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La sustitución del terreno es una técnica para mejorar los suelos de baja calidad mediante la excavación y retirada del material original y su reemplazo con uno de mayor calidad. Esto implica retirar suelos blandos como rellenos, tierra vegetal, arcillas y limos y sustituirlos por material compactado. En ocasiones se elimina parte del material original para reducir la sobrecarga y se reemplaza con geoespumas de poliestireno expandido. La sustitución es sencilla para profundidades menores a 3-4 met
La sustitución del terreno es una técnica para mejorar los suelos de baja calidad mediante la excavación y retirada del material original y su reemplazo con uno de mayor calidad. Esto implica retirar suelos blandos como rellenos, tierra vegetal, arcillas y limos y sustituirlos por material compactado. En ocasiones se elimina parte del material original para reducir la sobrecarga y se reemplaza con geoespumas de poliestireno expandido. La sustitución es sencilla para profundidades menores a 3-4 met
La sustitución del terreno es una técnica para mejorar los suelos de baja calidad mediante la excavación y retirada del material original y su reemplazo con uno de mayor calidad. Esto implica retirar suelos blandos como rellenos, tierra vegetal, arcillas y limos y sustituirlos por material compactado. En ocasiones se elimina parte del material original para reducir la sobrecarga y se reemplaza con geoespumas de poliestireno expandido. La sustitución es sencilla para profundidades menores a 3-4 met
Lección 2: Sustitución del terreno como técnica de mejora
La forma más directa de mejorar un terreno de mala calidad es
sustituirlo. Sería el caso de suelos blandos, con baja capacidad portante, que presentan deformaciones diferidas importantes o incluso que provoquen roturas parciales en terraplenes. Aparentemente se trata de una solución sencilla en terrenos blandos, pero puede ser problemática desde el punto de vista medioambiental debido a la cantidad de trabajos de excavación y movimiento de tierras necesarios.
El proceso pasa por excavar y retirar el terreno original que
presenta una capacidad portante baja, tales como rellenos antrópicos, tierra vegetal, arcillas y limos blandos, arcillas expansivas, suelos colapsables, etc. El material retirado se sustituye por la aportación de otro de mayor calidad que deberá ser compactado. Sin embargo, también es posible aportar terreno sin necesidad de retirarlo previamente cuando se construyen terraplenes, salvo la posible retirada del material que formará el cimiento del terraplén, si éste es inadecuado.
En otras ocasiones, se elimina parte del material y se sustituye por
otro de menor peso para reducir la sobrecarga. Es el caso del uso de geoespumas de bloques de poliestireno expandido que se han utilizado en la rehabilitación de infraestructuras y en la construcción de carreteras y terraplenes. Figura 2. Uso de geoespuma de poliestireno expandido.
Se trata de un método sencillo cuando la profundidad de
excavación no supera el entorno de los 3-4 m y se encuentra por encima del nivel freático. En caso contrario, se debe eliminar con maquinaria adecuada, como puede ser una dragalina; después se rellena con escollera para alcanzar cierto grado de compacidad. Otra complicación puede aparecer cuando los suelos son excesivamente blandos, como las turbas, donde a la maquinaria se le dificulta su trabajo. Las ventajas de este procedimiento es que es aplicable a cualquier tipo de terreno que sea excavable. Además, la mejora se alcanza en un corto periodo de tiempo en comparación con otras técnicas que supongan la consolidación, por ejemplo. Asimismo, la capacidad de carga y los asientos del terreno se pueden controlar fácilmente.