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Todos hemos sentido ansiedad de vez en cuando. Es una emoción normal y forma parte de la
condición humana. Es posible que, justo antes de un examen, por culpa de un problema laboral o
debido a que necesitabas tomar una decisión importante, hayas experimentado sus síntomas.
Esto ocurre porque la ansiedad es una reacción normal de las personas frente a situaciones de
estrés e incertidumbre. El problema surge cuando es demasiado intensa, pues afecta al
funcionamiento en distintas áreas de su vida y se convierte en una fuente de sufrimiento que es
necesario controlar. Por ejemplo: las relaciones sociales y familiares, el trabajo, la escuela.
Entonces se diagnostica el trastorno de ansiedad.
Síntomas
1.- Preocupación excesiva. Para ser considerada una señal de trastorno de ansiedad generalizada,
la preocupación debe estar presente la mayoría de los días por al menos seis meses y ser difícil de
controlar.
2.- Sentimientos de agitación. Desencadenan una serie de efectos en todo el cuerpo, como un
pulso acelerado, palmas sudorosas, manos temblorosas y boca seca los cuales ocurren porque el
cerebro cree que ha percibido un peligro y prepara el cuerpo para reaccionar ante la amenaza. Si
sufres de trastornos de ansiedad, puedes experimentar este tipo de agitación durante largos
períodos de tiempo.
3.- Intranquilidad. Cuando alguien se siente intranquilo, a menudo lo describe como sentirse
“nervioso” o con una “incómoda necesidad de moverse”.
Si bien no todas las personas con ansiedad sufren de intranquilidad, es una de las señales de alerta
que los médicos buscan con frecuencia al hacer un diagnóstico.
4.- Fatiga. La fatiga puede ser una señal de un trastorno de ansiedad si va acompañada de
preocupación excesiva. Sin embargo, también puede indicar otros trastornos de salud. Hay que
tener en cuenta que la fatiga puede provocarse después de un ataque de ansiedad.
5.- Dificultad para concentrarse. La dificultad para concentrarse puede ser una señal de un
trastorno de ansiedad, y es un síntoma que reporta la mayoría de las personas diagnosticadas con
trastorno de ansiedad generalizada. Esto puede ayudar a explicar la disminución dramática en el
desempeño que las personas suelen experimentar durante los períodos de mucha ansiedad.
6.- Irritabilidad. La mayoría de las personas con trastorno de ansiedad generalizada informa
sentirse muy irritable, especialmente cuando su ansiedad está en su etapa más crítica. Dado que la
ansiedad está asociada con una alta agitación y preocupación excesiva, no es sorprendente que la
irritabilidad sea un síntoma común.
7. Músculos tensos. La tensión muscular está fuertemente vinculada a la ansiedad, pero la relación
entre ellas no se comprende del todo. Se ha demostrado que tratar la tensión muscular ayuda a
reducir los síntomas de preocupación.
Un dato interesante es que el tratamiento de la tensión muscular con terapia de relajación
muscular ha demostrado reducir la preocupación en personas con trastorno de ansiedad
generalizada
8.- Dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido. Los problemas de sueño son muy
comunes en personas con ansiedad. Por lo general, tratar la ansiedad también puede ayudar a
mejorar la calidad del sueño. Despertarse en mitad de la noche y tener dificultad al conciliar el
sueño son los dos problemas más comunes.
9.- Ataques de pánico. Los ataques de pánico producen una sensación de miedo intensa y
abrumadora que puede llegar a ser debilitante. Este miedo extremo suele estar acompañado por
ritmo cardíaco rápido, sudoración, temblores, falta de aliento, presión en el pecho, náusea y
miedo a morir o perder el control.
10.- Evitar situaciones sociales. Evitar y tener miedo de situaciones sociales pueden ser una señal
de trastorno de ansiedad social, uno de los trastornos de ansiedad diagnosticado más
frecuentemente.
Esta actitud de distanciamiento a veces puede hacer que las personas con ansiedad social
parezcan presumidas o poco amigables, pero el trastorno se asocia con baja autoestima, alta
autocrítica y depresión.
11.- Temores irracionales. Los miedos irracionales que interrumpen las actividades diarias pueden
ser una señal de una fobia específica. Hay muchos tipos de fobias, pero todas implican conductas
de evitación y sentimientos de miedo extremo.
Los temores exagerados sobre cosas específicas, como las arañas, los espacios cerrados o las
alturas, podrían ser una señal de fobia.
Una fobia se define como ansiedad extrema o miedo a un objeto o situación específica. La
sensación es lo suficientemente intensa como para interferir con tu capacidad de funcionar
normalmente.
La agorafobia es otra fobia que implica temor a por lo menos dos de los siguientes:
uso de transporte público
estar en espacios abiertos
estar en espacios cerrados
hacer una cola (fila) o estar en una multitud
salir de casa solo
El estrés puede ser normal en la vida de toda persona y en bajos niveles es bueno, ya que motiva y
puede ayudar a las personas a ser más productivas. Sin embargo, el exceso es dañino y puede
predisponer a la persona a tener una salud general deficiente, al igual que enfermedades físicas y
psicológicas específicas como infección, enfermedad cardiaca o depresión. Estados emocionales
como aflicción o depresión y las afecciones como la tiroides demasiado activa, bajo nivel de azúcar
en la sangre o un ataque cardíaco también pueden causar estrés.
Formas de tratarla.
La solución más efectiva para un problema de ansiedad o estrés es encontrar su causa y tratarla,
revisando qué situación ocasiona mayor preocupación o tristeza o bien si se piensa en algo
constantemente. También es recomendable revisar el estilo de vida y encontrar formas sanas de
manejar el estrés.
Por ejemplo: dieta equilibrada y saludable; dormir bien; hacer ejercicio regularmente, limitar el
consumo de cafeína y alcohol, no consumir nicotina, cocaína u otras drogas alucinógenas,
aprender y practicar técnicas de relajación o tomar descansos en el trabajo.
Tratamiento farmacológico. Los trastornos de ansiedad, a menudo, son tratados con tratamiento
farmacológico. Los más utilizados son un tipo de antidepresivos que se llaman inhibidores
selectivos de la receptación de la serotonina que tardan unas semanas en hacer efecto. A pesar de
que se llamen "antidepresivos", estos fármacos han sido muy estudiados también en el
tratamiento de los trastornos de ansiedad. Mientras se espera la respuesta del tratamiento con
antidepresivos se puede recomendar la utilización de otra familia de fármacos, las
benzodiacepinas, durante un tiempo muy breve. Cuando se prescriben estos fármacos, se debe
informar a los pacientes de los efectos secundarios, de la duración del tratamiento y de la no
conveniencia de interrumpirlo de forma brusca.
Hay muchas formas naturales de reducir la ansiedad que te ayudarán a sentirte mejor, que
incluyen:
Lleva una dieta saludable: las dietas ricas en vegetales, frutas, carnes de alta calidad, pescado,
nueces y granos enteros pueden reducir el riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad, pero la
dieta sola probablemente no sea suficiente para tratarlos.
Limita el consumo de cafeína: el consumo excesivo de cafeína puede empeorar los sentimientos
de ansiedad en algunas personas, especialmente en aquellas con trastornos de ansiedad.
Abstente del alcohol: los trastornos de ansiedad y el abuso de alcohol están fuertemente
relacionados, por lo que puede ser útil mantenerse alejado de las bebidas alcohólicas.
Deja de fumar: fumar se asocia con un mayor riesgo de desarrollar un trastorno de ansiedad.
Dejar de fumar se asocia con una mejor salud mental.
Haz ejercicio con frecuencia: el ejercicio regular se relaciona con un menor riesgo de desarrollar
un trastorno de ansiedad, pero las investigaciones no han determinado si el ejercicio ayuda a
quienes ya han sido diagnosticados.
Intenta meditar: se ha demostrado que un tipo de terapia basada en la meditación, que se conoce
como reducción del estrés basada en la atención plena, reduce significativamente los síntomas en
personas con trastornos de ansiedad.
Practica yoga: se ha demostrado que practicar yoga con regularidad reduce los síntomas en
personas diagnosticadas con trastornos de ansiedad, pero hacen falta más estudios confiables.