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El Velo de

la Mujer Cristiana
En esta sección le presento (cortesía de Anabaptistas) con dos artículos sobre
el tema del velo de la mujer cristiana.

Una Exposición de 1 Corintios 11:1-16.


Respondiendo a las Objeciones.

UNA EXPOSICION DE 1 CORINTIOS


11:1-16
(Seleccionada de "The Torch")

Introducción

Mi propósito es dar una breve pero cuidadosa exposición de 1 Corintios 11:1-


16. Siendo que la inspiración del Espíritu Santo está sobre el texto griego
original, daré la traducción más literal posible. Me concentraré en los
significados específicos, en las construcciones gramáticas, y en los tiempos
gramáticos de las palabras. Las palabras o frases en paréntesis no se
encuentran en el texto griego original, pero sirven para completar el
pensamiento de la traducción.

Es importante tener presente que al escribir esta epístola a los Cristianos en


Corinto, Pablo no sólo les estaba hablando a ellos, sino también a "todos los
que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo" (1:2).
Con su preciencia profética, Pablo tal vez supo que sus cartas serían
circuladas ampliamente como expresiones de doctrina apostólica. Todas sus
epístolas tienen mensajes con aplicación general aunque se dirigían a
necesidades y problemas locales. Con esto en la mente, podemos ver que la
enseñanza del velo no fue nada más para una situación socio-cultural
específica. También es para todas las iglesias en todo lugar, tal como 1
Corintios 11:16 lo indica tan claramente.

v.1 "Imitadores de mi sed, así como yo también (soy) de Cristo."

"Imitadores" (griego, mimetes) y la palabra mimo se derivan de la misma


palabra griega. En este versículo "se usa en el tiempo continuo, sugiriendo un
habito o una práctica constante" (Diccionario Expositivo de Vine del Nuevo
Testamento). Esta no es una imitación inferior. Es la vida, el poder, y la
voluntad de Jesús mismo actuando en nosotros y por medio de nosotros. No
somos llamados a vivir una réplica humanamente fabricada, llena de
imperfecciones inevitables. ¡Hemos sido llamados a manifestar a Cristo en
nosotros! (Dos versículos relacionados a esto son Efesios 5:1 y 1
Tesalonicenses 1:6.) Como para Pablo "el vivir es Cristo," así debemos
nosotros vivir la vida de Cristo en nuestros cuerpos. Esto es posible solamente
al mantener muerto al viejo hombre y al permitir que Cristo se exprese por
medio de nosotros. ¡Ojalá tuviéramos más modelos de tan profunda semejanza
a Cristo!

v.2 "Y les alabo, Hermanos, que en todo se han acordado de mi, y tal
como se las entregue, retienen las tradiciones."

La primera cosa que sobresale en este verso es que se dirige a los Hermanos
varones. Esto enfatiza la jefatura de ellos y que son ellos los que
primariamente necesitan la aclaración de los principios posteriores. Si hubiera
una igualdad gubernamental entre hombres y mujeres, Pablo seguramente se
hubiera dirigido a las mujeres. Sin embargo, las cosas no son así, de modo que
le habla a los hombres, los cuales necesitaban asumir su jefatura (dada por
Dios) sobre las Hermanas.

Aunque habla muchas razones para reprender a sus Hermanos en Cristo, Pablo
fue generoso con palabras de alabanza y animo. Su corazón paterno se esforzó
por cancelarlos y fortalecerlos aun en medio de la amonestación. El les tema
un amor profundo, y ese amor siempre encontraba la manera de expresarse.
Esto nos es un buen recuerdo en todas nuestras relaciones en el Cuerpo de
Cristo--el amor ágape siempre encuentra la manera.

Ellos retenían lo que él les había entregado, lo cual expone el grado de entrega
que teman. Ellos se apegaron a su enseñanza y la obedecerían, a no ser que
recayeran y ofendieran a su precioso Señor. Esta es siempre la prueba
primaria de las iglesias fieles, que "perseveran en la doctrina de los apóstoles"
(Hechos 2:42).1 Retenemos lo que nos es precioso. Las enseñanzas que el
Señor nos da son sin precio y llenas de bendición si las obedecemos, porque
ellas sirven para ministrarnos su vida, y así le glorifican a él.

Tradiciones (griego, paradosis) literalmente significa "transmisiones,


hablándose aquí de las doctrinas (instrucciones, según la versión Reina-Valera
de 1960) y enseñanzas que el les dio en persona anteriormente. La doctrina
apostólica sirve como un vehículo para el Espíritu y la vida de Cristo. La
doctrina apostólica encierra la verdad bíblica acerca de quien es Jesús, cual es
su labor, y como podemos vivir en el poder de su resurrección.
Lo que resta del capitulo 11 trata con dos enseñanzas fundamentales sobre las
cuales obviamente necesitaban más instrucción--el velo de la mujer y la Santa
Cena.

v.3 "Pero quiero que sepan, que la cabeza de todo varón es Cristo, y la
cabeza de la mujer (es) el varón, y la cabeza de Cristo es Dios."

Este versículo pone un fundamento profundo: las relaciones autoritarias


gubernamentales entre Dios, Cristo, el varón, y la mujer. Al tratar con
problemas individuales y de la iglesia, Pablo tuvo el discernimiento espiritual
para ver la importancia de dirigirse a los principios básicos del problema a la
mano. De esta manera, el les enseño a sus condiscípulos a construir su fe y la
práctica de ella sobre una base solida. Así evitarían la arena movediza de la
ética situacional (que cambia según la situación). El fuego y el viento
pudieran probar el edificio de la persona así fundada y no lo destruirían
porque estarla seguro en la Palabra de Dios. Inspeccionemos nuestros
fundamentos. Si son defectuosos, quitemos los escombros y erijamos "sobre el
fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo
Jesucristo mismo" (Efesios 2:20).

Cristo es la cabeza de todo varón, no sólo de los Cristianos--aquellos que


viven bajo el señorío diario de Cristo. Y en la estructura gramática de este
versículo, "toda mujer" es el sentido implícito. Siendo que Cristo a todos crea
y por todos murió, todos son suyos soberanamente, pero no prácticamente,
porque Dios respeta nuestro libre albedrío y no nos impone su señorío a la
fuerza.

La jefatura del hombre sobre la mujer es una relación para esta edad, y tiene
su origen en la creación misma. La jefatura del hombre no es nada más un
resultado de la Caída, pero se estableció en el huerto de Edén porque Eva fue

creada del varón y era una "ayuda idónea para él" (Génesis 2:18). El pecado
de Eva en el huerto violo este principio de jefatura pues desobedeció a Dios e
indujo a Adán, con eso excediendo su lugar de autoridad e influencia. La
jefatura del hombre sobre la mujer no queda suprimida en la iglesia, porque es
un aspecto del gobierno de Dios para la más eficaz realización de sus
propósitos.

Sin embargo, en el reino espiritual "no hay varón ni mujer; porque todos
vosotros sois uno en Cristo Jesús" (Gálatas 3:28). Existe una igualdad
espiritual entre hombre y mujer, y el arreglo administrativo de esta vida no la
cambiará.

Dios es la cabeza de Cristo (Juan 14:28; 1 Corintios 3:23) en el sentido que


Cristo gustosamente se sujetó a Sí mismo en su papel mediador para la
salvación de la humanidad. Esta gran verdad es la base fundamental para todo
lo que sigue en este capítulo. Es por medio de semejante sujeción voluntaria
que hombre y mujer encubren su gloria. Entonces pueden revelar (eso es,
descubrir) la vida vibrante del Padre. La enseñanza del velo (versículos 1-16)
implica el encubrimiento y la crucifixión del YO. En la Santa Cena
(versículos 17-34) recordamos que Cristo hizo lo mismo--se entregó a Si
mismo en la cruz por nuestros pecados. Esta fue la manera de Cristo; si
nosotros deseamos entrar en su vida, lo podremos hacer solamente por los
mismísimos medios.

v.4 "Todo varón orando o profetizando teniendo (un velo o algo) en la


cabeza avergüenza su Cabeza."

Otra vez, tenemos el termino todo que no deja excluido a nadie. Pablo habla
específicamente de los tiempos de oración y declaración de la Palabra del
Señor. Por medio de la obra propiciatoria de Cristo, el hombre puede (y debe)
acercarse a Dios con la cabeza descubierta. Los judíos de esa era adoraban y
oraban con un cubierto llamado "taled" sobre sus cabezas. Ahora con la sangre
preciosa de Cristo como nuestro cubierto permanente y todopoderoso, el
hombre puede pararse en la presencia del Todopoderoso con la cabeza
descubierta. Tertuliano (153-222 antes de Cristo) dijo, "Nosotros oramos con
la cabeza descubierta porque no nos sonrojamos."

¿Qué relación existe aquí entre el orden de jefatura y la oración y la profecía?


Esto se puede entender solamente en un sentido figurado. Siendo que el varón
es llamado a revelar la gloria de Dios, cuando ora y profetiza en el nombre de
Cristo debe hacerlo con cabeza descubierta (así tipificando la revelación de
Cristo). Y si no, manifiesta su propia gloria, avergüenza a Cristo, su Cabeza.
Así también la mujer en el próximo versículo--si ella no se cubre la cabeza al
orar y profetizar, tipifica la revelación de nuestra naturaleza carnal...y
avergüenza a su cabeza.

El ministerio de Cristo a través de nosotros en la oración y profecía se


manifiesta cuando somos obedientes a los arreglos gubernamentales que él ha
establecido. Ellos son los limites ordenados dentro de los cuales debemos
funcionar en la iglesia y ante el mundo.

En 2 Corintios 3:13-16, Pablo explica que aquellos del antiguo pacto aun
tienen corazones velados, así como Moisés se velo para cubrir la gloria de
Dios, pero que "cuando se conviertan al Señor, el velo se quitara." Por lo
tanto, los varones cristianos ya no usan un velo como los judíos del pacto
pasado. Ponemos en vergüenza nuestra Cabeza si cubrimos lo que él ha
cubierto con su propia sangre y gloria.
v.5 "Y toda mujer orando o profetizando con su cabeza descubierta
avergüenza su cabeza, porque es la misma cosa con la rapada."

Una vez más se usa el termino inclusivo (aquí vertido toda). Esta enseñanza
abarca a toda mujer: pagana, judía, o Cristiana; soltera, casada, o viuda.
Claramente, la deshonra cae sobre el varón como su cabeza, y no sólo sobre su
propia cabeza.

En Numeros 5:18 vemos que a la mujer sospechada de infidelidad se le


quitaba el velo. Esto daba a conocer que se había deshonrado a si misma y
también a su marido. Isaías 47:2-3 nos da una descripción profética de la caída
de Babilonia. Allí podemos ver que los pasos hacia la falta de pudor,
modestia, y vergüenza muchas veces se inician con el abandonamiento del
velo:

"Quítate el velo, recógete las faldas, desnúdate las piernas, pasa a pie los
ríos; que se te vea el cuerpo desnudo, si, que quede tu sexo al descubierto."
Entre los griegos, solamente las prostitutas (tan numerosas en Corinto)
andaban sin velo; las esclavas y las adúlteras tenían la cabeza rapada. El
contexto cultural parece indicar que este mandamiento era sólo una costumbre
social temporal para que las Hermanas no fuesen identificadas con las rameras
de Corinto. Pero nada más necesitamos recordar los principios básicos que
sostienen la práctica del velo y veremos que supera las costumbres sociales de
cualquier nación o cultura.

Así que, la Hermana que rehúsa orar o profetizar con el velo puesto, rechaza
la autoridad de del varón pues rechaza el símbolo de la autoridad. Al hacer eso
deshonra la Palabra de Dios y sus designios gubernamentales.

v.6 "Porque si la mujer está no velada, que ella también se trasquile; pero
si (le es) vergonzoso a la mujer estar trasquilada o rapada, que ella este
velada."

Velada se tradujo del griego katakalupto, que literalmente significa "algo que
cuelga y cubre completamente." Si una mujer rehusaba estar velada, también
habría de raparse o trasquilarse. Trasquilar (griego, keiro) es la palabra usada
cuando se esquilan las ovejas (Hechos 8:32); significa cortar el cabello muy
cortito. Siendo que es su gloria y una insignia de su feminidad, raparse
hubiera sido vergonzoso en la mayoría de las culturas a lo largo de la historia.
Pero hoy el sentido natural de la distinción de los sexos se ha degenerado y el
unisexualismo está de moda.

¿Por qué demandará Dios que si una mujer rehúsa llevar el velo, que entonces
se corte todo el cabello? Claramente es porque su gloria debe de cubrirse. Si
ella rechaza el velo que sirve para encubrir su gloria, entonces también debe
remover la misma gloria (su cabello).

La palabra también en este versículo muestra sin lugar a duda que se está
hablando de un cubierto que no es el cabello mismo. Queda excluida la
posibilidad de que el cabello largo le es dado a la mujer para su único
cubierto. Si el cabello fuese el único velo y ella rehusase tener cabello, ¡cómo
podría ella aún tener cabello para cortarse! Aquellos que toman la posición
que el cabello es el único velo, pronto se enredan en algunas absurdidades
verbales.

v.7 "Porque el varón verdaderamente no debe tener la cabeza velada,


siendo la imagen y gloria de Dios; pero la mujer es la gloria del varón."

Estas palabras hubieran herido profundamente a los judíos del día, a causa de
su práctica religiosa de cubrirse la cabeza durante la adoración. Tal vez los
judíos que molestaban a Pablo dondequiera que fuese insistían en mantener el
uso del taled. Debemos mantener fijo en la mente que Pablo mismo así lo
había hecho antes de su conversión, y sin duda había tenido sentimientos
fuertes acerca de ello. Ahora, en la libertad que experimentaba siendo una
nueva creación en la imagen y gloria de Dios, el enseña que el velo no debe
ser usado por el varón. Cuando un varón cristiano se entrega enteramente a su
Señor y Cabeza, su propia gloria se encubre y la gloria de Cristo queda
revelada. A medida que por el Espíritu damos muerte a nuestra carne, la vida
y la luz de Cristo resplandecen a través de nuestros cuerpos mortales y vamos
siendo transformados a su imagen.

El varón es imagen y gloria de Dios. La mujer origina del varón y es su gloria.


Ella cumple su propósito divino a lo máximo cuando funciona en su lugar al
lado del varón pero bajo su autoridad, pues fue creada para el varón (Génesis
2:20-23) y es su gloria. Esto ciertamente no quiere decir que ella es inferior,
pues son iguales espiritualmente. Lo que sí expresa es que en esta
dispensación terrenal ella es llamada a ser sumisa al varón en la familia, en la
iglesia, y en las relaciones sociales.

v.8 "Porque el varón no es de la mujer, sino la mujer del varón."

Otra vez se nos refiere a Génesis 2:21-22 en cuanto al origen de la mujer.


Siendo que fue el último ser creado, pudiéramos decir que ella es la corona y
el clímax de la obra creativa de Dios. ¡Ella es la gloria del varón!

v.9 "Pues el varón no fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por
causa del varón."
Volvemos a ver que, según el relato de la creación, la mujer fue creada como
una ayuda comparable y correspondiente al varón. Fue creada para ser una
sola carne con un solo varón en matrimonio santo ante Dios.

Efesios 5 nos da un vistazo importante al poder que el varón ha de ejercer


sobre la mujer--el poder del amor ágape.

"Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amo a la iglesia, y se


entrego a Si mismo por ella" (verso 25).
Este es un llamado al sacrificio propio y a la administración de la Palabra
(verso 26) para la edificación y santificación de ella (verso 27). En el reino de
Dios, y por lo tanto en la iglesia, la jefatura implica la entrega personal que
Cristo nos manifestó perfectamente. El tipo de liderazgo que domina y tiraniza
es del espíritu de este mundo. La sumisión (griego, hupotasso--literalmente,
"disponer bajo") que la esposa le debe rendir a su marido es semejante a esa
sumisión que la iglesia debe rendirle a Cristo.

v.10 Por causa de esto, la mujer debe tener (una señal de) autoridad sobre
su cabeza--por causa de los ángeles." La mujer debe tener puesto un velo
porque funciona como una señal, un símbolo, o un emblema de la sumisión
que ella le muestra a su autoridad varonil y últimamente, a Dios. Esta señal
debe representar la realidad interna de su relación con Dios y con el varón.
Pudiéramos decir que ella tiene el recordatorio constante de lo que su vida
debe mostrar. Puesto muy simplemente, el velo sirve para expresar en una
manera sencilla y visible el hecho ordenado por Dios que en esta dispensación
la mujer esta bajo la jefatura y la autoridad del varón. "...y el se enseñoreará
de ti" (Génesis 3:16).

Quedamos desafiados a considerar este pensamiento sombrío. ¿Qué hubiera


sido si Cristo hubiera rechazado las señas y la realidad de la jefatura del Padre
sobre él? ¿Qué tal si hubiera rehusado tomar esa copa amarga, si no hubiera
obedecido aun el aparentemente más insignificante de los mandamientos de
Dios? Sabemos la respuesta.

La frase "por causa de los ángeles" (mensajeros) ha provocado mucha


reflexión. Lo más probable es que esto se refiera tanto a los demonios como a
los ángeles. Los ángeles viven en una relación con Dios de sumisión perfecta
y total. Ellos se escandalizan ante la indecencia de las mujeres descubiertas,
que deben llevar el velo como una indicación de sumisión a su cabeza. La
experiencia nos enseña que la mujer velada tiene gran protección contra el
enemigo...si su corazón esta en la actitud de sumisión simbolizada por el velo.
No tenemos una percepción suficientemente clara del mundo espiritual para
poder entender enteramente por que esto es así, pero esta verdad tiene
evidencia abundante. Dios se compromete con la persona que esta en la
posición que Dios le ha dado y que vive en obediencia a su Palabra. Entonces
esa persona puede fortalecerse "en el Señor, y en el poder de su fuerza"
(Efesios 6:10).

La mujer fiel y velada puede ejercer una influencia tremenda y poderosa en


los lugares celestiales cuando ministra en la oración e intercesión ante el
Padre. La iglesia necesita desesperadamente a tales mujeres que puedan servir
en la posición de poder que el Señor les ha dado.

v.11 "Pero ni (es) el varón aparte de la mujer, ni la mujer aparte del


varón, en el Señor."

Aquí encontramos el equilibrio para lo que se dijo anteriormente: la


dependencia mutua del varón y la mujer "en el Señor." Fuera del Señor, la
sociedad rara vez realizara el significado bíblico del diseño de Dios y del
orden de jefatura. Estas verdades divinas se disciernen espiritualmente y por
lo tanto, le son locura al hombre natural (1 Corintios 2:10-16). Pero "en el
Señor," donde "Cristo es el todo, y en todos" (Colosenses 3:11), su señorío
sobre cada uno pone en orden las relaciones interpersonales de los miembros
del Cuerpo. Es así que ellos pueden funcionar armoniosamente en sus lugares
específicos, unidos en amor, el vínculo perfecto (Colosenses 3114).

v.12 "Porque como la mujer (es) del varón, así también el varón (es) por
(medio de) la mujer, pero todas las cosas (son) de Dios."

Otra vez, el hace hincapié en la dependencia mutua entre ellos y en el hecho


que el varón nace de la mujer, lo cual fue el caso aun con Jesús en su gran
humillación. Pero todas las cosas originan en Dios, pues "de él, y por él, y
para él son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amen" (Romanos
11:36).

v.13 "Juzguen dentro de sí mismos-- ¿es propio que una mujer ore a Dios
descubierta?"

Pablo desafía a los creyentes a que reflejen profundamente sobre las verdades
y su aplicación que él acababa de compartir con ellos. Basándose en los
principios importantes que había establecido, ¿pudiera posiblemente ser
propio que una mujer orare a Dios con la cabeza descubierta? El conocía la
única respuesta que pudieran dar, según su enseñanza, la cual tenía completa
autoridad apostólica y fue inspirada por el Espíritu Santo.

De nosotros también constantemente se demanda el hacer juicios y decisiones


de impacto espiritual en nuestras propias vidas y en las vidas de otros. Esos
juicios y decisiones se hacen a base de nuestro discernimiento espiritual de la
Palabra de Dios y de su voluntad. Tal responsabilidad nos motiva a buscarle a
él y a escudriñar su Palabra, y nos conmueve a la madurez.
v.14 " ¿O no les enseña aun la naturaleza misma que si un varón tiene
cabello largo esto le es una deshonra?"

La palabra naturaleza (phusis en griego) aquí implica instinto, o un sentido


nativo de lo que es correcto. Romanos 2:14 hace mención de esto cuando
habla de los que "hacen por naturaleza lo que es de la ley." Y Romanos 1:26
se refiere al mismo concepto cuando condena a las que "cambiaron el uso
natural por el que es contra naturaleza."

La palabra deshonra (atimia en griego) quiere decir precisamente eso--una


infamia, una desgracia que hace contraste a la gloria, dignidad, y honor
mencionada en el versículo 15. Claramente, desde la perspectiva de Dios, el
cabello largo le es deshonroso al varón. La distinción externa entre los sexos
es un mandato bíblico y lo largo del cabello debe ser una evidencia primaria
de ello. La definición de "largo" variara entre diferentes culturas y épocas,
pero la persona con discernimiento espiritual podrá percibir los límites para si
mismo y para los que están bajo su autoridad.

v.15 "Pero si una mujer tiene cabello largo, esto le es gloria, pues el
cabello largo en lugar de un cubierto le es dado."

El cabello largo de la mujer es una de sus glorias principales--una expresión


tan bella de su feminidad. Daniel Kauffman lo dijo áptamente: "El cabello
largo es la señal de la relación natural que existe entre hombres y mujeres; el
velo es la señal de la relación espiritual que debe existir entre ellos como
hombres y mujeres en el Señor."

Mucha confusión ha originado de este verso, pues algunos concluyen que el


cabello largo es dado en vez del velo. Pero esta confusión se acaba cuando
consideramos el texto original. La palabra griega usada aquí para cubierto es
peribolaion, que literalmente significa "algo envuelto o echado alrededor de."
Hebreos 1:12 es el único otro verso que usa la palabra: "como un vestido
(peribolaion) los envolverás.... "

Esta es una palabra completamente diferente a katakalupto, que es el velo


mencionado en los versículos 5,6,7, y 13. Recuerde su significado: "algo que
cuelga y cubre completamente."

Así que, ¿qué significado tiene este verso aparentemente incomprensible?


Dios nos dice que la gloria de la mujer (su cabello largo) le es dado para servir
como un cubierto natural que ha de ser envuelto. El fundamento de esta
declaración es un principio profundo--la gloria de la mujer se debe cubrir para
simbolizar el encubrimiento de su propio ego que permite la manifestación de
Cristo en ella. Este encubrimiento de la gloria femenina es una señal que
refleja áptamente un principio fundamental de la vida cristiana--cuando
morimos a nosotros mismos (así encubriendo nuestra gloria), la vida y luz de
Cristo se descubren a través de nosotros, dispersando las tinieblas de este
mundo.

v.16 "Pero si alguno piensa ser contencioso, nosotros no tenemos tal


costumbre, ni las iglesias de Dios."

Con completa autoridad apostólica, Pablo enfáticamente afirma que si alguien


es contencioso (griego, philaneikos = encariñado con la contienda) en cuanto a
este asunto, todas las iglesias de Dios no teman tal costumbre. ¿Cuál
costumbre--velarse o no velarse?

Uno se maravilla al leer los comentadores que implican que este versículo
anula todo lo dicho en los versículos 1-15. La expresión "tal costumbre"
contesta la pregunta hecha en el verso 19 (" ¿Es propio que una mujer ore a
Dios descubierta?". La construcción gramática griega del versículo 16 es tal
en cuanto a caso, numero, y género que acuerda solamente con el pronombre
"si mismos" en el versículo 13. Por lo tanto, los versículos 14 y 15 son un
paréntesis entre los versículos 13 y 16. Pablo proclama osadamente que en
toda iglesia las Hermanas llevaban el velo, y les ordena tajantemente a los
corintos a que se pongan en harmonía con la práctica apostólica universal.
Escritos de los primeros siglos de la iglesia y el arte en las catacumbas de
Roma dan evidencia clara de que así era el caso.

No existe duda alguna de que Dios insiste y manda que toda mujer cristiana
use el velo. Cualquiera iglesia que se dice ser bíblica reconocerá que las
doctrinas de los apóstoles son esenciales para su realización. El velo de la
mujer cristiana es una de estas doctrinas. Decir esto no implica que el velo es
esencial para la salvación. Obviamente no debe igualarse en importancia con
enseñanzas apostólicas tales como la encarnación y la redención. Sin
embargo, cuando vivimos en desobediencia deliberada, negamos la realidad
del señorío de Cristo y ponemos en peligro nuestra salvación.

"No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el
que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos" (Mateo 7:21).
Servimos a un Dios quien ha puesto gran énfasis en los símbolos y en sus
significados. El Antiguo Testamento esta lleno de tipos y símbolos que
anticipan y preparan para la más plena revelación y realidad del nuevo pacto.
En el Nuevo Testamento, el velo nos recuerda que el nuevo pacto y la libertad
en Cristo no anulan las distinciones gubernamentales que Dios estableció en el
Edén--siguen vigentes mientras dure esta creación.

RESPONDIENDO A LAS OBJECIONES


Para casi cada una de las verdades divinas habrá individuos que presentarán
objeción. Las razones puedan ser variadas, pero demasiadas veces se tratan de
razonar la desobediencia a alguna aplicación. He ahí la manera más
"conveniente" de evadir los mandatos de Dios--convencernos de que la
Palabra no quiere decir lo que dice. En esta época de un evangelio inferior y
casi sin costo, necesitamos recordar que el discípulo no escoge cuales
mandamientos del Maestro obedecerá y cuales pasara por alto. El discípulo
genuino busca ser fiel en la obediencia a toda su Palabra.
"¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?" (Lucas
6:46).
Aquí encontrará algunas respuestas (en letra normal) a las objeciones más
comunes (en letra negrita) que se presentan contra el velo.

1. El velo era sólo una costumbre local de aquel entonces.

Entre los judíos se acostumbraba adorar con la cabeza cubierta, tanto hombres
como mujeres. En cambio, los griegos (hombres y mujeres) lo hacían con la
cabeza descubierta. El velo no llego a ser practicado únicamente por las
mujeres hasta que Pablo dio la enseñanza de los principios y las aplicaciones
de Dios en cuanto a ello.

Rebajar el velo a una mera costumbre local es reducir el impacto de la Palabra


de Dios. Una costumbre fácilmente se cambia o se reemplaza con otra; un
mandamiento de Dios permanece.

2. La iglesia de Corinto era la iglesia problemática del Nuevo Testamento.


Por lo tanto, mucha de la enseñanza dada en la epístola es correctiva y
aplicable solamente a ellos. El velo no es ni se intencionaba ser práctica
perpetua.

Sí, es cierto que esta iglesia estaba agobiada de problemas gravísimos y


carnales. También es muy cierto que mucha enseñanza en la primera epístola
es de naturaleza correctiva. PERO esto de ninguna manera comprueba que la
mayoría de 1 Corintios no es para nosotros. ¿Qué de estas Escrituras?

"Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir,
para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, enteramente preparado para toda buena obra" (2 Timoteo 3:16-17).

"...Ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque


nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos
hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo" (2 Pedro
1:20-21).
"A la iglesia de Dios que esta en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús,
llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre
de nuestro Señor Jesucristo..." (1 Corintios 1:2).

"...Si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni


las iglesias de Dios" (1 Corintios 11:16).

Claro está que las enseñanzas doctrinales.de esta epístola abarcan a todo
Cristiano en toda iglesia a través de todas las edades. A no ser cierto esto,
tuviéramos que rechazar otros pasajes claves del libro, como 1:0, 2:6-16, 3:9-
17, 6:1-20, 7:5, 10:20-21, 11:27-31, 12:1-31, 13:1-13, y 14:22-28.

¿Podremos acaso suponernos que Romanos fue escrito para el provecho único
de los de Roma? Obviamente no. Entonces, ¡ cómo podemos rechazar la
doctrina de 1 Corintios! No es ni lógico ni justo ni bíblico. Dejémosnos de
tácticas peligrosas.

3. El cabello de la mujer toma el lugar del velo.

Si esto fuera cierto, la enseñanza dada en la parte anterior del capítulo es


innecesaria. ¿Será posible que Dios hiciera tal necedad?

Como ya observamos con más detalle en la exposición del versículo 15, el


velo ahí mencionado es distinto al que se menciona anteriormente. No olvide
que la terminología es distinta. La mujer debe llevar dos velos--el natural y el
artificial.

Si este capítulo habla del cabello nada más, hay algunas declaraciones que
serían tremendamente absurdas. Sustituyamos la palabra cabello en los
versículos 4 y 6 (pudiéramos hacer lo mismo con 5, 7, y 13):

"Todo varón que ora o profetiza con la cabeza sin cabello, afrenta su cabeza.
Porque si la mujer no tiene cabello, que se corte también el cabello; y si le es
vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se ponga cabello."
Totalmente sin sentido, ¿verdad?

¿Notó particularmente el versículo 6? La palabra también da un golpe mortal a


este argumento. ¿ Cómo puede cortarse algo que ya no está ahí? ¡Ridículo!
Sin lugar a más duda, este versículo se refiere a un velo artificial además del
cabello.

Y ¿qué diremos del versículo 10? ¿ Podrá el cabello ser esa señal de
autoridad? ¡NO!
4. Esta era sólo una costumbre temporal. Por lo tanto, mandar el uso del
velo hoy sería volver al yugo del legalismo.

Si esto fuera cierto, la historia de la iglesia lo comprobaría. Pero unos 150


anos después de haberse escrito esta epístola, Tertuliano testificó que los
corintios aún fielmente practicaban el uso del velo. Luego hizo esta
observación: "Lo que los apóstoles enseñaron, sus discípulos aprobaron." La
pluralidad ahí implica una enseñanza autoritaria, universal, y unida. En más o
menos esa misma época, Clemente de Alejandría y también Hipólito se
basaron en 1 Corintios 11 para enseñar la práctica del velo.

Otros que enseñaron sobre el velo fueron Crisóstomo (vivió del 344 al 407) y
Agustín (vivió del 354 al 430). Juan Calvino, uno de los reformadores, afirmo,
"Si alguien ahora dijere que su cabello es suficiente, como un velo natural,
Pablo dice que no lo es, pues es un velo del tipo que requiere el uso de otra
cosa para cubrirlo."

No era cosa temporal. ¿Y qué del legalismo? Dios no acepta la desobediencia


bajo el manto de nuestra libertad en Cristo, Quien dijo, "Si me amáis, guardad
mis mandamientos" (Juan 14:15).

5. Es necesario llevar el velo en los cultos solamente.

Es imposible que comprueben esta opinión. Los que creen de esta manera se
basan en el versículo 5 y también en el 13. Pero, ¿será posible que la mujer
fiel cristiana ore y profetice sólo en las reuniones públicas de la iglesia?

"Orad sin cesar" (1 Tesalonicenses 5:17).

"...Estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y


reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en
vosotros" (1 Pedro 3:15).

¿No le parece que si la mujer cristiana intenciona cumplir estos dos


mandamientos tendrá que llevar el velo en todo tiempo?

No olvidemos el propósito primario del velo: ACEPTACION DEL ORDEN


DE JEFATURA DE DIOS. La mujer cristiana debe llevar esta señal de
sumisión y aceptación en todo tiempo porque en todo tiempo debe someterse
y aceptar el plan de Dios. ¿ O sólo lo hace durante los cultos?

Otra razón por el velo se da en el verso 10. ¿Estamos en presencia de los


ángeles nada más en los cultos?
También pudiéramos hacer mención breve de la construcción gramática de la
frase "que se cubra." La expresión está en la forma presente, activa, e
imperativa, y se puede traducir "que ella continúe estando velada."

6. Mi iglesia (como la mayoría) no practica el uso del velo.

Desgraciadamente, este no es el único mandamiento divino que la mayoría de


la iglesias pasan por alto. La Biblia ha predicho la apostasía de estos últimos
días. La iglesia misma ha quedado abrumada por la perdida del primer amor y
por un espíritu de desobediencia. El amor de muchos se ha enfriado, por lo
tanto ignoran o evitan la obediencia sencilla en la cual deben andar. El
enemigo ha podido cegar a innumerables iglesias al discernimiento espiritual
de estas cosas porque les hace falta el deseo de simplemente amar y obedecer
al Señor a toda costa.

Muchos cristianos sinceros no se han aplicado el siguiente versículo:

"Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado" (Santiago 4:17).


Aunque reconozcan el imperativo del velo, no lo practican porque su iglesia
no lo hace...y la persona queda culpable de pecado.

Jesús claramente les mando a sus apóstoles a que les enseñaran a los creyentes
a guardar todas las cosas que él les habla mandado (Mateo 28:20). Si su
iglesia esta desobedeciendo a Dios al no enseñar y practicar cualquiera verdad
bíblica esencial y rehúsa arrepentirse...usted debe buscar una iglesia que si es
fiel a las Escrituras. Dios quiere más iglesias como la de Hechos 2:42:

"Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles...."


7. Me daría vergüenza usar el velo.

Hay tantas cosas que pudiéramos decir sobre este asunto, pero lo que usted
necesita oír sobre todo viene directamente de los labios de Cristo.

" ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?" (Lucas
6:46).

"Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación


adultera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él,
cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles" (Marcos 8:38).

8. Si enseño sobre el velo en mi iglesia, se irán todas las Hermanas.

Bien dice el Señor que "el temor del hombre pondrá lazo" (Proverbios 29:25).
¡Usted no tema la opinión de nadie más que de Dios! El Señor le tendrá a
usted por responsable si su pueblo es destruido por falta de conocimiento
(Oseas 4:6). ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!

Obviamente estamos en el tiempo cuando "no sufrirán la sana doctrina."


Prediquemos la Palabra con "toda paciencia y doctrina" para que no aparten
"de la verdad al oído" (2 Timoteo 4:2-4).

9. Si las Hermanas deben llevar el velo para distinguirlas de las demás


mujeres, ¿qué no deben distinguirse los Hermanos varones de alguna
manera también?

Primero es necesario comprender que el velo no se dio con el propósito de


distinguir a la mujer cristiana de las demás mujeres. Claro está que si se
distinguirá, pero ese no es uno de los propósitos principales.

Según 1 Corintios 11, ¿qué es el equivalente varonil al velo femenil? La


cabeza descubierta. Tal vez reaccionara usted comentando, "Pero, ¡todo otro
varón también lleva su cabeza descubierta en un sentido religioso!" Si, eso es
cierto. Creo que podemos encontrar una pequeña clave en los versículos 14 y
15:

"La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse


crecer el cabello? Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es
honroso...."
Aquí vemos un relación clara entre la longitud del cabello y la condición de la
cabeza. En la mujer cristiana, el velo y el cabello que se deja crecer van
inseparablemente juntos. En el varón cristiano es diferente--la cabeza
descubierta y el cabello distintivamente corto van juntos.

Demasiados Hermanos varones fielmente enseñan y defienden el uso del velo,


pero no practican personalmente el cabello distintivamente corto. No quieren
que las Hermanas se avergüencen de usar el velo, pero ellos sí se avergüenzan
de llevar su cabello cortito. ¿Qué pasó, Hermanos? ¿Cómo se atreven a
predicar una cosa y practicar otra? Ustedes son llamados para ser la cabeza de
la mujer. ¡Muestren un buen ejemplo!

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