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Módulo III: Principios rectores para la atención, toma de

denuncias y otras posibles intervenciones en casos de violencia


por razones de género.

La provincia de Río Negro posee un antecedente fundamental en cuanto a


la elaboración y aprobación de un Protocolo de Actuación para Casos de
Violencia por Razones de Género en el Ámbito Laboral en el marco de la
Comisión Tripartita para la Igualdad de Oportunidades- Género
(CTIO-GÉNERO), Comisión conformada mediante Ley provincial N° 5182.

En el Punto III, dicho protocolo establece los Principios de Interpretación


que serán rectores de las acciones que se lleven adelante ante casos de
violencia por razones de género en los ámbitos laborales. Si bien difiere de
la especificidad que a los/as funcionarios/as policiales les compete, dicha
propuesta se encuentra enmarcada en la Ley Nacional N° 26485 y cuenta
con el consenso tripartito entre organismos del Estado provincial,
Sindicatos y el Sector Privado, lo que permite evidenciar que constituye una
herramienta valiosa en cuanto a contenido:

a) Partir de la credibilidad de la víctima.

b) Respeto y privacidad de las vivencias de la víctima;

c) actitud exenta de Juicios;

d) discreción, confidencialidad y celeridad en el tratamiento de la


información;
e) accesibilidad desde el punto de vista de la gratuidad, la amplitud de
formas en la presentación, asesoramientos diversos, etc.;

f) contención y acompañamiento con recursos y perspectiva de género de


acuerdo a la Ley 26485;

g) no re-victimización y

h) el seguimiento del caso aun cuando sea derivado a otra instancia u


organismo

El equipo técnico del Área de Género y Empleo dependiente de la


Secretaría de Estado de Trabajo de la provincia, elaboró en el año 2019 un
documento denominado “Recomendaciones para referentes de género”,
como herramienta práctica que surge del Protocolo antes mencionado, con
el objetivo de ser compartido con todos aquellos actores, tanto del ámbito
público como privado, que estén interesados en adherir el Protocolo de
actuación mencionado y formar en su interior referentes de género que se
guíen por tales recomendaciones. Cabe aclarar que lo que formará parte de
este documento son extractos que consideramos útiles y apropiados al
quehacer profesional policial, en la atención primaria y toma de denuncias
por razones de violencia de género.

a) Partir de la credibilidad de la persona en situación de violencia: en la


mayoría de los casos las personas que solicitan ayuda y asesoramiento ante
un caso de violencia por razones de género, deciden hablar luego de haber
transitado múltiples situaciones angustiantes e injustas y de haberse
animado a enfrentar sus miedos, por lo que cualquier expresión de duda
frente a su relato por parte de la persona que tomará esa denuncia, generará
una situación de incomodidad, repliegue y desconfianza por parte de la
persona afectada. Demostrar una actitud receptiva, abierta a la escucha
permitirá generar una comunicación más fluida y un ambiente de confianza
propicio. Hay que recordar además que la persona afectada no debe
“demostrar” ni “probar” nada, ya que su relato es valioso en sí mismo.

Vale de la misma manera para la primera intervención, por ejemplo, en un


domicilio o la vía pública en la que se debe acudir luego de un llamado al 911
o la activación de un protocolo por alerta de “Pánico” a través de un
dispositivo electrónico otorgado para resguardo de una víctima como
medida judicial. En estos casos se recomienda como buena práctica no
cuestionar los dichos de la persona en peligro y al valorar el riesgo,
resguardar a la persona violentada, escuchando además su voluntad de
querer o no radicar una denuncia.

b) Respeto y privacidad de las vivencias de la víctima: Cada persona


interpreta sus vivencias a partir de las experiencias fundantes en su
subjetividad. Por ello cada quien percibe y dimensiona lo que le sucede de
diferente manera. Respetar y no minimizar esas percepciones y sus
consecuencias resultan fundamentales para realizar un abordaje y un
acompañamiento acorde a las necesidades de las personas en situación de
violencia.

Siguiendo el ejemplo anterior, la minimización de la situación puede


constituir un factor de riesgo alto, ya que limita una intervención
profesional. Se recomienda como buena práctica escuchar atentamente,
observar el escenario y transmitir con amplitud lo sucedido, sin dejar de
lado el respeto, a sus superiores o quién lo requiera.

c) Actitud exenta de Juicios: ante cada situación la persona referente de


género debe recordar cuál es su rol en la recepción de una denuncia y/o la
primera intervención y que el mismo no incluye la emisión de ningún tipo
de valoración del relato de la persona en situación de violencia. La actitud
de la persona referente debe estar abierta a la escucha activa y al diálogo,
omitiendo la manifestación de prejuicios y críticas hacia la persona y sus
vivencias.

d) Discreción, confidencialidad y celeridad en el tratamiento de la


información: resulta fundamental disponer de un espacio físico privado,
que garantice la intimidad y asegure la confidencialidad de lo relatado y de
la identidad de la persona en situación de violencia, de ser necesario. Toda
la información que manipule la persona referente deberá ser resguardada y
darle uso para tramitar inmediatamente o a corto plazo el correspondiente
procedimiento judicial, y/o trasladar dicha información a otra dependencia
para su conocimiento e intervención si la situación lo amerita.

Aquí se puede pensar también cuando se realiza una custodia o consigna


policial en el domicilio de una persona violentada, dando cumplimiento a
una medida judicial. Es indispensable la discreción y confidencialidad,
además del efectivo cumplimiento de la tarea de resguardo.

e) Accesibilidad desde el punto de vista de la gratuidad, la amplitud de


formas en la presentación, asesoramientos diversos, etc.: la accesibilidad es
un principio que debe ser garantizado abarcando un amplio espectro, desde
la gratuidad de acceso a la información y al asesoramiento, como en los
mecanismos y modos de las denuncias. La persona referente deberá
habilitar diversos medios de recepción tales como el espacio físico, una
línea telefónica, una casilla de correo electrónico, una planilla en sitio web,
entre otros, y deberá ser el nexo entre la persona afectada y el equipo
especializado de intervención, o ser ella/ él mismo quién brinde la
información sobre procedimientos (civiles, laborales, penales) y recursos
legales, sociales y de salud tanto física como emocional.

Más allá de la voluntad de la persona en situación de violencia, es decir, ya


que puede suceder que en muchos casos no quieran radicar denuncias,
siempre es importante contar con información actualizada de los
procedimientos, contactos institucionales, que puedan ser transmitidos a
modo de asesoramiento a las personas en situación de violencias. La atinada
y pronta información puede permitir tomar mejores decisiones.

f) No re-victimización: La Ley 26485 establece en su art. 3° inc. k) “Se


entiende por re victimización, el sometimiento de la mujer agredida a
demoras, derivaciones, consultas inconducentes o innecesarias, como así
también a realizar declaraciones reiteradas, responder sobre cuestiones
referidas a sus antecedentes o conductas no vinculadas al hecho
presentado y que excedan el ejercicio del derecho de defensa de parte; a
tener que acreditar extremos no previstos normativamente, ser objeto de
exámenes médicos repetidos, superfluos o excesivos y a toda práctica,
proceso, medida, acto u omisión que implique un trato inadecuado, sea en
el ámbito policial, judicial, de la salud o cualquier otro”. Es decir que, en
todos los casos, se procurará respetar la intimidad de la persona, evitando
interrogarla sobre circunstancias más allá de lo requerido para precisar los
hechos y para adoptar medidas de efecto inmediato.

Una buena práctica en este sentido puede resultar en una primera


intervención, por ejemplo, en la vía pública o domicilio, (y si la persona
violentada demuestra querer expresarse), escuchar con atención y poner en
conocimiento a sus superiores y/o pares que se encuentren en la guardia de
la Unidad y que sean quienes vayan a tomar el escrito de la denuncia, para
que la víctima no tenga que reiterar todo lo ya comentado, y solo deba
confirmar lo que quiera que integre la denuncia o lo que desee ampliar.
Medidas cautelares. Articulaciones interinstitucionales, trabajo en red.

Entonces, llegados hasta aquí, pensemos un breve esquema a modo de


referencia para pensar en las denuncias que se pueden realizar. El marco
normativo y legal de referencia internacional, nacional y provincial está
dado por los que ya vimos en el módulo anterior. Ante la posibilidad de
denunciar, lo primero que tenemos que tener en cuenta es si hay lesiones
(violencia física de gravedad) y/o amenaza de muerte o intento de femicidio.
Si hay lesiones, amenazas de muerte e intento de femicidio: EXISTE
DELITO, por ende interviene el FUERO PENAL y la denuncia se puede hacer
en:

- Comisaría del barrio (así lo establece la ley 26 485, pero en los hechos,
muchas comisarías no la toman y le dicen a la mujer que vaya a la comisaría
de la mujer, en este curso vimos que todas las comisarías deberían poder
tomar este tipo de denuncias)

- Comisaria de la mujer y de la Familia

- Fiscalía de turno

Radicar la denuncia penal permitirá iniciar la investigación del hecho y la


detención, juzgamiento y condena del agresor (o agresores). Para la
realización de la denuncia no hace falta patrocinio jurídico. Vale aclarar,
cuando hacemos la denuncia en cualquier comisaría o en la oficina de
denuncias del Ministerio Público tenemos que preguntar cuál es la fiscalía
(UF) de turno, porque la denuncia será derivada allí. A partir del momento
de la denuncia, el o la fiscal de turno es el titular de la acción en
representación de la víctima de la causa (quien además tiene el derecho a
presentarse como querellante por intermedio de un abogado/a que la
patrocine) y cualquier solicitud debe ser dirigida allí. SI NO EXISTE DELITO
(para la justicia) La denuncia tramita por los JUZGADOS DE FAMILIA. Se
puede denunciar en :

- Comisaría del barrio

- Comisaria de la mujer y de la familia

Una vez realizada la denuncia se da traslado al Juzgado de familia


correspondiente. En este caso la persona en situación de violencia tiene
derecho a participar del proceso a través de su patrocinante (el Estado
tiene la obligación de ofrecer un Defensor/a pública), quien hará las
peticiones en el expediente que el caso requiera. Es importante remarcar
que estas medidas tienen un plazo de vigencia y que la persona en situación
de violencia puede pedir que sean prorrogadas en caso de considerar que
continúa en riesgo. Este pedido debe realizarlo a través de su abogado.

Las medidas cautelares en procesos donde existen personas en situación de


violencia de género o intrafamiliar, deben ser urgentes y propender a
resguardar a la víctima de continuar sufriendo la misma.

Esta protección cautelar debe ser eficaz y pronta a fin de evitar el riesgo de
una demora. Los procesos de violencia se encuentran dentro de los
procesos urgentes, diferenciándolos de las clásicas medidas cautelares.
Debemos detenernos en los presupuestos que fundamentan la
admisibilidad y ejecutoriedad de las medidas, dichos requisitos son: 1)
verosimilitud del derecho, 2) peligro en la demora y 3) otorgamiento de la
contracautela.

Respecto a la verosimilitud del derecho surge en la mayoría de los casos


ínsita de la propia naturaleza de la petición por lo que se presume con la
sola acreditación del vínculo.

En relación al peligro en la demora, surge de las propias circunstancias


fácticas del planteo, ya que realizada la denuncia de violencia no amerita
probar la urgencia, ya que la propia denuncia es de tal naturaleza que está
revelando el peligro.

Las medidas cautelares en los procesos de familia adquieren un peculiar


contorno, verificando profundas modificaciones en torno a su carácter
instrumental, a su proveimiento inaudita pars, a los presupuestos que hacen
a su admisibilidad y ejecutoriedad, a la facultad del órgano para ordenarlas,
la legitimación de las partes para solicitarlas y la disponibilidad inmediata de
su objeto todo ello no las priva de su carácter de tales.

En este tipo de denuncias no se busca sancionar al denunciado, declararlo


culpable, ni fijar quién es el ganador o perdedor, sino lo que se procura es
eliminar el conflicto ayudando a la familia a encontrar un nuevo orden en su
estructura familiar o que el agresor pueda problematizar la conducta
violencia y modificarla.
Tipos de Medidas Cautelares:

1.- Exclusión del hogar: Procede aun cuando el agresor (excluido) fuera el
propietario del inmueble. Esta medida impide la convivencia atento que la
situación de violencia torna riesgosa la convivencia.

2.-La Prohibición de acercamiento: Tiene como fin que el victimario no se


acerque a la víctima en un radio menor del dispuesto por la autoridad
judicial, tiene como fin evitar agresiones en función al contacto que puede
buscar.

3.- Medida de reintegro al hogar: El fin de esta medida es que la víctima que
tuvo que huir de su domicilio por el accionar violento del agresor, por la
circunstancia de peligro, por estar en riesgo su integridad psicofísica,
solicita ante la justicia volver a su hogar, previo a que esta haya excluido al
agresor.

4.-Medida de retiro de las pertenencias: Las leyes contemplan la posibilidad


que pese a estar vigentes las medidas, pueda volver al domicilio a retirar sus
pertenencias. Esta medida debe ser llevada adelante con la intervención de
las instituciones del estado que garanticen la debida protección de la
víctima. Articulando para que la misma no sea revictimizada al ver a su
agresor tan cerca.

5- Medida de cese de perturbación o intimidación. Reside en la


circunstancia que el agresor se abstenga de generar episodios que directa o
indirectamente afecten la integridad psicofísica de la víctima.

6.- Medida de secuestro y prohibición de compra de armas-Tiene como fin


que el agresor se encuentre limitado en la posibilidad de portar, comprar
armas. En el caso de encontrarse autorizado a la portación debe procederse
al secuestro de las mismas.
7.- Medida de asistencia Médica o Psicológica- Esta medida busca a través de
la asistencia médica y psicológica para los involucrados brindarles
herramientas para superar la violencia y no repetirla

8.-Medidas de seguridad: El Órgano Judicial en cualquier etapa del proceso


podrá, de oficio o a petición de parte ordenar de acuerdo a los tipos y
modalidades de violencia medidas conducentes a fin de resguardar el
domicilio de la mujer (custodia).

9.- Medidas patrimoniales: Prohibición de enajenar, disponer, destruir,


ocultar, trasladar bienes gananciales de la sociedad ganancial o los comunes
de la pareja conviviente.

10.- Protección complementaria: Botón antipánico- Dispositivo Dual1

El órgano Judicial puede solicitar al Área de Género de la SEdSyJ la


activación de un dispositivo de seguridad, a fin de que la mujer ingrese a un
programa de monitoreo. Previo a cumplir con los requisitos de
conectividad, tener teléfono de contacto, que su agresor vida a una
distancia mayor a la dispuesta en la prohibición de acercamiento e informar
el plazo de la medida.

El Dispositivo Dual su ámbito de aplicación son mayormente causas


penales.

- Violencia Familiar, Silvana Andrea Bentivegna, 3º Edición actualizada,


Hammurabi . José Luis Depalma. Editor. Cap, IV Medidas Cautelares en los
procesos por violencia familiar. Pag 87/114.-

Trabajo en Red e Interinstitucional:

1
Durante el aislamiento social preventivo y obligatorio asociado a la pandemia del COVID-19 del año
2020, en Río Negro se prorrograron todas las cautelares vigentes de boton antipanico y dispositivo dual
para las causas de violencia por razones de género. Es decir, no se tomó en cuenta ningún vencimiento
de plazo.
Como se viene planteando, la violencia de género implica una problemática
compleja en la cual intervienen y se conjuntan variados y diversos factores,
de igual manera las intervenciones y abordajes ante esta problemática serán
variadas, por lo tanto, deberían intervenir diversas instituciones abocadas a
las diferentes aristas de la situación. Algunas de ellas pueden ser sectores de
salud (unidades de violencia, salud mental, servicios de guardia, centros de
abordaje de consumo de sustancias), servicios de abordajes territorial,
servicios de abordaje sobre los niños/as y adolescentes, desarrollo social,
municipalidad, etc. Entre ellas, Seguridad es una de las instituciones que
aborda la problemática y es fundamental entender que intervenimos en una
parte de la situación, es decir dentro de la ruta crítica2 de la violencia de
género, puede ser al inicio de esa ruta en la toma de denuncia, puede ser
como medida cautelar por ejemplo realizando la custodia o los rondines
policiales o puede ser en el monitoreo de otras medidas tales como botón
antipánico o dispositivo dual en nuestra provincia. Esta ruta no es que
comienza en un lugar y termina en otro, en muchas oportunidades es
cíclico tal como vimos en el círculo de la violencia. Podríamos pensar que la
ruta inicia con la decisión y determinación de las mujeres, e incluye todos
los factores que impulsan a las mujeres a buscar ayuda, las dificultades y

2
La O.M.S define ruta crítica como “ el proceso que se construye a partir de las decisiones y acciones
que ejecutan las mujeres, como así también las respuestas encontradas en su búsqueda de soluciones
cuando deciden salir de la situación de violencia que atraviesan”.
limitaciones con las que se encuentran, tanto internas como externas, las
respuestas institucionales efectivas, como así también las percepciones que
tienen las mujeres sobre estas respuestas. Es un proceso complejo que
implica avances y retrocesos, y que en todo momento requerirá del
acompañamiento de la decisión de la mujer y de la coordinación y
articulación, lo más efectiva posible, con las diferentes áreas y sectores que
abordan estas situaciones.

Dado la complejidad de las situaciones de violencia de género, para que la


misma pueda ser trabajada desde todas sus aristas es importante pensar en
las DERIVACIONES INTERINSTITUCIONALES Y EL TRABAJO EN RED como
herramientas para la intervención. Derivar no es dejar de tener incumbencia
sobre la situación sino que supone la articulación con otras instituciones
para un abordaje integral. También la articulación entre diferentes espacios
permite a los distintos equipos poder enfocarse en las áreas de su
conocimiento, especialidad o incumbencia profesional a fin de evitar la
exposición a la revictimización de la mujer en situación de violencia y la
sobreintervención institucional de la situación de violencia.

Somos un eslabón más en una cadena, pero un eslabón fundamental el cual


puede cambiarle la vida a una persona que esté siendo víctima de violencia
de género y se están vulnerando sus derechos de una vida libre de violencia.

LEY 26.743 LEY DE IDENTIDAD DE GÉNERO, QUE RECONOCE LA


IDENTIDAD AUTOPERCIBIDA DE CADA PERSONA Y SU DERECHO DE
TRATO DIGNO (2012)
DERECHO A LA IDENTIDAD DE GÉNERO. Toda persona tiene derecho:

a) Al reconocimiento de su identidad de género;

b) Al libre desarrollo de su persona conforme a su identidad de género;

c) A ser tratada de acuerdo con su identidad de género y, en particular, a ser


identificada de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad
respecto de el/los nombre/s de pila, imagen y sexo con los que allí es
registrada.

DEFINICIÓN. Se entiende por identidad de género a la vivencia interna e


individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede
corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento,
incluyendo la vivencia personal del cuerpo. Esto puede involucrar la
modificación de la apariencia o la función corporal a través de medios
farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que ello sea
libremente escogido. También incluye otras expresiones de género, como la
vestimenta, el modo de hablar y los modales.

RECTIFICACION REGISTRAL: Toda persona podrá solicitar la rectificación


registral del sexo, y el cambio de nombre de pila e imagen, cuando no
coincidan con su identidad de género autopercibida, en virtud de la
presente ley, deberá observar los siguientes requisitos:
1. Acreditar la edad mínima de dieciocho (18) años de edad, con excepción
de lo establecido en el artículo 5° de la presente ley.

2. Presentar ante el Registro Nacional de las Personas o sus oficinas


seccionales correspondientes, una solicitud manifestando encontrarse
amparada por la presente ley, requiriendo la rectificación registral de la
partida de nacimiento y el nuevo documento nacional de identidad
correspondiente, conservándose el número original.

3. Expresar el nuevo nombre de pila elegido con el que solicita inscribirse.


En ningún caso será requisito acreditar intervención quirúrgica por
reasignación genital total o parcial, ni acreditar terapias hormonales u otro
tratamiento psicológico o médico.

PERSONAS MENORES DE EDAD, la solicitud del deberá ser efectuada a


través de sus representantes legales y con expresa conformidad del menor,
teniendo en cuenta los principios de capacidad progresiva e interés
superior del niño/a de acuerdo con lo estipulado en la Convención sobre los
Derechos del Niño y en la Ley 26.061 de protección integral de los derechos
de niñas, niños y adolescentes. Asimismo, la persona menor de edad deberá
contar con la asistencia del abogado del niño prevista en el artículo 27 de la
Ley 26.061.

Trámite. Cumplidos los requisitos establecidos en los artículos 4° y 5°, el/la


oficial público procederá, sin necesidad de ningún trámite judicial o
administrativo, a notificar de oficio la rectificación de sexo y cambio de
nombre de pila al Registro Civil de la jurisdicción donde fue asentada el acta
de nacimiento para que proceda a emitir una nueva partida de nacimiento
ajustándola a dichos cambios, y a expedirle un nuevo documento nacional
de identidad que refleje la rectificación registral del sexo y el nuevo nombre
de pila. Se prohíbe cualquier referencia a la presente ley en la partida de
nacimiento rectificada y en el documento nacional de identidad expedido
en virtud de la misma. Los trámites para la rectificación registral previstos
en la presente ley son gratuitos, personales y no será necesaria la
intermediación de ningún gestor o abogado.

Los efectos de la rectificación del sexo y el/los nombre/s de pila, realizados


en virtud de la presente ley serán oponibles a terceros desde el momento de
su inscripción en el/los registro/s

La rectificación registral conforme la presente ley, una vez realizada, sólo


podrá ser nuevamente modificada con autorización judicial.

CONFIDENCIALIDAD. Sólo tendrán acceso al acta de nacimiento originaria


quienes cuenten con autorización del/la titular de la misma o con orden
judicial por escrito y fundada. No se dará publicidad a la rectificación
registral de sexo y cambio de nombre de pila en ningún caso, salvo
autorización del/la titular de los datos. Se omitirá la publicación en los
diarios a que se refiere el artículo 17 de la Ley 18.248.

Notificaciones. El Registro Nacional de las Personas informará el cambio de


documento nacional de identidad al Registro Nacional de Reincidencia, a la
Secretaría del Registro Electoral correspondiente para la corrección del
padrón electoral y a los organismos que reglamentariamente se determine,
debiendo incluirse aquéllos que puedan tener información sobre medidas
precautorias existentes a nombre del interesado.

DERECHO AL LIBRE DESARROLLO PERSONAL. Todas las personas


mayores de dieciocho (18) años de edad podrán, conforme al artículo 1° de
la presente ley y a fin de garantizar el goce de su salud integral, acceder a
intervenciones quirúrgicas totales y parciales y/o tratamientos integrales
hormonales para adecuar su cuerpo, incluida su genitalidad, a su identidad
de género autopercibida, sin necesidad de requerir autorización judicial o
administrativa. Para el acceso a los tratamientos integrales hormonales, no
será necesario acreditar la voluntad en la intervención quirúrgica de
reasignación genital total o parcial. En ambos casos se requerirá,
únicamente, el consentimiento informado de la persona. En el caso de las
personas menores de edad regirán los principios y requisitos establecidos
en el artículo 5° para la obtención del consentimiento informado. Sin
perjuicio de ello, para el caso de la obtención del mismo respecto de la
intervención quirúrgica total o parcial se deberá contar, además, con la
conformidad de la autoridad judicial competente de cada jurisdicción,
quien deberá velar por los principios de capacidad progresiva e interés
superior del niño o niña de acuerdo con lo estipulado por la Convención
sobre los Derechos del Niño y en la Ley 26.061 de protección integral de los
derechos de las niñas, niños y adolescentes. La autoridad judicial deberá
expedirse en un plazo no mayor de sesenta (60) días contados a partir de la
solicitud de conformidad. Los efectores del sistema público de salud, ya
sean estatales, privados o del subsistema de obras sociales, deberán
garantizar en forma permanente los derechos que esta ley reconoce. Todas
las prestaciones de salud contempladas en el presente artículo quedan
incluidas en el Plan Médico Obligatorio, o el que lo reemplace, conforme lo
reglamente la autoridad de aplicación.

TRATO DIGNO. Deberá respetarse la identidad de género adoptada por las


personas, en especial por niñas, niños y adolescentes, que utilicen un
nombre de pila distinto al consignado en su documento nacional de
identidad. A su solo requerimiento, el nombre de pila adoptado deberá ser
utilizado para la citación, registro, legajo, llamado y cualquier otra gestión o
servicio, tanto en los ámbitos públicos como privados. Cuando la naturaleza
de la gestión haga necesario registrar los datos obrantes en el documento
nacional de identidad, se utilizará un sistema que combine las iniciales del
nombre, el apellido completo, día y año de nacimiento y número de
documento y se agregará el nombre de pila elegido por razones de
identidad de género a solicitud del interesado/a. En aquellas circunstancias
en que la persona deba ser nombrada en público deberá utilizarse
únicamente el nombre de pila de elección que respete la identidad de
género adoptada.

RESPETO Toda norma, reglamentación o procedimiento deberá respetar el


derecho humano a la identidad de género de las personas. Ninguna norma,
reglamentación o procedimiento podrá limitar, restringir, excluir o suprimir
el ejercicio del derecho a la identidad de género de las personas, debiendo
interpretarse y aplicarse las normas siempre a favor del acceso al mismo.

2018: Ley 27499 de capacitación obligatoria en género para todas las


personas que integran los tres poderes del Estado

La Ley 27499 (ley Micaela), sancionada en diciembre del 2018, implica otro
avance importante. La ley fue impulsada luego del femicidio de Micaela
García. La ley establece en su artículo 1°:

«Establécese la capacitación obligatoria en la temática de género y violencia


contra las

mujeres para todas las personas que se desempeñen en la función pública


en todos sus niveles y jerarquías en los poderes Ejecutivo, Legislativo y
Judicial de la Nación».
Esta capacitación es clave para fortalecer las herramientas para comprender
y abordar la violencia contra las mujeres de que dispone cada una de las
personas que conforman los tres poderes del Estado, como así también para
diseñar e implementar políticas públicas con perspectiva de género.

En cada uno de los organismos estatales, las capacitaciones se harán en


colaboración con sus propias oficinas de género, si ya las hubiera en
funcionamiento.

Para capacitar al personal de los tres poderes se crearán materiales y


programas nuevos, de acuerdo con la normativa establecida por «las
convenciones vinculadas a la temática de género y violencia contra las
mujeres suscriptas por el país». Estos recursos serán monitoreados por el
INAM.

Mediante su página web, el INAM deberá brindar, en su página web,


información pública que dé cuenta a la ciudadanía del grado de
cumplimiento de las formaciones contra la violencia de género en cada uno
de los organismos del Estado.

Se considerará como una «falta grave», pasible de una sanción disciplinaria,


que algún empleado público se negase, «sin justa causa», a participar de las
capacitaciones.

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