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EXPEDIENTE 2943-2006
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, veinticinco de enero de dos mil siete.
En apelación y con sus antecedentes se examina la sentencia de fecha once de
julio de dos mil seis, dictada por la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y
Antejuicio, en el proceso constitucional promovido por la Asociación Casa Alianza por
medio del Presidente de la Junta Directiva, Francisco Arturo Echeverría Jordán, contra la
Sala Tercera de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social del departamento de
Guatemala. La postulante actuó con el auxilio del abogado Roberto René Alonzo
Castañeda.
ANTECEDENTES
I. EL AMPARO
A) Interposición y autoridad: presentado el ocho de julio de dos mil cinco, en la
Secretaría de la Corte Suprema de Justicia. B) Acto reclamado: resolución de diecinueve
de mayo de dos mil cinco, dictada por la autoridad impugnada, que dispuso no entrar a
conocer el recurso de apelación interpuesto contra el auto que desestimó la oposición
formulada por la Asociación Casa Alianza en el Conflicto Colectivo de Carácter Económico
Social planteado en su contra. C) Violaciones que denuncia: a los derechos de defensa
y petición y al principio jurídico del debido proceso. D) Hechos que motivan el
amparo: lo expuesto por la postulante se resume: D.1) Producción del acto
reclamado: El Sindicato de Trabajadores de la Asociación Casa Alianza (SITRACASA)
planteó Conflicto Colectivo de Carácter Económico Social en contra de la Asociación Casa
Alianza, argumentando que el Pacto Colectivo de Condiciones de Trabajo que regía las
relaciones laborales entre dicha Asociación y sus trabajadores, había sido suscrito el
veintisiete de abril de mil novecientos noventa y nueve, y su vigencia de treinta meses
finalizó el treinta y uno de octubre de dos mil uno; por no haberse denunciado en su
oportunidad se prorrogó tácitamente por treinta meses más, es decir por el período del
uno de noviembre de dos mil uno al treinta de abril de dos mil cuatro. El dieciséis de
diciembre del año dos mil tres denunciaron el pacto vigente a efecto de negociar uno
nuevo, haciendo entrega del proyecto del Pacto Colectivo de Condiciones de Trabajo a la
amparista por medio de la autoridad de trabajo más próxima, con el fin de iniciar las
negociaciones en la vía directa, la que se agotó sin haber obtenido resultados positivos.
Por ello, los representantes del Comité Ejecutivo del Sindicato, plantearon el Conflicto
Colectivo de Carácter Económico Social ante el Juzgado Séptimo de Trabajo y Previsión
Social de la Primera Zona Económica. La Asociación planteó oposición dentro del conflicto
colectivo para que se tramitara en incidente, y que en su oportunidad se declarara la
improcedencia del proceso iniciado en su contra y se ordenara levantar las prevenciones
dictadas dentro del mismo. Los principales argumentos planteados dentro de la oposición
fueron los siguientes: a) como consta dentro del acta de Asamblea General Extraordinaria
del SITRACASA, de fecha diecinueve de septiembre de dos mil uno, identificada con el
número sesenta, del libro de actas de asambleas generales en sus folios del ciento
cuarenta y nueve al ciento cincuenta y cinco por unanimidad se procedió a aprobar el
Pacto Colectivo de Condiciones de Trabajo de dos mil uno – dos mil cuatro, por lo que esa
representación en pleno del sindicato aprobó el proyecto de pacto dentro de sus
funciones, enumeradas dentro del artículo 222 literal d) del Código de Trabajo; b) no es
posible negar la representación legítima manifestada en la aprobación del Pacto Colectivo
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con la norma citada”. Conforme a lo anterior, esta Cámara considera que dicho fallo está
apegado a ley(sic), toda vez que el artículo 365 del Código de Trabajo actúa como materia
especial para el caso en concreto, según lo establecido en el artículo 140 de la Ley del
Organismo Judicial, que regula lo referente a las resoluciones finales en los incidentes y
que señala: “ El juez sin más trámite, resolverá el incidente dentro del tercer día de
concluido el plazo a que se refiere el artículo 138, o en la propia audiencia de prueba, si se
hubiere señalado. La resolución será apelable salvo en aquellos casos en los que las leyes
que regulan materias especiales excluyan este recurso o se trate de incidentes resueltos
por los Tribunales Colegiados”. Resulta procedente indicar, que el auto de fecha quince de
marzo de dos mil cinco, dictado por el Juzgado Séptimo de Trabajo y Previsión Social de la
Primera Zona Económica dentro del incidente de oposición, no es una resolución definitiva
que le pone fin al proceso del Conflicto Colectivo planteado por el Sindicato de
Trabajadores de la Asociación Casa Alianza, por cuanto al denegarse el mismo, debe
continuarse con el trámite del conflicto indicado, ya que no cumplió con el objetivo del
incidente de terminar con el trámite ordinario. También es de advertir que contrario a lo
antes señalado, si el incidente de oposición se hubiera declarado con lugar, la resolución
de fecha quince de marzo de dos mil cinco, se habría convertido en definitiva, toda vez
que la misma pondría fin al trámite del Conflicto Colectivo, caso en el que sí procedería la
apelación como medio idóneo para impugnar dicho fallo. Por lo anteriormente
considerado, esta Cámara estima, que no existe ningún (sic) violación a los derechos
enunciados por la entidad amparista que puedan ser reparados por esta vía constitucional,
por cuanto la Sala impugnada emitió fallo conforme lo preceptuado en los artículos 365
del Código de Trabajo y 140 de la Ley del Organismo Judicial, que son las normas
taxativas aplicables al caso, por lo que la presente acción constitucional no puede actuar
como una tercera instancia revisora de las actuaciones venidas en grado, tal y como lo
requiere el interponerte, dado que es facultad propia de los tribunales ordinarios según lo
establecido en el artículo 203 de la Constitución Política de la República de Guatemala, y
que si se entrase a revisar el criterio de la referida Sala se estaría actuando en vulneración
del artículo 211 de la Carta Magna, por lo que se estima que la presente acción
constitucional es notoriamente improcedente y debe resolverse lo que en derecho
corresponde, condenando e imponiendo las sanciones correspondientes”. Y resolvió: “I)
Deniega, por notoriamente improcedente, el amparo solicitado por la entidad Asociación
Casa Alianza, a través de su Presidente de la Junta Directiva Francisco Arturo Echeverría
Jordan (sic), contra la Sala de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social. II) Se
condena en costas a la entidad amparista. III) Se impone una multa de un mil quetzales
para el abogado patrocinante Roberto René Alonzo Castañeda la que deberá hacer
efectiva en la Tesorería de la Corte de Constitucionalidad dentro de los cinco días
siguientes de estar firme el presente fallo y en caso de incumplimiento su cobro se hará
por la vía legal correspondiente. Notifíquese…”.
III. APELACIÓN
La amparista apeló.
IV. ALEGATOS EN EL DÍA DE LA VISTA
A) La postulante, reiteró lo expuesto en su escrito inicial de amparo. Solicitó que se
declare con lugar el recurso de apelación interpuesto contra la sentencia dictada por la
Corte Suprema de Justicia y que, en consecuencia, se revoque la misma, declarándose con
lugar el amparo solicitado. B) El Ministerio Público, indicó que en el presente caso no
se vulneraron los derechos de defensa y petición y el principio jurídico del debido proceso,
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ya que el amparista utilizó todos los medios de defensa que tuvo a su alcance. Expresó,
además, que el auto que apeló no tenía carácter de apelable, por lo que la resolución que
constituye el acto reclamado no le provoca agravio que pueda ser reparado por esta vía,
en consecuencia, la actuación de la autoridad impugnada se encuentra enmarcado dentro
del ámbito de sus facultades, por lo que la acción de amparo es improcedente. Solicitó se
declare sin lugar el recurso de apelación interpuesto, se confirme la sentencia apelada y se
deniegue el amparo. C) Manases Salazar López, Luis Antonio Barrera (único
apellido), Israel Félix López Ramos, Alma Beatriz Lemus Hernández, Amanda
Angélica Hernández Cruz, Leonarda Consuelo Montufar Higüeros, Ronald
Augusto Osorio Vidal, indicaron que el amparo promovido deviene improcedente
porque no existe agravio en contra de la amparista, debido a que la autoridad impugnada
ha procedido en el uso de las facultades que le confiere la ley, y por lo tanto no ha violado
garantía constitucional alguna. Solicitaron que al resolver se declare sin lugar el recurso de
apelación y, en consecuencia, se confirme la sentencia elevada en grado.
CONSIDERANDO
-I-
El agravio se produce cuando una persona es afectada por un acto que le perturba
el ejercicio de sus derechos, siendo éste un elemento esencial para la procedencia del
amparo, sin su concurrencia no es posible el otorgamiento y protección que conlleva,
sobre todo cuando la autoridad impugnada ha actuado en el uso de sus facultades legales
y no se evidencia violación a ningún derecho garantizado por la Carta Magna, tratados o
leyes.
-II-
En el caso de estudio, la Asociación Casa Alianza acude en amparo contra la Sala
Tercera de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social, señalando como lesiva la
resolución de diecinueve de mayo de dos mil cinco, por medio de la cual, dicho órgano no
conoció en apelación el auto de quince de marzo del mismo año proferido por el Juzgado
Séptimo de Trabajo y Previsión Social de la Primera Zona Económica, que declaró sin lugar
el incidente de oposición planteado por la amparista dentro del conflicto colectivo
económico social iniciado en su contra por el Sindicato de Trabajadores de la Asociación
Casa Alianza.
Arguye la amparista que con la resolución anteriormente descrita se vulneraron sus
derechos, debido a que: cuando la autoridad impugnada declaró que la resolución de
quince de marzo no era apelable, violó su derecho de defensa, dejándolo en estado total
de indefensión al no darle trámite a los recursos interpuestos de conformidad con la ley.
Expresa también, que la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión
Social violó el debido proceso y su derecho de petición porque al no tener posibilidad de
plantear los recursos, no puede ejercer en forma efectiva su defensa. Además, al haberse
denegado el trámite de la oposición planteada, sin fundamento legal, se violó el derecho
de petición, porque aquella no se tramitó, ni se resolvió de conformidad con la ley.
En el presente caso la quid juris radica en determinar: a) la procedibilidad del
recurso de apelación aludido y, b) aclarado ese punto, se podrá establecer si la actuación
de la autoridad impugnada está enmarcada dentro del principio de legalidad o, si por el
contrario, vulnera el derecho de defensa del postulante.
-III-
El artículo 365 del Código de Trabajo, establece: “… En los procedimientos de
trabajo proceden contra las sentencias o autos que pongan fin al juicio, los recursos: … b)
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