Al principio mostraron recelo.
Abrían los matorrales cautelosamente y tornaban a esconderse; pero un
chiquillo, menos tímido que los demás, e intrigado por las láminas de
las armaduras al sol, se acercó al capitán Loria. 25
En otros pasajes utiliza una imagen táctil, para muestra se presentan los
siguientes ejemplos cuando Yaraví se enfrentó a un lagarto que pretendía
comerse a Flor del Aire: “El indio hundió una, dos, varias veces el cu-
chillo en las entrañas del saurio, desgarrándolo, mientras éste se revolvía
furioso lanzando colazos con rabia incontenida y tiñendo las aguas de
sangre”. 28 “Y él no pudo responder, porque la india lo abrazo con ve-
hemencia y le cubrió el rostro de besos y de lágrimas”. 29 Referente a
las imágenes olfativas, se escogieron los siguientes ejemplos: “Mientras
a los jefes se les alojaba en el bohío principal, la soldadesca se dio a
vagar por los vericuetos del pueblo, introduciéndose por los callejones
y husmeando todos los rincones”. 30 “¡En lugar de los aromas serranos
y de los olores embriagadores, el aire enrarecido de las miasmas y el
sopor que adormece y mata!”. 31
––––––––––––––––––––
––––––––––––––––––––
32. Ibid, pág. 24.
33. Ibíd., pág. 47.
34. Ibid, pág. 26.
35. Ibid, pág. 39.
36. Ibíd, pág. 19.
37. Ibid, pags, 12, 29, 37, 39 y 47.
* Metasemema, es una metábola que produce un cambio de significado en el nivel semántico de la
lengua y equivale a los tropos de dicción.
38. Ibíd, pág. 26.
39. Ibíd., pág. 27.
80
En el momento en que Flor del Aire se dirigía a la selva, como siempre
lo hacía, Sosa lo plantea así: “La selva dormía el sueño del ocaso. El
viento, oculto entre las frondas, atisbaba el paso leve de la núbil hija
del cacique”. 40 Otro ejemplo se observa cuando se relata la hora de la
partida de Rogel de Loria con Juanico para ir en busca de Flor del Aire
en las montañas de Veraguas: “Ya la estrella de Oriente había cerrado
sus ventanas de luz y se iba serenamente a acostar”. 41
También el Modernismo hace uso del mito. Un mito, según los griegos,
es una especie de cuento. Para Maya Daren, “El mito son los hechos
de la mente puestos de manifiesto en la ficción de la materia”. 44 Es un
relato de hechos maravillosos protagonizado por personajes sobrenatu-
rales: dioses, semidioses, monstruos o héroes. Existen diversos tipos
de mitos, entre los cuales se mencionan:
81
Explican el origen de los dioses. El propio Sosa se refiere a los mitos
teogónicos cuando, por intermedio de Juanico, explica como surgieron
los dioses dentro de la comunidad guaymí:
Para los naturales de la región de Veraguas, así como los del resto del
mundo, muchos de sus dioses fueron creados por otro dios más poderoso
y les dio ciertos poderes ayudándoles a gobernar el mundo creado por él.
Allí está el origen del politeísmo de muchas culturas, como los griegos
y los demás pueblos antigüos, incluyendo a las culturas precolombinas
de América.
––––––––––––––––––––
46. Ibid, pág. 154.
47. Ibíd., pág. 154.
82
para salvar a una pareja de cada especie con el fin de volver a poblar
a la tierra. Ese fue un castigo divino por los pecados cometidos por el
hombre, una vez que fue expulsado del paraíso. Es decir que para los
indígenas de Veraguas, el dios Noncamala creó a los hombres de esta
región, pero se portaron mal y los castigó. Hay en esta versión un pecado
original, un castigo, una lucha entre el bien y el mal, como en todas las
otras religiones.
––––––––––––––––––––
* El Creacionismo es un movimiento estético inscrito en la llamada vanguardia del primer tercio del
siglo XX. Su manifestación más importante se produjo en la poesía lírica. Lo inició en París el
poeta chileno Vicente Huidobro y el francés Pierre Reverdy. Está vinculado con las corrientes
vanguardistas y experimentales europeas de comienzos del siglo XX.
** Ultraísmo es un movimiento literario nacido en España en 1918, con la declarada intención de
enfrentarse al Modernismo, que había dominado la poesía en lengua española desde fines del siglo
XIX. Formaron parte del núcleo ultraísta Guillermo de Torre, Juan Larrea, Gerardo Diego, Pedro
Garfias, Ernesto López-Parra, y Lucía Sánchez Saornil.
***El Surrealismo (en francés: surréalisme; sur [sobre, por encima] más réalisme [realismo]) o
superrealismo es un movimiento artístico y literario surgido en Francia a partir del dadaísmo, en
el primer cuarto del siglo XX en torno a la personalidad del poeta André Breton.
48.
83
Vanguardismo hay una reacción contra el modernismo y la mayoría de
sus representantes tienen conciencia social; hay una desaparición de la
anécdota y se proponen temas como el antipatriotismo. El punto de vista
del narrador es múltiple; incorpora el ambiente a la acción y profundi-
za en el mundo interior de los personajes, pues trata de presentarlos a
través de sus más íntimos estados de ánimo. A este tipo de literatura no
le interesa el tiempo cronológico, sino el tiempo anímico. Dentro de la
novela La India Dormida aparece una pequeña muestra del Surrealismo
y esto se observa en los sueños de Flor del Aire. El narrador presenta un
pasaje sobre un sueño de Flor del Aire:
84
En otra parte, refiriéndose al estado de congoja en que se encontraba la
indígena, luego de renunciar al amor de Rogel de Loria, Sosa describe
la escena así: “Envuelto en el misterio de su dolor íntimo, Flor del Aire
oyó la algarabía…” 52 Su sintaxis se enfocaría: Flor del Aire oyó la alga-
rabía envuelto en el misterio de su dolor íntimo... Más adelante presenta
el ambiente triste que rodeaba a Flor del Aire, cuando se enteró de la
muerte de su amado español: “Caía la tarde apacible y melancólica…”
En este ejemplo el orden normal se presentaría: la tarde caía apacible
y melancólica.
85
de los castellanos y enseñaba a éste el dialecto de los guaymíes”. 54
Al describir Sosa a los capitanes que forman parte del ejército invasor a
tierras del Pacífico istmeño lo presenta así: “Formaban parte del ejército
conquistador, los capitanes Francisco Pizarro y Diego de Almagro, que
habían de distinguirse después en el Perú”. 56 El narrador equisciente:
es conocedor de los pensamientos, sentimientos y recuerdos del prota-
gonismo, pero no de los otros personajes. Ejemplo, “El indio miraba con
lástima el rostro marchito de Flor del Aire.” “Entonces la india, abrumada
por un presentimiento estalló desconsolada.” “En su alucinamiento, la
india le tomó una de las manos y rompió a llorar lastimosamente. El
guerrero estaba impasible. La emoción de Flor de Aire parecía ahogarle,
pero dejó que se colmara hasta derramar su desilusión”. 57
86
2.5.2 Relación entre el tiempo de la Historia y el
de la disposición.
87
se nota la presencia de dos tipos de narradores que cuentan, no una
historia sino dos: histórico (la conquista de Veraguas)-literario (el amor
entre Flor del Aire y Rogel de Loria). Además, estas historias se dan en
diferentes escenarios como Chame, Azuero, Natá y Veraguas. Por otro
lado, el tiempo es totalmente distinto.
––––––––––––––––––––
88
No pudo continuar sus juegos de niña. Una ola de ansiedad le había
sacudido de pronto todo el cuerpo. Junto a ella, acababa de aparecer el
rostro pálido, arrogante, hermoso como un príncipe, con una mirada de
pasión y un gesto de ternura.
¿No valía acaso ser feliz, apurando el vaso del sacrificio, antes de con-
cluir con su vida llena de pesares?
¡Por qué no se imponía ahora aquel orgullo que mostraba como una
coraza!
––––––––––––––––––––
89
Caía la tarde apacible y melancólica. En la augusta soledad del monte,
los gemidos de la india tenían un lúgubre acento. Su dolor se desbordaba
ante la aridez de los imposibles. Tan profundo y grave era, que toda la
naturaleza parecía impregnada de su pena inconsolable. En el silencio
misterioso del ocaso, el alma de las cosas se confundían en manso re-
cogimiento con la plegaria sollozante de Flor del Aire.
Verbigracia:
90
2.5.5 Modalidades de construcción y presentación
del mundo.
¡Oh! Si los tuviera ahora a su alcance, ¡cómo los ahogaría la india; cómo
los haría pedazos entre sus manos lánguidas; cómo vengaría su raza
tan injustamente incomprendida! Con las trenzas del cabello al viento,
con los brazos extendidos y la mirada perdida entre la bruma, su figura
se destacaba en el perfil del monte, con una majestad e imponencia
grandiosa.68
2.5.5.1.1.1 Diálogo:
a. Diálogo directo:
91
b. Diálogo indirecto:
c. Diálogo matizado:
2.6 Descripciones:
a. Topográficas:
92
por los campos jugueteando con las aves, persiguiendo a las mariposas,
embriagándose con el silencio de las selvas agrestes; y era ella, la de
ademanes suaves, lo que se llegaba con frecuencia al río y se miraba con
deleite en el espejo de sus aguas transparentes.” 73
b. Retrato:
Es decir que Sosa hace una descripción muy detallada sobre la figura del
cacique Urracá para que el lector se forme una idea sobre este singular
personaje histórico del istmo de Panamá. Más adelante describe a otro
de los personajes de la novela:
Su nombre era Luba; pero todos la llamaban Flor del Aire…Ésta era
una indiecita menuda, baja de estatura, pero esbelta, de temperamento
ardiente.. Su rostro estaba bronceado, sus ojos, claros; sus labios, finos
y sensuales y sus cabellos, negros y sedosos…
Miraba casi siempre hacia el suelo; por eso nunca se sabía cuando su
mirada tenía el fulgor de la cólera o la dulzura de una promesa. Además,
era altiva por eso tuvo pocos compañeros. 75
c. Etopeyas:
e. Cronográficas:
Se refiere a una época o momento. A saber: “Había llegado el invierno con
sus noches largas y tenebrosas. De lo más hondo del horizonte brotaba
un sordo rumor, como si la tierra amenazase dividirse en dos pedazos y
sintiendo la proximidad de la tempestad, se rebelara hosca y sordamente.
Pronto comenzó a llover”. 78 Otro ejemplo sería: “¿Cuánto tiempo per-
maneció aletargado? Él mismo no podía precisarlo, si fueron horas, si
fueron días …” 79
2.7 Comparaciones:
En Literatura comparar es un símil. Es un metasemema de dos cosas
semejantes, marcada típicamente por medio de “como”, “cual”, “que”,
o “se asemeja a”. Verbigracia: “Su desvío mental se le presentaba como
un fantasma aterrador”. 80 “La tarde lo vio corriendo como un desespera-
do”. 81 “Nosotros no somos cobardes como nuestros hermanos de Natá,
Cherú y Penonomé!” 82 “En Escoria robaron a las mujeres y por todas las
tierras se burlaban de los indefensos porque éstos les temen como a las
borrascas del mar; como a los vientos traicioneros de la montaña”. 83
2.8 Elipsis verbal:
Se refiere a la omisión del verbo en construcción sintáctica, cuando éste
aparece en la idea anterior. Se puede notar el perfecto manejo que el autor
hace de este aspecto: “En su rostro bronceado estaba vívido el ardor de los
soles tropicales; en sus ojos claros, la serena quietud de las aguas; en sus
labios finos y sensuales, el retazo de una fruta en sazón; en sus cabellos
negros y sedosos, la oscuridad misteriosa de la noche”.84 El elemento
omitido en este caso es el verbo estaba “Flor del Aire conocía todos los
––––––––––––––––––––
77. Ibíd, pág. 27.
78. Sosa, pág. 119.
79. Ibíd, pág. 123.
80. Ibíd, pág. 27.
81. Ibíd, pág. 33.
82. Ibíd., pág. 41.
83. Ibídem.
84. Ibíd, pág. 21.
94
remolinos, todos los caprichos de sus olas, sus iras y desdenes”.85 Aquí se
encuentra ausente el verbo conocía en la segunda y tercera oración.
85. Ibidem.
86. VEIRAVÉ, Ibid, pág. 290
* El indigenismo es una corriente cultural, política y antropológica concentrada en el estudio y valoración
de las culturas indígenas, cuestionamiento de los mecanismos de descriminación y etnocentrismo en
perjuicio de los pueblos indígenas.
95
pero éste muere el día de la boda. La joven se escapa, conoce a Carlos y se
enamoran. Éste es canjeado por Cumandá, quien se ofrece en sacrificio a
cambio de la libertad de su joven enamorado. Al final se descubre que los
dos jóvenes son parientes. 87 En esta novela los protagonistas principales
son tres: la selva, las tribus y los colonizadores.
BIBLIOGRAFÍA
LIBROS
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rial Crítica, 2001.
FONG, Carlos E., Para narrar la Identidad. (Estudios sobre literatura panameña y una propuesta
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GÓMEZ, Juan Antonio, Del Tiempo y la Memoria. Panamá. Editorial Portobelo. 2005.
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rico, urbanístico, económico, social, político y cultural de Veraguas, Chiriquí y Bocas del Toro:
1502-1821. 2 tomos. Ciudad de Panamá: Arte Gráfico, Impresores. 2008.
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