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BIOGRAFÌA DE EUGENIO ESPEJO

Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo fue un patriota y escritor ecuatoriano, es
considerado uno de los exponentes más grandes de la ilustración americana. Nació en Quito
en 1747, hijo de Luis Chuzig, y de María Catalina Aldás. Su apellido fue adoptado tardíamente
por su padre, y el de Santa Cruz proviene de la devoción cristiana. Fue además un prominente
investigador, científico, médico, abogado, periodista, pensador, ideólogo, político y prócer de
la independencia de Ecuador.

Nació en Quito el 21 de febrero de 1747. Fue un periodista, médico, abogado, bibliotecario y


escritor, que vivió en una época donde la sociedad estaba dividida en castas, entre españoles,
criollos, mestizos, indígenas, negros; donde solo los descendientes europeos gozaban de
derechos humanos o de ciudadanía.

Sus padres fueron Luis de la Cruz y Espejo , un indio nativo de Cajamarca Perú, y una mulata
libre llamada María Catalina Aldaz y Larraicar.

No ingresó en ninguna escuela primaria. Pero aprendió sus primeras letras de su padre. Por ser
hijo del indígena Chusig, tuvo que esconder su origen para poder acceder a un nivel de
instrucción superior.

Gracias a su amor por los libros, estudió medicina en la Universidad de Santo Tomás de
Aquino, donde en 1767 obtuvo el título de Doctor. Como médico no hizo fortuna, pues curaba
gratuitamente a los pobres y no atendía a los ricos. En la misma universidad, entre 1767 y 1770
estudio derecho civil y canónico, convirtiéndose en Abogado.

En 1779 publicó su primera gran obra "El Nuevo Luciano", una crítica a los problemas y
deficiencias de la vida cultural en la Real Audiencia de Quito.

Preocupado por las condiciones sociales imperantes, se consagró como uno de los pensadores
más avanzados y propositivos de su época. De su firmeza surgieron las proclamas libertarias
que nos llevaron a la Independencia.

En la madrugada del 21 de octubre de 1794, Espejo colocó banderas rojas en las cruces de
piedra de las principales iglesias de la ciudad para despertar el espíritu de libertad el pueblo
oprimido. “Al amparo de la cruz sed libres conseguid la gloria y la felicidad”, decían las
banderas. Su amor por la libertad alumbró los sueños de los patriotas del Diez de Agosto.

Su activismo terminó enfrentándolo a las autoridades españoles, quienes lo desterraron y


apresaron. Encerrado en una mazmorra húmeda y fría. Su salud se quebrantó, debilitándose
poco a poco, hasta ser atacado por una fuerte disentería. La madrugada del 27 de diciembre
de 1795 murió en brazos de su hermana, doña Manuela de Santa Cruz y Espejo.

Su imagen a lo largo de los siglos se mantiene incólume en el corazón del pueblo, quienes lo
recordamos con fervor cívico como precursor de nuestra Libertad.

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