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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior, Ciencia y Tecnología.


Universidad Nacional Experimental de la gran Caracas- Núcleo Francisco de
Miranda
PNF Informática- 30141
Formación Critica IV

Análisis crítico:
Sociedad de la información

Integrante:
Norangel Mendez.
C.I: V- 27.472.654
Profesor:
José Leandro Contreras

Caracas, 21 de marzo del 2022.


Introducción

Martín Becerra, un investigador y profesor universitario de nacionalidad


argentina, se especializa en medios de comunicación, economía de las industrias
culturales y convergencia digital. No obstante, es Dr. en Ciencias de la
Comunicación por la Universidad Autónoma de Barcelona y docente de posgrado
en las universidades nacionales de Quilmes, Buenos Aires y La Plata, FLACSO
(Argentina) y en la Universidad Diego Portales, de Chile.
Es Secretario Académico de la Universidad Nacional de Quilmes desde
octubre de 2003, y fue director de la licenciatura en comunicación social de esa
universidad. Es el autor de publicaciones sobre la Sociedad de la Información,
tema del cual se conversa en este trabajo analítico. Becerra nos advierte en su
opinión que es complicado definir exactamente el concepto de Sociedad de
Información.
Su complejidad se origina en lo contemporáneo y la inmediatez con la que
se actualiza este conjunto de amplios y heterogéneos procesos, aunque se trate
de dar un concepto amplio y válido para todo el conjunto, las sociedades son muy
dispares entre sí, ya que mantienen diferentes relaciones con la tecnología y con
el mismo tratamiento de la información, luego muchas sociedades se quedan al
margen de este basto y complejo concepto de sociedad de la información. Sin más
a que hacer referencia, nos disponemos a analizar de manera crítica, la opinión de
este gran profesor.
Sociedad de la información.

Inmersos en una época reciente, dominada por el hedonismo


personalizado, la comunicación, la inmediatez y la globalización que denominamos
“Sociedad de la Información”, el ciudadano digital, prototipo del individuo de este
período, destaca por su aislamiento social, su alto conocimiento y participación de
las tecnologías de la información, un inquietante nivel de sedentarismo y una
sustitución creciente del mundo natural por el universo virtual.
Según el investigador Martín Becerra nos expresa que conceptualizar la
sociedad de la información es un tanto compleja, sin embargo, se puede referir al
caso delimitado en Sur América, pero es fácilmente sacar ese concepto de otras
regiones, continentes y contextos. Según Manuel Castellans, en su libro “La era de
la información” define que la “sociedad de la información es un estado de
desarrollo social caracterizado por la capacidad de sus miembros (ciudadanos,
empresas y administración pública) para obtener y compartir cualquier
información, instantáneamente, desde cualquier lugar y en la forma que se
prefiera”.
Por otro lado, Julio Linares en su lirbo “Autopistas inteligentes” define a la
sociedad de la información que “se caracterizan por basarse en el conocimiento y
en los esfuerzos por convertir la información en conocimiento. Cuanto mayor es la
cantidad de información generada por una sociedad, mayor es la necesidad de
convertirla en conocimiento. Otra dimensión de tales sociedades es la velocidad
con que tal información se genera, transmite y procesa. En la actualidad, la
información puede obtenerse de manera prácticamente instantánea y, muchas
veces, a partir de la misma fuente que la produce, sin distinción de lugar”.
Lo que quiere decir que, las definiciones propuestas parten de un prisma
muy solidario y democrático del uso, manejo y accesibilidad de la información.
Pero desde un punto de vista político, cada gobierno maneja, dosifica y distribuye
la información a gran escala, luego nunca podremos tener una libertad absoluta, ni
un acceso ilimitado a la información que se manejan. Todo depende de los filtros
entre gobierno y sociedad, para que las sociedades sean realmente sociedades de
la información.
Básicamente es una pirámide informacional, donde se van perdiendo
privilegios sobre el acceso a dicha información, la cual va disminuyendo según los
escalones que bajemos de la cúspide. La información nunca llega al último
peldaño de manera limpia y libre, luego dista mucho de las definiciones que
hemos comentado al principio.
La famosa predicción de los años sesenta, en la que se denominó al mundo
como una aldea global, es hoy una realidad gracias a los medios de comunicación
social y a las telecomunicaciones, que hacen posible la gigantesca eliminación de
distancias y tiempo, haciendo la comunicación inmediata y convirtiendo al planeta
en una inmensa red de comunicaciones veraces.
El ciudadano de hoy, a tenor de los recursos y medios tecnológicos que
dispone para obtener y utilizar la información de los demás, se le denomina
ciudadano digital y parece ser que será el modelo del primer tercio de este siglo.
Sin embargo, no todos los ciudadanos de este mundo son ciudadanos digitales. A
pesar de la globalización, actualmente siguen existiendo grandes desigualdades
sociales, educativas y económicas, por lo que no existen las mismas
oportunidades ni mentalidades en el acceso a la información que la popularización
y masificación de la Tecnología de la Información y Comunicación (TIC)
proporcionan.
A lo que Martín Becerra nos alega que la sociedad de la información trata
de transformaciones socioeconómicas fundamentales en la estructuración de las
sociedades en los países centrales. En medio de estas transformaciones, la
tecnología se ve involucrada, pues la telecomunicación es un medio indispensable
para esta producción.
La era tecnología ha sido un factor importante para el proyecto de
convergencia de soportes, lógicas industriales culturas organizacionales,
mercados y reglamentaciones de las principales industrias relacionadas con la
producción, tratamiento, procesamiento, almacenamiento y distribución de
información.
Existen 5 corrientes o líneas de pensamiento sobre el concepto de sociedad
informacional:
1. Los Postindustrialistas
Una sociedad postindustrial es aquella donde la economía se basa en la
producción de servicios y no en la industria o en la manufactura. Es decir, una
sociedad se puede considerar postindustrial cuando la mayor parte de la riqueza la
aporta el sector terciario (servicios) y cuaternario (investigación y desarrollo).
Asimismo, las actividades del sector primario (actividades extractivas) y
secundario (transformación de materias primas en bienes de consumo) se vuelven
menos relevantes para la economía.
Cabe destacar que las primeras teorías emergen durante los años 50 y se
asientan entre los 60 y 70, se investigaba la estructura económica que
evolucionaba y desplazaba desde el sector servicios hasta la industrialización, los
avances tecnológicos en el sector industrial se ponían de manifiesto. Becerra,
alega de Daniel Bell advertía sobre las limitaciones del modelo de sociedad
postindrustial, por lo tanto, se puede decir que esa prevención que tuvo Bell en su
momento habría que tenerla en cuenta.
Teniendo en cuenta para quién ha sido definido ese modelo. Los teóricos
clásicos del capitalismo también lo habían pensado sólo para una docena de
países, sin embargo, el capitalismo como modelo económico se ha expandido por
todo el mundo. De igual manera, las TICS (tecnologías de la información y la
comunicación) se han expandido por gran cantidad de países desde África a
Sudamérica, a pesar de que el modelo de la sociedad informacional no fue
diseñado con la mira puesta en nuestros países periféricos.
2. El “Estado” en la cuestión
Giscard d´Estaing encomendó en 1976 una “misión de exploración” sobre
los alcances de la informatización de la sociedad y de la progresiva imbricación de
las industrias informática y de telecomunicaciones, dando lugar a un nuevo
término, telemática. Al cabo de dos años el documento La informatización de la
sociedad cuyos autores, Simon Nora y Alain Minc, advertía acerca del carácter
central que el complejo de la microinformática adquiría en esos años en las
naciones avanzadas.
A mediados de la década de 1980, principios de la década de 1990,
comenzaron a surgir una serie de documentos encargados por los gobiernos de
Europa en los Estados Unidos, destacando la importancia de estas nuevas
herramientas. Y a finales del siglo XX, las altas expectativas inspiraron a algunos
del gobierno dirigente sobre la S.I, como el paradigmático informe Bangemann de
la Comisión Europea, pero la burbuja de las noticias empezó a desinflarse en
vísperas de siglo y hoy, las expectativas se revisan con matices más realistas
En el mismo orden de ideas, existen casos más flexibles, como por ejemplo
el caso francés, donde dieron importancia a la participación ciudadana apelando a
sus valores y apoyándose en 3 pilares principales: liberalización, desregulación y
competencia global. Entendiéndose que los estados de los países centrales
promueven estudios prospectivos sobre el cambio en sus estructuras de
desarrollo,
3. Los gurús.
El creciente protagonismo de los Estados en el control del acceso de
información, coincidió en el tiempo con la aparición de “gurús” marcados por su
conocimiento sobre las nuevas tecnologías. Su punto de vista parte de la
evolución tecnológica y de cómo la sociedad cambia por causa o efecto de dicha
evolución. Figuras como Bill Gates abogaban por un capitalismo libre de fricciones
y se erigían como uno de estos gurús. Esta vertiente refiere los grandes cambios
tecnológicos y supone su efecto sobre “una masa presuntamente neutra e
indiferenciada”.
4. Política y comunicación
La cuarta línea de pensamiento sobre la sociedad informacional se refiere al
análisis de las políticas de comunicación y de los actores que las ejecutan. Es
inevitable conocer la dimensión política de la comunicación y la dimensión
comunicativa de lo político, sobre todo, en el contexto de las políticas públicas.
Hechos que ya fueron abordados por autores como Walter Benjamin o
Roland Barthes.
Por tanto, los estudios sobre políticas de comunicación dan un claro
resultado. Dichas políticas están muy ligadas a los modelos de Estado y a las
agendas que estos construyeron. Conceptos como el de “servicio público” cuando
hablamos de productos audiovisuales y el de “servicio universal” que define a las
telecomunicaciones tienen que ser revisadas desde un punto de vista
desregulador y de liberalización de las actividades de información y comunicación.
Lo que deja claro que esta corriente se ocupa del análisis de las políticas de
comunicación y de los actores que las formulan y ponen en práctica. Es más, de
ver lo político de la comunicación y viceversa, enfocándose mucho en las políticas
públicas.
5. La investigación crítica
Siendo la última línea de pensamiento, es la que comparte muchos puntos
con la anteriormente descrita, aunque se centra más la centralidad económica de
los procesos y actividades culturales, de comunicación e información.
Esta escuela es la del análisis a partir de la economía política, “enfatiza la
centralidad económica de los procesos y actividades culturales, comunicacionales
e informacionales”. Esta perspectiva es quizá la más influyente en términos
teórico-críticos, toda vez que construye un análisis estructural del fenómeno.
Es necesario un cambio en el modo de desarrollo, la comunicación es un
recurso infinito, pero que responde a una lógica de intervenciones económicas.
Por tanto, es un instrumento ideal para a bordar el análisis de la sociedad que vive
dentro de estos cambios evolutivos.
Teniendo en cuenta todo lo que Martín Becerra nos alega en su publicación, se
puede observar que intervienen un gran número de actores, desarrollos y
evoluciones que desembocan en una serie de consecuencias sociales, culturales,
políticas y económicas. Las redes son infinitas y por tanto la posibilidad de
diferentes escenarios se multiplica. Escenarios ambiguos donde se comparten y
se filtran recursos y flujos de información.
Se concentran y dispersan, desaparecen o emergen de manera simultánea en
diferentes lugares del mundo, son características que podrían acercarnos al
concepto del Yin y el Yang. Una dualidad donde las fuerzas fundamentales son
opuestas y complementarias, no podría existir la libertad sin control, ni el poder sin
sometimiento.
Conclusión
Inmersos en la Sociedad de la Información, hemos analizado algunas de
sus características más notorias y hemos anotado aquellos elementos que la
caracterizan desde el punto de vista general, educativo y motriz. Coincidimos en
que estamos hablando de un período de gran cambio, por la inmediatez y
profundidad de sus transformaciones, plenamente tangibles en el ciudadano y en
la sociedad de hoy. Las estructuras e instituciones actuales se debaten entre la
adaptación al cambio, la transformación o la desaparición.
Por otra parte, podemos presentar al ciudadano digital, que posee un nivel
de información y de recursos tecnológicos únicos en la historia de la humanidad,
que le permite pertenecer a la generación mejor preparada de nuestra trayectoria,
pero también al hombre más alejado de su propia naturaleza corporal y motriz en
un contexto cada vez más virtual y menos natural.
El homo digitalis se caracteriza por su sedentarismo, promovido en parte
por la revolución informática de carácter audiovisual que facilita esta conducta;
muestra poco entusiasmo por la práctica motriz ya que le agradan más otras
opciones lúdicas más ligadas a los nuevos entretenimientos propios de esta Era;
considera el deporte praxis y otras manifestaciones motrices como simples
opciones del espectro de posibilidades extraescolares; tiende a la elección de
opciones motrices no deportivas en su tiempo libre, eligiendo otros modelos
corporales menos exigentes y normativos pero más divertidos o personalizados;
posee niveles de autoestima motriz bajos o indiferentes y presenta niveles de
capacitación motriz inferiores a los de generaciones anteriores.
La motricidad, elemento común y consustancial de todos los seres humanos
que componen nuestra especie, instrumento vital para el desarrollo total del niño,
laboratorio de experiencias personales, medio de integración social, proceso
necesario para la construcción de la identidad individual y vía de recuperación de
nuestra naturaleza corporal y humana; se debe constituir como un nuevo e
imprescindible humanismo pedagógico de los niños y niñas de nuestra época, que
puede y debe contribuir al proceso de rehumanización del ciudadano digital.
Referencias bibliográficas.

 Entrevista realizada a Martín Becerra por Juan Bussola, (2007) disponible


en línea: https://martinbecerra.wordpress.com/2012/02/08/sociedad-de-la-
informacion-entrevista/
 M, Becerra (2003) La sociedad de la información, PDF facilitado por el
profesor.

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