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Aislar supone impedir que un sonido penetre en un medio o que salga de él. Por
ello, para aislar, se usan tanto materiales absorbentes, como materiales aislantes. Al
incidir la onda acústica sobre un elemento constructivo, una parte de la energía se
refleja, otra se absorbe y otra se transmite al otro lado. El aislamiento que ofrece el
elemento es la diferencia entre la energía incidente y la energía transmitida, es decir,
equivale a la suma de la parte reflejada y la parte absorbida.
Por un lado, la unidad de medida del «ruido» es el decibelio (dB). Es una unidad
relativa, logarítmica y adimensional. Como el dB es una unidad relativa se asigna el
valor de 0 dB al umbral de audición del ser humano. A partir de ahí podemos
encontrar distintos niveles de ruido típicos:
10 dB respiración tranquila
20 dB ambiente de biblioteca
40 dB conversación normal
70 dB aspiradora
90 dB tráfico
100 dB martillo eléctrico
130 dB avión despegando
140 dB umbral del dolor
Por otra parte, así como para aislar térmicamente una vivienda necesitamos
materiales porosos, en general, para disminuir la transmisión de ruido necesitaremos
diferenciar entre aislar y absorber. Para aislar buscaremos materiales densos
mientras que para absorber volveremos a los materiales porosos.
Asimismo, como el ruido puede ser aéreo o de impacto surge otro problema. Si lo
que necesitamos es aislarnos a impactos deberemos buscar un material anti-
vibraciones y «desconectar» los elementos transmisores. No es sencillo.
La reflexión del sonido puede atenuarse también colocando una capa de material
absorbente en los paramentos de los elementos constructivos, aunque estas técnicas
pertenecen más propiamente al ámbito de la acústica. Las soluciones de aislamiento
acústico se diseñan teniendo en consideración los factores masivos, multicapa y de
disipación, entre otras.
No todos los ruidos son iguales, ni todos los espacios que pretenden reducir el
ruido, tanto del interior al exterior como viceversa. Los ruidos aéreos requerirán de un
engrosamiento y sellado de las superficies que reciben esas ondas sonoras.
Dependiendo de la frecuencia estos pueden transmitirse a la estructura, como el
famoso sonido de graves. Los ruidos estructurales requerirán de una amortiguación
que quiebre la conductividad de este, bien sea mediante una viga o una tubería.
El mejor de los materiales masivos es el plomo, con más de 11.000 kg por m3.
Como aislamiento acústico se puede usar en planchas o combinado en láminas
multicapa, donde se presenta como una lámina entre otras dos de material
absorbente (como el poliuretano expandido) de diferentes grosores. También existen
láminas de material bituminoso combinado con fibras textiles.
Las lanas de roca y fibras de vidrio de baja densidad son productos que absorben
el ruido aéreo y atenúan los ruidos por las propiedades de los paneles que los
conforman: alta capacidad de absorción del estruendos y elasticidad. Son resistentes
al fuego e incombustibles, con lo que si entran en contacto con el fuego no producen
gases ni humos tóxicos.
Ambos materiales son muy utilizados, en especial hoy en día la lana de roca. Las
lanas minerales no son inflamables, pero para su colocación hay que protegerse los
ojos, la piel y el sistema respiratorio. La lana de roca gracias a su disposición
multidireccional de fibras tiene también una buena capacidad como aislante acústico.
Además, es incombustible, por lo que no emite gases tóxicos en caso de incendio.
Corcho
.
Espuma de poliuretano
Geotextil
Aislamiento asfáltico
Las planchas asfálticas están recomendadas para la insonorización acústica a
baja frecuencia. Es un material flexible, que absorbe el estruendo y lo amortigua,
también es recomendado para el aislamiento térmico. La instalación de las telas
asfálticas es sencillísima, siempre y en todo momento se colocan de igual manera
independientemente del uso que le queramos entregar. Se pueden colocar de dos
formas:
Fijación mecánica:
Adhesivo:
Al igual que el anterior, está compuesto por dos aislantes, una lámina asfáltica de
alta densidad y lana mineral. Está singularmente indicada su colocación para
tabiques y muros interiores. Se recomiendan su uso entre muros de ladrillos que dan
al exterior (testeras interiores). Garantiza el aislamiento acústico para bajas y medias
frecuencias.
Los modelos de aislantes mixtos combinan los beneficios de los dos aislantes.
Las láminas asfálticas son ideales para aislar el sonido de bajas frecuencias, más en
ocasiones si solamente utilizamos este género de material que solo aísla y no
absorbe, es posible que la acústica de la habitación sea muy mala y el sonido rebote,
por lo que para evitar esto es ideal la lana mineral, en tanto que tiene una alta
capacidad de absorción del sonido, es un material poroso, flexible, de relativa
densidad y celda abierta. Estas características hacen de la lana mineral un material
enormemente absorbente.
Para fijarlo usa el adhesivo o un tipo de fijación adecuado. Con respecto a los
adhesivos, evita aquellos que contengan disolventes.
Los ruidos aéreos tienen una intensidad baja o bien media. Un aislante bien
puesto va a hacer que te olvides de estas molestias.
Los compuestos mixtos. Son las mejores soluciones para todo tipo de ruidos.
Los grosores de los aislantes son diferentes entre sí y hay que tenerlo en
cuenta según el espacio disponible y la capacidad aislante precisa. El
aumento del grosor del aislante no implica mayor aislamiento. Ejemplo: El
doble de grosor no implica el doble de aislamiento.
PERSPECTIVA HISTÓRICA DE LA ACÚSTICA
En los lugares solitarios, las grandes paredes de roca nos devuelven las
palabras, así abofetean colina tras colina y se repite la reverberación. La distribución
de voces se asemeja a una chispa de fuego que a menudo golpea al propio fuego
que la produjo y arde de nuevo. Por lo tanto, el espacio se llena de voces
completamente, todo alrededor bulle y se excita con el sonido.
Todas las imágenes luminosas siguen un camino recto hacia delante una vez
que se producen; aunque ninguno puede verlas si se situad detrás de una pared, en
cambio si que podrá oir las voces a través de ella. Pero aún cuando la voz sea capaz
de superar la pared de una casa y penetrar en el oído, está embotada y confusa, y
nos parece escuchar sonidos en vez de palabras.”
Los (resonantes) hay que se golpean contra los sólidos dando lugar a ecos y
hacen que las palabras se oigan repetidas. ....