Está en la página 1de 74

UNIVERSIDAD ANDRÉS BELLO

Facultad de ingeniería

Escuela de Ciencias de la Tierra

RELACIÓN ENTRE FALLAMIENTO RECIENTE E INFLACIÓN SUPERFICIAL


EN EL COMPLEJO VOLCÁNICO LAGUNA DEL MAULE, CHILE.

Memoria para optar al título de geólogo.

Mauro Andrés Navarrete Reyes

Profesor guía:

Dr. Nicolás Garibaldi

Miembros de la comisión:

Dr. Carlos Cardona

Dr. Cristóbal Ramírez de Arellano

Santiago de Chile, 2022.


AGRADECIMIENTOS

Desde pequeño he sido una persona curiosa, le hacía numerosas preguntas a mi papá, sobre
la vida, el universo, la Tierra, etc. En el colegio era bastante flojo, una persona inmadura,
pero también fui criado por unos padres que me entregaron confianza, respeto, lealtad,
conocimientos, etc. Prefiero rescatar las cosas buenas de las vivencias con ellos, las cosas
malas las experimentan todos los seres humanos y todas las familias. Por estas razones, mis
primeros agradecimientos están dirigidos a ellos, las personas que más me han querido en el
mundo, muchas gracias por existir en mi vida, por educarme, acompañarme, entenderme,
entre muchísimas otras cosas, los amo. Supongo que todo esto hizo que no me perdiera en el
camino, y que en la universidad me fuera bien, generara amistades, y encontrara mi verdadera
pasión, la ciencia. Le doy las gracias también a mis hermanas, Cata y Yury, nunca fuimos
muy cercanos, pero siempre las tuve, tengo, y tendré en mi corazón, y les agradezco todos
los momentos bonitos, enseñanzas y valores entregados. Le agradezco a mi sobrino, Facu, y
a su padre, Pablo, sé lo importantes que son en la vida de mi hermana, espero que la sigan
haciendo una mujer feliz y fuerte. Le agradezco a mi perro, Terry, quien nos dejó el 13 de
noviembre del 2020, me arrepiento de muchas cosas, no fui el mejor dueño, ni siquiera me
acerco, pero comprendí lo que es el amor que se tiene con una mascota, no creo en cosas
espirituales, pero me encantaría que fueran ciertas, y me estés acompañando ahora, y por
supuesto, me sigas acompañando hasta el final de mis días. Muchas gracias a las personas
que me acompañaron durante el colegio. Creo que mi peor época en términos emocionales
la viví durante la media, pero muchas personas estuvieron conmigo, y a pesar de que ya no
seamos amigos, les agradezco. Gracias, a mis amigos externos a la universidad; Pontigo,
Beto, Papo, Javier, Juampi, Benja, Nacho, Pablo, Igna. Agradezco mucho los buenos
momentos, tales como jugar play, a la pelota, juntarnos los findes o en la semana, y agradezco
también los malos momentos, son necesarios en la vida de cada uno. Te agradezco Seba,
sabes la estima que te tengo, hemos pasado por muchos altos y bajos, espero que sigamos
acercándonos y construyamos confianza, no sólo entre nosotros dos, sino que también con
los demás cabros. Obviamente, le doy las gracias a las personas que me acompañaron en mi
camino universitario; Ariel, Fran, Darol, Vannia, Jano, Cabeza, Brenda, Wato, Ferry, Cata,
Benja, Marcelo. Son muy buenas personas, aprendí mucho de ustedes, en muchos ámbitos,
emocional, académico, laboral, etc. Me acompañaron estos 5 años, convirtiéndome en una

II
persona menos inmadura, mostrándome sus realidades, su carácter, entre muchas otras cosas,
por ello, les agradezco de corazón. Le agradezco también a las personas que ya no están en
mi vida, claramente no las nombraré, pero quiero que sepan que fueron y son muy
importantes para mí, puesto que contribuyeron en mi formación personal. Le agradezco a las
personas que estoy conociendo y que conoceré en un futuro, próximas relaciones
interpersonales, da igual si en este momento no están en mi vida, luego lo estarán, y la verdad
es que eso no importa, pues el tiempo es relativo. Agradezco al profesor Pierre y a Carmen
Dorn, quienes me dieron la oportunidad de comenzar en la docencia, como ayudante y tutor.
Agradezco también a mi profe, Nicolás, aprendí una infinidad de cosas de tu parte en este
proceso, muchas gracias por darme la oportunidad de participar en esta investigación, y
también de conocerte, hasta cierto punto, como persona, y no sólo como académico.
Finalmente me agradezco a mí. He aprendido a vivir conmigo mismo, a conocerme, y a
reconocer mi propio esfuerzo y consecuentes logros. Lo único que espero es seguir
aprendiendo de los demás y de mí mismo, y seguir en esta aventura llamada vida.

III
ÍNDICE DE CONTENIDO
1. Introducción .......................................................................................................... 1

1.1. Formulación del problema y motivación ......................................................... 1

1.2. Hipótesis .......................................................................................................... 2

1.3. Objetivos .......................................................................................................... 2

1.3.1. Objetivo general........................................................................................ 2

1.3.2. Objetivos específicos ................................................................................ 2

1.4. Ubicación ......................................................................................................... 2

2. Marco geológico .................................................................................................... 4

2.1. Contexto geotectónico ..................................................................................... 4

2.2. Geología del complejo volcánico Laguna del Maule ...................................... 5

2.2.1. Unidades geológicas ................................................................................. 7

2.2.1.1. Formación Cura Mallín (Oligoceno Tardío-Mioceno Temprano)..... 7

2.2.1.2. Formación Trapa-Trapa (Mioceno Temprano-Tardío) ...................... 7

2.2.1.3. Formación Campanario (Mioceno Medio-Plioceno) ......................... 7

2.2.1.4. Formación Cola de Zorro (Plioceno-Cuaternario Temprano) ........... 8

2.2.1.5. Unidades Cuaternarias ....................................................................... 8

2.2.1.5.1. Unidades Pleistocenas preglaciales (>25 ka) .............................. 9

2.2.1.5.2. Unidades post-glaciales (<25 ka).............................................. 10

2.3. Geología estructural ....................................................................................... 11

2.4. Eventos de inflación ...................................................................................... 15

2.4.1. Evento de inflación <9,4 ka .................................................................... 16

2.4.2. Evento de inflación 2007-presente ......................................................... 18

2.4.2.1. Mediciones GPS e InSAR ............................................................... 18

2.4.2.2. Antecedentes geofísicos................................................................... 19

2.4.2.3. Geometría del cuerpo magmático .................................................... 21

IV
3. Marco teórico, materiales y metodología.......................................................... 23

3.1. Fallas en superficies infladas ......................................................................... 23

3.2. Fallas y transectas .......................................................................................... 25

3.3. Determinación de la dirección de máxima elongación .................................. 25

3.3.1. Caso no ponderado ................................................................................. 26

3.3.2. Caso ponderado ...................................................................................... 27

3.4. Cuantificación de la elongación en una dimensión ....................................... 27

3.5. Comparación con los desplazamientos y direcciones a partir de InSAR ...... 29

4. Resultados ............................................................................................................ 31

4.1. Dirección de máxima elongación .................................................................. 32

4.2. Elongación ..................................................................................................... 34

4.3. Elongación corregida ..................................................................................... 35

4.4. Comparación con InSAR ............................................................................... 35

5. Discusión .............................................................................................................. 39

5.1. Comparación entre la deformación existente y la deformación predicha ...... 39

5.1.1. Direcciones de máxima elongación y cuantificación de strain ............... 39

5.1.2. Tasas de strain......................................................................................... 40

5.2. Origen del fallamiento ................................................................................... 47

5.3. Limitaciones del trabajo ................................................................................ 48

5.3.1. Cantidad de fallas ................................................................................... 48

5.3.2. Efectos sísmicos en las tasas de deformación ......................................... 48

5.3.3. Fallamiento en medio isótropo ............................................................... 49

6. Conclusiones ........................................................................................................ 50

7. Referencias .......................................................................................................... 52

V
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1. Mapa de Chile destacando los accesos y la ubicación del complejo volcánico
Laguna del Maule. Extraída de Kohler, 2016. ........................................................................ 3
Figura 2. a) Mapa de Sudamérica mostrando los volcanes de las diferentes zonas
volcánicas (modificada de Ramos & Folguera, 2009), b) volcanes de la ZVS desde ~34°S-
28°S, y c) volcanes y distribución de sismos en función de la profundidad (modificadas de
Campos et al., 2002). El campo volcánico LdM está representado con una estrella roja. ..... 5
Figura 3. Mapa geológico regional basado en la Hoja Laguna del Maule (Muñoz &
Niemeyer, 1984) y el mapa geológico de Chile (SERNAGEOMIN, 2002). Extraída de Kohler
(2016). .................................................................................................................................... 6
Figura 4. Mapa geológico Cuaternario del Campo Volcánico Laguna del Maule.
Extraído de Andersen et al. (2017). ...................................................................................... 10
Figura 5. A) Mapa geológico del campo volcánico Laguna del Maule mostrando la
ubicación de la paleolínea costera, centros de inflación (<9,4 ka y actual), fallas reconocidas
por Garibaldi et al., (2020) y fallas reconocidas mediante reflexiones sísmicas por Peterson
et al., (2020), B) sill modelado a 5 km de profundidad en un rectángulo negro (Feigl et al.,
2014), anomalía gravimétrica en azul (Miller et al., 2017), cuerpo de bajas velocidades en
rojo (Wespestad et al., 2019) y cuerpo conductor en rosado (Cordell et al., 2018), y C) Falla
Troncoso, Bloque Colgante con fallas NE-SW en azul y Bloque Yacente con fallas N-S en
rosado. Extraída de Garibaldi et al., 2020. ........................................................................... 12
Figura 6. Vista del Cajón Troncoso hacia el suroeste. Línea amarilla discontinua
representa la discordancia entre las Formaciones Cola de Zorro (PPlcz) y Trapa-Trapa (Mtt).
Extraída de Garibaldi et al. (2020). ...................................................................................... 13
Figura 7. Interpretación del sistema volcánico de la Laguna del Maule como parte de
una terminación o prolongación de la zona de falla de Liquiñe-Ofqui (LOFZ). Extraídas de
Peterson et al., 2020. ............................................................................................................. 14
Figura 8. Modelo esquemático de la evolución del sistema volcánico de la Laguna del
Maule. Extraída de Garibaldi et al., 2020. ............................................................................ 15
Figura 9. a) Mapa de elevaciones interpoladas (en metros) de la paleo-línea de costa
en relación con la altura más baja medida al suroeste de la laguna. Los puntos negros son las
ubicaciones de los puntos GPS medidos. La línea azul representa el contorno de la laguna. b)

VI
Modelo de deformación debido al crecimiento de un cuerpo magmático cortical. Extraídas y
modificadas de Singer et al. (2018). ..................................................................................... 17
Figura 10. Interferogramas derivados de imágenes de radar (InSAR) durante el año
2007 en la Laguna del Maule. Primera fila muestra los datos observados, segunda columna
los modelados y tercera columna la desviación entre ambos. Extraída de Feigl et al., (2014).
.............................................................................................................................................. 18
Figura 11. a) y b) Curvas modeladas a partir de ecuaciones doble exponenciales, y c)
evolución de la tasa de desplazamiento vertical en el campo volcánico Laguna del Maule.
Extraídas de Le Mével et al., (2015; 2021). ......................................................................... 19
Figura 12. Modelos geofísicos en el campo volcánico Laguna del Maule; a) Modelo
sísmico, b) modelo magnetotelúrico, c) modelo gravimétrico, y d) mapa de la Laguna del
Maule con el perfil A-A’ mostrado con una traza de color rojo. Extraída de Wespestad et al.,
(2019). .................................................................................................................................. 20
Figura 13. Modelo esquemático de deformación producida en una superficia inflada.
A) Acomodación por fallamiento normal. B) Acomodación por fracturamiento extensional
(diaclasas o vetillas). C) Acomodación por plegamiento de la superficie. Notar que la
distancia entre los puntos verdes (e1) es menor que la distancia entre los puntos rojos (e2),
entonces a medida que la superficie se infla la cantidad de elongación aumenta. Cortesía de
N. Garibaldi. ......................................................................................................................... 23
Figura 14. Diagrama tridimensional de estructuras características formadas durante
un evento de inflación. Notar que 𝜀𝑥 es el strain cercano a la superficie, el cual es positivo
(ocurre compresión) en las zonas más alejadas al centro de inflación, y negativo (ocurre
extensión) en las zonas más cercanas a éste. Extraída de Walter & Troll (2001). ............... 24
Figura 15. A. Mapa mostrando la ubicación de las transectas (círculos naranjos)
(Modificada de Garibaldi et al., 2020). B. Diagrama esquemático con las ubicaciones
relativas de las transectas y sus largos finales (Lf). .............................................................. 25
Figura 16. a) Modelo esquemático de dos bloques desplazados relativamente debido
a una falla normal. b) Vista en planta de la falla mostrando los diferentes desplazamientos
aparentes y total. Basada en Xu et al., 2007. ........................................................................ 26
Figura 17. Esquema de una serie de fallas contenidas en una transecta de largo Lf y
su relación con la dirección de máxima elongación. ............................................................ 28

VII
Figura 18. Interferograma derivado de imágenes de radar InSAR. Rectas tangente y
perpendicular (elongación predicha) a un ciclo en rosado. Estrella rosa representa la
ubicación de una falla cualquiera. Rectas negras representan el manteo y rumbo de la falla.
Modificada de Feigl et al., (2014). ....................................................................................... 30
Figura 19. Diagrama esquemático mostrando las ubicaciones relativas, orientaciones
y las redes estereográficas de las transectas. ........................................................................ 31
Figura 20. Método gráfico desarrollado por Titus et al., 2007. A. Curvas de
desplazamiento ponderado para las transectas 1, 2 y 3. B. Curva de desplazamiento
ponderado para la transecta 4. C. Curvas de desplazamiento no ponderado para todas las
transectas. ............................................................................................................................. 32
Figura 21. Gráfico de la distribución de la elongación estimada para las diferentes
transectas en la Laguna del Maule en función de la distancia entre la ubicación de la transecta
y el centro de máxima inflación. .......................................................................................... 34
Figura 22. Elongaciones corregidas con el método de Marret & Allmendinger (1992).
Los puntos naranjos son las fallas utilizadas para el cálculo de la pendiente -C. La constante
-C es el valor que multiplica a la variable “x” en las ecuaciones. A) Transecta 1. B) Transecta
2. C) Transecta 3. D) Transecta 4. Notar la cantidad de fallas en cada gráfico para su
representatividad y posterior análisis. .................................................................................. 35
Figura 23. Puntos negros indican la ubicación de las transectas y otras fallas
agrupadas en las zonas NE y SE de la laguna. Las líneas blancas representan las rectas
tangentes a los ciclos de fase de la imagen y las rectas ortogonales a las rectas tangentes, las
cuales a su vez representan la elongación predicha. Modificada de Feigl et al. (2014). ...... 36
Figura 24. Gráficos de azimuts de elongaciones estimadas y predichas según tectónica
o inflación. A. Gráficos de azimuts mostrando la comparación entre las direcciones de
máxima elongación ponderadas para cada transecta y las direcciones predichas. B. Gráficos
de azimuts mostrando la comparación entre las direcciones de máxima elongación no
ponderadas para cada transecta y las direcciones predichas................................................. 38
Figura 25. Mapa de la Laguna del Maule mostrando el campo de velocidades
estimado en sitios GPS permanentes (círculos) y de campaña (cuadrados) con respecto al
sitio GPS continuo MAUL, ubicado fuera de la deformación activa. Los datos GPS se
registraron durante febrero de 2013 y julio de 2014. Círculo azul representa la estación usada

VIII
para estimar la elongación inflacionaria en la ubicación de las transectas 1, 2 y 3, mientras
que el cuadrado morado representa la estación que permitió cuantificar la elongación en la
ubicación de la transecta 4. Modificada de Le Mével et al. (2015). ..................................... 42
Figura 26. Dibujo esquemático de una transecta de largo L0, la cual ha sido elongada
una distancia ∆𝐿 según el desplazamiento de la estación GPS. ........................................... 42
Figura 27. Gráficos de elongación acumulada en función del tiempo. A. Gráfico de
curvas de elongación asumiendo un origen tectónico para las transectas. B. Gráfico de curvas
de elongación asumiendo un origen inflacionario para las transectas 1 y 2. C. Gráfico de
curvas de elongación asumiendo un origen inflacionario para la transecta 4. ..................... 44
Figura 28. Gráficos de elongación acumulada en función del tiempo. A. Gráfico de
curvas de elongación asumiendo un origen tectónico y una posterior aceleración para las
transectas 1 y 2. B. Gráfico de curvas de elongación asumiendo un origen tectónico y una
posterior aceleración para la transecta 4. Notar que en t=-10 (año 2007) se produce la
aceleración de la deformación, hasta t=0 (año 2017), año en el cual se midieron las fallas. 46
Figura 29. Campo de strain después (2010-2015, izquierda) y antes (2000-2008,
derecha) del terremoto del año 2010 en la Región del Maule. NZ: Nazca, SA: Sudamérica,
PSP: Puna-Sierras Pampeanas, MAU: El Maule, ARU: Araucanía, PTG: Patagonia. Extraída
de Sánchez & Drewes (2016). .............................................................................................. 48

IX
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1. Resumen de la información de las transectas. ............................................ 33
Tabla 2. Resumen de las direcciones de máxima elongación y direcciones predichas
de elongación. ....................................................................................................................... 37
Tabla 3. Resumen de las tasas de deformación y sus parámetros asociados. ........... 43

X
RESUMEN
El complejo volcánico Laguna del Maule (LdM) se ubica 30 km al Este del arco activo
de la Zona Volcánica Sur. Desde hace 1,5 Ma, al menos 130 chimeneas han provocado la
erupción de más de 350 km3 de productos volcánicos. Tras el retiro glacial hace ~23 ka, el
complejo volcánico LdM se ha vuelto uno de los reservorios magmáticos silíceos más
importantes.

Dos eventos inflacionarios han sido reconocidos en los últimos años; el primero
ocurrió hace menos de 9,4 ka, ocasionado probablemente por la adición de material
magmático en la corteza. El segundo, comenzó el año 2007 y continúa fuertemente activo
causando tasas de desplazamiento vertical de incluso 30 mm/año en el borde suroeste de la
laguna. Diversos investigadores sugieren que inyecciones de magma a aproximadamente 5
km de profundidad causan la gran deformación existente.

El presente estudio es un trabajo de geología estructural aplicado a volcanología. A


la fecha, no se ha determinado cómo se acomoda la deformación inflacionaria actual (grietas,
fallas, pliegues). Comprender esto es necesario para determinar el riesgo que representa el
sistema. Para identificar las zonas de LdM que acomodan deformación asociada a alzamiento
mediante fallamiento, se recopilaron más de 60 fallas alojadas en sedimentos lacustres
ubicados alrededor de la laguna. Del total, 40 han sido analizadas en función de los vectores
de desplazamiento a lo largo de transectas. Se calculó la dirección de máxima elongación y
su magnitud, para luego compararlos con las elongaciones predichas estimadas a partir de
InSAR.

La elongación de las transectas posee una dirección predominantemente NW-SE, y


magnitudes de entre 0.015% y 1.206%. La dirección de las transectas 1 y 2 es consistente
con la dirección de elongación predicha por inflación, mientras que la dirección de la
transecta 4 se acerca a la dirección predicha según tectónica. La transecta 3 posee una
dirección inconsistente con las direcciones de elongación predichas por inflación o tectónica.
Las tasas de elongación estimadas sugieren un origen tectónico para la transectas 1 y 3, y un
origen tectónico con reactivación inflacionaria para las transectas 2 y 4. La mayor cantidad
de deformación se acumula en la zona de Riolita Espejos. Esto sugiere que la inflación es
acomodada mediante reactivación de fallas de modo preferencial en la zona NW de LdM.

XI
ABSTRACT

The Laguna del Maule (LdM) volcanic field is located 30 km East of the active
Southern Volcanic Zone. Since 1.5 Ma, at least 130 vents have erupted more than 350 km3
of volcanic products. Following the glacial retreat ~23 ka ago, LdM has become one of the
most important silicic magmatic reservoirs.

Inflationary events have been recognized in recent years, the first occurred less than
9.4 ka ago, probably caused by the addition of magmatic material into the crust. The second
one started in 2007 and is still strongly active causing vertical displacement rates of up to 30
mm/year at the southwestern edge of the lagoon. Several researchers suggest that magma
injections at approximately 5 km depth cause the present deformation.

This is a structural geology study applied to volcanology. At the present day, it has
not been determined how the actual inflationary deformation (cracks, faults, folds) is
accommodated. Understanding this is necessary to determine the risk posed by the system.
To identify LdM zones that accommodate deformation associated with uplift by faulting,
more than 60 faults hosted by lacustrine sediments located around the lagoon were collected.
From the total, 40 faults have been analyzed based on displacement vectors along transects.
The direction of maximum elongation and its magnitude, and then compared with de
predicted elongations estimated from the InSAR.

The elongation of transects is predominantly NW-SE, and magnitudes from 0.015%


to 1.206%. The direction of transects 1 and 2 are consistent with the elongation predicted by
inflation, while the direction of the transect 4 approaches to the predicted direction by
tectonic. Transect 3 has a direction inconsistent with elongation directions predicted by
inflation and tectonics. The elongation rates estimated suggest a tectonic origin for the
transects 1 and 3, and a tectonic origin with inflation-driven reactivation for transects 2 and
4. The greatest amount of deformation accumulates at Riolita Espejos. This suggest that
inflation is accommodated by fault reactivation preferentially in the NW zone of LdM.

XII
1. Introducción
1.1. Formulación del problema y motivación
Producto de la subducción de la placa de Nazca bajo la de Sudamérica, Chile es uno
de los países más activos geológicamente desde el Mesozoico (Pankhurst & Hervé, 2007).
El volcanismo, magmatismo y actividad sísmica hacen de este país un escenario perfecto
para diferentes estudios geológicos. Las erupciones volcánicas son eventos que involucran
procesos intrínsecos de la Tierra, por lo que su estudio ayuda a un mejor entendimiento de
nuestro planeta, y con ello, a la posibilidad de enfrentar de mejor manera a estos fenómenos
naturales y sus peligros asociados.

Muchos sistemas volcánicos hacen erupción luego de haber experimentado inflación


y sismicidad cortical, como es el caso de la isla de La Palma el año 2021. Se sugiere que la
reactivación del sistema volcánico en La Palma comenzó entre los años 2009-2010
(Fernández et al., 2021). Entre las fechas 12-14 y 19 de septiembre del 2021 la deformación
superficial vertical aumentó de 1.5cm a 15cm, demostrando la alta tasa de alzamiento que
experimentó la isla (Global Volcanism Program, 2013).

Actualmente la Laguna del Maule está sufriendo un evento de inflación que ha


alcanzado tasas de incluso 30 cm/año (Fournier et al., 2010). Estas tasas, aunque son menores
que las experimentadas en la isla de La Palma días antes de su erupción, se han prolongado
por más de 15 años, llegando a acumular un desplazamiento vertical de más de 3 metros (Le
Mével et al., 2021). Se sugiere que este alzamiento o evento de inflación se está produciendo
debido al crecimiento de un cuerpo magmático en profundidad (Feigl et al., 2014; Le Mével
et al., 2015, 2016; Miller et al., 2017).

La deformación de las rocas se produce a partir de esfuerzos y se manifiesta en forma


de fallas, diaclasas, vetillas, entre otras (Niemeyer, 2008). Muchos investigadores indican
que las fallas se relacionan fuertemente con el transporte del magma, independientemente
cual sea la configuración tectónica (Cembrano & Lara, 2009). El presente trabajo es un
análisis estructural aplicado al campo volcánico Laguna del Maule (LdM), el cual se sitúa
debajo y alrededor de la laguna homónima sobre un reservorio magmático silíceo que ha
originado múltiples chimeneas volcánicas principalmente desde hace ~25 mil años (Hildreth
et al., 2010; Singer et al., 2014).

1
A la fecha, no se ha podido determinar si la inflación actual es acomodada por
basculamiento, grietas o fallas. Investigamos fallas recientes alojadas en sedimentos lacustres
para determinar si son producto del evento de inflación actual. El comprender cómo
reacciona la corteza a la deformación causada por inflación es clave para determinar el riesgo
del sistema.

1.2. Hipótesis
El evento de inflación actual produce desplazamiento vertical y horizontal de la
corteza. El desplazamiento horizontal de la corteza es registrado por fallas presentes en
sedimentos lacustres alrededor de la laguna.

1.3. Objetivos
1.3.1. Objetivo general
Establecer si existe una relación causal entre el evento de inflación y las fallas
presentes en la laguna.

1.3.2. Objetivos específicos


Comparar la dirección de máxima elongación de las fallas normales con los vectores
de desplazamiento horizontal obtenidos a partir de InSAR.

Determinar la zona en donde se concentra la mayor cantidad de deformación.

Contribuir a una mayor comprensión de los sistemas volcánicos silíceos para mayor
comprensión de peligros asociados y mejorar su prevención.

1.4. Ubicación
El campo volcánico Laguna del Maule se ubica en 35°59’S – 70°35’W, en la Comuna
de San Clemente perteneciente a la Provincia de Talca y a la Región del Maule, 30 km al este
de la Cordillera Andina y a 200 km de la costa chilena, a una altura de 3092 msnm (Figura
1).

2
Figura 1. Mapa de Chile destacando los accesos y la ubicación del complejo volcánico Laguna del Maule. Extraída de
Kohler, 2016.

3
2. Marco geológico
2.1. Contexto geotectónico
Históricamente se han dividido los tipos de subducción en dos: el tipo Mariana,
caracterizado por una extensión en el trasarco, y en contraparte el tipo Chileno o Andino, al
cual se le asocia una fuerte compresión. Sin embargo, los efectos de la subducción producida
por la convergencia entre las placas de Nazca y Sudamericana varían a lo largo del margen
sudamericano en función de diferentes parámetros, como lo son el ángulo del plano de
Benioff, ángulo y tasa de convergencia, edad de la placa subductada, flujo mantélico, entre
otros (Crameri et al., 2017; Heuret y Lallemand, 2005; Hu & Gurnis, 2020; Jarrard, 1986).
Factores como productos volcánicos, actividad sísmica y espesor cortical permiten definir
diferentes segmentos a lo largo de la cordillera Andina: Zona Volcánica Norte, Zona
Volcánica Central, Zona Volcánica Sur y Zona Volcánica Austral (Figura 2) (Barazangi &
Isacks, 1976; Ramos & Folguera, 2009).

El complejo volcánico Laguna del Maule se sitúa en la Zona Volcánica Sur (ZVS) en
36°S. La ZVS entre 34.5°S y 37°S se caracteriza por presentar volcanes principalmente
andesíticos y dacíticos (Hickey-Vargas et al., 2016), acompañados de una tectónica
transpresiva dextral en la zona del arco, y de una tectónica compresiva en la zona del trasarco
(Cembrano & Lara, 2009). La velocidad de convergencia de la placa de Nazca varía entre 7
y 9 cm/año, con un vector orientado casi perpendicularmente a la fosa (Figura 2; Campos et
al., 2002; Ramos & Folguera, 2009). La corteza continental alcanza un espesor de entre 40 y
50 km en la zona del campo volcánico LdM, el cual además se ubica a una distancia vertical
de ~140 km del plano de Wadati-Benioff (Hildreth et al., 2010). En las zonas cercanas a la
LdM (35°-36°S) este plano tiene un manteo aproximado de 35° (Campos et al., 2002).

4
Figura 2. a) Mapa de Sudamérica mostrando los volcanes de las diferentes zonas volcánicas (modificada de Ramos &
Folguera, 2009), b) volcanes de la ZVS desde ~34°S-28°S, y c) volcanes y distribución de sismos en función de la
profundidad (modificadas de Campos et al., 2002). El campo volcánico LdM está representado con una estrella roja.

2.2. Geología del complejo volcánico Laguna del Maule


Este complejo es el ejemplo por excelencia del volcanismo silíceo post-glacial en la
ZVS y cubre una superficie de aproximadamente 500 km2 de tobas y lavas (Hildreth et al.,
2010). El complejo volcánico se superpone a cuatro principales unidades geológicas
Cenozoicas, éstas son las Formaciones Cura Mallín (Oligoceno Tardío-Mioceno Temprano),
Trapa-Trapa (Mioceno Temprano-Tardío), Campanario (Mioceno Medio-Plioceno) y Cola
de Zorro (Plioceno-Cuaternario Temprano) (Figura 3) (Hildreth et al., 2010).

5
Figura 3. Mapa geológico regional basado en la Hoja Laguna del Maule (Muñoz & Niemeyer, 1984) y el mapa geológico de Chile (SERNAGEOMIN, 2002). Extraída de Kohler
(2016).

6
2.2.1. Unidades geológicas
2.2.1.1. Formación Cura Mallín (Oligoceno Tardío-Mioceno Temprano)
La Fm. Cura Mallín se extiende principalmente en la Cordillera de los Andes en la
Región del Maule y de Ñuble (Muñoz y Niemeyer, 1984), y hacia el este en Argentina (Burns
et al., 2006), aflorando al sur de la laguna (Figura 3).

Niemeyer y Muñoz (1983) la subdividieron en dos miembros, uno inferior (Miembro


Río Queuco) y otro superior (Miembro Malla Malla). El Miembro Río Queuco está
compuesto fundamentalmente por brechas y tobas, y en menor medida por otras rocas
sedimentarias y lavas, siendo un miembro principalmente volcanosedimentario. Por otro
lado, el Miembro Malla Malla está constituido mayormente por rocas sedimentarias tales
como lutitas, conglomerados y areniscas (Muñoz y Niemeyer, 1984).

La Fm. Cura Mallín aparece entre las latitudes 36° y 38° S en territorio argentino,
Burns et al., (2006) definieron dos grupos de facies, una volcánica proximal y otra
volcaniclástica distal, las cuales, según los autores, generalmente se corresponden con los
miembros Río Queuco y Malla Malla, respectivamente.

2.2.1.2. Formación Trapa-Trapa (Mioceno Temprano-Tardío)


Esta Formación se distribuye extensamente en la Región del Maule, sin aflorar en la
Cuenca de la LdM, apareciendo a unos 15 km al oeste-suroeste del centro de la laguna. Sus
límites superior e inferior son las discordancias con las Formaciones Campanario y Cura-
Mallín, respectivamente (Muñoz y Niemeyer, 1984).

La Fm. Trapa-Trapa posee espesores máximos de 1200 metros y mínimos de menos


de 200 metros, y se compone de intercalaciones de brechas volcánicas, tobas y lavas de
composiciones andesíticas, andesíticas basálticas y dacíticas de carácter calcoalcalino, está
generalmente plegada y comprende edades de entre 19 y 10 Ma (Hildreth et al., 2010; Muñoz
y Niemeyer, 1984).

2.2.1.3. Formación Campanario (Mioceno Medio-Plioceno)


Fue definida por Drake (1976), es la unidad aflorante más antigua de la cuenca de la
laguna del Maule (Mioceno Medio-Plioceno), localizándose al oeste y norte de la laguna
(Muñoz y Niemeyer, 1984).

7
La Fm. Campanario, en general no deformada, comprende espesores que pueden
alcanzar los 1000 metros, y se compone, de base a techo, de rocas volcaniclásticas y lavas de
composiciones intermedias a félsicas. Las litologías volcaniclásticas incluyen tobas
cristalinas y líticas, ignimbritas y brechas (Hildreth et al., 2010; Muñoz y Niemeyer, 1984).

2.2.1.4. Formación Cola de Zorro (Plioceno-Cuaternario Temprano)


La Fm. Cola de Zorro se distribuye ampliamente entre las latitudes 36° y 39°S en la
Cordillera de los Andes, extendiéndose por territorio chileno y argentino, con una edad
asignada a las épocas Pliocena-Pleistocena según dataciones K-Ar (Vergara y Muñoz, 1982).
La Formación aflora al norte y este de la Laguna del Maule (Figura 3).

La base está limitada por una discordancia con la Fm. Campanario, y es la base de las
rocas Cuaternarias del Campo Volcánico LdM, aflorando alrededor de la Cuenca de la
laguna. La Formación tiene una variabilidad en su espesor, el cual en algunas zonas puede
sobrepasar los 1000 metros, y se divide, en términos generales, en dos miembros no
deformados, un miembro inferior volcanosedimentario y un miembro superior compuesto
principalmente por lavas de composiciones intermedias a máficas (Hildreth et al., 2010;
Muñoz y Niemeyer, 1984).

2.2.1.5. Unidades Cuaternarias


El volcanismo cuaternario se ve intensamente representado en la Cuenca de la Laguna
del Maule por diversas unidades, las cuales son principalmente félsicas. (Figura 4). Más de
50 erupciones han ocurrido en los últimos 26 ka (Andersen et al., 2017), lo cual sumado a las
estructuras y eventos inflacionarios reconocidos, hacen a este sistema volcánico uno de los
más estudiados en el último tiempo.

Estas unidades se han dividido generalmente en relación con el último retiro glacial
de ~23-19 ka (Andersen et al., 2017; Garibaldi et al., 2020; Singer et al., 2000). Se han
reconocido estratovolcanes, conos, calderas, escudos, domos, flujos de lava y diques de
composiciones variadas. Hildreth et al., (2010) describieron estas unidades y las dividieron
e incluyeron en los siguientes períodos: Pleistoceno Temprano (1,5-0,78 Ma), Pleistoceno
Medio (0,78-0,126 Ma) y Pleistoceno Tardío (0,126-0,025 Ma), estableciendo el límite de la
última gran glaciación en 25 ka.

8
2.2.1.5.1. Unidades Pleistocenas preglaciales (>25 ka)
Estas unidades sobreyacen a las Formaciones Cenozoicas descritas anteriormente, y
a algunas unidades Plio-Pleistocenas andesíticas y riolíticas no descritas en este trabajo
(Hildreth et al., 2010).

Las unidades asignadas al Pleistoceno Tardío suman en total 31, siendo la mayoría de
composición intermedia (andesítica-dacítica). Las rocas del extremo félsico (composición
riolítica-riodacítica) constituyen 10 unidades, siendo las más antiguas las Ignimbritas Sin
Puerto (igsp) y Cajones de Bobadilla (igcb), las cuales afloran ampliamente al noroeste y
norte de la laguna (Figura 4).

Las unidades del Pleistoceno Medio comprenden un grupo mayoritariamente félsico,


incluyendo dos riolitas que afloran al noreste de la laguna de la cuenca, las Riolitas del Cajón
Atravesado (rca) y del Cerro Negro (rcn), siendo ésta última la que cubre una superficie
mayor y con la composición más evolucionada (Andersen et al., 2017; Hildreth et al., 2010).
Por otro lado, el volcanismo máfico está expresado en 12 unidades del Pleistoceno Medio,
siendo la Andesita del Volcán de la Calle (mvc) la unidad principal en términos de área,
ubicándose al E-SE del centro de la laguna.

En el Pleistoceno Tardío el volcanismo se caracterizó por ser principalmente


intermedio, alcanzando a formar 14 unidades distintas. Se han preservado algunas unidades
al oeste de la laguna, la Andesita de Arroyo Los Mellicos (aam) y la Antigua Andesita de la
Península Oeste (apv).

9
Figura 4. Mapa geológico Cuaternario del Campo Volcánico Laguna del Maule. Extraído de Andersen et al. (2017).

2.2.1.5.2. Unidades post-glaciales (<25 ka)


Desde la última gran glaciación, el Campo Volcánico LdM ha tenido una historia
eruptiva predominantemente silícea (Andersen et al., 2017, 2018, 2019; Hildreth et al., 2010).
Este intenso volcanismo post-glacial silíceo se ha preservado en la cuenca de la laguna,
formando un total de 34 unidades, de las cuales 20 tienen una composición félsica, 10 poseen

10
una composición intermedia y solamente 4 unidades una composición máfica (Hildreth et al.,
2010).

Se han identificado 2 principales períodos de actividad eruptiva: el primero ocurrido


poco después del retiro glacial (~23 ka) hasta 19 ka, y el segundo en el Holoceno Medio-
Tardío (<14,5 ka). El primer pulso volcánico comenzó con numerosas emisiones lávicas de
andesitas y riodacitas, las cuales se han concentrado principalmente en el borde occidental
de la laguna (Figura 4). A lo largo de este primer evento, la actividad riolítica actuó en
diversos puntos de la cuenca (Andersen et al., 2017, 2018, 2019; Hildreth et al., 2010).
Iniciado el segundo pulso, los flujos riolíticos se acomodaron en el bloque yacente de la falla
Troncoso, lo que ha sugerido una relación entre el volcanismo y las estructuras presentes en
la región (Figuras 5 y 8) (Garibaldi et al., 2020).

Las unidades aflorantes que cubren una mayor superficie en la cuenca son: la Riolita
de la Loma de Los Espejos (rle; ~19ka) al norte, la Riolita de la Colada Divisoria (rcd; ~2,1
ka) al este, la Riolita del Cerro Barrancas (rcb; 11,4-1,9 ka) al sureste (constituida por
múltiples flujos) y la Riolita de la Colada Las Nieblas (rln; Holoceno Tardío) al sur de la
laguna.

2.3. Geología estructural


En la Región del Maule y de Ñuble, Muñoz y Niemeyer (1984) reconocen 3 fases
compresivas que afectan a las unidades anteriores a la época Pliocena, las cuales se
evidencian en pliegues anticlinales y sinclinales con diferentes geometrías. Los pliegues que
afectan a las Formaciones Cura Mallín y Trapa-Trapa, en su mayoría de rumbo N-S,
representan intensamente las fases compresivas debido a la gran extensión de estas unidades
en las zonas.

La zona de la laguna presenta numerosas estructuras que evidencian diversos


comportamientos cinemáticos (principalmente extensional), siendo la Falla Troncoso la
principal estructura normal de la zona (Figura 5) (Cardona et al., 2018; Garibaldi et al., 2020;
Peterson et al., 2020).

11
Figura 5. A) Mapa geológico del campo volcánico Laguna del Maule mostrando la ubicación de la paleolínea costera,
centros de inflación (<9,4 ka y actual), fallas reconocidas por Garibaldi et al., (2020) y fallas reconocidas mediante
reflexiones sísmicas por Peterson et al., (2020), B) sill modelado a 5 km de profundidad en un rectángulo negro (Feigl et
al., 2014), anomalía gravimétrica en azul (Miller et al., 2017), cuerpo de bajas velocidades en rojo (Wespestad et al., 2019)
y cuerpo conductor en rosado (Cordell et al., 2018), y C) Falla Troncoso, Bloque Colgante con fallas NE-SW en azul y
Bloque Yacente con fallas N-S en rosado. Extraída de Garibaldi et al., 2020.

12
En la zona de la laguna se observan principalmente fallas normales con rumbo NE,
que afectan tanto a las unidades más antiguas; las Formaciones Campanario y Cola de Zorro,
como a las más jóvenes; las lavas Cuaternarias que conforman el Campo Volcánico LdM
(Muñoz y Niemeyer, 1984). La Falla Troncoso es una estructura con evidencias de
movimientos dextrales y normales (Rojas, 2019), posee un rumbo NE, un manteo hacia el
NW, y se extiende por ~30 km desde el borde suroeste de la laguna hacia el suroeste y es
coincidente con el valle glacial Cajón Troncoso (Figuras 5 y 6). Esta falla afecta
principalmente a las Formaciones Cola de Zorro y Trapa-Trapa, evidenciando el
desplazamiento vertical de aproximadamente 200 m de la discordancia que separa a ambas
Formaciones (Figura 6) (Garibaldi et al., 2020).

Peterson et al. (2020) mediante reflexiones sísmicas en la laguna indican la existencia


de una serie de estructuras con cinemáticas principalmente normal y en menor cantidad
transcurrente, con desplazamientos generalmente menores a 5 m, aunque mucho mayores
(~35 m) en el borde norte del lago. De manera general, las fallas en el lado norte poseen un
rumbo NE, mientras que en la zona central la cantidad de fallas es mucho menor y tienen un
rumbo N-S, sugiriendo una acomodación de ambos grupos de fallas en los bloques colgante
y yacente, respectivamente (Figura 5) (Peterson et al., 2018, 2020; Garibaldi et al., 2020).
Adicionalmente, Peterson et al. (2020) sugieren que la cuenca de la laguna del Maule es parte
de un sistema transtensional activo conectado a la Falla Troncoso (Figura 7)

Figura 6. Vista del Cajón Troncoso hacia el suroeste. Línea amarilla discontinua representa la discordancia entre las
Formaciones Cola de Zorro (PPlcz) y Trapa-Trapa (Mtt). Extraída de Garibaldi et al. (2020).

Garibaldi et al. (2020) registraron un total de 152 fallas en el Cajón Troncoso, de las
cuales, la mayoría de las que poseen un sentido de movimiento identificado son normales y
transcurrentes (Figura 5). Las fallas normales se orientan generalmente en direcciones NE y

13
N-S, las fallas transcurrentes en direcciones NE, y finalmente las fallas inversas poseen
tendencias N, NW y W en sus rumbos. Adicionalmente, se reconocieron facetas triangulares
que sugieren la existencia de más fallas normales en el flanco sureste del Cajón Troncoso.

Garibaldi et al. (2020) identificaron también fallas más jóvenes, éstas se hospedan en
sedimentos lacustres y algunas lavas de la cuenca LdM. Se reconocieron 229 fallas en los
sedimentos, de las cuales la mayoría son normales (Figura 5). Las fallas con cinemática
normal poseen rumbos NE y NW, las fallas transcurrentes presentan rumbos principalmente
N-S y E-W, mientras que las fallas inversas se orientan en sentidos NE y NW.

Figura 7. Interpretación del sistema volcánico de la Laguna del Maule como parte de una terminación o prolongación de
la zona de falla de Liquiñe-Ofqui (LOFZ). Extraídas de Peterson et al., 2020.

Las riolitas ubicadas en el bloque yacente de la falla Troncoso y las andesitas y dacitas
sobre el bloque colgante sugieren una relación volcánico-estructural. Las fallas corticales en
el bloque colgante promoverían un rápido ascenso magmático, originando las rocas menos
evolucionadas. En contraste, la comparativamente menor cantidad de fallas en el bloque
yacente puede promover la acumulación de riolitas (Figura 8) (Garibaldi et al., 2020).

14
Figura 8. Modelo esquemático de la evolución del sistema volcánico de la Laguna del Maule. Extraída de Garibaldi et al.,
2020.

2.4. Eventos de inflación


El Campo Volcánico LdM se ha caracterizado por ser una zona activa y
potencialmente peligrosa en cuanto a volcanismo y sismicidad (Singer et al., 2014). Dos
eventos de inflación han sido reconocidos estos últimos años. El primero ocurrió hace no más
de 9.400 años (<9,4 ka) y fue identificado a través de mediciones de paleo-líneas de costa
(Hildreth et al., 2010; Singer et al., 2018). El segundo evento inflacionario fue detectado por
mediciones geodésicas: éste comenzó entre los años 2004 y 2007, y sigue actuando en el
presente, causando tasas de alzamiento de más de 20 cm/año (Fournier et al., 2010).

15
2.4.1. Evento de inflación <9,4 ka
Depósitos de cantos redondeados en discordancia con la Riolita de Los Espejos,
terraza expuesta sobre la unidad riodacítica Ignimbrita Bobadilla y depósitos de playa al
sureste de la laguna, a cotas similares, además de depósitos lacustres entre los depósitos antes
mencionados y el nivel actual de la laguna indican una antigua línea costera, desplazada 200
metros sobre el nivel lacustre moderno (Hildreth et al., 2010; Singer et al., 2018). Muestras
de diferentes terrazas, ubicadas entre 2374 y 2388 msnm, datadas por Singer et al. (2018)
mediante mediciones de 36Cl cosmogénico, indican una edad máxima de 9.400 años para el
alto paleo-nivel costero. Mediciones GPS en sitios donde se aprecia la paleo-línea costera
indicaron una diferencia máxima de 62 m, encontrándose los mayores valores de altura al
sureste de la laguna, disminuyendo progresivamente hacia el norte y oeste (Figuras 9.a y
5.A).

La diferencia de elevación se atribuye a inflación producto de recarga magmática en


el reservorio. Entre varias posibilidades sobre la geometría del cuerpo magmático, la que
mejor se adapta según Singer et al. (2018), es la de un esferoide alargado que aumentó su
volumen en 13 km3 en un tiempo de 9,4 ka (~0,0014 km3/año), ubicado al sureste de la laguna
a una profundidad de 7 km (Figura 9.b). El centro de inflación modelado se encuentra entre
los complejos volcánicos al sur y este de la laguna, lo que sugiere una posible relación con
los ~9 km3 de riolita erupcionados (Figuras 4 y 9.b), sin embargo, modelaciones termales no
permiten confirmar esta hipótesis (Singer et al., 2018).

16
Figura 9. a) Mapa de elevaciones interpoladas (en metros) de la paleo-línea de costa en relación con la altura más baja
medida al suroeste de la laguna. Los puntos negros son las ubicaciones de los puntos GPS medidos. La línea azul representa
el contorno de la laguna. b) Modelo de deformación debido al crecimiento de un cuerpo magmático cortical. Extraídas y
modificadas de Singer et al. (2018).

17
2.4.2. Evento de inflación 2007-presente
2.4.2.1. Mediciones GPS e InSAR
Fournier et al. (2010), mediante líneas de radar del satélite ALOS, observaron y
determinaron la deformación existente en la laguna del Maule. Indicaron que la tasa de
alzamiento máximo en la LdM era variable en el tiempo, alcanzando una tasa máxima de
18,5 cm/año.

Posteriormente Feigl et al. (2014), utilizando también imágenes de radar (InSAR) a


partir de 4 satélites diferentes en dos intervalos de tiempo diferentes, determinando que desde
2003 a 2004 no hubo deformación, y, por otro lado, desde 2007 a 2012 la deformación
registrada es continua pero variable, alcanzando valores de 26 cm/año de alzamiento vertical
entre los años 2007 y 2010 (Figura 10). En adición a lo anterior, mediciones GPS por parte
de los autores, a través de 3 estaciones diferentes del OVDAS (Observatorio Volcanológico
de los Andes del Sur), registraron diferentes tasas de deformación, llegando a los 28 cm/año
en el borde suroeste del lago.

Figura 10. Interferogramas derivados de imágenes de radar (InSAR) durante el año 2007 en la Laguna del Maule. Primera
fila muestra los datos observados, segunda columna los modelados y tercera columna la desviación entre ambos. Extraída
de Feigl et al., (2014).

18
Adicionalmente, Le Mével et al. (2015) analizaron la deformación existente en el
Campo Volcánico LdM con los mismos métodos (mediciones InSAR y GPS), coincidiendo
con los estudios anteriores. Los autores indican que entre el 2007 y el 2010 la tasa de
alzamiento vertical aumentó drásticamente, para luego decrecer entre el 2010 y el 2014. Las
tasas de alzamiento fueron modeladas a través de dos ecuaciones exponenciales, permitiendo
estimar un valor para la inflación en un punto t de tiempo cualquiera y comparar el modelo
con otras curvas modeladas (Figura 11.a y 11.b). Finalmente, Le Mével et al. (2021), con
continuos monitoreos y mediciones integraron la información de la deformación producida,
llegando a un desplazamiento vertical máximo de más de 3 metros (Figura 11.c).

Figura 11. a) y b) Curvas modeladas a partir de ecuaciones doble exponenciales, y c) evolución de la tasa de
desplazamiento vertical en el campo volcánico Laguna del Maule. Extraídas de Le Mével et al., (2015; 2021).

2.4.2.2. Antecedentes geofísicos


Estudios geofísicos (magnetotelúrica, tomografías sísmicas y gravimetría) sugieren
la existencia de cuerpos parcialmente fundidos, los cuales podrían ser los precursores de la

19
actividad volcánica y/o inflacionaria en LdM (Figura 12) (Cordell et al., 2018; Miller et al.,
2017; Wespestad et al., 2019).

Las modelaciones e interpretaciones en base a estudios con velocidades de ondas S


(o de cizalle; VS) indican que un cuerpo de bajos valores de VS con una orientación NE-SW,
de aproximadamente 450 km3 y un 5% de fundido, se encuentra entre 2 y 8 km de
profundidad bajo el borde oeste del lago, aunque probablemente el cálculo del volumen del
cuerpo está sobreestimado y el porcentaje de fundido sea mayor (Wespestad et al., 2019).

Estudios gravimétricos permiten interpretar que un cuerpo con anomalías de baja


gravedad rico en cristales (más del 70%) aunque con una porción rica en fundidos en su parte
más superficial se ubica bajo el borde suroeste, el cual se estima que ocupa un volumen de
aproximadamente 115 km3 y que se dispone con una orientación y ubicación en profundidad
(entre 1 y ~6 km) consistentes con el cuerpo inferido a través de estudios sísmicos.
Adicionalmente, la zona de baja densidad se superpone parcialmente al cuerpo de baja
velocidad de ondas S (Figura 12) (Miller et al., 2017; Wespestad et al., 2019).

Figura 12. Modelos geofísicos en el campo volcánico Laguna del Maule; a) Modelo sísmico, b) modelo magnetotelúrico,
c) modelo gravimétrico, y d) mapa de la Laguna del Maule con el perfil A-A’ mostrado con una traza de color rojo. Extraída
de Wespestad et al., (2019).

20
Por otro lado, Cordell et al. (2018), mediante estudios de magnetotelúrica, sugieren
que un cuerpo ubicado al norte de la laguna provee material fundido a una porción menos
profunda y posicionada en el borde noroeste de la laguna. Adicionalmente, dos zonas de baja
resistividad (C1 y C2 en la Figura 12) se ubican bajo la laguna a una profundidad menor a
~2 km, las cuales son interpretadas más bien como el resultado de fluidos hidrotermales
conductores. La zona C3 coincide parcialmente con el cuerpo de baja velocidad de ondas S,
mientras que las zonas C1 y C2 coinciden con el cuerpo de baja densidad (Figura 12).

2.4.2.3. Geometría del cuerpo magmático


La deformación existente se interpretó en un principio como el resultado de un sill
prismático rectangular ubicado a 5 km de profundidad con un manteo de aproximadamente
20°, el cual incrementa su volumen de manera variada en el tiempo (Feigl et al., 2014;
Fournier et al., 2010). Esta variación se divide en cuatro períodos: el primero entre 2003 y
𝑑𝑉 𝑘𝑚3
2004, en el que se modela una tasa de inyección magmática en el sill = 0 ± 0,005 𝑎ñ𝑜
𝑑𝑡

debido a la estabilidad registrada según las imágenes InSAR, el segundo período comprende
𝑘𝑚3
desde el 2007 al 2010 con una tasa de inyección magmática modelada de 0,031 ± 0,001 𝑎ñ𝑜 ,

el tercer período considera desde enero a abril del año 2011 y se estima una tasa de 0,029 ±
𝑘𝑚3
0,002 𝑎ñ𝑜 , finalmente en el cuarto período, desde enero a abril del año 2012, ésta aumenta
𝑘𝑚3
considerablemente a 0,051 ± 0,008 𝑎ñ𝑜 (Feigl et al., 2014).

Le Mével et al. (2016) consideran que un esferoide oblato de semieje mayor (radio)
igual a 6,2 km y semieje menor igual a 0,1 km, ubicado a una profundidad de 4,5 km es la
geometría mejor adaptada a las mediciones de deformación con imágenes de radar (InSAR).
Este cuerpo habría sufrido una adición volumétrica de magma de 0,187 km3 en un intervalo
de tiempo de 9,5 años.

Los vectores de velocidad de mediciones GPS entre los años 2019 y 2020 son
interpretados con un modelo de una fuente magmática elipsoidal que posee ejes principales
𝑎 = 7,06 𝑘𝑚, 𝑏 = 1,9 𝑘𝑚 y 𝑐 = 1,35 𝑘𝑚 a una profundidad de 4,78 km, ubicado en el borde
suroeste de la laguna. Este cuerpo además se orienta en dirección NE-SW con un manteo de

21
3° al NW, pareciéndose a la orientación de la Falla Troncoso y de las demás fallas presentes
en la laguna (Le Mével et al., 2021).

22
3. Marco teórico, materiales y metodología
3.1. Fallas en superficies infladas
Numerosos estudios sugieren la creación y/o reactivación de fallas en superficies en
inflación (Acocella, 2007, 2010; Acocella & Funiciello, 1999; Acocella, Cifelli & Funiciello,
2000, 2001; Acocella & Mulugeta, 2002; Acocella et al., 2004, 2015; Brothelande et al.,
2016; Brothelande & Merle, 2015; Carr et al., 1968; Chadwick et al., 2006; Corradino et al.,
2021; Folch & Gottsmann, 2006; Hampel & Hetzel, 2008; Holden et al., 2017; Jackson &
Pollard, 1990; Merle et al., 2013; Molin et al., 2003; Vilardo et al., 2010). Niemeyer (2008)
define a una falla extensional como “una falla normal según la cual el bloque colgante
desciende respecto del bloque yacente. Las estrías de la falla son paralelas o subparalelas a
la dirección de manteo de la falla”. Si se consideran dos puntos en la superficie a una distancia
𝑒1 , ésta al ser deformada aumentará la distancia a otra 𝑒2 (Figura 13), es decir, se está
produciendo extensión. Esta extensión es posible que sea acomodada por fallas,
fracturamiento extensional, o plegamiento (“doming”) (Figura 13).

Figura 13. Modelo esquemático de deformación producida en una superficia inflada. A) Acomodación por fallamiento
normal. B) Acomodación por fracturamiento extensional (diaclasas o vetillas). C) Acomodación por plegamiento de la
superficie. Notar que la distancia entre los puntos verdes (e1) es menor que la distancia entre los puntos rojos (e2), entonces
a medida que la superficie se infla la cantidad de elongación aumenta. Cortesía de N. Garibaldi.

Debido a que existe desplazamiento inflacionario vertical y horizontal, y la inflación


es tridimensional, si se interpola la Figura 13.A a una visión 3D, la dirección de elongación
ideal de estas fallas es “radial” (asumiendo que el domo resurgente posee una simetría
circular) al centro de alzamiento máximo (Figura 13). Adicionalmente, diversos estudios
muestran que los domos resurgentes se caracterizan por la presencia de fallas inversas en las
partes exteriores y un domo interior con fallas normales, es decir que la cantidad de

23
elongación aumenta en las zonas más cercanas al punto de máximo desplazamiento vertical
(Figura 14) (Acocella, Cifelli & Funiciello, 2000; Troll et al., 2002; Walter & Troll, 2001).

La hipótesis de este trabajo es que las fallas presentes en sedimentos lacustres son una
respuesta a la deformación causada por inflación. Esto permite realizar las siguientes
predicciones respecto de las fallas presentes:

1) La dirección de elongación horizontal de las fallas será consistente con la


dirección del desplazamiento estimado mediante InSAR.
2) La magnitud de elongación horizontal unidimensional aumentará hacia el centro
de alzamiento (Figura 14) (p. ej. Walter & Troll, 2001).

Para comprobar estas predicciones, se compararán las direcciones de elongación


registradas por las fallas con aquellas predichas mediante InSAR. Además, se estimará la
magnitud de la elongación de las fallas para ser comparada con el modelo de Walter & Troll
(2001) (Figura 14). En caso de que las predicciones no se cumplan, es posible rechazar la
hipótesis.

Figura 14. Diagrama tridimensional de estructuras características formadas durante un evento de inflación. Notar que 𝜀𝑥
es el strain cercano a la superficie, el cual es positivo (ocurre compresión) en las zonas más alejadas al centro de inflación,
y negativo (ocurre extensión) en las zonas más cercanas a éste. Extraída de Walter & Troll (2001).

24
3.2. Fallas y transectas
Las fallas de las transectas se alojan en sedimentos lacustres (Anexo A1). Las
transectas 1, 2 y 3 se encuentran en la zona de la Andesita Península, mientras que la transecta
4 está cercana a la Riolita Espejos (Figuras 5 y 15). Las transectas 1 y 2 poseen un azimut de
346°, la transecta 3 se orienta en 44° y la transecta 4 en 298° (Figura 15). Éstas contienen
fallas normales, inversas y transcurrentes, sin embargo, no a todas las fallas transcurrentes se
les ha podido identificar su movimiento (dextral o siniestral), por ende, no se han considerado
en los análisis hechos en este trabajo. Por otro lado, dependiendo de los resultados, estas
fallas pueden ser usadas para diferentes interpretaciones.

Figura 15. A. Mapa mostrando la ubicación de las transectas (círculos naranjos) (Modificada de Garibaldi et al., 2020).
B. Diagrama esquemático con las ubicaciones relativas de las transectas y sus largos finales (Lf).

3.3. Determinación de la dirección de máxima elongación


En un principio, la determinación de la dirección de elongación máxima se realizará
usando el método gráfico de Titus et al. (2007). Para este análisis se considerarán dos casos,
el primero es promediar las direcciones de manteo de cada falla (caso no ponderado) y el
segundo es promediar las direcciones de manteo de cada falla ponderada por su

25
desplazamiento (caso ponderado). El principal motivo de hacer ambos análisis es que en el
segundo caso ocurre un efecto al ponderar cada falla por su desplazamiento, y es que pocas
fallas con grandes desplazamientos podrían generar sesgos en la dirección resultante, por
ende, en el segundo caso se utilizará principalmente para la cuantificación de la elongación
unidimensional, y para el caso de la comparación de la dirección de máxima elongación y
los desplazamientos derivados de las mediciones se usarán ambos casos.

3.3.1. Caso no ponderado


Para este caso se calculará la relación entre el desplazamiento horizontal (heave)
aparente de la falla, ℎ𝑎𝑝𝑝𝑖 , en un azimut geográfico dado (𝜆) entre 0° y 180°, y el
desplazamiento horizontal total de la falla, ℎ𝑡𝑜𝑡𝑖 , en la dirección del manteo de la falla (𝛿𝑖 )
(Figura 16). La relación anterior para cada falla 𝑖 puede escribirse como sigue:

ℎ𝑎𝑝𝑝𝑖
cos(𝛿𝑖 − 𝜆) =
ℎ𝑡𝑜𝑡𝑖

Figura 16. a) Modelo esquemático de dos bloques desplazados relativamente debido a una falla normal. b) Vista en planta
de la falla mostrando los diferentes desplazamientos aparentes y total. Basada en Xu et al., 2007.

Matemáticamente, los desplazamientos descritos por un vector a más de 90 grados de


la dirección del manteo toman valores negativos, es decir, la función coseno toma valores
negativos para |𝜃| > 90°. Sin embargo, debido a que se quiere encontrar la dirección de
elongación y no el sentido de desplazamiento, éstos se considerarán positivos en cualquier
dirección, excepto en el rumbo, en donde toma un valor igual a 0, por ende, se usó el valor

26
absoluto para eliminar este efecto. Los valores se promedian para todas las fallas, resultando
en la siguiente función:

∑𝑁
𝑖=1|cos(𝛿𝑖 − 𝜆)|
𝑓(𝜆) =
𝑁

Luego, se graficará esta función para cada transecta, y la dirección de elongación


máxima (𝜆𝑚á𝑥 ) estará dada por el valor en el cual la función alcance su valor máximo en el
intervalo [0°, 180°].

3.3.2. Caso ponderado


Para el caso ponderado se tomarán en cuenta los desplazamientos horizontales en la
dirección del manteo de cada falla, por lo que la función a graficar será:

∑𝑁
𝑖=1 ℎ𝑡𝑜𝑡𝑖 |cos(𝛿𝑖 − 𝜆)|
𝑓(𝜆) =
𝑁

La dirección de elongación máxima, al igual que en el caso anterior, será el valor


máximo de la función.

3.4. Cuantificación de la elongación en una dimensión


Para obtener la elongación unidimensional (𝑒), se calculará el cambio en el largo
acumulado de las fallas (∆𝐿) en la dirección de máxima elongación (𝜆𝑚á𝑥 ), es decir, la suma
de los desplazamientos horizontales de cada falla a lo largo de la traza en la dirección
encontrada mediante el método gráfico, y dado que se sabe el largo final de la traza (𝐿𝑓 ) y
su rumbo (𝜌𝑡 ), se encuentra un largo final para la transecta en la dirección de máxima
elongación (𝐿𝑓 (𝑑𝑖𝑟 𝑚á𝑥 𝑒𝑙𝑜𝑛𝑔) = 𝐿𝑓 cos(𝜆𝑚á𝑥 − 𝜌𝑡 )) (Figura 17), para finalmente
obtener la elongación a partir de la siguiente expresión:

𝑑𝐿 ∆𝐿 ∆𝐿
𝑑𝑒 = →𝑒= =
𝐿0 𝐿0 𝐿𝑓 (𝑑𝑖𝑟 𝑚á𝑥 𝑒𝑙𝑜𝑛𝑔) − ∆𝐿

Cuando se analizan poblaciones de fallas normales generalmente se produce una


subestimación en la elongación total debido a un incompleto muestreo de pequeñas fallas con
desplazamientos no observables (Marret & Allmendinger, 1992). Para corregir esta
subestimación se ocupará el método de Marret & Allmendinger (1992), el cual asume una

27
distribución de fallas de tamaño fractal. De esta manera, la suma de los desplazamientos
horizontales corregida estará dada por la siguiente ecuación:

∆𝐿𝑐𝑜𝑟𝑟 = ∑ ℎ𝑖 + ℎ𝑒
𝑖=1

donde ℎ𝑖 es el desplazamiento horizontal de cada falla en la dirección de máxima elongación,


siendo 𝑖 = 1 la falla con el mayor desplazamiento, 𝑖 = 𝑁 la falla con el menor
desplazamiento y ℎ𝑒 el desplazamiento acumulado de la distribución de fallas de tamaño
fractal.

Figura 17. Esquema de una serie de fallas contenidas en una transecta de largo Lf y su relación con la dirección de máxima
elongación.

Para encontrar el valor de ℎ𝑒 se graficará el logaritmo del desplazamiento de cada


falla versus el logaritmo del número de falla correspondiente. Los valores centrales de la
gráfica describen una tendencia lineal con pendiente −𝐶. El valor de 𝐶 permitirá calcular el
valor de ℎ𝑒 , siguiendo a (Marret & Allmendinger, 1992):

1
𝐶 𝑁 𝐶
ℎ𝑒 = ℎ𝑁 (𝑁 + 1) ( )
1−𝐶 𝑁+1

28
En el caso de que 𝐶 < 1 la expresión por extensión converge. Por otro lado, para un
valor de 𝐶 ≥ 1, significa que la cantidad de extensión contribuida por las fallas pequeñas es
igual o mayor a la contribución por parte de las fallas grandes, es decir ∑𝑁
𝑖=1 ℎ𝑖 ≤ ℎ𝑒 .

Bajo la suposición de que las fallas pequeñas pasan por la transecta y las direcciones
de manteo se encuentran orientadas en la dirección de máxima elongación, la elongación
corregida estará dada por la siguiente ecuación:

∆𝐿𝑐𝑜𝑟𝑟
𝑒𝑐𝑜𝑟𝑟 =
𝐿𝑓 (𝑑𝑖𝑟 𝑚á𝑥 𝑒𝑙𝑜𝑛𝑔) − ∆𝐿𝑐𝑜𝑟𝑟

3.5. Comparación con los desplazamientos y direcciones a partir de InSAR


Para sugerir una relación entre el evento de inflación actual y las fallas normales se
usará el interferograma de Feigl et al., (2014). Debido a que la inflación actual genera
desplazamiento vertical y horizontal, se espera que la deformación observada en las fallas
posea un patrón espacial consistente con la orientación de los vectores de desplazamiento
horizontal de las imágenes InSAR. Para esto se obtendrán los vectores de desplazamiento
determinando la dirección de la recta perpendicular a la recta tangente a un ciclo definido por
los valores de fase observados en la posición de la o las fallas en cuestión (Figura 18). Estos
vectores serán comparados con la dirección de máxima elongación de las fallas.

Adicionalmente, se espera que la cantidad de elongación sea mayor en las zonas más
cercanas al punto de máxima inflación, por ende, los valores obtenidos de la elongación (𝑒)
serán interpretados en términos de la posición con respecto al centro de inflación.

29
Figura 18. Interferograma derivado de imágenes de radar InSAR. Rectas tangente y perpendicular (elongación predicha)
a un ciclo en rosado. Estrella rosa representa la ubicación de una falla cualquiera. Rectas negras representan el manteo y
rumbo de la falla. Modificada de Feigl et al., (2014).

30
4. Resultados
En la transecta 1 hay dos grupos de fallas, uno que integra las fallas con rumbo NW-
SE, principalmente transcurrentes, y otro con un rumbo NE-SW, compuesto de 3 fallas
normales y 4 transcurrentes. El manteo promedio de las fallas de la transecta 1 es de 75°. La
transecta 2 contiene un total de 12 fallas con un manteo promedio de 74°, y también cuenta
con 2 claros grupos: 1) el primer grupo con un rumbo NE-SW, compuesto de 4 fallas
normales y 4 inversas y, 2) un segundo grupo compuesto de 4 fallas, 3 de cinemática normal
y 1 inversa, con un rumbo NW-SE. La tercera transecta está compuesta de 15 fallas, 7
normales, 7 transcurrentes y 1 inversa, todas con un rumbo NW-SE, y manteos elevados
(≥70°, con un promedio de 82°). Finalmente, la cuarta transecta contiene 2 grupos de fallas,
siendo el más representativo en términos de cantidad el grupo con rumbo NE-SW, compuesto
de 9 fallas normales, 2 transcurrentes y 2 inversas. El manteo promedio de las fallas de la
transecta 4 es 68° (Figura 19).

Figura 19. Diagrama esquemático mostrando las ubicaciones relativas, orientaciones y las redes estereográficas de las
transectas.

31
4.1. Dirección de máxima elongación
Un resumen detallado de las direcciones de máxima elongación y cuantificación de
elongación se encuentra en la Tabla 1. La Figura 20 muestra los gráficos usados para el
análisis de las direcciones de máxima elongación.

Figura 20. Método gráfico desarrollado por Titus et al., 2007. A. Curvas de desplazamiento ponderado para las transectas
1, 2 y 3. B. Curva de desplazamiento ponderado para la transecta 4. C. Curvas de desplazamiento no ponderado para todas
las transectas.

32
Tabla 1. Resumen de la información de las transectas.
ΔL dir
Lf dir máx ΔL dip
Dir máx N° de máx Elongación
Transecta elong dir Elongación
elong fallas elong corregida
(mm) (mm)
(mm)
No
Pond
pond
117° 139°
1 ó ó 11349.82 4 1.34 1.65 0.015% -
297° 319°
127° 156°
2 ó ó 4223.74 12 25.64 21.90 0.521% -
307° 337°
046° 046°
3 ó ó 1658.99 8 1.20 1.03 0.062% 0.767%
226° 226°
1+2+3 124° 178°
(Andesita ó ó 17127.92 24 28.17 24.02 0.140% 0.143%
Península) 304° 358°
126° 124°
4 (Riolita
ó ó 15731.86 16 194.53 187.45 1.206% 1.372%
Espejos)
306° 304°
Lf es el largo final de la transecta y ΔL es el cambio acumulado en largo de las fallas, es decir, la suma de todos los
desplazamientos horizontales.

Las curvas, en términos generales, no presentan la característica intrínseca de las


funciones sinusoidales, como se ven en los estudios de Garibaldi et al. (2016) y Titus et al.
(2007). Este efecto puede ser consecuencia de la baja cantidad de fallas usadas en el análisis,
en comparación con los trabajos antes mencionados. Es importante recalcar que los valores
en el eje y para los gráficos del análisis ponderado pueden ser tanto negativos como positivos,
y comprendidos en el intervalo ]−∞, ∞[ (Figura 20.A-B), mientras que estos valores en el
gráfico del análisis no ponderado sólo son positivos y se encuentran estrictamente en el
intervalo ]0,1] (Figura 20.C). Esto se debe a que el análisis ponderado considera la función
coseno, multiplicada por el desplazamiento horizontal de cada falla (ℎ𝑡𝑜𝑡𝑖 ), y el análisis
ponderado se limita al recorrido generado por la función coseno, sin los valores de ℎ𝑡𝑜𝑡𝑖 .

Las diferencias entre las direcciones de máxima elongación ponderada y no


ponderada varían desde 0° para la transecta 3 hasta 29° para la transecta 2. Estas direcciones
poseen una fuerte tendencia NW-SE, evidenciado en las transectas 1, 2 y 4. La dirección de
máxima elongación para la transecta 3 es de 046°, es decir, está orientada NE-SW. Los
resultados de las direcciones de elongación de las transectas 1, 2 y 4 concuerdan con los

33
estudios de Garibaldi et al. (2020) y Peterson et al. (2020). Garibaldi et al. (2020), mediante
un muestreo de fallas en superficie, determinaron una elongación tectónica con orientación
NW-SE. Por otro lado, Peterson et al. (2020), mediante reflexiones sísmicas, encontraron una
serie de fallas normales y transcurrentes con rumbos NE-SW y N-S.

4.2. Elongación
Las elongaciones en todas las transectas son bajas (<1.3%), comparadas con las
cantidades estimadas en otras zonas (Garibaldi et al., 2016; Garnier et al., 2021; Titus et al.,
2007), denotando los pequeños desplazamientos en las fallas muestreadas.

Las cantidades de elongación en las transectas 1, 2 y 3 (Andesita Península) son


bastante bajas, siendo la que posee el valor mayor la transecta 2 (0.521%). Por otro lado, la
transecta 4, ubicada en la zona de la Riolita Espejos, cuenta con una cantidad de elongación
de más del doble que la transecta 2 (1.206%). Las transectas 1, 2 y 3, se juntaron formando
una sola transecta, la cual acumula una elongación del 0.14%, remarcando la diferencia antes
mencionada entre las zonas de la Andesita Península y la Riolita Espejos (Figura 21).

Figura 21. Gráfico de la distribución de la elongación estimada para las diferentes transectas en la Laguna del Maule en
función de la distancia entre la ubicación de la transecta y el centro de máxima inflación.

34
4.3. Elongación corregida
Las elongaciones corregidas con la suposición de una distribución de tamaño fractal
en las poblaciones de fallas usando la ecuación de (Marret & Allmendinger, 1992), pudieron
ser calculadas para las transectas 3 y 4, debido a 2 razones: 1) la transecta número 1, si bien
contiene 16 fallas, sólo 3 son normales, y 2) la transecta número 2 presenta, en su gráfico, un
valor para la constante 𝐶 > 1 (Figuras 21 y 22.A-B). El valor 𝐶 > 1 sugiere que las fallas
pequeñas no muestreadas registran mayor elongación que las muestreadas. Esta
contradicción indica que el número de fallas presentes en la transecta es insuficiente para este
tipo de análisis.

Figura 22. Elongaciones corregidas con el método de Marret & Allmendinger (1992). Los puntos naranjos son las fallas
utilizadas para el cálculo de la pendiente -C. La constante -C es el valor que multiplica a la variable “x” en las ecuaciones.
A) Transecta 1. B) Transecta 2. C) Transecta 3. D) Transecta 4. Notar la cantidad de fallas en cada gráfico para su
representatividad y posterior análisis.

4.4. Comparación con InSAR


La comparación de las direcciones de máxima elongación con la dirección de
elongación predicha por la inflación en las ubicaciones de las transectas se hizo a partir de
uno de los interferogramas presentados por Feigl et al. (2014), el cual abarca un total de 1058
días, en el intervalo desde el 12 de febrero de 2007 hasta el 5 de enero de 2010 (Figuras 18 y
23). Este interferograma es el que abarca un mayor período de tiempo, por ende, presenta la

35
mayor cantidad de ciclos de fase (óvalos de colores en las Figuras 18 y 23). Además, presenta
un centroide relativamente visible y bien definido. Estas razones hacen que éste sea el
interferograma disponible más representativo de la deformación acumulada en LdM. El
hecho de que se elija este interferograma como objeto de comparación no implica que se
sugiera que las fallas hayan podido originarse entre el 2007 y el 2010.

Figura 23. Puntos negros indican la ubicación de las transectas y otras fallas agrupadas en las zonas NE y SE de la laguna.
Las líneas blancas representan las rectas tangentes a los ciclos de fase de la imagen y las rectas ortogonales a las rectas
tangentes, las cuales a su vez representan la elongación predicha. Modificada de Feigl et al. (2014).

Las direcciones de la elongación predichas por el evento de inflación actual poseen


azimuts de 304°, 303°, 310° y 341°, para las transectas 1, 2, 3 y 4, respectivamente (Figuras
23 y 24, Tabla 2). El análisis se realizó también para la transecta total de la Andesita
Península (transectas 1, 2 y 3), ocupando la posición de la transecta 2 para ésta, ya que se
encuentra entre las otras dos. Las elongaciones predichas por la inflación actual se encuentran
todas orientadas hacia el NW.

36
Tabla 2. Resumen de las direcciones de máxima elongación y direcciones predichas de elongación.

Elongación Diferencia entre


N° Dirección de máxima
N° Fallas predicha por dirección de máxima
Transecta elongación
inflación elongación y predicha
No No
Ponderada Ponderada
ponderada ponderada
117° ó 139° ó
1 4 304° 7° 15°
297° 319°
127° ó 156° ó
2 12 303° 4° 33°
307° 336°
046° ó 046° ó
3 8 310° 84° 84°
226° 226°
1+2+3
124° ó 178° ó
(Andesita 24 303° 1° 58°
304° 358°
Península)
4 (Riolita 126° ó 124° ó
16 341° 35° 37°
Espejos) 306° 304°
Las elongaciones predichas por inflación se estimaron como aparece en la Figura 23.

Las variaciones para cada transecta y la elongación predicha producto de la inflación


según su ubicación se encuentran en la Tabla 2. Éstas no difieren mucho entre sí, la mayor
diferencia se encuentra en la transecta 2, la cual alcanza 84° para las direcciones de máxima
elongación ponderada y no ponderada. Las transectas 1 y 2 son las que tienen menos
diferencias con las direcciones de elongación predicha, sobre todo en el caso ponderado. En
el caso de la transecta unida ubicada en la Andesita Península, se alcanza el valor mínimo en
las diferencias de direcciones (1°), aunque en el caso no ponderado este valor asciende a 58°.

37
Figura 24. Gráficos de azimuts de elongaciones estimadas y predichas según tectónica o inflación. A. Gráficos de azimuts
mostrando la comparación entre las direcciones de máxima elongación ponderadas para cada transecta y las direcciones
predichas. B. Gráficos de azimuts mostrando la comparación entre las direcciones de máxima elongación no ponderadas
para cada transecta y las direcciones predichas.

38
5. Discusión
El patrón de deformación en la Laguna del Maule es principalmente extensional, con
componentes transcurrentes, denotado por las fallas analizadas en este trabajo y los estudios
anteriores (Garibaldi et al., 2020; Peterson et al., 2020). Es posible que este patrón sea
consecuencia de la superposición entre actividad tectónica y magmatismo, lo que dificulta
separar el origen de las fallas.

5.1. Comparación entre la deformación existente y la deformación predicha


5.1.1. Direcciones de máxima elongación y cuantificación de strain
Los resultados de las direcciones de máxima elongación ponderadas para las
transectas 1 y 2 son consistentes con la elongación predicha por la inflación actual, con
diferencias de 7º y 4º, respectivamente, mientras que para la transecta 4 hay una variación de
35°, acercándose más a la elongación tectónica determinada por Garibaldi et al. (2020)
(Figura 24). A pesar de esto, las transectas 1 y 2 poseen direcciones bastante cercanas a la
elongación tectónica. La transecta 3 es la que menos concuerda con la elongación predicha
por el evento de inflación actual, alcanzando una diferencia de 84°. Por otro lado, al
considerar las transectas 1, 2 y 3 como una sola transecta, se genera una diferencia de 1° con
la elongación inflacionaria predicha actual (Figura 24).

Para las direcciones de máxima elongación no ponderadas ocurre un efecto diferente.


Si bien la transecta 1 no varía mucho de la elongación predicha por inflación actual, las
transectas 2 y 4 aumentan sus diferencias con los valores predichos por inflación con respecto
a las direcciones ponderadas. La transecta 3, por otro lado, sigue teniendo un valor diferente
del predicho por inflación, y el efecto producido en el primer caso para la combinación de
las transectas 1, 2 y 3 no es visible.

El gráfico de la Figura 21 muestra la relación entre la elongación y la distancia al


centro de inflación. El mayor valor para la elongación se encuentra en la transecta 4, la cual
es la más lejana al centro de inflación (4.05 km). Mientras que el menor valor se encuentra
en la transecta 1. Desde la transecta 1 a la 3, se puede ver un incremento inicial (desde la
transecta 1 a la 2) y un posterior decremento (desde la transecta 2 a la 3), sin considerar las
elongaciones corregidas. Este patrón podría ser indicativo de que las fallas no son originadas
por el evento de inflación. Sin embargo, al considerar las elongaciones corregidas, se puede

39
ver un incremento sostenido desde la transecta 1 a la transecta 3 (Figura 21). Ahora bien, esto
podría no ser una prueba concluyente, debido a que las transectas 1, 2 y 3 se encuentran a no
más de 2,5 km del centro de inflación, y a su vez estando separadas entre sí por menos de 1
km de distancia, mientras que la transecta 4 se encuentra a más de 4 km del centro.
Considerando la elongación presente en la Andesita Península a partir de la combinación de
las transectas 1, 2 y 3, y comparándola con la elongación de la transecta de la Riolita Espejos
(T4), se observa una disminución hacia el centro de inflación, desde 1.206% en Riolita
Espejos a 0.14%. en Andesita Península.

Las direcciones de elongación de las transectas 1, 2 y 4 son consistentes con las


direcciones predichas, ya sea la estimada por Garibaldi et al. (2020) para la actividad
tectónica, o la estimada a partir de InSAR para la inflación. Sin embargo, las magnitudes de
elongación parecen indicar que las fallas no se generaron por el evento de inflación actual,
puesto que no coinciden con la predicción del aumento de la elongación hacia el centro, según
el modelo de Walter & Troll (2001).

5.1.2. Tasas de strain


∆𝐿
Se calcularon las tasas de strain finito (𝑒̇ = 𝐿 ) a partir de las elongaciones
0 ∙∆𝑡

estimadas y usando dos intervalos diferentes; para la tectónica y para el evento de inflación.
El intervalo de tiempo usado para la deformación tectónica (∆𝑡𝑇 ) se asignó en base a
dataciones 40Ar/39Ar realizadas por Singer et al. (2000). Ellos estiman que el retiro glacial
ocurrió hace no más de ~23 ka, por lo que se sugiere que esa es la edad máxima de los
sedimentos lacustres. Para el caso de las tasas de deformación a causa de la inflación se usó
un tiempo (∆𝑡𝐼 ) de 10 años, debido a que los registros de deformación por inflación
comenzaron en el 2007 (aunque la inflación pudo haber comenzado en cualquier momento
del intervalo comprendido entre los años 2004 y 2007; Fournier et al., 2010), y las fallas
fueron medidas el año 2017.

Estudios de deformación tectónica regional mediante mediciones GPS indican tasas


10−7 10−8
de deformación de órdenes de a , siendo el último el que más se repite (Khazaradze
𝑎ñ𝑜 𝑎ñ𝑜

& Klotz, 2003; Klotz et al., 2001; Marotta et al., 2013; Sánchez & Drewes, 2016). Para su
comparación con las fallas se asumió que las tasas de deformación tectónica no han cambiado

40
en el tiempo y que los sedimentos lacustres poseen una edad máxima de ~23 ka (Singer et
al., 2000). Estos valores parecen ser consistentes con las tasas de strain estimadas para las
10−8±1
transectas ( ).
𝑎ñ𝑜

En el caso de las tasas de deformación por inflación, éstas se calcularon usando


desplazamientos de estaciones GPS reportados por Le Mével et al. (2015). Para la zona de
las transectas 1, 2 y 3 (Andesita Península) se utilizó la estación MAU2, y para la zona de la
transecta 4 (Riolita Espejos), la estación LMCI (Figura 26). Para la estimación de la tasa de
strain inflacionaria se consideraron los largos de las transectas como 𝐿0 , los vectores de
velocidad representados en la Figura 26 como ∆𝐿, ajustándolos a un intervalo de 1 año y a la
dirección de máxima elongación (Figuras 26 y 27). Para las transectas 1, 2 y 3 se consideró
el promedio de los largos finales de cada transecta como 𝐿0 . Las tasas de deformación por
inflación actúan como las tasas de deformación predichas por inflación, y resultaron en
10−3
valores del orden de . Para las tasas de strain de las fallas de las transectas, según un
𝑎ñ𝑜

origen inflacionario, se asumió una deformación lineal y un intervalo de 10 años (∆𝑡𝐼 ),


10−4±1
resultando en tasas del orden de .
𝑎ñ𝑜

Se calculó la acumulación de elongación en el tiempo en sedimentos lacustres bajo


acción tectónica e inflacionaria usando la siguiente función:

𝑒(𝑡) = 𝑒̇ ∙ ∆𝑡

siendo 𝑒 la elongación acumulada en el tiempo, 𝑒̇ la tasa de elongación y ∆𝑡 = 𝑡 − 𝑡0


la diferencia entre un tiempo variable 𝑡 y el instante 𝑡0 en el cual comenzó a actuar la
deformación. Las tasas de deformación tectónica provienen de mediciones GPS reportadas
en Khazaradze & Klotz (2003), Marotta et al. (2013) y Sánchez & Drewes (2016). Las tasas
de deformación inflacionaria se estimaron usando los desplazamientos GPS presentados en
Le Mével et al. (2015). Los valores de las tasas de deformación aparecen en la Tabla 3. Los
resultados se presentan también en la Figura 28.

41
Figura 25. Mapa de la Laguna del Maule mostrando el campo de velocidades estimado en sitios GPS permanentes
(círculos) y de campaña (cuadrados) con respecto al sitio GPS continuo MAUL, ubicado fuera de la deformación activa.
Los datos GPS se registraron durante febrero de 2013 y julio de 2014. Círculo azul representa la estación usada para
estimar la elongación inflacionaria en la ubicación de las transectas 1, 2 y 3, mientras que el cuadrado morado representa
la estación que permitió cuantificar la elongación en la ubicación de la transecta 4. Modificada de Le Mével et al. (2015).

Figura 26. Dibujo esquemático de una transecta de largo L0, la cual ha sido elongada una distancia ∆𝐿 según el
desplazamiento de la estación GPS.

42
Tabla 3. Resumen de las tasas de deformación y sus parámetros asociados.

Elongación Tasas de
Deformación Método Tiempo inicial (𝑡0 )
acumulada (𝑒) deformación (𝑒̇ )
Cuantificación de
-23000 años 6.52x10-9
Transecta 1 elongación a partir 1.5x10-4
-10 años 1.5∙x0-5
de fallas
Cuantificación de
-23000 años 2.27x10-7
Transecta 2 elongación a partir 5.21x10-3
-10 años 5.21x10-4
de fallas
Cuantificación de
-23000 años 2.7x10-8
Transecta 3 elongación a partir 6.2x10-4
-10 años 6.2x10-5
de fallas
Cuantificación de
-23000 años 5.24x10-7
Transecta 4 elongación a partir 1.21x10-2
-10 años 1.21x10-3
de fallas
Inflación en la
Cuantificación de
zona de Andesita
elongación a partir 6.41x10-2 -10 años 6.41x10-3
Península (Le
de GPS
Mével et al., 2015)
Inflación en la
Cuantificación de
zona de Riolita
elongación a partir 3.86x10-2 -10 años 3.86x10-3
Espejos (Le Mével
de GPS
et al., 2015)
Tectónica Cuantificación de
(Khazaradze & elongación a partir 6.67x10-4 -23000 años 2.9x10-8
Klotz, 2003) de GPS
Tectónica pre-
Cuantificación de
terremoto 2010
elongación a partir 3.06x10-3 -23000 años 1.33x10-7
(Sánchez &
de GPS
Drewes, 2016)
Tectónica post-
Cuantificación de
terremoto 2010
elongación a partir 6.46x10-4 -23000 años 2.81x10-8
(Sánchez &
de GPS
Drewes, 2016)
Cuantificación de
Tectónica
elongación a partir 3.06x10-4 -23000 años 1.33x10-8
(Marotta, 2013)
de GPS

43
La primera columna (Deformación) indica el tipo de deformación y de donde se extrajo o estimó. Las columnas
correspondientes a las tasas de deformación (𝑒̇ ) y los tiempos iniciales (t0) de las transectas poseen dos valores, cada uno
corresponde a un origen diferente, ya sea inflacionario (-10 años) o tectónico (-23000 años).

Figura 27. Gráficos de elongación acumulada en función del tiempo. A. Gráfico de curvas de elongación asumiendo un
origen tectónico para las transectas. B. Gráfico de curvas de elongación asumiendo un origen inflacionario para las
transectas 1 y 2. C. Gráfico de curvas de elongación asumiendo un origen inflacionario para la transecta 4.

La Figura 28 muestra las curvas de elongación en el tiempo según las tasas de strain
de la Tabla 3. En términos generales, la elongación tectónica acumulada en base a GPS tiende
a valores del orden de entre 10-4 y 10-3. La mayor elongación tectónica es la extraída de
Sánchez & Drewes (2016), la cual se estimó a partir de estaciones GPS entre los años 2000
y 2008, es decir, poco antes del terremoto de 2010 ocurrido en la Región del Maule,
probablemente debido al strain acumulado (Figura 30). Por esta razón, es posible que la

44
elongación acumulada de esa curva sea la máxima. Las transectas 2 y 4 tienen una elongación
acumulada mayor que las elongaciones tectónicas, mientras que la transecta 1 posee una
elongación menor, sin embargo, los resultados de esta transecta no son confiables, pues sólo
posee 4 fallas utilizadas para estimar la elongación. En el caso de la transecta 3, la elongación
acumulada es consistente con la elongación tectónica. Esto sugiere que la elongación
tectónica por sí sola no es capaz de generar la deformación estimada en las transectas 2 y 4.

En cuanto a la deformación inflacionaria estimada, ésta acumula una elongación del


orden de 10-2, mayor a la elongación existente en las transectas. La elongación acumulada en
la zona de la Andesita Península es de más de un orden de magnitud que las elongaciones de
las transectas 1, 2 y 3. Por otro lado, la elongación acumulada en la zona de la Riolita Espejos
(3.86x10-2) es mucho más cercana a la elongación presente en la transecta 4 (1.21x10-2)
(Tabla 3; Figura 28). Estos resultados podrían sugerir una génesis inflacionaria, al menos
para las fallas de la transecta 4. En el caso de la transecta 2, las tasas de deformación sugieren
que las fallas no están acomodando tanta deformación inflacionaria, sin embargo, es probable
que éste no sea el caso, pues las transectas 1, 2 y 3 son las más cercanas al centro de inflación.
Por consiguiente, y asumiendo que el origen de todas las fallas es inflacionario, las
elongaciones estimadas para las transectas 1, 2 y 3 podrían estar subestimadas. En este último
caso, la única transecta confiable sería la número 4.

Se hizo adicionalmente un segundo análisis de las tasas de elongación, el cual


contempla un origen tectónico para las fallas, con una posterior aceleración producto de la
inflación actual. Para ello se consideraron las tasas de elongación tectónica en un comienzo
(en 𝑡 = −23000), y luego se tomaron las tasas tectónicas e inflacionarias en conjunto (en
𝑡 = −10). Matemáticamente esto es igual a definir la siguiente función:

𝑒̇ 𝑇 ∙ (𝑡 − (−23000)), −23000 ≤ 𝑡 ≤ −10


𝑒(𝑡) = {
(𝑒̇ 𝑇 + 𝑒̇𝐼 ) ∙ (𝑡 − (−10)) + 𝑒(−10), −10 < 𝑡 ≤ 0

donde 𝑒̇ 𝑇 es la tasa de elongación tectónica y 𝑒̇𝐼 es la tasa de elongación por inflación.

La Figura 29 muestra las gráficas obtenidas del segundo análisis. En términos


generales las elongaciones acumuladas finales (en 𝑡 = 0) no varían mucho de las estimadas
en el análisis de tasas de strain asumiendo un origen inflacionario (Figuras 28 y 29). Esto se

45
debe a que las tasas de elongación por inflación son mucho mayores (del orden de 10-2) que
las de elongación tectónica (del orden de 10-8 a 10-7), por lo que la elongación tectónica se
vuelve marginal a partir del momento en que comienza a registrarse deformación por
inflación.

Figura 28. Gráficos de elongación acumulada en función del tiempo. A. Gráfico de curvas de elongación asumiendo un
origen tectónico y una posterior aceleración para las transectas 1 y 2. B. Gráfico de curvas de elongación asumiendo un
origen tectónico y una posterior aceleración para la transecta 4. Notar que en t=-10 (año 2007) se produce la aceleración
de la deformación, hasta t=0 (año 2017), año en el cual se midieron las fallas.

Esto quiere decir que la deformación tectónica está siendo enmascarada por la
deformación inflacionaria causada por las altas tasas de desplazamiento vertical y horizontal.
Por lo tanto, según las tasas de deformación, las transecta 1 y 3 poseen un origen tectónico
sin reactivación, mientras que las transectas 2 y 4 poseen un origen tectónico con aceleración
por reactivación inflacionaria.

46
5.2. Origen del fallamiento
Las direcciones de máxima elongación de las transectas sugieren que las fallas de las
transectas 1 y 2 se formaron por la inflación, mientras que las pertenecientes a la transecta 4
se formaron por deformación tectónica y las de la transecta 3 no son consistentes con ninguna
dirección predicha analizada en este trabajo. Por otro lado, la cuantificación de la elongación
y su asociación con el modelo de Walter & Troll (2001), sugieren que las fallas no se
formaron por el evento de inflación actual.

En este escenario, el análisis de las tasas de deformación permite asignar un nuevo


parámetro de comparación. Las tasas de deformación sugieren que la transecta 4 posee un
origen inflacionario, o tectónico con una aceleración por la inflación. Por otro lado, la
transecta 2 se ajusta a los 3 escenarios propuestos, y las transectas 1 y 3 sólo al del origen
tectónico (sin una posterior aceleración por inflación). Finalmente, hay que considerar que la
configuración estructural de la Laguna del Maule está dominada por un sistema de fallas
normales con una orientación de la elongación en la dirección NW-SE, representado también
en las fallas de las transectas 1, 2 y 4 (Figuras 5, 7 y 24).

En conclusión, las transecta 1 y 3 son consistentes con un origen tectónico, mientras


que las transectas 2 y 4 son consistentes con un origen tectónico con aceleración por
inflación. Esto parece indicar que: 1) los sedimentos lacustres han experimentado
deformación tectónica durante los últimos 23000 años, y 2) en cuanto a deformación frágil
se trata, la deformación parece estar acumulándose en la zona de Riolita Espejos, contrario a
la predicción de la distribución de la elongación según el modelo de Walter & Troll (2001).

Se espera que haya deformación por inflación en la zona de Andesita Península


(transectas 1, 2 y 3), sin embargo, esto puede estar acomodándose en grietas o
basculamiento/plegamiento no considerados en este trabajo. Esto podría indicar que los
mecanismos que favorecen la acomodación de deformación a lo largo de LdM varían, y que
el fallamiento asociado a la inflación actual parece estar concentrado en la porción NW de la
laguna (zona de Riolita Espejos).

Finalmente, la hipótesis del trabajo “El desplazamiento horizontal de la corteza es


registrado por fallas presentes en sedimentos lacustres alrededor de la laguna”, es rechazada

47
para las fallas de las transectas 1 y 3, mientras que para las fallas de las transectas 2 y 4 no
es rechazada.

5.3. Limitaciones del trabajo


5.3.1. Cantidad de fallas
La cantidad total de fallas en las transectas son 61, sin embargo, las analizadas en el
trabajo suman 40, menos de la mitad de las ocupadas en los trabajos de Titus et al. (2007) y
Garibaldi et al. (2016). Utilizar un número reducido de fallas resulta en subestimaciones o
sobreestimaciones de la dirección, magnitud y tasas de elongación, dificultando la
interpretación de los resultados. Tampoco se consideró la presencia de grietas en las
transectas, lo que resulta en una subestimación de la elongación.

5.3.2. Efectos sísmicos en las tasas de deformación


Los sismos por subducción pueden tener una gran influencia en las tasas de
deformación (Figura 30). En las Figuras 28.A y 29, observando las curvas tectónicas
mediante GPS de Sánchez & Drewes (2016), correspondientes a las de color rojo y naranjo,
se pueden percibir los cambios en las tasas de strain tectónico a causa del terremoto del 2010
en la zona Centro-Sur de Chile. La deformación tectónica actúa en el largo plazo, lapso en el
cual ocurren numerosos sismos, por ende, esta deformación no es constante. Este hecho
implica que asumir una tasa de deformación tectónica puede ser una simplificación de la
deformación tectónica real.

Figura 29. Campo de strain después (2010-2015, izquierda) y antes (2000-2008, derecha) del terremoto del año 2010 en
la Región del Maule. NZ: Nazca, SA: Sudamérica, PSP: Puna-Sierras Pampeanas, MAU: El Maule, ARU: Araucanía, PTG:
Patagonia. Extraída de Sánchez & Drewes (2016).

48
Cardona et al. (2018) analizaron la sismicidad cortical en el Complejo Volcánico
Laguna del Maule, encontrando una serie de eventos ubicados cercanos a la Falla Troncoso
y otras zonas de la laguna. Estos sismos podrían tener efectos en: 1) las fallas analizadas, y
2) las tasas de deformación tectónica local. Por ende, es posible que se produzcan variaciones
en las elongaciones acumuladas finales debido a la sismicidad local.

5.3.3. Fallamiento en medio isótropo


El fracturamiento de un material requiere la aplicación de esfuerzos diferenciales que
excedan la resistencia de éste. Normalmente, las fracturas poseen una estrecha relación con
los esfuerzos aplicados, encontrándose a ~30° del esfuerzo principal máximo (𝜎1 ), por esta
razón las fallas normales poseen manteos más elevados (~60°) que las fallas inversas (~30°).
Sin embargo, las rocas no son isótropas, y muchas veces se forman fallas a lo largo de
discontinuidades mesoscópicas preexistentes. Estos planos de anisotropía pueden
corresponder a estratificación, laminación, diques, vetillas, y las que tienen mayores
probabilidades a ser activadas como fallas: diaclasas y fallas preexistentes (Fossen, 2016).

En un caso ideal, las fallas debieran orientarse tal y como se sugiere en el marco
teórico y metodología, sin embargo, en la realidad es posible que se produzcan variaciones
en las orientaciones de las fallas. Las fallas analizadas en este trabajo se encuentran en
sedimentos lacustres con estratificación (o laminación) predominantemente subhorizontal.
Las fallas no se orientan en las direcciones de los planos nombrados anteriormente, sin
embargo, no se puede descartar la reactivación de un sistema de fallas producto de la
inflación, es decir, un caso como el de la Figura 29. Esto constituye una limitación, ya que,
cabe la posibilidad de que las fallas se originen por inflación, orientándose (al momento de
su génesis) paralelamente a las fallas tectónicas preexistentes (por ejemplo: falla Troncoso).

49
6. Conclusiones
En este trabajo se analizaron fallas normales e inversas en función de las direcciones
de manteo y sus desplazamientos. Las fallas se encuentran en sedimentos lacustres
Cuaternarios, por lo que, es posible que se pueda determinar de mejor manera su registro
inflacionario y/o tectónico. Los resultados de las direcciones de elongación indican que las
fallas de las transectas 1 y 2 se generaron por la inflación actual, aunque también se ajustan
a la dirección tectónica predicha por Garibaldi et al. (2020), mientras que las de la transecta
4 indican que se generaron por deformación tectónica y las de la transecta 3 no tienen un
origen determinado. Por otro lado, la elongación en general es baja (<1.3%), y ésta se
acumula en la zona de la Riolita Espejos. Esto sugiere que las fallas no poseen relación con
la inflación, puesto que se esperaría que la elongación aumentase en las porciones donde los
desplazamientos verticales y horizontales por inflación son mayores (hacia el centro de
inflación), es decir, en la zona de la Andesita Península, donde se encuentran las transectas
1, 2 y 3. Adicionalmente, se utilizaron las edades de los sedimentos determinadas por Singer
et al. (2000) para estimar las tasas de deformación tectónica, y se supuso que el evento de
inflación comenzó el año 2007, para estimar las tasas de strain inflacionario. Esto permitió
estimar elongaciones acumuladas asumiendo 3 modelos de deformación: 1) puramente
tectónico, 2) puramente inflacionario, y 3) tectónico con aceleración por inflación. La
deformación acumulada en la transecta 4 es mayor a la acumulada estimada por tectónica, y
se ajusta a los modelos puramente inflacionario y tectónico con aceleración por inflación. La
transecta 2 posee una elongación mayor a la esperada por efectos puramente tectónicos y
menor a la estimada por inflación. La elongación acumulada de las fallas de la transecta 3 se
ajusta a la elongación acumulada por deformación tectónica. Finalmente, la transecta 1 posee
una elongación menor incluso a la de la deformación tectónica. Esto sugiere que las fallas de
las transectas 1 y 3 se generaron por elongación tectónica y no han experimentado aceleración
por inflación. Mientras que las transectas 2 y 4 se generaron por deformación tectónica, pero
sus desplazamientos han sido acelerados por el evento de inflación actual. Sin embargo, la
mayor cantidad de elongación se concentra en la transecta 4. Por lo tanto, la Laguna del
Maule podría estar acomodando la deformación por inflación actual de diferente manera en
diversas zonas. La zona de Riolita Espejos parece estar acomodando mediante fallas la

50
deformación, mientras que la zona de Andesita Península está acomodando la deformación
bajo otro mecanismo.

Los resultados de este trabajo son consistentes con los resultados presentados en otras
investigaciones. Garibaldi et al. (2020) sugieren que la mayoría de las fallas ubicadas
alrededor de la laguna y en el cajón Troncoso posee un origen tectónico. Peterson et al. (2020)
mediante reflexiones sísmicas sugieren que las fallas ubicadas bajo la laguna son tectónicas,
y acomodan la deformación entre ciclos de inflación y deflación. Miller et al. (2017)
establecen que la localización de fluidos hidrotermales a lo largo de fallas (en profundidad)
cercanas a un sistema magmático activo sugiere que esas fallas podrían ser el foco de futuras
erupciones. Las fallas superficiales pueden ser una expresión de las fallas profundas del
sistema, capaces de localizar erupciones. Identificar zonas en que la inflación genera o
reactiva fallas en Laguna del Maule es de fundamental relevancia para comprender el riesgo
representado por este sistema, destacando la importancia de estudios como éste.

51
7. Referencias
Acocella, V. (2007). Understanding caldera structure and development: An overview of
analogue models compared to natural calderas. Earth-Science Reviews, 85(3-4), 125-160.

Acocella, V. (2010). Evaluating fracture patterns within a resurgent caldera: Campi Flegrei,
Italy. Bulletin of Volcanology, 72(5), 623-638.

Acocella, V., & Funiciello, R. (1999). The interaction between regional and local tectonics
during resurgent doming: the case of the island of Ischia, Italy. Journal of Volcanology and
Geothermal Research, 88(1-2), 109-123.

Acocella, V., Cifelli, F., & Funiciello, R. (2000). Analogue models of collapse calderas and
resurgent domes. Journal of Volcanology and Geothermal Research, 104(1-4), 81-96.

Acocella, V., Cifelli, F., & Funiciello, R. (2001). The control of overburden thickness on
resurgent domes: insights from analogue models. Journal of Volcanology and Geothermal
Research, 111(1-4), 137-153.

Acocella, V., & Mulugeta, G. (2002). Experiments simulating surface deformation induced
by pluton emplacement. Tectonophysics, 352(3-4), 275-293.

Acocella, V., Funiciello, R., Marotta, E., Orsi, G., & De Vita, S. (2004). The role of
extensional structures on experimental calderas and resurgence. Journal of Volcanology and
Geothermal Research, 129(1-3), 199-217.

Acocella, V., Di Lorenzo, R., Newhall, C., & Scandone, R. (2015). An overview of recent
(1988 to 2014) caldera unrest: Knowledge and perspectives. Reviews of Geophysics, 53(3),
896-955.

Andersen, N. L., Singer, B. S., Jicha, B. R., Beard, B. L., Johnson, C. M., & Licciardi, J. M.
(2017). Pleistocene to Holocene growth of a large upper crustal rhyolitic magma reservoir
beneath the active Laguna del Maule volcanic field, central Chile. Journal of
Petrology, 58(1), 85-114.

Andersen, N. L., Singer, B. S., Costa, F., Fournelle, J., Herrin, J. S., & Fabbro, G. N. (2018).
Petrochronologic perspective on rhyolite volcano unrest at Laguna del Maule, Chile. Earth
and Planetary Science Letters, 493, 57-70.

52
Andersen, N. L., Singer, B. S., & Coble, M. A. (2019). Repeated rhyolite eruption from
heterogeneous hot zones embedded within a cool, shallow magma reservoir. Journal of
Geophysical Research: Solid Earth, 124(3), 2582-2600.

Bai, T., Thurber, C., Lanza, F., Singer, B. S., Bennington, N., Keranen, K., & Cardona, C.
(2020). Teleseismic tomography of the Laguna del Maule volcanic field in Chile. Journal of
Geophysical Research: Solid Earth, 125(8), e2020JB019449.

Barazangi, M., & Isacks, B. L. (1976). Spatial distribution of earthquakes and subduction of
the Nazca plate beneath South America. Geology, 4(11), 686-692.

Brothelande, É., Lénat, J. F., Chaput, M., Gailler, L., Finizola, A., Dumont, S., ... & Garaebiti,
E. (2016). Structure and evolution of an active resurgent dome evidenced by geophysical
investigations: The Yenkahe dome-Yasur volcano system (Siwi caldera, Vanuatu). Journal
of Volcanology and Geothermal Research, 322, 241-262.

Brothelande, E., & Merle, O. (2015). Estimation of magma depth for resurgent domes: An
experimental approach. Earth and Planetary Science Letters, 412, 143-151.

Burns, W. M., Jordan, T. E., Copeland, P., & Kelley, S. A. (2006). The case for extensional
tectonics in the Oligocene-Miocene Southern Andes as recorded in the Cura Mallin basin
(36^ o-38^ oS). SPECIAL PAPERS-GEOLOGICAL SOCIETY OF AMERICA, 407, 163.

Campos, J., Hatzfeld, D., Madariaga, R., Lopez, G., Kausel, E., Zollo, A., ... & Lyon-Caen,
H. (2002). A seismological study of the 1835 seismic gap in south-central Chile. Physics of
the Earth and Planetary Interiors, 132(1-3), 177-195.

Cardona, C., Tassara, A., Gil-Cruz, F., Lara, L., Morales, S., Kohler, P., & Franco, L. (2018).
Crustal seismicity associated to rpid surface uplift at Laguna del Maule Volcanic Complex,
Southern Volcanic Zone of the Andes. Journal of Volcanology and Geothermal
Research, 353, 83-94.

Carr, W. J., Quinlivan, W. D., & Eckel, E. B. (1968). Structure of Timber Mountain resurgent
dome, Nevada Test Site. Nevada Test Site: Geological Society of America Memoir, 110, 99-
108.

53
Cembrano, J., & Lara, L. (2009). The link between volcanism and tectonics in the southern
volcanic zone of the Chilean Andes: a review. Tectonophysics, 471(1-2), 96-113.

Chadwick Jr, W. W., Geist, D. J., Jonsson, S., Poland, M., Johnson, D. J., & Meertens, C. M.
(2006). A volcano bursting at the seams: Inflation, faulting, and eruption at Sierra Negra
volcano, Galapagos. Geology, 34(12), 1025-1028.

Chile. Servicio Nacional de Geología y Minería, Muñoz, J., & Niemeyer, H. (1984). Hoja
Laguna del Maule: regiones del Maule y del BioBio: carta geológica de Chile 1: 250.000.
Servicio Nacional de Geología y Minería.

Cordell, D., Unsworth, M. J., & Díaz, D. (2018). Imaging the Laguna del Maule Volcanic
Field, central Chile using magnetotellurics: Evidence for crustal melt regions laterally-offset
from surface vents and lava flows. Earth and Planetary Science Letters, 488, 168-180.

Corradino, M., Pepe, F., Sacchi, M., Solaro, G., Duarte, H., Ferranti, L., & Zinno, I. (2021).
Resurgent uplift at large calderas and relationship to caldera-forming faults and the magma
reservoir: New insights from the Neapolitan Yellow Tuff caldera (Italy). Journal of
Volcanology and Geothermal Research, 411, 107183.

Crameri, F., Lithgow‐Bertelloni, C. R., & Tackley, P. J. (2017). The dynamical control of
subduction parameters on surface topography. Geochemistry, Geophysics,
Geosystems, 18(4), 1661-1687.

Drake, R. E. (1976). Chronology of Cenozoic igneous and tectonic events in the central
Chilean Andes—Latitudes 35° 30′ to 36° S. Journal of Volcanology and Geothermal
Research, 1(3), 265-284.

Feigl, K. L., Le Mével, H., Tabrez Ali, S., Córdova, L., Andersen, N. L., DeMets, C., &
Singer, B. S. (2014). Rapid uplift in Laguna del Maule volcanic field of the Andean Southern
Volcanic zone (Chile) 2007–2012. Geophysical Journal International, 196(2), 885-901.

Fernández, J., Escayo, J., Hu, Z., Camacho, A. G., Samsonov, S. V., Prieto, J. F., ... &
Ancochea, E. (2021). Detection of volcanic unrest onset in La Palma, Canary Islands,
evolution and implications. Scientific reports, 11(1), 1-15.

54
Folch, A., & Gottsmann, J. (2006). Faults and ground uplift at active calderas. Geological
Society, London, Special Publications, 269(1), 109-120.

Fossen, H. (2016). Structural geology. Cambridge university press.

Fournier, T. J., Pritchard, M. E., & Riddick, S. N. (2010). Duration, magnitude, and
frequency of subaerial volcano deformation events: New results from Latin America using
InSAR and a global synthesis. Geochemistry, Geophysics, Geosystems, 11(1).

Garibaldi, N., Tikoff, B., & Hernández, W. (2016). Neotectonic deformation within an
extensional stepover in El Salvador magmatic arc, Central America: Implication for the
interaction of arc magmatism and deformation. Tectonophysics, 693, 327-339.

Garibaldi, N., Tikoff, B., Peterson, D., Davis, J. R., & Keranen, K. (2020). Statistical
separation of tectonic and inflation-driven components of deformation on silicic reservoirs,
Laguna del Maule volcanic field, Chile. Journal of Volcanology and Geothermal
Research, 389, 106744.

Garnier, B., Tikoff, B., Flores, O., Jicha, B., DeMets, C., Cosenza-Muralles, B., ... &
Hernandez, W. (2021). An integrated structural and GPS study of the Jalpatagua fault,
southeastern Guatemala. Geosphere, 17(1), 201-225.

Global Volcanism Program, 2021. Report on La Palma (Spain) (Crafford, A.E., and Venzke,
E., eds.). Bulletin of the Global Volcanism Network, 46:10. Smithsonian Institution.

Hampel, A., & Hetzel, R. (2008). Slip reversals on active normal faults related to the inflation
and deflation of magma chambers: Numerical modeling with application to the Yellowstone‐
Teton region. Geophysical research letters, 35(7).

Heuret, A., & Lallemand, S. (2005). Plate motions, slab dynamics and back-arc
deformation. Physics of the Earth and Planetary Interiors, 149(1-2), 31-51.

Hickey-Vargas, R., Holbik, S., Tormey, D., Frey, F. A., & Roa, H. M. (2016). Basaltic rocks
from the Andean Southern Volcanic Zone: Insights from the comparison of along-strike and
small-scale geochemical variations and their sources. Lithos, 258, 115-132.

55
Hildreth, W., Godoy, E., Fierstein, J., & Singer, B. (2010). Laguna del Maule Volcanic Field:
Eruptive History of a Quaternary basalt-to-rhyolite distributed volcanic field on the Andean
rangecrest in central Chile. Servicio Nacional de Geología y Minería-Chile.

Holden, L., Cas, R., Fournier, N., & Ailleres, L. (2017). Modelling ground deformation
patterns associated with volcanic processes at the Okataina Volcanic Centre. Journal of
Volcanology and Geothermal Research, 344, 65-78.

Hu, J., & Gurnis, M. (2020). Subduction duration and slab dip. Geochemistry, Geophysics,
Geosystems, 21(4), e2019GC008862.

Jackson, M. D., & Pollard, D. D. (1990). Flexure and faulting of sedimentary host rocks
during growth of igneous domes, Henry Mountains, Utah. Journal of Structural
Geology, 12(2), 185-206.

Jarrard, R. D. (1986). Relations among subduction parameters. Reviews of


Geophysics, 24(2), 217-284.

Khazaradze, G., & Klotz, J. (2003). Short‐and long‐term effects of GPS measured crustal
deformation rates along the south central Andes. Journal of Geophysical Research: Solid
Earth, 108(B6).

Klotz, J., Khazaradze, G., Angermann, D., Reigber, C., Perdomo, R., & Cifuentes, O. (2001).
Earthquake cycle dominates contemporary crustal deformation in Central and Southern
Andes. Earth and Planetary Science Letters, 193(3-4), 437-446.

Klug, J. D., Singer, B. S., Kita, N. T., & Spicuzza, M. J. (2020). Storage and evolution of
Laguna del Maule rhyolites: insight from volatile and trace element contents in melt
inclusions. Journal of Geophysical Research: Solid Earth, 125(8), e2020JB019475.

Kohler, P., 2016. Geología estructural del complejo volcánico Laguna del Maule y su control
sobre la deformación cortical activa, región del Maule, Chile. Memoria para optar al título
de Geólogo, Universidad de Concepción, Facultad de Ciencias Químicas, Departamento de
Ciencias de la Tierra, 225 pp., Concepción.

56
Le Mével, H., Feigl, K. L., Córdova, L., DeMets, C., & Lundgren, P. (2015). Evolution of
unrest at Laguna del Maule volcanic field (Chile) from InSAR and GPS measurements, 2003
to 2014. Geophysical Research Letters, 42(16), 6590-6598.

Le Mével, H., Gregg, P. M., & Feigl, K. L. (2016). Magma injection into a long‐lived
reservoir to explain geodetically measured uplift: Application to the 2007–2014 unrest
episode at Laguna del Maule volcanic field, Chile. Journal of Geophysical Research: Solid
Earth, 121(8), 6092-6108.

Le Mével, H., Córdova, L., Cardona, C., & Feigl, K. L. (2021). Unrest at the Laguna del
Maule volcanic field 2005–2020: renewed acceleration of deformation. Bulletin of
Volcanology, 83(6), 1-9.

Marotta, G. S. A., França, G. S., Monico, J. F. G., Fuck, R. A., & de Araújo Filho, J. O.
(2013). Strain rate of the South American lithospheric plate by SIRGAS-CON geodetic
observations. Journal of South American Earth Sciences, 47, 136-141.

Marrett, R., & Allmendinger, R. W. (1992). Amount of extension on "small" faults: An


example from the Viking graben. Geology, 20(1), 47-50.

Merle, O., Brothelande, E., Lénat, J. F., Bachèlery, P., & Garaébiti, E. (2013). A structural
outline of the Yenkahe volcanic resurgent dome (Tanna Island, Vanuatu Arc, South
Pacific). Journal of volcanology and geothermal research, 268, 64-72.

Miller, C. A., Le Mével, H., Currenti, G., Williams‐Jones, G., & Tikoff, B. (2017).
Microgravity changes at the Laguna del Maule volcanic field: Magma‐induced stress changes
facilitate mass addition. Journal of Geophysical Research: Solid Earth, 122(4), 3179-3196.

Miller, C. A., Williams-Jones, G., Fournier, D., & Witter, J. (2017). 3D gravity inversion and
thermodynamic modelling reveal properties of shallow silicic magma reservoir beneath
Laguna del Maule, Chile. Earth and Planetary Science Letters, 459, 14-27.

Molin, P., Acocella, V., & Funiciello, R. (2003). Structural, seismic and hydrothermal
features at the border of an active intermittent resurgent block: Ischia Island (Italy). Journal
of Volcanology and Geothermal Research, 121(1-2), 65-81.

57
Morley, C. K., Nelson, R. A., Patton, T. L., & Munn, S. G. (1990). Transfer zones in the East
African rift system and their relevance to hydrocarbon exploration in rifts. AAPG
bulletin, 74(8), 1234-1253.

Mouslopoulou, V., Nicol, A., Little, T. A., & Walsh, J. J. (2007). Displacement transfer
between intersecting regional strike-slip and extensional fault systems. Journal of Structural
Geology, 29(1), 100-116.

Muñoz, J., Niemeyer, H., 1984. Hoja Laguna del Maule, Regiones del Maule y Biobío.
Servicio Nacional de Geología y Minería, Carta Geológica de Chile 64, 1:250000. Santiago.

NIEMEYER, H.; MUÑOZ, J. 1983. Hoja Laguna de La Laja, Región del Bío Bío. Serv. Nac.
Geol. Miner., Carta Geol. Chile, No. 57. 52 p.

Niemeyer, H. (2008). Geología estructural. Editorial RIL.

Pankhurst, R. & Hervé, F. (2007). Introduction and overview. En T. Moreno & W. Gibbons
(Eds.), The Geology of Chile (pp. 1-4). Geological Society of London.
https://doi.org/10.1144/GOCH

Peterson, D.E., Keranen, K.M., Garibaldi, N., Lara, L., Tikoff, B., Tassara, A., Thurber, C.H.,
Lanza, F., 2018. Pulsed Magmatic Inflation and Deflation in a Silicic System Facilitated By
Trapdoor Faulting: Laguna del Maule, Chile. AGU Fall Meeting Abstracts.

Peterson, D. E., Garibaldi, N., Keranen, K., Tikoff, B., Miller, C., Lara, L. E., ... & Lanza, F.
(2020). Active normal faulting, diking, and doming above the rapidly inflating Laguna del
Maule volcanic field, Chile, imaged with CHIRP, magnetic, and focal mechanism
data. Journal of Geophysical Research: Solid Earth, 125(8), e2019JB019329.

Ramos, V. A., & Folguera, A. (2009). Andean flat-slab subduction through time. Geological
Society, London, Special Publications, 327(1), 31-54.

Rojas Innocenti, A. I. (2019). Mineralogía de alteración e hidroquímica del sistema


volcánico-hidrotermal Laguna del Maule: implicancias en el riesgo volcánico, alzamiento
superficial y recurso geotérmico.

58
Sánchez, L., & Drewes, H. (2016). Crustal deformation and surface kinematics after the 2010
earthquakes in Latin America. Journal of Geodynamics, 102, 1-23.

SERNAGEOMÍN, 2002. Mapa Geológico de Chile: versión digital. Servicio Nacional de


Geología y Minería, Publicación Geológica Digital, V. 7: 1-20. Santiago.

Singer, B., Hildreth, W., & Vincze, Y. (2000). 40Ar/39Ar evidence for early deglaciation of
the central Chilean Andes. Geophysical Research Letters, 27(11), 1663-1666.

Singer, B. S., Andersen, N. L., Le Mével, H., Feigl, K. L., DeMets, C., Tikoff, B., ... &
Vazquez, J. (2014). Dynamics of a large, restless, rhyolitic magma system at Laguna del
Maule, southern Andes, Chile. GSA today, 24(12), 4-10.

Singer, B. S., Le Mével, H., Licciardi, J. M., Córdova, L., Tikoff, B., Garibaldi, N., ... &
Feigl, K. L. (2018). Geomorphic expression of rapid Holocene silicic magma reservoir
growth beneath Laguna del Maule, Chile. Science advances, 4(6), eaat1513.

Titus, S. J., Housen, B., & Tikoff, B. (2007). A kinematic model for the Rinconada fault
system in central California based on structural analysis of en echelon folds and
paleomagnetism. Journal of Structural Geology, 29(6), 961-982.

Trevino, S. F., Miller, C. A., Tikoff, B., Fournier, D., & Singer, B. S. (2021). Multiple, coeval
silicic magma storage domains beneath the Laguna Del Maule volcanic field inferred from
gravity investigations. Journal of Geophysical Research: Solid Earth, 126(4),
e2020JB020850.

Troll, V. R., Walter, T. R., & Schmincke, H. U. (2002). Cyclic caldera collapse: Piston or
piecemeal subsidence? Field and experimental evidence. Geology, 30(2), 135-138.

Vergara, M., & Munoz, J. (1982). La Formación Cola de Zorro en la Alta cordillera Andina
Chilena (36–39 S), sus caracterısticas petrográficas y petrológicas: Una revisión. Rev. Geol.
Chile, 17, 31-46.

Vilardo, G., Isaia, R., Ventura, G., De Martino, P., & Terranova, C. (2010). InSAR
Permanent Scatterer analysis reveals fault re-activation during inflation and deflation
episodes at Campi Flegrei caldera. Remote Sensing of Environment, 114(10), 2373-2383.

59
Walter, T. R., & Troll, V. R. (2001). Formation of caldera periphery faults: an experimental
study. Bulletin of Volcanology, 63(2), 191-203.

Wespestad, C. E., Thurber, C. H., Andersen, N. L., Singer, B. S., Cardona, C., Zeng, X., ...
& Williams‐Jones, G. (2019). Magma reservoir below Laguna del Maule volcanic field,
Chile, imaged with surface‐wave tomography. Journal of Geophysical Research: Solid
Earth, 124(3), 2858-2872.

Xu, S. S., Velasquillo-Martinez, L. G., Grajales-Nishimura, J. M., Murillo-Muñetón, G., &


Nieto-Samaniego, A. F. (2007). Methods for quantitatively determining fault slip using fault
separation. Journal of Structural Geology, 29(10), 1709-1720.

Zhan, Y., Gregg, P. M., Le Mével, H., Miller, C. A., & Cardona, C. (2019). Integrating
reservoir dynamics, crustal stress, and geophysical observations of the Laguna del Maule
magmatic system by FEM models and data assimilation. Journal of Geophysical Research:
Solid Earth, 124(12), 13547-13562.

60
ANEXOS
Anexo A1. Detalle de las transectas y sus fallas.
Tipo
Posición Dirección Dirección de
N° de falla de Rumbo Manteo htot (mm)
(m) de manteo desplazamiento
falla
Transecta
1
1 0 N 12 69 102 102 1.15
2 6.44 R 117 82 207 117 0.42
3 7.56 T 209 69 299 29 4.61
4 7.64 T 13 69 103 13 5.76
5 8.03 T 234 76 324 54 1.99
6 8.06 T 124 82 214 124 1.41
7 10.38 N 237 88 327 147 0.49
8 11.53 T 305 88 35 125 0.28
9 13.11 T 111 74 201 111 1.43
10 13.18 T 101 81 191 101 0.32
11 13.63 T 271 80 1 91 4.94
12 15.27 T 76 75 166 76 4.29
13 17.3 N 21 83 111 111 0.12
14 17.68 T 329 69 59 149 0.77
15 18.48 T 252 50 342 72 8.39
16 18.58 T 92 72 182 92 0.32

Tipo
Posición Dirección Dirección de
N° de falla de Rumbo Manteo htot (mm)
(m) de manteo desplazamiento
falla
Transecta
2
1 0 R 42 72 132 132 0.32
2 0.05 R 215 66 305 125 0.45
3 0.63 N 22 65 112 112 6.99
4 1.31 N 278 72 8 8 2.27
5 1.38 R 35 70 125 125 0.73
6 1.55 N 48 75 138 138 11.25
7 2.6 R 246 85 336 156 0.17
8 2.66 R 122 74 212 32 0.57
9 3.3 N 318 75 48 48 2.68
10 4.5 N 220 70 310 130 3.28
11 4.55 N 236 80 326 146 0.88
12 5.36 N 298 88 28 28 0.52

61
Tipo
Posición Dirección Dirección de
N° de falla de Rumbo Manteo htot (mm)
(m) de manteo desplazamiento
falla
Transecta
3
1 0 N 131 80 221 41 0.18
2 0.39 N 322 87 52 52 0.05
3 0.5 T 110 81 200 110 0.48
4 0.7 T 280 76 10 100 0.75
5 0.8 R 293 85 23 23 0.26
6 0.1 T 296 80 26 116 1.41
7 0.82 N 281 79 11 11 0.58
8 1.2 T 289 82 19 109 0.28
9 1.3 N 308 84 38 38 0.11
10 1.41 T 324 88 54 144 0.07
11 1.44 N 337 88 67 67 0.03
12 1.47 T 325 85 55 145 0.09
13 1.6 N 326 86 56 56 0.14
14 1.66 N 172 70 262 82 0.36
15 1.67 T 177 72 267 177 0.97

Tipo
Posición Dirección Dirección de
N° de falla de Rumbo Manteo htot (mm)
(m) de manteo desplazamiento
falla
Transecta
4
1 0 T 37 70 127 37 22.57
2 0.3 N 272 84 2 2 3.89
3 0.43 N 85 59 175 175 4.81
4 0.54 N 54 76 144 144 15.46
5 0.75 N 59 58 149 149 1.25
6 1.16 N 230 71 320 140 13.77
7 1.39 N 207 50 297 117 20.98
8 1.5 R 141 62 231 51 15.95
9 2.35 N 335 62 65 65 28.18
10 2.99 N 220 67 310 130 2.97
11 9.33 R 46 55 136 136 59.52
12 9.93 N 36 64 126 126 181.44
13 9.97 R 13 74 103 103 4.01
14 10.27 N 315 82 45 45 10.82
15 12.32 R 154 61 244 64 17.74
16 13.99 N 61 78 151 151 5.31
17 16.02 T 72 75 162 72 5.63
18 16.15 N 70 74 160 160 2.87

62

También podría gustarte