Está en la página 1de 15

Exp.

: N°
Escrito : Nº 01
Sumilla : DEMANDA DE AMPARO

SEÑOR JUEZ DEL JUZGADO ESPECIALIZADO EN LO CIVIL DE PIURA

FRANKLIN ALFREDO TORRES LOPEZ, identificado con


DNI 02784383, domiciliado en A.H. Consuelo de Velasco Mz.
F Lt. 13, Piura, con domicilio procesal en la Casilla Electrónica
42761, y Casilla Judicial N° 921 de la Central de
Notificaciones de la Corte Superior de Piura; a usted
atentamente decimos:

I.- NOMBRE DE LOS DEMANDADOS Y PETITORIO.-

1. Jacinto Julio Rodríguez Mendoza, Elina Hemilce Chumpitaz Rivera, Isabel


Cristina Torres Vega, Elizabeth Roxana Mac Rae Thays, Juan Chavez
Zapater, en su condición de jueces supremos integrantes de la Primera Sala
de Derecho Constitucional y Social Transitoria de la Corte Suprema de
Justicia de la República, con domicilio en la Avenida Paseo de la República
s/n (sede del Palacio de Justicia), de la ciudad de Lima.

2. La Procuraduría Pública a cargo de los asuntos jurídicos del Poder Judicial,


ubicado en la Av. Petit Thouars Nº 3943 – San Isidro, Lima.

II. PETITORIO.-

Conforme a lo dispuesto por el artículo 200, inciso 2° de la Constitución Política


del Estado y los artículos 2° y 37°, inc. 16 del Código Procesal Constitucional (Ley
N° 28237), interponemos demanda de amparo a fin que se deje sin efecto la
Casación N° 12024-2015 PIURA, expedido por la Primera Sala de Derecho
Constitucional y Social Transitoria de la Corte Suprema mediante la resolución de
fecha 26 de enero del 2017 que declaró fundado el recurso de casación
interpuesto contra la sentencia de vista del 27 de abril del 2015, emitida por la
Sala Laboral Transitoria de la Corte Superior de Justicia de Piura que confirmó la
2

sentencia apelada del 27 de agosto del 2014, que declaró fundada en parte la
demanda interpuesta Franklin Alfredo Torres López, sobre reposición al trabajo,
por despido arbitrario en aplicación del artículo 1 de la Ley 24041; por haberse
vulnerado el derecho constitucional del debido proceso y motivación de
resoluciones consagrados en el artículo 139 inciso 3 y 5; por vulnerar gravemente
nuestro derecho constitucional al Trabajo, a la igualdad de oportunidades sin
discriminación, al carácter irrenunciable de los derechos reconocidos por la
Constitución y la Ley; Interpretación favorable al trabajador sobre el sentido de
una norma y a la adecuada protección contra el despido arbitrario; conforme a las
razones que pasamos a exponer:

III.- FUNDAMENTOS DE HECHO.

A. ANTECEDENTES
1. Demanda Contenciosa Administrativa

PRIMERO.- Mediante escrito de fecha 01 de julio de 2013 Franklin Alfredo Torres


López, presentó una demanda ante el Primer Juzgado Laboral de la Corte
Superior de Piura, (Exp. N° 01583-2013-0-2001-JR-LA-01), a fin que se declare la
Nulidad Total del Oficio N° 307-2013/GRP-480000, y en aplicación de la
jurisprudencia del Tribunal Constitucional y del artículo 1 de la ley 24041, se
ordene la reposición al trabajo como Asistente Administrativo de la Dirección de
Obras de la Gerencia Regional de Infraestructura del Gobierno Regional Piura.

2. Sentencia de Primera Instancia que declara Fundada demanda,


Sentencia de Vista que confirma la demanda.

SEGUNDO.- Mediante la resolución número 09 de fecha 27 de agosto del 2014,


el juzgado expidió sentencia declarando fundada en parte la demanda, dejando
establecido en el considerando 7 de los fundamentos de sus decisión de la
reiterada jurisprudencia del Tribunal Constitucional, fundamento 3 de la STC
Exp. 1815-2004-AA/TC (caso zeballos), donde se ha señalado que para ser
aplicable el beneficio de la ley 24041, necesariamente debe constatarse el
3

cumplimiento de dos requisitos; a) haber realizado labores de naturaleza


permanente y b) tener más de un año ininterrumpido de labores anteriores a la
fecha del supuesto cese.

TERCERO.- Que en el considerando 11 ha señalada que el Tribunal


Constitucional en el Exp. 3508-2004-AA/TC, ha precisado que la interrupción
solo era un formulismo del que se valió la emplazada con el objeto de impedir
que el actor ingrese al ámbito de protección que dispensa la Ley 24041, la misma
que al ser recurrida fue confirmada por la Sala Laboral Transitoria mediante
resolución N° 16, de fecha 27 de abril del 2015, la misma que ésta sustentada en
su fundamento octavo de la sentencia de vista donde se ratifica al fundamento 3
de la STC Exp. 1815-2004-AA/TC (caso zeballos) y en el fundamento Noveno la
Sala Laboral preciso: (…), dicho criterio no es aplicable al Derecho del Empleo
Público, cuando a través del mismo se pretende violar derechos laborales de
rango constitucional como es el derecho al trabajo consagrado en el artículo 22
de la Constitución Política del Estado, en su modalidad de no ser despedido sino
por causa justa”

CUARTO.- Que el mismo Tribunal Constitucional y la Corte Suprema en sus


Diferentes Jurisprudencias, han establecido que si los supuestos cortes laborales
fueron por la parte empleadora, los mismos son con la finalidad de no permitir
pasar el año por lo que consideran que son cortes tendenciosas y declaran
fundadas las demandas y ordenan la reposición de los trabajadores a sus centros
de labores, no habiéndose considerado la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional, las mismas que han sido señaladas precedentemente.

QUINTO.- El precedente constitucional vinculante, creado por el artículo VII del


Título Preliminar del Código Procesal Constitucional es una regla expresamente
establecida como tal por el Tribunal Constitucional, con efectos vinculantes,
obligatorios y generales, en una sentencia que haya adquirido la calidad de cosa
juzgada, dictada al resolver un proceso constitucional en el que ha emitido
pronunciamiento sobre el fondo del asunto; regla que es consecuencia de una
larga secuencia de sentencias en las que el Tribunal Constitucional ha ido
4

perfilando determinado criterio que estima necesario consagrar como obligatorio


y vinculante porque contribuye a una mejor y mayor cautela de los derechos
constitucionales y fortalece su rol de máximo garante de la vigencia efectiva de
los derechos fundamentales, guardián de la supremacía constitucional y supremo
intérprete de la Constitución.

SEXTO.- Premisas para el dictado de un precedente vinculante, el mismo que lo


emitido en la Casación N° 5807-2009-JUNIN, no reúne dichos requisitos por lo
que no es aplicable.

Son dos las principales premisas para el dictado de un precedente constitucional


vinculante por parte del Tribunal Constitucional y que corresponden al rol que le
compete como supremo intérprete de la Constitución, garante de la vigencia
efectiva de los derechos fundamentales y garante de la supremacía normativa de
la Norma Suprema de la República, en armonía con los artículos 200, 201 y
demás pertinentes de la Constitución, y los artículos II, III, IV, V y VI del Título
Preliminar, y demás pertinentes del Código Procesal Constitucional, y los
artículos 1, 2 y demás pertinentes de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional.
Rol que es armónico con los fines esenciales de los procesos constitucionales,
que establece el artículo II del Título Preliminar del citado Código Procesal
Constitucional, el cual a la letra preceptúa: "Son fines esenciales de los procesos
constitucionales garantizar la primacía de la Constitución y la vigencia efectiva de
los derechos constitucionales." Las premisas para el dictado de un precedente
constitucional vinculante se desprenden del concepto de dicho instituto procesal y
de los fines de los procesos constitucionales. Específicamente, si el precedente
se refiere al ejercicio, alcances o cobertura de un derecho fundamental, el
precedente debe imperativamente ser armónico con el fin de garantizar su
vigencia efectiva. Dicho esto, las premisas en mención son las siguientes: a) Que
el precedente sea la consecuencia de una praxis jurisdiccional continuada. De un
camino ya recorrido por el Tribunal Constitucional a través de sus fallos, en el que
haya ido perfilando una regla que considere necesario establecer como de
obligatorio y general cumplimiento en casos similares. Vale decir, el precedente
vinculante nace a raíz de un camino recorrido por el Tribunal Constitucional en el
5

ejercicio de la magistratura constitucional. No es producto de un acto ajeno a la


praxis jurisprudencial, que nazca sin tal condición, como si se tratara de una labor
meramente legislativa, propia del Poder Legislativo, salvo que su objetivo sea
fortalecer el marco de protección de los derechos fundamentales. b) Que el
precedente vinculante tenga invívita una finalidad, acorde con la naturaleza
tuitiva, finalista y garantista de los procesos constitucionales: ampliar y mejorar la
cobertura de los derechos fundamentales y de su pleno y cabal ejercicio. Por
ello, la inspiración del precedente debe responder al rol tuitivo y
reivindicativo del Tribunal Constitucional, tendiente a mejorar los
mecanismos de protección y de garantía de la vigencia efectiva de los
derechos humanos. Por tanto, el motor o la inspiración del precedente no
puede ni debe ser otro que brindar mayor y mejor protección al justiciable
que alega afectación de sus derechos esenciales, sea por amenaza o por
violación. (Voto singular del magistrado Ernesto Blume Fortini en el Exp. N°
06819-2013-PA/TC)

SETIMO.- VULNERACIÓN DEL DERECHO CONSTITUCIONAL AL TRABAJO

La Sala Suprema al emitir dicha Casación está vulnerando flagrantemente un


sinnúmero de derechos constitucionales los mismos que detallo para un mejor
análisis de la presente demanda.

El Tribunal Constitucional ha señalado; «El derecho al trabajo está reconocido por


el artículo 22º de la Constitución. Este Tribunal estima que el contenido esencial
de este derecho constitucional implica dos aspectos. El de acceder a un puesto
de trabajo, por una parte y, por otra, el derecho a no ser despedido sino por
causa justa. Aunque no resulta relevante para resolver la causa, cabe precisar
que, en el primer caso, el derecho al trabajo supone la adopción por parte del
Estado de una política orientada a que la población acceda a un puesto de
trabajo; si bien hay que precisar que la satisfacción de este aspecto de este
derecho constitucional implica un desarrollo progresivo y según las posibilidades
del Estado. El segundo aspecto del derecho es el que resulta relevante para
6

resolver la causa. Se trata del derecho al trabajo entendido como proscripción de


ser despedido salvo por causa justa.» (EXP. 1124-2001-AA/TC, Fundamento 12).

OCTAVO.- A LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES SIN DISCRIMINACIÓN,

Asimismo El Tribunal Constitucional ha establecido “asegura, en lo relativo a los


derechos laborales, la igualdad de oportunidades de acceso al empleo. CENTRO
DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES 22 Tal como se ha precisado
anteriormente, la isonomía entre las personas se manifiesta en dos planos: La
igualdad ante la ley y la igualdad de trato (en este caso aplicable al ámbito de las
actividades laborales). La igualdad ante la ley obliga a que el Estado asuma una
determinada conducta al momento de legislar o de impartir justicia. (...)La
igualdad de oportunidades –en estricto, igualdad de trato– obliga a que la
conducta ya sea del Estado o los particulares, en relación a las actividades
laborales, no genere una diferenciación no razonable y, por ende, arbitraria.»
(Exp.N°008-2005-PI/TC, Fundamento 23).

NOVENO.- EL CARÁCTER IRRENUNCIABLE DE LOS DERECHOS


RECONOCIDOS POR LA CONSTITUCIÓN Y LA LEY;

Respeto a este derecho el Tribunal Constitucional dice; Los derechos


reconocidos por la Constitución y la Ley son de carácter irrenunciables; los
mismos que garantizan un mínimo estándar de protección a los ciudadanos.
Extracto: «(...)regla de no revocabilidad e irrenunciabilidad de los derechos
reconocidos al trabajador por la Constitución y la ley. Al respecto, es preciso
considerar que también tienen la condición de irrenunciables los derechos
reconocidos por los tratados de Derechos Humanos, toda vez que estos
constituyen el estándar mínimo de derechos que los Estados se obligan a
garantizar a sus ciudadanos [Remotti Carbonell, José Carlos: La Corte
Interamericana de Derechos Humanos, Estructura, funcionamiento y
jurisprudencia, Barcelona, Instituto Europeo de Derecho, 2003, p. 18]. En ese
sentido, de conformidad con lo establecido en el artículo V del Título Preliminar
del Código Civil, la renuncia a dichos derechos sería nula y sin efecto legal
7

alguno. Así, conforme se desprende de lo previsto en el inciso 2) del artículo 26º


de la Constitución, la irrenunciabilidad sólo alcanza a aquellos «(...) derechos
reconocidos por la Constitución y la ley».» (Exp.N°008-2005-PI/TC, Fundamento
24)

DECIMO.- INTERPRETACIÓN FAVORABLE AL TRABAJADOR SOBRE EL


SENTIDO DE UNA NORMA

El Tribunal Constitucional ha precisado; En los casos en los que se tenga una


duda sobre la interpretación de una norma, de la que pudiera desprenderse
distintos sentidos, se preferirá la que es más favorable para el trabajador.
Extracto: «(...)traslación de la vieja regla del derecho romano indubio pro reo.
Nuestra Constitución exige la interpretación favorable al trabajador en caso de
duda insalvable sobre el sentido de una norma, vale decir que se acredite que a
pesar de los aportes de las fuentes de interpretación, la norma deviene
indubitablemente en un contenido incierto e indeterminado.

La noción de duda insalvable debe ser entendida como aquella que no puede ser
resuelta por medio de la técnica hermenéutica. El principio indubio pro operario
será aplicable cuando exista un problema de asignación de significado de los
alcances y contenido de una norma. Ergo, nace de un conflicto de interpretación,
mas no de integración normativa. La noción de «norma» abarca a la misma
Constitución, los tratados, leyes, los reglamentos, los convenios colectivos de
trabajo, los contratos de trabajo, etc.» (EXP. 0008-2005-AI/TC, Fundamento 21).

DECIMO PRIMERO.- A LA ADECUADA PROTECCIÓN CONTRA EL DESPIDO


ARBITRARIO;
El Tribunal Constitucional ha señalado; «(...) Debe considerarse que el artículo
27º de la Constitución contiene un «mandato al legislador» para establecer
protección «frente al despido arbitrario». Tres aspectos deben resaltarse de esta
disposición constitucional: a. Se trata de un «mandato al legislador» b. Consagra
un principio de reserva de ley en garantía de la regulación de dicha protección. c.
No determina la forma de protección frente al despido arbitrario, sino que la
8

remite a la ley. Sin embargo, cuando se precisa que ese desarrollo debe ser
«adecuado», se está resaltando - aunque innecesariamente- que esto no debe
afectar el contenido esencial del derecho del trabajador. En efecto, todo
desarrollo legislativo de los derechos constitucionales presupone para su validez
el que se respete su contenido esencial, es decir, que no se desnaturalice el
derecho objeto de desarrollo. Por esta razón, no debe considerarse el citado
artículo 27º como la consagración, en virtud de la propia Constitución, de una
«facultad de despido arbitrario» hacia el empleador. (...)»
(EXP.1124-2001-AA/TC, Fundamento 12)

3. Cuestionamiento de la casación

DECIMO SEGUNDO.- No obstante lo expuesto precedentemente, los jueces


supremos integrantes de la Primera Sala de Derecho Constitucional y Social
Transitoria mediante la ejecutoria suprema de fecha 26 de enero de 2017, que
contiene el recurso de Casación N° 12024-2015 PIURA, declararon Fundado el
recurso de casación bajo el supuesto señalado en los fundamentos Décimo
Cuarto y Décimo Quinto, que señalan;

DECIMO CUARTO; “Ahora bien, con el propósito de computar el tiempo de


servicios requerido para alcanzar la protección contra el despido arbitrario,
se precia que el actor laboro desde el mes de marzo a diciembre del 2011,
es decir por un periodo de 10 meses; luego dejo de laborar durante el mes
de enero del 2012, tal como se desprende de la versión del propio
demandante en el punto 3.2 de su escrito de demanda; siendo nuevamente
contratado a partir de febrero hasta diciembre 2012, acumulando un total de
11 meses en este periodo; finalmente fue contratado en el mes de febrero
del 2013. En este contexto, se verifica que el demandante no supero el año
de labores, debido a que no puede acumularse al primer periodo laborado
los 11 meses siguientes y el mes de febrero del 2013, considerando que ha
diciembre de 2011 aún no había obtenido el derecho a la protección que
otorga el artículo 1° de la Ley 24041, consecuentemente no corresponde
ordenar su reposición”
9

DECIMO QUINTO: “Si bien el precedente judicial recaído en la Casación N°


5857-2009-JUNIN, se ha establecido que las breves interrupciones en los
servicios no mayores de treinta días, son considerados interrupciones
tendenciosas dirigidas a impedir que surta efecto la Ley 24041, debe
precisarse que este criterio resulta solo aplicable cuando se pretenda
despedir al trabajador contratado luego de haber prestado servicios por más
de un año en forma efectiva realizando labores de naturaleza permanente,
este razonamiento se deriva del tenor de sus fundamentos, donde el
accionante contaba con más de tres años de servicios en el citado
precedente; hechos distintos al presente caso, en donde el actor no acredita
haber laborado por un periodo mayor a un año en forma ininterrumpida
como lo exige la Ley en cuestión”

DECIMO TERCERO.- Que la Sala demandada ha vulnerado gravemente la


Constitución Política del Perú tal como está sustentado en los fundamentos
Cuarto al Noveno, por lo que mediante la Acción de Amparo debe suspenderse la
resolución casatoria y que emita nueva sentencia considerando los derechos
constitucionales gravemente afectados, así mismo debe considerar la violación al
debido proceso y a la motivación de resoluciones tal como lo sustentamos a
continuación.
.
DECIMO CUARTO.- El artículo 12 del TUO de la LOPJ, modificado por la Ley N°
28490, referido a la motivación de resoluciones, señala de manera expresa que,
“Todas las resoluciones, con exclusión de las de mero trámite, son
motivadas, bajo responsabilidad, con expresión de los fundamentos en que
se sustentan. Esta disposición alcanza a los órganos jurisdiccionales de
segunda instancia que absuelven el grado, en cuyo caso, la reproducción
de los fundamentos de la resolución recurrida, no constituye motivación
suficiente" (subrayado agregado).

En el presente caso, de la revisión de la resolución cuestionada se desprende


que la Sala emplazada no ha justificado de modo suficiente la decisión de
10

declarar fundado el recurso de casación interpuesto por la demandada.

DECIMO QUINTO.- Como en muchas oportunidades ha tenido ocasión de


señalar el Tribunal Constitucional, la falta de motivación de una resolución y su
evidente arbitrariedad pueden provenir de una indebida o insuficiente valoración y
actuación de los medios probatorios. Cuando ello ocurra, el proceso de amparo
contra resoluciones judiciales es la vía idónea a la que pueden recurrir los
justiciables. Por ello, se considera que “El juez debe efectuar una conexión-
relación lógica entre los hechos narrados por las partes y las pruebas aportadas
por ellas (y actuadas de oficio por el propio juez), estando en el deber de explicar
con sentido, igualmente lógico, cuáles son las razones que le permiten establecer
la correspondiente consecuencia jurídica (fallo de la sentencia); además, deberá
explicar-motivar en su sentencia el grado de convicción que tiene respecto de las
pruebas aportadas por las partes para acreditar los hechos narrados por ellas.

DÉCIMO SEXTO.- En efecto, según el artículo 139°, inciso 5, de la Constitución,


toda resolución que emita una instancia jurisdiccional debe estar debidamente
motivada. Ello significa que debe quedar plenamente establecida a través de sus
considerandos, la ratio decidendi por la que se llega a tal o cual conclusión. Pero
una resolución, como la que se observa en el proceso subyacente, en que no se
ha respetado lo dispuesto por las diferentes jurisprudencias, y además dejado de
valorar los medios probatorios no respeta las garantías de la tutela procesal
efectiva. La debida motivación debe estar presente en toda resolución que se
emita en un proceso. Este derecho implica que cualquier decisión cuente con un
razonamiento que no sea aparente o defectuoso, sino que exponga de manera
clara, lógica y jurídica los fundamentos de hecho y de derecho que la justifican.

Como se ha encargado de recordar el Tribunal Constitucional la exigencia de


motivación de las sentencias judiciales se relaciona directamente con el principio
del Estado democrático de derecho y con la propia legitimidad democrática de la
función jurisdiccional, que, como se sabe, se apoya en el carácter vinculante que
tiene la ley constitucionalmente válida. De ahí que la Constitución requiera al
11

Juez la motivación de sus decisiones, para que la ciudadanía pueda realizar un


control de la actividad jurisdiccional, y para que las partes que intervengan en el
proceso conozcan las razones por las cuales se les concede o deniega la tutela
de un derecho, o un específico interés legítimo.
 
DECIMO SETIMO.- En ese sentido, el derecho a la motivación de las
resoluciones judiciales, “garantiza que los jueces, cualquiera [que] sea la
instancia a la que pertenezcan, deban expresar el proceso mental que los ha
llevado a decidir una controversia, asegurando que el ejercicio de la potestad
de administrar justicia se haga con sujeción a la Constitución y a la ley; pero
también con la finalidad de facilitar un adecuado ejercicio del derecho de defensa
de los justiciables. La Constitución no garantiza una determinada extensión de la
motivación, por lo que su contenido esencial se respeta siempre que exista
fundamentación jurídica, congruencia entre lo pedido y lo resuelto, y [que] por sí
misma exprese una suficiente justificación de la decisión adoptada, aun si
ésta es breve o concisa, o se presenta el supuesto de motivación por
remisión (...)” [STC 1291-2000-AA/TC].

El sentido constitucional de la motivación de resoluciones

DECIMO OCTAVO.- Aunque en reiterada jurisprudencia emitida por el Colegiado


se ha determinado que esta sede no es una suprainstancia casatoria capaz de
enervar el fondo de lo resuelto en los procesos judiciales ordinarios, ello no
significa que se le encuentre vedada toda opción de control. Debe quedar
plenamente establecido que si bien el juzgador constitucional no pueden invadir
el ámbito de lo que es propio y exclusivo del juez ordinario, dicha premisa tiene
como única y obligada excepción la tutela de los derechos fundamentales, pues
es evidente que allí donde el ejercicio de una atribución exclusiva vulnera o
amenaza un derecho reconocido en la Constitución, se franquea, porque el
ordenamiento lo justifica, la posibilidad de reclamar protección especializada, ya
que tal propósito legitima el proceso constitucional dentro del Estado
Constitucional de Derecho.
12

DECIMO NOVENO.- Como ha señalado el Tribunal Constitucional, No se trata,


naturalmente, de que el juez constitucional tenga franquicia para revisar todo lo
resuelto por un juez ordinario, sino específicamente para fiscalizar si alguno de
los derechos procesales con valor constitucional están siendo, o no, vulnerados.
Para proceder de dicha forma existen dos referentes objetivos: la Tutela Judicial
Efectiva y el Debido Proceso, en sus dos dimensiones. Mientras que la Tutela
Judicial Efectiva supone tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia
como la eficacia de lo decidido mediante la sentencia, el derecho al Debido
Proceso comporta la observancia de los principios y reglas esenciales para que el
proceso, en cuanto instrumento de materialización de la justicia, pueda en si
mismo ser considerado auténticamente justo. Este último atributo, como ya se
anticipó, tiene dos dimensiones, una formal y otra sustantiva; en la primera, o
adjetiva, los principios y reglas que la integran tienen que ver con las
formalidades establecidas (juez natural, procedimiento preestablecido, derecho
de defensa, motivación resolutoria, instancia plural, cosa juzgada, etc.), mientras
que la segunda, o material, tiene que ver con los estándares de razonabilidad y
proporcionalidad que toda decisión judicial debe suponer.
 
VIGECIMO.- En aquella hipótesis en que una resolución judicial desconozca o
desnaturalice algunos de los componentes de cualquiera de los derechos
precitados, estaremos sin lugar a dudas ante la eventualidad de un proceso
irregular y es en dicho contexto donde, al margen de la función ejercida y de la
exclusividad sobre ella reconocida, resultará procedente el ejercicio del proceso
constitucional como instrumento de defensa y de corrección. El proceso irregular
o inconstitucional se habrá de corregir mediante el ejercicio del proceso
constitucional, mientras que la simple anomalía o irregularidad sólo lo será
mediante los recursos internos previstos en cada proceso ordinario. Es ese el
límite con el cual ha de operar el juez constitucional y a la vez la garantía de que
no todo reclamo que se hace por infracciones al interior de un proceso, pueda
considerarse un verdadero tema constitucional.

Canon para el control constitucional de las resoluciones judiciales


13

VIGECIMO PRIMERO.- Al respecto, el Tribunal Constitucional en el Exp. N.°


03179-2004-AA/TC. FJ 23, ha precisado que el canon interpretativo que le
permite al Tribunal Constitucional realizar, legítimamente, el control constitucional
de las resoluciones judiciales ordinarias está compuesto, en primer lugar, por un
examen de razonabilidad; en segundo lugar, por el examen de coherencia; y,
finalmente, por el examen de suficiencia.

a) Examen de razonabilidad.- Por el examen de razonabilidad, el


Tribunal Constitucional debe evaluar si la revisión del (...) proceso
judicial ordinario es relevante para determinar si la resolución judicial que
se cuestiona vulnera el derecho fundamental que está siendo
demandado.

b) Examen de coherencia.- El examen de coherencia exige que el


Tribunal Constitucional precise si el acto lesivo del caso concreto se
vincula directamente con (...) la decisión judicial que se impugna (...).

c)      Examen de suficiencia.- Mediante el examen de suficiencia, el Tribunal


Constitucional debe determinar la intensidad del control constitucional
que sea necesaria para llegar a precisar el límite de la revisión [de la
resolución judicial], a fin de cautelar el derecho fundamental
demandado.

III.- MEDIOS PROBATORIOS.

Como prueba ofrezco el mérito de los siguientes documentos:


1. Escrito de demanda de fecha 01/07/2013, presentada por Franklin Alfredo
Torres López sobre reposición a centro de trabajo por despido arbitrario,
ante el Primer Juzgado Laboral de Piura, Exp. N° 01583-2013-0-2001,
2. Resolución N° 01. Auto Admisorio.
3. Resolución N° 03 Auto de Saneamiento y escrito de contestación de
demanda,
14

4. Sentencia resolución Nro. 09, del 27.08.2014, que declara fundada la


demanda.
5. Resolución Número 16, del 27/04/2015, expedida por la Sala Laboal
Transitoria de la Corte Superior de Piura, que confirmó la sentencia de
primera instancia.
6. Resolución de Casación N° 12024-2015 PIURA de fecha 26/01/2017
expedida por la Primera Sala de Derecho Constitucional y Social
Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República, que declaró
fundado el recurso de casación.
POR TANTO:

Sírvase usted señor Juez admitir la presente demanda, y oportunamente


declararla fundada, con expresa condena de costos del proceso.

Primer otrosí digo.- Acompaño copia de los siguientes documentos:

1-A) Copia legible del Documento Nacional de Identidad.


1-B) Escrito de demanda de fecha 01/07/2013, presentada por Franklin Alfredo
Torres López sobre reposición a centro de trabajo por despido arbitrario,
ante el Primer Juzgado Laboral de Piura, Exp. N° 01583-2013-0-2001,
1-C) Resolución N° 01. Auto Admisorio.
1-D) Resolución N° 03 Auto de Saneamiento y escrito de contestación de
demanda,
1-E) Sentencia resolución Nro. 09, del 27.08.2014, que declara fundada la
demanda.
1-F) Resolución Número 16, del 27/04/2015, expedida por la Sala Laboral
Transitoria de la Corte Superior de Piura, que confirmó la sentencia de
primera instancia.
1-G) Resolución de Casación N° 12024-2015 PIURA de fecha 26/01/2017
expedida por la Primera Sala de Derecho Constitucional y Social Transitoria
de la Corte Suprema de Justicia de la República, que declaró fundado el
recurso de casación.

Piura, 08 de mayo de 2017

FRANKLIN ALFREDO TORRES LOPEZ


15

DNI 02784383

También podría gustarte