La Teoría Psicosexual de Freud

Principios de la Teoría

Los seres humanos están motivados por el impulso irracional hacia el placer.

Los impulsos son expresión de la libido, que es la fuerza vital o energía psíquica que motiva la
conducta humana.

Los instintos entran en conflicto con las demandas sociales y lo fuerzan a alterar su
comportamiento para ser aceptado. Tres aspectos en conflicto: id o ello; ego o yo y, superego o
superyo.

Etapa Oral

0 a 18 meses

El origen principal de la búsqueda de placer y al mismo tiempo, de conflicto y frustración es la

boca.

La diversión que obtiene el niño de chupar, morder, mascar y vocalizar se ve restringida muy
pronto por los que lo cuidan, la madre está pendiente cada vez de que el niño se chupa el dedo o
mordisquea juguetes. Es criticado y castigado, si no se somete y es recompensado por hacerlo. El
niño aprende ciertas orientaciones básicas para la vida: la posesión de las cosas y el
desprendimiento de las mismas; esas orientaciones pueden distorsionarse o exagerarse, es la
sobrevaloración de los productos orales lo que inicialmente engendra el rasgo de personalidad.

Etapa Anal

18 a 36 meses
El niño aprende ciertas orientaciones básicas para la vida: la posesión de las cosas y el
desprendimiento de las mismas; esas orientaciones pueden distorsionarse o exagerarse, es la
sobrevaloración de los productos anales lo que inicialmente engendra el rasgo de personalidad.

Etapa Falica

3 a 6 años

El niño comienza en ese momento a darse cuenta y a comentar las diferencias entre los hombres y
las mujeres, su inquietud incrementa de manera significativa si se notan las diferencias
anatómicas. Dicha curiosidad es bastante difusa debido a que el niño no conoce todavía a menos
que ya las haya observado, las diferencias reales de los órganos genitales masculinos y femeninos,
se presentan dos grandes situaciones psicológicas: complejo de edipo y complejo de electra.
Etapa Latente

6 a 11 años

En esta fase y como consecuencia de la aparición del superyó el niño reprime sus sentimientos
edípicos e inhibe sus apetitos erótico-sexuales.

Etapa Genital

11 años en adelante

Los cambios fisiológicos de la pubertad realimentan la libido, energía que estimula la sexualidad.
Relaciones heterosexuales y exogámicas.

Complejo de Edipo

Existen actitudes mezcladas o ambivalentes hacia el padre, quien por un lado es temido porque
puede remover el órgano ofensor y por otro lado es respetado y venerado como modelo de
hombría, superior al niño. Si el desarrollo es normal, el niño renuncia a los deseos amorosos
respecto a madre y en cambio se esfuerza por asumir el papel masculino de su padre. Entonces el
afecto del hijo hacia la madre pierde su aspecto sexual, al aceptar la masculinidad el superego del
niño experimenta su desarrollo final y adopta una ideal del ego positivo. Si ocurre lo contrario el
niño puede rechazar el papel masculino o puede que sobre valore su habilidad sexual.

Complejo de Electra

Debe recordarse que los intereses y sentimientos sexuales de la niña son mas rudimentarios, el
rasgo patológico principal que surge en esta etapa es "la perdida del pene", minimizando el papel
femenino y sobrevalorando el masculino. Freud creía que los conflictos de la etapa fálica
provocaban muchos trastornos en las funciones sexuales femeninas, tales como la frigidez y la
dismenorrea. Como sucede con el niño el manejo del adiestramiento durante este período puede
provocar tendencias patológicas en la personalidad de la niña en desarrollo.
El Ello (id)

Es la parte primitiva, desorganizada e innata de la personalidad, cuyo único propósito es reducir la

tensión creada por pulsiones primitivas relacionadas con el hambre, lo sexual, la agresión y los
impulsos irracionales. Comprende todo lo que se hereda o está presente al nacer, se presenta de
forma pura en nuestro inconsciente. Representa nuestros impulsos, necesidades y deseos más
elementales.

El Yo (Ego)

Sigue al principio de realidad, utiliza razonamiento realista característico de los procesos

secundarios que se podrían originar. Se basa en un concepto realista del mundo para adaptarse a
este.

El Superyó (Superego)

Representa los pensamientos morales y éticos, es la fuente de orgullo y un concepto de quien

pensamos deberíamos ser.