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RAMIRO PODETTI
IV
TRATADO DE LAS
MEDIDAS CAUTELARES
SEGUNDA EDICIÓN
ACTUALIZADA POR EL
FOIAB
v '
E D IA R
SOCIEDAD ANÓNIMA EDITORA
COMERCIAL, INDUSTRIAL Y FINANCIERA
PLAN DE LA OBRA
I. TRATADO DE LA COMPETENCIA
III. T R A T A D O DE LA TERCERÍA
J. R. P.
PRIMERA PARTE
„ V: El custodio judicial.
1. La designación.
2. El objeto.
concreta y particular relación jurídica con una determinada cosa o frente a de-
terminadas personas que, por el contrario, tendrían obligaciones correspondien-
tes" (SANTI R O M A N O : Fragmentos de un Diccionario Jurídico, ed. EJEA, Bs. As.,
1964, pág. 300).
3 Introducción..., pág. 1 4 0 . Destaca BREMBF.RG SU relieve publicístico (ob.
cit. en nota 1).
4 FAIRÉN GUILLÉN, VÍCTOR: La reforma del proceso cautelar civil español,
en Revista citada en nota 1.
S Le misure conservatrici interinali, citado por LANCELLOTTI en Osserva-
zioni critiche intorno all" autonomía processuale della tutela cautelare, en Ri-
vista di Diritto Processuale Civile, XVI-I, pág. 241.
CONCEPTOS Y CARACTERES 17
2
18 A A D E LAS MEDIDAS CAUTELARES
11 El código mendocino derogado en el año 1953 era el que ofrecía una sis-
y sus modificaciones, excepto el tercer apartado del artículo 27, según texto de
la ley 7032, el que "oportunamente deberá incorporarse a la Ley Orgánica del
Poder Judicial" y las leyes 2183, 3532, 3734 (arts. 1 y 3 - , art. 6 de la ley 4387;
decreto-ley 4003/56 "y toda otra disposición legal o reglamentaria que se oponga
a lo dispuesto en el presente código" (art. 835) .
! 9 Sobre la personalidad de estos procesalistas, ver SENTÍS MELENDO, SANTIAGO:
Estudios de Derecho Procesal, ed. EJEA, Bs. As., 1967, T. II, págs. 97/98.
CONCEPTOS Y CARACTERES 23
6. Otras concepciones.
En los últimos días del mes de marzo del año 1966, se celebraron
en Zaragoza (España) las II Jornadas de Profesores de Derecho Pro-
cesal (Catedráticos numerarios y Adjuntos), de las Universidades
españolas, discutiéndose en dicha oportunidad la ponencia "Proceso
cautelar", redactada por el catedrático de derecho procesal de la
Universidad local, don Vicente Herce Quemada. En el mismo cer-
tamen el profesor Víctor Fairén Guillén presentó otra sobre "La
reforma del proceso cautelar civil español", y el profesor Carlos
Miguel y Alonso unas "Notas sobre el proceso cautelar".
El profesor Herce Quemada sostuvo que no hay razón para
no otorgar al "proceso cautelar" el mismo rango que a los procesos
declarativo y de ejecución, rectificando así el criterio seguido por
la generalidad de los códigos de procedimiento civil, agregando la
conveniencia de "emplear la rúbrica general de 'proceso cautelar'
para comprender dentro de ella al proceso cautelar propiamente
dicho (o autónomo) y a las medidas cautelares, bien aisladas o
integradoras incluso de una fase del proceso principal o definitivo
(declarativo o judicial)" 3 0 . Aclara, empero, el autor que cuando se
refiere al proceso cautelar autónomo no desconoce que él no es fin
en sí mismo, sino medio con relación al proceso principal o definitivo.
El trabajo presentado por el profesor Fairén Guillén, según lo
dice, es parte integrante de un informe que redactara a petición de
la facultad de Derecho de Valencia —y ésta a su vez por la del
Ministerio de Justicia español—, sobre el "Anteproyecto de Bases
para el Código Procesal civil", que en versión mimeografiada se
publicara en España como N9 1 de los "Cuadernos informativos"
de la Secretaría General Técnica del Ministerio de Justicia.
Coincide Fairén Guillén con Herce Quemada en la improce-
•«o PALACIO, LINO E.: Derecho Procesal Civil, págs. 314 y 317; Manual...,
T. I, pág. 88.
PALACIO, L I N O E.: Manual..., T. I I , pág. 273. En cuanto a las distintas
denominaciones que usa este autor, véase la nota 1.
« COLOMBO, CARLOS J.: Código-.., pág. 184.
32 A A D E LAS MEDIDAS CAUTELARES
7. Caracteres genéricos.
48 "La medida precautoria tiene una relación de medio a fin con la sen-
ción de hecho existente al momento en que fueron dispuestas (art. 202, Cód.
Procesal)" (Cám. Civ. Cap., sala A, L. L., del 23 de agosto de 1968). En sen-
tido similar, sosteniendo que no produce cosa juzgada: S. C. Mendoza, J. A.,
1952-IV, pág. 119; Cám. Corn. Cap., L. L., T. 50, págs. 115 y 195.
50 Ver nota anterior.
36 A A D E LAS MEDIDAS CAUTELARES
mayor profundidad, con referencia, no tanto a sus efectos, cuanto a sus fines"
(CARNFXUTTI, FRANCESCO: Instituciones del proceso civil, traducción de la quinta
edición italiana por Santiago Sentís Melendo, ed. EJEA, Bs. As., 1959, T. I,
pág. 88).
2 PODETTI: Tratado I, De la competencia, la edición, EDIAR, Bs. As., 1 9 5 4 ,
pág. 68.
CLASIFICACIÓN DE LAS MEDIDAS CAUTELARES 47
3 Provincia de Buenos Aires, arts. 235 y 623; ley 14.237, arts. 77 y 88.
4 Véase BREMBERG, AXEL, M . ; Tutela cautelar y principio publicistico, en
« Pda. Bs. Aires, art. 635. En general todos los códigos provinciales regla-
mentan en forma autónoma al proceso por alimentos provisorios.
7 Véase nota 1 y el texto a que la misma corresponde.
8 Instituciones..., T. I, pág. 300.
9 Introducción..., pág. 53.
CLASIFICACIÓN DE LAS MEDIDAS CAUTELARES 49
4
50 A A D E LAS MEDIDAS CAUTELARES
15. Mi clasificación.
cho que los actuales titulares ostentan sobre ellos, lo que, en cierta
medida, procura o logra esa inmovilización, estorbando su traspa-
so (prohibición de contratar, anotación de litis). Vemos así que
en las medidas para asegurar bienes, de la primera especie, el interés
es predominantemente individual, pues procuran la satisfacción even-
tual y futura, de un derecho subjetivo de quien las pide. En cambio,
en las medidas de la segunda especie, además de la posible satisfac-
ción de interés subjetivo (ya no sólo de la eventual ejecución) del
solicitante, se resguardan posibles intereses de terceros que podrían
adquirir derechos sobre esos bienes y en cierta medida el interés
social o colectivo; se ha dicho de ellas, o de algunas de ellas, que
tienden a asegurar o mantener la paz.
En las medidas cautelares destinadas o encaminadas a la segu-
ridad de las personas, observamos, sin esfuerzo, que unas se refie-
ren a la persona en sí (guarda) y otras a sus necesidades urgentes
(litis expensas, alimentos).
Podemos ahora formular una sistematización, sobre la base del
objeto de las medidas cautelares (materia y finalidad), en tres géne-
ros, dos de los cuales comprenden dos especies: 1?) medidas para
« asegurar bienes, a) para asegurar la ejecución forzosa, y b) para
mantener un estado de cosas o meramente asegurativas; 2?) medidas
para asegurar elementos de prueba; 3?) medidas para asegurar per-
sonas, a) guarda provisoria de personas, y b) satisfacción de sus
necesidades urgentes.
Conviene observar, antes de seguir adelante y para evitar conclu-
siones equivocadas, que, si bien algunas de las medidas cautelares
previstas en nuestras leyes, caen genéricamente dentro de determina-
do género y especie, v. g. el embargo preventivo, otras, según el obje-
to específico para el cual fueron dictadas, pueden encajar en más de
una, v. g. la intervención y la administración judiciales.
Hecha esta necesaria aclaración, veamos cómo se ubican las medi-
das cautelares previstas en nuestras leyes, en la sistematización
propuesta.
Las cinco categorías que he enunciado, aparecen, en formas par-
ticulares, en los códigos procesales y de fondo, leyes de organización
judicial y diversas otras leyes dictadas por el Congreso de la Nación.
Medidas destinadas específicamente a asegurar la ejecución for-
CLASIFICACIÓN DE LAS MEDIDAS CAUTELARES 61
I
25 PODETTI: Tratado VII, De las ejecuciones, ed. EDIAR. Bs. As., edi-
ción, pág. 33; 2* edición, 1968, T. B, pág. 35.
62 A A D E LAS MEDIDAS CAUTELARES
5
66 A A D E LAS MEDIDAS CAUTELARES
37 Pcia. de Buenos Aires, art. 204. Véase COLOMBO, CARLOS J.: Código
ed. 1969, T. II, pàg. 230.
CAPÍTULO III
establecer que todo derecho subjetivo, es decir, todo poder atribuido a la voluntad
para satisfacer intereses humanos debe ser amparado previniendo su lesión, esto
es, impidiendo que la declaración del derecho y la condena reparativa impliquen
una sentencia disvaliosa" (S. T. La Pampa, ]. A., T. 1964-11, pág. 574; L. L.,
Rep. XXV-1964, pág. 1039, n? 11).
2 ALLORIO: o b . y l u g . c i t . , p á g . 3 8 .
3 PODETTI: Las medidas cautelares..Rev. Derecho Proc., ed. EDIAR, Año I,
1» Parte, pág. 142.
4 Instituciones. •., T. I, pág. 299.
S DE LAS MEDIDAS CAUTELARES 71
15 Entre Ríos, art. 367; Jujuy, art. 260, inc. I1?; Santa Fe, art. 277.
15 bis "Se mantiene la amplitud que el código derogado admitió para acor-
dar el embargo preventivo, con la sola condición de prestar fianza o caución
real, criterio que prevaleció no obstante el cambio de opiniones realizado entre
los miembros de la comisión reformadora, al ponderar otros ordenamientos pro-
cesales que exigen justificar prima facie la existencia del derecho que se invoca..."
(CARLOS, EDUARDO B., y ROSAS LICHTSCHEIN, MIGUEL ÁNGEL: Explicación de la
reforma procesal, ley 5531, ed. Belgrano, Santa Fe, 1962, pág. 140).
76 A A D E LAS MEDIDAS CAUTELARES
»
82 A A D E LAS MEDIDAS CAUTELARES
ción notable, por cualquier causa, del patrimonio del presunto deu-
dor (art. 209, incs. 19 y 5<?). Es el sistema seguido por el código
italiano de 1865, mientras que en el de 1940 se expresa genérica-
mente el temor fundado.
Como no es posible abarcar todos los hechos \pie puedan originar
el peligro, y en consecuencia el temor, es preferible el concepto gehé-
rico y elástico que emplea el código mendocino:' "Peligro de pérdida
o frustración de su derecho o la urgencia de la medida" (art. 112,
inciso 2°).
Ese peligro, como resulta de lo expuesto, puede ser, en relación
a su fuente, objetivo o subjetivo. El primero surge del propio objeto a
cautelar; el segundo, de la actitud del demandado, de su conducta
actual o posible conducta futura, que puede apreciarse por indicios.
En el caso de ser varios los deudores solidariamente responsables,
el peligro debe existir con respecto a todos ellos, en relación con el
monto o el valor económico del derecho que se intenta asegurar.
20. Contracautela.
25 "La caución juratoria del solicitante del embargo preventivo, basta como
contracautela en los casos previstos en los arts. 447 y 448, cód. proc. civ. (reivin-
dicación de la cosa cuyo embargo se pide; juicio ordinario en el que exista
confesión o una sentencia favorable), pero no en los casos que enumera el art. 443
del mismo código, salvo que se trate de un litigante de solvencia notoria o que
justifique su solvencia" (Cám. Civ. Cap., sala B, J. A., 1954-1, pág. 5.). Conf.:
Cám. Com. Cap., sala B, L. L., T. 72, pág. 493).
"Tratándose de un embargo preventivo fundado en el art. 443, cód. proc.
civil, debe darse caución por todas las costas, daños y perjuicios que la medida
pudiera irrogar; pero si el solicitante es persona reconocidamente abonada, el
Juez puede decretar el embargo bajo su responsabilidad" (Cám. Com. Cap.,
sala B, ]. A., 1954-1, pág. 386).
"Corresponde levantar las medidas. .. bajo la responsabilidad del demandado,
si se demuestra que aquél... tenía deudas vencidas y varios embargos o inhibi-
cioifés en su contra" (Cám. Com. Cap., J. A., T. 34, pág. 559). Véase la nota
de ALEJANDRO CORDIVIOLA: La fianza en el embargo preventivo (]. A., T. 38,
pág. 1358).
"Para la traba de un embargo preventivo bajo caución juratoria del solici-
tante, el Juez tiene que apreciar la responsabilidad de éste con mucha cautela,
debiendo ajustar su criterio a las exigencias del art. 1998 del Cód. Civil (Cám.
Com. Cap., G. F., T. 147, pág. 160) .
"La caución juratoria... si la solicita (la medida cautelar) una sociedad
cuyo capital realizado garantiza manifiestamente los posibles perjuicios. . . " (Cám.
Com. Cap., L. /.., T. 72, pág. 504).
26 PALACIO, LINO E . : Manual T . I I , pág. 278.
84 A A D E LAS MEDIDAS CAUTELARES
ridad con que deben ser resueltas y ejecutadas1. De allí que la sus-
tanciación ha de ser sumaria o sumarísima2 (cuando la ley lo exige)
y su ejecución inmediata, con preferencia en el despacho de una y
otra etapa.
Concorde con el aludido fundamento y la consecuencia señalada,
surge otro aspecto común del procedimiento respecto al recurso de
apelación. Salvo que sean incluidas en una sentencia definitiva —caso
poco probable—, el recurso de apelación contra el auto que acuerda
o deniega una medida precautoria procede sólo en relación (art. 243,
segunda parte, cód. proc. civ. nac.). Y si la acuerda, procede sin
efecto suspensivo (lo será en efecto devolutivo, dice la última parte
del artículo 198 del código nacional), pues de lo contrario se des-
virtuaría la finalidad y posiblemente se haría inútil por imposibili-
dad de su ejecución posterior.
Como medidas interinas y preordenadas a la actuación posterior
del derecho sustancial que presuponen, todas ellas se otorgan supedi-
tadas a lo que se resuelva en el proceso definitivo, contemporáneo
o posterior. Es decir, presuponen o anuncian otro proceso, aun cuan-
do no siempre éste llegue a iniciarse, como lo señalé en el pará-
grafo 7. Este ulterior proceso —si no es anterior a la medida, que en
sus constancias puede fundarse— ha de ser, normalmente, iniciado
por el titular del interés cautelado, es decir, por quien solicitó la
medida. Esta es la regla en el caso de medidas cautelares sobre los
bienes y especialmente de las de la primera especie, es decir, de aque-
llas destinadas a asegurar la ejecución" (art. 207, cód. proc. civ. nac.).
Pero, puede corresponder la iniciativa a cualquiera de los interesa-
22. Competencia.
9 Corrientes, arts. 653, 654 y 655; Entre Ríos, arts. 733, 737 y 738; Jujuy,
art. 432; La Rioja, art. 463; Mendoza, art. 315; San Juan, art. 557; Santiago del
Estero, art. 719; Santa Fe, arts. 581, 582 y 583.
10 "El hecho de que se haya pactado la jurisdicción arbitral para las cues-
tiones sociales, no impide la gestión de medidas precaucionales y urgentes, cuya
propia naturaleza requiere la intervención de la justicia" (Cám. Com. Cap., J. A.,
T. 31, pág. 624). Id., Cám. Com. Cap., L. /.., T. 53, pág. 194.
U SERANTES PEÑA, OSCAR, y CLAVELL BORRÁS, JAVIER: Código..., ed. 1968,
nota al art. 780, pág. 434.
12 PALACIO, LINO E.: Manual..., T. II, pág. 429.
13 AYARRAGARAY, CARLOS A . y DE GREGORIO LAVIÉ, J U L I O A . : Código...,
pág. 851.
14 "Procede la remisión de los autos sobre embargo preventivo, al Juez
que entiende en el juicio principal, aun cuando fuera incompetente el Juez que
decretó el embargo" (Cám. Civ. 2» Cap.. J. A., T. 18, pág. 198).
15 "Al juez que decretó una medida precautoria (embargo preventivo),
compete resolver las cuestiones planteadas respecto a su procedencia, no obstante
su incompetencia para conocer en la causa respectiva (art. 463, cód. Capital,
derogado) " (Cám. Civ. 2» Cap., J. A., 1948-III, pág. 27) .
15 bis "Guando el juez se declara incompetente con posterioridad a la traba
EL PROCEDIMIENTO EN LAS MEDIDAS CAUTELARES 95
Es obvio que las medidas cautelares son atraídas por los procesos
universales16.
"Mientras no se resuelve la incidencia en que se cuestiona la
competencia del juez para entender en la acción judicial principal
—ha dicho la Cámara Comercial de la Capital 17 — el mismo no puede
hacer lugar a un pedido de embargo preventivo si en autos no apa-
rece justificado un riesgo por la demora, que autorice el ejercicio
de una potestad accidental para ordenar la traba".
A su vez, el código procesal civil y comercial de la Nación insti-
tuye que durante las contiendas de competencia ambos jueces sus-
penderán los procedimientos sobre lo principal, salvo las medidas
precautorias o cualquier diligencia de cuya omisión pudiere resultar
perjuicio irreparable18.
26. Recursos.
detener su cumplimiento" (art. 198, cód. proc. civ. nac.). "Ningún incidente
promovido por la parífe contra quien se solicita una medida cautelar, suspenderá
su ejecución" (art. 269, inc. 6?, cód. La Rioja). Análogo: Jujuy, art. 265, 29 ap.
40 "El recurso de apelación contra las medidas precautorias decretadas,
debe concederse al solo efecto devolutivo" (Cám. 2* Civ. y Com. Mendoza, J. A.,
1950-IV, sec. doct., pág. 70). Conf.: Córdoba, art. 1074; Corrientes, art. 387;
Entre Ríos, art. 372; Jujuy, art. 266; San Juan, art. 1051; San Luis, art. 676;
Santiago del Estero, art. 136; Salta, art. 388; Santa Fe, art. 284; Tucumdn, art. 308.
41 "La resolución que decreta un embargo preventivo no es apelable mien-
tras no se haga efectiva la medida" (Cám. Nac. Paraná, J. A., 1950-1, pág. 175).
"El recurso de apelación contra el auto que decreta el embargo preventivo
sólo procede cuando la medida cautelar se haya practicado, por lo que si la
respectiva diligencia se limita a intimar el pago, pero no da cuenta de que
el embargo se haya trabado, corresponde declarar mal concedido el recurso"
(Cám. 1» Mar del Plata, J. A., 1966-VI, pág. 20, sec. reseñas prov. n? 164).
« J. A., 1945-III, pág. 540.
E L P R O C E D I M I E N T O E N LAS MEDIDAS C A U T E L A R E S . 103
43 Corrientes, art. 387; San Juan, art. 1052; San Luis, art. 677; Salta, art. 389;
Santa Fe, art. 284; Tucumán, art. 308.
44 /. A., 1953-1, pág. 101.
44 bis "Serán asimismo apelables, en todos los casos, las resoluciones que
decidan procedencia o improcedencia de las medidas precautorias..." (art. 96,
decreto-ley 32.347/44, ratificado por ley 12.948 y modificado por decreto-ley
6221/57, art. 2?).
45 Antes de la vigencia del código sancionado por ley 17.454 se había decla-
rado: "El hecho de la traba del embargo no es suficiente para considerar noti-
ficado al deudor de la resolución que lo dispuso: es la notificación de ésta lo
que hace correr el término de tres días para interponer el recurso de apelación,
porque recién con ella el embargado toma conocimiento de las razones de derecho
que el juez ha tenido para decretar el embargo y está en condiciones de apreciar
si la medida es justa o no" (Cám. Fed. Cap., J. A., 1949-1, pág. 389). Por su
parte, el Superior Tribunal de Justicia de Río Negro ha declarado: "Es la noti-
ficación del auto interlocutorio que decreta una medida cautelar lo que hace
correr el término de tres días fijado por el art. 452, cód. proc., para interponer
el recurso de apelación" (Sup. Tr. Río Negro, /. A., 1967-III, pág. 301, sec. prov.).
104 A A D E LAS MEDIDAS CAUTELARES
den ser repetidas por quien resultó vencido en ella, puesto que su
pago constituiría un perjuicio que debe ser resarcido por quien pidió
ese anticipo de la garantía jurisdiccional, sin derecho.
que hayan cambiado las circunstancias por las cuales fue anterior-
mente denegada65.
i
30. Caducidad de las medidas cautelares.
8
114 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
(Cám. Civ. 1» Cap., J. A., T. 63, pág. 830). "El levantamiento del embargo por
vía incidental es, en principio, excepcional y sólo procede cuando es de fácil
solución y puede decidirse con los elementos obrantes en el expediente" (Cám.
Civ. Cap., sala A, G. P„ del 21 de agosto de 1967) .
87 1* edición, EDIAR S. A., R's. As., 1955, capítulo XIV, pág. 377.
77 "El art. 460 (hoy 207) del cód. proc. civ., supone la insuficiencia del
EL CUSTODIO JUDICIAL
poner la cosa en fieldad, que deuen ser ornes buenos, e leales, e abonados en la
tierra; de manera que sean sin sospecha, que non transpornán la cosa, nin la
malmetarán, ni farán en ella engaño" (Part. 3*, tít. IX, ley I?1).
7 "Procede confirmar la resolución del juez mediante la cual es removido
Nación, no importan un acto voluntario sino impuesto por la ley, que constituye
a ese establecimiento como depositario forzoso de todos los fondos judiciales
(art. 15, ley 4507), pudiendo además usufructuarlos gratuitamente" (S. C., J. A.,
T. 57, pág. 635). Conf. Sup. Corte Tucumán, L. L., T. 52, pág. 637.
12 "Procede nombrar al Banco Municipal de Préstamos (hoy de la Ciudad
de Buenos Aires), depositario del automóvil y de la máquina registradora embar-
gados, si el embargante se opone que se designe al deudor en ese carácter"
(Cám. Com. Cap., sala A, /. A., 1953-IV, pág. 384). "Tratándose de un embargo
de bienes muebles pertenecientes a un fondo de comercio, corresponde nombrar
depositario al Banco Municipal de Préstamos" (Cám. Com. Cap., /. A,, 1946-III,
pág. 42) . Ver nota 5.
128 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
cial de la sucesión, que impone el art. 621, cód. proced. de San Juan, constituye
una formalidad esencial, necesaria para que aquél pueda entrar en el ejercicio
del cargo y que debe acreditarse con la designación misma" (Cám. Fed. Mendoza,
J. A., 1947-1, pág. 462).
l9."Es válida la intimación a que se refiere el art. 459 (hoy 217) del código
de procedimiento civil..., en el domicilio constituido en autos por el depositario
aún cuando se trate de su domicilio r e a l . . . " (Cám. Civ. 2^ Cap., J. A., T. 48,
pág. 526) .
EL CUSTODIO JUDICIAL 133
una determinada sede para las. cosas o las personas cauteladas, tam-
poco podría aquélla cambiarse, aun dentro de la misma circuns-
cripción. Y en general, el custodio no tiene facultad para cambiar
de lugar las cosas o personas encomendadas a su guarda, sin autori-
zación judicial, no solamente porque podría ello ocasionar perjuicios
a las cosas o molestias a las personas, sino porque puede aumentar
los gastos que en definitiva han de pagar los litigantes. Y si en casos
de urgencia tiene necesidad de hacer un traslado, así sea provisorio,
debe ponerlo en conocimiento del juez, con la mayor prontitud,
pues éste debe conocer siempre el lugar donde se encuentran las
cosas o las personas cuya guarda ha encomendado, por razones obvias.
Dentro del deber de vigilancia que genéricamente incumbe a todo
custodio judicial, se encuentra el de informar al juez de cualquier
evento que pudiera producirse, por obra de terceros, de los propios
litigantes o de la naturaleza misma de los bienes puestos a su cuidado.
Lo mismo en lo que se refiere a las personas guardadas, en cuanto
a su estado de salud, al cumplimiento de las instrucciones impartidas
o a su residencia. Ante esos informes, el juez puede ampliar, dismi-
nuir o cambiar la medida, y tratándose de cosas perecederas, disponer
su venta (parágr. 30).
Concretando las obligaciones señaladas, dispone el art. 112, 9?,
del código de Mendoza: "Los depositarios, interventores y adminis-
tradores judiciales, aceptarán el cargo y jurarán desempeñarlo fiel-
mente, por acta redactada en el expediente, siendo responsables
de los daños y perjuicios que ocasionaran por negligencia o incum-
plimiento de los deberes a su cargo. Están obligados a informar al
tribunal de sus actos y a rendir cuentas de lo percibido y gastado".
Por su parte, el art. 223 del código procesal civil de la Nación,
impone al interventor judicial el "dar cuenta al juez de toda irregu-
laridad que advirtiere en su administración" (inc. 3?) e "informar
periódicamente al juzgado sobre el resultado de su gestión" (inc. 49).
Para ello, la misma disposición legal lo faculta a "vigilar la conser-
vación del activo y cuidar de que los bienes objeto de la medida no
sufran deterioro o menoscabo", como ya lo dijéramos, y a "compro-
bar las entradas y gastos" (incs. 19 y 29).
Igualmente, el mismo precepto impone al juez el limitar las fun-
EL CUSTODIO JUDICIAL 135
27 San Juan, arts. 1060 y 1061; San Luis, arts. 685 y 686.
27 bis "Trabado embargo sobre las cantidades que el deudor tenía a perci-
bir en una sociedad, procede, a pedido del embargante, designar un perito con-
tador para que verifique en los libros sociales si, con posterioridad a la fecha
de comunicación de la traba, se hicieron pagos al deudor (Cám. Com. Cap.,
sala B, J. A., 1958-1, pág. 176, cit. por SERANTES PEÑA y CLAVELL BORRAS: Código...,
ed. 1963, pág. 304).
EL CUSTODIO JUDICIAL 139
28 SERANTES PEÑA y CLAVELL BORRAS: Código..., ed. 1967, nota al articulo 227,
pág. 167.
29 PALACIO, LINO E . : Manual..., T. II, pág. 296.
10
146 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
trador de una sucesión, pactada entre éste y los herederos, si la cuantía es viola-
toria de los principios jurídicos que resguardan la moral y las buenas costum-
bres" (Cám. Civ. Cap., sala B, J. A., 1953-1, pág. 337).
Véase el Tratado II, De los actos procesales, parágr. 42.
148 _ TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
No hay duda que las medidas cautelares sobre los bienes, cual-
quiera sea su especie y su duración, ocasionan perjuicios al litigante
a quien afectan. Como el embargo1, todas las medidas cautelares
limitan, en algún grado, "las facultades de disposición y de goce" de
los bienes sobre los cuales recaen. Desde el secuestro, que priva de la
tenencia del bien secuestrado y en consecuencia de la posibilidad
de disponer de él y de usarlo, hasta la anotación de la litis, que no
impide en ningún grado el uso, ni tampoco la disposición del
bien, pero puede hacer más difícil la venta o disminuir su precio,
todas las que recaen sobre bienes pueden, en razón de esas limita-
ciones y de la medida misma, ocasionar perjuicios al litigante caute-
lado. No hay discrepancia sobre ese aspecto del tema que examino
en este capítulo, ni en cuanto al sujeto pasivo de esa responsabilidad,
que, sin duda, es el litigante que pidió la medida. Pero cuando se
trata de fijar el origen o causa de esa responsabilidad, no hay ya
solución pacífica y se perfilan dos tendencias, que examinaré en
seguida.
•con éste, como bien lo han hecho notar Serantes Peña y Clavell
•Borras5, no así Palacio ni Ayarragaray6.
e Si tuviéramos que citar alguna fuente del precepto que estu-
diamos —ya que la Comisión Redactora no lo ha señalado— lo haría-
mos con la segunda parte del artículo 96 del código de procedi-
miento civil de Italia que dice así: "El juez que declara la inexis-
tencia del derecho por el cual se ha ejecutado una providencia cau-
telar, o se ha transcripto demanda judicial o inscripto hipoteca judi-
cial, o bien se ha iniciado o llevado a cabo la ejecución forzada, a
instancia de la parte perjudicada, condena al resarcimiento de los
daños al actor o al acreedor ejecutante, que haya obrado sin la
normal prudencia...". Pero, mientras esta disposición la encontra-
mos en el código italiano en la parte general, al tratar de las partes,
y en particular al ocuparse de la responsabilidad de éstas por las
costas y por los daños procesales, en el ordenamiento nacional fue
ubicada dentro del título materia de este Tratado.
Al comentar el precepto peninsular mencionado, Redenti pone
singular énfasis en anotar que el problema de los gastos del proceso
no debe confundirse con los daños del mismo, pues no se trata de
disciplinar una consecuencia inherente a la participación interna
en él, sino de tomar en consideración las consecuencias externas o
extrínsecas que el hecho de haberlo promovido o prolongado pueda
determinarse fuera de su ámbito en la economía de una de las
partes 7 . Esto tiene como consecuencia la necesidad de ejercicio,
en el mismo proceso, de una pretensión distinta, de resarcimiento,
que toma su causa petendi, como lo dice el maestro italiano nom-
brado, del hecho mismo de ese proceso. No habrá una preten-
sión antitética, característica de la reconvención, pero sí una pre-
tensión de la naturaleza ya señalada.
"No se trata ya de una responsabilidad-carga inherente de iure
12 Ver nota 2.
156 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
15 Entre Ríos, art. 366; La Rioja, art. 269, inc. 1'; Mendoza, art. 112, inc. 3»;
San Juan, art. 1042; San Luis, art. 665; Santa Fe, art. 277; Salta, art. 380; Tucu-
mán, art. 291; Nacional, Bs. Aires, y Misiones, art. 199.
18 El art. 205 del proyecto de 1968 es idéntico al código procesal de la Na-
ción. Véase Santiago del Estero, art. 128.
158 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
del artículo 127 del código de procedimiento civil (que hace surgir
la responsabilidad del mero hecho de que la deuda no exista),
pues debe interpretarse y aplicarse en correlación con la ley de fondo,
que, como acabamos de verlo, exige el requisito de la culpa" 17 . Co-
rrelativamente con ella, dijo un tribunal bonaerense "que de los
términos en que se encuentra concebido el artículo 453 del código
de procedimiento (hoy derogado) —similar al 444 del de la Capital
(también derogado) —, parecería resultar una forma de responsa-
bilidad objetiva para todos los casos en que el embargo se hubiera
pedido sin derecho, pero no es menos cierto que aun cuando fuera
ése el alcance de la disposición citada, ella no podría tener prioridad
en cuestiones de fondo (sic) sobre la misma ley sustantiva..." 1 8 .
Dentro de esa corriente, también los tribunales de la Capital,
habían creído necesaria la prueba de las exigencias del código civil.
Fundando su voto, decía el juez de Cámara, doctor García que "la
responsabilidad del embargante a que se refiere el art. 444 del
código de proc. civil (hoy derogado), por los daños y perjuicios que
ocasiona la medida precautoria decretada sin derecho, no juega
automáticamente (quiere decir por sí sola). Teniendo como base
el art. 1109 del código civil, requiere, además de la falta de dere-
cho para obtener la medida, la justificación de los demás extremos
exigidos por los arts. 1067, 1068 y 1069 del cód. civil" 1 9 .
Y siempre fueron invocadas disposiciones del código civil, pospo-
niendo u omitiendo el entonces vigente art. 444 del cód. de procedi-
mientos que claramente decidía la cuestión: "Responde de los daños
y perjuicios (arts. 902, 1068, 1109 y 1113, cód. civil) quien... hizo
secuestrar sin derecho, ni razón... una partida de cereales pertene-
17 "Quien acredita, aunque sea prima facie, ser titular de un derecho que
busca hacerse efectivo, puede obtener un embargo preventivo, debiendo probarse,
en su caso, en forma concluyente, la afirmación de que esa facultad fue dolosa,
culposa o negligentemente ejercitada, no bastando al respecto el hecho de que la
sentencia definitiva haya sido adversa al embargante" (Cám. 2'' Civ. y Com. San-
tiago del Estero, J. A., 1953-1, pág. 415).
18 Cám. 2» Civ. y Com. La Plata, /. A., 1942-1, pág. 521. Véase en análogo
sentido dos fallos de la Suprema Corte de la Provincia citados en J. A., 1945-11,
sec. doc., pág. 18, y en /. A., 1950-1, pág. 605.
19 Cám. Com. Cap., /. A., 1944-III, pág. 734.
RESPONSABILIDAD POR MEDIDAS CAUTELARES 159
analógica del art. 444 (hoy derogado) del Cód. de Prov. Civil, declararlo respon-
sable por los daños y perjuicios sufridos por el demandado a consecuencia del
secuestro de estuches, solicitado en base al art. 79, ley 11.723" (/. A., T. 69, pág.
297; L. L., T. 16, pág. 31).
29 " . . . n o responsabiliza al embargante... si se declara prescripta la acción"
(Cám. Civ. 1® Cap., L. L., T. 16, pág. 794). "El demandado que obtuvo el recha-
zo de la acción por haberse operado la prescripción de la misma sin que media-
ra pronunciamiento acerca de la pretensión del demandante, no puede exigir
válidamente el resarcimiento de los daños y perjuicios que pretende haber sufrido
como consecuencia del embargo decretado en el juicio a pedido de la parte
actora, fundado en que a ésta no le asistía el derecho en resguardo del cual
logró esa medida precautoria y no en una irregularidad formal de la obtención
del mismo" (C. S., Fallos, T. 210, pág. 446).
3» "El litigante que pide y obtiene un embargo preventivo y que empla-
zado para iniciar el juicio correspondiente no lo hace en el término fijado, res-
ponde por los daños y perjuicios que origina aquella medida, siendo indife-
rente que haya o no tenido derecho para solicitarlo" (Cám. Com. Cap., /. A.,
T. 63, pág. 678) .
164 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
damnificado hubiera percibido con los bienes embargados mientras duró esa me-
dida, de acuerdo a lo que obtenía en forma regular antes de la misma, sin
comprender las utilidades simplemente posibles" (Cám. Civ. y Com. Santiago
del Estero, J. A., 1953-1, pág. 414).
36 " . . . e s menester que el demandado pruebe los perjuicios que efectiva-
mente ha sufrido" (Cám. Com. Cap., J. A., 1943-III, pág. 492).
"Para que prospere el monto solicitado por la privación del vehículo es
necesario que se aporte al proceso prueba que acredite la necesidad del mismo
para las actividades profesionales de quien lo utiliza, ya que la sola privación
del automotor dañado no basta para la procedencia de la indemnización, toda
vez que se requiere prueba cierta del perjuicio, porque el daño debe ser real
y efectivo y no supuesto e hipotético" (Cám. Civ. Cap., sala C, J. A,, 1968-VI,
secc. síntesis, pág. 750, n<? 8¡2). "Faltando la prueba de la existencia del perjuicio,
no es dable la condena al pago de un monto indeterminado" (Cám. Fed. Cap.,
sala Civ. y Com., /. A., 1967-IV, pág. 120).
37 Es necesario probar el daño "real y efectivo, susceptible de apreciación
pecuniaria y consecuencia inmediata del hecho sobre que reposa" (Cám. Civ.
2» Cap., J. A., T . 1, pág. 214).
168 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
6 Santa Fe, art. 290; Mendoza, art. 124, Corrientes, art. 396; Salta, art. 397, etc.
7 "No es susceptible de sustituirse por fianza la inhibición del fallido" (S.
8 Salta, art. Corrientes, art. 388. Puede verse también: REYES MONTE-
391;
RREAL, JOSÉ MARÍA: El llamado juicio ejecutivo en la L. E. C., española, ed. Bosch.
Barcelona 1960, pág. 287.
9 Cód. proc. nacional, art. 228; Buenos Aires, art. 228, Mendoza, art. 124:
Santa Fe, art. 290. Ver nota 6.
10 Corrientes, art. 461; Salta, art. 494; Entre Ríos, art. 392; Jtijuy, art. 88;
Tucumdn, art. 394.
u iVer Tratado VII, De las Ejecuciones, 2» edición, T. A., pág. 233. En cuan-
to a preferencias en el pago, ver T. B, pág. 42.
174 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
12
178 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
22 Sala B, L. L., T. 105, pág. 968. Ver otros casos en L. L., Rep. XXIII, 1962,
pág. 547. Conf. PALACIO, LINO E . : Manual..., T . II, pág. 174, con citas jurispru-
denciales.
23 El apartado IX del articulo 78 dice así: "Sin perjuicio de lo dispuesto
en los incisos precedentes, el tercero perjudicado por un embargo puede pedir
su levantamiento inmediato acompañando títulos fehacientes de dominio y suma-
ria información de su posesión conforme al título. El tribunal resolverá previa
información oral; la resolución que mantiene el embargo es irrecurrible, pero el
tercero puede promover juicio de tercería; la que ordena su levantamiento, si
emana del tribunal de primera instancia, es apelable en relación y efecto sus-
pensivo".
24 Ver PODETTI: Tratado III, De la Tercería, 1» edición, pág. 152.
28 Conf. PALACIO, LINO E.: Manual..., T. I , pág. 310.
180 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
(art. 389). Es así que el art. 390 dispone: "La caución podrá ser
de cualquiera de las clases conocidas en derecho. El juez la calificará
por sí solo, y encontrándola bastante, mandará que se extienda la
escritura correspondiente, quedando terminado el incidente" 36 .
El código de San Luis, flexibiliza considerablemente la norma al
disponer que el juez mandará que se extienda el acta o diligencia
corresp9ndiente, quedando terminado el incidente (art. 679) 3 7 .
He examinado en el parágrafo 20 el significado del vocablo
caución y las diversas especies de ella.
La primera y más segura garantía sustitutiva, es el dinero depo-
sitado a la orden judicial y suficiente para responder al derecho cau-
telado y a las costas posibles, y esto vale tanto para los ordenamientos
locales como para el orden nacional.
A falta de dinero, vienen las cauciones personales y reales. Dada
la amplitud de la expresión usada por el código salteño, que se ha
tomado de ejemplo, "la caución puede ser de cualquiera de las
conocidas en derecho", parece, en principio, que es admisible la
caución personal del propio litigante, la llamada caución juratoria
(parágr. 20). Pero como el juez tiene la facultad, que es deber del
oficio, de "calificarla", me parece difícil que juez alguno —salvo
casos excepcionales— pueda admitir, en reemplazo o sustitución de
una medida precautoria, la simple promesa del presunto deudor
de cumplir la obligación una vez declarada. Si, como señalé (pará-
grafo 20), el juez debe proceder con prudencia al discernir la sufi-
ciencia de la contracautela y salvo el caso de personas públicamente
abonadas, no debe admitir su caución juratoria en el caso del art. 199
del cód. proc. nacional38, no es dudoso que en la hipótesis de cautela
sustitutiva, esa prudencia debe ser mucho mayor. Si se trata de una
medida cautelar fundada en el peligro en la demora de que el pre-
sunto obligado quede, con o sin su voluntad, sin bienes suficientes
para responder al derecho asegurado (parágr. 19), es obvio que
nunca podrá admitirse su propia promesa de pagar, que no otra
cosa es la referida caución juratoria.
39 Por ejemplo el art. 1296 y los arts. 3883 y siguientes del código civil;
1373 y siguientes del código de comercio; leyes orgánicas de bancos oficiales, etc.
M U T A C I Ó N D E MEDIDAS C A U T E L A R E S Y C O N T R A C A U T E L A 187
40 Entre Ríos, art. 373; San Juan, art. 1053; San Luis, art. 678; Salta, art.
389; Santiago del Estero, art. 137; Santa Fe, art. 285; Tucumán, art. 298.
41 Jujuy, art. 267.
42 "No procede la sustitución del embargo preventivo trabado sobre el inmue-
ble cuya escrituración se pretende, desde que con esa medida cautelar se inmo-
viliza su dominio hasta tanto se dilucide el derecho de las partes" (Cám. Civ.
Cap . sala A, L. L., 23-VIII-1968, T. 131) .
188 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
LA CAUTELA PRECONSTITUIDA
13
194 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
se pruebe plenamente el crédito que invoca, bastando que prima facie su exis-
tencia resulte cierta" (Cám. 1® Civ. y Com. La Plata, J. A., 1950-11, pág. 192).
"El derecho de retención es la facultad que corresponde al tenedor de una cosa
ajena para conservar la posesión de ella hasta el pago de lo que es debido por
razón de la misma cosa" (Cám. Civ. Cap., sala B, J. A., 1968-1, pág. 318).
7 "El derecho de retención es de excepción, porque en principio corresponde
12 Cám. Ap. Río IV, /. A., 1953-11, pág. 137, con nota de ETKIN, ALBERTO M.
"El derecho de retención que hace valer el demandado en el juicio de desalojo,
en el que media condena en su contra, después de sentencia firme, fundándolo
en créditos por mejoras, debe ser considerado y tramitado como una medida
cautelar para cuya procedencia se hacen necesarios los requisitos comunes para
las mismas" (C. J. Catamarca, L. L„ 115, pág. 646; J. A., 1964-V, pág. 79; L. L„
Rep. XXV, 1964, pág. 492, n° 3) .
En cambio: "El ocupante de un inmueble, si la ocupación se hizo con anuen-
cia del propietario y gratuitamente, no puede ejercer el derecho de retención
sobre el mismo invocando su condición de acreedor, ni aun por razones de expen-
sas del inmueble prestado" (Cám. Civ. Cap., sala B, J. A., 1968-1, pág. 318).
13 ALCALÁ ZAMORA Y CASTILLO, NICETO: Proceso, autocomposición y auto-
defensa (contribución al estudio de los fines del proceso), México, Imprenta Uni-
versitaria, 1947.
14 VÉLEZ SÁRSFIELD, DALMACIO: nota al artículo 3 9 4 0 del código civil.
200 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
retenida, sea por la vía de las medidas cautelares (cap. IX), sea por la
vía del proceso ejecutivo (Tratado VII, De las ejecuciones, 2^ edición,
T. A, cap. VIII).
Si el transmitente no reconociera el crédito que se le reclama,
total o parcialmente, notificado del embargo judicial y sin perjuicio
de las defensas y recursos que pueda ejercitar, "podrá pedir al juez
que se le autorice para recibir el precio del adquirente, ofreciendo
caución bastante para responder a ese o esos créditos" (art. 6). Se
trata de un caso de sustitución de una medida cautelar, por lo que
me remito al capítulo VII.
29 Véase PODETTI: Tratado II, De ¡os actos procesales, 1* edición, cap. IV.
208 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
14
SEGUNDA PARTE
„ X: El secuestro.
„ X I : La inhibición.
„ X I I : La intervención judicial.
CAPÍTULO IX
EL EMBARGO PREVENTIVO
, Pero en los casos previstos en los incisos 2?, 3? y 49 del art. 209,
no puede presumirse peligro y no se justifica que se prescinda del
presupuesto que me ocupa.
No creo tampoco que deba prescindirse de este presupuesto me-
diante una mayor seguridad en la contracautela. Pero así resulta
de la redacción del artículo 1061 del código de Córdoba y demás
preceptos provinciales que he citado más arriba, con excepción del
código de Mendoza. Para este cuerpo legal la "garantía real suficien-
te" ya no exime de acreditar la verosimilitud del derecho (art. 112,
224 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
incs. 19, modif., ley 2637), sin perjuicio, naturalmente, de los casos en
los cuales se presume el peligro (art. 117, 29 ap.).
La contracautela, tercer presupuesto de las medidas cautelares,
lo es también del embargo preventivo, como resulta del art. 199 del
código nacional21.
Algunos códigos prescinden, expresamente, de la contracautela en
ciertas hipótesis. Así el código de Córdoba no la exige cuando el em-
bargo preventivo se funda en "una sentencia favorable" (art. 1064)
y cuando lo pide "la mujer casada, el coheredero, el comunero y el
socio, en los casos de divorcio o separación de bienes, en los juicios
divisorios y en los de liquidación de sociedades" (art. 1065) 2 3 . El de
Mendoza "cuando exista rebeldía, allanamiento, confesión o senten-
cia favorable al solicitante" (art. 117, apart. 29). Por su parte el
código de Santa Fe exime de fianza, al embargo contra bienes del
demandado en el caso de rebeldía (art. 79), en los de sentencia favo-
rable, "y asimismo, acreditando su carácter, el cónyuge, el coheredero,
el comunero y el socio, sobre los bienes gananciales, de la sociedad,
de la herencia o del condominio" (art. 279); tampoco se requiere a
aquellos "a quienes las leyes de fondo acuerdan privilegios" e igual-
mente procederá "el embargo preventivo sin necesidad de fianza en
favor del tenedor de una letra de cambio extraviada o perdida, fijan-
do el juez según las circunstancias el plazo que debe durar" (art. 280).
debe ser ejecutable coactivamente, sea por vía directa, sea por la vía
sustitutiva de los daños y perjuicios. Es decir, que el cuarto presu-
puesto al cual me refiero es que el derecho a cautelar sea de carácter
patrimonial o pueda resolverse en una obligación de carácter patri-
monial No importa que se trate de obligaciones de dar que no
sean sumas de dinero, de hacer o de no hacer, ya que todas esas obli-
gaciones pueden resolverse en el pago de una suma de dinero (arts.
505, inc. 3<?, 576, 605, 608, 610, 628 y 634 del código civil).
26 Corrientes, art. 378, inc. 1?; Entre Ríos, art. 374, inc. 1?; San Juan,
art. 1041, inc. 1?; Salta, art. 379, inc. 19.
27 Véase el fallo plenario de la Cámara Civil de la Capital, en L. L., T. 66,
pág. 778.
228 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
inc. 5?; San Luis, art. 664, inc. 4?; Salta, art. 379, inc. r>°; Santiago del Estero,
art. 129; Santa Fe, art. 278; Tucumán, art. 290, inc. 4?; Jujuy, art. 260, inc. 4?.
31 "Para que proceda... en base a una deuda sujeta a condición suspensiva
o plazo, es indispensable que la deuda se justifique en la forma prevista en los
incisos 29 y 4? del art. 443 (hoy 209) " (Cám. Civ. 2* Cap., /. A., T. 36, pág. 1002).
"Procede el embargo preventivo que se solicita en base al reconocimiento de firma
del documento que instrumenta una obligación condicional, si la condición se
ha cumplido" (Cám. Civ. Cap., G. F., T. 153, pág. 166). "Es improcedente
el embargo preventivo. . . en razón de que el demandado hubiera puesto en
venta la finca adquirida al actor, pues tal hecho no constituye por sí solo una
demostración de su insolvencia ni del propósito de disminuir su responsabilidad"
(Cám. Com. Cap., sala A, L. L„ T. 100, pág. 769) .
"El art. 111, inc. a) de la ley de procedimiento laboral fija como condiciones
para que proceda el embargo preventivo, que disminuya la disponibilidad del
demandado y además que el derecho del peticionante surja verosímilmente de los
extremos probados. No corresponde, pues, si en el caso ninguna prueba se ha
ofrecido tendiente a la verosimilitud de los créditos reclamados en la demanda
230 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
y aquellos de los demandados que han contestado la acción formularon una nega-
tiva general a los reclamos invocados" (Cám. Trab. Cap., sala II, J. A., 1960-III,
pág. 525; r . L., Rep. X X I , 1960, pág. 464, n<? 28).
EL EMBARGO PREVENTIVO 231
32 Buenos Aires, art. 210, inc. 2 9 ; Córdoba, art. 1067; Corrientes, art. 380;
Entre Rios, art. 368, inc. 4?; La Rioja, art. 264, inc. 5 9 ; San Juan, art. 1043; San
Luis, art. 666; Salta, art. 381; Santiago del Estero, art. 131, inc. 3?; Santa Fe,
art. 280; Tucumán, art. 292.
EL EMBARGO PREVENTIVO 233
solicitar el embargo preventivo que autoriza el artículo 445 (hoy 210, inc. 2 ' ) "
(Cám. Civ. I» Cap., J. A., T. 74, pág. 397).
36 Buenos Aires, art. 210, inc. 3"; Corrientes, art. 381; La Rio ja, art. 264,
inc. 7?; San Juan, art. 1044; San Luis, art. 667; Salta, art. 382; Tucuradn, art. 293;
Misiones, art. 210, inc. 3 9 .
234 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
37 Entre Ríos, art. 368, inc. 4«; Jujuy, art. 260, inc. 6'; Santiago del Estero,
art. 131, inc. 3 9 ; Santa Fe, art. 280 (incluye al tenedor de la letra de cambio
extraviada).
38 "Procede el levantamiento de la interdicción de salida del b u q u e . . . si
consta la solvencia de la compañía propietaria... y sobre ésta se ha trabado
embargo" (Cám. Fed. Cap., J. A., T. 45, pág, 446). "En materia de buques, el
embargo y la interdicción de salida no son medidas que no puedan superponerse;
al contrario, la segunda, la interdicción de salida, es, por regla general, el lógico
y forzoso complemento de la primera" (Cám. Cons. Cap., sala B, L. L., T. 114,
Pág- 844) •
EL EMBARGO PREVENTIVO 235
42 Corrientes, art. 382; jujuy, art. 260, inc. (>°, con mucha generalidad; San
Juan, art. 1045; San Luis, art. 668; Salta, art. 383.
43 El art. 456 del derogado código de la provincia de Buenos Aires, estable-
cía: "Podrá igualmente pedirse el embargo preventivo de la cosa mueble o inmueble
que haya de ser demandada por acción reivindicatoría o por petición de herencia,
siempre que se presenten documentos que hagan verosímil, en derecho, la acción
deducida. Este embargo comprenderá los frutos naturales y civiles del bien que
se reivindique". Con dicha disposición concordaban los códigos de Entre Ríos,
art. 368, inc. 3°; La Rioja, art. 264, inc. 6?, que agrega la acción por nulidad de
testamento; Santiago del Estero, art. 131, inc.4?, y Tucumán, art. 294, con mayor
amplitud.
"Para que el embargo preventivo sea procedente, en los casos de reivindi-
cación, se hace necesario justificar por quién lo solicita, prima facie, la existencia
del derecho invocado y sólo en tal caso pueden aplicarse los artículos 2 7 8 8 de]
código civil y 1056.del código de procedimiento de Santiago del Estero" (Cám.
Ap. Santiago del Estero, L. /.., T. 2 6 , pág. 4 9 0 , con nota del Dr. ALBERTO G . SPOTA.
EL EMBARGO PREVENTIVO 237
44 " . . . basta que resulte verosímil la base de la acción, es decir, que los
hechos y el derecho aducidos no se encuentren prima facie desprovistos de funda-
mentos", " . . . e s procedente... cuando se acciona por petición de herencia contra
el heredero instituido, acreditándose la vocación hereditaria..." (Cám. Civ. 1'
Cap., J. A., 1947-II, pág. 479). Puede verse también: Cám. Civ. 2» Cap., J. A.
1947-11, pág. 298.
"Para decretar un embargo preventivo en base a una demanda por reivindi-
cación o petición de herencia, es menester que la acción sea prima facie proce-
dente, requisito que se aprecia con especial estrictez tratándose de la petición de
herencia (Cám. Civ. 1» Cap., J. A., T. 74, pág. 619). Este fallo tiene nota de
DÍAZ DE GUIJARRO, ENRIQUE: El embargo preventivo en la acción de petición de
herencia, donde afirma la extensión del embargo preventivo a los frutos, tanto
en la acción reivindicatoría, como en la de petición de herencia, conclusiones
que comparto.
45 El derogado código de la Capital, al igual que el de las provincias que
le seguían, hacía remisión al art. 65 del título de los Contratos en general del
código civil, que corresponde en la enumeración corrida que hoy se usa, al
art. 1201, precepto del cual surge la defensa llamada excepción de non adimple ti
contractas.
238 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
46 Jujuy, art. 260, inc. 3?; Santiago del Estero, art. 128; Santa Fe, art. 278.
47 Reconocida "la existencia de los contratos y la recepción de los objetos
censtruidos en su virtud, procede el embargo preventivo" (Cám. Com. Cap.,
J. A., 1946-IV, pág. 840). "Si el pedido de embargo se fundamenta en el incum-
plimiento por parte de la demandada de un contrato bilateral, el mismo es pro-
cedente, no siendo impedimento el que la obligación no esté vencida" (Cám.
Com. Cap., sala C, L. L„ 1/II/1969, 16.442-S). "No procede el embargo preventivo
fundado en un contrato bilateral, si la demanda en la cual se pide persigue la
rescisión del mismo y no su cumplimiento" (Cám. Civ. Cap., sala F, I.. L.,
T . 114, pág. 30).
48 "El art. 443 (hoy 209), inc. 3 ? . . - no es aplicable a los casos en que se
reclaman daños y perjuicios por el incumplimiento de obligaciones contractuales"
(Cám. Com. Cap., sala B, J. A., 1953-IV, pág. 8 ) . Conf. Cám. Civ. 2» Cap.,
J. A-, 1946-11, pág. 195, y 1946-IV, pág. 718. "En principio, el embargo preventivo
trabado por el tercero tiene por objeto asegurar el eventual cumplimiento de la
obligación indivisible pendiente y no su solución en daños y perjuicios, pues
produce la afectación del bien al pago del crédito respectivo, el que tratándose
de una promesa de compraventa, en parte al parecer cumplida con la entrega
de la posesión, consistirá en la escrituración instrumentadora no fungible e inte-
grativa de la transmisión de dominio prometida" (Cám. 1» Apel. Mar del Plata,
L . L „ T . 115, pág. 582) .
54 Véase PODETTI: Tratado XI, Del proceso laboral, I A edición, T. I, pág. 384.
55 Con mayores detalles, ci art. 144 del código de Santiago del Estero.
242 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
contestada ni exista deuda líquida" (Cám. Civ. y Com. Mercedes, ]. A., 1944-IV,
pág. 281).
"Procede... en la acción por liquidación de la sociedad de hecho entre
concubinos, si los hechos están prima facie comprobados" (Cám. Civ. 2a Cap.,
L. L., T. 58, pág. 522).
"Procede... a pedido del accionista que ejerce la acción de receso; corres-
ponde hacer lugar al embargo preventivo de los dividendos de las acciones de
que es poseedor" (Cám. Com. Cap., L. L,, T. 56, pág. 385).
"En las demandas por simulación, no procede el embargo preventivo en base
a las afirmaciones de la demanda" (Cám. Civ. 2* Cap., L. L., T. 40, pág. 285) .
"Cabe hacer lugar al embargo preventivo en los juicios por indemnización
de daños y perjuicios cuando resulta justificada prima facie la verosimilitud del
derecho invocado por el actor" (Cám. Civ. Cap., sala C, J. A., 1968-IV, pág. 670).
"Es procedente el embargo preventivo solicitado por la Municipalidad actora
con fundamento en las constancias de un expediente administrativo labrado por
la misma accionante" (Cám. Paz Cap., sala I a . J. A., 1968-III, pág. 666) .
244 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
58 Buenos Aires, art. 209, inc. 2 9 ; Corrientes, art. 378, inc. 2 9 ; Entre Ríos,
art. 364, inc. 2 9 ; La Rioja, art. 264, inc. 1?; Jujuy, art. 260, inc. 2 9 ; San Juan,
art. 1041, inc. 2 9 ; San Luis, art. 664, inc. Salta, art, 371, inc. 2' ! ; Tucumán, art.
290. inc. 1?; Misiones/ art. 209, inc. 2'.
EL EMBARGO PREVENTIVO 245
sostuvo, a igual que otros tribunales, que "el supuesto del inciso 4?
del art. 443 (hoy 209) del código de procedimiento, requiere pericia
por experto designado de oficio; recaudo que no se suple con la
certificación efectuada" 66 . Volveremos a tocar este punto al tratar
el embargo preventivo solicitado con una factura conformada.
Si bien el crédito que resulte de la compulsa ha de ser líquido,
exigible y de plazo vencido 87 para que autorice el embargo preventivo
sin la acreditación del peligro, podrá también por ese medio justifi-
carse la existencia de un crédito sujeto "a condición, suspensión o
pendiente de plazo" (art. 209, inc. 5?), siempre que se acredite la
existencia de peligro en la demora.
La compulsa no sólo ha de referirse a la existencia del crédito,
su monto y exigibilidad según los asientos respectivos, sino que el
perito ha de informar al juez si los libros en los cuales se verificó
aquélla reúnen los requisitos externos e internos a que se refiere
el código de comercio y de cuya concurrencia depende la eficacia
de la prueba (arts. 53 y sgts.) 68 .
no puede, por consiguiente, ser reemplazado por una simple certificación contable
expedida por un perito cuyo nombramiento no se ajusta a esas exigencias" (Cám.
Com. Cap., sala A, J. A., 1968-11, pág. 420).
"El inc. 4" del art. 443 (hoy 209) del cód. proc. exige, para obtener embargo
preventivo, que la deuda 'esté justificada por los libros de comercio llevados en
debida forma por el acreedor' y para que se tenga por cumplida esa exigencia
es preciso que la deuda resulte de una compulsa realizada por un perito contable
designado al efecto por el Juez a quien se ha solicitado la medida" (Cám. Com.
Cap., sala A, L. L„ T. 113, pág. 799).
«6 L. L., T . 112, pág. 779.
«7 "Las constancias de los libros a que se refiere el art. 443 (hoy 209),
inc. ...son los que justifican la existencia de un crédito líquido, exigible
y de plazo vencido... (Cám. Com. Cap., J. A., 1943-111, pág. 298).
68 "No procede... reglado por el art. 443 (hoy 209), inc. 4', si la prueba
del crédito de quien solicita la medida resulta de constancias de libros comerciales
llevados en el extranjero, sin haberse acreditado la ley que rige la forma de llevar
esos libros, ni probado que los asientos de los mismos se hicieron de acuerdo a
las prescripciones de esa ley" (Cám. Com. Cap., J. A., T. 72, pág. 68). "...debe
entenderse que tal facultad le corresponde solamente cuando lleva su contabilidad
organizada de acuerdo a las disposiciones del código de comercio, porque los libros
llevados en esa forma crean a favor de sus dueños un principio de prueba que
apoya la procedencia de la medida" (Cám. 1» Civ. Com. Tucumán, L. L., T. 107,
pág. 788). "Es procedente el embargo preventivo solicitado de conformidad a los
libros de comercio, cuando se individualiza el deudor y los mismos son llevados
en | forma legal, con asientos correctos, siendo suficiente que la certificación de
250 TRATADO DE S MEDIDAS CAUTELARES
los libros de comercio —al fin cautelar— sea hecha por profesional habilitado para
hacer tales certificaciones" (Cám. 1* Ap. Mar del Plata, J. A., 1964-11, pág. 411;
L. L., Rep. XXV-1964, pág. 634, n<? 19).
« PALACIO, L I N O , E . : Manual..., T. XI, pág. 283.
EL EMBARGO PREVENTIVO 251
69 bis Véase sobre abuso del derecho lo dicho en PODETTI: Tratado VII,
De las ejecuciones, 2* edición actualizada, T. B, pág. 179 y sgts.
252 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
73 COLOMBO: Código..., ed. 1965, pág. 700; ed. 1969, T . I, pág. 371.
74 "Si el auto dictado se limitó a dar por decaído el derecho a la accionada
para contestar la demanda, sin declararla rebelde, no corresponde hacer lugar
al embargo preventivo solicitado en base a esa incontestación únicamente" (Cám.
Com. Cap., sala A, L. L., T. 109, pág. 973). Idem: Cám. Com. Cap., sala B, L. L.,
T. 107, pág. 994). "Si el demandado se presenta a estar a derecho antes de que-
dar firme el auto que lo declara rebelde, no procede el embargo preventivo fun-
dado exclusivamente en la rebeldía" (Cám. Com. Cap., sala B, L. /.., 108, pág. 948;
J. A., 1962-VI, pág. 77; L. L., Rep. XXIII-I962, pág. 554).
75 Dice el artículo 356, inciso l1?; "En la contestación (a la demanda) . . .
Deberá además: 1"? Reconocer o negar categóricamente cada uno de los hechos
expuestos en la demanda, la autenticidad de los documentos acompañados que
se le atribuyeran y la recepción de las cartas o telegramas a él dirigidos cuyas
copias se acompañen. Su silencio, sus respuestas evasivas, o la negativa meramente
general podrán estimarse como reconocimiento de la verdad de los hechos perti-
nentes y lícitos a que se refieran. En cuanto a los documentos se los tendrá por
reconocidos o recibidos, según el caso".
"No estarán sujetos al cumplimiento de la carga mencionada en el párrafo
precedente, el defensor oficial y el demandado que interviniere en el proceso
como sucesor a título universal de quien participó en los hechos o suscribió los
documentos o recibió las cartas o telegramas, quienes podrán reservar su res-
puesta definitiva para después de producida la prueba".
256 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
17
258 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
84 Ver PODETTT: Tratado II, De los actos procesales, 1» ed. parágr. 111.
260 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
86 Córdoba, art. 1064, sin fianza; Corrientes, art. 383; Entre Ríos, art. 368,
inc. 1?, sin fianza; Jujuy, art. 260, inc. 7?; Mendoza, art. 117, 2o ap., "sin más re-
caudo"; San Juan, art. 1046; Salta, art. 384; Santiago del Estero, art. 131, inc. 1?,
sin fianza; Santa Fe, art. 279, sin fianza; ley 12.948, art. 111, inc. b.
88 PODETTI: Tratado V I I , De las ejecuciones, 2® edición actualizada, T . 1¥,
pág. 262. " . . . n o se requiere fallo ejecutoriado" (Cám. Com. Cap., J. A., T. 50,
pág. 262; Cám. Civ. 2* Cap., J. A., T. 46, pág. 309), habían ya reconocido los
pronunciamientos tribunalicios.
87 "La sentencia recaída en actuaciones administrativas no importa 'la sen-
tencia favorable' exigida para la traba de un embargo preventivo..." (Sup. Corte
Mendoza, J. A., 1949-III, pág. 301). "No debe hacerse lugar al embargo preven-
tivo si la sentencia que le sirve de base ha sido dictada en juicio distinto de aquél
en que se solicita la medida" (Cám. Civ. Ia Cap., G. F., T. 159, pág. 159).
"La sentencia que autoriza el embargo preventivo... es aquella en la cual re-
sulta un crédito o derecho ejecutable coactivamente" (Cám. Civ. Cap., sala A,
L. L., T. 108, pág. 935) .
88 PODETTI; Tratado VII, De las ejecuciones, 2 a edición actualizada, T. B,
t
EL EMBARGO PREVENTIVO 261
78. Procedimiento.
98 Véase PODETTI: Tratado II, De los actos procesales, ed., parágr. 50.
266 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
100 El art. 494 del código de procedimiento civil de Italia, dispone: "Pago
en manos del oficial judicial: El deudor puede evitar el embargo entregando en
manos del oficial judicial la suma por la cual se procede y el importe de las
costas, con encargo de entregarlos al acreedor".
"En el acto del pago se puede hacer reserva de repetir la suma entregada".
"Puede además evitar el embargo de cosas, depositando en poder del oficial
judicial, en vez de ellas, como objeto de embargo, una suma de dinero igual al
importe del crédito o de los créditos por los que se procede y de las costas,
aumentado en dos décimos".
Mi T. A. pág. 223.
268 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
EL SECUESTRO
"Séys razones señaladas son, e non mas, porgue la cosa sobre que
nasce contienda entre el demandador, e el demandado, deue ser
puesta en fieldad, a que dizen en latín sequestrano", dice la ley 1?,
título 9? de la Partida 3?-, al comenzar la enumeración de los casos
de secuestro. De la expresión y de los casos señalados, resulta que
el secuestro es el depósito, voluntario o judicial, de una cosa, mueble
o inmueble, en manos de un tercero cuando existe contienda sobre
ella. Excluido el depósito voluntario, puede definirse el secuestro,
como lo hace Escriche, como "el depósito que se hace de una cosa
litigiosa en un tercero, hasta que se decida a quien pertenece".
El código de procedimiento civil de Italia distingue el secuestro
judicial del secuestro conservativo, aun cuando, a juicio de Redenti,
ambos son judiciales y ambos conservativos, distinguiéndose sí por
su finalidad y modus procedendi1. Sostiene el profesor italiano que
18
274 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
110 impide la venta del bien afectado, en cuyo caso aquél recae sobre
el precio, o el gravamen sigue al bien, pues lo que normalmente se
procura, es el pago de un crédito. En cambio, el bien secuestrado
no puede ser vendido, salvo la conformidad expresa del embargante
o resolución judicial, puesto que es el bien mismo lo que se discute
o una preferencia sobre el pago con su producido, que excluye la
disposición voluntaria.
En nuestro derecho se emplea la expresión en un sentido restrin-
gido y propio y en un sentido amplio e impropio 14 . Existe secuestro,
en sentido propio, cuando lo que interesa cautelar es la cosa misma
sobre la cual recae la medida. En tales casos, mediante el secuestro
se sustrae del uso y disposición del sujeto afectado por la medida,
una cosa, generalmente mueble, sobre la cual se litiga o se va a litigar,
poniéndola en manos de un custodio judicial, mientras se decide la
controversia. También y con propiedad, se emplea en materia puni-
tiva, para asegurar la prueba del delito.
En sentido amplio e impropio, se llama secuestro al acto de
desapoderar a una persona de un bien, mueble o inmueble, sea aquél
su propietario o un tercero, para ponerlo en custodia judicial 15 .
Así en el caso de bienes prendados, de bienes afectados al privilegio
del locador y que han salido del inmueble alquilado, etc.
Entre el embargo preventivo, encaminado a asegurar la ejecución
forzosa mediante la venta en pública subasta de los bienes sobre los
cuales se ha trabado la medida y el secuestro, encaminado a asegurar
artículo 2786 del código civil (aplicable a la reivindicación de buques —arts. 857,
875 y I, título preliminar del código de comercio—), como presupuesto nece-
sario para la procedencia de su secuestro, concurre en el caso de buques sujetos
a los riesgos específicos de la navegación, a su posible afectación por actos del
armador, a las obligaciones derivadas del tráfico marítimo; y aún al eventual
ejercicio del derecho de abandono del navio por el armador cuando lo autoriza
el Código de Comercio. En virtud de tales riesgos, el embargo del buque com-
prende también la interdicción de su salida del puerto de matrícula" (Cám.
Nac. La Plata, J. A., 1953-III, pág. 442) . Conf. Cám. Com. Cap., sala B, L. L.,
T. 114, pág. 844. "Procede el secuestro que una de las partes pide respecto a
documentos que la contraria retiene (motivo del juicio de reivindicación), si esta
última, en otro juicio, se ha manifestado conforme con devolverlos..." (Cám. Civ.
1» Cap., JE. A., T. 45, pág. 296).
21 Sobre el punto, ver PALACIO, L I N O E,: Manual. . T . I, pág. 365.
278 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
óbice para la procedencia del secuestro del dinero expuesto al juego, atento a la
amplitud de los términos del artículo 6 de la ley 4097" (Cám. Crim. Cap., L. J...
T. 63, pág. 502).
282 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
28 ODERICO, MARIO A.: Derecho Procesal Penal, ed. Ideas, Bis. As., 1952, T. I,
pág. 251.
29 CLAP.IÁ OLMEDO,, JORGE A.: Tratado de Derecho Procesal Penal, ed. EDIAR,
S. A., Bs. As., 1966, T. V, pág. 375.
EL SECUESTRO 283
tando a tiempo los actos indispensables para lograr que la garantía sea un hecho
con la retención o secuestro de los arrendamientos" (Cám. 1* Civ. y Com. La Plata.
L. 1., Rep. V-1944, pág. 567). Ver Tratado VII, De las ejecuciones, 2® edición
actualizada, T. B, pág. 175.
34 PODETTI: Tratado VII, De las ejecuciones, 2* edición actualizada, T. B,
pág. 72.
35 De esta criticable disposición, por la limitación inexplicable que se pre-
tende establecer al tribunal jurisdiccional, nos ocuparemos en la 2* edición del
Tratado V, De los Recursos.
CAPÍTULO XI
L A I N H I B I C I Ó N
gislación procesal, ed. Lajouane, Bs. As., 1916, T. II, pág. 234.
5 CASTRO, MÁXIMO: Curso de procedimientos civiles, compilado por Pedro
Frutos e Isauro P. Arguello (h.), Biblioteca Jur. Arg., Bs. As., 1931, T. III,
pág. 104.
6 Véase el tomo III de mis comentarios al código de Mendoza, pág. 76.
t 2* edición actualizada. T. A, pág. 221.
LA INHIBICIÓN 289
8 Buenos Aires, art. 228; Córdoba, art. 845; Corrientes, art. 396; Entre
RÍOS, art. 376; Jujuy, art. 274; La Rioja, art. 266; Mendoza, art. 124; San Juan,
art. 1056; San Luis, art. 693; Salta, art. 397; Santiago del Estero, art. 141;
Santa Fe, art. 290; Misiones, art. 228; Ley 12.948, arts. 112 y 113.
9 "La ley procesal de la provincia no admite la inhibición general <if
bienes del deudor, y sólo puede decretarse cuando la autorizan leyes especia-
les" (Sup. Corte Tucumán, L. /.., T. 54, pág. 187 y J. A., 1949-11, pág. *473).
10 2* edición actualizada, T. A, pág. 215.
U Buenos Aires, art. 532; Corrientes, art. 409; Entre Ríos, art. 463; Jujuy,
art. 483; La Rioja, art. 405, ine. 3?; Mendoza, art. 138; San Juan, art. 762;
San Luis, art. 709; Salta, art. 436; Santiago del Estero, art. 458; Sania Fe,
art. 464; Misiones, art. 534.
19
290 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
" Ver PALACIO, LINO E.: Manual..,, T . XI, págs. 328 y 335. En esta
última sostiene: "Consideramos, por último, que Ja índole de las cuestiones que
pueden ventilarse en el proceso de declaración de inhabilitación por prodiga-
lidad, las cuales revisten exclusivamente carácter patrimonial, aconsejan im-
primir a aquél un trámite que acuerde al denunciado mayores posibilidades
de contradicción y de prueba. Además, dado que en este tipo de proceso no
se halla en tela de juicio la apreciación de la aptitud mental de presunto
pródigo, debe considerarse excluida la pericia médica. En consecuencia, pensa-
mos que, sin perjuicio de aplicarse subsidiariamente las normas relativas a la
declaración de incapacidad, el trámite más adecuado es el correspondiente al
proceso sumario". (El subrayado es nuestro.) Cabe recordar, sin embargo, lo dis-
puesto por el artículo 319 del cód, proc. nacional, aun cuando la última parte del
art. 321 —de equívoca ubicación— pareciera facultar al juez sobre la opción del
proceso respectivo.
292 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
85. Procedimiento.
32 Sobre esta ley puede verse LEZAMA, JULIO X.: La Ley nacional 17.801
sobre registros inmobiliarios, en Revista de legislación Argentina, N"? 22, pág.
71, y La ley 17-801 sobre registros inmobiliarios, complementaria del código
civil, /. A., 1968-VI, sec. doc., pág. 922.
33 El gobierno central ha sugerido a las provincias la adecuación de sus
leyes orgánicas de registros de la propiedad inmueble a los principios de la
ley nacional 17.417. Sobre el particular ver el Mensaje que acompañara a la
ley 17.801 (Boletín Oficial del 10/VII/68).
LA INHIBICIÓN 297
tro del Estado Civil, para que a su vez haga lo propio en el mismo
ejemplar y lo devuelva al interesado.
"El que solicitare la inhibición deberá expresar el nombre, ape-
llido y domicilio del deudor, así como todo otro dato que pueda
individualizar al inhibido, sin perjuicio de los demás requisitos que
impongan las leyes", reza la segunda parte del artículo 228 del código
nacional procesal. Esta disposición, si bien se incorpora a la ley ins-
trumental por la 17.454, tiene su antecedente en el decreto del 19 de
enero de 1932 sobre derechos a pagar en el registro inmobiliario
(art. 21), ratificado por la ley 11.582 (art. 1<?)34.
La ley 17.801, complementaria del código civil, ya mencionada,
establece en el artículo 32 que "el registro de las inhibiciones o
interdicciones de las personas físicas se practicará siempre que en
el oficio que las ordene se expresen los datos que el respectivo código
de procedimientos señale, el número de documento nacional de iden-
tidad y toda otra referencia que tienda a evitar la posibilidad de
homónimos".
"Cuando no se consigne el número de documento de identidad
a que se ha hecho referencia, serán anotadas provisionalmente según
el sistema establecido en el artículo 9?, salvo que por resolución
judicial se declare que se han realizado los trámites de información
ante los organismos correspondientes, sin haberse podido obtener el
número del documento identificatorio". A su vez el artículo 99 dis-
pone que la inscripción provisional tiene una vigencia de ciento
ochenta días, transcurridos los cuales caduca de pleno derecho, salvo
que se hayan subsanado las deficiencias, en cuyo caso la anotación
pasará a ser definitiva.
También se ocupa de las inscripciones el artículo 142 del Regla-
mento para la Justicia Nacional en lo Civil de la Capital Federal,
aprobado por Acordada del 12 de diciembre de 1967 35 .
LA INTERVENCIÓN JUDICIAL
20
306 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
90. Presupuestos.
91. Procedimiento.
1959, pág. 742, n' 5) . "La circunstancia de que en determinado caso proceda
decretar embargo preventivo no conduce necesariamente a la designación de un
interventor judicial. Por lo general, cuando esta medida es peticionada por un
tercero, procede en los supuestos en que el embargo no resulta garantía sufi-
ciente" (Cám. Trab. Cap., sala I, L. L„ Rep. X X , 1959, pág. 742, n» 4).
LA INTERVENCIÓN JUDICIAL 309
»
Capítulo X I I I : La administración y la intervención judi-
ciales.
„ X I V : Anotaciones preventivas.
„ X V I : Depósito de cosas.
I
CAPÍTULO . XIII
Hasta 1967, tres eran los códigos procesales del país —Jujay, La
Rio ja y Mendoza— que reglamentaban la administración judicial
como medida precautoria, pero eran varios los que normaban, en
mayor o menor extensión, la intervención judicial, en la especie que
constituye una forma de la administración o es sinónimo de ella.
Así los códigos de Córdoba, Entre Ríos, J tijuy, La Rioja, Mendoza,
San Juan, San Luis, Santiago del Estero, Santa Fe y Tucumán
2
3 2 2 T R A T A D O DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
Por eso dice el art. 119 del código de Mendoza con suficiente
amplitud para comprender estas hipótesis y las examinadas en los
parágrafos siguientes: "Podrá ordenarse la intervención judicial,
10 "La única medida para asegurar los efectos de un embargo trabado sobre
una farmacia perteneciente al acervo hereditario (en juicio por petición de he-
rencia) , es el nombramiento de un interventor judicial" (Cám. Civ. Cap., sala D,
/. A., 1953-1, pág. 176).
LA ADMISTRACIÓN Y LA INTERVENCIÓN JUDICIALES 323
servará su cargo hasta ser removido por sentencia judicial" (art. 1683,
cód. civil). Pero, como pueden darse supuestos en que exista peligro
en la demora, el artículo 1684 citado dispone que cuando lo haya,
"el juez podrá decretar la remoción luego de comenzado el pleito,
nombrando un administrador provisorio, socio o no socio".
Se trata de una típica medida cautelar prevista en la ley sustancial,
donde se presupone la existencia del derecho —que resultará del
contrato social—, y que se funda en el peligro en la demora, que se
deberá acreditar 15 . La norma mencionada se refiere a sociedades
civiles,rpero se había extendido, por analogía, a las simples asocia-
ciones y a las sociedades comerciales, incluso a las anónimas, en
virtud -de lo dispuesto por el artículo I del título preliminar del
código de comercio. También se hizo extensiva, en algún caso, al
, condominio o copropiedad.
Las necesidades del comercio jurídico han hecho extender la
aplicación de esta disposición legal, no sólo en cuanto a la naturaleza
de las sociedades, sino también a la causa dé la medida en sí. Como
veremos luego, se ha aplicado no solamente en el supuesto de pedido
o remoción del socio administrador, sino de su renuncia o falleci-
miento, cuando el acuerdo de los demás socios o las reglas del con-
trato no pueden solucionar la dificultad.
Esa amplitud interpretativa encontró su apoyo en el concepto
de medida cautelar que la designación de administrador provisorio
tiene y que ha sido reconocida por los códigos procesales modernos.
Pero, de todas maneras, la designación de un administrador provi-
sorio por decisión judicial, es, como toda intervención de la justicia,
sustitutiva de la a^ividad de los interesados, de modo que se ha
recurrir a ella solamente cuando la situación no pueda resolverse
mediante el propio estatuto o por otra vía menos gravosa16. Y las
15 "La medida autorizada por el artículo 1684 del código civil es procedente
sí... surgen en abundante documentación deficiencias contables y administra-
tivas que demuestran la existencia de un, peligro en la demora, de consecuencias
fatales para la vida de la sociedad" (Cám. Com. Cap., sala A, L. L., 23/VIII/67
T. 127).
16 "Los herederos del socio fallecido, que demandan por liquidación de la
sociedad y por nulidad de la cláusula estatutaria que autoriza al socio supèrstite
328 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
Como resulta del texto expreso del artículo 1684 del código
civil, la medida cautelar que autoriza sólo procede "luego de comen-
zado el pleito" 2 0 . En concordancia con ese precepto, la última parte
del artículo 224 dice que "no se decretará esta medida si no se
hubiere promovido la demanda por remoción del o de los socios
administradores".
Pero, este régimen restrictivo que impide pedir la medida cau-
telar antes de promover el pleito, no rige cuando las leyes procesales
disponen lo contrario, ya que ellas han de privar en la materia.
mis" (Cám. 2» Civ. y Com. La Plata, L. L„ T. 68, pág. 28). "Es improcedente
la acción que persigue la intervención judicial de la sociedad si no están acre-
ditados hechos que justifiquen la medida prevista en el artículo 1684 del código
civil, ni peligro en la demora, si las deficiencias contables y en la administración
no revisten ninguna gravedad por su naturaleza, número o monto, máxime si se
las considera en relación al volumen del capital y giro social que surge del con-
trato" (Cám. Com. Cap., sala C, L. L., T. 108 pág. 49; ]. A., 1962-11, pág. 473;
Digesto Jurídico La Ley, T. II, pág. 1168) .
23 "La intervención judicial de una sociedad comercial, es una medida tic
seguridad de carácter excepcional, que debe usarse en casos extremos, con pru-
dencia y limitaciones propias del caso particular" (Cám. Crim. Cap., J. A., 1951-
IV, pág. 110; L. L., T. 62, pág. 323). "La intervención judicial de la sociedad
debe resolverse con criterio severamente restrictivo" (Cám. Com. Cap., sala 15,
L. L., T. 66, pág. 322; J. A., 1952-III, pág. 122; Cám. 2» Civ. y Com. La Plata,
L, L., T. 68, pág. 28; Digesto Jurídico La Ley, T. II, pág. 1166. ídem: Cám.
Trab. Cap., sala II, L. L„ T. 98, pág. 711; J. A., 1960-III, pág. 417; Digesto Jurí-
dico La Ley, T. II, pág. 1160). "Sólo motivos de extrema urgencia y superlativa
gravedad justifican la intervención judicial a la sociedad, que ha de aparecer
como recurso único y extremo para asegurar la efectividad de derechos posibles
que podría verse comprometida si eventualmente la medida de seguridad no
fuera dispuesta o llegase tarde" (Cám. I? Civ. y Com. La Plata, sala III, D. /.,
B. A., T. 55, pág. 238; Digesto Jurídico La Ley, T. II, pág. 1166).
LA ADMISTRACIÓN Y LA INTERVENCIÓN JUDICIALES 333
los accionistas para que deliberen y resuelvan acerca del estado finan-
ciero de la sociedad, su administración y destino 31 .
Para la procedencia de la designación del interventor judicial,
se ha requerido, como lo hemos señalado más arriba, la prestación
de contracautela32.
31 Cám. Com. Cap., sala A, L. L., T. 65, pág. 51; J. A., 1952-1, pág. 229, y
Digesto Jurídico La Ley, T. II, pág. 1239.
32 "Revistiendo la suspensión del directorio de una sociedad anónima y la
consiguiente designación de interventor judicial, el carácter de una medida pre-
cautoria, debe prestarse la caución correspondiente por quienes la solicitaron"
(Cám. 2* Apel. La Plata, sala II, L. L„ T. 53, pág. 331).
33 "La intervención judicial de la sociedad de responsabilidad limitada, exige
medie demanda por remoción del gerente y haberse agotado los recursos legales
para remediar las irregularidades determinantes de la medida" (Cám. Com. Cap.,
sala B', L. L., T. 68, pág. 341). "Procede... en la que el gerente ha impedido
que su conducta se someta a la asamblea de socios y no permite el examen de
los libros y la documentación de la sociedad. En tal supuesto la intervención
se limitará a asegurar el ejercicio de esos derechos" (Cám. Com. Cap., sala B,
L. L„ T. 68, pág. 341; J. A., 1952-IV, pág. 430). "En las sociedades de respon-
sabilidad limitada, sólo cabe disponer la designación de administrador judicial
en circunstancias especialísimas, por razones positivamente graves y perjudiciales
LA ADMINISTRACIÓN Y LA INTERVENCIÓN JUDICIALES 337
para la sociedad, que no admitan dilaciones..." (Cám. Com. Cap., L. L., T. 59,
pág. 115). "Es requisito, para la designación de interventor de una sociedad,
que se accione por remoción del socio administrador" (Cám. Com. Cap., sala B,
L. /.., T. 99, pág. 398; J. A., 1967-IV, pág. 472).
34 PÁEZ, JUAN L . : Sociedades de Responsabilidad Limitada, ed. KRAFT, B S .
As., 1 9 4 3 , págs. 9 6 , B E SOLÁ CAÑIZARES, F E L I P E y AZTIRIA, ENRIQUE: Tratado de
Sociedades de Responsabilidad Limitada, ed. TEA, BS. AS., 1954, T. II, pág. 133.
35 "Procede la intervención judicial de la sociedad, solicitada por uno de
los gerentes, si éstos debían actuar en forma conjunta y el gerente demandado
reconoció que ejercía exclusivamente la gerencia..." (Cám. Com. Cap., J. A.,
1950-III, pág. 84) .
36 "No procede. .. si quién solicitó esa medida —socio gerente de la sociedad
de responsabilidad limitada en el uso de la firma social, y con amplias facultades
para todo lo relativo a los negocios sociales— no probó que se le hubiera im-
pedido el ejercicio de esos derechos y de los socios" (Cám. Com. Cap., /. A.,
1953-1, pág. 58) .
37 Cám. Com. Cap., J. A., 1950-1, pág. 367. "Procede la intervención judicial
en una sociedad de responsabilidad limitada formada por familiares, si faltan
los balances de dos años; existe atraso en la contabilidad en el mismo lapso y
22
338 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
una situación de hecho con otra sociedad con la que coexiste" (Cám. Com. Cap.,
sala C, L. L„ T. 102, pág. 174; J. A., 1967-IV, pág. 475).
38 "No procede... si la mayoría de los socios ha ratificado su confianza al
gerente cuya remoción se solicita y los hechos en que se basa el pedido no son
inmediatos, lo que demuestra que no existe peligro en la demora (art. 1684,
cód. civil) " (Cám. 1? Civ. y Com. La Plata, J. A., 1950-11, pág. 222). "Si existe
riesgo de incurrir en exceso de celo o no existe causal bastante que acredite el
inmediato reemplazo del titular, debe designarse interventor judicial y no ad-
ministrador provisorio de una sociedad" (Cám. Com. Cap., sala A, J. A., 1960-11,
pág. 515, nota 1).
39 Véase la nota de ROSENBUSCH, E. O.: La situación jurídica del socio coman-
ditario, en J. A., 1943-11, sec. doc., pág. 85 y la jurisprudencia allí citada. "Nin-
gún precepto niega a los socios comanditarios el derecho de pedir la intervención
LA ADMISTRACIÓN Y LA INTERVENCIÓN JUDICIALES 339
judicial en los términos del art. 1684 del código civil, ni ello implica la inge-
rencia en la administración que veda a aquéllos el código de comercio, art. 377"
(Cám. 2» La Plata, sala 2», D. J. B. A., T. 58, pág. 227; J. A., I967-IV, pág. 475).
40 Cám. Com. Cap., J. A., 1942-IV, pág. 355.
41 Cám. Com. Cap., J. A., 1944-1, pág. 391.
42 "Procede la liquidación judicial de una sociedad de ahorro y capitaliza-
ción, no obstante lo dispuesto por el articulo 371 del código de comercio, cuando
no es posible o prudente proceder en otra forma por encontrarse comprobada
la complicidad de los directores en las irregularidades administrativas de la
sociedad, siendo aplicable en tal supuesto el artículo 1684 del código civil" (Sup.
Corte Bs. As., J. A., 1950-1, pág. 39) .
43 "El artículo 353 del código de comercio, es aplicable a las sociedades
cooperativas y a las asociaciones civiles" (Cám. de Paz de Santiago del Estero,
]. A., 1948-11, pág. 340). "Por imperio de lo que disponen los artículos 10 y 11
de la ley 11.388, a las cooperativas deben aplicárseles, en subsidio, las disposi-
ciones que regulan las sociedades anónimas, por lo que si la intervención dis-
puesta a una sociedad cooperativa ha sido realizada como medida cautelar, la
cautela debió dictarse previa fianza y ser acompañada de un juicio sobre re-
moción de los administradores, o haberse deducido pleito por la remoción, una
vez trabada aquella medida" (Cám. Civ. y Com. Rosario, J. A., 1966-1, pág. 34) .
3 4 0 T R A T A D O DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
104. El veedor.
48 PALACIO, L I N O E.: Manual..., T. II, pág. 296. Sobre el veedor, véase tam-
bién lo que se dice en el parágrafo 35 de este Tratado.
344 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
57 Cám. Com. Cap., J. A., 1952-III, pág. 431; Cám. Com. Cap., L. L., T.
53, pág. 193. "El interventor judicial en un comercio, carece de facultades para
designar empleados, sin autorización del juzgado y sin audiencia de las partes"
(Cám. Com. Cap., sala B, L. /.., T. 99, pág. 2; J. A., 1967-IV, pág. 473) .
58 "La designación de administrador judicial de una sociedad, constituye
una medida cautelar que tiene por objeto asegurar la efectividad de un derecho
ante un posible daño o perjuicio, requiriéndose para su procedencia: a) la de-
mostración prima facie de que existe el derecho invocado; b) la posibilidad del
daño" (Sup. Corte Salta, /. A., 1949-III, pág. 648). "Si de la información sumaria
producida por el actor en su condición de coadministrador de una sociedad, no
resulta acreditado el peligro en la demora para los intereses sociales, no procede
la designación de interventor judicial, máxime si no resulta de autos que
haya adoptado medidas para ejercer su cargo y hacerse respetar en el ejercicio
de esa atribución contractual" (Cám. Com. Cap., sala B, J. A., 1963-IV, pág. 10).
LA ADMISTRACIÓN Y LA INTERVENCIÓN JUDICIALES 347
ANOTACIONES PREVENTIVAS
Tanto la ley 17.801, como la ley 17.4173 reglan los distintos casos
en que son admitidas anotaciones provisionales y anotaciones preven-
tivas, para su publicidad y oponibilidad a terceros, en consonancia
con los artículos 2505, 3135 y concordantes del código civil. En ambas
leyes es el inciso b) del artículo 2? el que se refiere a las anotaciones
de medidas cautelares, y el inciso c) a la posibilidad de anotación
e inscripción dispuesta por otras leyes nacionales, como la admitida
por el decreto-ley 15.347/46 y de la que nos ocuparemos en el pará-
grafo 113.
23
354 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
el derecho invocado" (Cám. 2* Civ. y Com. La Plata, /. A., 1951-11. pág. 529).
En contra: Cám. 1» Mar del Plata, J. A., 1966-VI, pág. 20.
i "La anotación de la litis puede decretarse sólo en juicio que importe una
cuestión litigiosa" (no procede en una sucesión) (Cám. Civ. Cap., sala O, J. A-,
1953-1, pág. 259).
8 El artículo 123 del código de Mendoza, originalmente sólo exigía coma
recaudo el acreditar prima facie y en forma sumaria el derecho que se invocaba,
"a menos que (el solicitante) ofrezca garantía real suficiente para responder de
las consecuencias de las medidas''. La 'ley 2637, amplió las exigencias a todos lat
recaudos exigidos por el art. 112, con excepción del peligro de pérdida o fna>
tración del derecho. La misma ley, suprimió la posibilidad de sustituir la prueba
uel derecho invocado por el ofrecimiento de garantía real.
ANOTACIONES PREVENTIVAS 357
» Cám. Civ. 1» Cap., J. A., T. 29, pág. 180; T. 28, pág. 77. Con disidencias
del doctor PADILLA, MARCELO, como juez de Cámara, ver L. L., T . 1 1 4 , pág. 3 0 6 .
y T . 116, pág. 592.
10 Cám. Civ. 2? Cap., G. F., T. 157, pág. 503; L. L., T. 26, pág. 867.
11 Cám. 2 : i Civ. y Com. Mendoza, /. A., 1950-1, sec. doct., pág. 215. "No puede
lomarse como recaudo para ordenar la anotación de la litis, un instrumento
privado cuyas firmas no han sido reconocidas" (id) .
358 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
c i ó n . . . " (Cám. Civ. 1», J. A., T. 9, pág. 240), luego se admitió: "La anotación
de la litis, como la prohibición de innovar, han sido asimiladas, en cuanto a la
contracautela exigible, a la sentencia de remate y al embargo preventivo, por lo
que es insuficiente la caución juratoria, siendo necesario que se preste caución
real" (Cám. Civ. Cap., sala E, L. L„ T. 112, pág. 804).
13 También se autoriza la anotación en el caso de sentencia dictada en rebel-
día (art. 82).
ANOTACIONES PREVENTIVAS 359
1« Gám. Civ. 2» Cap., L. L„ T. 52, pág. 537. Conf.: Cára. 2» Civ. y Com.
La Plata, L. L., T. 63, pág. 117. "Se comprende que en acciones como las de
reivindicación, petición de herencia, simulación, revocatoria, tercería de dominio,
nulidad de cuenta particionaria, etc., que en definitiva versan sobre la existencia
del derecho de propiedad, o sobre su plenitud, y que por lo general se ejercitan
en litigios largos y complejos, baste la anotación preventiva cuando hay verosi-
militud del derecho invocado, que servirá de advertencia a terceros interesados
de la existencia de un litigio que puede originar una acción reivindicatoría o de
nulidad del acto; pero no se plantea un problema similar en juicio por escritu-
ración, donde no se cuestiona el dominio registrado a nombre del verdadero
titular y en los que el derecho a una medida conservatoria por el accionante
debe necesariamente fundarse en el contrato mismo o en la confesión de parte"
(Cám. Civ. Cap., sala D, /.. L., T. 107, pág. 252; J. A., 1962-II, pág. 68; L. L.,
Rep. XXIII, 1962, pág. 70).
19 Cám. Civ. 2» Cap., J. A., 1945-1, pág. 202.
20 Cám. Civ. 1» Cap., J. A., T. 76, pág. 188. Ver nota 18.
21 Cám. Civ. Cap., J. A., 1951-III, pág. 224.
22 L. L., T. 109, pág. 601; /. A., 1962-II, pág. 544; L. L., Rep. XXIV, 1963,
pág. 68.
362 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
2
CAPÍTULO XV
P R O H I B I C I Ó N DE I N N O V A R Y DE C O N T R A T A R
4 J. A., 1942-11, pág. 994. "La prohibición de innovar constituye una medida
7 Cám. Civ. Cap., sala A, L. L., T. 71, pág. 380; Cám. Nac. Bahía Blanca,
J. A., 1953-1, pág. 132. "La finalidad de la prohibición de innovar es impedir
que la sentencia que eventualmente pueda dictarse resulte de cumplimiento
imposible en la hipótesis de prosperar la reclamación del a c t o r . . . " (Cám. Civ.
Cap., sala A. L. L., 12/VIII/68, T. 131) .
8 Sup. Trib. Córdoba, L. L., T. 18, pág. 26.
9 Cám. Com. Cap., ]. A., 1952-1, pág. 272. "Si bien la prohibición de innovar
no estaba prevista en el derogado código de procedimientos, fue admitida por
la jurisprudencia a fin de evitar la alteración del estado de cosas existente en el
momento de la notificación de la demanda, para que no se dañasen o perjudicasen
los bienes litigiosos y en miras al estricto cumplimiento de la sentencia, siempre
que hubiere un interés legítimo que proteger, el derecho invocado fuere verosímil
y se advirtiera peligro en la demora. . . " (Cám. Civ. Cap., sala A, L. /,., 23/VIII/68).
10 Sup. Trib. San Luis, J. A., 1946-IV, pág. 501. "La procedencia de la prohi-
bición de innovar está vinculada con las cosas o bienes que sean materia u objeto
de la litis y cuya no modificación se busca resguardar mediante la adopción de
una medida de esa naturaleza; de ello se sigue que tal prohibición no puede
hacerse extensiva a otros bienes o cosas ajenas al pleito, respecto de las cuales
las leyes autorizan la adopción de otras medidas de seguridad en salvaguarda
del derecho de las partes" (Cám. Com. Cap., sala A, J. A., 1967-1. pág. 22) .
U Cám. Fed. Rosario, J. A., T. 48, pág. 435. "Procede la orden de no innovar
a condición de que la situación de hecho existente al tiempo de la promoción
de la demanda no se altere pendiente el litigio" (Cám. Com. Cap., sala B,
L. /,., 21/VIII/68) . Ver caso citado en nota 4.
12 "La prohibición de innovar cede ante la constatación del peligro que
ofrece un inmueble, cuya demolición dispuso la Municipalidad" (Sup. Corte
Tucumán, J. A., 1944-1, pág. 424). Análogo; Sup. Corte Mendoza, J. A., 1945-1,
pág. 605. "Son presupuestos de la prohibición de innovar (art. 230, cód. procesal)
la verosimilitud del derecho invocado, el peligro de su modificación o alteración
y la imposibilidad de lograr la cautela a través de otra medida precautoria,
requisitos éstos que, tratándose de actos administrativos —que gozan de la pre-
PROHIBICIÓN DE INNOVAR Y DE CONTRATAR 375
Por eso, aún sin norma expresa que lo autorice —el código nacional
y varios provinciales la tienen— los jueces tienen la facultad-deber de
disponer esta medida cuando de no proceder así se haría ilusoria la
sentencia 17 que deben dictar, o se afectaría la igualdad de los liti-
gantes, o se violaría el deber de lealtad, probidad y buena fe (arts.
34, inc. 5?, aparts. c y d, cód. proc. nac.).
22 Cám. 2» Civ. y Com. Santiago del Estero, /. A,, 1953-1, pág. 337.
23 Cám. Com. Cap., ]. A., 1952-1, pág. 272.
2« Sup. Corte Salta, J. A., 1946-IV, pág. 500.
25 Cám. Civ. Cap., sala A, L. L., T, 71, pág. 380. "Es inadmisible la medida
de no innovar propuesta al propio juez o tribunal que ordenó la ejecución de la
medida que se intenta detener, porque la prohibición de innovar sólo puede
ser dirigida por un juez a otro, a la autoridad administrativa o a un particular,
pero no como recurso para suspender los efectos de las propias providencias del
juez requerido" (Cám. 1? Civ. y Com. Bahía Blanca, J. A., I968-VI, pág. 757).
"...tampoco es procedente... porque produciría el efecto de impedir el cumpli-
miento de una sentencia firme pronunciada por otro juez" (Cám. Civ. Cap.,
sala D, Rev. Arg. Derecho Procesal, ed. La Ley, año 196S-III, pág. 123) .
28 Véase REIMUNDIN, RICARDO: La prohibición..., lug. cit., págs, 245 y 246.
27 /. A., T. 33, pág. 388.
PROHIBICIÓN DE INNOVAR Y DE CONTRATAR 379
119. Procedimiento.
28 LINARES, JUAN FRANCISCO: Ob. lug. cit., pág. 825. "La prohibición de innovar
•es una consecuencia de la litis pendencia: para que proceda es indispensable que
exista una causa pendiente" (Sup. Trib. San Luis, L. L., T. 54, pág. 131) , Análo-
go: Cám. Ap. Mercedes, L. L., T. 56, pág. 314.
380 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
29 Cám. Civ. Cap., sala A, L. L., T, 71, pág. 380; J. A., 1952-11, pág. 477;
1953 IV, pág. 218; Cám. Nac. Bahía Blanca, J. A., 1953-1, pág. 132; Cám. Fed.
Cap., J. A., 1946-1, pág. 303. Véase nota 17.
30 "La orden de no innovar constituye un procedimiento judicial de amparo
que, aunque no legislado, puede justificarse en determinadas situaciones de derecho
privado. Debe ejercitarse con suma cautela y sólo de manera excepcional en
materia regida por el derecho público y más aún en cuando se vincula con el
derecho internacional..." (Cám. Fed. Cap., J. A., 1946-1, pág. 303). Idem: Cám.
Civ. 2^ Cap., J. A., 1946-III, pág. 191. " . . .que el derecho invocado en la demanda
sea, prima facie, verosímil y que merezca la prudencial protección que pueda
otorgarle la medida" (Cám. Civ. Cap., sala E, J. A., 1965-11, pág. 622).
P R O H I B I C I Ó N DE INNOVAR Y DE C O N T R A T A R .381
120. Presupuestos.
Hemos visto en el capítulo III que tres son los presupuestos gené-
ricos de las medidas cautelares: verosimilitud del derecho, peligro en
la demora y otorgamiento de contracautela, y que el segundo es un
presupuesto específico del cual sólo excepcionalmente puede pres-
cindirse.
Se sostuvo en la primera edición de este Tratado que, para decre-
tar la prohibición de innovar, debía acreditarse la verosimilitud
del derecho y el peligro en la demora y otorgarse contracautela. El
segundo presupuesto se expresa mediante una locución propia: irre-
parabilidad de un perjuicio y se encomienda a la prudencia del juez
estimarla.
Así, dice el artículo 230 del código procesal nacional: "Podrá de-
cretarse la prohibición de innovar en toda clase de juicio, siempre que:
1? El derecho fuere verosímil (primer presupuesto). 2° Existiere el
peligro (segundo presupuesto) de que si se mantuviera o alterara,
en su caso, la situación de hecho o de derecho, la modificación pu-
diera influir en la sentencia o convirtiera su ejecución en ineficaz o
imposible. 3? La cautela no pudiera obtenerse por medio de otra
medida precautoria".
Con anterioridad al nacional, el código de La Rioja, en su artículo
268, ya establecía: "Procederá la prohibición de innovar en toda
clase de acciones, siempre que se presente un medio de prueba que
haga verosímil el derecho que se invoca (primer presupuesto) y sea
necesaria la medida a juicio del juez o tribunal" (segundo presupues-
to) . Y agrega el inciso 1? del artículo 269: "Las medidas cautelares
se decretarán siempre bajo la responsabilidad del que las solicitare,
382 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
r
quién deberá además, dar caución bastante a juicio del juez o tribu-
nal, para responder a las costas y a los daños y perjuicios que ocasio-
nare a la otra parte, si las hubiere pedido sin derecho" (tercer pre-
supuesto) .
El código de Jujuy incluye la prohibición de innovar entre las
medidas destinadas al aseguramiento de bienes, cuyos presupuestos
son "la apariencia de un derecho patrimonial" y "el peligro de que
con el retardo ese derecho aparente no sea debidamente satisfecho"
(art. 259).
El código de Mendoza establece, como presupuestos generales de
las medidas de cautela, salvo exclusión expresa: la verosimilitud del
derecho, el peligro en la demora y el otorgamiento de contracautela
(art. 112, primer apartado e incisos 1?, 2"? y 3?). Y el artículo 122
que autoriza la prohibición de innovar "cuando a juicio del tribu-
nal sea necesaria", no excluye ninguno de sus presupuestos.
El código de Santa Fe condiciona la procedencia de la medida
cautelar que estudiamos a que "a juicio del tribunal" ella fuere nece-
saria; es decir, será el juez de la causa el que analizando la verosimi-
litud del derecho y el peligro en la demora, resuelva favorablemente
o no el pedido que la parte le hiciere sobre el particular (art. 289).
En los regímenes donde la medida no se encuentra legislada,
debe exigirse, con mayor razón, la concurrencia de los tres presupues-
tos, puesto que ella se funda en los principios generales de las medi-
das de cautela, el deber de los jueces de mantener la igualdad de los
litigantes y el principio de buena fe procesal. No se cumplirían estos
principios otorgando una medida que puede ocasionar graves perjui-
cios económicos, sin la contrapartida o sea la garantía del resarci-
miento del daño si hubiera sido pedida sin derecho, o si bastara la
interposición de la demanda sin atender a la verosimilitud del derecho
de quien la pide o al peligro de ocasionar un perjuicio irreparable 31 .
25
386 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
Como las demás medidas cautelares (parágr. 7), una de las carac-
terísticas de la prohibición de innovar es que la decisión que la
acoge o la deniega no causa estado (parágr. 29) y en los casos y
regímenes en los cuales pueda ser obtenida antes de la iniciación
del proceso, caducará (parágr. 30) si éste no es iniciado en el plazo
legal, con o sin pedido de la parte afectada, según lo disponga la
ley (ver art. 207, cód. proc. nac.).
Expresamente lo r^suetve así el tercer apartado del artículo 268
del código de La Rioja: "Podrá dejarse sin efecto en cualquier
momento que el juez o tribunal lo estime conveniente en conside-
ración a las circunstancias del caso". En el código de Mendoza, la
DEPÓSITO DE COSAS
1 Iguales o análogos: Entre Ríos, art. 926; La Rioja, art. 526, inc. I«; San
Juan, art. 1185; San Luis, art. 1262; Santiago del Estero, art. 877; Santa Fe, art. 298;
Tucumán, art. 600.
2 "Pactada la entrega de mercadería vendida una vez finiquitados los trámites
aduaneros, existe un plazo incierto que termina el día en que se realiza el evento
futuro previsto; y si bien el comprador está obligado a recibirla, el vendedor está
obligado a entregar la cosa y, si ésta es rehusada, proceder a la consignación
judicial" (Cám. Com. Cap., L. L„ T. 52, pág. 739).
D E P Ó S I T O D E COSAS 395
cial" (arts. 764 y 766, cód. civil), es decir, consignarla, con los efectos
consiguientes.
8 Córdoba, art. 1229; Entre Ríos, art. 926; La Rioja, art. 526, inc. 1«; San
Juan, art. 1185; San Luis, art. 1262; Santiago del Estero, art. 877; Tucumán,
art. 600.
398
« TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
1 Entre Ríos, art. 926; La Rioja, art. 526, incs. 2» y 3°; San Luis, arts.
1263 y 1264.
8 San Juan, art. 1186; Santiago del Estero, art. 878.
• San Juan, art. 1187; Santiago del Estero, art. 878; Santa Fe, art. 298; Tucu-
mán, art. 601.
D E P Ó S I T O D E COSAS 399
del juicio", la citación se hará al agente fiscal, sin duda, para que
verifique la regularidad del procedimiento.
Pero, en este último supuesto, ¿no se hará saber en alguna forma
el depósito al interesado? Francamente no se concibe tal solución,
y es claro que sea por cédula o exhorto, si se conoce el domicilio,
o por edictos, de lo contrario, deberá hacerse saber al interesado el
depósito. No me cabe duda tampoco que ante tal notificación y en
el plazo previsto para apelar las medidas cautelares, dicho interesado
podrá recurrir del depósito si considera que no procedía, a menos
que prefiera iniciar el proceso definitivo, v. gr., por rescisión de la
compraventa que motivó la medida. Obsérvese que el art. 298 citado
autoriza el depósito "por cuenta de un tercero" (ya dije que no es
tal tercero), es decir, que las consecuencias y gastos del mismo han
de-ser a su cargo y entonces resulta a todas luces inconstitucional
una semejante medida (art. 18, Const. Nac.) si se interpretan estas
normas literalmente.
10 "Sea cual fuere el alcance del depósito judicial de cosas... tal depósito
su aplicación local, ejemplo que luego siguió Misiones por ley 444.
En ellos el problema consiste en la clase de "juicio" a seguir.
Pero nada obsta que aquél que tuviera que hacer el depósito de
cosas no embargadas invoque el artículo 232 del código procesal na-
cional: ".. . quien tuviere fundado motivo para temer que durante el
tiempo anterior al reconocimiento judicial de su derecho, éste pudiere
sufrir un perjuicio inminente o irreparable podrá solicitar las medidas
urgentes que, según las circunstancias fueren más aptas para asegurar
provisionalmente el cumplimiento de la sentencia".
Ergo: Quien solicita el depósito deberá fundar el motivo del mis-,
mo, la urgencia del caso, y el juez, haciendo uso de la facultad-deber
que le otorga la ley, fijar el procedimiento que garantice el fin al que
responde esta medida cautelar que surge de disposiciones de leyes
sustanciales H .
11 Sobre alcance del poder atribuido al juez en el caso del artículo 232,
ver COLOMBO, CARLOS J.: Código,.., ed. 1969, T . II, pág. 422.
12 San Juan, art. 1188; Santiago del Estero, art. 879, entre los primeros, y
Entre Ríos, art. 927; La Rioja, art. 526, inc. 40; San Luis, art. 1265; Tucumán,
art. 603, entre los segundos.
D E P Ó S I T O D E COSAS 401
26
402 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
ASEGURAMIENTO DE PRUEBAS
I N S T R U C C I Ó N P R E V E N T I V A
130. Concepto. Elementos. - 131. Las medidas cautelares sobre las prue-
bas en nuestro derecho. - 132. Las informaciones "ad perpetuam" y la
instrucción preventiva. - 133. Especies. . 134. La prueba de testigos. -
135. Prueba de confesión. - 136. Examen, inspección o reconocimiento
judicial. - 137. El reconocimiento judicial fuera de la circunscripción
judicial. - 138. Prueba pericial. - 139. Procedimiento. - 139 bis. Pro-
ducción de prueba denegada.
Podría decirse que las medidas cautelares sobre los bienes y sobre
las personas, son instrumentos o medios de asegurar el derecho sus-
tancial, mientras que las medidas cautelares sobre las pruebas, son
instrumentos o medios de asegurar una parte fundamental del pro-
ceso: la prueba.
Pero, en ambos géneros y en definitiva, la medida cautelar pro-
cura o tiende a asegurar un derecho, aun cuando en el caso de las
pruebas, en forma irviirecta o mediata2.
En el ejemplo citado en otra parte de este Tratado: el artículo
505 del código civil, es claro que al dar acción al acreedor para ob-
tener del deudor el cumplimiento de la obligación, le faculta para
prevenir la imposibilidad de hacer efectiva una futura sentencia (me-
didas cautelares sobre los bienes), como la de prevenir la imposibi-
lidad de producir la prueba de su crédito. Tan importante es el
anticipo de la garantía jurisdiccional sobre los bienes, como sobre las
pruebas. Pero, no siempre los códigos de procedimiento han recogido
el principio. Como dice un autor francés, "la necesidad de seguridad
jurídica hace concebible, teóricamente, la producción inmediata en
justicia de todos los procedimientos de prueba susceptibles de esta-
blecer ulteriormente la existencia de un derecho" 3 . Pero, si se ad-
mitiera sin restricciones la producción anticipada de la prueba, po-
dría, en este procedimiento, sin las debidas garantías del proceso
legal, anticiparse la solución de la cuestión de fondo, haciendo im-
posible o dificultoso su esclarecimiento posterior. Se desvirtuaría así
la verdadera finalidad de las medidas cautelares, que sólo constituyen
un anticipo de la garantía jurisdiccional; en el caso, de la produc-
ción de prueba. De allí que los jueces deben examinar, en cada oca-
sión, la procedencia de la medida que se impetra, según la naturaleza
de la prueba que se intenta asegurar y los motivos que justifican la
cautorio») , sólo pueden admitirse estrictamente, en aquellos casos en que las partes
estén expuestas a perder su derecho por falta de justificación a que tiende ¡a
respectiva diligencia" (Cám. Civ. 1» Cap., J, A., T. 70, pág. 406).
5 " . . . u n cierto número de modos de prueba, no entraña necesariamente la
convicción del juez, quien queda libre de apreciar el valor de los medios apor-
tados; en ese caso, el tribunal, más tarde, podrá considerar que el hecho jurídico
mismo no ha sido suficientemente probado" (GIGNOUX, CH.; ob. cit., pág. 173) .
Véase el art. 274 del código de Santa Fe.
408 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
6 Iguales o análogos: Córdoba, art. 385; Corrientes, art. 81; Entre Ríos, art.
119; San Juan, art. 428; San Luis, art. 137; Salta, art. 78; Santiago del Estero,
art. 407.
1 Estas medidas serán examinadas en el Tratado VI, Del proceso ordinario y
de las pruebas.
INSTRUCCIÓN PREVENTIVA 409
8 "'Entre las medidas que pueden solicitarse con anterioridad al proceso, de-
ben distinguirse las medidas preparatorias, que tienen por objeto determinar y
establecer las características del litigio, de las medidas conservatorias, que no son
necesarias para el planteamiento o desarrollo del proceso, sino que tienen por
finalidad asegurar o conservar elementos probatorios expuestos a perderse; la
enumeración legal de las primeras, no tiene carácter taxativo y proceden todas
las veces que con ellas no se cause agravio a la contraparte; la segunda tiene
carácter taxativo, desde que sólo por excepción se'deben admitir pruebas fuera
de la oportunidad correspondiente" (Cám. 2?- Civ. y Com. La Plata, /. A., 1953-
IV, pág. 78; L. L., T . 71, pág. 110) -
La declaración jurada "tiene que circunscribirse a hechos relativos a la per-
sonalidad y de conocimiento necesario para entrar en juicio (edad, nacionalidad,
representación, carácter de heredero, legatario, propietario, poseedor o tenedor,
etc.); no puede versar sobre otros puntos, aunque estén vinculados a la perso-
nalidad, relacionados con cuestiones que sean materia del juicio a entablarse"
(Cám. Com. Cap., J. A„ 1947-III, pág. 114).
"Las preguntas que pueden ser dirigidas a la persona que se va a deman-
dar, deben tener por exclusivo objeto establecer la personalidad de ésta, pero
de ninguna manera pueden referirse al fondo del asunto sobre el que versará
la demanda" (Cám. Fed. Cap., J. A., T. 39, pág. 344).
410 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
133. Especies.
Ya dije que los códigos de Jujuy (arts. 254 y 291, inc. 19) y La
Rioja (arts. 263 y 534), admiten la producción anticipada de cual-
quier clase de pruebas.
El número de testigos que puede hacerse declarar no se encuentra
limitado por la ley o se ha admitido que, no obstante el texto am-
biguo de ella, no existe límite numérico. Pero si existiera límite legal
o jurisprudencial para la prueba de testigos, ese límite valdría para
la instrucción preventiva. Así, son aplicables a lo dispuesto por el in-
ciso 1? del artículo 326 del código nacional las limitaciones conte-
nidas en los artículos 430 y 491, según se trate de procesos ordinarios
o sumarios. Y cuando llegue la oportunidad de producir la prueba,
en el proceso correspondiente, el juez deberá computar los que de-
clararon en la instrucción preventiva.
El código nacional y la mayoría de los códigos provinciales, se
refieren a "los que sean o vayan a ser parte en un proceso de cono-
cimiento" (en un juicio, dicen otros), lo cual implica que tanto
quien piensa demandar, como el que tema ser demandado, pueden
pedir la declaración de testigos y que pueden hacerlo antes de la
iniciación del proceso o durante su curso. En este último caso, siem-
19 Entre Ríos, art. 117, inc. 1?; San Juan, art. 421, inc. 6? y art. 424; San
Luis, art. 135; Salta, art. 78. Análogos: Córdoba, arts. 382, inc. 7«, 383, 1224 a
1227; Entre Ríos, arts. 921 a 925; Santiago del Estero, arts. 404, inc. 7», 405 y 874.
20 Buenos Aires, art. 326, inc. 1?; Misiones, art. 326, inc. 1'.
416 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
27
418 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
21 bis "Quien tiene urgencia en hacer verificar, antes del juicio, el estado de
lugares a la calidad o la condición de cosas, puede pedir, a tenor de los artículos
692 (véase nota anterior) y siguientes, que se disponga una comprobación técnica
o una inspección judicial..." (Art. 696, cód. proc. civ. Italia).
t
los defectos de la cosa comprada (arts. 456 y 476, cód. de Comercio) . . . " (Cám,
Com. Cap., L. L., T. 65 pág. 148). Análogo: Cám. Com. Cap., L. L., T. 65,
pág. 148) . "Si ante la negativa del destinatario en recibir la cosa a raíz de las
averías sufridas, el portador no solicitó el depósito judicial de aquélla, con de-
signación de peritos para que certificaran sobre su estado (art. 197, cód. de
Comercio) . . . " (Cám. 1» Civ. y Com. La Plata, J. A., 1949-IV, pág. 234).
23 "Es improcedente una medida pericial en carácter de preparatoria del
422 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
.r
juicio una vez trabada la litis, máxime que el juicio se halla en estado de reci-
birse a prueba" (Cám. Com. Cap., sala A, L. L., T. 65, pág. 746).
Cabe agregar que el artículo 699 del código procesal italiano, preceptúa:
"La instancia de instrucción preventiva puede proponérsela también en curso de
causa y durante la interrupción o la suspensión del juicio. El juez provee por
ordenanza". Sobre el particular, puede verse REDF.NTI, ENRICO: Derecho Procesal
Civil, cit., T . I I , págs. 2 8 2 y 2 8 3 ; CARNELUTTI, FRANCESCO: Instituciones..., T . I I I ,
págs. 244 y 248.
29 Buenos Aires, art. 820; Misiones, art. 809; Córdoba, art. 1233; Entre Ríos,
art. 928; La Rioja, art. 526, inc. 5?; San Juan, art. 1189; San Luis, art. 1264;
Santiago del Estero, art. 880; Tucumán, art. 603.
30 Véase: Córdoba, art. 1231; Entre Ríos, art. 929; La Rioja, art. 526, inc. 3»;
San Juan, art. 1187; San Luis, art. 1266; Santiago del Estero, art. 878; Tucumán,
art. 601.
INSTRUCCIÓN PREVENTIVA 423
139. Procedimiento.
33 Entre Ríos, arts. 921 y 924; San Juan, art. 1180; Santiago del Estero,
art. 874.
428 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
34 Códigos: nacional, art. 809; Buenos Aires, art. 820; Misiones, art. 809.
INSTRUCCIÓN PREVENTIVA 429
35 Entre Ríos, arts. 922 y 923; San Juan, arts. 1181 y 1182; Santiago del
Estero, art. 875.
36 La segunda parte del artículo 698 del código procesal civil de Italia dis-
pone: "La práctica preventiva de los medios de prueba no prejuzga las cuestiones
relativas a su admisibilidad y eficacia, ni impide su renovación en el juicio de
fondo. Las actas de la prueba no pueden producirse, ni reclamarse, ni repro-
ducirse por copia en el juicio de fondo, antes de que los medios de prueba
hayan sido declarados admisibles en dicho juicio".
430 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
28
CAPÍTULO XVIII
GUARDA DE PERSONAS
1 Nacional, art. 234; Santa Fe, art. 291; Buenos Aires, art. 234; Misiones,
art. 234.
2 Véase el fallo de la Cámara Civil que se registra en /. A., T. 48, pág. 155,
y la erudita e ilustrativa nota de ENRIQUE DÍAZ DE GUIJARRO.
3 "El art. 447 (hoy 210, inc. 4?) del código de procedimiento civil es
438 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
6 Córdoba, art. 1186; Entre Ríos, art. 872; Jujuy, art. 282; La Rioja, art. 540,
inc. 2 9 ; San Juan, art. 1149; Santiago del Estero, art. 845, 3» parte; Santa Fe,
art. 292, 3» parte; Tucumán, art. 536, 2* parte.
1 Entre Ríos, art. 872; Jujuy, art. 281, 2* parte; San Juan, art. 1148; Santia-
go del Estero, art. 845, 2* parte; Santa Fe, part. 292, 2» parte; Tucumin, art.
536, 1» parte.
8 Entre Ríos, art. 875; Jujuy, art. 283, reduce el plazo a 15 días; San Juan,
art. 1152; San Luis, art. 1160; Santiago del Estero, art. 848; Santa Fe, art. 295;
Tucumán, art. 539.
440 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
9 "El depósito de la esposa (art. 68, ley de matrimonio civil) sólo tiene de
11 Buenos Aires, art. 234, inc. 1?; Córdoba, art. 1182, inc. 2 9 ; Entre Ríos,
art. 819, inc. 2 ' ; Jujuy, art. 280, inc. 2?; La Rioja, art. 537, inc. 2'; Misiones,
art. 234, inc. 1'; San Juan, art. 1145, inc. 2?; San Lilis, art. 1152, inc. 2'; Santiago
del Estero, art. 843, inc. 2'; Santa Fe, art. 291, inc. 2'; Tucumán, art. 554,
inc. 39.
12 Entre Ríos, art. 876; Jujuy, art. 283, 2» parte; San Juan, art. 1153; San
Luis, art. 1161; Santiago del Estero, art. 849; Tucumán, art. 540.
G U A R D A D E PERSONAS 443
n Buenos Aires, art. 623; Entre Ríos, art. 611; Mendoza, art. 307, inc. 3?;
Misiones, art. 629; Jujuy, art. 421, inc. 4?; La Rioja, art. 518, inc. 2? d; San
Luis, art. 1131.
G U A R D A D E PERSONAS 445
La ley 17.711 incluyó, como artículo 152 bis del código civil, la
posibilidad de inhabilitar judicialmente los ebrios habituales, dro-
gadictos, disminuidos mentales —que no llegan al supuesto del ar-
tículo 141— y pródigos.
El código procesal civil y comercial de la Nación, promulgado
con anterioridad a la ley de reformas citada, no contiene entre sus
disposiciones un procedimiento especial para esos casos, pero los có-
digos de la provincia de Buenos Aires (art. 632) y Misiones (art.
637 bis) 1 5 prevén la aplicación de los preceptos del proceso de inha-
bilitación por declaración de demencia. Nos remitimos, pues, a lo
dicho en el parágrafo anterior.
Conforme con los artículos 264 y 265 del código civil, la guarda
de los hijos menores habidos en el matrimonio, es uno de los de-
beres-derechos inherentes a la patria potestad, que corresponde al
procesal civil y comercial nacional, ha excluido del artículo 637 bis (art, 8 de
la ley) a los toxicómanos (Ver Boletín Oficial provincial del 29 de enero de
1969), apartándose así de su modelo, el artículo 632 del código procesal de la
provincia de Buenos Aires.
G U A R D A D E PERSONAS 447
resulta a veces la única solución posible, que debe reservarse para casos extre-
mos" (Cám. Civ. Cap., sala D, L. L., T. 65, pág. 415; J. A., 1952-II, pág. 83).
"Pese a ser verdad de que no surge de autos ningún cargo que tenga suficiente
gravedad como para justificar el quebrantamiento que motu propio ha hecho
la menor respecto de lo decidido sobre su tenencia —a cargo de la madre-
corresponde colocar a la misma en un establecimiento del Consejo Nacional
del Menor, si existe actualmente entre ambas un distanciamiento espiritual que
hace insostenible la vida en común. Tal medida es aconsejable hasta que se
torne viable, después de cierto tiempo y con mayor serenidad de ánimo, la final
448 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
Esa debe ser la regla general, no sólo para el caso que fuera
previsto, sino para todos aquellos en que deba disponerse la guarda
o tenencia. Lo que los padres "acuerden" (conciliación), no obliga
al juez, ya que, como señalé, el interés en juego es principalmente
el de aquéllos; pero, como debe suponerse que éstos habrán tenido
en vista dicho interés, la no aceptación del arreglo debe producirse
en casos excepcionales y cuando sea evidente su inconveniencia. Va
de suyo que debe ser oído el asesor de menores e incapaces (arts. 59
y 493, cód. civil).
actúa como juez tutelar de menores para lograr un mejor arbitrio en la tenencia
que se discute, su libertad, como director material del proceso, es amplia para
poner en claro los hechos controvertidos" (Cám. Civ. Cap., sala A, L. L., T. 97,
pág. 243) . "Cuando la tenencia provisional de los hijos se plantea antes de la
sentencia, sin antecedentes que permitan modificar una situación de hecho que
no perjudica a los menores, el juez no está limitado a resolver el caso dentro
del artículo 76 de la ley de matrimonio, sino apreciando las circunstancias de
cada caso, sin perjuicio de lo que en definitiva corresponda" (Cám. Ap. Tucu-
mán, L. L„ T. 84, pág. 581) . Otros casos: Digesto Jurídico La Ley. T. I, pág. 1499.
29
450 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
2i Juris (Santa Fe), T. 17, pág. 108; Digesto Jurídico La Ley, T. I, pág. 1494.
452 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
mación del que hubiesen efectuado los padres, el que "se hará a
solicitud del interesado o del ministerio público, sin forma de juicio,
a menos qué alguien pretendiere derecho a ser nombrado. Si se pro-
moviese cuestión, se sustanciará en juicio sumarísimo. La resolución
será apelable en los términos del artículo 802", es decir, dentro del
quinto día, debiéndose pronunciar el tribunal de alzada, sin sustan-
ciación alguna, en el plazo de diez días.
22 Buenos Aires, art. 234, incs. 3' y 4?; Córdoba, art. 1182, incs. 3' y
4<?; Entre Ríos, art. 869, incs. 3? y 41?; Jujuy, art. 280, incs. 3' y 4?; La Rioja,
art. 537, incs. 3? y 4% San Juan, art. 1145, incs. 3? y i9; San Luis, art. 1152,
incs. 3? y 4'-'; Salta, arts. 796 y 798; Misiones, art. 234, incs. 3? y 4'; Santiago
del Estero, art. 843, incs. 3?, 4? y 5?; Santa Fe, art. 291, incs. 4? y 5?; Tucumán,
art. 534, inc. i<>; Jujuy, art. 280, inc. 5'.
G U A R D A D E PERSONAS 453
147. Procedimiento.
23 Buenos Aires, art. 196; Córdoba, art. 1183; Entre Ríos, art. 870; La Rioja,
art. 539; San Juan, art. 1146; San Luis, art. 1153; Santiago del Estero, art. 844;
Misiones, art. 196.
24 Ver disposiciones citadas en nota anterior.
G U A R D A D E PERSONAS 455
25 Entre Ríos, art. 874; Jujuy, art. 285; La Rioja, art. 540, inc. 4«; Mendoza,
art. 127, apart. IV; San Juan, art. 1151; Santiago del Estero, art. 847; Santa Fe,
art. 294; Tucumán, art. 538.
4 5 6 T R A T A D O DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
26 Buenos Aires, art. 198; Córdoba, art. 1191; Entre Rios, art. 877; Jujuy,
art. 286; Misiones, art. 198; San Juan, art. 1154; San Luis, art. 1158; Santiago
del Estero, art. 850; Santa Fe, art. 296; Tucumdn, art. 541.
TÍTULO V
NECESIDADES URGENTES
Tipográfica Editora Argentina, Bs. As., 1953, T. I, quien ubica el derecho ali-
mentario entre los derechos subjetivos familiares, en la especie de derechos sub-
jetivos referentes a la asistencia familiar (parágr. 36). Allí puede verse a quienes
compete (parágrs. 38 a 41), tanto cuando el vínculo es de origen matrimonial,
como extramatrimonial, incluso el derivado de la adopción. Véase también, Busso,
EDUARDO I?.: Código Civil Anotado, ed. EDIAR S. A., Bs. As., 1945, T. XI, donde
se trata de la Ley de Matrimonio Civil y de los artículos del código civil que
hacen al tema de este capítulo.
460 „ TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
149. Presupuestos.
del cód. civil; 51 y 68 bis de la ley 2393, incluido por ley 17.711, e
interpretación de la ley 11.357 respecto al derecho del marido a
pedir alimentos a su mujer 6 ; 12 y 14, ley 13.252; 1 y 11, ley 14.367,
y ley 13.944, que penaliza el incumplimiento de los deberes de asis-
tencia familiar). También el inciso 29 del artículo 11 del código
penal establece que el producto del trabajo del condenado a reclu-
sión o prisión se aplicará simultáneamente... "a la prestación de
alimentos según el código civil". La remuneración del penado se
halla contemplada en los artículos 64 y siguientes de la ley peni-
tenciaria federal, cuyo artículo 66 instituye que el 35 % del producto
del trabajo del interno será destinado al fin mencionado; si el penado
no tuviese que indemnizar dañosi y perjuicios causados por el delito,
el porcentaje previsto para dicho fin —10 %— acrecentará el desti-
nado a la prestación alimentaria.
Como medida cautelar, sólo se exige la acreditación del vínculo
prima facie7, pero el juez debe apreciar con cierta severidad esa
prueba, por las consecuencias del fallo estimatorio de la demanda 8.
No hay que olvidar que el artículo 68 bis de la ley 2393, incluido
por la ley 17.711, preceptúa que "en el ejercicio de la acción de
alimentos provisionales entre esposos no es procedente la previa dis-
9 "Si el demandado por alimentos alega que no está obligado por existir
parientes más próximos, tal articulación debe sustanciarse en el mismo juicio
sumario y resolverse al dictar sentencia... la obligación de prestar alimentos es
sucesiva (arts. 367 a 369, cód. civil)" (Cám. Civ. 2« Cap., J. A1946-11, pág.
218). "La obligación entre afines es subsidiaria, debe probarse... la inexistencia
de consanguíneos o la falta de capacidad de éstos para proveerlos" (Cám. Civ.
1» Cap., J. A., 1944-1, pág. 185) .
10 "Guando el pariente que pide alimentos es un octogenario, no corresponde
aplicar rígidamente el artículo 370 del código civil, que exige la prueba de la
imposibilidad de obtenerlos' ' (Cám. Civ. 2' Cap., J. A., T. 76, pág. 306) .
U "La capacidad económica del alimentante determina el máximo de la cuota
a fijarse, teniendo en cuenta la condición social del alimentado" (Cám. 2* Civ.
y Com. La Plata, J. A., 1952-III, pág. 406). "En ausencia de módulos exactos
sobre el monto del patrimonio del deudor de los alimentos, pueden tomarse en
consideración los elementos indiciarios que trasuntan la holgura económica en
que se desenvolvía la vida del matrimonio hasta el momento de la separación"
(Cám. Civ. Cap., sala E, J. A., 1968-1, sec. reseñas, pág. 465). "La obligación
alimentaria del marido debe adecuarse a la situación patrimonial de ambos,
tratando de lograr un equilibrio de haberes considerando sus reales obligaciones
y demás circunstancias que los rodean" (Cám. Civ. Cap., sala B, J. A., 1968-V,
pág. 611).
A L I M E N T O S PROVISIONES Y LITIS EXPENSAS 465
3
466 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
12 Corrientes, art. 533; San Luis, art. 888; Salta, art. 563.
13 Análogos: Entre Ríos, art. 572; Jujuy, art. 401, inc. I?; La Rioja, art. 519,
inc. 1?; Mendoza, art. 129, apart. II; San Jitén, art. 877; Tucumán, art. 526.
14 Similares: La Rioja, art. 519; Santiago del Estero, art. 601.
ALIMENTOS PROVISIONES Y LITIS EXPENSAS 467
15 "De acuerdo a los arts. 372 y 375, cód. civil, corresponde tramitar por el
procedimiento sumario la demanda para que se fije una cuota alimenticia extra-
ordinaria para subvenir gastos de una enfermedad" (Cám. Civ. 2® Cap., J. A.,
1946-IV, pág. 884). "El de asistencia médica es un gasto extraordinario que debe
ser pagado independientemente de la pensión alimenticia" (Cám. Civ. Cap.,
J. A., 1944-1, pág. 767). "Los gastos extraordinarios, como los de asistencia mé-
dica o trabajos de dentista no se encuentran comprendidos en las mensualidades
fijadas para alimentos y pueden reclamarse independientemente" (Cám. Civ. 2*
Cap., J. A., 1943-II, pág. 688). Otros numerosos casos de gastos extraordinarios
pueden verse en Digesto Jurídico, L. L., T. í, pág. 103.
16 Busso, EouARig) B.: Código..., cit. T. II, pág. 871.
16 bis "Los fondos para atender gastos de veraneo, que el médico prescribiera
para los hijos menores, constituyen uno de los tantos aspectos de la vida del
alimentado que tiene cabida en el concepto genérico de alimentos. De ahí que
estando condenado el padre a pasar alimentos, debe hacerse el reclamo de ellos
por vía de incidente en el juicio en que fueron acordados" (Cám. 1» Civ. y Com.
Tucumán, L. L„ T. 107, pág. 462; /. A., 1962-1, pág. 141; Digesto Jurídico La
Ley, T . I. pág. 104).
ALIMENTOS PROVISIONES Y LITIS EXPENSAS 469
cónyuge que pidió los alimentos debe acreditar, prima facie, que el
otro cónyuge es el que abandonó el hogar o existe una causa que
le de derecho a pedir el divorcio 21 .
También se ha decidido —tesitura con la cual no concuerdo—
que basta la separación de hecho para autorizar el pedido 2 2 .
Pero, sea cualquiera la tesis que se adopte, si se admite que nos
hallamos ante una medida cautelar, un anticipo de la garantía juris-
diccional que procede sólo "en casos de urgencia" (art. 68, ley cit.),
es claro que quien solicitó y obtuvo los alimentos provisorios, debe
iniciar el proceso definitivo. Si sólo la urgencia (peligro en la demo-
ra) autoriza esa antelación de los efectos del inicio del proceso de
divorcio, no resulta dudoso que satisfecha la necesidad, es preciso
que se regularice la situación. Sería el caso del artículo 207 del
código procesal nacional (véase parágr. 30). Pero cabe observar que
en la especie, aplicar el procedimiento oficioso, sería asaz aventurado
y peligroso, ya que los cónyuges pueden estar conformes en no
iniciar el proceso por divorcio y el alimentante puede iniciar también
dicho proceso. <
Esto no es más que un esbozo de una situación sumamente com-
pleja, ya que la pensión alimentaria, así sea provisoria, se vincula
a otros deberes emergentes del matrimonio, como la convivencia y
la fidelidad. >-
Y no digamos* lo espinoso del problema sobre la imputación de
las sumas fijadas por alimentos al dividirse los bienes propios y
de la sociedad conyugal. Pero se trata de cuestiones de derecho de
art. 129: "I. En el caso del art. 127 (guarda de personas) o cuando
las leyes lo autorizan (código civil, ley de matrimonio), podrá orde-
narse la prestación provisoria de alimentos.
31
482 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
32 J. A., 1954-III, pág. 382; L. L., T. 75, pág. 737; Digesto Jurídico La Ley,
T. I, pág. 120 y sgts.
33 "No existe renuncia del beneficiario a las cuotas alimenticias atrasadas
por la demora en que ha incurrido el obligado por sentencia a pagarlas, ya que
el derecho a los alimentos es irrenunciable, fuera de que la renuncia no se
presume" (Cám. Civ. Cap., sala B, J. A., 1953-11, pág. 114, con nota contraria
de SPOTA, ALBERTO G.: La acción por cuotas alimenticias atrasadas. También en
J. A., 1954-1, pág. 148. Análogo: Cám. 2» Civ. y Com. La Plata, J. A., 1952-III,
pág. 380).
34 Véase Tratado VII, De las ejecuciones, 2* edición actualizada, T. A,
pág. 229.
484 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
35 Entre Ríos, art. 577; San Luis, art. 895; San Juan, art. 882; Santiago del
Estero, art. 602; Santa Fe, art. 532.
ALIMENTOS PROVISIONES Y LITIS EXPENSAS 485
155. Litisexpensas.
1 El .tema es tratado tanto por los civilistas como por los procesalistas.
Entre éstos puede verse: PODETTI, J . R A M I R O : Código de Procedimientos en ma-
teria civil y comercial de la provincia de Mendoza-Comentado, T. IV, págs. 27
v sigtes.; ALSINA, HUGO: Tratado..., 2® edición actualizada por Jesús Cuadrao,
T . \í, págs. 2 7 0 y sgtes.; PALACIO, L I N O E.: Manual..., T . I I , págs. 309 y sgtes.
LA GARANTÍA CAUTELAR EN LOS DERECHOS REALES 497
32
4 9 8 T R A T A D O D E LAS MEDIDAS CAUTELARES
3 La Rioja, art. 384, inc. 49; Salta, art. 546; San Luis, art. 849.
* Entre Ríos, arts. 558 y 559; San Juan, arts. 702 y 703.
LA GARANTÍA CAUTELAR EN LOS DERECHOS REALES 499
5 Cám. 2» Civ. y Com. La Plata, L. L., T. 63, pág. 390. "El interdicto de
obra nueva es improcedente cuando la obra está ya concluida o a punto de
terminarse; pero esto no ocurre si se trata de una demolición que debe respetar
parte de, lo existente —local ocupado por la parte actora—, en virtud de un
contrato de locación, y falta adoptar las medidas de seguridad indispensables
para asegurar la incolumidad de las dependencias alquiladas" (Cám. 2 í l Civ.
y Com. La Plata, sala II, DJBA, T. 61, pág. 169; Digesto Jurídico La Ley,
T. III, pág. 101) .
6 "Las medidas provisorias sobre guarda y conservación de la cosa lid
giosa sujeta a una acción reivindicatoría (art. 2483, cód. civil), también son
aplicables a la acción posesoria de recuperar, especialmente tratándose de tierra
con bosques, cuyo valor principal consiste en la riqueza forestal, susceptible de
un rápido menoscabo" (Sup. Corte Catamarca, /. A., 1943-III, pág. 871) .
500 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
164. Concepto.
1 Cám. Civ. 2* Cap., /. A., 1948-III, pág. 114; /.. /.., T. 51, pág. 66.
2 "Procede el embargo o secuestro del material en que se empleó como
motivo principal un dibujo registrado" (Cám. Civ. 2* Cap., L. L., T. 51, pág. 66;
/. A., 1948-III, pág. 114). "El juez tiene facultad para disponer como medida
precautoria, la suspensión de obras musicales que se ejecutan en violación a
expresas normas legales, medida ésta procedente en el caso, por cuanto se ha
acreditado verosímilmente la transgresión aludida y porque lo contrario impli-
DERECHOS INTELECTUALES E INDUSTRIALES 513
caria tanto como seguir autorizando una situación irregular" (Cám. Civ. Cap.,
sala B, L. L., T. 100, pág. 767). "Corresponde trabar el embargo pedido en base
al artículo 79 de la ley 11.723, respecto de una obra que trata una materia de
patrimonio común, sometida al magisterio de la Iglesia, por cuanto si bien en
lo relativo al fondo o esencia de los temas nadie podría alegar creación intelec-
tual ni propiedad exclusiva, ello no significa que aún dentro de los límites de
la aludida materia, no exista derecho intelectual susceptible de protección rela-
tivo al modo de expresión, estilo literario, método de estudio, etc., y del examen
y comparación de las obras presentadas por el actor resultan, en principio,
elementos que permiten presumir verosímilmente el derecho alegado en la de-
manda" (Cám, Civ. Cap., sala C, L. L., T. 99, pág. 762). "Es improcedente el
embargo preventivo pedido en el juicio por indemnización por daños y perjui-
cios derivados de la ley 11.723, si la medida no comprende el producto que
se haya percibido', según lo preceptúa el artículo 79 y tampoco encuadra el
caso en el artículo 443 (hoy 209) del código procesal" (Cám. Civ. Cap., L. /..,
T . 36, pág. 205).
33
514 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
10 Véase nota 8.
11 "El artículo 460 (hoy 207) del código procesal civil, es aplicable a las
medidas autorizadas por la ley 11.723" (Cám. Civ. 2» Cap., J, A., T. 49, pág. 297).
12 "Es preciso aceptar el criterio que reconoce y respeta el ámbito propio
de la protección y no el que la restringe. Es principio elemental de hermeneúltica
jurídica que entre la interpretación que dificulta el Jogro de los fines principales
perseguidos por la norma y la interpretación que los favorece, esta última ha de
ser la preferida. Habida cuenta de que uno de esos fines literalmente especifi-
cado en el artículo I de la Convención de Ginebra de 1952, es 'asegurar una
protección suficiente y efectiva', no sólo al 'derecho de los autores', sino también
a 'cualesquiera otros titulares de esos derechos' " (Corte Suprema, L. L., T. 107,
pág. 382, con nota de NERVA; Fallos, T . 252, pág. 262; J. A., 1962-IV, pág. 252;
516 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
Digesto Jurídico La Ley, T. II, pág. 708). Véase también: MENDII.AHARZU, EDUARDO
I'.: La Convención Universal de Ginebra de 1952 sobre derecho d,e autor, L. L-,
T. 71, pág. 798, y del mismo autor: Nuestra ratificación de la "Convención Uni-
versal" en materia de derechos de autor y su incidencia en nuestro régimen na-
cional, L. L„ T. 89, pág. 917.
13 "Cuando se trata de una obra comprendida dentro de la Convención Uni-
versal de Ginebra de 1952 sobre derechos de autor, publicada por primera vez
fuera del territorio de la Argentina —y cuyo autor no sea nacional de este país—,
para que el titular de los derechos del artículo III de aquella reciba la protección
que nuestras leyes acuerdan, basta que haya hecho 'reserva' de esos derechos,
colocando el símbolo © acompañado de su nombre y de la indicación del año
de la primera edición, en la manera y condiciones que la norma especifica"
(Corte Suprema, L. /.., T . 1 0 7 , pág. 3 8 2 ; con nota de NERVA; Fallos, L . 2 5 2 ,
pág. 2 6 2 ; /. A., 1 9 6 2 - I V , pág. 252; Digesto Jurídico La Ley, T. II, pág. 7 0 8 ) .
DERECHOS INTELECTUALES E INDUSTRIALES 517
17 "Una denuncia de infracción a la ley 111 debe tramitarse con las reglas
170. Objeto de este capítulo. - 171. Las medidas cautelares en los pro-
cesos sucesorios. - 172. Las medidas cautelares en el concurso civil. -
173. Las medidas cautelares en el concurso comercial.
que se refiere esta parte del artículo, es obligatorio siempre, como el me jo«' medio
de proteger el interés fiscal y de terceros. Ver: SERANTES PEÑA, OSCAR, y CLAVELL
BORRAS, JAVIER: Código..., nota al artículo 715.
MEDIDA CAUTELAR EN LOS PROCESOS UNIVERSALES 525
3 Buenos Aires, arts. 744 y sgts.; Corrientes, arts. 601 y sgts.; Entre Ríos,
arts. 742, 744 y sgts.; Jujuy, art. 472; Mendoza, art. 346; Salta, arts. 608 y sgts.;
San Luis, arts. 927 y sgts.; Santa Fe, arts. 599 y sgts.; Santiago del Estero, arts. 733,
734 y sgts.; Tucumán, arts. 667 y sgts.
528 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
34
530 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
bienes, inter logra otra fuente de recursos para subvenir a sus nece-
sidades y a las de su familia, el alimentante es la masa, vale decir,
los propios bienes del concursado, de los cuales se le priva para
hacer frente a sus deudas. Por eso dije que esta institución se encuen-
tra más próxima a la inembargabilidad de ciertos bienes (art. 73,
inc. 79), que a la fijación provisoria de alimentos.
CAPÍTULO X X I I I
en el segundo inciso del art. 302: "El juez, antes o después de intentar
la reconciliación y aun antes de deducida la demanda, si así se soli-
citare, podrá ordenar la guarda de la esposa1 y de los hijos menores
o incapaces, conforme a lo dispuesto por el art. 127 (medida cautelar
de guarda de personas), las medidas precautorias sobre los bienes
que autorizan el cód. civil y la ley de matrimonio y disponer sobre
alimentos provisorios y litisexpensas, conforme a los arts. 129 y 130".
Es decir, contempla las medidas cautelares sobre las personas (su
guarda y satisfacción de necesidades urgentes), y sobre los bienes.
Por remisión a los incisos 2*? a 69 del art. 302, el mismo código
autoriza idénticas medidas en los procesos por nulidad de matrimonio,
a los cuales puede acumularse "la acción para separar o dividir los
bienes" (art. 303, incisos 19 y 49).
La Cámara Civil de la Capital, sala D, ha resuelto que "a pesar
de demandar la nulidad del matrimonio, es perfectamente legítimo
el derecho de la esposa para solicitar y obtener medidas precauto-
rias" 2 . Si se piensa que en el caso de buena fe de uno o de ambos
cónyuges, él matrimonio produce efectos hasta que se declare su nuli-
dad, respecto al o a los cónyuges de buena fe y a los hijos (arts. 87
y 88, ley 2393) y que hasta el matrimonio nulo, con mala fe de
ambos cónyuges, trae como consecuencia la división de los bienes
de la sociedad de hecho (art. 89), se comprende sin esfuerzo la pro-
cedencia de las medidas cautelares en esta clase de procesos3. Agré-
guese que la buena o mala fe resultará de la prueba que se rinda
y que las medidas cautelares sobre las personas y sobre los bienes se
piden y decretan, por regla general, ante o en limine litis.
El art. 1295 del cód. civil dice que "la mujer puede pedir" las
medidas cautelares que autoriza, pero desde la sanción de la ley de
derechos civiles de la mujer, también está habilitado el marido para
solicitarlas 4 .
El objeto de las medidas sobre los bienes es asegurar los derechos
del cónyuge que las pide, al liquidarse los de la sociedad conyugal5,
"en la extensión indispensable y en modo que no signifique una
traba al normal desenvolvimiento de los negocios del otro cónyuge" 6.
4 "Las medidas autorizadas por el art. 1295 del código civil, en favor de
la esposa, pueden ser solicitadas también por el marido, a partir de la sanción
de la ley 11.357... Por tanto, el marido puede pedir la inhibición general de
la esposa... sin perjuicio de que se reduzca a sus justos límites, una vez
que se conozcan la naturaleza de los bienes y la garantía que se ofrezca, lo que
constituye una cuestión de hecho que puede resolverse sumariamente" (Cám.
Civ. Cap., /. A., 1948-1, pág. 233). "Aunque el marido está habilitado para
pedir medidas precautorias (art. 1295, cód. civil), el criterio para decretarlas
debe ser restrictivo, por no ser corriente que la esposa esté en posesión o admi-
nistre los bienes propios del marido o de la sociedad conyugal..., debe justi-
ficarse prima facie los hechos alegados como fundamento de la medida" (Cám.
Civ. 2» Cap., J. A., 1948-III, pág. 94). Ver nota 6, cap. XIX.
5 Cám. Civ. Cap., sala C, L. L., T . 65, pág. 205. Véase GUACLIANOÑE, AQUILES
H.: Disolución..., capítulo VII, Protección del no administrador una vez plan-
teado el juicio, pág. 169; BARROETAVERA, DIEGO LUCIO: El divorcio..., págs.
130 y sgts.
6 Cám. Civ. Cap., sala C, /. A., 1954-1, pág. 233, con nota de ORÚS. Análogo:
Cám. Civ. 2» Cap., J. A., 1948-IV, pág. 322; Cám. Civ. y Com. Mendoza, /. A.,
1950-1, sec. doctr., pág. 225. "Siendo la finalidad del art. 1295 del código civil,
garantizar el patrimonio de la esposa... la extensión de las medidas precauto-
rias, depende de las distintas situaciones de hecho que pueden presentarse y de
la naturaleza de los bienes que se pretende asegurar" (Cám. Civ. 2^ Cap., J. A.,
1951-1, pág. 805) . "Las medidas cautelares autorizadas por el artículo 1295 del
código civil, tienden asegurar la integridad del patrimonio de la mujer frente
a las facultades de administración del marido, por lo que la extensión de aque-
llas depende de las circunstancias particulares de cada caso, en la medida y
en modo que no signifique una traba al normal desenvolvimiento de los nego-
cios de aquél". (Cám. Civ. Cap., sala C, J. A., 1968-1, pág. 417). Ver nota 3.
Sobre nombramiento por el juez de un interventor o administrador en los ne-
gocios del demandado y en las sociedades de que forma parte, véase GUACLIANONE,
AQUILES H,: Disolución..., pág. 174.
PROCESOS SOBRE CUESTIONES DE FAMILIA Y PERSONAS 545
35
546 TRATADO DE LAS, MEDIDAS CAUTELARES
artículo 1295 del código civil, no exigen ninguna de las cauciones que establecen
las leyes procesales" (Cám. Civ. 2^ Cap., G. F., T. 186, pág. 91). En el mismo
sentido: Cám. Fed. Bahía Blanca, L. L., T. 60, pág. 244. "Las medidas precauto-
rias en la separación de bienes deben diligenciarse conforme al código civil
y no a las leyes procesales" (Cám. Civ. 2* Cap., G. F., T. 178, pág. 277; Digesto
Jurídico La Ley, T. I, pág. 1064).
12 "No procede disponer el deshaucio del marido del hogar conyugal a
dice que "el juez en cualquier estado del proceso, puede decretar
medidas precautorias sobre la persona y bienes del presunto insano"
(art. 307, ?>•'), cuando claro está, ellas sean necesarias para preservar
de peligro al demandado, a sus familiares, a terceros y a sus bienes
Estos últimos, de existir realmente la incapacidad cuya declaración
se pretende, podrían ser fácil presa de aprovechados parientes o
amigos.
El código civil autoriza la designación de un curador a los bienes
"o un interventor en la administración del demandado por incapaz"
(arts. 148 y 471). Esta última medida de cautela es menos enérgica
que la primera y sólo implica la vigilancia de los actos del presunto
incapaz, respecto a la administración de sus bienes (parágrafo 88 y
105). Por la remisión que hace el art. 475, a las normas sobre la
tutela, debe admitirse que al curador, sea definitivo o provisorio,
deben serle entregados los bienes, previo inventario (art. 408).
La inhibición del presunto incapaz tiene los mismos efectos
que la prevista en los procesos concursorios (parágrafos 172 y 173),
aun cuando su objeto, como el proceso mismo, sea la protección del
interés del denunciado.
El inventario debe cumplirse en la forma reseñada en el parágr.
171, pero sólo debe ordenarse cuando resulte de evidente necesidad28.
El proceso por declaración de incapacidad es caro y los jueces deben
procurar, en lo posible y sin desmedro de las seguridades necesarias,
que no se produzcan más gastos que los estrictamente indispensables.
El objeto del inventario es, como se dijo en un fallo, "deslindar
las responsabilidades del curador provisorio... fijar la naturaleza
y número de los bienes que el curador definitivo debe entrar a admi-
nistrar" 2 9 .
1 "Art. 163: Además de los actuales treinta, se instalarán los diez juzgados
colisión con norma expresa de esta ley, las siguientes disposiciones del Código Proce-
sal Civil y Comercial: artículos 3" y l'-'; 6? incs. 49 y 5''; 79 a 13; 17 a 33; 34, inc.
19, primer párrafo; 34, incs. 29, 4', 5' y 6"; 35 a 40; 44 a 47; 49 a 58; 68; 70
a 100; 102 a 104; 111 a 119; 120, segundo párrafo; 121 a 126; 127, inc. 3?; 128
a 132; 134; 145; 150, segundo párrafo; 152 a 154; 157, segundo y tercer pá-
rrafos; 160 y 161; 163 a 165; 166, incs. 19, 39,49, 59 y 79; 167 a 169; 171 a 174;
176, 179, primera parte; 190; 193 a 198; 202 a 209; 212, incs. 29 y 39; 213 a 233;
238 a 240; 245, primer párrafo; 252; 254 a 258; 263; 269 y 270; 273; 277 a 279;
283; 288 a 300; 302 a 307; 309; 321, inc. 19; 323, incs. 19, 29, 69, 79, 89 y
i 09; 324 a 329; 333, segundo párrafo; 339, tercer párrafo; 342, segundo párrafo;
349, incs. 29, 3» y 49; 352, primer párrafo; 354, incs. 19, 29 y 39; 364; 366; 377
y 378; 381 y 382; 386 a 398; 399, primero y segundo párrafos; 399, tercer
párrafo, primera parte; 401, 403; 405; 407; 410, primero y tercer párrafos; 411
a 416; 418 a 421; 423 a 428; 429, primero y segundo párrafos; 435 y 436; 438
a 441; 442, segundo y cuarto párrafos; 443 a 454; 457; 459, 464; 466 a 477;
479 y 480; 498; 501; 513; 517 a 519; 560; 561, segundo párrafo; 562 a 575; 577
a 592; 594; 604 y 605.
Las demás disposiciones del Código Procesal Civil y Comercial serán su-
pletorias en la medida que resulte compatible con el procedimiento reglado en
esta ley".
556 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
Tratado XI, del Proceso Laboral, de esta colección, más aún cuan-
do ello resulta un imperativo ante la permanente cita que de la pri-
mera edición hiciera la comisión redactora.
113 del decreto-ley 32.347, sobre solicitud de medidas cautelares por el Minis-
terio Público, aunque con leves modificaciones. El segundo párrafo del artículo 62
del proyecto dispone que cuando cualquier acto de disposición u ocultamiento
de bienes por parte del empleador pudiera comprometer la efectividad de los
derechos conferidos por normas del derecho del trabajo, el Ministerio Público
558 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
36
5 6 0 T R A T A D O DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
Alfabético de autores
Alfabético de materias
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INDICE ALFABÉTICO DE AUTORES 567
92, 112, 122, 152, 287, 311, 376, 377, instituciones provinciales, en Jurispru-
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1295 71, 171, 240, 390, 542, 544, 545, 2513 368.
546, 547, 548. 2706 341, 342.
1296 186. 2777 354.
1297 -548. 2786 23, 219, 274, 277, 504.
1298 548. 2787 505.
1306 461. 2788 23, 236, 371, 504.
1324 119. 2803 505.
1358 391. 2850 506.
1361 391. 2851 506.
1370 23. 2856 506.
1430 393, 394. 2857 506.
1449 391. 2858 506.
1452 391. 2861 506.
1558 194, 198, 232. 2908 506.
1580 198. 2939 506.
1590 198. 2967 506.
1618 198. 3034 506.
1682 340. 3108 195, 367.
1683 318, 327. 3110 204, 284, 508.
1684 23, 63, 303, 317, 318, 326, 327, 3128 367.
329, 332, 334, 335, 336, 338, 339, 3134 367.
340, 342, 349. 3135 295, 353.
1685 318. 3157 285, 507.
1870 96, 315. 3158 23, 45, 285, 507.
1880 316. 3159 507.
1986 195, 202, 205. 3160 507.
1988 206. 3204 509.
1995 206. 3220 509.
1998 83, 206. 3284 95, 195.
2000 207. 3433 23, 527, 529.
2006 208. 3434 528.
2013 208. 3540 129.
2025 208. 3541 129.
2029 233. 3773 528.
2086 202. 3857 528.
2185 108, 131. 3875 187, 194.
2284 108. 3883 186, 232.
2311 279. 3884 232.
2313 279. 3885 232.
2356 354. 3940 140, 199.
2362 354. 3946 198.
2417 496. 3999 194, 196, 197, 198.
2422 354.
2469 496. CÓDIGO DE COMERC
2482 41.
2483 23, 371, 499. I 277.
2486 506. 53 249, 250.
2487 496. 55 246.
2490 41, 496. 63 246, 248.
2498 497.' 64 247, 248.
2499 497, 498, 502, 503. 93 250.
2500 371, 497, 498. 95 250.
2505 295, 352, 353. 109 250.
2506 511. 194 393, 395.
ÍNDICE DE DISPOSICIONES LEGALES 571
211 72, 186, 231, 238, 239, 251, 252, 328 411, 416, 422, 424, 432.
265. ' 329 128, 277.
212 74, 79, 114/ 152, 221, 251, 253, 330 254.
254, 255, 256, 258, 259, 260, 266, 348 42.
354. 356 74, 255, 256, 257, 258, 266.
213 106, 110, 171, 172, 267. 379 432.
214 107, 266, 267. 382 420.
215 105, 267, 310. 417 258.
216 150, 267. 430 415.
217 132, 139, 144, 150, 268. 473 418.
218 269. 479 418, 419.
219 125, 267, 268, 269. 491 415.
220 269. 502 38, 260.
221 72, 74, 108, 123, 128, 130, 146, 507 38.
147, 186, 188, 219, 279, 280, 324. 515 188.
222 72, 128, 303, 304. 305, 323, 328, 518 261.
330, 341. . 525 233.
223 128, 130, 133, 134, 137, 309, 323, 526 233.
345. 531 37, 80, 217.
224 72, 135, 137, 138, 321, 324, 328, 532 218.
329, 330, 332, 336, 346. 534 289, 292.
225 109, 135, 136, 145, 345, 526. 537 150.
226 309. 538 106.
227 63, 130, 138, 139, 303, 320, 324, 540 173.
342. 541 173.
228 37, 72, 172, 173, 288, 289, 292, 553 106.
293, 294, 297. 555 43.
229 72, 352, 355, 356, 358, 362, 363, 556 43.
365. 560 285, 324, 401.
230 72, 372, 374, 375, 377, 379, 380, 570 363.
381, 384. 609 499.
231 72, 390, 391, 613 499, 500.
232 66, 72, 244, 400, 503, 521. 6 1 6 4 9 9 • 500.
688 532. 448 83, 114, 221, 255, 256, 258, 261,
690 532. 354.
691 532. 449 83, 162.
692 43. 452 103, 349.
712 534, 535. 453 171, 174, 188.
715 40, 47, 129, 524, 530, 531. 455 110.
717 524, 525. 459 132, 139, 144.
719 528. 460 113, 117, 515.
735 525, 527. 463 94, 95.
738 526. 476 171.
736 129, 525. 602 475.
740 526, 530. 603 474, 475.
741 526. 604 476.
742 40, 527, 530. 605 477.
743 527. 606 477, 478, 487.
744 527. 607 460, 467, 477, 478, 487.
760 527. 641 530.
761 527. 643 525.
762 129.
780 94.
801 442. REFORMA PROCESAL
802 452. LEY 14.237
803 451, 552.
804 552. (Derogada por ley 17.454)
809 402, 422, 424, 426, 428.
811 401. 6 475.
820 21. 12 475.
15 227.
21 64, 181, 318, 475.
CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO 31 476.
CIVIL DE LA CAPITAL 33 475.
FEDERAL 36 476.
48 190.
(Derogado por ley 17.454) 64 467, 474, 475.
77 47.
88 47
3 475.
62 64, 503.
57 417. REFORMA PROCESAL
67 219, 274, 408.
DECRETO-LEY 23.398/56
70 408.
71 254. (Derogado por ley 17.454)
75 475. 21, 34, 227.
125 417.
126 417.
216 476. PROCEDIMIENTO CIVIL FEDERAL
222 349. LEY 50
443 47, 83, 220, 221, 225, 226, 227, (Derogada por ley 17.454)
229, 235, 238, 239, 245, 258, 507,
513. 55 42, 521
444 85, 86, 158; 162, 163. 322 262.
445 221, 233. 324 262.
446 188, 221. 342 500.
447 83, 221, 224, 236, 242, 438. S45 500.
574 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
* Nos remitimos a los mismos artículos del código nacional, con los cuales
coinciden en texto y numeración.
Í N D I C E D E DISPOSICIONES L E G A L E S
126 81, 410, 415, 418, 419, 427, 428, 392 105.
430. 395 139.
127 437, 455, 456, 480, 543. 396 116.
128 394, 397, 399. 397 172, 289.
129 460, 466, 480, 484, 486, 487, 543. 398 93.
130 491, 543. 399 93.
138 289. 436 289.
173 42. " 494 173.
202 418*419. 546 498.
207 284. 563 466, 478.
210 460, 480, 487. 564 478.
216 «498. 567 478.
236 173, 177, 189. 568 478.
267 509. 569 491.
302 543. 608 527.
303 543. 687 290.
304 552. 796 452.
307 444, 551. 798 452.
315 40, 94, 529.
337 133.
346 527. SAN JUAN
362 290, 532.
140 486.
MISIONES *
322 419.
324 419.
637 bis 291, 446. 421 inc. 29 235,
421 inc. 69 415,
424 415.
SALTA 425 426, 431.
426 426, 430.
77 219, 276. 428 408, 413.
78 408, 415. 553 528.
79 430. 556 137.
80 413. 557 94.
371 244. 621 132.
379 inc. 1? 227. 702 498.
379 inc. 4? 246. 703 498.
379 inc. 59 229. 762 289.
380 157. 833 491.
381 232. 877 466.
382 233. 882 484.
383 236, 505. 884 485.
384 74, 260, 261. 897 290.
386 98. 1041 inc. 19 227.
388 102, 105. 1041 inc. 2 9 244.
389 103, 175, 185, 187. 1041 inc. 4 9 246.
390 185, 208. 1041 inc. 5 9 228.
391 173. 1042 157.
298 176,
QO
CÓRDOBA
299 185.
235 282.
300 98.
302 105.
MENDOZA
304 105.
307 116. 235 282.
308 102.
343 304, 321. SAN JUAN
344 139.
394 173. 232 282.
526 466.
529 479. PROCEDIMIENTO LABORAL
531 491. LEY 18.345 *
534 incs. 19 y 2" 438.
534 inc. 3 ' 442. DECRETO-LEY 32.347/44
534 inc. 49 452. (Derogado por ley 18.345)
535 438.
536 inc. 19 439. 96 103.
536 inc. 29 439. 111 229, 260.
538 455. 112 289.
539 439. 113 47, 218, 289, 557.
540 442.
541 456. LEYES NACIONALES
546 550. LEY 111
560 43.
578 412. Patentes de invención
580 427. 1 517.
586 431. 15 517.
600 394, 397. 33 517.
601 398, 422. 53 518.
603 400, 422. 57 518.
667 527. 58 203, 517, 518, 520.
741 290.
LEY 1893
CÓDIGOS PROCESALES PENALES Registro de la propiedad
NACIONAL
[Derogada por ley 17.417]
* Por disposición del artículo 155 de esta ley, son aplicables en el fuero
laboral, en lo que hace a medidas cautelares, los artículos 195 a 198; 202 a 209;
212, incisos 2' y 3?, y 213 a 233 del Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación, al cual nos remitimos. Véase el estudio de esta ley en págs. 554 a 560.
582 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
21 441. 21 537.
2 3 . 441. 45 391, 537.
24 441. 4 53 39, 129, 537.
31 441. 58 538.
32 441. 60 129, 537.
51 459, 463, 471. 66 539.
53 439, 440. 71 538.
67 440. 73 537, 538, 540.
67 bis 449. 75 538.
68 47, 436, 438, 440, 441, 444, 447, 104 538.
450, 451, 459, 461, 469, 470, 471, 177 539.
472, 491, 542, 546.
68 bis 463.
72 449. LEY 11.723
74 47, 240, 548.
Propiedad intelectual
76 447, 448, 449.
77 449. 4 514.
79 469. 13 514.
80 461, 469, 470, 487. 14 280, 514.
87 543. 63 513.
88 543. 72 280, 281.
89 543. 79 67, 73, 128, 163, 280, 281, 512,
513, 514.
LEY 3975
Marcas de fábrica LEY 11.867
6 519. Fondos de comercio
42 519.
47 519. 2 200.
53 520. 3 452.
57 519, 520, 521. 4 194, 196, 200.
59 520. 5 200.
60 520. 6 201.
61 520.
63 520.
64 519, 520, 521. LEY 17.417
Págs. 20, 23, 48, 51, 53, 63, 65, 66, 82,
32.347/44 ver Procedimiento Laboral.
123, 153, 164, 169, 177, 184, 215, 267,
15.347/46 353, 366. 271, 27!2, 276, 282, 396, 405, 416, 419
1793/56 21. 422, 429, 501.
23.398/56
5286/57 129, 453, 454.
6618/57 281. PERÚ
6621/57 103. Pág. 287.
12.454/57 209.
13.128/57 325.
UNIÓN SOVIÉTICA
13.129/57 123, 127.
412/58 463. Pág. 56.
1285/58 21, 141, 554.
4028/58 127. SUIZA
6582/58 128, 292.
2021/63 283. Págs. 262, 440.
5965/63 241, 242.
6601/63 250. URUGUAY
8204/63 296.
Pág. 274.
LEGISLACIÓN EXTRANJERA
VATICANO
ALEMANIA
Págs. 20, 54, 57, 215, 216, 262, 274. Págs. 54, 273.
ÍNDICE ALFABÉTICO DE MATERIAS
La referencia numérica indica la página donde la materia es considerada.
38
1
592 TRATADO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
PRIMERA PARTE
SEGUNDA PARTE
TÍTULO I
CAPÍTULO X. El secuestro.
CAPÍTULO X I . La inhibición.
TÍTULO II
TÍTULO I I I
ASEGURAMIENTO DE PRUEBAS
ISO. Concepto. Elementos. - 181. Las medidas cautelares sobre las prue-
bas en nuestro derecho. - 132. Las informaciones "ad perpetuam" y la
instrucción preventiva. - 133. Especies. - 134. La prueba de testigos. -
135. Prueba de confesión. - 136. Examen, inspección o reconocimiento
judicial. - 137. El reconocimiento judicial fuera de la circunscripción
judicial. - 138. Prueba pericial. - 139. Procedimiento. - 139 bis. Pro-
ducción de prueba denegada 405
TÍTULO I V
TÍTULO V
T E R C E R A PARTE
A D D E N D A