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Emmanuel Kant
La ilustración para Kant esa aquella liberación del hombre que se encuentra cohibida
debido a su incapacidad e imposibilidad de servirse de su propia inteligencia sin la ayuda
de otro, pues tiene el pensamiento de que si puede pagar no le hace falta pensar.
En este concepto, se encuentran los pupilos y los tutores; donde el primero de ellos son
aquellos hombres incapaces de pensar en por si mismos, y deciden someterse a la dirección
ajena, sintiendo gusto por esto, mientras que los segundos, los tutores, son aquellos
directores de su propio pensamiento y la de algunos otros, ya que toman ventaja de la
comodidad y la cobardía de los pupilos, un ejemplo claro de tutor: es el medico que nos
prescribe las dietas.
Ese camino de ilustración debe tomarse con cautela ya que los tutores se han encargado de
mantener a los pupilos en situación de ignorancia y en el concepto de minoría de edad, lo
cual hace que este cambio no se pueda realizar repentinamente, puesto que puede generar
un caos, convirtiéndose victimas de sus propios prejuicios. Para que la Ilustración sea
posible es necesaria una reforma del pensamiento, pero dentro de un orden,
generando una condición de libertad resumida en el uso privado (se encuentra
sometido y debe obedecer) y en el uso público (expresa su opinión ante la mayoría de
lectores)
En calidad de doctor que se dirige por medio de sus escritos al mundo, como clérigo
(Hombre que ha recibido ordenes sagradas de alguna religión cristiana)
- Que hace un uso público de su razón
- Disfruta de una libertad ilimitada para servirse de su propia razón y hablar en
nombre propio.
Sería muy injusto que el Estado aprovechase su poder para controlar las ideas de sus
ciudadanos,
- Lo que ni un pueblo puede acordar por y para sí mismo, menos podrá hacerlo un
monarca en nombre de aquél.
Permitir a sus súbditos que dispongan por sí mismos en aquello que crean
necesario para la salvación de sus almas
- Hay peligro porque los súbditos hagan uso público de su razón, y expongan
libremente al mundo sus ideas sobre una mejor disposición de aquella, haciendo una
franca crítica de lo existente
- Pereza y cobardía > causas de que la mayor parte de la humanidad se someta a los
dictados de otras personas.
- La ignorancia es sinónimo de esclavitud,
Ignorante acepta gustosamente ser dirigido por los sabios o “tutores”,
Este sometimiento a la razón ajena constituye el mayor pecado por cuanto va
contra la propia naturaleza del hombre.
Pupilos:
- Incapaces de pensar por sí mismos, se someten a la dirección ajena y, lo que es
peor, aceptan gustosamente esta situación de sometimiento.
Tutores
- Gracias a la comodidad y cobardía de los pupilos, se erigen en directores del
pensamiento y la conducta ajenas: médicos, sacerdotes, políticos, militares
- Se preocupan por mantener su situación privilegiada advirtiendo a los pupilos sobre
el peligro que encierra el libre ejercicio de la razón.
Uso publico
o En todo momento libre
o Aquel que se puede hacer de la razón ante el publico del mundo de
lectores
o Expresa sencillamente su opinión, sus razones.
Uso privado
o A menú debe ser limitado
o Aquel que puede hacer de funcionario
o Hacer en un puesto civil, o funció n que se le ha confiado.
- Ciudadano no se puede negar a contribuir con impuestos – puede ser castigada sino
lo hace
- El clérigo esta obligado a enseñar la doctrina con arreglo al credo de la iglesia
- Como doctor tiene la plena libertad y deber de comunicar al publico sus ideas de
las deficiencias que encuentra en aquel credo
Dar a conocer sus propuestas de reforma de religión y de la iglesia
En calidad de doctor que se dirige por medio de sus escritos al mundo, como clérigo
(Hombre que ha recibido ordenes sagradas de alguna religión cristiana)
- Que hace un uso público de su razón
- Disfruta de una libertad ilimitada para servirse de su propia razón y hablar en
nombre propio.
Sería muy injusto que el Estado aprovechase su poder para controlar las ideas de sus
ciudadanos,
- Lo que ni un pueblo puede acordar por y para sí mismo, menos podrá hacerlo un
monarca en nombre de aquél.
Permitir a sus súbditos que dispongan por sí mismos en aquello que crean
necesario para la salvación de sus almas
- Hay peligro porque los súbditos hagan uso público de su razón, y expongan
libremente al mundo sus ideas sobre una mejor disposición de aquella, haciendo una
franca crítica de lo existente
- Sólo aquel que, esclarecido, no teme a las sombras, pero dispone de un numeroso y
disciplinado ejército para garantizar la tranquilidad pública, puede decir lo que no
resolvería un Estado libre
- Hasta en los principios del Gobierno, que encuentra ya compatible dar al hombre,
que es algo más que una máquina, un trato digno de él.