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El Hombre más rico de Babilonia por George S.

Clason
– El primer capítulo: El hombre que deseaba oro

La historia de este libro comienza con dos hombres hablando; Bansir y Kobi, ellos se encontraban en la
ciudad de Babilonia y su tema de conversación era de cómo podían ser ricos, cómo podían obtener
riquezas y de lo mal que se sentían al ser pobres. Ellos contaban y explicaban que por más que se la
pasaban trabajando arduamente todos los días, horarios extensos de trabajo y mucho esfuerzo, con lo
poco que ganaban jamás iban a ser ricos.

En esas, se acordaron de su amigo Arkad, un viejo amigo de la escuela, un hombre promedio, con las
mismas oportunidades que ellos, el mismo nivel social, un hombre normal, tradicional. Bansir y Kobi no
lograban entender cómo este hombre del común se había convertido en el hombre MÁS RICO de
Babilonia. Al sentirse tan frustrados y aburridos deciden ir donde Arkad para que éste les explicara y les
enseñara el secreto de su éxito financiero.

– El segundo capítulo: El hombre más rico de Babilonia

Llegaron donde Arkad; quien siempre estuvo muy abierto y feliz de contarles el secreto de cómo se
convirtió en el hombre más rico. Éste contó el secreto por medio de varias historias que tuvo durante su
vida hasta lograr su éxito.

Al principio Arkad era un trabajador común y corriente y se encontraba haciendo un trabajo específico a
un prestamista. Este prestamista le había dado 2 días para que tuviera todo el trabajo listo y este no lo
logró; en esas Arkad desesperado le pregunta al prestamista el secreto mediante el cual éste se había
hecho tan rico; pero el prestamista le responde que cuando le termine la tabla (es decir el trabajo que le
puso); éste le contaría el secreto.

Arkad termina su trabajoy Algamish, el prestamista, cumple con su parte; este le dice “trabaja para ti,
además de hacerlo para los demás”; “nunca reniegues de lo que día a día obtienes”; “una parte de lo
que ganas a diarios consérvala”; “no te beneficies de lo que no te pertenece, cortarás el árbol de tu
riqueza de raíz”.

– El tercer capítulo: los siete medios para llenar una bolsa vacía

Nos enseña los siete medios para llenar una bolsa vacía. Babilonia se había convertido en una ciudad en
donde no había riqueza en general sino en particular. El Rey Sargón preocupado por la situación de
pobreza que estaba viviendo Babilonia ordenó llamar al hombre más rico, Arkad, y le pide que enseñara
a todos los ciudadanos su conocimiento para tener riqueza; puesto que lo que buscaba el rey era que el
secreto para ser rico fuera transmitido de personas a personas.

Arkad acepta el reto y se reúne con algunos ciudadanos, a los cuales les dijo que en siete días les iba
enseñar los siete medios para llenar una bolsa vacía:
Empieza a llenar nuestra bolsa: es decir que si ganas 10 monedas debes gastarte solo 9 de ellas y la
moneda restante la debes ahorrar.

Controla tus gastos: esto lo puedes hacer diferenciando cuáles son tus gastos obligatorios (que necesitas
tener) y cuáles son tus deseos.

Haz que tu oro de frutos: para esto invierte tu oro en negocios que den rendimientos.

Tienes que proteger tu tesoro de cualquier pérdida: entonces revisa que el oro que inviertas en los
negocios si sea devuelto. Para esto debes consultar solo con expertos en la materia y revisar la
reputación de los deudores.

Debes poseer casa propia.

Tienes que asegurar ingresos para el futuro.

Debes aumentar tus habilidades para adquirir bienes.

– El cuarto capítulo: La diosa de la fortuna

Los ciudadanos de Babilonia querían saber más y más sobre la forma para hacerse ricos; uno de los
secretos que querían saber era cómo atraer la suerte. Ellos pensaban que los únicos que eran capaces
de atraer esta suerte eran los ricos tradicionales o aquellos que habían sido bendecidos por la diosa de
la fortuna desde el comienzo.

Por ende Arkad les explica que la Diosa de la Fortuna sólo les sonríe a aquellas personas que trabajan
duro, ahorran con disciplina el 10% de su salario e invierten de manera sensata. La Diosa de la Fortuna
busca personas que no pospongan sus decisiones y que sean capaces de asumir sus retos a tiempo.

Al final de la historia que Arkad les cuenta a sus alumnos de un comerciante que vende rebaños; les dice
“la suerte puede sonreírnos si aprovecháis las ocasiones que se presentan”. Entonces la suerte la
tenemos todos siempre y cuando sepamos aprovechar cada situación, cada oportunidad que se nos
pone en el camino en el momento preciso y con la inteligencia adecuada.

– El quinto capítulo: las cinco leyes del oro

Arkad cuenta una historia entre él y un viejo amigo Kalab; el cual le dice a Arkad que escoja entre: una
tablilla de arcilla con las cinco leyes de oro o un saco de oro. Arkad como todos sus estudiantes escoge el
saco de oro; pero lo que éstos no habían reflexionado era que para que un saco de oro si no saben hacer
uso del dinero; en cambio la tablilla de arcilla te daba toda la sabiduría que necesitarías para obtener
dinero y ganar cada vez más.

Luego Arkad cuenta la historia de su hijo y el dinero; Arkad le da a su hijo un saco de oro y la tablilla con
las 5 leyes de oro; para que este le demostrara a Arkad si era realmente bueno para administrar toda la
herencia de sus padres. Entonces su hijo malgasta todo el dinero que Arkad le dio en una bolsa; luego
cuando estaba en la ruina fue que se acordó de:

Las cinco leyes de oro:

#1 El oro acude fácilmente al hombre que reserva una décima parte de sus ganancias. Acá les enseña a
ahorrar el 10% de sus ganancias.

#2 El oro es rentable para quien lo posee y quien lo usa en algo provechoso.

#3 El oro permanece con su dueño, siempre y cuando éste lo sepa invertir.

#4 El oro escapa cuando se desconoce el negocio en el que se invierte.

#5 El oro huye cuando se siguen los consejos de personas incorrectas.

Entonces Nomasir, el hijo de Arkad, consiguió un trabajo y comenzó a aplicar las cinco leyes de oro.
Obtuvo el dinero que necesitó, y ahí se dio cuenta que era más importante contar con sabiduría, puesto
que esta te ayudaría a obtener más dinero. Arkad al ver toda la transformación de su hijo, se dio cuenta
que su herencia quedaría en buenas manos.

– El sexto capítulo: el prestamista de oro de Babilonia

El capítulo cuenta la historia de Rodan, un fabricante de lanzas que estaba muy feliz de haberse ganado
cincuenta monedas de oro por su arduo trabajo. Éste no sabía qué hacer con esas monedas, si
guardarlas o prestárselas a su hermana que las necesitaba para que su esposo hiciera un negocio.

Entonces, Rodan en ese desespero va a hablar con Matón, el prestamista de oro y comerciante de joyas
y telas. Rodan no iba a pedirle dinero prestado, sino iba a pedir un consejo. Matón estaba bastante
sorprendida era la primera persona que acudía a él, por un consejo y no para pedirle dinero.

Rodan le explica a Matón su indecisión de qué hacer con el dinero. Matón le responde a Rodan su
inquietud con una historia entre un asno y un buey. El buey no quería trabajar, estaba cansado,
entonces entre el asno y el buey hacen un pacto; en donde el buey se hace el enfermo, y entonces al
asno le toca trabajar lo que le corresponda ambos. La enseñanza de esta historia termina siendo que “si
quieres ayudar a tu amigo; hazlo de forma en que luego no recaigan sobre ti sus responsabilidades”.

Rodan luego de oír varias historias de Matón se da cuenta que es mejor prevenir que curar. En vez de
malgastar el dinero ayudando a personas que no le garantizan su devolución; mejor invertirlo en algún
negocio en el cual está seguro de su devolución. Es mejor un poco de cautela y objetividad a la hora de
prestar su dinero antes que un gran pesar.

– El séptimo capítulo: las murallas de Babilonia

Aquí cuenta la historia e como Babilonia se protegió con sus murallas a la hora de la guerra. Esta historia
es contada para enseñar la importancia de estar protegidos, tanto de la guerra, de los negocios, de las
inversiones y demás. Se debe buscar estar protegido de la manera adecuada para no perderlo todo.

– El octavo capítulo: el tratante de camellos de Babilonia

En este capítulo se cuenta la historia de Dabasir; un ciudadano de Babilonia que por darle gusto a su
mujer para que esta tuviera lo mejor, se endeudo muchísimo. Luego se dio cuenta que deber dinero no
era una buena solución; que lo haría más pobre y con menos oportunidades cada vez.

Así es que decide hablar con todas las personas a las que le debía dinero; les aseguró que les iba a pagar
a cuotas. Y fue así como pago peso por peso que debía y volvió a obtener la confianza en las personas
que alguna vez perdió. La enseñanza es que “cuando se está determinado se encuentran los medios”.

– El capítulo noveno: las tablillas de barro de babilonia

Aquí se muestran las cinco tablillas de barro más importantes, en donde cada una dice una lección.

Aparta la décima parte de lo que ganes, vive en armonía con tu familia dándoles amor y lealtad y no
gastes más de lo que debes para no estar lleno de deudas.

Haz un listado de todas las personas a las que les debes, y el monto.

Habla con cada una de las personas a las que les debes y págales así sea a cuotas.

Guarda una décima parte de lo que ganas; gasta siete décimas de lo que ganas y las dos décimas que
quedan serán destinadas a pagar tus deudas.

Invierte adecuadamente tu dinero para hacerlo producir.

El último capítulo: El babilonio más favorecido por la suerte

Cuenta la historia de cómo un nieto no sabía de la vida pasada de su abuelo y se la pasaba criticando a
los esclavos; decía que el trabajo era solo para los esclavos. Entonces un gran hombre le contó la historia
de su abuelo; en donde contó que su abuelo había sido por mucho tiempo esclavo, pero al esforzarse y
esforzarse trabajando había logrado la fortuna que hoy en día tenía.

Este libro es una gran guía para mejorar la relación con el dinero; para aprender a valorar lo que se tiene
y para saber cuánto y en qué gastar. Seguro si todos seguimos todas las reglas que en este libro hay
sobre la inteligencia financiera; podremos enriquecernos más rápidamente y mantener nuestra riqueza.

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