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Nacional
Francisco Morazán (CUED)
Ramón Amaya
Amador
SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN DE HISTORIA DE
HONDURAS
Lic. Cesar Emilio Mejía
Presentado por:
DIANA LOURDES CABRERA 601199300416
FERNANDO JOSE VASQUEZ 601199503516
KEILY ALEJANDRA ORDOÑEZ 602199400039
LIDIA INES CENTENO 606198600866
OLMAN HUMBERTO ZELAYA 606199500644
SANDRA EUNICE SIBRIAN 801199409630
Choluteca 3 de diciembre de 2016
Contenido Pág.
1. INTRODUCCIÓN...........................................................................................................2
2. TEMA DE INVESTIGACIÓN:......................................................................................3
3. OBJETIVOS:...................................................................................................................3
Objetivo General:................................................................................................................3
Objetivos Específicos:.........................................................................................................3
4. JUSTIFICACIÓN............................................................................................................4
5. REVISIÓN DE LA LITERATURA:...............................................................................5
Sus Obras...........................................................................................................................11
Juicio Crítico.....................................................................................................................15
6. MÉTODO......................................................................................................................16
9. CONCLUSIONES.........................................................................................................26
10. BIBLIOGRAFÍA...........................................................................................................27
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Ramón Amaya Amador - UPNFM
1. INTRODUCCIÓN
Sus ideas revolucionarias sirvieron para darnos cuenta de la cruda realidad que la clase
obrera del pueblo hondureño tuve que sufrir a manos de extranjeros terratenientes. Por
culminar sus 100 años de historia realizamos la siguiente investigación en honor al gran
escritor, novelista y poeta Ramón Amaya Amador.
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Ramón Amaya Amador - UPNFM
2. TEMA DE INVESTIGACIÓN:
El impacto que generan las ideas revolucionarias de Ramón Amaya Amador en la
sociedad hondureña a través de su literatura
3. OBJETIVOS:
Objetivo General:
Objetivos Específicos:
Identificar las principales causas sociales de las ideas revolucionarias que Ramón
Amaya Amador plasma en su literatura.
Nombrar las causas políticas de las ideas revolucionarias que Ramón Amaya
Amador plasma en su literatura.
Enumerar las consecuencias que generan en la sociedad las ideas revolucionarias que
Ramón Amaya Amador plasma en su literatura.
Mencionar los aportes de Ramón Amaya Amador a la sociedad hondureña.
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Ramón Amaya Amador - UPNFM
4. JUSTIFICACIÓN
Nuestro trabajo de investigación se enmarca en los parámetros de estudio de la política
y sociedad desde el punto de vista del escritor hondureño Ramón Amaya Amador, el
cual se destaca en la mayor parte de su bosquejo literario por plasmar las realidades en
las que él vivió y pudo crear, cada obra tiene el sello de la cercanía a los abusos sobre el
pueblo, sobre Honduras, su injerencia política es tan preponderante y se quedó grabada
en, por decirlo de alguna manera: ideología que construyo; en sus ahora joyas de la
literatura hondureña, desarrollamos este estudio porque deseamos ahondar de forma
clara y sustancial en el mundo que creo Amaya Amador, analizando los postulados y las
definiciones, títulos, y géneros que tuvo que desarrollar en la literatura, es Ramón
Amaya nuestro individuo central y sobre el iremos construyendo nuevos postulados o
visiones que satisfagan las necesidades del saber académico, apoyándonos en opiniones
en base a entrevistas que focalicen la información que obtengamos, todo ello con el fin
de enaltecer primero la identidad nacional, el valor histórico de este escritor en el país,
la conmemoración póstuma de su legado, la vinculación, reproducción y expresión de
las temáticas más sensibles que abordo en obras publicadas y no publicadas, buscamos
saber si los hondureños leen a Ramón Amaya o desconocen su legado y recorrido, en el
tedioso e intrincado mundo; el afán es ante todo unir el mundo histórico rico en su
máxima expresión con un sobresaliente personaje, propio y cercano a nosotros.
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Ramón Amaya Amador - UPNFM
5. REVISIÓN DE LA LITERATURA:
Ramón Amaya Amador fue hijo de una madre soltera, Isabel Amaya, hija de Felipa Amaya,
de oficio panadera y del sacerdote Guillermo R. Amador, originario de Comayagua. En
1907, el padre Amador fue trasladado de la parroquia de San Marcos de Colón a Olanchito.
Llegó a su nuevo destino acompañado de su mujer, Gregoria Chavarría Zavala -originaria
de El Rosario, Comayagua-, tres hijas (Aurora, Francisco e Isolina), Caya, una sobrina de
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Ramón Amaya Amador - UPNFM
su mujer y un acompañante que regreso a San Marcos con las bestias en que había
trasportado sus necesarias pertenencias. La sociedad de Olanchito, de entonces, recibió muy
bien al padre Guillermo R. Amador, quien era atento, conversador y muy dispuesto al
ejercicio de los sacramentos. El tema del celibato no era de interés para la feligresía de
entonces, en vista que la mayoría de los curas que había tenido la ciudad, lo incumplían
públicamente. En 1909, Gregoria Chavarría Zavala, murió de ataque cerebral fulminante
que, según dijeron algunas gentes, había sido provocado por el descubrimiento que había
hecho la fallecida, que el padre Amador tenía relaciones sexuales con su sobrina. La crisis,
llegó al clímax cuando Caya salió embarazada, presumiblemente por el mismo cura
Amador. De este embarazo, nació un niño cuyo nombre no hemos podido registrar. Joaquín
Mayorga, fue aceptado como pariente un tiempo después por las hijas del padre Amador
(Aurora -casada con Lorenzo D. Cano y padres de Estilita, Juventina, Enma, América y
Odesa- Isolina que se mantuvo célibe durante toda su vida, Francisca que no le
identificamos descendencia y el propio Pedro Ramón, que tuvo dos hijos Ixel y Carlos)
reconocieron como parientes por parte del padre Joaquín Mayorga, educador y secretario
municipal de Olanchito, fue el padre entre otros, del destacado y brillante periodista
Wilfredo Mayorga, que durante algunos años, vivió en la casa de Aurora y don Lencho
Cano. Mayorga siempre recuerda que él vivía en el cuarto brujo, que así llamo Ramón
Amaya Amador su dormitorio y lugar de estudio y trabajo.
En 1923, el padre Amador que además de los problemas de incumplimiento del celibato,
adolecía de problemas de alcoholismo bastante severo, que incluso una vez lo pusieron al
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Ramón Amaya Amador - UPNFM
borde del suicidio, se vio involucrado en un incidente verbal con uno de los líderes de la
ciudad al cual, bajo los efectos del alcohol, acuso públicamente -y en la calle- de ladrón de
vacas. Este procedió a denunciar el comportamiento irregular del sacerdote, ante el obispo
Martínez Cabañas, que lo traslado nuevamente a San Marcos de Colón, dejando en
Olanchito a sus cuatro hijos, bajo el cuidado de Isabel Amaya. En San Marcos de Colón, el
padre Amador fue muy activo pastoralmente hablando. Se dice que en cooperación con el
Secretario Municipal de Morólica, Gregorio Garache, escribió “El Coloquio de Nana
Joaquina”, del cual no se conoce copia alguna. Fiel a sus entusiasmos sexuales,
posiblemente expresión de una personalidad insegura, el padre Guillermo Amador,
estableció relaciones con la joven Modesta Carrasco, de 27 años, residente en
Sin embargo, el padre Amador no olvida a los hijos que dejo en Olanchito. Isolina Zavala,
la última de las hijas que falleciera en Olanchito, nos refirió que “su Pepe”, como le
llamaban al padre Amador, siempre mandaba algunos centavos, para el cuidado y atención
de los cuatro hijos, a los cuales Isabel Amaya les dio cariño, atención y la educación que le
era posible.
El 8 de octubre de 1925, mientras cruzaba el río Choluteca -frente al barrio Las Delicias de
Morólica- lo sorprendió la creciente de la quebrada Colón que tributa al río, derribándolo
del caballo. Como resultado de esta caída, perdió el conocimiento y murió. Su cadáver fue
encontrado por los vecinos, un día después, en la poza conocida con el nombre de
Sacatuste. Los vecinos y familiares le dieron sepultura en el cementerio de Morólica,
destruido por el huracán Mitch.
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Ramón Amaya Amador - UPNFM
Cuando muere el padre Amador, Ramón Amaya Amador, tiene nueve años. Es un jovencito
despierto, inteligente y muy destacado en sus clases en la escuela primaria de la localidad,
ubicada entonces muy cerca de su casa de habitación. Al concluir el quinto grado, su madre
Isabel, haciendo muchos sacrificios lo manda a estudiar a La Ceiba, porque en Olanchito no
existía un colegio secundario. Y también porque en La Ceiba residía un lejano pariente
suyo, el periodista y profesor Ángel Moya Posas, que de esta manera, se convierte en el
primer maestro que el novelista más destacado del país, tuvo en su carrera como escritor.
Ángel Moya Posas, profesor de educación primaria, debido posiblemente a sus tareas de
impresor y por formación intelectual, había asumido para entonces la filosofía mutualista,
de forma que había organizado asociaciones de obreros en El Progreso, La Ceiba, Tela,
Trujillo y Olanchito. De forma que tiene sensibilidad social, que trasmite indudablemente a
su joven pupilo Ramón, además, de introducirlo al oficio de impresor, lector de textos y por
ese camino, en formidable lector.
En 1943, funda con Dionicio Romero Narváez, hijo del doctor Pompilio Romero y Pablo
Magín Romero, impresor originario de Talanga, el semanario Alerta, aprovechando que
para entonces, se ha instalado en la ciudad la imprenta “La Radio”, propiedad de Tomasita
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Ramón Amaya Amador - UPNFM
viuda de Pagoada. Aquí Ramón Amaya Amador, muestra lo que ha aprendido en La Ceiba
y continúa desarrollando una enorme capacidad para la escritura, acompañada de cierta
disposición para la diagramación. Políticamente pretende llamar la atención de una
aletargada sociedad, sometida a la dictadura de Carías Andino y a orientar la sensibilidad
local hacia la atención de los pobres. El primer número de Alerta circula en Olanchito y los
alrededores, el 3 de octubre de 1943. El semanario Alerta es un buen ejemplo de
periodismo local, de enorme belleza, talento y habilidad, al cual el comercio local le
dispensa respeto y apoyo. Que, por supuesto -como es natural- no es suficiente para
sostener su circulación y mucho menos, dejar algunos excedentes significativos para su
director y redactor. Amaya Amador sigue soltero y viviendo con su madre, en la casa natal.
Romero, igualmente, reside en la familia de sus padres. Para entonces en la ciudad, ya han
circulado otros semanarios entre ellos “Olanchito Moderno” de Francisco Murillo Soto y
“Tiempo” de Modesto Herrera Munguía. Cuando aparece Alerta en 1943, “La Voz de
Olanchito” de Mario Soto es el semanario con el cual “Alerta” tiene que competir,
colocándose en una posición progresista, para establecer distancia con su competencia que,
es abiertamente favorable al gobierno de Carías Andino, en vista que entre otras
circunstancias, Mario Soto es el director Distrital de Educación. “Alerta” libra importantes
batallas a favor del mejoramiento de la ciudad, entre otras le da fuerte respaldo al instituto
Francisco J. Mejía, a la construcción del Parque Local y a la organización de la clase
media o “segunda” que se le conocía, para diferenciarla de la “clase primera” representada
por las familias “riquitas” de la pequeña ciudad.
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Ramón Amaya Amador - UPNFM
dificultades para adquirir el papel que requiere la impresión de las ediciones semanales.
Pero sigue en la brecha, publicando “Alerta”. Pero a finales de ese año, emprende viaje a
Guatemala, en donde se establece, trabaja en el periodismo, se afilia al Partido de los
Trabajadores y consigue en 1950, publicar en México, “Prisión Verde”. Allí también
escribe y publica “Amanecer” y anuncia que tiene en originales, “Rieles Gringos” y
“Fronteras de Caoba”. En una fecha especial, participa de la visita del poeta Pablo Neruda
de Chile, con el cual se fotografía.
El movimiento comunista mundial, requiere que Honduras aporte dos redactores para la
Revista Problemas Internacionales que se edita en Praga. En 1959, se traslada con su
familia hacia Europa, en donde se establece hasta su muerte, ocurrida en un accidente de
aviación en Vratislavia en 1966. Sus cenizas, por gestión de Óscar Acosta, entonces
embajador de Honduras en España, fueron traídas a Honduras por una comisión integrada
por estudiantes y profesores universitarios. Jorge Arturo Reina es el rector de la UNAH y el
Presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios es el Br. Olvin Rodríguez. Ellos
integraron una delegación para que viajara a España, en donde, para entonces descansaban
en la Embajada de Honduras, las cenizas de Amaya Amador, para que las repatriaran a
Honduras. La delegación estuvo integrada por Rigoberto Paredes, director de la Carrera de
Letras, Héctor Hernández, Presidente del Sindicato de los trabajadores de la Universidad y
el Secretario de la FEUH Alejandro Gutiérrez. La comisión ingreso a Toncontín, en donde
en la escalerilla del avión, fue recibida por el vicerrector de la UNAH, doctor Dagoberto
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Ramón Amaya Amador - UPNFM
Espinoza Mourra y el Presidente de la FEUH, Olvin Rodríguez. Las cenizas fueron
conducidas a la sede de la Federación de Sindicatos Libres de Honduras, donde una
multitud de amigos, admiradores y lectores, las velaron. El 15 de mayo de 1999, las cenizas
del autor de “Prisión Verde”, fueron trasladadas a Olanchito. Allá, al fin, reposan en una
urna especial en la Casa de la Cultura que lleva su nombre, en el mismo lugar en donde
aprendió las primeras letras y fue, en forma temporal profesor de grado en algunas
ocasiones, contratado por el director de la misma, Francisco Murillo Soto, reposan para la
posteridad, las cenizas de Pedro Ramón Amaya Amador, el más leído escritor de Honduras.
El más grande escritor nacido y forjado en Olanchito, en toda su historia. (Martínez., 2016)
Sus Obras
Autor de Prisión Verde. México, 1950, que en opinión de Longino Becerra “es, sin duda
alguna su mejor obra… Este libro recoge la experiencia, dolorosa y brutal, del novelista
como trabajador bananero”. Amanecer. Novela. Guatemala, 1953, Bajo el signo de la paz.
Crónicas de un viaje a China Popular, Tegucigalpa, 1953. Constructores. Tegucigalpa,
1958. Los Brujos de Imaltepeque, Novela, Tegucigalpa, 1958. Destacamento rojo. México.
1962. Operación gorila. Moscú, 1970 (en ruso). (En español 1991), Cipotes (1981), Jacinta
Peralta (1996), el señor de la Sierra (1993). Entre sus obras inéditas: Rieles gringos (1951),
Biografía de un machete (1959), Buscadores de Botijas (1961), Un aprendiz de Mesías
(1961), Tierras bravas de coyol (1962), Huellas descalzas por las aceras (impresa en 1981
con el título Cipotes), el hombre embotellado (1965), Tierra Santa (1965), La abanderada
(s.f), Ciclo Morazanico (1966), en 5 tomos. Memorias y enseñanzas del alzamiento popular
de 1954 (1989), en colaboración con Rigoberto Padilla Rush. El señor de la Sierra (1993);
Con la misma herradura (1993); Memorias de un canalla (2004). Escribió ensayos y teatro,
además de novela. El camino de Mayo es la Victoria. Tegucigalpa, 1974. Peste Negra
(1956) y La Mujer Mala (1959), son ejemplos de su incursión en otros géneros literarios.
De él ha dicho Roberto Sosa: “Con Ramón Amaya Amador la novela social hondureña
comienza a adquirir relieves de dignidad y no obstante que la crítica literaria ha subrayado
a su narrativa defectos de construcción, ha reconocido su poder captativo y transfigurador
de la situación del cuadro de realidad que le toco vivir. Los libros de Amaya Amador
señalan la explotación que los monopolios extranjeros han verificado y verifican en nuestro
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Ramón Amaya Amador - UPNFM
país. Señalan el trabajo embrutecedor que las peonadas sufrientes hicieron y hacen en la
selva artificial de los bananales hondureños. No podía hacer otra cosa quien fue gota de esa
sucia corriente. De allí la fuerza conmovedora de su obra”.
Para Longino Becerra, “fue dueño de una gran capacidad fabuladora”; para Julio Escoto
conto con “una dedicación disciplinada a su trabajo”; José D. López Lazo considera que
Amaya Amador “cultivo todos los géneros… sin embargo, habría de quedarse con la
narrativa y dentro de esta, con la novela… Necesitaba de un género que se volcase sobre la
realidad exterior, en su caso concreto, sobre la realidad histórica. La historia, nuestra
Historia, concebida como el producto de la lucha de clases, define su obra… hacia ahí
confluye casi toda su obra. Pienso que no tuvo conciencia, no delimito el peligroso punto
en donde literatura e historia se rozan, pienso que para él fueron dos realidades
mínimamente diferentes. Para el hacer literatura era una forma directa de hacer historia, de
liberar a un pueblo de tanta opresión. De ahí que su obra apenas evolucionara
literariamente. Ni reflexión ante el lenguaje, ni búsqueda de técnicas narrativas. Esto era
imposible. Involucraba una concepción más profunda de la realidad, de la que seguramente
tuvo conciencia… pero no habría tiempo, ni ambiente propicio, ni deseo; no eran su
circunstancia. Le urgía transformar la sociedad, no el lenguaje ni las técnicas narrativas; por
ello, trabajo con la óptica narrativa y las herramientas lingüísticas que le brindo la tradición
romántico-realista, que ya para su tiempo eran una retórica gastada. La sinceridad, lo
auténtico, su visión dinámica del hombre y de la sociedad lo salvan. Su obra convoca la
dignidad y la esperanza de los postergados. A los que siempre quiso ver de pie y
caminando. De esta manera, su afirmamiento en nuestra Historia, en su proceso dialectico,
tiene sus frutos; sin ese concepto del acontecer social, su narrativa sería la de un criollismo
puro, con su folklore, su naturalismo fatídico o su costumbrismo ingenuo. El dinamismo de
la Historia le da madurez a su obra, aunque no la profundidad necesaria para llamarla
universal. Al presentarnos un hombre como producto histórico, Amaya Amador lo hace
caminar: hace caminar de su aparente estatismo de piedra a la sociedad hondureña. A pesar
vio y convivió con un hombre en un estado casi natural, no lo condeno a la pasividad
histórica de esta existencia, sino que lo ubico como protagonista de los procesos sociales.
Hizo el primer gran esfuerzo por humanizar y enriquecer la Historia propia sin deformarla
en sus movimientos esenciales… el novelista de Olanchito es el más leído entre los
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Ramón Amaya Amador - UPNFM
humildes. En esto radica nuestra deuda con él, la deuda de Honduras con él: le empezó a
abrir bien los ojos, los ojos que si son sus ojos: los de su pueblo…:”.
Tenía Sangre de pueblo y alma de proletario; por eso fue solidario con el dolor del pueblo y
con el dolor del proletario. Y fue un proletario del musculo y un proletario del pensamiento.
Toda su vasta obra litería, todas sus luchas y todos sus anhelos se inspiraron en la redención
integral de las masas trabajadoras. Conocía a fondo y sentía muy hondo la tragedia
desgarradora del campesino y del jornalero. Su espíritu era la protesta iracunda contra las
injusticias sociales y el azote implacable de la infamia esclavizante descargada
inmisericorde sobre las clases desposeídas. No fue su formación literaria en ese sentido
algo que pudiera haber aprendido en libros de grandes ideólogos del extremismo
revolucionario ni fue su actitud viril en la defensa de las masas trabajadoras, una pose
demagógica como hay muchas ni un motivo encontrado al azar para hilvanar un artículo o
escribir una novela. Era esa una disposición ingénita de su propia personalidad; nació para
esa misión y la llevo adelante sin importarle el desdén o el odio que podría despertar ante
los poderosos y sin reparar en el sacrificio a que exponía su propia vida; porque sentía el
martirio de los trabajadores como su propio martirio y llevaba en el alma la pesadumbre
secreta de la peonada atormentada.”
“Cuando escribió “Prisión Verde”, hija legitima del Valle de Aguan, Ramona Amaya
Amador no hacía más que trasladar a la palabra escrita la grabación profunda de una
realidad insobornable que había impresionado su conciencia y su pensamiento con la
indignación que el sufría como hombre irreconciliable y radicalmente intransigente con la
injusticia clavada hacia el calmo de la crueldad en el alma y en el cuerpo de los
trabajadores de nuestro país.
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Ramón Amaya Amador - UPNFM
Cuando “Alerta” y “Prisión Verde” Ramón Amaya Amador no tenía complicaciones ni
vinculaciones con la política extra continental. Era un demócrata sincero y para ser más
concretos, como todos lo sabemos aquí, era un liberal militante dentro de las pugnas
estériles de nuestros partidos tradicionales. Después, cuando los cientos huracanadas del
despotismo criollo lo empujaron a playas extranjeras, planto su planta de peregrino de ideal
en Guatemala, en los buenos tiempos de la administración progresista del Dr. Juan José
Arévalo. Allá encontró horizontes más amplios para sus inquietudes literarias y vio las
puertas del mundo abiertas al vuelo de sus ideales en dimensión universal.
Y siguieron apareciendo sus libros y sus novelas siempre con el grito de justicia social, de
liberación de las clases oprimidas y escritas con amargura y esperanza como solo podría
haberlo hecho un auténtico proletario del pensamiento. “Amanecer”, inspirada en el
movimiento reivindicador de la revolución de octubre de Guatemala. “Bajo el Signo de la
Paz”, impresiones de su viaje a Pekín. “Destacamento Rojo” narración casi exacta de las
peripecias, a veces clandestinas, de los trabajadores de su desigual conflicto con los
consorcios monopolistas. No conocimos “Fronteras de Caoba” ni “Rieles Gringos”. Pero
aquí en su amada Honduras público lo que nosotros creemos es el fruto más maduro de su
valiosa producción intelectual: “Los Brujos de Ilamatepeque”; y “Constructores” a la que
nosotros no le dábamos mayores méritos, pero que el simple hecho de haber sido traducida
al idioma alemán acusa la importancia y potencialidad de su significación.
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Ramón Amaya Amador - UPNFM
Sus artículos periodísticos, folletos, cuentos y poemas posiblemente quedaran en el
anonimato, si es que manos afectuosas no recogen en volúmenes la extensa e intensa
producción literaria que quedo en sus archivos de viajero o allá en Praga, donde él tenía la
importante sección de una revista literaria de circulación universal.
Juicio Crítico
Ramón Amaya Amador, hijo predilecto de Olanchito, rompió con lo que sentenciaba
Bacon: no fue un fanático, porque siempre quiso pensar; no fue un cobarde, porque siempre
tuvo la osadía de pensar; y no fue un idiota, porque siempre pudo pensar. He ahí la triple
dimensión del pensador: libre, valiente y potencial. Precisamente, Amaya Amador nació
para dejar plasmado un pensamiento nuevo, un pensamiento transformador, el pensamiento
del cambio o bien el pensamiento revolucionario, producto del trabajador, humilde y
golpeado por la injusticia y la negatividad humana.
Cargó la cruz pesada del proletario. Trabajó en las fincas bananeras donde compartió las
angustias del campeño supo de los sinsabores de la explotación del hombre por el hombre.
Vivió la tragedia lacerante que desgarra en carne viva el alma de los jornaleros. Nutrió su
espíritu con inspiración de pueblo, con sufrimiento del pueblo, con la esclavizante
pesadumbre que llevan en silencio los pueblos oprimidos. Y no solamente fue un proletario
del campo, en carne y hueso fue también un proletario de la pluma dejando oír su voz
condenatoria en cada libro y en cada escrito. Protestó con nobleza y valentía. Fustigó la
conducta deshonesta de los gobiernos y condenó el soborno infamante de los poderosos.
Gritó, con voz de trueno, la amargura de las clases marginadas y desposeídas y la dolorosa
realidad de los que gimen entre lágrimas, sudor y sangre. Amó sinceramente al trabajador,
al proletario y su pensamiento lo puso a su servicio. Se entregó en defensa de sus derechos
y en un mundo atormentado y sacudido por la violencia y la incomprensión; en un mundo
que se despedaza por el desenfreno de las pasiones y ansias de poder; un mundo
desquiciado, convulso y proclive a su propia destrucción, Así camina la humanidad. Así la
vio y vivió Amaya Amador. Su voz acusadora fue también de aliento, tendida como un
signo de esperanza en la larga noche de las reivindicaciones proletarias. Un fuego a
distancia abriendo surcos de luz con las herramientas del pensamiento escrito.
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Ramón Amaya Amador - UPNFM
6. MÉTODO
Las actividades que se realizaran para poder alcanzar el objetivo propuesto serán cuatro
fases fundamentales en el proceso de investigación:
Preparatoria
Trabajo de Campo
Analítica
Informativa
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3. ¿De qué temas cree que Ramón Amaya Amador presenta y habla en sus obras?
8. ¿Qué opina del ideal de Ramón Amaya Amador en torno a ideas políticas de ser
partícipes de forma libre y ejercer las garantías individuales?
11. Mencione algunas ideas de una obra que haya leído de Ramón Amaya Amador.
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Ramón Amaya Amador - UPNFM
Irinia Castro
Estudiante de Letras y Lengua- Nacaome
Comprometido con la narrativa, un soñador del pueblo libre y el
escritor de las mayorías más desposeídas, cuya obra cumbre
“Prisión Verde” se posiciona hoy como uno de los más dignos
hombre que posee Honduras, su vida tuvo muchas aristas, su
exilio fue algo notable pues significo la dificultad y las trabas
que le pusieron para crear y fortalecer su obra en el país, sus
obras como Jacinta Peralta, Cipotes, Brujos de Ilamatepeque son
también de corte social real, el estilo que creo pone de manifiesto las luchas en las que se
desarrolló este gran hombre, en la actualidad el tiempo está siendo benigno con sus aportes
pero debía conocérsele ampliamente, todavía hay en Honduras personas que arguyen
desconocerle, desaprovechando con esto la riqueza intelectual de un aporte cercano de
experiencias bien contadas, un ideario podría decirse que es lo que nos dejó, en el cual
podemos extraer muy favorables datos que contrastan con un pasado que nos une, un
revolucionario de las letras que expreso su rebeldía creando masivamente, esa es la mejor
idea que siento puedo imitar de él.
Sindy Villanueva
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Ramón Amaya Amador - UPNFM
libro que leí fue los brujos de Ilamatepeque, me llamo la atención la forma en que el
expresa su sentir y pensar, siempre pone pasajes de su tierra y cuenta historias que
envuelven a quienes las leen, el recrea experiencias y sus escritos están llenos de frases
propias a la cultura de la nación, considero que todo buen hondureño debería leer su obra,
ya que muchas veces estos escritores quedan en el olvido, ya los jóvenes han perdido el
interés por la lectura, cada vez se les va olvidando que existieron y existen personas como
este señor que no perdió sus raíces y las reprodujo, otros libro que he leído han sido Prisión
Verde, creo que las universidades como la nuestra UPNFM y las demás que recorren la
geografía del país deben organizar siempre eventos para promover la obra de esos hombres
que día a día y noche a noche se cobijan en las letras para crearnos mundos alternos en
donde podamos recorrer ideas de un pasado cercano y propio, los mensajes que me han
dejado las obras leídas han sido significativos y muy positivos, me han ayudado a entender
muchas cosas que son propias de la cultura en la que me desenvuelvo.
Belkis Baquedano
Estudiante UPNFM
Como escritor de la Costa Norte del país, sus obras destacan entre
las más importantes en un país donde las personas se preocupan
más por la satisfacción de cosas pasajeras a legados de historia muy
interesante. Yo he leído poco de Ramón Amaya pero si he tenido y
escuchado muy buenos comentarios y difusión por parte de
personas cercanas a la labor que realizo, un escritor en Honduras
debía de ser premiado y estimulado en sus obras, él es la parte pura porque lo que piensa lo
difunde con el deseo que su pensar penetre el todos los que necesiten dar claridad a las
dudas que pasa un pueblo sumido en la ignorancia, este hombre tuvo que contar su vida, su
entorno y su gente; este hombre debió utilizar su tiempo en la historia de vida, pensar en
una sociedad libre es ya una acción insigne, su Rebelión es permanente y madurara hasta
que revolucione la idea de creer en sí mismos y en los que quieren ofrecernos lo mejor de
sí. La obra que he leído ha sido Prisión Verde, y justo me dejo la idea de luchar por la
libertad con límites para no dejar ser abusados territorialmente.
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Ramón Amaya Amador - UPNFM
Suyapa Rivera
Estudiante UPNFM
Hablar de Ramón Amaya es hablar de un buen escritor
hondureño, destacado por las publicaciones de sus libros en
los cuales expresa los distintos episodios que vivió y relatos
que forman parte importante de la Historia Hondureña, en sus
novelas y relatos en prosa da a conocer ideas de abusos y de
serios conflictos que se dan en la época en la que le toco
vivir, además se destaca como periodistas sin mal no recuerdo, es uno de los más prolíficos
escritores del país, hablar de él es indispensable para la Historia y sobre todo en el ámbito
literario, su bien contadas historias son inspiradoras y llenan las expectativas que el lector
tiene para atar cabos de lo que puede interpretar, es muy bueno que todos nos animemos a
leer todo lo que nos ayude a mejorar nuestro léxico y nos lleve a nutrir nuestro vocabulario,
apoyar a los que se dedican a escribir que muchas veces por la indiferencia terminan en
caminos de abandono y soledad, tener una cultura de pasión por leer, nunca es tarde para
instruirse y ponerse a buscar más sobre este escritor, sus opiniones políticas y sociales en la
Novela que leí prisión Verde son una fabulosa idea de los procesos que vivía el país con el
enclave bananero y las intervenciones extranjeras en el Estado de Honduras, me interesa
mucho el hecho de que este escritor no tuvo limites pero por ello fue cuestionado en su
tiempo e incluso hasta perseguido y su muerte en el exilio, su Rebelión es de ideas y su
legado es Revolución a un pueblo oprimido.
María Cerrato
Estudiante UPNFM
Marta Betancourth
Estudiante UPNFM
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Ramón Amaya Amador - UPNFM
concepto de Revolución y Rebelión los considera necesarios en algunos momentos cuando
se irrespeta nuestra soberanía y derechos como ciudadanos. Y por último nos menciona,
que no tiene ninguna idea de una obra sobre Ramón Amaya Amador, ya que no ha leído
ninguna.
Marlon Rivas
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Ramón Amaya Amador - UPNFM
Ramón Amaya Amador, nos explicó sobre las ideas obtenidas después de haber leído
Prisión Verde donde señala la cruda realidad a la que eran sometidos los hondureños para
enriquecer a extranjeros, que lo único que estos hacían era explotar las tierras hondureñas,
definitivamente las rebeliones son importantes para reclamar nuestros derechos.
Carlos Ortiz
Estudiante UPNFM
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Ramón Amaya Amador - UPNFM
Karla Peralta
Estudiante UPNFM
Para nuestro siguiente entrevistado Ramón Amaya Amador era un
escritor, el cual a través de sus libros narra algunas historias de las
cosas que sucedieron y siguen sucediendo en Honduras. Escucho
hablar de él, en la escuela y posteriormente en el colegio. Cree que
los temas que Ramón Amaya Amador presenta en sus obras, es en su
mayoría, situaciones que se dieron en un determinado lugar, de los
problemas que hubo en nuestro país en años anteriores. Y este escritor representa para el
país, según el entrevistado, un ilustre escritor de la historia de Honduras, el cual nos
conlleva a tener más amor por la patria. Entre las obras que conoce de Ramón Amaya
están; Prisión Verde, Con la misma herradura, y Cipotes. Considera que es importante
hablar de personajes de renombre en el pasado, porque fueron personas que hicieron
historia y así poder aprender de cada uno de ellos. Como pueden los pensamientos de
Ramón Amaya ayudarnos a establecer relaciones en una sociedad más justa y menos
esclavizada, nos respondió lo siguiente: nos ayuda ya que él nos motiva a ver las cosas
desde una perspectiva diferente y así poder entender mejor las cosas, para que no estemos
esclavizados. Su opinión acerca del ideal de Ramón Amaya Amador en torno a ideas
políticas de ser partícipes de forma libre y ejercer garantías individuales; estoy totalmente
de acuerdo con su ideal, ya que cada persona es libre de expresarse y vivir como cada quien
decida, ya que todos somos seres humanos y necesitamos expresar lo que pensamos y
sentimos. El por qué se debe mejorar en una lectura analítica crítica sobre obras de autores
nacionales, respondió que eso nos permitirá ayudarnos a aprender más de nuestro país, de
cómo se vivió en tiempos pasados, y de igual forma ir mejorando la forma de vida. Su
opinión sobre el concepto de Revolución y Rebelión, son necesarios para oponernos a los
opresores, ya que Honduras es un país independiente y no tiene por qué estar esclavizado.
Terminando con nuestra entrevista nos mencionó que una de las ideas que más le ha
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llamado la atención, en las obras plasmadas de Ramón Amaya, es precisamente la
revolución y rebelión, hacia aquellas personas que oprimen al pueblo.
Consuelo Zelaya
Estudiante UPNFM
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9. CONCLUSIONES
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10. BIBLIOGRAFÍA
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