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Temas 100 - Filosofía de La Ciencia
Temas 100 - Filosofía de La Ciencia
Los monográficos de
TEMAS 100
TEMAS
Filosofía
de la ciencia
Claves filosóficas
para comprender
la ciencia actual
dirigido por
Alfredo Marcos
prólogo de
Alberto Cordero
N.
o 100
FILOSOFÍA DE LA CIENCIA
A
O
N
IV RI
ERSA
100
NUESTRAS PUBLICACIONES
investigacionyciencia.es/catalogo
MONOGRÁFICOS
ESPECIAL
Recopilaciones de nuestros
mejores artículos (en PDF)
sobre temas de actualidad
Formato: digital
Prólogo
por Alberto Cordero
L
as ciencias constituyen una de La filosofía de la ciencia examina ahora con mayor detalle cada uno de
nuestras grandes formas con- la coherencia de estos ideales y las estos usos.
temporáneas de creatividad — propuestas resultantes, coteja las afir-
otra, a decir del pensador Isaiah Berlin, maciones de logros científicos con las El impacto de la crítica
es el cine—. En los últimos 300 años, el pruebas y trata de identificar las partes El objetivo central de los filósofos no
conocimiento científico y el poder aso- problemáticas. A tal efecto, analiza los es celebrar los dictámenes de la ciencia
ciado a sus usos han crecido de forma argumentos invocados en las distintas sino examinarlos. Como muestran los
exponencial. Resulta, pues, crucial la disciplinas, el carácter y estructura de artículos incluidos en esta monografía,
reflexión filosófica sobre la ciencia. Y las teorías propuestas caso por caso, las el propósito es tasar críticamente los
esta es precisamente la inspiración y la metodologías de aceptación y rechazo productos de la ciencia y, en la medida
aspiración de este volumen, con el que de hipótesis, y los alcances y límites de de lo posible, integrar los más convin-
la colección de monografías TEMAS de los veredictos científicos. De modo com- centes de ellos en una imagen sobria
Investigación y Ciencia celebra sus 25 plementario, investiga los presupuestos del mundo y de nosotros en él —un
años. Hoy las ciencias generan recursos lógicos, metafísicos, epistemológicos, «mapa existencial» al cual las personas
innegables para emanciparnos —o sub- éticos e ideológicos discernibles en las interesadas podamos echar mano para
yugarnos—, especialmente desde la físi- ciencias, así como la historia filosófica entender el mundo, situarnos, saber a
ca, la química, la biología y un número del pensamiento científico, las ontolo- qué atenernos, y actuar en consecuen-
creciente de ramas de la psicología y gías de las teorías tomadas literalmen- cia como agentes libres.
las ciencias sociales. En la actualidad, te, las relaciones (armónicas o tensas)
las aplicaciones de la física cuántica, la que las principales teorías guardan con Una nueva forma
nanotecnología, la biología molecular otras perspectivas actuales, y los con- de racionalidad y sensibilidad
y la psicología experimental nos están trastes entre los hechos y los valores En el siglo xvii, el proyecto de las «nue-
cambiando las posibilidades de acción a en las prácticas científicas, entre otras vas ciencias» era distinto del que te-
pasos agigantados y, con ello, lo que en- áreas de interés. Todos estos enjundio- nemos ahora. Había mucha esperanza
tendemos por «vida» y «humanidad». sos estudios ciertamente mantienen de alcanzar conocimientos acabados,
A nivel institucional, las ciencias fascinados a los filósofos. Pero, fuera ciertos, libres de toda duda posible.
aspiran a ser accesibles a todos (exo- del mundo académico, ¿para qué sirven Pronto el pensamiento científico aban-
terismo); exigen descripciones preci- los resultados que obtiene la filosofía? donaría ese optimismo auroral, adop-
sas; dan prioridad epistemológica a la Puede parecer raro, pero la filosofía tando expectativas más modestas. En
observación crítica; admiten que no de la ciencia tiene usos de interés gene- las ciencias empíricas, la orientación
conocemos nada con certeza absoluta ral. Entre los rubros de mayor utilidad apuntó hacia conocimientos compara-
y, en correspondencia, mantienen to- destacaré brevemente cinco: el impacto tivamente modestos; teleológicamente
das las ideas abiertas a la posibilidad vital de la crítica de las ideas, los mé- opacos, fragmentarios, de carácter con-
de revisión crítica. Los planteamientos todos y los resultados de las ciencias; jetural, tentativos, abiertos al cambio
científicos se presentan, por consiguien- el ascenso del moderno pensamiento a la luz de nuevos datos y razones. La
te, como falibles, y nunca aciertan del científico como una nueva forma de ra- versión moderna surgió, por esta razón,
todo, pero sus logros sugieren que es cionalidad y sensibilidad; el análisis de como un proyecto que inicialmente las
posible desarrollar teorías exitosas y aperturas de la imaginación inducidas élites académicas tildaron de «pseudo-
creer en mucho de lo que dicen, sin ga- por las ciencias; la ciencia y el proyecto filosofía natural», un saber de segunda
rantías absolutas, pero con buen rédito de conocer sin garantías ni absolutos, y clase que, no obstante, con el tiempo
epistémico y práctico. las aplicaciones a la educación. Veamos suplantaría al proyecto filosófico tradi-
2 TEMAS 100
cional en un número creciente de áreas. tinio empírico (dominios como el del educación. El mundo actual, inmerso
Lejos de hacer la naturaleza menos in- movimiento de los cuerpos, las propie- como está en ideas y productos cientí-
teligible, estas admisiones de limitación dades de la luz o el comportamiento ficos, nos lleva a enfatizar la enseñanza
epistemológica y metafísica condujeron de los gases), cada uno estudiado de razonada de las ciencias en las escuelas.
al descubrimiento de niveles «interme- forma aislada de los otros, para luego Los jóvenes necesitan una formación
dios» de conocimiento explicativo que tratar de compatibilizar los resultados que los ayude a entender y evaluar críti-
han mostrado ser, pese a todo, esclare- en la medida de lo posible, sin garantía camente las propuestas científicas y los
cedores, fructíferos y muy confiables. de unificación total. De este modo, los ideales subyacentes a ellas. Los benefi-
científicos estudian aspectos del mundo cios son no solo técnicos, sino también
Apertura de la imaginación aislándolos metodológicamente de su cívicos y culturales. Por el lado cívico,
Desde siempre, pero sobre todo de contexto total. compartimos una necesidad urgente
mediados del siglo xix en adelante, el Por ejemplo, al investigar las propie- de cultivar y defender el proyecto de-
desarrollo de las ciencias ha ido de la dades fisicoquímicas de un metal, no mocrático fomentando el espíritu crí-
mano de la superación intelectual de se tienen en cuenta parámetros como tico a todos los niveles. Con creciente
«imposibles» teóricos recibidos. En la altura de los yacimientos de donde frecuencia, los ciudadanos debemos
1900, uno de esos imposibles era la proceden —o, para tal caso, la longitud decidir en las urnas entre programas
idea de que la luz pudiese propagar- promedio de la nariz de los mineros—. políticos con distintos enfoques cientí-
se en el vacío con la misma velocidad Siempre que nos fijamos en algún as- fico-tecnológicos. Para ello precisamos
para todos los sistemas de referencia, pecto, lo hacemos a costa de abstraer comprender los temas involucrados y
independientemente del movimiento otros muchos. Algunos de los abstraídos las opciones existentes. Lograr esto es
relativo entre ellos. Pocos años después, serán susceptibles de estudio bajo otro prácticamente imposible sin maestros
esta idea inicialmente tan irrazonable enfoque; otros —como la longitud de la capaces de entender las ideas, los mé-
encontraría expresión coherente en la nariz de los mineros—, quizá ni siquiera todos y las formas científicas de pensar
revolucionaria concepción del espacio, eso. Se asume tácitamente que, en cada y representar el mundo. Del lado cultu-
el tiempo y la materia propuesta por dominio de interés, las relaciones causa- ral, parte del interés pedagógico de la
Einstein. Las innovaciones científicas les que los entes, regularidades y proce- filosofía de la ciencia reside en la ayuda
del último siglo y medio muestran lo sos tomados en cuenta guardan con los que presta a maestros y alumnos para
profundamente que es posible revisar aspectos dejados de lado son desprecia- ver los grandes descubrimientos como
las ideas y relaciones conceptuales. bles. Forjado desde nuestra imperfecta las aventuras intelectuales y humanas
Creencias tenidas por absolutamente situación epistémica, el estilo resultante que son.
ciertas pueden terminar revelándose de conocimiento científico es humilde Hay otras aplicaciones para las con-
falsas. Ejemplos de esto abundan en comparado con muchos otros. Cabe ar- tribuciones de los filósofos —y con toda
la historia de grandes temas como la güir, sin embargo, que en numerosos seguridad el lector las irá descubriendo
cosmología, el espacio, el tiempo, la campos de interés, esta forma modesta a medida que se adentre en las páginas
materia, la ontología física, la vida or- de estudiar el mundo logra realizar mu- que siguen—, pero creo que las cinco
gánica, la mente, la naturaleza humana chos de nuestros objetivos epistémicos destacadas ejemplifican el vigor público
y la historia natural de las categorías y prácticos mejor y más fácilmente que y pertinencia general de la disciplina.
éticas, entre otros. otras formas imaginadas de hacerlo, en
todo caso muy por encima de lo que
Conocer sin garantías nuestros antepasados creyeron posible.
ni absolutos Una interpretación naturalista de estos
Una interpretación de las mencionadas éxitos es que, si bien los conocimientos
aperturas del intelecto es que la ciencia a nuestro alcance carecen de certeza ab- Alberto Corderoes catedrático
de filosofía e historia de la ciencia
moderna nos ayuda no solo a apren- soluta, para saber no necesitamos saber
en la Universidad Municipal de
der acerca del mundo sino también a que sabemos. La filosofía de la ciencia Nueva York (CUNY). Reconocido
aprender a aprender. Continuando la lí- explicita este modo de creer, dudar y internacionalmente por sus
aportaciones a la filosofía de la
nea sugerida en el punto anterior, en el negar sin garantías ni absolutos.
ciencia y también a una historia
siglo xvii un reconocimiento filosófico filosófica de la ciencia, centra su
decisivo fue que es posible y fructífero La filosofía en la educación investigación actual en el realismo
estudiar el mundo fraccionándolo en Finalmente, un uso poco celebrado científico, las implicaciones
filosóficas de la mecánica cuántica
dominios específicos abiertos al escru- de la filosofía de la ciencia se da en la y el naturalismo.
Filosofía de la ciencia 3
Presentación
por Alfredo Marcos
Celebrar y compartir
la filosofía
A
lo largo de sus más de cuarenta años de actividad di- A partir de 2011, Investigación y Ciencia decidió incor-
vulgadora, Investigación y Ciencia ha prestado siem- porar contenidos filosóficos de manera más regular. Se in-
pre atención a los aspectos filosóficos de la ciencia. auguró la sección «Filosofía de la Ciencia» y me invitaron a
Encontramos en su fondo documental artículos que son ya coordinarla. Estas páginas constituyen una ventana abierta,
clásicos. Muchos de los que ahora somos profesores hicimos a través de la cual los filósofos que escribimos sobre ciencia
nuestra primera aproximación a la filosofía de la ciencia a podemos comunicarnos con un público muy diverso. Es una
través del artículo de Jesús Mosterín «La estructura de los gran oportunidad que implica, al mismo tiempo, un gran
conceptos científicos» (1978). Y en las décadas siguientes, la reto: esta iniciativa nos ha impulsado a muchos a aprender
revista publicó artículos filosóficos de pensadores tan pres- el oficio de comunicar la filosofía a la sociedad —o, al menos,
tigiosos como Emilio Lledó, Pedro Laín Entralgo, Evandro lo hemos intentado—. Como resultado, hemos contribui-
Agazzi, Mariano Artigas, Gerard Radnitzky, Francis Crick, do a consolidar la cultura filosófica de un gran número de
Christof Koch o Allan Calder. lectores, a incrementar el interés social por la filosofía y a
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4 TEMAS 100
INVESTIGACIÓN Y CIENCIA
DIRECTORA EDITORIAL
Laia Torres Casas
EDICIONES
mejorar la calidad de la divulgación filosófica en nuestro Anna Ferran Cabeza, Ernesto Lozano Tellechea,
Yvonne Buchholz
entorno académico.
DIRECTOR DE MÁRQUETIN Y VENTAS
El compromiso de Investigación y Ciencia con la filosofía Antoni Jiménez Arnay
llega con este volumen todavía más lejos. En una valiente DESARROLLO DIGITAL
Marta Pulido Salgado
apuesta por la reflexión y el pensamiento, la colección de PRODUCCIÓN
monografías TEMAS de IyC celebra sus 25 años de recorrido M.a Cruz Iglesias Capón, Albert Marín Garau
SECRETARÍA
dedicando el número 100 a una extensa y cuidada selección Eva Rodríguez Veiga
de artículos publicados en la sección «Filosofía de la cien- ADMINISTRACIÓN
Victoria Andrés Laiglesia
cia». El conjunto ofrece una excelente visión panorámica e
SUSCRIPCIONES
introductoria a la materia e incorpora una notable plura- Concepción Orenes Delgado, Olga Blanco Romero
Filosofía de la ciencia 5
Filosofía de la ciencia
P R Ó LO GO
2 Los usos de la filosofía de la ciencia en el siglo XXI. Por Alberto Cordero
P R ES E N TACI Ó N
4 Celebrar y compartir la filosofía. Por Alfredo Marcos
8 TEMAS 100
Filosofía de la ciencia 9
AMPLIANDO LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA
S
uele decirse—y con razón— que la alternativa a la filosofía diversos científicos y filósofos: Descartes, Francis Bacon, Galileo,
no es la ausencia de filosofía, sino la mala filosofía. Es de Newton, Leibniz, Locke, Hume o Kant son tan solo algunos de
cir, las cuestiones filosóficas resultan inevitables. Cuando los más importantes. A partir de ahí, con el crecimiento de la
parece que las hemos arrojado por la puerta, vuelven a entrar ciencia moderna y el desarrollo de la tecnología, abundan los
por la ventana. Aunque prescindiésemos de la reflexión filosófi pensadores e investigadores que hacen filosofía de la ciencia.
ca sobre la ciencia, seguiríamos utilizando supuestos filosóficos Cabe recordar entre ellos a Whewell, Herschel, Stuart Mill,
implícitos en la investigación, supuestos mal planteados, mal di Duhem, Mach y Poincaré.
geridos y nunca debatidos. Así pues, será mejor abordar de fren Pero el reconocimiento académico de la filosofía de la cien
te los problemas filosóficos vinculados con la ciencia. cia como tal disciplina llega de la mano del Círculo de Viena,
A esa tarea se dedica la filosofía de la ciencia. Desde muy que estuvo activo entre 1922 y 1936. Sus miembros pusieron
antiguo encontramos contenidos que podemos ubicar bajo esta en marcha una colección de libros dedicada a esta materia,
denominación. Cuando Platón, en La República, reflexiona así como una revista, Ertkenntnis, que todavía se publica.
sobre el método adecuado para la astronomía, está haciendo Organizaron congresos y vieron nacer en la Universidad de
filosofía de la ciencia. Con más razón todavía se puede situar a Viena la primera cátedra de filosofía de las ciencias inducti
su discípulo Aristóteles entre los pensadores que han cultivado vas, desempeñada por Moritz Schlick. El programa filosófico
esta disciplina. Por poner tan solo un ejemplo, el libro I de su propuesto por los pensadores más notables del círculo, entre
tratado Sobre las partes de los animales constituye toda una ellos Rudolf Carnap y Otto Neurath, se puede denominar em
lección de metodología para las ciencias de la vida. Fueron pirismo lógico o neopositivismo. Se desarrolló durante un par
muchos los pensadores medievales que se ocuparon también de de décadas hasta su agotamiento. El pensamiento producido
estas cuestiones: Roger Bacon, Duns Escoto, Tomás de Aquino, durante esta época de influencia, desarrollo y agotamiento del
Robert Grosseteste, Guillermo de Ockham y, en general, los programa neopositivista se conoce como «la concepción he
estudiosos de las escuelas de Oxford y Padua. Ya en los tiempos redada» (the received view).
modernos encontramos filosofía de la ciencia en las obras de Tras ese período, hacia el comienzo de los años sesenta
del pasado siglo, dos autores pro
ducen un cambio drástico en la
filosofía de la ciencia. Por un lado,
Karl Popper publica en 1959 la
traducción al inglés de su obra
magna, La lógica de la investi-
gación científica. Nos enseña en
este texto que el conocimiento
científico es conjetural, que debe
mos olvidar el sueño largamente
buscado de la certeza científica,
pero sin desesperar nunca de la
aspiración a la verdad. Se abre
así una oportunidad para ubicar
la ciencia en el mismo plano que
otras actividades humanas, olvi
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Filosofía de la ciencia 11
CONCEPTOS
Los conceptos
científicos José Díez
Profesor de filosofía de la
ciencia en la Universidad
Clasificar, comparar, medir de Barcelona.
L
a ciencia consisteen un conjunto de prácticas, tales como claro (¿cuánto pelo debe faltarle a alguien para que podamos
contrastar hipótesis, realizar experimentos, proponer expli considerarlo calvo?). Para la mayoría de los fines cotidianos, la
caciones o construir modelos y teorías. La teorización cons vaguedad no es mala. Sí lo es, en cambio, para la ciencia, cuyas
ta a su vez de otras prácticas, como la conceptualización, o acu finalidades (como diseñar satélites o medicinas) requieren un
ñación de nuevos conceptos. Con ellos, los científicos formulan altísimo grado de precisión. Por eso los científicos acuñan con
leyes, y combinando leyes generan teorías, que pueden ser aglu ceptos más precisos que los ordinarios.
tinadas en grupos de teorías o disciplinas científicas. Por ejem Existen tres tipos principales de conceptos científicos: clasi
plo, con los conceptos de masa, fuerza, atracción y distancia se ficatorios, comparativos y métricos, progresivamente más pre
formula la famosa ley de la gravitación de Newton: «Cualesquie cisos. Los conceptos clasificatorios (mamífero, nitrato, conífera)
ra dos partículas se atraen con una fuerza directamente propor son propios de las ciencias clasificatorias o taxonómicas, como
cional al producto de sus masas e inversamente proporcional al ciertas ramas de la química, la botánica o la mineralogía. Las
cuadrado de su distancia». Esta ley se combina con otras, como ciencias taxonómicas no acuñan conceptos clasificatorios suel
la no menos famosa «f = m·a», conformando la mecánica clási tos, sino en familias: las clasificaciones. Una clasificación es una
ca, una de las teorías mecánicas dentro de la física. Los concep colección de conceptos que, aplicados a cierto conjunto de obje
tos científicos son, por así decir, donde todo empieza. tos, lo divide en grupos o taxones. Por ejemplo, la clasificación
Usamos los conceptos en nuestra representación del mundo y «mamíferos, aves, reptiles, anfibios, peces» divide al conjunto
en la comunicación con los demás. Tienen que ver, por tanto, con de los vertebrados en cinco taxones. Para que una familia de
nuestras representaciones mentales y con el lenguaje, pero no conceptos constituya una buena clasificación ha de generar una
son ni entidades mentales subjetivas ni entidades lingüísticas. partición del conjunto inicial: todo individuo ha de pertenecer
Tomemos el concepto ordinario de montaña. Dicho concepto no a algún taxón, ningún individuo puede hallarse en dos taxones
es la palabra española «montaña», ni la inglesa «mountain», y no puede haber ningún taxón vacío.
ni ningún otro vocablo; es lo que todas esas palabras sinónimas
significan. Tampoco constituye una representación mental sub
jetiva. Cuando dos personas entienden la oración «José subió
la montaña», sus imágenes mentales difieren, mientras que lo
que entienden ambos, el contenido de la frase, del cual montaña
forma parte, es lo mismo. Los conceptos corresponden, pues, a
lo expresado por ciertas palabras y captado por la mente.
Resulta esencial distinguir también entre conceptos y pro
piedades en el mundo (como la de ser tigre, agua u oro). Los
primeros no pueden identificarse con las segundas, pues puede
haber conceptos a los que no corresponde ninguna propiedad
en el mundo (pensemos en minotauro o flogisto). Un proble
ma filosófico interesante consiste en averiguar cómo las teorías
científicas que usan conceptos que no corresponden a nada en
el mundo (flogisto, calórico, éter) pueden tener éxito predictivo.
Los conceptos vienen a ser, pues, «la idea» que expresan los
términos conceptuales con significado. Es muy difícil caracteri
zar esa entidad. Los filósofos no se ponen de acuerdo, más allá de
que no es meramente lingüística ni subjetiva. Pero, para lo que
sigue, nos bastará con esta noción general de concepto como la
idea de la propiedad que existiría en el mundo, caso de referir
el término conceptual a una propiedad del mundo.
Lo dicho hasta aquí se aplica a todos los conceptos, inclui
dos los científicos. A diferencia de los ordinarios, los conceptos
DAJ/THINKSTOCK
comparo mediante una balanza. El libro tiene más masa que un Fundamentals of concept formation in empirical science.C. G. Hempel.
lápiz o un bolígrafo; un bolígrafo, más que un lápiz; los lápices University of Chicago Press, 1952.
son igual de masivos entre sí, y los bolígrafos también. Eso es Philosophical foundations of physics.R. Carnap. Basic Books, 1966.
Conceptos y teorías de la ciencia.J. Mosterín. Alianza, 2002.
todo lo que podemos decir con nuestro concepto comparativo. Fundamentos de filosofía de la ciencia.(3.a ed.) J. Díez y C. U. Moulines. Ariel,
No obstante, hay una diferencia cuantitativa que se nos escapa: 2008.
dos lápices juntos, por ejemplo, equilibran un bolígrafo, pero
EN NUESTRO ARCHIVO
necesito ciento cincuenta bolígrafos para equilibrar el libro. El
La estructura de los conceptos científicos.J. Mosterín en IyC, enero de 1978.
libro es mucho más masivo respecto del bolígrafo, de lo que el
bolígrafo es respecto del lápiz. Para capturar estas diferencias en
Filosofía de la ciencia 13
METÁFORAS
Metáforas de la vida
y vida de las metáforas Alfredo Marcos
Catedrático de filosofía
La presencia de metáforas en biología de la ciencia en la
Universidad de
es compatible con el realismo científico Valladolid.
N
egación,negociación, aceptación.Como un paciente al Ya en los años sesenta del pasado siglo, algunos filósofos de
cual se le comunica un mal diagnóstico, así ha reacciona la ciencia, como la británica Mary Hess y el neozelandés Rom
do la filosofía de la ciencia ante la metáfora. Ha pasado Harré, demostraron que la visión positivista del lenguaje cien
por varias fases típicas. En primer lugar, los filósofos de la cien tífico, que lo considera exclusivamente literal, no hace justicia a
cia se han negado a ver las metáforas: no puede ser, la ciencia la ciencia real. Metáforas, comparaciones, analogías y modelos
es el territorio del lenguaje literal, las metáforas quedan siem son recursos comunicativos y útiles heurísticos imprescindibles.
pre allende sus fronteras, en los dominios brumosos de la belle ¡Y eso ya es muy importante! Pero es que, además, residen en
za literaria o del sinsentido metafísico. El filósofo alemán Hans la entraña misma de las teorías científicas y no pueden ser sim
Reichenbach afirmaba en 1938 que el neopositivismo aboga por plemente remplazados por lenguaje literal. Hay que aceptarlo.
«el estricto repudio del lenguaje metafórico de la metafísica». Podemos encontrar metáforas en todas las disciplinas cien
Pero el sol no se puede tapar tíficas. No obstante, en lo que
con la mano, del mismo modo sigue, nos centraremos en algu
que no puede ocultarse la pre nas de las que aparecen en las
sencia de metáforas en los textos ciencias de la vida. Ya Aristóteles,
científicos. Negociemos, pues. considerado el padre de la biolo
Que pase la metáfora, pero solo gía, en su Retórica dejó dicho que
hasta el zaguán. Otorguemos a la metáfora es «más que nada, lo
las metáforas ciertas funciones que da claridad». Y en su trata
periféricas, alejadas del núcleo do sobre la Poética escribió que
central de la ciencia. Puede que «lo más importante con mucho
hasta resulten serviciales para es dominar la metáfora [...], es
las tareas heurísticas, didácticas indicio de talento».
y divulgativas. Pueden guiarnos De hecho, la biología de Aris
en el comienzo de una investiga tóteles está escrita a base de me
ción, tal vez resulten inspirado táforas. Hallaríamos ejemplos
ras, pueden favorecer la conexión de ello en casi cualquier página
inesperada entre ideas diferentes, de los tratados Historia anima-
quizás incluso orientarnos o mos lium, De partibus aminalium o
trarnos el inicio del camino. Tam De generatione animalium: los DETALLE DE EL ÁRBOL DE LA VIDA, DE GUSTAV KLIMT, WIKIMEDIA COMMONS/DOMINIO PÚBLICO
ciencias de la vida. En la actual era posgenómica algunos autores Lenguaje y vida: Metáforas de la biología en el siglo xx.Evelyn Fox Keller.
abogan precisamente por un cambio de metáforas. Es el caso del Ediciones Manantial, 2000.
La metáfora viva.Paul Ricoeur. Trotta, 2001.
cardiólogo británico Denis Noble, quien sugiere que miremos
Making truth: Metaphor in science. T heodore L. Brown. University of Illinois
los genes como elementos cautivos en el organismo, y no como Press, 2003.
rectores de todos sus procesos y acciones. Metaphor and analogy in science education.Peter Aubusson, Allan G.
Aceptemos, pues, la presencia e importancia de las metáforas Harrison y Steve Ritchie (eds.). Springer, 2006.
en la ciencia y, especialmente, en las ciencias de la vida. Ello no Ciencia y acción.Alfredo Marcos. F. C. E., 2010, capítulo 10.
indica que la biología esté libre de todo compromiso con la ver EN NUESTRO ARCHIVO
dad. Sucede, más bien, que las metáforas pueden ser verdaderas ¡Cuidado con las metáforas!Eleonore Pauwels en IyC, abril de 2014.
o falsas, no solo bellas, elegantes, clarificadoras o sus contra El lenguaje de la neurocienciaChristian Wolf en MyC, n.o 70, 2015.
rios. Es más, quizá son bellas en la medida en que son veraces. Historia del cerebro en metáforas.Gunnar Grah y Arvind Kumar en MyC,
n. o 71, 2015.
Además, cada metáfora tiene su propia inercia heurística, y el
científico se ve obligado a perseguir a sus metáforas hasta donde
Filosofía de la ciencia 15
LEYES
E
n un artículo anteriorhablamos de los conceptos científi Los enunciados (5) y (6) refieren hechos generales que no
cos. La ciencia usa los conceptos para describir hechos par suceden necesariamente. Suceden, por así decirlo, por casuali
ticulares y formular leyes. Por ejemplo, hechos particulares dad: no hay ninguna conexión necesaria entre el antecedente y
son los que quedan descritos por enunciados como «Venus sigue el consecuente. Las monedas que tengo ahora en mi bolsillo son
una trayectoria elíptica» o «Esta barra de hierro se ha dilatado de hecho doradas, pero podrían no serlo. Y es un hecho que, tras
al calentarse». Pero, si la ciencia solo hiciese afirmaciones par morir un ave, siempre nace un mamífero, pero podría no suceder
ticulares, no sería muy interesante: se limitaría a elaborar lista así (bastaría con que se extinguiesen los mamíferos). Se trata de
dos de fenómenos. La ciencia hace algo más: formula hipótesis regularidades accidentales, carentes de necesidad. Por otro lado,
y leyes, las cuales combina después en conjuntos más amplios o en (3) y en (4) sí se da una conexión necesaria entre antecedente
teorías. Así, con los conceptos de fuerza, masa y distancia se for y consecuente, pero esa necesidad no es natural, sino lingüística:
mula la ley de la gravitación de Newton, F = Gm1m2/r2. su verdad se deriva de lo que significan las palabras. Decimos
En ocasiones se usa la palabra hipótesis para referirse a las en estos casos que se trata de verdades analíticas, semánticas
conjeturas aún no confirmadas, mientras que se reserva el tér o conceptuales; su negación es una contradicción conceptual.
mino ley para las que ya lo están. También cabe distinguir entre Si volvemos a (1) y (2), veremos que, aunque no se trata de
el enunciado legaliforme, esto es, la formulación lingüística de enunciados accidentalmente verdaderos, sino necesariamente
la ley, y el contenido o hecho que sucede en la naturaleza y que verdaderos, tampoco son analíticamente verdaderos. Las pala
queda descrito por ese enunciado. bras planeta, trayectoria, elipse y
Para simplificar, no tendremos en foco podrían significar lo mismo
cuenta aquí estas distinciones. y, si el mundo fuese diferente, (1)
Hechas estas precisiones, po podría ser falsa. Es decir, las ne
demos preguntarnos: ¿qué es una gaciones de (1) y (2) no son con
ley? La descripción de la trayecto tradicciones conceptuales. De he
ria de Venus no enuncia una ley, cho, significando lo mismo esas
sino un hecho particular. En cam palabras, durante siglos se pensó
bio, enunciados como la ley de que los planetas se comportaban
gravitación, (1) «Los planetas se de otra manera. Así pues, aunque
mueven en trayectorias elípticas se trata de generalizaciones ne
con el Sol en uno de sus focos» cesariamente verdaderas, no son
o (2) «Los metales se dilatan al analíticamente verdaderas, sino
calentarse» sí expresan leyes. Las nomológicamente (de nomos,
leyes corresponden a cierto tipo «ley» en griego) verdaderas. Son
de hechos generales, expresados leyes de la naturaleza: necesarias
mediante enunciados también ge en virtud de cómo es esta.
nerales de la forma «Todos los... ¿Cómo reconocer que una
son...», «A todos los... sometidos generalización verdadera es una
a... les sucede...», etcétera. ley? El rasgo principal de las ge
¿Por qué decimos que las leyes corresponden a hechos gene neralizaciones analíticamente verdaderas es relativamente sen
rales «de cierto tipo»? Porque no toda regularidad es una ley na cillo de entender: basta con saber el significado de las palabras
tural. Por ejemplo, (3) «Ningún soltero está casado», (4) «Todo para reconocer su verdad. Pero (1) y (2) no son así; se puede en
triángulo tiene tres lados», (5) «Todas las monedas que tengo tender lo que dicen sin saber si son verdaderas o no. Eso facilita
ahora en mi bolsillo derecho son doradas» o (6) «Siempre que la distinción entre las leyes y las regularidades analíticas. Pero
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muere un ave, después nace un mamífero» expresan hechos ¿cómo diferenciarlas de las regularidades accidentales? ¿Cómo
generales. Pero, a diferencia de (1) y (2), no corresponden a leyes. saber si un enunciado como «Todos los cisnes son blancos» se
La diferencia reside en que los hechos generales declarados en refiere a una ley o a un accidente?
(1) y (2) contienen cierta clase de necesidad natural, mientras Aunque se trata de una cuestión compleja, hay algunos rasgos
que el resto, o bien no contienen ninguna necesidad, como su que, intuitivamente, distinguen la ley natural de la generaliza
cede en (5) y (6), o la que encierran no es una necesidad de la ción accidental. Dos de ellos son la capacidad predictiva y la
naturaleza, como ocurre en (3) y (4). capacidad explicativa.
Filosofía de la ciencia 17
TEORÍAS
L
a curiosidad,de la que finalmente surge la mayor parte de el plano observacional y el teórico. El primero proporcionaría la
nuestro conocimiento, nos conduce sin cesar, y casi sin re base de la contrastación de las teorías, a la vez que su contenido
parar en ello, a hacer conjeturas sobre multitud de aconteci empírico; el segundo, la fuerza explicativa y predictiva.
mientos. No podemos evitar preguntarnos por qué ocurre lo que Aunque el debate en torno a la noción de observación se
ocurre, cuáles son las causas de lo que sucede a nuestro alrededor mantiene abierto aún hoy, hay dos ideas ampliamente aceptadas
y, también, de lo que acontece en lugares muy alejados de nuestro al respecto. La primera es que lo que en ciencia se denomina
entorno inmediato o a escalas muy distintas de las que nos son «observación» va mucho más allá de lo que podemos detectar
familiares. Así, nos preguntamos acerca de una inundación, del por medio de los sentidos, e incluye resultados de experimentos
mal funcionamiento de nuestro ordenador, del comportamiento complejos donde se aplican ciertas presuposiciones teóricas. La
extraño de un amigo o del origen de la crisis económica. Pero tam segunda es que dichas presuposiciones han de ser independien
bién acerca de la evolución de las galaxias, del origen de la vida tes de la teoría contrastada a partir de los resultados.
en la Tierra o de la amenaza de las superbacterias. En el ámbito científico, además de los requisitos que atañen
El intento espontáneo y recurrente de buscar explicaciones a al plano empírico o aplicativo de las teorías, existen otros,
lo que sucede, de ponerlo en un marco de ideas que nos permita no menos específicos, concernientes al propio plano teórico.
comprenderlo, puede organizarse para que la actividad adquiera Tales requisitos nos remiten, en primer lugar, a una exigencia
cierta complejidad y rigor, convirtiéndola así en un teorizar. Si conceptual de generalidad, característica de todo teorizar. Una
tanto esa complejidad como ese rigor satisfacen determinados conjetura cuyo alcance explicativo se limite a un caso particular
requisitos conceptuales y empíricos, diremos que se trata de un no constituye una teoría, por más que nos permita explicar un
teorizar científico. Los productos de dicha actividad constituyen
lo que denominamos teorías científicas, y se entiende que estas
son la parte conjetural del conocimiento científico. La mecánica
cuántica, la teoría de la evolución, el marginalismo económico
o la teoría química sobre el origen del cáncer constituyen todas
ellas, a pesar de su gran heterogeneidad, teorías científicas.
Son múltiples y muy variopintos los interrogantes que nos
asaltan cuando hablamos de teorías científicas: ¿qué función
cumplen?, ¿cómo se justifican?, ¿cómo llegan a idearse?, ¿qué
relación guardan unas con otras?, ¿qué tipos existen? Todas
esas preguntas se encuentran a su vez entrelazadas con otra,
que por ello ha merecido una atención especial por parte de
la filosofía de la ciencia: ¿qué clase de contenidos incluye una
teoría y cómo se estructuran?
En efecto, cuando intentamos identificar las funciones de las
teorías científicas, nos vemos abocados a especificar mínima
mente su estructura interna. A las teorías generadas en el ámbito
científico se les suele atribuir, como principales finalidades, la
comprensión, explicación (a partir de causas o mecanismos) y
predicción de los fenómenos que se producen en distintas par
celas del mundo, así como la intervención en dichas parcelas y
la creación de nuevos recursos tecnológicos. Puede advertirse
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Filosofía de la ciencia 19
DINÁMICA DE TEORÍAS
E
l 13 de julio de 1965se celebraba en Londres el simposio Esta generalización del método de ensayo y error, que a veces
«Criticism and the growth of knowledge». Fue en aquel se ha llamado método hipotético-deductivo, implica que el pro
acto donde se inició el famoso debate entre el filósofo Karl greso científico no ha de verse principalmente como persecución
Popper y el historiador de la ciencia Thomas S. Kuhn en torno de la verdad, sino como huida de la falsedad. Según Popper, el
al progreso científico, debate que ha marcado todos los mode científico que actúa como tal no busca verificar ni confirmar las
los contemporáneos sobre cómo y por qué unas teorías son sus hipótesis, sino falsarlas, desmentirlas. La discusión que mantu
tituidas por otras. vieron Popper y Rudolf Carnap en la década de 1930 versaba, de
Popper había publicado en 1959 The logic of scientific dis- hecho, sobre la alternativa confirmación-falsación. Para Carnap,
covery (La lógica de la investigación científica, Tecnos, 1962), la ciencia busca lo primero; para Popper, lo segundo.
disponible desde 1934 pero solo en alemán. Kuhn acababa de Popper distinguía dos conceptos de falsabilidad. En sentido
publicar en 1962 The structure of scientific revolutions (La es- lógico, una hipótesis H es falsable, y con ello científica, si de ella
tructura de las revoluciones científicas, Fondo de Cultura Econó se sigue algún enunciado fáctico que, de ser verdadero, falsaría
mica, 1971), que iniciaba el giro historicista al que se sumarían H. En sentido metodológico, H queda falsada si la experiencia
Lakatos, Feyerabend, Hanson, Toulmin y también Laudan una enseña que es verdadero alguno de aquellos enunciados fác
década más tarde. ticos. En definitiva, falsar a posteriori una
hipótesis es distinto de —y, en general, más
El falsacionismo de Popper problemático que— demostrar a priori su
Según Popper, la ciencia avanza a través de Según Popper, el falsabilidad.
hipótesis audaces y falsaciones severas. En
la imagen decimonónica, la ciencia parte de
progreso científico «Todos los cisnes son blancos» es falsable
porque de ella se sigue «El cisne ahí escondi
hechos para inferir desde ahí teorías. Popper, no ha de verse do es blanco», lo cual podría ser falso. Ahora
en cambio, defiende que partimos siempre bien, falsar «Todos los cisnes son blancos»
de alguna teoría previa, que orienta nuestra principalmente no es tan sencillo. Si alguien dice que ve un
atención hacia unos hechos más que hacia
otros, y por medio de esa teoría intentamos
como persecución cisne negro, yo puedo responder que precisa
mente porque es negro no puede ser un cis
solucionar problemas. Desde esta perspec de la verdad, sino ne. Estaría interpretando la hipótesis como
tiva, los momentos del progreso científico si fuera una definición. Incluso admitiendo
serían cuatro. como huida de la que es una hipótesis, podría objetar que lo
Primero nos enfrentamos a los proble
mas, ya sean prácticos (¿Cómo curo esta
falsedad observado es un cisne blanco manchado de
ceniza. En general, si alguien declara falsada
gripe?) o teóricos (¿Qué es la gripe?). Des H porque la experiencia demuestra que una
pués proponemos hipótesis a modo de so de sus consecuencias fácticas C es falsa, se
luciones tentativas. Dichas hipótesis son entidades abstractas puede responder que C no se sigue solo de H, sino de la con
que se corresponden con enunciados, desde «Todos los cisnes junción de H con unos supuestos auxiliares (S1, S2, etcétera),
son blancos» hasta la ley de gravitación de Newton. El modo de modo que la falsedad de C no implica la falsedad de H,
como inventamos las hipótesis es, según Popper, un misterio. En sino de algún elemento de esa conjunción. En tercer lugar,
tercer lugar, una vez que las hipótesis han sido formuladas, el por neutral que parezca un enunciado fáctico, contiene nece
verdadero científico trata de falsarlas una a una hasta quedarse sariamente términos, como cisne, cuyo significado depende de
con la que mejor resista a la crítica. La crítica en cuestión puede las hipótesis en que aparece, hipótesis de cuya verdad nunca
basarse en criterios como la coherencia o la simplicidad, aun podemos estar seguros.
que lo más característico de la ciencia empírica es que se base
en la experiencia, es decir, en observaciones y experimentos. El historicismo de Kuhn
Por último, el científico descubre que la hipótesis corroborada Kuhn se ocupa, no de la ciencia como conjunto de hipótesis
por la crítica genera nuevos problemas, con lo que el ciclo del junto con sus consecuencias lógicas, sino del hacer ciencia,
progreso científico vuelve a empezar. una actividad humana en la cual están involucradas las teorías,
pero también otros elementos. Para su estudio son necesarias Los modelos proporcionan a los científicos analogías con
la historia, la sociología, la psicología y la lingüística, sin dejar que pensar la realidad, así como enseñar y difundir sus ideas,
de lado el análisis lógico de teorías. Y dentro de ese quehacer pero también innovar. Hay modelos heurísticos (pensar la
científico distingue Kuhn entre ciencia normal y ciencia revo dinámica de un gas como infinidad de bolas de billar en mo
lucionaria. vimiento) y los hay ontológicos (creer que toda causa es an
La primera consiste en lo que la mayoría de los investigado terior a su efecto).
res hacen la mayor parte del tiempo: solucionar rompecabezas Los valores sirven a la comunidad científica para evaluar
nuevos conforme a cómo se han solucionado ya antes otros su propia actividad. Los más importantes son internos (una
semejantes. Los problemas de examen en matemáticas y física, medición ha de ser precisa), pero hay otros externos (la ciencia
el experimento para obtener luz a partir de una patata o la decli debe ser útil) [véase «Los valores de las ciencias», por Javier
nación de rosa, rosae son ejemplos de solución de rompecabezas. Echeverría, en este mismo número].
Kuhn los llamó, con gran acierto etimológico, paradigmas, o Los ejemplos (paradigmas en sentido restringido) son aplica
sea, ejemplos. Pero utilizó ese mismo término en un segundo ciones muy concretas de las generalizaciones simbólicas. Suelen
sentido, más amplio y que engloba tanto a los paradigmas en tener la forma de resolución de rompecabezas. Muestran cómo
sentido restringido como a otros elementos que comparten los se desciende de la teoría a la realidad, cuando, hasta Kuhn, lo
científicos cuando practican ciencia normal. En el epílogo de normal era estudiar cómo se asciende de la realidad a la teo
1969 a su obra de 1962, aclaraba que un paradigma en sentido ría con vistas a confirmarla (Carnap) o falsarla (Popper). Estos
amplio comprende: generalizaciones simbólicas, modelos, va ejemplos marcan la pauta de cómo hacer ciencia.
lores y ejemplos. A partir de estos conceptos, Kuhn explica el progreso cien
INVESTIGACIÓN Y CIENCIA
Las generalizaciones simbólicas se corresponden hasta cier tífico como una sucesión de largos períodos de ciencia normal
to punto con las leyes científicas. Pueden ser cuantitativas y breves episodios de ciencia revolucionaria. En la ciencia nor
(ecuaciones de Schrödinger) o cualitativas (ley de la oferta y mal, el científico es algo así como un burócrata altamente espe
la demanda). cializado, cuya tarea diaria consiste en resolver rompecabezas
Filosofía de la ciencia 21
con las herramientas del paradigma. Pero, en ocasiones, un nos salimos de la teoría newtoniana al decir que la simultanei
problema no se deja solucionar y se convierte en una anomalía. dad es relativa a un marco de referencia). Aunque los modelos
Se entra entonces en un período de crisis, caracterizado por la actuales de progreso científico conceptualizan y subdividen con
defensa pública de paradigmas alternativos. Sigue a la crisis la mucha mayor finura esos dos tipos de cambio, estaban ya im
ciencia revolucionaria, durante la cual los científicos no exa plícitos en el modelo kuhniano.
minan la realidad a través de un paradigma, En cuanto a la segunda cuestión, si bien
sino que examinan varios paradigmas con Kuhn tenía razón al sostener que los cientí
objeto de comprobar cuál resuelve mejor la ficos raras veces dan por falsadas sus teorías,
anomalía y al mismo tiempo soluciona el Kuhn explica el Popper era más convincente y preciso en sus
mayor número de rompecabezas. Pero nunca
abandonan su paradigma antes de adoptar
progreso científico propuestas de elección entre teorías.
Kuhn sostenía que una teoría T1 sustitui
uno nuevo. Hecha la elección, comienza otro como una sucesión da por otra T2 es «inconmensurable» con
período de ciencia normal. ella: no hay T3 desde donde comparar T1 y
Kuhn nunca precisó cuándo un rompe de largos periodos T2 para zanjar cuál es mejor. Tampoco existe
cabezas pasa a convertirse en una anomalía,
qué diferencia sus rompecabezas de los pro
de ciencia normal un conjunto neutral de enunciados fácticos
para T1 y T2. Las teorías en liza no compar
blemas de Popper, ni por qué ha de preferirse y breves episodios ten los rompecabezas que pretenden resolver,
un nuevo paradigma al anterior. Se limitó a la concepción de ciencia, el vocabulario, los
discutir casos concretos de la historia de la de ciencia referentes ontológicos ni la interpretación de
ciencia. Y observó que, en ocasiones, no hay
algoritmo posible que decida cuál de entre
revolucionaria los hechos. Echando mano de ideas lógicas
como la no traducibilidad entre lenguajes,
dos paradigmas alternativos es preferible. ideas psicológicas como el cambio de Ges
Aplicando valores internos distintos, decía, talt e ideas lingüísticas como la hipótesis de
se obtiene a veces que un paradigma es mejor en relación a un Sapir-Whorf (hay correlación entre las categorías gramaticales
valor y peor en relación a otro, de modo que elegir uno u otro que una persona usa y su modo de entender la realidad), Kuhn
paradigma depende del peso relativo que en cada caso se otor llegaba a decir que, si dos científicos trabajan con teorías in
gue a cada valor. De ahí el relativismo kuhniano, que, al menos, conmensurables, sus esquemas perceptuales y conceptuales son
tiene la virtud de estar claramente planteado. tan dispares que es como si viviesen en mundos distintos. La
demostración de qué teoría es mejor cede entonces a la mera
Progreso en teorías y entre teorías persuasión.
La revolución permanente de Popper poco tiene que ver con las Popper, que acabó reconociendo que no se pueden falsar hi
rutinas profesionales de Kuhn. En el falsacionismo, la ciencia pótesis aisladas sino conjuntos de hipótesis, en 1963 propuso en
avanza de hipótesis en hipótesis por medio de la crítica. En el Conjectures and refutations (Conjeturas y refutaciones, Paidós,
historicismo, la ciencia avanza de paradigma en paradigma a 2003) seis criterios para juzgar si T1 ha sido superada por T2: T2
través de revoluciones. Pero sería un error enfocar el debate entre hace afirmaciones más precisas que T1; T2 explica más hechos
Popper y Kuhn como una discusión sociológica sobre comunida que T1; T2 explica mejor que T1; T2 ha resistido más tests que
des científicas. Tampoco es una disputa historiográfica sobre si T1; T2 ha sugerido nuevos tests; T2 ha conectado problemas
la ciencia es renovadora o conservadora. Por último, no es muy entre sí. No hace falta «salirse del marco», decía Popper, para
esclarecedor tomar a Popper por un idealista que prescribe cómo discutir con alguien que está dentro de otro marco. Su propuesta
debe ser la ciencia y a Kuhn como un realista que describe contiene lagunas y fallos, pero ha inspirado otras muchas que
cómo es realmente. ¿Dónde encontramos, pues, un terreno co han venido después y que no se resignan a que la elección entre
mún para el debate filosófico entre ambos? teorías deje de ser racional.
El desacuerdo concierne a lo que uno y otro entendían
por teoría científica. Para verlo mejor conviene distinguir
entre teoría estática y teoría dinámica. La primera es un fo
tograma; la segunda, una sucesión de fotogramas. La teoría
dinámica persiste en el tiempo porque se compone de teorías
estáticas sucesivas, las cuales contienen elementos que no
pueden variar sin que la teoría pierda su identidad y otros
PARA SABER MÁS
elementos que sí pueden variar. Surgen dos cuestiones: ¿Qué
elementos de una teoría dinámica la individualizan a través La crítica y el desarrollo del conocimiento.Dirigido por Imre Lakatos y Alan
Musgrave. Grijalbo, 1975.
del tiempo? ¿Qué criterios pueden esgrimirse al comparar Kuhn y el cambio científico.Ana Rosa Pérez Ransanz. Fondo de Cultura
teorías dinámicas? Económica, 1999.
La primera cuestión se puede replantear mejor desde el mo El camino desde la estructura.Thomas S. Kuhn. Paidós, 2001.
delo de Kuhn. Su paradigma en sentido amplio puede verse Thomas Kuhn.Alexander Bird. Tecnos, 2002.
Popper.Julio Ostalé. RBA, 2016.
como una teoría dinámica. Él mismo destacó que los esquemas
de generalización y los ejemplos configuran el paradigma. Así, EN NUESTRO ARCHIVO
no solo se individualiza una teoría dinámica, sino que se dis El concepto de ciencia en Popper.Andrés Rivadulla en MyC, n.o 11, 2005.
tingue entre progreso como cambio en una teoría dinámica y Ciencia y arte: ¿Vidas paralelas?J. Pinto de Oliveira, en este mismo número.
progreso como cambio entre teorías dinámicas (no nos salimos El universo creativo de Popper.Josep Corcó, en este mismo número.
de la teoría de la evolución al incorporar el hecho de que los Los límites del método científico.Adán Sus en IyC, abril de 2016.
neandertales convivieron con los humanos modernos, pero sí
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PRUEBAS
El mundo
de las pruebas Ana Luisa Ponce Miotti
Profesora de filosofía de la
ciencia en la Universidad de
La filosofía de la ciencia de Susan Haack Xalapa, México.
E
n la década de los sesentase produjo un cambio radical en concepciones hasta ahora en liza, una posición que Haack deno
filosofía de la ciencia. Nos referimos al llamado giro histo mina sentido común crítico, tomando la expresión del filósofo
ricista. Algunos de sus autores más representativos fueron estadounidense Charles Sanders Peirce (1839-1914). Uno de los
Thomas Kuhn, Imre Lakatos y Paul Feyerabend. Supuso la crí propósitos principales de su Defending science es precisamente
tica y el abandono de las tesis neopositivistas tradicionales, así el de desarrollar en detalle esta posición intermedia.
como un replanteamiento en la agenda de los problemas esen Pero antes de adentrarnos más en la filosofía de Haack, he
ciales en filosofía de la ciencia. mos de decir unas palabras sobre esta autora, considerada hoy
Dicho parteaguas trajo aparejado un profundo distancia en día una de las más importantes mentes filosóficas. Se cuen
miento de la noción tradicional de racionalidad científica, que ta entre los pocos pensadores que han realizado aportaciones
solía reducirse a una serie de reglas algorítmicas y universales. fundamentales en diversas ramas de la filosofía, como la lógica,
Como consecuencia, se ampliaron los criterios de demarcación la filosofía del lenguaje, la metafísica, la epistemología, la filo
entre ciencia y pseudociencia basados en la verificabilidad, por sofía de la ciencia y la filosofía del derecho. Su pensamiento es
ser demasiado excluyentes. Ante este panorama, algunos soció nuclear para la filosofía actual, dado que es de los pocos que
logos de la ciencia comenzaron a vislumbrar una oportunidad logra conciliar distintos ámbitos filosóficos. El amplio alcance
para estudiar la ciencia como una institución social. Con ello, de sus intereses es coherente con su dura crítica a la hiperes
pretendían revelar el vacío de la epistemología más tradicional. pecialización y a la reciente fragmentación de la filosofía. Y es
El resultado fue un antagonismo entre filósofos de la ciencia precisamente esta amplitud de miras lo que le ha permitido
y sociólogos de la ciencia. En su libro Defending science —within edificar una filosofía de la ciencia iluminadora. En ella, Haack
reason: Between scientism and cynicism (2003), Susan Haack, explora la función de las pruebas empíricas como apoyo de las
de la Universidad de Miami, describe esta rivalidad en términos teorías científicas exitosas, la naturaleza siempre evolutiva de
de una oposición entre el viejo cientificismo de los filósofos de los métodos científicos, las suposiciones metafísicas de la em
la ciencia, que consideraban la ciencia como algo casi sagrado, presa científica, el rol de la ciencia en la sociedad y el rol de la
y el nuevo cinismo de los sociólogos de la ciencia, que toman la sociedad en la ciencia, e incluso las relaciones entre la ciencia
ciencia como una especie de truco o engaño. Pero, en realidad, y la literatura, la religión y el derecho.
según señala la filósofa angloamericana, ambas partes en disputa Gracias a ese entramado de áreas filosóficas, surge en el pen
comparten —aunque no lo reconozcan— algunos falsos supuestos samiento de Haack un concepto central para la epistemología,
clave, como un modelo de racionalidad demasiado rígido (según una noción que permite zanjar la disputa que mencionábamos
el cual algo es racional solo si de ello se derivan lógicamente al principio entre cínicos y cientificistas. Se trata del concepto
consecuencias empíricamente verificables). De aquí, continúa de prueba, que en la obra de Haack es integral: incluye tanto
Haack, que la supuesta oposición pueda ser superada. Es decir, las pruebas empíricas como las racionales.
existe una posición intermedia mucho más defendible que las dos Ahora bien, la noción de prueba se entiende dentro del lla
mado fundherentismo. Este marco teóri
co es creado por Haack como un vía de
superación de otra dicotomía epistémica,
la que enfrenta a los fundacionistas con
los coherentistas. Los primeros buscan un
P fundamento último y definitivo del cono
flexible y sutil, no formal ni rígida. Se puede afirmar, en conse Defending science —within reason: Between scientism and cynicism.Susan
cuencia, que la ciencia es una empresa racional y realista, que sí Haack. Prometheus Books, 2003.
es posible para los humanos descubrir algo del mundo y que los Seis signos del cientificismo.Susan Haack en Discusiones filosóficas, vol. 11, n.o 16,
págs. 13-26, 2010.
diversos métodos de la ciencia son apropiados para esta meta. Evidence matters: Science, proof, and truth in the law.Susan Haack.
Después de Defending science, la reflexión sobre la ciencia Cambridge University Press, 2014.
llevada a cabo por Haack ha seguido cosechando frutos. La au Susan Haack: Reintegrating philosophy.Dirigido por Julia Göhnere y Eva-Maria
tora ha desarrollado una aproximación a la sociología de la Jung. Springer Verlag, 2016.
Scientism and its discontents.Susan Haack. Rounded Globe, 2017 (acceso libre
ciencia epistemológicamente sofisticada que se centra en dos
en https://roundedglobe.com/)
cuestiones clave. Por un lado, evalúa el funcionamiento de al
gunos mecanismos propios de la comunidad científica, como el EN NUESTRO ARCHIVO
sistema de revisión por pares, para establecer la validez de las La naturaleza de la prueba científica en la era de las simulaciones.Kevin
pruebas. Por otro, valora la eficacia de la organización interna Heng en IyC, mayo de 2015.
de las comunidades científicas, así como del ambiente social en
Filosofía de la ciencia 25
EXPLICACIÓN
¿Puede la ciencia
explicarlo todo? Jesús Zamora
Bonilla
Una buena explicación es aquella que nos permite Catedrático de lógica
y filosofía de la ciencia
razonar de manera más eficaz en la UNED.
L
a investigación científicacomienza siempre con algunos hechos —sobre todo en biología— son explicados cuando se
interrogantes. A menudo nos preguntamos cosas del tipo pone de manifiesto su función o cuando —en las ciencias hu
«¿Cómo evitar la recesión?» o, tal vez, «¿Qué utilidad po manas— se ponen en conexión con las intenciones o los va
dríamos darle a esta propiedad que acabamos de descubrir en lores de los agentes implicados. Hablamos en estos dos casos
los superconductores?». También intentamos responder cues de «explicación teleológica» o «explicación funcional». Estas
tiones como «¿Cuál era la disposición de los continentes hace concepciones de la explicación ya no son tan populares como
1000 millones de años?» o «¿Hay algún elemento estable con un en otras épocas, pero, en mi opinión, ambas serían ejemplos
número atómico mayor que 120?». Pero la mayor parte de las de «explicación causal».
principales preguntas que han guiado y guían la investigación
científica son diferentes: se centran en un por qué: «¿Por qué las
manzanas maduras caen de los árboles pero la Luna no cae del
cielo?», «¿Por qué las cenizas pesan más que la madera que he
mos quemado?», «¿Por qué heredan los nietos algunos rasgos
de sus abuelos, cuando esos rasgos no estaban presentes en los
padres?», «¿Por qué un chorro de electrones genera un patrón
de interferencias al pasar a través de una doble rendija, si cada
electrón pasa solo por una de ellas?».
Mediante el primer tipo de preguntas procuramos mejorar
nuestra capacidad de adaptación al entorno, ampliar nuestras
posibilidades de acción o de elección. El propósito del segundo
tipo de preguntas es averiguar cómo es el mundo que nos rodea,
describirlo. Con las de la tercera clase buscamos más bien ex
plicar los hechos, es decir, entenderlos. Por desgracia, no parece
que esté demasiado claro en qué consiste eso de «explicar»,
qué hacemos exactamente con las cosas al entenderlas y, sobre
todo, por qué son tan importantes para nosotros los porqués,
qué ganamos con ellos que no pudiéramos obtener tan solo con
respuestas a las dos primeras clases de preguntas (las prácticas
y las descriptivas).
En la noción de explicación se mezclan de manera intrigante
aspectos objetivos y subjetivos. Al fin y al cabo, comprender
algo es un suceso psicológico, algo que ocurre en la mente de
alguien. En cambio, cuando intentamos dar una explicación de
un hecho, solemos acudir a diversas propiedades del hecho en
cuestión. ¿Por qué algunas de esas propiedades tendrían que
ser más relevantes que otras a la hora de conducirnos al estado
mental que llamamos «comprender»?
Las principales teorías que ofrece la filosofía de la ciencia
sobre la naturaleza de las explicaciones se centran, precisa
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Filosofía de la ciencia 27
EXPLICACIÓN TELEOLÓGICA
Naturaleza y finalidad
¿Hay espacio para la explicación teleológica Héctor Velázquez Fernández
en la ciencia actual? Profesor de filosofía de la ciencia
en la Universidad Panamericana en
Ciudad de México.
C
on la publicaciónde su Mind and cosmos(Oxford Uni final interna y externa, inmanente y trascendente, principal y
versity Press, 2012), el filósofo de la Universidad de Nue secundaria, relativa y absoluta, natural y sobrenatural, etcé
va York Thomas Nagel puso en discusión la pertinencia tera. Pero, en todo caso, con una connotación de algo acabado,
de un naturalismo materialista que, desde la biología evolutiva, completo e ideal.
pretende hacer de la selección natural la única y universal clave Fue en la modernidad cuando la idea de teleología adquirió
explicativa. Esta posición representa para Nagel una lectura in un carácter más bien metafórico o retórico, con la irrupción
completa del fenómeno biológico, si atendemos a la aparición de de la noción de ley natural física como explicación única del
mentes conscientes en el universo, con conocimiento intelectual funcionamiento natural.
y criterios valorativos, así como al hecho de que dicha aparición Hoy en día, algunos autores, como Nagel, sugieren que la
no ha sido aún satisfactoriamente explicada. finalidad o teleología podría tener algún papel explicativo in
En su polémico texto, Nagel apuesta por una reconfiguración cluso en las ciencias naturales, sobre todo en lo referido a
de las bases metodológicas de la ciencia. Propone incluir la eventos particulares tendenciales, ordenados de modo con
consideración de leyes naturales teleológicas (asociadas a fines tinuado en el tiempo y dirigidos a ciertas metas previsibles,
o propósitos), que gobernarían el desarrollo de la organización como ocurre en el despliegue de la información genética. El
a lo largo del tiempo y que complementarían la explicación cien carácter tendencial de los procesos genéticos se ilustra, por
tífica más común, que suele ofrecerse en términos de causalidad ejemplo, en los «paisajes epigenéticos» de Conrad Hal Wadd
eficiente y que es propia de las leyes cuantitativas de la física. ington (quien acuñó el término epigenética), metáforas visuales
La polémica suscitada por la propuesta de Nagel ha tenido que este biólogo del desarrollo y filósofo ideó para explicar el
eco incluso en grandes medios de comunicación, como The New modo en que la regulación genómica determina la diferencia
York Times. No es extraño, dado que era un tópico asumido ción celular (ilustración).
que, desde la matematización del mundo físico emprendida por La naturaleza presentaría, según esa postura, comportamien
Galileo, fue desterrada de las ciencias naturales toda referencia tos finalísticos, como direccionalidad, cooperatividad y funcio
a causas no mensurables, como por ejemplo la formal y la final. nalidad. Todo ello explicaría la presencia de pautas en diversos
Sin embargo, en las últimas décadas, los crecientes debates niveles de la naturaleza, niveles que van desde las partes que
en torno a temas como el principio antrópico, la teleonomía o el componen un organismo hasta el funcionamiento armónico de
«ajuste fino» del universo, sugerirían una eventual restitución los ecosistemas.
del concepto de finalidad en las ciencias naturales o, al menos, Pero hablar de fenómenos finalísticos o teleológicos exige una
la apertura de un lugar para la discusión sobre su utilidad expli precisa distinción semántica que permita valorar la pertinencia
cativa dentro del conocimiento del cosmos, la vida y la mente. de su inclusión dentro de la explicación de la naturaleza. En
Teleología es un término acuñado por Christian Wolf en su efecto, no es lo mismo entender fin al modo de «final de un
Philosophia Rationalis sive Logica (1728), para designar la parte proceso» (como cuando sabemos que el nacimiento es el final del
de la filosofía natural que estudia el fin al que tienden las cosas. desarrollo de un embrión), a considerarlo como «meta de una
Ya desde la antigüedad, el griego télos y su correspondiente la tendencia» (cuando un animal consigue reproducirse después
tino finis aludían a cierta fijación, sujeción o dirección de una del cortejo), o como un «valor para un sujeto» (cuando hacemos
realidad hacia estados preferentes; a manera de destino. El télos de nuestras razones los fines de la acción consciente), o bien
sería un estado o condición óptima, excelente o plena, diversa como «objetivo de un plan» (cuando un ejército desarrolla la
del estado inacabado o incompleto, propio de lo que aún no estrategia programada).
habría alcanzado su télos. De entre todos ellos, el fin entendido como meta de una
El helenismo epicúreo acuñó la objeción que recurrentemen tendencia reflejaría el papel que la finalidad podría desempeñar
te se ha formulado a lo largo de la historia contra la existencia de en la explicación actual del mundo natural en su conjunto. No
fines en la naturaleza: un fin, entendido como un estado futuro podría tratarse de un fin a manera del final de un proceso, pues
aún no ocurrido, no puede situarse por delante del estado pre ello supondría que el cosmos estaría en un estado definitivo e
sente a manera de atractor, a riesgo de pretender que lo irreal invariable, cuya situación ya no seguiría evolucionando. Y tam
guíe los fenómenos presentes reales. poco de la finalidad como valor para un sujeto, pues supondría
Con los siglos, la escolástica medieval multiplicó la semántica que la naturaleza eligiría conscientemente sus dinamismos. Y
de la causa final: la llamó intención, propósito, objetivo; causa mucho menos como objetivo de un plan, pues ello implicaría
un programa trazado para el cosmos entero, que solo podría En los inicios del siglo xx, la finalidad se consideraba una vía
revelar quien lo hubiera elaborado. de explicación inválida (porque se juzgaba como una extrapola
Para algunos, los antecedentes contextuales de la teleología ción antropocéntrica en la interpretación de lo material), inútil
nos obligarían a buscar nuevas nomenclaturas para designar (porque se pensaba que retrasaría el verdadero conocimiento
fenómenos tendenciales en la naturaleza. De ahí la sustitución del cosmos), imposible o incognoscible (porque no habría fenó
que proponen del término teleología por teleonomía y teleoma- menos naturales que la respaldaran ni métodos que la pudieran
tismo. La teleonomía alude a fenómenos en los que los resul registrar) e ilegítima (porque se trataría de una aparente intro
tados se obtienen a partir de la estructura del sistema, como el misión en la naturaleza física de argumentos más pertenecien
desarrollo embrionario, el funcionamiento del sistema nervioso tes al mundo de la conducta humana). A pesar de todo ello,
o el equilibrio de los ecosistemas, mientras que teleomatismo se asistimos actualmente a una revaloración de las explicaciones
refiere a procesos como la fuerza gravitatoria, la desintegración finalistas mediante la distinción entre procesos teleonómicos,
radiactiva o el aumento de la entropía. teleomáticos y teleológicos.
Según ese vocabulario, los sistemas físicos presentan activi ¿Cómo podemos, pues, emitir un juicio justo sobre la perti
dades teleomáticas, mientras que un subconjunto de estos, los nencia de incluir o no la finalidad entre las explicaciones natu
sistemas vivos, realizan actividades teleonómicas. A su vez, un rales? Como ha sugerido, entre otros, Nagel, la clave consiste en
subconjunto de los procesos teleonómicos, que se da en los seres distinguir adecuadamente la multiplicidad de sentidos de fin.
vivos conscientes, serán actividades teleológicas. De tal manera Esta distinción viene exigida por el rigor epistémico y, además,
que los procesos de mutación, deriva genética y evolución, por nos invita a reconocer que la realidad se nos manifiesta con
ejemplo, serían teleomáticos; y la ontogénesis, teleonómica; diversas exigencias explicativas. Una visión reduccionista, que
mientras que la noción de teleología se reservaría solo para el excluya toda explicación finalista, puede acabar por pasarnos
campo de la acción humana, sin posible aplicación a los fenó factura en cuanto a la comprensión de la riqueza de la realidad.
menos naturales. Las preguntas que nos hacemos los humanos son múltiples
Sobre la objeción que consideraba absurdo que un estado fu y requieren respuestas en planos muy diversos. No es lo mismo
turo e inexistente guíe los estados presentes, los partidarios de la interrogarse sobre lo puramente natural que sobre lo humano,
teleonomía y el teleomatismo responden que en los seres vivos los lo cultural, lo metafísico o lo religioso. Pero, incluso hablando
procesos se presentan de modo cíclico; por lo que el estado final en particular del mundo natural, conviene explorar la inclusión
futuro, de alguna manera, se ha presentado ya. No se trata de un de diversas nociones con sugerente carácter explicativo, como
estado futuro, sin más. Lo sería solo en referencia al individuo, lo es la de finalidad. Ello parece traer consigo más ventajas que
pero no en cuanto a la especie y a su acervo genético, porque inconvenientes.
el desarrollo ontogenético está prefigurado en la información
genética. Y en los fenómenos no biológicos, la naturaleza estadís PARA SABER MÁS
tica y matemática de las leyes haría irrelevante que dicho estado
La mente del universo.Mariano Artigas, EUNSA, Pamplona, 1999.
tendencial fuera planteado previa o posteriormente al suceso que ¿Qué es la naturaleza? Introducción filosófica a la historia de la ciencia.
explica, por lo que la objeción de que el fin es un acontecimiento Héctor Velázquez, Porrúa, 2007.
futuro tampoco procedería. Figuras contemporáneas de la teleología.Alfredo Marcos en Diálogo
Obviamente, es discutible la pertinencia de construir nuevos Filosófico, vol. 83, págs. 4-32, 2012.
CORTESÍA DE PAUL LIAM HARRISON
Filosofía de la ciencia 29
VALORES
Los valores
de las ciencias Javier Echeverría
Ex director del Instituto de Filosofía del
CSIC y Premio Nacional de Ensayo 2000,
Del ideal de neutralidad del siglo xix es en la actualidad profesor de
investigación en Ikerbasque (Fundación
a la supremacía actual de la innovación Vasca para la Ciencia).
lógicos (relacionados con los valores) son frecuentes, hasta el o negativamente el conocimiento. Desde los años noventa, la
Filosofía de la ciencia 31
REALISMO
Realismo científico.
¿Sigue el debate?
Antonio Diéguez
Antiguos problemas metafísicos, como la verdad y la realidad, Catedrático de filosofía
de la ciencia en la
replanteados a la nueva luz de la práctica científica Universidad de Málaga.
S
i usted cree que la cienciatiene entre sus objetivos centra En lo que respecta al realismo científico, conviene aclarar
les descubrir algunas verdades acerca del funcionamiento un punto en el que muchos antirrealistas suelen escollar una y
del universo, incluidos sus aspectos no directamente ob otra vez. El realismo científico no afirma que nuestras teorías
servables, y considera que probablemente alcanza ese objetivo actuales sean completamente verdaderas o que se hallen tan
cada vez que se comprueba que la realidad concuerda con las pre cerca de la verdad total que no serán ya sustituidas en el futuro
dicciones arriesgadas y novedosas realizadas desde alguna teo y que, por tanto, podemos estar seguros de que el mobiliario
ría (que la luz se curva en campos gravitatorios, por ejemplo); del universo es el que la ciencia actual dictamina. La mayor
si usted cree que cuando un libro de física dice «el electrón po parte de los realistas, y ciertamente algunos de los más conoci
see carga eléctrica negativa», el mejor modo de entender esta dos, como Karl Popper o Ilkka Niiniluoto, de la Universidad de
frase es suponer que existe una entidad real, independiente de Helsinki, son falibilistas; creen que incluso las mejores teorías
nuestras teorías, a la que hemos dado en llamar electrón, y que científicas actuales podrían resultar falsas. Es más, una de las
entre sus propiedades está el tener carga eléctrica negativa, en formas en las que se puede caracterizar el realismo es median
tonces, quizá no lo sepa, pero es usted un realista científico. Y te esa misma afirmación: siempre cabe la posibilidad de que
si es usted un realista científico, es muy posible que no sea us nuestras mejores teorías sean falsas. Algunos antirrealistas de
ted físico ni filósofo. orientación pragmatista piensan, sin embargo, que eso no podría
Los físicos tienen buenas razones para no ser realistas, ya que mantenerse en un hipotético estadio final de la ciencia. Según
una de sus teorías favoritas, la cuántica, es difícilmente compati ellos, la mejor teoría que pudiera alcanzarse en ese estadio ideal
ble con el realismo. En su visión tradicionalmente más aceptada, sería, por definición, verdadera. El realista cree, por el contrario,
la interpretación de Copenhague, la teoría cuántica no atribuye que incluso entonces podríamos estar equivocados en nuestras
valores definidos a ciertas propiedades de los sistemas cuánticos ideas acerca del universo.
mientras no hayan sido observados o medidos. Esas propieda Tampoco es correcto afirmar, como hace uno de los más im
des solo adquieren un valor en el proceso mismo de medición, portantes filósofos antirrealistas actuales, Bas van Fraassen, de
de modo que puede decirse que no existen con independencia la Universidad estatal de San Francisco, que, según el realismo,
del observador. Hay interpretaciones realistas de la mecánica la aceptación de una teoría por parte de los científicos siempre
cuántica, pero son minoritarias —si bien sus par
tidarios han crecido durante los últimos años—. El
coste a pagar por ellas es la aceptación de acciones
instantáneas a distancia entre dos partículas que
han interactuado, universos que se bifurcan tras
un acto de medición u otras rarezas ontológicas.
Las razones de los filósofos para no aceptar
el realismo son más brumosas y variadas. Pero
quizá no sería desorientador decir que buena
parte del antirrealismo filosófico contemporáneo
hunde sus raíces en las ideas de Nietzsche sobre
los límites de nuestro lenguaje y el carácter insos
layablemente interpretativo de nuestras diversas
perspectivas sobre el mundo, así como en la crítica
heideggeriana a la dicotomía sujeto/objeto y en su
GETTY IMAGES/FRANCESCOCH/ISTOCK
Filosofía de la ciencia 33
OBJETIVIDAD Y VERDAD
En busca
de la objetividad Evandro Agazzi
Presidente de la
Ante la dificultad de alcanzar la verdad, Academia Internacional
de Filosofía de las
la ciencia se ha centrado en el conocimiento objetivo Ciencias en Bruselas.
E
ntre el final del siglo xixy el inicio del xx tuvo lugar la lla tal no tenía ni la tarea ni el fin de hacernos conocer lo que es
mada crisis de los fundamentos en las ciencias exactas (ma la realidad, sino simplemente la función de ofrecernos esque
temática y física). En realidad, se convirtió en una crisis de mas intelectuales útiles para organizar nuestras percepciones
confianza en la capacidad de la ciencia de conseguir la verdad. sensoriales y para hacer previsiones al objeto de decidir nues
En el mundo matemático, los debates acerca del postulado tro comportamiento en el mundo. Se trataría, por tanto, de un
euclidiano de las paralelas («Por un punto exterior a una recta conocimiento sin verdad.
dada solo cabe trazar una paralela a la misma») habían tomado Sin embargo, esa concepción no podía satisfacer a los cien
un giro decisivo ya en el siglo xix. Se construyeron sistemas tíficos ni tampoco a todos los que consideraban la ciencia una
geométricos que contenían la negación del mismo: si postula forma muy excelente de conocimiento. Si la ciencia no aporta
mos que no pasa ninguna recta, verdad, entonces, ¿cómo pode
obtendremos una geometría esfé mos atribuirle una superioridad
rica; si postulamos que pasan in respecto al simple sentido común,
finitas, tendremos una geometría a los discursos imaginarios o arbi
hiperbólica, ambas no euclidianas. trarios y a otras formas no científi
Los matemáticos de la época bus cas de aproximarse a la realidad?
caron, sin éxito, contradicciones La respuesta que encontramos fue
en estas geometrías no euclidia la siguiente: la ciencia es un co
nas. Entonces, dijeron algunos, nocimiento objetivo. De esta ma
todas ellas serán verdaderas. Pero, nera, la objetividad se nos ofreció
por otra parte, cada una contiene como sustituto de la verdad para
proposiciones opuestas a las de las salvar la dignidad de la ciencia.
otras, por lo que una sola debería Pero ¿cómo hay que entender la
ser la verdadera y las otras falsas. objetividad?
Ahora bien, como no había forma Las diferentes respuestas da
de decidir cuál podría ser la verda das a ese interrogante podrían
dera, la conclusión que se impuso sintetizarse en dos sentidos fun
fue que no eran ni verdaderas ni damentales de la objetividad: el
falsas, eran puros sistemas for «fuerte» y el «débil». Según el
males hipotético-deductivos sin sentido fuerte, consideraremos
pretensión de verdad. Y esta pers objetiva una propiedad si se en
pectiva formalista se extendió de cuentra realmente en el objeto
inmediato a otras muchas ramas que se investiga (podemos pen
de la matemática. sar que la longitud de un cuer
En cuanto a la física, los de po se halla en el propio cuerpo
sarrollos de la mecánica newto y nosotros podemos medirla); en
niana habían permitido absorber en ella disciplinas como la consonancia, tendremos que considerar objetivo el discurso
acústica o la óptica. Pero en las últimas décadas del siglo xix que es capaz de describir dichas características del objeto. En
habían fracasado ya los esfuerzos por reducir a la mecánica los su sentido débil, la objetividad es la propiedad de un discurso
fenómenos de la termodinámica y del campo electromagnético. cuya validez no depende del sujeto particular que lo enuncia,
En los albores del siglo pasado, además, la teoría de la relatividad sino de una cierta totalidad de sujetos; en pocas palabras,
y la física cuántica indicaban que incluso algunos conceptos y corresponde a la intersubjetividad sin referencia a objetos (en
principios fundamentales de la mecánica newtoniana —que hoy este sentido, la longitud objetiva de un cuerpo dependerá del
llamamos clásica— resultaban inaplicables. Ello se consideró acuerdo entre las diferentes mediciones realizadas por dife
ISTVAN BANYAI
una prueba de que dicha mecánica se había revelado como falsa. rentes sujetos). Después de las crisis mencionadas, es obvio
La consecuencia que extrajeron numerosos científicos y filó que la objetividad en sentido fuerte iba a ser considerada un
sofos, empezando por Ernst Mach, fue que la ciencia en cuanto fin inalcanzable, mientras que se afinaron los análisis de las
Filosofía de la ciencia 35
PLURALISMO Y COMPLEJIDAD
Pluralismo
integrador Marta Bertolaso y Sandra D. Mitchell,
Bertolaso es profesora e investigadora en la
Un nuevo enfoque para comprender Universidad Campus Biomédico de Roma. Mitchell,
directora del Departamento de Historia y Filosofía
la complejidad biológica de la Ciencia de la Universidad de Pittsburgh.
L
os organismos biológicosson sistemas compuestos de ór colonia en su conjunto. He aquí uno de los casos de complejidad
ganos y tejidos que, a su vez, están formados por células emergente a los que se enfrenta la ciencia.
que contienen proteínas codificadas por genes. Estos sis Existen muchos otros ejemplos de estructuras, comporta
temas, cuya complejidad podemos entrever por lo dicho, evo mientos y dinámicas emergentes en el mundo de la biología:
lucionan, se desarrollan y manifiestan comportamientos sen desde la muy estudiada E. coli al cáncer. La complejidad de la
sibles a los cambios que se producen en sus entornos interno regulación de los diferentes niveles de estos sistemas requiere
y externo. Constan de muchas partes que se organizan para algo más que un enfoque reduccionista de abajo arriba que
que el sistema funcione a un nivel superior, manifiestan di identifique cada componente básico y lo estudie por separado.
námicas no lineales y su misma existencia está supeditada a Las partes aisladas no siempre se comportan de la misma forma
una trayectoria evolutiva que depende del azar y la adapta cuando interactúan en un contexto. Necesitamos un enfoque
ción. ¿Cómo puede la ciencia llegar a entender unos sistemas que trascienda la estrategia reduccionista de descomposición.
tan complejos? Veamos ahora qué nos enseña el cáncer. Esta enfermedad no
Las estrategias basadas en descomponer los sistemas en sus es una «cosa» unitaria dentro del organismo, o un trastorno ca
partes más pequeñas, como átomos o partículas fundamenta racterizado solo por una o varias células anómalas. Su desarrollo
les, han demostrado su utilidad para el esclarecimiento de un se debe más bien a una desregulación compleja, que afecta a
gran número de tipos de sistemas físicos complejos, pero solo varios niveles de organización, con interacciones entre ellos que
facilitan, en el mejor de los casos, un entendimiento parcial de van desde las células a los tejidos y viceversa. Para estudiarlo es
la complejidad biológica. necesario tener en cuenta los genes, el genoma, el epigenoma, el
¿Por qué es así? Consideremos un caso concreto de compor proteinoma, el metaboloma, las células implicadas, así como las
tamiento emergente. Las colonias de abejas forman una clase interacciones celulares, los tejidos y órganos, e incluso el propio
de superorganismos. Cada una se compone de hasta 80.000 organismo como un todo y su entorno. No es, pues, extraño que
individuos. No todos ellos realizan todos los trabajos propios la comprensión de esta enfermedad se resista a tantos intentos
de su ciclo biológico (apareamiento, reproducción y aprovisio de reducirla a un fenómeno solo molecular [véase «El largo
namiento de alimento). Solo la reina se reproduce, mientras que camino hacia la compresión del cáncer», por George Johnson;
las obreras asumen otras tareas que cambian a lo largo de su Investigación y Ciencia, enero de 2014].
vida: en un momento dado, algunas limpiarán la colmena, otras La complejidad demanda algo más que un enfoque que
alimentarán a las larvas, recibirán comida de las recolectoras, considere cada componente básico, lo estudie por separado e
construirán panales de miel, custodiarán la colmena, retirarán intente luego deducir el comportamiento del sistema. Surgen
los cadáveres o recolectarán néctar, polen y agua. La tarea que propiedades estables en diferentes niveles y escalas, y hay ca
una obrera desempeña varía en función de sus genes, edad y racterísticas importantes del sistema que resultan de las in
experiencia. teracciones regulatorias entre múltiples niveles. Los modelos
Pero todo ello no constituye únicamente un sistema de abajo limitados a un único nivel no solo resultan incompletos, sino
arriba (bottom-up). La mera agregación de lo que hace cada que también pueden mermar nuestra capacidad para aplicar la
uno de los individuos no representa todo lo que ocurre en la ciencia y para alcanzar metas prácticas, como el desarrollo de
colonia. Las necesidades de esta, considerada como un todo, nuevos tratamientos.
también condicionan la división del trabajo. Si los panales que Pensemos en la frenética heterogeneidad del cáncer, un pro
almacenan la miel están casi llenos, serán menos los individuos blema irresoluble para un enfoque reduccionista. Dicha hete
que saldrán a recolectar néctar. Si están vacíos, serán más. Si un rogeneidad se da entre diferentes tipos de tumores, e incluso
determinado grupo de edad es abatido de repente, las abejas más dentro de un mismo tumor [véase «Heterogeneidad intratu
jóvenes empezarán a desarrollarse más rápidamente para llenar moral», por Ignacio Varela; Investigación y Ciencia, octubre
el vacío. El sistema responde para satisfacer el mantenimiento de de 2014]. Puede ser genética, genómica, jerárquica, dinámica,
la colonia. Lo consigue a través de bucles de retroalimentación bioquímica, metabólica, morfológica o histológica. Se da tam
dinámicos e interactivos. Es cierto que lo que la colonia hace es bién en las diferentes fases de la enfermedad (carcinogénesis,
el resultado de las actividades de todos los individuos. Pero lo progresión y metástasis). Además, los diferentes niveles de
que los individuos hacen también es el resultado del estado de la organización biológica también pueden desempeñar papeles
Filosofía de la ciencia 37
FALIBILISMO
La lógica de la
creatividad científica Jaime Nubiola,
Catedrático de filosofía
en la Universidad de
El falibilismo y la abducción de Charles S. Peirce Navarra.
D
urante décadas,la figura y el pensamiento del científico y
filósofo estadounidense Charles S. Peirce (1839-1914) es
tuvieron prácticamente relegados al olvido. Pero desde
finales del siglo pasado hay un estallido de interés en sus valiosas
contribuciones, que están adquiriendo una relevancia creciente
en muy distintas áreas. Christopher Hookway, experto en la obra
de Peirce, lo define como un filósofo tradicional y sistemático,
pero que, al mismo tiempo, abordaba los problemas modernos
de la ciencia, la verdad y el conocimiento desde una valiosa ex
periencia personal como lógico e investigador experimental en
el seno de la comunidad científica internacional. Es así. Pero me
parece todavía más certero considerar a Peirce como un filóso
fo que, después de un tedioso trabajo de observación e investi
gación científicas y de un concienzudo estudio de la historia de
la ciencia y de la filosofía, se propuso desentrañar cuál era real
mente la lógica de la ciencia, la lógica de la práctica científica.
El pensamiento de Peirce estuvo marcado por el pragma
tismo. Esta doctrina, que nació como un método lógico para
esclarecer conceptos y que llegó a convertirse en la corriente
filosófica más importante en Norteamérica durante el último
tercio del siglo xix y el primero del xx, ha vivido una reciente
eclosión gracias al trabajo de Hilary Putnam, Richard Rorty y
Susan Haack [véase «El mundo de las pruebas. La filosofía de
la ciencia de Susan Haack», por Ana Luisa Ponce Miotti, en este
mismo número]. que se encuentra en la base de todo el edificio científico: ¿por
La clave de la filosofía de la ciencia de Peirce es el falibilismo, qué acertamos y por qué lo hacemos de forma relativamente
esto es, el reconocimiento de que una característica irreductible tan fácil? Peirce acude con frecuencia a la expresión que atri
del conocimiento humano es la falibilidad: Errare humanum est. buye a Galileo de il lume naturale para dar cuenta de nuestra
A su juicio, la búsqueda de fundamentos inconmovibles para el formidable capacidad para seleccionar de entre una infinidad
saber humano, típica de la modernidad, ha de ser reemplazada de hipótesis aquella más simple, aquella a la que nuestra razón
por una aproximación experiencial y multidisciplinar que pue se inclina de forma instintiva. La capacidad de conjeturar no
de parecer más modesta, pero que, a la larga, será mucho más es ni ciega ni infalible, es una capacidad instintiva, análoga a
eficaz, tal como ha mostrado la propia historia de la ciencia. los instintos animales que capacitan a un pájaro o a una avispa
El falibilismo no es una táctica, sino más bien el resultado del para volar.
método científico ganado históricamente. Además, el falibilismo Peirce acuña los términos retroducción, o razonamiento hacia
es intrínsecamente social: el investigador forma siempre parte atrás, y abducción, para referirse al proceso de adopción de hi
de una comunidad a la que contribuye con sus aciertos e incluso pótesis. El estudio de esta operación de la imaginación creadora
con sus fracasos, pues estos sirven a otros para llegar más lejos llega a tener tanta importancia para él que no duda en escribir
que él hasta completar el asalto de la ciudadela de la verdad tre que la cuestión del pragmatismo es la cuestión de la lógica de
pando sobre los cadáveres de las teorías y experiencias fallidas. la abducción. He aquí uno de sus textos:
GETTY IMAGES/GEORGEPETERS/ISTOCK
Peirce insiste en que la imagen de la ciencia como algo com La abducción es aquella clase de operación que sugiere un
pleto y acabado es del todo opuesta a lo que la ciencia es en enunciado que no está en modo alguno contenido en los datos de
realidad. El fenómeno que más le impresiona es la generación los que procede. Hay un nombre más familiar para ella que el de
de nuevas hipótesis que resultan decisivas para el avance cien abducción, pues no es ni más ni menos que adivinar (guessing).
tífico. En cierto sentido, esta capacidad instintiva para alcanzar Un determinado objeto presenta una combinación extraordina-
la verdad es el complemento o el anverso del falibilismo antes ria de caracteres para la que nos gustaría una explicación. El
mencionado. Para Peirce, esta es la cuestión realmente relevante que haya una explicación de ellos es una pura suposición; y,
Filosofía de la ciencia 39
SENTIDO COMÚN
L
a concepción modernade la racionalidad tiene como prin filosofía y las ciencias modernas en detrimento del humanismo
cipal característica la aspiración a un lenguaje preciso y renacentista que celebraba la pluralidad de saberes y formas de
universal, y el recurso a un método demostrativo que su racionalidad, incluida la propia del sensus communis.
puestamente garantiza la certeza del conocimiento. Esta idea, Pero como bien señala Stephen Toulmin, el ámbito de aplica
propuesta principalmente por Descartes, se consolidó como la ción de la nueva racionalidad es tan estrecho que se restringe a
versión predominante de la racionalidad a partir de la segun las matemáticas y a la teoría física, dejando fuera todo lo demás.
da mitad del siglo xvii y aún en nuestros días goza de una am Ese reduccionismo del racionalismo moderno se evidencia al
plia aceptación. La mejor realización de la misma se encontraría confrontarlo con las concepciones pluralistas del humanismo
precisamente en el conocimiento científico, empezando por las renacentista. Por ejemplo, en un libro de lógica, filosofía del len
matemáticas y la física, y extendiéndose después hasta la ciencia guaje y teoría del conocimiento de muy amplia circulación en las
política —según proponía Hobbes— y las ciencias sociales —se universidades del mundo iberoamericano del siglo xvi, Alonso de
gún Comte, Spencer, Marx, Durkheim o Stuart Mill. la Veracruz, fundador de la Universidad de México, siguiendo a
La asociación, e incluso identificación, de la ciencia con esta Aristóteles comenta: «Tres son los grados de certeza. El primero
idea de racionalidad tuvo entre sus consecuencias el desprecio y está en las matemáticas [...] El segundo está en los discursos
abandono de otras concepciones, como la retórica y la dialéctica, dialécticos [...] El tercer y último grado de certeza está en la
que se habían desarrollado desde la Antigüedad hasta el Rena retórica». Alonso admite aquí diversos tipos de conocimiento
cimiento. Estas se alimentan y fundan en el impreciso lenguaje razonable y considera que todos ellos parten de conocimientos
específico de cada comunidad, que condensa una experiencia previos, esto es, tienen carácter histórico y dependen (cada uno
histórica particular, así como en formas de interpretar y juzgar en distinta medida) del contexto.
propias de comunidades, que expresan solo consensos locales. Frente al racionalismo moderno, desarrollado sobre todo
En una palabra, la retórica, la dialéctica y las formas de inter en Francia, Inglaterra y Alemania, en la cultura barroca del
pretación y argumentación de la gente «común y corriente» se mundo iberoamericano e italiano persistió el humanismo re
fundan en el sensus communis o sentido común de cada pueblo nacentista plural. Baltasar Gracián y Giambattista Vico son
o nación. ejemplos de grandes filósofos que
La oposición entre sentido co defendieron una concepción am
mún y conocimiento científico se plia de la racionalidad basada en
manifiesta ya con claridad en la el sentido común, como alternativa
obra de Cervantes. Tanto Sancho y resistencia ante un racionalismo
como Don Quijote argumentan con obsesionado por la certeza y el mé
dichos y refranes, que son máxi todo. También en la literatura ba
mas populares del sentido común. rroca del Siglo de Oro se desarrolló
Frente a ellos, el bachiller Sansón una profunda crítica al floreciente
Carrasco representa la argumenta racionalismo moderno. Escritores
ción racional, estricta y demostra como Cervantes y Calderón de la
tiva. El genio de Cervantes podía Barca, en España, o sor Juana Inés
ver ya desde principios del siglo xvi de la Cruz y Juan Ruiz de Alarcón
la marcha ascendente de una nue en México cuestionaron las desme
va forma de racionalidad extraña didas pretensiones de los moder
y universal, como la que impuso nos racionalistas.
WIKIMEDIA COMMONS/DOMINIO PÚBLICO
Carrasco a Don Quijote, tras su Vico es, sin duda, el crítico más
derrota en las playas de Barcelona. influyente de la concepción moder
Todos sabemos el desenlace: ante na de la racionalidad del siglo xviii.
una vida así de racional, mejor mo Cuestiona sus fundamentos lin
rir. Y mientras Don Quijote muere güísticos, metodológicos y episte
en la novela de Cervantes, la racio mológicos. En su lugar, rescata las
GIAMBATTISTA VICO(1668-1744).
nalidad universal se consolida en la Retrato de Francesco Solimena. formas de argumentación clásicas
filósofos de la ciencia. Autores como Popper o Hempel volvieron Libertad y belleza en La théorie physique.Alfredo Marcos, en este mismo
al ideal de una racionalidad cartesiana y centraron su interés número.
en elucidar un criterio metodológico para definir la ciencia.
Filosofía de la ciencia 41
CREATIVIDAD
El universo creativo
de Popper Josep Corcó,
Profesor de filosofía
de la ciencia en la
La idea de creatividad conecta la epistemología Universidad
Internacional
y la cosmología popperianas de Cataluña.
H
an pasado ya más de 25 años desde la muerte de Karl misma «fuerza»: existe una disposición o tendencia real hacia
R. Popper, que se produjo en Londres el día 17 de sep algunos de ellos (una semilla de roble posee una tendencia na
tiembre de 1994. En el ámbito de la filosofía, un cuarto tural a brotar, desarrollar ramas, tronco y raíces). Todo sistema
de siglo es poco para hacer valoraciones generales sobre el pen natural es, por tanto, fruto de la realización, o actualización,
samiento de un autor. Por tanto, no voy a realizar aquí un balance de unas propensiones anteriores. La actualización de ciertas
de la posición que ocupa Popper en la filosofía del siglo xx, sino propensiones, y no de otras, depende de un conjunto de circuns
a explorar uno de los conceptos centrales de su pensamiento: el tancias que, en muchas ocasiones, la convierten en impredecible.
de la creatividad. Y esa realización trae consigo
La filosofía de la ciencia de la emergencia de nuevas pro
Popper es muy conocida. Su cos pensiones. Según Popper, esta
mología, en cambio, no tanto. Sin perspectiva resulta válida ya en
embargo, ambas guardan una es el nivel de la física fundamen
trecha relación. Existe una pro tal (partículas subatómicas) y
funda unidad en el pensamiento se extiende a otros dominios,
de este autor sustentada sobre el como la química (moléculas)
concepto de creatividad, presen y la biología (organismos).
te en su epistemología, así como Por ejemplo, cada compuesto
en su cosmología. bioquímico que se forma crea
En cuanto a sus tesis epis posibilidades de sintetizar otros
temológicas, es sabido que nuevos que antes no existían ni
Popper piensa que el progreso podían producirse.
científico no consiste en conse Así pues, en la perspectiva
guir conocimientos definitivos popperiana, la creatividad no es
acerca de la realidad. Para él, una prerrogativa del ser huma
todo conocimiento científico no. Popper rechaza la contrapo
es hipotético, y el progreso en sición entre un mundo natural
las ciencias se basa en la susti determinista, en el que no cabe
tución de teorías refutadas por la novedad, y un ser humano
nuevas teorías, que son fruto, capaz de crear gracias a su li
asimismo, de la creatividad de bertad. Afirma que el universo
los científicos. es creativo, que en su evolución
También en su cosmología emergen auténticas novedades.
la creatividad desempeña un La palabra evolución podría ha
papel central. Según Popper, el cer pensar en el desarrollo de
mundo se caracteriza por ha algo preformado, que de alguna
llarse en evolución emergente. manera estuviera presente des
Es decir, en él aparecen nove de el principio. Popper sostiene,
dades que, con frecuencia, no pueden predecirse a partir de los por el contrario, que en la evolución se dan novedades reales,
estadios precedentes. Lo que sugiere para explicar la evolución «en el sentido en que se puede considerar nueva una obra de
WIKIMEDIA COMMONS/LSE LIBRARY
—a pesar de todas las críticas que esta posición ha generado—. Karl R. Popper: Debate crítico con la inteligencia.John Horgan en IyC, enero
Que el mundo 3 interactúe con el mundo 1 es, para Popper, una de 1993.
prueba de su existencia o realidad. Ahora bien, el mundo 3 no El concepto de ciencia en Popper.Andrés Rivadulla en MyC, n.o 11, 2005.
interactúa directamente con el 1, sino solo de forma indirecta,
Filosofía de la ciencia 43
EMOCIONES
¿Ciencia sin
emociones? Ana Rosa Pérez Ransanz
Investigadora en el Instituto
Los sentimientos de asombro, duda o curiosidad operan de Investigaciones Filosóficas
de la Universidad Nacional
como poderosos motores de la investigación Autónoma de México.
L
a mala reputaciónque han tenido las emociones ha predo experiencia anclada en la acción, que permitía vincular lo cog
minado a lo largo de la historia de la filosofía. Ya Demócrito nitivo y lo afectivo de una manera muy natural. Fue así como
(siglos v-iv a.C.) afirmaba que «la medicina cura las enfer se abrió el camino para analizar el papel de las emociones en la
medades del cuerpo, la sabiduría libera al alma de las emocio obtención de conocimiento, incluido el conocimiento científico.
nes». Y como es sabido, la máxima de que «la razón debe domi En ese programa, la experiencia, lejos de reducirse a lo me
nar a la pasión» ha sido la principal guía filosófica para decidir ramente sensorial (sense data), se concibe como una relación
sobre nuestras acciones y creencias. Pero incluso cuando se ha activa entre el ser humano y su entorno físico y social. En su obra
invertido la relación de dominación, como en el caso de David Experience and nature (1925-1929), Dewey sustenta que la expe
Hume (1711-1776), quien sostuvo que «la razón es, y deber ser, es riencia es fundamentalmente interacción con el entorno, por lo
clava de las pasiones», se sigue manteniendo una oposición irre cual toda forma de acción y de sentimiento cae bajo la categoría
conciliable entre sentir y pensar, entre lo afectivo y lo cognitivo. de experiencia. Y dado que el ser humano es primariamente una
Contra el telón de fondo de esa longeva tradición, donde la criatura que siente y actúa (reacciona), si queremos entender la
dicotomía razón-emoción viene acompañada de los dualismos naturaleza del pensamiento debemos reconocer que los procesos
mente-cuerpo y cultura-naturaleza, destaca el movimiento de los cognitivos emergen en el contexto de una interacción inmediata
pragmatistas clásicos, encabezado por Charles S. Peirce (1839- con el mundo. En definitiva, el sentir y el hacer establecen las
1914), William James (1842-1910) y John Dewey (1859-1952). condiciones que hacen posible el pensar.
Estos científicos-filósofos emprendieron una indagación que Dewey argumenta que la ciencia entendida como actividad
justo comenzaba por cuestionar las dicotomías de la filosofía generadora de conocimientos es mucho más básica que la ciencia
tradicional, con el fin de comprender y restaurar los vínculos entendida como cuerpo de contenidos. El análisis del proceso
que integraban las esferas más básicas de la vida humana: las de conocer tiene prioridad frente al análisis de sus productos,
del conocimiento, la moral y el arte. Para llevar adelante este dado que la ciencia requiere de estrategias de intervención y
programa innovador, los pragmatistas forjaron una noción de manipulación de los hechos para construir y poner a prueba
sus teorías. Y en relación con esta idea,
Dewey introduce otra tesis novedosa: el
proceso de conocer involucra, de manera
necesaria, elementos de la esfera afectiva.
apunta el filósofo británico Dylan Evans, algunos defensores de Emoción y razón.Sabine A. Döring en Emociones, colección Cuadernos, n.o 2,
la concepción positiva llegan a sostener que «permaneciendo 2012.
todo lo demás igual, los seres humanos serían menos racionales
Filosofía de la ciencia 45
CIENCIA Y ARTE
Ciencia y arte:
¿vidas paralelas? José Carlos Pinto
de Oliveira
Profesor de filosofía
Thomas Kuhn se inspiró en la historia del arte como modelo de la ciencia de la
Universidad estatal de
para entender el desarrollo de la ciencia Campinas, en Brasil.
S
e puede afirmar sin temora equivocarse que La estructu- es decir, en la transposición que Kuhn realizó del desarrollo del
ra de las revoluciones científicas, de Thomas Kuhn, es el arte a la dinámica de la ciencia.
libro de filosofía de la ciencia más influyente de los últi Los filósofos de la ciencia solo recientemente han prestado
mos 50 años. Desde su publicación, en 1962, se ha hecho uso y atención a esa relación. Para Kuhn, en cambio, se trataba de
abuso por doquier de las ideas de este filósofo e historiador de una cuestión clave: en sus propias palabras, el libro sobre las
la ciencia, en especial de su noción de paradigma. En nume revoluciones científicas fue en realidad un «producto tardío» del
rosas ocasiones aparecen los paradigmas ya sin Kuhn, hecho «descubrimiento de los estrechos y persistentes paralelos que
este que indica la completa asimilación cultural de los concep hay entre estas dos actividades», el arte y la ciencia. Él mismo
tos kuhnianos. La idea de paradigma es citada para entender confiesa que hasta ese momento había contemplado estos dos
un espectro teórico que va desde la matemática hasta la teolo ámbitos como polos opuestos: arte y ciencia, el mundo de los
gía. Puede hallarse incluso en los cómics. Se usa para simular valores y el mundo de los hechos, lo subjetivo y lo objetivo, lo
un argot científico en el discurso publicitario y empresarial, se intuitivo y lo inductivo.
emplea para hablar tanto de un nuevo sistema de hoja conta En el mismo capítulo de su libro La tensión esencial, Kuhn
ble, como de un «revolucionario» método de alimentación de trata de modo explícito las relaciones entre ciencia y arte, y nos
aves en cautividad... remite al historiador del arte Ernst Gombrich. No deja margen
Naturalmente, el arte se encuentra dentro del amplísimo aba para la especulación respecto al tipo de historia del arte a la
nico de objetos a los que se ha aplicado la noción de paradigma. que se está refiriendo. Tratemos, pues, de identificar en este
Baste decir que ya se ha publicado un libro con el inequívoco contexto qué elementos del desarrollo del arte son apropiados,
título de The structure of artistic revolutions. Sin embargo, en según Kuhn, para comprender la marcha de la ciencia.
este artículo nos centraremos sobre todo en el sentido inverso, Al mirar, por ejemplo, los relieves y pinturas murales egip
cios, es muy probable que nos
resulten extraños y que nos cau
sen cierta perplejidad. Como
escribe Gombrich en su libro
La historia del arte, «tal vez
esto guarde relación con la di
ferencia de fines que inspiró
sus pinturas». «Dibujaban de
memoria, de conformidad con
reglas estrictas.» Representa
ban, característicamente, la
cabeza humana siempre de
perfil, pero a la vez con los ojos
vistos de frente.
Ese estilo egipcio, más con
ceptual, difiere profundamente
del arte griego. Fue en Atenas,
a partir del siglo vi a.C., don
de se produjo, según Gom
brich, «la mayor y más sor
prendenterevolución en toda
la historia del arte», con el
WIKIMEDIA COMMONS
bien, apunta hacia una relación más compleja. Las teorías rivales La estructura de las revoluciones científicas.Thomas Kuhn. Fondo de Cultura,
difieren entre sí de un modo más radical de lo que la tradición 2006 [1962].
La tensión esencial.Thomas Kuhn. Fondo de Cultura, 1996 [1977].
nos había hecho creer. En determinadas ocasiones, la decisión
Thomas Kuhn, la historia de la ciencia y la historia del arte.J. C. Pinto de
que se plantea ante los científicos hace entrar en juego formas Oliveira en Estudios contemporáneos sobre Epistemología. Dirigido por Sergio
alternativas de concebir un objeto y de hacer ciencia; como si en Menna. Universitas, 2008.
verdad las teorías en disputa perteneciesen a diferentes «estilos», Historia de la ciencia, historia del arte y racionalidad práctica.J. C. Pinto
a los cuales Kuhn denominó precisamente «paradigmas». de Oliveira. En Estudios Filosóficos, vol. LX, n.o 173, 2011 (número monográfico
dirigido por Alfredo Marcos y Ana Rosa Pérez Ransanz).
De acuerdo con Kuhn, las revoluciones en ciencia son epi
sodios de sustitución de teorías o, más adecuadamente, de pa
Filosofía de la ciencia 47
COMUNICACIÓN
Nuevas tendencias en
comunicación científica Alfredo Marcos
Catedrático de filosofía
de la ciencia en la
Del modelo de déficit a la participación ciudadana Universidad de
Valladolid.
E
l Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) un concepto muy abarcador, que podría aplicarse incluso a la
es un prestigioso centro asistencial y de investigación situado enseñanza de la ciencia en el sistema educativo. Al margen de
en la Ciudad de México. Funciona como centro de referen la enseñanza propiamente dicha, que merece un análisis aparte,
cia para las enfermedades respiratorias en todo México. En 2013 podemos identificar varias modalidades de comunicación social
puso en marcha un ambicioso proyecto de comunicación cien de la ciencia, que van desde la difusión hasta la investigación
tífica que se apoyaba en el portal www.cienciaqueserespira.org. participativa (o ciudadana).
La intención de sus promotores era comunicar al gran público La difusión, o diseminación —que tomaremos como sinó
sus investigaciones. Pero aquí se interpretaba la comunicación nimo—, de la ciencia es una forma de comunicación que pone
científica de un modo que iba más allá de la mera transmisión de el énfasis en el aspecto extensional. El concepto de difusión
información; de hecho, el lema del portal rezaba así: «La ciencia parece incluir un elemento de azar o de indiferencia respecto
la hacemos todos». del receptor. La luz —ejemplo que utiliza el diccionario para
El anterior es tan solo un ejemplo, pero resulta muy signifi definir difusión— se difunde en todas las direcciones por igual.
cativo en relación con los nuevos derroteros que está tomando La difusión no implica una adaptación del mensaje al receptor:
la comunicación de la ciencia. Hemos pasado de una concep pone el énfasis solo en la extensión o propagación del mismo.
ción unidireccional de la misma —hay que llevar la ciencia al Tanto una publicación especializada como un periódico o un
gran público— a una voluntad de interacción y de participación museo harían, cada uno a su modo, difusión científica.
ciudadana en la propia investigación. La teoría clásica según la Una modalidad más exigente de comunicación es la divul
cual la comunicación científica fluye solo en un sentido, de los gación, también llamada vulgarización o popularización. Estos
científicos a la sociedad, se basa en el «modelo de déficit». Según términos son ya más específicos. Podemos tomarlos por cuasisi
este, la sociedad padece un déficit crónico de cultura científica nónimos. Todos hacen referencia al receptor, es decir, el vulgo, el
que ha de ser paliado mediante la comunicación de la ciencia pueblo o el público, y, en consecuencia, a la necesidad de adaptar
en términos inteligibles para el gran público. Esta visión ha sido el mensaje. Pero la sinonimia no es perfecta. Se dan en cada uno
cuestionada durante los últimos años, y en su lugar se proponen diferentes connotaciones. Divulgación es el término más usado
otras de carácter más sistémico, desde las cuales se contempla en español; popularización, en inglés (popular science), y vulga-
la comunicación científica como un proceso multidireccional. rización, en francés (vulgarisation des sciences). Además, este
Ante la importancia de este fenómeno, la filosofía de la ciencia último adquiere en español connotaciones peyorativas (degradar
ha querido analizar el propio concepto de comunicación de la el saber, trivializar, rebajar el rigor), mientras que el segundo
ciencia, así como evaluar las posibilidades reales que estas nue las tiene positivas (hacer popular algo). Utilizaremos, pues, en
vas tendencias presentan. adelante divulgación, más neutro en nuestra lengua.
Preguntémonos, pues, qué es la comunicación de la ciencia. La divulgación no es un modo de comunicación cualquiera.
El DRAE define comunicación como «acción y efecto de comu Tiene lugar entre la comunidad científica y la sociedad, con
nicar», y comunicar como «hacer saber a alguien algo». Siempre adaptación del mensaje al receptor, que puede ser la sociedad
que ese «algo» se refiera a la ciencia, estaremos hablando de en general o algún sector determinado de la misma. Se produce
comunicación de la ciencia. Puede haber comunicación científica a través de los más variados medios. El cine y la literatura fun
en un informe de laboratorio, en un peritaje solicitado por un cionan a veces como canales privilegiados de divulgación de la
juez, en un artículo de prensa, en un correo electrónico o en una ciencia, pero también las artes plásticas e incluso las escénicas.
conversación entre investigadores, en un museo, en una clase Asimismo, los diferentes tipos de museos científicos sirven como
de Primaria, en un documental, en una novela o en una revista de cauce de la divulgación. Por supuesto, los libros de ensayo y las
alta divulgación. No importan el emisor, el receptor, el canal, el revistas —como la que el lector tiene ante sus ojos— constituyen
contexto ni la forma del mensaje. Nos hallamos, pues, ante un los medios de divulgación científica por antonomasia.
término sumamente general que incluye muchas modalidades. Cada una de estas formas de divulgación ha desarrollado
A veces se usa una fórmula más específica: la comunicación sus propios formatos, retóricas y recursos; se ha ido adaptando
social de la ciencia. Se trata entonces de las formas de comu a los diferentes soportes disponibles, desde el papel hasta las
nicación de la ciencia cuyo receptor es la sociedad en general ondas hertzianas y las redes informáticas. La aparición de In
y no la comunidad científica. Esta fórmula excluiría, por tanto, ternet y, en su seno, de las redes sociales, ha permitido que la
congresos y publicaciones especializadas. Con todo, se trata de divulgación científica haya evolucionado hacia modalidades más
Filosofía de la ciencia 49
ENFOQUES FEMINISTAS
El conocimiento
situado Eulalia Pérez Sedeño
Profesora de investigación en
Los enfoques feministas arrojan luz sobre la importancia el Departamento de Ciencia,
Tecnología y Sociedad del
del contexto en la construcción del conocimiento científico Instituto de Filosofía del CSIC.
E
l feminismo ha contribuidode manera fundamental a cam metodológicas que determinan lo que constituye una práctica
biar el modo de entender la ciencia y la tecnología. Como científica aceptable (contexto de justificación). Los segundos
movimiento político, se ha preocupado por mejorar la si pertenecerían al ámbito cultural y social en el que se desarrolla
tuación de las mujeres en la ciencia, que exhibe discriminaciones la actividad científica (contexto de descubrimiento).
territoriales (las mujeres se concentran en disciplinas supuesta La reflexión feminista sobre la ciencia pone en cuestión esas
mente «femeninas») y jerárquicas (pocas acceden a la parte su dicotomías clásicas. Se nutre de las críticas a los métodos, hi
perior de la escala). Como teoría, el feminismo ha protagoniza pótesis, teorías y prácticas científicas, de las lecturas feministas
do la crítica más completa, aunque no la única, a la concepción de la historia de la filosofía, de la investigación sobre psicología
clásica de la ciencia y la tecnología. Aunque las aproximaciones educativa y del análisis de los supuestos de la epistemología
feministas a la ciencia son múltiples y variadas, todas coinciden analítica tradicional.
en su crítica a la supuesta neutralidad y objetividad de la ciencia, Desde esa óptica, han sido criticadas ciertas tesis de la socio
nociones ambas sustentadas en ciertos principios de la filosofía biología y, en fecha más reciente, de la psicología evolucionista,
tradicional de la ciencia, que servían para delimitar las tareas de así como otras sobre el desarrollo, la conducta o la cognición,
la filosofía de la ciencia frente a otras disciplinas. basadas en la endocrinología y la neurología. Dichas críticas
Uno de esos principios tradicionales era la distinción entre han hecho aparecer numerosas deficiencias metodológicas y de
hechos y valores. Se trata de una distinción dicotómica, exclu otro tipo. Fallos en el diseño experimental, supuestos basados
yente y jerárquica, pues consideraba que los hechos pertenecían en datos experimentales limitados, extrapolaciones insosteni
a una categoría superior a la de los valores. Así, la filosofía de bles, manipulaciones técnicas y uso de argumentos falaces, entre
la ciencia debía ocuparse solo de los enunciados acerca de lo otros. Hallamos un ejemplo paradigmático en las afirmaciones
que es, mientras que los juicios de valor, sobre lo que debe ser, que, basadas en ciertos hechos supuestamente universales (como
quedaban relegados a otro dominio. la agresividad de los machos primates y el sometimiento de
Otro principio tradicional corresponde a la distinción entre las hembras de esas especies) pretenden perpetuar el estatus
contexto de descubrimiento y contexto de justificación. En el de dominación y subordinación de las mujeres y justificar su
primero intervienen aquellos factores que influyen en los in situación social: no solo se comete una falacia lógica (el paso
vestigadores cuando estos establecen las hipótesis o prácticas del es al debe), sino una extrapolación insostenible.
científicas; al segundo solo le importa o le interesa la confir Estudios realizados desde el feminismo han mostrado que
mación o refutación de las hipótesis científicas (a partir de las los valores contextuales interactúan con la práctica de la ciencia
pruebas y el razonamiento). La filosofía de la ciencia dominante y la tecnología de diversas maneras. En primer lugar, tienen
durante gran parte del siglo xx se centró solo en el contexto de un efecto canalizador o rector sobre la investigación y sobre
justificación. Consideraba que ese proceso distinguía a la ciencia las decisiones políticas acerca de las aplicaciones técnicas del
de cualquier otra actividad y generaba la objetividad caracte conocimiento científico. La conformidad o el conflicto de esas
rística del conocimiento científico, basada en la neutralidad, la prácticas científico-técnicas con ciertos valores ha generado
autonomía y la imparcialidad. disonancias. Pensemos en el uso de la ener
Que la ciencia sea neutral significa que
las teorías no implican ni presuponen juicios
Conocimiento no gía nuclear: algunos científicos están a favor;
otros, en contra. Los mismos hechos se in
sobre valores no cognitivos, es decir, que la significaba lo terpretan de manera distinta en función de
ciencia no sirve a unos valores más que a los valores y las prioridades.
otros. Que sea autónoma quiere decir que no mismo en la Asimismo, los conflictos entre los valores
está influida por valores o movimientos so
cioculturales o políticos. Y que sea imparcial
Babilonia del éticos y los métodos de investigación pueden
hacer variar los protocolos metodológicos,
implica que el único criterio para aceptar o siglo a.C. que en
x como sucede en el campo de la investigación
refutar una teoría científica son las pruebas con animales —sean humanos o no—. Los
objetivas, no los valores. Así, se distingue la Italia del siglo xv valores contextuales pueden incluso determi
entre valores cognitivos (o epistémicos) y
valores no cognitivos (o contextuales). Los
o en la China del nar lo que hay que preguntar y lo que es me
jor ignorar respecto de un fenómeno dado. Y
primeros se hallarían en la base de las reglas mismo período pueden afectar también a la descripción de
incluida la ciencia. Si en la epistemología tradicional la neutrali Ciencia y feminismo.Sandra Harding. Ed. Morata, Madrid, 1986.
dad de la ciencia derivaba del carácter objetivo del conocimiento, Science and social knowledge.Helen Longino. Princeton University Press,
Princeton, 1990.
ahora la afirmación del carácter situado del conocimiento implica
Feminism and philosophy of science.Elizabeth Potter. Routledge, Londres
la imposibilidad de desligar el conocimiento de los hechos de los y Nueva York, 2006.
GETTY IMAGES/ANDREAS KERMANN/ISTOCK
valores de los sujetos, es decir, la imposibilidad de separar los Mitos, creencias, valores: cómo hacer más «científica» la ciencia; cómo
valores epistémicos de los no epistémicos. Con ello se reconoce la hacer la realidad más «real».Eulalia Pérez Sedeño en Isegoría, n.o 38, 2008.
introducción inevitable de lo político en el conocimiento. Disponible en isegoria.revistas.csic.es/index.php/isegoria/article/
view/404/405
El carácter político del conocimiento no se observa solo en
sus aplicaciones o en el modo en que se organizan las institucio EN NUESTRO ARCHIVO
nes científicas, sino también en sus contenidos y afirmaciones. La perspectiva de género en ciencia.Capitolina Díaz Martínez en IyC,
Ello no significa que el feminismo abogue por el relativismo o noviembre de 2017.
por una epistemología del «todo vale», pues también al femi
Filosofía de la ciencia 51
LÍMITES
La ciencia al límite
Hay límites que configuran la ciencia,
Alfredo MarcosCatedrático
mientras que otros la constriñen de filosofía de la ciencia en la
Universidad de Valladolid.
rrollo científico. Problemas que hoy están más allá de los lími
The limits of science.Peter Medawar. Oxford University Press, 1984.
tes prácticos, quizá no lo estén mañana. Nos hallamos ante un Los límites de la ciencia.Nicholas Rescher. Tecnos, 1994.
límite de tipo horizonte, borroso y cambiante. Siempre está ahí, Human nature and the limits of science.John Dupré. Oxford University Press,
pero se desplaza conforme avanzamos. Funciona como reto y 2002.
frontera. Nos invita a la transgresión, pero esta nunca acaba de Gadamer and the limits of the modern techno-scientific civilization.Stefano
Marino. Peter Lang, 2011.
cumplirse. Cualquier límite práctico podría ser superado, pero
nunca podremos superar todos los límites prácticos.
Filosofía de la ciencia 53
Filosofía
de las ciencias
especiales
y de la tecnología
D
esde el SegundoCongreso Internacional de Matemáti- estructuras. El niño pequeño capta relaciones topológicas, como
cos, celebrado en 1900 en París, han resonado en el pen- estar dentro o fuera, la relación de frontera y otras. Cuando
samiento matemático dos grandes tesis planteadas allí comienza a andar, lo que hace, en realidad, es integrar el grupo
por David Hilbert. La primera: que todo problema es resoluble, de desplazamientos de un cuerpo rígido en el espacio, grupo que
no hay cuestiones indecidibles en matemática. Y la segunda: que resulta ser la materialización de las estructuras algebraicas. Ya
los fundamentos de la matemática constituyen un problema que, en la adolescencia, lo que se agrega a las estructuras anteriores
en virtud de la tesis anterior, puede y debe resolverse de mane- es la relación de inclusión, que supone, entre otras, estructuras
ra rigurosa y definitiva con métodos matemáticos, no especula- reticulares y de orden.
tivos. Una vez adoptados esos dos presupuestos, pensar sobre la Dotados de esa base teórica, y motivados por las causas políti-
matemática no será sino discutir sobre sus fundamentos. Filoso- cas de la Guerra Fría, algunos países reforman la educación para
fía de la matemática igual a fundamentación de la matemática. plasmar en lo pedagógico esas líneas epistemológicas. Parte de
Desde los años veinte, ese enfoque se desarrolló a través del estas reformas educativas se encuadran bajo el rótulo de «ma-
debate entre dos grandes líneas de pensamiento. La primera temáticas modernas». Como consecuencia de las mismas, puede
consideraba que los fundamentos se encuentran en un sistema que Juanito no supiera sumar, pero sí que aprendía a manejar
sintáctico lógico-formal, que ha de ser no-contradictorio. La conjuntos de piezas de colores. Los fundamentalismos mate-
segunda estimaba que los fundamentos se hallan en
la intuición de un sujeto trascendental, que termina
encerrado en un solipsismo absoluto. Se vivieron enton-
ces duras polémicas entre formalistas e intuicionistas,
que no fueron únicamente teóricas, sino que tuvieron
sus repercusiones académicas y profesionales. Dichas
polémicas terminaron con el triunfo del formalismo
sintáctico, que veía la matemática como algo objetivo
y, en el fondo, sin sujeto cognoscente. Filosofía de la
matemática igual a fundamentación lógico-formal de
la matemática.
Tras la Segunda Guerra Mundial se impuso en
Europa el pensamiento de un matemático excepcional
que no existió como individuo de carne y hueso, sino
como colectivo de autores, aunque fuera considerado el
matemático por excelencia: Nicolás Bourbaki. Tomando
los conjuntos como base, Bourbaki establece la existen-
cia de tres grandes estructuras-madre: la topológica,
la reticular y la algebraica. El trabajo matemático gira
WIKIMEDIA COMMONS/DOMINIO PÚBLICO (Melencolia I, grabado de Alberto Durero)
Filosofía de la ciencia 57
FÍSICA
Aleatoriedad y
mecánica cuántica Albert Solé y Carl Hoefer
Solé es profesor de filosofía de la física
Crónica de un diálogo entre físicos, matemáticos, en la Universidad de Barcelona.
Hoefer,profesor ICREA de filosofía de la
informáticos y filósofos física en la Universidad de Barcelona.
Filosofía de la ciencia 59
FÍSICA
La frontera filosófica de
la cosmología moderna Francisco José
Soler Gil
Investigador Ramón y
La cosmología es la disciplina física que guarda una mayor Cajal en la Universidad
de Sevilla y miembro
frontera común con la filosofía. Trazar un mapa completo del grupo de
investigación en
de las líneas de intercambio entre ambas sigue siendo, filosofía de la física de
la Universidad de
sin embargo, una tarea pendiente Bremen.
E
l nacimiento de la cosmología de nuestro tiempo, es decir, qué aspectos de las leyes de la naturaleza son fundamentales y
el estudio del universo considerado como un sistema físico cuáles se deben a las condiciones de contorno, no parece haber
ordinario, suele datarse en un famoso artículo publicado otra alternativa para explorar la cuestión que la de una apuesta
por Albert Einstein en 1917, donde el físico alemán aplicaba su re- a priori basada en algún tipo de consideraciones filosóficas so-
cién formulada teoría de la relatividad general al universo como bre las características esenciales de la naturaleza; por ejemplo,
un todo. En las últimas décadas, la cosmología se ha convertido sobre el carácter cuántico de las leyes fundamentales o sobre
en una disciplina vigorosa y con buena reputación dentro de la el carácter aleatorio de las condiciones iniciales del universo.
física. Sin embargo, en todo este tiempo no ha perdido su carác- Por otra parte, el estudio del universo como un todo nos
ter de comarca fronteriza con, al menos, tres ámbitos relaciona- sitúa ante un objeto que tal vez se extienda espacialmente mu-
dos entre sí: el tecnológico, el teórico y el filosófico. cho más allá del límite desde el que resulta físicamente posible
En primer lugar, podemos hablar de los límites de la cos- recibir información, y temporalmente hacia el futuro en escalas
mología en un sentido tecnológico: el alcance de los mejores de duración incomparablemente mayores que todo el tiempo
instrumentos y técnicas de análisis señala una barrera —afor- transcurrido hasta ahora. Añádase que, muy posiblemente, el
tunadamente móvil, al menos hasta ahora— en la adquisición universo atravesó en el pasado por fases en las que las condi-
de la información empírica imprescindible para desarrollar y ciones de temperatura y energía eran muy distintas de las que
poner a prueba las teorías. Por otro lado, lo anterior implica una
brumosa línea de indefinición teórica, generada por la falta de
datos que permitan discriminar entre las diferentes teorías y mo-
delos en disputa (como, por ejemplo, los relativos a los primeros
instantes del universo). Por último, la presencia de modelos teó-
ricos alternativos entre los cuales no es fácil decidir por medios
puramente empíricos nos obliga a acudir a todo nuestro arsenal
de ideas y, a fin de buscar pistas que nos permitan formular y
reconocer los modelos más prometedores, rebuscar entre todo
lo que hemos llegado a pensar y a creer sobre el carácter de la
naturaleza y sobre las teorías que tratan de describirla. Y, al
obrar así, la cosmología camina con frecuencia sobre la frontera
misma entre la física y la filosofía.
Existen poderosas razones de fondo que permiten defender
que la cosmología es, hoy por hoy —y cabe decir que conservará
siempre este estatus—, la disciplina física que guarda una ma-
yor frontera común con la filosofía. A continuación mencionaré
algunas.
Para empezar, el carácter único del universo nos impide dis-
tinguir con claridad qué leyes de la naturaleza son fundamenta-
les y cuáles se deben simplemente a las condiciones iniciales o
de contorno del universo. Esta situación constituye un problema,
GETTY IMAGES/YULYAO/ISTOCK
consecuencias para las cosmovisiones filosóficas actuales. En Kosmologische Betrachtungen zur allgemeinen Relativitätstheorie.Albert
un texto breve como este no es posible detallar tales líneas de Einstein en Preussische Akademie der Wissenschaften, Sitzungsberichte. Parte 1,
intercambio; sin embargo, sí pueden enunciarse algunas que el págs. 142-152, 1917.
Cosmology and controversy.Helge Kragh. Princeton Academic Press, 1996.
lector encontrará si se decide a explorar esta comarca fronteriza. Issues in the philosophy of cosmology.George Ellis en Handbook in the
Algunos supuestos, ideas y debates de carácter filosófico so- philosophy of science: Philosophy of physics, part A, dirigido por Jeremy
bre el modo de ser de la naturaleza que desempeñan un papel en Butterfield y John Earman, Elsevier, 2007. Disponible en arxiv.org/abs/
la construcción de los modelos cosmológicos, son, por ejemplo, astro-ph/0602280
La cosmología en el siglo xxi: Entre la física y la filosofía.Juan Arana et al.
los siguientes: el supuesto de la simplicidad del universo a gran
Publicacions Universitat Rovira i Virgili, 2012.
escala; el supuesto de que no ocupamos ningún lugar especial El universo a debate.Francisco José Soler Gil. Biblioteca Nueva, 2016.
en el cosmos; los debates en torno a si los infinitos pueden o
EN NUESTRO ARCHIVO
no pueden darse realmente en la naturaleza; o los debates en
torno a la estaticidad o carácter evolutivo de la naturaleza a Física y filosofía.Francisco José Soler Gil, en este mismo número.
gran escala.
Filosofía de la ciencia 61
FÍSICA
Física y filosofía
Francisco José Soler Gil
Investigador Ramón y Cajal
en la Universidad de Sevilla
y miembro del grupo de
investigación en filosofía de
la física de la Universidad
Diálogos del descubrimiento de la naturaleza de Bremen.
C
asi a la manerade la feliz simbiosis de Sherlock Holmes Podría parecer que, si esto es así, entonces es solo cuestión
con el doctor Watson, el físico y el filósofo se enfrentan de gustos inclinarse por una u otra de las interpretaciones po-
juntos, desde los mismos comienzos de la ciencia moder- sibles de las teorías. Pero lo cierto es que cada una de ellas trae
na, al gran enigma de la naturaleza. consigo sus propios retos, y también sus potencialidades. Cada
También se enfrentan entre sí. Pues, como en el caso de las interpretación sugiere líneas de trabajo diferentes. Y mientras
grandes parejas literarias, las habilidades y el carácter de los dos algunas de esas vías no sirven para aumentar nuestra com-
personajes son desiguales, y la relación resultante una forma prensión del mundo, otras aportarán las claves que permitirán
de amor-odio. El físico ama el detalle, la predicción exacta y la desarrollar finalmente nuevas teorías más explicativas. Por eso
caja de herramientas matemáticas. El filósofo, en cambio, se es tan importante la filosofía de la física.
interesa más por el significado de los conceptos usados en las ¿Y de qué se ocupa la filosofía de la física en la actualidad?
explicaciones; y también por la visión de conjunto: el enlace de Las dimensiones de este artículo no permiten trazar una pano-
las distintas ramas de la física entre sí, y de lo que nos dice la rámica completa. Pero sí cabe mencionar algunos ejemplos. Uno
física con respecto al resto del saber. de los asuntos más controvertidos, en el que los propios físicos
Lo que liga a tan disparejos personajes —dejando de lado acuden de buena gana a conferencias filosóficas y recurren con
el pequeño detalle de que no pocas veces ambos concurren en cierta frecuencia a argumentos filosóficos como puntos de apo-
una misma persona— es la fascinación ante la profunda racio- yo, es el de la gravitación cuántica.
nalidad que se insinúa en el despliegue ordenado y repetitivo Buena parte de los físicos teóricos están convencidos de que
de los fenómenos del mundo. ¿Hay un orden objetivo completo la teoría de la relatividad general no puede ser la última palabra
de la naturaleza? ¿Cómo es? ¿Qué conceptos son necesarios en la descripción de la fuerza gravitatoria y de que debe existir
para describirlo? ¿Se puede describir de varias formas alter- una teoría cuántica de esta fuerza, de la cual la descripción
nativas? ¿Y cómo se relacionarían estas entre sí? einsteiniana sería tan solo una buena aproximación. Ahora bien,
Al desafío planteado por esas pregun-
tas, el físico teórico responde mediante
la elaboración de modelos matemáticos
que intentan dar cuenta de lo que el fí-
sico experimental observará en distintas
situaciones. Y de teorías más generales
que agrupen clases de estos modelos en
un esquema sintético.
Por su parte, el filósofo propone, en pri-
mer lugar, ideas que podrían guiar la cons-
trucción de los modelos físicos. Después,
cuando el físico presente sus modelos, el
filósofo le preguntará cómo deberíamos
pensar que es el mundo, si los modelos y
las teorías presentadas fueran correctas.
Es decir, el filósofo planteará el problema
de la interpretación de las teorías físicas
y explorará las distintas posibilidades
abiertas. Tal problema no existiría, desde
luego, si cada teoría estuviera asociada
unívocamente con determinados tipos de
GETTY IMAGES/FRANCESCOCH/ISTOCK
Filosofía de la ciencia 63
FÍSICA
Libertad y belleza en
La théorie physique Alfredo Marcos
Catedrático de filosofía
El pensamiento de Pierre Duhem busca la superación de la ciencia en la
Universidad de
de las tensiones entre ilustración y romanticismo Valladolid.
P
ierre Duhemes el autor de uno de los libros señeros den- que tampoco sobrevivió. La vida de Duhem, en lo personal, se
tro del campo de la filosofía de la ciencia. Su título original centró entonces en el cuidado de Hélène. Puede leerse la emotiva
en francés es La théorie physique. Son object, sa structure y lúcida correspondencia que Pierre le dirigió (Lettres de Pierre
(«La teoría física. Su objeto, su estructura»). La obra ha ejerci- Duhem à sa fille Hélène, 1994), y que tanto recuerda la relación
do un influjo determinante en autores de todas las tendencias. epistolar entre Galileo y su hija.
Su método para el análisis de las teorías físicas tuvo gran En lo profesional, consagró su labor a la investigación en
influencia sobre la filosofía de los neopositivistas. Su crítica al termodinámica y en electromagnetismo, a la filosofía y a la
verificacionismo (la idea de que los datos experimentales pue- historia de la ciencia. Impartió clases en Lille y Burdeos. Nunca
den verificar definitivamente una teoría) precedió a la de Karl obtuvo un puesto en París debido a sus posiciones ideológicas,
Popper. A partir de la crítica duhemiana al falsacionismo (los muy alejadas de las de las clases dirigentes de la época. Dejó,
datos empíricos pueden refutar definitiva- además, una obra pictórica más que nota-
mente una teoría) se desarrolló una concep- ble. El científico húngaro Stanley Jaki ha
ción holística de la ciencia que ha servido escrito acerca de la relación entre la física y
de inspiración al filósofo estadounidense la pintura de Pierre Duhem (The physicist
W. O. Quine. El holismo también ha sido as artist: The landscapes of Pierre Duhem,
defendido por los estructuralistas contem- 1988). El propio Duhem se consideraba
poráneos; alguno de ellos, como el español principalmente un físico, si bien sus méri-
Ulises Moulines, han apoyado una concep- tos en historia y filosofía de la ciencia son
ción instrumentalista de la ciencia inspirada también de primera magnitud. Fue uno de
en la obra de Pierre Duhem. La importancia los fundadores de la historia de la ciencia
que Duhem otorgó a la historia de la cien- como disciplina autónoma y el descubridor
cia ha tenido su reflejo en la obra de los de la ciencia medieval, que se creía prácti-
historicistas, como Thomas Kuhn. La liber- camente inexistente hasta la publicación de
tad metodológica que Duhem propone, así su monumental obra Le système du monde
como su tendencia a rehabilitar tradiciones (diez volúmenes publicados también hace
distintas de la propia ciencia, lo aproximan un siglo, entre 1913 y 1915).
a Paul Feyerabend. Y, por último, Duhem Es evidente que la figura del científico
también ha servido de inspiración a los que francés, tan polifacética, es inabordable
abogamos por una concepción prudencial de en el breve formato de un artículo. Por eso
la racionalidad. me centraré tan solo en dos aspectos de su
Como se ve, las ideas que Pierre Duhem Théorie physique que considero de especial
expuso en su libro La théorie physique han interés y actualidad: su insistencia en la li-
resultado claves para el desarrollo de toda la bertad metodológica del científico y en las
filosofía de la ciencia posterior. Sin embar- cualidades estéticas de la teoría física.
go, el propio autor resulta poco conocido incluso en ambientes Ha existido siempre una polarización entre lo sentimental y
científicos y filosóficos. En 2014 se cumplirá un siglo desde la lo racional. La manifestación histórica de esta dicotomía antro-
segunda edición de La théorie physique, a partir de la cual se pológica la vemos en el debate «eterno» entre tendencias román-
WIKIMEDIA COMMONS/DOMINIO PÚBLICO
han realizado las recientes ediciones francesas (1989, 2007) y ticas e ilustradas. El historiador de la ciencia de Harvard Gerald
las traducciones inglesa (1954) y española (2003). Bueno sería Holton caracteriza incluso la posmodernidad como una revuelta
que llegásemos a dicha efeméride con un conocimiento y aprecio neorromántica. Ciertos autores se han puesto descaradamente
más justo del pensador francés. del lado del sentimiento; otros, de la razón. Unos han adoptado
Pierre Duhem nació en París en 1861 y murió en Cabrespine posiciones claramente románticas; otros, ilustradas. Pero no son
en 1916. La mejor fuente para sus datos biográficos la tenemos pocos los que han pretendido algún género de integración de los
en el libro de su hija Hélène (Un savant français: Pierre Duhem, dos polos. Duhem propone una respuesta integradora al debate
1921). La esposa de Pierre murió al dar a luz a su segundo hijo, de su tiempo entre ilustración y romanticismo.
Filosofía de la ciencia 65
QUÍMICA
E
s opinión prácticamenteunánime que la química ha sido de la química no se ha desarrollado en la misma medida en
la gran olvidada por parte de la filosofía de la ciencia. Di- que lo han hecho la química propiamente dicha y su historia?
versos trabajos en las últimas décadas se han preguntado Entre las razones de ese olvido distinguimos las que se re-
por las razones de tal omisión. El objetivo de este artículo es do- fieren a cuestiones epistemológicas, ontológicas y metodológi-
ble: por un lado, analizar las principales razones de esta falta de cas, de las relacionadas con la química aplicada. En el primer
interés por la química; por otro, proponer una serie de retos a grupo se incluiría el hecho de que la filosofía de la ciencia se
los que la filosofía de la química debe enfrentarse en el siglo xxi. desarrolló, entre los años treinta y sesenta del siglo pasado, bajo
La filosofía de la química ha tenido un desarrollo inferior a el predominio del empirismo lógico, con atención preferente
otras ramas de la filosofía de la ciencia. Solo hay que revisar las a la ciencia teórica. Ahora bien, en general, los químicos han
revistas, actas de congresos y libros para darse cuenta de que la estado más centrados en el aspecto experimental de la ciencia,
filosofía de la química no tiene el mismo anclaje institucional el cual, para el empirismo lógico, quedaba subordinado a la
que la filosofía de la física, de la biología, de la psicología o de teoría. No obstante, incluso cuando las tradiciones experimen-
las ciencias sociales. Ello contrasta con el notable desarrollo tales cobraron una influencia filosófica notable, como en el caso
de la historia de la química, que incluso ha sido utilizada por de Ian Hacking, de la Universidad de Toronto, quien defiende
algunos filósofos como fuente de casos de estudio. Así ocurre que la experimentación no ha de ser subsidiaria de la teoría, la
con Thomas Kuhn, quien concede un lugar importante a la re- filosofía de la química no experimentó el salto cualitativo que
volución química en su obra La estructura de las revoluciones cabría esperar.
científicas (1962). Contrasta también con el avance de la propia En este primer grupo de causas se hallaría también la in-
investigación química, que no desmerece en nada respecto de la fluencia del esquema de explicación nomológico-deductivo de
producción de otras disciplinas. ¿Por qué, entonces, la filosofía Carl Hempel y Paul Oppenheim. Según este, un hecho queda
explicado si puede ser deducido a par-
tir de una ley más ciertas condiciones
iniciales. Esta teoría de la explicación
no encajaba bien con algunos ejemplos
tomados de la química.
Otra razón que ha pesado en el des-
interés de los filósofos por la química
tiene que ver con el reduccionismo.
Tras el éxito de la mecánica cuánti-
ca se llegó a la conclusión de que la
química podía ser reducida a la física.
Incluso los denominados «químicos
cuánticos» partían de esta idea. Que-
daba así cuestionada la autonomía de
la química y con ello su posible inte-
rés filosófico. Sin embargo, frente a los
químicos partidarios del reduccionis-
mo, como H. Eyring, J. Walter y G. E.
Kimball, tenemos otros especialistas,
GETTY IMAGES/SEVENTYFOUR/ISTOCK
En segundo lugar, mientras la química daba pasos de gi- On the neglect of the philosophy of chemistry.J. Van Brakel en Foundations
gante en las aplicaciones industriales, la filosofía de la ciencia of Chemistry, vol. 1, págs. 111-174, 1999.
The ontological autonomy of the chemical world: A response to Needham.
se centraba en las «ciencias puras». No es que la física o la
O. Lombardi y M. Labarca en Foundations of Chemistry, vol. 8, n.o 1, págs.
biología no tuvieran aplicaciones, sino que los filósofos de la 81-92, 2006.
ciencia no reflexionaban sobre ellas. Los modelos de ciencia, The philosophy of chemistry. From infancy towards maturity.J. Schummer
desde Hempel hasta Van Fraseen, de la Universidad de Prince- en Philosophy of chemistry: Synthesis of a new discipline, dirigido por D. Baird,
ton, estaban pensados para proporcionar la estructura lógica, E. Scerri y L. MacIntyre. Boston Studies in the Philosophy of Science, vol. 242,
págs. 19-39, Springer, Dordrecht, 2006.
epistemológica, ontológica y metodológica de las ciencias puras.
Tampoco estaban en la agenda de los filósofos de la ciencia las
Filosofía de la ciencia 67
BIOLOGÍA
La filosofía de la
biología en el siglo xxi Alfredo Marcos
Catedrático de filosofía de
la ciencia en la Universidad
Un campo en auge y con una gran diversificación temática de Valladolid.
L
a filosofía de la biologíaes la parte de la filosofía que re- Michael Ruse, de la Universidad estatal de Florida, y Hull, en
flexiona sobre las ciencias de la vida. Fue cultivada en un promover su programa darwinista.
inicio por Aristóteles. El investigador griego suele tenerse Esos factores contribuyeron a que la filosofía de la biología
por el padre de la biología, pero también «merece ser considera- focalizase sus debates en torno a dos temas: el darwinismo y el
do —afirma James G. Lennox, experto en ciencia aristotélica de reduccionismo. El abordaje de los mismos requería el trabajo
la Universidad de Pittsburgh— el primer filósofo de la biología, y conjunto de filósofos y biólogos. Por un lado estaban los filósofos
uno de los más grandes». Y no se trata de una mera coinciden- que, como Ruse, entendían el darwinismo como la respuesta
cia. La reflexión filosófica favoreció, ya en tiempos de Aristóte- a las principales preguntas filosóficas. Por otro, los biólogos
les, la conversión de una serie de saberes empíricos sobre los vi- evolutivos, cuyas investigaciones se veían amenazadas por el
vientes en una auténtica ciencia, ascenso fulgurante de la biolo-
con sus propios objetivos y mé- gía de laboratorio, que acapa-
todos, con un cuerpo articulado raba cada vez más financiación
de teorías y conceptos. y recursos humanos. Estos no
Lo más notable de la labor tenían una agenda filosófica ex-
de Aristóteles es que supera el plícita, pero sí estaban interesa-
interés histórico. Según Lennox, dos en la defensa de la biología
es razonable el intento de cons- como una ciencia autónoma, no
truir hoy día una filosofía de la reductible a la bioquímica. De
biología de corte aristotélico, las sinergias entre estas dos tra-
basada en conceptos como los diciones nació la filosofía de la
de organismo, desarrollo, dife- biología institucionalizada, con
rencia, forma y función. Y ello sus congresos, revistas, asocia-
podría hacerse compatible con ciones y cátedras.
una visión evolucionista. Ahora Hacia finales del siglo pasa-
bien, la filosofía de la biología do, los dos debates principales
de Aristóteles nunca cuajó en daban ya signos de agotamiento.
una disciplina institucionaliza- Se llegó a aceptar el darwinismo
da. David L. Hull, quien fuera como paisaje teórico de fondo
profesor emérito de filosofía de para la biología, pero también se
la biología en la Universidad No- constató la necesidad de suple-
roccidental (EE.UU.), afirmaba mentar la teoría darwinista con
que «la mayor falta de Aristóte- otras teorías que diesen cuenta
les fue la de producir un sistema de diversos aspectos del hecho
de conocimiento que era dema- evolutivo, el cual ha resultado
siado bueno demasiado pronto (too good too soon)». ser mucho más complejo de lo que se presumía. Así, cuando se
Fue a partir de los años setenta del siglo pasado cuando la habla de la «teoría sintética de la evolución» se hace referencia
filosofía de la biología empezó a constituirse como un campo a un cuerpo teórico surgido de la síntesis del darwinismo con
académico propio. Los factores que impulsaron este proceso fue- la genética, pero también a uno necesitado siempre de nuevas
ron básicamente cuatro. Primero, el extraordinario crecimiento operaciones de extensión o síntesis (con la teoría del origen de
de la biología como ciencia, con el asentamiento de la teoría la vida, la de la especiación, la neutralista, la de los equilibrios
GETTY IMAGES/SW_OLSON/ISTOCK
sintética de la evolución y el descubrimiento de las bases mo- puntuados, la termodinámica de sistemas alejados del equilibrio,
leculares de la vida. Segundo, la decadencia del neopositivismo las teorías informacionales, la biología del desarrollo, la biología
y, con ello, la renuncia al proyecto de reducir todas las ciencias sistémica, etcétera). En cada una de dichas operaciones se produ-
a la física. Tercero, la voluntad de algunos biólogos evolutivos, cen tensiones dignas de estudio por parte de biólogos y filósofos.
como Ernst Mayr y Francisco Ayala, de proteger la autonomía Por ejemplo, cuando se quiere dar cuenta de la evolución en el
de la biología. Y cuarto, el interés de algunos filósofos, como nivel molecular, se tiene que admitir que no todos los rasgos de
Filosofía de la ciencia 69
BIOLOGÍA
¿Qué es un organismo
individual?
Arantza Etxeberría
La filosofía de la biología aborda con nuevos datos Profesora de filosofía de la
ciencia en la Universidad
los tradicionales conceptos de organismo e individuo del País Vasco.
L
os organismos individualesconstituyen un objeto de estu- la de clase, que en la biología evolutiva de la síntesis moderna
dio prioritario para la biología. Pero esta se ocupa también se consideraba propia de un pensamiento pre-evolutivo. Las
de otras clases de entidades: individuos que no son orga- clases ordenan las entidades lógicamente, sobre la base de sus
nismos (genes, poblaciones, especies), partes de los organismos propiedades, y, por tanto, se predican. Los individuos, en cambio,
o disociadas de estos y almacenadas en biobancos o en labora- se nombran; genes, especies y organismos serían individuos con
torios (priones, orgánulos, células, tejidos, órganos), entidades nombre propio.
semivivas (semillas, esporas) o restos de seres vivos (fósiles). A La noción de individualidad puede examinarse desde varios
menudo no hay acuerdo sobre la clase de entidad a la que per- puntos de vista (todos ellos operativos en la biología actual,
tenece un objeto biológico: se debate si los virus son o no orga- aunque no unificados): como unidad íntegra, como singularidad
nismos vivos, si los endosimbiontes constituyen un solo organis- única y como autonomía. Las excepciones (quimeras, clones,
mo o incluso si los seres multicelulares deben entenderse como parásitos) son habituales, por ello habría que reexaminar empí-
sistemas ecológicos formados por entidades de muchas espe- ricamente las variedades de individualidad biológica del mundo
cies. Por ello, el estatus teórico de los conceptos de organismo viviente. Las tres intuiciones sobre la individualidad servirán
e individuo se ha convertido recientemente en un tema impor- de hilo argumental en lo sucesivo.
tante para la filosofía de la biología. En la discusión hay asuntos En primer lugar, la individualidad puede concebirse como
filosóficos básicos en juego: la naturaleza de la frontera entre lo unidad en el sentido de integridad o no separabilidad. De hecho,
vivo y lo no vivo, si hay entidades básicas en la vida y si las dife- este es el significado con el que el término organismo fue ori-
rentes disciplinas biológicas pueden unificarse. ginalmente acuñado a principios del siglo xviii, en oposición al
Ni el concepto de organismo ni el de individuo cuentan mecanicismo, para destacar que ciertos entes, no solo vivientes,
con una acepción establecida y consensuada en biología; asi- están organizados. Hoy día es sinónimo de «ser vivo individual»
mismo, hay ciertas diferencias en el uso de cada uno de ellos. y se aplica a entidades de todos los reinos vivientes, aunque el
La noción de organismo tiene un carácter sistémico, asociado concepto se asocia a menudo a propiedades de los metazoos que
con la integración funcional y continuidad espaciotemporal, los entes de otros reinos no poseen.
las capacidades y el comportamiento de una entidad forma- ¿Podría proponerse un concepto de organismo flexible y apli-
da por partes heterogéneas. Es objeto de disciplinas como la cable a todos los casos problemáticos? Para ello habría que tener
fisiología, la morfología y, en
fecha más reciente, la biología
WIKIMEDIA COMMONS/DOMINIO PÚBLICO/LAS DAMAS CHOLMONDELEY, SIGLO XVII, TATE, LONDRES 2011
de sistemas o biología evolu-
tiva del desarrollo (evo-devo),
en las que la organización o
autoorganización viviente y los
problemas asociados ocupan
un lugar destacado. A su vez,
la noción de individuo es un
concepto teórico para la bio-
logía evolutiva, referido a en-
tidades continuas y cohesivas
localizadas espaciotemporal-
mente. Suele denotar objetos
que al ser replicados pueden
dar lugar a linajes genealógi-
cos (es decir, son replicadores).
Como categoría, no se opone a
la de organismo (los organis-
mos serían individuos de un
cierto nivel jerárquico), sino a
Filosofía de la ciencia 71
NEUROCIENCIA
Neurociencia:
evitar el desengaño Alfredo Marcos
Catedrático de filosofía
Las expectativas desmedidas podrían dañar de la ciencia en la
Universidad de
la investigación sobre el cerebro humano Valladolid.
L
a neurociencia ha crecidode forma espectacular desde la 2003. Ahora es el turno de los proyectos de investigación so-
última década del siglo pasado. Hasta los años noventa, el bre el cerebro.
acceso al conocimiento del cerebro humano se limitaba al Algo podemos aprender de esta breve historia. El PGH dejó
estudio de pacientes con daño cerebral; es decir, se aprendía so- un sabor agridulce. La secuenciación del genoma humano fue
bre las funciones del cerebro a través del estudio de sus disfun- un éxito, pero no cubrió ni de lejos las desmedidas expectativas
ciones, o estados patológicos. Es famoso el caso de Phineas Gage con las que se impulsó el programa, ni en el terreno médico ni en
(1823-1860), cuya personalidad cambió de manera drástica tras el filosófico. Algunos pensaron que pondría en nuestras manos
un accidente que le lesionó ciertas zonas ventromediales de la la panacea médica y el secreto de la naturaleza humana, pero
corteza prefrontal. Son también muy conocidas las investiga- no fue así. Lo que sí nos mostró el PGH —una enseñanza muy
ciones del neuropsicólogo ruso Alexander Luria sobre pacien- valiosa, por cierto— es que no todo está en los genes. De este
tes con daño cerebral. De todo ello llegó a inferirse un vínculo toque de humildad resultó una pléyade de ciencias «ómicas» y,
muy especial entre ciertas zonas del cerebro y algunas funcio- también, el impulso necesario para estudiar el cerebro humano.
nes conductuales. Pero no repitamos errores. Por mucho que aprendamos sobre
Con el desarrollo de las nuevas técnicas de exploración mé- el cerebro, no esperemos que nos brinde la curación inmediata
dica, sin embargo, se ha logrado estudiar el cerebro también de todos nuestros males médicos y sociales, desde el alzhéimer
en su estado normal de funcionamiento. Desde comienzos del hasta la violencia, ni mucho menos las claves últimas de la
siglo xx se vienen empleando para tal fin equipos electroencefa- existencia humana. De hecho, es esta maniobra de apuesta a
lográficos cada vez más precisos. Pero el acceso a las estructuras expectativas infladas lo que constituye un verdadero riesgo de
y funciones de este complejo órgano ha mejorado de manera brain bluff para la neurociencia.
considerable con la llegada de diversas Permítaseme reproducir aquí un ex-
técnicas de neuroimagen, como la to- tracto de un artículo publicado el 2 de
mografía por emisión de positrones y la noviembre de 2015 en el diario El País,
resonancia magnética funcional [véase en el que el periodista científico Javier
la serie de artículos «Atlas del cerebro»; Salas informaba sobre las últimas eva-
Mente y Cerebro, n.o 69, 2014]. luaciones de expertos acerca del HBP:
El desarrollo de estos nuevos medios «Cuando apenas ha empezado a andar,
de exploración, así como de nuevas el Human Brain Project (Proyecto Cerebro
perspectivas matemáticas, informáticas Humano, HBP), que prometía simular
y teóricas, se ha visto muy respaldado mediante supercomputación toda la
en los últimos años por las cuantiosas complejidad del cerebro humano, ha re-
inversiones de diversos Gobiernos. En cibido un severo baño de realismo. Des-
EE.UU. se puso en marcha en 2013 la pués de que cientos de neurocientíficos
iniciativa BRAIN, con una financia- se alzaran en armas contra el diseño
ción multimillonaria. Y la UE asignó, del megaproyecto —1000 millones en
también en 2013, cientos de millones 10 años—, dos informes han señalado
de euros al Proyecto Cerebro Humano las carencias de una apuesta titánica
ADAPTADO DE GETTY IMAGES//KMLMTZ66/ISTOCK
(HBP, por sus siglas en inglés). Esta que entusiasmó más a los políticos que
clase de programas de investigación a los científicos. El proyecto debe refor-
se enmarcan en lo que ha dado en lla- mularse de arriba abajo». El artículo
marse «gran ciencia», o big science, la citaba la siguiente frase del informe de
cual nació a mediados del siglo pasado evaluación: «Los responsables del HBP
con el Proyecto Manhattan. En la recta y la Comisión Europea exageraron los
final de la centuria, el relevo lo tomó objetivos y los posibles logros».
el Proyecto Genoma Humano (PGH), Nada ejemplifica mejor la dinámi-
cuyas conclusiones se publicaron en ca de expectativas desmedidas, quizás
el horizonte. Podemos evitar ambos excesos apelando al nivel El lenguaje de la neurociencia.Christian Wolf en MyC, n.o 70, 2015.
profundo de la antropología filosófica; es decir, apoyándonos en Las dificultades del Proyecto Cerebro Humano.Stefan Theil en IyC, diciembre
de 2015.
una idea adecuada de ser humano.
Una ciencia controvertida.Steve Ayan en MyC, n.o 73, 2015.
Para empezar, el intento de reducir todo lo humano al cerebro Nueve ideas para mejorar la neurociencia.Isabelle Bareither, Felix Hasler
nos hace olvidar la complejidad del cuerpo en su conjunto, así y Anna Strasser en MyC, n.o 73, 2015.
como sus interacciones con el medio natural, social y cultural. La consciencia: ¿solo un montón de neuronas?Manuela Lenzen en MyC,
Del mismo modo que para entender el funcionamiento de los n.o 76, 2016.
genes hemos tenido que ir más allá de estos y llegar a la epigené-
Filosofía de la ciencia 73
MEDICINA
L
a preocupaciónde los filósofospor la medicina es tan an- epistemológicos más fundamentales de la teoría, investigación
tigua como la propia filosofía. En las obras de los primeros y práctica de la medicina. Así, la filosofía de la medicina podría
pensadores, tanto occidentales como orientales, abundan definirse como la rama de la filosofía que se dedica al estudio de
las alusiones a los padecimientos del cuerpo, tomados estos como los conceptos, métodos e implicaciones de la medicina.
el propio objeto de estudio o como alegorías de los problemas Una de las características más peculiares de este ámbito es
morales y existenciales. Y también en los mismos comienzos de su enfoque marcadamente transdisciplinar. La medicina supone
la medicina encontramos elementos propios de la filosofía de la una combinación de saberes teóricos y prácticos, theoria cum
medicina, tal y como puede observarse en el tratado Sobre la me- praxi, en términos clásicos. Además, esta combinación tiene
dicina antigua y otros textos del corpus hipocrático. un carácter inherentemente normativo. Al contrario de lo que
Pocas actividades humanas tienen más importancia para ocurre con ciencias más básicas como ciertas ramas de la física o
nosotros que la de (intentar) sanar. Esto no resulta sorprendente, la biología, la medicina no se encarga solo de explicar determina-
pues todos somos, hemos sido o seremos en algún momento dos fenómenos, sino que es también una disciplina prescriptiva,
de nuestra vida enfermos. Es decir, todos experimentamos, de es decir, un saber que propone una intervención en el mundo de
forma más o menos intensa y frecuente, la vivencia de la enfer- acuerdo con ciertas ideas de lo que consideramos bueno o malo.
medad. No es nada extraño, pues, que el ser humano se haya Ello se hace patente en el que es probablemente el debate
preocupado desde sus orígenes por identificar, prevenir y tratar central de la filosofía de la medicina: la discusión acerca de la
de revertir aquellos estados corporales que consideraba moles- definición de salud y enfermedad. Al diferenciar entre individuos
tos o peligrosos. Y tampoco sorprende que esta lucha contra la sanos y enfermos, la profesión médica establece una distinción
enfermedad haya desencadenado una reflexión acerca de lo que entre estados somáticos o mentales «correctos» e «incorrectos».
significa estar sano o enfermo. Así, lo sano se correspondería con los estados que nos gustaría
En las últimas décadas, la filosofía de la medicina ha logrado tener y lo enfermo con los que queremos evitar.
un lugar prominente dentro de la filosofía de la ciencia. A la En consecuencia, la forma de entender la distinción entre
importancia enorme que desde hacía ya tiempo tenía la ética clí- salud y enfermedad supone toda una reconsideración, ya no
nica (también llamada comúnmente bioética) se ha unido ahora solo de nuestra forma de ser en el mundo, sino también de
el interés de numerosos filósofos por los aspectos metafísicos y nuestros modelos e ideales. La misma práctica médica, sea esta
del tipo que sea, presupone que es po-
sible identificar unos ideales óptimos de
funcionamiento que nos permitan decir
La enfermedad,su vivencia y su tratamiento son cuestiones
que ciertos modos de vivir son indesea-
centrales para la ciencia, la filosofía y el arte. The doctor, Luke
Fildes, 1887 (The Tate Britain, Londres).
bles y deben, por tanto, ser corregidos o,
por lo menos, que sus efectos negativos
deben ser paliados. En otras palabras, la
medicina se basa en una distinción teóri-
ca previa entre lo saludable (bueno) y lo
patológico (malo).
Para entender cómo se establece esa
distinción, no podemos olvidar que la
medicina es, ante todo, una práctica so-
cial institucionalizada. Si bien tiene im-
WIKIMEDIA COMMONS/DOMINIO PÚBLICO
Filosofía de la ciencia 75
PSICOLOGÍA
S
i uno acude a una bibliotecaen busca de materiales de fi- tienen lugar en las explicaciones científicas, de las cuales han
losofía de la psicología, los encontrará en una subsección de ser eliminados.
dentro de «Filosofía especial de la ciencia», cerca de las fi- Esta última tesis se apoya en una concepción reduccionista
losofías de la biología o de la física. Mientras la filosofía general de la relación entre lo psicológico y lo biológico: los constructos
de la ciencia se encarga de cuestiones comunes a toda la cien- psicológicos deben tener su correspondiente correlato neuroló-
cia, la especial se ocupa de los problemas específicos que surgen gico. Si no lo tienen (como sería el caso de las creencias o los de-
en el seno de cada disciplina. Sin embargo, la filosofía de la psi- seos), podemos prescindir de ellos. Ahora bien, el debate resulta
cología tiene un par de características que la hacen, si cabe, más demasiado genérico si no atendemos al modo en que se constru-
especial todavía. Una tiene que ver con el lugar de la psicología yen las explicaciones psicológicas. En numerosas ocasiones, se
dentro de las ciencias cognitivas; la otra deriva de su relación mezclan y amalgaman en ellas términos de niveles diversos. Así,
con la filosofía de la mente. cuando se explica una determinada función mental en términos
de mecanismos, la neurociencia cognitiva combina termino-
La interdisciplinariedad de las ciencias cognitivas logía biológica y psicológica; o cuando se formula un modelo
La psicología estudia la mente y la conducta. Pero no es la única de procesamiento del lenguaje, se toman prestados conceptos
ciencia que lo hace. La neurociencia, la inteligencia artificial, la de la lingüística. No parece, pues, que lo psicológico se pueda
lingüística o la propia filosofía son otras tantas disciplinas que reducir, sin más, a lo biológico, pero tampoco sería acertado
tratan de comprender los fenómenos mentales. Hacer filosofía afirmar una completa autonomía de lo primero respecto de lo
de la psicología implica, en parte, en- segundo. La pujanza de estos enfoques
tender las relaciones de la psicología híbridos obliga a repensar nociones
con otras ciencias cognitivas. como las de reducción y autonomía,
En este sentido, una cuestión muy especialmente cuando estas se aplican
debatida es si la psicología se halla en un contexto tan interdisciplinar.
sujeta a constricciones procedentes
de esas otras disciplinas o si es autó- La importancia de lo empírico
noma. Por ejemplo, ¿cuáles son las Como comentábamos, la segunda ca-
relaciones de la psicología científica racterística que hace especial la filo-
con la psicología de sentido común y sofía de la psicología es su relación
la neurociencia? con la filosofía de la mente, disciplina
Producimos explicaciones psicoló- con la que a menudo se confunde. De
gicas a diario: cuando decimos que el hecho, si uno inspecciona los libros
asesino de Lennon deseaba notorie- con el título de Filosofía de la psicolo-
dad y creía que su acto se la daría, gía, encontrará que muchos lidian con
estamos describiendo un hecho en el repertorio clásico de problemas de
términos psicológicos, como deseos filosofía de la mente: la relación entre
y creencias. Al ponderar si estas no- lo mental y lo físico, el conocimiento
ciones son adecuadas para figurar de lo mental o la conexión entre la
en las explicaciones de la psicología mente y el mundo. Solo en los últimos
científica, los filósofos se debaten en- veinte años puede uno descubrir ma-
tre el realismo y el eliminativismo. nuales como los de George Botterill y
Los abanderados del primero, como Peter Carruthers, José Luis Bermúdez
el (fallecido en 2017) catedrático de la Universidad Rutgers Jerry o Daniel Weiskopf y Fred Adams, que presentan la filosofía de
GETTY IMAGES/PRESSUREUA/ISTOCK
Fodor, consideran que los estados y procesos que figuran en la la psicología con una agenda diferenciada.
psicología científica se corresponden con aquellos de los que Las diferencias entre la filosofía de la psicología y la filosofía
habla la psicología cotidiana. Dicho de otro modo, que los deseos de la mente radican principalmente en los intereses explicativos
y creencias de los que habla la psicología cotidiana son entidades y en el grado de apego a los datos. El filósofo de la mente tiene
reales. Por el contrario, los partidarios del eliminativismo, como detrás una larga tradición de cuestiones, típicamente metafísicas
Paul Churchland, de la Universidad de California en San Diego, y epistemológicas, que indaga a través de intuiciones racionales
aducen que tales conceptos son constructos ilusorios y que no a priori, es decir, independientes de los datos empíricos de la
Filosofía de la ciencia 77
PSICOLOGÍA
Yo, mi cerebro y mi
otro yo (digital) Mariano Asla
Profesor de filosofía en la Facultad
de Ciencias Biomédicas de la
Muerte e inmortalidad en el horizonte de la transferencia mental Universidad Austral de Argentina.
A
l decir del filósofo Hans Jonas, la aparición de la vida in- Con todo, a los ojos de algunos de nuestros contemporáneos,
trodujo en la monolítica seguridad del universo una no- este escenario está a punto de experimentar cambios drásticos.
vedad genuina: la posibilidad de dejar de ser. Por eso, Esto se debe a que, por primera vez en la historia, la agenda de
ya sea que las innumerables metamorfosis de la materia y de la investigación científica y médica ha comenzado a interesarse
la energía se sucedan indefinidamente o, como parece indicar en el proceso de envejecimiento y en la muerte. De hecho, el
la entropía, que todo se resuelva en un desenlace inexorable y denominado programa transhumanista, que propone el mejora-
frío, nada se acerca al dramatismo que esconde una sola muerte. miento de la especie humana a través de la convergencia de las
Pero aunque los mortales son muchos, solo el hombre es ple- nuevas tecnologías, tiene la extensión indefinida de la vida como
namente consciente de que va a morir. Solo el hombre es capaz una de sus metas más distintivas. Sin embargo, la realización de
de enfrentarse a este hecho como una cuestión teórica y como este deseo dista mucho de ser sencilla, y se topa con una dificul-
un problema práctico. A nivel teórico, la muerte representa un tad fundamental: los límites actuales de la longevidad humana
interrogante fundamental al que a lo largo de la historia han in- no parecen ser mucho más plásticos. La curva de crecimiento
tentado responder, de un modo prevalente aunque no exclusivo, de la esperanza de vida amenaza con la desaceleración y el
la filosofía y las religiones. Las más de las veces, estas respuestas amesetamiento. Nos estamos acercando, quizás, a una barrera
sapienciales se han inclinado hacia una resignación estoica o natural. A causa de esto, las posibles vías de acción no pueden
bien han prometido algún tipo de trascendencia más allá de la sino resultar, cuanto menos, extremas.
desaparición del cuerpo físico. En el ámbito práctico, la muerte Mencionaré a continuación dos proyectos que se insertan en
ha sido considerada usualmente un mal, casi siempre lo bastante el marco de esa batalla contra el envejecimiento y la muerte:
indeseable como para que valga la pena intentar posponer su uno de matriz biológica y otro relacionado con las ciencias de la
encuentro. De hecho, el nacimiento de la medicina se explica, información y la inteligencia artificial. Por razones de espacio,
en parte, como una reacción contra la muerte. me extenderé solo en el análisis del segundo.
En lo esencial, esta situación permanece en la actualidad. La primera línea de acción, popularizada, entre otros, por el
Aunque la mejora en los sistemas de salud y en las condiciones gerontólogo Aubrey de Grey, apunta a la manipulación de la bio-
de higiene prácticamente han duplicado la esperanza de vida logía humana. La idea es operar sobre los factores moleculares
en los últimos 200 años, la pálida muerte sigue siendo el final y celulares que convergen en el envejecimiento (el acortamiento
inescapable, y su pesado pie, el gran igualador... para alivio del de los telómeros, la acumulación de ADN dañado y mutado en
poeta Horacio. el núcleo y en las mitocondrias o el estrés oxidativo, por poner
solo tres ejemplos). Aunque promisorias, las investi-
gaciones centradas en este enfoque afrontan graves
dificultades, ya que el envejecimiento es un proceso
multifactorial y complejo. Algunos de los mecanismos
implicados en la senescencia (como la apoptosis ce-
lular) participan también en el desarrollo y diferen-
ciación de las células durante la fase embrionaria del
individuo. Nada nunca es sencillo en biología.
La segunda opción en esta contienda contra nues-
tra obsolescencia programada es todavía más ambi-
ciosa y, por tanto, más radical. Tanto, que algunos
filósofos y científicos argumentan que nunca va a ir
más allá de la fantasía científica. Sea como fuere, otros
autores como el experto en inteligencia artificial Hans
Moravec, el ingeniero de Google Ray Kurzweil y el
GETTY IMAGES/IAREMENKO/ISTOCK
permanencia (o no) de la identidad de un todo a través del re- The singularity is near.Ray Kurzweil. Viking, Nueva York, 2005.
emplazo sucesivo de sus componentes materiales. Algo que, de Ending aging: The rejuvenation breakthroughs that could reverse human
aging in our lifetime.Aubrey de Grey y Michael Rae. St. Martin’s Press,
hecho, ya ocurre sin ninguna espectacularidad en el desarrollo
Nueva York, 2007.
de numerosos procesos físicos y biológicos. En la transferencia Ray Kurzweil and uploading: Just say no!Nicholas Agar en Journal of
mental, independientemente de que el procedimiento implique Evolution and Technology, vol. 22, n.o 1, págs. 23-36, noviembre de 2011.
la destrucción del cerebro original o solo su copia, de que sea Uploading: A philosophical analysis.David J. Chalmers en Intelligence
gradual o instantánea, lo que está en juego es algo todavía más unbound: The future of uploaded and machine minds, dirigido por Russell
Blackford y Damien Broderick. John Wiley & Sons: Chichester, 2014.
profundo. Según Cappuccio, el núcleo del proceso descansa en Mind-upload. The ultimate challenge to the embodied mind theory.
la posibilidad de que «estructuras mentales puramente formales Massimiliano L. Cappuccio en Phenomenology and the Cognitive Sciences,
puedan ser recolocadas espacialmente, al tiempo que conserven vol. 16, n.o 3, págs. 425-448, julio de 2017.
su identidad numérica durante el proceso». ¿Es posible y deseable la inmortalidad biológica?Juan José Sanguineti en
¿Quiénes somos? Cuestiones en torno al ser humano, dirigido por Miguel Pérez
Como es natural, una posición tan antiintuitiva y ambiciosa
de Laborda, Francisco José Soler Gil y Claudia E. Vanney. EUNSA, Pamplona,
como la de Chalmers ha suscitado una gran controversia. Se ha 2018.
señalado, en primer lugar, que su énfasis en la autonomía de lo
EN NUESTRO ARCHIVO
mental implica un peligroso acercamiento al dualismo ontoló-
gico de Descartes o de Platón, y aunque desde un punto de vista Transhumanismo: entre el mejoramiento y la aniquilación.Antonio Diéguez,
lógico esto no constituye per se una falsación, en el contexto cien- en este mismo número.
Más que humanos.Hillary Rosner en IyC, noviembre de 2016.
tífico y filosófico contemporáneo ciertamente resta credibilidad.
También se ha objetado que esta deriva hacia el dualismo no
Filosofía de la ciencia 79
CIENCIAS SOCIALES
La filosofía de las
ciencias sociales Amparo Gómez
Fue catedrática de lógica y
Una ontología para la explicación del cambio social filosofía de la ciencia en la
Universidad de La Laguna.
y su relación con la filosofía de las ciencias naturales Falleció en marzo de 2018.
L
a reflexión filosóficasobre el conocimiento social tiene una Es decir, los fenómenos sociales no son siempre el resultado
larga trayectoria que se remonta al origen de las propias de las intenciones de los actores, sino que en ocasiones lo son
ciencias sociales. A lo largo de este tiempo, la filosofía de también de las consecuencias no buscadas de esas acciones e
las ciencias sociales ha buscado inspiración en la filosofía de la interacciones. Lo anterior no excluye que ciertos eventos socia-
física o de la biología, así como en modelos estructuralistas, sis- les sean explicados únicamente en términos intencionales. Y, al
témicos y cibernéticos. Además, presenta un acento u otro se- mismo tiempo, existen mecanismos causales que no implican
gún las distintas disciplinas sociales que estudia: economía, so- intencionalidad y que actúan a espaldas de los individuos (los
ciología, antropología, historia o ciencia política. científicos sociales hablan de mecanismos como «el cambio en-
Por todo ello, resulta evidente la dificultad de dar cuenta dógeno de preferencias» o «la aversión a la pérdida»). Con todo,
de la filosofía de las ciencias sociales (aun dejando fuera las en numerosas ocasiones, las ciencias sociales tendrán que apelar
corrientes hermenéuticas, que cuestionan justamente el carác- de manera conjunta a las decisiones intencionales y a los meca-
ter científico de los estudios sociales). Así pues, en lo que sigue nismos causales.
nos centraremos solo en la filosofía de las ciencias sociales que, Esta ontología implica una metodología concreta. Así en-
de una manera u otra, se sitúa en la estela de la filosofía de la tendidas, las ciencias sociales deberán estudiar la lógica de
física. Ello dejará al margen otros enfoques, pero la elección se las acciones individuales o colectivas, las constricciones que
justifica por cuanto esta forma de hacer filosofía de las ciencias las afectan, su naturaleza racional y estratégica, así como sus
sociales ha sido y es la predominante. efectos intencionales y causales. A partir de ello irán forjándose
La filosofía de las ciencias sociales así entendida se ha basado modelos teóricos y leyes para intentar explicar la realidad social.
sucesivamente en las ideas del empirismo lógico, el racionalismo Entre dichos modelos encontramos las teorías de la acción y la
crítico de Popper, el pensamiento de Imre Lakatos y Thomas elección racional; la teoría de juegos; las teorías de la coopera-
Kuhn, así como en la filosofía de la ciencia poskuhniana. En ción, el riesgo y la incertidumbre; e incluso las teorías bioevolu-
las últimas décadas, y siempre dentro tivas del egoísmo y el altruismo.
del enfoque señalado, podemos encon- Con todo, pudiera parecer que el mo-
trar nuevas corrientes. Nos referimos al delo de la física tiene sus limitaciones a
marxismo analítico, a la perspectiva de la hora de pensar en las ciencias sociales.
los mecanismos sociales, a la teoría del in- Estas parecen presentar ciertas peculiari-
tercambio social y a la economía de los dades, tanto por la complejidad del objeto
microfundamentos (atenta al compor- de estudio y la naturaleza especial de sus
tamiento de hogares y empresas). leyes y explicaciones, como por el grado de
A pesar de sus diferencias, en estas implicación del sujeto investigador en el
corrientes encontramos un denominador propio objeto social que estudia. Lo curioso
común. Todas parten de una cierta onto- es que la filosofía de la ciencia actual nos
logía según la cual los constituyentes úl- ha mostrado que los sistemas estudiados
timos de la realidad social son los actores por la física también pueden resultar muy
sociales, sus acciones y las consecuencias complejos, que el carácter determinista y
de estas. A partir de ahí se intenta expli- universal de las leyes físicas también puede
car el cambio social. Es decir, la sociedad cuestionarse, y que el observador también
no es tomada como un todo orgánico, afecta a los sistemas físicos observados.
sistémico o cibernético con dinámicas
propias, sino que se explica a partir de Complejidad y leyes sociales
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Filosofía de la ciencia 81
CIENCIAS SOCIALES
La irrupción
de las masas y la
sabiduría colectiva J. Francisco Álvarez
Catedrático de lógica y
filosofía de la ciencia en la
Universidad Nacional de
Sugerencias de la filosofía para las ciencias sociales Educación a Distancia.
C
on excesiva frecuencia,la filosofía se ha acercado a las importante respaldo institucional con la concesión a Daniel
ciencias sociales exhibiendo credenciales históricas para Kahneman, de la Universidad de Princeton, y a Vernon Smith,
intentar disputarles el espacio de reflexión sobre la acción de la Universidad Chapman, en el año 2002, del premio del
humana —espacio que en realidad comparten—, para recordar- Banco de Suecia en ciencias económicas en homenaje a Alfred
les la necesidad de una adecuada teoría de la acción social o bien Nobel. El comité Nobel dejaba claro que «un cuerpo creciente
para criticarles su supuesta falta de cientificidad. Así, la psicolo- de investigación se dedica a modificar y contrastar los supuestos
gía, la sociología, la ciencia política, la antropología y la econo- económicos básicos, la investigación en economía descansa de
mía serían vistas simplemente como disciplinas intrusas en los manera creciente en la obtención de datos en el laboratorio más
asuntos específicamente humanos, cuyo estudio correspondería que en el campo».
de manera prioritaria a la filosofía. Otro movimiento similar ha sido la expansión de la econo-
Sin embargo, es más apropiado plantearse la tarea filosó- mía del comportamiento, que está penetrando en el complejo
fica como algo más modesto, aunque no menos importante y mundo de la racionalidad humana y en los mecanismos de la
exigente: como una reflexión sobre las prácticas de la ciencia, interacción social. Es un intento de superar modelos del com-
sobre sus mecanismos explicativos y sobre las herramientas que portamiento humano demasiado simplistas, que estaban en la
utilizan para lograr conocimiento. En definitiva, la filosofía de base de algunas de las teorizaciones previas de la economía y
las ciencias sociales intenta analizar de forma crítica y positiva la política. Lo hace expandiendo sus prácticas experimentales
lo que son realmente las ciencias sociales, en vez de estipular lo desde los laboratorios hasta las situaciones más cercanas a la
que deberían ser. vida real. En buena medida, ello conecta con la propuesta que
En mi opinión, el cambio más radical que se está produciendo hizo Herbert Simon en 1960. El economista y politólogo esta-
actualmente en las ciencias sociales proviene de transformacio- dounidense veía ya entonces la necesidad de revisar el modelo
nes muy profundas en su objeto de estudio y en las técnicas de de ser humano situado en la base de las teorías económicas. Y
investigación utilizadas. Siempre se ha discutido qué métodos hoy parece cada vez más claro que el comportamiento humano
fiables pudieran ser interesantes para el estudio de los grupos inteligente no siempre se caracteriza bien a través de una idea
sociales y de los seres humanos en sociedad. Según John Stuart simple de racionalidad.
Mill, estos deberían inspirarse en las ciencias naturales. Como Al mismo tiempo, las ciencias sociales están incorporando
afirmó en su Lógica de las ciencias morales (1843), «el atraso de los resultados de las neurociencias que, por doquier, penetran
las ciencias morales solo se puede remediar apli-
cándoles los métodos de las ciencias físico-natura-
les, adecuadamente ampliados y generalizados».
Hoy en día, me parece importante constatar que
se están buscando mecanismos para extender los
procedimientos de las ciencias naturales, de modo
que nos permitan avanzar en los objetivos de las
ciencias sociales.
El giro experimental que se está produciendo
dibuja una nueva senda. Se están cosechando re-
sultados muy importantes para comprender tanto
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Filosofía de la ciencia 83
ECONOMÍA
La filosofía
de la economía María Jiménez Buedo
Profesora de filosofía de la
ciencia en la Universidad
Nacional de Educación a
De los modelos predictivos a los métodos experimentales Distancia.
L
a filosofía de la economíaestá actualmente estructurada en la Gran Recesión pusieron de manifiesto la incapacidad de los
torno a tres áreas relativamente independientes. En primer economistas para predecir y evitar las crisis. Los economistas y
lugar, está la que se dedica a las cuestiones epistemológicas, filósofos que ya denunciaban la excesiva formalización de unos
metodológicas y ontológicas que surgen en la práctica científi- modelos teóricos basados en supuestos poco realistas (como la
ca de los economistas (podríamos considerar que es la parte de racionalidad de los agentes económicos) vieron en esta crisis una
la filosofía de la ciencia que se dedica específicamente a la eco- confirmación de sus críticas al paradigma económico dominante.
nomía). En segundo lugar, está el área dedicada a la teoría de la Quizás una de las objeciones más punzantes de entre las
elección racional, que comparte objeto de estudio con la filoso- emitidas por economistas célebres ha sido la de Paul Krugman:
fía de la acción. Y finalmente, tenemos la filosofía política dedi- «La economía, en su conjunto, se ha extraviado porque los eco-
cada a la justicia redistributiva. nomistas, como grupo, han confundido la belleza, revestida de
Dedicaremos este artículo a la primera de esas áreas. En un flamante aparato matemático, con la verdad». Según esta
concreto, nos centraremos en dos cuestiones que han dado lugar visión, la sofisticación formal de la economía se convirtió en un
a interesantes debates filosóficos: la naturaleza de los modelos fin en sí mismo, y los modelos teóricos no han servido ni para
económicos y el desarrollo de la economía experimental. predecir los problemas que se avecinaban ni para proporcionar
El interés público sobre la reflexión filosófica acerca de la consejos prácticos que los solventaran.
economía no ha dejado de aumentar conforme esta disciplina En realidad, la crisis de 2008 solo aportaba nuevos bríos
se ha venido coronando, gradualmente a lo largo del pasado al debate metodológico por excelencia, que mantienen tanto
siglo, como la reina de las ciencias sociales. Al contrario de lo los propios economistas como los filósofos interesados en la
que ocurre en el resto de ciencias sociales, en economía impera economía: la discusión en torno al realismo de los modelos
un paradigma central: la visión neoclásica. Esta explica el valor económicos.
de los bienes a partir de la psicología de los consumidores (su- En 1953, Milton Friedman escribió su célebre ensayo La meto-
pone que existe una racionalidad individual) y pone el énfasis dología de la economía positiva, donde proporcionaba una línea
en los equilibrios de mercado, entendidos como las soluciones clásica de defensa ante los que criticaban las teorías económicas
estables que resultan cuando el conjunto de agentes actúa de por su falta de realismo. Friedman defiende que las teorías o hipó-
forma que cada uno maximiza su utilidad individual. Aunque tesis económicas no deben ser evaluadas por su realismo o ajuste
hay una pluralidad de formas de aplicar el pensamiento neoclá- descriptivo, sino por su relevancia o significado. Las mejores
sico, los enfoques alternativos, como la economía de inspiración teorías son las que dan lugar a más y mejores predicciones con
marxista, suelen ser muy secundarios. los supuestos más sencillos; es decir, las que consiguen ser, al
Además de reinar un paradigma dominante, en economía tiempo, más simples y más fructíferas. Según esta perspectiva,
existe un claro consenso acerca de qué herramientas analíticas que una teoría describa de forma realista un fenómeno es a veces
y problemas constituyen el corpus ortodoxo de la disciplina y más una rémora que una ventaja epistemológica: una teoría rica
cuáles no. Y su lenguaje, altamente matematizado, ha ido ex- en detalles será compleja y difícil de manejar, aplicable a menos
pandiéndose y ejerciendo una creciente influencia en otras áreas casos y, por tanto, menos general.
científico-sociales e incluso en algunas menos afines, como la Para Friedman, un modelo que contenga, por ejemplo, el su-
biología (pensemos en la teoría evolutiva de los juegos, que es la puesto de que los empresarios intentan maximizar sus beneficios
aplicación de la teoría de los juegos a la biología). A esta expan- igualando sus precios a los costes marginales de producción no
sión progresiva se han referido algunos mediante la noción de queda en entredicho por el hecho que los empresarios no se
«imperialismo económico», y continúa abierto el debate acerca comporten así. De hecho, puede suceder que elijan los precios en
de si se trata de un fenómeno deseable o si, por el contrario, función de los costes medios (en lugar de los marginales). Para
perjudica el estatus científico de las ciencias sociales al limitar que sea un buen modelo, basta con que los agentes se compor-
su diversidad. ten como si estuvieran intentando maximizar sus beneficios. Es
Las razones de este imperialismo pueden ser internas o ex- decir, basta con que las predicciones de la misma se cumplan.
ternas a la ciencia; es decir, pueden estar basadas en las ventajas La visión de Friedman ha sido muy influyente entre los eco-
epistémicas del método económico o bien en factores sociales o nomistas, que, desde el principio y de modo mayoritario, se han
institucionales. De cualquier manera, son muchos los que vieron acogido a esta doctrina metodológica para defenderse de sus
amenazada la situación privilegiada de la economía a partir de críticos. En cambio, ha recibido reveses por parte de los meto-
la gran crisis financiera originada en 2008. Para algunos, inclui- dólogos profesionales. En primer lugar, por su eclecticismo, que
dos varios premios nóbel de economía, los eventos asociados a la hace difícilmente clasificable (no encaja en ninguna doctrina
etapa posterior, Smith y otros colaboradores se embarcaron en el The inexact and separate science of economics.Daniel M. Hausman.
estudio de fenómenos de irracionalidad colectiva, recreando en Cambridge University Press, 1992.
el laboratorio el surgimiento de burbujas y colapsos financieros. The methodology of experimental economics.Francesco Guala. Cambridge
University Press, 2005.
Por su parte, Kahneman y otros estudiosos de la economía Sobre la economía y sus métodos.Juan García-Bermejo Ochoa. CSIC, 2009.
del comportamiento han investigado fenómenos de irraciona- The Oxford handbook of philosophy of economics.Harold Kincaid y Don
lidad económica, como la aversión a la pérdida. Junto a Amos Ross. Oxford University Press, 2009.
Tversky, ha desarrollado la teoría prospectiva, que describe cómo The philosophy of economics.Julian Reiss. Routledge, 2012.
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Filosofía de la ciencia 85
CIENCIAS DEL DISE ÑO
En la senda
de Jesús Mosterín Anna Estany
Catedrática de filosofía de
la ciencia en la Universidad
Un modelo de racionalidad práctica para las ciencias del diseño Autónoma de Barcelona.
J
esús Mosterínfue un filósofo en el más amplio sentido de la racional a los problemas que analizaba, como muestra en su
palabra. Dedicó su vida a la búsqueda de explicaciones ra- obra Ciencia, filosofía y racionalidad (2013). Nos dio un ejem-
cionales para los fenómenos que acaecen en nuestro mundo plo de cómo filosofar con criterios racionales sobre todo lo que
natural y social. La amplitud de su obra deja constancia de ello. nos rodea.
No es fácil, por tanto, catalogarlo en alguna rama de la filosofía. Como discípula suya desde los años de estudiante de filosofía
A lo largo de su carrera, Mosterín abordó muchos de los gran- en la Universidad de Barcelona, mis intereses en el marco de la
des temas filosóficos. Escribió manuales de lógica y de teoría de filosofía de la ciencia se los debo, en buena parte, a Mosterín.
conjuntos con los que estudiamos varias generaciones de filóso- Sobre todo en la forma de abordar los temas y también en el
fos. Nos dejó también una originalísima introducción a la lógica interés por la ciencia y en la curiosidad por todo lo que ocurre en
presentada a través de las biografías de los creadores de esta el mundo. Esta era, quizás, una de las mayores virtudes intelec-
ciencia. Asumió, asimismo, el ingente proyecto de escribir una tuales de Mosterín, su capacidad para abrir temas, para sugerir
historia de la filosofía con una mirada muy amplia, que incluye nuevas y originales sendas de investigación que otros hemos
tanto el pensamiento occidental como el pensamiento oriental podido seguir después con libertad. Y quizás, en este espíritu,
y arcaico. Su amplio abanico de intereses le llevó a pensar con el mejor homenaje que podemos hacerle es precisamente pro-
profundidad, de modo brillante, divulgativo y original sobre la longar de modo crítico y creativo sus ideas, y con ello dar más
naturaleza, la cultura y la racionalidad humanas. Por otra parte, vida y continuidad a lo que fueron sus enseñanzas y proyectos.
el nombre de Mosterín va asociado indiscutiblemente a la defen- Mosterín trató de poner las prácticas científicas bajo la lupa
sa ética de los animales, objetivo del análisis racional, en especial
al que dedicó varios libros. en lo que se refiere a las ciencias
Viniendo ya al terreno de la más tradicionales y básicas, co
filosofía de la ciencia, su artículo mo la lógica, las matemáticas,
«La estructura de los conceptos la física y la biología. Como pro-
científicos», publicado en Inves- longación de este programa, hoy
tigación y Ciencia en enero de día también habría que pensar
1978, se convirtió en un clásico en la parte más aplicada de las
y dio base a Conceptos y teorías ciencias o, dicho de otro modo,
en la ciencia (2016), uno de sus en las llamadas ciencias del di-
libros más reeditados. Dentro de seño.
la filosofía general de la ciencia En lo que sigue esbozaré
también hay que destacar sus li- una propuesta para analizar
bros Ciencia viva (2001) y el mo- las ciencias del diseño desde
numental Diccionario de lógica los presupuestos de la raciona-
y filosofía de la ciencia (2010), lidad práctica. Veremos cómo,
escrito junto con el filósofo chi- a la larga, las propias ciencias
leno Roberto Torretti. Asimismo, del diseño acaban por propor-
fueron muy reconocidas interna- cionarnos interesantes modelos
cionalmente sus aportaciones a de racionalidad, hasta tal punto
la filosofía de las ciencias espe- que podríamos hablar de una
ciales, sobre todo en lo relativo nueva epistemología inspirada
a la biología, la física y la cos- en el diseñar.
mología. La filosofía siempre ha bus-
A pesar de la amplitud de cado los fundamentos racionales
intereses de Mosterín, hallamos de nuestras creencias. Ha inten-
en todo su legado un hilo con- tado sobreponerse a las tenden-
ductor: el afán de racionalidad. cias escépticas y relativistas que
Todas sus reflexiones iban en- procuran socavar dichos funda-
PIXABAY
tino Guillermo Bengoa, en su artículo «Distintos acercamientos La estructura de los conceptos científicos.Jesús Mosterín en IyC, enero
epistemológicos: cinco enfoques sobre los objetos» hace una de 1978.
distinción entre epistemología «para» el diseño y epistemología
Filosofía de la ciencia 87
TECNOLOGÍA
Racionalidad en
ciencia y tecnología León Olivé
Investigador del Instituto
Las prácticas científicas y tecnológicas no constituyen la única de Investigaciones Filosóficas
de la Universidad Nacional
manera racional de conocer y de intervenir en el mundo Autónoma de México.
E
l conceptode racionalidad suele aplicarse a una gran va- sirven como guías para la acción y para la intervención en el
riedad de entidades y procesos. Puede predicarse raciona- mundo; elegir entre modelos y teorías; evaluar creencias y cur-
lidad, o irracionalidad, de las personas, de sus creencias, sos de acción posibles; justificar creencias y cursos de acción
de sus acciones, de sus decisiones y elecciones. Es posible hacer elegidos; evaluar los fines y, en su caso, justificarlos o cambiar-
estos juicios tanto sobre individuos como sobre grupos de per- los; evaluar los intereses y valores propios, justificarlos y, en
sonas, como las comunidades científicas. ocasiones, modificarlos o cambiarlos.
La reflexión sobre la racionalidad es tan antigua como la Tradicionalmente se ha hecho una distinción entre la «razón
filosofía occidental. Para muchos filósofos, la racionalidad se teórica» y la «razón práctica», y, por consiguiente, entre una ra-
aplica sobre todo a las metodologías que deben seguirse cuan- cionalidad teórica (o epistémica, porque se refiere a las creencias
do los humanos toman decisiones o hacen elecciones (cómo y y al conocimiento) y una práctica (que se refiere a la acción). Sin
por qué actuar de una cierta manera en circunstancias espe- embargo, aunque esta distinción puede resultar útil para fines
cíficas, qué creer o no creer, etcétera). En numerosos casos se discursivos, en la realidad los dos ámbitos están íntimamente
reduce el problema de la racionalidad al análisis de la elección ligados. Es imposible comportarse racionalmente si al hacer
de medios adecuados para obtener fines determinados; nos re- elecciones de creencias, de teorías o de modelos (como suele
ferimos a la racionalidad instrumental. Pero otros filósofos han ocurrir en la ciencia), no se realizan al mismo tiempo ciertas
considerado que también es posible hacer elecciones racionales acciones y se toman decisiones que tradicionalmente se han
o irracionales de fines y de metas, e incluso de normas y de va- concebido como parte de la racionalidad práctica. Y viceversa:
lores. Para otros más, la racionalidad se refiere al ejercicio de decidir cómo actuar implica muchas veces optar por determina-
una capacidad básica, la razón, la cual permite tomar decisiones das creencias. No existen, pues, una razón teórica y otra razón
y realizar una serie de acciones necesarias para habérselas con práctica que sean realmente diferentes.
el entorno, para aprovecharlo en beneficio de quien realiza las En la filosofía de la ciencia y de la tecnología ha interesado
acciones, para su supervivencia y bienestar. mucho el análisis de los procesos que seguimos para elegir teo-
La racionalidad es compleja y está compuesta de otras ca- rías o modelos, así como formas de actuar (cuando decidimos
pacidades más básicas, entre ellas: tener representaciones del realizar ciertas observaciones o experimentos, en el caso de la
mundo; tener creencias y aceptarlas o rechazarlas; proponerse ciencia, o cuando decidimos cómo intervenir en el mundo, en
fines y tratar de lograrlos; elegir entre cursos de acción posibles; el caso de la tecnología), y si esas decisiones son racionales o
aprender y usar un lenguaje proposicional; expresar creencias irracionales.
por medio de proposiciones; hacer inferencias (al menos de- Sobre ese problema se han presentado básicamente dos po-
ductivas, inductivas y analógicas) y evaluar si son correctas; siciones. La primera consiste en establecer a priori (sin indagar
dialogar; dar y recibir razones; construir modelos y teorías que sobre la forma en que se toman esas decisiones y se hacen esas GETTY IMAGES/DRAFTER123/ISTOCK
Filosofía de la ciencia 89
TECNOLOGÍA
L
a filosofía occidentalha tomado desde antiguo como ob- función serían buenos candidatos para ser artefactos técnicos
jetos de reflexión los más diversos fenómenos: la natura- y, además, artificiales.
leza, el conocimiento, el arte, la moral, la política, Dios, la Sin embargo, esa definición no es del todo precisa. Por un
educación, el amor o la guerra. Sin embargo, y a pesar de su ubi- lado, deja fuera objetos que tenderíamos a pensar que también
cuidad, la técnica no ha merecido atención más que en tiempos pertenecen a la categoría de artefactos. Imaginemos que estamos
recientes. Con excepciones notables como el análisis que Aristó- montando nuestra tienda de campaña. De repente nos damos
teles hace sobre la tekné como forma de conocimiento especial, cuenta de que hemos olvidado el martillo en casa. Solución:
la mayor parte de los filósofos tradicionales apenas mencionan escogemos una piedra de tamaño, peso y dureza adecuados,
nuestra capacidad excepcional de crear esa «sobrenaturaleza» que cumpla la misma función que el martillo. De hecho, nos
que es la técnica. Precisamente fue Ortega y Gasset, uno de los gusta tanto, que la guardamos en la bolsa con la tienda para
primeros filósofos profesionales que trató en particular sobre el futuros usos. ¿En qué momento pasa de ser una mera piedra a
tema, quien la consideró como una imposición material humana un pseudomartillo?
sobre el mundo de lo natural para hacerlo más habitable: nues- Lo mismo sucede con ciertos objetos artificiales, creados por
tra forma de adaptar el medio al sujeto. nosotros para que desarrollen una determinada función, que
Las explicaciones de ese olvido son muy diversas y posi-
blemente tengan mucho que ver con un cierto prejuicio con
respecto a las tareas manuales. Pero lo más interesante de la
filosofía de la tecnología quizá no sea su falta de historia, sino
las consecuencias de su juventud. Como disciplina en pleno
desarrollo, muchos de los asuntos fundamentales están aún en
discusión, sin que se hayan fijado posturas firmes. Además, es
un área que puede resultar atractiva para los que se inician en
la investigación filosófica por todo lo que queda aún por hacer.
A continuación quisiera llevar a cabo un pequeño esbozo de
los problemas que se están abordando en la reflexión filosófica
sobre este asunto, que, por cotidiano e influyente, nos resulta
insoslayable. Para hacerlo me ayudaré de una clasificación ha-
bitual en filosofía. Así, podemos tratar cuestiones de tres tipos:
ontológicas (¿qué diferencia el objeto que estudiamos, en tanto
su composición o estructura, de otros?), epistemológicas (¿el
conocimiento que se requiere para el desarrollo y uso de la tecno-
logía es peculiar o diferente de otras formas de conocimiento?)
y morales (¿cuáles son las repercusiones de las nuevas técnicas
sobre la vida presente y futura de los humanos?). Asimismo, la
filosofía ha entrado en colaboración con disciplinas como la so-
ciología, la historia o la economía, naturalizándose, empleando
conocimientos y métodos procedentes de ellas. En conjunto,
este campo engloba los «estudios sociales de la técnica», que
nacieron como hermanos de los «estudios sociales de la ciencia».
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tecnólogos, sin ellos la ciencia actual habría tenido serios pro- Philosophy and technology.Roger Fellows. Cambridge University Press, 1995.
blemas para poner a prueba sus hipótesis. Tecnología, un enfoque filosófico. Y otros ensayos.Miguel A. Quintanilla.
Fondo de Cultura Económico, Argentina, 2005.
Los asuntos morales han merecido una mayor atención desde
Teaching about technology. An introduction to the philosophy of
la filosofía tradicional. Los artefactos y sistemas técnicos confor- technology for non-philosophers. Marc J. De Vries. Springer Verlag, Berlín,
man nuestra existencia desde el momento en que nacemos hasta 2005.
el instante en que morimos, e incluso más allá de estos límites Philosophy of technology. An introduction.Val Dusek. Blackwell Publishing,
(se pueden escoger embriones y trasplantar órganos). Esta intro- 2006.
A philosophy of technology - From technical artefacts to sociotechnical
misión puede llegar a convertirse para algunos filósofos en un systems.Pieter Vermaas et al. en Synthesis Lectures on Engineers, Technology,
serio problema. Nos fusionamos de tal manera con los objetos and Society, vol. 6, n.o 1, págs. 1-134, Morgan & Claypool Publishers, 2011.
técnicos que ni siquiera nos damos cuenta de dónde termina
EN NUESTRO ARCHIVO
nuestro organismo y comienza el artefacto, o como expresaba
Los valores de las ciencias.Javier Echeverría, en este mismo número.
Heidegger, «la esencia de la técnica penetra nuestra existencia
de una manera que apenas sospechamos».
Filosofía de la ciencia 91
TECNOLOGÍA
Transhumanismo:
entre el mejoramiento
y la aniquilación
El transhumanismo busca el mejoramiento humano mediante la Antonio Diéguez
Catedrático de
tecnología. Las promesas que se hacen en su nombre son muy filosofía de la ciencia
en la Universidad
ambiciosas, pero no todas están igualmente justificadas de Málaga.
A
medida que el ser humano ha ido transformando el mun- sidera sesgada sexual, racial y culturalmente. Sus pretensiones
do con la tecnología, se ha ido también transformando a de universalidad no habrían hecho más que imponer un este-
sí mismo. Su relación con la tecnología no es, pues, acci- reotipo humano que ha resultado ser un elemento de opresión
dental, sino constitutiva. En este sentido, puede decirse que el más que de liberación; un recurso para dividir. Hay, pues, que
ser humano es el primer bioartefacto; un producto de su pro- romper las viejas dicotomías que este estereotipo fundó o de
pia tecnología. A lo largo de los siglos, este poder de transfor- las que bebió (masculino/femenino, animal/humano, viviente/
mación estuvo fundamentalmente en manos de técnicas cultu- máquina, natural/artificial). El transhumanismo cultural toma
rales como la escritura, la educación, las leyes y el Estado, pero como icono de esta superación el cíborg, que no tendría sexo
también desempeñaron un papel central las de tipo biológico, ni se atendría a límites entre lo vivo y lo inerte, entre lo natural
como los procedimientos agrícolas y ganaderos tradicionales y lo artificial. El cíborg no tiene identidad fija. Su condición es
o las técnicas de procesamiento, conservación y utilización de múltiple y cambiante. Es, pues, una referencia contra la pureza y
alimentos. Un efecto claro de estas últimas se manifiesta en el las fronteras identitarias permanentes. Donna Haraway, filósofa
hecho de que ciertas poblaciones humanas han adquirido evo- de la Universidad de California y autora del Manifiesto cíborg
lutivamente la capacidad para digerir la lactosa en edad adulta (1985), es la pensadora más influyente en esta orientación.
[véase «Genes, cultura y dieta», por Olli Arjamaa y Timo Vuo- No obstante, la modalidad que ha alcanzado mayor difusión
risalo; Investigación y Ciencia, junio de 2010]. en las redes y en los medios de comunicación es el transhuma-
Todas estas tecnologías han ido conformando al ser humano nismo tecnocientífico. Este es menos crítico política y social-
de forma lenta e indirecta. Modificaban primero su entorno mente, y mucho más tecnófilo que el anterior. Sus esperanzas
cultural o natural, su circunstancia vital; esto producía a su vez están puestas en el potencial creador y controlador que abren
cambios en los individuos y finalmente en la propia condición las nuevas tecnologías actuando de forma conjunta; en par-
humana. En el siglo xx, sin embargo, el progreso técnico ha ticular, las nanotecnologías, las biotecnologías, las tecnologías
abierto una senda que en el pasado estuvo solo en la imagina- de la información (computación) y las ciencias cognitivas (neu-
ción de algunos literatos y visionarios: se ha vuelto factible la rociencias, inteligencia artificial, etcétera), a las que se suele
posibilidad de aplicar la tecnología a la transformación directa hacer mención de forma conjunta con las siglas NBIC. Por el
del ser humano. El transhumanismo no es más que el reco- momento, las orientaciones más activas dentro de esta moda-
nocimiento complacido de que esta posibilidad está ya ahí, y lidad de transhumanismo han sido dos: la de los que ven en la
la afirmación de que debe ponerse a nuestro alcance. Dentro inteligencia artificial el resorte fundamental del cambio radical
de este heterogéneo movimiento cultural, filosófico y social, previsto y la de los que confían más en la biotecnología para
algunos son lo suficientemente radicales como para anhelar dar ese enorme salto —aunque, por supuesto, cabe combinar
la superación (y desaparición) de la especie humana y su sus- ambas orientaciones—.
titución por una o varias especies posthumanas, que serían Lo que de común tienen ambas versiones del transhuma-
sus herederas evolutivas. Otros no quieren llegar a tanto. Se nismo tecnocientífico es su búsqueda del mejoramiento humano
conforman con buscar mejoras dentro de unos límites que nos mediante procedimientos tecnológicos, y ello con vistas a un
dejarían aún seguir siendo humanos. alargamiento indefinido de la duración de la vida. En otros
La diversidad es tal que no todos los que se dejan incluir bajo términos, su objetivo final es la victoria sobre la muerte, que no
el apelativo de transhumanista o posthumanista ven las cosas del es tenida como un destino inexorable, sino como un enemigo
mismo modo en lo que al significado de este término se refiere. que puede ser derrotado. No hay que buscar una vida más allá
Hay un transhumanismo cultural, desarrollado especialmente de ella, como hacen las religiones. Lo que hay que hacer es no
por corrientes feministas y por la llamada «filosofía continen- morir jamás, y la tecnología podrá obrar el milagro.
tal», que busca ante todo subvertir los ideales del humanismo Esto explica la popularidad que este transhumanismo está
moderno, centrados en una visión del ser humano que se con- alcanzando y que ya se considere por algunos el sustituto per-
una forma horrible de acabar con uno mismo, transformado en Moldeados por la tecnología.Ricard V. Solé en IyC, noviembre de 2016.
algo que sería imposible de identificar con el ser que habríamos Más que humanos.Hillary Rosner en IyC, noviembre de 2016.
sido hasta entonces. Aunque no busquen la inmortalidad, sino Yo, mi cerebro y mi otro yo (digital). Mariano Asla, en este mismo número.
el fin más modesto de alargar nuestra vida, más posibilidades de
Filosofía de la ciencia 93
TECNOLOGÍA
La técnica y el proceso
de humanización José Sanmartín
Esplugues
Catedrático de filosofía de
la ciencia en la Universidad
Católica de Valencia San
En diálogo con José Ortega y Gasset Vicente Mártir.
E
n 1933,la Universidad Internacional Menéndez Pelayo se biológico —y es esta una idea compartida por los filósofos de cuño
inauguró con un curso dictado por Ortega sobre la técni- fenomenológico o existencialista del siglo pasado que sigue hoy
ca. En su introducción afirmó rotundamente: «Señores: contando con una amplia aceptación—, es un callejón sin salida:
sin la técnica el hombre no existiría ni habría existido nunca». un animal enfermo. La técnica no solo le ha abierto la puerta
En 1939 se publicó este curso en un librito titulado Ensimis- hacia la supervivencia. Ha hecho mucho más. Liberándole de las
mamiento y alteración, que llevaba por subtítulo Meditación necesidades básicas, le ha permitido vacar hacia lo que, realmente,
de la técnica. Creo que esta denominación refleja muy bien la considera necesario y que, desde el punto de vista biológico, puede
primera matización —perdón por la osadía— que me gustaría verse como superfluo. Nuestra Arcadia no es, pues, un mundo na-
hacer a la aserción de Ortega. Quizás hubiera sido más exacto tural en el cual vivimos felizmente porque estamos perfectamente
decir: «Señores: sin ensimismamiento, no habría cultura. Sin
cultura, no habría técnica y, sin técnica, no habría ser humano».
Max Scheler había aseverado en El puesto del hombre en el
cosmos (1928) que, a diferencia del resto de los animales, los
humanos no somos entes extáticos, siempre volcados hacia fuera
para responder a estímulos relacionados con la satisfacción de
nuestras necesidades básicas. El hombre tiene el don de suspen-
der sus reacciones ante estímulos externos: es capaz de meterse
en sí mismo, de ensimismarse. Y es en esos momentos de ais-
lamiento interior cuando, en lugar de enfrentarse de manera
automática a lo externo, se plantea conscientemente los porqués
de todo ello y busca cómo evitar su estado de sumisión a lo que
el mundo le impone.
Ese don convierte al humano en un ser especial, sin que eso
signifique que sea el único dotado de tal facultad. Sabemos de
otros animales que la tienen, pero su capacidad de ensimismarse
y la nuestra muestran efectos inconmensurables. En nuestro
caso, ha llegado a ser nada menos que la habilidad que permite
dar forma a cualquiera de nuestras actividades. Y esa forma no
es otra cosa que la cultura, que, así entendida, se constituye en
una categoría del ser.
Entre las actividades humanas las hay que posibilitan incidir
sobre el mundo —sobre «la circunstancia», dirá Ortega—, tratan-
do de erradicar cuanto nos es hostil y nos hace seres necesitados.
Esa erradicación es el resultado de producir o fabricar lo que no
hay en la naturaleza, bien porque, simplemente, no existe en ella,
bien porque no está a nuestra disposición cuando lo precisamos.
A ese conjunto de actos es a lo que se denomina «técnica».
La técnica nos permite, en suma, vencer la resistencia que la
naturaleza nos presenta a la hora de insertarnos en ella. Es la
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Filosofía de la ciencia 95
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