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Cinco ecosistemas donde las soluciones basadas en la naturaleza pueden ofrecer

enormes beneficios
Lê Tân/Unsplash / 09 Nov 2021
https://www.unep.org/es/noticias-y-reportajes/reportajes/cinco-ecosistemas-donde-las-
soluciones-basadas-en-la-naturaleza

El carbono se encuentra en todos los ecosistemas de la


Tierra. Está en lo profundo de los árboles y suelos de los
bosques, se encuentra denso y profundo en las turberas
tropicales y la tundra congelada, y mantiene la fertilidad y la
resistencia de las granjas, pastizales y pesquerías de todo
el mundo.

La tierra y los océanos son sumideros de


carbono naturales, que absorben más de la mitad de todas
las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que le ha
evitado al mundo un calentamiento aún más rápido. Pero,
la pérdida de la biodiversidad y la conversión de la tierra
para la agricultura y otras actividades causaron casi una
cuarta parte de las emisiones en la década que finalizó
en 2016. Por otro lado, el aumento de las temperaturas
también corre el riesgo de convertir los sumideros de
carbono en fuentes de emisiones de carbono.

Prevenir la pérdida de reservas de carbono en los


ecosistemas de la Tierra es fundamental para abordar las
emergencias climáticas y de biodiversidad. Mientras los
líderes debaten las opciones de políticas en la cumbre
climática COP26, un nuevo informe del Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)
destaca la necesidad de soluciones basadas en la
naturaleza: acciones apropiadas a nivel local que aborden
los desafíos sociales, como el cambio climático, y
proporcionen beneficios para el bienestar humano y la
biodiversidad mediante la protección, la gestión sostenible
y la restauración de los ecosistemas. 
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STORY

Inside the global effort to save the world’s forests

Las soluciones basadas en la naturaleza pueden reducir el


calentamiento global y poner a nuestras economías y
sociedades en un camino sostenible, según el informe. Con
una planificación cuidadosa y una mayor inversión, las
soluciones basadas en la naturaleza pueden reducir las
emisiones netas en el equivalente de hasta
18 gigatoneladas de dióxido de carbono por año para 2050,
una "proporción significativa" de la mitigación total
necesaria para evitar un cambio climático peligroso.

Sin embargo, estas soluciones deben diseñarse bien y


buscar beneficios más allá del carbono para tener éxito. El
informe recomienda que estas intervenciones se basen
en un conjunto de salvaguardias sociales y ambientales
desarrolladas como parte del mecanismo REDD+ de la
Convención de las Naciones Unidas sobre
el Cambio Climático para preservar y restaurar los
bosques. Entre estas, se incluye elprincipio de
consentimiento libre, previo e informado de las
comunidades locales e indígenas.

"Tenemos más de una década de experiencia y


conocimiento en el diseño de soluciones forestales para
las personas, el clima y la naturaleza a través de REDD+.
Ahora podemos aplicar ese conocimiento a otros
ecosistemas, para garantizar que las inversiones climáticas
en la naturaleza tengan una alta integridad e impacto ", dice
Tim Christophersen, jefe de la subdivisión de Naturaleza
para el Clima del PNUMA y coordinador del Decenio de las
Naciones Unidas sobre la Restauración de los
Ecosistemas.

A continuación, presentamos cinco ecosistemas clave


donde las soluciones basadas en la naturaleza pueden
ofrecer grandes beneficios:

Bosques: donde más está en juego 


Demarcación entre tierras boscosas y deforestadas en África Central. Foto: Axel
Fassio/CIFOR.

Proteger, gestionar y restaurar los bosques ofrece


aproximadamente dos tercios del potencial total de
mitigación de todas las soluciones basadas en la
naturaleza. A pesar de las pérdidas masivas y continuas,
los bosques todavía cubren más del 30% de las áreas
terrestres del planeta. Miles de millones de personas
dependen de ellos para su sustento, alimentos y agua. En
las zonas montañosas, protegen los asentamientos de
inundaciones, deslizamientos de tierra y avalanchas.

Las áreas protegidas bien financiadas pueden conservar


bosques con altas reservas de carbono y biodiversidad,
como las de latitudes tropicales. En los bosques en
funcionamiento, la cosecha sostenible y la gestión
comunitaria pueden prevenir pérdidas al tiempo que
benefician a las personas. Las tierras de cultivo
degradadas y abandonadas se pueden plantar con árboles
nativos o se puede ayudar a regenerarlas naturalmente.

Estas soluciones también podrían reducir la demanda de


tierras, por ejemplo, haciendo que la agricultura existente
sea más productiva, promoviendo dietas ricas
en vegetales y reduciendo el desperdicio de alimentos.

El Programa ONU-REDD despliega la experiencia del


PNUMA, la Organización de las Naciones Unidas para
la Alimentación y la Agricultura y el Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo para apoyar iniciativas
en los países en desarrollo con el fin de reducir las
emisiones derivadas de la deforestación y la degradación
de los bosques, incluso mediante el uso
de soluciones basadas en la naturaleza.

Turberas: las reservas de carbono más potentes de la


Tierra 
Las mujeres locales toman medidas para la investigación y restauración de
turberas en Riau, Indonesia. Foto: Aris Sanjaya/CIFOR.

Las turberas cubren solo el 3% de las áreas terrestres del


mundo, pero contienen casi el 30% del carbono del suelo.
Preservar y restaurar las turberas significa mantenerlas
húmedas para que el carbono no se oxide y salga a la
atmósfera. Cuando estos ecosistemas se drenan para
darle uso a la tierra, se vuelven  susceptibles a incendios
que pueden devastar la vida silvestre, contaminar regiones
enteras y ser difíciles de contener.

La protección de las turberas es una forma rentable y de


baja tecnología de preservar las reservas masivas de
carbono y las especies de plantas y animales. Al igual que
los bosques, las turberas regulan los suministros de agua
dulce y evitan las inundaciones, al tiempo que suministran
alimentos y combustible a las comunidades. La Iniciativa
Global sobre las Turberas tiene como objetivo desbloquear
el financiamiento internacional para la conservación y
gestión de estos ecosistemascon el fin de que no
sean  desplazados por la agricultura, la infraestructura y la
minería. 

Tierras de cultivo: donde el carbono alimenta a la


humanidad 

Una agricultora keniana que cultiva árboles forrajeros, arbustos y pasto para el
ganado lechero, una práctica que mejora los suelos y los servicios ecosistémicos.
Foto: Centro Mundial de Agroforestería.

Sin carbono en el suelo, la humanidad moriría de hambre.


Cuanto más carbono orgánico hay en el suelo, más
abundante es el rendimiento de nuestro cultivo y más frío
es el clima. Conservar y restaurar el contenido de carbono
de las tierras de cultivo y pastizales
implica aplicar soluciones basadas en la naturaleza que
incluyan nuevas técnicas como el pastoreo sostenible, la
rotación de cultivos y la labranza mínima.

Un cambio hacia la agricultura sostenible con suelos


regenerados y ricos en carbono puede reducir las
emisiones de gases de efecto invernadero que
producen los fertilizantes químicos y pesticidas, y reducir el
uso de energía durante la agricultura. La cría de ganado
menos intensiva puede reducir las emisiones de metano,
un potente gas de efecto invernadero, y contrarrestar la
conversión de más bosques y otras áreas naturales para
tierras de pastoreo. El Decenio de las Naciones
Unidas sobre la Restauración de Ecosistemas está
trabajando en estrecha colaboración con socios que se
centran en la conservación y restauración del suelo,
como www.4p1000.org

Océanos y costas: los múltiples beneficios de los


manglares 
Restaurar los manglares ayuda a almacenar carbono y protege la vida bajo el agua.
Foto: Jenny Stock / Ocean Image Bank.

Los manglares, las marismas y los lechos de pastos


marinos atrapan y acumulan materia orgánica en sus
suelos y evitan que se pierda en la atmósfera.

Las soluciones costeras basadas en la naturaleza pueden


centrarse en proteger a las
comunidades e infraestructuras de las tormentas y el
aumento del nivel del mar. Pero cualquier iniciativa para
proteger, usar de manera sostenible o replantar manglares
o praderas de pastos marinos también promueve la
mitigación del clima.

Los humedales costeros también son hábitats para el


desove de peces y albergan otras especies que apoyan los
medios de vida de las comunidades costeras y contribuyen
a la seguridad alimentaria mundial. 
Ciudades: la frontera urbana del cambio climático 

Los árboles como parte de la arquitectura urbana en Singapur. Foto: Adrien


Olichon / Unsplash.

La mayoría de la humanidad ahora vive y trabaja en


ciudades, muchas de las cuales están introduciendo sus
propias soluciones basadas en la naturaleza. Cada vez
más municipios están reemplazando la infraestructura
"gris" por la "verde" mediante la creación de parques, la
restauración de lagos y arroyos urbanos, el uso de
materiales de construcción sostenibles y el revestimiento
de calles y techos con árboles.

El PNUMA ha elaborado directrices sobre cómo los países


pueden hacer que su infraestructura sea más resiliente.
Tales medidas protegen contra inundaciones, olas de calor
y enfermedades, y mejoran el bienestar de las personas,
alientan a las personas a caminar y andar en bicicleta y
consumen menos concreto y otros recursos intensivos en
carbono. 

Estándar mundial de la UICN


para soluciones basadas en la
naturaleza
Para garantizar que las soluciones basadas en la naturaleza (NbS) alcancen su potencial
para abordar los desafíos sociales, la UICN ha desarrollado el Estándar global para
soluciones basadas en la naturaleza para uso de gobiernos, empresas, inversores,
comunidades y ONG.
Haga clic aquí para acceder a la nueva página del
Estándar mundial de la UICN para SbN.
La definición de soluciones basadas en la
naturaleza
En el Congreso Mundial de la Naturaleza de 2016 y la asamblea de miembros, los
miembros de la UICN adoptaron una resolución ( WCC-2016-Res-069 ) que, por
primera vez, definió el uso de la naturaleza para beneficios simultáneos para la
biodiversidad y el bienestar humano. Según la resolución, las Soluciones basadas
en la Naturaleza (SbN) son

“acciones para proteger, gestionar de manera sostenible y restaurar


ecosistemas naturales o modificados que aborden los desafíos sociales de
manera efectiva y adaptativa, brindando simultáneamente beneficios para el
bienestar humano y la biodiversidad”.

Esta definición se extrae de una publicación más elaborada de la UICN que
describe el marco de SbN (Cohen-Sacham, 2016) y se ha utilizado para identificar
un conjunto de ocho principios de mejores prácticas. La investigación adicional de
la UICN identificó aún más los principios básicos para implementar y mejorar con
éxito las soluciones basadas en la naturaleza ( Cohen-Sacham, 2019 ).

¿Por qué necesitamos soluciones basadas en la


naturaleza?

Enfrentamos una variedad de desafíos sociales, que en el pasado hemos tratado


de resolver de una manera que ha llevado a crisis climáticas y de biodiversidad en
todo el mundo, mayores desigualdades y vulnerabilidad humana global.
Mientras tanto, la reciente evaluación global de la biodiversidad y los servicios de
los ecosistemas realizada por la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y
Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) pinta un
panorama muy sombrío para la biodiversidad con un millón de especies de plantas
y animales globalmente amenazadas o extintas.

Las NbS son cada vez más aceptadas y se implementan para abordar los desafíos
sociales enumerados anteriormente. Pueden proporcionar más de un tercio de
nuestras necesidades de mitigación climática mientras benefician a las personas y
la naturaleza.

El valor de un estándar global


El objetivo del Estándar es aumentar la demanda de SbN mientras se protege a las
personas y la naturaleza, lo que genera un cambio sostenible positivo. Para
incorporar NbS, se requiere un lenguaje y un marco común para reunir a los socios
en torno a tales desafíos interseccionales. Además, a medida que las SbN se
adoptan y amplían cada vez más, se exige un Estándar para garantizar la calidad y
la credibilidad de las SbN, asegurando así su eficacia para proporcionar beneficios
tanto para el bienestar humano como para la biodiversidad.

¿Cómo es el estándar?
A través de una consulta pública que llegó a las partes interesadas de 100 países,
se desarrolló el Estándar global para SbN para facilitar, incentivar y permitir a los
usuarios implementar SbN sólidas. El Estándar global se compone de ocho
criterios y sus indicadores asociados, que ponen en práctica de manera efectiva
los principios de mejores prácticas de las SbN identificados en 2016. La
orientación instruirá a los usuarios sobre cómo realizar una autoevaluación con el
estándar para:

 Diseño nuevo NbS;


 Pilotos de mejora mediante la identificación de brechas y;
 Verificar proyectos pasados y propuestas futuras.

El resultado tendrá la forma de un % de coincidencia, con un sistema de semáforo


para identificar áreas de trabajo adicional e informar sobre el cumplimiento del
Estándar global para SbN.
 

 
 
¿Qué sigue para el Estándar Global para NbS?
Después de una consulta global exitosa, la primera versión del Estándar global
para NbS ahora está finalizada y se lanzará el 23 de julio de 2020 en un evento
virtual de alto nivel.

Todavía hay oportunidades para involucrarse. Se anima a los usuarios a:

 Únase a la conversación en el evento de lanzamiento (el enlace de registro se publicará


pronto);
 Pilotar el Estándar Global para SbN en aplicaciones actuales y futuras;
 y comprometerse con la estructura de gobierno del Estándar Global para SbN.

Para obtener más información, no dude en ponerse en contacto con el Grupo NbS
de la UICN enviando un correo electrónico a Daisy Hessenberger
a  NbSstandard@iucn.org .

https://www.iucn.org/theme/ecosystem-management/our-work/

iucn-global-standard-nature-based-solutions

https://www.iucn.org/theme/nature-based-
UICN aprueba el primer
solutions
Estándar global sobre Soluciones
basadas en la naturaleza
Mon, 23 Mar 2020
La UICN ha desarrollado el primer estándar global sobre
soluciones basadas en la naturaleza, el cual fue aprobado en la
última sesión del Consejo, y cuyo lanzamiento oficial ocurrirá en el
próximo Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN.

Con la creciente preocupación mundial por las crisis de biodiversidad y climáticas,


las soluciones basadas en la naturaleza han sido ampliamente reconocidas desde
las Naciones Unidas, los gobiernos nacionales, hasta el sector privado y la
sociedad civil.

"Hoy en día, las sociedades enfrentan enormes desafíos que incluyen la


degradación de ecosistemas y la pérdida de biodiversidad, la seguridad alimentaria
y del agua, la salud humana, el riesgo de desastres y el cambio climático, y las
soluciones basadas en la naturaleza han sido frecuentemente desestimadas”, dijo
Angela Andrade, Presidenta de la Comisión de Gestión de Ecosistemas de la UICN,
grupo de expertos de UICN que proporcionó la base científica del estándar.

Las soluciones basadas en la naturaleza son intervenciones para proteger,


gestionar y restaurar de manera sostenible los ecosistemas naturales y
modificados de manera que aborden los desafíos sociales, como el cambio
climático, la degradación de la tierra y la pérdida de biodiversidad. La investigación
muestra que estas soluciones contribuirían a reducir las vulnerabilidades a los
impactos del cambio climático y pueden proporcionar hasta el 37% de la
mitigación necesaria desde ahora hasta el 2030, y así cumplir con la meta del
Acuerdo de Paris, de lograr para esta fecha, una temperatura muy por debajo de
los 2 grados centígrados.  

"Este nuevo estándar global permitirá a los sectores público y privado escalar de
manera consistente y confiable las soluciones basadas en la naturaleza para
ayudar a la sociedad en la transición hacia un futuro bajo en carbono", dijo Stewart
Maginnis, Director Global del Grupo de Soluciones basadas en la Naturaleza de la
UICN, cuyo equipo de trabajo facilitó el desarrollo del estándar. "Este es el
resultado de una consulta rigurosa e inclusiva de dos años entre científicos,
profesionales y comunidades, con aportes proveniente de más de 100 países".

El estándar global para las soluciones basadas en la naturaleza comprende ocho


criterios y sus indicadores asociados, un documento de antecedentes y una
herramienta de autoevaluación. El estándar se implementará más adelante en
América del Sur y África, con socios de los sectores privado y público.

Varias organizaciones, incluida la UICN, han desarrollado una serie de enfoques


avalados científicamente, que se basan en las soluciones basadas en la
naturaleza, incluida la restauración del paisaje forestal, la adaptación basada en
los ecosistemas, la reducción del riesgo de desastres ecológicos que se han
aplicado ampliamente en todo el mundo. El estándar global de soluciones basadas
en la naturaleza, por primera vez, proporciona un marco común para garantizar la
coherencia y las mejores prácticas entre estos enfoques.

"La naturaleza es nuestro aliado olvidado para satisfacer las necesidades de la


sociedad, como el agua y la protección contra los desastres, así como el cambio
climático", dijo Radhika Murti, directora del Programa de Gestión de Ecosistemas
Globales de la UICN. "Ahora tenemos una herramienta que puede ayudar a diseñar
acciones para aprovechar el potencial sin explotar de los ecosistemas para las
personas y la naturaleza".

El estándar global de soluciones basadas en la naturaleza se lanzará formalmente


en el Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN, y se incluye en la Moción 073
propuesta para aprobación en el Congreso.

Para más información sobre el trabajo de la UICN en Soluciones Basadas en la


Naturaleza vea aquí o vea la reciente entrevista de la CNBC con Stewart Maginnis.
https://www.iucn.org/es/news/soluciones-basadas-en-la-
natureleza/202003/uicn-aprueba-el-primer-estandar-global-sobre-
soluciones-basadas-en-la-naturaleza

Las soluciones basadas en la naturaleza


pueden ayudar a frenar la crisis climática
February 14, 2020 por Gregory Watson 9 Comentarios




Tan solo América Latina y el Caribe poseen el 40% de la diversidad biológica del
mundo. Este capital natural no es valorado adecuadamente en las cuentas nacionales y
no puede competir con otras prioridades de inversión.
Durante la COP 25 en Madrid, bajo la presidencia de Chile, países de todo el mundo
discutieron las diversas vías para el desarrollo, los planes de descarbonización y las
innovaciones tecnológicas que pueden frenar que la temperatura aumente dos grados
centígrados. Entre otras discusiones, los delegados buscaron soluciones de infraestructura
para ayudar a construir resiliencia o tratar de incentivar programas para alcanzar la meta de
cero emisiones netas para 2050.

Aún así, muchas de estas conversaciones no abordaron un componente vital: la naturaleza.


Tan solo América Latina y el Caribe posee el 40% de la diversidad biológica del mundo y
contiene siete de los 25 puntos críticos de biodiversidad, 11 de los 14 biomas terrestres, y el
segundo sistema de arrecifes más grande del planeta. Más del 30% del agua dulce
disponible de la Tierra y casi el 50% de los bosques tropicales del mundo se encuentran en
la región. Nuestros ecosistemas terrestres, de agua dulce, costeros y marinos contienen
algunas de las colecciones más ricas de aves, mamíferos, plantas, anfibios y paisajes.

Estos recursos naturales no solo son importantes por su belleza, sino que además generan
importantes beneficios de regulación del clima y de soporte vital. Un reciente informe de la
ONU mostró que los ecosistemas globales están absorbiendo actualmente el 25% de las
emisiones, y otro 25% de las emisiones están siendo absorbidas por los océanos. Las
soluciones basadas en la naturaleza podrían representar al 40% de la reducción de
emisiones de carbono necesarias para limitar el calentamiento global a menos de dos grados
centígrados para 2030.

El capital natural brinda soluciones


El capital natural es un activo que nos proporciona bienes y servicios vitales como los
alimentos que ingerimos o el aire que respiramos. Los manglares y los arrecifes nos
protegen contra la subida del nivel del mar y las intensas tormentas resultantes del cambio
climático. Pero la naturaleza también impulsa la economía. Un estudio reciente del World
Wildlife Fund estimó que la naturaleza proporciona 125 billones de dólares al año en
apoyo gratuito a la economía mundial. Por ejemplo, en sectores como la industria turística,
los arrecifes de coral generan 36.000 millones de dólares al año, y en la agricultura, la
polinización apícola contribuye directamente a la producción de entre 5% y 8% de los
cultivos mundiales.

Sin embargo, este capital natural no es valorado adecuadamente en las cuentas nacionales
por los sectores público y privado y, por tanto, no puede competir con otras prioridades de
inversión. Actualmente, la preservación de la naturaleza es percibida como un costo. Esta
inversión no se encuentra como un rubro dentro del PIB o es asignada a un determinado
ministerio o sector industrial. Por lo tanto, la naturaleza no se preserva ni aprovecha de
manera eficiente.

Existen herramientas para cuantificar el valor de la naturaleza, y cada día son más
sofisticadas. Algunos países, como Costa Rica, Colombia y Las Bahamas han sido pioneros
en incluir esta valoración en sus cuentas nacionales, y otros en la región, como Uruguay,
están comenzando a seguir esta ruta. Estas cuentas son un primer paso para aprovechar el
capital natural en financiamiento innovador.

McKinsey estima que se necesitan entre 300.000 y 400.000 millones de dólares cada año
para preservar y restaurar los ecosistemas; sin embargo, los proyectos de conservación
reciben únicamente 52.000 millones, principalmente de fuentes públicas y filantrópicas.
Este déficit en la financiación puede reducirse parcialmente mediante la movilización de
inversión privada, apoyando a los actores privados que están aprovechando de manera
sostenible el capital natural, facilitando la inversión privada en proyectos de conservación y
restauración, y fomentando la innovación privada en soluciones ambientalmente
sostenibles.

Un nuevo laboratorio para incubar y escalar soluciones innovadoras


Existe una gran oportunidad para catalizar de forma innovadora los servicios del ecosistema
de capital natural de América Latina y el Caribe en beneficio de la región. En el Banco
Interamericano de Desarrollo hemos creado un Laboratorio de Capital Natural para incubar
y escalar esas soluciones innovadoras y hemos comenzado a apoyar iniciativas en inversión
forestal, soluciones del mercado de capitales para la naturaleza, infraestructura basada en
naturaleza para la resiliencia, carbono azul y aplicaciones de nuevas tecnologías para la
naturaleza. En resumen, queremos tratar a la naturaleza como el activo que es.

A medida que iniciativas globales, como la Coalición de Alta Ambición por la


Naturaleza, buscan unificar los objetivos de las Convenciones sobre Cambio Climático y
Biodiversidad, una visión completa del valor del capital natural puede ayudar a centrarnos
en las soluciones que la madre naturaleza ya nos está brindando. Una buena señal es que
países como Costa Rica, Francia y el Reino Unido estén trabajando para resaltar la
importancia de los vínculos entre la biodiversidad, la naturaleza y el cambio climático. Con
suerte, veremos más apoyo para aumentar la inversión en estas soluciones por parte de los
sectores público y privado.

Versión adaptada y publicada originalmente en El País

Lea una nueva publicación realizada por el BID sobre las soluciones basadas en la
naturaleza aquí.

Foto copyright: Jeremy Bishop – Pexels

https://blogs.iadb.org/sostenibilidad/es/soluciones-basadas-en-
naturaleza-puede-ayudar-a-frenar-la-crisis-climatica/
Cómo la naturaleza puede ayudar a
impulsar la recuperación y el desarrollo de
América Latina y el Caribe
June 16, 2021 por Benigno López Deja un comentario




Los habitantes de América Latina y el Caribe tienen la fortuna de vivir en una región de
gran belleza natural, desde la interminable extensión del Amazonas hasta la cruda soledad
de la Patagonia. Nuestra región posee el 40% de la biodiversidad del mundo y alberga siete
de los 25 puntos críticos de biodiversidad. Tiene 11 de los 14 biomas terrestres y el
segundo sistema de arrecifes más grande del planeta. Más del 30% del agua dulce
disponible en la Tierra y casi el 50% de los bosques tropicales del mundo se encuentran en
la región. Este capital natural no solo es importante como reserva natural o hábitat, sino que
también genera beneficios significativos para el desarrollo y el bienestar humano, incluido
nuestro camino hacia la recuperación post-COVID-19.

Invertir en la naturaleza es una buena oportunidad de negocio, pero para aprovecharla


debemos actuar con rapidez. La naturaleza impulsa la economía y es un activo global vital
que nos proporciona bienes y servicios como alimento, aire y agua. Todas las actividades
económicas dependen fundamentalmente de estos servicios hasta cierto punto, y se
estima que una cantidad considerable de la economía mundial, US$44 billones, más de la
mitad del PIB mundial, depende en gran medida o moderadamente de la naturaleza. Por
ejemplo, en sectores como la industria del turismo, los arrecifes de coral generan
US$36.000 millones al año. Y en la agricultura, la polinización de las abejas contribuye
directamente a la producción de entre el 5% y el 8% de los cultivos mundiales.

La naturaleza también genera beneficios sobre la regulación climática y la resiliencia. Las


Naciones Unidas estiman que los océanos y los ecosistemas terrestres globales están
absorbiendo cada uno el 25% de las emisiones. La naturaleza debería estar en el centro de
nuestra respuesta al cambio climático. Las soluciones basadas en la naturaleza podrían
representar el 40% de la reducción de emisiones de carbono necesaria para limitar el
calentamiento global a menos de dos grados centígrados para 2030. Las soluciones basadas
en la naturaleza también pueden proporcionar importantes servicios de resiliencia,
protegiéndonos contra el aumento del nivel del mar y las tormentas de mayor intensidad
resultantes del cambio climático.
Desafortunadamente, estamos siendo testigos de la destrucción de bosques y otros hábitats,
y del descenso más rápido de biodiversidad jamás registrado. No se ha alcanzado ninguno
de los 20 objetivos de las metas Aichi del Convenio de las Naciones Unidas sobre la
Diversidad Biológica establecidas en 2010. Si queremos revertir esto, el mundo
necesitará aumentar el financiamiento global destinado a la conservación y restauración de
la biodiversidad de US$120.000 millones al año a entre US$722.000 y US$967.000
millones al año durante los próximos diez años. Las iniciativas globales, como la Coalición
de Alta Ambición para la Naturaleza, y una visión integral del valor del capital natural
pueden ayudar a encaminarnos hacia esa ruta. Países como Costa Rica, Colombia, Francia y
el Reino Unido están liderando el camino.

La incorporación de la biodiversidad en los procesos de toma de decisiones de los


gobiernos, o la transversalización, comienza con la planificación. Para llenar este abismo en
el financiamiento, debemos incluir soluciones basadas en la naturaleza a lo largo de los
procesos gubernamentales. El problema es que el capital natural no se valora
adecuadamente en la toma de decisiones públicas y privadas. Como resultado, ocupa un
lugar bajo entre las prioridades de inversión. A menudo, la preservación de la naturaleza se
percibe como un costo o un lujo. Con unas pocas excepciones, los beneficios de la
naturaleza, o los costos asociados a su degradación, no se registran en las cuentas
nacionales ni se asignan a un ministerio o sector industrial específico. La medida
tradicional del progreso económico, el producto interno bruto (PIB), hace poco para
explicar cómo se utiliza la riqueza natural de un país. Sin esta información, la naturaleza no
se puede financiar, preservar ni utilizar de manera eficiente.

Los ministerios de finanzas pueden encabezar este esfuerzo determinando, al inicio de los
procesos presupuestarios y de toma de decisiones, dónde pueden cruzarse las soluciones
basadas en la naturaleza con la gama completa de planes nacionales. Esto requiere
desarrollar propuestas de valor que resuenen con los ministerios clave para que los recursos
presupuestarios que normalmente no se destinan a la naturaleza se puedan alinear
adecuadamente para respaldar logros en tres frentes: la naturaleza, el clima y los medios de
vida. También requiere el desarrollo de herramientas concretas para facilitar esta
integración. Una toma de decisiones creíble requiere datos creíbles. Esto debería ayudar a
que las finanzas públicas sean más eficientes y a aumentar la cuota presupuestaria asignada
a las soluciones basadas en la naturaleza.

Necesitamos trabajar juntos para que la economía sea más verde.


En un período de considerables restricciones fiscales, los fondos públicos por sí solos no
podrán cubrir la cuenta. Los países deben aprovechar el financiamiento privado reuniendo
al creciente número de inversionistas privados que reconocen que la sostenibilidad
medioambiental no perjudica, pero puede mejorar, el rendimiento financiero. El interés
privado es alto. Los gestores de activos como Blackrock han puesto recientemente a la
naturaleza en el centro de sus estrategias de inversión. Para involucrar a estos actores
privados, en el BID estamos trabajando con los gobiernos para identificar carteras de
inversión y respaldar nuevos instrumentos de financiamiento para atraer capital privado. De
hecho, trabajar con el sector privado es uno de los elementos clave contenidos en
nuestra Visión 2025, el plan para acelerar la recuperación en América Latina y el Caribe.
Por su parte, la naturaleza y la biopreservación son fundamentales para uno de los cinco
pilares principales de la Visión 2025: la acción contra el cambio climático. Ninguna
recuperación será sostenible si no va acompañada de medidas concretas para combatir el
cambio climático.

Los innovadores y emprendedores deben recibir apoyo para crear nuevas empresas y
experimentar con nuevos instrumentos. Al mismo tiempo, los actores tradicionales, como
los bancos nacionales de desarrollo, las aseguradoras y las instituciones financieras locales,
deben tener espacio para asumir nuevos roles y desarrollar nuevos productos financieros.

El BID está apoyando estos esfuerzos a través de su programa Natural Capital Lab (NCL).


El NCL es una iniciativa conjunta entre nuestra División de Cambio Climático y
Sostenibilidad y BID Lab, nuestra unidad de innovación, y cuenta con €24 millones del
gobierno de Francia y £12 millones del Departamento de Medio Ambiente y Asuntos
Rurales del Reino Unido. Estamos trabajando para desarrollar productos financieros como
instrumentos de propósito especial de bioeconomía y capital de riesgo para invertir en
proyectos locales en América Latina y el Caribe. Al mismo tiempo, estamos mapeando
oportunidades para incluir la naturaleza en los programas de recuperación del COVID,
como en el caso de la Estrategia de Recuperación Azul de Costa Rica, que identificará
proyectos que pueden contribuir de manera simultánea a los medios de vida e ingresos y
tener impactos significativos en los recursos marinos. El NCL también está apoyando a
países como Colombia en su trabajo para incorporar la biodiversidad en la planificación
mediante la convocatoria de grupos de interés, la incorporación de expertos en integración
en el gobierno y el mapeo de oportunidades de inversión.

El BID también aprobó recientemente una ambiciosa iniciativa para la región


amazónica para apoyar su desarrollo sostenible en siete países de América Latina. Se basará
en cuatro pilares: bioeconomía; uso de la tierra, silvicultura y ganadería sostenibles;
desarrollo del capital humano; y ciudades sostenibles. Finalmente, este año esperamos
aprobar un plan de acción para considerar la biodiversidad en los proyectos que
financiamos y apoyar a los países en la agenda de transversalización.
Con las políticas, el presupuesto y la inversión adecuados, la naturaleza puede ayudar a
lograr una recuperación sólida y próspera en empleo. Podemos mejorar nuestra
infraestructura, una necesidad urgente para la región, de una manera que sea amigable con
la naturaleza y de acuerdo con las contribuciones determinadas a nivel nacional en virtud
del Acuerdo de París y los planes de acción nacionales de biodiversidad. Estamos
comprometidos a apoyar a nuestros países a medida que se embarcan en vías de desarrollo
sostenible que incorporan la biodiversidad y el capital natural como uno de sus activos.

Esperamos profundizar este trabajo en el contexto de las Conferencias de las Partes sobre el
clima y la diversidad biológica que tendrán lugar más adelante en el año.

Publicado originalmente en Forest Lab.

Otras lecturas:

Invertir en la naturaleza para revertir la crisis de biodiversidad

¿Cómo puede la naturaleza apoyar una recuperación económica verde e inclusiva?

Incorporación del Capital Natural y la Biodiversidad en la Planificación y Toma de


Decisiones. Casos de América Latina y el Caribe
Fotos: Adobe Stock





Archivado Bajo:Cambio ClimáticoEtiquetado con:Soluciones basadas en la naturaleza

Benigno López
Benigno López Benítez es Vicepresidente de Sectores y Conocimiento del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), en Washington D.C. Benigno López Benítez,
ciudadano paraguayo, fue nombrado Vicepresidente de Sectores y Conocimiento el 16 de
noviembre de 2020. Antes de ingresar al BID, el señor López fue Ministro de Hacienda de
Paraguay desde agosto de 2018. Encabezó una amplia reforma tributaria y coordinó las
actividades de reestructuración del sistema de pensiones, reforma del gasto y
administración pública, entre otros. Asimismo, lideró el plan económico de emergencia de
Paraguay en respuesta a la crisis de la COVID-19 y lideró iniciativas de transparencia y
lucha contra la corrupción. De 2014 a 2018, el señor López se desempeñó como presidente
del Instituto de Previsión Social, el sistema de pensiones y de seguro de salud de los
trabajadores asalariados de Paraguay. En 2013, fue nombrado Director Jurídico Ejecutivo y
miembro del Consejo de Administración de Itaipú Binacional, entidad que administra la
represa hidroeléctrica más grande del mundo. De 2012 a 2013, fue Asesor Senior del
Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional en Washington, D.C. Previamente,
trabajó por más de 20 años en el Banco Central de Paraguay, donde como Presidente del
Directorio, brindó su visión estratégica para iniciativas sobre metas de inflación e inclusión
financiera. El señor López tiene un título en Derecho de la Universidad Católica de
Paraguay y una maestría en Derecho de la Universidad de Georgetown.
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https://blogs.iadb.org/sostenibilidad/es/como-la-naturaleza-
puede-ayudar-a-impulsar-la-recuperacion-y-el-desarrollo-de-
america-latina-y-el-caribe/ Qué son las soluciones
basadas en la naturaleza y por qué son
importantes?
February 18, 2020 por Mariana Silva Zuñiga 8 Comentarios




Hasta la fecha, la adopción por parte del sector privado de soluciones basadas en la
naturaleza para la infraestructura resiliente al clima en América Latina y el Caribe ha sido
limitada y no se está aprovechando todo su potencial.

Estos son los resultados de un estudio reciente del BID que examina las barreras y los
factores que facilitan la adopción de soluciones basadas en la naturaleza por parte del sector
privado en América Latina y el Caribe.

El proyecto es resultado de un esfuerzo conjunto entre el Banco Interamericano de


Desarrollo (BID), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA),
la consultora de resiliencia climática Acclimatise y el Centro Mundial de Vigilancia de la
Conservación del PNUMA, y tiene como objetivo crear conciencia sobre la gama de
beneficios que las soluciones basadas en la naturaleza traerían a la región.

¿Y qué son las soluciones basadas en la naturaleza?


La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) define las soluciones
basadas en la naturaleza como “acciones para proteger, gestionar de forma sostenible, y
restaurar los ecosistemas naturales o modificados, que abordan los desafíos sociales de
manera efectiva y adaptativa, proporcionando simultáneamente beneficios para el bienestar
humano y la biodiversidad”.

En términos más generales, “soluciones basadas en la naturaleza” es un término que se


puede utilizar para describir enfoques alternativos y no tradicionales a los problemas
ambientales, como inundaciones, escasez de agua o erosión del suelo, mediante el
aprovechamiento del capital natural.

Si bien el método tradicional en el desarrollo de infraestructura es “gris” –lo que involucra


estructuras construidas y artificiales–, las soluciones basadas en la naturaleza abarcan
infraestructura natural, verde e integrada, la cual combina elementos de los tres tipos.
Las soluciones basadas en la naturaleza se desvinculan de la construcción de diques,
embalses, represas y sistemas de drenaje, por los cuales optaría un enfoque de
infraestructura gris para ciertos riesgos climáticos.

En cambio, entre las soluciones basadas en la naturaleza se podría incluir restaurar y


conservar los arrecifes de coral y los cinturones de manglares para mejorar la resiliencia a
las inundaciones costeras y al aumento del nivel del mar, actuando como una primera línea
de defensa para ayudar a disipar la energía de las olas; mejorar la vegetación para reducir
los riesgos de deslizamientos de tierra; y crear áreas verdes permeables para ayudar a
reponer las aguas subterráneas en regiones que enfrentan escasez de agua.

 
¿Por qué son importantes?
Las soluciones basadas en la naturaleza abordan directamente una dependencia excesiva
potencialmente insostenible en la infraestructura gris.
La infraestructura gris presenta un problema con dos aristas: depende del uso de recursos a
menudo no reciclables y finitos, y suele ser temporal. A medida que los riesgos climáticos
aumentan y se intensifican, las soluciones grises deberán mejorarse o reemplazarse. Las
soluciones basadas en la naturaleza también requieren mantenimiento y, a veces, deben ser
restauradas, pero no en la misma medida, por lo que pueden ser más versátiles que sus
contrapartes grises.

Al mantener y reestablecer los elementos naturales, los proyectos que integran soluciones
basadas en la naturaleza ayudan a conservar el medio ambiente, crear hábitats para especies
en peligro de extinción, reducir las emisiones de carbono y restaurar una belleza estética
natural en las comunidades.

Pero el capital natural no se ha incorporado sistemáticamente en la toma de decisiones y en


la planificación. Además sostiene que los gobiernos “no siempre reconocen las
dependencias o la contribución económica del capital natural.

Esto significa que los países están perdiendo un beneficio clave de las soluciones basadas
en la naturaleza: su valor económico. Las soluciones basadas en la naturaleza tienen una
mayor resiliencia al cambio climático que los enfoques grises, por lo que tienen menores
costos de capital inicial y menores tarifas operativas y de mantenimiento.

Entonces, ¿qué sigue?


Aunque las soluciones basadas en la naturaleza fueron presentadas como una de las seis
carteras de acción prioritarias por el Secretario General de las Naciones Unidas en la
Cumbre de Acción Climática de la ONU de 2019, la infraestructura gris sigue siendo el
estándar tradicional.

Los debates sobre las soluciones basadas en la naturaleza se están dando, pero el BID
argumenta que no todos los grupos de interés están en la mesa. En los negocios, la
naturaleza se considera a menudo como un asunto de los equipos de Sostenibilidad o
Responsabilidad Social Corporativa, en lugar de un tema para los grupos de Gestión
Ejecutiva, y como algo relevante para las organizaciones de conservación en lugar de los
desarrolladores de proyectos y las asociaciones de profesionales.

La comunidad financiera también juega un papel crucial. El apalancamiento de la inversión


del sector privado requiere que los desarrolladores de proyectos identifiquen los flujos de
ingresos generados por el componente de soluciones basadas en la naturaleza y lo
incorporen a la estructura financiera de los proyectos. Tener argumentos de negocios claros
desatará el potencial sin explotar que las soluciones basadas en la naturaleza aportan a
nuestra región. Con el interés de demostrar que hay formas de monetizar los beneficios, el
BID también está investigando los modelos y estructuras de financiamiento de casos
exitosos en América Latina y el Caribe para dar luz a esta importante dimensión.
Refiriéndose específicamente a América Latina y el Caribe, el informe del BID encontró
que las soluciones basadas en la naturaleza no suelen integrarse en políticas, legislación y
regulaciones.

En otras partes del mundo este no es el caso. En la Unión Europea, por ejemplo, existen
requisitos legales para que los desarrolladores de proyectos consideren “alternativas
razonables” como parte de sus evaluaciones ambientales.

Esto significa que es necesario sensibilizar aún más al mundo entero acerca de las
soluciones basadas en la naturaleza, pero especialmente a las regiones más afectadas por el
cambio climático. Esto requiere contar con argumentos de negocios sólidos, proporcionar a
los miembros de proyectos herramientas y metodologías mejoradas, y desarrollar e
implementar mecanismos de financiamiento y de seguros adecuados, afirma el BID.

Se debe reconocer la multifuncionalidad de las soluciones basadas en la naturaleza y, solo


entonces, el marco requerido comenzará a tomar forma.

Lea la publicación aquí.

Publicada originalmente en  Climate Home.

Photo: Icon.com/Pexels





Archivado Bajo:Cambio Climático
Mariana Silva Zuñiga
Mariana tiene amplia experiencia en planeación y financiamiento de infraestructura
sostenible con énfasis en financiamiento de proyectos, debida diligencia de inversión y
asociaciones público-privadas (APPs). Ha trabajado con varios gobiernos en creación de
políticas para mejorar el crecimiento económico, la justicia social y el manejo de recursos
naturales. Mariana tiene una maestría en banca internacional y finanzas de la Universidad
Hong Kong Lingnan. Ha estudiado y trabajado en diferentes regiones del munco para ganar
una perspectiva internacional. Mexicana, ha vivido en Suiza, Alemania, Reino Unido, Hong
Kong y Estados Unidos.
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Comments

1. Dunia Lujan dice

February 19, 2020 at 8:09 pm

Estimada Mariana, bastante interesante el tema. Si bien se ha avanzado algo


en Latinoamérica sobre todo en proyectos de infraestructura y de energía
(sectores que conozco por mi experiencia), en diseñar o proponer soluciones
basadas en la naturaleza, aun falta mucho por aprender. Soy especialista
ambiental senior y en ocasiones el principal problema ha sido el que no solo
los ejecutores ademas los financiadores crean en este tipo de soluciones. y
para ello seria interesante una recopilación de todo lo avanzado e
implementado hasta el momento, y considero que el BID tiene bastante
información en sus diferentes proyectos. Sería muy interesante contar con
esa informacion.

Reply

2. Noe Rojas Valdiviezo dice


April 29, 2020 at 7:27 pm

Soluciones basadas en la Naturaleza debe revalorar y basasrse en los


Conocimientos Ancestrales, que durante siglos han sido pilares para saber y
conocer nuestras futuras condiciones climaticas.

Reply

3. Edwin Aragón dice

April 30, 2020 at 5:09 pm

Estimada Mariana: interesante artículo, efectivamente muy poco se ha


trabajado en el desarrollo de infraestructura basada en naturaleza. Me
preocupa, de manera especial, la casi nula restauración de ecosistemas en
áreas degradadas en el corredor seco centroamericano, en el entorno de
cambio climático. Los gobiernos no están haciendo lo suficiente, incluso no
es un tema que esté sobre la mesa de decisión política en estos momentos.

Saludos,

Reply

4. Eduardo Norte Piñones dice


May 1, 2020 at 3:28 pm

Excelente artículo, gracias por abordar desde esta perspectiva los cambios
que debemos hacer. Creo firmemente que debemos ahondar las educación
y formación de profesionales ética y moralmente con el fin de tener como
único objetivo que todo debe centrarse en el bien común de los seres
humanos, dejar de cimentar todos los temas económicos, financieros y
empresariales, políticas públicas en depredadoras, extractivistas y la bus
queda de economizar recursos financieros por sobre el cuidado del medio
ambiente y de las personas.
Volver a humanizar todo el quehacer del mundo, es lo que nos llama esta
pandemia, a la reflexión de un nuevo tipo de ser humano. Propongo un
acuerdo mundial sobre el nuevo trato a los recursos naturales por sobre el
negocio perverso en que hemos caído..

La naturaleza tiene todo lo que necesitamos para hacer la vida sustentable y


armoniosa, solamente debemos aprovechar sus bondades y alcances para la
facilidad y realización de todos sus habitantes..

Reply

5. Luis Caceres dice

May 9, 2020 at 3:59 pm

Estimada Mariana, felicitaciones por el articulo.


Tu curriculum me asusta, eres toda una experta en el tema, quizás por Perú,
exista personas como tu. Gracias por la informacion. estaré atento a las
próximas publicaciones.

Atte.
Luis Caceres Solis
Ing. Civil

Reply

6. Héctor Antonio Castrillón Aldana dice

September 1, 2020 at 11:50 pm

Muchas gracias por este extraordinario artículo que sin duda nos lleva a
reflexionar, evaluar y redireccionar nuestro comportamiento irracional con la
naturaleza, que de continuar vamos directo a nuestra autodestrucción. Uno
de los mayores problemas de nuestra región es sin duda la corrupción y el
clientelismo político, que devora recursos propios y ajenos que llegan a las
arcas de nuestras alcaldías, gobernaciones y presidencia de nuestra rica
nación.

Reply

7. Carlos Cáceres Claros dice

September 26, 2020 at 2:54 pm

Contenido preciso e indicativo sobre las acciones a tomar y hacer que sean
adoptadas por las naciones y las poblaciones que antes de significar a la
Emigración …debemos optar por la Restauración de los ecosistemas en vez
de expoliarlos y abandonarlos . Este artículo, excelente soporte didáctico
universitario.

Reply

8. Luis Vicente Lopez Salazar dice

December 16, 2020 at 3:41 pm

El Cambio Climático es una realidad insoslayable. En la actualidad hay graves


afectaciones a la infraestructura, a la agricultura, ganadería y pesca. La
Región centroamericana y la Andina son las más vulnerables. Es
imprescindible producir conservando, rescatar y valorar los conocimientos
ancestrales. Es urgente proteger y restaurar nuestra Madre Naturaleza. Esto
lo podemos hacer desde nuestra propia realidad, desde nuestra familia,
casa. Teniendo y cuidando un huerto orgánico (en macetas, en la terraza, en
el patio, Etc.). Comprando alimentas frescos y sanos a grupos de agricultores
orgánicos, evitar comprar productos muy procesados. Tenemos que ser
respetuosos con la naturaleza, ser mejores seres humanos, para dejar un
mejor mundo a las futuras generaciones.
https://blogs.iadb.org/sostenibilidad/es/que-son-las-soluciones-
basadas-en-la-naturaleza-y-por-que-son-importantes/

Costa Rica: un líder en la contabilidad del


capital natural
April 25, 2018 por Onil Banerjee 1 Comentario




El proyecto de la plataforma IEEM colabora con gobiernos y otras instituciones para


demostrar sus ventajas para el desarrollo y análisis de políticas e inversiones públicas. Hoy
les voy a contar nuestra experiencia con el Banco Central de Costa Rica (BCCR) y cómo
IEEM resultó ser la herramienta adecuada para el BCCR por dos razones principales.

Como el principal objetivo del Banco Central es administrar la inflación, gran parte de su
toma de decisiones se basa en las expectativas del futuro. Sin embargo, el cambio climático
y la variabilidad climática no han sido considerados explícitamente en los analices previos
del BCCR. Otro de los objetivos clave del BCCR es promover el crecimiento económico
sostenible y el uso eficiente de los recursos productivos de Costa Rica, incluyendo los
recursos agrícolas, forestales y turísticos. El concepto de sostenibilidad es central aquí, ya
que un país puede agotar sus recursos ambientales mientras acelera el crecimiento del PIB.
Si este crecimiento del ingreso reflejado por el PIB es sostenible o no es otro asunto, y
requiere ser pensado en términos de la riqueza subyacente de una nación. Las estrategias de
crecimiento basadas en la explotación no regulada de los recursos ambientales no mejoran
la riqueza y, por lo tanto, son insostenibles.

Veamos por qué la plataforma IEEM fue la mejor opción:

 Primero, proporciona el tipo de análisis prospectivo necesario para que el BCCR


disponga de mejor información sobre los posibles impactos de las decisiones antes de
su implementación, mientras que los módulos ambientales especializados de IEEM
permiten analizar los impactos del cambio climático y cómo éstos pueden afectar
políticas públicas y escenarios de inversiones alternativas.
 Segundo, el análisis con IEEM y los indicadores que genera, proporcionan al BCCR
la capacidad analítica de evaluar objetivamente si las políticas gubernamentales
contribuyen o no a las perspectivas de crecimiento de la nación a largo plazo, así
como a la equidad intergeneracional.

A medida que aumentan el impulso y la capacidad para la aplicación de la plataforma


IEEM, surge un sinnúmero de oportunidades interesantes para aplicar IEEM al diseño y
análisis de políticas e inversiones públicas basadas en evidencia en Costa Rica, y– más allá.
Por ejemplo, en algunos países, estamos explorando aplicaciones de la plataforma IEEM
para examinar estrategias de des-carbonización profunda con agricultura, silvicultura y
otros usos de la tierra como sectores estratégicos para la reducción de
emisiones. Ciertamente, existen varios puntos de entrada al ciclo de políticas públicas a los
cuales IEEM puede contribuir (figura 1). Por ejemplo, los países tienen un número
creciente de objetivos cuantitativos establecidos en sus Contribuciones Nacionales
Determinadas para la reducción de emisiones y los Objetivos de Desarrollo Sostenible a los
que se puede aplicar IEEM en escenarios para atingir objetivos específicos. Algunas
políticas pueden ser más efectivas que otras para cumplir con estos objetivos
interrelacionados al capitalizar sinergias y minimizar los trade-offs. IEEM ilustra con
claridad potencial escenarios que sean de ‘win-win’ y las difíciles concesiones que puedan
existir en la evaluación de un rango do políticas (escenarios de policy screening, figura 1).
Nuestro trabajo en la evaluación de líneas de acción para alcanzar los Objetivos de
Desarrollo Sostenible en Guatemala reveló la importancia de un marco de trabajo integrado
e multi-sectorial al considerar estos objetivos interrelacionados tan complejos.
Costa Rica ha demostrado ser un modelo regional para el desarrollo y aplicación rápida de
las cuentas de capital natural. Desarrolladas y administradas dentro del BCCR, éstas
cuentas han pasado rápidamente de proporcionar una perspectiva sobre el uso histórico del
capital natural, a su implementación en el análisis de políticas aplicadas con visión de
futuro utilizando la plataforma IEEM. Esta demostración de la aplicación de las cuentas de
capital natural es poderosa. Si los países desean continuar asegurando el apoyo político y
presupuestario necesario para la producción periódica de las cuentas de capital natural, es
fundamental demostrar su uso desde temprano, para informar las soluciones que brindan a
las cuestiones más urgentes de política pública e inversión que enfrenta un país.

Figura 1. Puntos de intervención de la plataforma IEEM en el ciclo de política pública.

https://blogs.iadb.org/sostenibilidad/es/costa-rica-un-lider-en-la-
contabilidad-del-capital-natural/
https://blogs.iadb.org/sostenibilidad/es/3-razones-por-las-que-el-
sector-privado-deberia-invertir-en-soluciones-basadas-en-la-
naturaleza-para-ser-mas-resilientes-al-clima-2/
#:~:text=3%20razones%20por,Recursos%20Naturales%2C
%20Viena.
https://blogs.iadb.org/sostenibilidad/es/3-razones-por-las-que-el-sector-privado-deberia-invertir-
en-soluciones-basadas-en-la-naturaleza-para-ser-mas-resilientes-al-clima-2/

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