presan. un cariño que: no puede demostrarlecJe otro modo a su mujer", ,"lo que suoede es que le tiene iniedo a las" mujeres~'., En ningúnrl1omentos€,.\cllestionael hecho, en sí de la violencia. ·Tales psicólogos,.enredados en sus malabarismos interpretativos, olvidan que ctlando el Hombre Violento vuelve a la casa, la~'pantallaPsobre la que "pro'yecta'r:a su madre, a sus miedos o a sí mismo no e$ de aire ni de goma, eS el cuerpoy la personalidad de un ser hunlano de carne' y ,hueso que se daña,le duele, se .asusta y suele terminar ffillymal.
4.El masoquismo: un mito sádico-''-c,:-;
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Es habituaL que. cuando alguiensufre y tardaen,resol-
ver la situación que. lo pone mal se lo' ~'acuse",dernaso- quista. Más allá de, que el diagnóstico silvestre y desau- torizado es una, agresión y: una falta de respeto ~fruto . de la divulgación indiscriminada y chata de tecnicismos psicológicos- la intención consiste en señalar que, en el fondo, debe gozar con la prolongación del sufrimiento, por esonoleponefin.,De esta manera Se intenta expli- car su iriercia en salir de aquello que resllltaríadesagra- dable. o peligroso.,,:.1\ . ¡:,' r.
.En términos, más ajustadOs,' se denomil1ó ma.soquis-
mo a aquella perversión de la actividad sexual en la cual se obtiene la satisfacción a través de la humillación y del dolor ocasionado de .diversas formas., El· concepto fue generalizado a toda sittlación en la que alguiel1 parece .' busGar :e1rol de víctima, aunque no haya una circunstan~ ' da sexual de por medio. Si no hay signos visibles de la , búsqul1da del placer;psi~ológico por ,esa' vía, se atribuye la int,encióna la esfera inconsciente de la persona. j
A pes~r de que se adjudicÓ este fenómeno a ambos
sexos, quedó prácticamente. consagrado para def~nir la psicología femenina eh general. Las mujeressedan esen~ cialmente \masoquistas .. Se hace entonces referencia al 106