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SERIE RECURSOS HIDROBIOLÓGICOS

Y PESQUEROS CONTINENTALES
DE COLOMBIA

XIV. MORICHALES,
CANANGUCHALES Y
OTROS PALMARES
INUNDABLES DE
SURAMÉRICA
PARTE II:
Colombia, Venezuela, Brasil, Perú,
Bolivia, Paraguay, Uruguay
y Argentina
Homenaje a Gloria Galeano
y Jean-Christophe Pintaud

Carlos A. Lasso, Giuseppe Colonnello


y Mónica Moraes R.
(Editores)
C. Torres
@Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Impresión: JAVEGRAF – Fundación Cultural
Alexander von Humboldt. 2016. Javeriana de Artes Gráficas
Los textos pueden ser citados total o parcialmente
citando la fuente. Impreso en Bogotá, D. C., Colombia, noviembre de
2016 - 1.000 ejemplares.
SERIE EDITORIAL RECURSOS
HIDROBIOLÓGICOS Y PESQUEROS CITACIÓN SUGERIDA
CONTINENTALES DE COLOMBIA Obra completa: Lasso, C. A., G. Colonnello y M.
Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Moraes R. (Editores). 2016. XIV. Morichales, canan-
Alexander von Humboldt (IAvH). guchales y otros palmares inundables de Suramérica.

COMITÉ CIENTÍFICO
Parte II: Colombia, Venezuela, Brasil, Perú, Bolivia,
Editor: Carlos A. Lasso. Paraguay, Uruguay y Argentina. Serie Editorial
Recursos Hidrobiológicos y Pesqueros Continentales
Revisión científica: Jon Paul Rodríguez (Instituto de Colombia. Instituto de Investigación de Recursos
Venezolano de Investigaciones Científicas –IVIC; Biológicos Alexander von Humboldt (IAvH). Bogotá,
Species Survival Commission–SSC–IUCN) y Antonio D. C., Colombia. 573 pp.
Machado-Allison (Universidad Central de Venezuela
–UCV). Capítulos o casos de estudio
Quinteros, Y., F. Roca A. y V. Quinteros. 2016.
• Anabel Rial Bouzas (BioHábitat A. C. Venezuela y consultora independiente)
Revisión de textos: Carlos A. Lasso y Lina M. Ecología, uso y conservación de los aguajales en • Aniello Barbarino (Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias–INIA,
Mesa-S. el Alto Mayo, San Martín. Un estudio sobre las Venezuela)
concentraciones de Mauritia flexuosa en la selva • Antonio Machado-Allison (Universidad Central de Venezuela)
Fotos portada: Ignacio Guani, Claudia Torres, peruana. Capítulo 11. Pp. 264-283. En: Lasso, C. A.,
Fernando Trujillo y Federico Mosquera-Guerra. G. Colonnello y M. Moraes R. (Editores), XIV. Mori-
• Carlos Barreto-Reyes (Fundación Humedales, Colombia)
chales, cananguchales y otros palmares inundables de • Carlos A. Rodríguez Fernández (Fundación Tropenbos, Colombia)
Fotos contraportada: Fernando Trujillo. Suramérica. Parte II: Colombia, Venezuela, Brasil, Perú, • Célio Magalhães (Instituto Nacional de Pesquisas da Amazonia INPA/CPBA, Brasil)
Bolivia, Paraguay, Uruguay y Argentina. Serie Editorial • Donald Taphorn (Universidad Experimental de los Llanos–Unellez, Venezuela)
Foto portada interior: Ivan Mikolji. Recursos Hidrobiológicos y Pesqueros Continentales
de Colombia. Instituto de Investigación de Recursos • Edwin Agudelo-Córdoba (Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas–
Diseño y diagramación: zOOm diseño S.A.S. - Biológicos Alexander von Humboldt (IAvH). Bogotá, Sinchi, Colombia)
Luisa Fernanda Cuervo G. D. C., Colombia. • Fernando Trujillo (Fundación Omacha, Colombia)
• Francisco de Paula Gutiérrez (Universidad Jorge Tadeo Lozano, Colombia)
Morichales, cananguchales y otros palmares inundables de Suramérica. Parte II: Colombia, Venezuela, Brasil, • Germán Galvis Vergara (Universidad Nacional de Colombia)
Perú, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Argentina / editado por Carlos A. Lasso, Giuseppe Colonnello y Mónica Moraes • Hernando Ramírez-Gil (Universidad de los Llanos–Unillanos, Colombia)
R.; Serie Editorial Recursos Hidrobiológicos y Pesqueros Continentales de Colombia, XIV -- Bogotá: Instituto de • Hernán Ortega (Universidad Nacional Mayor de San Marcos–UNMSM, Perú)
Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, 2016.
• Jaime De La Ossa (Universidad de Sucre, Colombia)
573 p.: il., col.; 28 x 22 cms. • John Valbo Jørgensen (Departamento de Pesca y Acuicultura, FAO)
Incluye bibliografía, ilustraciones, índice • Josefa C. Señaris (Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, Venezuela)
ISBN obra impresa: 978-958-8889-90-0
ISBN obra digital: 978-958-8889-91-7 • Luz F. Jiménez-Segura (Universidad de Antioquia, Colombia)
• Mauricio Valderrama Barco (Fundación Humedales, Colombia)
• Myriam Lugo Rugeles (Universidad Nacional de Colombia)
1. Plantas acuáticas 2. Palmas 3. Palmares inundables 4. Fauna silvestre. 5. Plantas acuáticas 6. Humedales 7.
Conservación 8. Amazonia (Bolivia, Brasil, Colombia, Perú, Venezuela) 9. Orinoquia (Colombia, Venezuela) • Ramiro Barriga (Instituto Politécnico de Quito, Ecuador)
10. Pacífico (Colombia) 11. Caribe (Colombia, Venezuela) 12. Magdalena (Colombia) 13. Paraná (Argentina, • Ricardo Restrepo M. (Universidad Santo Tomas de Aquino–USTA, Colombia)
Paraguay, Uruguay) I. Lasso, Carlos A. (Ed.) II. Colonnello, Giuseppe (Ed.) III. Moraes R., Mónica (Ed.) IV.
Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt
• Rosa E. Ajiaco-Martínez (Universidad de los Llanos–Unillanos, Colombia)
• Susana Caballero-Gaitán (Universidad de los Andes, Colombia)
CDD: 581.92 Ed. 23
Número de contribución: 547
Registro en el catálogo Humboldt: 14986

Catalogación en la publicación – Biblioteca Instituto Humboldt – Nohora Alvarado

Responsabilidad. Las denominaciones empleadas y la presentación del material en esta publicación no implican
la expresión de opinión o juicio alguno por parte del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander
von Humboldt. Así mismo, las opiniones expresadas no representan necesariamente las decisiones o políticas del
Instituto, ni la citación de nombres, estadísticas pesqueras o procesos comerciales. Todos los aportes y opiniones
expresadas son responsabilidad de los autores correspondientes.
M. I. Vallejo
TABLA DE CONTENIDO

Presentación 9

Prólogo 11

Prologue 13

Autores y afiliaciones 15

Resumen ejecutivo 21

Executive summary 23

Agradecimientos 25

Homenaje a Gloria Galeano y Jean-Christophe Pintaud 29

1. Introducción 39

PRIMERA PARTE. Mauritia flexuosa en Suramérica: generalidades 44

2. Los palmares de pantano de Mauritia flexuosa en Suramérica: una revisión 45

SEGUNDA PARTE. Mauritia flexuosa en Suramérica: casos de estudio 84

3. Palmas (Arecaceae) de los morichales de Venezuela: composición,


distribución y uso 85

4. Aproximación demográfica de una población de la palma Mauritia flexuosa en
la Amazonia colombiana 109

Mauritia flexuosa en morichal de Tauramena. Foto: F. Castro-Lima 5


XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TABLA DE CONTENIDO

F. Mijares

5. Análisis espacial de los visitantes florales y polinizadores del moriche 133 BRASIL 390
(Mauritia flexuosa: Arecaceae) en Colombia
18. Dinâmica de populações, ecologia e estratégias de dispersão de
6. Aves y mamíferos asociados a ecosistemas de morichal en Venezuela 159 Astrocaryum jauari no rio Negro, Amazônia Central, Brasil 391

7. Caracterización, uso y manejo de la mastofauna asociada a los morichales COLOMBIA 406
de los Llanos Orientales colombianos 191
19. Biología poblacional y reproductiva, usos y manejo de la palma cabeci-
8. Mamíferos medianos y grandes asociados a un cananguchal de la Amazonia negro (Manicaria saccifera) en los bosques inundables del Chocó, Colombia 407
colombiana 221
20. Ecología, uso y manejo de los palmares de Copernicia tectorum en la
9. Floristic diversity of Mauritia flexuosa wetlands in the Brazilian Amazon 241 Depresión Momposina, región Caribe de Colombia 421

10. Los palmares en ecosistemas inundables de la Amazonia peruana: bajo 21. Los naidizales (Euterpe oleracea) del Pacífico colombiano 435
Ucayali y el alto Huallaga 253
PARAGUAY 454
11. Ecología, uso y conservación de los aguajales en el Alto Mayo, San Martín.
Un estudio sobre las concentraciones de Mauritia flexuosa en la selva peruana 265 22. Estructura, composición florística, ecología, distribución y estado de
conservación de los palmares de Copernicia alba en el Paraguay 455
12. Puente Anaconda sobre el aguajal Inkaterra: un manejo ecoturístico
sostenible de humedales amazónicos en Perú 285 URUGUAY 470

TERCERA PARTE. Otros palmares inundables de Suramérica: casos de 23. Palmares de Butia odorata en los Bañados del Este de Uruguay 471
estudio 298
VENEZUELA 488
ARGENTINA 298
24. Humedales del Caño La Pica, estado Apure, Venezuela: estructura y
13. Palmares de Copernicia alba en la cuenca inundable del Chaco argentino 299 composición florística de las comunidades de Mauritiella aculeata
(Arecaceae), con consideraciones del entorno biofísico 489
14. ¿Es posible recuperar los palmares de Butia paraguayensis en el nordeste
argentino? 319 25. Comunidades con Roystonea oleracea de Venezuela: aspectos fitogeográ-
ficos y principales componentes florísticos 517
BOLIVIA 332
26. Conservación de las comunidades con Roystonea oleracea
15. Palmares asociados a los llanos inundados en Bolivia: ecorregiones de (palma “chaguaramo” o “mapora”) en Venezuela 547
Heath, Moxos, Pantanal y Chaco 333
CUARTA PARTE. Conservación de los morichales, cananguchales y
16. Vertebrados de Espíritu, Llanos de Moxos: un palmar estacionalmente otros palmares inundables de Suramérica 570
inundable de Bolivia 347
27. Conclusiones y recomendaciones para la conservación 571
17. Palmeras utilizadas en tierras bajas de Bolivia: casos de estudio 373

6 7
F. Mijares
PRESENTACIÓN

Antes de finalizar la impresión del primer Internacional de Palmas (World Palm


volumen sobre los “Morichales y canan- Symposium), realizado en Montenegro
guchales de la Orinoquia y Amazonia: (Quindío, Colombia) del 22 al 26 de junio
Colombia – Venezuela” en 2013, varios de 2015.
investigadores interesados en el tema
nos solicitaron una nueva edición o un Este segundo libro considera entonces
segundo número de la Serie que inclu- además del morichal, a otros palmares
yeran nuevas o algunas investigaciones suramericanos, con especies adaptadas a
anteriores sobre morichales y canangu- regímenes de carácter estacional a perma-
chales, que no quedaron recogidas en nentemente inundados. En él participaron
el primer número. De la misma forma 66 investigadores independientes y/o
surgió, casi que de manera inmediata, la asociados a 15 universidades, 14 organiza-
necesidad de complementar estos estudios ciones gubernamentales incluyendo insti-
con otras especies adicionales al moriche tutos de investigación de carácter oficial
o canangucho (Mauritia flexuosa), inclu- y siete ONG de diez países: Alemania,
yendo también otros palmares inundables Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia,
no solo de Colombia y Venezuela, sino del Ecuador, Francia, Paraguay, Perú, Suiza
resto de Suramérica. Es así, que nace esta y Venezuela. Por todo ello, es un honor y
nueva obra “Morichales, cananguchales gran alegría para el Instituto Humboldt,
y otros palmares inundables de Sura- haber contado con una participación tan
mérica. Parte II: Colombia, Venezuela, amplia y diversa.
Brasil, Perú, Bolivia, Paraguay, Uruguay
y Argentina”, cuya idea terminó de coger El libro está dividido en cuatro partes. En la
forma durante la realización del Simposio primera sección se incluye un análisis muy

Flor de Mauritia flexuosa en cananguchal San Martín de Amacayacu. Foto: M. F. González 9


F. Castro-Lima
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

PRESENTACIÓN

completo sobre el estado del conocimiento, recomendaciones para la conservación de


uso y conservación de Mauritia flexuosa en los palmares inundables en Suramérica.
Suramérica. En la segunda parte se consi-
deran varios casos de estudio (11) sobre Esta nueva publicación representa el
comunidades de plantas asociadas, demo- número XIV de la Serie de Recursos Hidro-
grafía, polinizadores, aves y mamíferos biológicos y Pesqueros Continentales de
relacionados, así como temas de manejo Colombia, cuyo ámbito de investigación
y ecoturismo en palmares de Mauritia está abierto cada vez más a otros países
flexuosa. La tercera sección incluye aportes
de varios países sobre otros palmares,
principalmente de Astrocaryum jauari,
del Neotrópico con los cuales compar-
timos esta rica y variada diversidad de
especies de palmas y ecosistemas acuá-
PRÓLOGO
Butia odorata, B. paraguayensis, Coper- ticos asociados.
nicia alba, C. tectorum, Euterpe oleracea,
Manicaria saccifera, Mauritiella aculeata Finalmente, no podemos terminar esta Las elevadas precipitaciones presentes en de los bienes y servicios que proveen los
y Roystonea oleracea. También se aporta presentación sin rendir un homenaje la mayor parte de América del Sur explican humedales. Estos sistemas acuáticos en
información de 25 especies adicionales de póstumo a dos grandes investigadores la existencia de grandes humedales, los general y los pantanos de palmas en parti-
palmas, incluyendo los usos, dinámica de que estuvieron involucrados en esta publi- cuales representan alrededor del 20% del cular, están amenazados seriamente por
poblaciones, biología reproductiva, florís- cación y cuya obra perdurará por mucho subcontinente. Estos humedales muestran las actividades humanas como la agroin-
tica de humedales asociados y conserva- tiempo. Nos referimos a Gloria Galeano una diversidad impresionante en relación dustria, minería, construcción de infraes-
ción, entre otros aspectos. Por último, en y Jean-Cristophe Pintaud. A ellos y sus a las condiciones hidrológicas y la cober- tructura y la contaminación.
la cuarta parte se dan las conclusiones y familias está dedicado este libro. tura vegetal presente. Muchos humedales
en las tierras bajas tropicales y subtro- Existen muchos esfuerzos para delimitar
picales están dominados por diferentes y clasificar los diferentes tipos de hume-
especies de palmas o palmeras, cuyos dales. Recientemente, los científicos
Hernando García frutos proporcionan recursos alimenticios brasileños propusieron una clasifica-
Director General (E) y Subdirector de valiosos para muchos animales y el ser ción jerárquica en la que los parámetros
Investigaciones humano. Otros beneficios importantes de hidrológicos desempeñan un papel clave,
estos humedales para el medio ambiente seguido por los parámetros químicos -si
Carlos A. Lasso incluyen la retención de agua en el paisaje, están disponibles- y finalmente, por la
Editor Serie Recursos Hidrobiológicos y regulación de descargas e inundaciones cobertura vegetal de las plantas supe-
Pesqueros Continentales de Colombia, en los sistemas de ríos interconectados, riores. Este enfoque, que también es
Instituto de Investigación de Recursos recarga del agua en el nivel freático, aplicado por los científicos colombianos,
Biológicos Alexander von Humboldt limpieza de aguas superficiales, retención clasifica a los palmares inundables como
y filtro de contaminantes, mantenimiento macrohábitats, de acuerdo con las especies
de la biodiversidad y, en condiciones hidro- de palma dominantes. Así por ejemplo, el
lógicas específicas, el almacenamiento del morichal en Colombia y Venezuela o el
carbono. buritizal como es conocido en Brasil, es
un pantano de palma dominado por el
Muchos humedales tropicales están moriche (Mauritia flexuosa), mientras que
sujetos a fluctuaciones del nivel del agua un carandazal, es un humedal dominado
que conducen a diferencias en el área por otra palma acuática (Copernicia alba).
durante el ciclo hidrológico. Esto difi-
culta la delimitación de los mismos y crea El presente libro proporciona los deta-
conflictos de intereses entre los usuarios lles requeridos sobre las condiciones

10 11
J. A. Grassía
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

PRÓLOGO

ambientales en los diferentes pantanos específicas. El hombre interfiere cada vez


o palmares inundables, y las especies de más en el ciclo hidrológico, a veces con
plantas y animales asociados con ellos. efectos positivos, pero más a menudo
También muestra que hay diferencias con consecuencias negativas para estos
regionales considerables con respecto a las humedales. Además, el cambio climá-
especies vegetales y animales asociadas tico mundial afectará seriamente el ciclo
con un pantano dominado por una misma hidrológico. En las zonas costeras, el
especie de palmera, es decir, un morichal aumento del nivel del mar modificará no
en una región determinada puede ser muy
diferente de un morichal en otra región.
Para los esfuerzos de clasificación, esto
sólo la hidrología de muchos humedales,
sino también la salinidad. Estos pequeños
cambios en las condiciones hidrológicas
PROLOGUE
requiere de una diferenciación regional, y la salinidad, pueden tener a largo plazo
pero también tiene consecuencias de gran fuertes impactos sobre la extensión de los
alcance para la protección y el manejo del palmares inundables y la composición de High rainfall in most parts of South There have been many efforts to delimi-
medio ambiente: la gran diversidad intra- la flora y fauna asociadas. America accounts for the presence of large tate and classify the different wetland
específica de los diferentes palmares inun- wetlands, which make up about 20% of types. Recently, Brazilian scientists
dables requerirá la protección de muchas El presente libro ofrece una excelente reco- the subcontinent. These wetlands show an proposed a hierarchical classification in
áreas en varias regiones distintas para pilación de datos que servirán como base impressive diversity with respect to hydro- which hydrological parameters play a key
mantener la diversidad de macrohábitats para el análisis de los próximos cambios, logical conditions and vegetation cover. role, followed by chemical parameters, if
y especies. los cuales a menudo, requieren de décadas Many wetlands in the tropical and subtro- available, and finally by vegetation cover
para ser detectados. Como es caracterís- pical lowlands are dominated by different of higher plants. This approach, which
Otro aspecto crucial es la relación entre tico de un buen libro científico, contesta palm species. Their fruits provide valuable is also applied by Colombian scientists,
los pantanos o palmares inundables y la muchas preguntas, pero también formula food resources for many animals and men. gives palm swamps the status of macro-
hidrología. Todas las especies de palmas nuevas e importantes interrogantes que se Other important benefits for the environ- habitats, according to the dominant palm
requieren de condiciones hidrológicas abordarán en el futuro. ment are water retention in the landscape, species present, e.g. morichal o buritizal,
discharge regulation in connected streams in Moriche Palm swamps dominated by
and rivers, recharge of ground water table, Mauritia flexuosa , or carandazal, in palm
Wolfgang J. Junk cleaning of surface water, retention of swamps dominated by the Wax Palm,
Coordinador Científico del Instituto pollutants, maintenance of biodiversity, Copernicia alba.
Nacional de Humedales (INCT-INAU), and, under specific hydrological condi-
Universidad Federal de Mato Grosso tions, long term carbon storage. The present book provides much needed
(UFMT), Cuiabá, Brazil details about the environmental condi-
Many tropical wetlands are subjected tions in the different palm swamps and
to water level fluctuations which lead to the plant and animal species associated
changes in the wetland area during the with them. It also shows that there are
hydrological cycle. This makes wetland considerable regional differences with
delimitation difficult and creates conflicts respect to plant and animal species asso-
of interests among different stake holder ciated with a swamp, dominated by the
groups. Wetlands in general, and also same palm species. That means, a buritizal
palm swamps are seriously endangered by in one region can be quite different from
human activities, such as agroindustry, a buritizal in another. For classification
mining, infrastructure building, reservoir efforts, this requires a regional differen-
construction and pollution. tiation. But it also has far reaching conse-
quences for environmental protection and

12 13
M. F. González
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

PROLOGUE

management: the large intraspecific diver- In coastal areas, the rise in sea-level will
sity of specific palm swamps will require modify not only the hydrology of many
the protection of many areas in different wetlands, but also the salinity. Small
regions to maintain macrohabitat and changes in hydrological conditions and
species diversity. salinity may have, in the long run, strong
impacts on the extent of the palm swamps
Another crucial aspect is the relationship and the composition of the associated
between palm swamps and hydrology. All flora and fauna. The present book provides
palm species require specific hydrological
conditions. Man interferes increasingly
with the hydrological cycle, sometimes
an excellent data collection baseline for
the analysis of coming changes, which
often require decades to be detected. As
AUTORES Y AFILIACIONES
with positive, but more often with nega- is characteristic of a good scientific book:
tive consequences for the palm swamps. it answers many questions, but it also
Furthermore, the change in global climate formulates important new ones, to be
will seriously affect the hydrological cycle. tackled in the future. Arbórea Consultores Ambientales, José S. Purisaca Puicón
C. A. Caracas, Venezuela jpurisaca@inkaterra-asociacion.org

Wolfgang J. Junk Wílmer Becerra Fundación La Salle de Ciencias


Scientific Coordinator of National wilmer.becerra@gmail.com Naturales – FLSCN. Caracas,
Wetland Institute (INCT-INAU), Venezuela
Federal University of Mato Grosso Centro de Ecología Aplicada del Museo de Historia Natural La Salle
(UFMT), Cuiabá, Brazil Litoral –CONICET. Argentina
Giuseppe Colonnello
Juan José Neiff giuseppe.colonnello1@fundaciónlasalle.
jj@neiff.com.ar org.ve

Centro para el Desarrollo de la Vicky C. Malavé-Moreno


Investigación Científica –CEDIC-. vicky.malave@fundacionlasalle.org.ve
Fundación Moisés Bertoni para
la Conservación de la Naturaleza Fundación Moisés Bertoni para
y Laboratorios Díaz-Gill. la Conservación de la Naturaleza.
Programa Nacional de Incentivo a Asunción, Paraguay
Investigadores, Consejo Nacional
de Ciencia Tecnología -PRONII- Laura Rodriguez
CONACYT-. Asunción, Paraguay mrodriguez@mbertoni.org.py
Fátima Mereles Danilo Salas Dueñas
fmereles@sce.cnc.una.py dsalas@mbertoni.org.py
Estación ITA - Canopy en Reserva
Fundación Omacha. Bogotá, Colombia
Ecológica Inkaterra. Puerto
Maldonado, Perú.
Fernando Trujillo
fernando@omacha.org
Héctor A. Méndez Fachin
hector@tecnogen.pe

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

AUTORES Y AFILIACIONES

M. Moraes R.

Fundación Omacha y Universidad Sandro De la Roca Sánchez Instituto de Investigación de Museo Nacional de Historia Natural,
Nacional de Colombia, sandrodelaroca@gmail.com Recursos Biológicos Alexander von Colección Boliviana de Fauna
Departamento de Biología, Grupo Humboldt – IAvH. Bogotá, Colombia
de Ecología del Paisaje y Modelación Sede Central Loreto, Iquitos Jaime Sarmiento
de Ecosistemas-ECOLMOD. Bogotá, Carlos A. Lasso jsarmientotavel@gmail.com
Colombia Kember Mejía Carhuanca classo@humboldt.org.co
kmejia@iiap.org.pe Pontificia Universidad Católica del
Federico Mosquera-Guerra Investigadores independientes Perú. San Miguel, Lima, Perú
federico.mosqueraguerra@gmail.com Nandy Macedo Vásquez Bonn, Alemania Departamento de Comunicaciones y
nandymacedo27@gmail.com Escuela de Posgrado
Fundación para el Desarrollo de Rudolf Specht
Sede Regional San Martín, Tarapoto cercomacra@t-online.de Fernando Roca A.
las Ciencias Físicas Matemáticas
y Naturales -FUDECI. Caracas, froca@pucp.pe
Ángel Martín Rodríguez del Castillo Caracas, Venezuela
Venezuela arodriguez@iiap.org.pe Universidad Autónoma Gabriel René
Arnaldo Ferrer Francisco Delascio-Chitty Moreno. Santa Cruz, Bolivia
Instituto Nacional de Pesquisas kikoch@hotmail.es Museo de Historia Natural Noel Kempff
aferrerperez@hotmail.com da Amazônia –INPA, Grupo MAUA. Mercado
Manaus, Brasil Uruguay
Olga Herrera-Trujillo
olgah82@gmail.com Gabriel Toledo Villarroel
Aline Lopes
Gastón Colominas gtoledov21@gmail.com
alopesmga@gmail.com
gcolominas@hotmail.com
Fundación Phelps. Venezuela
Universidad Católica Sedes
Bianca Weiss
Jardín Botánico Carlos Thays. Buenos Sapientiae. Lima, Perú
Miguel Lentino biaweissalbuquerque@gmail.com
Aires, Argentina Facultad de Ingeniería Agraria, Carrera
miguellentino@fundacionwhphelps.org
Jochen Schöngart Profesional de Ingeniería Ambiental
jschongart@yahoo.com.br Gabriela N. Benito
Gobierno Autónomo Municipal de San gbenito@buenosaires.gob.ar Viviana Quinteros
Carlos. Santa Cruz, Bolivia vp.quinteros3@gmail.com
Maria Teresa Fernandez Piedade
maitepp@inpa.gov.br Karlsruhe Institute of Technology
Fabiola Montoya -KIT. Universidad Central de Venezuela –
fabiola.montoya.m@gmail.com Institute for Geography and Geoecology. UCV. Venezuela
Instituto Venezolano de
Investigaciones Científicas –IVIC. Department of Wetland Ecology.
Institut de Recherche pour le Alemania Hillary Cabrera
Caracas, Venezuela
Développement - IRD, DIADE/ hilla3108@gmail.com
DYNADIV. Lima, Perú Florian Wittmann
Ángel Fernández
angelfern56@gmail.com F-Wittmann@web.de Valois González-B.
Jean-Christophe Pintaud † valois.gonzalez@gmail.com
Reina Gonto John Ethan Householder
Instituto de Investigaciones de la rgonto@gmail.com jehouseholder@gmail.com Universidad de La Salle. Colombia
Amazonia Peruana - IIAP, Programa de Biología. Grupo de
Programa de Investigación en Centro de Ecología, Laboratorio de Museo de Ciencias Naturales Augusto Investigación en Bioprospección y
Biodiversidad Amazónica - PIBA. Perú Biología de Organismos G. Schulz. Chaco, Argentina Conservación Biológica

María de Fátima Sánchez Márquez Sergio Zambrano-Martínez José A. Grassía Luis Alberto Núñez A.
mfatima.sanchezm@gmail.com szambran@ivic.gob.ve jgrassia.museoschulz@gmail.com      lanunez@unisalle.edu.co

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

AUTORES Y AFILIACIONES

M. Moraes R.

Javier Carreño B. Martha Isabel Vallejo Universidad Privada del Norte. Lima, Juan Carlos Copete
jicarrenob@gmail.com martisavallejo@gmail.com Perú jccopetem@unal.edu.co
Departamento de Ciencias
Universidad de Los Andes, Facultad Rodrigo Bernal Universidade Federal de Mato Grosso
de Farmacia y Bioanálisis, Herbario rgbernalg@gmail.com Yakov Quinteros e Instituto Nacional de Ciência e
MERF, Mérida, Venezuela y Universidad yakov.quinteros@upn.pe Tecnologia em Áreas Úmidas –INAU.
Central de Venezuela, Facultad de Universidad Nacional de Colombia, Cuiabá, Brasil
Ciencias, Posgrado en Botánica. Caracas, sede Medellín, Departamento de Universidad Regional Amazónica
Venezuela Ciencias Forestales, Facultad de Ciencias -IKIAM. Ecuador Wolfgang J. Junk
Agrarias. Colombia wjj@evolbio.mpg.de
José Ramón Grande Allende María Cristina Peñuela-Mora
jose.r.grande@gmail.com Estefanía Ruiz-Martínez ecominino@hotmail.com University of Zurich. Suiza
esruizma@unal.edu.co
Universidad Mayor de San Andrés. La Universidad Tecnológica del Chocó. Ingrid Olivares
Paz, Bolivia Ligia Estela Urrego-Giraldo Colombia ingrid.olivares@systbot.uzh.ch
Instituto de Ecología, Herbario Nacional leurrego@unal.edu.co Programa de Biología
de Bolivia
Yurany Andrea Galeano-González Eva Ledezma Rentería
Mónica Moraes R. angagon@gmail.com evaledezma06@gmail.com
mmoraes@fcpn.edu.bo
monicamoraes45@gmail.com
Grupo de Ecología y Conservación de
Fauna Silvestre –ECOFAUNAS
Rosember Hurtado U.
rosemberh@gmail.com
Joan Gastón Zamora-Abrego
jogzamoraab@unal.edu.co
Sofia Miguez G.
c.sofia.miguezg@gmail.com
Juan Fernando Acevedo-Quintero
Viviana Choque T. jfacevedoq@unal.edu.co
vvchoquet@gmail.com
Universidad Nacional del Nordeste
Universidad Mayor de San Simón. –UNNE y Centro de Ecología Aplicada
Cochabamba, Bolivia del Litoral –CONICET. Argentina
Centro de Biodiversidad y Genética Facultad de Ciencias Exactas y Naturales
y Agrimensura
Luis F. Aguirre
laguirre@fcyt.umss.edu.bo Sylvina Lorena Casco
sylvina.casco@gmail.com
Universidad Nacional de Colombia,
sede Bogotá. Colombia Violeta Amancay Zambiasio
Instituto de Ciencias Naturales violetazambiasio@gmail.com

Claudia Torres Facultad de Ciencias Agrarias


ceresnativus@gmail.com
Nicolás Neiff
Gloria Galeano † nneiff@icloud.com

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G. Colominas
RESUMEN EJECUTIVO
Dentro del Plan Operativo Anual (2016) palmas. Se organiza en cuatro secciones o
del Programa Ciencias de la Biodiversidad partes.
del Instituto Humboldt, Línea de Inves-
tigación en Recursos Hidrobiológicos, La primera considera una revisión muy
Pesqueros y Fauna Silvestre, se llevó a completa sobre el estatus actual del
cabo el proyecto editorial “Morichales, moriche (Mauritia flexuosa) en Suramé-
cananguchales y otros palmares inunda- rica, incluyendo elementos biogeográficos,
bles de Suramérica”, el cual representa la biológicos, ecológicos y ecofisiológicos
segunda parte de una iniciativa previa de la especie; condiciones para el esta-
del 2013, que incluyó en su momento a blecimiento de los palmares de pantano
los morichales de la cuenca del Orinoco y del moriche; tipología de palmares de
Amazonas en Colombia y Venezuela. pantano; origen de la especie; la sucesión
y la influencia de la luz y el fuego; atri-
En el presente libro se incluyen seis países butos de la historia de vida; el papel de
más (Argentina, Bolivia, Brasil, Para- los palmares de pantano como sumideros
guay, Perú y Uruguay) y en conjunto siete de carbono; genética molecular y fitogeo-
cuencas hidrográficas distribuidas así: grafía; germinación; dispersión y depre-
Argentina (Paraná); Bolivia (Amazonas); dación del fruto del moriche, incluyendo
Brasil (Amazonas); Colombia (Caribe, el papel de las aves y mamíferos; uso
Magdalena-Cauca, Pacífico, Orinoco, sustentable de los sistemas agroforestales
Amazonas); Paraguay (Paraná); Uruguay o plantaciones comerciales del moriche y
(Paraná y drenajes atlánticos) y final- la relación con los pueblos y comunidades.
mente, Venezuela (Orinoco, Caribe). El La segunda sección expone 10 casos de
libro está centrado en el moriche (Mauritia estudio relacionados con los morichales o
flexuosa) acompañado con estudios sobre cananguchales en la Amazonia y/o Orino-
otras nueve especies: Astrocaryum jauari, quia en Venezuela, Colombia, Brasil, Perú
Butia odorata, B. paraguayensis, Coper- y Bolivia, incluyendo información sobre la
nicia alba, C. tectorum, Euterpe oleracea, flora -especialmente otras palmas-; fauna
Manicaria saccifera, Mauritiella aculeata asociada (mamíferos, aves, reptiles, anfi-
y Roystonea oleracea. También se aporta bios y peces); polinizadores; demografía;
información de 25 especies adicionales de ecología, uso y conservación, y finalmente

Alto Caño Cristales, Meta. Foto: L. M. Mesa-S. 21


E. Harvey
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

RESUMEN EJECUTIVO

M. Moraes R.

iniciativas sobre el ecoturismo en estos usos y manejo de la palma cabecinegro


hermosos palmares. (Manicaria saccifera) en los bosques inun-
dables del Chocó y los naidizales (Euterpe
La tercera parte del libro se refiere ya a oleracea) del Pacífico. Cierra con un estudio
otras especies de palmas y palmares inun- sobre la ecología, usos y manejo de los
dables también muy comunes e impor- palmares de Copernicia tectorum en la
tantes en Suramérica. Considera siete Depresión Momposina (Caribe). En el caso
países y varias especies representativas. de Paraguay se presenta un trabajo a nivel

Para Argentina se presentan los estu-


dios relativos a la conservación de los
de todo el país sobre la estructura, compo-
sición florística, ecología, distribución y
estado de conservación de los palmares de
EXECUTIVE SUMMARY
palmares de Copernicia alba en la cuenca Copernicia alba. Para Uruguay se muestra
inundable del Chaco argentino y los un estudio sobre los palmares de Butia
palmares de la palma enana, Butia para- odorata en los Bañados del Este. Para
guayensis en el nordeste del país. Para completar esta sección se cierra con tres Within the Annual Operating Plan (2016) provided. The volume is organized into
Bolivia se incluyen dos casos de estudio estudios en Venezuela, que incluyen las of the Humboldt Institute’s Biodiversity four sections.
sobre los palmares asociados a los llanos comunidades de Mauritiella aculeata en los Science Program - Hydrobiological Resou-
inundados en las ecorregiones de Heath, llanos inundables y la palma chaguaramo rces, Fish and Wildlife research initiative, The first considers a comprehensive review
Moxos, Pantanal y el Chaco y sobre el o mapora, Roystonea oleracea, con aspectos another book “Morichales, cananguchales of the current status of the moriche palm
uso de las palmeras en la tierras bajas del relativos a la fitogeografía, flora asociada and other flooded palm groves of South (Mauritia flexuosa) in South America,
país. Brasil aborda un estudio detallado y conservación. America” ​​was produced. It represents the including biogeographic, biological, ecolo-
sobre la dinámica poblacional, ecología y second part of a previous initiative begun gical and ecophysiological elements of the
estrategias de dispersión de Astrocaryum Por último, el libro termina con una in 2013 that included the morichales of species; conditions for the establishment
jauari en la Amazonia central (Río Negro). sección relativa a la conservación de los the Orinoco and Amazon River basins in of swamp palm groves typology of the
Para Colombia se muestran tres casos de morichales, cananguchales y el resto Colombia and Venezuela. swamp palm; origin of the species; succe-
estudio de tres especies de palmas en dos de los palmares inundables en América ssion and the influence of light and fire;
grandes regiones: Pacífico-Choco Biogeo- del Sur, considerando aspectos sobre las In this new book six more countries are aspects of its life history; the role of palm
gráfico y el Caribe. Se considera entonces amenazas, estrategias y recomendaciones included (Argentina, Bolivia, Brazil, Para- swamps as carbon sinks; molecular gene-
la biología poblacional y reproductiva, para la conservación. guay, Perú and Uruguay) and so in total, tics and plant geography; germination;
seven watersheds are now covered, distri- dispersal and predation of the fruit of
buted as follows: Argentina (Paraná); moriche palms, including the role of birds
Bolivia (Amazon); Brazil (Amazon); and mammals; sustainable use of agro-
Colombia (Caribbean Sea, Magdalena- forestry systems or commercial moriche
Cauca, Pacific, Orinoco, Amazon); Para- palm plantations and the relationship
guay (Paraná); Uruguay (Paraná and with the peoples and communities.
Atlantic drainages) and finally, Vene-
zuela (Orinoco, Caribbean). The book The second section presents ten case
focuses on the moriche palm (Mauritia studies related to morichales or canan-
flexuosa) together with studies of nine guchales in the Amazon and/or Orinoco
other species: Astrocaryum jauari, Butia Basin in Venezuela, Colombia, Brazil, Perú
odorata, B. paraguayensis, Copernicia alba, and Bolivia, including information on
C. tectorum, Euterpe oleracea, Manicaria other flora especially other palms; asso-
saccifera, Mauritiella aculeata and Roys- ciated fauna (mammals, birds, reptiles,
tonea oleracea. Additional information amphibians and fish); pollinators; demo-
on another 25 species of palms is also graphy; ecology, use and conservation,

22 23
E. Harvey
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

EXECUTIVE SUMMARY

M. Moraes R.

and finally ecotourism initiatives in these are presented along with another palm
beautiful palm groves. species (Euterpe oleracea) which forms the
“naidizales” along the Pacific coast. The
The third part of the book covers other coverage of Colombia closes with a study
species of palms and flooded palm groves of the ecology, uses and management of
that are also very common and important Copernicia tectorum palm groves in the
in South America. It covers seven coun- Momposina Depression of the Caribbean.
tries and several representative species. For Paraguay a study covering the entire

For Argentina studies concerning the


conservation of Copernicia alba palm
country is presented that includes
information on the structure, floristic
composition, ecology, distribution and
AGRADECIMIENTOS
groves in the floodplain basin of the conservation status of the Copernicia alba
Argentine Chaco and the saw palmetto palm groves. A study of the Butia odorata
palm, Butia paraguayensis in the northeast palm groves of the Bañados del Este in
of the country are presented. For Bolivia Uruguay is also included. Three studies Esta publicación es un homenaje a la argentino?”, dan reconocimientos a
two case studies on the palm groves asso- in Venezuela complete this section; they Profesora Gloria Galeano (1958-2016) y Arturo Sandoval Saavedra, Paula Monte-
ciated with floodplains in the Heath, include information on the Mauritiella Jean-Christophe Pintaud (1970 - 2015), negro y Fabio Cancián, por su valiosa cola-
Moxos, Pantanal and Chaco ecoregions aculeata communities in the Orinoco quienes nos acompañaron y guíaron boración en el transcurso de los trabajos
and the use of palm trees in the lowlands llanos floodplains and the Chaguaramo en los primeros pasos de este libro. Un de campo. Este trabajo se realizó en el
of the country are included. For Brazil palm or Mapora, Roystonea oleracea with reconocimiento muy especial al profesor marco del convenio CONICET- EVASA-Las
there is a detailed study on the population aspects of its plant geography, conserva- Rodrigo Bernal, quien a pesar de todas Misiones mediante el STAN 2013-2015.
dynamics, ecology and dispersal strate- tion and associated flora. las circunstancias difíciles por las que
gies of Astrocaryum jauari in the central pasó, no dudó en ningún momento en En Bolivia, los autores del capítulo
Amazon Basin (Rio Negro). In Colombia Finally, the book ends with a section on apoyarnos para que este sueño de todos “Vertebrados de Espíritu, Llanos de
three case studies of three palm species the conservation of morichales, canangu- fuera una realidad. Moxos: un palmar estacionalmente inun-
found in two large regions of the country chales and the rest of the floodable palm dable de Bolivia”, dedican de manera muy
are showcased: the Pacific Choco and the groves in South America, considering Por supuesto, los editores agradecemos a la especial este trabajo a su amigo, colega y
Caribbean. Next, the population and aspects of the threats they face, as well as Directora del Instituto Humboldt (IAvH), maestro Werner Hanagarth (RIP), uno de
reproductive biology, uses and manage- strategies and recommendations for their Brigitte L. G. Baptiste; al Subdirector de los pioneros de los estudios de zoología
ment of the blackhead palm (Manicaria conservation. Investigaciones, Germán Andrade y al y ecología en las sabanas inundables del
saccifera) in the flooded forests of Choco Coordinador del Programa Ciencias de la Beni en particular y de Bolivia en general.
Biodiversidad, Hernando García, actual También al personal del Refugio de Vida
Director (E), así como a la Junta Direc- Silvestre Estancias Espíritu, al proyecto
tiva del IAvH, por todo el apoyo brindado. “Ecología y uso del espacio por murcié-
Al Ministerio de Ambiente y Desarrollo lagos insectívoros en una sabana neotro-
de Colombia por el financiamiento de pical de Bolivia” (DICyT, FC15). A Noel
esta publicación. A todos los colabora- Ortuño por la elaboración del mapa de
dores, sean autores o no, que brindaron ubicación. A Jorge Salazar-Bravo que hizo
y compartieron toda su información, comentarios para mejorar el manuscrito.
incluyendo fotografías para que este libro
pudiera ser publicado. La autora del capítulo “Palmares asociados
a los llanos inundados en Bolivia: ecorre-
Desde Argentina, los autores del capí- giones de Heath, Moxos, Pantanal y
tulo “¿Es posible recuperar los palmares Chaco” agradece a Noel Ortuño por la
de Butia paraguayensis en el nordeste elaboración del mapa.

24 25
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

AGRADECIMIENTOS

F. Wittmann

Para Colombia, los autores del capítulo durante el trabajo de investigación y al (Curculionidae) por la ayuda en la identi- sustentável de áreas úmidas” (MAUA) por
“Aproximación demográfica de una pobla- personal de Corpocampo por la informa- ficación de los visitantes. el apoyo logístico y a Celso Rabelo Costa,
ción de la palma  Mauritia flexuosa  en la ción proporcionada sobre el comercio de Mario Picanço e Valdeney Azevedo por
Amazonia colombiana”, y los del capítulo palmito. Se recibió apoyo financiero de la Los autores del capítulo “Caracterización, su ayuda en la recolección de los datos de
“Mamíferos medianos y grandes asociados Dirección de Investigaciones Sede Bogotá- uso y manejo de la mastofauna asociada campo.
a un cananguchal de la Amazonia colom- DIB de Universidad Nacional de Colombia a los morichales de los Llanos Orientales
biana”, agradecen a la Universidad (Código 13293), Colciencias (Código colombianos” quieren expresar su agrade- En Paraguay, los autores del del capí-
Nacional de Colombia sede Amazonia y 110148925263), y la Unión Europea cimiento a los propietarios de los predios tulo “Estructura, composición florística,
sede Medellín, la cual a través de la Convo- (proyecto PALMS, Código 212631). La India, La Candelaria y las Reservas ecología, distribución y estado de conser-
catoria Fortalecimiento de la investiga- privadas la Reseda y Bojonawi. Igual- vación de los palmares de Copernicia alba
ción Amazónica - Universidad Nacional de Los autores del capítulo “Biología mente a Baker Castañeda y Erika Gómez en el Paraguay”, agradecen al Departa-
Colombia 2011 -2012, financió estos estu- poblacional y reproductiva, usos y manejo por apoyar el proceso de fototrampeo en mento de Botánica, Dirección de Investi-
dios. Asimismo, a todas aquellas personas de la palma cabecinegro (Manicaria Bojonawi. gación, Facultad de Ciencias Químicas de
que de alguna manera estuvieron invo- saccifera) en los bosques inundables del la Universidad Nacional de Asunción.
lucrados en su desarrollo, especialmente Chocó, Colombia”, le agradecen al Instituto En Brasil, los autores del capítulo
a Ever Kuiro, Miguel Arkangel, Wilder de Investigaciones Ambientales del “Floristic diversity of Mauritia flexuosa De Perú, los autores del capítulo
Flores y Gladys Yucuna. Adicionalmente Pacífico (IIAP) y al proyecto FP7-PALMS wetlands in the Brazilian Amazon”, agra- “Ecología, uso y conservación de aguajales
el capítulo de Mamíferos medianos, agra- (No. 212631) por la financiación del decen por el financiamiento del trabajo de en el Alto Mayo, San Martín. Un estudio
dece a María Cristina Peñuela, Andrea trabajo de campo. Al Instituto de Ciencias campo al Conselho Nacional de Desenvol- sobre las concentraciones de Mauritia
Galeano y Victor Capera por todo el apoyo Naturales de la Universidad Nacional de vimento Científico e Tecnológico (CNPq— flexuosa en la selva peruana”, agradecen
logístico y especialmente en el trabajo de Colombia por el apoyo académico, a los Process number 141727/2011-0), CNPQ profundamente a todos los integrantes de
campo. colegas de la Universidad Tecnológica Universal (Grant no. 475660/2011-0); la familia Vásquez que cuidan y conservan
del Chocó Alicia Mena y Dani Mosquera al Max Planck Institute for Chemistry, y los relictos de aguajales en Posic y quiénes
Los autores del capítulo “Ecología, uso por su apoyo logístico. A los cosecheros al Instituto Nacional de Ciência e Tecno- permitieron realizar el trabajo de campo.
y manejo de los palmares de Copernicia de San Isidro, a la comunidad de Puerto logia em Áreas Úmidas. A Maria Teresa Asimismo, reconocen los valiosos aportes
tectorum en la Depresión Momposina, Pervel, a las artesanas de Quibdó y a Fernandez Piedade y Wolfgang Junk por de José Campos quién fue el especialista
región Caribe de Colombia”, agradecen los comercializadores de los productos su hospitalidad, colaboración y trabajo en encargado de la determinación de las espe-
al Instituto de Cien­cias Naturales de la del cabecinegro por haber facilitado su campo. cies botánicas.
Universidad Nacional por las facilidades información.
para realizar esta investigación. A los cose- El capítulo “Dinâmica de populações, En Uruguay, el autor del capítulo
chadores y artesanas de Plato y Magangué, El capítulo “Análisis espacial de los ecologia e estratégias de dispersão de “Palmares de Butia odorata en los Bañados
a Nagyla Garrido y Leonardo Rivera por su visitantes florales y polinizadores del Astrocaryum jauari no rio Negro, Amazônia del Este de Uruguay”, agradece al profesor
apoyo durante el trabajo de campo. Reci- moriche (Mauritia flexuosa: Arecaceae) en Central, Brasil”, fue financiado por el José Grassia por sus comentarios orienta-
bieron apoyo del proyecto EU-FP-7 PALMS Colombia” se hace en memoria de Gloria Conselho Nacional de Desenvolvimento dores. A Ignacio Guani por permitir usar
(No. 212631) y del proyecto “Formulación Galeano -nuestra querida y admirada Científico e Tecnológico (CNPq) y por la sus fotografías.
de pla­nes de manejo y uso sostenible de maestra [sic]-. Se agradece a los propieta- Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado
palmas promi­sorias de la región Caribe” rios y sus familias por permitir acceder a do Amazonas (FAPEAM), mediante el En Venezuela, los autores del capítulo
financiado por el Fondo Patrimonio sus predios en cada localidad muestreada. Proyecto Pronex “Tipologias Alagáveis” “Aves y mamíferos asociados a ecosis-
Natural y USAID. A la Universidad de La Salle por permitir (CNPq/FAPEAM); Proyecto Universal temas de morichal en Venezuela”, quieren
el uso de equipos ópticos. A un sinnú- CNPq (14/2009; 14/2011) e PELD MAUA agradecer al Sr. Ilio Ulive dueño del
Los autores del capítulo “Los naidizales mero de estudiantes que acompañaron (CNPq/FAPEAM) e à FAPEAM EDITAL campamento Caurama, a Eliceo (Culicio) y
(Euterpe oleracea) del Pacífico colombiano”, la colecta y separación de las muestras. A N. 017/2014 - FIXAM/AM Processo Alpidio por haberlos apoyado con la logís-
agradecen a las comunidades afrodes- los entomólogos Nazly Wilches (Apidae), 062.01174/ 2015, por la beca concedida tica para la realización de la evaluación de
cendientes de los municipios de Guapi Diego campos (Vespidae), Jhon C. Neita a Aline Lopes. Agradecen al Grupo de la biodiversidad en los morichales. A los
(Cauca) e Iscuandé (Nariño), por su apoyo (Dynastidae) y Bruno de Medeiros Pesquisas “Ecologia, monitoramento e uso museos (MBUCV, EBRG, MHNLS y COP)

26 27
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

AGRADECIMIENTOS

F. Trujillo

por haberles brindado todo su apoyo para identificó las muestras de orquídeas.
la revisión del material depositado. Charles Brewer Carías nos llamó la aten-
ción sobre la presencia de chaguaramales
Los autores del capítulo “Conservación en los alrededores de El Palmar. La Funda-
de las comunidades de Roystonea oleracea ción La Salle de Ciencias Naturales, el
(palma “chaguaramo” o “mapora”) en Banco Federal (Proyecto FED-MHNLS-10)
Venezuela”, desean agradecer a todos los y el Fondo Nacional de Ciencia y Tecno-
propietarios y baqueanos contactados, por logía (Proyecto FONACIT N° 201100538),
permitir el acceso y facilitar el trabajo en dieron el apoyo financiero necesario para
las localidades inventariadas. A La Funda- realizar las salidas de campo.
ción La Salle de Ciencias Naturales, al
Banco Federal (Proyecto FED-MHNLS-10) Finalmente, tanto los editores como los
y el Fondo Nacional de Ciencia y Tecno- autores, agradecemos a los investigadores,
logía (Proyecto FONACIT N° 201100538), colegas y amigos que contribuyeron con
que apoyaron financieramente la realiza- parte del material fotográfico usado en Gloria Galeano (1958-2016)
ción de las salidas de campo. la publicación: Alberto Blanco, Antonio
Guardatti, Daniel Villarroel, Edwin Gloria Galeano rodeada de sus inseparables
Los autores del capítulo “Comunidades con Harvey, Felipe Villegas/IAvH, Francisco compañeras. Plato, Magdalena, febrero 2015.
Roystonea oleracea de Venezuela: aspectos Castro-Lima, Francisco Mijares, Ignacio Foto: R. Bernal.
fitogeográficos y principales componentes Guani, Javier Mesa, Kelvin Uchoa, Layon
florísticos”, desean expresar su más sincero Demarchi, Lina M. Mesa-Salazar, Luis
agradecimiento a todos los funcionarios, Freitas Alvarado, Marcela Portocarrero-
propietarios y baqueanos contactados, por Aya, María Fernanda González, Michel
permitir el acceso y facilitar el trabajo en Jégu, Octavio Jiménez Robles, PALMS
las localidades inventariadas y facilitar Project, Pascal Hablützel, Pia Parolin,
información sobre la identidad y los usos de Rodrigo Cámara-Leret, Soraya Barrera, En recuerdo a Gloria Hidrobiológicos y Pesqueros Continen-
las especies, así como ayudar en la toma de Victor Hugo Capera-Moreno y Zully Fran- Tratar de escribir, así sean unas pocas tales de Colombia. Allí ella no solo parti-
las muestras. Manfred Speckmeier (Viena) ceschi. palabras en dos o tres páginas, tal que cipó como coautora, sino que contribuyó
recojan y resuman la vida de un perso- de manera decisiva para resolver aspectos
naje tan especial como la Profesora Gloria burocráticos que ahogan en muchos casos
Galeano, es todo un honor. Más aún para la producción científica en nuestro país.
mí, un recién llegado al mundo de las Por ello, le estaré siempre agradecido.
palmas y que apenas alcancé a conocerla
personalmente hace unos cinco años. Por otro lado, no puedo dejar de mencionar
Todavía recuerdo mi primer encuentro a su compañero de vida, Rodrigo Bernal,
con Gloria a principios del 2012 cuando quien a pesar de la situación mantuvo la
me recibió con su bonita sonrisa en su entereza necesaria y fue clave en todo el
oficina del Instituto de Ciencias Naturales proceso editorial del nuevo libro (Parte
en Bogotá. En ese momento me acerqué II), “Morichales y palmares inundables de
a ella pues estábamos empezando a Suramérica” que hoy publicamos. Rodrigo
trabajar en el primer libro sobre los “Mori- también nos permitió acceder a valiosa
chales y cananguchales de la Orinoquia información sobre la vida y obra de Gloria,
y Amazonia (Colombia-Venezuela)” que que trataré de resumir a continuación con
publicaríamos posteriormente en el 2013 lo que eso conlleva y seguro de que dejaré
en el volumen VII de la Serie de Recursos muchas cosas por fuera. No obstante, es

28 29
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

HOMENAJES Gloria estudiando la palma corozo


de lata (Bactris guineensis) en La
Pastora, Sincelejo, mayo de 2014. F. Trujillo
Foto: R. Bernal.
oportuno hacer notar, que recientemente del Neotrópico. Además de estudiar las
Ingrid Olivares y Henrik Balslev, publi- palmas, también contribuyó al conoci-
caron un obituario muy completo sobre miento de otras familias de plantas en
Gloria en el Botanical Journal of the Linnean diferentes regiones de Colombia y trabajó
Society 182: 2014-206 (2016). en proyectos de valoración de la biodiver-
sidad y en el establecimiento de parcelas
Su carrera científica permanentes.
Gloria mantuvo durante su vida una
producción científica muy prolija. De la Durante varios años lideró la edición
misma manera formó un recurso humano y publicación de los Libros Rojos de las
muy importante que hoy día sigue, en la plantas de Colombia y participó como
mayoría de los casos, sus pasos. Gloria editora de la Serie “Flora de Colombia”;
nació en 1958 en Medellín donde pasó además fue invitada para acompañar en
su infancia. Compañera sentimental de la preparación del libro rojo de parientes
Rodrigo Bernal, tuvo una hija, Sabina, silvestres de plantas cultivadas de Bolivia
en 1995. En 1983 se graduó (pregrado) gracias a los talleres que organizó con
en Agronomía con una tesis sobre las otros colegas. Así mismo, desde hace
“Palmas del Departamento de Antioquia”, varios años trabajó con un equipo de botá-
trabajo que fue laureado. En 1997 obtuvo nicos para producir un Diccionario de las
el título de Doctorado en Ciencias en la plantas de Colombia.
Universidad de Aarhus, Dinamarca, con
la tesis “Quantitative forest inventories Como resultado de sus investigaciones en
on the Pacific coast of Chocó, Colombia”. los diferentes temas, publicó 17 libros y
Desde 1984 estuvo vinculada al Instituto más de 65 artículos científicos en revistas
de Ciencias Naturales de la Universidad nacionales e internacionales, la mayoría
Nacional de Colombia, siendo Directora de ellos relacionados con palmas de
del mismo (2003-2006) y donde alcanzó el Colombia. Fue expositora de más de 80
escalafón o categoría de Profesora Titular, presentaciones (entre posters, carteles
el nivel más alto que puede alcanzar un y conferencias) en numerosos eventos
profesor en la Universidad Nacional, labor científicos nacionales e internacionales.
que incluyó la docencia, investigación y También desde edad temprana describió
extensión. varias especies nuevas de palmas e incluso
en el 2013, un nuevo género (Sabinaria) en
Su trabajo en estos tres ámbitos estuvo reconocimiento a su hija.
relacionado con el estudio de la flora
colombiana y muy particularmente con A nivel de formación de recurso humano,
las palmas, incluyendo aspectos sobre su Gloria mantuvo un record difícilmente
taxonomía, sistemática, etnobotánica, alcanzable y como docente dirigió unos 20
historia natural, ecología, conservación y trabajos de grado y 15 tesis de postgrado.
manejo. Supo combinar de manera acer- Fue fundadora y Directora del Grupo de
tada y eficiente el estudio de las palmas en Investigación en Palmas Silvestres Neotro-
el laboratorio y los principales herbarios picales, que cuenta con tres investigadores
de Colombia y del mundo, con un arduo principales y unos diez estudiantes, y en
trabajo de campo en toda la geografía asocio con otras nueve instituciones inter-
colombiana, incluyendo otros países nacionales desarrolló el Proyecto PALMS,

30 31
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

F. Trujillo

que buscaba evaluar y reducir el impacto


que tiene la cosecha de palmas silvestres
sobre las poblaciones naturales. A raíz de
esta laboriosa carrera Gloria recibió tres
premios, tres distinciones y una mención
de reconocimiento por su investigación.

Su último legado
A mediados del 2015 Gloria fue co-orga-
nizadora del Simposio Mundial de Palmas
realizado en Quindío, Colombia, del 22 al
27 de junio. En ese evento presentó nuevos
trabajos y tuvimos la oportunidad de
reunirnos, ella, Rodrigo Bernal, Mónica
Moraes de Bolivia, Giuseppe Colonnello de
Venezuela y yo, para organizar la edición
de lo que sería el segundo libro de la Serie
sobre los palmares inundables de Sura- Jean-Christophe Pintaud
mérica. Desgraciadamente no nos pudo
acompañar en ese proceso como hubiera (1970-2015)
querido, pero es indudable que sus pala-
Jean-Cristophe Pintaud con el registro de
bras e ideas quedaron plasmadas en el información en Isinota (Chapare, Cochabamba),
libro que hoy presentamos y le dedicamos de la colección de Attalea blepharopus, una especie
junto con Jean-Cristophe Pintaud. endémica de Bolivia, marzo de 2015. Foto: M.
Moraes R.
Carlos A. Lasso
Bogotá
Octubre 2016

Un día de campo con Jean-Cristophe la llevo conmigo a mis viajes”. La dejaba


Pintaud (JCP) en el alojamiento y siempre organizaba
Quienes compartimos con él algunas los materiales y equipos en una mochila
campañas de campo también conocimos pequeña, que a su vez tenía un sitio espe-
algunas de sus manías, habilidades y espe- cial para cada lápiz, libreta o bolsas para
cialmente su sistema personal de trabajar, recoger material, así como el estuche del
pues había mucha organización, limpieza vernier, las reglas, el papel con escala,
y un protocolo que estrictamente fue apli- entre muchas otras cosas.
cado. Una de las peculiaridades más llama-
tivas era su gran maleta roja sin ruedas, Con una visión impresionante a distancia,
pero siempre compañera de cada uno de localizaba la especie que buscaba y cuando
sus viajes. En su muy marcado acento se acercaba empezaba la mención de una
francés, se refería a “mi maletita roja es suerte de clave dicotómica en que se ajus-
Gloria, incansable caminante, en su como una tortuga con su casita, siempre taban las características morfológicas
última salida de campo, Serranía del
Darién, junio 2015. Foto: R. Bernal.

32 33
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

F. Trujillo

JCP y la colección de Attalea y cómo se separaba esta planta de esta Finalmente y después de una salida de
blepharopus en Bolivia. o aquella especie. El cuadro resultante recolección, observación y registro foto-
Foto: Mónica Moraes R. es que con la práctica y la permanente gráfico de todo un día, todos atacábamos
mención a los descriptores morfológicos, cuanto plato se nos servía y antojaba,
los aprendices – que fuimos varios de los saciando el hambre y satisfaciendo el
investigadores que lo acompañamos – desgaste energético de las actividades de
reteníamos la combinación de caracteres campo. Mientras JCP nos observaba con
en forma clara y sin confusión. Cada uno toda tranquilidad, masticando varias
de nosotros replicaba esa reiteración de veces los bocados y también vaciando
las características que luego eran mencio- el plato, aunque mucho después que los
nadas en el cuaderno de campo como un demás habíamos terminado.
respaldo inobjetable de haber registrado la
especie precisa. Ahora un poco de su historia
Jean-Christophe Pintaud nació un 28 de
Bajo una palma de casi 22 m de altura, febrero de 1970 en Niza (sur de Francia)
eventualmente uno se animaba a refutar, y falleció en Lima el 10 de agosto de 2015.
“me parece JCP que esta especie no tiene Sus estudios profesionales se iniciaron en
peciolo”. Pedía la máquina fotográfica y las universidades de Niza-Sophia Anti-
con el mayor aumento apuntaba y acer- polis, Paul Sabatier de Toulouse y París-
caba varias veces hasta lograr captar ese Jussieu et-Orsay, donde se graduó en
detalle que posteriormente serviría para ecología en 1993. Para la maestría (1995)
separar entre grupos de especies. Bueno, estudió la ecología de las palmas de Nueva
para el registro fotográfico ciertamente Caledonia y de 1996-1999 realizó su tesis
no asignaba mucho tiempo, solo para doctoral titulada “Filogenia, biogeografía
captar ciertos detalles, como por ejemplo, y ecología de palmas de Nueva Caledonia“
el ápice asimétrico de la hoja con un buen y fue la base para la publicación “Palmas
contraste de fondo. de Nueva Caledonia,” en co-autoría con
Don Hodel en 1998.
Sin embargo, el instrumento más impor-
tante de sus viajes de campo fue una En 2000, Jean-Christophe fue contratado
herramienta que él se encargó de hacer por el IRD (Instituto Francés de Investi-
ensamblar con un artesano. Consiguió un gación para el Desarrollo) a la Unidad de
tubo extensible a modo de catalejo que investigación DYNADIV (actualmente
había sido utilizado para pescar en Japón convertida en la Unidad Mixta de Investi-
y en el extremo más estrecho y final, gación DIADE), donde inició un programa
hizo fundir un serrucho de dientes muy de investigación sobre las palmas neotro-
afilados. Fue la salvación para muchos picales. Él siempre tuvo un enfoque multi-
intentos para cortar la base de una hoja disciplinario para el estudio de palmas,
o para extraer una infrutescencia muy utilizando la biología molecular, filogenia,
pegada al tronco. En todo caso, fue la anatomía, fitoquímica y la taxonomía, así
envidia de muchos colectores en campo como la distribución y los usos de algunas
que normalmente tienen a disposición especies. Luego de trabajar en el Ecuador
equipos muy voluminosos y aparatosos, (2002-2007), llegó a Perú en 2012 para
cuando el de JCP se guardaba fácilmente y trabajar en la Universidad Nacional Mayor
entraba en una mochila personal. de San Marcos en Lima y fue profesor

34 35
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

HOMENAJES

F. Trujillo

investigadores continuamos con el plan a Jean-Christophe Pintaud” durante el XV


de las publicaciones. Congreso Nacional de Botánica de Perú,
en Cusco. En ese evento contribuyeron
Teniendo algunos borradores de algunas colegas que trabajaron en colaboración
de las publicaciones planificadas, envia- con JCP.
mos las versiones finales hasta fines de
2015 y han sido aceptadas: A lo largo de su carrera, Jean-Christophe
• Towards a revision of Attalea in Pintaud se destacó por su profesiona-
western Amazonia. Palms 60 (2): lismo, su modestia, los detalles sobre la
57-77. Pintaud, J.-C., A. Rodríguez del historia natural de muchas especies de
Castillo, E. J. L. Ferreira, M. Moraes palmas y la calidad de sus resultados.
R. y K. Mejía. 2016. Como un dedicado investigador de campo,
• Attalea blepharopus Mart. (Arecaceae) compartía sus conocimientos con colegas
from Bolivia revisited since Martius. y estudiantes con abundante información,
Candollea 71: 27-32. Moraes R., M. y especialmente en relación a la identidad
J.-C. Pintaud. 2016a. taxonómica o a la distribución geográfica
• A new species of Attalea from Boli- de algunas especies. “Fue un verdadero
vian lowlands. Palms 60 (3): 161-168. naturalista, raza rara de persona que hoy
Grupo de colegas involucrados en el proyecto Attalea, a fines de 2014: Ángel Rodríguez, Moraes R. M. y J.-C. Pintaud. 2016b. en día tiene un conocimiento enciclopé-
Evandro Ferreira, Mónica Moraes y JCP. Foto: Á. M. Rodríguez del Castillo. • Attalea: Insights into the diversity dico del mundo natural de la botánica a
and phylogeny of an intriguing genus. la astronomía. Tenía un agudo sentido de
Palms 60 (4): 109-124. Rodríguez del la observación, una parte de vital calidad
honorario desde 2009 donde orientó a y la planificación de trabajo de campo. Se Castillo, A., C. García-Dávila, K. Mejía para un investigador de palmas. Sabía de
grupos de estudiantes. Sus investigaciones realizó una expedición corta en el SE de y J.-C. Pintaud. las palmas de adentro hacia afuera, desde
en el Perú se centraron en la dinámica de Perú con la base de operaciones en Puerto el ecosistema en que vivían hasta las molé-
la diversidad y la evolución de las palmeras Maldonado y se añadieron varios nuevos Asi, el grupo de investigadores conti- culas de ADN que las constituyeron”, como
andino-amazónicas. Desde fines de 2008 registros para Perú, Brasil y Bolivia. nuamos con actividades legadas por el dijo Thomas Couvreur del IRD.
y en representación del IRD, fue parte del liderazgo de JCP y nos motivamos a seguir
proyecto “Impacto de cosecha de palmeras Con el IIAP adelantó varios viajes de adelante. En mayo de 2016 organizamos Hemos perdido a un colega, amigo y
en los bosques tropicales (PALMS)” finan- prospección en varias regiones de Perú un simposio en su honor “Investigando maestro, paz en tu tumba querido JCP!
ciado por el Séptimo Programa de la y en abril de 2015 planificamos viaje palmeras sudamericanas – Un homenaje
Unión Europea de 2009-2013 en que se de campo en Bolivia: Chapare y alrede-
generaron varias publicaciones y se conso- dores de Riberalta, además de las visitas Mónica Moraes R.
lidó la colaboración entre colegas e insti- a herbarios de La Paz, Cochabamba y La Paz, Bolivia
tuciones. En los últimos años estableció Santa Cruz. Este despliegue en campo y Octubre 2016
relación de cooperación con el Instituto de de un permanente intercambio de infor-
Investigaciones para la Amazonia Peruana mación entre colegas, generó un marco
(IIAP) de Iquitos. de referencia para el reconocimiento en
campo de las especies de Attalea en la
El proyecto Attalea región así como la planificación de publi-
Desde fines de 2014 se inició el proyecto caciones diversas para contribuir al cono-
sobre el género Attalea (Arecaceae) del cimiento de ese género tan fascinante de
sudoeste de la Amazonia, en colabora- la familia Arecaceae. Mientras el mate-
ción entre Perú, Brasil, Bolivia y el IRD rial obtenido en campo estuvo bajo el
con base al registro de 700 descriptores análisis molecular en el IIAP, el grupo de

36 37
F. Villegas
1. INTRODUCCIÓN
Mónica Moraes R., Giuseppe Colonnello y Carlos A. Lasso

Tras la publicación en 2013 del primer parte se incluye una revisión de Mauritia
volumen sobre los “Morichales y canan- flexuosa en Suramérica. En la segunda,
guchales de la Orinoquia y Amazonia: casos de estudio sobre comunidades de
Colombia – Venezuela”, surgió casi que de plantas asociadas, demografía, poliniza-
manera inmediata, la necesidad de ampliar dores, aves y mamíferos relacionados, así
estos estudios y análisis a otras espe- como temas de manejo y ecoturismo en
cies diferentes al moriche o canangucho palmares de Mauritia flexuosa. La tercera
(Mauritia flexuosa), tal que incluyeran sección incluye aportes de varios países
los inmensos palmares inundables que sobre otros palmares, los usos, diná-
encontramos en Suramérica. Es por ello, mica de poblaciones, biología reproduc-
que surge esta nueva obra “Morichales, tiva, florística de humedales asociados y
cananguchales y otros palmares inunda- conservación, entre otros aspectos. Final-
bles de Suramérica. Parte II: Colombia, mente, en la cuarta parte se resume un
Venezuela, Brasil, Perú, Bolivia, Para- planteamiento a manera de conclusión
guay, Uruguay y Argentina”, cuya semilla sobre la conservación de los palmares
empezó a germinar durante la realización inundables en Suramérica.
del Simposio Internacional de Palmas
(World Palm Symposium), realizado en En el contexto de las formaciones conti-
Montenegro (Quindío, Colombia) del 22 nentales de humedales representados
al 26 de junio de 2015. Si bien el primer por comunidades de palmas, además de
volumen se centró en las formaciones Mauritia flexuosa, se incrementa la lista
vegetales dominadas por Mauritia flexuosa de especies que se asocian a los palmares
(Arecaceae), conocido como moriche en inundados, con elementos muy repre-
la Orinoquia colombo-venezolana, cana- sentativos como Astrocaryum jauari, A.
guche en la Amazonia colombiana, aguaje huaimi, Bactris spp, Butia odorata, B. para-
en Perú y palma real en Bolivia, este guayensis, Copernicia alba, C. tectorum,
segundo libro considera otros palmares Euterpe oleracea, E. precatoria, Mauritiella
suramericanos, con especies adaptadas a aculeata, M. armata, Manicaria saccifera,
regímenes de carácter estacional a perma- Roystonea oleracea, Socratea exorrhiza y
nentemente inundados. En la primera Trithrinax schizophylla, entre otras. Las

Morichal en la altillanura colombiana. Foto: F. Trujillo 39


XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

INTRODUCCIÓN

L. M. Mesa S.

palmas consideradas pan-amazónicas del Chaco -compartido entre Bolivia, Para- Cocoseae, algunas afinidades trans-pací- de la perifieria al suroccidente (Attalea
son 15 especies e incluyen a Mauritia guay y Argentina-, con precipitaciones ficas, elementos gondwánicos y elementos princeps, Astrocaryum chonta, A. gratum, A.
flexuosa y Mauritiella armata (Pintaud et al. de 550-760 mm (Henderson et al. 1995). provenientes del continente norteameri- huaimi, Bactris glaucescens, Geonoma brevis-
2008). Las adaptaciones de estas especies Finalmente, las sabanas de palmares inun- cano, entre otras características, consi- patha) y especies de la Mata Atlántica
a ambientes inundados, son caracterís- dados de Copernicia alba constituyen una derando otros factores de conservación hacia el este (Bactris setosa, Euterpe edulis)
ticas específicas de este grupo de palmas región ampliamente influenciada por las biológica y de especiación relacionados (Moraes 2007, Pintaud et al. 2008). Bajo
(González-B. 2013). Por ejemplo, Euterpe crecidas de los ríos Pilcomayo y Paraguay, con los posibles refugios pleistocénicos un mayor régimen estacional de bosques
oleracea, Mauritiella aculeata, M. armata y junto a la precipitación pluvial estacional del bosque tropical húmedo al pie de los tropicales con estación seca, se encuen-
Mauritia flexuosa, tienen raíces con geotro- (Spichiger et al. 1991). Andes (Haffer 1969, Hooghiemstra y van tran formaciones de sabanas como las
pismo negativo (neumatóforos), mientras der Hammen 1998). Según Hooghiem- pampas del Heath y los Llanos de Moxos
que Socratea exorrhiza presenta raíces En ese sentido, los diferentes tipos de stra (2002) y de acuerdo a la “macroesta- en Bolivia, con Astrocaryum huaimi, Mauri-
fúlcreas o zancudas muy por encima de suelos representados en las tierras bajas bilidad” y las condiciones favorables del tiella armata y Syagrus sancona en su distri-
los niveles de inundación y Copernicia alba suramericanas, también brindan propie- bosque tropical húmedo para el desarrollo bución más sureña (Moraes 1999, 2007).
soporta niveles de inundación entre 4-6 dades únicas para los palmares inundados. de las plantas, la Amazonia se considera Finalmente en latitudes extratropicales
meses en el Chaco húmedo (Moraes 1991, Este es el caso por ejemplo, de los suelos la fuente de innovación biológica y gene- (25-35°S), algunas especies se estable-
Mereles 2007). hidromórficos (gleysoles) pobremente radora de biodiversidad, por lo que no cieron en el dominio de la pampa sensu
drenados, presentes en la cuenca amazó- sorprende que en ella se encuentre el 70% Cabrera y Willink (1973), con una vege-
Los patrones de riqueza y diversidad de nica y en las llanuras aluviales de tierras de los géneros de palmeras de América tación templada de transición entre las
las palmeras en América del Sur pueden bajas. Estos se asocian a llanuras inunda- del Sur (Pintaud et al. 2008). Según estos regiones Neotropical y Neoantártica con
ser interpretados en parte con base en bles de ríos con aguas blancas, negras y autores, los elementos amazónicos con los géneros Butia y Trithrinax en el límite
factores ecológicos actuales, particular- claras, mientras que los suelos acrisoles géneros ampliamente distribuidos como austral.
mente climáticos (Bjorholm et al. 2005). plínticos ricos en compuestos férricos y Desmoncus, Oenocarpus, Mauritia y Mauri-
Como la temperatura es el factor que se pobres en materia orgánica son caracte- tiella, apenas superan los 15°S, mien- Por todas estas características mencio-
mantiene más o menos estable a lo largo rísticos de los llanos de Bolivia, Colombia tras que Euterpe edulis y otras especies nadas anteriormente en relación a la
del año, son otros los elementos que y Venezuela, así como de las sabanas de de Bactris y Geonoma se encuentran en documentación de este importante grupo
determinan la distribución de palmas Rupununi en Guyana (Henderson 1995). esta latitud y fuera de la Mata Atlántica. de plantas en paisajes inundados de Sura-
en paisajes inundados de Suramérica La impermeabilidad de estos suelos Por otro lado, la diversidad de palmas se mérica, es que se planteó la publicación
(Henderson 1995). Así, debido a la preci- mantiene precisamente los niveles freá- reduce abruptamente en los límites de de este segundo volumen, considerando
pitación anual entre 1.500-6.000 mm y ticos elevados y permanentes en la capa la región amazónica, tanto al norte en además aspectos sobre la distribución,
la profusa presencia de ríos en la cuenca superficial arcillosa, junto al drenaje los Llanos colombianos y venezolanos, usos, biología, conservación y manejo,
amazónica por ejemplo, se ha clasificado deficiente en los pantanos de Mauritia como en las sabanas interiores y costeras entre otros. En base a las potencialidades
a los bosques de esta región entre aque- flexuosa (Mesa y Lasso 2013). En el caso guayanesas al sur y este del Cerrado. Las de los palmares inundables y las oportu-
llos inundados (como los bosques ribe- de Copernicia alba, esta especie prospera formaciones de sabanas de la periferia nidades de aprovechamiento, también
reños que se inundan anualmente o los en suelos arenosos en la superficie y suelos del noroeste amazónico y los Llanos, se consideran los requerimientos para
que permanecen inundados todo el año) arcillosos en profundidad, también deno- tienen más afinidades amazónicas hacia asegurar que continúen las investiga-
y los libres de inundación, incluyendo los minados transicionales en la región del el sur y más afinidades caribeñas hacia ciones científicas para comprender mejor
llanos o sabanas de Bolivia con marcada Chaco (Mereles 2007). el norte con Copernicia tectorum (Pintaud las dinámicas ecológicas asociadas, así
estacionalidad y 1.500 mm de precipita- et al. 2008) o Roystonea oleracea (Colon- como los requerimientos para garantizar
ción anual (Henderson et al. 1995). Con Por otro lado, la historia filogenética y nello et al. 2016). Los elementos amazó- que estos paisajes sean disfrutados por las
900-1.200 mm de precipitación le sigue el evolutiva del grupo también determina nicos se extienden a través de bosques generaciones venideras. Es un homenaje
Pantanal (entre Brasil, Bolivia y Paraguay) la composición de especies y sus varia- de galería hacia los Cerrados entre los al patrimonio natural de nuestra región
en plena cuenca hidrográfica Paraná-Para- ciones actuales (Bjorholm et al. 2006). 15-17°S, donde se encuentran especies suramericana.
guay, en un paisaje permanentemente Pintaud et al. (2008) resumieron las con amplia distribución como Mauritia
inundado (Adámoli 1999). Por otro lado, influencias históricas de los grupos de flexuosa, Mauritiella armata, Oenocarpus Bibliografía
la estacionalidad marca una distribución Arecaceae representados en Suramérica, distichus, Bactris major, D. orthacanthos y • Adámoli, J. 1999. Los humedales del Chaco
azonal de zonas inundadas para la región como el origen suramericano de la tribu D. polyacanthos, asociadas con especies y del Pantanal. Pp. 81-89. En: Malvárez, A.

40 41
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

INTRODUCCIÓN

I. (Ed.), Tópicos sobre Humedales Subtropi- Financing Mechanisms in Support of Conser-


cales y Templados de Sudamérica. Grupo de vation and Sustainable Management of Tropi-
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42 Morichal inundable, Orinoquia colombiana. Foto: F. Trujillo


J. Mesa
2. LOS PALMARES DE PANTANO DE
Mauritia flexuosa EN SURAMÉRICA:
UNA REVISIÓN
Valois González-B.

Introducción continuo a partir del meristema apical


Las palmas son monocotiledóneas leñosas ubicado en el extremo superior del tallo y
ubicadas en la familia Arecaceae, la cual la incompatibilidad entre el crecimiento y
pertenece al orden Arecales. En la actua- el alargamiento celular, con la formación
lidad se reconocen 186 géneros y cerca de hielo en sus tejidos, cuando las tempe-
de 2.500 especies (Govaerts y Drans- raturas del aire disminuyen varios grados
field 2005, Dransfield et al. 2008). Los por debajo del punto de congelación del
miembros de esta familia se caracterizan agua (Eiserhardt et al. 2011, Balslev et al.
por su gigantismo, por presentar tallos 2011).
predominantemente monopódicos solita-
rios y leñosos coronados por hojas siem- La palma Mauritia flexuosa pertenece a la
preverdes de gran tamaño, dispuestas subfamilia Calamoidae considerada como
helicoidalmente y con la producción monofilética y como hermana del resto

PRIMERA PARTE periódica en el centro de la corona foliar,


de una hoja juvenil tipo lanza. Ésta se
encuentra enrollada sobre su propio eje
de las cuatro subfamilias que constituyen
como un todo las Arecaceae (Asmussen
et al. 2006). Todos los miembros de la
Mauritia flexuosa en durante un periodo definido de tiempo,
el cual es especie dependiente, antes de
subfamilia se distinguen por las escamas
imbricadas que cubren el ovario y el
Suramérica: generalidades expandirse como hoja adulta y constituye
un mecanismo de protección contra los
fruto. Dentro de ésta, el género Mauritia
pertenece a la tribu Lepidocaryeae y a la
insectos herbívoros. Asimismo la rigidez subtribu Mauritiinae con dos especies:
y dureza de las hojas de las palmas están Mauritia flexuosa y Mauritia carana (Drans-
asociadas a una mayor densidad de fibras field et al. 2008). La primera presenta una
por área cuando se compara con las hojas amplia distribución en la mayor parte de
de las dicotiledóneas (Grubb et al. 2008, la cuenca del Orinoco y del Amazonas,
González-B. 2013). Las palmas se encuen- siempre asociada a sustratos saturados de
tran distribuidas a lo largo de las regiones humedad en los planos aluviales de ríos
tropicales y subtropicales del mundo, lo de aguas oligotróficas y en amplias depre-
que está relacionado con el crecimiento siones del mismo origen, aunque en la

45
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

PRIMERA PARTE: SURAMÉRICA

F. Mijares

mayoría de los casos aisladas actualmente estado de Roraima hasta las denominadas Cerrados de Brasil, así como también en 2. La palma Mauritia flexuosa (indivi-
de los pulsos de sedimentos aluviales, veredas de M. flexuosa en los altiplanos los paisajes aluviales más recientes tales duos de cualquier categoría de edad),
donde se han conformado extensos centrales de Brasil. Los sitios de mayor como planicies, depresiones laterales y aunque crece en suelos saturados de
planos de turba tanto en el Delta Inferior altitud se asocian a la presencia de enta- terrazas de la cuenca occidental del río humedad y en algunas circunstancias
del Orinoco, como en la cuenca Amazó- lles coluviales a valles coluvio-aluviales a Amazonas. tolera la presencia de una lámina de
nica. La otra especie Mauritia carana está aluviales, dominados en altura por altipla- agua sobre el sustrato, no soportan
restringida a suelos de arenas blancas mal nicies antiguas presentes en la secciones La presente publicación tiene como prin- condiciones parciales o totalmente
drenados a lo largo de ríos de aguas negras superiores del Cratón Amazónico. Este, cipal objetivo hacer una síntesis del estado anóxicas asociadas con aguas sin
asociadas a matorrales ralos y escleró- está dividido en dos secciones separadas actual del conocimiento, hasta ahora ningún movimiento lateral super-
filos de la región amazónica compartida por la cuenca de drenaje del río Amazonas, fragmentario, que se tiene de la palma ficial o subsuperficial. Las aguas en
por Venezuela, Colombia, Perú y Brasil el Escudo de Guayana al norte y la sección Mauritia flexuosa así como de los palmares movimiento oxigenan y facilitan el
(Anderson 1981). Central del Escudo de Brasil o de Guaporé. de pantano o morichales en Venezuela, intercambio gaseoso a nivel de los
La sección superior y sur del Escudo de canangunchales/morichales en Colombia, neumatóforos. Estos son un nume-
Los individuos de esta especie arbo- Guayana, está constituida por la provincia aguajales en el Perú, buritiales en Brasil, roso conjunto de raicillas aéreas con
rescente o monopódica y pleonántica, geológica de Roraima, la cual se extiende moretales en Ecuador y palmas reales en geotropismo negativo y con una alta
representan el modelo arquitectónico hacia el sur en Brasil. Está formada, Bolivia. Asimismo, se definen los atri- proporción de tejido aerenquimático
denominado de Córner (crecimiento vege- mayormente, por areniscas presentes en butos ecológicos de la especie, que le han dentro de su estructura. Sus densi-
tativo de un único meristema apical que distintos ambientes geomorfológicos, permitido la conformación de extensas dades que pueden llegar hasta 5.000/
origina un eje o tallo no ramificado en el permanentemente mal drenados. comunidades de palmares neotropicales. m2, son mayores cerca de la raíz prin-
cual las inflorescencias son laterales). En cipal. Esta última se extiende lateral-
Un similar tipo de paisaje antiguo está
su estado adulto estos alcanzan una altura Condiciones de hábitat necesa- mente a una profundidad de pocos
representado por el altiplano Central de
de 35 a 40 metros, en regiones con climas rias para el establecimiento de los centímetros y paralela a la superficie
Brasil, cuya vegetación tipo sabana puede
más húmedos como en el Delta Inferior palmares de pantano de Mauritia del suelo hasta por cuarenta metros
variar desde inarboladas (campo limpo)
del Orinoco y la Amazonia Occidental flexuosa (de Granville 1974).
hasta densamente arboladas (cerradão)
(Balslev et al. 2011, González-B. 2011). Los hábitat donde se establecen los
que definen el denominado Cerrado brasi-
palmares de pantano de M. flexuosa En los Llanos Orientales de Venezuela,
leño. En este tipo de paisaje la palma M.
La palma Mauritia flexuosa y los palmares flexuosa está presente a lo largo de ejes de comparte varios atributos: la construcción de puentes con bases de
de pantano que conforman sus individuos drenaje que tienen como características 1. Una suplencia permanente del recurso concreto (cemento) mal diseñadas que
mayoritariamente adultos, generalmente comunes el hecho de estar asociados a hídrico, lo que es de vital importancia cruzan los ríos donde está presente este
están asociados a suelos orgánicos como cabeceras de río o ejes fluviales que varían para la gran mayoría de las palmas, sistema ecológico, traen como conse-
los denominados histosoles tropicales. desde el orden uno hasta el cuarto, y domi- que al igual que M. flexuosa, presentan cuencia, una marcada reducción del flujo
Este sistema ecológico se ubica espa- nados en altura por altiplanos muy anti- un único meristema apical y radicular fluvial aguas abajo y el represamiento del
cialmente al este de la cordillera andina guos, tanto en el Escudo de Guayana en en continua división y expansión eje de drenaje aguas arriba de la estruc-
tanto en la cuenca de los ríos Orinoco Venezuela, como en el altiplano Central de celular a lo largo del año. Su baja tole- tura del puente. Ambos fenómenos condi-
y Amazonas en Venezuela, Colombia, Brasil y en algunos sectores de ambientes rancia a temperaturas por debajo de cionan la senescencia acelerada y la muerte
Ecuador, Perú, Brasil y Bolivia y en la isla cuaternarios y sedimentarios del Gran 0° C, restringe a la gran mayoría de regresiva de los individuos de la palma.
de Trinidad (Henderson et al. 1995). Pantanal de Brasil. sus especies, a los trópicos y subtró-
picos. En ambas regiones se encuen- Asimismo, un fenómeno parecido se
En relación a su intervalo altitudinal, la En cuanto a la recarga del recurso hídrico tran más del 90% de las distintas origina con la construcción de vías de
palma M. flexuosa varía desde pocos metros de los palmares de pantano de M. flexuosa, especies de palmas, confinadas a los penetración no asfaltadas, en suelos muy
sobre el nivel del mar hasta una altitud este último es predominantemente de bosques tropicales lluviosos, sistemas poco cohesivos con altos contenidos de
de 900 a 1.000 metros, tanto en el piede- origen subterráneo. Este es el caso del ecológicos donde frecuentemente arena. Los sedimentos transportados
monte oriental andino como en el alti- piedemonte de la Serranía Oriental y los desempeñan roles clave (Tomlinson lateralmente por la escorrentía superfi-
plano de la Gran Sabana en Venezuela, de Llanos Orientales tanto de Colombia y 1990, 2006, Pintaud et al. 2008, cial condicionan la erosión de los taludes,
donde continúa con un paisaje similar en el Venezuela y la región fitogeográfica de los Couvert y Barker 2013). sin ninguna cobertura de protección, que

46 47
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

PRIMERA PARTE: SURAMÉRICA

F. Mijares

limitan con el curso fluvial. Con el tiempo el movimiento de agua subterránea a Asteraceae, Cyperaceae y Eriocaula- y Colombia, se enriquecen gradual-
se libera una capa de materiales arenosos partir del acuífero, son las diferencias ceae). mente con otras especies arbóreas y
que sepultan o cubren totalmente los marcadas en la energía libre del agua, En la medida que el eje de drenaje de finalmente son sustituidos a lo largo
neumatóforos que mantienen el trans- que son equivalentes a las diferencias bajo orden aumenta su caudal, se hace del tiempo por los denominados
porte de oxígeno a las raíces subterráneas del potencial hídrico entre el paisaje más ancho y profundo, y al alcanzar bosques de pantano, ribereños, o de
y determinan la muerte de los individuos de altiplanicie y el de valle vecino. El el orden 4 a 5, de acuerdo al sistema galería (González-B. 1987, Carvalho
(González-B. y Rial 2011). palmar denso de M. flexuosa ocupa propuesto por Strahler (1958), ya ha 1991).
el plano aluvial reciente saturado de constituido un plano aluvial ancho y 3. Los palmares de pantano que se hallan
Tipos generalizados de palmares humedad, y en contacto al subsistema saturado permanentemente. En esta en los planos aluviales (inmediata-
de pantano de Mauritia flexuosa lótico vecino. condición la continua lluvia de propá- mente adyacentes a cursos de agua
presentes en la región tropical de 2. En la región del Cerrado Brasileño, se gulos de M. flexuosa (transportados y oligotróficas, ácidas y con ausencia de
Suramérica presenta un tipo particular de palmar dejados caer accidentalmente por los sedimentos en suspensión), que están
En la región tropical de Suramérica es de pantano lineal de Mauritia flexuosa psitácidos (en particular por las dos presentes en la cuenca amazónica en
posible reconocer distintos tipos de este denominados “veredas” que desde el especies de guacamayas Orthopsittaca Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador,
sistema ecológico. punto de vista geomorfológico, está manilatus y Ara ararauna), se conforma Bolivia y Brasil (Figura 1).
1. Los que están asociados a un paisaje asociados a depresiones abiertas y un tipo de palmar de pantano muy
de valle dominado por altiplanicies, alargadas con vertientes suaves y similar a los presentes en los Llanos Así mismo se pueden presentar en
tal como ocurre en la altiplanicie de fondos planos. La fisionomía de las Orientales tanto de Venezuela como terrazas aluviales que sólo reciben
la Gran Sabana en Venezuela así como “veredas” está representada por una en Colombia, y que es denominado agua de lluvia y, en algunos casos,
en los Llanos Orientales de Colombia en Brasil como buritizal. Estas comu- aportes laterales de aguas subterrá-
vegetación herbáceo-graminoide que
y Venezuela. Igualmente, en algunas nidades, al igual que en Venezuela neas. También se encuentran en las
ocurre en la mayor parte del área y
localidades del piedemonte de la
otra arbustivo-arbórea con un predo-
cordillera Oriental de Colombia que
minio de individuos adultos de la
limita con la vegetación de sabanas
palma M. flexuosa con alturas de 10 a
y en los Cerrados brasileños. En
12 m (Wantzen et al. 2006, Guimarães
todas estas regiones el palmar de
et al. 2002).
M. flexuosa está constituido por un
Este tipo de palmar de pantano rela-
subsistema terrestre y otro acuá-
tico lótico, adyacente. Estos están tivamente estrecho, está asociado
asociados a ejes fluviales que reciben a ejes de drenajes permanentes de
durante todo el año, un aporte hídrico bajo orden que disectan el paisaje de
subterráneo a partir de un acuífero altiplanicie y que a consecuencia de
libre o no confinado. Éste se origina la infiltración de la lluvia, mantiene
como consecuencia del relativo alto durante todo el año el flujo hídrico
contenido de arena de los sedimentos fluvial. Éstos se caracterizan por
de origen antiguo que conforman sus aguas oligotróficas y de bajo pH.
las altiplanicies cuyos topes por lo El estrato arbustivo relativamente
general, son relativamente planos u continuo, está dominado por especies
ondulados y subyacen sobre otro tipo de la familia Melastomataceae como
de sustrato constituido por mate- Miconia chamissois. En sus adyacen-
riales sedimentarios o rocosos menos cias, donde el suelo está saturado de
permeables. Este hecho condiciona la humedad o presenta una pequeña
aparición de un acuífero en la inter- lámina de agua, están presentes espe- Figura 1. Vista aérea del río Morichal Largo en Venezuela. Note que existe un sector en la
face de ambos tipos de materiales cies de tipo herbáceo graminoide que margen izquierda que ya fue deforestado para la siembra de pastos introducidos. Foto: A.
geológicos. Sin embargo, lo que causa toleran mal drenaje (familias Poaceae, Blanco.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

PRIMERA PARTE: SURAMÉRICA

F. Mijares

mismas cuencas de clima cálido y pequeños montículos que se originan movimiento lateral tanto del oxígeno presentes otras especies arbóreas
húmedo (lluvias de cerca de 3.000 por la acción combinada de las raíces como de las aguas subsuperficiales, como de palmas (Carrera 2000).
mm al año), en cubetas extensas adventicias de la palma que retienen habrá que investigarla con mas
muy alejadas del plano original de parte del mismo y la acción erosiva de detalle en el futuro (González-B. En el palmar denso de pantano con
desborde del río, donde el mal drenaje las aguas de escorrentía superficial. 1999, 2006a, 2011). tendencia a la mono especificidad,
permanente asociado a la forma Éstos alternan con micro depresiones la mortalidad masiva de los indi-
cóncava del relieve, facilita el esta- donde se acumula una lámina de agua 5. En los palmares de pantano de viduos adultos, puede ser causada
blecimiento de un tipo de palmar de de poca profundidad. Los palmares M. flexuosa presentes en la región como consecuencia de perturba-
pantano alto y denso. En todos estos de pantano en esta subregión ocupan noroccidental de la cuenca amazónica ciones predominantemente antró-
casos, la interacción de las variables la sección intermedia del plano de denominados en Perú como picas, como por ejemplo las quemas
citadas condicionan la conformación turba, mientras que en la inferior más aguajales, se distinguen dos subtipos inducidas y la conformación de áreas
de suelos orgánicos o planos de turba baja y con la presencia permanente de adicionales: los denominados densos utilizadas para la agricultura. Aunque
(Draper et al. 2014, Lähteenoja et al. una lámina de agua, está presente y los mixtos. En los primeros la también por causas naturales: fenó-
2012). un herbazal de pantano de Lageno- densidad de los individuos adultos menos de subsidencia, el incremento
carpus guianensis. La sección supe- de la palma superan los 150 ind./ de la lámina de agua y el estanca-
4. Los asociados a extensos planos de rior, topográficamente más alta con ha, mientras que en los mixtos no miento de las aguas pluviales. Una vez
turba o suelos orgánicos (histosoles un microrelieve liso y relativamente sobrepasan los 70 ind./ha, y están que se degrada este palmar, se inicia
tropicales) presentes en el Delta mejor drenada, está constituida por
Inferior del Orinoco (González-B. un bosque de pantano de alto a medio
2011), así como también en la sección denso dominado por Symphonia globu-
lifera y Pterocarpus officinalis.
terrestre de las islas de estuario como
Marajó, en la desembocadura del río
En este sistema ecológico, además
Amazonas. Esta condición particular
del agua de escorrentía superficial y
se origina, cuando el agua dulce del
la acumulada en las depresiones por
río Amazonas es represado por el
lluvia, se reconoce otro movimiento
ascenso de las mareas por las aguas
subsuperficial de agua a nivel de la
salobres del océano Atlántico. Las sección superior interna del sustrato
mareas, no llegan a penetrar las bocas orgánico o turba denominado acro-
del Amazonas, porque son dominadas telmo. Este último está constituido
por la alta presión hidráulica ejercida en los primeros 50 a 70 cm por los
por la descarga del río en el Atlántico materiales fibrosos derivados de la
(c.a. 180.000 m3.sec-1). Este represa- descomposición parcial de las raíces,
miento, desvía lateralmente los altos así como por fragmentos de las hojas
volúmenes de agua dulce que inundan y pecíolos de la palma M. flexuosa y
las depresiones de la isla de Marajó ocupan la posición más baja en los
cubiertas por extensos palmares, paisajes asociados a las planicies de
altos a medios densos, de M. flexuosa turba. El acrotelmo por su naturaleza
(Goulding y Smith 2007). En este refractaria, mantienen con un defi-
último caso, al igual que los palmares nido nivel de oxigenación, las aguas
presentes en Delta Inferior del que se mueven por gravedad en direc-
Orinoco, son prácticamente monoes- ción a los caños de marea.
pecíficos y no están asociados a un Figura 2. Vista de un palmar alto, de medio a denso, de pantano de Mauritia flexuosa. Note
eje fluvial o caño de marea vecino. En La estructura relativamente gruesa lo extenso de este sistema ecológico que no está asociado a ejes fluviales de aguas oligo-
el sustrato orgánico (turba) de estas y porosa del acrotelmo en estas tróficas, sino a planos de turba que pueden tener hasta cuatro metros de espesor. Foto: A.
comunidades se pueden observar turberas neotropicales que facilitan el Blanco.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

PRIMERA PARTE: SURAMÉRICA

F. Mijares

una secuencia sucesional que si no es La palma Mauritia flexuosa como


afectada por nuevas perturbaciones una especie sucesionalmente
fuertes, progresa a herbazales grami- temprana
noides de pantano con individuos
juveniles y subadultos de M. flexuosa La influencia del recurso luz
aislados o en pequeños grupos, hasta Sobre la base de los trabajos realizados
comunidades más avanzadas, que (González-B. 1987, 2004, 2006b, 2010),
tiene como estadio final al bosque de se puede considerar a Mauritia flexuosa
pantano (González-B. 1987, 2009) una especie heliófila y sucesionalmente
(Figura 2). temprana ya que sus juveniles y suba-
1 2 3
dultos ya establecidos, responden con
pulsos de crecimiento a la apertura de
Por debajo del dosel relativamente Figura 3. Vista interna de tres localidades distintas asociadas con individuos en diferentes
claros en el dosel (González-B. 1987, Kahn
continuo de los palmares densos, estadios de crecimiento de la palma Mauritia flexuosa. Observe que en la 1, toda la corona
1986, Svenning 1999, Salm et al. 2005).
conformado por las copas de M. foliar del individuo subadulto está muerta. En la 2, se destaca el excesivo alargamiento de
Esta afirmación se basa en la forma de
flexuosa, se reconocen diferentes los pecíolos de las hojas costapalmadas de un individuo similar al anterior, de los cuales
crecimiento asociada a un tallo monopó-
individuos de especies arbóreas tres ya han descendido hasta el suelo al perder la turgencia original y senecer completa-
dico y heterotrófico y su presencia como
típicas del bosque de pantano, que mente. En la 3, se presenta un juvenil que aún no ha conformado un tallo sobre el suelo.
palma del dosel o emergente cuando está
se encuentran en estadios de suba- presente en los palmares y bosques de Note de nuevo el excesivo alargamiento de los pecíolos y la muerte previa de las hojas que
dultos. Los bosques de pantano en los pantano tanto en la región de los Llanos yacen sobre el suelo, así como el progresivo amarillamiento de los foliolos de las hojas aún
Llanos Orientales de Venezuela están Orientales de Venezuela y Colombia, en presentes. Fotos: V. González-B.
dominados en cuanto a la abundancia el delta Inferior del Orinoco, como en la
relativa, por los individuos adultos región amazónica noroccidental del Perú.
Sin embargo, también fue evidente en el de 20 a 25 hojas, por lo que los de mayor
de Symphonia globulifera, Pterocarpus En las dos últimas regiones, la mayor
palmar de pantano estudiado la presencia altura y por tanto de más edad, presentan
officinalis y Virola surinamensis. De las pluviometría anual condiciona que los
de individuos subadultos entre 5 a 8 m también un mayor número de hojas. En
tres especies citadas, la primera de tallos de los individuos presentes tengan
un diámetro cerca de 60 cm y una altura con su corona foliar bien desarrollada y la medida que se cierra el dosel tanto
ellas así como Virola pavonis y Calo-
de hasta cerca de 35 a 40 metros posible- sin ningún síntoma de etiolación de sus lateral como longitudinalmente, ocurren
phyllum brasiliense son relativamente pecíolos. Estos se hallaban rodeados a un conjunto de fenómenos asociados a la
comunes en algunos bosques del mente asociado a un fenómeno de inte-
racción competitiva entre los individuos distancias variables, entre 3,5 a 4,20 m, de reducción marcada de la luz que alcanza el
Perú, denominados como aguajales individuos adultos que no interferían con sotobosque, a consecuencia del cierre del
mixtos y equivalente a un morichal de una misma cohorte poblacional por el
recurso luz. la entrada de suficiente luz tanto directa dosel por los individuos de M. flexuosa con
mixto, la cual pudiera ser una fase de como difusa, cuya intensidad, dependían similares alturas (misma cohorte).
transición a un bosque de pantano. de la hora del día. La integración diaria de
En los estudios realizados en los Llanos
En un estudio reciente sobre este tipo ambas variables, facilitaba el crecimiento El papel del fuego
Orientales de Venezuela, se les hizo un
de sistema ecológico (Endress et al. en altura del individuo juvenil (González- Los resultados obtenidos de la
seguimiento mensual durante 14 meses
2013), los resultados indicaron que a individuos previamente ubicados y B. 1986, 2006c, 2010). caracterización de numerosas comuni-
son más diversos y estructuralmente marcados espacialmente tanto en la dades de palmar de pantano sensu lato de
más complejos que lo que se había fase de juveniles y como subadultos, La palma Mauritia flexuosa mantiene un M. flexuosa tanto en la región sur de la Gran
supuesto y, a pesar que los árboles de presentes dentro de un palmar alto denso número definido de hojas megáfilas en la Sabana, como en los Llanos Orientales
las dicotiledóneas eran dos veces más de pantano. Los resultados obtenidos corona foliar que varían con la edad y la tanto de Venezuela y Colombia y el Delta
abundantes que las palmas (p<0,001), señalan la muerte in situ de los juveniles y altura de los individuos adultos. Una vez del Orinoco, indican que los palmares de
éstas eran más altas y más grandes los subadultos cuando los niveles medios que éstos alcanzan la madurez sexual pantano forman parte de una secuencia
(p<0,001) y por lo tanto la palma M. de luz no superaron el 4 al 5% en relación a entre los 10 a 12 años, el número de hojas sucesional y de tipos fisionómicos, que
flexuosa todavía representaban casi la los medidos sobre el dosel de la sabanas de continúa incrementándose con la altura de dependen tanto del tipo, como de la
mitad del área basal del bosque. Trachypogon spicatus adyacente (Figura 3). los individuos hasta alcanzar un máximo intensidad del evento de perturbación.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

PRIMERA PARTE: SURAMÉRICA

F. Mijares

Éstos en su gran mayoría son de origen distintos tipos de mamíferos (roedores,


antrópico y el más frecuente y común tapires), así como por reptiles y aves, parti-
es el fuego, seguido por la eliminación cularmente por los psitácidos. Tambien, la
diferencial o total de los individuos caída por gravedad (dispersión por baro-
adultos de las palmas, en paralelo con coria) a partir de individuos adultos de la
la construcción de canales para drenar palma asociados a los bordes de los caños
los suelos orgánicos antes de proceder de marea y ejes fluviales en combinación
a la siembra del conuco. Asimismo, la con la dispersión por la acción del agua
acción del fuego en el delta Inferior del en movimiento (hidrocoria), se combinan
Orinoco depende de la biomasa seca en con la capacidad de flotación del fruto de
pie del herbazal graminoide de pantano M. flexuosa en un medio acuoso. Figura 4. Gradiente de complejidad estructural entre un herbazal graminoide de pantano
de Lagenocarpus guianensis que hace inarbolado y un bosque siempreverde de pantano. La dirección de las flecha hacia la derecha
contacto lateral con los palmares o Fenómenos similares en relación a la acti- del gráfico indica un proceso de sucesión, con un incremento progresivo de la complejidad
bosques de pantanos (o con los relictos o vidad del fuego, ocurren con frecuencia estructural y florística hasta conformar la comunidad más estable en el tiempo, el bosque
islas de ambas comunidades), que ya han tanto en los Llanos Orientales de Vene- de medio a alto denso de pantano. La flecha hacia la izquierda señala que un régimen de
sido previamente fragmentadas por la zuela y Colombia, como en la Gran Sabana. continuas perturbaciones asociadas a intervenciones antrópicas (fuego, pastoreo, tala),
actividad antrópica. En ambas regiones, los herbazales grami- simplifica la estructura vertical de la vegetación e incrementa la lamina de agua, lo que
noides de pantano comparten el mismo favorece el establecimiento de un herbazal graminoide de pantano. Fuente: V. González-B.
Los indígenas de la etnia Warao queman al plano aluvial con los palmares, bosques (1987).
final del periodo de sequía estos herbazales de pantano y comunidades transicionales;
altos densos con hojas lineales de bordes asimismo son similares los procesos de
cortantes, ya que les facilita el poder dispersión y recolonización por las semi- culminan en los bosques altos a medios su estructura poblacional, la representa-
caminar a través de este tipo de vegetación llas de la palma. Generalmente la disposi- densos de pantano dominados por Virola ción de las plántulas y juveniles y son muy
en búsqueda de pichones de psitácidos en ción de los juveniles y subadultos tiende a surinamensis y Symphonia globulifera pocos los subadultos que los remplacen
los nidos abiertos en los tallos muertos ser agrupada o en forma de parches inte- (González-B. 1986, Terán y Duno 1988) cuando mueran por senescencia o por la
aún en pie de la palma M. flexuosa, así rrumpidos por el componente graminoide. (Figura 4). acción de los rayos o el fuego durante los
como también de la tortuga morrocoy años Niño.
(Chelonoidis carbonaria). El proceso de Los estadios de la sucesión vegetal En un estudio de la estructura poblacional
sucesión secundaria se inicia por algún Los numerosos muestreos cuantitativos de los palmares de pantano, en base a diez En el siguiente estadío (Figura 6), se
tipo de perturbación, que como la acción realizados en la cuenca de los ríos muestreos realizados a lo largo del río muestra el perfil de un palmar denso de
del fuego, elimine gradual o abruptamente Caris y Pao en los Llanos Orientales de Moquete, ubicado en los Llanos Orientales pantano de Mauritia flexuosa, donde se
el componente arbóreo. Esta variable en el Venezuela, en el delta del Orinoco y al de Venezuela, se obtuvieron tres tipos reconoce que la mayoría de los individuos
delta del Orinoco, puede estar asociada sur de la Gran Sabana en la cuenca del distintos de comunidades que se caracte- de la palma pertenecen a las categorías de
a fuegos tanto superficiales como subte- río Yuruaní, en parcelas de 0,1 ha y el rizan a continuación. altura comprendidas entre los 14 y los 18
rráneos, aunque la mayor letalidad está análisis posterior de los datos con técnicas metros. De nuevo, la curva de la estructura
asociada a los últimos. multivariadas (González-B. 1986, Terán Un estadio sucesional más temprano población de esta comunidad se aleja de la
y Duno 1988, González-B., y Rial 2011), (Figura 5), donde se muestra un perfil ya citada “J” invertida, lo que indica que
Cuando el herbazal graminoide de pantano soportan la secuencia sucesional, a estructural de un herbazal de pantano los individuos de M. flexuosa constituyen
se mantiene aleatoriamente sin quemar partir de los herbazales graminoides con individuos de la palma M. flexuosa. una comunidad monodominante, donde
por un periodo de más de seis años, es con individuos aislados o en grupos de Las diferentes alturas de los individuos se los individuos de la misma especie no
gradualmente colonizado mediante la juveniles y subadultos de M. flexuosa corresponden con las categorías de edad. tiene capacidad de remplazo de los adultos
dispersión de los frutos y semillas de hasta el bosque de pantano. Entre ambos senescentes, ya que no hay reclutamiento
M. flexuosa a partir de los palmares de extremos a lo largo del gradiente se Note que la curva no representa la “J” de nuevas cohortes poblacionales por los
pantano vecinos por la fauna local y reconocieron y se muestrearon distintos invertida. Esto indica que los individuos bajos niveles de luz del estrato inferior de
regional. En este proceso intervienen tipos de comunidades de plantas que de mayor edad o los más altos no tienen, en esta comunidad.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

PRIMERA PARTE: SURAMÉRICA

F. Mijares

Figura 5. Estructura poblacional de Mauritia flexuosa. Note que en esta localidad tampoco
se presenta la denominada “J” invertida lo que indica ausencia de plántulas y juveniles en
esta comunidad. Fuente: V. González-B. (1987). Figura 6. Perfil estructural de un palmar medio denso de Mauritia flexuosa. Localidad:
Simborino. El eje horizontal representa una longitud de 50 m. Fuente: V. González-B.
(1987).
La figura 7 representa el tercer estadio en continuo de plántulas y juveniles en la
el otro extremo del gradiente sucesional. estrecha sección saturada a lo largo de
Aquí prácticamente el palmar denso de un canal de drenaje poco expresivo. Este
pantano ha sido sustituido gradualmente hecho conduce a que cuando se analiza la
por especies arbóreas de las dicotiledó- estructura poblacional de M. flexuosa en
neas como Virola surinamensis y Symphonia las veredas, los datos obtenidos se asocian
globulifera que son tolerantes a la sombra y a una curva de “J” invertida, que indica que
ambas si presentan una curva poblacional los adultos senescentes o muertos serán
que coincidiría con la denominada “J” remplazados por los previamente reclu-
invertida. tados que ya han pasado a las categorías
de subadultos y adultos por las razones ya
Un resultado similar al aquí reportado se discutidas.
discute en el estudio donde se caracterizó Figura 7. Curva de la estructura poblacional de Mauritia flexuosa. Obsérvese que en esta
la estructura florística y vertical de un A diferencia de las veredas, la exten- localidad dicha especie solo está representada por dos individuos de gran edad tal como
palmar de pantano de M. flexuosa en el alto sión lateral de los buritizales es mucho refleja el gráfico. Fuente: V. González-B. (1987).
río Guaporé en el estado de Mato Grosso mayor y otro contraste con las primeras,
en Brasil (Sander 2014). Se trata de un es que estos palmares de pantano están
palmar denso de pantano (buritizal), que presentes en ríos de orden 4 a 5 con cauces
sería equivalente en Venezuela al verda- más anchos, los cuales se extienden hasta de 10 parcelas de 1000 m2 (1 ha) orien- de M. flexuosa presentaron un Índice de
dero morichal sensu stricto. Este último se por más de 1.000 metros partir del borde tadas perpendicularmente al curso del Valor de Importancia relativizado a 100%
diferencia marcadamente de las veredas, del curso fluvial de carácter permanente, río (Sander 2014). Se registraron 253 ind. de 60,2%, que la califica como la especie
constituidas por palmares lineales y estre- y similares a los presentes en los Llanos ha-1 de M. flexuosa, dos veces más indi- monodominante de este tipo de palmar
chos asociados a cabeceras de bajo orden, Orientales de Venezuela, Colombia y en viduos que el número total de las otras de pantano. La palma también presentó
que reciben lateralmente altos niveles de otros sectores de la cuenca amazónica. cuatro especies más abundantes, siendo un área basal de 23,49 m. ha-1 y un valor
radiación solar (luz). La mayor incidencia Este palmar de pantano fue caracterizado las dos primeras: Brosimum lactescens y de cobertura de 70,25%. Sin embargo, la
de luz lateral mantiene un reclutamiento cuantitativamente mediante el empleo Calophyllum brasilensis. Los individuos palma M. flexuosa no mostró el patrón de

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PRIMERA PARTE: SURAMÉRICA

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“J” invertida, por lo que esta especie no amazónica donde está prohibida la litros.dia-1 por individuo adulto y con un positivamente), con un número máximo
está en capacidad de regenerarse ya que caza, las poblaciones del báquiro número medio de hojas megáfilas de 15, de producción de infrutescencias a nivel de
la gran mayoría de sus individuos están labiado (Tayassu pecari) puedan ser la condiciona la eliminación gradual de la los individuos femeninos de hasta nueve y
concentrados en las mayores clases de causa de mortalidad de las plántulas lámina de agua presente sobre el sustrato un numero medio de frutos por infrutes-
altura (Sander 2014). y juveniles de M. flexuosa, tanto por edáfico (Urich y Coronel 2006). cencia de 577 (Salazar y Roessl 1977).
la acción del pisoteo, consumo de las
A diferencia del patrón de distribución en hojas juveniles y la extracción con el La supresión de la lámina de agua y los La fase de establecimiento se considera
clases de tamaño de M. flexuosa las otras hocico de la semillas germinadas o no bajos niveles de luz a nivel del estrato infe- que finaliza a los tres años en Perú mien-
dos especies que le siguen en valor de (Beck 2006, 2007). rior, condicionan que una vez que se cierre tras que en Venezuela es de cuatro a cinco
importancia Brosimum lactescens y Calophy- 3. Que en los palmares de pantanos el dosel en el estadio de palmar denso de años. En Colombia, Zea (1997) la estimó
llum brasiliense, presentaron un número densos y con altas densidades de pantano, desaparece el estrato asociado con un valor medio de cinco años. Una vez
mayor de individuos en las primeras clases individuos adultos de 150 o más por al herbazal graminoide de pantano domi- que la palma alcanza el diámetro máximo
de altura, lo que indica que serán éstas las hectárea, se produzca la muerte de nado originalmente por distintas especies del tronco que mantendrá el resto de su
que sustituirán el palmar de pantano por las plántulas y juveniles por la caída de las familias Cyperaceae, Eriocaulaceae, ciclo de vida, el crecimiento de los juve-
un bosque de pantano más estable en el sobre ambos estadios de las grandes Xyridaceae y Poaceae. Sin embargo, las niles ya caulescentes se activa y se ha esti-
tiempo como una comunidad terminal y hojas megáfilas (Ponce et al. 1996). perturbaciones tanto naturales como de mado tanto en Perú como en Venezuela,
con capacidad de auto regeneración, tal 4. La combinación de lo planteado en las origen antrópico, pueden revertir esta que la tasa de crecimiento varia anual-
como ocurre en los Llanos Orientales de hipótesis 2 y 3. tendencia. mente entre 1,50 a 1,70 m. Con esta tasa
Venezuela con los bosques de pantano, el individuo juvenil alcanzaría una altura
dominados por Virola surinamensis y El crecimiento de los individuos de la Atributos vitales asociados a de 6 m a los ocho años y de 9 m a los diez
Symphonia globulifera. La segunda especie, palma M. flexuosa, una vez que finaliza la la historia de vida de Mauritia años en Venezuela.
C. brasiliense, también está presente en la fase establecimiento, va acompañado por flexuosa
figura 7, con la diferencia que esta especie un aumento en paralelo del número de Mauritia flexuosa es una especie dioica de En el Perú, el primer evento de floración
es tolerante a la sombra y con capacidad de hojas megáfilas, y ya cuando los individuos relativo rápido crecimiento asociado a y fructificación ocurre en promedio a los
reclutamiento bajo estas condiciones. La alcanzan una altura entre los 10 a 12 m y su naturaleza heliófila, y con una tasa de ocho años, mientras que en Venezuela
especie arbórea en consideración, aparece la densidad de los individuos es suficiente- fotosíntesis relativamente alta para una y Brasil ocurre entre los diez a 11 años
en la figura 7 del perfil como Calophyllum mente alta, se cierra el dosel y fisionómica- palma con un metabolismo fotosintético (según consulta con las comunidades crio-
lucidum, que era el nombre taxonómica- mente se alcanza el estadio de palmar bajo tipo C3. La palma M. flexuosa es como la llas e indígenas). En esta primera etapa, los
mente aceptado, para el momento de la denso de pantano (Gonzalez-B. 1987). En gran mayoría de las Arecaceae de natu- individuos femeninos de esta palma dioica
publicación (González-B. 1987). esta última condición se reduce considera- raleza diploide con un número de cromo- producen de dos a cuatro racimos, sin
blemente los niveles de luz que alcanzan al somas 2n = 30. En la cuenca amazónica embargo los frutos son pequeños y muchos
La ausencia de reclutamiento de indi- sotobosque, con un valor que oscila entre 2 donde se estima que existen 16.000 espe- son abortados (González y Torres 2010).
viduos en las categorías de plántulas, al 4% del medido en condiciones abiertas. cies arbóreas, la palma Mauritia flexuosa
juveniles y subadultos pequeños en los La reducción marcada de luz y la elevada forma parte de las 227 especies que por La producción y número de infrutescencias
palmares de pantano de Mauritia flexuosa tasa de transpiración de los individuos de la alta abundancia numérica dentro de la aumenta con la altura o edad de la palma,
pudiera ser atribuible al menos a tres dife- la palma M. flexuosa cuando ya conforman cuenca, se consideran como hiperdomi- así como del número de hojas presentes
rentes causas que habrá que verificar con una comunidad de palmar de pantano, nantes y hábitat especialista, las cuales en la corona foliar. En los individuos con
investigaciones futuras: trae como consecuencia una reducción representan el 1,4% del total de especies alturas medias de 10 m y unas 12 hojas
1. La ausencia de perturbaciones al marcada de la lámina de agua, que en los arbóreas presentes (ter Steege et al. 2013). megáfilas en la corona foliar, el número
dosel, que permita una mayor entrada herbazales de pantano con individuos promedio de infrutescencias o racimos
de luz que facilite el crecimiento de aislados de M. flexuosa puede variar entre Todas estas características la ubican fue de cinco por cada una de éstas. En la
las plántulas y juveniles en el estrato 15 a 35 cm de altura. La combinación en como una especie con estrategia tipo “r” misma localidad en un palmar de pantano
inferior. los palmares denso de pantano de una con una alta producción sincrónica de con individuos de M. flexuosa entre 18 a
2. La posibilidad de que, tal como ocurre alta superficie foliar, con una elevada tasa frutos que varían dependiendo la edad y/o 23 m de altura el número de hojas variaba
en las áreas protegidas de la cuenca de transpiración diaria del orden de 231 altura de la palma (ambas correlacionadas entre 15 a 17 y el de infrutescencias de los

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individuos femeninos entre siete y nueve por la acción del viento, así como el de et al. 2012). Se trata de una cuenca subsi- entre la turbera abierta y el bosque bajo
(González-B. 2010). El número de frutos fructificación, ocurren en ambos hemisfe- dente de aproximadamente 100.000 km2, de varillar. El palmar presentó un área de
por infrutescencia nuevamente está rela- rios durante el periodo de sol alto durante la cual se originó durante el levantamiento 27.732 km2 con un almacenamiento de
cionado con la edad relativa de la palma, el verano climático, que coincide con el de los Andes en la era Cenozoica y posible- carbono de 2,3 Pg C, seguido por el bosque
la cual está correlacionada positivamente periodo de lluvias a nivel regional. mente, aún hoy en día, se encuentra en un bajo de varillar con 0,5 Pg C y los herbazales
con la altura. proceso de subsidencia activa. Las abun- graminoides con 0,3 Pg C (1Pg = 1015 g).
Los palmares de pantano de Mauritia dantes lluvias, inundaciones frecuentes y
En los Llanos Orientales de Venezuela las flexuosa como sumideros de carbono la baja topografía, proporcionan las condi- De los tres tipos de vegetación de turberas,
infrutescencias de los individuos de 20 a Existe un creciente reconocimiento de ciones de inundación y anoxia necesarias el bosque bajo de varillar fue el más denso
22 m de altura pueden tener hasta 1.800 la importancia del almacenamiento de para que en este contexto geológico, se en cuanto al carbón almacenado por
frutos, mientras los que ya han alcanzado carbono y el incremento del CO2 atmosfé- hayan acumulado 35.600 km2 de turba debajo del suelo con 1.391 Mg C.ha-1 y 61,8
su edad reproductiva entre ocho a diez m rico por las emisiones de gases de carbono. con espesores de hasta 7,5 m. Draper et Mg.ha-1 en la biomasa aérea. Los palmares
de altura, presentan un menor número de Las más grandes turberas tropicales del al. (2014) caracterizaron estas turberas presentaron una biomasa como turba de
hojas megáfilas en la corona foliar y sus sureste asiático son drenadas y quemadas donde existen extensiones considerables 750 Mg.ha-1 y una densidad de carbono
infrutescencias tienen un valor promedio intencionalmente en los años Niño de palmares de pantano de M. flexuosa, por encima del suelo de 100,9 Mg.ha-1.
de 860 frutos (González-B. 2006c). para plantar la palma de aceite (Elaeis unos prácticamente monoespecíficos La biomasa aérea de la turbera abierta,
guineensis), así como especies arbóreas así como otros denominados mixtos. por tratarse de un herbazal, fue consi-
En los individuos de M. flexuosa que ya han para la producción de pulpa de papel con Ambas comunidades están asociadas en la derada como despreciable, mientras que
alcanzado la madurez sexual en los Llanos mayoría de los casos a histosoles o turbas su acumulación subterránea como turba
los consiguientes efectos en los procesos
Orientales de Venezuela se pensaba hasta (sustrato orgánico de 40 cm o más, en los correspondió a un valor de 662 Mg.ha-1 (1
relacionados con el cambio climático
hace poco tiempo, que la fertilización primeros 80 cm del perfil). Este tipo de Mg = 106 g).
global (Page et al. 2011).
de las flores femeninas ocurría por el sustrato (la tasa de acumulación es más
síndrome denominado cantarofilia (Ervik rápida que la de descomposición), tiene En general, aproximadamente el 90% del
En Venezuela, los palmares de pantano
1993, Storti 1993, Henderson 2002). Sin muy baja densidad aparente, son mal carbono en estos ecosistemas de turberas
de Mauritia flexuosa y sus comunidades
embargo, en un trabajo reciente reali- drenados y por su alta capacidad de reten- se almacena en la turba, y el 10% en la
más estables en el tiempo, los bosques de biomasa aérea, aunque esta relación varía
zado en el estado de Roraima en Brasil, se ción de agua se inhibe la descomposición
demostró que la producción de frutos en pantano de Symphonia globulifera y Virola aeróbica. Asimismo, la mayoría son ácidos entre los tipos de turberas. Los bosques
M. flexuosa no presentó diferencias signi- surinamensis, se encuentran ampliamente y deficientes en nutrientes. bajos de varillar en este estudio siempre
ficativas entre el tratamiento de exclusión representados en las turberas ombrotró- se encuentran en turbas de mayor espesor
de los visitantes y el control. En el mismo ficas del Delta Inferior del Orinoco que La citada extensión está repartida en tres (>2,5 m de profundidad) y tienen bajas
trabajo, la polinización fue significativa- junto con los herbazales de pantano de tipos distintos de turberas identificadas reservas de carbono en la biomasa aérea
mente más baja donde se excluyó tanto Lagenocarpus guianensis ocupan un área por el tipo de vegetación presente: i) el debido a la poca estatura y tallos delgados
el viento como a los insectos visitantes, de ca. 10.000 km2 (Rieley y Page 2016). palmar denso de pantano de M. flexuosa, de las especies que lo constituyen. En
lo que indica que M. flexuosa es anemófila La región sudeste de Asia, por su parte, ii) el bosque bajo que tiene como principal general, los palmares de pantano de M.
independientemente del hábitat al cual contiene el área más grande de turberas característica la presencia de árboles con flexuosa presentan menores espesores de
esté asociada (Khorsand y Koptur 2013). tropicales (247.778 km2, con el 56% de la tallos muy delgados por la marcada oligo- turba y almacenan grandes cantidades de
superficie total), seguido de Suramérica trofia y acidez de la turba, por lo que se carbono en la biomasa aérea.
La presencia de este tipo de palmar de con (107.486 km2; 24%). En los trópicos, denominó como bosque bajo de varillar,
pantano, tanto de la región tropical del la turba ocurre la mayoría de las veces y iii) el herbazal graminoide de pantano Uso de las técnicas de la genética
hemisferio norte como los ubicados al sur en las tierras bajas sub-costeras y las correspondiente a una turbera abierta, molecular y la filogeografía
del Ecuador terrestre, bajo las mismas últimas estimaciones señalan que estas como se llamó en el trabajo (Draper et al. para estudiar la fragmentación
condiciones tropicales determinan que representan el 11% de las presentes a 2014). de las poblaciones de Mauritia
los eventos fenológicos particularmente nivel mundial. En la cuenca de antepaís flexuosa y su disposición espacial
el de la floración y fructificación presenten Pastaza-Marañón, en el noroeste del Perú, Los palmares de pantano ocupan un 78% contemporánea
ritmos invertidos. Sin embargo, en ambos están las más extensas turberas que se han de los 35.000 km2, mientras que el 22% Hoy en día existen distintas técnicas
casos, los de floración y el de polinización descubierto en la Amazonia (Lähteenoja restante se distribuye en partes iguales asociadas a la genética molecular que

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permiten establecer el grado de fragmen- constituida por el conjunto limitado de de refugios múltiples durante el Último Los autores plantean como hipótesis, que
tación de una población de un palmar individuos cercanos. Éste constituye Máximo Glacial (aproximadamente hace las actividades del hombre en la altipla-
de pantano de M. flexuosa, mediante la un patrón de estructuración genética, 20.000 años). nicie de la Gran Sabana mediante el uso
caracterización de atributos genéticos de porque se puede inferir sobre la compo- del fuego contribuyeron a la reducción de
la población, como el coeficiente de endo- sición génica de cualquier individuo de la Con respecto a los palmares de pantano los bosques tropicales húmedos, lo que
gamia FIS y el cociente en los niveles espe- metapoblación mediante el estudio de sus presentes en la Gran Sabana, en Vene- facilitó la expansión de los palmares de
rados y observados de heterocigosidad HE/ vecinos inmediatos de la misma especie. zuela, Rull y Montoya (2014) plantean pantano de M. flexuosa (Figura 8).
HO. que durante el Último Máximo Glacial
En un trabajo realizado en Brasil (de Lima y el glacial tardío, las poblaciones de Mauritia flexuosa como una especie
Los estudios de la estructura genética et al. 2014) a través del análisis filogeo- M. flexuosa se encontraban reducidas a recalcitrante y su germinación
espacial a pequeña escala son importantes gráfico, se generaron escenarios demo- pequeños micro refugios ubicados al este y Los frutos tipo drupa de la palma M.
para la implementación exitosa de planes gráficos independientes, para examinar oeste de esta región y comenzaron a expan- flexuosa son relativamente grandes con
de conservación y manejo ya que permiten las barreras geográficas al flujo de genes dirse a principios del Holoceno, a partir una forma elíptica que puede variar en
predecir la capacidad de la población para en Mauritia flexuosa, y se evaluó cómo de los situados al oeste. Sin embargo, su longitud entre 5,59 y 3,53 cm, mientras
responder a los entornos cambiantes. Esto los cambios climáticos durante el Pleis- expansión se aceleró en los últimos 2.000 que en diámetro varía entre 4,28 y 3,30
es especialmente cierto en las zonas tropi- toceno y particularmente en el Último años, debido al creciente incremento de las cm. La semilla ocupa tanto en peso como
cales donde las altas tasas de fragmenta- Máximo Glacial, influyeron en su distri- temperaturas del aire y de la lluvia anual. en volumen cerca del 50% del fruto (Guerra
ción y el uso de la tierra crean obstáculos a bución geográfica y diversidad genética.
los intercambios genéticos. Federmann et Los autores tomaron muestras de 257
al. (2014), examinaron la diversidad gené- individuos adultos de la palma en 26 loca-
tica de las poblaciones de M. flexuosa en la lidades pertenecientes a cinco cuencas de
Reserva Científica de las Sabanas de Aripo distintos ríos que drenan tanto la región
en la isla de Trinidad. En un área pequeña Amazónica como la del Cerrado. Los
de unos 10 km2 encontraron fenómenos resultados indicaron que las poblaciones
de diferenciación genética tanto a niveles de M. flexuosa en las diferentes cuencas,
espaciales, intergeneracionales o tempo- presentaron una baja diversidad genética,
rales y altos niveles de apareamiento entre aunque una significativa diferenciación de
los vecinos más cercanos. Los autores esta diversidad. Los autores sugieren que
sugieren que los patrones genéticos tanto la baja diversidad de los haplotipos y de los
espaciales como temporales, reflejan los nucleótidos de M. flexuosa se originaron a
cambios recientes y drásticos (antropogé- consecuencia de una retracción del rango
nicos) en el paisaje de los sitios de estudio. original, durante los cuatro últimos ciclos
Por lo que plantean que la conformación glaciales (~ 400.000 años BP) del Pleisto-
de barreras de origen antrópico han limi- ceno. Se exceptúan las poblaciones de M.
tado el flujo de genes a través de la poli- flexuosa presentes en la región amazó-
nización y la dispersión de las semillas nica, donde permanecieron tanto en los
mediada por animales. periodos húmedos como secos, aunque
en estos últimos, su abundancia se redujo
Si tales barreras existen, los individuos también notablemente (van der Hammen Figura 8. Vista aérea de un palmar de pantano de Mauritia flexuosa en la Gran Sabana de
de Mauritia flexuosa tienen más proba- y Absy 1994). En el resto de la región no Venezuela. Note que este sistema ecológico está fuertemente controlado por los ejes de
bilidades de reproducirse con otros Amazónica tropical de Suramérica, las drenaje de carácter permanente. Observe que el sistema de lomerío ha sido fuertemente
más cercanos que con individuos más poblaciones de M. flexuosa experimentaron degradado y prácticamente no presenta ningún tipo de vegetación. Los materiales que
distantes. De esta forma se origina un una contracción durante los periodos fríos conforman este lomerío deben ser lo suficientemente porosos para que recarguen los acuí-
ciclo de endogamia que perpetúa el patrón y secos, asociados con las glaciaciones feros, que son los que proveen de agua a estos valles de fondo plano poco entallados. Foto:
de estructura genética de la metapoblación cuaternarias, lo que plantea un escenario J. Mesa.

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PRIMERA PARTE: SURAMÉRICA

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et al. 2011). Esta variabilidad también fue vivero, como el de Bohórquez (1976) que Entre los atributos asociados al síndrome se revela por la conformación temprana y
reportada por Barbosa et al. (2010), en la reporta 100% de germinación después de de la recalcitrancia en M. flexuosa, destacan continua de vasos conductores mientras
caracterización de cinco morfotipos de los 75 días, con semillas colectadas más de 10 el tamaño relativamente grande del fruto y que las células del embrión y del endos-
frutos estudiados en el estado de Roraima días antes de su siembra. Sin embargo, a el alto contenido de humedad de las semi- perma presentan grandes vacuolas, con
en Brasil. La variación en tamaño, forma medida que se retrasa dicho evento, por llas recién dispersadas o desprendidas de un alto contenido de humedad y ausencia
y peso de los frutos dentro de su área de ejemplo cuando se siembra tres o cuatro las infrutescencias, incluyendo la testa de reservas lipídicas. El aprovechamiento
distribución, es típica de una palma con semanas después de la recolección, se delgada que la recubre. La humedad en de estos recursos en el crecimiento del
un amplia distribución geográfica y con alarga el periodo de germinación entre estas últimas, varía entre 48,06 y 57,59% embrión, estaría limitado por los bajos
variaciones marcadas con respecto a las 120 a 150 días y disminuye el porcentaje con un valor medio de 53,36% en los cinco niveles de oxígeno ya que en la mayoría
lluvias (1.000 mm en los Llanos Orientales de dicho evento germinativo a 55%. morfotipos de los frutos estudiados por de los casos, los frutos están cubiertos
de Venezuela hasta cercanas a los 3.000 Barbosa et al. (2010). por una lámina de agua en la microde-
mm en la región occidental de la cuenca Ponce et al. (1999) por su parte, estudiaron presiones del hábitat de los palmares de
amazónica), aunque siempre asociados a la germinación a tres niveles de irra- El alto contenido de humedad de la pantano de esta especie.
suelos orgánicos o predominantemente diancia solar y encontraron una respuesta semilla y el tamaño del fruto sin consi-
arenosos saturados de humedad y de baja de germinación por pulsos, con un total de derar el valor porcentual de humedad del Las limitaciones de oxígeno, también se
fertilidad natural. 13, donde los dos mayores ocurrieron a los mesocarpio y del epicarpio, indica que las reflejan en la presencia de numerosos
107 y 130 días y donde en ambos, la germi- semillas de M. flexuosa corresponden a las estomas en el embrión, así como una
Las palmas que tienen un fruto relativa- nación fue más alta a los niveles de irra- denominadas recalcitrantes o sensibles mayor asignación de recursos a la biomasa
mente grande tipo drupa, en la mayoría diancia de 100%. Seleguini et al. (2012) a la desecación. Adicional al atributo ya aérea de la plántula en relación a la
de los casos, tienen una germinación muy reportan la influencia de la escarificación
citado de la recalcitrancia, las semillas de biomasa subterránea, y a la acumulación
de las semillas y su imbibición en agua en
extendida en el tiempo. Baskin y Baskin la palma M. flexuosa tambien presentan el de gran cantidad de compuestos metabó-
la germinación y el desarrollo de plántulas
(2014), reportaron que las semillas de fenómeno de la latencia. La germinación licos secundarios como fenoles, tanto en
en vivero y destacan que las semillas de M.
457 especies, germinaron en aproximada- de los frutos a partir del crecimiento del las plántulas como en el endospermo.
flexuosa presentan latencia tegumentaria
mente el 10% de las observaciones, dentro pequeño embrión, en relación al volumen
o mecánica.
de los primeros 30 días, mientras que en ocupado por el endospermo pétreo de esta González-B. (1986), reporta que en los
el otro 90%, entre 31 y 40 días a 1.941 especie, no está limitada por la absorción años donde la lluvia supera la media
Aunque la escarificación de las semillas
días. Este periodo prolongado de germi- aumentó la tasa de germinación, también de agua por las distintas cubiertas del anual, el nivel de la lámina de agua sobre
nación está relacionado con una baja tasa contribuyó a aumentar su tasa de morta- fruto y por lo tanto no se relaciona con la el sustrato edáfico, mantiene los frutos
de permeabilidad y de hidratación de las lidad. El remojo de las semillas sin esca- hidratación del embrión y el endocarpio, flotando y moviéndose con la corriente de
tres cubiertas que rodean a la semilla, el rificar durante 30 días, con la renovación sino más bien por la resistencia que le agua, por lo que la ausencia de un contacto
exocarpio, mesocarpio y endocarpio. diaria de agua, mejoró el potencial de opone el tegumento opercular esclerifi- prolongado con el sustrato, limita el reclu-
germinación. Sin embargo, la escarifica- cado y el endosperma micropilar, al creci- tamiento y el establecimiento de una
En el caso de M. flexuosa, el tamaño del ción mecánica remojando, o no las semillas miento del embrión (Silva et al. 2014). nueva cohorte de plántulas. Asimismo,
embrión es relativamente pequeño en en agua, aumentó la tasa de mortalidad de en los “años Niño” donde prácticamente
relación al diámetro del endosperma y las semillas de M. flexuosa en condiciones Este tipo de latencia es denominada fisio- no llueve durante el periodo húmedo del
los frutos presentan las tres cubiertas de de vivero por lo que no fue un método lógica y en el caso del fruto y la semilla de año, la ausencia de una lámina de agua
baja tasa de permeabilidad rodeando a la adecuado para eliminar la latencia de las M. flexuosa ésta fue eliminada, por una en parches o continua, restringe por
semilla. Estas cubiertas, limita aunque no semillas. combinación de la eliminación del opér- limitaciones hídricas, el reclutamiento
impiden, la hidratación de los tejidos de la culo y la incubación de las semillas en un de las plántulas de M. flexuosa. Ambos
semilla, particularmente el grueso endos- Se considera que las semillas de la palma intervalo de temperatura más bien alto fenómenos, condicionan que los eventos
permo pétreo donde se ubica el embrión. M. flexuosa presentan una combinación de entre 25 a 30 °C. citados no constituyan necesariamente
Los trabajos previos en cuanto a la germi- dos atributos que son poco comunes en las fenómenos de naturaleza anual, como
nación de las semillas de Mauritia flexuosa, plantas con flores, la latencia en combina- En los primeros estadios de germinación lo revela el análisis cuantitativo de la
se han limitado a presentar datos sobre su ción con la recalcitrancia (sensibilidad a la y conformación de las plántulas, la into- estructura poblacional de las distintas
propagación y siembra en condiciones de desecación) (Silva et al. 2014). lerancia a la desecación o recalcitrancia, localidades sensu lato relacionadas con los

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palmares de pantano en los Llanos Orien- la actividad de los depredadores, herbí- que en su desplazamiento, de una palma y bosques de galería y de pantanos en
tales de Venezuela (González-B. 1986). voros y patógenos, así como la compe- a otra, transportaban parte del fruto con América Central y del Sur, es importante
tencia intraespecífica durante el proceso el mesocarpio parcialmente consumido y destacar que sus poblaciones están dismi-
Sistema de germinación de Mauritia de establecimiento de las plántulas. Como lo dejaban caer en el viaje a otras palmas nuyendo cerca de sitios poblados debido a
flexuosa consecuencia, se cree que la evolución ha fructificadas. la pérdida de hábitat, por su consumo por
Si bien en las palmas tradicionalmente favorecido el desarrollo de los mecanismos los indígenas o su captura para el comercio
se reconocen tres sistemas de germina- de dispersión de semillas con el fin de Las otras dos especies de psitácidos (Ara de mascotas. Ara ararauna por ser un
ción (el remoto tubular, el remoto ligular “escapar” localmente de la alta mortalidad ararauna y Amazona aestiva) no consu- guacamayo grande tiene una baja tasa de
y el adyacente ligular), Henderson (2002) de éstas alrededor de las plantas paren- mieron con la misma frecuencia y número reproducción y ésta puede estar limitada
propone reducirlos a dos, el adyacente tales (Connell 1970, Janzen 1970, Blecher de veces el fruto de esta especie. A. aestiva por la falta de sitios de anidación. En un
ligular y el remoto ligular. En la germina- y Bohnin-Gaese 2006, Paine y Beck 2007, presentó la particularidad de comerse palmar denso de pantano de M. flexuosa
ción adyacente, que es la que presenta M. Mari et al. 2008). parcialmente el endocarpio del fruto, lo en el sureste del Perú Brightsmith y Bravo
flexuosa, la plántula se desarrolla al lado que dejaba expuesta a la semilla al ataque (2006), eliminaron experimentalmente
de la semilla y el peciolo cotiledonal no La palma Mauritia flexuosa, cuyos indivi- de insectos (coleópteros). la corona foliar de unos pocos individuos
profundiza su extensión hacia el interior duos adultos ocupan grandes extensiones adultos de la palma, lo que fue comple-
del suelo. Este sistema de germinación es en la región Amazónica, así como en el Asimismo las aves Passeriformes como mentado con la limpieza de la vegetación
el más común entre las especies de palmas Delta del Orinoco y en los Llanos Orien- Gnorimopsar chopi, Thraupis palmarum y del sotobosque para evitar potenciales
que crecen en ambientes asociados a tales de Venezuela y Colombia, alcanza su Schistochlamys melanopis se consideraron depredadores.
climas húmedos o donde el sustrato está máxima producción y caída de los frutos frugívoros oportunistas sin efectos nega-
permanentemente saturado de humedad. durante el mes de mayor pluviosidad. En tivos o positivos en la palma, mientras que Como resultado, parejas adultas de A.
La emergencia de la plántula se logra sin los Llanos Orientales de Venezuela dicho Cyanocorax cristatellus y Caracara plancus ararauna fueron atraídas a nidificar en los
la necesidad de desarrollar meristemas mes corresponde al de julio (González-B. tuvieron un efecto negativo, porque troncos huecos de la sección superior del
específicos en el peciolo cotiledonal, lo que 2006c, González-B. 2009). después de consumir el mesocarpio del tallo. Los autores proponen un plan de
manejo que permitiría incrementar a lo
contrasta con lo que ocurre en el sistema fruto, dispersaban las semillas en sitios
largo del tiempo el tamaño poblacional de
de geminación remota (Silva et al. 2014). El papel de las aves poco apropiados para el establecimiento
esta guacamaya amenazada, que consiste
En las veredas del Cerrado Brasileño se de la palma, como en carreteras adya-
en cortar cinco palmas por año a perpe-
Se piensa que el sistema de germinación analizó la relación que existía entre la centes o en la vegetación tipo sabanoide
tuidad, lo que produciría un rodal de este
remota, está particularmente adaptado producción de frutos de M. flexuosa con del Cerrado.
tipo de palmar con 20 palmas muertas
en aquellas palmas de ambientes más varias especies de psitácidos y otras aves
usadas por seis o más pares de guaca-
bien secos donde tendría un valor adapta- del orden Passeriformes, y el potencial de Así mismo los autores destacan que mayas anualmente. Tal manejo podría ser
tivo. En general las palmas con germina- éstas como consumidoras y dispersoras de Orthopsittaca manilata es una especie clave llevado a cabo con una rotación de 100
ción adyacente tienen una menor altura los frutos y semillas de la palma (Tubelis en el proceso de dispersión de la semilla, años en una área de 1 a 4 hectáreas, lo
y diámetro, mayor número de hojas, así 2009, Villalobos y Bagno 2013). así como su interacción con la producción que va a depender de las densidades de las
como una tasa de crecimiento anual signi- de frutos de M. flexuosa [la cual puede palmas de M. flexuosa.
ficativamente mayor que las remotas Los resultados indicaron que la especie variar entre 3,29 a 9 t.ha-1.año -1 Urrego
(Henderson 2002). que con mayor frecuencia consumía los 1987, Barbosa et al. 2010)], que también El papel de los mamíferos
frutos de M. flexuosa fue la guacamaya son de gran importancia para el manteni- En una investigación realizada en la
Dispersión y depredación de los Orthopsittaca manilatus, la cual repre- miento de la fauna silvestre de esta región Amazonia colombiana sobre el rol de los
frutos de Mauritia flexuosa sentó el frugívoro más importante debido de Brasil. Ambos psitácidos (O. manilata y mamíferos en la dispersión y la depre-
La hipótesis Janzen-Connell plantea que a la mayor frecuencia de visitas, el mayor Ara ararauna), utilizan las cavidades de la dación de las semillas de M. flexuosa,
la probabilidad de supervivencia de las tiempo dedicado al consumo de los frutos, sección superior de los troncos muertos de Acevedo y Zamora (2015) reportan que de
semillas es inversamente proporcional a así como tambien el mayor tamaño de la la palma como sitios de nidificación y cría. un total de 19 especies, nueve se alimen-
sus densidades. De hecho, se afirma que bandada. Los autores consideraron que O. taban de los frutos de las palmas y por lo
la alta densidad de las plántulas y semi- manilata está especializada en consumir En relación a la especie presente en tanto actuaban como depredadores, mien-
llas alrededor de los parentales, facilita y dispersar los frutos de M. flexuosa ya los bosques de tierras bajas, sabanas tras que cinco dispersaban las semillas.

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De los dispersores, el que mostró mayor calidad (por el tamaño y contenido de


importancia relativa fue Dasyprocta fuligi- lípidos y carbohidratos de los frutos). Los
nosa (picure) con un 63,5 %, seguido por grandes ungulados no rumiantes como
la lapa (Cuniculus paca) con el 23% de los Tapirus terrestris consumen el forraje más
frutos o semillas dispersadas, mientras abundante y de baja calidad, cuando éste
que Tayassu pecari (pecari labio blanco), comportamiento les permite reducir el
fue el principal depredador de las semillas esfuerzo de búsqueda (Bodmer 1990).
con un consumo de 45,3% de los frutos o Sin embargo, buscan parches de frutos de
semillas seguido por D. fuliginosa y C. paca alta calidad, cuando éstos presentan gran
que consumieron el 34,6% y 6,6%, respec- tamaño y son ricos en nutrientes, como
tivamente. Las plántulas por su parte, son los de M. flexuosa. El tapir de tierras bajas
bastante susceptibles a ser depredadas consumió en promedio un 33% de frutos,
por el cerdo (Sus scrofa) como por el pecarí lo cual es un valor relativamente alto. La
labio blanco y por el báquiro de collar fracción de los frutos, fue dominada por
(Pecari tajacu). las drupas de M. flexuosa (Figura 9).

En ese trabajo se reporta por primera Los frutos de la palma M. flexuosa y parti- Figura 9. Se muestran algunos de los distintos componentes de la fauna que intervienen
vez, el rol tanto en el consumo como en cularmente la pulpa o mesocarpio son como dispersores y depredadores del fruto de Mauritia flexuosa. Fuente: V. González-B.
la dispersión de los frutos de M. flexuosa consumidos por la población local espe-
aunque en un bajo porcentaje por Atelo- cialmente en la región amazónica y por la
cynus microtis (perro de orejas cortas). El fauna silvestre en toda el área de distribu- La palma Mauritia flexuosa crece confor- bosque o cerca del borde de un curso de
número de semillas consumidas in situ en cion de la palma en Suramérica. El conte- mando rodales prácticamente monoespe- agua dentro de un bosque ribereño usados
el tratamiento abierto, mostró diferencias nido de lípidos, de proteínas y de fibras cífcos y ocurre en parches más grandes que para defecar).
significativas con respecto al tratamiento dietéticas expresadas sobre la base de la otras especies de palmas con formas arbo-
semi-abierto, lo que sugiere una mayor materia seca, corresponden a 38,4%, 7,6% rescentes. Cuando el tapir de tierras bajas Mientras estén cubiertas por las heces, las
participación de los grandes mamíferos en y 46% respectivamente, mientras que los se desplaza en los palmares de pantano de variadas y distintas semillas, dispersados
este proceso. En conclusión, los frutos de niveles de carbohidratos expresado en M. flexuosa cambia su comportamiento de por el tapir, no son atacadas por las dife-
M. flexuosa constituyen una fuente impor- peso fresco fue de 22,6%. El mesocarpio búsqueda, ya que la sección frontal de su rentes especies de coleópteros (p.e. Curcu-
tante de alimentos para la comunidad local del fruto de la palma se caracteriza por cuerpo gira a ambos lados, más frecuente- lionidae). La semillas posteriormente,
de mamíferos. Además, el consumo de la presencia mayoritaria del acido oleico, mente de tal forma que incrementa la tasa pueden ser dispersadas secundariamente
semillas bajo el dosel de las palmas de M. un acido graso mono insaturado con un de encuentro con los frutos. por pequeños roedores (Fragoso et al.
flexuosa es proporcionalmente mayor que valor de 76% en relación al contenido 2003, Barcelos et al. 2013). Las de mayor
su dispersión. Generalmente, la presión de total de lípidos, mientras que los niveles Hay que resaltar el rol de los tapires por tamaño como la de M. flexuosa se caracte-
las especies frugívoras sobre las semillas de tocoferol alcanzan valores muy altos en su influencia en la diversidad de especies rizan por el hecho que incluso los grandes
pueden determinar las estrategias repro- el orden de 1169 µg.g–1 expresado en base en las distintas comunidades Neotropi- primates sanos no las pueden dispersar
ductivas de las plantas. seca, el cual es la principal fuente de anti- cales, ya sea a través de la depredación de (O’Farrill et al. 2013).
oxidantes como la vitamina E (Darnet et semillas, o facilitando el reclutamiento de
Bodmer (1990), discute los cambios en el al. 2011). éstas, a través de largas y cortas distancias Finalmente, Johansson (2009), en un
comportamiento del tapir de tierras bajas (Bodmer 1990, Fragoso 1997, Fragoso y estudio realizado con los frutos y semillas
(Tapirus terrestris) en el noreste del Perú, Los frutos de M. flexuosa fueron seleccio- Huffman 2000). Este mamífero podría de M. flexuosa en el Parque Nacional Manu,
en cuanto a la búsqueda de frutos, cuando nados más frecuentemente por el tapir tener un papel único como dispersor encontró que mientras los frutos y semi-
éste recorre un ambiente de bajos recursos (Tapirus terrestris) cuando se mueve a de semillas grandes (≥20 mm) a largas llas estuvieron cubiertos por una lámina
en relación a la calidad de los alimentos, traves de un palmar de pantano de esta distancia porque es capaz de depositar de agua o dentro del suelo, estos no fueron
como es el caso de pastizales graminoides, especie 37% contra 5,4% que cuando lo semillas viables, en lugares favorables depredados ni por los mamíferos ni por los
y cuando la oferta alimentaria es de mayor hace a lo largo los bosques sin palmas. como las denominadas letrinas (sitios del insectos terrestres. Al estar descubiertos

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PRIMERA PARTE: SURAMÉRICA

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sobre la superficie del suelo, diferentes el fruto. Los tres tipos citados también
tipos de insectos, actuaron como los prin- difieren en cuanto al tamaño, forma y,
cipales depredadores. Este hecho indica dureza y sabor del mesocarpio (Rojas et al.
un cierto grado de especialización a nivel 2001). La variedad o ecotipo chambo es la
de las especies de insectos a explotar un preferida para el consumo directo y es la
definido recurso alimenticio. que tiene el precio más alto en el mercado
local (Delgado et al. 2007). Asimismo se
Asimismo, los primeros que visitaron los ha encontrado en los albardones de los
frutos de M. flexuosa perforaban y consu- ríos cerca de Iquitos donde los indígenas
mían el epicarpio o la cubierta externa; un y criollos construyen sus viviendas,
segundo grupo de insectos, consumía la un ecotipo espontáneo de la palma M.
a b
pulpa amarillenta del mesocarpio; mien- flexuosa cuyos individuos crecen en estos
tras que el último grupo, perforaba con ambientes mejor drenados y no inunda-
sus estiletes el endocarpio duro. Los resul- bles. Entre los atributos de este ecotipo, Figura 10. En la figura izquierda (a), se muestra la primera floración de un individuo
tados indican que la disposición espacial destaca el hecho que alcanza la madurez masculino del ecotipo enano de la palma dioica Mauritia flexuosa, la cual ocurre a los cinco
de los primeros estadios dependía para sexual en un periodo de cinco años mien- años de edad. A partir de este primer evento fenológico, el tallo detiene su crecimiento, lo
su reclutamiento tanto a nivel de plán- tras que otro aun más destacado es que que permite que los frutos de los individuos femeninos adultos de este ecotipo puedan ser
tulas como a nivel de juveniles, del escape detiene el crecimiento del tronco después colectados con facilidad. En la figura de la derecha (b), se presenta un individuo femenino
a la depredación en mayor grado por los de la primera floración. Este último atri- del ecotipo enano. Note la baja altura del tallo. Las numerosas flores presentes en las inflo-
insectos, aunque también por los mamí- buto permite colectar los frutos sin tener rescencias femeninas son polinizadas por el transporte del polen a partir de individuos
feros. que usar escaladores o el hacha ya que su masculinos mediante la acción del viento, lo que condiciona su posterior fructificación tal
baja altura lo permite. Este ecotipo enano, como se muestra en la figura. Fotos: L. Freitas Alvarado.
Posible origen amazónico de no se ha encontrado en condiciones natu-
Mauritia flexuosa rales y sólo en situaciones antropizadas.
Se plantea como hipótesis que Mauritia Presenta un tallo grueso, los entrenudos o mariposa nocturna Eupalamides cypa- bebidas y de helados. Son además la más
flexuosa pudiera ser originaria de la región son menores de 6 cm de largo y la fructi- rissias (Delgado y Couturier 2003). Las rica fuente natural de vitamina A que se
occidental amazónica asociada a las ficación ocurre cuando el vástago alcanza larvas de esta polilla dañan el pedún- conoce (Pacheco 2005). Los más recientes
cuencas de los ríos Huallaga, Marañón y la altura de 1 m. Dicho ecotipo no tolera culo, el raquis, las raquillas, el pecíolo y estimados indican que en Iquitos que
Ucayali. Esta hipótesis se basa en que en el sombreo de árboles, ni las inundaciones en ciertas ocasiones, el tallo de la palma es la ciudad más grande de la región se
esta región están presentes los tres tipos periódicas estacionales que caracterizan de aguaje (M. flexuosa). La actividad de las consumen cerca de 160 t.mes-1 de frutos de
de frutos de la palma, que se distinguen la región amazónica cerca de Iquitos larvas se puede reconocer exteriormente la palma (Delgado et al. 2007). Éstos en su
por el color de su exocarpio y de su meso- (Figura 10b). por la presencia de excrementos cerca de gran mayoría, son cosechados mediante
carpio. El denominado “chambo”, en el los túneles de alimentación y por las secre- el corte con hacha de los individuos feme-
cual, todo el mesocarpio es rojo; el llamado Esta variedad o ecotipo es objeto de ciones gomosas emitidas por la planta, ninos, lo que ha causado que ya existen
“color” cuando la parte externa del meso- investigación por el Instituto de Investi- como una respuesta fisiológica a la herbi- sectores en la región amazónica peruana,
carpio es rojo y el resto es amarillo y el gaciones Amazónicas en Iquitos, y está voría. donde los rodales de M. flexuosa muestran
denominado “poscheco”, cuando todo siendo sometida a un programa de mejora- una proporción entre los dos sexos de 3,48
el mesocarpio es de color amarillo. El miento genético. De igual forma se piensa Uso sustentable de sistemas agrofo- individuos adultos masculinos por cada
primero de los citados, es vendido en la recomendarla para el establecimiento restales o plantaciones comerciales femenino, así como una baja densidad de
ciudad de Iquitos como frutos, el segundo de cultivos monoespecíficos o como un de Mauritia flexuosa adultos del sexo femenino, de 21 ind. ha-1.
lo venden como frutos y en menor propor- sistema mixto tanto forestal como agrí- Los frutos de Mauritia flexuosa son cose- Una clara evidencia de antiguas sobreex-
ción para preparar una bebida azuca- cola. Hasta ahora su principal limitación chados en la Amazonia peruana tanto plotaciones (Horn et al. 2012).
rada llamada aguajina, mientras que el se relaciona con las 18 especies de insectos para propósitos comerciales, como para
poscheco, lo utilizan en todas las activi- “pestes” que la atacan o depredan, de los consumo por las comunidades indígenas La cosecha de los frutos trae significativos
dades comerciales que tengan que ver con cuales la más importante es una polilla y criollas, como frutos, en forma de ingresos, en efectivo, para las familias

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

PRIMERA PARTE: SURAMÉRICA

F. Mijares

rurales, las amas de casa los venden en norteamericanos y una ONG, ya han t.ha-1 con una distancia de siembra que tercer año de siembra, los individuos de M.
las localidades urbanas y peri-urbanas de concientizado a los miembros de las dos varía entre 6,7 x 6,7 m a 8 x 8 m (Penn flexuosa comienzan a crecer a una tasa más
Iquitos (Padoch 1988, Manzi y Coomes poblaciones hacia enfoques de recolección 1999, Villachica et al. 1996, Flores 1997). rápida. Adicionalmente, sugieren eliminar
2009). El corte generalizado de esta alternativos, no destructivos, mediante las hojas secas que quedan colgadas en las
palma, alrededor de los centros urbanos el uso de un sistema de escalada y de un El Instituto de Investigaciones amazó- palmas y acumularlas en la base del tallo
de la Amazonia del Perú, ha dado lugar a arnés de fácil construcción (denominado nicas del Perú-IIAP (2010), preparó de la palma como abono orgánico. Ya en
una reducción significativa en la disponi- como escalador). Paralelamente, se ha un manual para el cultivo del aguaje, el IIAP existe un listado de insectos que
bilidad de frutos de las palmas. Delgado et incentivado a los miembros de las dos donde destacan el manejo de los frutos atacan a la palma pero no hay ninguna
al. (2007), estimaron que al menos 24.000 comunidades indígenas, a la implementa- y las semillas, la conformación de camas experiencia en otros países. La producción
palmas de M. flexuosa son taladas cada año ción de sistemas agroforestales aledaños almacigueras, su posterior pase a bolsas anual de los frutos incrementa con la edad
para satisfacer la demanda de sus frutos. a sus viviendas, donde se planten no sola- plásticas y la conformación de tinglados y altura de la palma.
mente las semillas de la variedad o ecotipo (sistema rústico de proveer sombra a las
En la Amazonia ecuatoriana Holm et al. silvestre de M. flexuosa, sino también la plántulas en crecimiento). También en Perú hay experiencias con
(2008), utilizaron un modelo de matriz variedad enana de esta especie, con otro sistemas agroforestales en las cuales los
poblacional para explorar las tasas de tipo de frutales consumidos por sus habi- Ya a los cuatro a cinco meses, las plántulas juveniles de M. flexuosa se siembran cada
aprovechamiento sostenible mediante tantes. o juveniles han alcanzado entre 25 a 30 cm 12 m y en el medio de ambas se establecen
el método de cosecha destructiva con y poseen de dos a tres hojas. De acuerdo palmas de copa pequeñas como Oenocarpus
hacha, estimando que para conservar las Es importante destacar además que los al manual, para establecer una plantación bataua, Euterpe precatoria, o árboles frutales
tasas de crecimiento positivas de la pobla- miembros de la etnia Maijuna, utilizan la de M. flexuosa, no es necesario hacerlo en como Garcinia macrophylla. Cuando se
ción, solo el 15% de los individuos feme- asocia con estas especies, recomiendan
cacería de subsistencia sobre la base de 20 ambientes mal drenados inundados, ya
ninos adultos de M. flexuosa podrían ser utilizar un espaciamiento de 15 x 15 o 20
especies diferentes de animales (13 espe- que esta palma tolera áreas bien drenadas
cortados cada cinco años y que las pobla- x 20 m. También se está experimentando
cies de mamíferos, 6 de aves y 1 de reptil). y suelos que varían desde arenosos, con
ciones deben mantener por lo menos 20 en sistemas agroforestales con el ecotipo
Todas, son consumidos y un poco más de abundante materia orgánica, hasta suelos
individuos femeninos por hectárea. enano de Mauritia flexuosa el cual es
la mitad (55%) la venden como carne de arcillosos con un drenaje moderado.
bastante susceptible al ataque de insectos
caza, lo que constituye la fuente principal
Hay que recordar que antes de la década del y no tolera sombra (Delgado y Couturier
de sus ingresos (Endress et al. 2013). Los El IIAP recomienda una distancia de
90, los frutos del aguaje eran colectados 2003) (Figura 10).
componentes de la fauna silvestre citada siembra entre 10 a 12 m, y un sistema en
directamente en el suelo para ser consu-
midos in situ o preparados en bebidas, tienen como hábitats dos tipos de comu- triangulo (300 plantas por hectárea) con Relación con los pueblos y ciudades
en los caseríos indígenas y criollos, en la nidades, un palmar alto denso de pantano la finalidad de conseguir un buen número vecinas: usos festivos
cuenca del río Marañón, que dista de la y un bosque alto denso siempreverde, de plantas femeninas en la plantación. Todos los años en el segundo domingo de
ciudad de Iquitos hasta 200 km por vía aunque rico en especies, donde el estrato Las plantas de sexo masculino deben ser octubre, las calles, plazas y aceras de la
fluvial. Sin embargo, a partir del año de arbóreo superior está dominado por indi- raleadas para dejar una proporción de ciudad de Belem en Brasil, se adornan con
1991, cuando comenzó la alta demanda viduos de gran altura de M. flexuosa. 1 masculina por cada 10 femeninas. Se animales de colores fantasiosos hechos
comercial por los frutos en la ciudad de sugiere conformar asociaciones con espe- con las fibras de las hojas tipo lanza de
Iquitos, los habitantes asentados en las En ambas comunidades, los animales cies anuales de interés comercial hasta los la palma M. flexuosa para la celebración
orillas de los ríos Ucayali y Marañón, consumen, depredan y dispersan, los dos o tres primeros años. religiosa denominada Círio de Nazaré,
comenzaron a talar los individuos adultos frutos de la palma. En la Amazonia una de las fiestas religiosas más famosas
y femeninos de M. flexuosa. Los esfuerzos peruana ya se ha comenzado a establecer Después de aprovechar los frutos y las de Brasil. En ésta, los vendedores locales
de conservación se han centrado en dos plantaciones comerciales de M. flexuosa. semillas anuales, sugieren la siembra de desfilan por las calles con grandes cruces
comunidades de la etnia indígena Maijuna Para el 2007 ya existían dos plantaciones una leguminosa forrajera que enriquezca el de las que cuelgan muchísimos juguetes
en la Amazonia peruana: Puerto Huamán privadas en Perú, una en la ciudad de suelo con nitrógeno y evite el crecimiento hechos de la palma. En el año 2006 se
y Nueva Vida. Así, mediante el trabajo Pucallpa en la región de Ucayali y otra en de malezas como es el caso de Centrosema vendieron unos 36.000 de más de 90 tipos
voluntario coordinado por las autoridades la ciudad de Iquitos en la región de Loreto. macrocarpum. Recomiendan limpiar alre- diferentes, que generaron una ganancia de
del INPA, un grupo de investigadores En estas, la producción entre fue 15 y 25 dedor de la palma cada tres meses y ya al más de 520.000 USD (Figura 11).

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

PRIMERA PARTE: SURAMÉRICA

F. Mijares

los individuos provenientes del recluta- 14


miento de una misma cohorte de juveniles 12
asociados a la conformación de claros rela-
10
tivamente grandes por eventos de pertur-

A (µmol m-2 s-1)


baciones naturales o antrópicas, tengan 8

alturas similares. Esta condición es fácil- 6


mente visible en las fotos aéreas conven- 4
cionales de vuelos a baja altura. 2

0
Figura 11. Juguetes hechos por los arte- En la figura 12 se muestran los valores
sanos de la ciudad de Abaetetuba, de las obtenidos a partir de curvas de luz efec- -2
fibras extraídas de las hojas tipo lanza tuadas a tres individuos subadultos de -4
de Mauritia flexuosa y comercializados en 0 200 400 600 800 1000 1200 1400 1600 1800
la palma M. flexuosa en una localidad del
Belém do Para durante las fiestas en honor DFF (µmol m-2 s-1)
estado Monagas cercana a la localidad
del Cirio de Nazaret. Fuente: tomado de Punta de Mata, Venezuela (Urich y Coronel
Folha de Abaetetuba. 2007). Se puede observar en primera Figura 12. Curva que muestra la respuesta a los incrementos progresivos de la luz de la
instancia que en todas las medidas la tasa tasa de fijación del CO2 la cual se satura a altos niveles de luz entre 500 a 800 µmol de
de fijación de CO2 tiende a saturarse a fotones.m-2.s-1, lo que indica que la palma Mauritia flexuosa es una especie típicamente
valores que varían entre 500 a 800 µmol heliófila. Fuente: Urich y Coronel (2007).
Atributos ecofisiológicos de
Mauritia flexuosa de fotones.m-2.s-1, los cuales corresponden
a valores de saturación típicos de plantas
Como ya se ha considerado en otras
sucesionalmente tempranas y de especies
secciones del presente documento, Tabla 1. Mediciones de la tasa de fotosíntesis a densidad de flujo de fotones saturante A DFF
con marcado carácter heliófilo.
Mauritia flexuosa es una especie de relativo , eficiencia cuántica ΦCO2, respiración Rd y punto de compensación de luz. Letras dife-
sat
rápido crecimiento y se considera que por rentes en cada columnas, indican diferencias significativas obtenidas con ANOVA de una
Los individuos adultos de Mauritia flexuosa,
su arquitectura y forma de crecimiento, vía, P<0,05. Basado en Urich y Coronel (2007).
que puede alcanzar de 35 a 40 m de altura
que no tolera condiciones de sombra. Es
presentan tasas de fotosíntesis que varían
importante destacar que durante la fase entre 9,63 a 11,48 µmol de CO2 m-2.s-1 A DFF sat ΦCO2 Rd Γluz
de plántula, ésta puede ser relativamente Localidades
(Tabla 1). Estos valores son comparables (µmol.m-2.s-1) (mol CO2 cuanto -1) (µmol.m-2.s-1) (µmol.m-2.s-1)
tolerante a la sombra, principalmente con los obtenidos en individuos arbóreos
porque independientemente de la luz, Muscar 11,04 ± 1,25 a 0,06 ± 0,003 a -0,68 ± 0,20 b 11,48 ± 3,42 b
neotropicales sucesionalmente tempranos
este estadio depende del transporte de Muc 21 9,70 ± 0,65 a 0,05 ± 0,002 a -0,76 ± 0,06 b 15,33 ± 1,05 b
como: Cecropia longipes 12,4 µmol de CO2
aminoácidos y carbohidratos solubles que m-2.s-1, Didymopanax morototoni 14,5, Prístina 9,63 ± 0,89 a 0,05 ± 0,007 a -1,46 ± 0,27 a 31,90 ± 6,60 a
se transfieren del endosperma del fruto a Luehea seemannii 10,43, Pseudobombax
la plántula. septenatum 13,1, Cedrela odorata 10,1,
Cordia alliodora 12,12 e Hyeronima
Una vez que la plántula pasa a la etapa de alchorneoides 8,07 (Urich y Coronel 2007, Con respecto a la tabla 2 (Urich y Coronel transpiración (3,31 a 2,96 mmol.m-2.s-1) y
juvenil, y aún más en las subsiguientes, Mielke et al. 2005). En cuanto a las tasas 2006), los autores resaltan las medidas de conductancia (Gs; 198 a 146 mmol.m-
de subadulto y adulto, los individuos son de respiración mitocondrial (respiración hechas en Morichal Pozo Hondo que .s ), no justifican la caída tan marcada de
2 -1

estrictamente intolerantes a la sombra en la oscuridad) los valores registrados aparentemente sugieren que la disminu- la fotosíntesis de 11,48 a 3,68 μmol.m-2.s-1
(Kahn 1986, González-B. 1987, Kahn y (Tabla 1) están en el orden de magnitud ción en la tasa de fotosíntesis observada en el mismo intervalo de tiempo. También
Granville 1992, Salm et al. 2005, Svenning de los reportados para plantas también a las horas del mediodía, en comparación se observa, un incremento en la concen-
1999). sucesionalmente tempranas. Por ejemplo, con tasa medida a las 9 am del mismo tración interna de CO2, indicando que el
en algunos casos se obtuvieron valores de día, pueda deberse a que el aparato foto- aparato fotoquímico pudiera estar presen-
La interacción competitiva interespecí- 1,46 µmol de CO2 m-2.s-1, como el reportado químico se encuentre foto inhibido, ya tando un cierto grado de foto inhibición
fica por el recurso luz condiciona, que para la localidad prístina. que las diferencias entre las tasas de (Long y Humphries 1994) (Tabla 2).

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

PRIMERA PARTE: SURAMÉRICA

F. Mijares

Otro aspecto que resalta en este tipo 4. Sin embargo, el ecotipo enano es muy
Tabla 2. Mediciones en la especie arbórea Mauritia flexuosa (realizadas entre las 9 a.m. – 12 a.m.), tasa de fotosíntesis A, transpira-
ción E, conductividad estomática Gs, concentración de CO2 en los espacios intercelulares de la hoja Ci, eficiencia instantánea en el
uso del agua A/E, y potencial hídrico Ψ. Letras diferentes en cada columna indican diferencias significativas obtenidas con ANOVA

(-MPa)
de respuesta, es la disminución en la susceptible al ataque de insectos y no

0,88 b
0,52 a

0,51 a
0,43 a
Ψ eficiencia del uso del agua (A/E), la cual tolera sombra. En la actualidad está

-
se explica en parte por la reducción en siendo sometido a un programa de
las tasas de conductancia estomática, la mejoramiento genético y a planta-
cual reduce la pérdida de agua por trans- ciones experimentales, incorporán-
piración. Sin embargo como se mencionó dolo a sistemas agroforestales.
(μmol.

2,34 b

2,04 b
3,85 a

1,89 a
3,13 a
mol-1)

con anterioridad, el incremento en la 5. La revisión y comparación de las


A/E

concentración interna de CO2 sugiere que tasas de fotosíntesis en palmas


la disminución en la tasa de fotosíntesis arborescentes y especies arbóreas
(μmol. mol-1)

pueda deberse en parte a un fenómeno de las dicotiledóneas tropicales de


208 ab de foto inhibición y, por lo tanto, afectar rápido crecimiento, indican que las

200 a
213 a

también los valores en la eficiencia de uso tasas máximas de fotosíntesis A max


155 c

153 c
de agua (Tabla 2). medidas en la palma Mauritia flexuosa
Ci

corresponden a una típica palma


(mmol m-2.s-1)

Consideraciones finales arborescente heliófila, intolerante a


1. Mauritia flexuosa es la palma que tiene la sombra y de relativo rápido creci-
la más amplia distribución en el conti- miento.
198 bc

214 bc
390 a

146 a
111 c

nente suramericano y está presente 6. Los estudios recientes realizados en


Gs

tanto en la cuenca del río Orinoco la germinación de los frutos y semi-


como en la del Amazonas. En esta llas de M. flexuosa, indican que la
última, sólo en el Perú, ocupa entre semilla presenta el síndrome de la
seis a ocho millones de hectáreas, de recalcitrancia y de la latencia, ambos
(mmol.
m-2.s-1)

2,94 b

2,96 b
3,31 b

4,92 a

4,48 a

las cuales 2,5 millones, constituyen de valor adaptivos ya que la latencia


palmares de pantano predominante- evitaría que los frutos y las semillas
E

mente monoespecíficos. germinaran en sitos no adecuados,


(μmolm-2.s-1)

2. Mauritia flexuosa forma parte de las mientras que la recalcitrancia sólo


227 especies arbóreas hiperdomi- permitiría su germinación y esta-
11,33 a
11,48 a

nantes, de las 16.000 presentes en blecimiento donde el sustrato se


8,33 b

3,68 b
8,77 b

la cuenca amazónica, lo que significa encuentre saturado de humedad.


A
de una vía, P< 0,05. (Urich y Coronel 2006).

que sólo el 0,4% de éstas representan 7. Mauritia flexuosa se considera como


la mitad de todos los árboles. una especie clave por la depen-
12:00 a.m
Hora del

3. Se plantea como hipótesis que dencia alimentaria de sus frutos, de


día

09:00

09:00

09:00

09:00

Mauritia flexuosa pudiera haberse un conjunto de muchas especies de


a.m.

a.m.

a.m.

a.m.

originado en la cuenca del Pastaza- mamíferos, aves y reptiles, así como


Marañón en la Amazonia peruana. En también de peces como Colossoma
Línea I Morichal Maparito

esta región, existen tres ecotipos rela- macropomum y Piaractus brachypomus


cionados con el color del mesocarpio que actúan como consumidores de los
Morichal Pozo Hondo
Morichal Pozo Hondo

Cabecera de Morichal
Localidades

del fruto y un cuarto, asociado a una frutos de esta especie.


Cubeta de San José

forma enana de la palma. En esta, su 8. Las poblaciones de Mauritia flexuosa


primer evento de floración ocurre a ha experimentado contracciones en
los cinco años, cuando el tallo alcanza cuanto a sus áreas de distribución,
Maparito

una altura no mayor de un metro y durante la época del Pleistoceno,


detiene su crecimiento. particularmente en la región no
amazónica de Suramérica. Se plantea

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

PRIMERA PARTE: SURAMÉRICA

F. Mijares

entonces un escenario de refugios depósitos de turba. Como ejemplos fication of the palm family (Arecaceae): yellow macaws (Ara ararauna) in Mauritia
en la cuenca amazónica durante el de estos se pueden citar la subregión evidence from plastid DNA phylogeny. palm swamps. Biodiversity & Conservation
Último Máximo Glacial el cual ocurrió del Delta Inferior del Orinoco y la Botanical Journal of the Linnean Society 151: 15 (13): 4271-4287.
15–38. • Carrera, L. 2000. Aguaje (Mauritia flexuosa)
aproximadamente hace 20.000 años. Amazonia peruana.
• Balslev, H., F. Kahn, B. Millán, J. C. Sven- a promising crop of the Peruvian Amazon.
9. En relación con la interacción de la 11. A pesar de la importancia del sistema ning, T. Kristiansen, F. Borchsenius y W. Acta Horticulturae 531: 229–235.
palma M. flexuosa con las comuni- ecológico constituido por un subsis- L. Eiserhardt. 2011. Species diversity and • Carvalho, P. G. S. 1991. As Veredas e sua
dades indígenas y criollas, es nece- tema terrestre conformado por growth forms in tropical American palm importancia no dominio dos cerrados. In-
sario dirigir parte de los esfuerzos un palmar denso de pantano de communities. The Botanical Review 77 (4): forme Agropecuário 168: 47-54.
al desarrollo de planes de manejo M. flexuosa con el lótico vecino, se 381-425. • Connell, J. H. 1970. On the role of natural
sustentable (usos múltiples) de los anuncian nuevas intervenciones que • Barbosa, R. I., A. D. Lima y D. M. Mourão enemies in preventing competitive exclu-
pudieran impactar ambos subsis- Jr. 2010. Biometría de frutos do buriti sion in some marine animals and in rain
palmares de esta especie, lo que
(Mauritia flexuosa L. f.- Arecaceae): Produ- forest trees. Pp. 298 -312. En: Den Boer P.
permitiría satisfacer las distintas temas. Por ejemplo una nueva cão de polpa e óleo em uma área de sabana J. y G. R. Gradwell (Eds.), Dynamics of Po-
necesidades socio-culturales y econó- carretera asfaltada de 188 km que em Roraima. Amazônia: Ciência e Desenvol- pulation. Pudoc Wageningen, The Nether-
micas de estos grupos sociales. comienza en el poblado del Estrecho vimento 5: 71-85. lands.
10. Por último, entre los servicios ecosis- en la frontera de Perú con Colombia, • Barcelos, A. R., P. E. D. Bobrowiec, T. M. Sa- • Couvreur, T. L. y W. J. Baker. 2013. Tropi-
témicos asociados a los palmares de al norte que la unirá con Iquitos. nalotti y R. Gribel. 2013. Seed germination cal rain forest evolution: palms as a model
pantano de M. flexuosa, destaca su alta Asimismo, se tiene planificada una from lowland tapir (Tapirus terrestris) fecal group. BMC Biology 11: 48.
vía férrea de 400 km que empalmará samples collected during the dry season in • Darnet, S. H., L. H. Meller da Silva, A. M.
capacidad de secuestrar el carbono
the northern Brazilian Amazon. Integrati- da Cruz R. y R. Telles L. 2011. Nutritional
atmosférico retenido en extensos la ciudad de Yurimaguas con Iquitos
ve Zoology 8: 62–71. composition, fatty acid and tocopherol
(capital del departamento de Loreto, • Baskin, C. C. y J. M. Baskin. 2014. Seeds: contents of buriti (Mauritia flexuosa) and
ubicado totalmente en la Amazonia ecology, biogeography and evolution of patawa (Oenocarpus bataua) fruit pulp from
peruana). Parte de esta región es dormancy and germination. Academic the amazon region. Ciência e Tecnologia de
cruzada por un oleoducto petrolero Press 2 edition. London. United Kingdom. Alimentos 31 (2): 488-491.
construido en 1974 el cual ya ha 1600 pp. • de Granville, J. J. 1974. Aperçu sur la struc-
tenido varios derrames en los últimos • Beck, H. 2006. A review of peccary-palm ture des pneumatophores de deux espèces
años, que han afectado la importante interactions and their ecological ramifi- des sols hydromorphes en Guyane Mauritia
cations across the Neotropics. Journal of flexuosa L. et Euterpe oleracea Max-t. (Pal-
biodiversidad de la región amazónica Mammalogy 87: 519–530. mae). Généralisation au système respira-
(Figura 13). Por tanto debido al consi- • Beck, H. 2007. Synergistic impacts of un- toire racinaire d’autres palmiers. Cahiers
derable incremento demográfico que gulates and falling palm fronds on saplings ORSTOM Série Biologie 12: 23-34.
se espera las próximas décadas, habrá in the Amazon. Journal of Tropical Ecology • de Lima, N. E., M. S. Lima-Ribeiro, C. F.
que tomar medidas que permitan 23: 599–602. Tinoco, L. C. Terribile y R. G. Collevati.
preservar la extraordinaria riqueza • Blecher, B. y K. Bohnin-Gaese. 2006. The 2014. Phylogeography and ecological niche
Figura 13. En primer plano destaca un de especies de la región amazónica. role of birds in seed dispersal and its con- modelling, coupled with the fossil pollen
derrame de petróleo ocurrido en el 2015 sequences for forest ecosystems. Acta Zoo- record, unravel the demographic history
logica Sinica 52: 116–119. of a Neotropical swamp palm through the
en la cuenca subsidente de los ríos Pastaza- Bibliografía Quaternary. Journal of Biogeography. doi:
• Bodmer, R. E. 1990. Fruit patch size and
Marañón. Note a la izquierda de la foto un • Acevedo-Quintero, J. F. y J. G. Zamora- frugivory in the lowland tapir (Tapirus te- 10.1111/jbi.12 69.
grupo de individuos de la palma Mauritia Abrego. 2015. Papel de los mamíferos en rrestris). Journal of Zoology 222: 121–8. • Delgado, C., y G. Couturier. 2003. Relation-
flexuosa los cuales se distinguen por el los procesos de dispersión y depredación • Bohórquez, J. A. 1976. Monografía sobre ship between Mauritia flexuosa and Eupala-
conjunto de hojas senescentes que cuelgan de semillas de Mauritia flexuosa (Areca- Mauritia flexuosa L.f. En: Simposio interna- mides cyparissias in the Peruvian Amazon.
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82 83
L. M. Mesa-S.
PALMAS (ARECACEAE) DE LOS
3. MORICHALES DE VENEZUELA:
COMPOSICIÓN, DISTRIBUCIÓN Y USO
Francisco Delascio-Chitty

Resumen abiertos, cerrados, de transición a bosque


Se presenta una lista de las palmas (Areca- siempre verde de pantano, secos y antró-
ceae) asociadas a los morichales (Mauritia picos (González 1987, Delascio 1999). En
flexuosa) dentro de la ecorregión de los esta formación vegetal se encuentran diez
Llanos venezolanos, así como de ciertos géneros y 15 especies de palmas, las cuales
sectores del Escudo Guayanés y del estado prosperan en las diferentes etapas sucesio-
Delta Amacuro (delta del Orinoco). Se nales del morichal.
registran 10 géneros y 15 especies, donde
el género dominante es Bactris con cuatro Composición, taxonomía y análisis
especies. Igualmente se incluye una clave florístico
para la identificación de las especies, se Empleando el sistema de clasificación
indican algunos nombres vernáculos, tanto de Uhl y Dransfield (1987) las Arecaceae
en español como en lengua de los grupos relacionadas con los morichales del país

SEGUNDA PARTE étnicos relacionados con éstos ecosistemas,


y ciertas funciones utilitarias.
están conformadas por dos subfamilias:
Calamoidae y Arecoideae, esta última es la

Mauritia flexuosa en Suramérica:


dominante de acuerdo al número de espe-
Palabras clave: Clave de identificación. cies. Por su parte, la tribu Cocoeae es la

casos de estudio
Distribución. Humedales. Taxonomía. más diversa con cuatro géneros y Bactris
Usos. con cuatro especies. Las palmas monoicas
predominan sobre las dioicas; éstas últimas
Introducción representadas aquí por Mauritia flexuosa.
Los morichales en Venezuela se ubican en El hábito monocaule está subordinado al
la ecorregión llanera, así como en ciertas multicaule, mientras que Geonoma maxima
penillanuras del Escudo Guayanés y plani- e Iriartella setigera se presentan con tallos de
cies cenagosas del delta del Orinoco, en porte solitario o “macollosos”. Desmoncus
los estados Amazonas, Anzoátegui, Apure, es la única lignolianae del morichal. Los
Bolívar, Cojedes, Delta Amacuro, Guárico, individuos de hojas pinnadas prevalecen
Monagas y Sucre, entre los 5 y 950 m sobre las costopalmados, asimismo las
s.n.m. Han sido clasificados en morichales especies armadas son más numerosas que

85
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : ARECACEAE VENEZUELA

Z. Franceschi

las inermes. De ellas, solo Iriartella setigera Para el país se reportan 30 géneros y 101 Clave para la identificación de los géneros de palmas asociadas a los morichales
posee una pubescencia urticante. Estas especies (Hokche et al. 2008). En base a ello en Venezuela
palmas se desarrollan en espacios abiertos, y al presente registro se puede decir que
insolados o prosperan con poca intensidad en los morichales venezolanos se concen- 1a. Palmas armadas....................................................................................................................2
de luz, ubicándose también en sectores tran el 33,3% de los géneros y el 14,85 de 1b. Palmas inermes.....................................................................................................................5
donde se aprecia una mayor o menor las especies señaladas para el territorio 2a. Palmas trepadora y con el ápice del ráquis modificado en un flagelo cirroso-espitoso......
lámina de agua. Así, Geonoma máxima, nacional. Para la ecorregión Guayana y ............................................................................................................................... Desmoncus
Iriartella setigera y Manicaria saccifera son ciénagas deltaicas, Henderson (1977), 2b. Palmas no trepadoras y carente de un flagelo cirroso-espinoso apical..............................3
frecuentes en el sotobosque, mientras indica 24 géneros y 65 especies, lo cual 3a. Palmas monocaules, solitarias; tallo de 35 cm DAP (diámetro a la altura del pecho), o
que Astrocaryum gynacanthum, A. jauri, equivale al 41,6% de los géneros y el 23,1% más y con espinas dispersas a lo largo del mismo; hojas frecuentemente marcescentes;
Desmoncus orthacanthos, D. polyacanthos, de las especies presentes en este ecosis- fruto con abundante mesocarpio fibroso............................................................. Acrocomia
Euterpe oleracea, E. precatoria, Mauritia tema. 3b. Palma multicaules, cespitosas; tallos de menos de 35 cm DAP y con espinas agrupadas
flexuosa y Oenocarpus bataua ocupan los en anillos; hojas no marcescentes; fruto con poco o ningún mesocarpio fibroso.............4
doseles superiores y pueden presentarse Por su parte Stefano et al. (2007), señalan 4a. Tallos flexuosos, delgados de 3-6 cm DAP; pinnas verdes por el envés; flores pistiladas o
como individuos emergentes. Acrocomia 21 géneros y 31 especies de Arecaceae en frutos dispersos a lo largo de toda la raquilla; fruto de 0,5-3 cm de diámetro...................
aculeata, Bactris campestris, B. guineensis, los Llanos, lo que representa un 47,6% ......................................................................................................................................Bactris
B. major y Mauritia flexuosa, se sitúan en de los géneros y el 48,4% de las especies 4b. Tallos no flexuosos, gruesos de 5-20 cm DAP; pinnas gris-plateado-blancuzcas por el
lugares abiertos, sabanoides, alterados e de esta familia en los morichales. De las envés; flores pistiladas y frutos insertos solamente en el primer tercio de la raquilla;
inundables. palmas que acompañan al morichal, las fruto de 2-4 cm de diámetro............................................................................. Astrocaryum
que poseen una mayor distribución estadal 5a. Palmas dioicas; hojas costopalmadas; flores masculinas anaranjadas; fruto cubierto por
La información señalada a continuación son Acrocomia aculeata, presente en 16 de escamas imbricadas..................................................................................................Mauritia
se fundamenta en trabajos de campo los 23 estados de Venezuela, seguidas por 5b. Palmas monoicas; hojas pinnadas; flores de otros colores; fruto no escamoso................6
realizados desde 1984, herborización, Desmoncus polyacanthos (11), Bactris major 6a. Palmas multicaules o no, con o sin un cono basal de raíces fúlcreas.................................7
revisión de exsiccatas -principalmente (10), Mauritia flexuosa (9), Euterpe oleracea 6b. Tallo menor de 10 cm de diámetro, cubierto al igual que la vaina por diminutas setas
en el Herbario Nacional de Venezuela y E. precatoria, ambas en siete estados. irritantes; pinnas indivisas apicalmente praemorsas; frutos anaranjados.........................
(VEN)- y consulta bibliográfica: Petrulio Entre las especies con distribución más ...................................................................................................................................Iriartella
(1969), Lizot (1975), Delascio-Chitty limitada están Manicaria saccifera (4), 7a. Sin la características anteriores...........................................................................................8
(1984 1985), Mansutti (1987), Braun y Iriartella setigera (3) y Bactris campestris, 7b. Hojas simples, ascendentes, pinnas laceradas apicalmente; inflorescencia interfoliar
Delascio-Chitty (1987), Delascio-Chitty presente sólo en los estados Amazonas y provista de una bráctea fibrosa; fruto leñoso, marrón tuberculado-verrugoso..................
(1988-1989, 1989b, 1990, 1991a, 1991b, Delta Amacuro. En morichales del plano .................................................................................................................................Manicaria
1992), Delascio-Chitty y López (1995), de inundación del río Guarapiche también 8a. Inflorescencia e infrutescencia con raquillas péndulas de 1,50 m de longitud, amari-
Henderson (1997), Delascio-Chitty (1999), se ha reportado la coexistencia con M. llenta rojizas a manera de cola de caballo “hippuriforme”................................ Oenocarpus
Stauffer (2002), Delascio-Chitty (2003), flexuosa de Attalea maripa y Roystonea 8b. Inflorescencia e infrutescencia con raquillas expandidas, de 12-60 cm de long, blanco-
Delascio-Chitty y Díaz (2005), Duno et al. oleracea (Colonnello com. pers.). verdosa-anaranjadas, no “hippuriformes”..........................................................................9
(2007) y Delascio-Chitty (2012). 9a. Tallo de 5-20 m de alto y 8-15 cm DAP; vaina foliar cerrada formando un tubo promi-
nente o filoscapo en el ápice del tallo; pinnas laxas (péndulas), linear, lanceoladas; flores
y frutos dispuestos superficialmente en las raquillas.............................................. Euterpe
9b. Tallo de 1-4 m de alto y 1-3 cm DAP; vaina foliar abierta no formando un filoscapo;
pinnas horizontalmente extendidas o dispuestas en varios planos; flores y frutos
sumersos en el alveolo de las raquillas...................................................................Geonoma

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Catálogo de especies Astrocaryum G.F. Meyer, Prim. Fl. Esseq. 265. 1818

Acrocomia Mart., Hist. Nat. Palm. 2:66.1824 1a. Tallos de 10 cm DAP, marrón-oscuro. Hojas 2 m de longitud, pinnas con envés marrón,
Acrocomia aculeata (Jacq.) Lood. ex Mart., Hist. Nat. Palm. 3: 286. 1849 insertas en un solo plano, laxas. Fruto obovado, rojo-anaranjado, largamente rostrado,
(Figura 1) dehiscente en lacinias radiadas …………………………………………..............A. gynacanthum
1b. Tallos de 30 cm DAP, grisáceo-claro. Hojas 3-5 m de longitud, pinnas con envés grisáceo,
insertas en diferentes planos, compactas. Fruto ovoide, anaranjado-amarillento, corta-
Tallo solitario (hasta 20 m alto), con Nombres comunes. Corozo, mucuja mente rostrado, indehiscente ………………............................................................ A. jauari
bandas concéntricas de espinas negras. (español), Avaradek (pemón), Durai
Flores en triadas. Fruto globoso verde- (piaroa), Misikiprimi (yanomami), Nai
oliva a amarillo-marrón, endocarpio óseo. (yaruro), Asadú (ye’kwana).

Distribución general. Desde México hasta Usos. Horadando el tallo se obtiene “vino
Argentina, incluyendo Trinidad y Tobago. de corozo” que es febrífugo. El aceite del
En Venezuela en los estados Amazonas, fruto se emplea para cocinar, fricciones
Apure, Aragua, Barinas, Bolívar, Cojedes, corporales, como tónico para evitar la
Guárico, Miranda, Monagas, Nueva calvicie. La decocción del albumen contra
Esparta, Portuguesa, Sucre, Táchira y Zulia, los catarros y el aceite o “agua” de sus
entre 40 y 500 m s.n.m. almendras como sustituto de la leche.

Figura 1. Acrocomia aculeta, Tumeremo, estado Bolívar, Venezuela. Foto: G. Colonnello.

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Astrocaryum gynacanthum Mart., Hist. Nat. Palm. 2: 73. 1824 Astrocaryum jauari Mart., Hist. Nat. Palm. 2: 76. 1824
(Figura 2-3) (Figura 4-5)

Tallos (2-6 m alto). Pinnas ciliadas margi- Nombres comunes. Albarico, coquito, Tallos cespitosos (3-5 m alto). Pinnas espi- Nombres comunes. Albarico, chambira,
nalmente. Flores a lo largo de la raquilla, corocillo, cubarro, cumare, macanilla nosas marginalmente. Raquillas (15 o más jauari, macanilla (español), Matavicuhi
esta última (3-8 cm long). Frutos insertos (español), Xaneeboto (guahibo), Moanaru cm de longitud). Flores dispuestas hacia el (guahibo), Amuinek, Tekisaru (pemón),
en la base de las raquillas. (warao), Teki-saru (pemón), Jayú, Kumaki ápice de la raquilla. Frutos insertos hacia la Yari (piaroa), Ai-amo, Maha (yanomami),
(piaroa), Bahai (yanomami), Baito (yaruro), parte media y apical de la raquilla. Baito (yaruro), Kumadi (ye’kwana).
Distribución general. Bolivia, Brasil, Deweke (ye’kwana).
Colombia, Guayanas, Perú, Surinam y Distribución general. Brasil, Colombia, Usos. La madera del tallo es labrada para
Venezuela. En Venezuela en los estados Usos. Del cogollo foliar se extraen fibras Ecuador, Guayanas, Perú, Surinam y realizar figuras y arcos de caza. De las hojas
Amazonas, Apure, Bolívar, Delta Amacuro para artesanía. Del fruto hacen adornos, Venezuela. En Venezuela en los estados se extraen fibras para manualidades. Sus
y Monagas entre los 40 y 900 m s.n.m. amuletos y carnadas, su mesocarpio es Amazonas, Anzoátegui, Apure, Bolívar y frutos contienen un aceite comestible y se
comestible y de las semillas se obtienen un Guárico entre los 40 y 200 m s.n.m. emplean para pescar.
aceite que actúa como vermífugo.

Figura 2. Pizá o malla de los indios Baré, Figura 3. Astrocaryum gynacanthum,


tejida con fibras de cumare (Astrocaryum caño Culebra departamento del Guainía, Figura 5. Inflorescencia de Astrocarium
gynacanthum), Estado Amazonas, Vene- Colombia. Foto: R. Bernal. jauari, Caño La Pica, Estado Apure,
zuela. Foto: F. Delascio-Chitty. Figura 4. Astrocaryum jauari, Taina, río Venezuela. Foto: G. Colonnello.
Vaupés, Colombia. Foto: R. Bernal.

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Bactris Jacq. ex Scop., Intr. Hist. Nat. 70. 1727 Bactris brongniartii Mart. in A.D.Orb., Voy. Amér. Mér.7 (3). Palmiers 59. 1846
(Figura 6)
1a. Tallos con entrenudos, distanciados entre sí; espinas de la vaina y pecíolo teretes, negras
o marrón oscuras de 12 cm long. Fruto 3,5 cm de diámetro con anillo estaminoidal
…………………............................................................................................................B. major Tallo cespitoso de 10 m de alto y 6 cm DAP. Delta Amacuro y Monagas entre los 0 y 300
1b. Tallo con entrenudos próximos entre sí; espinas diferentes. Fruto menor de 3 cm de Pinnas linear-lanceoladas o sigmoidales. m s.n.m.
diámetro sin anillo estaminoidal ………………………………………………………………………2 Raquillas 15-30 tricomatosa de 30 cm de
2a. Espinas planas, grisáceo-banquecinas de 2-4 cm long. Fruto rojo-anaranjado de 0,5-1 longitud. Fruto globoso purúreo-negruzco, Nombres comunes. Cubarro, cubarre, caña
cm de diámetro…… ……………………………………………………………………… B. campestris tomentoso. negra, marajá, uva (español); Ji (guarao),
2b. Espinas aciculares o aplanadas de otros colores hasta 10 cm long. Fruto purpúreo-negro, Taike (pemón), Rasha komore (yanomami),
deprimido, globoso ……………………………………………………………………………………… 3 Distribución general. Bolivia, Brasil, Xanebato (yaruro), Mesani (ye’kwana).
3a. Tallos hasta 5 m de alto; espinas 6-10 cm de longitud, aciculares, amarillenta-violáceas. Colombia, Guayanas, Perú, Surinam y
Fruto liso, brillante, 1-2 cm de diámetro, ápice rostrado .................................B. guineensis Venezuela. En Venezuela en los estados Usos. Los tallos se emplean en construc-
3b. Tallo hasta 10 m de alto; espinas 4 cm de longitud, aplanadas, amarillenta-negruzca- Amazonas, Anzoátegui, Apure, Bolívar, ciones rurales y los frutos son comestibles.
marrones. Fruto tomentoso. 1,3-1,7 cm. de diámetro, ápice no rostrado ………..…………
………………………………………………………………………………………..…….…. B. brongniartii

Figura 6. Bactris brongniartii, San Rafael de Chucurí, río Magdalena, Colombia. Foto: R.
Bernal.

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Bactris campestris Poepp. ex Mart. Nat. Hist. Palm 2: 146. 1837 Bactris guineensis (L.) H. E. Moore, Gentes Herb. 9: 251. 1963
(Figura 7) (Figura 8)

Tallo cespitoso de 1-5 m de alto y 5 cm Amazonas y Delta Amacuro entre los 40 y Tallo cespitoso 5 m de alto y 4 cm DAP. Nombres comunes. Píritu, uva ácida,
DAP. Pinnas bífidas apicalmente. Raquillas 100 m s.n.m. Pinnas subopuestas, linear-lanceoladas. jubita, caña brava, corocillo, palma lata
20-30, rojiza-marrón tomentosa. Fruto Raquillas 8-30. Fruto purpúreo-negruzco. (español), Avaradek (pemón), Komorami
rojo-anaranjado. Nombres comunes. Cubarro, cubarrillo (yanomami), Bai (yaruro).
(español), Ji, Ibasa-ibasa (warao), Hoashi Distribución general. Centroamérica,
Distribución general. Brasil, Colombia, (yanomami). Colombia y Venezuela. En Venezuela en Usos. Los tallos se usan para encofrar
Guayanas, Surinam, Trinidad, Tobago y los estados Amazonas, Apure, Bolívar, paredes y techo con bahareque. Frutos
Venezuela. En Venezuela en los estados Usos. Los frutos son comestibles. Cojedes, Guárico, Lara, Monagas y Portu- comestibles, al fermentar se obtiene una
guesa entre los 10 y 400 m s.n.m. bebida espirituosa, también se emplean
como carnada en la pesca.

Figura 7. Bactris campestris, caño Culebra, Guainía, Colombia. Foto: R. Bernal. Figura 8. Bactris guineensis, Fundación, Magdalena, Colombia. Foto: G. Galeano.

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Bactris major Jacq., Select. Stirp. Amer. Hist. 280. 1763 Desmoncus Mart., Palm. Fam. 20. 1824
(Figura 9-10)
1a. Tallo grueso. Hojas con espinas rectas, negras de 3-6 cm de longitud. Ráquis con un
flagelo provisto de 5-8 pares de ganchos………………………………………… D. orthacanthos
Tallo cespitoso de 10 m de alto y 6 cm Nombres comunes. Cubarro, macanilla, 1b. Tallo delgado. Hojas con espinas recurvadas, verde con el ápice oscuro. Ráquis con un
DAP, entrenudos distanciados por unos 30 cucurito, palma brava, corozo de marea flagelo provisto de 4-6 pares de ganchos.…………………………………………D. polyacanthos
cm long. Raquillas 4-10 de 13-20 cm de (español), Kuidava (baré), Ji (warao),
longitud. Fruto ovoide, marrón o purpúreo- Ir, Uru (piaroa), Stita (yanomami), Bai
negruzco, cubierto por diminutas escamas (yaruro), Mesani (ye’kwana).
o espinas. Desmoncus orthacanthos Mart., Hist. Nat. Palm. 2: 87, t. 69. 1824
Usos. Las hojas sirven para techar, extraer
Distribución general. Desde México hasta fibras y tejer las cestas ceremoniales de los
Bolivia, exceptuando Ecuador y Perú. piaroas llamadas “daruwapja o daruafa”,
Tallo cespitoso, trepador de 3 cm de Amacuro, Lara, Miranda, Monagas y Zulia
En Venezuela en los estados Amazonas, donde guardan los accesorios para inhala-
diámetro. Pinnas de 4-6 cm de ancho. entre los 50 y 300 m s.n.m.
Apure, Barinas, Bolívar, Cojedes, Delta ciones de yopo (Piptademia peregrina).
Ganchos del flagelo 1-8 cm de longitud.
Amacuro, Monagas, Portuguesa, Yaracuy y
Raquillas 25-30, flexuosas. Fruto elon- Nombres comunes. Voladora, píritu
Zulia entre los 100-600 m s.n.m.
gado-ovoide anaranjado-rojo, de 1 cm de volador, rabo de iguana, albarico, camuare,
diámetro. camorao (español), Adáhati, Kuruna
(baré), Kaaguara, Kanja (cariña), Camubé
Distribución general. Desde México hasta (guahibo), Naburú (warao), Tariwosen,
Bolivia, incluyendo Trinidad y Tobago. Wadapiyek (pemón), Misikiri (yanomami),
En Venezuela en los estados Amazonas, Kanha, Kamawadi, Matamba, Quidija
Anzoátegui, Apure, Bolívar, Cojedes, Delta (ye’kwana).

Desmoncus polyacanthos Mart., Hist. Nat. Palm. 2:85, t 68. 1824

Tallo cespitoso o solitario 1-3 cm de Nombres comunes. Palma voladora, rabo


diámetro. Pinnas de 3-5 cm de ancho. de iguana, titiara, Camure (español), Niaka
Ganchos del flagelo 1-5 cm de longitud. (warao), Chinak (pemón), Mioma, Ye-ai,
Raquillas 10-15 contortas. Fruto globoso Totho (yanomami), Camuve (yaruro),
amarillo-anaranjado-rojo de 1,5 cm de kamajadi (ye’kwana).
diámetro.
Usos. Al igual que la anterior sus tallos se
Distribución general. Bolivia, Brasil, emplean para amarrar y de ellos se extraen
Colombia, Ecuador, Guayanas, Perú, fibras para manualidades y un palmito
Trinidad y Tobago y Venezuela. En Vene- comestible. El cirro o flagelo se coloca en
Figura 9. Bactris major, río Guaviare, Figura 10. Bactris major. Río Caparo, zuela en los estados Amazonas, Anzoá- los techos para atrapar a los murciélagos.
Guainía, Colombia. Foto: R. Bernal. estado Barinas, Venezuela. Foto: G. tegui, Apure, Aragua, Bolívar, Carabobo, Sus frutos son comestibles y la decocción
Colonnello. Delta Amacuro, Miranda, Táchira, Zulia y de la raíz actúa como depurativo sanguíneo.
Distrito Capital entre los 50 y 600 m s.n.m.

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Euterpe Mart., Hist. Nat. Palm. 2: 28. 1823 Euterpe precatoria Mart. in A.D. Orb., Voy. Amér. Mér 7 (3) Palmiers 10. 1844
(Figura 12-13)
1a. Tallo cespitoso con un cono basal de raíces aéreas. Peciólo y ráquis glabro, amarillento;
pinna media de 2-4,5 cm de ancho. Fruto 1-2 cm de diámetro ….........................E. oleracea
1b. Tallo generalmente solitario, sin cono basal de raíces aéreas. Pecíolo y ráquis escamoso, Tallo solitario hasta 25 m de altura; filos- Manaka (pemón), Menca (piaroa), Waima
glauco; pinna media de 1-3 cm de ancho. Fruto de 0,5-1 cm de diámetro ……E. precatoria capo verde grisáceo cremoso. Pinnas 60-85 si (yanomami), Henato (yaruro), Wáju
pares, vena secundaria escamosa. Raquillas (ye’kwana).
hasta 80 cm de longitud, blanca-lanosas.
Euterpe oleracea Mart., Hist. Nat. Palm. 2: 29, t. 28. 1824 Fruto globoso, verde-negruzco, brillante. Usos. Los tallos de esta palma como de la
(Figura 11) anterior se emplean para la construcción
Distribución general. Belice, Bolivia, de viviendas, puentes, andamios y muebles
Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, rústicos. Sus hojas para techar y construir
Guatemala, Guayanas, Nicaragua, Panamá, refugios temporales. Los cogollos foliares
Tallos cespitoso 3-20 m de altura; filoscapo, estados Amazonas, Anzoátegui, Bolívar,
Perú, Trinidad y Tobago y Venezuela. son comestibles. Con los frutos se prepara
verde-amarillento. Pinnas 50-60 pares, Delta Amacuro, Monagas, Sucre y Zulia
En Venezuela en los estados Amazonas, una bebida llamada por los waraos del
con venas secundarias glabras. Raqui- entre los 5 y 500 m. s.n.m.
Anzoátegui, Apure, Bolívar, Monagas, Delta Amacuro “mono aejota”. El líquido
llas de 60 cm de longitud, blancas pilosas.
Táchira y Zulia entre los 0 y 350 m s.n.m. que brota del tallo al cortarlo se emplea
Fruto oblicuo-globoso, purpúreo-negruzco, Nombres comunes. Manaca, palmito, acai,
como cicatrizante. La epidermis de la base
brillante. palmicha, bambil, maquenque (español),
Nombres comunes. Manaca, palmito, del pecíolo sirve para envolver el tabaco
Manaka (baré), Manacay (guahibo), Moru,
mapora, panabi, acai (español), Manacay como cigarrillo.
Distribución general. Brasil, Colombia, Moraru (warao), Manakapi (pemón),
Ecuador, Guayanas, Panamá, Trinidad y Menea (piaroa), Waima-maima (yano- (guahibo), Moraru (warao), Manakapi,
Tobago y Venezuela. En Venezuela en los mami), Wahui (ye’kwana).

Figura 12. Euterpe precatoria, río Caucaya, Figura 13. Euterpe precatoria. La Maca-
Putumayo, Colombia. Foto: R. Bernal. nilla, estado Apure, Venezuela. Foto G.
Figura 11. Euterpe oleraceae. Panamá. Foto: Z. Franceschi. Colonnello.

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Geonoma Willd., Sp. Pl. 174. 1805


Geonoma maxima (Poit.) Kunth, Enum. Pl. 3: 229. 1841

Tallo cespitoso 5 m de altura y 2-3 cm de Nombres comunes. Barabaro, palmita


diámetro. Hojas 9-13, pinnas linear-lanceo- anare, San pablo, chiricote, sure (español),
ladas, algo sigmoidales. Inflorescencia con Baguaro (baré), Váravara (guahibo), Joiru
pedúnculo anaranjado; raquillas 5 a 12, (warao), Misikiki, Thomi-thomi (yano-
verde-anaranjadas. Fruto ovoideo, morado. mami), Manasa, Maijadú (ye’kwana).

Distribución general. Bolivia, Brasil, Usos. Los tallos se usan como caña
Colombia, Ecuador, Guayanas, Perú y de pescar y hacer jaulas para animales
Venezuela. En Venezuela en los estados pequeños. Las hojas sirven para hacer
Amazonas, Bolívar, Delta Amacuro y abrigos temporales. Luego de masticar
Monagas entre los 0-600 m s.n.m. una porción de hoja se colocan como cata-
plasma o emplasto contra las picadas o
mordeduras de animales ponzoñosos.

Iriartella H. Wendland, Bonplandia (Hannover) 8: 103. 1860


Iriartella setigera (Mart.) H.Wendland, Bonplandia (Hannover) 8: 104. 1860
(Figura 14-15) Figura 14. Los “cacure” (trampa armada para pescar hecha con tallos) cual persianas reco-
gidas, elaboradas con mabe (Iriartella setigera), listo para hacer transportados. Río Negro,
Amazonas, Venezuela. Fotos: F. Delascio-Chitty.
Tallo cespitoso hasta 12 m de altura y 2-10 Yuruhua (piaroa), Yoroa (yanomami), Bai
cm de diámetro. Pinnas con ápice prae- (yaruro), Yadúa, Yuduva, Yurúa (ye’kwana).
morso; vaina con pubescencia urticante.
Inflorescencia inter e infrafoliar; raquillas Usos. Sus tallos se emplean para elaborar
3-25 arqueadas, velutinas. Frutos elipsoi- las cerbatanas. Igualmente con ellos se
dales, rojizo. preparan los “cacure” trampa de pesca de
los Baré. Los Piaroas del Sipapo emplean
Distribución general. Brasil, Colombia, los tallos para elaborar una estructura
Ecuador, Guayanas, Perú y Venezuela. En circular para atrapar chipiros (Podocnemis
Venezuela en los estados Amazonas, Apure erythrocephala) y cabezones (Peltocephalus
y Bolívar entre los 100 y 1.330 m s.n.m. dumerilianus). Los tallos se utilizan para
múltiples construcciones rurales, fabrica-
Nombres comunes. Cerbatana, palma ción de instrumentos musicales de viento,
cerbatana, cola de pava, macanilla entre ellos, las largas cornetas o “yapures”
(español), Mabe (baré), Yuradek (pemón), de los Baré del Amazonas.

Figura 15. Iriartella setigera, caño Culebra,


Guainía, Colombia. Foto: R. Bernal.

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Manicaria Gaertn., Fruct. Sem. Pl. 2: 468. 1791 Mauritia L.f., Suppl. Pl. 70. 1781
Manicaria saccifera Gaertn., Fruct. Sem. Pl. 2: 468. 1791 Mauritia flexuosa L.f. Suppl. Pl. 454. 1781
(Figura 16) (Figura 17-19)

Tallo solitario 2-6 m de alto. Hojas 3-8 Tallo solitario hasta 30 m de altura y 60 cm Usos. Los waraos del Delta lo catalogan
m de longitud y 2 m de ancho. Raqui- de diámetro. Hojas costopalmadas, de 1,20 “Ojiru”, el árbol de la vida, por los bene-
llas bifurcadas cubiertas por una espata m de diámetro. Flores masculinas anaran- ficios que obtienen de él. Los tallos se
fibrosa, marrón. Fruto deprimido-globoso, jadas. Fruto oblongo-ovoide, marrón- emplean para construcción de viviendas y
bi o trilobulado, tuberculado-verrugoso, rojizo, escamoso. de su médula se extrae una harina alimen-
marrón. ticia (yuruma). Producto secundario del
Distribución general. Bolivia, Brasil, tallo, son larvas comestibles, gruesas y
Distribución general. Belice, Brasil, Co- Colombia, Ecuador, Guayanas, Perú, grasosas de coleópteros Rhynchosphorus
lombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Trinidad y Venezuela. En Venezuela en los palmarum llamada por los waraos “yomo”
Honduras, Panamá, Trinidad, Guayanas, estados Amazonas, Anzoátegui, Apure, y por los yanomami “ou”. Al horadar sus
Perú y Venezuela. En Venezuela en los Barinas, Bolívar, Cojedes, Delta Amacuro, troncos viejos se obtiene un líquido que al
estados Amazonas, Delta Amacuro, Guárico, Monagas y Sucre entre los 5 y 900 fermentar se transforma en bebida espi-
Monagas y Sucre entre los 0 y 300 m s.n.m. m s.n.m. rituosa conocida como “nojobo” entre los
guaraunos. Las hojas, además de utilizarse
Nombres comunes. Temiche, Timichi, Nombre común. Moriche, palma moriche, para techar y hacer casas menstruales, se
Timiti, Plumas del sol, Mavaco (español); carana (español), Isegui (bare); Buriti usan para obtener fibras para múltiples
Yagüji (guaroa); Awewe (piaroa); Yawatoa (cariña); Ojiru (warao), Kuai (pemón); Wari manualidades. Los pecíolos sirven como
(yanomami); Ubi (yaruro); Ouasi, Maráma Figura 16. Manicaria saccifera, Ladrilleros, (piaroa); Eteweshi-ki (yanomami); Kuía flotadores de anzuelos y trampas de pesca
(ye’kwana). Valle del Cauca, Colombia. Foto: R. Bernal. (ye’kwana). (noba) en warao. Esta etnia extrae finas

Usos. Sus hojas se emplean para techar


viviendas, bongos, curiaras y ocasional- para obtener fuego por frotación. La fécula
mente como vela propulsora de embarca- (yuruma) del tallo se utiliza como alimento.
ciones pequeñas. Los pecíolos atados entre La decocción del agua del fruto se toma
sí, sirven como trampa de pesca llamadas contra las fiebres, tosferina y gripes. El
por los Warao “noba namakitare”. Con las agua del fruto verde se usa contra las infec-
espatas se confeccionan bolsas, sombreros ciones bucales y el aceite que se extrae para
y gorras. Los nervios de sus hojas sirven combatir el asma.

a b

Figura 17. a) Sombrero ceremonial o “Yau-tasu” de los Waraos del Delta Amacuro, reali-
zado con rajas de pencas de moriche (Mauritia flexuosa). b) Portabebé o “Doanakaja” de los
Waraos, tejido con fibras de moriche. Fotos: F. Delascio-Chitty.

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tablillas de tallo para hacer sombreros de como antidiarreico. Un puñado de hojas Oenocarpus Mart., Hist. Nat. Palm. 2: 21. 1823
bailes llamados por ellos “yau-yasi o naja frescas en decocción se bebe para contra- Oenocarpus bataua Mart., Hist. Nat. Palm. 2: 23. 1823
yasi”. La pulpa del fruto es comestible y rrestar las fiebres, tosferina y trastornos (Figura 20)
se utiliza en diversas preparaciones culi- gastrointestinales. Según los ye’kwanas, el
narias, y una pasta llamada “queso de moriche es un árbol energético, ya que las
moriche”; la cual cuando está algo ácida cenizas de sus hojas tomadas en infusión Tallo solitario hasta 30 m de altura y 25 cm
se ingiere en pequeñas porciones y actúa le dan al hombre fuerza para ejecutar cual- diámetro. Pinnas péndulas tricomatosas;
como laxante. La savia del tallo se toma quier trabajo. 2-8 cm de ancho. Inflorescencia hipuri-
forme; raquillas hasta 1,40 m long, amari-
llentas en antesis y rojas en fruto. Fruto
oblongo, marrón a purpúreo-negruzco,
algo ceroso.

Distribución general. Bolivia, Colombia,


Costa Rica, Ecuador, Guayanas, Panamá,
Perú, Trinidad y Venezuela. En Venezuela
en los estados Amazonas, Bolívar, Delta
Amacuro, Monagas, Táchira, y Zulia entre
los 50 y 700 m s.n.m.

Nombre común. Seje grande, seje lapa,


palma de seje, palma bataua, palma jagua,
pataua, majo, chonta (español), Guaramo
(baré); Ojou (guahibo), Mohi (warao), Kun
(pemón), Puroi (piaroa), Haku, Aprua-
masi (yanomami), Cuperi, Ataito (yaruro)
Kujedi, Kua (ye’kwana).
Figura 18. Mauritia flexuosa. Río Guainía, Guainía, Colombia. Foto: R. Bernal.
Usos. Los tallos y las hojas se emplean en la Figura 20. Oenocarpus bataua, Nuquí,
construcción de viviendas. De las hojas se Chocó, Colombia. Foto: R. Bernal.
obtienen fibras para confeccionar diversos
tejidos entre ellos orejeras y brazaletes
usados en los rituales de la primera mens- “agua de seje”; de la pulpa del fruto se
truación; el nervio medio de sus pinnas extrae un excelente aceite comestible,
suele emplearse como dardo de las cerba- similar al aceite de oliva (Olea europea),
tanas. Del fruto se obtiene un tinte azul- sirve para friccionar el cuerpo cuando hay
violáceo para decorar cestas y como pintura dolores musculares; mezclado con miel o
corporal; al macerar los frutos en agua se puro se toma para combatir las afecciones
obtiene una bebida amarillenta agradable pulmonares.

Figura 19. Mauritia flexuosa. Río Guarapiche, estado Monagas, Venezuela. Foto: G.
Colonnello.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : ARECACEAE VENEZUELA

Z. Franceschi

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106 107
L. M. Mesa
APROXIMACIÓN DEMOGRÁFICA DE UNA
4. POBLACIÓN DE LA PALMA Mauritia flexuosa
EN LA AMAZONIA COLOMBIANA
Joan Gastón Zamora-Abrego, Estefanía Ruiz-Martínez, Ligia Estela
Urrego-Giraldo, Yurany Andrea Galeano-González, Juan Fernando
Acevedo-Quintero y María Cristina Peñuela-Mora

Resumen dos periodos (2010-2011 y 2011-2012),


La estimación de los parámetros pobla- mostró que la población de encuentra rela-
cionales es fundamental para establecer tivamente estable (λ10-11 = 1,004 y λ10-12 =
el estado de conservación de una pobla- 1,000; respectivamente). No obstante, se
ción. En palmas la tasa de regeneración requiere de una mayor cantidad de datos
es clave para determinar, a largo plazo, y una ventana más grande de tiempo para
la viabilidad de sus poblaciones. Mauritia corroborar esta hipótesis.
flexuosa, una de las palmas más impor-
tantes de América tropical, se encuentra Palabras clave. Análisis de elasticidad.
amenazada debido a malas prácticas de Cananguchal. Conservación. Modelos
cosecha de sus frutos y a cambios ambien- matrices poblacionales. Tasas de creci-
tales que ponen en riesgo su fructificación miento poblacional.
y regeneración. Existe poca información
acerca del estado de conservación de esta Introducción
palma en Colombia, y específicamente de Las asociaciones de la palma Mauritia
la demografía de las poblaciones. Por ello flexuosa se encuentran ampliamente
el objetivo principal de esta investigación distribuidas en la Amazonia, la Orino-
fue proporcionar una línea base para el quia y piedemontes del norte de los Andes
análisis de la dinámica poblacional de (Colombia, Venezuela, Guyana, Perú,
esta palma, empleando datos empíricos Ecuador, Brasil y Bolivia y en las Isla de
de crecimiento, reproducción y super- Trinidad y Tobago) y son localmente cono-
vivencia a partir de matrices de proyec- cidos como cananguchales, morichales,
ción poblacional, obtenidos durante aguajales, moretales o buritizales (Kahn
tres años de muestreo en un canangu- et al. 1993, Henderson et al. 1995, Lasso et
chal  de la cuenca media del río Calderón al. 2013). Crecen sobre suelos permanen-
en el Trapecio Amazónico Colombiano. temente inundados en los cuales pueden
El análisis demográfico realizado para formar rodales de alta densidad, así como

Cananguchal, cuenca del río Amazonas. M. Moraes R. 109


XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : AMAZONIA COLOMBIANA

J. F. Acevedo-Quintero

en bosques de galería a lo largo de ríos actualmente esta especie de palma se en el Trapecio Amazónico Colombiano.
y sabanas (Ponce-Calderón et al. 2000, encuentra amenazada debido no solo a la El objetivo principal de este trabajo fue
Henderson et al. 1995). La composición manera en cómo se cosechan los frutos, analizar la dinámica poblacional de esta
florística y la estructura de los canangu- como el derribamiento de las palmas palma y determinar su estado de conser-
chales pueden variar desde bosques con hembra (Bonesso et al. 2008, Holm et al. vación.
baja diversidad, en terrazas bajas mal 2008, Isaza et al. 2013), sino también por
drenadas e inundados por corrientes de diversos cambios ambientales y climáticos Materiales y métodos
aguas negras, hasta bosques más diversos que a largo plazo ponen en riesgo la rege-
en el complejo de barras del plano de neración y la supervivencia de la población Área de estudio
inundación anual de los ríos de aguas (Ponce-Calderón et al. 1996, 1999, 2000, El estudio se realizó en un canangu-
blancas (Urrego 1997, Trujillo-González Urrego et al. 2016). Los estudios reali- chal localizado a 3,5 km de la estación
et al. 2011, Pérez y Mijares 2013). Estas zados sobre M. flexuosa, proponen que la Figura 1. Frutos maduros de Mauritia biológica “El Zafire” (Figura 2), ubicado
características ambientales determinan cantidad y distribución de la precipitación flexuosa en el suelo que son comúnmente sobre la cuenca media del río Calderón
en gran medida la abundancia relativa de y la radiación solar son las variables más consumidos por mamíferos ungulados, en el Trapecio Amazónico Colombiano
estas palmas con respecto a los árboles en importantes que determinan sus fases (03°56’48”N - 69°53’11”O) (Figura 3).
roedores y primates. Foto: J. G. Zamora-
estas asociaciones (Kahn 1988, Urrego fenológicas (Urrego 1987, Ponce-Calderón La precipitación promedio anual es de
Abrego.
1997). 2002, Núñez y Carreño 2013), las cuales 3.000 mm, con una época lluviosa entre
pueden ser anuales o supranuales con una diciembre y mayo, con un pico máximo
Esta palma es de suma importancia para marcada estacionalidad (Urrego 1987, en abril, y una época seca entre julio y
la vida animal, y es considerada especie Ponce-Calderón 2002, Haugaasen y Peres propuestas de control, manejo o conser- noviembre, siendo agosto el mes más seco
clave, debido a la gran cantidad de espe- 2005). La fructificación ocurre durante la vación de esta especie (Barot et al. 2000, (Figura 4). La humedad relativa promedio
cies que dependen de ella, tanto de estación lluviosa, de forma que los niveles Caswell 2001, Picó 2002, Williams et al. es de 86%, con una temperatura promedio
manera directa como indirecta (Brights- de inundación permitan la maduración y 2002). De hecho, los modelos de matrices anual de 26ºC, con valores mínimos de
mith y Bravo 2006, Holm et al. 2008), dispersión de los frutos (Ponce-Calderón poblacionales han sido utilizados amplia- 15ºC y máximos de 36ºC (Jiménez et
puesto que sus frutos (Figura 1), forman 2002). Por lo anterior, se ha sugerido que mente para dirigir diferentes aspectos al. 2009, Toro-Vanegas 2014). Los datos
parte de la dieta de ungulados, roedores los cambios en los procesos de inundación de la biología y ecología de poblaciones, climáticos fueron obtenidos de la estación
y primates (Bodmer 1990, Allen 1997, y sedimentación aluvial pueden presentar incluyendo procesos evolutivos (Franco y meteorológica del IDEAM (2010-2012),
Bodmer et al. 1997, 1999), además de ser un impacto significativo sobre la fructifi- Silvertown 1996, Caswell 2001), patrones localizada en el aeropuerto Vásquez Cobo
un recurso importante para la población cación y regeneración (Haugaasen y Peres demográficos (Franco y Silvertown 1990, de la ciudad de Leticia, Amazonas.
local y regional (Padoch 1988, Vasquez y 2005, Núñez y Carreño 2013). Una hipó- 2004, Mills 2007) y conservación (Crouse
Gentry 1989, Bonesso et al. 2008, Holm tesis plausible es, entonces, que los canan- et al. 1987, Silvertown et al. 1996, de Trabajo de campo
et al. 2008), estableciéndose una estrecha guchales sufrirán cambios acelerados Kroon et al. 2000, Contreras y Valverde Para las mediciones demográficas se
relación animal-palma-hombre. Además, que responderán a los cambios de clima 2002). Debido a su amplio potencial de estableció una parcela rectangular, de
los troncos secos sirven de madrigueras especialmente relacionados con la preci- aplicación, estos modelos han sido común- una hectárea dividida en 100 subpar-
para un grupo importante de mamíferos pitación, la radiación y las temperaturas mente usados en una amplia variedad de celas de 100 m2 (10 x 10m), en las cuales
arborícolas de hábitos nocturnos (Aquino extremas. plantas suculentas (Contreras y Valverde se marcaron y monitorearon todas las
y Encarnación 1986), como para la nidifi- 2002, Esparza-Olguín et al. 2002), herbá- palmas de Mauritia flexuosa, entre junio de
cación de algunas especies de aves, parti- Es por ello que la combinación de análisis ceas (Horvitz y Schemske 1995, Valverde 2010 y noviembre de 2012 (Figura 5). Una
cularmente psitácidos como guacamayos ecológicos y demográficos (van Groenen- y Silvertown 1998) y leñosas (Franco y vez identificados todos los individuos de
y loros (Borgoft-Pedersen y Balslev 1993, dael et al. 1988, Pinard y Putz 1992, Silvertown 2004, Hansen y Wilson 2006, la parcela, se establecieron seis diferentes
Rentería 1996). Igualmente, los cana- Benton y Grant 1999, Crone et al. 2011), Hernández-Apolinar et al. 2006). Dada la categorías de altura, según su estado de
guchales también constituyen el hábitat proveería información básica para evaluar escasa información demográfica sobre la desarrollo: 1) Categoría semillas. 2) Cate-
para una gran variedad de insectos, arác- el estado y la dinámica de poblaciones palma Mauritia flexuosa en Colombia, se goría regeneración, se incluyeron todos
nidos, anfibios y lacértidos (Rentería naturales, así como predecir su comporta- llevó a cabo un estudio sobre la ecología aquellos individuos sin tallo y menores a
1996, Bodmer et al. 1999). Sin embargo, miento a largo plazo, y con ello formular y la demografía de una población ubicada 4 m de altura, que fue la altura máxima a

110 111
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : AMAZONIA COLOMBIANA

J. F. Acevedo-Quintero

Figura 2. Vista al interior del cananguchal estudiado. Foto: J. G. Zamora-Abrego.


Figura 3. Ubicación del área de estudio, cananguchal en el Trapecio Amazónico Colom-
biano sobre la cuenca del río Calderón.
la que se registraron individuos sin haber de la estructura vertical del cananguchal
formado tallo leñoso. A estos individuos (Figura 6). Adultos I (AI), entre 15 m y 21
se les midió la altura total (HT) y la altura m de HT; Adultos II (AII), entre los 22 y
de la hoja bandera (HB). La medición de los 33 m; y finalmente Adultos III (AIII),
esta categoría fue semestral entre junio mayores de 34 m de HT (Tabla 1, figura 7).
del 2010 y noviembre del 2012, para un
total de cuatro monitoreos. 3) En la cate- Análisis de datos
goría jóvenes, se incluyeron todos aque- Para evaluar el estado de conservación,
llos individuos que ya presentaban tallo en cada periodo de muestreo se construyó
leñoso pero que no presentaban estruc- una tabla de vida vertical de tiempo espe-
turas reproductivas; éstos van desde los 4 cífico, la cual recoge la información de los
hasta los 14 m de HT. La medición de esta individuos de distintas categorías de edad
categoría se hizo quincenalmente con el o estado de desarrollo de la población, en
fin de verificar el momento y la altura a la un intervalo de tiempo específico (Caswell
cual cambiaban al estado adulto y presen- 2000). Estas son utilizadas ampliamente
taron su primer evento reproductivo. para especies de ciclos de vida lento, como
Finalmente, la categoría adultos se subdi- es el caso de las palmas (Crone et al. 2011). Figura 4. Distribución mensual de precipitación y temperatura (máxima y mínima) repor-
vidió en tres clases de acuerdo al análisis Debido a que las matrices de proyección tada entre junio del 2010 y diciembre del 2012, en la Amazonia colombiana.

112 113
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

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J. F. Acevedo-Quintero

Figura 6. Distribución de alturas de la población de Mauritia flexuosa en la Amazonia


colombiana.

poblacional representan una alternativa la ecuación M x = S1 x NF, donde S1 corres-


importante al uso de tablas de vida en ponde a la probabilidad de sobrevivencia
estudios demográficos, son mucho más de la categoría regeneración, la cual se
informativas, ya que no sólo combinan
la información sobre la supervivencia y
la fertilidad de una población estructu-
rada por diferentes categorías, sino que
Figura 5. Reconocimiento del área del estudio por parte del equipo de trabajo. Foto: J. G. además sirven para examinar la diná-
Zamora-Abrego. mica de la población a lo largo del tiempo
(Salguero-Gómez y de Kroon 2010, Crone
et al. 2013). Las tablas de vida se transfor-
Tabla 1. Categorización de la población de Mauritia flexuosa estudiada. maron en matrices de proyección de censo
post-reproductivo de Lefkovitch (1965),
Categorías de tamaño (m) Justificación empleando el procedimiento propuesto
Semillas por Mills (2007), en el complemento
Semillas Poptools para Excel versión 2000 (Figura
(0)
8). Posteriormente, para cada categoría de
Regeneración
Solo hojas delgadas hasta que desarrollan tallo altura se calcularon las probabilidades de
(0 - 3) supervivencia, permanencia y transición
Jóvenes entre categorías, a partir de la propor-
Siempre con tallo sin reproducirse
(4 - 14) ción de individuos que permaneció o que
AI transitó a otra categoría, entre los años
Según distribución de alturas de muestreo. Para estimar la fecundidad
(15 - 22)
A II promedio de cada categoría adulta (M x), se
Concentra la mayor proporción de adultos utilizaron el número total de infrutescen-
(23 - 34)
cias por individuo, así como el número de Figura 7. Individuos de la población de
A III
Según distribución de alturas frutos por infrutescencia reportada para Mauritia flexuosa estudiada en la Amazonia
(> 34) cada año (Urrego et al. 2016), con base en colombiana. Foto: J. G. Zamora-Abrego.

114 115
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : AMAZONIA COLOMBIANA

J. F. Acevedo-Quintero

Supervivencia Pulso (aij). Este análisis se utilizó para identi- constantes a través del periodo de estudio.
Censo t Censo t +1 ficar las tasas vitales y las categorías, que De las 169 palmas adultas identificadas, el
de t a t+1 reproductivo
realizan la mayor contribución relativa al 37% fueron hembras (62 palmas) y el 63%
n0 S0 f1 n0 crecimiento poblacional (de Kroon et al. fueron machos (107 palmas).
n1 S1 n1 f2 n1 2000).
Se observaron diferencias significativas
n2 S2 n2 f3 n2
Resultados en la cantidad de hembras adultas activas
n3 S3 n3   n3 Se marcaron y clasificaron 347±37,31 entre años (2010-2011: x21 = 4.313, p
palmas. La categoría regeneración fue la = 0,0378; 2010-2012: x21 = 8.894, p =
que varió más entre años, siendo el 2012 el 0,0028); excepto entre los años 2011 y
Figura 8. Transformación de tabla de vida a matriz de proyección poblacional de censo año en que hubo una mayor regeneración 2012 (x21 = 0,871, p = 0,3506). Asimismo,
post-reproductivo de acuerdo al método propuesto por Mills (2007). con 253 individuos. Como cabría esperar, se observaron diferencias significativas
las demás categorías permanecieron en la producción total de frutos entre

obtuvo de las tablas de vida para cada año que representa la estructura estable por
de muestreo, y NF que corresponde a la categorías, la cual es un vector de densidad Tabla 2. Datos reproductivos y estimación de la fecundidad de la población de Mauritia
producción total de frutos estimada para que mantiene una proporción constante a flexuosa en el área de estudio.
cada categoría adulta. lo largo de las proyecciones de crecimiento
poblacional. Además, se obtuvo el eigen-
Hembras Número de Frutos por
Una vez obtenidas las contribuciones de vector izquierdo asociado (vector v), el cual 2010 Hembras Total
cada categoría (aij), se procedió a construir representa el valor reproductivo por cada activas infrutescencias infrutescencias
una matriz de 6 x 6 de acuerdo al análisis categoría, que es una medida resumen del 2,75 ± 0,75
AI 12 4 575 1581
de la estructura vertical de la población ciclo de vida, que explica cuál es el valor (2-5)
(Tabla 1), la cual genera una aproxima- de éstas con respecto al crecimiento de la 2,06 ± 0,43
ción de los procesos que ocurren a lo largo población (Caswell 2001, Lemos-Espinal A II 29 16 375 772
(1-8)
del ciclo de vida de esta palma. Posterior- et al. 2005). Estos parámetros determinan
1,4 ± 0,24
mente, a partir de la ecuación n(t+1) = A x la tendencia de la población a largo plazo A III 10 5 221 309
n(t), donde n es el vector poblacional que (van Tienderen 2000, Caswell 2001) y, por (1-2)
describe el número de individuos de cada lo tanto, son útiles para evaluar su estado 2011
categoría, y A es la matriz poblacional que de conservación. 3,22 ± 0,66
contiene las proporciones de los individuos AI 12 9 575 1852
(1-7)
que sobreviven y se mantienen en una cate- Para identificar la etapa más vulnerable
3,26 ± 0,37
goría en particular (P), la proporción de del ciclo de vida, se realizó el análisis A II 29 23 375 1222
individuos que sobreviven y transitan a la de perturbación prospectiva (análisis de (1-7)
siguiente categoría (G), y las fecundidades sensibilidad y elasticidad), el cual evalúa el 2,50 ± 0,52
A III 10 10 221 553
(F), se obtuvo el eigenvalor dominante que impacto de los cambios en las tasas vitales (1-5)
representa la tasa finita de crecimiento (crecimiento, reproducción y supervi- 2012
poblacional (λ). Esta tasa muestra la esta- vencia) sobre el crecimiento poblacional
5,42 ± 0,94
bilidad de la población de acuerdo a los (de Kroon et al. 1986, 2000, Caswell 2000, AI 12 12 575 3117
valores que se obtienen alrededor de la Wisdom et al. 2000). De este modo se (1-11)
unidad, indicando si la población está en puede predecir la magnitud del impacto en 3,59 ± 0,43
A II 29 29 521 1870
equilibrio (λ=1), en declive (λ<1) o si está la tasa finita de crecimiento poblacional (1-10)
creciendo (λ>1). Asimismo, se obtuvo el (λ), producido por cambios en las entradas 6,4 ± 1,10
eigenvector derecho asociado (vector w), de la matriz de proyección poblacional A III 10 10 769 4922
(2-12)

116 117
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : AMAZONIA COLOMBIANA

J. F. Acevedo-Quintero

todos los años de estudio (2010-2011: x21 crecimiento (λ11-12 = 1,000), contrario al

Tabla 3. Matrices de proyección de población y principales resultados demográficos de la población de Mauritia flexuosa en el área
de estudio. qx = mortalidad por clase de tamaño, w = distribución estable por categorías proyectada, v = valores reproductivos por

0,0000039
0,0000114
= 148,07, p < 0,00001; 2010-2012: x21 = primer periodo de estudio (λ10-11 = 1,004).

0,000002
0,000035

0,00405
0,0072
0,4751
0,3517
0,1659

0,4695
0,3521
0,1744
2.914,44, p < 0,00001; 2011-2012: x21 =

v
4.177,79, p < 0,00001); siendo los indi- La distribución de categorías estables
viduos de la categoría de Adultos I, los proyectadas (vector w), muestra, en
que produjeron en promedio una mayor ambos periodos, un patrón similar, pero

0,9471
0,0432
0,0002
0,0010
0,0064
0,0021

0,9588
0,0334
0,0001
0,0014
0,0057
0,0006
cantidad de frutos tanto para 2010 como con un valor bajo de la categoría jóvenes,

w
para 2011. No obstante, durante el 2012 lo que puede estar afectando el recluta-
se registró una mayor cantidad de infru- miento a la categoría Adultos I (Tabla 3).
tescencias por palma, y mayor producción Los valores reproductivos por categorías

Adultos

Adultos
total de frutos; siendo los Adultos III, la (vector v), muestra un patrón general,

161,3

0,969
0,031
44,5

1,00
III

III
0
0
0
0

0
0
0
0
categoría que presentó la mayor produc- con altos valores reproductivos en las
ción promedio de frutos (Tabla 2). Lo cual categorías Adultos I y Adultos II (Tabla
afectó las fecundidades estimadas para 3), siendo los Adultos I la categoría con
cada categoría adulta por año, respectiva- mayor valor reproductivo en ambos

Adultos

Adultos
0,995
103,8

0,005

108,9

0,997
0,003
mente. periodos de muestreo.

II

II
0
0
0

0
0
0

0
Con base en la probabilidad de supervi- Los valores de elasticidad más altos obser-
vencia desde semillas hasta el inicio de la vados corresponden a la permanencia (es

Adultos I

Adultos I

0,0173
181,9

172,7

0,983
clase de edad x (l x), el número promedio decir, la estasis) de los Adultos II (Tabla

0,97
0,03
0
0

0
0

0
0

0
0
de semillas capaces de producir regenera- 4). Por su parte, los valores de elasticidad
ción (M x), y las proporciones de individuos más bajos correspondieron al crecimiento
adultos que sobrevivieron y se mantu- de las primeras categorías (semillas, rege-

Jóvenes

Jóvenes
vieron en la misma categoría entre años neración y jóvenes) en ambas transiciones

0,0086
0,015

0,985

0,991
(P), se pudo estimar que la mortalidad anuales, siendo aún más baja en el periodo

0
0
0
0

0
0
0

0
0
fue superior al 95% en las tres primeras 2011-2012 (Tabla 4). Las entradas de las
categorías (semillas, regeneración y jóvenes), elasticidades correspondientes a dife-
sobre todo durante la transición anual rentes procesos demográficos, muestran

Regeneración

Regeneración
2011-2012. Por su parte, la supervivencia que la permanencia fue el proceso demo-

0,0049

0,0028
0,995

0,997
en las tres categorías adultas fue la mayor gráfico de mayor contribución relativa a

0
0
0
0
0

0
0

0
0
0
observada, presentando una baja morta- la tasa de crecimiento de la población (λ)
lidad en los Adultos III (3,1%) en el último en ambos períodos (Tabla 5). Por su parte,
año del estudio (2012). La fecundidad fue la fecundidad y el crecimiento presen-
mayor durante el mismo periodo anual, taron los valores más bajos y similares a

Semillas

Semillas
con excepción de los Adultos I, quienes las elasticidades sumadas (Tabla 5). El

0,0454

0,0347
0,955

0,965
presentaron una mayor fecundidad en la análisis de los valores de elasticidad por

0
0
0
0

0
0
0
0
transición 2010-2011 (Tabla 3). Ambas categorías, mostró que las elasticidades
matrices de proyección muestran un creci- sumadas presentaron un patrón similar
miento poblacional igual a la unidad, lo en ambas transiciones anuales; siendo los

Regeneración

Regeneración
que indica que la población está aparen- Adultos II, seguidos por los Adultos I, los

2010-2011

Adultos III

2011-2012

Adultos III
Adultos II

Adultos II
Adultos I

Adultos I
Semillas

Semillas
Jóvenes

Jóvenes
temente estable. Sin embargo, durante que contribuyeron en mayor proporción al

qx

qx
la transición anual 2011-2012 no hubo crecimiento de la población (Tabla 5).
categorías.

118 119
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : AMAZONIA COLOMBIANA

J. F. Acevedo-Quintero

Tabla 5. Elasticidades por proceso demográfico y categorías correspondientes a cada uno


Tabla 4. Matrices de elasticidades correspondientes para cada una de las dos matrices de transición anual para la población de

Adultos III

Adultos III
0,000489 de las matrices de transición anuales, para la población de Mauritia flexuosa en la Amazonia

0,000015
0,1125

0,0386
colombiana. * Se muestran en negrita las elasticidades más altas.
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0
0
0

0
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0
0
2010-2011 2011-2012
Proceso demográfico
Adultos II

Adultos II
0,000351

0,000089
0,7298
0,0017

0,7288
0,0011
Fecundidad 0,0005 0,0001
0
0
0

0
0
0
Crecimiento 0,0067 0,0045
Permanencia 0,9941 0,9960
Mauritia flexuosa en la Amazonia colombiana. * Se muestran en negrita las elasticidades más altas.

Adultos I

Adultos I
0,000097

0,000034
0,1519
0,0035

0,2286
0,0030
Categorías
0
0

0
0

0
Semillas 0,00050 0,00014
Regeneración 0,00049 0,00014
Jóvenes 0,00049 0,00014
Jóvenes

Jóvenes
0,0005

0,0001

Adultos I 0,15544 0,23161


0
0
0

0
0

0
0
0

0
0 Adultos II 0,73187 0,72999
Adultos III 0,11254 0,03861
Regeneración

Regeneración
0,0005

0,0001

Discusión puede deberse principalmente a factores


0
0

0
0
0

0
0

0
0
0

En términos generales se puede decir bióticos, como la mortalidad denso-depen-


que la población de Mauritia flexuosa, diente, la cual puede explicarse a través
del Trapecio Amazónico Colombiano, del modelo de Janzen (op. cit.) y Connell
se encuentra aparentemente estable, es (1971), el cual describe el éxito de reclu-
decir que no muestra un crecimiento tamiento como resultado de la distancia
Semillas

Semillas
0,0005

0,0001

significativo en los periodos de estudio espacial al parental. En este sentido, el


0

0
0
0
0

0
0
0
0

(λ10-11 = 1,004 y λ11-12 = 1,000; Figura 9). aumento significativo de la mortalidad


Sin embargo, cabe resaltar que al menos en las tres primeras categorías, pudo
durante ambos periodos de estudio, se deberse principalmente al consumo inten-
observaron altas tasas de mortalidad en sivo que realizan los cerdos de monte,
las primeras tres categorías (>95%), lo que Tayassu pecari, de los frutos de M. flexuosa
Regeneración

Regeneración

es sumamente importante para la viabi- debajo de las copas de las palmas madre
2010-2011

Adultos III

2011-2012

Adultos III
Adultos II

Adultos II
Adultos I

Adultos I
Semillas

Semillas
Jóvenes

Jóvenes

lidad de esta población, si se considera (Medeiros-Prado 2013, Mendieta-Aguilar


que las transiciones de semilla a plán- et al. 2015), que es proporcionalmente
tula y de plántula a joven, son procesos mayor que la dispersión (3:1) en esta
claves en el ciclo de vida de este tipo de misma población (Acevedo-Quintero y
organismos (Janzen 1970, Jordano et Zamora-Abrego 2016). Además, la estra-
al. 2007, Schmitz 2008). Esta situación tegia de forrajeo en grandes grupos que

120 121
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : AMAZONIA COLOMBIANA

J. F. Acevedo-Quintero

éstos realizan (Beck 2006, Reyna-Hurtado precipitación y por consiguiente en el nivel periodos de estudio (Tabla 3), lo que pone 5) encontrados tanto en este estudio,
et al. 2012, Galetti et al. 2015), ocasionan de río durante este periodo (Urrego et al. en riesgo la viabilidad de esta población a como en la población estudiada por
el pisoteo de las plántulas y de los jóvenes 2016). Ello afectó la producción de frutos, largo plazo, a pesar de su aparente estabi- Isaza (2015). Esta autora propone que M.
que no han alcanzado el tamaño sufi- las tasas de dispersión y germinación de lidad. Esta estructura poblacional, la cual flexuosa presenta una fase inicial del ciclo
ciente para evadir el mismo (Brewer 2001, éstos, así como el establecimiento y super- se desvía del típico modelo de estructura de vida sin formación de tallos cercano a
Wyatt y Silman 2004, Lazure et al. 2010). vivencia de las plántulas, favoreciendo la estable por edades de las poblaciones en los 50 años, con una fase posterior de 45
Conjuntamente, los factores abióticos mortalidad denso-dependiente en estas equilibrio, podría deberse a dos factores años, que implicaría el inicio de la edad
como las oscilaciones de la inundación categorías (Ponce-Calderón et al. 1996, importantes: 1) Por un lado, a los reque- reproductiva de pre-adultos a adultos. Lo
anual y el fenómeno del ENSO, pudieron Silva-Matos et al. 1999, Wyatt y Silman rimientos de luz de especies emergentes cual sugiere que la dinámica poblacional
haber afectado el establecimiento y sobre- 2004, Martínez-Ramos et al. 2009). (especie secundaria de larga vida), que no de esta especie, está sujeta a factores que
vivencia de estas categorías (Galeano et pueden incrementar su crecimiento de modifican el microclima, y que se reflejan
al. 2015). Particularmente, el fenómeno Este proceso es evidente cuando se observa plántulas y jóvenes (Svenning y Balslev en la estructura poblacional. 2) Debido
de La Niña reportado entre julio del 2010 la estructura estable por categorías (vector 1999, Nathan y Muller-Landau 2000, a que las primeras categorías requieren
y mayo del 2011 (IDEAM 2011), afectó w), donde se puede corroborar una clara Gamba-Trimiño et al. 2011, Guarín et al. de un tiempo suficientemente largo para
seriamente esta región de la Amazonia disminución en el reclutamiento hacia las 2014) bajo la sombra del dosel (Figura alcanzar cierta altura, la mortalidad
colombiana con un déficit en el régimen de categorías de jóvenes y Adultos I, en ambos 10). Este resultado que puede apoyarse en asociada no solo a las tasas de herbivoría
la baja elasticidad del crecimiento (Tabla y a la denso-dependencia, sino a demás

Figura 9. Regeneración de Mauritia flexuosa en la población estudiada. Foto: J. G. Zamora- Figura 10. Filtro de luz que logra sobrepasar el dosel y llegar al sotobosque. Foto: J. G.
Abrego. Zamora-Abrego.

122 123
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : AMAZONIA COLOMBIANA

J. F. Acevedo-Quintero

al intenso pisoteo por parte de Tayassu éstos los que logren establecerse, y reclutar señalando a esta categoría como la más el uso sostenible de la caza. Pp. 65–74. En:
pecari (Beck 2006, Reyna-Hurtado et así a los adultos que perdurarán a largo importante para el mantenimiento de Fang, T., R. Bodmer, R. Aquino y M. Valqui
al. 2012, Galetti et al. 2015), hace que el plazo (Silva-Matos et al. 1999, Arango et al. la misma. Si llegara a considerarse un (Eds.), Manejo de Fauna Silvestre en la Ama-
zonia. La Paz, Bolivia.
crecimiento se vea reflejado en las bajas 2010, Rüger et al. 2011, Lara-Vásquez et al. potencial uso de las palmas, sería nece-
• Bodmer, R. E., R. Aquino y P. Puertas.
de elasticidad obtenidas en este estudio. 2012). Esta estrategia se puede observar, sario establecer previamente una estra-
1999. Game animals, palms and people of
Por ejemplo, si comparamos la densidad si un individuo requiere cerca de 50 años tegia adecuada de manejo, protegiendo a the flooded forests: management, conside-
poblacional en San Martín de Amacayacu para alcanzar el dosel (Zea 1997, Galeano los individuos que están entre los 22 y 34 rations for the Pacaya - Samiria National
de 2.736 ind/ha (Isaza 2015), con éste y Bernal 2010, Isaza 2015), que es más del metros de altura. Reserve, Perú. Pp. 217-231. En: Padoch, C.,
cananguchal donde fue de tan solo 347 tiempo de vida reproductiva que tendría J. M. Ayres, M. Pinedo-Vasquez, y M Hen-
ind/ha, en el mismo periodo de estudio, después de llegar a la madurez sexual. Bibliografía dersc (Eds.), Várzea, diversity, development,
podríamos sugerir que estas diferencias Este proceso se corrobora con base en la • Acevedo-Quintero, J. F. y J. G. Zamora- and conservation of amazonas whitewater
se deben al manejo de la especie, princi- supervivencia observada de las palmas Ábrego. 2016. Papel de los mamíferos en ploodplains. The New York Botanical Gar-
los procesos de dispersión y depredación den, New York.
palmente al aclareo asociado a la forma más altas (las tres categorías de palmas
de semillas de Mauritia flexuosa (Areca- • Bonesso, M., I. Belloni y I. Benedetti. 2008.
de cosecha y al uso intensivo de frutos adultas, Tabla 3), que son a su vez las de Harvesting effects and population ecology
ceae) en la Amazonia colombiana. Revista
por parte de la comunidad de San Martín, más alta producción de frutos (Tabla 2). de Biología Tropical 64 (1): 5-15. of the buriti palm (Mauritia flexuosa  L. f.,
que de cierta manera benefician el esta- Supervivencia que puede mantener estable • Allen, C. 1997. Frugivores: palms and con- Arecaceae) in the Jalapão Region, Central
blecimiento y regeneración en esa zona. el crecimiento de la población, similar a lo servation in Amazonia. Thesis M. Sc. Uni- Brazil. Economic Botany 62 (2): 171-181.
Ello asociado a una mayor disponibilidad reportado por Isaza (op.cit.) y Holm et al. versity of Florida, Gainesville. 89 pp. • Borgoft-Pedersen, H. y H. Balslev. 1993.
de luz, y la influencia nula de los puercos (2008). Estos autores mostraron pobla- • Aquino, R. y F. Encarnación. 1986. Cha- Palmas útiles. Especies ecuatorianas para
de monte, que han menguado las densi- ciones de M. flexuosa de diferentes regiones racteristics and use of sleeping sites in agroforestería y extractivismo. Ediciones
dades, ya que es un bosque con diferentes que se mantienen en estasis (λ = 1,004 y λ Aotus (Cebidae: Primates) in the Amazon Abya-Yala. Quito. 158 pp.
lowland of Peru. American Journal of Prima- • Brewer, S. W. 2001. Predation and disper-
grados de intervención (Pinilla 2004, = 1,046; respectivamente), independien-
tology 11: 319-331. sal of large and small seeds of a tropical
Ruiz et al. 2007, Otavo et al. 2013). Mien- temente de las condiciones particulares palm. Oikos 92: 245-255.
• Arango, D. A., A. J. Duque y E. Muñoz.
tras que, en la población en estudio, la alta de cada sitio en donde crece la población. 2010. Dinámica poblacional de la pal- • Brightsmith, D. y A. Bravo. 2006. Ecology
densidad de palmas adultas (169 adultos), Asimismo, el bajo valor de elasticidad de ma Euterpe oleracea (Arecaceae) en bosques and management of nesting blue-and-
así como la presencia de puercos de monte la fecundidad estimada (Tabla 5), sugiere inundables del Chocó, Pacífico colombiano. yellow macaws (Ara ararauna) in Mauritia
(Acevedo-Quintero y Zamora-Abrego obs. que esta estrategia es congruente con la Revista de Biología Tropical 58 (1): 465-481. palm swamps. Biodiversity and Conservation
pers.), no solo afecta la supervivencia, de otras especies de palmas tropicales • Barot, S., J. Gignoux, R. Vuattoux y S. Le- 15: 4271-4287.
sino también el área basal y el crecimiento emergentes, como Atrocaryum mexicanum, gendre. 2000. Demography of a savanna • Caswell, H. 2000. Prospective and retros-
de las primeras categorías de tamaño, Euterpe oleracea, y Wettinia kalbreyeri, que palm tree in Ivory Coast (Lamto): popula- pective perturbation analysis: their roles
tion persistence and life-history. Journal of in conservation biology. Ecology 81: 619-
asociados a la sombra que las palmas se mantienen constantes sin un creci-
Tropical Ecology 16: 637-655. 627.
adultas (por su densidad) producen en miento significativo (Piñero et al. 1984, • Caswell, H. 2001. Matrix population mo-
• Beck, H. 2006. A review of peccary-palm
el sotobosque (Svenning y Balslev 1999, Arango et al. 2010, Rüger et al. 2011, Lara- interactions and their ecological ramifi- del: construction, analysis and interpreta-
Vormisto et al. 2004, González et al. 2012, Vásquez et al. 2012). cations across the Neotropics. Journal of tion. Second Edition. Sinauer Associates.
Galeano et al. 2015). Mammalogy 87 (3): 519-530. Sunderland, Massachussets. 722 pp.
Finalmente, los valores de λ obtenidos en • Benton, T. G. y A. Grant. 1999. Elasticity • Connell, J. H. 1971. On the role of natural
Por otro lado, esta aparente ausencia de ambos periodos de estudio sugieren que analysis as an important tool in evolutio- enemies in preventing competitive exclu-
crecimiento poblacional también puede esta población se mantiene en un buen nary and population ecology. Trends in Eco- sion in some marine animals and in rain
deberse a la estrategia de historia de vida estado de conservación (λ10-11 = 1,004 y logy and Evolution 14 (12): 467-471. forest trees. Pp. 298-310. En: Boer P. J. y G.
• Bodmer, R. E. 1990. Fruit pach size and R. Gradwell (Eds.), Dynamics of populations.
de estas especies de ciclos de vida largo λ11-12 = 1,000), lo cual puede deberse a la
frugivory in the lowland tapir, Tapirus te- Proceedings of the advanced study institu-
(Franco y Silvertown 1990, Salguero- lejanía de las comunidades humanas, que rrestris. Journal of Zoology (London) 222: te on dynamics of numbers in populations,
Gómez et al. 2016), donde la denso-depen- haría poco rentable la cosecha y extrac- 121-128. Oosterbeek, Centre for Agriculture Publis-
dencia juega un papel muy importante en ción de frutos. Más aún Adultos II fue la • Bodmer, R., R. Aquino y P. Puertas. 1997. hing and Documentation, Wageningen.
el proceso de selección de aquellos indi- categoría que presentó la mayor contribu- Alternativas de manejo para la Reserva • Contreras, C. y T. Valverde. 2002. Evalua-
viduos más competitivos, para que sean ción a la estasis de esta población (73%), Nacional Pacaya Samiria: un análisis sobre tion of the conservation status of a rare

124 125
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : AMAZONIA COLOMBIANA

J. F. Acevedo-Quintero

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

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128 129
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : AMAZONIA COLOMBIANA

Orinoquia Colombiana and sus aplicacio-


nes en la evaluación de alternativas de ma-
nejo. Trabajo de grado Biología. Pontificia
Universidad Javeriana. Facultad de Cien-
cias. Bogotá. 185 pp.

130 Interior de un bosque de cananguchal, Amazonas. Foto: J. G. Zamora-Abrego.


L. A. Núñez
ANÁLISIS ESPACIAL DE LOS VISITANTES
FLORALES Y POLINIZADORES DEL
5. MORICHE (Mauritia flexuosa: ARECACEAE)
EN COLOMBIA
Luis Alberto Núñez A. y Javier Carreño B.

Resumen de insectos, los generalistas que ocultan


Se colectaron, compararon y definieron un reducido número de especialistas,
los polinizadores de Mauritia flexuosa para eficientes polinizadores todos asociados
siete localidades en Colombia. Se anali- íntimamente con la palma ya que realizan
zaron 42 muestras, seis por localidad, su ciclo de vida en las inflorescencias y
tres por palmas masculina y femenina. mueven el polen a lo largo de la distribu-
Se registró la composición, se calcularon ción de la palma.
abundancias relativas y riqueza, se deter-
minó la similaridad en composición, Palabras clave: Amazonia. Insectos
riqueza y abundancia entre localidades especialistas. Morichales. Orinoquia.
y se definieron los polinizadores en cada
población. Mauritia flexuosa fue visitada Introducción
por 107 especies de insectos, el 50 y 75% Debido a la gran variedad de atributos
de especies permanecieron constantes ecológicos, económicos, y culturales asig-
entre localidades. Sin embargo, la compo- nados a la palma de moriche, canagucha,
sición y riqueza mostro diferencias entre aguaje o buriti como es conocida Mauritia
poblaciones de la Amazonia (Amazonas, flexuosa, ésta ha sido considerada como
Guaviare, Putumayo) y Orinoquia (Arauca, una de las palmas silvestres neotropicales
Casanare y Meta). Especies de Curculio- más importantes (Galeano y Bernal 2010).
nidae, Nitidulidae (Coleoptera) y Apidae Dentro de los principales aportes econó-
(Himenoptera) fueron las mejor represen- micos sobresale la producción de frutos
tadas e importantes en la polinización. que son aprovechados y comercializados en
Por su abundancia, comportamiento y las principales ciudades aledañas a pobla-
polen transportado, los principales poli- ciones silvestres de la palma. Los frutos
nizadores fueron Mystrops dalmasi, Grasi- se comercializan por ser una importante
dius sp. 1, Grasidius sp. 2, Grasidius sp. 3, fuente de vitamina A, proteínas, aceites,
Phytotribus sp. 1, Phyllotrops sp. 2, Celetes carbohidratos y es la base para la produc-
sp. 2 y Trigona amalthea, presentes en todas ción de aceites, bebidas refrescantes o
las poblaciones. Se presentan dos grupos consumo directo de los frutos (Balick 1982,

Liberación de polen flores masculinas de Mauritia flexuosa. Foto: L. A. Núñez A. 133


XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : POLINIZACIÓN MORICHE

M. Portocarrero-Aya

Henderson et al. 1995, Galeano y Bernal cit., Ervik 1993, Núñez y Carreño op. cit., Tabla 1. Localidades de colecta de visitantes florales de Mauritia flexuosa en Colombia.
2010, Isaza et al. 2013). Nogeira 2013, Khorsand y Koptur op. cit.);
el segundo, polinización anemófila (Khor- No. Departamento Localidad Coordenadas
Debido a que M. flexuosa es una palma sand y Koptur op. cit.); y el tercero aún
dioica la función masculina y femenina poco evaluado, la ambofilia que consiste en 1 Amazonas El Zafire, Leticia 3° 25’ 21, 22” S -69° 48’ 04,86” O
se encuentra separada en individuos dife- la participación conjunta entre insectos y 2 Arauca Arauca, Arauca 7° 03’ 34, 56” N - 70° 48’ 12, 04 O
rentes, con lo cual el dioicismo determina viento. Aunque existe información de base
3 Casanare Yopal, Vereda Morichal 5° 11’ 58, 33” N -72° 19’ 03, 96” O
que la fertilización de las flores, necesaria importante sobre la estrategia de repro-
para la formación de frutos, dependa de la ducción de Mauritia flexuosa, los aspectos Vereda las Margaritas,
4 Caquetá 1° 32’ 21.05” N -75° 28’ 29.29 O
polinización cruzada que se realiza a partir biológicos y ecológicos de los visitantes y Florencia
del movimiento de polen entre diferentes polinizadores, han sido poco estudiados. 5 Guaviare San José del Guaviare 2° 31’ 06, 79” N -72° 36’ 15, 20” O
individuos de cada población (Núñez y Por ejemplo la composición de visitantes 6 Meta Las Unamas, San Martín 3° 43’ 03, 26” N -73° 42’ 23, 27” O
Carreño 2013). florales y polinizadores, la variación en
Centro Experimental
tiempo y en espacio, así como la cualifi- 7 Putumayo 1° 04’ 56, 09” N -76° 37’ 57, 70” O
Amazónico Mocoa
En palmas en general y en Mauritia flexuosa cación y cuantificación de cada especie.
en particular, la polinización es realizada Igualmente, se desconoce la identifica-
principalmente por una gran variedad de ción taxonómica de los principales grupos
insectos, los cuales acceden a las inflo- asociados a las inflorescencias, los tiempos et al. 1995), aunque también comuni- anterior. Cada especie de insecto obtenido
rescencias, atraídos por el aroma floral y y fases de los insectos que realizan los ciclos dades florísticamente complejas (House- de las muestras fue montado, etiquetado
en busca del abundante polen que estas de vida o se desarrollan dentro de las inflo- holder y Wittmann 2016). Ocupa extensas y fotografiado. Para cada uno de los visi-
producen. Para los insectos es un recurso rescencias, entre otros muchos aspectos. áreas de las cuencas de los ríos Amazonas tantes se evaluó la abundancia, comporta-
indispensable para el inicio de su repro- En este estudio se trata de dar a conocer la y Orinoco, en Perú, Venezuela, Brasil, miento y frecuencia.
ducción y para completar las fases de desa- composición, proporción, función y posible Bolivia, Colombia y Guyana. En Colombia
rrollo de los estadios inmaduros, durante variación espacial de la entomofauna se encuentra en los Llanos Orientales, en Abundancia. Se calculó a partir de la suma
su ciclo biológico (Núñez y Carreño 2013). que visita las inflorescencias de Mauritia el piedemonte andino y en formaciones del conteo de los individuos de cada una
flexuosa. de sabana y selva húmeda de la Amazonia de las especies en cada colecta. Las abun-
Debido a que la supervivencia de los poli- y Orinoquia (Henderson et al. op. cit., dancias relativas se calcularon como la
nizadores depende de la palma, y la ferti- Materiales y métodos González-B. 2016). suma de las abundancias parciales de cada
lización y formación de frutos dependen colecta. Se categorizó cada una de las espe-
del movimiento de polen que realizan los Área de estudio Métodos cies de visitantes como muy abundantes ***
insectos cuando acceden a las inflorescen- Para evaluar la variación espacial de los Para determinar la variación espacial en cuando su número se encuentran entre 300
cias, se genera una dependencia mutua y visitantes florales se realizaron colectas de este estudio, se analizaron 42 muestras de y 1.000 individuos; Abundantes** cuando
sistemas especializados de polinización todos los insectos que visitaron inflores- visitantes florales, seis muestras por loca- las especies presentaban abundancias
(Henderson 1986, Núñez y Carreño 2013, cencias masculinas y femeninas de Mauritia lidad, tres de las cuales correspondieron a entre 50 y 299 individuos; raras* cuando
Núñez et al. 2015). flexuosa en siete localidades de Colombia, inflorescencias masculinas y tres femeninas las especies presentaban entre 5 y 49 indi-
cada una en un departamento diferente de diferentes individuos en cada población viduos; Esporádicos + cuando las especies
Considerando lo anterior, los princi- donde hay presencia de poblaciones silves- muestreada. Para colectar las muestras se presentaban 1-4 individuos; Ausentes
pales aportes en polinización en Mauritia tres de la palma (Tabla 1, Figura 1). accedió directamente a las inflorescencias – cuando no se registraron visitantes en
flexuosa han sido presentados por Ervik usando escaleras de aluminio o equipo de alguna de las dos inflorescencias.
(1993), Storti (1993), Abreu (2001), Núñez Especie de estudio ascenso según la altura de la palma. Cada
y Carreño (2013) y Khorsand y Koptur Mauritia flexuosa L. es una palma dioica una de las 42 inflorescencias fue embol- Comportamiento. Por medio de obser-
(2013). Estos estudios muestran tres tipos de hasta 35 m de altura, ampliamente sada, y con fuertes sacudidas se logró que vaciones directas sobre las inflorescencias
de polinización en la palma. El primero, distribuida en suelos hidromórficos en las los insectos cayeran dentro de la bolsa. Una masculinas como femeninas se registró
una fuerte participación de insectos como tierras bajas del Amazonas y el Orinoco, muestra corresponde a todos los visitantes la actividad de cada especie visitante. Las
polinizadores (Storti op. cit., Abreu op. donde forma densos palmares (Henderson que caían dentro luego del procedimiento observaciones se realizaron desde el inicio

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : POLINIZACIÓN MORICHE

M. Portocarrero-Aya

de la antesis hasta el momento de la senes- de las colectas; especies ocasionales (Oc), en cuatro grupos: 1) polinizadores prin- constante en todos los puntos muestreados
cencia de las flores masculinas y la fertili- presentes entre el 35 y 45%; especies espo- cipales con alta eficiencia (Pae); 2) polini- (Figura 2).
zación de las flores femeninas, el tiempo rádicas (Es), presentes en menos del 25% zadores secundarios con baja eficiencia
de evaluación fue, aproximadamente, cada de las colectas y Ausentes (–), cuando no se (Bae); 3) polinizadores ocasionales (Poc) y El número de especies de insectos que
4 horas durante la mayor actividad de los registraron visitantes en alguna de las dos 4) insectos visitantes sin participación en acceden a las inflorescencias de Mauritia
visitantes sobre las inflorescencias. Se inflorescencias. la polinización (Nop). flexuosa permaneció constante entre loca-
evaluó la frecuencia de los visitantes, hora lidades y al igual que la composición no
de la llegada a la flor y salida de ella, acti- Definición de polinizadores Resultados presentó diferencias significativas de
vidad dentro de las flores, recurso aprove- El papel de cada visitante en la polinización Las inflorescencias de Mauritia flexuosa visitantes florales entre las localidades
chado, permanencia en la flor y contacto de Mauritia flexuosa, en las poblaciones de fueron visitadas por un amplio espectro (Kruskal-Wallis p=0,097). Las inflores-
con los estigmas en las flores femeninas. cada localidad muestreada, se determinó a de visitantes tanto en abundancia como en cencias masculinas de poblaciones de M.
partir de un análisis de cantidad (abundan- diversidad. En total, y a lo largo del área de flexuosa que recibieron mayor número de
Frecuencia. La frecuencia expresada cias) de insectos que llegaron a las flores distribución de la palma, se encontraron especies visitantes florales fueron las de
en porcentaje, se calculó dividiendo el de la inflorescencias femeninas y el conteo 104 especies de insectos y tres especies de los departamentos de Casanare, Amazonia
número de palmas en el que cada especie de la cantidad de polen transportado en arácnidos (Anexo 1). Entre los insectos, el y Meta. Cada una fue visitada por más de
de visitante fue observado, sobre el el cuerpo de cada insecto. Siguiendo la orden Coleoptera fue el más diverso con 50 especies de insectos, mientras que Putu-
número total de plantas estudiadas (n= metodología de Núñez et al. (2005), la 38 especies, seguido de Diptera con 11, mayo y Guaviare fueron menos visitadas
42). De acuerdo a lo anterior, se clasificó calidad en la polinización se evaluó a partir Hymenoptera con nueve y Hemiptera con con 37 y 32 especies, respectivamente
a los visitantes florales en cuatro catego- del conteo de cargas polínicas, de una cinco. Las familias con el mayor número de (Figura 3a). Las especies de visitantes
rías: especies frecuentes (Fr), presentes en muestra de 10 individuos de cada especie especies fueron Curculionidae con 17 espe- florales acceden y se concentran principal-
más del 75% de las colectas; especies acce- de insecto que llegó a cada inflorescencia cies, seguido de Apidae con seis, Chryso- mente en las inflorescencias masculinas las
sorias (Ac), presentes entre el 55 y 65% femenina. Se categorizaron los visitantes melidae con cinco, Nitidulidae y Syrphidae cuales fueron visitadas en promedio por
con tres, y Staphylinidae, Scarabaeidae, 45 especies de insectos, mientras que las
Anthocoridae, Drosophilidea, Musidae y inflorescencias femeninas fueron visitadas
Phoridae con dos cada una. La composi- en promedio por 19 especies de insectos
ción de visitantes florales de M. flexuosa (Figura 3b), este patrón se repitió a lo largo
siguió un mismo patrón ya que se mantuvo de todas las localidades muestreadas.

a b

Figura 1. Distribución de las localidades y puntos de muestreo de poblaciones silvestres de Figura 2. Riqueza por familia de insectos visitantes florales de Mauritia flexuosa en siete
Mauritia flexuosa en Colombia. localidades de Colombia: a) inflorescencia masculina; b) inflorescencia femenina.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : POLINIZACIÓN MORICHE

M. Portocarrero-Aya

Aunque los grupos de insectos y el número Los porcentajes de similitud pareada de


de especies no cambian a lo largo de las visitantes florales entre poblaciones de la
comunidades muestreadas, las especies de cuenca Amazónica y de la Orinoquia estu-
insectos son diferentes entre localidades vieron tan sólo entre el 21 y 50%, mientras
(Tabla 2). El análisis de similitud a partir que entre poblaciones de cada cuenca alcan-
del análisis de clúster (Figura 4), mostró zaron porcentajes de similitud de visitantes
que las especies de insectos que visitan las entre 69 y 78% en el Orinoco; y entre 56 y
poblaciones de M. flexuosa en el Caquetá, 72 % en poblaciones de la cuenca amazó-
difieren al resto de localidades y las espe- nica (Tabla 2). El análisis de ordenamiento
cies de visitantes que se distribuyen con la técnica de escalamiento multidi-
en la región del Amazonas (Amazonas, mensional no métrico (NMSD) (Figura 5),
Guaviare, Putumayo) son muy diferentes a confirma las diferencias entre los visitantes
los insectos que visitan las inflorescencias florales que acceden a las inflorescencias de
en las poblaciones de la palma en la región M. flexuosa en Caquetá y el resto de pobla-
del Orinoco (Arauca, Casanare y Meta). ciones de las otras localidades y de igual

Figura 4. Análisis de clúster de las especies de visitantes florales agrupados por localidades
muestreadas utilizando el coeficiente de Bray-Curtis.

Tabla 2. Análisis de similitud pareada (según distancia de Bray-Curtis) de visitantes florales


de Mauritia flexuosa por localidades en Colombia.

  Amazonas Arauca Caquetá Casanare Guaviare Meta Putumayo


Amazonas 1 0,44 0,5 0,49 0,72 0,54 0,56
a Arauca 0,44 1 0,32 0,78 0,45 0,69 0,25
Caquetá 0,5 0,32 1 0,38 0,4 0,46 0,43
Casanare 0,49 0,78 0,38 1 0,4 0,72 0,28
Guaviare 0,72 0,45 0,4 0,4 1 0,36 0,72
Meta 0,54 0,69 0,46 0,72 0,36 1 0,21
Putumayo 0,56 0,25 0,43 0,28 0,72 0,21 1

manera el agrupamiento por similitud en en todas las localidades muestreadas y


la composición entre poblaciones de en la entre las inflorescencias masculinas y
b cuenca del Amazonas y las del Orinoco. femeninas. El patrón de abundancias se
caracterizó por tener pocas especies muy
Figura 3. Variación de la riqueza insectos visitantes en inflorescencias de Mauritia flexuosa Abundancia abundantes y la gran mayoría de las espe-
en algunos departamentos de Colombia: a) inflorescencias masculinas; b) inflorescencias Las abundancias de los visitantes florales de cies con pocos individuos. En ambos tipos
femeninas. M. flexuosa presentaron un patrón similar de inflorescencias y en todas las localidades

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : POLINIZACIÓN MORICHE

M. Portocarrero-Aya

donde se colectaron visitantes florales, abundantes y conformaron entre todos


las especies de Nitidulidae fueron los más cerca del 85% de las abundancias en todas
abundante, seguido de Curculionidae y las muestras.
Apidae (Figura 6). En todos los casos los
coleópteros de la familias Nitidulidae y El número de insectos que visitaron en
Curculionidae específicamente Mystrops promedio las inflorescencias en fase feme-
dalmasi, Grasidius sp. 1, Grasidius sp. 3, nina fue menor que en la fase masculina
Phytotribus sp. 1, fueron los insectos más (Figura 7). Las inflorescencias masculinas

Figura 7. Análisis de intervalo de abundancia de los visitantes florales en inflorescencias


masculinas y femeninas de Mauritia flexuosa en Colombia.
Figura 5. Escalamiento multidimensional no métrico (NMSD) de los insectos visitantes de
Mauritia flexuosa para siete localidades en Colombia. fueron visitadas por 10.427 ± 5.706 (n=42) Comportamiento
insectos, mientras que las femeninas, Los visitantes florales de Mauritia flexuosa
fueron visitadas por 2.135 ± 1.560 (n=42). que accedieron a las inflorescencias mascu-
Las localidades con un mayor número de linas y femeninas siguieron un mismo
visitantes florales en individuos en fase patrón de comportamiento. Llegaron a la
masculina y femenina fueron Casanare con inflorescencia al final de la tarde (18:30
14.981 ± 2.693 (n=6) y 3.114 ± 2.141(n=6) a 20:00 horas) del primer día y todos
respectivamente, seguido de Arauca con los días mientras habían flores activas y
13.718 ± 7.801 (n=6) y 2.575 ± 1.713 (n=6) funcionales. La llegada en todos los casos
y Guaviare con 10.491 ± 1.563 (n=6) y coincidió con la hora de apertura de los
2.178 ± 2.200 (n=6). Las localidades con botones florales y la liberación del aroma
a b un menor número de visitantes fueron floral. A medida que las flores entraban en
Putumayo con 8.836 ± 5.109 (n=6) y 1.748 antesis, una nube de visitantes con varias
Figura 6. Abundancias de los principales visitantes florales en inflorescencias de Mauritia ± 1.266 (n=6), y Meta con 8.037 ± 1.937 especies mezcladas accedía a las flores. La
flexuosa: a) inflorescencia masculina; b) inflorescencia femenina. (n=6) y 19.827 ± 1.295 (n=6). gran mayoría de visitantes se concentró en

140 141
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : POLINIZACIÓN MORICHE

M. Portocarrero-Aya

las inflorescencias masculinas. Allí consu- La hora de llegada fue similar entre las y nuevamente volaban hacia otra flor, todas las especies de insectos que acceden
mían el abundante polen que las flores 18:30 a 20:00 horas y la nube de visitantes comportamiento que se repetía durante a las inflorescencias femeninas, tan sólo
producen, luego se observó que los insectos correspondió principalmente a especies de varias horas hasta que abandonaban la especies como Mystrops dalmasi, Grasidius
realizaban copulas y buscaban sitios para coleópteros incluyendo Mystrops dalmasi, inflorescencia definitivamente. sp. 1, Grasidius sp. 2, Grasidius sp. 3, Phyto-
ovipositar. A los pocos días era posible Grasidius sp. 1, Grasidius sp. 3, Phytotribus tribus sp. 1, Phyllotrops sp. 2, Celetes sp. 2 y
observar gran cantidad de larvas de Nitidu- sp. 1 y varias especies de abejas melipo- Definición de polinizadores Trigona amalthea, participaron en la polini-
lidae y Curculionidae en las raquilas de las ninas. Estos insectos accedían a las flores La eficiencia en el transporte de polen por zación. En todas las poblaciones Mystrops
inflorescencias masculinas (Figura 8). En y tenían contacto con los estigmas pero parte de los insectos que visitan las flores dalmasi (Nitidulidae), Grasidius sp. 1, Grasi-
las inflorescencias femeninas, el comporta- abandonaban la flor al no encontrar recom- de Mauritia flexuosa fue muy diferente dius sp. 2, Grasidius sp. 3, Phytotribus sp.
miento de los visitantes varió en la perma- pensa; algunos de ellos se concentraban entre especies y grupos de insectos (Anexo 1, Phyllotrops sp. 2, Celetes sp. 2 (Curculio-
nencia y la actividad en la inflorescencia. en los estaminoidios por unos segundos 1). Basados en atributos como abundancia, nidae), fueron los insectos que transpor-
comportamiento y de cargas polínicas de taron polen en M. flexuosa (Figura 9). Otras

a b c

d e f

g h i

Figura 8. Registro de los principales insectos visitantes en flores de Mauritia flexuosa en


Colombia. a-b) Mystrops (Nitidulidae); c-f) gorgojos (Curculionidae); g-h) abejas (Apidae- Figura 9. Distribución porcentual de la participación de grupos de polinización a lo largo de
Meliponini); i) Avispa (Vespidae). Fotos: J. Carreño (a, b, c y d), L. A. Núñez A. (e, f, g, h e i). la distribución de Mauritia flexuosa en Colombia.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : POLINIZACIÓN MORICHE

M. Portocarrero-Aya

especies como abejas (Apidae), Moscas (p= 0,7977) y las pruebas de similitud las poblaciones de la palma, y el segundo Guimarães (2009) en Mato Grosso, Brasil,
(Diptera) y las restantes especies de Curcu- muestran que cerca del 70% de las espe- corresponde a un grupo de insectos que donde evaluó todas las especies de gorgojos
lionidae, aunque eventualmente pueden cies permanece en las poblaciones en cada permanece constante a lo largo de la distri- (Coleoptera: Curculionidae) de cuatro
ser polinizadores son poco eficientes, por la localidad. Sin embargo, a nivel de especies bución de la palma y que en la mayoría de poblaciones de Euterpe longebracteata;.
abundancia con las que acceden a las inflo- se presenta diferencia en la composición, los casos corresponde a los polinizadores Núñez y Rojas (2008) en tres localidades
rescencias. Ello determina que sean polini- con tres grupos bien diferenciados: los como ocurre en M. flexuosa. Núñez (2014), donde se distribuye Oenocarpus bataua,
zadores secundarios. insectos de la población de Caquetá y las encontró este mismo patrón en Socratea y Núñez (2014) en Socratea exorrhiza,
poblaciones muestreadas en las regiones exorrhiza, Syagrus sancona y Attalea Syagrus sancona y Attalea butyracea.
Discusión del Orinoco y la Amazonia (Figuras 4 y 5). butyracea, y sugiere que en palmas silves-
La alta diversidad y abundancia de insectos tres neotropicales, cada taxon presenta La constancia en la visita es el primer paso
en las inflorescencias y flores de Mauritia Esta diferencia en la composición de visi- un núcleo de pocas especies de insectos para mantener especificidad de visitantes
flexuosa, es un fenómeno común en palmas. tantes podría indicar que como varias de especialistas con dependencia obligada con entre especies de palmas que coexisten y es
Por ejemplo, en Syagrus sancona se reportan las especies de visitantes cambian a lo largo la palma. Estas se hallan ocultas por un utilizada como evidencia cuando se habla
cerca de 70 especies de insectos (Guerrero- de la distribución de la palma, los poliniza- espectro amplio de visitantes generalistas de sistemas especializados palma - polini-
Olaya y Núñez 2016), y Oenocarpus bataua dores también lo harían, pero en este caso que acceden principalmente a las inflores- zador (Listabarth 1996). La especificidad
es visitada por 81 especies (Núñez y Rojas no ocurrió ya que los principales poliniza- cencias masculinas porque ofrecen gran es una característica observada en otras
2008). De igual manera, Núñez et al. dores como Mystrops dalmasi, Grasidius sp. cantidad de polen, pero con una muy baja especies de palmas. Por ejemplo Núñez
(2015) mencionan que las inflorescencias 1, Grasidius sp. 2, Grasidius sp. 3, Phyto- contribución en el movimiento del mismo, (2014) comparó la comunidad de gorgojos
de O. Oenocarpus minor y O. balackii, tribus sp. 1, Phyllotrops sp. 2, Celetes sp. y que pueden cambiar temporal y espacial- en 20 especies de palmas en la Orinoquia
fueron visitadas por 45 y 50 especies de 1 y Trigona amalthea, siempre estuvieron mente. colombiana y encontró que hay 85% de
insectos, respectivamente mientras que las presentes, accedieron en gran número a especificidad. A su vez Núñez et al. (2015),
inflorescencias de Syagrus petraea atrajeron las inflorescencias masculinas y femeninas La íntima asociación de los visitantes evaluaron la comunidad de visitantes
30 especies (Silberbauer-Gottsberger et al. y traían abundante polen en sus cuerpos. florales con las inflorescencias evidenciada florales en tres especies del género Oeno-
2013). Por lo tanto la polinización de M. flexuosa en la gran cantidad de larvas y de insectos carpus donde el 78% de las especies son
es realizada por insectos -principalmente buscando lugares dentro de la inflores- específicas para cada palma. De igual forma
De la misma forma, la composición de coleópteros (Nitidulidae y Curculionidae)- cencia, para ovopositar, es una prueba más Franz y Valente (2005) evaluaron la espe-
visitantes florales encontrada en Mauritia que permanecen constantes y polinizan la que confirma la posibilidad de encontrar cificidad de más de 50 especies de gorgojos
flexuosa concuerda con la observada en palma a lo largo de su distribución (Figura dos tipos o grupos de visitantes. El grupo de con palmas de los géneros Attalea, Syagrus,
otros estudios de palmas neotropicales de 9). Este patrón de asociación encontrado especialistas generalmente incluye especies Astrocaryum, Polyandrococos, Allagoptera,
los géneros Syagrus (Núñez 2014, Silber- en Colombia al parecer se repite a lo largo de Mystrops, Grasidius, Phyllotrox y Celetes Trithrinax, Mauritia y Euterpe, encontrando
bauer-Gottsberger et al. 2013), Astrocaryum de la distribución de la palma en otros que aprovechan estructuras y recursos que las especies de gorgojos solo visitaban
(Dáttilo et al. 2015), Oenocarpus (Núñez et países donde se encuentra (Tabla 3). Los florales necesarios para desarrollar alguna entre una a dos especies de palma.
al. 2015, Núñez y Rojas 2008), Ceroxylon diferentes grupos y especies de visitantes parte o todo su ciclo de vida en la inflores-
(Núñez 2014), Bactris (Listabarth 1996, florales y principales polinizadores también cencia (Siberbauer-Gottsberger et al. 2013, La intima asociación de Nitidulidae y
Henderson et al. 2000) y Attalea (Fava et al. han sido encontrados y reportados en otras Barfod et al. 2011, Franz y Valente 2005). Curculionidae específicamente de Mystrops
2011, Núñez et al. 2005). poblaciones de M. flexuosa en países como En el segundo grupo, de generalistas, su dalmasi, Grasidius sp. 1, Grasidius sp. 2,
Brasil (Storti 1993, Abreu 2001, Khorsand presencia depende del polen como recurso, Grasidius sp. 3, Phytotribus sp. 1, Phyllotrops
Los resultados de este estudio indican que y Koptur 2013, Nogeira 2013) y Ecuador por eso centran su visita en las inflorescen- sp. 2 y Celetes sp. 1, con las inflorescencias
los diferentes grupos de insectos que hacen (Ervik 1993, Núñez datos sin publicar). cias masculinas donde encuentran dicha de Mauritia flexuosa se presenta como una
parte de la comunidad de visitantes de recompensa (Núñez et al. 2015, Tadey et al. relación de dependencia mutua debido a
Mauritia flexuosa permanecen constantes a En consecuencia y de acuerdo a los resul- 2013, Núñez y Rojas 2008). que todas las especies son específicas de la
lo largo del área de distribución de la palma, tados, los visitantes de Mauritia flexuosa palma, visitan las inflorescencias en busca
ya que a nivel de grandes taxones (órdenes pueden reunirse en dos grupos de La constancia de la comunidad de visitantes de recursos disponibles como protección,
y familias) las pruebas no mostraron dife- insectos. El primero incluye aquellos cuya florales de palmas a escala espacial, hallada alimento (polen y néctar), sitios de cópula
rencias significativas entre localidades presencia no está asegurada y cambia en en este estudio ha sido reportada por y ovoposición y desarrollo de las larvas, y

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : POLINIZACIÓN MORICHE

M. Portocarrero-Aya

Tabla 3. Comparación estudios polinización en Mauritia flexuosa en varios países de a su vez actúan como polinizadores princi- est palm, Astrocaryum mexicanum. Botani-
Suramérica. pales (p. e. Búrquez et al. 1987, Anderson cal Journal of the Linnaean Society 94: 407-
et al. 1988, Ervik 1995, Küchmeister et al. 419.
1998, Núñez et al. 2005, Núñez y Rojas • Dáttilo, W., A. Aguirre, M. Quesada y R.
País Localidad Sexo Riqueza Visitantes Polinizadores Referencia
Dirzo. 2015. Tropical forest fragmentation
2008, Fava et al. 2011).
Curculionidae affects floral visitors but not the structure
  Mystrops sp. 1 of individual-based palm-pollinator net-
Uberlandia ♂  30 Nitidulidae Abreu (2001) Debido a la creciente demanda de frutos de
Phyllotrox sp. 39 works. PLoS One 10 (3): 1-15.
Apidae Mauritia flexuosa, se han iniciado planes de • Ervik, F. 1993. Notes on the phenology and
18º57’S-48º14’W ♀  19       domesticación para la siembra y estable- pollination of the dioecious palms Mauri-
cimiento de cultivos industriales. Debido tia flexuosa (Calamoideae) and Aphandra
Curculionidae
  Mystrops sp. 1 a las necesidades de manejo de pobla- natalia in Ecuador (Phytelephantoideae).
Manaus ♂  30 Nitidulidae Storti (1993) ciones silvestres, porque de allí es donde se Pp. 7-12. En: Barthlott, W., C. Naumann, C.
Phyllotrox sp. 39
Apidae obtienen los frutos que se comercializan, Schmidt –Loske y K. Schuchmann (Eds.),
 
es necesario resaltar la importancia y prio- Animal- plant Interactions in Tropical Envi-
Brasil 3º08’S-60º00’W ♀  19      
  ridad que se le debe dar al conocimiento y ronments. Zoologisches.
Curculionidae • Ervik, F. 1995. Comparative studies of pol-
  Mystrops sp. 1 Khorsand y manejo de los visitantes y polinizadores, ya
 Belen do Pará ♂ 96 Nitidulidae lination biology in neotropical palms.PhD
Phyllotrox sp. 39 Koptur 2013 que mediante dicha acción depende que se
thesis, University of Aarhus, Denmark.
Apidae asegure el éxito en la formación de frutos y • Fava, W., W. da Silva y M. Sigrist. 2011. At-
0º37’S-72º20’W ♀ 26       por ende de la productividad. talea phalerata and Bactris glaucescens (Are-
Curculionidae caceae. Arecoideae): Phenology and pol-
Nuñez y Se sugiere ampliar las áreas de estudios lination ecology in the panatanal, Brazil.
Mystrops sp. 1
Casanare ♂ 64 Nitidulidae Carreño
Phyllotrox sp. 39 a otros países o reproducir este tipo de Morphology Distribution Functional Ecology
(2013)
Apidae estudios en el mayor número posible de of Plants 206 (6): 575-584.
Colombia 5º21’N72º17’W ♀ 16       localidades y durante varios períodos • Franz, N. M. y R. M. Valente. 2005. Evo-
reproductivos de la palma. lutionary trends in Derelomine flower
Curculionidae weevils (Coleoptera: Curculionidae): From
  Mystrops sp. 1
Provincia Napo ♂  30 Nitidulidae Ervik (1993) associations to homology. Invertebrates
Phyllotrox sp. 39 Bibliografía Systematics 19: 499–530. doi:10.1071/
Apidae • Abreu, S. A. 2001. Biología reproductiva de
IS05026.
0º16’S-77º41’W ♀  19       Mauritia flexuosa L. (Arecaceae) em Vereda
• Galeano, G. y R. Bernal. 2010. Palmas de
no Municipio de Uberlândia-MG. Disser-
 Ecuador      30       Colombia. Guía de Campo. Editorial Uni-
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Curculionidae vação de Recursos Naturais. UFU. Uberlân-
  Mystrops sp. 1 Núñez datos dia. 355 pp. de Ciencias Naturales, Facultad de Ciencia-
♂  19 Nitidulidae Universidad Nacional de Colombia, Bogo-
Amazonia Phyllotrox sp. 39 sin publicar • Anderson, A., B. Overal y A. Henderson.
Apidae 1988. Pollination ecology of a forest domi- tá. 688 pp.
nant palm (Orbignya phalerata Mart) in • González-B., V. Los palmares de pantano
♀  30      
Northern Brazil. Biotropica 20: 192-205. de Mauritia flexuosa en Suramérica: una
Curculionidae revisión. 2016. Pp. 45-83. En: Lasso, C.
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Núñez datos A., G. Colonnello y M. Moraes R. (Eds.),
Loreto ♂  19 Nitidulidae   nuevas fuentes de aceite comestible. Inter-
Perú sin publicar
ciencia 7 (11): 25-29. Morichales, cananguchales y otros palmares
Apidae
• Barfod, A., M. Hagen y F. Borchsenius. inundables de Suramérica. Parte II: Colombia,
4º32’S-73º33’W ♀  30       2011. Twenty-five years of progress in un- Venezuela, Brasil, Perú, Bolivia, Paraguay,
Curculionidae derstanding pollination mechanisms in Uruguay y Argentina. Serie Editorial Recur-
Estado Guárico Núñez datos palms (Arecaceae). Annals of Botany 108: sos Hidrobiológicos y Pesqueros Continen-
Venezuela ♂  19 Nitidulidae  
65º22’W8º23’N sin publicar 1503-1516. tales de Colombia. Instituto de Investiga-
Apidae • Búrquez, A., A. Sarukhan y A. Pedraza. ción de los Recursos Biológicos Alexander
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146 147
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : POLINIZACIÓN MORICHE

M. Portocarrero-Aya

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pecificidad de visitantes y polinizadores polinização e sua relação com a termogêne- nating insects. Sociobiology 60: 306–316. Velázquez y M. San José. 2013. Depre-
de Syagrus smithii (Arecaceae) una palma se em espécies de Arecaceae e Annonaceae doi:10.13102/sociobiology.v60i3.306-316. dación de arañas hacia visitantes forales
cantarofila, endémica y promisoria de la da Amazônia Central. Acta Amazónica 28: • Storti, E. 1993. Biología floral de Mauritia y herbívoros, balance entre mutualismo y
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e Museu Paraense Emílio Goeldi. Belém- de Pós-Graduação em Zoologia da Univer-
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Pesqueros Continentales de Colombia. Ins- chales de la Orinoquia y Amazonia: Colombia -
tituto de Investigación de los Recursos Bio- Venezuela. Parte I. Serie Editorial Recursos
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Bogotá. de Colombia. Instituto de Investigación de
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Journal of Botany 100: 613–621. G. Gottsberger. 2013. Interactions of the

148 149
150
Anexo 1. Visitantes florales de Mauritia flexuosa. Abundancias indicadas como *** muy abundantes (entre 300 y 1.000 individuos);
**abundantes (entre 300 y 1.000), *raro (entre 5 y 49), + esporádicos (1-4) y –ausente (0). Departamentos de Colombia: Amazonas
(Amaz), Arauca (Arau), Caquetá (Caq), Casanare (Casa), Guaviare (Guav), Meta (Meta), Putumayo (Putu). Frecuencia indicada como:
Poco frecuente (PF), Frecuente (F) y Muy frecuente (MF). Polinizadores principales con alta eficiencia (Pae), polinizadores secunda-
rios con baja eficiencia (Bae): polinizadores ocasionales (Poc) y sin participación en la polinización (Nop).

ORDEN
N Amaz Arau Caq Casa Guav Meta Putu Rol
FAMILIA/Géneros 
  COLEOPTERA                
  BRENTIDAE                
1 Apion sp. 1 *, Oc – – – *, Oc – *, Oc Nop
  CARABIDAE                
  Lebinii                
2 Lebia sp.1 – – – +,Oc – +,Oc – Nop
  CUCUJIDAE                
3 Pediacus sp.1 – *, Ac *, Ac +,Oc – *, Ac *, Ac Poc
SEGUNDA PARTE : POLINIZACIÓN MORICHE

  CURCULIONIDAE                
  Acalyptinae                
4 Andranthobius sp. 1 – *, Ac – **, Ac – **, Ac – Poc
5 Andranthobius sp. 2 – – – *, Ac – **, Ac – Poc
6 Celetes sp.1 **, Fr **, Fr **, Fr **, Fr **, Fr **, Fr – Bae
7 Celetes sp.2 – **, Fr – **, Ac – – – Poc
8 Celetes sp.3 +,Oc – – – +,Oc – +,Oc Bae
9 Celetes sp.4 *, Es – – – *, Es – *, Es Bae
10 Grasidius sp. 1 **, Fr **, Fr **, Fr **, Fr **, Fr **, Fr **, Fr Pae
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

11 Grasidius sp. 2 – – – **, Fr – **, Fr – Poc


12 Grasidius sp. 3 ***, Fr **, Fr **, Fr **, Fr **, Fr **, Fr – Pae

Anexo 1. Continuación.

ORDEN
N Amaz Arau Caq Casa Guav Meta Putu Rol
FAMILIA/Géneros 
13 Grasidius sp. 4 – **, Fr – **, Fr – **, Fr – Poc
14 Grasidius sp. 5 **, Ac – – – **, Fr – **, Fr Poc
15 Gn.4 sp.1 *, Ac – *, Es – *, Fr – *, Fr Bae
16 Gn.4 sp.2 – – – – *, Fr – +,Oc Bae
17 Gn.5 sp.1 *, Ac – *, Ac – *, Es – +,Oc Bae
18 Gn.6 sp.1 *, Ac – – – *, Ac – *, Oc Bae
19 Phyllotropx sp. 1 – **, Fr – **, Fr – **, Fr – Bae
20 Phyllotropx sp. 2 – **, Fr – *, Ac – – – Bae
21 Phytotribus sp. 1 **, Fr **, Fr ***, Fr ***, Fr **, Fr ***, Fr **, Fr Pae
22 Phytotribus sp. 2 *, Ac – – – *, Ac – *, Ac Pae
  Baridinae                
23 Bondariella sp. 1 *, Ac – – – *, Oc – *, Oc Bae
24 Centrinae Gen 4, sp. 1 *, Oc – – – *, Oc – *, Ac Bae
25 Tonesia sp. 1 *, Ac – – – *, Ac – *, Oc Bae
26 Parisoschoenus expositus *, Fr – – – *, Fr – *, Fr Bae
27 Parisoschoenus maritimus – *, Fr – *, Fr – *, Fr – Bae
28 Parisoschoenus sp. 1 – *, Fr – *, – *, Oc – Bae
29 Terires sp. 1 *, Fr *, Fr *, Fr *, Fr *, Fr – *, Fr Bae
30 Terires sp. 2 – – – – *, Oc – *, Oc Bae
M. Portocarrero-Aya

  Cryptorhynchinae                
31 Cryptorhynchus sp.1 – *, Oc – *, Oc – +,Oc – Nop
32 Cryptorhynchus sp.2 – *, Oc – *, Oc – +,Oc – Nop
151
152
Anexo 1. Continuación.

ORDEN
N Amaz Arau Caq Casa Guav Meta Putu Rol
FAMILIA/Géneros 
  Eubulus sp.1 *, Fr *, Fr *, Fr *, Fr *, Fr *, Fr *, Fr Nop
  Rhynchophorinae                
33 Metamasius Sp. 1 +,Oc – +,Oc – +,Oc – +,Oc Nop
34 Metamasius Sp. 2 – – – – – – 1 Nop
35 Mauritinus seferi *, Fr *, Fr *, Fr *, Fr *, Fr *, Fr *, Fr Nop
  CHRYSOMELIDAE                
  Alticinae                
36 Longitarsus sp. 1 – +,Oc – +,Oc – +,Oc – Nop
37 Longitarsus sp. 2 – +,Oc – *, Oc – *, Oc – Nop
38 Gen 2, sp. 1 +,Oc – – – +,Oc – +,Oc Nop
39 Gen 2, sp. 2 – – – – – – +,Oc Nop
SEGUNDA PARTE : POLINIZACIÓN MORICHE

  Crptocephalinae                
40 Sphaeropis sp. 1 +,Oc – – +,Oc +,Oc – +,Oc Nop
41 Gen 2, sp. 1 – – – *, Oc – – +,Oc Nop
  Galerucinae                
42 Monolepta sp. 1 – +,Oc – *, Oc – +,Oc – Nop
43 Monolepta sp. 2 +,Oc +,Oc – *, Oc – – – Nop
44 Gen 2, sp. 1 +,Oc – – – – +,Oc – Nop
  NITIDULIDAE                
45 Mystrops dalmasi ***, Fr ***, Fr ***, Fr ***, Fr ***, Fr ***, Fr ***, Fr Pae
46 Mystrops sp. 2 *, Fr – – *, Fr – – *, Fr Pae
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

47 Gen 2 sp.1 – *, Fr – *, Fr – *, Fr – Poc

Anexo 1. Continuación.

ORDEN
N Amaz Arau Caq Casa Guav Meta Putu Rol
FAMILIA/Géneros 
48 Gen 2 sp.2 – *, Fr – *, Fr – – – Poc
49 Gen 3 sp.1 *, Fr – – – – *, Fr – Poc
50 Gen 4 sp.1 – – – – – – *, Oc Poc
  STAPHYLINIDAE                
  Staphylininae                
51 Erchomus sp.1 *, Fr *, Fr *, Fr *, Fr *, Fr *, Fr *, Fr 1
52 Xanthopygus sp.1 *, Fr – – +,Oc – – *, Fr Nop
53 Xanthopygus sp.2 – *, Fr – +,Oc – +,Oc – Nop
54 Aleochara sp. 1 – *, Fr – +,Oc – – – Nop
55 Philonthus sp. 2 +,Oc – – +,Oc – +,Oc – Nop
56 Gen 3 sp.1 – – – – – – +,Oc Nop
57 Gen 4 sp.1 – – +,Oc – – – +,Oc Nop
  SCARABAEIDAE                
  Dynastinae                
58 Cyclocephala amazona – – – +,Oc – – +,Oc Nop
59 Cyclocephala sp.1 – – – – – – – Nop
60 Aspidolea ferruginea +,Oc – – – – – – Nop
  SCOLYTIDAE                
61 sp.1 – – – +,Oc – – – Nop
M. Portocarrero-Aya

  SILVANNIDAE                
62 Ahasverus sp.1 *, Fr *, Fr *, Fr *, Fr *, Fr *, Fr *, Fr Poc
63 Silvanus sp.1 – – – *, Fr – *, Fr – Nop
153
154
Anexo 1. Continuación.

ORDEN
N Amaz Arau Caq Casa Guav Meta Putu Rol
FAMILIA/Géneros 
  HYMENOPTERA                
  APIDAE                
64 Apis mellifera scutellata – +,Oc – +,Oc +,Oc – 1 1
  Meliponinae                
65 Melipona favosa – – +,Oc – +,Oc – +,Oc Nop
66 Oxytrigona mellicolor – – – *, Fr – *, Fr – Nop
67 Partamona sp. 1 *, Fr *, Fr – *, Fr *, Fr *, Fr – Poc
68 Partamona sp. 2 – – +,Fr – +,Fr – *, Fr Nop
69 Plebeia aff. timida +,Fr – – – +,Fr – *, Fr Poc
70 Plebeia sp. 1 – – – – – +,Fr – Nop
SEGUNDA PARTE : POLINIZACIÓN MORICHE

71 Plebeia sp. 2 *, Fr *, Fr – *, Fr *, Fr *, Fr – Poc


72 Plebeia sp. 3 – – – – *, Fr – *, Fr Nop
73 Trigonisca sp. 1 – – – – *, Fr – *, Fr Bae
74 Trigona amalthea *, Fr *, Fr *, Fr *, Fr *, Fr *, Fr – Bae
75 Trigona fulviventris *, Fr *, Fr – *, Fr *, Fr *, Fr – Bae
76 Trigona sp 3 – – – – +,Fr – +,Fr Nop
77 Trigona sp 4 +,Fr – +,Fr – – +,Fr – Nop
78 Trigona sp 5 – – – – +,Fr +,Fr – Bae
  FORMICIDAE                
79 Dolichoderus sp. 1 +,Oc +,Oc – – – +,Oc – Nop
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

80 sp. 2 +,Oc – – – – +,Oc – Nop

Anexo 1. Continuación.

ORDEN
N Amaz Arau Caq Casa Guav Meta Putu Rol
FAMILIA/Géneros 
  VESPIDAE                
81 Polistes sp 1 +,Fr +,Fr – +,Fr +,Fr +,Fr – Bae
82 Polistes sp 2 – – – – – +,Fr – Nop
83 Protopolybia sp. 3 – – – +,Fr – – – Nop
84 Polybia sp. 1 +,Fr +,Fr – +,Fr +,Fr +,Fr – Nop
85 Gen 3, sp. 1 – – +,Fr +,Fr – – – Nop
  DIPTERA                
  DROSOPHILIDAE                
86 Drosophila sp. 1 *, Fr *, Fr – *, Fr +,Fr +,Fr – Nop
87 Drosophila sp. 2 +,Fr +,Fr – – +,Fr +,Fr +,Fr Nop
  CALLIPHORIDAE                
88 sp. 1 +,Fr – – – – +,Fr – Nop
89 sp. 2 – – +,Fr +,Fr – +,Fr – Nop
  CERATOPOGONIDAE                
90 sp. 1 +,Fr – +,Oc +,Oc – +,Oc – Nop
  CHLOROPIDAE                
91 sp. 1 +,Oc +,Oc – +,Oc +,Oc +,Oc – Nop
92 sp. 2 – – – – +,Oc – – Nop
M. Portocarrero-Aya

  PHORIDAE                
93 Pericyclocera sp. 1 +,Oc – – +,Oc +,Oc – – Nop
155
156
Anexo 1. Continuación.

ORDEN
N Amaz Arau Caq Casa Guav Meta Putu Rol
FAMILIA/Géneros 
  HEMIPTERA                
  ANTHOCORIDAE                
94 Xylocaris sp.1 +,Oc – +,Oc +,Oc – +,Oc – Nop
  CICADELLIDAE                
95 sp. 1 +,Oc – +,Oc – – +,Oc – Nop
  MIRIDAE                
96 sp.1 – +,Oc – +,Oc – +,Oc – Nop
97 Gen 2, sp. 1 – – +,Oc 0 – – – Nop
  COREIDAE                
98 Leptoglossus sp.1 – +,Oc – +,Oc – +,Oc – Nop
99 Gen 2, sp. 1 – – +,Oc – – +,Oc – Nop
SEGUNDA PARTE : POLINIZACIÓN MORICHE

  THAUMASTOCORIDAE                
100 Discocoris drakei +,Oc – +,Oc +,Oc – – – Nop
101 Phymata sp. 1 – – +,Oc – – +,Oc – Nop
  DERMAPTERA                
  CARCINOPHORIDAE                
102 Euborellia sp.1 – – +,Oc – – +,Oc +,Oc Nop
  ARACNIDA                
  THOMISIDAE                
103 Diaea sp. 1 – – +,Oc – – – – –
  SALTICIDAE                
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

104 Gen 1, sp. 1 +,Oc – +,Oc +,Oc – +,Oc – Nop

Anexo 1. Continuación.

ORDEN
N Amaz Arau Caq Casa Guav Meta Putu Rol
FAMILIA/Géneros 
105 Gen 2, sp. 1 – – +,Oc – – 0 – Nop
  THYSANOPTERA                
106 sp.1 +,Oc – +,Oc – – +,Oc +,Oc Nop
107 Gen 2, sp. 1 +,Oc – +,Oc – – – – Nop
M. Portocarrero-Aya

157
L. M. Mesa-S.
AVES Y MAMÍFEROS ASOCIADOS A
6. ECOSISTEMAS DE MORICHAL
EN VENEZUELA
Vicky C. Malavé-Moreno, Miguel Lentino, Olga Herrera-Trujillo,
Arnaldo Ferrer y Hillary Cabrera

Resumen (un mamífero “En Peligro” y cinco como


Los morichales son formaciones vegetales “Vulnerable”). La presencia de especies
donde Mauritia flexuosa es el elemento endémicas, migratorias y amenazadas
dominante. A pesar de que se ha reco- resalta la importancia de estos ecosis-
nocido su importancia biológica, se han temas en términos de conservación de la
realizado pocos estudios de la fauna biodiversidad.
asociada. Es por ello que se presenta en
este capítulo, un listado comentado de Palabras clave. Avifauna. Diversidad.
aves y mamíferos asociados a estos ecosis- Mastofauna. Mauritia flexuosa.
temas. En Venezuela se han registrado
1.417 especies de aves, de las cuales 245 Introducción
se encuentran asociadas a morichales Los morichales son formaciones vegetales
(192 géneros, 56 familias y 22 órdenes), siempreverdes caracterizadas por indivi-
incluyendo once migratorias. En mamí- duos de gran porte y altura y representan a
feros hay registradas 390 especies en el las comunidades en que la palma moriche
país, de las cuales 143 están asociadas a (Mauritia flexuosa) es el elemento florístico
morichales (98 géneros, 38 familias y 12 determinante. Se halla asociadas a ejes de
órdenes). El gremio trófico dominante drenaje o cursos de agua permanentes y es
entre las aves fue el de los consumidores una comunidad sucesional con tendencia
de invertebrados (39,6%), mientras que a evolucionar al bosque siempreverde de
entre los mamíferos fue el de los insectí- pantano González-B. y Rial (2013). Lasso
voros (37,1%). Algunas de estas especies et al. (2013) indican que en la Orinoquia
se encuentran en categoría de amenaza los morichales constituyen en muchos
tanto a nivel nacional en el Libro Rojo casos, la única fuente de agua perma-
de la Fauna Venezolana (un mamífero nente para la fauna. Debido a su asocia-
en estado “Crítico”, otro “En Peligro” ción directa con acuíferos que mantienen
y dos aves en categoría “Vulnerable”), los flujos de agua hacia el río de morichal
como internacionalmente según la IUCN todo el año, las comunidades de Mauritia

Morichal Laguna La Vieja, Tame (Arauca). Foto: L. M. Mesa-S. 159


XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : FAUNA VENEZUELA

F. Trujillo

flexuosa garantizan el agua disponible para flexuosa que en grupo o solitariamente, n=101), Accipitriformes (rapaces, n=16), manilata, Tyrannopsis sulphurea y Tachornis
los ecosistemas circundantes. La compleja interrumpen la continuidad de la matriz Apodiformes (vencejos y colibríes, n=14) squamata.
estructura de los morichales (vertical y herbácea; ii) morichal cerrado, comunidad y Ardeiiformes (garzas, n=13). Los grupos
horizontal) proporciona diversos hábitats de morichal donde la densidad de los indi- de aves que se encuentran mejor represen- Debido a la ubicación geográfica de Vene-
capaces de albergar una gran diversidad de viduos adultos de la palma es lo suficien- tados con respecto al total registrado para zuela al norte de Suramérica, llegan al
fauna y en consecuencia, cadenas tróficas temente densa para constituir un dosel Venezuela sin contar a Eurypygiformes y país 166 especies migratorias, ocupando
ramificadas y complejas. A pesar de que prácticamente continuo tanto en el eje Opistocomiformes que incluyen una sola el segundo lugar después de Colombia. De
se ha reconocido su importancia bioló- longitudinal como transversal de la comu- especie, son: Cathartiformes (83,3%), las 11 especies registradas para los mori-
gica, en Venezuela pocos estudios han nidad; y iii) morichal de transición, comu- Ciconiiformes (66,7%) y Coraciiformes chales, siete son migratorias boreales y
sido realizados con comunidades de aves nidad de morichal en la cual el proceso de (62,5%) (Figura 1). cuatro son australes (Anexo 1). Algunas
y mamíferos vinculadas a los morichales. sucesión hacia el bosque siempreverde de especies presentan poblaciones migra-
Debido a ello, el principal objetivo de este pantano estacional se encuentra bastante Se han propuesto 33 áreas de endemismos torias y residentes a la vez, tales como la
trabajo fue elaborar un listado taxonó- avanzado. Los individuos adultos del para Suramérica, de las cuales nueve están golondrina de río (Progne tapera) y el atra-
mico comentado de las especies de aves y bosque comparten el dosel con Mauritia en Venezuela (Cracraft 1985), siendo uno pamosca tijereta (Tyrannus savana). Aún
mamíferos asociados a este ecosistema. flexuosa. de los países con el mayor número. En los no es bien comprendido cómo las aves
morichales no hay registro de la presencia migratorias interactúan con las comuni-
Materiales y métodos Con los datos obtenidos se realizó un de especies endémicas, pero si se encuen- dades residentes, debido a que solo se reco-
Se generó un listado de las especies de aves análisis sobre la biodiversidad de aves y tran aves especializadas que los usan noce su presencia en el morichal, pero no
y mamíferos asociados a los morichales mamíferos asociado a los ecosistemas de como áreas de alimentación, descanso y/o su tiempo de permanencia y el papel que
morichal, su estructura trófica y estatus reproducción, como Berlepschia rikeri, Ara juegan.
con base en la recopilación bibliográfica y
consulta de cuatro de las colecciones zooló- de conservación.
gicas más importantes del país. El Museo
de Biología de la Universidad Central de Aves
Venezuela, Caracas (MBUCV); Museo Vicky C. Malavé-Moreno y
de la Estación Biológica Rancho Grande, Miguel Lentino
Maracay (EBRG); Museo de Historia
Natural La Salle, Caracas (MHNLS) y En Venezuela se han registrado 1.417 espe-
la Colección Ornitológica Phelps (COP), cies de aves, de los cuales para los mori-
además de un estudio de la biodiversidad chales y otros hábitats asociados a ellos a b c
de vertebrados terrestres realizado en (ecotonos), se han registrado 245 taxones
morichales al sur del Orinoco (Herrera- incluidas en 192 géneros, 56 familias, y 22
Trujillo y Ferrer 2016, Malavé-Moreno órdenes. Esto representa el 17,3%, 31,1%,
2016). 65,1% y 75,9%, respectivamente de los
totales señalados para el país.
Dependiendo de la información dispo-
nible, se identificó el tipo de morichal al En cuanto al tipo de hábitat usado por
que se encontraban asociadas las especies, las especies de aves presentes en los
siendo clasificados según las definiciones morichales, en comparación con el total
establecidas para Venezuela en González- de especies reportadas para el país, los
B. y Rial (2013) y Lasso et al. (2013) como: grupos mejor representados son las aves d e f
i) Morichal abierto, comunidad de mori- terrestres, mientras que las especies acuá-
chal en la cual aún se mantiene la cubierta ticas son las menos comunes. Los órdenes Figura 1. Aves asociadas a ecosistemas de morichal. a) Fluvicola pica; b) Eurypyga helias; c)
herbácea de la sabana inundable pero ya con el mayor número de especies repor- Busarellus nigricollis; d) Agelaius icterocephalus; e) Taeniotriccus andrei; f) Tigrisoma lineatum.
existen individuos adultos de Mauritia tadas son: Passeriformes (aves canoras, Fotos: V. C. Malavé-Moreno (a, c y f), M. Lentino (b, d y e).

160 161
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : FAUNA VENEZUELA

F. Trujillo

Las aves reportadas para los morichales resto son consideras como Preocupación Carrasco 2013), industrias agropecua- Mamíferos
pueden ser incluidas en 13 categorías o Menor (LC). rias y las aguas servidas provenientes de Olga Herrera-Trujillo, Arnaldo Ferrer
gremios tróficos. Las tres categorías más las comunidades (Mora y Mora 2006). El y Hillary Cabrera
relevantes son: consumidores de inverte- La Convención Internacional sobre desarrollo actual de las actividades petro-
brados (39,6%), consumidores de frutas el Comercio de Especies de Plantas y leras en la faja petrolífera del Orinoco y de Para Venezuela están reportadas 390
e invertebrados (16,3%) y consumidores Animales Amenazados (CITES 2016), silvicultivos, así como el propuesto “Arco especies de mamíferos (Sánchez y Lew
de vertebrados e invertebrados (14,3%), señala que solo una de ellas está incluida Minero”, generan nuevos requerimientos 2012), de las cuales 143 (36,7%) se han
siendo una comunidad sostenida esencial- en el Apéndice I, el garzón soldado (Jabiru de manejo y conservación de los mori- encontrado asociadas a ecosistemas de
mente por los invertebrados a diferencia mycteria); 55 especies están incluidas en el chales y por ende de las aves asociadas morichales. Estas especies se distribuyen
de otras comunidades de aves de bosque Apéndice II (Anexo 1). a ellos (Bevilacqua y González-B. 1994, en 12 órdenes, 38 familias y 98 géneros,
(Anexo 1, Figura 2). González et al. 2013). Otra amenaza para siendo los órdenes Chiroptera y Rodentia
De las especies de interés cinegético reco- la avifauna asociada a los morichales son los más diversos, con 51,1 y 20,6% de
En cuanto al estado de conservación en nocidas para Venezuela y que tienen una las comunidades indígenas que utilizan en las especies respectivamente, seguidos
el ámbito nacional, Rodríguez y Rojas- veda de caza, 16 de ellas están presentes ocasiones de forma insostenible la palma de Carnivora (8,5%), Didelphimorphia
Suárez (2008) reconocen sólo a dos espe- en estas comunidades (Rep. de Venezuela moriche (Mauritia flexuosa), tanto como (7,8%), Pilosa (3,5%), Primates y Artiodac-
cies como Casi Amenazadas (NT), el 1996a). Hay también un calendario de fuente de alimento, como de recursos para tyla (2,8%), Cingulata (1,4%) y por último
tarotaro (Cercibis oxycerca) y la cigüeña caza deportiva que condiciona la captura la elaboración de artesanías y artículos de Cetácea, Sirenia, Perissodactyla y Lago-
(Ciconia maguari); tres especies están de nueve especies (Anexo 1). También se usos diarios, existiendo, en algunos casos,
morpha (0,7%) (Figura 3, Anexo 1).
consideradas bajo la categoría de Datos han registrado 35 de ellas que son utili- la amenaza de sobreexplotación (Heinen
Insuficientes (DD) y el resto de las especies zadas como mascotas (Marín-Espinoza et et al. 1994), asi como también utilizan
En estudios realizados en el oriente del
de aves son tratadas como no evaluadas al. 2011). algunas de las especies de aves presentes
país, ha sido reportada una alta diver-
(NE) (Anexo 1). Según la Unión Interna- en los morichales como carne cacería para
sidad de mamíferos en estos ecosistemas
cional de Conservación de la Naturaleza La principal amenaza para la avifauna la alimentación (Lugo-Morin 2002, 2007).
(González–B. 1987, Ojasti 1987, Ochoa et
(IUCN 2016), dos están consideradas asociada a los morichales es la degradación
al. 2008). Las comunidades de morichal
como Vulnerable (VU): el piapoco gargan- de la comunidad de morichal producto González-B. (1987) describe cinco tipos
tiblanco (Ramphastos tucanus) y el diostedé del fuego, la contaminación de sus aguas de morichales para Venezuela, pero desde son las que albergan la mayor riqueza
pico acanalado (Ramphastos viteliinus), el debido a la minería (Graterol 2006, el punto de vista ornitológico nunca se de especies, ya que poseen una mayor
han hecho estudios a este nivel de detalle. complejidad estructural y proporcionan
Pocos trabajos han sido enfocados a una amplia gama de recursos para la fauna
describir la comunidad de aves con el tipo silvestre. Algunas especies de gran porte,
de morichal (Porras et al. 1990, Lentino por lo general los carnívoros utilizan estos
2007, Bastidas et al. 2013, González et hábitats ocasionalmente como zonas de
al. 2013, Malavé-Moreno 2016), a pesar paso, mientras que los herbívoros suelen
de que los morichales siempre han sido utilizarlos de forma más permanente
reconocidos como un hábitat importante como áreas de alimentación; por su parte,
para las aves (Stotz et al. 1996). Además, los murciélagos son el grupo de mamí-
dado la extensión del área de distribu- feros que utiliza más intensamente estos
ción en que se encuentran los morichales ecosistemas, ya que no sólo dependen
(González-B. 1987), muy pocas loca- de ellos para la obtención de alimento
lidades han sido visitadas más de dos (frutos, insectos, etc.) sino que también
ocasiones, por lo que no hay información utilizan distintos recursos como refugio
para comparar las dos estaciones climá- (troncos de árboles, hojas de palmas, etc.)
ticas del país (Lentino 2003). Por ello se (Sarmiento et al. 2016).
sugiere realizar un muestreo exhaustivo y
Figura 2. Porcentaje de aves agrupadas por gremios tróficos presentes en los morichales detallado de este tipo de comunidad, para Esta complejidad estructural incrementa
de Venezuela. completar la información existente. desde los morichales abiertos a los cerrados

162 163
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : FAUNA VENEZUELA

F. Trujillo

(Proechimys guairae, Dasyprocta guamara, con especies siempreverdes y presencia


Philander deltae y Alouatta arctoidea), resal- de algunos elementos arbóreos como la
tando la importancia de los morichales en propia palma de moriche, ofrecen una
términos de conservación (Anexo 1). mayor variedad de recursos para diversas
especies. Es así como en ellos se registran
Con respecto a la estructura trófica, diez 12 taxones pertenecientes a los gremios
gremios (hematófagos, herbívoros, piscí- de hematófagos, omnívoros, frugívoros
a b c voros, nectarívoros, folívoros, granívoros, e insectívoros, siendo este último el más
carnívoros, omnívoros, frugívoros e representativo, quizá por la cercanía a los
insectívoros), están representados en las cuerpos de agua y la presencia de suelos
especies encontradas, según el ítem predo- inundables.
minante en la dieta. El gremio trófico
dominante fue el de los insectívoros Los morichales de transición también
(37,1%) seguido de los frugívoros (24,5%), mantienen su follaje durante todo el año
los omnívoros (12,6%) y los carnívoros y ofrecen recursos y refugios variados y
(10,5%). El resto de los gremios tróficos abundantes, desde el sotobosque repleto
contienen menos del 10% de las especies de hojarasca hasta la copas de las palmas
(Anexo 1). La coexistencia de diversas (Ojasti 1987). Esto favorece una mayor
d e f especies que utilizan los mismos recursos biodiversidad de mamíferos a pesar de
en estos ecosistemas es posible debido a
las inundaciones que puedan sufrir estas
Figura 3. Mamíferos asociados a ecosistemas de morichal. a) Philander deltae; b) Marmosa la utilización diferencial en el tiempo y
áreas por su cercanía a los cuerpos de agua
murina; c) Oryzomys sp.; d) Desmodus rotundus; e) Sturnira lilium y f) Mimon crenulatum. el espacio de dichos recursos (Acevedo-
o las precipitaciones. En estos ecosistemas,
Fotos: A. Ferrer (a, b y d), O. Herrera-Trujillo (c, e y f). Quintero y Zamora-Abrego 2016), lo cual
una gran variedad de especies vegetales
favorece a una alta riqueza de especies y
con frutos comestibles, como el merey
cadenas tróficas complejas.
(Anacardium occidentale), paramancillo
y por último a los de transición, se ve refle- Para Venezuela se han definido nueve (Symphomia globulifera) varios géneros de
Los morichales abiertos (Figura 4)
jada en la riqueza de especies que alberga bioregiones con base en características ofrecen una cantidad limitada de recursos palmas (p. e. Bactris, Geonoma, Euterpe,
cada uno de estos ecosistemas. De igual geográficas y ambientales propias (Linares y lugares de refugio para las especies Manicaria), y el moriche ente otros, repre-
forma, la presencia de determinadas espe- 1998). Según la clasificación de distribu- animales presentes (Ojasti 1987), esto sentan un recurso importante para la
cies, por ejemplo los mamíferos de porte ción hecha por Linares (1998), del total de se refleja en una baja riqueza de especies mayoría de los mamíferos presentes. Se
mediano y grande, son más frecuentes en especies registradas, la mayoría (46,2%) y complejidad trófica. Entre las especies identificaron diez gremios tróficos en este
morichales de transición, mientras que en presentan una distribución muy amplia registradas en este tipo de morichal se tipo de morichal, siendo los más represen-
los morichales abiertos son más frecuentes (de 7 a 9 bioregiones) en el país, veinti- encuentran representados cuatro gremios tativos los insectívoros y los frugívoros,
los mamíferos de pequeño porte (Trujillo cinco especies (17,5%) son de distribución tróficos (nectarívoros, omnívoros, frugí- incluyendo al murciélago de ventosas
y Mosquera-Guerra 2016). Es así como amplia (en 5 ó 6 bioregiones), 27 (18,9%) voros e insectívoros), siendo el más repre- (Thyroptera lavali), cuya presencia en el
del total de especies, 139 se encontraron son de distribución restringida (en 3 ó 4 sentativo el de los frugívoros con cuatro país se basa en un único registro (Linares
asociadas a morichales de transición, bioregiones) y 23 son de distribución muy especies, también está el venado carame- 1998) y representa la distribución más
con 125 exclusivas de ese ecosistema, 12 restringida (en 1 ó 2 bioregiones), básica- rudo (Odocoileus cariacou) que se alimenta septentrional para la especie (Solari y
a morichales cerrados con tres especies mente al sur del Orinoco a excepción de de flores, frutos y hojas jóvenes, y utiliza Velazco 2008).
exclusivas (Dasypus sabanicola, Molossops Philander deltae y Dasyprocta guamara, que los matorrales altos para refugiarse
temminckii, Rhogeessa minutilla) y nueve en sólo se encuentran en el Sistema Deltáico, durante el día sin internarse en la vegeta- Nueve de las especies listadas se encuen-
morichales abiertos con sólo una exclusiva y Eptesicus diminutus presente únicamente ción más densa (Linares 1998). tran bajo alguna categoría de amenaza
(Odocoileus cariacou) (Anexo 1). en los Llanos. Adicionalmente, cuatro según el Libro Rojo de la Fauna Venezo-
especies de las encontradas en estos Los morichales cerrados con vegetación lana (Rodríguez et al. 2015). El manatí
ecosistemas son endémicas de Venezuela arbustiva no muy alta ni muy densa, (Trichechus manatus) “Crítico”, la nutria

164 165
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : FAUNA VENEZUELA

F. Trujillo

1996a). De igual forma, se encuentran en • La mastofauna asociada a mori-


veda, el oso hormiguero y la tonina del chales encontrada en este estudio
Orinoco, a pesar de no estar consideradas incluye 143 especies de 12 órdenes,
en peligro en la Gaceta oficial. 38 familias y 98 géneros. Chiroptera
y Rodentia fueron los órdenes los más
En el marco internacional, el cunaguaro, el diversos en estos ecosistemas.
jaguar, el puma, el perro de agua, la nutria • Como cabría esperar, la riqueza de
y el manatí se encuentran incluidas en el especies incrementa con la comple-
Apéndice I (“especies en peligro de extin- jidad del sistema, siendo menor en
a b ción, cuyo comercio se autoriza solamente morichales abiertos y mayor en mori-
bajo circunstancias excepcionales”) y el chales de transición.
oso hormiguero, el zorro, la onza, el danto, • La mayoría de las especies de distri-
el báquiro de collar y el cachete blanco en bución restringida se encuentran al
el Apéndice II (“especies que no se encuen- sur del Orinoco, excepto Philander
deltae y Dasyprocta guamara, que sólo
tran necesariamente en peligro de extin-
se encuentran en el Sistema Deltáico
ción, pero podrían llegar a estarlo si el
y Eptesicus diminutus presente única-
comercio no se regula estrictamente”) de
mente en los Llanos.
la Convención sobre el Comercio Interna-
• La complejidad en las tramas tróficas
cional de Especies Amenazadas de Fauna
de las comunidades de mamíferos
c d y Flora Silvestres (CITES 2016). Respecto de morichal también se incrementa
a la Unión Internacional para la Conser- con la complejidad del sistema. Los
vación de la Naturaleza y los Recursos insectívoros y los frugívoros son los
Naturales (IUCN 2015), nueve especies gremios dominantes.
se encuentran en categoría de amenaza: • La presencia de especies de mamí-
la nutria, “En Peligro”; el oso hormiguero, feros endémicas y en categoría de
el murciélago diminuto claro, el manatí, el amenaza a nivel nacional e interna-
danto y el báquiro cachete blanco, “Vulne- cional resalta la importancia de estos
rables”; y el cachicamo sabanero, el jaguar ecosistemas en términos de conserva-
y el perro de agua, “Casi Amenazados”. ción de la biodiversidad.
• Los morichales son un hábitat frágil,
e f
Conclusiones susceptible a los impactos antrópicos,
• En total se han registrado para los por lo que requieren nuevas investi-
Figura 4. Tipos de morichal: (a, b, c y f) morichal abierto; (d y e) morichal de transición. morichales de Venezuela 245 especies gaciones para su mejor conservación
Fotos: O. Herrera-Trujillo (a y e), V. C. Malavé-Moreno (b, c, d y f). de aves, que representa el 15,95%, del y manejo, y por ende de la avifauna y
total señalado para Venezuela, 11 de mastofauna asociada a ellos.
estas especies son migratorias.
(Pteronura brasiliensis) “En Peligro” y el de agua, nutria, manatí y danto), son • En los morichales venezolanos no Bibliografía
murciélago de ventosas mayor (Thyroptera consideradas en peligro de extinción de hay especies endémicas, pero si se • Acevedo-Quintero, J. F. y J. G. Zamora-
encuentran aves especialistas. Abrego. 2016. Mamíferos medianos y
lavali), el cunaguaro (Leopardus pardalis), acuerdo a la Gaceta Oficial de la Repú-
• Hay dos especies de aves que están grandes asociados a un cananguchal de la
el jaguar (Panthera onca), el perro de agua blica Bolivariana de Venezuela Nº 36.062 Amazonia colombiana. Pp. 220-239. En:
(Lontra longicaudis), la tonina del Orinoco del año 1996 (Rep. De Venezuela 1996b) consideradas como Vulnerable (VU): el
Lasso, C. A., G. Colonnello y M. Moraes
(Inia geoffrensis) y el danto (Tapirus terres- y bajo protección especial como animales piapoco gargantiblanco (Ramphastos R. (Eds.), Morichales, cananguchales y otros
tris) como “Casi Amenazados”. Así mismo, en veda de acuerdo a la Lista Oficial de tucanus) y el diostedé pico acanalado palmares inundables de Suramérica. Parte II:
seis especies (cunaguaro, jaguar, perro Animales de Caza (Rep. De Venezuela (Ramphastos viteliinus), por la IUCN. Colombia, Venezuela, Brasil, Perú, Bolivia,

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : FAUNA VENEZUELA

F. Trujillo

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : FAUNA VENEZUELA

F. Trujillo

nos Orientales colombianos. Pp. 190-219. Paraguay, Uruguay y Argentina. Serie Edito- Anexo 1. Continuación.
En: Lasso, C. A., G. Colonnello y M. Moraes rial Recursos Hidrobiológicos y Pesqueros
R. (Eds.), Morichales, cananguchales y otros Continentales de Colombia. Instituto de
palmares inundables de Suramérica. Parte II: Investigación de los Recursos Biológicos   Nombre común Atributos Referencias
Colombia, Venezuela, Brasil, Perú, Bolivia, Alexander von Humboldt (IAvH), Bogotá. Threskiornithidae      
Cercibis oxycerca Tarotaro M, Inv, Res, LC, NT, V 7, 9
Mesembrinibis cayennensis Corocoro negro M, Inv, Res, LC, NE B
Anexo 1. Listado de especies de aves y mamíferos asociados a ecosistemas de morichal en Phimosus infuscatus Zamurita M, Inv, Res, LC, NE 9
Venezuela. ATRIBUTOS: M= Morichal, As= asociado a morichal (ecotono). Car= carro-
Theristicus caudatus Tautaco M, Inv, Res, LC, NE, V 5, B
ñero, Ca= carnívoro, Pi= piscívoro, Hm= hematófago, Fo= folívoro, Fr= frugívoro, Gr=
granívoro, Hr= herbívoro, In= insectívoro, Inv= consumidor de invertebrados, Ne= necta- CICONIIFORMES      
tívoro, Po= polinívoro, Om= omnívoro, Ver= consumidor de vertebrados. Res= residentes, Ciconiidae      
MN= migratorio del norte (Boreal) y MS= migratorio del sur (Austral). NE= considerada Ciconia maguari Cigüeña M, Ver, Inv, Res, LC, NT, V 2
como no evaluada, DD= considerada bajo la categoría de datos Insuficientes, LC= preocupa-
Jabiru mycteria Garzón soldado M, Ver, Inv, Res, LC, NE, I, V 6, 9
ción menor, NT= casi amenazado y VU= vulnerable (IUCN 2016, Rodríguez y Rojas-Suárez
2008); I y II= incluidos en el Apéndice I o II de CITES (2016), Anexo B o D (EU Wildlife ANSERIFORMES      
Trade Regulations 2016), V= especies en veda, en la lista Oficial de Animales de Caza o no Anatidae      
(Rep. De Venezuela 1996a); P= en peligro de extinción (Rep. De Venezuela 1996b); CD= Cairina moschata Pato real M, Inv, Gr, Res, LC, DD 7
especie dentro del calendario de caza deportiva 2004-2005, Mas= caza para mascota.
Dendrocygna bicolor Yaguaso colorado As, Fr, Gr, Res, LC, DD, CD 7, 8
REFERENCIAS: 1= Friedmann y Foster 1950, 2= Meneven-UCV 1986, 3= González-B.
1987, 4= Ojasti 1987, 5= Porras et al. 1990, 6= Giner y Barreto 1997, 7= Espinoza 2002, Dendrocygna autumnalis Güirirí M, Inv, Gr, Res, LC, NE, CD 7, 8
8= Bastidas et al. 2013, 9= Malavé-Moreno 2016, 10= Linares y Rivas 2004, 11= González Dendrocygna viduata Yaguaso cariblanco M, Inv, Gr, Res, LC, NE, CD 7, 8
2012, 12= Bisbal y Naveda 2010, 13= obs. pers. – Arnaldo Ferrer, A= MHNLS, B= COP, C= CATHARTIFORMES      
MBUCV y D= EBRG.
Cathartidae      
Cathartes aura Oripopo M, Car, Res, LC, NE 5, 6, 7, 9, A, B
  Nombre común Atributos Referencias
Oripopo cabeza
CLASE AVES Cathartes burrovianus M, Car, Res, LC, NE 5, 7, B
amarilla menor
PODICIPEDIFORMES       Oripopo cabeza
Cathartes melambrotus M, Car, Res, LC, NE 7, B
Podicipedidae       amarilla mayor
Coragyps atratus Zamuro M, Car, Res, LC, NE 5, 7, 9, A, B
Tachybaptus dominicus Patico zambullidor M, Inv, Res, LC, NE 8
Sarcoramphus papa Rey zamuro M, Car, Res, LC, NE B
ARDEIIFORMES      
Accipitridae      
Ardeidae      
Busarellus nigricollis Gavilán colorado M, Ver, Res, LC, NE, II, Annex B 8, A, B
Ardea alba Garza blanca real M, Ver, Inv, Res, LC, NE, V 9
M, Ver, Inv, Res, LC, NE, II,
Ardea cocoi Garza morena M, Ver, Inv, Res, LC, NE, V 7, 8, 9, A, B Buteo albonotatus Gavilán negro 2, 5, B
Annex B
Butorides striata Chicuaco cuello gris M, Ver, Inv, Res, LC, NE 7, 8, 9, A, B Buteo nitidus Gavilán gris M, Ver, Inv, Res, LC, NE, II 2
Egretta caerulea Garcita azul M, Ver, Inv, Res, LC, NE 6, 7, 8, 9 M, Ver, Inv, Res, LC, NE, II,
Buteogallus anthracinus Gavilán cangrejero 2, 5, 7, 8, A, B
Egretta thula Chusmita M, Ver, Inv, Res, LC, NE 7, 9, B Annex B
M, Ver, Inv, Res, LC, NE, II,
Nycticorax nycticorax Guaco M, Ver, Inv, Res, LC, NE 7, 9 Buteogallus meridionalis Gavilán pita venado 7, B
Annex B
Pilherodius pileatus Garciola real M, Ver, Inv, Res, LC, NE 6 M, Ver, Inv, Res, LC, NE, II,
Buteogallus urubitinga Águila negra 7
Syrigma sibilatrix Garza silbadora M, Ver, Inv, Res, LC, NE 8, 9, A Annex B
Tigrisoma lineatum Pájaro vaco M, Ver, Inv, Res, LC, NE 5, 9, A, B Chondrohierax uncinatus Gavilán andapié M, Inv, Res, LC, NE, II, Annex B B

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : FAUNA VENEZUELA

F. Trujillo

Anexo 1. Continuación. Anexo 1. Continuación.

  Nombre común Atributos Referencias   Nombre común Atributos Referencias


M, Fr, Inv, Res, LC, NE, II, GRUIFORMES      
Elanoides forficatus Gavilán tijereta 6
Annex B
Aramidae      
M, Ver, Inv, Res, LC, NE, II,
Geranoaetus albicaudatus Gavilán tejé 5, 7, 9, B Aramus guarauna Carrao M, Inv, Res, LC, NE 6, B
Annex B
M, Ver, Inv, Res, LC, NE, II, Heliornithidae      
Geranospiza caerulescens Gavilán zancón 5, 6
Annex B
Heliornis fulica Zambullidor del sol M, Inv, Res, LC, NE 5, 7, 8, B
M, Ver, Inv, Res, LC, NE, II,
Harpagus bidentatus Gavilán bidente B Psophiidae      
Annex B
Helicolestes hamatus Gavilán pico de hoz M, Inv, Res, LC, NE, II, Annex B 2, 5, B Psophia crepitans Grulla M, Om, Res, LC, NE 7, A
M, Ver, Inv, Res, LC, NE, II, Rallidae      
Ictinia plumbea Gavilán plomizo 7, B
Annex B
Aramides cajaneus Cotara caracolera M, Inv, Res, LC, NE B
M, Ver, Inv, Res, LC, NE, II,
Leptodon cayanensis Gavilán palomero B Turura
Annex B Mustelirallus albicollis M, Inv, Res, LC, NE A
gargantiblanca
M, Ver, Inv, Res, LC, NE, II,
Parabuteo unicinctus Gavilán andapié B CHARADRIIFORMES      
Annex B
Rupornis magnirostris Gavilán habado M, Inv, Res, LC, NE, II, Annex B B Charadriidae      
FALCONIFORMES       Vanellus cayanus Alcaravancito As, Inv, Res, LC, NE 8, 9, B
Falconidae       Vanellus chilensis Alcaraván As, Inv, Res, LC, NE 9
M, Ver, Inv, Res, LC, NE, II, Jacanidae      
Caracara cheriway Caricare encrestado B
Annex B, Mas
Jacana jacana Gallito de laguna M, Inv, Res, LC, NE 6, 9
M, Fr, Inv, Res, LC, NE, II,
Daptrius ater Chupacacao negro B Laridae      
Annex B
Falco femoralis Halcón aplomado As, Ver, Res, LC, NE, II, Annex B 2, 5, 7 Guanaguanare
Phaetusa simplex M, Ver, Res, LC, NE 7, 8, 9
fluvial
M, Ver, Inv, Res, LC, NE, II,
Falco rufigularis Halcón golondrina 5, A, B Gaviota pico
Annex B Sternula superciliaris M, Ver, Res, LC, NE 7, 9, B
amarillo
M, Ver, Inv, Res, LC, NE, II,
Falco sparverius Halcón primito 5, 6, A Scolopacidae      
Annex B
Herpetotheres cachinnans Halcón macagua M, Ver, Res, LC, NE, II, Annex B 2, 5, B Actitis macularius Playero coleador M, Inv, MN, LC, NE 9
Chupacacao M, Fr, Inv, Res, LC, NE, II, COLUMBIFORMES      
Ibycter americanus 6, 7, 9, A, B
ventriblanco Annex B
Columbidae      
M, Ver, Inv, Res, LC, NE, II,
Milvago chimachima Caricare sabanero 5, 7, 9, A Claravis pretiosa Palomita azul M, Gr, Res, LC, NE 9
Annex B
GALLIFORMES       Columbina passerina Tortolita grisácea M, Gr, Res, LC, NE, Mas 1, 2, 5, 7, 8, 9, B
Cracidae       Columbina squammata Palomita maraquita M, Gr, Res, LC, NE, Mas 5, 9
Ortalis ruficauda Guacharaca M, Fr, Gr, Res, LC, NE, CD, Mas 2, 4, 5, 8, A, B Columbina talpacoti Tortolita rojiza M, Gr, Res, LC, NE 5, A, B
Penelope purpurascens Pava culirroja M, Fr, Gr, Res, LC, NE, CD 5, 7, B Leptotila rufaxilla Paloma pipa M, Gr, Res, LC, NE, CD 5, A
EURYPYGIFORMES       Leptotila verreauxi Paloma turca M, Gr, Res, LC, NE, CD 7, 8
Eurypigidae       Patagioenas cayennensis Paloma colorada M, Fr, Gr, Res, LC, NE, CD, Mas 2, 5, 6, 8, 9, A, B
Eurypiga helias Tigana M, Ver, Inv, Res, LC, NE 7, B Zenaida auriculata Paloma sabanera As, Gr, Res, LC, NE, CD 2, 9, A

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : FAUNA VENEZUELA

F. Trujillo

Anexo 1. Continuación. Anexo 1. Continuación.

  Nombre común Atributos Referencias   Nombre común Atributos Referencias


PSITTACIFORMES       M, Ver, Inv, Res, LC, NE, II,
Glaucidium brasilianum Pavita ferrugínea 2, 3
Annex B
Psittacidae      
M, Ver, Inv, Res, LC, NE, II,
M, Fr, Gr, Res, LC, NE, II, Annex Megascops choliba Curucucú común 2, 5, 8, B
Amazona amazonica Loro guaro 2, 5, 8 Annex B
B, Mas
M, Ver, Inv, Res, LC, NE, II,
M, Fr, Gr, Res, LC, NE, II, Annex Pseudoscops clamator Lechuza listada 2, 5, 7, 8, A
Amazona ochrocephala Loro real 8, 9 Annex B
B, Mas
Lechuzón de M, Ver, Inv, Res, LC, NE, II,
Guacamaya azul y M, Fr, Gr, Res, LC, NE, II, Annex Pulsatrix perspicillata B
Ara ararauna 2, 5, 6, 7, 8, B anteojos Annex B
amarilla B
CAPRIMULGIFORMES      
M, Fr, Gr, Res, LC, NE, II, Annex
Ara chloropterus Guacamaya roja 2, 5, 7, 8, A, B Nyctibiidae      
B, V
M, Fr, Gr, Res, LC, NE, II, Annex Nyctibius griseus Nictibio grisáceo M, Inv, Res, LC, NE 5, 7, B
Diopsittaca nobilis Guacamaya enana 7, B
B, V
Caprimulgidae      
M, Fr, Gr, Res, LC, NE, II, Annex
Eupsittula pertinax Perico cara sucia 6 Aguaitacamino
B, Mas Chordeiles acutipennis M, Inv, Res, LC, NE 5, 7, A
chiquito
As, Fr, Gr, Res, LC, NE, II,
Forpus passerinus Periquito 1, 2, 5, 6, 7, 8, B Aguaitacamino
Annex B, Mas Chordeiles pusillus M, Inv, Res, LC, NE 5
menudo
Guacamaya barriga M, Fr, Gr, Res, LC, NE, II, Annex
Orthopsittaca manilatus 6, A, B Aguaitacamino
roja B Hydropsalis cayennensis M, Inv, Res, LC, NE A
rastrojero
M, Fr, Gr, Res, LC, NE, II, Annex
Psittacara leucophthalmus Perico ojo blanco 1, 2, 5, 7 Aguaitacamino
B Nyctidromus albicollis M, Inv, Res, LC, NE 5, 7, B
común
As, Fr, Gr, Res, LC, NE, II,
Thectocercus acuticaudatus Carapaico 2, 5, 6, 8, A, B APODIFORMES      
Annex B
CUCULIFORMES       Apodidae      
Opisthocomidae       Chaetura brachyura Vencejo coliblanco M, Inv, Res, LC, NE B
Opisthocomus hoazin Chenchena M, Fo, Res, LC, NE 2, 3, 4, 5, 7, A Tachornis squamata Vencejo tijereta M, Inv, Res, LC, NE 5, 6, A, B
Cuculidae       Trochilidae      
Coccycua minuta Piscuita enana M, Inv, Res, LC, NE B Diamante
Amazilia chionopectus M, Ne, Res, LC, NE, II, Annex B 5, B
Cuclillo pico colidorado
Coccyzus americanus M, Inv, MN, LC, NE B
amarillo Diamante
Amazilia fimbriata M, Ne, Res, LC, NE, II, Annex B 2, 7, 8, 9, A, B
Coccyzus melacoryphus Cuclillo grisáceo M, Inv, Res, LC, NE 5, 9 gargantiverde
Crotophaga ani Garrapatero común M, Inv, Res, LC, NE 7 Diamante
Amazilia tobaci M, Ne, Res, LC, NE, II, Annex B 2, 5, 8, A, B
bronceado coliazul
Garrapatero
Crotophaga major M, Inv, Gr, Ver, Res, LC, NE 2, 5, 7, 8, A, B Anthracothorax nigricollis Mango pechinegro M, Ne, Res, LC, NE, II, Annex B 2, A
hervidor
Piaya cayana Piscua M, Ver, Inv, Res, LC, NE 7, B Chlorestes notata Colibrí verdecito M, Ne, Res, LC, NE, II, Annex B A
Tapera naevia Saucé M, Inv, Res, LC, NE 5 Chlorostilbon mellisugus Esmeralda coliazul M, Ne, Res, LC, NE, II, Annex B B
STRIGIFORMES       Chrysolampis mosquitus Tucusito rubí M, Ne, Res, LC, NE, II, Annex B 5, A
Strigidae       Glaucis hirsutus Colibrí pecho canela M, Ne, Res, LC, NE, II, Annex B A, B
M, Ver, Inv, Res, LC, NE, II, Colibrí estrella pico
Bubo virginianus Lechuzón orejudo 2, 6 Heliomaster longirostris M, Ne, Res, LC, NE, II, Annex B 5, A
Annex B, V largo
Lechuza Phaethornis longuemareus Ermitañito pequeño M, Ne, Res, LC, NE, II, Annex B 5, A
Ciccaba nigrolineata M, Ver, Res, LC, NE, II, Annex B 5, 8
blanquinegra

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SEGUNDA PARTE : FAUNA VENEZUELA

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Anexo 1. Continuación. Anexo 1. Continuación.

  Nombre común Atributos Referencias   Nombre común Atributos Referencias


Ermitañito Carpintero real
Phaethornis striigularis M, Ne, Res, LC, NE, II, Annex B B Dryocopus lineatus M, Inv, Res, LC, NEV 1, 5, 6, 7, 9, A, B
gargantirrayado barbirrayado
Colibrí Melanerpes rubricapillus Carpintero habado M, Inv, Res, LC, NE, Mas 2, 5, 8, A, B
Polytmus guainumbi M, Ne, Res, LC, NE, II, Annex B 7
gargantidorado
PASSERIFORMES      
Thalurania furcata Tucusito moradito M, Ne, Res, LC, NE, II, Annex B A
Furnariidae      
Trogonidae      
Berlepschia rikeri Cotí de palmeras M, Inv, Res, LC, NE 6
Trogonidae Sorocuá cola blanca M, Fr, Inv, Res, LC, NE 7
Certhiaxis cinnamomeus Güitío de agua M, Inv, Res, LC, NE 9
CORACIIFORMES      
Dendrocincla fuliginosa Trepador marrón M, Inv, Res, LC, NE B
Alcedinidae      
Martín pescador Dendroplex picus Trepador subesube M, Inv, Res, LC, NE 8
Chloroceryle aenea M, Ver, Inv, Res, LC, NE 2, 3, 5, 6, 8, 9
pigmeo Lepidocolaptes souleyetii Trepadorcito listado M, Inv, Res, LC, NE 7, 8, 9, A, B
Martín pescador Phacellodomus rufifrons Guaití M, Inv, Res, LC, NE B
Chloroceryle americana M, Ver, Res, LC, NE 2, 5, 6, B
pequeño
Güitío
Martín Pescador Synallaxis albescens As, Inv, Res, LC, NE 5, 7
Chloroceryle inda M, Ver, Res, LC, NE 2, 5, 6, 9 gargantiblanco
selvático
Xiphorhynchus guttatus Trepador pegón M, Inv, Res, LC, NE B
Martín pescador
Megaceryle torquata M, Ver, Inv, Res, LC, NE 7 Thamnophilidae      
grande
Momotidae       Cercomacra nigricans Hormiguero negro M, Inv, Res, LC, NE 5
Momotus momota Pájaro león M, Inv, Res, LC, NEV 6 Cercomacroides tyrannina Hormiguero tirano M, Inv, Res, LC, NE A
GALBULIFORMES       Formicivora grisea Coicorita amazónica M, Inv, Res, LC, NE 5
Galbulidae       Hormiguerito
Myrmotherula schisticolor M, In, Res, LC, NE B
Galbula ruficauda Tucuso barranquero M, Inv, Res, LC, NE 5, 7, 8, A, B apizarrado
Hormiguero
Bucconidae       Sakesphorus canadensis M, Inv, Res, LC, NE 2, 5, 8, B
copetón
Chelidoptera tenebrosa Bobito mirasol M, Inv, Res, LC, NE 2 Hormiguero
2, 5, 6, 7, 8, 9, Sclateria naevia M, Inv, Res, LC, NE 5, 7, B
Hypnelus ruficollis bicinctus Aguantapiedra M, Inv, Res, LC, NE trepador
A, B Pavita hormiguera
Thamnophilus doliatus M, Inv, Res, LC, NE B
PICIFORMES       común
Ramphastidae       Thamnophilus punctatus Tiojorita punteada M, Inv, Res, LC, NE 6, A
Piapoco M, Fr, Inv, Res, VU, NE, II, Tityridae      
Ramphastos tucanus 7, B
gargantiblanco Annex B, V
Pachyramphus polychopterus Cabezón aliblanco M, Fr, Inv, Res, LC, NE 6
Diostedé pico M, Fr, Inv, Res, VU, NE, II,
Ramphastos vitellinus B Tityra cayana Bacaco benedictino M, Fr, Res, LC, NE 6
acanalado Annex B, V
Picidae       Tityra inquisitor Bacaco pequeño M, Fr, Res, LC, NE 8
Carpintero real pico Pipridae      
Campephilus melanoleucos M, Inv, Res, LC, NEV 2, 5, 6, 7, A
amarillo Saltarín
Ceratopipra erythrocephala M, Fr, Res, LC, NE 6, A
Celeus elegans Carpintero castaño M, Inv, Res, LC, NE 7, B cabecidorado
Celeus flavus Carpintero amarillo M, Inv, Res, LC, NE B Saltarín cola de
Chiroxiphia lanceolata M, Fr, In, Res, LC, NE 5, A, B
Carpintero lanza
Colaptes punctigula M, Inv, Res, LC, NE 1, 7, B Manacus manacus Saltarín maraquero M, Fr, Res, LC, NE 6, A
pechipunteado

176 177
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : FAUNA VENEZUELA

F. Trujillo

Anexo 1. Continuación. Anexo 1. Continuación.

  Nombre común Atributos Referencias   Nombre común Atributos Referencias


Saltarín Pecho amarillo
Pipra aureola M, Fr, Res, LC, NE 1, 6, 9, A Pitangus lictor M, Inv, Res, LC, NE 2, 6, 9
cabecianaranjado orillero
Tyrannidae       Atrapamoscas color
Phaeomyias murina M, Inv, Res, LC, NE A
Atrapamoscas ratón
Arundinicola leucocephala M, Inv, Res, LC, NE B 2, 5, 6, 7, 8, 9,
duende Pitangus sulphuratus Cristofué M, Om, Res, LC, NE
A, B
Attila cinnamomeus Atila acanelado M, Inv, Res, LC, NE 5, 6, A, B
Pico chato
Atrapamoscas Platyrinchus mystaceus M, Inv, Res, LC, NE 2, 5, A
Camptostoma obsoletum M, Inv, Res, LC, NE 7 gargantiblanco
lampiño
Atrapamoscas
Cnemotriccus fuscatus Atrapamoscas fusco M, Inv, Res, LC, NE B Pyrocephalus rubinus As, Inv, Res, LC, NE 2, 6, A
sangre de toro
Contopus cooperi Pibí boreal M, Inv, MN, LC, DD B Atrapamoscas de
Sublegatus arenarum As, Fr, Res, LC, NE A
Contopus cinereus Pibí cenizo M, Inv, Res, LC, NE 5, A, C arbustos
Atrapamoscas
Bobito copetón Taeniotriccus andrei M, Inv, Res, LC, NE 7
Elaenia chiriquensis M, Fr, Inv, Res, LC, NE 5, A pechinegro
moño blanco
Bobito Todirostrum cinereum Titirijí lomicenizo M, Inv, Res, LC, NE 5, 8
Elaenia cristata M, Fr, Inv, Res, LC, NE 2, 5, 6, 7, A, B Pico chato
crestiapagado Tolmomyias flaviventris M, Inv, Res, LC, NE 5, 8, A,B
Bobito copetón amarillento
Elaenia flavogaster M, Fr, Inv, Res, LC, NE 5
vientre amarillo Tolmomyias sulphurescens Pico chato sulfuroso M, Inv, Res, LC, NE A
Bobito copetón pico Atrapamoscas
Elaenia parvirostris M, Fr, Inv, MS, LC, NE 8, 9 Tyrannopsis sulphurea M, Inv, Res, LC, NE 5, 6, 7, B
corto sulfuroso
Fluvicola pica Viudita acuática As, Inv, Res, LC, NE 5, B Tyrannus melancholicus Pitirre chicharrero M, Inv, Res, LC, NE 5, 6, 7, 8, 9, A, B
Atrapamoscas Atrapamoscas
Legatus leucophaius M, Inv, Res, LC, NE 2, 6, 8 Tyrannus savana As, Inv, Res y MS, LC, NE 2, 6, 8, 9, A
ladrón tijereta
Machetornis rixosa Atrapamoscas jinete As, Inv, Res, LC, NE 5, 6, 8, A, B Hirundinidae      
Megarynchus pitangua Atrapamoscas picón M, Inv, Res, LC, NE 7 Golondrina de
Hirundo rustica As, Inv, MN, LC, NE 5, B
Mionectes oleagineus Bobito aceitunado M, Fr, Inv, Res, LC, NE 7, A, B horquilla
Atrapamoscas Progne chalybea Golondrina urbana M, Inv, Res, LC, NE 6
Myiarchus ferox M, Inv, Res, LC, NE 2, 6, A, B, C
garrochero chico Progne tapera Golondrina de río M, Inv, Res y MS, LC, NE 2
Atrapamoscas Tachycineta albiventer Golondrina de agua M, Inv, Res, LC, NE 6, B
Myiarchus tyrannulus M, Inv, Res, LC, NE 6, B
garrochero colirrufo
Corvidae      
Gran atrapamoscas
Myiodynastes maculatus M, Inv, Res, LC, NE 8, A Cyanocorax violaceus Corobero M, Fr, Inv, Res, LC, NE 2, 7, A, B
listado
Myiopagis gaimardii Bobito de selva M, Fr, Inv, Res, LC, NE 6 Donacobiidae      
Myiopagis viridicata Bobito verdoso M, Fr, Inv, Res, LC, NE 5, A, B Donacobius atricapilla Paraulata de agua M, Inv, Res, LC, NE 2, 5, 6, B
Atrapamoscas Troglodytidae      
Myiophobus fasciatus M, Inv, Res, LC, NE B
pechirrayado Cucarachero
Pico chato pigmeo Campylorhynchus griseus M, Inv, Res, LC, NE 6
Myiornis ecaudatus M, Inv, Res, LC, NE 2, 8, 9, A, B currucuchú
descolado Cucarachero
Atrapamoscas Cantorchilus leucotis M, Inv, Res, LC, NE B
Myiozetetes cayanensis M, Inv, Res, LC, NE 2 flanquileonado
pecho amarillo
Troglodytes aedon Cucarachero común M, Inv, Res, LC, NE 2, 5, A, B
Myiozetetes similis Pitirre copete rojo M, Inv, Res, LC, NE 5

178 179
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : FAUNA VENEZUELA

F. Trujillo

Anexo 1. Continuación. Anexo 1. Continuación.

  Nombre común Atributos Referencias   Nombre común Atributos Referencias


Mimidae       Candelita
Setophaga ruticilla M, Inv, MN, LC, NE 5
migratoria
Mimus gilvus Paraulata llanera M, Fr, Inv, Res, LC, NE, Mas 5, 6, 8, 9, B
Thraupidae      
Turdidae      
Coereba flaveola Reinita M, Ne, Res, LC, NE, Mas 2, 5, 6, 8, A, B
Turdus fumigatus Paraulata acanelada M, Fr, Inv, Res, LC, NE B
Chlorophanes spiza Mielero verde M, Fr, Inv, Res, LC, NE, Mas 2
Paraulata
Turdus leucomelas M, Fr, Inv, Res, LC, NE, Mas 2, 5, 6, 9, A, B Pintasilgo
montañera Hemithraupis guira As, Fr, Inv, Res, LC, NE 2
buchinegro
Paraulata ojo de
Turdus nudigenis M, Fr, Inv, Res, LC, NE, Mas 2, A, B Nemosia pileata Frutero de coronita As, Fr, Inv, Res, LC, NE B
candil
Sangre de toro pico
Polioptilidae       Ramphocelus carbo M, Fr, Inv, Res, LC, NE, Mas 5, 7, A, B
de plata
Ramphocaenus melanurus Chirito picón M, Inv, Res, LC, NE 5 Schistochlamys melanopis Cardenal cara negra M, Fr, Inv, Res, LC, NE 2, A
Chirito de Tachyphonus rufus Chocolatero M, Fr, Inv, Res, LC, NE, Mas 7, A
Polioptila plumbea As, Inv, Res, LC, NE 5, 8, A
chaparrales
Tangara cayana Tángara monjita M, Fr, Inv, Res, LC, NE, Mas 1, 2, 5, 8, 9, A, B
Vireonidae      
Thraupis episcopus Azulejo de jardín M, Fr, Inv, Res, LC, NE, Mas 1, 2, 4, 5, 6, A, B
Cyclarhis gujanensis Sirirí M, Inv, Res, LC, NE 2, 5, A, B, C
1, 2, 4, 5, 6, 7, 8,
Pachysylvia aurantiifrons Verderón luisucho M, Inv, Res, LC, NE 5 Thraupis palmarum Azulejo de palmeras M, Fr, Inv, Res, LC, NE, Mas
9, A, B
Vireo olivaceus Julián chiví ojirrojo M, Inv, Res, LC, NE 5, B Saltator coerulescens Lechosero ajicero M, Hr, Res, LC, NE 5, A
Icteridae       Saltator maximus Picurero M, Hr, Res, LC, NE A
Cacicus cela Arrendajo común M, Fr, Inv, Res, LC, NE, Mas 9, B Semillero
Sporophila angolensis M, Gr, Res, LC, NE, Mas 7, A
ventricastaño
Chrysomus icterocephalus Turpial de agua M, Fr, Inv, Res, LC, NE 7, A, B
Espiguero pico de
Gymnomystax mexicanus Tordo maicero As, Fr, Inv, Res, LC, NE, Mas 2 Sporophila intermedia M, Gr, Res, LC, NE, Mas 5
plata
Icterus auricapillus Gonzalito real M, Fr, Inv, Res, LC, NE, Mas 7, B Sporophila lineola Espiguero bigotudo M, Gr, MS, LC, NE, Mas 6
Icterus cayanensis turpial de moriche M, Fr, Inv, Res, LC, NE, Mas 2 Sporophila minuta Espiguero canelillo As, Gr, Res, LC, NE, Mas 7
Icterus icterus Turpial M, Fr, Inv, Res, LC, NE, Mas 2, 5, 8, 9, A, B Espiguero
Sporophila nigricollis M, Gr, Res, LC, NE, Mas 6
ventriamarillo
Icterus nigrogularis Gonzalito M, Fr, Inv, Res, LC, NE, Mas 7, B
Sporophila plumbea Espiguero plomizo M, Gr, Res, LC, NE, Mas 5, 6, 8, 9
Tordo frente
Lampropsar tanagrinus M, Fr, Inv, Res, LC, NE 6 Volatinia jacarina Semillero chirrí M, Gr, Res, LC, NE 6, A
aterciopelada
Fringillidae      
Molothrus bonariensis Tordo mirlo M, Inv, Gr, Res, LC, NE, Mas 7, A, B
Euphonia trinitatis Curruñatá saucito M, Fr, Inv, Res, LC, NE, Mas 2, 5, B
Psarocolius decumanus Conoto negro M, Fr, Inv, Res, LC, NE, V, Mas 7, A
CLASE MAMMALIA
Psarocolius viridis Conoto verde M, Fr, Inv, Res, LC, NE, V 9
DIDELPHIMORPHIA      
M, Fr, Inv, Res, LC, NE, Annex
Sturnella militaris Tordo pechirrojo 6 Didelphidae      
D
Parulidae       Comadreja lanuda
Caluromys philander MT, Fr-In,R,LC,NE 10,5,2
cola desnuda
Reinita de los
Parkesia noveboracensis M, Inv, MN, LC, NE 5 Rabipelado
charcos Didelphis imperfecta MT,Om,Mr-G,LC,NE A
guayanés
Setophaga petechia [aestiva Canario de mangle M, Inv, MN, , no reconocida
5, 9, A Didelphis marsupialis Rabipelado común MT,Om,Ma,LC,NE 10,11,12,5,2,D,A
Group] migratorio IUCNNE

180 181
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : FAUNA VENEZUELA

F. Trujillo

Anexo 1. Continuación. Anexo 1. Continuación.

  Nombre común Atributos Referencias   Nombre común Atributos Referencias


Comadrejita ratona Murciélago blanco
Gracilinanus emiliae MT,In-Fr,R,DD,NE 10,D Diclidurus scutatus MT,In,Mr,LC,NE 10,D
colilarga mayor
Comadreja Rhynchonycteris naso Murciélago narizón MC-MT,In,Ma,LC,NE 10,12,5,2,C,D,A
Lutreolina crassicaudata MT,Ca,R,LC,NE 10,D
coligruesa Murciélago rayado
Saccopteryx bilineata MT,In,Ma,LC,NE 10,12,5,C,D,A
Comadrejita ratona negro
Marmosa murina MT,In-Fr,A,LC,NE 10
común Murciélago rayado
Saccopteryx canescens MT,In,Ma,LC,NE 10,12,5,D,A
Comadrejita ratona claro
Marmosa robinsoni MA-MT,In-Fr,Ma,LC,NE 10,12,5,2,C,D,A
llanera Murciélago rayado
Saccopteryx leptura MT,In,Ma,LC,NE 10,12,5,D,A
Metachirus nudicaudatus Comadreja patilarga MT,Ca-Fr,A,LC,NE 10 pardo
Comadrejita ratona Noctilionidae      
Micoureus demerarae MT,In-Fr,Ma,LC,NE 10 Murciélago
lanuda Noctilio albiventris MT,In-Pi,Ma,LC,NE 10,12,D
Comadrejita pescador menor
Monodelphis brevicaudata MT,In-Ca,Mr-G,LC,NE 10,A Murciélago
colicorta comun Noctilio leporinus MT,Pi-In,Ma,LC,NE 10,3
Comadreja pescador mayor
Philander deltae MT,Ca-Fr,Mr-E,LC,NE 10,D Molossidae      
cuatrojos comun
PILOSA       Murciélago de gorra
Eumops auripendulus MT,In,Ma,LC,NE 10
común
Bradypodidae      
Murciélago de gorra
Pereza de tres dedos Eumops maurus MT,In,Mr,DD,NE D
Bradypus tridactylus MT,Fo,Mr-G,LC,NE 10 mayor
guayanesa Murciélago perruno
Cynomops planirostris MT,In,Ma,LC,NE 10,12
Megalonychidae       vientriblanco
Pereza de dos dedos Murciélago perruno
Choloepus didactylus MT,Fo-Fr,R,LC,NE 10 Molossops temminckii MC,In,R,LC,NE 12,A
guayanesa menor
Cyclopedidae       Murciélago mastín
Molossus molossus MT,In,Ma,LC,NE 10,12,D,A
casero
Cyclopes didactylus Perico ligero MT,In,R,LC,NE 10 Murciélago mastín
Molossus rufus MT,In,Ma,LC,NE 10,12,5,2
Myrmecophagidae       grande
Murciélago mastín
Myrmecophaga tridactyla Oso hormiguero MT,In,Ma,VU,VU,II,V 10,12 Molossus sinaloae MT,In,A,LC,NE 10
negro
Osito melero Murciélago crestado
Tamandua tetradactyla MT,In,Ma,LC,NE 10,12,5,2 Promops centralis MT,In,R,LC,NE 5,A
común mayor
CINGULATA       Mormoopidae      
Dasypodidae       Murciélago desnudo
Pteronotus davyi MT,In,A,LC,NE 10
común
Dasypus novemcinctus Cachicamo común MT,In-Ca,Ma,LC,NE 10,12,5,2,C,D
Murciélago desnudo
Cachicamo Pteronotus gymnonotus MT,In,R,LC,NE 2
Dasypus sabanicola MC,In,Mr,NT,NE 12,D,A mayor
sabanero
Murciélago
CHIROPTERA       Pteronotus parnellii MA-MC-MT,In,Ma,LC,NE 5,2,C,DA
bigotudo común
Emballonuridae       Murciélago
Pteronotus personatus MC-MT,In,A,LC,NE 10,5,D,A
bigotudo pequeño
Cormura brevirostris Murciélago castaño MT,In,Ma,LC,NE 10
Natalidae      
Murciélago blanco Murciélago
Diclidurus ingens MT,In,Mr,DD,NE 10,D Natalus tumidirostris MT,In,Ma,LC,NE A
menor cavernícola

182 183
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : FAUNA VENEZUELA

F. Trujillo

Anexo 1. Continuación. Anexo 1. Continuación.

  Nombre común Atributos Referencias   Nombre común Atributos Referencias


Phyllostomidae       Murciélago nariz
Mimon bennettii MT,In,Ma,LC,NE A
Murciélago de plana
Ametrida centurio MT,Fr,Ma,LC,NE 10,D
hombros blancos Murciélago
Mimon crenulatum MT,In,Ma,LC,NE 10,5,2,D,A
Murciélago crenulado
Anoura geoffroyi MA-MT,Ne-Po,A,LC,NE D,A
longirostro oscuro Murciélago
Phyllostomus discolor MT,In-Fr,Ma,LC,NE 10,2,C,D,A
Murciélago lanceolado menor
Artibeus bogotensis MA-MT,Fr,Mr,,NE D,A
frugívoro oliváceo Murciélago
Murciélago Phyllostomus elongatus lanceolado MT,In-Fr,R,LC,NE 10,5,2,D,A
Artibeus cinereus MT,Fr,Mr,LC,NE 10,3,5,2,C,D,A intermedio
frugívoro menor
Murciélago Murciélago
Artibeus concolor MT,Fr-In,R,LC,NE A Phyllostomus hastatus MT,Om,Ma,LC,NE 10,D
frugívoro guayanés lanceolado mayor
Murciélago Murciélago listado
Artibeus lituratus MT,Fr-In,Ma,LC,NE 10,D Platyrrhinus brachycephalus MC-MT,Fr,Mr,LC,NE 10,5,D,A
frugívoro mayor rostrocorto
Murciélago Murciélago listado
Artibeus obscurus MT,Fr,Mr,LC,NE 10,D,A Platyrrhinus helleri MT,Fr,Ma,LC,NE 10,5,D,A
frugívoro negro común
Murciélago Murciélago
Artibeus planirostris MA-MC-MT,Fr,Mr,LC,NE 5,2,C,D,A Rhinophylla pumilio MT,Fr,R,LC,NE 10
frugívoro aliblanco fruterito guayanés
Murciélago frutero Murciélago
Carollia brevicauda MT,Fr,Ma,LC,NE 10,,A Sturnira lilium MT,Fr,Ma,LC,NE 10,5,2
colicorto charretero común
Murciélago frutero Murciélago
Carollia perspicillata MA-MT,Fr-In,Ma,LC,NE 10,5,2,C,D,A Sturnira tildae MT,Fr,R,LC,NE 10
común charretero guayanés
Murciélago chato Murciélago orejón
Chiroderma trinitatum MT,Fr,A,LC,NE 10 Tonatia saurophila MT,Ca-Fr,R,LC,NE, D
menor común
Murciélago chato Murciélago orejón
Chiroderma villosum MT,Fr,Ma,LC,NE 10,D Lophostoma brasiliense MT,In-Fr,Ma,LC,NE 10,5,2,D,A
peludo menor
Murciélago Murciélago
Choeroniscus minor MT,Ne-Po,Mr,LC,NE 10 Trachops cirrhosus MT,Ca-In,Ma,LC,NE 10,5,2,D
lengüilargo grande verrugoso
Murciélago Murciélago toldero
Dermanura gnoma MT,Fr,Ma,LC,NE 10,A Uroderma bilobatum MT,Fr,Ma,LC,NE 10,D
frugívoro enano común
Mesophylla macconnelli Murciélago cremoso MT,Fr,A,LC,NE 10,5,A Murciélago toldero
Uroderma magnirostrum MT,Fr,Ma,LC,NE 10,5,D
rostrogrande
Murciélago
Glossophaga longirostris MA-MT,Fr-Ne-Po,Ma,DD,NE 10,12,2,D Murciélago
nectarívoro llanero
Vampyriscus bidens orejiamarilla MT,Fr,R,LC,NE 10,A
Murciélago guayanés
Glossophaga soricina MT,Ne-Po,Ma,LC,NE 10,12,3,5,2,C,D,A
nectarívoro común
Murciélago vampiro
Murciélago orejudo Desmodus rotundus MC-MT,Hm,Ma,LC,NE 10,12,5,2,C,D,A
Glyphonycteris sylvestris MT,In-Fr,R,LC,NE A común
tricoloreado
Murciélago vampiro
Macrophyllum Murciélago Diaemus youngi MT,Hm,Ma,LC,NE 10,12
MT,In,A,LC,NE 10,D aliblanco
macrophyllum patilargo
Thyropteridae      
Murciélago orejudo
Micronycteris megalotis MC-MT,In-Fr,Ma,LC,NE 5,D,A Murciélago de
común Thyroptera lavali MT,In,D,DD,VU 10,A
Murciélago orejudo ventosas mayor
Micronycteris minuta MT,In-Fr,A,LC,NE 10,12,5,2,C,D,A
diminuto

184 185
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : FAUNA VENEZUELA

F. Trujillo

Anexo 1. Continuación. Anexo 1. Continuación.

  Nombre común Atributos Referencias   Nombre común Atributos Referencias


Murciélago Puma yagouaroundi Onza MT,Ca,Ma,LC,NE,II 10,12,,D
Thyroptera tricolor de ventosas MT,In,Ma,LC,NE 10,5,2
Mephitidae      
vientriblanco
Vespertilionidae       Conepatus semistriatus Mapurite MT,Ca-Fr,A,LC,NE 12
Murciélago Mustelidae      
Eptesicus brasiliensis MT,In,R,LC,NE 10,D,A
pardusco brasileño Eira barbara Hurón MT,Ca,Ma,LC,NE 12
Murciélago Galictis vittata Huroncito MT,Ca,Ma,LC,NE 10,12
Eptesicus diminutus MT,In,Mr,DD,NE 5,2
pardusco menor
Murciélago Lontra longicaudis Perro de agua MT,Ca,A,NT,VU,I,V,P 10
Eptesicus furinalis MT,In,R,LC,NE 10,A
pardusco mediano Pteronura brasiliensis Nutria MT,Ca,R,EN,EN,I,V,P 10
Murciélago canoso Procyonidae      
Lasiurus ega MT,In,A,LC,NE A
amarillento
Potos flavus Cuchicuchi MT,Fr-In,Ma,LC,NE 10
Murciélago pardo
Myotis albescens MT,In,A,LC,NE 10,3,5,2,C,D Procyon cancrivorus Mapache MT,Ca,Ma,LC,NE 10,5,2
escarchado
Murciélago pardo CETACEA      
Myotis nigricans MT,In,Ma,LC,NE 10,12,5,2,C,D
común
Iniidae      
Murciélago pardo
Myotis riparius MT,In,R,LC,NE 10,5,D Inia geoffrensis Tonina del Orinoco MT,Pi-Ca,R,DD,VU,V 10
ribereño
Murciélago SIRENIA      
Rhogeessa io MT,In,Ma,LC,NE 10,12,5D,A
diminuto oscuro Trichechidae      
Murciélago
Rhogeessa minutilla MC,In,R,VU,NE A Trichechus manatus Manatí MT,Hr,R,VU,CR,I,V,P 13
diminuto claro
PRIMATES       PERISSODACTYLA      
Cebidae       Tapiridae      
Mono capuchino Tapirus terrestris Danta MT,Om,Ma,VU,VU,II,V,P 10,11
Sapajus apella MT,Fr-In,Mr,LC,NE 10
pardo ARTIODACTYLA      
Mono capuchino
Cebus olivaceus MT,In-Fr,Ma,LC,NE 10,11,12,5,2,A Tayassuidae      
común
Atelidae       Pecari tajacu Báquiro de collar MT,Om,Ma,LC,NE,II 10,11,12,5
Báquiro cachete
Alouatta arctoidea Mono araguato MT,Fo-Fr,A-E,LC,NE 10,12,5,2 Tayassu pecari MT,Om,A,VU,NE,II 10,12
blanco
Pitheciidae       Cervidae      
Pithecia pithecia Mono viudo MT,Fr-In,Mr-G,LC,NE 10 Venado matacán
Mazama americana MT,Fr-Hr,Ma,DD,NE, 10
CARNIVORA       rojizo
Canidae       Odocoileus cariacou Venado carameludo MA,Om-Hr,Ma,LC,NE 12,5,C,D
Cerdocyon thous Zorro común MT,Om,Ma,LC,NE,II 12,5,2,D,A RODENTIA      
Felidae       Sciuridae      
Leopardus pardalis Cunaguaro MT,Ca,Ma,LC,VU,I,V,P 10,12,5 Notosciurus aestuans Ardilla guayanesa MT,Om,Mr,LC,NE 10
Panthera onca Jaguar MT,Ca,Ma,NT,VU,I,V,P 10,12, Notosciurus granatensis Ardilla común MT,Gr,Ma,LC,NE, 10 10,11,12
Puma concolor Puma MT,Ca,A,LC,NE,I 10,12, Heteromyidae      

186 187
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : FAUNA VENEZUELA

F. Trujillo

Anexo 1. Continuación. Anexo 1. Continuación.

  Nombre común Atributos Referencias   Nombre común Atributos Referencias


Heteromys anomalus Ratón mochilero MT,Om,A,LC,NE 10,11,5,2,C,D Echimyidae      
Cricetidae       Rata arbórea
Makalata didelphoides MT,Gr,R,LC,NE 10,D
espinosa
Calomys hummelincki Ratoncito arenero MT,Gr,R,LC,NE D
Rata arbórea
Holochilus sciureus Rata de humedales MT,Om,R,LC,NE 10,12,D Pattonomys semivillosus MT,Gr-Fo,Ma,LC,NE 10
grisácea
Rata montañera Rata casiragua
Hylaeamys megacephalus MT,Gr,A,LC,NE 10,D,A Proechimys guyannensis MC-MT,Fr-Gr,Mr,LC,NE D,A
comun guayanesa
Nectomys rattus Rata de agua MT,Om,A,LC,NE 5,2, Rata casiragua
Proechimys guairae MT,Fr-Gr,R-E,LC,NE 10
Nectomys palmipes Rata de agua MT,In,Mr,LC,NE 10,C,D común
Ratón trepador LAGOMORPHA      
Oecomys bicolor MT,Gr-Fr,A,LC,NE 10
común Leporidae      
Rata trepadora Sylvilagus floridanus Conejo sabanero MT,Fo,Ma,LC,NE D,A
Oecomys speciosus MT,Fr-Gr,A,LC,NE 10,D
vientriblanca
Rata trepadora
Oecomys trinitatis MT,Fr-Gr,A,LC,NE 10
amarillenta
Ratoncito colilargo
Oligoryzomys fulvescens MT,Om,Ma,LC,NE 10,D
común
Oryzomys sp. Rata montañera MT,Gr,D A
Rata montañera
Hylaeamys yunganus MT,Gr,Mr,LC,NE 10
olivácea
Rata de pastizales
Sigmodon alstoni MT,Om-Gr,A,LC,NE 12,D
grisácea
Rata escaladora
Rhipidomys venezuelae MT,Om,R,LC,NE 12
venezolana
Zygodontomys brevicauda Ratón sabanero MA-MC-MT,Om,Ma,LC,NE 12,C,D,A
Muridae      
Mus musculus Ratón domestico MT,Om,Ma,LC,NE 12
Rattus rattus Rata domestica MT,Om,Ma,LC,NE 12,5,2,D
Erethizontidae      
Sphiggurus melanurus Puercoespín peludo MT,Fr-He,Mr,LC,NE 10
Coendou prehensilis Puercoespin común MT,Gr-Fo,A,LC,NE 10,11,12,5,2
Caviidae      
Hydrochoerus hydrochaeris Chigüire MT,Hr,Ma,LC,NE 10,12,5,2,D
Dasyproctidae      
Dasyprocta guamara Picure deltano MT,Fr-Gr,Mr-E,LC,NE 10
Dasyprocta leporina Picure común MT,Fr-Gr,Ma,LC,NE 10,11,12,3,5,2,D
Cuniculidae      
Cuniculus paca Lapa MT,Fr-Fo,Ma,LC,NE 10,11,12,3,5 Cuniculus paca. Foto: F. Trujillo

188 189
F. Trujillo
CARACTERIZACIÓN, USO Y MANEJO
DE LA MASTOFAUNA ASOCIADA A
7. LOS MORICHALES DE LOS LLANOS
ORIENTALES COLOMBIANOS
Fernando Trujillo y Federico Mosquera-Guerra

Resumen escalas espaciales y temporales distintas.


Se consolida un listado de mamíferos Se destaca el rol que desempeñan las
medianos y grandes asociados a los mori- Reservas Naturales de la Sociedad Civil
chales de los Llanos Orientales colom- como Bojonawi, La Reseda y los predios
bianos, constituido por 28 especies privados La Florida, India y Candelaria en
distribuidas en ocho órdenes, 13 familias, la estrategia para la conservación de biodi-
una subfamilia y 25 géneros. Esta diver- versidad en la Orinoquia colombiana.
sidad representa el 5,4% de la mastofauna
colombiana. Los mamíferos medianos Palabras clave. Categoría de amenaza.
fueron representados por Didelphis Mammalia. Orinoquia. Riqueza de espe-
marsupialis, Marmosa robinsoni, Dasypus cies.
sabanicola, Cebus albifrons albifrons, Notos-
ciurus granatensis, Dasyprocta fuliginosa Introducción
y Proechimys oconnelli. Los mamíferos Las listas nacionales o regionales
grandes pertenecieron a los órdenes (“checklists”) de especies constituyen
Cingulata, Pilosa, Carnívora, Perissodac- herramientas necesarias para la toma
tyla, Artiodactyla, Primates y Rodentia. El de decisiones respecto al conocimiento y
orden Carnívora fue el más representativo conservación de la diversidad taxonómica
con nueve especies (32,1%), seguido por en un determinado país o región (Solari
los roedores con cinco especies (17,9%). et al. 2013). En la actualidad para
Los registros de especies claves e inge- Colombia se reportan 518 especies de
nieras como Speothos venaticus, Lontra mamíferos, ubicando al país entre los
longicaudis, Pteronura brasiliensis, Prio- diez primeros con mayor diversidad de
dontes maximus, Puma concolor, Panthera especies (Ramírez-Chaves et al. 2016,
onca y Tapirus terrestris, permiten corro- Ramírez-Chaves y Suárez-Castro 2014,
borar la importancia ecológica y funcional Solari et al. 2013, Alberico et al. 2000a).
de los morichales para este grupo taxonó- Esta condición es atribuida a la situación
mico, ocasionado por la constante oferta geográfica, a la complejidad climática y a
de recursos (agua, alimento y refugio) en las características topográficas que hacen

Ocarro, armadillo gigante o gramalón (Priodontes maximus). Foto: F. Mosquera-Guerra. 191


XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : MAMÍFEROS LLANOS

F. Trujillo

de él un país altamente heterogéneo en ecosistemas de esta ecorregión (Trujillo para los roedores Rhipidomys leucodactylus este capítulo se presenta un análisis de
términos de las condiciones ambientales y et al. 2010, Ferrer et al. 2009, Mantilla- (Tribe 2015) y Coendou ichillus (Voss y da las especies de mamíferos asociados a los
tipos de ecosistemas donde ocurren estas Meluk et al. 2009), con un especial énfasis Silva 2001) en el departamento del Meta. morichales de la Orinoquia colombiana,
especies (Tobasura-Acuña 2006). en el departamento del Casanare en su estado de conservación y las principales
comparación con los otros departamentos En este contexto y asumiendo que el amenazas que enfrentan.
En la cuenca del Orinoco se han registrado de la Orinoquia colombiana debido prin- entendimiento de los patrones de diver-
318 especies, de las cuales 196 especies se cipalmente a requerimientos de licencias sidad para este grupo taxonómico en Materiales y métodos
encuentran asociadas a los ecosistemas ambientales que promueven la realiza- regiones neotropicales es aún limitado Se establecieron estaciones de mues-
terrestres y acuáticos de la ecorregión de ción de inventarios en zonas de impacto (Ceballos y Ehrlich 2009, Reeder et al. treo en los morichales asociados a cinco
los llanos orientales colombianos, repor- (Trujillo 2014, Trujillo et al. 2011, Trujillo 2007, Temple y Terry 2007), evaluar la localidades en la Orinoquia colombiana:
tándose 12 órdenes, 127 géneros y 35 et al. 2010). La información existente se presencia, distribución y funcionalidad Reserva de la Sociedad Civil Bojonawi
familias, siendo los órdenes más diversos resume a listados de especies y son limi- ecológica de los mamíferos asociados a y Finca La Florida (Vichada), La Cande-
Chiroptera (105 especies), Rodentia (29 tadas las evaluaciones de su distribución coberturas forestales particulares como laria (Casanare), La India y Reserva de la
especies) y Carnívora (17 especies) (Pardo- y ecología. Se resaltan los trabajos para los morichales de los Llanos Orientales es Sociedad Civil la Reseda (Meta), ubicados
Martínez y Rangel-Ch. 2014, Solari et al. el departamento del Casanare de Trujillo fundamental, debido principalmente a los en las tres subregiones naturales: (1)
2013, Ferrer et al. 2009). La mastofauna et al. (2011), Suárez-Castro et al. (2013) y usos diferenciales de hábitat que realizan piedemonte, en las estribaciones de la
orinoquense la conforman elementos García-Londoño y Trujillo (2015); para el estas especies en escalas espaciales y Cordillera Oriental hasta los 500 m de
andinos, amazónicos y del Escudo departamento del Meta de Diazgranados temporales con relación a otros grupos altitud; (2) abanicos aluviales, por debajo
Guayanés (Correa et al. 2006); en ella se y Trujillo (2004), Calvo-Roa y Muñoz-Saba biológicos, los mamíferos presentan una de los 400 msnm, en zonas inundables
encuentran las mayores concentraciones (2012), Trujillo y Superina (2013), Trujillo amplia distribución y exhiben requeri- estacionales, y (3) altillanuras (Rangel-
poblacionales de este grupo faunístico en y Duque (2013), Rodríguez-Bolaños et al. mientos ecofisiológicos diversos, ya que Ch. et al. 1995) (Figura 1).
el país (Rodríguez-Mahecha et al. 2006). (2014), Mosquera-Guerra et al. (2015) y requieren de insectos, anfibios, peces y
En contraste es la región que presenta la Muñoz-Saba et al. (2015); para el departa- otros vertebrados para alimentarse (NRCS Se consideró la composición, estructura y
menor diversidad específica de mamíferos mento del Vichada de Defler (1982), Defler 2001, García-Londoño y Trujillo 2015). diversidad del morichal (Maurita flexuosa)
en el país (Muñoz-Saba et al. 2015, Ferrer- (1986), Valbuena-Vargas (1999), Botello- Adicionalmente, la actividad biológica y denso asociado a un bosque siempre verde
Pérez et al. 2010) y registra un nivel de Castillo (2001), Carrasquilla (2002), ecológica de los mamíferos también tiene de pantano presentando alta diversidad
endemismo bastante bajo reportándose Bermúdez-Romero et al. (2004), Carras- implicaciones importantes en la biodiver- pero baja dominancia donde se reportan
únicamente tres especies: un primate quilla y Trujillo (2004), Gómez-Serrano sidad de los humedales interiores, en la especies de las familias Arecaceae, Melas-
nocturno (Aotus brumbacki), un roedor (2004), Velasco-Gómez (2004), Patiño et medida en que estos son depredadores, tomataceae y Moraceae (Caro-Fernández
(Proechimys occonnelli) y un armadillo al. (2005), Trujillo et al. (2008), Castel- controladores biológicos, polinizadores, 2008). Igualmente se consideraron los
(Dasypus sabanicola) (Trujillo y Superina blanco et al. (2009), Gómez-Camelo et al. forrajeros y dispersores de semillas (Gopal ocho tipo de humedales de acuerdo a la
2013, Rodríguez-Mahecha et al. 2006), (2009) y Corporinoquia (2015). A nivel 2009). Los datos y estudios conocidos que clasificación de Lasso et al. (2014), que
aunque la presencia de especies de mamí- regional se destacan los aportes reali- relacionan los mamíferos con la dinámica incluyeron bajos, bijaguales, esteros,
feros endémicas y en categoría de amenaza zados por Ramírez-Chaves et al. (2016) de los humedales son limitados (García- caños, madreviejas, lagunas de rebalse
a nivel nacional e internacional resalta en relación a cambios en la resolución Londoño y Trujillo 2015, Gopal 2009, y bosques de rebalse y bosques arbus-
la importancia de estos ecosistemas en taxonómica de especies como el primate Fritzell 1993). El interés particular de tivo o de matorral inundables (Figura 2).
términos de conservación de la biodi- Saimiri cassiquiarensis (Lynch et al. 2015) entender la importancia de los morichales En la caracterización de los mamíferos
versidad (Malavé-Moreno et al. 2016). A presente en el departamento del Meta, para la mastofauna radica en que estos asociados a los morichales se aplicaron
nivel general, los mamíferos de la Orino- roedores como Isothrix orinoci (Emmons ecosistemas están fuertemente asociados varias metodologías que permitieron
quia Llanera han sido poco estudiados y Patton 2015) con distribución para el a la disponibilidad de agua. Igualmente, conocer la riqueza de especies pequeños
(Stevenson et al. 2004, Trujillo et al. 2010, departamento del Vichada y Oligoryzomys los morichales en la Orinoquia repre- no voladoras (roedores y marsupiales),
Rodríguez-Mahecha et al. 2006), y solo delicatus (Weksler y Bonvicino 2015) que sentan corredores biológicos naturales medianos y grandes terrestres (arborí-
hasta hace unos pocos años se ha empe- reemplaza a Oligoryzomys fulvescens en que generan ecotonos importantes con colas, semiarborícolas, semiacuáticos
zado a conocer y a estudiar la comunidad Solari et al. (2013) y distribuido en Meta las extensas sabanas y paisaje colinado y terrestres) y finalmente arborícolas
de mamíferos presentes en los diferentes y Vichada y las extensiones geográficas en áreas de altillanura. Por esta razón, en (Trujillo 2014, Trujillo et al. 2010).

192 193
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : MAMÍFEROS LLANOS

F. Trujillo

a b

c d

Figura 2. Formaciones de morichales para las áreas de estudio. (a) y (b) Vichada, (c) Casa-
nare y (d) Meta. Fotos: F. Trujillo.

ubicaron 41 cámaras trampa, que fueron de acuerdo a los indicios presentes como
Figura 1. Localización de las áreas de estudio en los departamentos de Meta, Casanare y programadas para funcionar las 24 horas senderos o caminaderos de fauna, madri-
Vichada. en modo cámara para registrar 3 fotogra- gueras, huellas, marcas de garra y restos
fías a partir del estímulo activador a un de alimentación. Las cámaras de un
intervalo de 30 segundos entre la primera mismo sector y ubicadas en una misma
Caracterización de la mastofauna estudio se aceptó la definición de mamí- y segunda ráfaga o hasta que apareciera localidad estuvieron separadas entre 500
Las especies de mamíferos presentan gran feros medianos y grandes propuesta por un nuevo objetivo. Las cámaras trampa y 1000 m de distancia dependiendo de
variedad de adaptaciones representadas Rumiz et al. (1998). Se emplearon una presentaron la siguiente distribución la extensión del morichal. Este sistema
en diversas estrategias, comportamientos combinación de técnicas directas e indi- entre las localidades de estudio: Reserva evitó las acciones directas con el medio
y hábitos alimenticios, que a su vez, deter- rectas de muestreo, las cuales incluyeron de la Sociedad Civil Bojonawi en los mori- en comparación con otros métodos y no
minan diferencias en el uso espacial del el uso de cámaras trampa, observaciones chales asociados a los caño Negro (n= 11 requirió la manipulación directa de los
hábitat, así como en sus patrones tempo- directas, trampas de huella y rastros e - 26,8%); caño Verde (n= 3 -7,3%); Tesoro individuos, por lo que fue útil especial-
rales de actividad, lo que los hace exce- indicios como madrigueras, comederos, (n= 8 - 19,5%) y La Florida (Vichada) (n= 5 mente para especies evasivas o de hábitos
lentes bioindicadores de las condiciones marcas de garras y heces. - 12,2%); finca Candelaria (Casanare) (n= crípticos como los felinos.
de los ecosistemas. Por su riqueza de 4 - 9,8%); finca La India (n= 6 - 14,6%), y
especies y diversidad de gremios tróficos, Cámaras trampa la Reserva de la Sociedad Civil la Reseda Búsqueda de indicios
la caracterización y monitoreo de mamí- Se emplearon cámaras pasivas con sensor (Meta) (n= 4 - 9,8%). Se realizaron recorridos ad libitum terres-
feros requiere de la implementación de de calor (Busnell Trophy Cam de 8MP), tres, durante los cuales se anotaron los
diferentes métodos de detección, directa para evaluar la distribución y la riqueza de Los dispositivos fotográficos fueron insta- registros de las especies, tanto observa-
e indirecta, en aras de obtener el mayor especies de mamíferos grandes y medianos lados a una altura promedio de 40 cm del ciones directas como indicios (huellas
número de registros de especies. Para este (McCallum 2012). Para este estudio se suelo en árboles o estacas y se situaron y madrigueras). Así mismo, durante los

194 195
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : MAMÍFEROS LLANOS

F. Trujillo

recorridos se registraron zonas de impor- registro a todos los individuos vistos en una subfamilia y 25 géneros. Esta diver- aporta el 32,1% de las especies seguido de
tancia ecológica para los animales como una ocasión (Pérez-Irineo 2008). sidad representa el 5,4% de la mastofauna Rodentia 17,9%, Cingulata 14,3%, Artio-
madrigueras, comederos, campamentos colombiana (Ramírez-Chaves et al. 2016). dactyla 10,7%, Didelphiomorphia, Pilosa
y zonas de descanso. Para este estudio se Categorización por tamaño De estas, 11 (Panthera onca, Puma concolor, y Primates 7,1% (cada uno) y Perissodac-
documentaron todo tipo de rastros que Para el análisis de tamaño se siguió la Lontra longicaudis, Pteronura brasiliensis, tyla 3,6% (Figura 3).
fueron identificados y categorizados de categorización propuesta por Sánchez Tapirus terrestres, Pecari tajacu, Odocoileus
acuerdo a la guía de campo de Morales- et al. (2004), donde se fija una cota entre cariacou, Alouatta seniculus, Cebus albifrons Las localidades que registraron el mayor
Jiménez et al. (2004). Las huellas proce- 0,15 y 5 Kg-1 para los medianos y superior albifrons, Notosciurus granatensis y Hydro- número de especies a través de los dife-
sadas se identificaron con ayuda de la guía a 5 Kg-1 para los grandes mamíferos de choerus hydrochaeris) fueron registradas rentes métodos de detección fueron: Caño
de campo de Emmons y Feer (1997), el los órdenes Cingulata, Pilosa, Carnívora, por dos o más metodologías de mues- Tesoro (n=18 especies), La India (n=17
manual de huellas de algunos mamíferos Perissodactyla y Artiodactyla (Trujillo et treo (Anexo 1). El orden Carnívora es el especies), Reseda (n= 14 especies), Cande-
de Colombia (Navarro y Muñoz 2000) y el al. 2005, Muñoz-Saba y Hoyos-Rodríguez más representativo con nueve especies, laria (n= 9 especies), Caño Negro (n= 5
catálogo de huellas de los mamíferos de 2012). Los nombres comunes siguen a seguido por los roedores con cinco espe- especies), Caño Verde y La Florida (n=
México (Aranda 2000). Rodríguez-Mahecha et al. (1995) y Suárez- cies y Cingulata y Artiodactyla con tres 4 especies). En la tabla 1 se presenta los
Castro et al. (2013). especies (Anexo 1). El orden Carnívora esfuerzos de muestreo calculados y el éxito
Análisis de los datos
Categoría de amenaza
Riqueza específica La información sobre las categorías de
Las especies de mamíferos grandes y amenaza en que presentan las espe-
medianos que fueron registrados en las cies se basa en la lista roja de especies
cinco localidades de estudio se clasifi- amenazadas de la IUCN 2016 (http://
caron de acuerdo a la nomenclatura de www.iucnredlist. org/) y el Libro rojo de
Wilson y Reeder (2005). El esfuerzo de los mamíferos de Colombia (Rodríguez-
muestreo por sitio para los recorridos ad Mahecha et al. 2006).
libitum y cámaras trampa se calculó indi-
vidualmente multiplicando el número de Categorías tróficas y locomoción
cámaras trampas instaladas por el número Las especies de mamíferos medianos y
de días muestreados (trampas*día). Para grandes registrados para las cinco locali-
el método de avistamientos se consideró dades de estudio, se clasificaron en cinco
como unidad de medida los kilómetros categorías tróficas (carnívoros, frugí-
recorridos por días de observación. Para voros-omnívoros, herbívoros-pastadores,
comparar la eficiencia de cada método mirmecófago, insectívoro-omnívoro) y
en las localidades, se calculó el éxito de cinco categorías de locomoción (fosorial,
captura (EC) para cada metodología en terrestre, arborícola, escansorial, acuá-
cada localidad, con la fórmula: EC= (NTr / ticos y semiacuáticos) propuestas por
EM (NTr) X 100, siendo NT: Número Total Muñoz-Saba et al. (2015).
del registros y EM: Esfuerzo de Muestreo.
Para las huellas se tomó como un solo Resultados
registro todas las huellas de una misma
especie encontradas dentro de los reco- Riqueza de especies
rridos. En el caso de las cámaras trampa se Se registraron 28 especies de mamí-
consideró como un solo registro todas las feros asociados a los morichales en las
fotos tomadas a una especie en la misma localidades de estudio para los depar- Figura 3. Riqueza de familias, subfamilias, géneros, especies, subespecies y porcentaje de
cámara en un tiempo de 24 horas y para tamentos de Casanare, Meta y Vichada, especies para cada orden de mamíferos registrados en los morichales para las localidades
las observaciones se consideró como un distribuidas en 8 órdenes, 13 familias, de estudio en los departamentos de Casanare, Meta y Vichada.

196 197
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : MAMÍFEROS LLANOS

F. Trujillo

EC% NE

720 68,8 18
de captura para los métodos de detección pertenecieron a los órdenes Cingulata,
Tabla 1. Datos de esfuerzo de muestreo, éxito de captura y número de especies de mamíferos grandes y medianos de cada una de
las localidades, después de estandarizar el esfuerzo de muestreo para las cámaras trampa. Abreviaturas: Localidad: Ca: Casanare,
Me: Meta, Vi: Vichada, CN: Caño Negro, CV: Caño Verde, CT: Caño Tesoro, C: Candelaria, R: Reseda, I: India, F: Florida. EF: Esfuerzo
de muestreo (La unidad de medida del esfuerzo de muestreo para cámara trampa), EC: Éxito de captura, NE: Número de especies.

después de la estandarización del esfuerzo Pilosa, Carnívora, Perissodactyla, Artio-


de muestreo. El mayor porcentaje de efec- dactyla, Primates y Rodentia (Anexo 1).

I
tividad lo registraron las cámaras trampa.

EF
Categoría de amenaza

 
Me

Los mamíferos medianos y grandes En relación a la categoría de amenaza


EC% NE

14
 

 
asociados a los morichales estudiados, propuesta por IUCN (2016) para los
pertenecen a 13 familias, de las cuales la mamíferos reportados en las áreas de

71,4
R

  familia Felidae aportó el mayor número estudio, se encuentra el perro de agua


de especies con cuatro, seguido de Muste- o lobo de río (Pteronura brasiliensis) En

720
EF

 
lidae con tres especies y Canidae con dos, Peligro (EN), como Vulnerable (VU), se
dejando al orden Carnívora como el mayor encuentran: Priodontes maximus (Ocarro),
EC% NE

9
 

  número de especies aportando un total Myrmecophaga tridactyla (Oso hormi-

66,7
de nueve. Seguido del orden Rodentia con guero), Tapirus terrestris (Danta) y Tayassu
Ca
C

tres familias y cinco especies, Artiodac- pecari (Chácharo) y dos especies Casi
tyla dos familias y tres especies, Primates Amenazados (NT), Panthera onca (jaguar)
720
EF
Localidades de muestreo

dos familias e igual número de especies, y Speothos venaticus (perrito venadeo).


Cingulata una familia con tres espe- Dos especies presentan Datos Insufi-
EC% NE

4
 

cies, Didelphiomorphia y Pilosa una sola cientes (DD), Lontra longicaudis (nutria
43,6

63,1

familia con dos especies y Perissodactyla neotropical), y el roedor endémico de la


F

una familia y una especie. Existe una dife- Orinoquia Proechimys oconnelli (Rata espi-
rencia importante en la composición de nosa) y las restantes se encuentran en la
720
EF

4
 

especies en función de las características condición de Preocupación Menor (LC).


de los morichales. En aquellos donde las Para la categoría nacional propuestas por
NE

18
1

2
 

palmas superan los 6 metros, presentan Rodríguez et al. (2006) se reporta a Tapirus
EC%

28,5

68,8

altas densidades y están dispuestas terrestris (Danta) En Peligro Critico (CR),


8,3
CT

en arreglos con otras especies es más Pteronura brasiliensis (Lobo de río) y Prio-
frecuente encontrar mamíferos medianos dontes maximus (Ocarro) En Peligro (EN),
720
EF

y grandes, en tanto que en los extremos Panthera onca (jaguar), Myrmecophaga


Vi

que se proyectan dentro de las sabanas tridactyla (Oso hormiguero) y Lontra longi-
EC% NE

4
 

los mamíferos presentes son de menor caudis (Nutria neotropical) como Vulne-
10,5

63,1

tamaño (armadillos, lapas y ñeques), con rables (VU); Leopardus pardalis (Tigrillo
CV

excepción de las zonas de ecotonos donde ó Canaguaro) y Puma concolor (León)


se pueden registrar venados y pecaríes. como Casi Amenazadas (NT) y las espe-
720
EF

(Figura 4). cies restantes presentan una categoría de


Preocupación Menor (LC) (Anexo 1).
NE

5
 

Categorización por tamaño


EC%

11,1

11,1

64,5

Se consideraron como medianos mamí- Categorías tróficas y locomoción


CN

feros las especies con peso entre 0,15 y En relación al análisis de gremios tróficos
0,5 Kg-1, para lo cual en esta categoría para los mamíferos registrados en los
720
EF

clasifican siete especies (25%) entre las morichales, se encontró que el 32,1% (9
que se encuentran: Didelphis marsupialis, especies) registran hábitos carnívoros,
Metodología

Observación

Marmosa robinsoni, Dasypus sabanicola, el 25% (7 especies) son frugívoras-omní-


Marcas de

Cámaras

Cebus albifrons albifrons, Sciurus grana- voras, el 14,3% (4 especies) son insectí-
trampa
directa
garras
Heces

tensis, Dasyprocta fuliginosa y Proechimys voros-omnívoros, donde se encuentran


oconnelli. Las 21 especies restantes (75%) los armadillos. Los frugívoros-granívoros

198 199
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : MAMÍFEROS LLANOS

F. Trujillo

Figura 5. Porcentaje de categorías tróficas en mamíferos presentes en morichales.

como Cuniculus paca, Dasyprocta fuliginosa los mamíferos reportados para Colombia
y Proechimys oconnelli aportan el 10,7% por Ramírez-Chaves et al. (2016), y el
(3 especies). Los herbívoros-pastoreado- 16,7% de las especies registradas para
res se encuentran representados por el Meta y Vichada por Muñoz-Saba et al.
Tapirus terrestris, Odocoileus cariacou e (2015). Se registró el 41,2% (28 especies)
Hydrochoerus hydrochaeris con el 10,7% (3 de las 68 especies de mamíferos medianos
especies). Finalmente los mimercófagos y grandes reportadas para esta ecorre-
(Tamandua tetradactyla y Myrmecophaga gión por Muñoz-Saba et al. (2015), Pardo-
tridactyla) representaron el 7,1% (2 espe- Martínez y Rangel-Ch. (2014), Solari et
cies) (Figura 5). Para las categorías de al. (2013), Ramírez-Chaves et al. (2014) y
locomoción, se reporta que el 60,7% (17 Ramírez-Chaves et al. (2016). Los regis-
especies) de los órdenes Pilosa, Carnívora, tros indirectos (marcas de garras y restos
Perissodactyla, Artiodactyla, y Rodentia de alimentación), fototrampeo y observa-
presentan hábitos terrestres, seguido de ciones directas permitieron confirmar la
14,3%(4 especies) fosorial (Cingulata), presencia del jaguar (Panthera onca) para
10,7% (3 especies) arborícolas (Primates) el departamento del Vichada en la Reserva
y los mamíferos escansoriales (Didelphi- Natural Bojonawi y la finca la Florida. Esta
morphia) y semiacuáticos como Lontra especie para el área de estudio presenta
longicaudis y Pteronura brasiliensis apor- bajas densidades, es evasiva y su principal
taron el 7,1% de los registros. problema de conservación es la muerte
por retaliación por depredación de ganado
Discusión bovino, equino y porcino (Garrote 2015).
Se confirmó además la presencia de ocho
Riqueza de especies especies más de carnívoros (L. pardalis, P.
Figura 4. Distribución espacial de los grandes y medianos mamíferos en los ecosistemas El número de especies encontrados en el concolor, P. yagouaroundi, C. thous, S. vena-
de morichal en la Orinoquia colombiana. presente estudio representan el 5,4% de ticus y E. barbara), igualmente de especies

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i j

a b Cont. figura 6. Mamíferos registrados a través de cámaras trampa en las áreas de mues-
treo. i) Tayassu pecari (chácharo) y j) Notosciurus granatensis (ardilla). Fotos: Fundación
Omacha.

de hábitos acuáticos como L. longicaudis y El 75% de estas especies pertenecen


P. brasiliensis. a cuatro órdenes, Cingulata, Carní-
c d vora, Artiodactyla y Rodentia y órdenes
La combinación de los métodos de mues- que aportan para Colombia una gran
treo aumentó la probabilidad de registrar cantidad de especies (Solari et al. 2013) y
mayor cantidad de especies, como también que cumplen un papel importante en el
aumentó la posibilidad de registrar mamí- mantenimiento de la salud de los bosques
feros con diversos hábitos ecológicos. Cada tropicales (Terborgh et al. 1999). El grado
metodología funcionó de manera diferente de conservación de este tipo de paisaje,
en cada una de las localidades, teniendo podrían estar determinando la riqueza
que cada método aportó al registró de y composición de especies de mamíferos
e f una parte de la riqueza de las especies de presentes en este tipo de coberturas
las localidades; en donde las caracterís- (Ruggiero 2001, Böhning-Gaese 1997). Se
corrobora la presencia de grandes carní-
ticas de los sitios muestreados influyeron
voros como P. onca, P. concolor y L. pardalis,
de manera significativa en la cantidad de
cuya presencia en un ecosistema deter-
los registros y la efectividad de las meto-
minado es un signo de que existen presas
dologías. Las especies que fueron regis-
suficientes para su alimentación, al mismo
tradas en todas las localidades fueron: D.
tiempo que se presenta una diversidad de
marsupialis, M. tridactyla, L. pardalis, C. mamíferos asociada (Payan et al. 2007).
thous, O. cariacou, S. granatensis, C. paca,
D. fuliginosa y P. oconnelli. Entre estas se Categorización por tamaño
encuentran algunos taxones que se están Se reportan 68 especies de mamíferos
g h desplazando continuamente entre los medianos y grandes para la Orinoquia
morichales y el bosque ripario en búsqueda por Muñoz-Saba et al. (2015), Pardo-
de los diferentes recursos ofrecidos por Martínez y Rangel-Ch. (2014), Solari et
Figura 6. Mamíferos registrados a través de cámaras trampa en las áreas de muestreo. a) estas coberturas forestales (Navarro- al. (2013), Ramírez-Chaves et al. (2014) y
Myrmecophaga tridactyla (oso palmero), b) Tamandua tetradactyla (oso melero), c) Panthera Arquez 2005, Aranda 2000, Emmons et al. Ramírez-Chaves et al. (2016). Esta inves-
onca (jagüar, tigre mariposo), d) Leopardus pardalis (tigrillo, canaguaro), e) Puma yagoua- 1997, Sarmiento et al. 2016), permitiendo tigación reportó 28 especies (19%) de
roundi (gato pardo, jaguarundi), f) Cerdocyon thous (zorro perruno), g) Tapirus terrestris ser captadas por las diferentes metodolo- mamíferos que presentan esta condición,
(danta), h) Odocoileus cariacou (venado cola blanca). Fotos: Fundación Omacha. gías empleadas (Figura 6). destacándose la presencia del mamífero

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y armadillos en ecosistemas terrestres y sobre este tipo de formaciones vegetales


el incremento de los conflictos en ecosis- (Figura 8).
temas acuáticos entre las nutrias gigantes
(Pteronura brasiliensis) y las pesquerías Categorías tróficas y locomoción
comerciales por el cambio en especies El grupo de los mamíferos tiene espe-
blanco que paso de grandes bagres a cies que explotan variedad de recursos
mediados del siglo pasado a carácidos y para su alimentación (Sarmiento et al.
cíclidos en la actualidad (Trujillo et al. 2016), al igual que cuenta con diferentes
2015), podrían llegar a diezmar las pobla- formas de locomoción, incluye mamíferos
ciones de estas especies disminuyendo
a b
los atributos ecológicos de estos sistemas
particulares. Sin embargo, la principal
amenaza identificada para los mamíferos
en las áreas evaluadas corresponde al dete-
rioro y pérdida de cobertura de los mori-
chales. El factor predominante para esto
son las quemas indiscriminadas, especial-
mente durante la época de menor preci-
pitación (diciembre-marzo), que frena la
expansión del moriche hacia las sabanas a
c d y al mismo tiempo reduce la diversidad de
especies vegetales (Figura 8). Otro factor
Figura 7. Especies de grandes y medianos mamíferos registrados en las áreas de muestreo. que afecta la presencia de mamíferos en
a) Puma concolor (gato pardo, jaguarundi), b) Tapirus terrestris (danta), c) Cuniculus paca los morichales es la presencia de especies
(lapa) y d) Notosciurus granatensis (ardilla). Fotos: Fundación Omacha. introducidas como el ganado (Bos indicus)
y los cerdos ferales (Sus scrofa) que no
dejan prosperar los rebrotes de moriche y
terrestre más grande del continente sura- mastofauna son las tensores de origen genera compactación de los suelos por el
mericano Tapirus terrestris, el carnívoro antrópico entre los que se resaltan las acti- pisoteo. La presencia de los cerdos ferales
en este tipo de formaciones vegetales b
más grande como P. onca. Otros registros vidades que ocasionan la disminución o
importantes para esta categoría son los pérdida de biodiversidad como la transfor- es relevante debido al impacto negativo
de P. concolor y P. brasiliensis y medianos mación de los ecosistemas, contaminación sobre los morichales por actividades como
como Marmosa robinsoni, Dasypus sabani- y sobreexplotación de los recursos natu- la depredación de los frutos de esta palma.
cola, Cebus albifrons albifrons y Proechimys rales con fines económicos (Alberico et al. García-Londoño y Trujillo (2015) consi-
oconnelli que coincide con los expuesto 2000b, Rodríguez-Mahecha et al. 2006), deran a la especie como posible reservorio
por Acevedo-Quintero y Zamora-Abrego que ocasionan fragmentación y pérdida de enfermedades zoonóticas que puedan
(2016) (Figura 7). de hábitats (Castaño-Uribe et al. 2015). La transmitirse a otros ungulados como los
degradación y conversión de ecosistemas, saínos e incluso los seres humanos. Por
c
Categoría de amenaza generan la urgencia de conocer el estado otra parte, es un componente frecuente
Muñoz-Saba et al. (2015), reporta que de conservación de los grandes mamíferos de la dieta de los pobladores locales, lo que
53 especies de mamíferos medianos y neotropicales y en particular en áreas no hace que la presión de caza sobre especies Figura 8. Tensores de origén antrópico
grandes se encuentran en alguna de las protegidas (Payán y Escudero-Páez 2015). silvestres disminuya, aspecto a considerar para los morichales. (a) y (b) Incendios
categorías de amenaza para la ecorre- La cacería de subsistencia en áreas no como un impacto positivo, no obstante forestales en áreas de sabana con presencia
gión del Orinoco. Entre las principales protegidas de especies claves e ingenierias es necesario desarrollar estudios relacio- de morichales. (c) Sus scrofa (cerdo feral).
amenazas para la conservación de la como las dantas (Cabrera 2015), pecaríes nados con los impactos de sus poblaciones Fotos: F. Mosquera-Guerra.

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especializados en la depredación de otros es muy importante para los ecosistemas La presencia de determinados gremios y Los registros de mamíferos medianos y
vertebrados como los carnívoros, otros se debido al papel regulador que cumplen formas de locomoción puede indicar la grandes como Speothos venaticus, Lontra
alimentan de plantas, frutas u organismos los carnívoros. Igualmente, las especies existencia de interacciones ecológicas que longicaudis, Pteronura brasiliensis, Prio-
invertebrados, etc; estando muchas veces frugívoras-omnívoras y frugívoras-graní- están garantizando, de manera natural, dontes maximus, Puma concolor, Panthera
relacionados con el tipo de locomoción que voras representaron gremios importantes el mantenimiento de estos ecosistemas onca y Tapirus terrestris, asociados a los
emplean para obtener los recursos alimen- dentro de los morichales en las localidades en cuanto a regulación y dispersión de diferentes tipos de morichales presentes
ticios que explotan. Considerando los de estudio, estos gremios inciden positi- algunas especies animales y vegetales, en las Reservas Naturales de Sociedad
registros realizados con todas las metodo- vamente en los procesos de regeneración, un ejemplo de ello son los carnívoros Civil Bojonawi y La Reseda y predios
logías, en todas las localidades se presen- restauración y aprovechamiento forestal como el jaguar y el puma. Estás son espe- privados, permiten corroborar la impor-
taron todos los gremios alimenticios (Flores-Peredo y Galindo-González 2004), cies muy importante para la salud de los tancia de este tipo áreas protegidas en
propuestos por Muñoz-Saba et al. (2015). llegando incluso a determinar la abun- ecosistemas ya que tienen un impacto en la estrategia de conservación faunística
dancia y diversidad arbórea de un sitio los patrones de dispersión, composición a escala regional, convirtiéndose en un
Los resultados obtenidos coincide con (Galindo-González et al. 2007); y la oferta y estructura de los bosques que habitan refugio para las poblaciones de mamíferos
lo expuesto por Acevedo-Quintero y de recursos alimenticios que el hábitat al depredar y controlar las poblaciones de que en la actualidad presentan diversas
Zamora-Abrego (2016), Muñoz-Saba et al. presenta. La riqueza de especies incre- otros organismos (Laundré y Hernández amenazas a su conservación en esta
(2015), Mejía-Correa (2009), Zapata- Ríos menta con la complejidad del sistema, 2010); adicionalmente su presencia ecorregión.
et al. (2006) y Rodríguez-Rojas (2005) siendo menor en morichales abiertos permite deducir la presencia de otros
en los que el orden Carnivora aporta el y mayor en morichales de transición El número de registros para especies
mamíferos grandes y medianos que están
mayor número de especies, esta condición (Malavé-Moreno et al. 2016) (Figura 9). crepusculares y evasivas para los medianos
incluidos en su dieta (Hernández-Guzmán
y grandes mamíferos, aumentan a través
et al. 2011). La complejidad en las tramas
de la conjunción de diversos métodos indi-
tróficas de las comunidades de mamíferos
rectos de detección junto con las obser-
asociados a los morichales también incre-
vaciones directas, convirtiéndose en una
menta con complejidad del sistema, sin
metodología robusta para la detección de
embargo, los insectívoros y los frugívoros este grupo de mamíferos.
son los gremios dominantes (Malavé-
Moreno et al. 2016). Se recomienda establecer un plan de
monitoreo de largo plazo con mamíferos
Conclusiones asociados a morichales para evaluar esta-
Se estableció la importancia ecológica y cionalmente la presencia y abundancia de
funcional de los morichales para la masto- especies, al igual que realizar estudios de
a b fauna a través del registro de especies composición florística de los ecosistemas
claves e ingenieras como grandes carní- de moriche para ver aportes de alimento de
voros, perisodáctilos y artiodáctilos y otras especies que sustenten la presencia
que su presencia se debe principalmente de especies frugívoras y herbívoras.
a la oferta constante de diversos tipos de
recursos como agua, alimento y refugio en Bibliografía
escalas espaciales y temporales distintas. • Acevedo-Quintero, J. F. y J. G. Zamora-
Las palmas de moriche generan una Abrego. 2016. Mamíferos medianos y
importante biomasa de frutos cada año, grandes asociados a un cananguchal de la
Amazonia colombiana. Pp. 220-239. En:
lo que atrae una gran diversidad de fauna.
Lasso, C. A., G. Colonnello y M. Moraes
c d La maduración de los frutos, que está R. (Eds.), Morichales, cananguchales y otros
entre 155 y 178 días garantiza un flujo palmares inundables de Suramérica. Parte II:
Figura 9. Proceso depredación y dispersión de moriche por Alouatta seniculus (mono de alimento importante durante casi seis Colombia, Venezuela, Brasil, Perú, Bolivia,
aullador). Fotos: Fundación Omacha. meses del año. Paraguay, Uruguay y Argentina. Serie Edito-

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210 211
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : MAMÍFEROS LLANOS

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212 213
214
Anexo 1. Información taxonómica, métodos de reportes en las localidades, estado de amenaza, gremios tróficos y formas de loco-
moción de los mamíferos grandes y medianos registrados en las seis localidades de estudio. Localidad: Ca: Casanare, Me: Meta, Vi:
Vichada, CN: Caño Negro. Metodología: H: Huellas, He: Heces, Ma: Madriguera, Ca: Campamento OD: Observación directa, Mg:
Marcas de garras, CT: Cámara trampa. Categoría de Amenaza: LC: Preocupación Menor, Vu: Vulnerable, DD: Datos Insuficientes,
NT: Casi Amenazado, EN: En Peligro, CR: En Peligro Crítico. Alimentación: C: carnívoros; F-O: frugívoros-omnívoros; F-G: frugí-
voros-granívoros; H-P: herbívoros-pastadores; M: mimercofago; I-O: insectívoro-omnívoro; Locomoción: F: fosorial; T: terrestre;
A: arborícola; E: Escansorial; Ac: acuáticos y semiacuáticos.

Categoría IUCN /
Riesgo o Amenaza
Nacional Tipo de Gremios
Especie Nombre común Localidad Locomoción
Rodríguez registro tróficos
IUCN
et al.
(2016)
(2006)
DIDELPHIMORPHIA              
Didelphidae
SEGUNDA PARTE : MAMÍFEROS LLANOS

Didelphinae
Didelphis Linnaeus, 1758
Chucha de oreja negra,
Didelphis marsupialis Linnaeus,
zorro mochilero, rabipelao, C Met Vic LC LC CT F-O E
1758
fara
Marmosa Gray, 1821
Marmosa robinsoni Bangs, 1898 Comadreja, rata fara Vic NE NE CT F-O E
CINGULATA              
Dasypodidae
Dasypus Linnaeus, 1758
Dasypus novemcinctus Linnaeus, Armadillo común,
Met LC LC CT I-O F
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

1758 cachicamo
Dasypus kappleri Krauss, 1862 Armadillo carrizalero Met LC CT I-O F

Anexo 1. Continuación.

Categoría IUCN /
Riesgo o Amenaza
Nacional Tipo de Gremios
Especie Nombre común Localidad Locomoción
Rodríguez registro tróficos
IUCN
et al.
(2016)
(2006)
Armadillo sabanero,
Dasypus sabanicola Mondolfi,
cachicamo sabanero, Vic LC LC OD I-O F
1968
mulita
Priodontes F. Cuvier, 1825
Ocarro, armadillo gigante,
Priodontes maximus (Kerr, 1792) Met VU EN CT I-O F
gramalón
PILOSA              
Myrmecophagidae
Tamandua Gray, 1825
Tamandua tetradactyla Oso hormiguero, oso
Vic LC LC CT M T
(Linnaeus, 1758) melero
Myrmecophaga Linnaeus, 1758
Myrmecophaga tridactyla
Oso palmero, oso pajizo C Met Vic VU VU CT M T
Linnaeus, 1758
CARNIVORA              
F. Trujillo

Felidae
Leopardus Gray, 1842
Leopardus pardalis (Linnaeus, Tigrillo, cunaguaro,
C Met Vic LC NT CT C T
1758) manigordo
Panthera Oken, 1816
215
216
Anexo 1. Continuación.

Categoría IUCN /
Riesgo o Amenaza
Nacional Tipo de Gremios
Especie Nombre común Localidad Locomoción
Rodríguez registro tróficos
IUCN
et al.
(2016)
(2006)
Jagüar, tigre mariposo,
Panthera onca (Linnaeus, 1758) Vic NT VU CT,H C T
tigre real
Puma Jardine, 1834
Puma concolor (Linnaeus, 1771) Puma, león colorado Met Vic LC NT CT, Mg C T
Puma yagouaroundi (É. Geoffroy Gato pardo, onza,
Vic LC LC CT C T
Saint-Hilaire, 1803) jaguarundi
Canidae
Cerdocyon C.E.H. Smith, 1839
SEGUNDA PARTE : MAMÍFEROS LLANOS

Cerdocyon thous (Linnaeus, Zorro perruno, perro


Met Vic LC LC CT C T
1766) sabanero
Speothos Lund, 1938
Perrito venadero, perro de
Speothos venaticus (Lund, 1842) Met NT LC CT C T
monte
Mustelidae
Eira C.E.H. Smith, 1842
Zorra palmichera, ulamá,
Eira barbara (Linnaeus, 1758) C Met Vic LC LC CT C T
tayra
Lontra Gray, 1843
Lontra longicaudis (Olfers, 1818) Nutria Vic DD VU OD C Ac
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

Pteronura Gray, 1837

Anexo 1. Continuación.

Categoría IUCN /
Riesgo o Amenaza
Nacional Tipo de Gremios
Especie Nombre común Localidad Locomoción
Rodríguez registro tróficos
IUCN
et al.
(2016)
(2006)
Pteronura brasiliensis (Gmelin,
Perro de agua Vic EN EN OD C Ac
1788)
PERISSODACTYLA              
Tapiridae
Tapirus Brisson, 1762
Tapirus terrestris (Linnaeus,
Danta, tapir Met Vic VU CR CT, He H-P T
1758)
ARTIODACTYLA              
Tayassuidae
Pecari Reichenbach, 1835
Saíno, cerrillo, puerco de
Pecari tajacu (Linnaeus, 1758) Met Vic LC LC CT F-O T
monte
Tayassu G. Fischer, 1814
Cafuche, huangana,
Tayassu pecari (Link, 1795) C Met Vic VU LC CT F-O T
chácharo
F. Trujillo

Cervidae
Odocoileus Rafinesque, 1832
Odocoileus cariacou (Boddaert, Venado sabanero, venado
C Met Vic LC LC CT H-P T
1784) coliblanco
PRIMATES              
Atelidae
217
218
Anexo 1. Continuación.

Categoría IUCN /
Riesgo o Amenaza
Nacional Tipo de Gremios
Especie Nombre común Localidad Locomoción
Rodríguez registro tróficos
IUCN
et al.
(2016)
(2006)
Alouatta Lacépède, 1799
Alouatta seniculus Linnaeus, Aullador colorado,
Met Vic LC LC CT, OD F-O A
1766 araguato
Cebidae
Cebus Erxleben, 1777
Cebus albifrons albifrons
Mico cariblanco, maicero Met LC LC CT,OD F-O A
(Humboldt, 1812)
RODENTIA              
SEGUNDA PARTE : MAMÍFEROS LLANOS

Sciuridae
Sciurinae
Notosciurus J. A. Allen, 1914
Notosciurus granatensis
Ardilla, ardita C Met Vic LC LC CT,OD F-O A
(Humboldt, 1811)
Caviidae
Hydrochoerinae
Hydrochoerus Brisson, 1762
Hydrochoerus hydrochaeris
Chigüiro, capibara Vic LC LC CT H-P T
(Linnaeus, 1766)
Cuniculidae
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

Cuniculus Brisson, 1762

Anexo 1. Continuación.

Categoría IUCN /
Riesgo o Amenaza
Nacional Tipo de Gremios
Especie Nombre común Localidad Locomoción
Rodríguez registro tróficos
IUCN
et al.
(2016)
(2006)
Cuniculus paca (Linnaeus, 1766) Boruga, lapa C Met Vic LC LC CT F-G T
Dasyproctidae
Dasyprocta Illiger, 1811
Dasyprocta fuliginosa Wagler,
Ñeque, picure C Met Vic LC LC CT F-G T
1832
Echimyidae
Eumysopinae
Proechimys J. A. Allen, 1899
Proechimys oconnelli J.A. Allen,
Rata espinosa C Met Vic DD LC CT F-G T
1913
F. Trujillo

219
J. F. Acevedo-Quintero
MAMÍFEROS MEDIANOS Y GRANDES
8. ASOCIADOS A UN CANANGUCHAL DE LA
AMAZONIA COLOMBIANA
Juan Fernando Acevedo-Quintero y Joan Gastón Zamora-Abrego

Resumen exhibidos. La zona alberga una importante


En la Amazonia colombiana los canangu- riqueza de mamíferos, ocupando gran parte
chales son ecosistemas dominados por la del espectro espacio-temporal y trófico del
palma Mauritia flexuosa, frecuentemente ecosistema que aparentemente conserva
asociados con altos valores de diversidad de gran parte de las condiciones ecológicas
fauna vertebrada, en particular los mamí- originales del bosque estudiado.
feros. Mediante la combinación de foto-
trampeo y observación directa se obtuvo Palabras clave. Amazonas. Bosque inun-
un listado de los mamíferos medianos dado. Fauna. Mauritia flexuosa. Palmas.
y grandes asociados a un cananguchal y
zonas aledañas en el Trapecio Amazónico Introducción
Colombiano. Con el fin de describir algunos Los cananguchales en la Amazonia colom-
patrones ecológicos, las especies regis- biana son formaciones vegetales domi-
tradas fueron clasificadas según su gremio nadas por la especie de palma Mauritia
trófico, hábitat estructural y patrones de flexuosa, la cual generalmente se desarrolla
actividad. En total fueron registradas 28 en zonas inundables pobremente drenadas
especies distribuidas en ocho órdenes y (Kahn et al. 1993, Urrego et al. 2013).
19 familias. El gremio trófico con mayor Estos ecosistemas están asociados con
cantidad de especies fue el de los frugí- altos valores de diversidad de fauna, espe-
voros, seguido por los frugívoros-insec- cialmente de mamíferos, que son atraídos
tívoros. En cuanto al uso del espacio y el por la gran cantidad de frutos producidos
tiempo de actividad, las especies arborí- por dicha palma (Aquino 2005, Acevedo-
colas y terrestres se encuentran en propor- Quintero y Zamora-Abrego 2016). Por
ciones semejantes, al igual que aquellas ejemplo, en algunas zonas de la Amazonia
diurnas y nocturnas. Seis de las especies occidental se ha evidenciado que durante la
registradas se encuentran catalogadas con temporada de lluvias, existe un desplaza-
algún grado de amenaza. Se hacen anota- miento de vertebrados hacia los bosques de
ciones sobre la historia natural de algunas Mauritia, cuando la abundancia de frutos
especies o comportamientos particulares está en su mayor producción, corroborando

Rata espinosa (Mesomys hispidus) en un cananguchal del Trapecio Amazónico. Foto: J. F. Acevedo-Quintero. 221
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE: MAMÍFEROS AMAZONIA

F. Trujillo

la importancia de este recurso para la de los mamíferos amazónicos ha avanzado y Oenocarpus bataua Mart. (Galeano et al. almacenamiento y la duración de las bate-
comunidad de mamíferos (Aquino 2005, lentamente, y todavía se desconoce gran 2015). La precipitación media anual es de rías), a lo largo de un año de muestreo
Salvador et al. 2011). parte de su diversidad y ecología (Ruiz et 3.335 mm y la temperatura media anual entre marzo de 2012 y febrero de 2013.
al. 2007). Para el sur de la Amazonia colom- es de 26 °C (15–36 °C), mientras que la Para la realización de inventarios el arreglo
La estrecha relación entre los mamíferos biana, mucha de la información disponible humedad relativa media es mayor al 90% espacial de las estaciones de muestreo
frugívoros y Mauritia flexuosa tiene impli- sobre diversidad y ecología de mamíferos (IDEAM 2010–2012). fue flexible, ya no existen requerimientos
caciones en la dispersión y depredación de se centra en trabajos con primates (Defler en las distancias mínimas entre estas o
las semillas de la palma (Mendieta-Aguilar 1989a, 1989b, Defler y Defler 1996, Toma de datos el área que debe ser cubierta (Rovero et
et al. 2015), pudiendo influir en procesos Maldonado y Lafon 2015), fauna sinérgica Se emplearon diez cámaras trampa Bush- al. 2010). Se maximizó la probabilidad de
autoecológicos como la producción de (Maldonado 2012), quirópteros (Monte- nell Tromphy Cam, las cuales permane- captura ubicando las cámaras tanto en la
frutos o la generación de patrones agre- negro y Romero 1999, Castillo-Ayala 2002) cieron activas en intervalos de tiempo zona inundable del cananguchal como en
gados en el crecimiento de las plántulas y algunos trabajos con especies puntuales variables (según el correcto funcio- las zonas aledañas de tierra firme donde
(Mendieta-Aguilar et al. op. cit., Acevedo- como Tapirus terrestris (Acosta et al. 1994) namiento del equipo, la capacidad de previamente se encontraron rastros de las
Quintero y Zamora-Abrego 2016). Sin y Aotus spp. (Maldonado y Peck 2014).
embargo, los cananguchales no solo son
importantes para los mamíferos frugívoros, Teniendo en cuenta que los cananguchales
también otras especies con diferentes constituyen un ecosistema clave para el
hábitos pueden hacer un uso intensivo de mantenimiento de muchos procesos ecoló-
este ecosistema. Es así como los troncos gicos en la cuenca amazónica (Andrade
secos de M. flexuosa sirven de madrigueras 2013), es importante describir y docu-
para un grupo importante de mamíferos mentar la relación entre Mauritia flexuosa
arborícolas de hábitos nocturnos (Aquino y la fauna asociada a dichos ecosistemas.
y Encarnación 1986) y para la nidificación Por lo tanto, el principal objetivo de este
de algunas especies de aves, particular- capítulo es presentar un listado de las
mente psitácidos como los guacamayos especies de mamíferos medianos y grandes
y loros (Borgtoft-Pedersen y Balslev que habitan en un cananguchal al sur de la
1993, Rentería 1996). Además, las hojas Amazonia Colombiana, así como contri-
secas, que permanecen pegadas al tronco, buir al conocimiento de la ecología, historia
también constituyen el hábitat para una natural y relación de éstas especies con M.
gran variedad de insectos, arácnidos, anfi- flexuosa.
bios y reptiles, los cuales complementan la
dieta de varias especies de mamíferos arbó- Materiales y métodos
reos (Rentería op. cit., Bodmer et al. 1999).
Área de estudio
A pesar de la potencialidad de los canangu- Este estudio se desarrolló en un bosque de
chales para el estudio de la riqueza y ecología igapó dominado por Mauritia flexuosa en
de la fauna amazónica, en Colombia la la cuenca media del río Calderón, ubicado
diversidad asociada a estos ecosistemas en el Trapecio Amazónico Colombiano
se encuentra poco documentada. Así, el (03º56´48”S - 69º53´11”O) (Figuras 1 y 2).
conocimiento sobre vertebrados en estos La vegetación está dominada por la especie
bosques se restringe a estudios puntuales M. flexuosa, seguida de Sacoglottis amazo-
sobre aves (Capera-Moreno 2012), peces nica Mart., una especie de bosques de
(Machado-Allison et al. 2013) y murcié- tierra firme, y algunas palmas que pueden
lagos (Acevedo-Quintero y Zamora-Ábrego crecer en ambos entornos, como Euterpe Figura 1. Área de estudio, cananguchal ubicado en la cuenca del río Calderón en el Trapecio
2014). Mientras que, en general el estudio precatoria Mart., Socratea exorrhiza Mart. Amazónico Colombiano.

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F. Trujillo

como el producto del número de cámaras observó más de un individuo, el número de


activas por el número de días en los que las registros independientes considerado fue
cámaras estuvie­ron activas (días/cámara). igual al número de individuos observados.

Adicionalmente, se realizaron reco- Con el fin de evaluar si el esfuerzo de mues-


rridos diurnos de búsqueda libre en tres treo fue suficiente para alcanzar una esti-
temporadas (febrero-marzo, junio-julio mación aceptable de la riqueza de especies,
y noviembre de 2012). En cada recorrido se elaboraron curvas de acumulación de
dos personas visitaron lugares potenciales especies para todo el conjunto de datos
de desplazamiento de mastofauna, con el basadas en el número de registros indivi-
fin de registrar avistamientos, especial- duales (Gotelli y Colwell 2001). Se utilizó
mente de las especies de comportamiento el estimador Chao 1, que utiliza datos de
diurno y arborícola. También se anotaron abundancia y está basado en el número
rastros como huellas, pelos, excrementos, de especies raras en la muestra, encon-
huesos, cráneos, etc. De cada observación tradas una vez y encontradas dos veces.
se tomaron los datos de la especie, fecha y Los cálculos se llevaron a cabo utilizando
hora del avistamiento, y número de indivi- los algoritmos del software Estimates ver.
duos registrados. El esfuerzo de muestreo, 8.2.0 (Colwell 2006). Como método alter-
en este caso, se tomó como el número total nativo para evaluación de la calidad del
de horas/hombre dedicadas a la búsqueda muestreo, la curva de acumulación de espe-
a b
libre. cies fue ajustada a la ecuación de Clench
(Colwell y Coddington 1994, Jiménez-
Análisis de la información Valverde y Hortal 2003), estableciendo la
Con los datos obtenidos se construyó un relación entre el número de individuos y el
listado de especies y se analizó la composi- número de especies encontradas (Soberón
ción taxonómica de la comunidad de mamí- y Llorente 1993), siguiendo la siguiente
feros medianos y grandes (> 2 kg). Para los formula: S(t)=at/1+b*t; donde, S(t) es el
datos obtenidos mediante fototrampeo, número de especies estimado, a es la tasa
los registros individuales fueron estable- de incremento de especies al comienzo del
cidos usando los criterios propuestos por análisis, b es la pendiente de la curva, y t
Monroy-Vilchis et al. (2011), en donde es el numero acumulativo de especies. La
c d los videos de una sola especie en la misma división de los coeficientes (a/b) propor-
cámara-trampa fueron tratados como regis- ciona la riqueza máxima esperada, mien-
Figura 2. Área de estudio: a y b) vista al interior del cananguchal; c) vista general sobre el tros independientes de la siguiente manera: tras que el porcentaje de la riqueza de
dosel del cananguchal y d) vista general sobre el dosel de tierra firme aledaño al canangu- 1) videos consecutivos de diferentes indivi- especies inventariada se calculó dividiendo
chal. Fotos: J. F. Acevedo-Quintero. duos; 2) videos consecutivos de individuos el número de especies observado entre el
de la misma especie separados por más de predicho, multiplicado por 100 (Jiménez-
24 h (este criterio se usó cuando no era Valverde y Hortal 2003). Para todos los
claro si una serie de videos correspondían cálculos se utilizó el software STATISTICA
especies, trillos o caminos existentes, así altura del suelo (siete cámaras); y en dosel al mismo individuo, de modo que los videos ver. 8.0 (Stat Soft Inc. 2007).
como zonas de alimentación y de acceso a del bosque a una altura entre 15 m y 20 tomados dentro del mismo periodo de 24
la fuentes las de agua (Maffei et al. 2004). m (tres cámaras). Las cámaras se progra- h se consideraron como un solo registro); Adicionalmente, las especies se clasificaron
Una vez identificados los puntos de mues- maron para registrar videos de 40 s, con y 3) videos no consecutivos de individuos de acuerdo al gremio trófico: O: omnívoro;
treo, las cámaras fueron colocadas en dos intervalos entre cada activación de 20 de la misma especie. En el caso de las espe- H: herbívoro; F: frugívoro; I: insectívoro; C:
estratos: en el sotobosque a 50 cm de s. El esfuerzo de muestreo se cuantificó cies gregarias, en los videos en los que se carnívoro o combinaciones del mismo. De

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE: MAMÍFEROS AMAZONIA

F. Trujillo

igual forma se determinó el hábitat estruc- Resultados Tabla 1. Continuación.


tural que ocupa cada una de las especies. En total se registraron 28 especies, repar-
Para todas estas clasificaciones se utilizaron tidas en ocho órdenes y 19 familias (Figura Método de Gremio Hábitat
Orden / Especie Hábitos
datos de historia natural publicados en los 3). El orden más diverso fue Primates con registro trófico estructural
trabajos de Eisenberg (1989), Emmons y ocho especies, seguido por Carnivora con Lagothrix lagothricha A F Ar D
Feer (1999) y Gardner (2008). También siete especies y los órdenes Rodentia y Pithecia monachus Ft, A F Ar D
se establecieron los patrones de actividad: Artiodactyla con cuatro especies cada uno
diurnos para especies registradas entre las Saguinus nigricollis A I/F Ar D
(Tabla 1). Las familias mejor represen-
05:00 y las 18:00 (presencia de luz solar) y tadas fueron Cebidae con cuatro especies Saimiri sciureus Ft, A I/F Ar D
nocturnos para especies registradas entre y Felidae con tres especies. El fototrampeo Carnivora        
las 18:00 y las 05:00 (Monroy-Vilchis et al. acumuló un esfuerzo total de muestreo de Atelocynus microtis Ft C/F T D
2011). 1.536 días/cámara, con 453 registros de 24
Eira barbara Ft C/F T D
especies. Para los recorridos de búsqueda
Estado de conservación libre, el esfuerzo de muestreo fue de 177 Leopardus pardalis Ft C T N
Para establecer el estado de conservación horas/hombre, alcanzando 43 registros de Nasua nasua Ft C/F SA D/N
de cada una de las especies, se tuvieron en 16 especies, cinco de las cuales no fueron Panthera onca Ft, H C T D
cuenta las listas rojas de IUCN (2014) y la registradas en las cámaras automáticas.
Potos flavus Ft F Ar N
Resolución 0192 de 2014 del Ministerio El estimador Chao 1 predice un potencial
de Ambiente y Desarrollo Sostenible de de 30 especies esperadas, lo que indica Puma concolor Ft C T N
Colombia (MADS 2014). que en el inventario se registró el 93% de Perissodactyla        
Tapirus terrestris Ft, H H/F T N
Artiodactyla        
Tabla 1. Listado de especies de mamíferos medianos y grandes registrados en un canan- Mazama zamora Ft H/F T D/N
guchal de la Amazonia colombiana. Ft: fototrampeo; A: avistamiento; H: huella. O: omní- Mazama murelia Ft H/F T D/N
voro; I: insectívoro; F: frugívoro; C: carnívoro; H: herbívoro. Ar: arbóreo; SA: semiarboreo; T:
Pecari tajacu Ft O T D
terrestre; N: nocturno; D: diurno.
Tayassu pecari Ft O T D
Método de Gremio Hábitat        
Orden / Especie Hábitos
registro trófico estructural Rodentia
Didelphimorphia         Coendou melanurus Ft F Ar N
Caluromys lanatus Ft O Ar N Cuniculus paca Ft F T N
Didelphis marsupialis Ft O SA N Dasyprocta fuliginosa F,A F T D
Pilosa         Notosciurus sp. A F Ar D
Tamandua tetradactyla Ft, A I SA N
Cingulata        
Dasypus novemcinctus Ft, A O T N
las especies. Por su parte, la ecuación de Los frugívoros (F) fueron el gremio trófico
Primates         Clench tuvo un buen ajuste (R2=0,993), y más frecuente, seguido por las especies que
Aotus vociferans Ft, A I/F Ar N la división de los coeficientes (a/b) propor- incluyen tanto insectos como frutas en sus
Callicebus torquatus A F Ar D cionó una riqueza máxima esperada de 31 dietas (I/F) (Figura 5a). El 43% de las espe-
especies, lo que indica que se registró el cies utilizan el estrato arbóreo, mientras
Cebuella pygmaea A I/F Ar D
90% de las especies (Figura 4). que el 46% fueron terrestres, solo el 11%
Cebus albifrons Ft, A I/F Ar D utiliza ambos estratos (semi-arbóreas)

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SEGUNDA PARTE: MAMÍFEROS AMAZONIA

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a b

Figura 4. Curva de acumulación de especies e intervalos de confianza al 95% de mamí-


c d feros medianos y grandes registrados en un cananguchal de la Amazonia colombiana.
Se muestra la curva según el estimador no paramétrico Chao1 y la línea asintótica de la
riqueza esperada de acuerdo a la ecuación de Clench.

a b

e f

g h

Figura 3. Algunas especies de mamíferos medianos y grandes registradas en un canangu-


chal de la Amazonia colombiana. a) Atelocynus microtis; b) Saimiri sciurus; c) Pecari tajacu;
d) Puma concolor; e) Tayassu pecari; f) Coendou melanurus; g) Tapirus terrestris; h) Lagothrix Figura 5. a) Gremios tróficos; b) patrones de actividad y c) hábitat estructural de mamí-
lagothricha. Las especies g y h se encuentran bajo alguna categoría de amenaza. Fotos: Foto- feros medianos y grandes registrados en un cananguchal de la Amazonia colombiana. Los
gramas de baja resolución extraídos de videos (a, b, c, d, e, f y g), V. H. Capera-Moreno (h). números sobre las barras corresponden al porcentaje de especies.

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(Figura 5c). Finalmente, fueron apenas de cananguchal cerca de Iquitos (Perú), acuerdo a Chao 1, y el 90% a la ecuación del nuevas plántulas (Acevedo-Quintero y
más frecuentes las especies de hábitos obtuvieron una riqueza de 20 especies de Clench. La combinación de metodologías Zamora-Abrego 2016).
diurnos que nocturnos, mientras que solo mamíferos de caza utilizando transectos ha demostrado ser efectiva en el registro
el 11% de las especies fueron catemerales, lineales, mientras que Tobler et al. (2008) de especies con diferencias marcadas en El dominio de la comunidad estudiada por
con actividad tanto en el día como en la en el sureste de Perú, registraron 21 espe- su historia natural. Por ejemplo, Trujillo parte de los mamíferos frugívoros puede
noche (Figura 5b). cies mediante fototrampeo. La riqueza de y Mosquera-Guerra (2016) utilizando el estar determinada, además de la influencia
especies, ligeramente mayor en el canan- fototrampeo y las búsquedas libres, encon- de los roedores mediados, por la presencia
En total fueron registradas seis espe- guchal del río Calderón, puede estar rela- traron para un sistema de morichales en la de varias especies de primates (8 especies).
cies incluidas dentro de alguna categoría cionada con el hecho de que este bosque se Orinoquia colombiana un total de 27 espe- En muchas zonas de los bosques amazó-
de amenaza de la UICN; y tres especies, encuentra en una zona de transición entre cies de mamíferos medianos y grandes. En nicos el Orden primates constituye una
de acuerdo al listado del Ministerio de la terraza baja mal drenada y la tierra firme, dicho trabajo se muestra como cada meto- gran proporción de la biomasa de verte-
Ambiente y Desarrollo Sostenible de lo cual facilita la colonización de especies dología logra registrar diferentes especies brados residentes (Haugaasenn y Peres
Colombia (Tabla 2, Figura 3g y h). vegetales de tierra firme en los sitios que según las características particulares del 2005), los cuales consumen frutos de una
no se inundan, aumentando la diversidad hábitat, y los requerimientos ecológicos de gran cantidad de especies (Aquino 2005),
Discusión arbórea comparada con otros ecosistemas las especies. actuando en ocasiones como frugívoros
de cananguchal (Urrego et al. 2013). Esta obligados y ciertas especies como opor-
Riqueza de especies condición puede aumentar la oferta de Gremios tróficos tunistas u ocasionales. Esta tendencia
En este trabajo se registraron 28 especies recursos (alimento, refugio) para una La comunidad de mamíferos medianos puede variar si se analizan otras regiones,
de mamíferos medianos y grandes, que mayor cantidad de especies de mamíferos. y grandes estudiada está dominada por por ejemplo, en sistemas de morichal
representan el 6% de la diversidad nacional Por otra parte, la combinación del método especies frugívoras. Representadas prin- en la Orinoquia colombiana Trujillo y
y aproximadamente el 14% de la diversidad de fototrampeo, incluyendo cámaras en cipalmente por el orden Rodentia quienes Mosquera-Guerra (2016) encontraron una
de mamíferos amazónicos colombianos el dosel, con la observación directa de las cumplen un importante papel como disper- prevalencia de especies carnívoras, mien-
(Ruiz et al. 2007, Solari et al. 2013). Al especies arroja resultados consistentes sores de semillas (Brewer 2001, Silva y tras que en los llanos venezolanos Cabrera
comparar la riqueza de especies del canan- y robustos, ya que se logra cubrir varios Tabarelli 2001). Varias especies de roedores et al. (2016) indican un domino de especies
guchal estudiado con otros sitios cercanos estratos del bosque registrando especies de talla media como Dasyprocta fuliginosa y insectívoras. Sin embargo cabe resalar que
en ecosistemas similares, se observa que la que utilizan el hábitat de manera distinta. Cuniculus paca han sido catalogadas como en este último trabajo se incluyen especies
zona alberga una importante comunidad Esto es respaldado por los resultados de eficientes dispersores de cortas distan- pequeñas como roedores y murciélagos.
de mamíferos medianos y grandes. Por los estimadores de riqueza, según los cias (Peres y Baider 1997, Silva y Tabarelli
ejemplo, Aquino y Calle (2003) en una zona cuales se obtuvo el 93% del inventario de op. cit., Mendieta-Aguilar et al. 2015), Los omnívoros y herbívoros-frugívoros
lo que puede contribuir a la distribución sumados alcanzan el 29% del total las
agregada de varias especies de árboles de especies de mamíferos registrados. En
semillas grandes (Silvius y Fragoso 2002). estos gremios se ubican los órdenes Artio-
Tabla 2. Especies de mamíferos medianos y grandes registrados en un cananguchal de la
Esta característica es común en zonas de dactyla, Perissodactyla, Didephimorpha y
Amazonia colombiana con algún grado de amenaza a nivel global (IUCN 2014) y nacional
bajos inundables como los canaguchales, Cingulata, con especies que actúan prin-
(MADS 2014).
ya que muchas especies de plantas como cipalmente como depredadores de semi-
M. flexuosa, requieren de ciertos niveles llas, especialmente los pecaríes o cerdos
Especie Global (UICN) Nacional (Res 0192/2014) de saturación hídrica del suelo para que de monte de la familia Tayassuidae (Kiltie
Mazama americana DD No listado sus semillas puedan germinar (Sioli 1975, 1981, Bodmer 1991, Beck 2006). Los peca-
Urrego et al. 2013). Por tanto, si los disper- ríes (Tayassu pecari y Pecari tajacu) aprove-
Tayassu pecari NT No listado
sores alejan los frutos lo suficiente de la chan los recursos de manera masiva y en
Atelocynus microtis NT No listado palma madre, pero a su vez depositan grandes manadas (Beek op. cit.), afectando
Panthera onca NT VU las semillas intactas en un lugar cercano la sobrevivencia de las plántulas, debido a
dentro de la zona de bajos inundables, es que a su paso pisotean y consumen raíces,
Tapirus terrestris VU CR
probable que se garantice con mejor éxito semillas y plántulas (Beek op. cit., Galeano
Lagothrix lagothricha VU VU la germinación y establecimiento de las et al. 2015). Asimismo, la presencia de

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE: MAMÍFEROS AMAZONIA

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herbívoros que consumen plántulas y fuliginosa y Cuniculus paca. Ambos son poca información disponible acerca de esta y Palacios 2007), así como el deterioro
brotes tiernos, como las especies de las roedores de talla media con estrategias especie, obedezca a la falta de muestreo. ambiental y fragmentación del hábitat
familias Cervidade y Tapiridae (Bodmer de forrajeo similares, las cuales hacen uso De igual forma, datos recientemente publi- (Rodríguez et al. 2006). Además, dentro de
1990, Álvarez-Romero y Medellín 2005), intensivo de los frutos de Mauritia flexuosa cados por los autores del presente trabajo, sus características particulares se destacan
también tienen efectos importantes en en la mismas zonas dentro del canangu- en la misma localidad, muestran al zorro su gran tamaño como en Tapirus terrestris
los patrones de reclutamiento de plán- chal. Sin embargo, según nuestros datos, de orejas cortas consumiendo los frutos y Tayassu pecari (Bodmer y Brooks 1997) y
tulas y con ello en la estructuración de los patrones de actividad son completa- de Mauritia flexuosa. Aunque su participa- sus aparentemente bajas densidades como
los bosques (Dirzo 2001, Silman et al. mente opuestos: D. fuliginosa es una especie ción en el proceso de remoción de semillas en Atelocynus microtis (Ayure y Gonzáles-
2003). Finalmente los depredadores, ya con actividad diurna, con la totalidad de los de esta palma es limitada, los datos regis- Maya 2014). También algunas pertenecen
sean carnívoros estrictos o especies que registros entre las 05:00 y las 18:00 horas trados sobre el consumo de los frutos son a grupos considerados sensibles como los
incluyen frutos e insectos en sus dietas, (117 registros), mientras que, C. paca es un importante aporte al conocimiento grandes felinos y primates (Puma concolor,
estuvieron bien representados con especies de hábitos completamente nocturnos, con de la historia natural de ambas especies Panthera onca y Lagothrix lagothricha)
como el jaguar (Panthera onca), el puma registros actividad entre las 19:00 y las (Acevedo-Quintero y Zamora-Abrego con grandes requerimientos de hábitat
(Puma concolor) y algunos primates de las 05:00 horas (40 registros). 2016). (Di Fiore 2003, Stevenson 2006, Payán-
Familias Cebidae y Aotidae. Estas especies Garrido y Soto-Vargas 2012). La presencia
cumplen importantes funciones en el flujo Historia natural Las cámaras ubicadas en el dosel permi- y frecuencia de ocurrencia de estas espe-
de nutrientes dentro del ecosistema y en la Mediante el método de fototrampeo se tieron registrar especies crípticas, de cies en la zona, sugiere que la comunidad
regulación de las poblaciones de las espe- logró el registro de algunas especies raras, hábitos nocturnos y de difícil registro como de mamíferos se encuentra en un buen
cies que consumen (Estes et al. 2012). y de comportamientos poco documentados el puercoespín de cola negra (Coendou mela- estado de conservación. Probablemente la
que contribuyen al conocimiento de la nurus) y la rata espinosa (Mesomys hispidus, región conserva muchas de las caracterís-
Patrones espacio-temporales historia natural de los mamíferos amazó- especie pequeña no incluida en el listado ticas ecológicas y del hábitat original, por
Aunque una gran proporción de especies nicos. Por ejemplo, entre los meses de julio por ser < 2 kg). Ambas especies fueron lo tanto se convierte en un lugar de suma
están explotando los frutos como recurso y diciembre de 2012 se obtuvieron 15 regis- registradas haciendo uso de los racimos y importancia para el mantenimiento de las
alimenticio, la utilización del espacio y los tros del zorro de orejas cortas (Atelocynus hojas de Mauritia flexuosa en el dosel como poblaciones a largo plazo.
patrones de actividad están claramente microtis) (Figura 3a). Esta especie está cata- lugar de refugio o madriguera. Está bien
divididos. Es decir, las especies arbóreas logada como uno de los carnívoros menos documentado que esta palma no solo es Conclusiones
y terrestres están presentes en propor- conocidos en el mundo (Leite-Pitman et al. una fuente importante de alimento para La importancia de los cananguchales para
ciones similares, al igual que las especies 2003, Koester et al. 2008, Ayure y González- las especies que habitan estos bosques, la mastofauna puede ser comparable con
diurnas y las nocturnas sumadas a la cate- Maya 2014). En Colombia, luego del trabajo sino que también muchas otras la utilizan otros ecosistemas de palmares inundables,
merales (con actividad tanto diurna como pionero de Hershkovitz (1961), Sánchez- como refugio. En este sentido se destacan como los dominados por las palmas Coper-
nocturna), que indica que existe una repar- Londoño (2006) obtuvo un registro en algunas aves psitácidas (González 2003, nicia alba, Bactris glaucescens, B. riparia,
tición exitosa de las especies en el espacio el Parque Nacional Amacayacu, mientras Brightsmith 2005), o en el caso de los Attalea princeps y Syagrus sancona en
y en el tiempo en el cual desarrollan sus que Ayure y González-Maya (2014) regis- mamíferos, los monos nocturnos del Bolivia (Sarmiento et al. 2016), o los mori-
actividades. Esta segregación espacio- traron dos individuos en Puerto Nariño, genero Aotus (Aquino y Encarnación 1986, chales de la Orinoquia en Colombia y Vene-
temporal es particularmente importante departamento del Amazonas. Más recien- Bodmer et al. 1999). Sin embargo, es la zuela (Trujillo y Mosquera-Guerra 2016,
para per-mitir la coexistencia de especies temente Payán y Escudero-Páez (2015) primera vez que se registra este tipo de uso Cabrera et al. 2016). Estos sitios consti-
filogenéticamente cercanas, con requeri- publicaron cinco registros obtenidos en por parte de mamíferos de difícil registro tuyen un mosaico de lugares importantes
mientos de hábitat similares o que hacen el año 2007 en la zona de los interfluvios como el puercoespín de cola negra. para los mamíferos, debido a que proveen
uso de los mismos recursos alimenticios de los ríos Tacana y Calderón, muy cerca áreas de refugio, alimentación y zonas de
(Schoener 1974, Brown et al. 1994, Gordon al área de estudio del presente trabajo. Especies amenazadas paso entre las distintas formaciones vege-
2000). Estos registros publicados en los últimos Seis de las especies observadas se encuen- tales. En nuestro caso, el cananguchal
años en el país, muestran que, probable- tran catalogadas en alguna categoría de estudiado y sus áreas aledañas albergan
Un ejemplo más claro de esta segrega- mente esta especie no es tan rara como se riesgo de extinción. En general, sus prin- una importante riqueza de especies de
ción, desde el punto de vista temporal, había sido sugerido (Michalski 2010, Leite- cipales amenazas están relacionadas con la mamíferos medianos y grandes. Estas
se presenta en las especies Dasyproctra Pitman y Williams 2011), y que tal vez la cacería de subsistencia (Peres 2000, Peres especies ocupan la mayoría de gremios

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE: MAMÍFEROS AMAZONIA

F. Trujillo

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

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238 Sotobosque de un cananguchal en el Trapecio Amazónico. Foto: J. F. Acevedo-Quintero


F. Wittmann
FLORISTIC DIVERSITY OF Mauritia
9. flexuosa WETLANDS IN THE BRAZILIAN
AMAZON
John Ethan Householder & Florian Wittmann

Abstract homogenous, mono-specific communities


Prior investigation of Maurita flexuosa may need reassessment. Clearly, a broad
wetlands (MFWs) has emphasized the range of species are able to establish and
ecology and exploitation of the habitat’s grow in MFWs – an extreme abiotic condi-
dominant canopy vegetation - M. flexuosa. tion in the Amazon. In this sense, further
This focus has tended to reinforce the understanding of which species occupy
impression of a homogenous MFW vegeta- MFWs, their traits, distributions, and
tion community; a prevailing perception evolutionary/biogeographic relationships
that stands unquestioned. is relevant to intractable questions regar-
ding Amazonian biodiversity as a whole.
Here we report on quantitative vegeta-
tion surveys conducted in 19 MFWs of the Keywords. Buriti. Buritizal. Mono-
Brazilian Amazon. We document a rich dominance. Palm swamp. Peat.
flora including >700 species of tree, shrub,
and herb growth forms. Understory herbs Introduction
and small woody vegetation accrue new Maurita flexuosa (Arecaceae) ranks
species at faster rates than large canopy amongst the most abundant and wides-
trees, but species accumulation curves pread tree species in the Amazon, esti-
exhibit no sign of leveling for any growth mated to account for ~1.5 billion stems
form. Most species are very rare, with (ter Steege et al. 2013). These individuals
nearly two-thirds of species documented overwhelmingly occur in mono-dominant
in only a single MFW. M. flexuosa wetlands (MFWs), or buriti-
zais, as they are known in Brazil. Canopy
Initial findings indicate underappreciated dominance in MFWs is attributed to the
patterns of heterogeneity and comple- permanently waterlogged site conditions
xity in MFW vegetation communities, – a distinctive hydro-edaphic feature in
most certainly linked to the habitat’s the Amazon where patterns of wetland
vast extent and environmental variabi- biodiversity and function are mostly
lity. Common perceptions of MFWs as understood in terms of flood/dry cycles of

Buritizal (Mauritia flexuosa) en el río Cuiuni, Amazonia brasileña. Foto: F. Wittmann 241
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : HUMEDALES BRASIL

J. E. Householder

seasonal river floodwaters (i. e., the flood base-line data of vegetation communi- herbaceous plants in two 1 x 1 m subplots of nested subplot separately, and for the
pulse, Junk et al. 2011). ties is still mostly lacking, confounding centered on each endpoint of the 50 m2 combined dataset.
recent investigation. This deficit is parti- suplot. Species abundances were measured
MFWs are ubiquitous on the Amazonian cularly evident in the Brazilian Amazon. as the number of stems for woody species, Results and discussion
landscape, but there is high uncertainty For example, in an exhaustive litera- and percent cover for herbaceous species.
of their spatial extent. Junk et al. (2013) ture review of 196 Brazilian freshwater Voucher specimens were collected for all Patterns of Floristic Diversity
estimated up to 10 million ha of MFWs wetland tree inventories, Amazonian species, with fertile material deposited
for all tropical South America, but up MFWs are conspicuously absent (Witt- in the Herbário do Instituto Nacional de Canopy Dominance
to 5 million ha may occur in the Peru- mann et al. in review). Even in the largest Pesquisas da Amazônia (INPA). Additio- In the 19 MFWs we sampled a total of
vian Amazon alone (BIODAMAZ 2004). Amazonian tree-plot network collated to nally, all metadata and annotation history, 3178 large-stemmed woody individuals
No specific coverage estimates are avai- date, of the total sampled wetland area as well as associated images from the field (dbh > 10 cm) which comprised the mid
lable for Brazil, but the country accounts in Brazil (227 ha) MFWs account for less and herbarium are openly available for all and upper canopy levels. Expectedly, M.
for the majority (~68%) of the habitat’s than half of one percent (ter Steege et. al. species through the Digital Herbarium flexuosa was the most dominant canopy
Amazonian range. What is clear is that 2013). of the Andes-Amazon Atrium Biodiver- species in terms of abundance. In the
MFWs cover a vast area of the basin, a sity Information System (http://atrium. average MFW this single species accou-
condition that seems to have endured Despite decades of research aimed speci- andesamazon.org) under the project nted for 68% of large stems. As a conse-
throughout most of the Amazon’s evolu- fically at MFW habitat, large knowledge entitled “Aguajal Project”. We assessed quence, canopy vegetation (> 10 cm dbh)
tionary history. According to fossil gaps still remain. To begin filling this patterns of floristic diversity for each type slowly accrued new species and accounted
evidence, MFWs have been a distinctive knowledge gap, here we provide a report
and dynamic feature of northern South on ongoing expeditionary and exploratory
America since at least the Paleocene and research focused on the floristic diver-
the current wide distribution of MFW sity of MFWs in the Brazilian Amazon.
habitat is likely to be a contraction of its Within this region, we examine patterns
original, ancient range, rather than recent of species richness and distribution of
expansion (Rull 1998). herbaceous and woody vegetation.

For decades, research on Amazonian Material and methods


MFWs has centered on the ecology and
exploitation of M. flexuosa itself (Padoch Sampling
1988, Hada et al. 2013). More recently, From 2011 to 2014 we quantitatively
however, increased interest in the habitat sampled the vegetation of 19 MFWs in
is an outgrowth of its recognized impor- the Brazilian Amazon, targeting a broad
tance in global carbon fluxes (House- geographical area and a wide spectrum
holder et al. 2012, Draper et al. 2014), of hydro-edaphic and geomorphological
paleoecology (Householder et al. 2015), conditions (Figure 1, Table 1). To sample
wildlife ecology (Brightsmith 2005, Tobler vegetation we installed 0.18 – 0.4 ha plots
et al. 2010), plant community ecology consisting of 100 m2 nested subplots placed
(Pitman et al. 2014), floristic diversity at ~100 m intervals following straight-line
(Householder et al. 2010), biogeography transects. We sampled: (1) large-stemmed
(de Lima et al. 2014, Householder et al. in woody individuals (dbh >10 cm) in linear
press), genetic resources (Van Dam et al. 100 m2 (50 x 2-m) subplots, (2) small-
2010) and associated non-timber forest stemmed woody individuals (dbh <10
products (Maruenda et al. 2013). Despite cm and height >1 m) in nested 50 m2 (25
the relevance of MFWs to diverse areas of x 2 m) subplots positioned on the center Figure 1. Locations of 19 Brazilian study sites overlaid on top of the Amazonian river
basic and applied scientific inquiry, even of its companion 100 m2 subplot, and (3) network. Several site locations overlap and are not visible.

242 243
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : HUMEDALES BRASIL

J. E. Householder

Table 1. Major macro-habitats, geomorphology, hydro-edaphic environment and uses of Table 1. Continuation.
MFWs in the Brazilian Amazon. Sampling was conducted in all macrohabitats and most
geomorphological classes, as indicated with “*”.
Macro Hydro-Edaphic
Geomorphology Use
Macro Hydro-Edaphic Habitat Environment
Geomorphology Use
Habitat Environment Water source: In 1 and
Usually small (1ha < x < 50ha) 2, mostly local rains, or
extents in: Water source: In 1 and 2, ground water flow (seeps,
mostly local rains and creeks, or high water
Small to vast extents in:
1- * Topographical lows ground water flow. table). In 3, river water.
following sinuous
1- * Distal floodplain
black water creeks Hydrology: In 1 and 2, Swimming/ Hydrology: In 1 and 2,
margins of Extraction of
(i.e., “baixios”). permanently saturated recreation, fruit permanently saturated
Terra* Firme pulsing rivers, in ornamental fish:
soils with shallow (<2m), pulp, wild game Igapo * soils with shallow (<2m)
topographical lows. the cardinal
2- Base of hills or floods after rain. hunting. Floodplains flooding after rain. In 3,
2- * Interfluvial (Paracheirodon
tepuis with lateral (Black-or potentially more seasonal
wetland complexes axelrodi) and
ground wáter flow Substrate: In 1 and 2, Clear-water) flooding, but wáter depth
in Rio Negro basin. green neon tetras
from uplands (seeps mostly clayey sometimes ~2m for much of the year.
3- * Along river (P. simulans).
or springs). with shallow peat (< 1m).
margins in
Substrate: In 1 and 2, clays
headwaters.
Small to vast extents (1ha < x and silts, but sometimes
Water source: In 1, mostly with shallow peat deposits
< 1000’s ha) in:
local rains, and ground (1-2m). In 3, mostly sands
water flow (seeps and and silts because of higher
1- * Distal floodplain
creeks). In 2, from river water velocity.
margins of
water.
pulsing rivers, in Water source: Local rains,
topographical lows. or ground water flow
Hydrology: In 1, Grazing, fruit
Várzea * Often associated (seeps, creeks, or high
permanently saturated pulp, wild game
Floodplains with impermeable water table).
soils with shallow (<2m) hunting, rice
(white- underlying strata.
flooding after rain. In 2, farming, gold Grazing, fruit
water) *Mostly small extents along Hydrology: Permanently
twice-daily tidally-induced mining (Peru). Climatic * pulp, natural
2- * Tidally influenced riparian areas (i.e., “veredas”) saturated soils with
river floods of freshwater. Savanahs fire breaks for
river islands and and lake margins. shallow flooding (<2m)
agricultural fields.
deltas (i.e., tidal after rain.
Substrate: In 1, clayey silts,
várzea) near the
but often with deeper peat
mouth of the Substrate: Highly variable
deposits (1 – 9m). In 2,
Amazon river. locally, from very sandy to
mostly silty clays.
very clayey.

244 245
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : HUMEDALES BRASIL

J. E. Householder

for the smallest portion of MFW richness In fact, 3 co-dominants were documented at the broad spatial scales examined here. habitat specialists predicted by conven-
(Figure 2a & b). in only a single MFW, and only E. preca- In the 19 MFWs we documented a surpri- tional paradigm, MFW vegetation
toria occurred in up to 4 sites (~20% of sing total of 725 species, with accumula- communities exhibit considerable compo-
The second most abundant large-stemmed plots). In sum, our results indicate that tion curves showing no sign of leveling sitional complexity.
species in individual MFWs accounted for, besides M. flexuosa itself, canopy domi- (Figure 2a). The great majority of these
on average, 10% of large stems, ranging nants in MFWs reveal substantial variabi- species (62%) were documented in only a While permanent waterlogging is a
between 2 and 29% among wetlands. lity across broad spatial scales. single wetland. Only fifteen species (2%) common filter in all MFWs (Figure 3),
Some of these abundant species might occurred in over a third of sites; only three an additional set of local filters includes
be considered as co-dominants. Using a Compositional Complexity occurred in slightly over half. What is clear substrate conditions, water chemistry
10% cutoff for species’ relative local abun- The MFW vegetation community is is that, far from the small community of and flooding depth, which all vary greatly
dance, canopy co-dominants included broadly considered to be floristically
a handful of species, including Camp- depauperate. This is generally ascribed to
nosperma gummiferum (Anacardiaceae), environmental adversity which strongly
Euterpre precatoria (Arecaceae), Luehea filters species from the regional pool,
sp. (Malvaceae), Macrolobium sp. (Faba- mainly on the basis of their tolerance to
ceae), Qualea sp. (Vochysiaceae), Virola waterlogging. The compositional corollary
sp. (Myristaceae), and two species of of this is the expectation that a small set
Clusia (Clusiaceae). While these 8 species of predictable, specialist species comprise
achieved co-dominance locally, at the MFWs. While these prevailing notions are Figure 3. Mauritia flexuosa wetlands are
scale of the entire study region none were useful in some respects, they do not satis- always associated with hydromorphic
co-dominant in more than a single MFW. factorily explain the patterns we observed substrates. In contrast to the strong flood
seasonality of most Amazonian wetlands,
vegetation communities in MFWs are
inundated year-round, or nearly so.
a b Flooded conditions often present many
difficulties for researchers, complicating
even simple tasks, like walking. This may
be one reason why MFW plant commu-
nities are so poorly documented. Peren-
nial flooding also inhibits the complete
decomposition of vegetation-derived
organic material and peat deposits may
development. Indeed, the deepest and
most extensive peats in the Amazon are
associated with M. flexuosa. The identi-
fication and mapping of these carbon-
dense wetlands is a necessary first step
to understanding their role in global
carbon fluxes and climate, a top research
Figure 2. Species richness patterns of herbaceous and woody (large- and small-stemmed) priority. The photos show researchers
vegetation classes. Species accumulation curves (A), were calculated based on 10 random working in MFWs presenting large peat
draws from each respective vegetation class (colored), or the combined community (grey). deposits, located along the Cuiuni River,
The pie chart (B) indicates relative contributions of each vegetation class to total richness. Brazil (top), the Amazonas River, Brazil
The green slice indicates the proportion of woody species found in both small- and large- (middle), and the Madre de Dios River,
stemmed size classes. Peru (bottom). Photos: J. E. Householder.

246 247
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : HUMEDALES BRASIL

J. E. Householder

among MFWs– substrates range from the great majority (70%) were entirely
sand to clay and peat; water levels range restricted to the understory (Figure 2b).
from subsurface saturation to ~2m deep;
and soil nutrient conditions vary by orders Similar to understory woody vegeta-
of magnitude. As such, environmental tion, we encountered a rich herbaceous
filtering along strong abiotic gradients community, accounting for 38% of MFW
may be one source of floristic diversity. As species richness. Most herbaceous species
abiotic conditions in MFWs are often at in MFWs are rooted and emergent above
the limits of what many vascular plants the maximum water level fluctuation. In
can tolerate, even small local environ- contrast, submerged and floating aquatics
mental differences may translate to great are relatively rare, however the former
compositional change. can become locally dominant along black-
water canals where M. flexuosa dominates.
Another likely source of floristic variation Taken together, ~80% of MFW diversity
stems from the habitat’s vast distribu- is restricted to the understory, nearly
tion and broad spectrum of geomorpho- equally divided between small-statured
logical settings in which it can occur woody vegetation and herbs. This stands
(Figure 4, Table 1). For example, throug- in stark contrast to surrounding Amazo-
hout the Amazon, MFWs are found in nian forests, where most of the plant
all major habitats, including terra firme, diversity resides in mid and upper canopy
várzea (white water floodplains), and levels and produces closed-canopy forests
igapó (black and clear water floodplains). with dark understories. In MFWs, the
They even form transitions with white- straight boles and limited crown spread
sand heath, or campina (M. flexuosa tran- of M. flexuosa generate substantial varia- Figure 4. A selection of photos demonstrating some of the environmental, geomorpho-
sitions with sister species Mauritia carana bility in regards to understory sunlight. logical, and structural variability of sampled MFWs. Clockwise from the top left photo:
(Arecaceae) in white-sand habitat). In this This diversity of light conditions probably (top left) MFW associated with black water igapo along the Xixuau river of the Rio Negro
sense, MFWs recruit species from vege- permits a rich and distinct understory region. Mauritia flexuosa is abundant in the headwaters regions of many black water rivers,
tation communities of a nearly complete community to thrive in MFWs, despite which remain virtually unexplored. (Top right) vereda or gallery-type MFW along a small
sampling of all major Amazonian habi- waterlogged conditions. creek in the Boa Vista savannahs, Roraima. In dry savannah regions these gallery-type
tats. Such “spillover” further contributes MFWs can support a large compliment of regional plant diversity because of high local
to regional MFW diversity. Conclusions humidity; (bottom right) baixio-type MFW in terra firme uplands Maraca Island, Roraima.
Despite decades of research targeting The photo illustrates the high light conditions and high density of understory shrub and
High Understory Richness M. flexuosa in the Amazon, our unders- herbaceous vegetation typical of most MFWs; (bottom left) a peat forming MFW (~2m
Small-stemmed woody vegetation accou- tanding of the MFW vegetation commu- organic depth) in the floodplains of the Paru River in Amapa, Eastern Amazonia. Fire has
nted for the largest fraction of MFW nity is still lacking. Partial blame is that been used by local ranchers to clear understory vegetation, leaving only adult stems of M.
richness (42%), and accrued new species MFWs are absent from most floristic flexuosa and an impoverished understory community. Photos: J. E. Householder.
at the highest rate (Figure 2a & b). This inventory programs. When included,
may due to the extremely high density of standardized sampling protocols may
small stems in MFWs, accounting for the consistently under sample MFW floristic
majority (73%, n = 8838) of woody indi- diversity – understory species account for a small set of dominant habitat specia- understanding of which species, their
viduals (Figure 4 bottom right). While a ~80% of MFW floristic diversity, smaller lists across broad spatial scales needs traits, distributions, and evolutionary/
small proportion of these small-stemmed, in size than the minimum cutoffs most revision. Rather, a wide range of species biogeographic histories will undoubtedly
understory individuals also achieved larger commonly used for Amazonian forests. and families are thriving in MFWs – an shed new light on enduring questions of
diameter stems (> 10 cm dbh), corres- Our data further indicate that the prevai- environmentally extreme and ubiquitous Amazonian biodiversity as a whole.
ponding to mid and upper canopy levels, ling perception of MFWs as comprised of Amazonian habitat. In this sense, a fuller

248 249
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : HUMEDALES BRASIL

J. E. Householder

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250 251
F. Castro-Lima
LOS PALMARES EN ECOSISTEMAS
INUNDABLES DE LA AMAZONIA
10. PERUANA: BAJO UCAYALI Y
ALTO HUALLAGA
Ángel Martín Rodríguez del Castillo, Nandy Macedo Vásquez, María
de Fátima Sánchez Márquez, Sandro De la Roca Sánchez, Jean-
Christophe Pintaud † y Kember Mejía Carhuanca

Resumen hay otras agrupaciones de palmeras


Se reportan los datos de evaluaciones de menos extensas en las orillas de los cursos
comunidades de palmeras que se encuen- de agua, conocidas como los manchales de
tran en zonas inundables del bajo río huiririma (Astrocaryum jauari) y/o los ñeji-
Ucayali y el alto río Huallaga. En el alto llales (Bactris riparia).
Huallaga, la vegetación de tierras bajas
está dominada por bosques de quebrada Palabras clave. Amazonia andina.
irregularmente inundados durante la esta- Diversidad. Palmeras.
ción lluviosa, y por bosques sobre suelos
aluviales inundados anualmente por el río Introducción
Huallaga, con presencia de especies como En la naturaleza no existen clases defi-
Astrocaryum carnosum, Euterpe precatoria nidas de vegetación y las condiciones
y Oenocarpus mapora entre otros. Por ecológicas variadas pueden combinarse de
otro lado, en el bajo Ucayali, los bosques cualquier manera. Por ello, solo es posible
de quebrada, en las terrazas medias, hacer una aproximación somera de clasi-
inundadas por el agua de escorrentía, ficación, que resulta en una abstracción
son dominados por pocas especies, estos y simplificación de la realidad (Encar-
bosques son conocidos como sacha agua- nación 1985, 1993, Kalliola et al. 1993).
jales. En los bosques sobre suelos aluviales Las palmeras constituyen un grupo muy
se encuentran comunidades de palmeras importante del componente florístico
como los shapajales (Attalea huebneri), tanto en bosques inundados como de
huicungales (Astrocaryum chonta) y yari- tierra firme. La composición florística y
nales (Phytelephas tenuicaulis). En las áreas la estructura de los bosques inundables
pantanosas destacan por su extensión los amazónicos están determinadas por los
aguajales, formaciones densas de Mauritia patrones de inundación, el tipo de agua de
flexuosa, mixtas con huasai (Euterpe spp) inundación, el tipo de sustrato y la acidez
y varias especies de latifoliadas. También del agua (Kahn y Mejia 1990, 1991), y

Troncos de palmeras de Mauritia flexuosa. Foto: F. Castro-Lima. 253


XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : AMAZONIA PERUANA

Á. M. Rodríguez del Castillo

es en estos bosques, donde los aguajales las tierras altas, son más bien homogé-
constituyen complejos pantanosos de neos y difieren de los bosques de altura
difícil delimitación. por su composición florística, fisonomía y
estructura (Granville 1976, Kahn y Castro
En el presente trabajo se muestra informa- 1985, Oldeman 1974). Las palmeras se
ción sobre la diversidad y abundancia de encuentran en todos los bosques de la
las especies de palmeras que habitan los cuenca amazónica; las formas arbores-
ecosistemas inundables en los valles de los centes grandes son frecuentes en los
ríos Ucayali y Huallaga, en la Amazonia suelos inundados o hidromórficos, en
peruana (Figura 1). donde usualmente forman poblaciones
densas. Algunas de estas especies están
Bosques amazónicos inundables y relacionadas con la dinámica fluvial y con
las palmeras las propiedades del agua (carga de sedi-
Los ecosistemas forestales inundables mentos, acidez), como fue reportado por
cubren extensas áreas en la Amazonia Spruce (1871). La familia Arecaceae cons-
peruana (Lopez-Parodi y Freitas 1990, tituye también un grupo importante en
ONERN 1975, Salo et al. 1986). En los estos bosques pues contribuye con apro-
valles de las tierras bajas de los principales ximadamente el 12,6% de la abundancia
ríos están diversificados y constituyen un y dominancia de estos bosques (Freitas
mosaico vegetacional complejo (Encarna- 1996).
ción 1985), mientras que en los valles de
Palmeras en bosques inundables en
el bajo Ucayali (Kahn y Mejía 1991,
Macedo 2016)
En el bosque de suelos aluviales (restinga),
se encuentran 11 especies en 1 ha (Tabla
1). De ellas, cinco representan el 98,9% de
la comunidad: Astrocaryum chonta, Phyte-
lephas tenuicaulis, Attalea huebneri (Figura
2), Bactris bífida y Geonoma acaulis. Sobre
los 10 m de altura la densidad de palmeras
es muy baja (0,3%) y muy alta entre 1-10 m
(353 palmeras/0,1 ha, 50,2% de la comu-
nidad). Astrocaryum chonta y P. tenuicaulis,
especies mono y multicaules, respecti-
vamente, dominan el estrato de 1-10 m;
ambas especies raramente alcanzan más
de 10 m de altura. La densidad de palmeras
menores a 1 m de altura es alta (49,5% de
la comunidad), a pesar de la inundación
prolongada de 3 a 4 meses al año.

En los bosques permanentemente inun-


Figura 1. Mapa de los palmares en ecosistemas inundables de la Amazonia peruana. Bajo Figura 2. Individuo adulto de Attalea dados (aguajales), se encuentran 11 espe-
Ucayali y alto Huallaga. huebneri. Foto: N. Macedo. cies en 1 ha muestreada. Entre ellas,

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : AMAZONIA PERUANA

Á. M. Rodríguez del Castillo

Figura 6. Inflorescencia y frutos de Bactris


maraja. Foto: Á. M. Rodríguez del Castillo.

constituyen matas densas en áreas


pequeñas. Otras especies que se registran
Figura 4. Inflorescencia de Bactris son Geonoma acaulis, Desmoncus horridus,
Figura 3. Individuo adulto de Mauritia concinna. Foto: Á. M. Rodríguez del Figura 5. Hábitat de Bactris concinna. Astrocaryum chonta, Bactris bidentula, B.
flexuosa. Foto: J. C. Pintaud. Castillo. Foto: Á. M. Rodríguez del Castillo. brongniartii y B. corosilla.

cuatro especies representan el 90,2% (restingas) que limitan la depresión


de la comunidad de palmeras (sobre 1 m empantanada de M. flexuosa. Sin embargo, Tabla 1. Comparación específica de las comunidades de palmeras en el bajo Ucayali.
de altura) incluyen a Mauritia flexuosa Phytelephas tenuicaulis, también abun-
(Figura 3), Geonoma acaulis, Oenocarpus dante en las “restingas” cercanas, está Bosque Bosques periódicamente
mapora y Euterpe precatoria. El dosel de ausente en la depresión. Bosques periódicamente
permanentemente inundados por aguas
estos bosques empantanados está esen- inundados sobre suelos aluviales
inundado negras
cialmente compuesto por M. flexuosa. La En los bosques periódicamente inundados Astrocaryum chonta Astrocaryum chonta Astrocaryum javarense
densidad de las palmeras sobre los 10 m por aguas negras (conocidos localmente
Attalea huebneri Attalea huebneri Astrocaryum jauari
es alta, con 207 palmeras por hectárea. El como tahuampa), la riqueza de palmeras
área basal de las palmeras representa el es baja, en esta comunidad ocurren espe- Bactris bifida Bactris bifida Bactris bidentula
55% del área basal total (31,1 m2/ha), con cies de palmeras que crecen en sus formas Bactris maraja Bactris maraja Bactris brongniartii
336 troncos, incluyendo 230 M. flexuosa acaules, trepadoras y caulinares, asocia- Bactris monticola Bactris monticola Bactris concinna
(138 adultos y 92 troncos jóvenes). La ciones de palmeras con y sin espinas. Las
Desmoncus polyacanthos Desmoncus polyacanthos Bactris corosilla
densidad de las palmeras en el sotobosque especies más comunes son Astrocaryum
(1-10 m) es de 98 palmeras/0,1 ha; la mitad jauari, una palmera arborescente multi- Euterpe precatoria Euterpe precatoria Bactris maraja
de ellas son juveniles acaules y con tronco caule, que alcanza hasta 20 m de altura, Geonoma acaulis Geonoma acaulis Bactris riparia
de M. flexuosa. La densidad de Astrocaryum Bactris riparia, B. concinna (Figuras 4 y Oenocarpus mapora Mauritia flexuosa Desmoncus horridus
chonta y Attalea huebneri (Figura 2) es 5) y B. maraja (Figura 6) multicaules,
Phytelephas tenuicalis Oenocarpus mapora Geonoma acaulis
muy baja, a pesar que ambas son especies que son palmeras pequeñas menores a
dominantes en los bancos de sedimento 10 m de altura. Estas especies cespitosas Socratea exorrhiza Socratea exorrhiza -

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : AMAZONIA PERUANA

Á. M. Rodríguez del Castillo

Palmeras en bosques inundables Euterpe precatoria, Oenocarpus mapora


en el alto Huallaga Ucayali (Kahn y y Geonoma macrostachys. Astrocaryum
Mejía 1991) macrocalyx (Figura 8) es la especie domi-
En los bosques de quebrada se regis- nante en el sotobosque. La densidad de
tran 15 especies (Tabla 2). La densidad palmeras sobre los 10 m de altura es baja
por cada especie es acumulada en 1,6 (0,7% de la comunidad). Se puede encon-
ha. Nueve de ellas representan el 93,7% trar también Socratea exorrhiza, palmera
de la comunidad: Geonoma brongniartii, bastante cosmopolita, presente también
Oenocarpus bataua, Euterpe precatoria en los otros ecosistemas inundables antes
(Figura 7), Geonoma macrostachys, Oeno- mencionados (Figura 9) y Attalea moorei
carpus mapora, Socratea exorrhiza, Iriartea (Figura 10), especie muy utilizada para
deltoidea, Wettinia augusta y Mauritia construcción en toda su área de distribu-
flexuosa. La densidad de las palmeras ción a lo largo del río Huallaga. Figura 10. Comunidad de Attalea moorei.
sobre los 10 m de altura es baja (1,6% de Foto: Á. M. Rodríguez del Castillo.
la comunidad). Aspectos ecológicos de las palmeras
Un aspecto importante del estudio de extenso de adaptaciones y comporta-
En los bosques en suelos aluviales perió- un determinado taxón es conocer carac- mientos ecológicos (Kahn y Granville
dicamente inundados, habitan 15 espe- terísticas ecológicas que permitan iden- 1992). Las palmeras son componentes
cies en 0,4 ha estudiadas (Tabla 2). tificar y describir el hábitat en el cual se conspicuos e importantes para diferentes
Entre ellas, cuatro constituyen el 86% desarrollan. La diversidad morfológica de Figura 9. Individuo adulto de Socratea tipos de vegetación en el trópico y subtró-
de la comunidad: Astrocaryum carnosum, las palmeras está en función a un rango exorrhiza. Foto: J. C. Pintaud. pico, llegando incluso a ser componentes

Tabla 2. Composición específica de las comunidades de palmeras en el alto Huallaga.

Bosque periódicamente inundado


Bosque de quebrada
sobre suelos aluviales
Astrocaryum carnosum Astrocaryum carnosum
Bactris maraja Attalea moorei
Bactris sp. Bactris sp.
Chamaedorea lanceolata Chamaedorea lanceolata
Desmoncus sp. Chelyocarpus ulei
Euterpe precatoria Euterpe precatoria
Geonoma acaulis Geonoma acaulis
Geonoma brongniartii Geonoma macrostachys
Geonoma macrostachys Geonoma maxima
Iriartea deltoidea Iriartea deltoidea
Mauritia flexuosa Mauritia flexuosa
Oenocarpus bataua Oenocarpus bataua
Oenocarpus mapora Oenocarpus mapora
Socratea exorrhiza Phytelephas macrocarpa
Figura 7. Individuo adulto de Euterpe Figura 8. Astrocaryum macrocalyx, frutos.
precatoria. Foto: J-C. Pintaud. Foto: Á. M. Rodríguez del Castillo. Wettinia augusta Socratea exorrhiza

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : AMAZONIA PERUANA

Á. M. Rodríguez del Castillo

principales de algunos tipos de vegetación sedimentos que deja la inundación de las En los últimos años se han desarrollado Bibliografía
(Uhl y Dransfield 1987). En la Amazonia aguas del río Ucayali y el material bioló- estudios ecológicos de palmeras a nivel • Balslev, H., W. Eiserhardt, T. Kristiansen
peruana, los estudios en palmeras han gico, (restos de las grandes hojas de la de comunidades, los que han estado diri- y D. Pedersen. 2010. Palms and palm com-
sido orientados principalmente a la palmera) en distintos estados de degra- gidos a evaluar patrones de distribución munities in the upper Ucayali river valley
taxonomía y etnobotánica, y por mucho dación. En la cuenca del río Huallaga, los espacial a diferentes escalas, patrones - little-known region in the Amazon basin.
Department of Biological, Science, Aarthus
tiempo se dejó de lado el estudio sobre palmerales extensos son formaciones con de riqueza en relación a factores ambien-
University 54 (2): 57-72.
los aspectos ecológicos, estos últimos M. flexuosa, Oenocarpus bataua, Iriartea tales, patrones de dispersión, así como al • Encarnación, F. 1985. Introducción a la
han sido orientados mayormente hacia la deltoidea, como especies dominantes. conocimiento del hábitat de comunidades flora y vegetación de la Amazonia peruana.
especie Mauritia flexuosa “aguaje”, debido de palmeras en sitios poco explorados Estado actual de los estudios, medio na-
principalmente a su importancia socio- En los pequeños valles de las tierras altas (Mejía 1993, Vacalla 2003, Kristiansen et tural y ensayo de claves de determinación
económica y ecológica en el paisaje amazó- no inundables, los suelos, constituidos al. 2009, 2011, 2012, Balslev et al. 2010). de las formaciones vegetales en la llanura
nico. En la cuenca baja del río Ucayali esta por un podzol gleyco, son inundados Estos estudios han estado enfocados amazónica. Candollea 40 (1): 237-252.
especie forma extensiones grandes muy temporalmente por la acumulación del frecuentemente en especies que además • Encarnación, F. 1993. El bosque y las for-
maciones vegetales en la llanura amazóni-
densas, en algunos casos casi monoes- agua de las lluvias y de la escorrentía; en tienen un particular interés económico o
ca del Perú. Alma Mater 6: 93 – 114.
pecífica, sobre suelos pantanosos. Estos estos ambientes M. flexuosa, O. bataua y E. por el uso que brinda a las comunidades • Freitas, L. A. 1996. Caracterización florís-
suelos son turbera compuestas por los precatoria son especies dominantes. humanas (Tabla 3). tica de cuatro comunidades boscosas de
terraza bajaen la zona de Jenaro Herrera,
Conclusiones Amazonia peruana. Documento técnico N°
Tabla 3. Palmeras útiles en los bosques inundables de la Amazonia peruana. La diversidad de palmeras, en los ecosis- 26. IIAP. Perú. 77 pp.
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quelques forêts sur le Grand Inini. Cahiers
Nombre
la Amazonia peruana (Huallaga) es baja,
Especie Parte usada Utilización ORSTOM Série Biologie XI: 23-34.
común con relación a la diversidad que se puede • Kahn, F. y A. Castro. 1985. The palm com-
encontrar en las tierras no inundables de munity in a forest of central Amazonia,
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Astrocaryum jauari Huiririma Endosperma inmaduro Comestible, aceite • Kahn, F. y K. Mejía. 1990. Palm communi-
Astrocaryum javarense Huicungo Endosperma inmaduro Comestible Las especies arborescentes, Mauritia ties in wetland forest ecosystems of Peru-
Comestible, flexuosa, Euterpe precatoria y Oenocarpus vian Amazonia. Forest Ecology and Manage-
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formaciones de palmerales en los ecosis- • Kahn, F. y K. Mejía. 1991. Las comunida-
Comestible, des de palmeras en los ecosistemas fores-
Attalea moorei Shapaja Endospermo inmaturo, hojas temas inundables de la zona oriental,
techado tales inundables de la Amazonia peruana.
Bactris maraja Nejila Frutos (mesocarpio) Comestible mientras que otras especies, como Astro- Folia Amazónica 3: 49-60.
caryum jauari y las especies de Bactris spp • Kahn, F. y J.-J. de Granville. 1992. Palms
Bactris concinna Nejila Frutos (mesocarpio) Comestible
forman parches no muy extensos, cono- in Forest Ecosystems of Amazonia. Ecolo-
Desmoncus polyacanthos Cashavara Estípite Esteras cidos como “huiririmales” y “ñejillales”. gical Studies. Springer Verlag. 226 pp.
Comestible, Catorce especies son utilizadas por las • Kalliola, K., M. Puhakka y W. Danjoy. 1993.
Euterpe precatoria Huasaí Hojas tiernas, estípite
construcción poblaciones rurales. La población rural Amazonia peruana: vegetación húmeda
consume el endospermo o el mesocarpio tropical en el llano subandino. Proyecto
Iriartea deltoidea Huacrapona Estípite Pisos, paredes
Amazonia, Universidad de Turku. Oficina
Comestible, de los frutos, a excepción de los de I.
Fruto (mesocarpio), estipe, Nacional de Evaluación de Recursos Natu-
Mauritia flexuosa Aguaje almidón, deltoidea y S. exorhiza, el estípite de estas rales. Perú. 265 pp.
hoja dos últimas especies son más bien utili-
construcción • Kristiansen, T., J.-C. Svenning, C. Grández,
Oenocarpus bataua Ungurahui Frutos (mesocarpio) Comestible, aceite zadas en la construcción de las viviendas J. Salo y H. Balslev. 2009. Commonness of
tradicionales, ya sea para los pisos para Amazonian palm (Arecaceae) species: pat-
Bebidas, utensilios
Oenocarpus mapora Sinamilllo Fruto, peciolo las paredes de las casas. terns, cross-scale links, and potential de-
domésticos
terminants. Acta Oecologica 35: 554-562.
Socratea exorrhiza Cashapona Estipe pisos, paredes. Construcción doi:10.1016/j.actao.2009.05.001

260 261
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE : AMAZONIA PERUANA

• Kristiansen, T., J.-C. Svenning, D. Peder- ción y desarrollo para la Amazoní. Facultad
sen, W. L. Eiserhardt, C. Grández y H. Bals- de Ciencias Forestales. Iquitos, Perú. 4 pp.
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ceae) species richness patterns and their la forét guyanaise. Mémoires ORSTOM 73:
cross-scale determinants in the western 1-204.
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doi: 10.1111/j.1365-2745.2011.01834.x integración de los recursos naturales de la
• Kristiansen, T., J.-C. Svenning, W. L. Ei- zona de Iquitos, Nauta, Requena y Colonia
serhardt, D. Pedersen, H. Brix, S. M. Kris- Angamos. ONERN, Lima.
tiansen, M. Knadel, C. Grández y H. Bals- • Salo, J., R. Kalliola, I. Häkkinen, Y. Mäki-
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río Ucayali, Loreto-Perú. Tesis de pregra- sidad de palmeras en el arboretum “El
do, Universidad Nacional de la Amazonia Huayo” del centro de investigación y ense-
Peruana. Facultad de Ciencias Forestales, ñanza forestal – Puerto Almendras”. Tesis
Escuela de formación profesional de Inge- para optar el título de Ingeniero Forestal.
niería en Ecología de Bosques Tropicales. Universidad Nacional de la Amazonia Pe-
Perú. 132 pp. ruana, Facultad de Ingeniería Forestal.
• Mejía, K. 1993. Ecología y utilización de Iquitos-Perú. 84 pp.
las palmeras: seminario de ecología, educa-

262 Lago Sandoval, aguajal amazónico. Foto: ITA-Inkaterra.


Y. Quinteros
ECOLOGÍA, USO Y CONSERVACIÓN DE
LOS AGUAJALES EN EL ALTO MAYO,
SAN MARTÍN. UN ESTUDIO SOBRE
11. LAS CONCENTRACIONES DE Mauritia
flexuosa EN LA SELVA PERUANA
Yakov Quinteros, Fernando Roca A. y Viviana Quinteros

Resumen presente artículo describe una de estas


Los ecosistemas amazónicos son el resul- concentraciones ubicadas en zonas de
tado de procesos de selección natural que bosque cordillerano nororiental (Posic,
permitieron la adaptación de especies Rioja) en la Amazonia peruana, su impor-
genéticamente resistentes y adaptadas al tancia, estrategias de conservación y apro-
medio. Mauritia flexuosa L.f. (Arecaceae) vechamiento del recurso por los grupos
“aguaje”, ha desarrollado un conjunto humanos que habitan estos territorios.
de adaptaciones que le permiten ser la
especie más abundante e importante para Palabras clave. Alto Mayo. Aguaje.
las poblaciones humanas en ecosistemas Arecaceae. Posic. Usos.
amazónicos. Su distribución en la cuenca
amazónica es muy extensa, pudiendo Introducción
ser encontrada en suelos permanente o La familia Arecaceae está formada por
temporalmente inundados. En el Perú, aproximadamente 200 géneros y 1.500
los territorios donde esta palmera predo- especies de palmeras para todo el mundo
mina son denominados “aguajales” y se (Uhl y Dransfield 1987, Henderson et al.
encuentran principalmente en la várzea. 1995). Por su parte Dransfield et al. (2005)
Sin embargo, en las provincias de Rioja y sostienen que en el Neotrópico crecen de
Moyobamba (Alto Mayo – San Martín), a forma silvestre alrededor de 790 especies
una altitud promedio de 860 m s.n.m. en de palmeras y que las zonas neotropicales
el piedemonte andino, también es posible más ricas se encuentran en los territorios
encontrar extensas formaciones natu- del Chocó en Colombia y en el Istmo Meso-
rales de aguajales con características muy americano de Panamá y Costa Rica (Bjor-
particulares. La dependencia de uso de holm et al. 2005).
esta especie es muy grande no solo para la Suramérica aparece como uno de los
fauna típica sino también para las pobla- mayores centros de riqueza para esta
ciones humanas, quiénes aprovechan familia, ya que cuenta con cuatro de las
todas las partes de la planta manifestando cinco subfamilias de palmeras reportadas
de esta manera su diversidad cultural. El para el mundo: Calamoideae, Arecoideae,

Palma de aguaje. Foto: Y. Quinteros. 265


XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE: ALTO MAYO, PERÚ

Y. Quinteros

Coryphoideae y Ceroxyloideae. Tres tribus encuentra mayormente al este del río que son atribuidas a este ecosistema se de bosque cordillerano nororiental, en la
y subtribus son endémicas o sub-endé- Madeira y en las cuencas de los ríos Negro encuentran la protección que brinda a los Amazonia peruana, así como identificar
micas de América del Sur: Mauritiinae, y Nanay en Perú (Goulding y Smith 2007). cauces de agua permanente, conservación las estrategias utilizadas en el manejo del
Phytelepheae y Leopoldinieae (Dransfield Mauritia flexuosa es una palmera que ocupa de la biodiversidad y como sumidero de aguajal.
et al. 2005). Pintaud et al. (2006) repor- el estrato alto del dosel, adaptada a suelos carbono (Coradin y Lleras 1988, Padoch
taron 459 especies de palmeras represen- permanentemente inundados, de tronco 1988, Ponce et al. 2000, Rojas et al. 2001, Materiales y métodos
tadas por 50 géneros. En el Perú, la familia simple, con flores dióicas y hojas perennes Del Castillo et al. 2006, Freitas et al 2006,
Arecaceae es reconocida con 33 géneros palmadas (Santelli et al. 2009). En estado Manzi y Coomes 2009, Gilmore et al. Zona de estudio
y 155 especies (Brako y Zaruchhi 1993), natural logra alcanzar hasta 40 metros de 2013, Isaza et al. 2013, Mendieta-Aguilar La región San Marín se ubica en la zona
además de contar con nueve endemismos altura y llega a su primera fructificación et al. 2015). A pesar de su importancia, los septentrional-central del Perú en territo-
agrupados en seis géneros (Millán 2006). a la edad vegetativa de ocho años (Villa- frutos son cosechados de manera insoste- rios esencialmente de selva alta, aunque
chica 1996). Sus estructuras reproduc- nible (Holm et al. 2008, Manzi y Coomes hacia el oeste algunos sectores de esta
Muchas de las especies presentes en el tivas sobrepasan los dos metros de largo 2009) lo que se evidencia en impactos región colindan con el flanco oriental del
continente suramericano encuentran y en fase de producción son estimados un sobre comunidades sensibles como las de relieve andino (UNODC 2014). La fisio-
relación con palmeras africanas. Moore promedio 4.000 frutos por planta al año vertebrados que dependen directamente grafía irregular de la región da como resul-
(1973) planteó la hipótesis de que especies (Villalobos 1994). Su pulpa es amarilla, de este recurso para su dieta (Moegenbur tado la presencia de condiciones climáticas
de palmeras nativas africanas tengan sus carnosa y comestible y está recubierta por y Levey 2003). heterogéneas que varían principalmente
descendientes en América del Sur. A la vez escamas extremadamente duras de color con la altitud, la precipitación y la época
que, Pennington y Dick (2004) sostienen rojizo cuando maduras (Henderson et al. En el Perú existen más de cinco millones del año. La zona del Alto Mayo se ubica en
que la similitud de las especies puede 1995). de hectáreas de aguajales (del Castillo et al. sectores de colinas altas donde el clima
deberse a migraciones que ocurrieron 2006), distribuidos principalmente en San es ligeramente húmedo y semi-cálido con
hasta el fin del Paleoceno (55 millones González-B. (1987) expone que el centro Martin, Huánuco, Madre de Dios, Cusco, temperaturas promedio anual de 24°C y
de años), mientras que Dransfield y Uhl de especiación de M. flexuosa y en general Loreto, Ucayali y Pasco (Kahn y Moussa precipitaciones que sobrepasan los 1.500
(1986) comprobaron que los diferentes del género Mauritia se encuentra repor- 1994, Brako y Zarucchi 1993, Vásquez- mm anuales (Figura 1). Estas caracte-
tipos de hábitats donde se desarrollan las tado en la cuenca amazónica, desde donde Ocmín et al. 2009). rísticas hacen de San Martín una de las
especies de palmeras influyen de manera mostró un desplazamiento gradual a las regiones más importantes y diversas de la
directa en cambios en la forma de los regiones bajas y mal drenadas, restrin- A pesar de todas las dificultades para la cuenca amazónica peruana por lo que es
frutos y que en realidad puede tratarse de giéndose su distribución a la zona tropical conservación de los aguajales en varias considerada como la región verde del país.
una sola especie con fenotipos diferentes. de Suramérica, más específicamente, a las regiones de la Amazonia peruana, en el
cuencas de la Amazonia y la Orinoquia distrito de Posic (Provincia de Rioja), aún En los últimos veinte años la región ha
La subfamilia Calamoideae, tribu Lepi- (Galeano 1992, Caro 2008). es posible encontrar territorios de bosques sufrido muchos cambios, sobre todo
docaryeae incluye una subtribu africana temporalmente inundables que son apro- en lo que respecta al uso de los suelos,
(Ancistrophyllinae) y otra suramericana Mauritia flexuosa es la palmera con la vechados por las familias propietarias con siendo la agricultura, caza y silvicultura
(Mauritiinae); además de una subtribu distribución más amplia de las espe- la finalidad de conservar el ecosistema y las actividades que concentran el 30%
que se encuentra en ambos continentes cies restringidas a hábitats acuáticos en de diversificar su economía. El presente del PBI regional (Carranza et al. 2012).
(Raphiinae) (Henderson et al. 1995). La Suramérica (Goulding y Smith 2007). Se artículo describe una de estas concentra- Su área boscosa ha disminuido consi-
presencia de Mauritiinae en América del encuentra desde el piedemonte oriental de ciones (relicto) ubicadas en el piedemonte derablemente, siendo que en el periodo
Sur es de gran antigüedad y es el único los Andes hasta la costa atlántica (Kahn del bosque cordillerano nor oriental en la 2005–2010 fueron deforestadas 117.727
grupo de la subfamilia Calamoideae en et al. 1993). En el Perú, las extensas zonas región San Martín, estrategias de conser- hectáreas (GORESAM 2013), afectando
tener como característica principal las inundables donde desarrolla M. flexuosa vación y el aprovechamiento del recurso directamente a los bosques, suelos, al
hojas palmadas (Baker et al. 2000). son conocidas como “aguajales”, ecosis- por los grupos humanos que habitan estos recurso hídrico y sobre todo a las espe-
temas con gran valor ecológico y base de las territorios. cies nativas que han visto sus poblaciones
El género Mauritia comprende sólo dos cadenas alimentarias de los trópicos (Del disminuir considerablemente en los
especies, la ampliamente distribuida Castillo et al. 2006, Machado-Allison et al. El objetivo del estudio fue caracterizar últimos años. El cambio de uso del suelo
Mauritia flexuosa y M. carana que se 2013). Entre otras funciones resaltantes una población de aguaje ubicada en zonas se dirige/enfoca principalmente para el

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE: ALTO MAYO, PERÚ

Y. Quinteros

Huallaga y este a su vez tributario del estudio se encuentra adyacente a Posic y


Amazonas. En el Alto Mayo se han repor- en los últimos años se ha visto reducida
tado 1.277 especies de plantas (42 especies por el incremento de parcelas de arroz y
de orquídeas), siendo 86 de ellas nuevos otros cultivos que actualmente rodean
registros para la zona y 18 para el Perú al aguajal (Figura 2). La zona corres-
(Dillon y Sánchez 2002). En esta diversa ponde a un aguajal mixto perennifolio
zona, se encuentran ubicadas concentra- con inundaciones estacionales debido a
ciones de aguajales de piedemonte andino los desbordes del río Tonchima (Figura
con características muy particulares ya 3). El trabajo de campo fue realizado
que su composición florística y estructural desde enero de 2015 hasta febrero de
difiere a la de los aguajales que se encuen- 2016 en un relicto de bosque inundable
tran en los territorios de várzea (Figura 1). (6°01’48,5”S - 77°10’06,8”O), a una altitud
promedio de 860 m s.n.m. Se estable-
Trabajo de campo cieron ocho parcelas de 40 m x 100 m (0,4
La investigación fue realizada en el ha) y se contaron todos los individuos de
ámbito del distrito de Posic, provincia de M. flexuosa considerándose los siguientes
Rioja, región San Martín. La distancia estadios de desarrollo:
entre Posic y la capital provincial (ciudad
Figura 1. Ingreso a la zona de aguajales en Posic-Rioja, San Martín. Foto: Y. Quinteros. de Rioja) es de tan solo 3 km. La zona de Plántula: (p) – hasta 50 cm de altura.

establecimiento de granjas, espacio para La zona del Alto Mayo es de suma impor-
el pastoreo de ganado vacuno y sobre todo tancia para la conservación de los ecosis-
para el establecimiento de cultivos de temas amazónicos ya que es allí donde
arroz, café y cacao (Figura 2). nace el río Mayo, principal afluente del

Figura 2. Zona deforestada para el establecimiento de parcelas de arroz en los alrededores


del aguajal de la familia Vásquez. Foto: Y. Quinteros. Figura 3. Mapa de la zona de estudio.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE: ALTO MAYO, PERÚ

Y. Quinteros

Planta juvenil: (j) – de 51 cm a 150 cm de Museum Herbarium). El sistema de clasi- arroz, aún persisten relictos del aguajal como acompañantes a especies de menor
altura. ficación empleado para el ordenamiento que son conservados por los pobladores porte, entre los que destacan individuos
Planta de tamaño medio: (m) – de 151 cm de los taxones de las angiospermas fue el justamente con la idea de mantener este de los géneros Guarea, Tococa, Miconia y
a 300 cm de altura. Angiosperm Phylogeny Group III (2009). recurso que es útil no solamente para ellos Matisia. En el sotobosque hay mayor diver-
Planta adulta: (a) – de 301 cm a más. sino también para la fauna nativa que aún sidad y se encuentra dominado principal-
♀: hembra en flor y/o fruto. Se realizó un trabajo vivencial con los se encuentra presente en estas áreas. mente por Araceas (Anthurium ernestii,
♂: macho en flor. pobladores dueños de los territorios de Dieffenbachia obliqua, Monstera lechle-
aguajal y se identificaron las estrategias Composición florística y densidad de riana, M. obliqua, Philodendron herthae y
Para la caracterización florística del de conservación y aprovechamiento del M. flexuosa Syngonium podophyllum), helechos de las
aguajal se subdivididieron todas las recurso, aplicadas por ellos. La zona de estudio corresponde a un familias Athyriaceae, Dryopteridaceae,
parcelas en subparcelas de 10 m x 10 m aguajal mixto asociado a un bosque Polypodiaceae, Selaginellaceae y Thelypte-
y se colectaron muestras de las especies Resultados y discusión siempre verde estacionalmente inundable. ridaceae (Figura 5).
no identificadas en campo (Figura 4). Las El aguajal se encuentra asociado a Éste se encuentra en la segunda etapa del
determinaciones botánicas fueron reali- pequeños cursos y canales de agua que proceso sucesional, es decir, un aguajal Un inventario rápido permitió caracte-
zadas con claves taxonómicas (Macbride circulan por las áreas circundantes, pero abierto (González-B. 1987), donde el rizar preliminarmente la vegetación de
1936 y siguientes), descripciones (Sagás- principalmente se encuentra influenciado elemento distintivo de la comunidad es la los aguajales de Posic mostrando un total
tegui et al. 1999) y registros de distribu- por los desbordes estacionales del río palmera M. flexuosa pero sin llegar a tener de 118 especies divididas en 45 familias
ción (Brako y Zarucchi 1993, León et al. Tonchima que lo inunda todos los años una cobertura total del dosel teniendo y 88 géneros. El 57,8% de las familias
2006). Las determinaciones fueron corro- entre los meses de enero y marzo, llegando
boradas por especialistas y por compa- a subir hasta 120 cm el nivel del agua en
ración con especímenes del Herbario algunas partes del aguajal. A pesar de
San Marcos (USM) y herbarios virtuales la presión existente sobre estos territo-
(Missouri Botanical Garden y Field rios para el incremento de sembríos de

Figura 4. Colecta de especies botánicas en el aguajal de Posic. Foto: V. Quinteros. Figura 5. Vegetación presente en el aguajal de Posic. Foto: V. Quinteros.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE: ALTO MAYO, PERÚ

Y. Quinteros

resultaron ser unigenéricas, 31,1% tienen como las más diversas en estos ecosis-
de dos a cuatro géneros y 11,1% tienen temas. Las diferencias en la abundancia de
cinco o más géneros reportados (Anexo 1). estas familias pueden deberse a patrones
Las familias con mayor riqueza de espe- de distribución geográfica tal como lo
cies fueron Melastomataceae y Fabaceae sostiene Freitas (1996).
con doce y ocho especies respectivamente.
Mauritia flexuosa presentó una densidad
Las familias Araceae y Arecaceae repor- de 827 individuos por hectárea, valor
taron siete especies cada una, siendo que considerado alto cuando comparados a los
las Arecaceae están representadas por 600 y a los 468 individuos por hectárea
siete géneros (Astrocaryum, Geonoma, reportados en el Trapecio Amazónico y en
Iriartea, Mauritia, Mauritiella, Oenocarpus, la región central brasileña por Castaño et
Socratea). La presencia de estas especies al. (2007) y Sampaio et al. (2008), respec-
se asemeja a lo reportado por Cabrera y tivamente.
Wallace (2007) para bosques preandino-
amazónicos de Bolivia. Otras familias bien Estructura poblacional del aguajal Figura 6. Composición estructural de las parcelas y sus respectivos promedios (%) consi-
representadas son Rubiaceae y Piperaceae Los aguajales tienen un buen estado de derando el desarrollo de las plantas de Mauritia flexuosa evaluadas.
con seis especies; y Asteraceae y Clusiaceae conservación, ello se pone en evidencia
con cinco especies cada una. La predomi- con la observación de individuos pequeños
nancia de estas familias es también repor- y juveniles (menores de 150 cm) que repre- de verano 2016 (Tabla 1 y Figura 6). Estos Hasta hace no más de diez años la extrac-
tada por Gentry (1988) para el Neotropico, sentan el 79,6% del total de individuos valores son similares a los reportados por ción de los frutos de la palmera aguaje era
Delascio (1990) para la cuenca del Orinoco, reportados; siendo que el 60,6% de éstos Zea (1997) con un 70% de plántulas, 24% una actividad destructiva, la cual consistía
Balslev et al. (1997) para Ecuador y Freitas son considerados plántulas y el 18,9% entre juveniles y plantas medianas, y 5,5% en cosechar los frutos derribando la
(1996) para los palmeras de Tahuampa en plantas juveniles. Además, se encontró de individuos en producción en la Orino- palmera. Solamente algunas personas
Loreto, Perú. En todos los casos citados, que el 3,6% fueron plantas de mediano quia colombiana. Además, los hallazgos cosechaban con escaleras y sogas; o
los autores sostienen que las familias más porte (151–300 cm), el 5,2% plantas del presente estudio resultan superiores a subiendo hasta la copa de la palmera utili-
diversas son Arecaceae y Fabaceae, lo cual adultas y el 11,6% restante son plantas lo encontrado por Mendieta-Aguilar et al. zando como apoyo los árboles vecinos.
concuerda con lo observado en el aguajal en floración (ambos sexos), siendo que (2015) quienes reportaron un promedio Afortunadamente en los últimos años la
de Posic. Asimismo, se mencionan a las solamente el 4,1% de los individuos repor- de 65 plantas adultas por hectárea en el difusión de proyectos de conservación,
familias Euphorbiaceae, Melastomata- tados fueron femeninos y contaban con Beni en Bolivia. el apoyo del Proyecto Especial Alto Mayo
ceae, Moraceae, Bombacaceae y Rubiaceae frutos para ser cosechados en la campaña (PEAM) y la toma de conciencia por parte
Estrategias de conservación y de los pobladores locales han llevado a
aprovechamiento del recurso la capacitación de éstos últimos para el
Tabla 1. Composición estructural del aguajal Posic - Rioja. La selección de los racimos a cosechar e manejo del ecosistema y así tener una
realiza de tres formas: la primera es por producción sostenible a través del tiempo.
Estadio de desarrollo n individuos (%) individuos la coloración rojo oscura de los frutos. La El subidor se prepara para la cosecha colo-
Plántula 501 60,58 segunda y utilizada por los más experi- cando dos sogas (una más arriba de la
mentados subidores es la observación de otra) alrededor del tronco de la palmera
Planta juvenil 157 18,98
la disposición del racimo en la palmera. y haciendo un nudo en cada una de ellas.
Planta mediana 30 3,63 Cuando éste está listo para ser cosechado Una parte de cada soga queda libre, ese
Planta adulta 43 5,2 se va juntando o ¨pegando¨ al tronco de espacio es el necesario para que el subidor
Hembra en flor y/o fruto 34 4,11 la palmera debido al aumento del peso asegure su cintura o en algunos casos
de los frutos. La tercera y más común una de las piernas (soga superior) y el pie
Macho con flores 62 7,5
forma consiste en la observación de frutos (soga inferior). Es de notar que en todos
Total 827 100 maduros en el suelo. los casos observados si en la primera soga

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE: ALTO MAYO, PERÚ

Y. Quinteros

se aseguraba la pierna derecha, en la soga mano, ¨el subidor¨ comenzará a cortar la


inferior se aseguraba el pie izquierdo o base del racimo hasta que éste emita un
viceversa. sonido de quebranto que es cuando está
casi listo para caer. Los acompañantes
Una vez listo el ¨subidor¨, a éste se le deben alejarse de la palmera hasta que
amarra una soga larga y delgada de la caiga el racimo.
cintura. Esta soga quedará colgando hasta
que el subidor llegue a asegurarse en la Cuando se va a realizar la cosecha de los
parte superior de la palmera que es cuando frutos es común que esta actividad se
dará una señal. En ese momento uno de realice al menos entre dos o tres personas
los acompañantes amarrará un machete a para que sirvan de apoyo al ¨subidor¨.
la cuerda para que el subidor lo jale. Con Estas personas serán las encargadas
una mano agarrándose de las hojas de de alcanzarle el machete para cortar el
la palmera y con la otra con machete en racimo, así como de bajar lentamente el

Figura 9. Uso de sogas para subir a la copa de la palmera de aguaje. Foto: Y. Quinteros.

racimo para que los frutos no se golpeen. está ocurriendo en la cuenca del Orinoco
También apoyan en el desgajado de los (González-Boscán y Rial 2013).
frutos, llenado de los costales y transporte
hacia las chacras y/o lugares de venta. Los individuos en fase reproductiva
Todo proceso de cosecha puede demorar encontrados tienen alturas mayores a los
en promedio de sesenta a noventa minutos 12 metros. Asimismo, se ha observado
(Figura 7 a 9). que la regeneración sigue siendo exitosa
ya que es posible encontrar individuos de
A pesar de que en la cuenca del río Mayo diferentes tamaños y de ambos sexos. Ello
M. flexuosa resulta ser abundante, existen es indicativo del óptimo estado de desa-
vacíos de información sobre su estado de rrollo del aguajal, próximo a alcanzar la
conservación, fructificación, regeneración madurez con el incremento de individuos
natural y las especies asociadas a estos juveniles y adultos que pronto entraran en
ecosistemas, por lo que su complejidad aún fase reproductiva.
representa un reto para los investigadores.
En muchos casos los aguajales actúan Conclusiones
como corredores biológicos para el trán- Mauritia flexuosa desarrolla de manera
sito de especies de fauna. Sin embargo, natural en grandes extensiones de
la depredación de la especie y el cambio terrenos en la parte noroccidental (piede-
de uso del suelo para el sembrío de arroz monte andino) de la región San Martín,
Figura 7. Uso de sogas para subir a la copa Figura 8. Uso de sogas para subir a la copa resultan ser sus principales amenazas y principalmente en territorios inundables
de la palmera de aguaje. Foto: Y. Quin- de la palmera de aguaje. Foto: Y. Quin- están afectando considerablemente estos bañados temporalmente por las aguas de
teros. teros. ecosistemas, situación similar a la que los ríos Tonchima, Yuracyacu, Avisado,

274 275
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE: ALTO MAYO, PERÚ

Y. Quinteros

Soritor y Negro en la cuenca media del pueden afectar el proceso de fructificación Boliviana de Ecología y Conservación Ambien- Zona de Jenaro Herrera, Amazonia Perua-
Mayo. Su presencia en estas áreas resulta de M. flexuosa de forma alarmante (Abreu tal 21: 1-18. na. IIAP. Doc. Téc. Nº 21. 73 pp.
evidente en formaciones pantanosas con 2001). • Caro, M. 2008. Caracterización florística y • Freitas, L., E. Otárola y D. del Castillo.
estructural de la vegetación de un morichal 2006. Servicios ambientales de almacena-
alternancia de árboles de mediano porte,
en la hacienda Mataredonda, Municipio de miento y secuestro de carbono del ecosis-
sobre todo en zonas de conservación como Los relictos de aguajales en Posic están
San Martin, Meta. Tesis Bachillerato. Pon- tema Aguajal en la Reserva Nacional Paca-
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276 277
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE: ALTO MAYO, PERÚ

Y. Quinteros

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278 279
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE: ALTO MAYO, PERÚ

Y. Quinteros

Anexo 1. Listado de especies de plantas registradas en el aguajal en el distrito de Posic en Familias y especies Familias y especies
la provincia de Rioja, región San Martín.
Ceiba pentandra (L.) Gaertn. Lauraceae
Ceiba samauma (Mart.) K. Schum. Nectandra pseudocotea C.K. Allen &
Familias y especies Familias y especies
Barneby ex Rohwer
MONOCOTILEDÓNEAS Orchidaceae Matisia bracteolosa Ducke
Persea pseudofasciculata L.E. Kopp
Araceae Ada peruviana D.E.Benn. & Christenson Burseraceae
Melastomataceae
Anthurium ernestii Engl. Mesadenella cuspidata (Lindl.) Garay Protium sagotianum Marchand
Adelobotrys macranthus Gleason
Dieffenbachia obliqua Poepp. Sobralia rosea Poepp. & Endl. Tetragastris panamensis (Engl.) Kuntze cf.
Adelobotrys scandens (Aubl.) DC.
Monstera lechleriana Schott Poaceae Campanulaceae
Centronia laurifolia D. Don
Monstera obliqua Miq. Panicum pilosum Sw. Centropogon cornutus (L.) Druce
Miconia appendiculata Triana
Philodendrom sp Panicum polygonatum Schrad. Cecropiaceae
Miconia eriocalyx Cogn.
Philodendron herthae K. Krause Panicum sp. Cetico sp.
Miconia membranacea Triana
Syngonium podophyllum Schot Urochloa fusca (Sw.) B.F. Hansen & Clusiaceae
Wunderlin Miconia minutiflora (Bonpl.) DC.
Arecaceae Calophyllum longifolium Willd.
Zingiberaceae Miconia myriantha Benth.
Astrocaryum huicungo Dammer ex Burret Calyptrocarya glomerulata (Brongn.) Urb.
Renealmia breviscapa Poepp. & Endl. Miconia rivalis Wurdack
Geonoma acaulis Mart. Clusia loretensis Engl.
DICOTILEDÓNEAS Miconia serrulata (DC.) Naudin
Iriartea deltoidea Ruiz & Pav. Symphonia globulifera L. f.
Acanthaceae Miconia trinervia D.Don ex Loudon
Mauritia flexuosa L.f. Vismia baccifera (L.) Triana & Planch.
Mendoncia aspera Ruiz & Pav. Tococa guianensis Aubl.
Mauritiella armata (Mart.) Burret Euphorbiaceae
Amaranthaceae Meliaceae
Oenocarpus bataua Mart. Hieronyma alchorneoides Allemão
Alternanthera paronychioides A. St.-Hil. Guarea guidonia (L.) Sleumer
Socratea exorrhiza (Mart.) H. Wendl. Tetrorchidium rubrivenium Poepp.
Araliaceae Guarea macrophylla Vahl
Commelinaceae Fabaceae
Commelina rufipes Seub. Dendropanax cuneatus (DC.) Decne. & Moraceae
Planch. Centrosema pubescens Benth.
Dichorisandra hexandra (Aubl.) Standl. Ficus tonduzii Mill. aff.
Schefflera morototoni (Aubl.) Maguire, Clitoria flexuosa Fantz
Costaceae Ficus trigona L. f.
Steyerm. & Frodin Clitoria javitensis (Kunth) Benth.
Costus cf. productus Gleason ex Maas Myristicaceae
Schefflera patula (Rusby) Harms Desmodium adscendens (Sw.) DC.
Cyclanthaceae Iryanthera ulei Warb. Aff.
Asclepiadaceae Inga cinnamomea Spruce ex Benth.
Ludovia integrifolia (Woodson) Harling. Cf. Tassadia cf. aristata (Benth. ex E. Fourn.) Otoba parvifolia (Markgr.) A.H. Gentry
Inga umbratica Poepp. & Endl.
Cyperaceae Fontella Virola elongata (Benth.) Warb.
Senna aff. loretensis (Killip & J.F. Macbr. ex
Calyptrocarya glomerulata (Brongn.) Urb. Tassadia obovata Decne. Nyctaginaceae
Killip) H.S. Irwin & Barneby
Eleocharis mutata (L.) Roem. & Schult. Asteraceae Tachigali guianensis (Benth.) Zarucchi & Neea verticillata Ruiz & Pav.
Scleria flagellum-nigrorum P.J. Bergius Mikania guaco Bonpl. Herend. Cf. Olacaceae
Scleria melaleuca Rchb. ex Schltdl. & Cham. Mikania sp. Gentianaceae Heisteria acuminata (Bonpl.) Engl. Cf.
Heliconiaceae Schistocarpha eupatorioides (Fenzl) Kuntze Tachia parviflora Maguire & Weaver cf. Passifloraceae
Heliconia sp- Verbesina cf. Columnea inaequilatera Poepp. Passiflora heterohelix Killip, vel aff.
Maranthaceae Verbesina sp. Icacinaceae Piperaceae
Calathea capitata (R. & P.) Lindley Bombacaceae Calatola costaricensis Standl. Peperomia cf. pertomentella Trel.

280 281
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE: ALTO MAYO, PERÚ

Familias y especies Familias y especies


Peperomia dependens Ruiz & Pav. Violaceae
Piper aduncum L. Leonia glycycarpa Ruiz & Pavon
Piper coruscans Kunth, aff. Vitaceae
Piper longifolium Ruiz & Pav Cissus verticillata (L.) Nicolson & C.E.Jarvis
Piper sancti-felicis Trel. PTERIDOFITAS
Rubiaceae Athyriaceae
Borreria remota (Lam.) Bacigalupo & E.L. Diplazium cf. ambiguum Raddi
Cabral. Cf Dryopteridaceae
Ferdinandusa chlorantha (Wedd.) Standl. Cyclodium meniscioides (Willd.) C. Presl
Palicourea lasiantha K. Krause Dryopteris patula (Sw.) Underw
Psychotria poeppigiana Müll. Arg. Polybotrya caudata Kunze
Psychotria villosa Ruiz & Pav. Polypodiaceae
Sabicea panamensis Wernham Serpocaulon fraxinifolium (Jacq.) A.R. Sm.
Sapindaceae Selaginellaceae
Serjania glabrata Kunth Selaginella asperula Spring
Serjania sufferruginea Radlk. Thelypteridaceae
Solanaceae Thelypteris patens (Sw.) Small
Solanum mite Ruiz & Pav. Thelypteris salzmannii (Fée) C.V. Morton

282 Aguaje. Foto: Y. Quinteros.


F. Roca A.
PUENTE ANACONDA SOBRE EL AGUAJAL
INKATERRA: UN MANEJO ECOTURÍSTICO
12. SOSTENIBLE DE HUMEDALES
AMAZÓNICOS EN PERÚ
Héctor A. Méndez Fachin, José S. Purisaca Puicón, Fernando Roca A.
y Yakov Quinteros

Resumen Introducción
Los humedales amazónicos son de una En la Amazonia peruana existe una
importancia vital para la conservación palmera de la familia de las arecáceas cuyo
del ecosistema de la cuenca. En ellos nombre científico es Mauritia flexuosa.
abundan las formaciones de palmeras Comúnmente se le conoce en el Perú como
Mauritia flexuosa, conocidas en el Perú “aguaje”. A los hábitats donde predominan
como aguajes, las formaciones que crean estas palmeras se les llaman “aguajales”.
se denominan aguajales. Poseen una gran En Venezuela y Colombia recibe el nombre
importancia para la conservación y desa- de moriche, en Brasil de burití y en Bolivia
rrollo de la biodiversidad y a su vez un alto palma real.
valor cultural dados los diferentes usos
Los aguajales típicos, forman parte de
que ofrecen a las poblaciones que conviven
los ecosistemas de pantanos. Son ecosis-
cerca de ellas. El humedal del abanico del
temas hidromórficos, que se desarrollan
Pastaza en la selva norte del Perú es el
sobre terrenos de topografía plana o lige-
de mayor superficie de la Amazonia. Sin
ramente depresionadas, donde las áreas
embargo, los encontramos también en
pantanosas están permanentemente inun-
otras regiones de la cuenca. El presente dadas, producto del desborde de los ríos,
capítulo describe el manejo de un aguajal del mal drenaje y de la misma escorrentía
de la Amazonia sur del Perú (región de superficial (Lasso et al. 2013).
Madre de Dios) con fines de conservación
y manejo ecoturístico, una experiencia Los aguajales cubren más de 6 millones de
pionera. La ONG ITA-Inkaterra es la que ha en la Amazonia peruana, de las cuales
diseñó, desarrolló y lleva este proyecto. cerca de 3 millones son de rodales puros,
Forma parte de la empresa Inkaterra. con una densidad superior a 250 palmeras
por ha (http://www.peruecologico.com.
Palabras clave. Amazonia. Ecosistemas. pe/lib c13 t13.htm.). Los pantanos de la
Ecoturismo. Manejo sostenible. Perú. depresión de Ucamara en la región Loreto,

Aguajal. Foto: F. Roca A. 285


XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE: AGUAJAL INKATERRA

ITA-Inkaterra

conformados en su mayoría por palmeras Ficus sp.). Puede alcanzar hasta 35 metros
de aguaje y pertenecientes a la forma- de altura (Figura 1-2). Es de fácil repro-
ción ecológica denominada “Abanico del ducción y de alta capacidad de regene-
Pastaza”, albergan la mayor extensión de ración natural pero, lamentablemente,
turberas conocidas hasta ahora. Repre- en algunas partes se tumban los aguajes
sentan sólo el 3% de la superficie amazó- femeninos para obtener los frutos, lo que
nica y almacenan el 50% del carbono. Esta hace mermar la producción. Es reconocida
característica les da una gran importancia como una de las palmeras más impor-
en las estrategias que se diseñan para tantes de la Amazonia, caracteriza a la
enfrentar el cambio climático (Álvarez ciudad de Iquitos por el fuerte consumo
2015). de sus frutos en forma natural (pulpa),
en jugos (aguajina), helados y chupetes.
Caracteristicas del aguaje Tiene múltiples usos: como alimento, para
El aguaje es una planta dioica, lo que signi- la industria, en la medicina, hábitat para
fica, tiene árboles masculinos y femeninos otros productos del bosque, material de
(que producen los frutos) y que pueden construcción, artesanía y cultural (del
crecer en formaciones puras y densas; Castillo et al. 2006).
o en asociación (mezcladas) con otras
palmeras o especies vegetales resistentes La parte carnosa de los frutos es general-
a los excesos de agua (como el “renaco” mente consumida en forma cruda por los
pobladores y es un alimento muy bueno, Figura 2. Palmeras de aguaje (Mauritia flexuosa) en el humedal Lago Sandoval. Foto:
por su contenido en calorías (283 kcal/100 ITA-Inkaterra.
g), proteínas (8,20 g/100 g), aceites (31
g/100 g), carbohidratos (18,7 g/100 g),
sales minerales (calcio, fósforo y hierro), pecaríes (Tayasu sp.) como los sajinos y las Biodiversity Program – AABP”, en Madre
vitaminas (A, B1, B2, B5, C) y yodo. En huanganas y los agutís (Dasyprocta agouti) de Dios existen aproximadamente 30.000
otras ciudades los pobladores comen al día o los achunis (Nasua nasua). De las hojas hectáreas de pantanos con palmeras de
hasta 12 t de frutos (http://www.perueco- se extraen fibras para fabricar cordeles, Mauritia flexuosa.
logico.com.pe/lib_c13_t13.htm). cestas y otros objetos (del Castillo et al.
2006). Las inflorescencias jóvenes se En la actualidad las zonas donde existen
Adicionalmente de forma indirecta es cortan o amarran para colectar savia dulce los aguajales no son tan extensas, porque
hábitat para otros componentes de la que se consume directamente fermentado la tala ya provocó una merma signifi-
biodiversidad, del tronco caído se obtiene como bebida alcohólica o se hierve para cativa. En Loreto se calcula que existen
el suri, larva de un coleóptero (Ryncho- obtener azúcar (92,7% sacarosa, 2,3% entre cuatro y cinco millones de hectá-
phorus palmarum), que es un alimento azúcares reducidos, 1,9% ceniza) (http:// reas de aguajales. Según estudios (http://
importante y muy nutritivo en las zonas www.deiquitossu.blogspot.pe/2009/03/ pakobardales.blogspot.pe/2006/03/nos-
rurales. El coleóptero pone sus huevos en aguaje-el-arbol-de-la-vida-nacio-en-la. quedamos-sin-aguaje.html), los agua-
la pulpa del tronco y ahí se desarrollan html). jales están a menos de dos horas de los
larvas, que son gusanos blancos, gordos, pueblos más cercanos a Iquitos, pero,
que se consumen generalmente fritos y El Puente Anaconda sobre el aguajal en su mayoría, estos son puros machos,
son de sabor agradable. Inkaterra: un manejo ecoturístico porque las hembras fueron “virtualmente
sostenible de humedales exterminadas”. Esta es una razón por la
Figura 1. Palmeras de aguaje (Mauritia La cosecha de la fruta es además un cebo amazónicos (Figura 3) cual es importante conservar y divulgar
flexuosa) en el humedal de Reserva para atraer presas de cacería como: monos, Según los cálculos del equipo profe- el valor de los aguajales en Inkaterra
Amazónica. Foto: ITA-Inkaterra. tapires o dantas (Tapirus terrestris), sional del Proyecto “Andes to Amazon Reserva Amazónica y la concesión Reserva

286 287
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE: AGUAJAL INKATERRA

ITA-Inkaterra

logrando así consolidar el interés de Desarrollo del proyecto Puente


La construcción del Puente Anaconda las personas que lo visitan. Anaconda
sobre el aguajal Inkaterra y el manejo c. Cultural: muestra cómo los pueblos
ecoturístico sostenible de un humedal originarios de la Amazonia han Ubicación geográfica
amazónico constituye una alternativa sabido conservar y manejar estos El Puente sobre el aguajal se ha construido
complementaria a los manejos ecotu- ecosistemas tan particulares. en terrenos de Inkaterra - Reserva Amazó-
rísticos tradicionales para entender el d. Económico: posibilita obtener nica, cedidas en uso a ITA a través de un
conjunto de hábitats del bosque húmedo ingresos que ayudan al financia- convenio de cesión en uso, exactamente
tropical (Amazonia baja), donde se facilite miento, no sólo de este tipo de en el kilométro 17 en la margen izquierda
la observación de la biodiversidad, tanto propuestas, sino de otros proyectos, del río bajo Madre de Dios en el depar-
en variabilidad como en interrelación. A creando conciencia respecto al tamento de Madre de Dios, provincia de
su vez permite potenciar la oferta turís- manejo sostenible de los servicios Tambopata, distrito de Las Piedras.
tica de Inkaterra - Reserva Amazónica, ecosistémicos.
mejorando capacidades y promoviendo e. Responsabilidad social: permite Geográficamente, está ubicado a una
los conceptos de conservación y el desa- posicionar a las empresas e insti- latitud de 12º31’55” y longitud de
rrollo de ambientes poco accesibles en su tuciones, ambiental y socialmente 69º2’57”, a 250 metros de la trocha de
interior. responsables, lo que sirve de estímulo ingreso a la segunda torre del “Canopy”.
para otras puedan seguir el mismo Se ubica sobre un aguajal con numerosas
El manejo turístico de un humedal amazó- ejemplo. palmeras de aguaje (Figura 5).
Figura 3. Puente Anacona. Foto: ITA- nico como el de ITA- Inkaterra, con
Inkaterra. infraestructura básica para el visitante y
manejando el impacto en el ecosistema,
es una alternativa interesante y viable.
Ecológica Inkaterra. En la figura 4 se apre- Ofrece diversos tipos de componentes:
cian los humedales de Mauritia flexuosa a. Educativo: permite al visitante descu-
a lo largo de las riberas del río Madre de brir un ecosistema de por sí frágil y
Dios, los aguajales de la Reserva Ecoló- complejo, con una interesante biodi-
gica Inkaterra se encuentran a dos horas versidad.
de la frontera con Bolivia, en la margen b. Lúdico: al mismo tiempo que la
izquierda del río. propuesta educa, también entretiene,

Figura 4. Ubicación de aguajales (color violeta) en la zona del río Madre de Dios, región
Madre de Dios, Amazonia sur del Perú. Figura 5. Mapa de ubicación de la Reserva Amazónica y del Aguajal. Fuente: ITA-Inkaterra.

288 289
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE: AGUAJAL INKATERRA

ITA-Inkaterra

Construcción y estructuras una vegetación baja conformada por heli-


conias, arbustos pequeños y conecta a la
Construcción primera plataforma (Figura 8).
Para los trabajos de construcción se consi-
deró a personas calificadas que tuviesen El segundo puente, presenta una longitud
conocimiento en construcciones de de 63 metros, este muestra las primeras
estructuras sobre este tipo de terreno palmeras de aguaje que durante los meses de
(áreas de tierra en las que se presenta agua noviembre a enero se encuentran en fructi-
permanentemente). ficación, también hay árboles de renacos que
presentan una asociación con otros tipos de
La construcción se ejecutó por partes: vegetación (epifitas) (Figura 9).
1. Primero. Se realizó el levantamiento
de puntos, abriendo una trocha sin El tercer puente, presenta una longitud de
causar mucha perturbación al hábitat. 45,3 metros. Este muestra otros tipos de
2. Segundo. Se inició la adquisición de la palmera como huasai (Euterpe precatoria),
madera, la cual fue seleccionada para pona (Iriartea deltoidea), vegetación arbus-
ser resistente a las condiciones climá- tiva y plantas acuáticas (Figura 10).
ticas (lluvias, humedad, y a la misma
agua del aguajal), entre estas maderas El cuarto puente, presenta una longitud de
están: quinilla (Manilkara bidentata y 50,7 metros. Este muestra la selectividad Figura 9. Segunda sección del Puente
tornillo (Cedrelinga catenaeformis). Figura 6. Escalera de ingreso al Puente de las especies vegetales que crecen en este Anaconda, Aguajal Inkaterra. Foto: F.
3. Tercero. Se empezó a hacer los hoyos Anaconda, Aguajal Inkaterra. Foto: F. tipo de bosque (Figura 11). Roca A.
de 1 m, donde se colocaron los Roca A.
horcones de quinilla, que serían la Otras palmeras que pueden ver en los alre-
resistencia base del puente. dedores, son ñejilla (Bactris sp.), huicungo
4. Cuarto. Posteriormente se inició la (Astrocaryum huicungo), shapaja (Attalea
colocación de las vigas que unieron moorei) y sinamillo (Oenocarpus mapora).
los horcones para dar lugar a la base
del camino del puente. Sobre esta
estructura base se colocaron las
viguetas donde se clavaran las tablas
de los puentes y plataformas.
5. Por último, se hizo la colocación de las
tablas para el piso del puente.

Descripción del puente


El puente presenta una escalera de
ingreso que se eleva del suelo un aproxi-
madamente un metro, el cual es el mismo
tamaño de altura que presenta el puente.
Esto debido a que en épocas de lluvias
el nivel del agua llega a alcanzar 40 a 50
centímetros (Figuras 6 y 7).
Figura 8. Primera sección del Puente Figura 10. Huasai (Euterpe precatoria)
Hay cuatro puentes. El primero, presenta Figura 7. Puente Anaconda, Aguajal Anaconda, Aguajal Inkaterra. Foto: F. desde el Puente Anaconda, Aguajal Inka-
una longitud de 18,2 metros, pasa por Inkaterra. Foto: ITA-Inkaterra. Roca A. terra. Foto: F. Roca A.

290 291
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE: AGUAJAL INKATERRA

ITA-Inkaterra

Figura 11. Guía explicando en una de las plataformas, Aguajal Inkaterra. Foto: F. Roca A.
Figura 12. Plano del Puente Anaconda sobre el aguajal. La parte inferior presenta los
cuatro tramos del puente y la superior la trocha (camino) que bordea el aguajal. Fuente:
También hay tres plataformas. La primera estratificación de la vegetación en este ITA- Inkaterra.
plataforma tiene 4 metros de longitud tipo de bosque. En la figura 12 se muestra
por 5 de ancho. En esta se hace la intro- la trocha D y la forma del puente.
ducción y la explicación de lo que se podrá
observar durante el recorrido. La segunda Fauna representativa y común del Aves avistadas solo en la mañana • Greater Yellow-headed Vulture -
plataforma presenta un largo de 5 metros A partir de las 5:50 am hasta las 10:45 Black Vulture
Puente Anaconda en al aguajal
por 5 de ancho, aquí existe la posibilidad am se puede observar aves perchadas y • King Vulture
Inkaterra
de que el viajero pueda caminar por el algunas atravesando este bosque para • Ring Kingfischer
Este ecosistema presenta una diversidad
aguajal, por una trocha elaborada por ITA. buscar su alimento. Las formas de iden- • Rufous Motmot
de fauna muy interesante y muchos de
tificar algunas especies son, a través de • Orange-bellied Euphonia
estos animales lo utilizan como come-
Esta trocha se encuentra en un área de vocalizaciones y observación directa, • Trick-billed Euphonia
dero, refugio, etc. La fauna identificada
tierra firme donde se observarán aves y hay que considerar que la luz del día sea
de manera preliminar, durante un primer
mamíferos entre otros elementos faunís- óptima, es decir, que no exista nubosidad. Aves avistadas solo en las tardes
muestreo, se incluye en la tabla 1.
ticos. La tercera plataforma, presenta las A partir de las 3:30 pm hasta las 6:30 pm
mismas medidas que la anterior, aquí el A continuación se presenta una lista de se pueden observar aves perchadas en
paisaje y la observación de palmeras de Registro de aves para la guía los nombres en inglés de las aves que las palmas de aguaje, anunciando el atar-
huasai que emergen de este bosque son el interpretativa se observan con más frecuencia en las decer a través de su vocalización y otros
principal atractivo. mañanas: volando de regreso a sus nidos después de
Mejores horarios de avistamiento de • Blue and Yellow Macaw recolectar fruta y otras presas.
En total los puentes junto con las aves • Scarlet Macaw
plataformas alcanzan una longitud de Desde las 5:30 am hasta las 11:00 am y de • Mealy Amazon Entre estas están:
192,5 metros y permiten conocer la las 3:30 pm hasta las 6:30 pm. • Swallow-tailed Kite • Bat Falcon

292 293
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE: AGUAJAL INKATERRA

ITA-Inkaterra

Tabla 1. Fauna asociada al ecosistema de aguajal. • Black-tailed Tityra • Bactris sp. “ñejilla”
• Masked Tityra • Astrocaryum “huicungo”
Insectos • Blue Dacnis • Scheelea sp. “shapaja”,
• Masked Crimson Tanager • Oenocarpus sp. “sinamillo”
Mariposas del género Caligo, que se alimentan de los frutos silvestres producidos durante la
temporada de lluvias (p.e. la carambolilla y ciruelo de monte). Existen otras especies de insectos • Vermilion Tanager
importantes para este ecosistema como abejas, ronsapas (abejas grandes) y coleópteros que utilizan • Striped Woodcreeper Moraceas
el aguaje para su reproducción. • Buff-throated Woodcreeper • Fícus sp. “Renaco”
Anfibios • Long-tailed Woodcreeper
• Yellow-tuftedWoodpecker Ciclantaceae
Elachistocleis bicolor, una especie que se puede encontrar en las zonas de humedales y el color de su
• Golden-Green Woodpecker Melastomateceae
piel hace difícil ubicarlo.
• Dusky-headed Parakeet Rubiaceae
Leptodactylus bolivianus, el cual se encuentra en la vegetación cercana a los cuerpos de agua y en
• Red-bellied Macaw Araceae
bosque de tierra firme.
• White-bellied Parrot Myristicaceae
Bufo sp. Se encuentra en bosque de tierra firme y algunas veces cerca de un cuerpo de agua, es el más • Squirrel Cuckoo
común para ser observado.
• Amazonian Pygmy-Owl Conclusiones
Reptiles • Gilded Barbet La propuesta del manejo sostenible de
Gonatodes sp. es una lagartija que se alimenta de los insectos pequeños que son atraídos por las • Lemon-throated Barbet un humedal amazónico con fines ecotu-
flores o secreciones de algunas plantas que se encuentran en los aguajales. Por lo general utilizan • Blue-crowned Motmot rísticos es innovadora y pionera en la
bosque de altura para poner sus huevos y utilizan el bosque de aguajal como comedero. • Violaceous Trogon Amazonia peruana (Figuras 13 y 14).
Epicrates cenchria, es de bosque de tierra firme, ha sido observado cerca de la zona en donde se • Black-faced Dacnis
construiría los puentes sobre el aguajal.
El caso del “Puente Anaconda sobre el
Liophis reginae, los lugares preferidos son la vegetación cerca de cuerpos de agua y en las heliconias. Aves avistadas tanto en la mañana aguajal Inkaterra”, podrá repetirse en
Es una serpiente que se alimenta de roedores y anfibios que utilizan este tipo de vegetación. Su como en la tarde
observación es frecuente.
otros lugares de la Amazonia y permitir
• Great Black Hawk que estos ecosistemas sigan cumpliendo
Pseustes sulfureus. Al igual que la anterior se alimenta de anfibios. Es frecuente observarla en la • Roadside
vegetación que se encuentra cerca de los cuerpos de agua.
las funciones tan importantes que ofrecen
• Yellow-margined Flycatcher para el hombre, para la gran cuenca
Entre otros reptiles menos fáciles de observar, se puede mencionar el caimán enano, jergón y • Yellow-rumped Cacique amazónica y para el planeta.
algunas tortugas.  • Crested Oropendola
Aves • Dusky green Oropendola
Bibliografía
Ara chloloptera, esta especie de guacamaya se alimenta del fruto del aguaje cuando está iniciando • Russet-backed Oropendola • Álvarez A., J. 2015. Biodiversidad y ecosis-
su maduración. Utiliza este tipo de bosque como hábitat ya que construye huecos en los troncos de • Golden-bellied Euphonia temas Amazónicos en la Amazonia: sílabas
aguajes para hacer su nido. • Paradise Tanager del agua, el hombre y la naturaleza. Fondo
Existen otras aves que también hacen su nido en este bosque de aguajal, pero utilizan otras especies • Green and Gold Tanager Editorial BCP, Lima, Perú. 152 pp.
de árboles. Este es el caso de los trepadores y carpinteros  que buscan alimento picoteando la corteza • Red-stained Woodpecker • del Castillo Torres, D., E. Otárola Acevedo
de los árboles viejos. • PLumbeous Pigeon y L. Freitas A. 2006. Aguaje, la maravillo-
Primates • Ruddy Pigeon sa palmera de la amazonia. Instituto de
• Cobalt-winged Parakeet Investigaciones de la Amazonia Peruana
Saguinus fuscicolis. El pichico, es un primate pequeño se alimenta de los frutos que producen
• Blue-headed Parrot (iiap). 54 pp.
los árboles. Su avistamiento es frecuente ya que en el aguajal en la temporada de lluvias existen
• Lasso, C. A., A. Rial y V. González-B. (Eds.),
cantidad de árboles en fructificación. Son los principales diseminadores de semillas de estas especies • Short-tailed Swift
Morichales y canangunchales de la Orinoquia
de árboles.
y Amazonia: Colombia - Venezuela. Serie Edi-
Saimiri boliviensis. El huasita o mono fraile, es un primate que tiene la habilidad de desplazarse por Especies vegetales torial Recursos Hidrobiológicos y Pesque-
los árboles que se encuentran en los cuerpos de agua. En este caso atraviesan lo que es el bosque de ros Continentales de Colombia. Instituto
aguajal, y por lo general siempre utilizan el mismo árbol, se alimenta de hojas jóvenes, exudados de Arecaceas de Investigación de los Recursos Biológicos
árboles y algunos insectos. • Mauritia flexuaosa “aguaje” Alexander von Humboldt (IAvH), Bogotá.
Otro primate frecuente en el aguajal es el mono aullador (Alouatta sp.) • Euterpe predatoria “huasaí” 344 pp.

294 295
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

SEGUNDA PARTE: AGUAJAL INKATERRA

Figura 13. Avistamiento de fauna acuática. Foto: ITA-Inkaterra.

Figura 14. Avistamiento de aves y fauna arborícola. Foto: ITA-Inkaterra.

296 Mauritia flexuosa. Foto: F. Trujillo


J. A. Grassía
PALMARES DE Copernicia alba

13. EN LA CUENCA INUNDABLE DEL


CHACO ARGENTINO
José A. Grassía y Gabriela N. Benito

Resumen artesanías: cestas, sombreros, pantallas


En Argentina el área de dispersión de para lámparas y abanicos. La extensa
Copernicia alba Morong está ubicada en los época de las floraciones permite a produc-
valles de inundación de los ríos Paraná, tores apícolas la obtención de mieles
Paraguay y Bermejo, una gran planicie monoflorales de alta calidad y pureza.
mayormente de sabanas y pastizales
hidromórficas, de suelos muy estructu- Palabras clave. Caranday. Chaco
rados y duros en seco, arcillosos, anega- húmedo. Humedales.
bles, inundables y salobres, con períodos
de inundación muy variables. Forma agru- Historia natural, uso y
paciones de alta concentración de indivi- conservación de Copernicia alba
duos en distintos estados de desarrollo, Copernicia alba Morong pertenece a la

TERCERA PARTE:
denominados “palmares”. Normalmente familia Arecaceae, sub familia Coryphoi-
estos palmares se encuentran asociadas a deae, tribu Corypheae y sub tribu Livisto-
vegetación espinosa de árboles y arbustos, ninae (Figura 1).

Otros palmares inundables de en áreas destinadas en su mayoría a


explotación ganadera donde se practica La palmera es reconocida por distintos

Suramérica: casos de estudio la quema de pastizales para renovación


de pasturas. La temperatura media anual
nombres populares en las diferentes
regiones donde ocurre (Degen-Naumann
de esta región es de 22ºC; las precipita- 1996), llamada en Brasil: carandá,
ciones decrecen con la longitud, desde carandá-preta, coqueiro-carandá, carandá
1500 mm en el este a 750 mm en el oeste, -branca, carandá-piranga carandá-

ARGENTINA
durante la estación cálida. El invierno es vermelha, carandaú, carandaí. En Para-
seco con algunas heladas. Las poblaciones guay: karandà’y, karandà hú (negro),
locales utilizan los troncos de esta palma karandà moroty (blanco), karandà’y
para construcciones rurales: postes para del chaco, palma-negra, palma-blanca,
alambrados, tendidos eléctricos y tele- palma-colorada. Argentina: carandaa,
fonía; bebederos, tejas para techados, carandaí, caranday, palma negra, palma
bretes y corrales. Con las hojas se realizan blanca, palma espinillo, chaic, entre otros,

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE : CHACO ARGENTINO

J. A. Grassía

según la lengua del grupo étnico en cada (Moraes 1991). Las hojas son palmadas, noreste de Argentina, siendo las provin- la media anual de 22ºC. Las precipita-
región del Gran Chaco. verde glaucas, lámina de 75-80 cm de cias de Santa Fe y Corrientes el límite ciones tienen un registro que varía con
diámetro con 30-35 segmentos indupli- sur del hábitat de la especie a los 30ºS de la longitud, siendo del orden de los 1500
Copernicia alba presenta tronco solitario, cados, levemente bífidos, cada uno de 35 latitud aproximadamente. En la República mm en el este y decreciendo hasta 750 en
gris y esbelto, de 7-9 m de altura y 0,25 cm de largo y 4-5 cm de ancho (Figuras Argentina habita en los valles de inunda- el oeste. Las lluvias ocurren en la estación
m de diámetro y puede llegar excepcio- 2c y 2d). Las hendiduras pueden penetrar ción de tres grandes ríos (Paraná, Para- cálida y se concentran durante los meses
nalmente a los 13 m de altura y 0,40 m hasta el 75-80% del limbo. Largos pecíolos guay y Bermejo), una gran planicie que va de octubre a abril. El mínimo de precipi-
de diámetro en la base. Está cubierto de 1,2 a 1,3 m de largo incluyendo la vaina de los 50-100 m s.n.m. en zonas mayor- taciones se registra durante el invierno,
de restos foliares desde la base hasta el foliar y de 2,5 cm de ancho en su parte mente de sabanas y pastizales (Figura 5a). entre los meses de junio y agosto, en los
primer tercio de su altura y continua liso media, con márgenes armados con apro- que se presentan sequías y heladas.
y desnudo hasta la corona de hojas (Figura ximadamente 18 dientes recurvos en cada En estas áreas, las temperaturas absolutas
2a). En los ejemplares jóvenes se aprecia lado (Figura 3a). La hástula es pequeña, pueden sobrepasar los 42ºC en verano y Normalmente estas concentraciones de
abundante restos foliares marcescentes semilunar, levemente acuminada adaxial- las mínimas bajar a -5ºC en julio siendo palmáceas se encuentran asociadas a
que desaparecen posteriormente con los mente (Figura 2c).
incendios estacionales o, simplemente,
por el trascurso del tiempo (Figura 2b). Las inflorescencias son múltiples, interfo-
La corona es circular conservando en la liares y erectas, sobresaliendo de la corona
parte baja las hojas secas y restos de infru- foliar. Largos espádices con flores herma-
tescencias; puede tener más de 50 hojas froditas, de color blanco cremoso, soli-
tarias o agrupadas. Sépalos 3, pétalos 3,
estambres 6, monadelfos, unidos a su vez
con la corola. Ovario súpero, compuesto
por 3 carpelos libres en la base, uniovu-
lados (Parodi y Dimitri 1987).

Las infrutescencias penden por el peso


de los frutos, sobresaliendo del follaje
de la corona. Los frutos son verde, con a b
un tomento blanquecino que se pierde a
medida que el desarrollo progresa (Figura
3B), hasta terminar de color negro en la
maduración total, subglobosos y de 1,2
– 1,5 cm de diámetro, con una semilla
ovoide de abundante endosperma blanco
y homogéneo (Figuras 3c y 3d).

Distribución geográfica
Copernicia alba crece naturalmente en
una extensa área mayormente abierta de
América del Sur, entre latitudes de 14ºS
a 30ºS y longitudes de 56º3’O a 66ºO,
dentro de la región del Gran Chaco (Figura c d
4). Cubre territorios del norte del depar-
tamento Beni en Bolivia, centro oeste Figura 2. a) Bases foliares en estípite adulto. b) Restos marcescentes en individuo juvenil.
Figura 1. Palmar de Copernicia alba. del mismo país, oeste de Matogrosso c) Hástula acuminada adaxialmente. d) Envés de la hoja, palmatisecta y glauca. Fotos: J.
Chaco. Argentina. Foto: E. Harvey. en Brasil, noreste de Paraguay, norte y A. Grassía.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE : CHACO ARGENTINO

J. A. Grassía

y Aspidosperma), así como de sabanas


aisladas, frecuentemente asociadas con
dunas de arena. La palmera típica del
bosque seco espinoso es Trithrinax schizo-
phylla, pero se encuentra también Syagrus
romanzoffiana y Acrocomia totai (Moraes
2007). Sobre los suelos más húmedos,
inundados durante la temporada de
lluvias, se desarrollan extensas pobla-
ciones de Copernicia alba. El nombre común
de esta palma justamente karandá’y, en
tupi- guaraní significa “palma de agua”
(Amador 2006) (Figura 6a).

En la subregión del Chaco Oriental


a b o Chaco Húmedo se da una estrecha
vinculación entre las distintas formas
del paisaje y la vegetación que se desa-
Figura 4. El área color verde indica la rrolla en ellas. Las comunidades vege-
región del Gran Chaco en América del Sur. tales se encuentran condicionadas por el

c d

Figura 3. a) Pecíolos armados con dientes recurvos. b) Frutos inmaduros de Copernicia alba
con tomento blanquecino. c) Corte longitudinal de una semilla de C. alba donde se aprecia
el endosperma homogéneo y el embrión. d) Semillas de C. alba. Fotos: J. A. Grassía.

vegetación espinosa de árboles y arbustos oeste por los Andes, pasando a las pampas
en regiones destinadas en su mayoría al sur y a los cerrados al este. El Gran
a explotación ganadera donde, desde Chaco abarca el sur de Bolivia al este de
tiempo inmemorable, se practica la quema los Andes, el noroeste de Paraguay, apenas
de pastizales a principios del verano para alcanzando las zonas adyacentes de Mato
renovación de las pastura. Grosso (Brasil), y une gran parte del norte
de Argentina (Chaco meridional) (Figura a b
Hábitat 4). Las formaciones vegetales están
La región del Gran Chaco, extensa ecorre- compuestas principalmente por bosque Figura 5. a) El área señalada en verde indica la distribución geográfica de Copernicia alba
gión de naturaleza sub-tropical (entre los seco espinoso, con cactáceas y bombacá- en Argentina. Fuente: Dimitri (1997). b) Ubicación de las subregiones fitogeográficas del
18°S y 30°S de latitud), está limitada al ceas, bosques de quebracho (Schinopsis Chaco en Argentina. Fuente: Morello y Adámoli (1968).

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE : CHACO ARGENTINO

J. A. Grassía

gradiente topográfico que ocupan, y éste sabanas anegadizas de interfluvio, inter- un denso tapiz herbáceo en la superficie, las cañadas y las lagunas, donde el suelo
está relacionado, a su vez, con el gradiente medias en cuanto a posición topográfica y en suelos alcalinos y salobres (Figura 6b). permanece cubierto de agua de nueve a
de inundación (Morello y Adámoli 1967, periodicidad de inundaciones, sobresalen once meses al año e impide el desarrollo
1968 y 1974) (Figura 5b). el toro-rata-í o palo cruz (Tabebuia nodosa), Entre el monte fuerte, las sabanas y los de árboles. En estas zonas se puede hallar
la palma blanca o caranday (Copernicia palmares, existe muchas veces una zona Sorghastrum setosum (paja amarilla),
El monte fuerte o quebrachal constituye alba) en grandes extensiones, la cina- de transición donde se presenta un bosque Paspalum intermedium (paja boba), Panicum
la comunidad florística más importante. cina (Parkinsonia aculeata) que general- bajo abierto, en el que coexisten árboles de prionitis (paja de techar), Cyperus giganteus
En este bosque predominan las siguientes mente aparece en lugares intervenidos, menor porte, palmeras y arbustos (Figura (pirí), Schoenoplectus californicus (junco)
especies: Schinopsis balansae (quebracho tusca o aromito, timbocillo, acacia mansa, 6c). En los albardones más desarrollados y Thalia geniculata (pehuajó) (Morello y
colorado chaqueño); Aspidosperma algunas enredaderas (Ipomea sp.) que se extienden, formando una estrecha Adámoli 1967, 1968 y 1974).
quebracho-blanco (quebracho blanco); crecen sobre gramíneas y trepan por los franja, las selvas en galería. Estas tierras
Caesalpinia paraguariensis (guayacán); árboles y fundamentalmente el espinillo o tienen un alto relieve positivo y permiten En la figura 7 se puede observar un perfil
Prosopis nigra (algarrobo negro); Prosopis ñandubay (Prosopis affinis). la instalación de especies leñosas que no topográfico y la fisonomía vegetal que se
alba (algarrobo blanco); Ziziphus mistol pueden prosperar en las áreas inundables desarrolla en cada sector (Alberto 2007).
(mistol); Geoffroea decorticans (chañar) Los pajonales de interfluvio están orga- (Figura 6d).
entre muchas otras especies. Se trata, en nizados de acuerdo a la altura del pelo del Dinámica de humedales
general, de un bosque semi-xerófilo con agua y la duración del anegamiento. Del En los terrenos más bajos, de suelos A pesar que se ha producido mucha infor-
árboles caducifolios, que se encuentra pastizal de espartillo (Elionurus muticus) arcillosos, se encuentran los ambientes mación biológica/limnológica, todavía
en las posiciones altas e intermedias del que cubre los llamados “campos altos”, acuáticos representados por los esteros, estamos lejos de conocer de qué manera
terreno. se baja suavemente al paja-amarillar de
Sorghastrum setosum y a los pajonales de
En tierras altas, sobre suelos arenosos a paja techadora (Panicum prionitis) y de paja
húmedos pero casi nunca anegables, se boba (Paspalum intermedium) para ceder
desarrollan los pastizales. En ellos crecen territorio a vegetación anfibia de borde
numerosas especies herbáceas, entre de estero o laguna ordenada de afuera
las que predominan gramíneas como adentro por el pirizal (Cyperus giganteus),
Andropogon lateralis (paja colorada); Schi- el totoral (Typha latifolia y T. dominguensis)
zachyrium spicatum (cola de zorro) y Elio- y peguajosal de Thalia sp. hasta llegar al
nurus muticus (espartillo). Estos campos embalsado que son islas flotantes móviles,
altos y pajonales suelen sufrir incendios, con suelos orgánicos limosos asentando b
luego de los cuales aparecen especies que en matas de raíces que se van descompo- a
florecen inmediatamente, como Calea niendo hasta transformarse en embal-
cymosa, Turnera grandiflora, Aspilia pasca- sados (Alberto 2007).
loides, etc.
En las sabanas la superficie se encuentra
En sectores topográficamente más bajos cubierta por un tapiz de especies herbá-
y que en épocas de grandes lluvias se ceas, con especies leñosas distanciadas
inundan parcialmente, se encuentran las entre sí, por lo que adquiere una fisonomía
sabanas y los palmares. Las sabanas de más bien abierta; entre las leñosas se
tierras altas arenosas están salpicadas de encuentran: Prosopis affinis (ñandubay o
paratodo (Tabebuia aurea), oreja de negro espinillo), Astronium balansae (urunday) y c d
o timbó colorado (Enterolobium contortisi- Diplokeleba floribunda (palo piedra).
liquum), seibo de tierras altas (Erythrina Figura 6. a) Palmar de Copernicia alba durante la potamofase (fase de aguas altas). b) El
dominguenzii) y tatané (Chloroleucon tenui- Los palmares de Copernicia alba crecen en palmar durante la limnofase (fase de aguas bajas). c) Zona de transición entre Monte
florum) en lugares más húmedos. En las parcelas casi puras, con un dosel abierto y Fuerte y Palmares. d) Selva en galería. Fotos: E. Harvey (a y b), J. A. Grassía (c y d).

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE : CHACO ARGENTINO

J. A. Grassía

microscópicos, flotantes o sumergidos). el consumo y mineralización de la materia


Como consecuencia, es habitual encontrar orgánica; la actividad migratoria de los
agrupaciones de organismos que tienen organismos, la pesca, las actividades de
adaptaciones individuales y patrones los pobladores del río, el turismo y otros
poblacionales mejor ajustados a la variabi- flujos están ajustados al régimen pulsátil
lidad hidrométrica en diferentes sectores del río. Todas las funciones vitales de las
de la planicie inundable. Prácticamente plantas están condicionadas por la diná-
todos los procesos que acontecen en los mica del agua. Hay numerosas pruebas
grandes humedales tienen relación posi- del sincronismo entre el desarrollo de
tiva o negativa con la frecuencia, dura- determinados procesos bióticos (germi-
ción, magnitud y otras características de nación, crecimiento, floración, fructifi-
la secuencia de potamofase (fase de aguas cación y dispersión de las semillas) y los
altas) y limnofase (fase de aguas bajas). El eventos hidrológicos (Figura 8a). Debido
transporte y deposición de sedimentos; a que el régimen hidrológico de la cuenca
la colonización, producción y descompo- está condicionado por procesos aleatorios
Figura 7. Fisonomía vegetal del Chaco Oriental o Chaco Húmedo. Fuente: Alberto (2007).
sición de la vegetación herbácea y leñosa; (como son las precipitaciones), no puede

y en qué magnitud las alteraciones hidro- oferta alimentaria de peces, aves y otros
lógicas pueden comprometer peligrosa- organismos que viven a expensas de la
mente la estabilidad de los paisajes de fauna fitófila.
las planicies inundables (Malvares 1999).
Cambios drásticos del régimen hidroló- Una de las amenazas que enfrentan los
gico pueden producir cambios en la distri- humedales es la modificación de sus
bución y abundancia de la vegetación. perfiles por depósito de sedimentos y
Estos cambios pueden generar cambios por drenaje. El sobrepastoreo, la extrac-
en la tasa de retención de sedimentos, ción de leña y el uso de tierras y pastos
y también cambios en el régimen del para la construcción de viviendas, dismi-
oxígeno disuelto en los cuerpos de agua. nuyen la cubierta vegetal incrementando a b
Estos últimos derivan en modificaciones el riesgo de erosión hídrica de los suelos.
en la tasa de mineralización de la materia El problema es aún más complejo en los
orgánica y en la disponibilidad temporal ríos y en humedales con movimiento hori-
de los nutrientes liberados en el proceso. zontal del agua, debido a que los cambios
no ocurren en forma de ciclos (los ciclos
Tanto la vegetación acuática como la biogeoquímicos no son ciclos dentro
palustre de un valle de inundación tienen del sistema) y también porque los flujos
una rica fauna de invertebrados asociados, de energía y materiales ocurren como
que son la principal fuente alimenticia “pulsos” con fases de aguas altas (inunda- c d
para muchos peces. La calidad y cantidad ción) y de aguas bajas (sequía).
de organismos que habitan en estas Figura 8. a) La germinación se produce al comenzar el período de aguas bajas. b) Las
plantas, depende en gran medida de la Los requerimientos de predictibilidad lluvias son un fenómeno aleatorio que condicionan la cuenca. c) Victoria cruziana, las alte-
composición y abundancia de la vegeta- de los organismos están en relación raciones en las fases de los pulsos pueden producir desapariciones transitorias o definitivas
ción, por lo que cambios en el patrón de con el tiempo de vida. Décadas para los en algunas especies vegetales y animales. d) Cuando la fase de aguas altas incrementa su
organización de esta vegetación derivaría árboles; lustros para los peces; días para duración, las bioformas flotantes tienden a dominar el entorno. Fotos: J. A. Grassía (a), E.
en consecuencias desfavorables para la el plancton (organismos, principalmente Harvey (b, c y d).

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE : CHACO ARGENTINO

J. A. Grassía

haber una relación temporal de 1:1 entre con mayor frecuencia los períodos de espectro biológico de la vegetación. En de octubre y la segunda comienza a finales
la biota y el régimen hidrológico, especial- suelo seco, podría alterarse el almace- tanto aumente la duración de la potamo- de febrero. Las flores tienen un aroma
mente cuando la magnitud de fluctuación naje de agua en el suelo, y las plantas fase, tenderán a dominar las bioformas fragante y potente. En la primera flora-
de año en años y más aún entre décadas, sufrir situaciones de estrés hídrico a las flotantes en las lagunas y bañados del ción, abundante y prolífica, se producen
determina desfasajes importantes en la que no pudieran sobrevivir. Los cambios río. Cuando la limnofase (fase de sequía) inflorescencias de color amarillo pálido, de
frecuencia, duración, intensidad, y esta- en la intensidad de las fases (asociados tiene una duración superior a la normal, hasta 1,8 m, interfoliares, erectas, guar-
cionalidad con que ocurren los eventos en buena medida a la duración de las comienzan a dominar las bioformas arrai- dando un ángulo entre 30º y 45º con el
hidrológicos (Figura 8b). mismas) son determinantes de la estra- gadas emergentes. La potamofase favorece eje del estípite (Figura 9a). En la segunda,
tificación y complejidad de la vegetación, el crecimiento de las plantas de Scirpus que florecen los individuos ya añosos y que
Cuando una población de plantas o de especialmente en los tres primeros metros alcanzan ventajas en la colonización de los no florecieron con el resto del palmar a
animales, es interferida en alguna de sus de altura sobre el suelo. La intensidad, cuerpos de agua (Figura 8d). comienzo de la temporada. Sus inflores-
funciones vitales por alteraciones signi- tanto de inundaciones como de sequías cencias son pocas, reducidas en tamaño y
ficativas de los pulsos, tarde o temprano extremas, controla el desarrollo del deno- Fenología vigor, no superando 1,20 m de largo.
será desplazada o eliminada del sistema. minado “sotobosque” (o sea el complejo Copernicia alba florece en dos oportuni-
Esta alteración estructural ocurre en biótico formado por plantas y animales), dades durante la temporada. La primera La producción de frutos comienza a
la naturaleza en forma temporal como el cual puede desaparecer totalmente en ocurre entre mediados de agosto y finales principios de octubre, cuando algunos
consecuencia de sequías o inundaciones los bosques monoespecíficos y aún en los
extraordinarias (ejemplos son Victoria bosques pluriespecíficos de las partes más
cruziana, Phyllantus fluitans) en las plani- altas. El aumento de la frecuencia de las
cies inundables de Sudamérica (Figura fases de inundación determina el esca-
mondado (poda, pérdida, eliminación) de
8c). De hecho, muchos organismos de vida
las ramas inferiores de las plantas, con
larga (árboles, peces) atraviesan períodos
lo cual el fuste libre de los árboles es más
adversos en los cuales no se reproducen o
largo dado que las copas generalmente
no crecen.
están formadas por un tallo principal y
ocupan sólo el cuarto superior del árbol.
La frecuencia de las fases resulta una
componente de la dinámica de aportes La regularidad de los eventos hidroló-
hidrológicos y de la geomorfología de cada gicos en el Paraguay-Paraná es decreciente
sección del río en las distintas ecorre- desde el Pantanal al Delta del Paraná.
giones, por lo que dentro de un mismo ciclo Mayor regularidad está asociada en el
hidrológico la frecuencia con que ocurren Pantanal a un régimen hidrológico de a b
los períodos de suelo seco o inundado son una única fuente de variabilidad: lluvias
potencialmente distintos para una misma dentro del sistema (Adámoli 1986). Varia-
sección y también para un mismo caudal bilidad baja es equivalente a ambiente más
hídrico en distintas ecorregiones. predecible, que determina menores tasas
de cambio en el paisaje.
La frecuencia de las fases regula funda-
mentalmente el crecimiento de las plantas La amplitud de los pulsos (o de sus fases)
en sus primeras etapas. Un aumento de la equivale a su duración en determinada c d
frecuencia del suelo inundado en deter- posición del bosque de inundación. La
minado punto podría significar que las presencia y la abundancia de muchas Figura 9. a) Al comenzar la floración las inflorescencias sobresalen por lo alto del follaje,
plantas ya germinadas no alcanzaran la plantas en los sistemas fluviales están erectas y casi verticales. b) Debido al peso de los frutos las infrutescencias penden por
altura suficiente para no ser sumergidas condicionadas por la duración de las fases debajo de las hojas. c) Es común que se desprendan frutos negros o marrones parasitados
por el agua en la próxima fase de inunda- más que por otros atributos del pulso. La por insectos. d) Las larvas de los insectos se alimentan del endosperma de las semillas y del
ción. En forma análoga, si se repitieran amplitud de fase también condiciona el embrión haciéndolas inviables. Fotos: J. A. Grassía.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE : CHACO ARGENTINO

J. A. Grassía

individuos aun están floreciendo, lo cual Dinámica de palmares El hecho de que sea frecuente la obser- semillas que caen de las palmas madres
genera una superposición de infrutes- Esta es la especie más resistente al frío vación de palmas creciendo en grupos sólo germinan unas pocas, ya sea por la
cencias e inflorescencias que facilita la del género Copernicia, llegando a tolerar apretados de 5-8 individuos de distintas actividad del ganado, la dureza del suelo,
polinización debida a la visita de variados sin ningún daño temperaturas mínimas edades y estados de desarrollo, estaría la falta de humedad o por el arrastre del
insectos. Los frutos inmaduros color entre -5°C y -7ºC. Es práctica habitual indicando que a pesar del volumen de agua en épocas de inundaciones. También
verde, ovoide y cubierto por un tomento quemar los palmares en épocas de sequías
amarillo-blancuzco son visitados por para eliminar los restos foliares marces-
avispas y dípteros que los parasitan depo- centes de las palmeras y ramazones espi-
sitando huevos en ellos y dañándolos. La nosas de tal forma de facilitar el posterior
maduración continúa hasta principios de ingreso para talar las palmas con destino
mayo donde la fruta ya tiene el tamaño a la confección de postes, ya sea para el
definitivo de aproximadamente 1,3 cm de propio uso o venta a terceros. La quema
diámetro y el color vira al verde oscuro y la del palmar también se utiliza como una
fruta se torna brillante, esférica, turgente herramienta de manejo en la producción
y lisa, perdiendo el tomento juvenil ganadera, dado que poco tiempo después
(Figura 9b). Es habitual hallar un número de la quema, al producirse el rebrote del
variable, según la temporada, de frutos estrato herbáceo, el valor nutritivo y la
color marrón y/o negros sujetados muy concentración de nitrógeno y de proteína
débilmente a las raquillas, lo cual los torna
bruta alcanzan sus niveles máximos.
inviables ya que suelen caer de la palma y
que están parasitados por larvas que se
Después de los incendios, las palmas
alimentan del endosperma de la semilla
pierden las hojas secas y los restos de
(Figuras 9c y 9d).
vainas foliares y sus troncos quedan lisos,
y pocas son las palmas que mueren por
La presencia de avispas y abejas melíferas
el fuego (Figura 10a). En algunos casos
señala la antesis y delatan la acción de
estos polinizadores. Es destacable la parti- (bastante frecuentes) la yema apical
cipación de las cotorras monje o cotorra resulta dañada y la palma ramifica. Se a b
argentina (Myiopsitta monachus) que al ha encontrado casos de ramificaciones
habitar y construir los nidos comunita- dicotómicas sin daños apicales evidentes
rios en las palmas colaboran con la poli- (Figura 10b). Si bien el fuego no daña las
nización y dispersión. Otros dispersores palmas adultas que permanecen en pie,
importantes son los ñandúes (Rhea ameri- los renovales quedan heridos de muerte
cana) los cuales se alimentan de los frutos haciendo que el palmar pierda continuidad
que cuelgan de las palmas bajas, dando en su regeneración.
grotescos, aunque altos, saltos para alcan-
zarlos. Es evidente que una especie que produce
abundante cantidad de semillas útiles,
Una vez caídas, es el ganado el que como hemos contado (9.760 por año e c d
dispersa las semillas, ya que se alimenta individuo), lo hace como estrategia de
con las frutas diseminadas al pie de las preservación de la especie ante los depre- Figura 10. a) A pesar de que Copernicia alba es resistente a los incendios, algunos indivi-
palmas y luego las regurgita y/o defeca en dadores, los malos suelos, las inclemencias duos perecen. b) El fuego suele dañar el meristema apical provocando ramificaciones en las
su marcha hacia los dormideros. También del clima (sequía e inundación) y los incen- palmas. c) Frecuentemente al bajar las aguas arrastran sedimentos y dejan expuestos los
es el ganado el que actúa como depredador dios estacionales naturales o no y posible- sistemas radiculares provocado la caída de algunos ejemplares. d) El ganado entierra las
de la especie al pisotear y ramonear las mente por falta de condiciones apropiadas semillas y se alimenta de los ejemplares jóvenes. Fotos: J. A. Grassía (a, b y d), A. Guardatti
hojas de los individuos jóvenes. para la germinación en estado natural. (c).

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE : CHACO ARGENTINO

J. A. Grassía

son observables en los palmares algunas las semillas limpias en agua a temperatura
zonas específicas donde las semillas son ambiente durante 5-7 días. Sembrar en
arrastradas por el agua y quizás donde turba o arena en almácigos de no menos
el suelo y la humedad sean favorables de 10 cm de profundidad. La tempera-
para la germinación. En estos sitios se tura recomendable esta entre los 30 ºC
nota claramente una gran aglomeración y 35 ºC. Trasplantar a envase individual
de plantas juveniles. Contrario a lo ante- cuando emerge la aerófila. Esta tarea debe
rior, no es frecuente ver plantas jóvenes ser realizada con sumo cuidado ya que es
en áreas de inundación permanente o de una especie muy sensible a los trastornos a b
larga duración. Solo puede verse algunos en sus raíces y es común la pérdida de
adultos creciendo en semi-alturas. Eviden- ejemplares recién trasplantados. En los
temente, el fuego cumple una función de cultivos comerciales es aconsejable culti- Figura 11. a) Distintas etapas de la germinación. b) Extracción desde el terreno cortando
limpieza y selección de individuos. Por un varlas en macetas ya que al plantar en el las raíces por etapas. Fotos: J. A. Grassía.
lado quema los restos marcescentes en los suelo la palma desarrolla un gran, y extre-
tallos y hojarasca que impiden el contacto madamente sensible, sistema radicular
de las semillas con el suelo y por otro daña que no tolera los disturbios del trasplante. Los troncos se usan para postes de alum- de alta calidad y pureza, que ubican sus
considerablemente las plántulas y ejem- Al igual que muchas de las especies del brado, horcones, postes del tendido eléc- colmenas en la zona de palmares. Estu-
plares juveniles que pocas veces soportan género Sabal (Broschat y Donselman 1984 trico y telefónico, entre otras utilidades dios realizados en la Provincia de Formosa
estos incendios. a y b), C. alba debe reconstruir totalmente (Figura 12f). También se usan para las indican que al menos el 45% de las mues-
su sistema radicular cuando se la extrae bases de rumas de algodón en las desmo- tras de miel recolectadas, contienen polen
Por su parte, las inundaciones también del terreno para su envasado o cambio de tadoras. Se han hecho pruebas para el uso de Copernicia alba y que el 5% de las mieles
tienen su efecto sobre el palmar. sitio. Se recomienda cortar sus raíces por de la madera para parquet con resultados son mixtas de C. alba (43%) y Sagittaria
Dispersan las semillas a mejores ubica- etapas, dejando pasar algo más de un mes positivos, pero se debe emplear maqui- montevidensis (29%) (Cabrera 2006). Por
ciones. Producen la germinación ya que entre cortes para dar tiempo a la regene- naria especial por el alto contenido de su parte, Salgado (2006), determinó la
las lluvias ocurren durante la temporada ración del sistema radicular. Antes de la sílice de la madera. existencia de mieles monoflorales de
cálida y frutos maduros y permiten el extracción, realizar una poda severa de Copernicia alba en la provincia del Chaco.
avance de las raíces jóvenes en el barro, la corona de hojas. Los individuos recién Es una palma típica de los potreros natu-
pero también socavan el terreno produ- extraídos y envasados, deben quedar rales de la región chaqueña. En muchos Las comunidades originarias, que aún
ciendo desplazamientos de tierra y caída en reposo, a la sombra, durante todo el lugares estas palmeras son los únicos habitan extensas áreas del gran Chaco,
de palmas adultas, tal como es fácil ver tiempo necesario hasta que comiencen a árboles que dan algo de sombra. En la base encuentran numerosos usos y beneficios
dentro del palmar (Figura 10c). Otro brotar nuevamente (Figuras 11a y 11b). del pecíolo produce una cera que en otras en esta especie ancestral. El tronco para
factor importante es el ganado, que si bien épocas era aprovechada para fabricar la construcción de viviendas (ya sea como
dispersa las semillas, también las entierra Usos velas. tejas, paredes, tijeras, canaletas para el
con su pisoteo y se alimenta de las hojas Su madera es aprovechable solamente agua) (Figuras 12c, 12d y 12e), para cons-
tiernas de las palmas juveniles en épocas cuando la planta es adulta y tiene el De las fibras de las hojas se confeccionan trucción de bretes y corrales. El cogollo
de escasez de pasturas destruyendo los fuste liso y sin hojas. La madera es más sombreros y otros artículos artesanales. como alimento al estilo del palmito; la raíz
brotes apicales (Figura 10d). compacta y lignificada en la periferia del Aunque no es muy frecuente pueden para artesanías y parte del pecíolo de la
fuste, que en el centro. Tiene un peso espe- encontrarse alfombras de fibras de hoja como cuchara. Las hojas muy tiernas,
Multiplicación, cultivo y trasplante cífico de 970 kilogramos por metro cúbico karanda’y. Los cogollos son comestibles y casi amarillas, para lazo, freno de caballo,
Al igual que todas las palmas, Coper- en verde y de 635 en seco (Atencia 2003). los frutos son consumidos por la población artesanías; las hojas verdes, para envolver
nicia alba se multiplica por semillas que La madera aserrada en tablas y cepillada chaqueña. objetos por los cazadores, para apoyar
germinan en aproximadamente 30-45 tiene un aspecto hermoso, ya que las el recado y como camuflaje para cazar
días si se las cosecha bien maduras. Para vetas oscuras contrastan con las de color La extensa época de las floraciones es ñandúes. Para cestas, canastos, macetas,
acelerar la germinación, se recomienda castaño. En Bolivia se usa la madera cepi- aprovechada por los productores apícolas respaldos y asientos de sillas y para
quitar el exocarpio y mesocarpio y remojar llada para revestimientos muy vistosos. para la obtención de mieles monoflorales confeccionar arreglos florales fúnebres

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE : CHACO ARGENTINO

J. A. Grassía

(Figuras 13a, 13b, 13c y 13d). La hoja seca Las semillas bien maduras (negras) son rurales, para la fabricación de artesa- al frío, sequías, inundaciones y suelos de
o la flor seca como antorcha para encender muy ricas en grasa, comestibles también. nías como sombreros, bolsones, carteras, mala calidad, hace de Copernicia alba una
pilas de hojarasca, nidos de lechiguanas Por todo ello ven a esta palma como una abanicos y pantallas de lámparas. La palmera ideal para aquellas ubicaciones de
o termitas, para humear los panales de suerte de padre de las comunidades. explotación forestal de palmas Carandaí climas y condiciones de cultivo difíciles y
abejas para extraer la miel. La flor amarilla para el periodo 1991-1997 fue de 22.300 justifican los esfuerzos por cultivarlas y
es un indicativo de la estación: se acerca la Por otro lado, en Paraguay se utiliza toneladas, lo cual equivale a aproxima- trasplantarlas. El tronco inerme, la corona
época de cosecha del algarrobo y la miel. C. alba para la realización de muebles damente 10.600 palmas por año (FAO esférica muy ornamental y ordenada, la
2001). En Bolivia se reporta el empleo de coloración glauca, la ausencia de grandes
troncos de C. alba para postes de alam- frondas secas colgantes y las comparati-
brados, de teléfonos, electricidad y en vamente pequeñas hojas, hacen de C. alba
construcciones rurales (Moraes 1991). En una especie adecuada tanto para alinea-
relación a su empleo como especie orna- ciones, grupos o individuos aislados,
mental, las dificultades que esta especie siendo muy utilizadas en el diseño de
presenta en el trasplante de ejemplares parques y jardines así como en veredas,
adultos, restringen considerablemente su centros de avenidas, rotondas y parterres
utilización. Sin embargo, la resistencia en general (Figuras 12a y 12b).

a b

c d
a b

e f c d

Figura 12. a) y b) El tallo erecto, delgado y la copa circular y glauca de Copernicia alba la Figuras 13. a) y b) Canastos, cestas y muebles con fibras de Copernicia alba. c) Macetas con
hacen muy apreciada como ejemplar ornamental. c), d) y e) Usos rurales de los troncos para troncos tallados. d) Ofrendas florales fúnebres con respaldo de hojas de C. alba. Fotos: J.
viviendas. f) Tala del palmar para distintos usos de los troncos. Fotos: J. A. Grassía. A. Grassía.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE : CHACO ARGENTINO

J. A. Grassía

Discusión y conclusiones Bibliografía • Moraes R., M. 2007. Phytogeographical • Morello, J. y J. Adámoli. 1974. Las gran-
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superior, a condición de que no hubiera de carandazais nas sub-regiões de Miranda y metodología. Serie fitogeográfica Nº10.
e Nabileque, Pantanal Sul MatoGrossense, Buenos Aires, INTA. 125 pp.
modificación antrópica, es la palmera
Brasil. Campo Grande. Dissertação Mes-
Copernicia alba, acompañada de un rico
trado em Ecologia e Conservação, Progra-
estrato herbáceo, con especies que pueden ma de Pós-Graduação em Ecologia e Con-
soportar asfixia en los suelos por un servação, Universidade Federal do Mato
período corto de tiempo. Son propias de Grosso do Sul. 56 pp.
las subregiones fitogeográficas Chaco • Atencia, M. E. 2003. Densidad de maderas
oriental o Chaco húmedo en los valles de (kg/m3) ordenadas por nombre común.
inundación de los ríos Paraná, Paraguay y Instituto Nacional de Tecnología Indus-
Bermejo, sobre ambas márgenes, aunque trial (INTI)- Centro de investigación y
en algunas áreas de la región Central desarrollo de la industria de la madera y
afines (CITEMA). 8 pp.
aún permanecen, como formaciones
• Broschat, T. K. y H. M. Donselman. 1984a.
relictuales, debido a las modificaciones Root regeneration in transplanted palms.
ambientales hechas por el hombre para el Principes 28: 90-91.
aprovechamiento de zonas naturales para • Broschat, T. K y H. M. Donselman. 1984b.
usos agronómicos. En la mayor parte de Regrowth of severed palm roots. Journal of
su área de distribución, estos palmares Arboriculture 10: 238-240.
boscosos han sido transformados en • Cabrera M., M. 2006. Caracterización polí-
sabanas-palmares por acción del ganado, nica de las mieles de la Provincia de Formo-
sa – Argentina. Revista del Museo Argentino
el fuego, los cultivos y las construcciones
de Ciencias Naturales, n.s. 8 (2): 135-142.
hidráulicas que modifican los niveles y • Degen-Naumann, R. D. 1996. Dinâmica
escurrimientos del agua, que a su vez, poblacional de Copernicia alba Morong.
alteran indefectiblemente la ecología de Assunção: F.C.Q./UMA. 36 pp.
los palmares. A primera impresión pare- • Dimitri, M. J. 1997. El nuevo libro del ár-
ciera que la resiliencia de Copernicia alba bol. Tomo II. El Ateneo. Buenos Aires. 124
a las perturbaciones mencionadas es lo pp.
suficientemente alta como para que la • FAO. 2001. Estado de la información fores-
especie siga conservándose sin indicios de tal en Bolivia. Información y Análisis para
el Manejo Forestal Sostenible Integrando
disminución significativa que la ponga en
Esfuerzos Nacionales e Internacionales en
riesgo de extinción. Sin embargo, mayores 13 Países Tropicales en América Latina.
estudios orientados a verificar la efectiva Proyecto GCP/RLA/133/EC.
tasa de renovación de los palmares deben • Malvares, A. I. (Ed.). 1999. Tópicos sobre
hacerse para poder tener un conocimiento humedales subtropicales y templados de
más certero de la situación. Sudamérica. UNESCO. 229 pp. Palmares de Copernicia alba. Foto: J. A. Grassia

316 317
S. L. Casco
¿ES POSIBLE RECUPERAR LOS PALMARES

14. DE Butia paraguayensis EN EL NORDESTE


ARGENTINO?
Juan José Neiff, Sylvina Lorena Casco, Nicolás Neiff
y Violeta Amancay Zambiasio

Resumen En este capítulo se señala la importancia


La palma enana o yataí poñí (Butia para- del palmar de poñí como área de alto valor
guayensis [Barb. Rodr.] L.H. Bailey) se de conservación y se analiza su manejo
distribuye geográficamente en el noreste sostenible en base a la resiliencia de esta
de Argentina, este de Paraguay y Bolivia, especie.
sureste de Brasil y noreste de Uruguay.
El porte de esta palma, generalmente, no Palabras clave. Argentina. Conser-
supera los 2 m de altura o menos, hasta ser vación. Palma poñí. Restauración. Tole-
acaulescente y medir 30 cm de diámetro rancia.
en la base de su estípite. Crece en sitios
que se aniegan en períodos lluviosos Introducción
extraordinarios por eventos El Niño, Debido a su utilidad para el hombre, la
sobre una matriz de pastizal bajo. Estos familia botánica de las palmeras (Areca-
campos han sido aprovechados para la cría ceae) es la segunda más importante
de ganado desde el siglo XVIII, con prác- (dentro de las monocotiledóneas), luego
ticas de quemas periódicas para favorecer de las poáceas. Posee gran importancia
el rebrote de pastos tiernos. Más recien- paisajística, económica y nutricional;
temente, algunos palmares fueron derri- aportan alimento, material para construc-
bados para realizar forestaciones de pinos ción, combustible, fibras, papel, azúcar,
y, en algunos sectores, las plantaciones aceite, cera (Dransfield y Uhl 1998, Bauer-
se realizaron directamente sobre los mann et al. 2010), así como derivados
palmares. Estas prácticas han puesto en químicos tales como jabones, perfumes,
peligro al poñí, lo que ha determinado que colorantes, entre otros (Chebataroff
fueran declarados “monumento natural” 1974). Los palmares son los paisajes de
en Misiones (Argentina), si bien no se mayor extensión en la cuenca de los ríos
conoce la posibilidad de su recuperación Paraguay y Bajo Paraná (TGCC 1996, Neiff
ni las posibilidades de su uso sostenible. 2001).

Regeneración de Butia paraguayensis en el nordeste argentino. Foto: S. L. Casco. 319


XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: NORDESTE ARGENTINO

S. L. Casco

Además de su importancia actual, las Butia paraguayensis (Barb. Rodr.) L.H. cuenca del Plata (ríos Paraguay, Paraná, la región del Iberá (en Corrientes, Argen-
palmeras constituyen uno de los grupos Bailey (palma enana o yataí poñí) se Uruguay y sus afluentes). Estos palmares tina), constituía una ancha planicie del río
más antiguos reconocidos en el registro distribuye geográficamente en Argen- ocupan paleoabanicos fluviales, hoy Paraná, cuyos canales trenzados estaban
fósil dentro de las monocotiledóneas tina (Corrientes, Misiones); Paraguay anegables en años muy lluviosos como separados por albardones arenosos.
(Moore y Uhl 1982, Jones 1999). Se (Amambay, Caaguazú, Canendiyú, aquellos de los eventos El Niño (Orfeo
originó a fines del Jurásico o principios Concepción, Cordillera, Misiones, Ñeem- y Neiff 2008). Así, hace 10 a 15 mil años Movimientos dentro de la corteza
del Cretácico en América del Sur y África bucú y San Pedro), Brasil (Mato Grosso do atrás, el río Paraná cubrió los Esteros del terrestre transformaron la estructura del
(oeste de Gondwana), dispersándose luego Sul, Paraná, Rio Grande do Sul, São Paulo) Iberá (Neiff 2004, Orfeo y Neiff 2008), subsuelo, lo que se reflejó en superficie por
hacia otros continentes (Moore y Uhl y nordeste de Uruguay (Figura 1). dejando como impronta vegetación de una modificación de las pendientes del
1982). linaje Paranense (Neiff 2004), quizás en terreno y de la dirección del drenaje super-
En Argentina, estos palmares están el Plioceno Superior y Pleistoceno inferior ficial en la región. Aquel río, hoy conocido
Actualmente, las palmeras están distri- incluidos en la Eco-región “Esteros del según ejemplares silicificados de palmas como Paraná abandonó gradualmente la
buidas ampliamente por las zonas Iberá”, dentro de la zona de Lagunas y (Herbst 1971, Lutz 1980). Los sedimentos región del gran humedal del Iberá y del río
húmedas y tropicales de todo el mundo, Esteros del Este (Morello et al. 2012), aportados por el río Paraná fueron atri- Corriente hasta encajonarse en su cauce
habitando en selvas, praderas, matorrales llegan a Corrientes y Sur de Misiones, buidos por Iriondo (1980) a la Formación actual.
abiertos, bosques ralos, marismas, zonas siendo abundante en las Islas Apipé y Salto Chico caracterizada por “aflora-
pantanosas, orillas de cauces fluviales, Yacyretá (Neiff 1986). mientos de un régimen fluvial muy ines- La zona occidental del gran humedal
lagos y lagunas (Jones 1999). En el mundo table, con estratos de arcillas superpuestos del Iberá, tiene lomas y medias lomas
se encuentran 2.700 especies, distribuidas Aspectos paleo-ecológicos a conglomerados, brechas intraforma- arenosas de origen fluvial de más de 50
en 200 géneros; en Argentina viven 14 Los palmares de Butia paraguayensis son de ciones”. De esta manera, para comprender metros de profundidad, asentado sobre
especies de las cuales ocho habitan en el linaje amazónico, aportados por antiguos el escenario ecológico original hay que basaltos de la Formación Serra Geral,
Nordeste (Schinini y Ciotti 2008). flujos que hoy son parte de la denominada tener en cuenta que, durante el Plioceno que se distribuyen en posición radial,

Figura 1. Distribución de Butia paraguayensis en el nordeste argentino y países vecinos. Figura 2. Imagen satelital del paleoabanico aluvial del río Paraná, donde se encuentran los
Imagen tomada de Google Earth. esteros de Iberá y de Ñeembucú. Fuente: Orfeo y Neiff (2008).

320 321
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: NORDESTE ARGENTINO

S. L. Casco

con vértice en la localidad de Ituzaingó con poblaciones dominantes de flechilla de 0,40-0,45 y hasta 1 m de longitud, lisa. escultura muy regular, escrobiculados o
(Figura 2). (Aristida jubata), cola de zorro (Sorghas- Flores diclinomonoicas, las estaminadas fosulados (Cabral y Castro 2007).
trum setosum), Elionurus muticus (espar- a lo largo de toda la inflorescencia, las
El enorme paleoabanico fluvial que forma tillo amargo), Paspalum notatum (pasto carpeladas entre dos estaminadas, en la Florece en primavera y la polinización
la región del Iberá (más de 30.000 km2) se horqueta) y Axonopus compressus (pasto base sobre un eje sinuoso. La flor estami- marca la finalización de la floración y el
extiende también en la República del Para- jesuita). Estos pastizales, ubicados en nada tiene sépalos de 2-2,5 mm longitud, inicio de la etapa de fructificación que
guay, en la zona conocida como Esteros de el borde externo de los humedales, en la pétalos de 5 mm de largo, coriáceos a culmina con la caída del fruto maduro, en
Ñeembucú (Orfeo y Neiff 2008; Figura 2). zona de contacto tierra/agua y han sido leñosos, anteras de 2 mm de longitud, el verano, entre noviembre y febrero. Los
Se explica entonces que: considerados como áreas valiosas de con filamentos de 3 mm, pistilodios 3, frutos son comestibles y muy utilizados
1. El área de dispersión del Poñí tome conservación (Bilenca y Miñarro 2004, de 1 mm de longitud. El fruto es carnoso, por la fauna de insectos, murciélagos
los paleoambientes fluviales de EVASA 2009). esférico a aovado-apiculado, anaranjado y mamíferos como el capibara (Hydro-
Corrientes. a rojizo a la madurez; de 1,5-3 cm de choerus hydrochaeris) y el tatú (Dasypus
2. Se encuentren también en el borde de Características de la planta diámetro (Figura 3). El endocarpio con sp). Esta palma tiene buena producción
los esteros centrales de la Isla Apipé y La estructura del poñí es muy similar a 3 poros basales. Los granos de polen son de frutos (entre 400 a 1500 g por planta).
en otras islas del río Paraná. la de una palma fósil encontrada en la elípticos en vista polar, elípticos o circu- El endocarpio es esférico, de 1,5 cm de
3. Se encuentren en el Paraguay en el misma área fitogeográfica –Palmoxylon lares en vista ecuatorial, heteropolares; diámetro, duro y persiste más de dos años
borde de los esteros de Ñeembucú concordiense- (Lutz 1980) en areniscas de
y en las planicies lindantes con las la Formación Ituzaingó (Herbst 1971), en
Selvas de Mbaracayú. el mismo paleoabanico fluvial. El estípite
tiene parénquima central compacto con
Características poblacionales y pequeñas lagunas, siendo característica la
fenotípicas disposición helicoidal de los haces fibrosos
El nombre Yatay poñí, proviene del y fibrovasculares, que es propia del género
guaraní poñí que significa “gatear” en Butia (Lutz op.cit.).
referencia a la baja altura de esta palma
(Santos Biloni 1990). Constituyen forma- Las características taxonómicas de Butia
ciones densas de 500 a 4.000 plantas por paraguayensis son presentadas por Cabral y
hectárea, originadas a partir de semillas Castro (2007). Esta palma mide entre 0,60
que son dispersadas principalmente por y 1,20 m, llegando hasta 3 m de altura,
el agua durante lluvias torrenciales y tiene entre 18 y 30 cm de diámetro, con a b
también por los animales. Al pasar por el tallo parcialmente subterráneo; estípite
tracto digestivo los frutos se escarifican cubierto con bases foliares persistentes.
favoreciéndose en proceso de germina- Las hojas son de color verde-grisáceo,
ción. Se reconoce que las quemas pueden pinnatisectas, arqueadas, y miden entre
producir también la escarificación de los 0,50 y 1 m de longitud, llegando hasta 1,65
frutos, a la vez que eliminan la cobertura m y los folíolos, dispuestos en dos planos
herbácea que interfiere con la colonización (en V), miden entre 34 y 40 cm de longitud
de las palmas, al bloquear la luz incidente x 1 a 2 centímetros de ancho y están
(EVASA 2009 y 2015). reduplicados. El pecíolo está armado con
espinas marginales ascendentes y mide
La vegetación de estos palmares es fuer- entre 19-y 60 cm de longitud. La inflores-
cencia interfoliar es más corta que la hoja c d
temente heliófila, con un estrato de
palmas entre 1 y 2 m de alto, con menor correspondiente, mide de 0,45 a 1,20 m y
frecuencia hasta 3 m de alto y un estrato está protegida por dos espatas (la externa Figura 3. a-c) Aspecto de la palma poñí creciendo en distintos pinares. d) Detalle de los
cespitoso laxo, abierto (0,5-0,8 m de alto) pequeña y la interna tubulosa, apiculada), frutos. Fotos: S. L. Casco.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: NORDESTE ARGENTINO

S. L. Casco

inalterado sobre el suelo. Además, Butia cuando está presente, es de poco espesor y zonas que originalmente ocupaban en su a franca-arenosa, profundos, de buen
paraguayensis, es una especie de gran con contenido de materia orgánica menor área de dispersión. drenaje a algo excesivo, por lo tanto
utilidad ornamental, con buen potencial que 1%. El perfil es poco evolucionado, con presentan escasa capacidad de retención de
para el paisajismo (Figura 3). materiales poco edafizados y fácilmente Para avanzar en los estudios sobre la agua (Figura 5). En general, los ambientes
deleznables. conservación del poñí se deberían abordar donde se desarrolla el palmar de poñí cada
Butia paraguayensis crece en ambientes aspectos relacionados con: (i) la calidad e 7 a 15 años atraviesan períodos de sequía
aluvionales jóvenes, modelados por el El estrato de palmas no tiene otra especie intensidad de los disturbios que operan extrema, que pueden extenderse por 5-10
escurrimiento fluvial en grandes riadas. que el poñí, posiblemente, por ser la única sobre los palmares y (ii) la tolerancia y la años, como ocurriera desde 2001 a 2010,
Generalmente ocupan abanicos fluviales que puede afianzarse en un ambiente capacidad de recuperación de la palma a período influenciado por La Niña, en el
o paleoabanicos fluviales, en posición de controlado por condiciones edáficas y estos disturbios. Debido a que el primer cual los valores pluviométricos anuales
media loma a media loma baja. Se desa- climáticas muy exigentes para las plantas punto escapa el abordaje de este capítulo, estuvieron entre 100 y 300 mm por debajo
rrolla sobre terrenos levemente ondu- (baja retención de agua, suelos con baja se hará hincapié en los aspectos relacio- de la media anual histórica (1.100 mm).
lados, con suelos de textura arenosa, capacidad de intercambio catiónico, nados a la tolerancia de estos palmares A pesar de esto, no se observaron signos
a franco-arenosa, profundos, de buen ocurrencia periódica del fuego, ambientes ante disturbios en el ambiente. macroscópicos de estrés (fuerte defolia-
drenaje (Figura 4). Son, en su mayoría, esporádicamente anegables). ción, esterilidad completa de las inflores-
Udipsamentes álficos y Hapludalfes La tolerancia de la palma poñí cencias o disminución importante en el
arénicos y, en menor proporción, Paleu- Por la singularidad ecológica de estos La palma poñí puede considerarse una número de frutos).
dalfes psaménticos y Hapludalfes psamén- palmares, hay interés creciente en su planta euritípica por ser ampliamente
ticos (Carnevali 1994). El horizonte A, preservación y en la restauración de las tolerante a los extremos climáticos, a los Algunas características de la planta
efectos del fuego e, incluso, a cambios en conducen a comprender esta tolerancia a
el uso del suelo por medio de forestaciones episodios de baja disponibilidad hídrica:
con especies exóticas que se han realizado hojas con bajo contenido de humedad;
sobre los palmares. presencia de ceras que pueden evitar exce-
siva transpiración; arquitectura foliar;
Los suelos donde crece el palmar poñí parte del estípite enterrado actuando
son de textura común arenosa, franca como reserva. Sin embargo, los procesos y

Figura 4. Colonización del poñí en suelos arenosos libres de vegetación en el estableci-


miento Ibicuy, Corrientes, Argentina. Foto: S. L. Casco. Figura 5. Contenido de humedad de suelo en los palmares con y sin forestaciones.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: NORDESTE ARGENTINO

S. L. Casco

a b

Figura 6. Radiación incidente recibida en las palmas poñí que crecen en distintas condi-
ciones (con o sin pinos) en campos de Corrientes, Argentina. El origen de la abscisa corres-
ponde a palmares libres de forestaciones.

mecanismos fisiológicos de tolerancia de de la humedad del suelo. La mayor concen-


los palmares de poñí todavía no han sido tración de raíces se encuentra entre 0,5
dilucidados. y 1,0 m de profundidad, en el estrato del
suelo donde se retiene la humedad por c d
Hay indicios que hacen pensar claros más tiempo.
mecanismos de adaptación. Por ejemplo,
las hojas de la palma poñí tienen 40 a Otra característica importante para
Figura 7. Palmar poñí recuperado del
60% de agua de constitución, por lo que valorar la tolerancia de la planta es el
ataque por búfalos en Campo Lovera
el volumen de agua de la parte aérea es amplio rango de energía incidente que
(Corrientes), tal como se muestra en las
mucho menor que el de otras plantas recibe. En abras de pastizales donde
fotos b, c y e. En las fotos a y d, se muestra
nativas y cultivadas de los ecosistemas las palmas constituyen el estrato más
una planta y una hoja de palma con ataque
adyacentes. Otro ejemplo de adaptación alto, reciben cerca de 2.000 mmoles de
por búfalos. Fotos: J. J. Neiff (a y b); S. L.
es notable cuando se produce la quema fotones.m-2 en un día diáfano de verano.
Casco (c, d y e).
de pastizales para favorecer el rebrote de Sin embargo, en sitios donde se forestó
pastos palatables al ganado. Los palmares con pinos, sin derribar el palmar de poñí,
sufren el efecto del fuego, a menudo de el dosel de un pinar cubrió 70-80% de la e
corta duración, pero pueden recuperarse canopia (plantación de 12-13 años en
luego de una quema en término menor que el momento de la medición), donde las
un año. palmas sólo reciben radiación directa
del sol al mediodía y durante unas horas tiene una gran relevancia en la coloniza- consumen preferentemente los segmentos
El sistema radical es muy abundante, de (Figura 6). ción del palmar luego del turno de corte de de las hojas de palma, con poca presión de
tipo fasciculado y las raíces pueden ocupar la forestación. pastoreo en el tapiz cespitoso bajo (Figura
un volumen semejante a un cilindro de En pinares cercanos a su turno de corte, 7). El 90% de las plantas fueron ramo-
1,5 m de diámetro, distribuidas hasta 1,5 donde los niveles de radiación que llegan Se observó también que el pastoreo por neadas por estos animales y el 20% de las
m de profundidad. Esta característica le al suelo son muy bajos, se ha observado la búfalos produce un fuerte impacto sobre hojas resultaron quebradas por su raquis.
permite a la planta buen aprovechamiento germinación de la palma poñí. Esto último las plantas de palma, ya que estos animales Para evaluar la recuperación de las plantas

326 327
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: NORDESTE ARGENTINO

S. L. Casco

de poñí se retiraron los animales y se materia prima para la elaboración de otros semillas que se conservan viables aún doce • Dransfield, J. y N. Uhl. 1998. Palmae. Pp.
reservó el área atacada mediante clausura. productos como dulces, mermeladas, años después de la plantación. Una vez 306-389. En: Kubitzki, K. (Ed.), Families
Pudo constatarse una activa fase de recu- bebidas (Escudero 2004). cosechados los árboles, cuando la radia- and genera of vascular plants. Flowering
plants: monocotyledons. Springer-Verlag,
peración en el lapso de un año, observán- ción recupere los valores de cielo abierto Berlin, Alemania.
dose que el porcentaje de plantas muertas En cualquier caso, ha de tenerse presente y luego de la estación lluviosa, se produ- • Escudero, R. 2004. Subcomponente Bos-
fue menor que 2% (EVASA 2015). que los palmares de poñí han sido reco- cirá la emergencia de las plantas de poñí a que nativo Compilación, sistematización
nocidos como ecosistemas valiosos en el partir del banco de semillas del suelo. y análisis de la información disponible
Manejo sostenible de los palmares ámbito internacional y por tanto deben publicada o en proceso, descripción de la
de poñí remanentes ser cuidados y restaurados en la medida La existencia de un grueso manto de hoja- situación actual y propuestas de inter-
En términos del manejo sostenible el posible. Por las características de la vención. Informe técnico para el Proyecto
rasca, de más de 5 cm de espesor, formado Combinado GEF/IBRD “Manejo Integrado
mantenimiento de las áreas de poñí en sus especie, existen opciones de manejo soste-
por acículas en los pinares más antiguos, de Ecosistemas y Recursos Naturales en
condiciones prístinas, no debiera signi- nible que determinan que su permanencia
puede ser un impedimento para la emer- Uruguay”. Montevideo, Uruguay. http://
ficar lucro cesante para los propietarios no constituya un lucro cesante para los
propietarios de los campos donde existen gencia de las plántulas. Sin embargo, esta www.desarrolloregional.org.uy/portal/
de los campos, toda vez que es viable el restricción puede ser fácilmente gestio- dmdocumentos/bosquenativo.pdf
desarrollo del turismo natural dentro de estos ecosistemas. • EVASA. Empresas Verdes Argentinas, S.A.
nada, con bajo costo mediante el rastri-
un circuito que permita mostrar, además 2009. Áreas de Alto Valor de Conservación
Posibilidades de restauración o llado del suelo. A pesar de lo expresado,
otros ecosistemas valiosos como lo son los en el Proyecto Forestal de EVASA (Corrien-
recuperación queda la duda respecto al tiempo que tes, Argentina). 100 pp.
bosques hidrófilos y los humedales que puede transcurrir hasta que el ecosistema
En Corrientes, se encuentra el epicentro • EVASA. Empresas Verdes Argentinas, S.A.
han sido declarados Áreas de Alto Valor de poñí pierda su capacidad de recupera- 2015. Monitoreo ambiental. Humedales.
de distribución de Butia paraguayensis,
de Conservación (AAVCs) en algunos ción. Dicho en otras palabras, cuántos Predios San José, Ibicuy, Santa Julia. 27
endémica de Suramérica (Cabral y Castro
emprendimientos forestales (EVASA pp.
2007). Esta circunstancia sería suficiente turnos de plantación toleraría el banco de
2009). para sugerir su preservación, especial- • Herbst, R. 1971. Esquema estratigráfico
semillas del suelo en condiciones de viabi-
de la Provincia de Corrientes, República
mente por encontrarse en ecosistemas lidad, lo que merece estudios futuros.
Actualmente se han propuesto varios Argentina. Revista Asociación Geológica Ar-
de borde, en toda la margen occidental y gentina 26: 221-243.
emprendimientos relacionados a los norte del Sitio Ramsar Reserva del Iberá.
palmares de Butia, una de ellas con el fin Bibliografía • Iriondo, M. H. 1980. El Cuaternario de En-
Es una planta socialmente emblemática • Bauermann, S. G., A. C. P. Evaldt, J. R. Zan- tre Ríos. Revista de la Asociación de Ciencias
de obtener la materia prima necesaria en el área cálida de Argentina, al punto chin y S. A. L. Bordignon. 2010. Diferen- Naturales del Litoral 11: 125-141.
para la producción de biodiesel. Otro que fue declarada Monumento Natural ciação polínica de Butia, Euterpe, Geono- • Jones, D. L. 1999. Palmeras del Mundo.
proyecto, propone usar el fruto del que por ley, en la Provincia de Misiones, y que ma, Syagrus e Thritrinax e implicações Omega. Barcelona. 410 pp.
ancestralmente se obtiene un licor arte- tiene el máximo estatus de conservación paleoecológicas de Arecaceae para o Rio • Lutz, A. I. 1980. Palmoxylon concordiense
sanal, representa una opción más viable en el Parque Natural Sierras de Mbara- Grande do Sul. Iheringia, Série Botânica 65: n. sp. del Plioceno de la provincia de Entre
ambientalmente y de mayor interés para 35-46. Ríos, República Argentina. En: 2º Congreso
cayú, en Paraguay.
las comunidades locales. Para evitar daños • Bilenca, D. y F. Miñarro. 2004. Identifica- Argentino de Paleontología y Bioestrati-
ción de Áreas Valiosas de Pastizal (AVP) en grafía y 1º Congreso Latinoamericano de
irreversibles en los palmares de poñí ha Por ser el poñí una planta anfitolerante, las Pampas y Campos de Argentina, Uru- Paleontología, Buenos Aires, Argentina. 2
de tenerse presente formas alternativas de nicho amplio, por haber evolucionado guay y sur de Brasil, Buenos Aires, Funda- al 6 de abril de 1978, p. 129–140.
de manejo como la comercialización de en estos suelos arenosos durante miles de ción Vida Silvestre Argentina. 323 pp. • Moore, H. E., Jr. y N. W. Uhl. 1982. Major
frutas provenientes de especies nativas, años, en clima de condiciones semejantes • Cabral, E. L. y M. Castro. 2007. Palmeras trends of evolution in palms. The Botanical
las cuales deberían ser consideradas con a las actuales, o más restrictivas aún y, por Argentinas, Guía para el reconocimiento. Review 48: 1–69.
mayor profundidad. su potencial biótico, se estima que la recu- Ed. L.O.L.A, Buenos Aires. 88 pp. • Morello, J., S. D. Matteucci, A. F. Rodríguez
peración de los palmares de poñí en sitios • Carnevali, R. 1994. Fitogeografía de la y M. E. Silva. 2012. Ecorregiones y com-
Provincia de Corrientes. Gobierno de la plejos ecosistémicos argentinos. Editorial
Los frutos de estas especies son en general que han sido forestados, tiene alta proba-
Provincia de Corrientes - I.N.T.A., Argen- Orientación Gráfica Argentina. Buenos Ai-
bien conocidos por la población rural, bilidad de éxito. tina. 324 pp. res. 752 pp.
muchos de ellos muy apetecidos, aunque • Chebataroff, J. 1974. Palmares del Uru- • Neiff, J. J. 1986. Las grandes unidades de
de escasa comercialización en ámbitos Los sitios hoy forestados con pinos, sobre guay. Facultad de Humanidades y Ciencias. vegetación y ambiente insular del río Para-
urbanos, también son utilizados como palmares de poñí, tienen un banco de Montevideo. Uruguay. 31 pp. ná en el tramo Candelaria-Itá Ibaté. Revis-

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: NORDESTE ARGENTINO

ta de la Asociación de Ciencias Naturales del les, Servicio Geológico Minero Argentino,


Litoral 17: 7-30. Buenos Aires.
• Neiff, J. J. 2001. Diversity in some tropi- • Santos Biloni, J. 1990. Árboles autóctonos
cal wetland systems of South America. Pp. argentinos. Tipográfica Editora Argentina,
1-60. En: Gopal, W., J. Junk y J. A. Davis Buenos Aires. 335 pp.
(Eds.), Biodiversity in wetlands: assessment, • Schinini, A. y E. Ciotti. 2008. Los palma-
function and conservation. Backhuys Pub- res del Nordeste Argentino. Pp. 261-271.
lishers, Leiden, Holanda. En: Basterra, N. I., J. J. Neiff y S. L. Casco.
• Neiff, J. J. 2004. El Iberá...¿en peligro? Ed. (Comps.), Manual de Biodiversidad de Chaco,
Fundación Vida Silvestre de Argentina.136 Corrientes, Formosa. Editorial Universitaria
pp. de la Universidad Nacional del Nordeste:
• Orfeo, O. y J. J. Neiff. 2008. Esteros del • Taylor-Golder-Consular-Connal. (TGCC).
Iberá: un enorme laboratorio a cielo abier- 1996. Evaluación del impacto ambiental
to. Pp. 415-425. En: CSIGA (Ed.), Sitios de del mejoramiento de la hidrovía Paraguay-
interés geológico de la República Argentina. Paraná. Módulo B2. Diagnóstico Integrado
Instituto de Geología y Recursos Minera- preliminar. Volumen 5.

330 Regeneración de Butia paraguayensis. Foto: S. L. Casco.


M. Moraes R.
PALMARES ASOCIADOS A LOS LLANOS

15. INUNDADOS EN BOLIVIA: ECORREGIONES


DE HEATH, MOXOS, PANTANAL Y CHACO
Mónica Moraes R.

Resumen Palabras clave. Arecaceae. Copernicia


En las tierras bajas del este de Bolivia alba. Mauritia flexuosa. Paisajes inundados
hay cuatro ecorregiones con palmares bolivianos. Trithrinax schizophylla.
inundados: Pampas del Heath, Llanos
de Moxos, Pantanal (permanentemente Introducción
inundada) y Chaco. Se pretende ilustrar la En los extensos paisajes abiertos de
presencia de comunidades de especies de tierras bajas de Bolivia predomina la
palmeras en relación a estas ecorregiones vegetación de sabanas inundables que
y las características edáficas, bajo regí- intercala con islas de bosque, bosques
menes de inundación estacional a perma- de galería y parches de bosque continuo,
nente. Las formaciones mayormente con influencias fitogeográficas amazó-
representadas son las de Copernicia alba nicas, del Cerrado, andinas y chaqueñas
y Mauritia flexuosa en tres ecorregiones, (Moraes 1999, 2007, Moraes et al. 2014).

TERCERA PARTE: mientras que Trithrinax schizophylla en


dos. También se encuentran Mauritiella
armata y Bactris spp, entre las 17 especies
En un análisis sobre la riqueza potencial
de palmeras nativas de Bolivia, se observó
que las sabanas inundables de los Llanos

BOLIVIA encontradas en diferentes formaciones


de vegetación de ecorregiones inundadas.
Ocupan un gradiente amplio de suelos
arcillosos y limos, pobres en minerales
de Moxos, coinciden con áreas donde la
concentración de especies es menor a siete
(Moraes et al. 2014) y que este número se
incrementa cuando se encuentra asociado
con baja a mediana capacidad de inter- con suelos húmedos bien drenados, en
cambio catiónico, permeables a imper- contraste a aquellos inundados a lo largo
meables, drenados a mal drenados. La del año (Moraes 2007).
relación de estos palmares inundados con
las dinámicas de la inundación y los tipos En estos paisajes están presentes
de suelos establece características distin- cuatro ecorregiones –según la clasifi-
tivas en una amplia superficie de paisajes cación en Ibisch y Mérida (2003) a una
mayormente abiertos. escala de 1:1.000.000–, con las cuales
se asocian palmares inundados: Pampas

333
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: LLANOS BOLIVIA

F. Wittmann

del Heath, Llanos de Moxos, Pantanal y Llanos. La extensa cantidad de lagunas


Chaco (Figuras 1 y 2) en un área total de geométricas en Moxos son geoformas
37.419.600 ha, que presentan distintas únicas en la Amazonia y su persistencia
características hídricas (Tabla 1). Las seguramente se debe las características
dos primeras forman parte de la cuenca de sus suelos impermeables, compuestos
amazónica, mientras que las dos últimas principalmente de arcillas y limos, muy
se encuentran en la cuenca Paraná-Para- estables, con una capacidad de absorción
guay; presentando relieves topográficos muy baja, lo que ha permitido su perma-
bajos de 2-5 m, excepto en las del Heath nencia hasta el día de hoy (Saavedra 2009).
que según Hanagarth (1993) llegan a Se encuentran, en la región, dos áreas
10 m. Moxos corresponde únicamente protegidas del Sistema Nacional: Refugio
a Bolivia, Heath está compartido entre de Vida Silvestre Espíritu y la Estación
Bolivia y Perú, el Pantanal es compar- Biológica Beni – Reserva de la Biosfera.
tido con Brasil y Paraguay y el Chaco con
Argentina, Paraguay y Brasil. La influencia El Pantanal pertenece a un paisaje perma-
biogeográfica deriva de cinco provincias nentemente inundado a lo largo del año
según el sistema de Navarro (2002): Acre- y está representado en el este de Bolivia
Madre de Dios (amazónica suroccidental), mediante únicamente por parches frag-
Beni (Llanos de Moxos y norte beniano), mentados (Figura 1), con una superficie en
Cerrado, Pantanal y Chaco Boreal (Beck y el lado boliviano de 3.200.000 ha. En las
Moraes 2004). comunidades naturales presenta mezcla
de elementos amazónicos y del Cerrado.
Las Pampas del Heath situadas en el NO Actualmente cuenta con dos unidades
de Bolivia tienen una superficie aproxi- de conservación a nivel nacional: Área
mada de 88.100 ha y presentan sistemas Natural de Manejo Integrado San Matías
dendríticos de ríos, con cauces profundos y Parque Nacional y Área Natural de
y poco amplios. Esas sabanas se inundan Manejo Integrado Otuquis. Finalmente,
estacionalmente en una extensión de la región del Chaco (con 12.775.500 ha en
5-50%, siendo el anegamiento mayor Bolivia) presenta características climá-
(17-50%) durante cinco meses en la época ticas extremas con una precipitación
lluviosa (noviembre a abril) (Hanagarth promedio anual de 400–2.000 mm y 3-10
1993). En el caso de los Llanos de Moxos meses secos, por lo que las lluvias en una
(21.356.000 ha), la inundación puede corta estación húmeda, generan diná-
alcanzar el 50% de su extensión durante la micas ecológicas muy intensas. Predo-
época lluviosa y es un área influenciada por minan paisajes de vegetación xerofítica
ríos de las subcuencas del Beni y Mamoré con parches dispersos de áreas abiertas o
que forman parte de la cuenca amazónica. de matorrales. El Área Natural de Manejo
En el relieve persisten los sistemas agrí- Integrado Kaa-Iya constituye la unidad
colas de camellones de cultivo de culturas de conservación en estas formaciones del
prehispánicas, que construyeron montí- Chaco.
culos en las sabanas para asentamientos
humanos y manejo integral de recursos, y En este trabajo se presenta una rela-
la conformación de 375 lagunas cuadradas ción de las especies nativas de la familia Figura 1. Ubicación de las sub-ecorregiones de Bolivia con palmares inundados en base a
(Erickson 2000), como el complejo Arecaceae de Bolivia que están asociadas Ibisch y Mérida (2003), desde el centro al este del país en la zona aluvial desde el subandino
Rogagua-Rogaguado hacia el O-N de estos a los llanos inundados (situados a menos hasta el Precámbrico y de norte a sur. Mapa elaborado por Noel Ortuño.

334 335
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: LLANOS BOLIVIA

F. Wittmann

Tabla 1. Palmeras en ecorregiones inundadas de Bolivia, condiciones edáficas y de inun- de 400 m de altitud), en base a datos Palmares asociados a los llanos
dación. Especies de Arecaceae basado en Moraes (1999, 2007, 2015), condiciones edáficas y sobre las formaciones de vegetación y las inundados
condiciones de inundación (Hanagarth 1993). ecorregiones que ocupan, así como a infor- En las cuatro ecorregiones que presentan
mación resumida sobre las condiciones palmares inundados en Bolivia (Tabla
Condiciones edáficas y niveles de la inundación de los 1), algunas especies se repiten, tanto en
Vegetación y presencia de Dinámica de la paisajes en que se encuentran represen-
Ecorregión edáficas formaciones de vegetación como ecorre-
palmeras inundación tadas. También se incluye un resumen de
(Hanagarth 1993) giones y se distinguen por los regímenes
Islas de bosque y bosque Suelos los tres tipos de palmares característicos e intensidad de la inundación (Tabla 2).
de galería: Astrocaryum predominantemente Suelos saturados de las tierras aluviales del país. En las Pampas del Heath – con menor
huaimi, bosque de galería: arcillosos, pobres en durante varios
Pampas del Heath Bactris glaucescens, B. riparia, sodio; pantanos con meses (estacional);
(ca. 88.100 ha) Desmoncus mitis, bosque mayor contenido cerca de ríos o
inundado: Socratea exorrhiza; en cationes; baja en pequeñas
pantanos: Mauritia flexuosa, capacidad de depresiones.
Mauritiella armata. intercambio.
Pantanos: Mauritia flexuosa,
Mauritiella armata, sabanas Suelos
Estacionalmente
inundadas estacionalmente; impermeables,
inundado a
Acrocomia totai, Copernicia arcillas y limos; en el
permanentemente
alba, islas de bosque: caso de los pantanos a b
inundado (pantanos
Attalea princeps, Desmoncus con Mauritia son
Llanos de Moxos eutrofizados);
polyacanthos, Syagrus pobres en minerales
(21.356.000 ha) palmares de
sancona, bosque inundado: y en proceso
Copernicia
Astrocaryum gratum, Bactris de gleyización;
inundados 3-5
major, Euterpe precatoria, capacidad de
meses con 30-80 cm
Socratea exorrhiza; bosque intercambio
de profundidad.
de galería: Bactris riparia, B. mediana.
glaucescens.
Pantanos: Mauritia Anegación d
Suelos poco c
flexuosa, pampas termitero: permanente
Pantanal permeables; arcillas
Mauritiella armata; bosques por año y en
boliviano (ca. y limos; poca
inundados estacionalmente: menor extensión,
3.200.000 ha) infiltración de agua
Attalea phalerata, Copernicia inundación
superficial.
alba. estacional.
Inundación corta,
Alta relación con
Chaco boliviano Acrocomia totai, Copernicia pero se mantienen
nivel freático y
(12.775.500 ha) alba, Trithrinax schizophylla. húmedos todo el
suelos salinos.
año.
e f
37.419.600 ha
Figura 2. Vistas panorámicas de ecorregiones inundadas de Bolivia. a) Pampas del Heath.
b) Lagunas rectangulares en Llanos de Moxos. c) Pantanos. d) Islas de bosque. e) Bosques
inundados y f) Palmares de Copernicia alba. Fotos: M. Moraes R.

336 337
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: LLANOS BOLIVIA

F. Wittmann

nivel de inundación que en los Llanos de (pantanos y varios tipos de bosques) con en áreas de bosques abiertos se mezclan En el paisaje del Pantanal se reduce
Moxos – son representativas las comu- un gradiente de inundación, así como la con Acrocomia totai (antes conocida como sustancialmente la variedad de forma-
nidades de Mauritiella armata (Figura presencia de diferentes grupos de especies A. aculeata pero ésta se restringe solo al ciones mayores de vegetación, y depende
3a) y de Mauritia flexuosa (palma real) en de palmeras. Sin embargo, se destacan por norte de Suramérica, Moraes 2015). En de los desbordes del río Paraguay a lo largo
ambientes pantanosos de las sabanas, sin su extensión las sabanas estacionalmente bosques inundados se encuentran comu- del año. Los suelos son variables: plano-
embargo, existen formaciones de relieve inundadas en suelos impermeables con nidades de Astrocaryum gratum (chonta), soles estágnicos, mal drenados y poco
más elevado, colonizadas por especies de intercambio catiónico mediano y la napa Euterpe precatoria (asaí), Socratea exorr- permeables, arcillosos alcalinos, calci-
Bactris, entre otras. Como el relieve es más freática al sur es más alta (2-3,5 m) que al hiza (pachiuba) y Bactris major (marayaú), magnésicos, arcillosos húmicos no alca-
pronunciado, generalmente los palmares sur (Hanagarth 1993). Los palmares en las mientras que en bosques de galería se linos y ricos en potasio (Navarro 2011). En
inundados se relacionan con depresiones semialturas de estos Llanos predominan encuentran colonias densas de las chon- cuanto a especies de palmeras, está clara-
arcillosas. en un 75% en una cobertura aproximada tillas: Bactris riparia (Figura 3b) y B. glau- mente representado por parches panta-
de 7.000 km2 (Larrea et al. 2010). Estas cescens. En islas de bosque con un nivel nosos de Mauritia flexuosa con distribución
En el caso de los Llanos de Moxos hay mayor pampas están predominantemente coloni- reducido de inundación a nivel estacional, azonal (Figura 4). Normalmente Attalea
diversidad de formaciones de vegetación zadas por palmares de Copernicia alba; que se encuentra Attalea princeps (motacú), phalerata coloniza sitios de terrazas altas
Desmoncus polyacanthos y Syagrus sancona y únicamente en la época lluviosa es que
(sumuqué). Finalmente, en zonas panta- se encuentra en bosques inundados. En
Tabla 2. Palmeras según formación de vegetación, ecorregión y niveles de inundación. nosas se desarrollan palmares densos de cambio predominan en casi toda la exten-
Ecorregión = PH: Pampas del Heath; LM: Llanos de Moxos; P: Pantanal; Ch: Chaco. Inunda- Mauritia flexuosa, mientras que en el norte sión del Pantanal los palmares inun-
ción = P: permanente (a lo largo del año); E: estacional (época lluviosa); Intensidad = B: baja de los Llanos de Moxos se encuentran dados de Copernicia alba (palma blanca,
(menor a 10 cm); M: mediana (20-100 cm); A: alta (más de 100 cm). palmares abiertos de Mauritiella armata. caranday) a lo largo del año (Figura 5).

Inundación/
Especie Formación de vegetación Ecorregión
intensidad
Acrocomia totai Sabanas, matorrales abiertos LM, P, Ch E/B
Astrocaryum gratum Islas de bosque, bosque inundado LM P-E/B-M
Astrocaryum huaimi Islas de bosque, bosque de galería PH E/B
Attalea phalerata Islas de bosque P P/A
Attalea princeps Islas de bosque, bosque de galería LM, P E/B
Bactris glaucescens Bosque de galería PH, LM P/M
Bactris major Bosque de galería PH, LM E/B
Bactris riparia Bosque de galería PH, LM P/M
Copernicia alba Sabanas LM, P, Ch E/B-M
Desmoncus mitis Islas de bosque, bosque de galería PH E/B
Desmoncus polyacanthos Islas de bosque, bosque de galería LM E/B
Euterpe precatoria Bosque inundado LM E/B-M
Mauritia flexuosa Pantano PH, LM, P P/A
Mauritiella armata Pantano PH, LM P/M
Socratea exorrhiza Bosque inundado PH, LM E/B-M a b
Syagrus sancona Isla de bosque LM E/B
Figura 3. a) Formación de Mauritiella armata en las pampas del Heath. b) Colonias de
Trithrinax schizophylla Sabanas, matorrales xéricos Ch E/B
Bactris riparia en bosques de galería de los Llanos de Moxos. Fotos: M. Moraes R.

338 339
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: LLANOS BOLIVIA

F. Wittmann

Figura 4. La palma real (Mauritia flexuosa) en pantanos azonales. Foto: M. Moraes R.


Figura 6. Palmares de Trithrinax schizophylla – en matorrales xéricos estacionalmente
inundados – en el Pauro (Santa Cruz, Bolivia). Foto: M. Moraes R.

Los bosques del Chaco boliviano muestran en el Chaco argentino y paraguayo. En el


un patrón discontinuo de formaciones camino entre Villamontes y Yacuiba, hay
ampliamente sometidas a condiciones palmares de Copernicia, que se encuentran
xéricas y de amplitud térmica diaria, en zonas de inundación permanente (J.
especialmente hacia el sur de Bolivia. En Sarmiento, obs. pers. 2016).
suelos con napa freática casi superficial
y suelos salinos, se desarrollan comuni- En síntesis, en estos paisajes de tierras
dades de Trithrinax schizophylla (palma de bajas menores a 400 m de altitud, se
saó) (Figura 6) que soportan breves inun- encuentran tres formaciones mayores de
daciones estacionales durante la época palmares inundados, que se describen a
lluviosa. Eventualmente estas forma- continuación.
ciones se intercalan con palmares de
Copernicia alba e individuos dispersos de Palmares de Mauritia flexuosa
Acrocomia totai (totaí). En el Chaco, tanto (Palma real)
en las zonas de llanura como en el Chaco Se los reconoce porque están perma-
montano, la presencia de Copernicia alba nentemente inundados y se relacionan
está asociada a zonas con una napa freática con histosoles y gleysoles; las aguas son
alta que permanecen inundadas la mayor negras o claras, ácidas y poco minerali-
Figura 5. Copernicia alba en sitios inundados de Otuquis, Pantanal (Santa Cruz, Bolivia) parte del año, mucho más que Trithrinax zadas (Navarro 2011). Son formaciones
con Thalia geniculata. Foto: D. Villarroel. schizophylla; algo parecido se puede ver pantanosas con un patrón denso de la

340 341
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: LLANOS BOLIVIA

F. Wittmann

palmera dioica Mauritia flexuosa. Estos inundaciones de 40-80 cm de profundidad en los bosques de galería de la sabana Es una especie característica de bosques
palmares se desarrollan en depresiones durante las lluvias (Hanagarth 1993). y son dispersadas por peces (ver capí- abiertos heliófilos o que queda como rema-
del mesorelieve o en meandros abando- tulo en este libro sobre “Vertebrados de nente a determinación de los dueños de
nados de ríos que se rellenan con aguas Matorrales xéricos con Trithrinax Espíritu, Bolivia”). Bactris glaucescens tierras para habilitar sombra y alimento
estancadas oligotrófico-distróficas que no schizopylla (saó) también se establece en sabanas inunda- para el ganado, después de la quema del
transportan sedimentos en suspensión. La palma de saó (Trithrinax schizophylla) bles, mediante dos tipos de colonias en bosque para habilitar campos ganaderos.
Se alimentan del desborde de ríos (aguas se encuentra en sitios estacionalmente diferente estado de desarrollo en sitios Soporta inundaciones bajas con inten-
claras y negras) de la cuenca amazónica o inundados y bajo condiciones extremas de cercanos a los bosques de galería, estan- sidad menor a 10 cm de profundidad.
por aguas de lluvias en la época húmeda sequía, dependiendo de la estacionalidad. ques estacionales y en antiguos meandros;
(Navarro op. cit.). Generalmente se adapta a áreas de mato- están adaptadas a inundaciones medianas Conclusiones
rrales xéricos del Chaco con una inunda- o extremas (Moraes y Sarmiento 1992). En Bolivia, cuatro ecorregiones rela-
Estos palmares tienden a ser monotí- ción leve durante menos de dos meses de cionadas con la presencia de palmares
picos y eventualmente se asocian con duración y a una altitud menor a los 400 Acrocomia totai (totai), (Figura 7) soporta inundados muestran características
otras especies de plantas indicadoras, m, aunque también se encuentran pobla- inundaciones estacionales y es típica en fisionómicas, de inundación, edáficas y
como Lueheopsis hoehnei y Thalia genicu- ciones muy dispersas en el subandino paisajes de bosques húmedos, especial- patrones florísticos particulares. Se distin-
lata (Navarro op. cit.) en las Pampas del hasta 1.500 de altitud. Soporta variaciones mente en bordes de bosque y bosques guen formaciones pantanosas, permanen-
Heath, los Llanos de Moxos (como los térmicas estacionales amplias en un día: la secundarios. Pese a que generalmente temente anegadas a lo largo del año, así
sistemas lacustres Rogagua-Rogaguado) temperatura a medio día llega hasta 45°C no conforma palmares continuos, se como otras con inundación leve durante la
y el Pantanal, aunque su distribución y puede bajar en invierno a -10°C. También encuentra mezclada ocasionalmente con época de lluvias. Mauritia flexuosa y Mauri-
es azonal y estrictamente relacionada a se mezcla con individuos de Copernicia Trithrinax schizophylla y Copernicia alba. tiella armata colonizan áreas pantanosas
aguas eutrofizadas, pantanosas. En total alba en bosques estacionales semideciduos
cubre unos 30 km2 de extensión (Moraes (Moraes 1999), así como con Acrocomia
2009). totai. Estos palmares se establecen en dos
tipos de suelos: vertisoles y estagnosoles,
Palmares de Copernicia alba (palma bien drenados (franco arenosos) y salinos,
blanca o negra, caranday) o en suelos mal drenados, arcillosos o
Estos palmares se desarrollan en suelos arcillo limosos (Navarro 2011).
mesotróficos, ácidos hasta alcalinos con
concentraciones medianas o elevadas Otros palmares
en sodio y calcio (Navarro 2011). Siendo Mauritiella armata se encuentra en las
un elemento del Chaco, Copernicia alba Pampas del Heath y al norte de los Llanos
presenta individuos solitarios agregados de Moxos, y sus formaciones son menos
en diferente estado de desarrollo y en densas y extensas que las de Mauritia
formaciones densas. Es característico de flexuosa. Ocasionalmente se asocia con
las sabanas estacionalmente inundadas Mauritia flexuosa y Astrocaryum huaimi
de los Llanos de Moxos, Pantanal (Moraes (Haase 1990). Astrocaryum huaimi y
1999, 2007) y del Chaco. En Bolivia está Desmoncus mitis se encuentran en bordes
relacionada con áreas abiertas estacio- de bosque y sabana afectados por la inun-
nalmente inundadas durante la época dación estacional (Couvreur 2011).
lluviosa (Moraes 1991) – que luego se
extiende al sur hacia Argentina y Para- Dos especies forman colonias a lo largo de
guay - y presenta una amplia extensión en bosques riparios en los Llanos de Moxos:
parches y fajas de hasta 50 km2 (Moraes Bactris riparia (chontilla) y B. glaucescens
2009). En los Llanos de Moxos soportan (Moraes 2007). Ambas se distribuyen
Figura 7. Palmar de totaí (Acrocomia totai) en Santa Cruz. Foto: M. Moraes R.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: LLANOS BOLIVIA

de distribución azonal en tres de las cuatro scale floristic approach applied to the Lla-
ecorregiones. Se destaca a Copernicia alba nos de Moxos and Beni Cerrado, Bolivia.
como la especie mayormente representada Biodiversity and Conservation. doi:10.1007/
s10531-010-9802-4.
en tres ecorregiones con suelos impermea-
• Moraes R., M. 1991. Contribución al co-
bles: Llanos de Moxos, Pantanal y Chaco. nocimiento del ciclo biológico de la palma
Trithrinax schizophylla se adapta espe- Copernicia alba en un área ganadera (Beni,
cialmente a inundaciones estacionales, Bolivia). Ecología en Bolivia 18: 1‑20.
dependiendo de condiciones edáficas en • Moraes R., M. 1999. Fitogeografía de pal-
suelos salinos drenados o mal drenados. meras en las tierras bajas de Bolivia. Acta
La relación de estos palmares inundados Botanica Venezuelicae 22: 127-140.
con las dinámicas de la inundación y los • Moraes R., M. 2007. Phytogeographical
tipos de suelos establece características patterns of Bolivian palms. Palms 51 (4):
177-186.
distintivas en una amplia superficie de
• Moraes R., M. 2009. Conocimiento actual
paisajes mayormente abiertos. de la riqueza de palmeras de Bolivia en un
contexto geográfico. Revista GAB 4: 11-16.
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344 Morichal en la Amazonia boliviana. Foto: M. Moraes R.


M. Moraes R.
VERTEBRADOS DE ESPÍRITU, LLANOS DE
16. MOXOS: UN PALMAR ESTACIONALMENTE
INUNDABLE DE BOLIVIA
Jaime Sarmiento, Mónica Moraes R., Luis F. Aguirre y Rudolf Specht

Resumen Palabras clave. Aves. Bactris spp.


Las sabanas estacionalmente inundables Copernicia alba. Peces. Mamíferos.
de Moxos, ocupan una superficie impor-
tante del norte de Bolivia que representa Introducción
cerca del 25% del país. Se caracterizan por Las sabanas inundables amazónicas de
una rica biodiversidad asociada a pulsos Bolivia ocupan llanuras extensas de la
estacionales de inundación, que influyen cuenca amazónica, tienen una distribu-
a nivel regional. En el presente trabajo, se ción discontinua y presentan influencia
realizó un análisis preliminar de la compo- predominante de la biota amazónica.
sición y observaciones preliminares de la Están representadas en los departamentos
dinámica de vertebrados en los palmares de Beni, Cochabamba, La Paz y oeste de
inundables. La información proviene de Santa Cruz y corresponden a los Llanos de
estudios realizados en la localidad de Moxos, que representan uno de los hume-
Espíritu (Depto. Beni, Prov. Ballivián),
dales más importantes de Bolivia (Beck y
localizada en la porción sudoeste de los
Moraes 1997, Moraes 2016). Pertenecen
Llanos de Moxos en las tierras bajas de la
asimismo a la cuenca del río Mamoré, uno
Amazonia boliviana, donde se encuentran
de los principales afluentes de la cuenca
paisajes de palmares inundados de Coper-
nicia alba y de Bactris spp. Se reportan 53 alta del río Madeira en Bolivia (Hanagarth
especies de peces, 63 especies de aves y y Sarmiento 1990). En el área de influencia
cerca de una veintena de mamíferos, prin- de esta zona se estableció Espíritu, una
cipalmente murciélagos, asociados a estos estancia ganadera privada (Hnos. Elsner)
palmares estacionalmente inundados. con 70.000 ha de extensión, ubicada a
Observaciones preliminares de la diná- orillas del río Yacuma y donde se reali-
mica de los vertebrados muestran una zaron varias investigaciones biológicas
importante influencia de los procesos esta- desde los 80’s.
cionales de inundación que determinan la
presencia de variaciones marcadas en el En base a investigaciones realizadas
uso del espacio y composición de las comu- en este sitio, el objetivo de este trabajo
nidades animales. es resumir la presencia de vertebrados

Palma real, Amazonia boliviana. Foto: M. Moraes R. 347


XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: LLANOS MOXOS

M. Moraes R.

(peces, aves y mamíferos) y documentar al sur de la línea “Bala – Rogagua”, que octubre (con la influencia de vientos Copernicia alba están sometidos a 1-3 (-4)
las dinámicas poblacionales en palmares constituye la división geotectónica entre del sur o surazos secos o lluviosos) con meses de inundación con 40-80 cm de
inundados de régimen estacional de la el norte y sur del Beni (Hanagarth 1993). 100-200 mm de lluvia (Hanagarth y profundidad, mientras que en las islas de
Reserva Privada de Vida Silvestre Espíritu Hidrográficamente está influenciado por Sarmiento 1990, Moraes 1991). Inunda- bosque - que representan la mayor altitud
(Depto. Beni, Bolivia). el río Yacuma, afluente del río Mamoré, ciones extensas se presentan entre enero en este relieve – la inundación dura hasta
que presenta un cauce que supera los 8 a mayo. En el caso de las semialturas un mes (0-10 cm) (Hanagarth y Sarmiento
Espíritu y sus palmares m de profundidad y un ancho mayor a (terrenos más elevados), los palmares de 1990, Moraes 2016).
Espíritu se encuentra en el centro-oeste 40 m durante la época de inundaciones,
del departamento del Beni (14°08’S, con profundidad de 1 m o menos durante
66°24’O, 170 m s.n.m.) (Figura 1). la época seca (Hanagarth y Sarmiento
1990). Presenta un clima estacional con
Geomorfológicamente corresponde a una una precipitación promedio anual de
continuación del subandino geológico 1.866 mm y temperatura promedio anual
por debajo de sedimentos cuaternarios de 24-28°C; la época lluviosa ocurre de
(Navarro 2002), que se extiende entre noviembre a mayo (máximos en enero
las sabanas o pampas del sur beniano, a febrero). La estación seca de junio a

a b

c d

e f

Figura 2. Paisajes de vegetación de Espíritu. a) Copernicia alba. b) Bactris glaucescens. c)


Pantanos permanentes (yomomos o curiches). d) Pastizales inundados estacionalmente.
Figura 1. Mapa de ubicación del Refugio de Vida Silvestre Estancias Espíritu. Mapa elabo- e) Pastizales durante la época seca. f) Vista aérea con presencia de los distintos tipos de
rado por Noel Ortuño. vegetación. Fotos: M. Moraes R. (a-e), L. Aguirre (f).

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: LLANOS MOXOS

M. Moraes R.

En Espíritu predominan paisajes de hume- individuos cespitosos de Bactris glauces- meses (20-80 cm de profundidad) (Hana- seis familias en seis órdenes diferentes,
dales y pastizales, alternados con semial- cens y B. riparia (chontilla). Finalmente en garth 1993). No solo representa a la vege- incluyendo especies como la raya (Potamo-
turas, donde se desarrollan matorrales, diferentes islas de bosque de la semialtura tación de los Llanos de Moxos, sino al trygon motoro –Potamotrygonidae) y el pez
humedales, bosques e islas de bosque, se encuentran también dos especies de Pantanal boliviano (Moraes 2016). pulmonado, Lepidosiren paradoxa (Dipnoi:
bajo una zonación desde las semialturas, palmeras pero menos influenciadas por Lepidosirenidae).
pampa-bajío hasta los bosques de galería la inundación: motacú (Attalea princeps) y La ictiofauna
(Beck 1984, Hanagarth 1993) (Figura sumuqué (Syagrus sancona). Se conocen pocos trabajos sobre los peces Distribución y uso de macrohábitats
2 y Tabla 1). Beck (1984) evaluó fitoso- de las sabanas de Moxos en el departa- La diversidad de sistemas acuáticos de
ciológicamente más de 30 comunidades La palma blanca (o carandaí) (Copernicia mento del Beni. Recientemente, un reco- Espíritu favorece la presencia de comu-
vegetales. Las formaciones de vegetación alba) se presenta como parte de la vege- nocimiento preliminar realizado por nidades diversas de peces asociadas a
donde se desarrollan palmares inundados tación en tusecales (matorrales espinosos Hablützel (2012), reportó 101 especies, sistemas fluviales, lagos y pantanos. Según
corresponden a diferentes relieves en la de Machaerium isadelphum) y tajibales y anteriormente colecciones ocasionales observaciones preliminares, la mayor
sabana: las semialturas en transición a las (bosques abiertos de Tabebuia heptaphylla) por R. Geisler en 1971, incluyeron una riqueza de especies se encuentra en lagos,
pampas-bajío – con palmares de la palma y forma extensos palmares en el borde de treintena de especies de Characiformes. incluyendo una comunidad diversa que
blanca (Copernicia alba) - y en los bosques las semialturas o en elevaciones de bajíos, Estudios más completos se conocen en la ocupa toda la columna de agua. Pequeños
de galería con colonias monotípicas de que permanecen inundados durante 3-4 Estación Biológica del Beni (EBB), situada Characiformes, como Carnegiella myersi,
hacia el sur de Espíritu, donde se regis- Thoracocharax stellatus y Gasteropelecus
traron 211 especies (Sarmiento 2000). sternicla (Gasteropelecidae), están en la
parte superior de la columna, asociados
Tabla 1. Características, especies indicadoras y formaciones de palmeras de Espíritu (Beck Producto de estos inventarios, aproxima- a dieta de material alóctono (insectos
1984, Hanagarth y Sarmiento 1990, Moraes 1991, Moraes y Sarmiento 1992). damente 155 especies de peces, incluidas provenientes de los bosques adyacentes).
en diez órdenes y 37 familias, fueron regis- Asimismo las bogas (Leporinus spp o
Mesorelieves Características de Formaciones tradas en las sabanas de Espíritu (Figura Schizodon fasciatus), palometas o pirañas
Especies indicadoras 3). Como ocurre en el Neotrópico, la ictio- (Serrasalmus spilopleura, Pygocentrus natte-
(cobertura) anegación de palmeras
Permanentemente Thalia geniculata, Eleocharis fauna se caracteriza por el predominio, reri), se encuentran a media altura de la
Humedales anegados, forman interstincta, Eichhornia azurea, mayor al 79%, de Characiformes y Siluri- columna de agua, y varios bagres (Pimelo-
(30%) pantanos (curiches, Cyperus giganteus, Pontederia formes; otros grupos (6%) pertenecen a didae, Loricariidae) en el fondo.
yomomos). subovata; Victoria amazonica.
Inundación leve, corta Copernicia alba
Eleusine tristachya, Sida ciliaris,
(0-5 meses); suelos (sabana), Attalea
Semialtura Bromelia serra, Machaerium
sódicos; pastizales, princeps, Syagrus
(20%) isadelphum, Tabebuia heptaphylla,
matorrales e islas de sancona (islas de
Curatella americana.
bosque. bosque).
Paspalum spp, Eleocharis spp,
Inundación intensa, Panicum tricholaenoides, Luziola
Pampa-bajío
periódica y de hasta peruviana, Paratheria prostrata,
(40%)
cuatro meses. Utricularia spp, Hymenachne
amplexicaulis.
Licania parvifolia, Eschweilera
ovalifolia, Pithecellobium acutiflorum,
Ruprechtia brachysepala, Trichilia Bactris
Bosque de Inundación estacional
appendiculata, Cecropia spp, Ficus glaucescens, B.
galería (10%) en terrazas aluviales.
spp, Xylopia ligustrifolia, Combretum riparia.
lanceolatum, Mouriri guianensis,
Cupania castanaefolia. Figura 3. Distribución de especies según órdenes de la ictiofauna representada en Espíritu.

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Igualmente, se registraron 53 especies de las especies, y Gymnotiformes y Perci- littorale, Lepthoplosternum beni, Serra- en bosques de galería de ríos y arroyos.
asociadas a sistemas palustres perma- formes, con cerca del 11% de las especies pinnus micropterus o Pyrrhulina australis. Durante el pico de las inundaciones (fines
nentes y estacionales (Anexo 1), inclu- cada uno. de febrero a abril), la población de B. glau-
yendo a los Beloniformes Potamorrhaphis Por otro lado, especies de palmeras cescens está sometida a condiciones de
eigenmanni y Pseudotylosurus angusticeps, El período de inundación permite el como Bactris glaucescens se encuentran anegación permanente que coincide con la
y varias especies de Perciformes, princi- desarrollo estacional de comunidades de formando rodales de superficies redu- finalización de su ciclo reproductor y con la
palmente Apistogramma spp, Laetacara plantas flotantes que, junto a las palmeras, cidas, asociadas a áreas de inundación fase de fructificación (Moraes y Sarmiento
dorsigera o Cichlasoma boliviense. Muchas configuran un escenario favorable para la
veces asociados a sistemas estacionales presencia estacional de varias especies de
Characidae como Moenkhausia sanctaefilo-
con condiciones anóxicas, se encuen-
menae, Markiana nigripinnis, Hemigrammus
tran especies como los simbaos (Calli-
lunatus y Rivulidae, como Anablepsoides
chthys, Hoplosternum, Lepthoplosternum
beniensis (Figura 4a) que ocupan la parte
o Megalechis) o especies de Erythrinidae,
superior de la columna de agua. Refugios
como el bentón (Hoplias malabaricus) o formados por las hojas caídas de Coper- a
el yeyú (Hoplerythrinus unitaeniatus). nicia y vegetación flotante y enraizada
Otras especies pequeñas son frecuentes son utilizados por de predadores, como el
y abundantes en estos hábitats: Odontos- bentón (Hoplias malabaricus) para acechar b
tilbe dierythrura, Serrapinnus micropterus, a sus presas. Estos microhábitats son utili-
Hyphessobrycon megalopterus, Aphyocharax zados también por especies territoriales
nattereri, Corydoras hastatus, entre otras. como los Cichlidae: Laetacara dorsigera,
Apistogramma spp, Cichlasoma boliviense y
Al menos tres especies de Cyprinodonti- Mesonauta festivus, para áreas de alimen- c d
formes de la familia Rivulidae, conocidas tación y protección de los juveniles. La
por una historia de vida estacional, en vegetación sumergida y restos vegetales
estos sistemas palustres, se caracterizan proporcionan refugio a especies, como
por un crecimiento y maduración sexual Eigenmannia virescens, Brachyhypopomus
rápidos. Desovan al final de la época de brevirostris, Trachelyopterus galeatus, Calli-
lluvias y sus huevos permanecen ente- chthys callichtys, Synbranchus marmoratus
rrados en el sustrato hasta que ocurren y Corydoras hastatus; una especie anual de
nuevamente condiciones favorables, Rivulideae (Trigonectes rogoaguae, Figura
usualmente en la próxima estación de 4b), fue frecuentemente registrada en este
tipo de hábitats.
lluvias. Son las especies más abundantes e f
en “pozas” que permanecen secas durante
Entre los palmares, se encuentran pozos
el período de sequía.
excavados para abrevaderos o para extrac- Figura 4. Especies de peces registradas en palmares inundables de Espíritu. a) Anablep-
ción de tierra que se usa en la elevación soides beniensis, macho, que no presenta estrategia de historia de vida anual, abundante en
Peces asociados a palmares de plataformas de caminos. La presencia estanques artificiales asociados a palmares de Copernicia. b) Trigonectes rogoaguae, macho,
inundados de estas estructuras, que usualmente no especie de pez anual que se encuentra en áreas de inundación estacional.c) Hoplosternum
Cincuenta y tres especies de peces se regis- superan los 50 m2 de superficie y tienen littorale, especie adaptada a condiciones hipóxicas, capaz de desplazarse por tierra buscando
traron en estos hábitats, la gran mayoría profundidades menores a 1 m, favorecen condiciones apropiadas. d) Eigenmannia virescens, especie que es capaz de emitir descargas
pertenece al orden Characiformes (49%) la presencia de una importante comu- eléctricas para orientación y captura de presas. e) individuo juvenil de Potamotrygon motoro,
y a la familia Characidae (32%) (Anexo nidad permanente de especies de peces capturado en llanuras de inundación estacional. f) Pygocentrus nattereri, uno de los depre-
1). En menor proporción se encuentran incluyendo E. virescens, H. malabaricus, dadores más importantes de los sistemas acuáticos de la zona. Fotos: P. Hablützel (a y b),
Siluriformes que representan sólo el 15% A. beniensis, C. boliviense, Hoplosternum M. Jégu (c y f), S. Barrera (d y e).

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1992). Los frutos que caen al agua son un (Turdus amaurochalinus), se observan en
alimento de gran importancia para espe- los períodos secos (entre abril-mayo y
cies como el pacú (Colossoma macropomum) octubre-noviembre).
y tambaquí (Piaractus brachypomus),
que penetran en los arroyos y sistemas Aves y palmares inundados
fluviales menores durante la inundación, Existe muy poca información sobre la
y se alimentan preferentemente de frutos ecología de las aves de Espíritu, particular-
de B. glaucescens, dispersando las semillas. mente de las especies asociadas a macro-
Estas especies tienen las características hábitats de pastizales con palmares. Los
anatómicas (longitud del tubo digestivo) trabajos más importantes, que incluyen
y de comportamiento, relacionados a la parcialmente algunas especies registradas
frugivoría e ictiocoria (Correa et al. 2007). en pastizales con Copernicia alba, fueron
Registros de semillas intactas de palmeras realizados por Ribera (1987) sobre la
en el tubo digestivo de grandes Serrasal- ecología de algunos Tyrannidae, y Urioste
midae, implican la posibilidad de su acción (1994) sobre los Caprimulgidae. Sesenta y
Figura 5. Distribución de especies de aves según órdenes en Espíritu (Hanagarth y Specht
como dispersores, en algunos casos por tres especies, pertenecientes a 13 órdenes
2000).
distancias considerables (Galetti et al. y 26 familias fueron registradas, aunque
2008, Sório et al. 2015). no exclusivamente, en pastizales con la
palma blanca (Copernicia alba) (Anexo 2)
Aves de Espíritu (Hanagarth y Specht 2000), de estas 38 saltando a las infrutescencias colgantes son excretadas casi sin daño por lo que el
Se registraron 282 especies de aves en son no-Paseriformes y 25 Paseriformes. de la palma blanca (Copernicia alba) para piyo, podría considerarse dispersor legí-
Espíritu: 148 son no-Paseriformes y Los órdenes con mayor número de espe- extraer frutos maduros (Moraes 1991) timo para esta palma. Además, entre otras
134 Paseriformes (Hanagarth y Specht cies son (Figura 5): Passeriformes (25 e incluir en su dieta a las semillas, que especies que se alimentan de los frutos de
2000). Siguiendo tendencias tropicales, en nueve familias), Pelecaniformes (7, componen entre el 70-80% en las heces Copernicia alba y que podrían considerarse
el mayor número de especies corresponde que incluyen garzas e íbices) y Charadrii- (Hanagarth y Weick 1988). Las semillas dispersores potenciales, se encuentra la
a las familias Tyrannidae (43 especies), formes (7, incluye especies migratorias de
Emberizinae (15) e Icteridae (13). Entre playeros).
los no-Paseriformes, las familias con
más especies son Accipitridae (águilas) La familia con mayor número de especies
y Ardeidae (garzas), ambas con 11. Las es Hirundinidae (7) que incluye algunas
aves acuáticas (incluyendo las especies de golondrinas migratorias del norte. Tres
martines pescadores, familia Alcedinidae) familias: Ardeidae, Anatidae y Scolopa-
incluyen 56 especies (38%). Treinta y seis cidae, incluyen cinco especies cada una.
especies se consideran migratorias (Hana- Catorce familias están representadas
garth y Specht 2000): catorce migran del por una sola especie, entre las que se
norte y se las observa en Espíritu entre encuentran el ñandú o piyo (Rhea ameri-
septiembre y abril; la mayoría pertenece a cana, Rheidae), el chajá (Chauna torquata,
la familia Scoloplacidae e incluye al menos Anhimidae), un halcón (Caracara plancus,
dos golondrinas (Hirundo rustica y Riparia Falconidae) y el pájaro carpintero (Colaptes
riparia). Hay 22 especies que proceden del campestris, Picidae) (Anexo 2).
sur: nueve son Tyrannidae y cinco espe-
cies, como la tijereta sabanera (Tyrannus Aunque no existen trabajos específicos
savana), se presentan solo durante la sobre la ecología alimenticia del piyo (Rhea
estación húmeda; finalmente el hijo del americana, Figura 6), se ha observado Figura 6. El piyo (Rhea americana) en la sabana inundable de palmares de Copernicia alba.
sol (Pyrocephalus rubinus) o el chalchalero a individuos de esta especie omnívora Foto: R. Specht.

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paloma Zenaida auriculata, que es migra- Cuculidae), con dieta que incluye no solo de mamíferos (74%) se encuentra en especies), que presenta cinco de las nueve
toria y ocasionalmente puede presentar insectos sino también semillas, podrían ambientes boscosos, que incluyen islas de familias reconocidas para Bolivia por
alta densidad (Puechagut et al. 2012). cosechar los frutos de esta palma espinosa bosque (de diversos tamaños y comple- Aguirre et al. (2010). Aunque es posible
(M. Moraes, obs. pers.). jidad), bosques de galería, tajibales y tuse- que en la EBB, se encuentre al menos
Varias especies de aves forrajean en el cales. Las islas de bosque albergan a 50 una familia más (Thyropteridae), regis-
follaje de Copernicia alba, particular- En las islas de bosque de la semialtura especies (62,5%) de los mamíferos regis- trada en ambientes boscosos de sabana
mente el benteveo (Pitangus sulphuratus), con palmas motacú (Attalea princeps) y trados, seguidas por 40 especies (49,4%) (Wilson y Salazar 1989). La familia con
pero también para buscar insectos en sumuqué (Syagrus sancona) – donde no que explotan de los bosques de galería. mayor cantidad de especies es Phyllosto-
las inflorescencias. Según Aguirre et al. exceden los 10 cm de inundación durante En los palmares de Copernicia alba se midae (24), que incluye una diversidad
(2003a), algunas especies de murciélagos un mes - hay pocas especies de aves de registraron nueve especies de mamíferos muy amplia de estrategias de vida, hábitos
Molossidae y Noctilio albiventris utilizan el bosque (Campylorhynchus turdinus, Cacicus (11,1%). Los hábitats con menos especies alimenticios y uso de hábitat (Aguirre et
follaje de las palmeras de Copernicia como solitarius e Icterus icterus) que forrajean en son arroyos y ríos, que albergan al bufeo o al. 2002). Comprende carnívoros como
sitios de percheo. En una ocasión, cerca el follaje de las palmeras (Specht 1994). delfín de río, Inia boliviensis. Vampyrum spectrum, considerada Vulne-
del mediodía y con altas temperaturas, Sólo C. turdinus utiliza las hojas hasta rable para Bolivia (Tarifa y Aguirre 2009),
se observaron ataques de Pitangus sobre el ápice debido a su gran agilidad para El orden con mayor número de espe- carnívoras especializadas como Trachops
murciélagos refugiados entre las hojas colgarse; Pseudoseisura cristata a veces cies corresponde a los murciélagos (51 cirrhosus, o generalistas como Chrotopterus
de Copernicia; 1-2 murciélagos fueron forrajea en hojas secas de palmeras ya que
tomados con el grueso pico y triturados son más estables que las vivas, mientras
contra ramas de árboles circundantes, que Xiphorhynchus picus y Campylorham-
para después engullirlos (M. Moraes, obs. phus trochilirostris forrajean en las bases
pers.). foliares remanentes en el tronco. Taraba
major forrajea artrópodos en el suelo entre
Otras aves fueron observadas frecuen- hojas secas de palmera.
temente percheando en individuos de
Copernicia, como el pájaro carpintero El número de especies registradas en los
(Colaptes campestris) o halcones como el palmares de Copernicia alba de las sabanas
carancho (Caracara plancus). El carpintero de Espíritu (63) es notablemente infe-
(C. campestris) es esencialmente terrestre, rior respecto a la riqueza registrada en
sin embargo, utiliza individuos de la palmares de Mauritia flexuosa (morichales)
palma blanca para percheo, formando a de Venezuela (245) (Malavé-Moreno et al.
veces grupos numerosos; ocasionalmente 2016). Esta diferencia probablemente está
se han observado individuos en cavidades relacionada con una mayor estructura-
anidando o refugiados en cavidades exca- ción de la vegetación, la presencia de una
vadas en los troncos. mayor oferta de recursos, y la presencia
permanente de agua en los morichales.
Finalmente se registraron grupos nume-
rosos del pirincho (Guira guira, Cucu- Mamíferos de la sabana de Espíritu
lidae) en las colonias cespitosas de Bactris La fauna de mamíferos de la sabana de
glaucescens, entre la pampa y los bosques Espíritu ha sido estudiada principalmente
ribereños (M. Moraes, obs. pers.). Pero por Aguirre et al. (1996), quienes regis-
su presencia solo debió ser temporal y traron 68 especies. Posteriormente se
oportunística por sombra y/o forrajeo de adicionaron 14 especies de murciélagos,
insectos, porque la dieta es totalmente aumentando el número a 82 (Anexo 3)
basada en presas animales. Mientras que (Aguirre 2002, Kalko y Aguirre 2007, Figura 7. El murciélago dorado de las sabanas (Myotis midastactus) frecuenta las semial-
los grupos del garrapatero (Crotophaga ani, Barboza 2010). La mayor proporción turas con Tabebuia heptaphylla. Foto: O. Jiménez R.

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auritus o especies nectarívoras (Anoura información sobre roedores y marsu- blanca como guaridas. Entre las espe- especies) y cetáceas (1 especie). Una dife-
geoffroyi y Glossophaga soricina) encon- piales, y los pocos registros disponibles cies más comunes están el murciélago rencia notable es el número muy alto de
tradas en islas de bosque y tusecales. La corresponden a áreas abiertas y algunas pescador mayor (Noctilio leporinus) y espe- primates en el canaguchal de la Amazonia
mayoría corresponde a especies frugí- formaciones boscosas. cialmente el murciélago pescador menor colombiana (8 especies), debida, probable-
voras que dependen de recursos en (Noctilio albiventris), que es el más abun- mente a una mayor extensión de bosque
sistemas boscosos, como frutos de Ficus, Asociación de los mamíferos con los dante en la zona (Aguirre et al. 2003b). Se en su área de estudio (Acevedo-Quintero
Solanum y Piper. Por otro lado, frecuentes palmares ha podido evidenciar la presencia de varios y Zamora-Abrego 2016).
en la sabana son los vampiros (Desmodus Dentro de la sabana, los palmares consti- molósidos (Eumpos perotis, Molossops
rotundus) que se encuentran como especies tuyen lugares importantes para la fauna de temminckii, Molossus molossus) ocupando Conclusiones
sinantrópicas relacionadas a la presencia mamíferos, debido a que proveen lugares cavidades en los troncos y es posible que La dinámica estacional de los vertebrados
de ganado o aves de corral (D. youngi). de refugio, sitios de alimentación y lugares otras especies puedan hacerlo. Además relacionada con los pulsos de la inunda-
de paso entre las distintas formaciones los palmares pueden ser explotados como ción ha sido poco estudiada en Espítiru,
Las otras familias encontradas en la vegetales. El uso de los palmares por los sitio de forrajeo. La mayoría de los moló- particularmente en el caso de especies
sabana pueden explotar ambientes mamíferos puede variar considerable- sidos de la zona y algunos vespertiliónidos asociadas a palmares inundados de Coper-
abiertos o los bordes exteriores de las mente, desde su uso de manera ocasional (Eptesicus furinalis, Lasiurus ega), explotan nicia alba y de Bactris spp. La información
islas de bosque y bosques de galería. hasta un uso permanente. Las especies que estas áreas para cazar insectos (Barboza disponible se refiere principalmente a la
Entre estas familias, los murciélagos de usan los palmares de manera ocasional 2010). composición de comunidades de peces,
cola libre (Molossidae) son los que tienen como rutas de movimientos locales son en aves y mamíferos. No existen especies
mayor número de especies (14) seguidos general de porte grande, como los carní- Ocasionalmente se han encontrado bajo migrantes de mamíferos, como las aves,
de Vespertilionidae y Noctilionidae (6 voros (felinos y cánidos) y osos hormi- las palmas de Copernicia alba (cercanas a que procedan desde latitudes externas
y 2, respectivamente). En Espíritu se gueros. Igualmente, se ha podido observar las islas de bosque), semillas de almen- a la región, o especies de peces [Curima-
encuentra el murciélago dorado (Myotis al oso bandera (Myrmecophaga tridactyla) drillo (Terminalia catappa), las cuales son tidae (Potamorhina, Psectrogaster), Lori-
midastactus, Figura 7) especie insectívora en varias oportunidades descansando a la dispersadas por murciélagos frugívoros cariidae (Hypoptopoma) y otros], que
endémica de las sabanas de Bolivia, Para- sombra de las palmas y usando brácteas del género Artibeus. Esto demuestra que realizan migraciones entre ríos mayores
guay y Brasil (Moratelli y Wilson 2014). caídas como camuflaje. las palmas pueden jugar un rol clave (como el Mamoré) a sistemas fluviales de
dentro de la dinámica de dispersión de menor orden, durante el período de aguas
Las sabanas de Espíritu, además, Los mamíferos de porte grande que usan semillas promovida por los murciélagos y altas. Se requieren más trabajos sobre el
contienen una rica fauna de mamíferos, los palmares de manera más permanente por lo tanto ser un eslabón de los servicios pulso y la influencia de las inundaciones
en su mayoría medianos a grandes. Los son los ciervos de los pantanos (Blastocerus ambientales en las sabanas de la región. en las comunidades de vertebrados (e
carnívoros (orden Carnivora; 10 sp.) y los dichotomus) y los huasos (Mazama ameri- invertebrados) y eventuales variaciones
monos (orden Primates; 2), están bien cana), que ramonean pastos frescos y vege- Es importante hacer notar que existen interanuales. Con seguridad ocurren
representados en bosques de galería e islas tación acuática al borde de los palmares. algunas diferencias de las sabanas boli- movimientos periódicos debidos a las
de bosque, usando lugares abiertos como La capibara (Hydrochoerus hydrochaeris) vianas con otras similares en la región inundaciones estacionales, especialmente
sitios de paso. El tapir (Tapirus terrestris: puede ser vista con cierta regularidad en (Acevedo-Quintero y Zamora-Abrego en peces que los usan como por ejemplo
Perissodactyla) está asociado con exclu- los palmares que están más asociados a los 2016; Trujillo y Mosquera-Guerra 2016). de inundación estacional como áreas
sividad a los bosques de galería, mientras bajíos. Se ha podido evidenciar que al pie El número alto de especies en las sabanas de alimentación, refugio y crecimiento.
que los artiodáctilos (4) están más bien de algunas palmeras se encuentran madri- inundadas de Espíritu se debe princi- Muchas especies de mamíferos, especial-
asociados a áreas abiertas. Dos especies gueras de tatúes (Dasypus novemcinctus) y palmente a la alta representatividad del mente los terrestres o semi-fosoriales
comunes de armadillos (Dasypus nove- del peji (Euphractus sexcinctus). orden Chiroptera (51 especies), que en los (Dasypodidae), se desplazarían a mayores
mcinctus y Euphractus sexcinctus, orden otros trabajos no fueron considerados. alturas de manera temporal. Además en
Cingulata) se consideran generalistas y Los mamíferos que estarían explotando Sin embargo, esta riqueza sigue siendo algunos grupos, como los murciélagos,
son frecuentes en todos los ambientes de de manera más intensa los palmares son aún alta al quitar a los murciélagos de la existe una dinámica interanual de las
sabana, lo mismo que el oso hormiguero los murciélagos (Aguirre et al. 2003a), se riqueza total (31 especies), proviniendo la tasas de recambio de especies que puede
(Myrmecophaga tridactyla) y el tamandúa ha podido comprobar que varias especies diferencia, entonces, por la presencia de llegar a ser completa para algunos grupos
(Tamandua tetradactyla). Hay muy poca utilizan las hojas y brácteas de la palma un número alto de especies de roedores (6 tróficos (Aguirre et al. 2003b).

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final del proyecto “Ecología y uso del es- nos de Moxos, Departamento del Beni, Bo- Suramérica. Parte II: Colombia, Venezuela, tanal. Ecotropica 20: 15-22.
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DI-FC15)”. Centro de Biodiversidad y Ge- birds of the savanna of Espíritu (Beni De- biológicos y Pesqueros Continentales de vögeln einer Überschwemmungssavanne

360 361
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: LLANOS MOXOS

M. Moraes R.

Ost-Boliviens, unter besonderer Berück- Investigación de los Recursos Biológicos Anexo 1. Lista de las especies de peces registradas (mediante colecciones científicas) y
sichtigung inesktivorer Arten. Tesis doc- Alexander von Humboldt (IAvH), Bogotá. residentes permanentes en sistemas palustres: pantanos y palmares inundados.
toral, Universidad de Munich, Alemania. • Urioste, R. J. de. 1994. Estudio de la eco-
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2 Cyphocharax plumbeus
tebrados de Bolivia, La Paz, Bolivia. Universidad Mayor de San Andrés, La Paz,
• Trujillo, F. y F. Mosquera-Guerra. 2016. Bolivia. 98 pp. 3 Curimatidae Cyphocharax spiluropsis
Caracterización, uso y manejo de la masto- • Wallace, R. B., H. Gómez, Z. R. Porcel y D. I. 4 Steindachnerina dobula
fauna asociada a los morichales de los Lla- Rumiz (Eds). 2010. Distribución, ecología y
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7 Aphyocharax nattereri
palmares inundables de Suramérica. Parte II: Cruz de la Sierra, Bolivia. 906 pp.
Colombia, Venezuela, Brasil, Perú, Bolivia, • Wilson, D. E. y J. A. Salazar 1989. Los mur- 8 Prionobrama filigera
Paraguay, Uruguay y Argentina. Serie Edito- ciélagos de la Reserva de la Biósfera “Esta- 9 Tyttobrycon dorsimaculatus
rial Recursos Hidrobiológicos y Pesqueros ción Biológica del Beni”, Bolivia. Ecología en
Continentales de Colombia. Instituto de Bolivia 13: 47-56. 10 Tyttobrycon spinosus
11 Astyanax bimaculatus
12 Ctenobrycon hauxwellianus
13 Odontostilbe dierythrura
14 Characidae Serrapinnus micropterus
Characiformes
15 Hemigrammus lunatus
16 Hemigrammus cf.bellottii
17 Hyphessobrycon cf. eques
18 Moenkhausia cotinho
19 Moenkhausia sanctaefilomenae
20 Gymnocorymbus ternetzi
21 Gymnocorymbus thayeri
22 Markiana nigripinnis
23 Serrasalmidae Serrasalmus spilopleura
24 Erythrinus erythrinus
25 Erythrinidae Hoplerythrinus unitaeniatus
26 Hoplias malabaricus
27 Lebiasinidae Pyrrhulina australis
28 Aspredinidae Pseudobunocephalus amazonicus
29 Callichthys callichthys
30 Siluriformes Hoplosternum littorale
Callichthyidae
31 Lepthoplosternum beni
32 Megalechis thoracata

362 363
364
53
52
51
50
49
48
47
46
45
44
43
42
41
40
39
38
37
36
35
34
33
No.

Perciformes
Siluriformes

Beloniformes
Gymnotiformes
Orden

Synbranchiformes
Anexo 1. Continuación.

Lepidosireniformes
Cyprinodontiformes

Cichlidae
Rivulidae

Belonidae
Doradidae

Gymnotidae

Hypopomidae
Callichthyidae

Sternopygidae

Apteronotidae
TERCERA PARTE: LLANOS MOXOS

Synbranchidae
Familia

Lepidosirenidae
Anadoras grypus

Gymnotus carapo
Anadoras weddellii

Mesonauta festivus
Corydoras hastatus

Crenicichla lepidota
Laetacara dorsigera
Apistogramma linkei

Lepidosiren paradoxa
Apteronotus albifrons

Cichlasoma boliviense
Trigonectes rogoaguae
Sternopygus macrurus

Pterolebias longipinnis
Eigenmannia virescens
Especie

Anablepsoides beniensis
Eigenmannia humboldtii

Synbranchus marmoratus
Apistogramma inconspicua
Potamorrhaphis eigenmanni
Brachyhypopomus brevirostris
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

Anexo 2. Aves relacionadas con pastizales y palmares de Espíritu (adaptado de Hanagarth y Specht 2000). Nomenclatura según
Gill y Donsker (2016). Leyenda hábitats: Yo: yomomo, pantano permanente; Cu: curiche, pantano permanente; Ba: Bajíos, pasti-
zales bajos inundados de 6-9 meses; Ta: Tacuarillares, pastizales altos de Panicum trciholaenoides; Pa: Pastizales con Copernicia alba;
Ta: Tajibales, bosques abiertos de Tabebuia heptaphyla; Tu: Tusecales, matorrales de Machaerium isadelphum; Gf: Bosque de galería;
Fi: Islas de bosque, Ai: Espacio abierto; Ri: Ríos y márgenes de ríos; Po: Estanques. PE: Presencia estacional; R: residente; V: estado
indefinido; NT: en tránsito del norte; PM: Migratoria potencial; PD: Migrante parcial sureña; D: migratoria sureña durante la época
seca; ST: en tránsito del sur.

No. Orden Familia Especie PE Hábitats


1 Rheiformes Rheidae Rhea americana R Ba, Pa, Ta, Tac
2 Tinamiformes Tinamidae Rhynchotus rufescens V Pa, Tac
3 Pelecaniformes Ardeidae Syrigma sibilatrix R Pa, Ba, Cu, Po, Fi
4 Pelecaniformes Ardeidae Ardea alba R Pa, Cu, Yo, Ba, Ri, Gf, Po
5 Pelecaniformes Ardeidae Bubulcus ibis R Ai, Ba, Tac, Cu, Pa
6 Pelecaniformes Ardeidae Egretta thula R Ba, Cu, Yo, Po, Pa
7 Pelecaniformes Ardeidae Butorides striata R Pa, Yo, Cu, Ri, Ba, Po, Gf
8 Pelecaniformes Threskiornithidae Theristicus caudatus R Pa, Ba, Cu, Tac, Yo
9 Pelecaniformes Threskiornithidae Theristicus caerulescens R Pa, Ba, Cu, Yo
10 Ciconiiformes Ciconiidae Mycteria americana R Cu, Ba, Po, Yo, Pa, Tac, Ta, Ri, Gf
11 Ciconiiformes Ciconiidae Ciconia maguari R Pa, Cu, Ba, Yo
12 Ciconiiformes Ciconiidae Jabiru mycteria R Ai, Po, Yo, Cu, Ba, Ri, Pa, Gf, Fi
13 Accipitriformes Cathartidae Coragyps atratus R Ai, Pa, Ba, Tac, Cu, Yo, Fi
M. Moraes R.

14 Accipitriformes Cathartidae Cathartes aura R Ai, Pa, Ba, Fi


15 Accipitriformes Cathartidae Cathartes burrovianus R Ai, Fi, Pa, Ba, Yo
16 Anseriformes Anhimidae Chauna torquata R Cu, Ba, Yo, Pa, Ai, Po, Gf
17 Anseriformes Anatidae Dendrocygna viduata R Pa, Ba, Cu, Yo, Ta, Po
18 Anseriformes Anatidae Dendrocygna autumnalis R Pa, Ba, Po, Ta, Yo, Cu
365
366
Anexo 2. Continuación.

No. Orden Familia Especie PE Hábitats


19 Anseriformes Anatidae Oressochen jubata R Pa, Ba, Yo, Ta, Po, Ri, Gf
20 Anseriformes Anatidae Cairina moschata R Ba, Cu, Yo, Pa, Ri, Gf
21 Anseriformes Anatidae Amazonetta brasiliensis R Ba, Cu, Yo, Pa, Ri
22 Falconiformes Falconidae Caracara plancus R Ai, Pa, Fi, Ba, Ta, Ri
23 Charadriiformes Charadriidae Vanellus chilensis R Ba, Pa, Cu, Yo
24 Charadriiformes Jacanidae Jacana jacana R Yo, Cu, Ba, Tac, Pa
25 Charadriiformes Scolopacidae Bartramia longicauda NT Pa, Ba
26 Charadriiformes Scolopacidae Tringa flavipes NT Po, Ba, Pa
27 Charadriiformes Scolopacidae Tringa solitaria NT Po, Ba, Pa
28 Charadriiformes Scolopacidae Actitis macularius NT Po, Pa
TERCERA PARTE: LLANOS MOXOS

29 Charadriiformes Scolopacidae Gallinago paraguaiae R Ba, Tac, Pa


30 Columbiformes Columbidae Zenaida auriculata PM Pa, Tu, Fi
31 Columbiformes Columbidae Columbina talpacoti R Gf, Fi, Ba, Pa
32 Columbiformes Columbidae Columbina picui PD Tu, Pa, Ta, Tac, Ba, Fi
33 Psittaciformes Psittacidae Forpus xanthopterygius R Fi, Pa, Tu, Ta, Ba, Tac
34 Cuculiformes Cuculidae Crotophaga ani R Tac, Pa, Fi, Gf, Cu, Ba
35 Cuculiformes Cuculidae Guira guira R Ta, Tu, Pa, Tac, Fi
36 Caprimulgiformes Caprimulgidae Chordeiles acutipennis PM Tu, Pa, Ta
37 Caprimulgiformes Caprimulgidae Chordeiles nacunda Ai, Ba, Pa
38 Piciformes Picidae Colaptes campestris R Pa, Tu, Ta
39 Passeriformes Furnariidae Furnarius rufus R Ta, Tu, Pa, Fi, Tac, Ba, Cu, Yo
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

40 Passeriformes Tyrannidae Machetornis rixosa R Tu, Pa, Ba, Ta, Fi


41 Passeriformes Tyrannidae Pitangus sulphuratus R Cu, Ba, Pa, Ta, Tu, Fi, Ri, Po, Gf

Anexo 2. Continuación.

No. Orden Familia Especie PE Hábitats


42 Passeriformes Tyrannidae Tyrannus melancholicus R Ta, Tu, Fi, Pa, Ba, Tac, Cu, Gf, Ri
43 Passeriformes Hirundinidae Tachycineta leucorrhoa D? Ta, Pa
44 Passeriformes Hirundinidae Progne tapera D? Ta, Pa, Tu, Tac, Ba, Cu
45 Passeriformes Hirundinidae Progne chalybea ST Pa, Ai
46 Passeriformes Hirundinidae Progne subis/modesta V Pa
47 Passeriformes Hirundinidae Stelgidopteryx ruficollis PM Ba, Tac, Cu, Pa, Ai
48 Passeriformes Hirundinidae Riparia riparia NT Ai, Pa, Ba, Tac
49 Passeriformes Hirundinidae Hirundo rustica NT Ai, Pa, Ba, Cu, Tac
50 Passeriformes Mimidae Mimus triurus V Pa, Tu
51 Passeriformes Motacillidae Anthus lutescens R Ba, Pa, Tac
52 Passeriformes Emberizidae Ammodramus humeralis PM Ba, Pa, Tac, Ta
53 Passeriformes Thraupidae Sicalis flaveola R Ta, Tu, Pa, Ba, Tac
54 Passeriformes Thraupidae Embernagra platensis PM Tac, Pa
55 Passeriformes Thraupidae Volatinia jacarina PM Tac, Pa
56 Passeriformes Thraupidae Paroaria coronata R Ta, Tu, Fi, Pa, Ba
57 Passeriformes Thraupidae Paroaria gularis R Ri, Ba, Tu, Pa, Cu, Yo, Gf, Fi
58 Passeriformes Icteridae Sturnella superciliaris PD Tac, Ba, Pa
59 Passeriformes Icteridae Gnorimopsar chopi R Ta, Tu, Ba, Pa, Tac, Fi
60 Passeriformes Icteridae Agelaioides badius R Ba, Ta, Pa, Tu, Fi
M. Moraes R.

61 Passeriformes Icteridae Molothrus bonariensis R Ba, Pa, Tac, Ta, Tu, Cu


62 Passeriformes Icteridae Dolichonyx oryzivorus NT Tu, Pa
63 Passeriformes Passeridae Passer domesticus R Pa
367
368
Anexo 3. Mamíferos de la sabana de Espíritu. Nomenclatura según Salazar-Bravo et al. (2003), Wallace et al. (2010) y Díaz et al.
(2016). Leyenda: PN: Pantanos; IB: Islas de bosque; ZA: Zona antrópica; T: Tajibales; TU: Tusecales; PA: Palmar; P: Pastizal; BG:
Bosques de galería; R/A: Ríos y Arroyos. Evidencia: V: visto; C: capturado; A: grabación acústica.

No. Orden Familia Especie Hábitat Evidencia


1 Didelphimorphia Didelphidae Didelphis marsupialis IB, ZA V
2 Didelphimorphia Didelphidae Philander opossum IB, ZA C
3 Cingulata Dasypodidae Dasypus novemcinctus IB, T, ZA, TU, P C
4 Cingulata Dasypodidae Euphractus sexcinctus IB, T, ZA, TU, P, PA C
5 Pilosa Myrmecophagidae Myrmecophaga tridactyla BG, IB, ZA, P, PA V
6 Pilosa Myrmecophagidae Tamandua tetradactyla BG, IB, ZA, P V
7 Primates Cebidae Sapajus apella BG V
8 Primates Atelidae Alouatta caraya BG, IB V
TERCERA PARTE: LLANOS MOXOS

9 Rodentia Cricetidae Calomys callosus P C


10 Rodentia Cricetidae Holochilus brasiliensis P C
11 Rodentia Cricetidae Oligoryzomys microtis P C
12 Rodentia Erethizontidae Coendou bicolor IB V
13 Rodentia Caviidae Hydrochoerus hydrochaeris BG, PN C, V
14 Rodentia Dasyproctidae Dasyprocta punctata BG, IB, T, P, PN C, V
15 Chiroptera Phyllostomidae Lophostoma silvicolum IB C
16 Chiroptera Phyllostomidae Micronycteris minuta IB C
17 Chiroptera Phyllostomidae Chrotopterus auritus BG C
18 Chiroptera Phyllostomidae Mimon crenulatum IB C
19 Chiroptera Phyllostomidae Phyllostomus elongatus BG, IB C
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

20 Chiroptera Phyllostomidae Phyllostomus hastatus IB C


21 Chiroptera Phyllostomidae Phyllostomus discolor IB, T C

Anexo 3. Continuación.

No. Orden Familia Especie Hábitat Evidencia


22 Chiroptera Phyllostomidae Trachops cirrhosus BG C
23 Chiroptera Phyllostomidae Vampyrum spectrum IB C
24 Chiroptera Phyllostomidae Artibeus planirostris IB, T C
25 Chiroptera Phyllostomidae Artibeus obscurus BG C
26 Chiroptera Phyllostomidae Artibeus lituratus BG C
27 Chiroptera Phyllostomidae Dermanura anderseni BG C
28 Chiroptera Phyllostomidae Chiroderma salvini ZA C
29 Chiroptera Phyllostomidae Platyrrhinus nigellus BG, IB, T, TU, P, ZA C
30 Chiroptera Phyllostomidae Uroderma bilobatum IB C
31 Chiroptera Phyllostomidae Uroderma magnirostrum BG C
32 Chiroptera Phyllostomidae Vampyrodes caraccioli IB C
33 Chiroptera Phyllostomidae Sturnira lilium BG, IB, T, TU C
34 Chiroptera Phyllostomidae Desmodus rotundus BG, IB C
35 Chiroptera Phyllostomidae Diaemus youngi ZA, IB C
36 Chiroptera Phyllostomidae Anoura geoffroyi TU C
37 Chiroptera Phyllostomidae Glossophaga soricina IB, TU C
38 Chiroptera Phyllostomidae Carollia perspicillata BG, IB, T C
39 Chiroptera Emballonuridae Peropteryx kappleri IB C
40 Chiroptera Emballonuridae Peropteryx macrotis IB C
M. Moraes R.

41 Chiroptera Emballonuridae Rhynchonycteris naso BG C, V, A


42 Chiroptera Emballonuridae Saccopteryx leptura IB V
43 Chiroptera Emballonuridae Saccopteryx bilineata IB C
44 Chiroptera Molossidae Cynomops abrasus BG C
369
370
Anexo 3. Continuación.

No. Orden Familia Especie Hábitat Evidencia


45 Chiroptera Molossidae Cynomops planirostris IB, BG, T, PA C, A
46 Chiroptera Molossidae Eumops glaucinus IB, T, PA C
47 Chiroptera Molossidae Eumops hansae T, PA C
48 Chiroptera Molossidae Eumops patagonicus IB, T, PA C
49 Chiroptera Molossidae Eumops perotis ZA C
50 Chiroptera Molossidae Eumops auripendulus ZA, IB, T, BG, P, PA C, A
51 Chiroptera Molossidae Molossops temminckii IB, TU TA, BG, ZA, P, PA C, A
52 Chiroptera Molossidae Molossus currentium ZA, IB BG C, A
53 Chiroptera Molossidae Molossus rufus BG, IB, T, ZA, PA C
54 Chiroptera Molossidae Molossus molossus IB, T, ZA, PA C
TERCERA PARTE: LLANOS MOXOS

55 Chiroptera Molossidae Molossus pretiosus IB, T C, A


56 Chiroptera Molossidae Nyctinomops laticaudatus ZA C
57 Chiroptera Molossidae Promops centralis ZA, IB, BG, P, PA C, A
58 Chiroptera Vespertilionidae Eptesicus furinalis IB, T C
59 Chiroptera Vespertilionidae Lasiurus ega ZA, IB, BG A
60 Chiroptera Vespertilionidae Myotis nigricans IB, TU, TA C, A
61 Chiroptera Vespertilionidae Myotis midastactus IB, T C, A
62 Chiroptera Vespertilionidae Myotis riparius ZA, IB C, A
63 Chiroptera Vespertilionidae Myotis albescens BG, ZA C
64 Chiroptera Noctilionidae Noctilio leporinus BG, IB, ZA, T, P, PA C, V, A
65 Chiroptera Noctilionidae Noctilio albiventris BG, IB, T, TU, P, ZA, PA C, V, A
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

66 Carnivora Felidae Leopardus pardalis BG, IB C


67 Carnivora Felidae Puma yagouaroundi BG, IB V

Anexo 3. Continuación.

No. Orden Familia Especie Hábitat Evidencia


68 Carnivora Felidae Puma concolor BG V
69 Carnivora Felidae Panthera onca BG V
70 Carnivora Canidae Cerdocyon thous BG, IB, T, ZA, P, PN V
71 Carnivora Canidae Chrysocyon brachyurus BG V
72 Carnivora Mustelidae Lontra longicaudis BG V
73 Carnivora Mustelidae Pteronura brasiliensis BG V
74 Carnivora Procyonidae Nasua nasua BG, ZA, TU, P V
75 Carnivora Procyonidae Procyon cancrivorus IB, ZA, T V
76 Perissodactyla Tapiridae Tapirus terrestris BG V
77 Artiodactyla Suidae Sus scrofa ZA, PN V
78 Artiodactyla Tayassuidae Pecari tajacu IB V
79 Artiodactyla Tayassuidae Tayassu pecari PN V
80 Artiodactyla Cervidae Mazama americana IB, T, TU, PN, PA V
81 Artiodactyla Cervidae Blastocerus dichotomus PN, PA V
82 Cetacea Iniidae Inia boliviensis R/A V
M. Moraes R.

371
M. Moraes R.
17. PALMERAS UTILIZADAS EN TIERRAS
BAJAS DE BOLIVIA: CASOS DE ESTUDIO
Mónica Moraes R., Rosember Hurtado U., Viviana Choque T., Sofia
Miguez G., Gabriel Toledo Villarroel y Fabiola Montoya

Resumen de sus conocimientos culturales. Además,


El uso de palmeras nativas en Bolivia la relación de palmeras y animales que
deriva de costumbres y tradiciones que las incluyen en sus dietas, son parte de
varios pueblos indígenas desarrollaron dinámicas evolutivas y de adaptación rele-
en sus culturas. En base a estudios etno- vantes para su conservación.
botánicos realizados en el país con apro-
ximadamente 20 pueblos indígenas, se Palabras clave. Arecaceae. Alimento.
documentó el uso de palmeras. Se incluyen Artesanías. Categorías de uso. Materiales
47 palmas representadas en las tierras de construcción.
bajas de Bolivia (150-400 m de altitud)
en ocho categorías y 14 subcategorías de Introducción
uso. Destacan los materiales de construc- Los productos cosechados de palmeras –
ción con el 22%, alimento humano (19%), clasificados como Productos Forestales No
alimento para fauna (14%) y otros (%). Los Maderables (PFNM) - son considerados
recursos utilizados varían según la especie, importantes para varias poblaciones
aunque el 65% de las cosechas son hojas y humanas. Después de las familias de
troncos. Las categorías de materiales de plantas Poaceae y Leguminosae, las Areca-
construcción, alimento humano, alimento ceae ofertan varias opciones de aprove-
para la fauna y artesanías reúnen el 56% chamiento con categorías de uso que van
del total. Las especies que se destacan desde los alimentos, bebidas, materiales
como multipropósito (5-8 categorías) son de construcción, productos químicos e
Attalea princeps, A. speciosa, Bactris gasi- industriales, cosméticos, fertilizantes,
paes, Mauritia flexuosa y Euterpe precatoria, forrajes, combustible, artesanías, medi-
mientras que con 1-3 categorías están cinales, rituales, ornamentales, utensi-
Geonoma deversa y Wettinia augusta. Los lios domésticos, instrumentos musicales,
productos que se utilizan por los pueblos joyería, juguetes y muebles, entre otros
no solo destacan las habilidades de los (Bernal y Galeano 2013, Macía et al. 2015,
artesanos, sino el rescate y visibilización Moraes et al. 2015). Aunque son pocas las

Tejedora tradicional de canastos con fibras de palma, Bolivia. Foto: M. Moraes R. 373
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: USO PALMERAS

M. Moraes R.

especies suramericanas que reúnen condi- al. 2007, Paniagua-Zambrana y Moraes (estructura y techado) y productos artesa- entre las palmeras de tierras bajas corres-
ciones económicas significativas, aún es 2009, Balslev et al. 2012, Hurtado 2013, nales, con base a la revisión bibliográfica e ponde a los materiales para construcción
incipiente la relación de sistemas produc- Montoya y Moraes 2014, Moraes 2014a, información no publicada. con el 22% (35 especies), seguida por el
tivos que aseguren su procesamiento e Blacutt-Rivero et al. 2016). Mientras que 19% de alimentación humana (30 espe-
industrialización (Kahn 1988, Coomes en una primera aproximación a nivel de Palmeras útiles de tierras bajas cies) y el 14% del alimento para la fauna
2004, Macía et al. 2015). país, Moraes (2004) inventarió al 30% de de Bolivia silvestre y doméstica (23 especies) (Figura
especies útiles de Arecaceae, más recien- En total se registran 47 especies de 2). Si se suman las categorías de mate-
En Suramérica se cuenta con 457 especies temente se incluyó la lista de 58 especies palmeras útiles en tierras bajas, asignadas riales de construcción, alimento humano,
de palmas nativas, de las cuales 194-224 (que representan el 60%, Moraes 2014b). a 14 subcategorías (Anexo 1 y Figura 1), alimento para la fauna y artesanías,
son consideradas útiles y la mayoría de De acuerdo a más de 250 registros obte- donde las más importantes son las que suman el 52% de importancia.
esas palmas útiles (96%), se encuentra nidos en inventarios etnobotánicos, en tienen frutos comestibles y materiales
en tierras bajas (Moraes et al. 2015). Los primer lugar se tiene a la categoría de uso para techado de viviendas, pues cada una Entre las especies multipropósito – es
grupos indígenas del oeste suramericano destinadas a alimento humano (59% del cuenta con 28 especies (60%). El total de decir aquellas que tienen mayor número
que fueron respaldados con información total) y para la fauna (45%), materiales categorías son ocho. Si se tiene en cuenta de subcategorías y categorías – está
etnobotánica reciente son 54 en total de construcción (59%), artesanías (24%), por ejemplo a la categoría alimenticia, Attalea princeps (motacú) (Figura 3a) con
(Macía et al. 2015). Las palmeras de los medicinales (16,5%), entre otros (Moraes se consideran las especies que tienen 12 y 8, respectivamente; con siete cate-
Andes fueron agrupadas por Borchse- 2014b). frutos comestibles, frutos destinados a la gorías está Attalea speciosa (cusi) (Figura
nius y Moraes (2006) en 80 especies, de preparación de bebidas y la producción de 3b) y con seis, Bactris gasipaes (chima,
las cuales 42 (52%) cuentan con las cate- Bolivia- país conformado por varias palmito. chonta de castilla) (Figura 3c) y Mauritia
gorías más comunes de alimento (frutos, naciones – cuenta con 36 pueblos indí- flexuosa (palma real) (Figura 3d) (Anexo
palmito y aceite vegetal), medicinas, mate- genas que después del último censo reali- Para el caso de los materiales de cons- 1). También hay un grupo destacado en
rial de construcción y materia prima para zado en 2012, suman alrededor del 40% trucción de viviendas se incluye a los de base a 1-7 subcategorías y a 1-3 categorías,
artesanías. En el caso de la Amazonia, se de la población nacional: 11 millones la estructura, techado y parket, como como Geonoma deversa (jatata) (Figura
conocen 150 especies de palmas (Kris- de personas (INE 2011). En total son 31 alimento para la fauna están los frutos y 3e) y Wettinia augusta (ajipa) (Figura 3f),
tiansen et al. 2011) y fueron mencionados pueblos (que significan el 86%), que se forraje y finalmente, entre los productos con el uso de las hojas para techado de
por Smith (2015) los usos de 56 de ellas, encuentran en territorios amazónicos artesanales, están las artesanías y joyería. viviendas y troncos para construcción de
ampliamente distribuidas en la cuenca (24 pueblos) y de la región del Gran Chaco La categoría con mayor representación la estructura, respectivamente.
amazónica. (compartida con Paraguay y Argentina),
en su mayoría que derivan de la familia
En el caso de Bolivia y para la segunda lingüística Guaraní, con algo menos de
edición de la “Flora de Arecaceae de medio millón de personas en total (Diez-
Bolivia”, se ha documentado que la riqueza Astete 2011).
de especies nativas es de 97 (Moraes en
prep.), cuya distribución geográfica está A continuación se actualiza la lista de
enriquecida por elementos fitogeográ- palmeras útiles de tierras bajas de Bolivia
ficos amazónicos, andinos, del Cerrado (150-400 m de altitud) desde la Amazonia
y Chaco (Moraes 2007). Varios estudios (centro hacia el norte de Bolivia) hasta la
evaluaron las categorías de uso bajo las región del Chaco (al sureste) y subandino
cuales los pueblos destacan el apro- (en una franja a lo largo de la base de los
vechamiento de especies de palmeras Andes, desde el sur al noroeste, así como
(Boom 1987, Vargas 1994, Moraes et zonas influenciadas por las inundaciones
al. 1995, Moraes 1998, 2004, Moraes aluviales amazónicas y de la cuenca del río
et al. 1996, Moraes y Sarmiento 1999, Paraná-Paraguay. Se reconocen tres cate-
Toledo et al. 1999, Moraes y Paniagua- gorías de uso: alimento (frutos, palmito, Figura 1. Importancia en número de palmeras útiles por subcategoría de uso agrupadas
Zambrana 2006, Paniagua-Zambrana et bebidas), materiales de construcción por categoría, primero las alimenticias, luego materiales de construcción y otros.

374 375
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: USO PALMERAS

M. Moraes R.

sumuqué (Syagrus sancona), Astrocaryum Euterpe precatoria, Copernicia alba (palma


gratum y del totaí (Acrocomia totai), así blanca o caranday) o de Socratea exorrhiza
como paredes o vallas de Iriartea deltoidea, (pachiuba).

Figura 2. Distribución de las especies de palmeras según las ocho categorías de uso.

a b

Las partes de las palmeras que son cose- y otros), techado y revestimiento (paredes,
chadas para ser utilizadas son el tronco vallas, parket). Los techos son elaborados
(Astrocaryum spp, Bactris gasipaes, Coper- con hojas de jatata (Geonoma deversa)
nicia alba, Euterpe precatoria, Iriartea (Figura 4a) que son los más durables, de
deltoidea, Wettinia augusta); hojas (Attalea marfil vegetal (Phytelephas macrocarpa),
spp, Chelyocarpus chuco, Euterpe precatoria, de asaí (Euterpe precatoria) (Figura 4b),
Geonoma deversa, Phytelephas tenuicaulis); de chonta (Astrocaryum chonta) (Figura
frutos (Acrocomia totai, Attalea spp, Euterpe 4c), de Attalea princeps (Figura 4d) y
precatoria, Mauritia flexuosa, Oenocarpus de copa (Iriartea deltoidea) (Figura 4e).
spp, Phytelephas spp); raíces (Bactris gasi- Según Hurtado (2013) y según el sitio, c d
paes, Euterpe precatoria, Socratea exorrhiza) los techos de la jatata duran 20-25 años,
e inflorescencias (Attalea spp, Chamae- del marfil vegetal con 15-20, de Mauritia
dorea angustisecta, Oenocarpus bataua). Las flexuosa (10-20 años), de Iriartea deltoidea
hojas son usadas mayormente en un 33%, de 11-15 y de asaí con 12-18. Los menos
seguida por los frutos (32%), tronco (24%), durables son del majo (Oenocarpus bataua)
raíces (7%) e inflorescencias (4%). que aguantan hasta un año, 2-4 años para
techos de la hoja redonda (Chelyocarpus
Palmeras usadas para materiales chuco) y de varias especies de Attalea con
de construcción 4-7 años, excepto de A. speciosa que duran
Son 35 especies de palmeras que son 9-12.
usadas como materiales de construcción
y que implican el 22% de las 47 palmeras Los materiales utilizados para la estruc- e f
útiles de las tierras bajas de Bolivia. En tura de la vivienda son cosechados de los
esta categoría se incluyen las subcatego- troncos de varias especies. Por ejemplo, Figura 3. Palmeras útiles de las tierras bajas de Bolivia. Multipropósito (6-8 categorías de
rías de materiales para la estructura de se cosechan para el tallado de tablas de uso): a) Attalea princeps, b) Attalea speciosa, c) Bactris gasipaes, d) Mauritia flexuosa. Con 1-3
viviendas (horcones, dinteles, cumbreras Mauritia flexuosa, horcones del tronco de categorías: e) Geonoma deversa y f) Wettinia augusta. Fotos: M. Moraes R.

376 377
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: USO PALMERAS

M. Moraes R.

(crudo o cocido). Reúnen la segunda representativos están a los frutos de


categoría más importante y significan Attalea princeps (Figura 5a), Bactris gasi-
el 19% del total. Entre los ejemplos más paes (5b), de la hoja redonda (Chelyocarpus

a b

a b

c d

e f

Figura 4. Palmeras utilizadas para materiales de construcción de viviendas. a) Techo de d


Geonoma deversa, b) preparación de techo de Euterpe precatoria, c) de Astrocaryum chonta, d)
de Attalea princeps y e) vivienda temporal con techo y vallas de Iriartea deltoidea. Fotos: M. Figura 5. Palmeras alimenticias con
Moraes R. frutos comestibles, bebidas elaboradas y
palmito. a) Fruto pelado de Attalea prin-
ceps con el mesocarpo dulce, b) frutos
Palmeras usadas como alimentos de frutos maduros con mesocarpo comes- cocidos de Bactris gasipaes, c) frutos
Unas 30 especies son aprovechadas por tible (crudo o cocido), semillas comesti- frescos y maduros de Chelyocarpus chuco,
las comunidades locales como fuente de bles, pulpa del fruto para elaboración de d) bebida de Euterpe precatoria y e) bebida
e
alimento, entendido este por la cosecha bebidas, refrescos y fermentados, palmito de Oenocarpus bataua. Fotos: M. Moraes R.

378 379
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: USO PALMERAS

M. Moraes R.

chuco) (Figura 5c), motacu-chí (Allagoptera tenuicaulis, aretes y llaveros de Trithrinax


leucocalyx) y varias especies de Syagrus, schizophylla (Figura 7b), pulseras y collares
mientras que otros son menos apetecidos, de Euterpe precatoria, cinturones de Attalea
como los del totaí (Acrocomia totai). En speciosa (Figura 7c), aretes de raquillas de
lugar de aprovechar el mesocarpo, en otras Oenocarpus bataua, de flores femeninas
especies más bien se extraen las semillas, de Attalea speciosa y de semillas de Phyte-
como es el caso de Attalea speciosa y varias lephas tenuicaulis (Figura 7d). Finalmente,
especies de Bactris y Astrocaryum. En el los utensilios tallados de secciones de
caso de los frutos de los cuales se elaboran troncos y destinados para la venta, como
refrescos, se tiene al marayaú (Bactris recuerdos y artesanías en ferias incluye
major) y a Mauritia flexuosa, la pulpa de asaí a cubiertos de palo, ceniceros y otros a b
(Euterpe precatoria) (Figura 5e) y frutos adornos de Astrocaryum gratum (Figura 8a
hervidos para elaborar la “leche de majo” y 8b), así como arcos y flechas de Bactris
(Oenocarpus bataua) (Figura 5f). Final- gasipaes (Figura 8c) y portalápices de
mente hay un grupo de especies de las Attalea speciosa (Figura 8d), entre otros.
cuales se cosecha el palmito, como Attalea
spp, Bactris gasipaes y Euterpe precatoria, Palmeras consumidas por la
entre las principales. fauna
Según Henderson (2002), tanto los frutos
Palmeras para fines artesanales como las semillas de palmeras constituyen
Con el 11% del total y 18 especies, las recursos alimenticios para vertebrados
artesanías son elaboradas laboriosamente e invertebrados: loros, tucanes, murcié- c d
por las comunidades y luego comerciali- lagos, primates, roedores e insectos. Sin
zadas en ferias o mercados. Se incluyen embargo, también una sola especie de
las subcategorías de los productos arte- palmera puede ser favorecida en su disper-
sanales, también la joyería (collares, sión por varias especies de la fauna. Como
aretes, pulseras, anillos) y otros (llaveros). Aliaga-Rossel y Moraes (2014) resumieron
Las hojas tiernas, secciones de frutos, para el caso de Astrocaryum gratum que
frutos, raquillas de las infrutescencias interactúa con 21especies de mamíferos
y flores femeninas de algunas especies, terrestres: marsupiales (Didelphis spp,
son elaboradas en varios tipos de artesa- Monodelphis sp.), ardillas (Sciurus sp.),
nías, joyerías y productos tallados. Entre cinco roedores y tres especies de monos
las especies más utilizadas para elaborar arborícolas (Ateles chamek, Sapajus apella y e f
productos artesanales se tiene a Attalea Saimiri boliviensis), entre otros.
princeps (Figura 6a y 6b), Mauritia flexuosa Figura 6. Artesanías elaboradas de palmeras. a) Esteras e individuales de hojas tiernas
(Figura 6c), Oenocarpus bataua (Figura 6d), Con 23 especies que significan el 14% del de Attalea princeps y Euterpe precatoria, b) abanicos y jasayé (cestos) de Attalea princeps, c)
así como tipos de sombreros de Trithrinax total, son varias especies de palmeras que cestos y centros de mesa con fibras de Mauritia flexuosa, d) individuales y posavasos de
schizophylla (Figura 6e) y Copernicia alba son buscadas por un gremio muy amplio Oenocarpus bataua, e) sombreros de saó (Trithrinax schizophylla) y f) sombrero de palma
(Figura 6f). de animales, tanto silvestres como domés- blanca (Copernicia alba). Fotos: M. Moraes R. (a, b, c, d y f), G. Toledo V. (e).
ticos. Son típicos los casos de forraje de
Las joyerías también son llamativas, Attalea princeps y de Acrocomia totai para
las cuales son elaboradas con frutos y alimentar chanchos o cerdos y caba- por roedores (p. e. Agouti paca) y monos, por larvas de Pachymerus (Coleoptera).
semillas, como los anillos de la chonta llos, respectivamente. La mayor parte pero también son depredados por ardi- De acuerdo al síndrome de dispersión
(Astrocaryum gratum) (Figura 7a), de las especies de Attalea, Astrocaryum, llas, chanchos de tropa (Tayassu pecari) por aves (ornitocoria) de frutos carnosos
anillos tallados en frutos de Phytelephas Phytelephas y Syagrus son dispersadas y por varias especies de loros, así como en infrutescencias de colores vivos (rojo

380 381
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: USO PALMERAS

M. Moraes R.

a b

a b
c d

Figura 7. Joyería y otras artesanías de palmas. a) Anillos de chonta (Astrocaryum gratum),


b) aretes y llaveros de saó (Trithrinax schizophylla), c) cinturón de secciones de frutos de
cusi (Attalea speciosa) y d) aretes con aplicaciones de marfil vegetal (Phytelephas tenuicaulis).
Fotos: M. Moraes R.

y naranja) para palmeras del sotobosque se menciona en Sarmiento et al. 2016 (en
(Hodel 1992, Pizo y Almeida-Neto 2009), este libro).
se asume que son los agentes primarios
de dispersión para especies de Chamae- Conclusiones
dorea, Geonoma y Bactris, pero también Se destacan por su importancia en las
guácharos (Steatornis caripensis) y pavas tierras bajas de Bolivia, las categorías de
de monte (n. c.) dispersan frutos de espe- materiales de construcción, alimentos
cies de porte arbóreo en el dosel y subdosel y artesanías, que además de registrar
(Euterpe precatoria, Iriartea deltoidea y una parte de las expresiones culturales
Socratea exorrhiza). Copernicia alba puede de los pueblos indígenas de tierras bajas,
ser dispersada por el ñandú (Rhea ameri- también son parte del proceso que respalda
cana) en las sabanas inundables (ver el rescate, visibilización y reconocimiento c d
capítulo sobre Vertebrados de sabanas de sus habilidades. El desarrollo cultural
inundables, este libro). En bosques y y la relación etnobotánica con diferentes Figura 8. Tallado de utensilios artesanales. a) Cucharas de palo de chonta (Astrocaryum
áreas inundables, algunas especies de especies de palmeras nativas también ha gratum), b) adornos de chonta, c) arcos y flechas de Bactris gasipaes y d) portalápices de
Bactris son dispersadas por peces, como consolidado prácticas, técnicas manuales Attalea speciosa. Fotos: M. Moraes R. (a, b y d), S. Miguez G. (c).

382 383
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: USO PALMERAS

M. Moraes R.

e identidades que son parte intrínseca extraction and handicraft production in Tratado de Cooperación Amazónica, Minis- • Moraes R., M., N. Paniagua Zambrana, R.
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384 385
386
Anexo 1. Palmeras nativas de tierras bajas de Bolivia y sus categorías de uso. Modificado de Moraes (2014b). Leyenda: Fc = frutos
comestibles, Fb = frutos para bebidas, Ff = alimento para fauna, P = palmito, M = material de construcción para estructuras, T =
techado, PM = parket y muebles, F = forraje, Ar = artesanías, Jy = joyería, U = utensilios domésticos, Md = medicinal, O = orna-
mental, Ac = aceites, T = total.

Especie Fc Fb Ff P M T PM F Ar Jy U Md O A T
Acrocomia totai + + + + + + + + + 9
Aiphanes horrida + + + + 4
Allagoptera leucocalyx + + + + 4
Astrocaryum aculeatum + + + + + + + 7
Astrocaryum chonta + + + 3
Astrocaryum gratum + + + + + 5
Astrocaryum huaimi + + + + + + + + + 9
TERCERA PARTE: USO PALMERAS

Astrocaryum ulei + + + + 4
Attalea bassleriana + + 2
Attalea blepharopus + + + + 4
Attalea eichleri + + + + 4
Attalea maripa + + + + + + 6
Attalea peruviana + + 2
Attalea phalerata + + + + + 5
Attalea princeps + + + + + + + + + + + + 12
Attalea speciosa + + + + + + + + + 9
Bactris concinna + + + 3
Bactris corosilla + + 2
Bactris gasipaes + + + + + + + + + 9
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

Bactris hirta + + 2

Anexo 1. Continuación.

Especie Fc Fb Ff P M T PM F Ar Jy U Md O A T
Bactris major + + + + + 5
Bactris maraja + 1
Chamaedorea angustisecta + + + + 4
Chamaedorea pinnatifrons + + 2
Chelyocarpus chuco + + + + 4
Copernicia alba + + + + + 5
Desmoncus mitis + 1
Euterpe precatoria + + + + + + + + + 9
Geonoma brongniartii +
Geonoma deversa + + + 3
Geonoma euspatha + 1
Geonoma macrostachys + 1
Geonoma maxima + 1
Geonoma occidentalis + 1
Hyospathe elegans + + 2
Iriartea deltoidea + + + + + + 6
Mauritia flexuosa + + + + + + + + + 9
Oenocarpus bataua + + + + + + + + 9
Oenocarpus distichus + + + 3
M. Moraes R.

Oenocarpus minor + + + + + + 6
Phytelephas macrocarpa + + 2
Phytelephas tenuicaulis + + + + 4
Socratea exorrhiza + + + + + 5
387
XIIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: USO PALMERAS

T
3
4
3
1
12
A

15
O
+
+
+
Md

13
15
U
Jy

8
Ar

14
+
F

3
PM

4
28
T

20
M

+
+
+
P

9
23
Ff
+
+
Fb

8
28
Fc
+
+
Anexo 1. Continuación.

Especie

Trithrinax schizophylla
Syagrus cardenasii

Wettinia augusta
Syagrus sancona

Total

388 Tejedora tradicional de canastos con fibras de palma, Bolivia. Foto: M. Moraes R.
L. Demarchi
DINÂMICA DE POPULAÇÕES, ECOLOGIA
E ESTRATÉGIAS DE DISPERSÃO DE

18. Astrocaryum jauari NO RIO NEGRO,


AMAZÔNIA CENTRAL, BRASIL
Maria Teresa Fernandez Piedade, Wolfgang J. Junk, Florian
Wittmann, Aline Lopes, Bianca Weiss e Jochen Schöngart

Resumo Palavras chave. Extrativismo. Ictio-


Astrocaryum jauari Mart. ocorre em toda coria. Igapós. Produção de frutos.
a bacia amazônica sendo a palmeira mais
frequente nas florestas inundáveis do Resumen
rio Negro, Brasil. A espécie é comumente Astrocaryum jauari Mart. ocurre en toda
cespitosa, em grupos com quatro a seis la cuenca amazónica y es la palmera más
indivíduos, medindo até 20 m de altura. frecuente en las florestas inundables del
Plantas adultas produzem até quatro río Negro, Brasil. La especie mide hasta
cachos por ano, com 106 frutos em média 20 m de altura, ocurre raramente aislada
por cacho. Cada fruto pesa em média 17 y comúnmente cespitosa en grupos con 4
g, e a produção anual por palmeira é de a 6 individuos. Plantas adultas producen
6,60 kg. Os frutos caem no pico e descida frutos, cada tallo 4 racimos por año, con

TERCERA PARTE: das águas podendo se acumular próximo


à planta mãe (barocoria) aumentando a
densidade local da planta; as sementes
cerca de 106 frutos por racimo. Cada fruto
pesa en promedio 17 g, con una producción
de 6.60 kg/palma/año. Los frutos caen en

BRASIL encontradas flutuando não estão viáveis,


descartando a hidrocoria. Mais de 16
espécies de peixes consomem os frutos
de A. jauari, 11 das quais são potenciais
el pico y descenso de las aguas y pueden
acumularse cerca de la planta-madre
(barocoria) aumentando la densidad
local de la planta. Semillas encontradas
dispersoras, indicando a ictiocoria como flotando están podridas, descartando la
mecanismo para colonizar novos hábitats. hidrocoria. Más de 16 especies de peces
A palmeira é utilizada para a produção de consumen los frutos de A. jauari, onze de
palmito sem plantios de reposição. Uma las cuales potenciales dispersoras, indi-
gestão sustentável desse recurso é funda- cando la ictiocoria como mecanismo de
mental para evitar os impactos nega- dispersión de A. jauari para colonizar
tivos de sua redução para as populações nuevos hábitats. La palmera es utilizada
de peixes e limitações à propagação da para producción de palmito sin replante.
espécie a longas distâncias. La gestión sostenible de este recurso es

391
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: RIO NEGRO

K. Uchoa

esencial para evitar los impactos nega- reportadas para as florestas alagáveis
tivos de su reducción para las poblaciones amazônicas (Wittmann et al. 2006, 2010).
de peces y limitaciones para propagación a Astrocaryum jauari Mart. (Arecaceae) é
largas distancias de la planta. uma palmeira que ocorre no norte da
América do Sul, especialmente ao longo
Palabras claves. Extracción. Ictiocoria. das margens de rios e áreas regularmente
Igapós. Producción de frutos. alagadas de solos arenosos. Ela é típica
dos cursos médios dos rios amazônicos de
Introdução água preta (Martius 1824, Wallace 1853),
As florestas ao longo dos cursos dos onde compõe estágios sucessionais que
grandes rios amazônicos são influen- levam às florestas clímax (Moore 1973),
ciadas por períodos de cheias e vazantes não ocorrendo, contudo, nas cabeceiras e
devido ao pulso de inundação (Junk et al. baixos cursos (Boer 1965). Dados geore-
1989). Essa alternância entre uma fase ferenciados de distribuição da espécie
aquática e uma fase terrestre ao longo do em nível da Bacia Amazônica, reunidos a
ano resulta do somatório da precipitação partir de materiais dos herbários cadas-
das grandes áreas de drenagem (Goulding trados nos sites CRIA (2016) e MOBOT
1980), e contribuiu em tempo geológico (2016), permitiram elaborar um mapa de
para a presença nesses ambientes de uma distribuição da espécie no Software Arc
vegetação adaptada a viver em submersão GIS 10.1com o total de 29 registros encon-
trados e padronizados (Figura 1).
parcial ou total durante vários meses ao
ano (Kubitzki 1989).
Nas margens das florestas alagáveis ao
longo do Rio Negro, denominadas no Figura 1. Distribuição de Astrocaryum jauari na América do Sul, a partir de registros de
A composição florística e a biologia repro-
Brasil de “igapós” (Prance 1980), Astro- herbários cadastrados nos sites CRIA (2016) e MOBOT (2016).
dutiva da vegetação das áreas alagáveis
caryum jauari popularmente conhecida
também se relacionam ao pulso de inun-
como “jauari” é a palmeira mais frequente
dação (Junk 1993, Piedade et al. 2005, (Piedade et al. 2003), ocupando pontos
Parolin et al. 2010). Muitas árvores fruti- do relevo submetidos de 340 dias a 30 Por serem pesados os frutos de A. jauari palmito de jauari vem sendo praticado há
ficam durante o período de alagação dias ininterruptos de alagamento anual não flutuam ao caírem na água, mas algumas décadas sem plantios de repo-
(Schöngart et al. 2002, Ferreira et al. 2010) (Piedade 1985). Raramente ocorre isolada, podem ser arrastados pela correnteza sição (Piedade et al. 2006), o que pode
e os frutos ou sementes sofrem abscisão formando clones a partir de um único do fundo ou consumidos por diversas colocar em risco as populações da espécie
quando as águas atingem sua altura rizoma (Boer 1965), com quatro a seis espécies de peixes, sendo predados por e também as cadeias alimentares ícticas
máxima e durante o início de sua descida, estipes (Figura 2a , b), que podem alcançar trituração, ou engolidos inteiros e trans- baseadas nesse recurso alimentar.
podendo flutuar ou afundar favorecendo até 20 metros de altura. O caule é orna- portados a outros habitats onde a germi-
sua dispersão por hidrocoria e/ou ictio- mentado por bandas de acúleos (Figura nação das sementes pode ocorrer (Piedade Este capítulo sumariza e atualiza as infor-
coria (Kubitzki e Ziburski 1994, Waldhoff 2c), com uma pequena e densa cabeça de et al. 2003, 2006). Para peixes da família mações disponíveis sobre Astrocaryum
e Maia 2000, Piedade et al. 2006, Parolin folhagem, com seis a 14 folhas contempo- Characidae de importância comercial jauari, suas síndromes de dispersão,
et al. 2010, 2013). A dispersão por peixes é râneas (Boer op. cit.); as folhas medem em na Amazônia, em particular o tambaqui o consumo e a predação de frutos por
um importante aspecto da ecologia desses média 4 metros e apresentam coloração (Colossoma macropomum) e a pirapitinga peixes, a germinação, o valor nutricional
ambientes, pois permite a distribuição dos verde pálida (Figura 2d). Cada palmeira (Piaractus brachypomus), os frutos de jauari e a biomassa de frutos. Adicionalmente,
diásporos (Gottsberger 1978, Goulding produz em média quatro cachos por ano, estão entre os itens dietários preferen- a distribuição local e em escala de bacia
1980, Howe e Miriti 2004) expandindo a com 106 frutos em média por cacho; os ciais durante a fase inundada (Goulding da espécie é apresentada, e é discutido o
gama de ambientes que podem ser colo- frutos são ovoides, com 3 a 4 cm e colo- 1980). Conhecendo essa preferência os impacto potencial do extrativismo para a
nizados também rio acima. Isto contribui ração de verde a amarelada (Piedade et al. pescadores da região utilizam esses frutos planta e para as populações de peixes que
para a alta diversidade de espécies vegetais 2006). como iscas. Entretanto, o extrativismo de a consomem.

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K. Uchoa

A classificação climática da região é Afi de média anual é de 2.200 mm (Irmler 1975).


Köppen, com nenhum mês de tempera- O pH das águas do rio Negro varia entre
tura inferior a 18 °C e precipitação inferior 3,7 e 4,7 (Sioli 1984) e a flutuação média
a 60 mm; a umidade relativa média varia do nível do rio é de cerca de 10 m (Piedade
de 77% a 95% (Ribeiro 1976). A tempe- 1985).
ratura média é de 27,2 °C e a precipitação

c d

Figura 2. a, b) Grupamentos de Astrocaryum jauari no rio Negro, Amazônia Central, Brasil.


c) Estipe ornamentado com acúleos. d) Detalhe da copa e folhas de A. jauari. Fotos: F.
Wittmann (a), L. Demarchi (b e c), K. Uchoa (d).

Áreas de estudo 61o 07’O), no curso inferior do rio Negro,


Foram compiladas coletas e observações Brasil (Piedade 1985). Foram também
sistemáticas e ocasionais realizadas desde utilizados dados da área do Lago Catalão
1980 até o presente na Amazônia Central (Weiss 2015), município de Iranduba (3°
brasileira, a maioria delas no Arquipélago 10’04”S e 59° 54’45”O) (Figura 3).
Figura 3. Principais áreas de acompanhamento sistemático de populações de Astrocaryum
das Anavilhanas (2o 00’ a 3o 02’S; 60o 27’ a
jauari na Amazônia Central.

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K. Uchoa

Os solos e água pobres em nutrientes Biologia e ecologia dos frutos de


limitam a ocorrência e a produtividade Astrocaryum jauari
de várias espécies de plantas (Schöngart
2010). Apesar disso, cerca de 600 espécies Biomassa produzida e análise química
de árvores são reportadas para as florestas dos frutos
de igapó da Amazônia Central (Wittmann O fruto de A. jauari é uma pequena drupa
et al. 2010) e aproximadamente 70 espé- ovóide com 3,5 a 4 cm de comprimento e
cies de herbáceas (Lopes et al. 2014). Essas 2,5 a 3 cm de largura quando madura. O
comunidades de plantas estão adaptadas fruto jovem é verde, passando a amarelado
a intensificar seu metabolismo e cresci- ou amarelo quando maduro (Figura 5a, b,
mento nas águas baixas e apresentam c, d). O pericarpo é fibroso, com cerca de
mecanismos de tolerância à alagação e à 5 milímetros de espessura; o epicarpo é
hipóxia (Piedade et al. 2010). rijo e o mesocarpo oleoso e com algumas a b
fibras. O endocarpo revestindo a semente
Fenologia é rígido, resistente e ornamentado com
O registro mensal da fenologia reprodu- fibras pretas quase paralelas. A amêndoa é
tiva de Astrocaryum jauari (Piedade et al. muito dura e branca (Piedade 1985).
2003, 2006) indicou agosto e setembro
como os meses com maior intensidade As palmeiras adultas de A. jauari expostas
de floração, maio como o mês de matu- à luz produzem em geral quatro cachos por
ração dos frutos e junho, pico da enchente ano, podendo esse número variar entre
e início da descida das águas, como o dois e cinco. Cada cacho mede em torno
mês com maior intensidade de abscisão de 90 cm e tem em média 106 (105,60 ±
(Figura 4). 60,74) frutos, cada fruto pesa em média

c d

Figura 5. a) Cachos de A. jauari em uma palmeira destacando a cor dos frutos de verde a
amarela. b) Detalhe dos frutos. c) Cacho destacado com cerca de 1 metro de comprimento.
d) Frutos maduros de A. jauari. Fotos: J. Schöngart (a), K. Uchoa (b), F. Wittmann (c), B.
Weiss (d).

17 g (17,06 ± 4,83 g); a produção anual por • Formas de exploração dos frutos
palmeira foi calculada em 6,60 kg (Piedade pela fauna do igapó
1985, Piedade et al. 2006). As concentra- Observações em mais de 3.000 frutos
ções de carboidratos, gorduras e o conteúdo caídos e 1.000 frutos em cachos de A.
calórico dos frutos são altos, sobretudo na jauari em busca de marcas de pássaros
amêndoa (Tabela 1). O mesocarpo é rico ou roedores não evidenciaram seu
Figura 4. Fenologia de Astrocaryum jauari ao longo de um ano. Adaptado de Piedade (1985). em vitamina A (8.500 U.I/100 g). consumo por esses animais nas áreas

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Tabela 1. Análise química dos frutos de Astrocaryum jauari (n = 250 frutos). Determinações quebrados por peixes (Figura 6). O com declive o que é auxiliado pelo peso dos
realizadas no Laboratório de Nutrição do INPA, Manaus. Adaptado de Piedade et al. (2006). nível de alagamento e a profundidade frutos e a correnteza (Figura 7b).
do local da queda determinarão os
Vitaminas mecanismos de dispersão, predação Ictiocoria. Pelo menos 16 espécies de
Parte do Água Proteína Gorduras Cinzas Carboidratos Calorias e o sucesso na germinação dos propá- peixes exploram os frutos de Astrocaryum
A
fruto (%) (%) (%) (%) (%) (Kcal) gulos. jauari, integrando um total de cinco
(U.I/100g)
Polpa 60,0 3,2 3,2 2,2 31,4 167,2 8,5 diferentes famílias, das quais a Characidae
Barocoria. A queda dos frutos sob a ação é a mais representada (Tabela 2). Os peixes
Semente 42,4 3,2 14,7 0,8 61,1 389,5 Não deter. da gravidade (barocoria) pode levar os que engolem os frutos inteiros perfizeram
frutos a duas situações, conforme a topo- um total de onze espécies explorando esse
grafia do local: a) Barocoria estrito senso: recurso. Três dessas espécies podem atuar
estudadas (Piedade et al. 2003, 2006). evidenciou em todas elas o embrião queda gravitacional dos frutos e seu também como predadores (Colossoma
A coleta sistemática de peixes durante apodrecido (Piedade et al. op. cits.). acúmulo ao redor dos adultos nos pontos macropomum, Piaractus brachypomus,
as cheias, como parte de outros mais planos da topografia (Figura 7a); Phractocephalus hemioliopterus), e as oito
estudos, permitiu obter sementes • Síndromes de dispersão de A. jauari b) Barocoria + deslizamento: queda dos restantes (Brycon amazonicus, Brycon
de tratos digestórios e informações Por caírem durante as cheias, serem frutos seguida de deslizamento em locais melanopterus, Zungaro zungaro, Lithodoras
sobre as espécies explorando os pesados e não boiarem, conforme a
frutos. Estes dados foram comple- topografia do terreno os frutos de
mentados por entrevistas com pesca- jauri podem alcançar locais mais
dores da região e literatura. A quebra ou menos profundos, podendo ficar
de sementes flutuando na água submersos e serem arrastados pela
(n=250) para análise de viabilidade correnteza, ou ingeridos inteiros ou

c b

Figura 7. a) Mancha de plântulas de Astrocaryum jauari oriundas de barocoria. b) Bagre


com fruto de jauari no trato digestório. c) Barocoria + deslizamento. Fotos: L. Demarchi
Figura 6. Síndromes de dispersão de Astrocaryum jauari. Adaptado de Piedade et al. (2006). (a), P. Parolin (b), K. Uchoa (c).

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dorsalis, Megalodoras uranoscopus, Oxydoras os anos 1998 e 1999 a empresa passou a a seu elevado conteúdo energético e vita- A é especialmente vantajoso durante a
niger, Rhamdia sp., Pterodoras granulosus) plantar pupunha (Bactris gasipaes Kunth), mínico, que demanda um maior tempo cheia para estocar gordura para as fases
são aquelas que não promovem impacto detendo em 2001 uma plantação de 60 ha para a retenção dos escassos nutrientes de deslocamento, da desova ou de águas
visível ao embrião e não fragmentam a dessa espécie em Barcelos, mas a fábrica dos igapós (Piedade 1985). A eliminação baixas, quando os recursos alimentares
amêndoa, podendo atuar exclusivamente faliu ainda no ano de 2001 (Clement e dos frutos nos meses de níveis mais altos são escassos (Piedade et al. 2006). Por
como dispersores (Figura 7c). Santos 2005). Atualmente há iniciativas do rio sinaliza também para a evolução outro lado, a despeito de seu alto valor
comunitárias para retomar a produção de de mecanismos de sincronia da produção nutricional, um baixo consumo dos frutos
Peixes de porte pequeno como as sardi- palmito como opção econômica. ajustados à dispersão da espécie (Piedade de jauari por peixes do igapó poderia ser
nhas do gênero Triportheus não consomem et al. 2006). Os frutos que caem próximo esperado devido a seu peso que impede a
os frutos de jauari, porque a abertura Durante o auge do extrativismo de jauari às plantas adultas em porções planas do flutuação, e suas sementes muito duras.
bucal dos adultos é inferior às dimensões em Barcelos, um coletor bem treinado relevo se acumulam no solo ou deslizam Goulding (1980) listou apenas 6 espé-
do fruto. Espécies de porte maior, como derrubava e limpava diariamente mais de se houver declividade (barocoria estrito cies consumindo A. jauari, entre elas
o tambaqui Colossoma macropomum, e 90 palmeiras nas águas altas, entre maio e senso e barocoria + deslizamento, respec- principalmente o tambaqui (Colossoma
representantes dos gêneros Brycon e Serra- junho, e 25 plantas na fase de águas baixas, tivamente; sensu Piedade 1985). macropomum) e a pirapitinga (Piaractus
salmus têm sua ação predatória facilitada entre dezembro e janeiro. Piedade et al. brachypomus), dotados de dentições
pelos dentes molariformes e cuspidados. (2006) calcularam que 10 trabalhadores A predação dos frutos antes da dispersão possantes que podem quebrar os frutos
na região de Barcelos poderiam derrubar não foi observada, mas após sua queda o da palmeira. Entretanto, apesar de tritu-
Germinação. Nenhum fruto germinou diariamente entre 250 e 900 palmeiras, ataque por fungos e coleópteros é intenso rarem algumas sementes, por ingerirem
em testes realizados durante oito meses correspondendo a uma área entre 0,5 e 1 na barocoria estrito senso, o que explica vários frutos de uma só vez durante as
no campo, onde frutos coletados em solo ha.dia-1; uma palmeira produz de 0,5 a 1 a grande quantidade de sementes mortas águas altas, esses peixes podem também
alagado (n=10), não alagado (n=10) e reti- lata de palmito. Por outro lado, o número encontradas boiando e com perfurações atuar como dispersores. Em um só indi-
rados do estômago de peixes capturados de plântulas nas populações das Anavil- de brocas durante as cheias e início da víduo de pirapitinga o autor encontrou 1
na área (n=7) foram individualmente hanas é de 6 a 9 ind.m-2, incluindo várias descida das águas. Apesar do ataque de kg de frutos de jauari, e 52 frutos inteiros
colocados para germinar em solo do local categorias de tamanho (Piedade 1985). coleópteros e fungos, as grandes densi- em um único tambaqui. Na verdade, A.
(Piedade 1985, Piedade et al. 2006). Entre- Entretanto, uma massiva eliminação das dades de plântulas próximas aos adultos jauari sustenta um número bem mais
tanto, em cinco semanas de acompan- plântulas nas fases iniciais pela correnteza indicam o sucesso da barocoria como elevado de peixes durante a inundação do
hamento de frutos (n=10) colocados no e competição ocorre, e os jovens acima de 5 estratégia para o aumento das densidades que postulado, com pelo menos 16 espé-
escuro, com saturação de água e tempera- m correspondem a apenas 0,02 ind.m-2 da locais da palmeira, em adição à propagação cies explorando esse recurso de diversas
tura de 25 a 30 o C a germinação ocorreu população regenerante, ou 200 palmeiras clonal (Piedade et al. 2006). Por outro formas, 11 delas podendo atuar como
em apenas 2 frutos (Piedade et al. 2006). que potencialmente alcançarão a fase lado, a hidrocoria pode ser descartada dispersoras, o que evidencia sua impor-
adulta por hectare. Assim, a despeito da como mecanismo de dispersão efetivo tância nas cadeias alimentares dos igapós
Extrativismo. As densidades de A. jauari propagação clonal, os limites do extrati- para Astrocaryum jauari, sendo apenas (Piedade et al. 2006).
podem ser consideradas modestas nas vismo e a produção industrial sem manejo “aparente”, como apontado por Corner
ilhas Anavilhanas (250 ind. ha-1; Piedade da espécie devem ser analisados, para (1966) para alguns gêneros de palmeiras, Os testes de germinação com frutos
et al. 2003) em comparação à região do evitar dizimar as populações naturais. como Acrocomia, Phyteleohas e também oriundos do trato digestório de peixes
Município de Barcelos, onde em ilhas bem Astrocaryum. Em espécies desses gêneros, não foram positivos, mas o número de
estruturadas chegam a apresentar até Discussão assim como observado para A. jauari, frutos utilizado foi pequeno e as condições
2.000 ind.ha-1. Devido à alta densidade e A floração de Astrocaryum jauari nos quando as sementes flutuam os embriões e o tempo de germinação podem não ter
à boa qualidade do palmito da espécie a meses de agosto e setembro é seguida já perderam a viabilidade. sido adequados, merecendo repetições
Sharp do Brasil implantou em Barcelos a pela produção e maturação dos frutos que no futuro. Entretanto, considerando a
Fábrica de Palmito Jauari (Piedade et al. leva cerca de nove meses, e culmina com o O alto valor nutritivo e energético dos distribuição das plantas adultas de Astro-
2006), que explorou a espécie na região período de abscisão sincronizada durante frutos de Astrocaryum jauari explica caryum jauari em pontos do relevo com
por quase duas décadas. Porém, devido as águas altas, nos meses de maio e junho. a grande procura desse recurso pelos níveis de inundação aos quais a água não
a dificuldades com a extração e a manu- O período relativamente longo para o peixes no igapó. O consumo de itens com poderia conduzi-los, e o grande número
tenção de uma produção constante, entre desenvolvimento dos frutos é atribuído elevado conteúdo calórico e de vitamina de espécies de peixes explorando seus

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: RIO NEGRO

K. Uchoa

frutos, a ictiocoria se mostra como um acompanhado da remoção de outras espé- • Howe, H. F. e M. N. Miriti. 2004. When • Parolin, P., F. Wittmann e L. V. Ferreira.
mecanismo vital para a espécie (Piedade cies arbóreas para facilitar a extração, seed dispersal matters. Bioscience 54: 651- 2013. Fruit and seed dispersal in Amazo-
et al. 2003). Além de expandir sua distri- e a pressão de pesca sobre as espécies 660. nian floodplain trees - a review. Ecotropica
• Irmler, U. 1975. Ecological studies of the 19: 15-32.
buição local, ela permite a colonização, de peixes dispersores mais importantes aquatic soil invertebrates in three inunda- • Piedade, M. T. F. 1985. Ecologia e biologia
inclusive rio acima, de ambientes novos empobrecem as cadeias alimentares tion forests of Central Amazonia. Amazo- reprodutiva de Astrocaryum jauari Mart.
nas áreas alagáveis do rio Negro, como desses ambientes. Apenas no Arquipélago niana 3 (3): 337-409. (Palmae) como exemplo de população
aqueles abertos à colonização por desma- das Anavilhanas, com uma área estimada • Junk, W. J. 1993. Wetlands of tropi- adaptada às áreas inundáveis do rio Negro
tamento ou pela movimentação de sedi- de 50.000 ha, no pico das cheias A. jauari cal South America. Pp. 679–739. Em: (igapós). Dissertação de Mestrado Ecolo-
mentos alterando e expondo substratos. coloca à disposição das populações de Whigham D., S. Hejny e D. Dykyjova (Eds.), gia, INPA, Manaus.
A ictiocoria é um mecanismo de dispersão Wetlands of the world. Junk Publications, • Piedade, M. T. F., P. Parolin e W. J. Junk.
peixes, insetos ou mesmo para o retorno
primitivo, que se mantém em grupos de Dordrecht.
ao ambiente na forma de nutrientes cerca 2003. Estratégias de dispersão, produção
• Junk, W. J., P. B. Bayley e R. E. Sparks.
plantas mais antigos (Pijl 1969, 1972), de 82.500 toneladas de frutos ao ano de frutos e extrativismo da palmeira As-
1989. The flood pulse concept in river
como as palmeiras das áreas inundá- trocaryum jauari Mart. nos igapós do rio
(Piedade et al. 2006). A exploração inten- floodplain systems. Canadian Journal of
veis da Amazônia. Representantes do Negro: implicações para a ictiofauna. Eco-
siva e sem plantios de reposição pode levar Fisheries and Aquatic Sciences 106: 110-127.
gênero Astrocaryum foram encontrados • Junk, W. J., F. Wittmann, J. Schöngart e logía Aplicada 2 (1): 32-40.
ao declínio das populações de Astrocaryum • Piedade, M. T. F., W. J. Junk, J. Adis e P.
em camadas de sedimentos terciários jauari em curto tempo (Piedade et al. M. T. F. Piedade. 2015. A classification of
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na América Tropical (Corner 1966). A 2003, 2006). Ações antrópicas envolvendo water river floodplains and a comparison zação da vegetação arbórea das Ilhas Ana-
propagação do ruído da queda dos frutos a retirada massiva da cobertura vegetal vilhanas. Pesquisas Botanica 56: 117-144.
with their white-water counterparts. Wet-
na água atrai os peixes, que se agrupam • Piedade, M. T. F., P. Parolin e W. J. Junk.
nesses ambientes devem merecer especial lands Ecology and Management 23: 677-693.
próximo às plantas eliminando frutos, o 2006. Phenology, fruit production and
atenção e adequado acompanhamento • Kubitzki, K. 1989. The ecogeographical
que favorece sua captura pelos pescadores differentiation of Amazonian inundation seed dispersal of Astrocaryum jauari (Are-
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402 403
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: RIO NEGRO

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404 Astrocaryum jauari en el Río Negro, Amazonia central, Brasil. Foto: F. Wittmann
M. I. Vallejo
BIOLOGÍA POBLACIONAL Y
REPRODUCTIVA, USOS Y MANEJO DE
LA PALMA CABECINEGRO (Manicaria

19. saccifera) EN LOS BOSQUES


INUNDABLES DEL CHOCÓ, COLOMBIA
Eva Ledezma Rentería, Juan Carlos Copete, Luis Alberto Núñez A.
Ingrid Olivares y Gloria Galeano†

Resumen región del Pacífico colombiano esta palma


La palma cabecinegro (Manicaria saccifera) constituye un recurso importante para
es una de las especies más representativas la población nativa, principalmente de
de los palmares inundables del centro del afrocolombianos e indígenas (Ledezma y
departamento del Chocó. La elaboración Galeano 2011), quienes utilizan las hojas
de artesanías a partir de las brácteas que para el techado de sus viviendas y comer-
cubren sus inflorescencias es una acti- cializan artesanías elaboradas con la fibra.
vidad importante para la economía de Manicaria saccifera es también muy impor-
algunas comunidades locales. En este tante para otras etnias, como los indígenas
capítulo se describe el hábitat, aspectos Warao del delta del Orinoco en Venezuela,
de la estructura demográfica, desarrollo donde se la conoce como “temiche” y se
de la inflorescencia, efecto del corte de la emplea en aproximadamente 11 usos,

TERCERA PARTE: bráctea así como los usos y el manejo que


se le da a la especie, para finalmente hacer
recomendaciones para su uso sostenible.
cuyo valor es relevante en la vida diaria
de los indígenas (Wilbert 1976). En
Centroamérica se aprecian las hojas para

COLOMBIA Palabras clave. Artesanías. Efecto de la


cosecha. Fibra vegetal. PFNM. Uso soste-
nible.
elaborar techos y de los residuos del fruto
se produce jabón (Chízmar 2009).

La parte más utilizada de M. saccifera en el


Pacífico colombiano es la fibra que recubre
Introducción las inflorescencias o brácteas peduncu-
Manicaria saccifera Gaertn., conocida como lares. Antiguamente, los campesinos
“cabecinegro” o “jícara” en Colombia, del departamento del Chocó retiraban
forma poblaciones homogéneas en el estas fibras y las utilizaban a manera de
sotobosque de las llanuras aluviales en sombrero en las faenas de trabajo. Poste-
las tierras bajas del Pacífico de Colombia, riormente, los sombreros se hicieron más
generalmente en zonas inundadas muy elaborados y en los últimos diez años se
localizadas (Galeano y Bernal 2010). En la ha diversificado el número de objetos

407
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: CHOCÓ, COLOMBIA

R. Cámara-Leret

producidos a partir de tales fibras y a su 10 m de alto y hasta 35 cm de diámetro,


vez se ha incrementado la demanda en cubiertos con las bases de las hojas viejas
el mercado regional, nacional e interna- persistentes (Figura 1b). Al final del
cional. tallo se destaca una corona de 5-25 hojas
erguidas, de hasta 8 m de largo (Figura
Las fibras de la bráctea peduncular son 1c). Florece y fructifica durante todo el
extraídas de poblaciones silvestres para año con un pico entre marzo y mayo; cada
ser comercializadas como materia prima individuo puede producir entre 1–5 inflo-
(Ledezma y Galeano 2011). En todos los rescencias simultáneamente (Copete et al.
casos la extracción de las fibras implica 2011). Las inflorescencias salen entre las
el corte de la inflorescencia antes de la hojas y alcanzan hasta 1.5 m de longitud,
formación de los frutos. En consecuencia, portan flores de ambos sexos y están
se interrumpe la formación de frutos, lo envueltas por la bráctea de color café, la
cual debería dar lugar a una nueva genera- cual en ocasiones persiste cubriendo toda
ción de palmas y garantizar así la supervi- la inflorescencia hasta que se desarrollan
vencia de la población. los frutos. La bráctea peduncular, que es
el objeto de uso, actúa como filtro selec-
El aprovechamiento de cualquier planta a
tivo o barrera de sus visitantes florales, la
en estado silvestre puede causar un efecto
cual solo es superada por su polinizador
negativo en las poblaciones (Chacoff y
Mystrops cercus (Copete et al. 2011). Los
Morales 2007), limitando la regeneración
frutos son esféricos (Figura 1d) o con 2-3
de la especie y provocando un impacto en
lóbulos de 4-6 cm de diámetro, de color
la disponibilidad futura de los recursos b
pardo claro, cubiertos con pequeñas protu-
que proporciona (Peña-Claros y Zuidema
berancias leñosas piramidales (Galeano y
1999). Dado que M. saccifera es un recurso
Bernal 2010).
importante en la economía de la gente
de la región Pacífica central de Colombia
y que su demanda continúa creciendo, se Distribución
documentó el proceso de extracción de las Manicaria saccifera se distribuye irregu-
fibras de la bráctea, su transformación y larmente a través de la Costa Atlántica
comercialización. Así mismo, se estudió de Centro América desde Belice hasta
el impacto de la extracción de la bráctea Panamá y al norte de Sur América, en
sobre la estructura de las poblaciones la Costa Pacífica y en la Amazonia de
silvestres y el éxito reproductivo de la Colombia, Venezuela, Perú, y Brasil, d
especie. Se espera que los resultados obte- Trinidad y las Guayanas (Galeano y Bernal
nidos aquí, sirvan como base para esta- 2010). Se encuentra a todo lo largo de la
Figura 1. a) Hábito de Manicaria saccifera;
blecer un plan de manejo, que estimule un región Pacífica de Colombia (Antioquia,
b) cicatrices de las hojas viejas en el tronco;
aprovechamiento sostenible y con ello se Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño) y
c) detalle de las hojas; d) frutos. Fotos: R.
asegure la conservación de las poblaciones se conoce de una sola localidad en el norte
Cámara-Leret (a), archivo PALMS Project
naturales de esta especie. de Ecuador (Esmeraldas). En la región del
(b-d).
Pacífico colombiano crece cerca al mar c
El cabecinegro: características en tierras bajas y en planicies de inunda-
generales ción de ríos y quebradas hacia el interior
Manicaria saccifera (Figura 1) es una palma (Henderson et al. 1995, Galeano y Bernal
solitaria o clonal, con tallos de hasta 2010).

408 409
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: CHOCÓ, COLOMBIA

R. Cámara-Leret

Nombres comunes Aquí además de documentar el impacto


Cabecinegro (Antioquia, Chocó, Cauca, de la extracción de la bráctea sobre la
Valle del Cauca, nariño), cabeza de negro, estructura de las poblaciones silvestres,
jicra (Chocó), jícara (la palma: Chocó, se realizaron entrevistas a artesanos y
Valle del Cauca, Cauca, Nariño) y jiclilla comercializadores de la fibra.
(la bráctea), sanagua (Chocó, Valle del
cauca), hoja (Chocó). Tü, tukira (embera), El segundo sitio se encuentra en el muni-
Tequirú (la palma), Tuquiru (la espata), cipio de río Quito, corregimiento de San
K΄ed (wounana), Jícara (tule). Isidro, ubicado a 40 km de Quibdó (5° 37’
691’’ N y 76° 44’ 319’’ O) y a una altura de b
Otros usos 48 m. En esta zona las palmas se encuen-
Además del uso de la bráctea pedun- tran en áreas boscosas, con un dosel de
cular, Manicaria saccifera recibe también cerca de 20 m de alto. Las poblaciones de
otros seis usos por parte de los indí- cabecinegro son grandes y constituyen
genas Wounaan, Emberas y Tules, y de la una de las principales áreas de extracción
comunidad afrocolombiana (Figura 2). de la bráctea. El último sitio se encuentra
Los frutos son usados en ocasiones para en el Municipio del Cantón de San Pablo,
alimentar cerdos. Con la bráctea pedun- corregimiento de Puerto Pervel (5° 23’
cular se hace un colador que se usa para 706’’ N, 76° 43’ 105’’ O), a una altura de 60
recoger peces (“viuda” o “tintín”) y para m. Los bosques en donde crece el cabeci-
retener el oro en los canalones utilizados negro presentan un dosel de 25 m de alto. a c
en minería artesanal. En construcción, Los palmares de cabecinegro en esta área
las hojas son muy apreciadas para techar son también muy grandes, pero allí no se
y se dice que pueden durar hasta cerca de realiza extracción de la bráctea.
20 años (Patiño 1977, 2002, García 2004).
El endospermo líquido se consume como Métodos
alimento (Patiño 1977) y también como
medicinal, usado para problemas de los Análisis del impacto de la cosecha
riñones, incluso se vende en las calles
Quibdó y Bogotá. Estructura demográfica. Para evaluar
de forma rápida y preliminar el posible d e
Área de estudio impacto de la cosecha de brácteas en las
Se visitaron tres sitios ubicados en el poblaciones, entre diciembre de 2009 y Figura 2. Algunos usos de Manicaria saccifera. a) Hojas usadas para techos, b-c) detalle del
Departamento del Chocó, Costa Pacífica enero de 2010 se estudió la estructura de techado, d) frutos ocasionalmente usados como alimento o medicina, e) sombrero elabo-
colombiana. En cada sitio se realizó la las poblaciones en dos áreas de condiciones rado con la bráctea peduncular. Fotos: archivo PALMS Project (a-d), R. Cámara-Leret (e).
documentación de los distintos aspectos: ambientales similares y con palmares de
proceso de cosecha, efecto de la cosecha y M. saccifera de aspecto muy parecido, pero
comercialización de productos. El primer con diferente manejo: un palmar de cabe-
sitio corresponde al municipio de Quibdó cinegro sometido a extracción de las brác-
(5º 39’ N, 76º 38’ O), ubicado en la cuenca teas y otro donde no se realiza extracción. y otros 15 se ubicaron cerca de Puerto Desarrollo de la inflorescencia. Se realizó
del río Atrato. Presenta una temperatura Para esto se establecieron aleatoriamente Pervel, en un palmar donde no se realiza seguimiento al desarrollo de la inflo-
superior a 26ºC y un promedio anual de 30 transectos de 5 x 50 m, 15 de éstos cosecha. En cada uno de los transectos se rescencia y se marcaron 30 inflorescen-
lluvias sobre los 8.000 mm, por lo que se realizaron en un palmar cerca de San registraron todas las plántulas, los juve- cias desde el momento de la dispersión
corresponde a la zona de vida Bosque Isidro, de donde provienen la mayoría de niles y los adultos. de los frutos. También se describieron
Pluvial Tropical (bp-T) (Espinal 1997). las brácteas comercializadas en Quibdó, morfológicamente 20 inflorescencias, se

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: CHOCÓ, COLOMBIA

R. Cámara-Leret

cortaron, disectaron y fotografiaron flores y otros quedaran cubiertos por la bráctea


y frutos de M. saccifera. Las variables que (Figura 3b); iii) expuesta o retiro total de
se registraron fueron: altura a la que se la bráctea peduncular: se retiró la bráctea
encuentran las inflorescencias, longitud peduncular dejando los botones florales
de la inflorescencia, número de raquilas, expuestos (Figura 3c); iv) cubierta o sin
longitud de las raquilas, número de flores intervención: consistió en dejar la inflo-
femeninas y masculinas por raquilas, rescencia cubierta por la bráctea pedun-
número de flores femeninas y masculinas cular de forma natural (Figura 3d).
por inflorescencia, longitud de las flores,
número de estigmas, número de anteras, Se observó el proceso de maduración de
ubicación de las flores en la inflorescencia. las inflorescencias y formación de frutos
Para estimar el número de flores por inflo- y se calculó la variación en la producción
rescencia, se multiplicó el número total de de frutos en los diferentes tratamientos
flores de cada raquila por el promedio de mencionados anteriormente, mediante
raquilas contadas en 10 inflorescencias. La conteo de los frutos a las diez infrutescen-
terminología usada en la descripción fue cias que fueron objeto de los ensayos.
adaptada de (Henderson et al. 1995).
Resultados
Ensayos del desmonte de la bráctea
peduncular. Se realizaron ensayos con Proceso de cosecha y ganancias de
cuatro tratamientos o variantes de los cosechadores
desmonte de la bráctea peduncular y La extracción del cabecinegro se realiza
grado de exposición de las flores, para de las poblaciones silvestres. La técnica a b
observar el efecto del corte de la bráctea de cosecha involucra el corte de toda la
sobre el éxito reproductivo de la palma. Se inflorescencia, la cual se hala con una vara
seleccionaron diez yemas florales en diez llamada “garabato” y se corta con machete,
individuos, y se realizaron los siguientes para luego extraer cuidadosamente la
tratamientos en cinco individuos: i) recu- fibra o bráctea peduncular y desechar
bierta o desmonte y monte de la bráctea. inmediatamente en campo el resto de la
En este tratamiento se retiró totalmente inflorescencia (Figura 4). La cosecha más
la bráctea, posteriormente se dejaron importante se da entre marzo y mayo,
las flores expuestas durante una hora y cuando un recolector puede extraer en
nuevamente se colocó la bráctea (Figura cinco horas de trabajo hasta 100 brácteas.
3a); ii) parcial o corte longitudinal de la El tiempo dedicado a esta actividad en la
bráctea peduncular: se realizó un corte semana está entre dos y tres días durante
longitudinal a la bráctea peduncular, de la temporada de alta cosecha; el resto del
tal manera que algunos botones florales año cosechan de acuerdo a la demanda.
quedaran expuestos permanentemente El tamaño de las inflorescencias cortadas

Figura 3. Experimento para evaluar el efecto del corte de la bráctea peduncular en el éxito
reproductivo del cabecinegro (Manicaria saccifera). a) Recubierta (desmonte y monte de la
bráctea peduncular); b) parcial (corte longitudinal de la bráctea peduncular); c) expuesta
(retiro total de la bráctea peduncular); d) cubierta (bráctea sin intervención). Fotos: L. A.
c d
Núñez A.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: CHOCÓ, COLOMBIA

R. Cámara-Leret

varió entre 76 y 168 cm de longitud y no Impacto de la cosecha sobre la


se cosecharon más de tres inflorescencias estructura demográfica
por individuo, de tal forma que siempre se La distribución de las clases de tamaño
dejaban entre 1 y 2 brácteas no cortadas en cada una de las localidades, con condi-
por cada palma. ciones de cosecha y de no cosecha (Figura
5). El número total de individuos encon-
Productos comercializados trados en el área muestreada fue de 533
La medida de venta de las brácteas que en la no cosechada (Puerto Pervel), con
se utiliza es el ciento, que consiste en un un promedio por transecto (250 m2) de 35
paquete de cien brácteas (Figura 4c). La individuos; mientras que en los palmares b
demanda mensual de material por parte cosechados el número total de individuos
de las artesanas de Quibdó es de 1-6 fue de 358 y el promedio por transecto fue
paquetes de cien. Los artículos elaborados de 23. La prueba de X2 mostró que hubo
pueden permanecer almacenados hasta diferencias significativas para la abun-
poco más de dos años. Con la bráctea del dancia de individuos entre las poblaciones
cabecinegro se fabrican productos arte- cosechadas y no cosechadas (X2 = 18.21;
sanales muy variados. Estos productos p= 0.0001), siendo el sitio no cosechado, el
son comercializados en el Municipio de que presenta un mayor número de indivi-
Quibdó, Medellín, Bogotá y Cali. También
duos en todos los estados. Sin embargo, al
son exportados, aunque todavía en
comparar la distribución de estados (plán-
pequeñas cantidades, principalmente a
tulas, juveniles y adultos) entre los sitos
España y Estados Unidos.
(cosechado y no cosechado), encontramos
a
que únicamente las plántulas difieren en
Cadena de valor
su distribución entre los dos sitios (X2 =
Por lo menos doce familias en Quibdó se
4.01; p=0.04).
benefician del comercio del cabecinegro:
diez familias fabrican y comercializan los
productos, empleando entre una y ocho Los dos sitios de muestreo difieren en el
personas por tienda; otras dos familias número total de estructuras reproduc-
solo comercializan los productos, es decir, tivas (inflorescencias/infrutescencias)
son revendedores y en el negocio parti- por individuo (K-S = 3.840; p < 0.0001).
cipan entre dos y cuatro miembros de la La mayoría de los individuos presentó 1
familia. Se estima que en Quibdó unas 35 (56%), seguidos por los individuos que
tuvieron 2-3 (40%), y en menor propor- d
personas participan en esta actividad y las
tiendas están certificadas por Artesanías ción los individuos con 4 y 5 (1.6% cada
de Colombia. una). Por su parte, en el sitio de cosecha el
80,6% de los individuos tuvo 1 estructura, Figura 4. a) Extracción de la fibra de cabe-
Los ingresos más importantes provienen 13,1% tuvo 2 y sólo el 6% tuvo entre 3 y 5 cinegro. b, d) Inflorescencias desechadas
de las artesanas y revendedores de los estructuras. Mientras que en el número de después de la extracción. c) Paquetes de
productos después de la cosecha. La inflorescencias/infrutescencias para cada brácteas almacenados para ser posterior-
importancia de esta parte del proceso en palmar, se encontró un promedio de 0,6 mente vendidos a artesanos. Fotos: L. A.
la economía regional radica en que de las infrutescencias y 1,1 inflorescencias por Núñez A.
12 tiendas artesanales, por lo menos diez adulto en el sitio cosechado y 0,9 infrutes-
generan entre 1–2 empleos directos y cencias y 0,3 inflorescencias por adulto en c
entre 1-8 empleos indirectos. el sitio de no cosecha.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: CHOCÓ, COLOMBIA

R. Cámara-Leret

a b c
Figura 5. Estructura demográfica de cabecinegro (Manicaria saccifera) en una población
no cosechada (Puerto Pervel) y otra cosechada (San Isidro) para extraer la fibra de cabeci- d
negro, en el Chocó.

Desarrollo de la bráctea peduncular se inicia con la formación de los frutos y


y las inflorescencias de Manicaria dura un mes después de la polinización de
saccifera las flores femeninas (Figura 6e, f y g), en
El desarrollo de la bráctea peduncular y de la quinta fase ocurre la pérdida total de
la inflorescencia en M. saccifera pasa por las la bráctea peduncular, así como la inicia-
siguientes fases para alcanzar su madurez ción de la formación de los frutos y dura
(Figura 6). La primera fase comienza con entre 3 y 4 meses (Figura 6h), la sexta fase
la emergencia y elongación de la bráctea comprende la maduración de los frutos
(Figura 6a), el prófilo es una bráctea más que dura entre 15 a 18 meses (Figura 6i).
pequeña que la bráctea peduncular y que e f
se encuentra siempre en la base de la inflo- Ensayos del desmonte de la bráctea
rescencia; en la segunda fase ocurre la peduncular
pérdida parcial del prófilo; esta fase dura Los ensayos realizados para evaluar el
una o dos semanas después de la aparición efecto causado por el corte de la bráctea
de la bráctea (Figura 6b), la tercera fase no mostraron diferencias significativas
inicia con la maduración de las flores en la en la formación de frutos. Se presen-
parte interna de la bráctea, está fase dura taron leves cambios en la biología floral,
cuatro días (Figura 6c-d), la cuarta fase se incrementó la llegada de insectos

Figura 6. Desarrollo de la inflorescencia de cabecinegro (Manicaria saccifera). a) Inflores-


cencia cubierta con el profilo fibroso, b) inflorescencia perdiendo el profilo, c-d) inflores-
cencia con flores maduras en la parte interna, e-f) inicio de formación de frutos en la parte
interna de la bráctea peduncular, g) frutos en formación y pérdida de la bráctea pedun-
g h
cular, h) frutos maduros, sin la bráctea peduncular. Fotos: L. A. Núñez A.

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TERCERA PARTE: CHOCÓ, COLOMBIA

R. Cámara-Leret

generalistas y los polinizadores Mystrops forma de mitigar el efecto de la cosecha, manera que permita mantener la oferta y pical products on plant populations. Econo-
cercus y Mystrops sp2 mantuvieron cons- podría ser que la extracción de la bráctea la consolidación del gremio. mic Botany 47: 234­–247.
tante sus abundancias y la constancia de no implicara el corte total de la inflores- • Henderson, A., G. Galeano y R. Bernal.
1995. Field guide to the palms of the Ame-
visita. Estos resultados muestran que si se cencia. El análisis de los tratamientos Bibliografía ricas. Princeton University press, New Jer-
extrae la bráctea peduncular sin cortar la realizados para evaluar el efecto del corte • Copete, J. C., D. Mosquera y L. N. Nuñez. sey. 352 pp.
inflorescencia el proceso de formación de de la bráctea muestra una alternativa de 2011. Ecología de la polinización de la pal- • Ledezma, E. y G. Galeano 2011. Etnobotá-
frutos no es considerablemente afectado. aprovechamiento que hace necesaria la ma Manicaria saccifera (Gaertn). Un caso de nica de las palmas en las tierras bajas del
realización de estudios específicos que mutualismo obligado palma-polinizador. Pacífico colombiano, con énfasis en la pal-
lleven a proponer una nueva técnica de Presentación oral. En: Memorias V Congre-
Discusión so Colombiano de Botánica. Cali, Colombia
ma cabecinegro (Manicaria saccifera). Pós-
Los resultados muestran que actualmente corte y posteriormente un proceso de ter. En: Memorias Simposio Internacional
11-15 de agosto de 2011, p. 251. de palmas Impacto de la cosecha de palmas
el efecto de la cosecha no es tan dramá- sensibilización con los cosecheros, de • Chacoff, N. P. y C. Morales. 2007. Impacto
manera que adopten la nueva técnica de en los bosques tropicales. Universidad Na-
tico, pues la diferencia entre la estruc- de las alteraciones antrópicas sobre la po- cional de Colombia. Leticia, Amazonas. 6-7
tura de las poblaciones cosechadas y no cosecha. linización y la interacción planta-poliniza- agosto de 2011, p. 19.
cosechadas es pequeña. Si bien se observa dor. Ecología Austral 17 (1): 3–5. • Olmsted, I. y E. Álvarez-Buylla. 1995. Sus-
una reducción en el reclutamiento de Recomendaciones • Chízmar, F. C. (Ed.). 2009. Plantas comes- tainable harvesting of tropical trees: De-
individuos en las posibles cosechadas, el Dado que la cosecha, procesamiento y tibles de Centroamérica. Instituto Nacio- mography and matrix models of two palm
nal de Biodiversidad, INBio. Santo Domin- species in Mexico. Ecological Applications 5:
número actual de juveniles y adultos no se venta del cabecinegro es una actividad
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ve afectado, ya que la cosecha de brácteas importante y con un potencial de desa- • Espinal, S. 1997. Zonas de vida y formacio-
no implica la muerte de estos individuos. rrollo para los habitantes del Chocó, • Patiño, V. M. 1977. Palmas oleaginosas de
nes vegetales de Colombia. Instituto geo- la costa colombiana del Pacífico. Cespedesia
Este efecto tan leve tendría explicación es necesario profundizar en los estu- gráfico Agustín Codazzi (IGAC). 13 (11). VI (23–24): 131–255.
si se considera que la extracción se hace dios biológicos y hacer experimentos de • Galeano, G. y R. Bernal. 2010. Palmas de • Patiño, V. M. 2002. Historia y dispersión
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el número de cosecheros es bajo (por lo con el fin de hacer un plan de manejo que versidad Nacional de Colombia. Instituto CIAT-Asohofrucol-Fondo Nacional de Fo-
menos seis familias), y por lo tanto la permita la sostenibilidad del recurso. de Ciencias Naturales. Facultad de Cien- mento Hortifrutícola. 655 pp.
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baja intensidad de cosecha se traduce en Mientras se construye un plan de manejo • Peña-Claros, M. y P. Zuidema. 1999. Limi-
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un bajo impacto. Sin embargo, de inten- basado en estudios más completos, se • García, F. 2004. Estudio de dos especies
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utilizadas en la artesanía (Damagua Poul- para producción de palmito: Resultados de
demanda del producto, lo cual parece cosecheros no cortar todas las inflorescen- senia armata (Miq.) Standl. y Cabecinegro dos estudios en Bolivia. Ecología en Bolivia
ser la tendencia, las poblaciones pueden cias en cada palma cosechada. Manicaria saccifera Gaertn) como alternati- 22: 3-21.
ponerse en riesgo. Como se ha observado va de desarrollo sostenible en el departa- • Wilbert, J. 1976. Manicaria saccifera and its
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the impact of extraction of non-timber tro-
tener efectos negativos sobre la densidad, destrucción de sus hábitats, debido princi-
estructura y el rendimiento de las pobla- palmente a la extracción minera, práctica
ciones (Hall y Bawa 1993). Además, los que se está incrementando en el departa-
efectos de la explotación sobre la demo- mento del Chocó y que está ocasionando
grafía de plantas dependen de la parte de la pérdida de bosques a velocidades nunca
la planta cosechada (Olmsted y Álvarez- antes vistas. Por consiguiente, es nece-
Buylla 1995). En este caso, en el que la sario que en el Chocó las entidades encar-
cosecha de las brácteas implica el corte gadas del tema ambiental (CODECHOCÓ e
de la inflorescencia, se está suprimiendo IIAP) establezcan políticas e implementen
el potencial reproductivo de las palmas acciones que estimulen y beneficien a los
cosechadas, por lo menos durante los dos cabecinegreros, como la protección del
meses que duran los picos de cosecha. Una hábitat de sus poblaciones silvestres, de

418 419
C. Torres
ECOLOGÍA, USO Y MANEJO DE LOS
PALMARES DE Copernicia tectorum

20. EN LA DEPRESIÓN MOMPOSINA,


REGIÓN CARIBE DE COLOMBIA
Claudia Torres, Gloria Galeano † y Rodrigo Bernal

Resumen la dinámica poblacional de esta palma


Se presenta una síntesis de los estudios pionera.
sobre Copernicia tectorum y el manejo rela-
cionado con la cosecha de sus cogollos para Palabras clave. Cosecha de PFNM.
uso artesanal en las localidades de Plato y Fibras vegetales. Plantas pioneras. Palma
Magangué en la Depresión Momposina. sará. Río Magdalena.
Esta palma tiene la mayor tasa de produc-
ción de hojas conocida entre las palmas Introducción
silvestres (19 – 23 hojas/año), y su ciclo El presente capítulo sintetiza la informa-
de vida se estima en 46 años. La cosecha ción más relevante de la palma sará gene-
en Magangué se hace en palmas desde la rada en los años 2010, 2011 y 2015. El área
clase juvenil, lo que retrasa el crecimiento de estudio corresponde a los municipios
de las palmas dejándolas “enanas”; como de Plato, Magdalena, donde se encuentran
resultado predominan los juveniles (88%)
las mayores poblaciones de palma sará, en
y existen muy pocas palmas adultas y
el complejo cenagoso Zárate-Malibú, en la
plántulas. En Plato se cosechan palmas
margen derecha del río Magdalena (entre
subadultas y adultas y la frecuencia e
09°35’ - 9°44’N y 74°43’ - 74°47’O) (Figura
intensidad de la cosecha no parecen
tener ningún impacto negativo sobre las 1), y Magangué, Bolívar, principal centro
poblaciones, compuestas en su mayoría de transformación artesanal (9°25’13’’ -
por plántulas (65%) y adultos (21%). Esta 9°19’40’’N y 74°50’0,11’’ - 74°48’47,76’’O).
estructura poblacional parece ser el resul- También existen extensos palmares
tado de una etapa particular del ciclo de en Santa Bárbara de Pinto, Magdalena
erosión/acreción en la planicie de inunda- (09°23’39” - 9°32’57N y 74°38’03” -
ción, ya que las semillas necesitan cierto 74°46’26”O) y Córdoba, Bolívar (09°30’08”
nivel de inundación para su germinación, - 9°41’14”N y 74°47’09” - 74°49’57”O).
pero un nivel muy alto limita la supervi- Todos estos municipios hacen parte de la
vencia de las plántulas y los juveniles. Depresión Momposina, un delta interior
Así, la dinámica de sedimentación en el en el que convergen cuatro grandes ríos
delta de inundación parece determinar (Magdalena, Cauca, San Jorge y Cesar).

Palmar de Copernicia tectorum. Foto: R. Bernal. 421


XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: DEPRESIÓN MOMPOSINA

R. Bernal

a b

Figura 2. Palmares de Copernicia tectorum. Contraste entre las condiciones de extrema


sequía (a) e inundación (b). La palma es el componente dominante de la vegetación. Fotos:
C. Torres.

El sará es una palma flexible, adaptada extremas e incluso permanecen adultos


a condiciones ambientales extremas aislados en potreros, rastrojos o frag-
de inundación y de sequía (Figura 2) y mentos de bosques no inundable.
además resistente a las continuas quemas
que se dan de forma natural o por inter- Usos y manejo
vención humana durante las temporadas Los tallos de la palma sará se usan como
de sequía (Troth 1987, Torres 2013). postes para cercas (Figura 3a) y en cons-
Torres et al. (2015) registraron entre trucciones rurales, como soportes de
octubre 2010-enero 2011 una inundación techos y como paredes de las casas. Las
de hasta 4,5 m sobre el nivel del suelo en hojas se utilizan para techar (Figura3b),
algunos palmares de la Ciénaga Cuchillo, y se les atribuye la cualidad de ser incom-
en Plato. Al parecer es en los palmares
bustibles. Según Torres (2013), la cosecha
de Plato donde esta palma soporta la
de hojas de palmas subadultas y adultas
mayor inundación, ya que la reportada
para techos se hace principalmente en
en Magangué fue de máximo 2,2 m, y en
Plato, con alta intensidad por individuo, ya
Venezuela –único país donde se encuentra
esta especie, además de Colombia–, Troth que se pueden cortar al tiempo casi todas
(1987) reportó 70 cm como el mayor nivel las hojas expandidas (10 a 20), dejando
de inundación. Estas adaptaciones le han la palma con dos o tres hojas. No hay
permitido establecerse en extensas áreas, estudios que evalúen los efectos de esta
donde es el componente dominante de la cosecha, pero los campesinos dicen que
vegetación, ya que ninguna otra especie las palmas no se mueren, ya que el corte
de porte arbóreo logra tolerar estas condi- de hojas es poco frecuente, pues éstas se
Figura 1. Ubicación de las poblaciones más grandes de palma sará, Plato, Magdalena ciones extremas. Sin embargo, también usan principalmente a nivel doméstico.
(señaladas en color rojo en la imagen satelital). Fuente: Google Earth (fecha de consulta se encuentra aunque en menor abun- Las hojas y los frutos también sirven para
2/08/2016 @Google Inc.), modificado por C. Camargo. dancia en áreas con inundaciones menos alimentación del ganado (Figura 3c).

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: DEPRESIÓN MOMPOSINA

R. Bernal

a b

a b

El uso más importante en la actualidad


es el de sus cogollos (las hojas jóvenes
aún no expandidas), que se emplean para
la elaboración del sombrero conchae-
jobo, típico para el trabajo de campo
c d
en el Caribe (Figura 4). Los cogollos se
ponen a secar al sol y luego se dividen en
segmentos delgados, con los que se tejen
trenzas, las cuales se cosen para elaborar
los sombreros o cualquier otra pieza arte-
sanal. La producción artesanal se realiza
en Magangué, en los corregimientos de
La Pascuala, Betania, Ceibal, Cascajal
y Cortinas (Torres 2013). La forma de
cosecha y manejo difiere mucho entre los
palmares de Plato y Magangué (Tabla 1).
c En Magangué, algunas personas se apro-
piaron de los palmares, de forma tanto
e f
legal como ilegal, reduciendo y fraccio-
Figura 3. Usos de la palma sará. a) Cerca nando las poblaciones, lo cual causó
elaborada con tallos. b) Recolector de sobreexplotación en los palmares rema- Figura 4. Uso artesanal de la palma sará. a-b) Cosecha de cogollos. c) Recolector mostrando
hojas para techar. c) Ternero consumiendo nentes y restricción de acceso a los reco- un cogollo y usando el sombrero conchaejobo elaborado con esta fibra. d) Tejido. e) Dife-
hojas de palma. Fotos: C. Torres (a y c), G. lectores (Torres et al. 2016). En Plato, por rentes tipos de trenzas que se pueden tejer. f) Bolso. Fotos: C. Torres (a, b, d, e y f), G.
Galeano (b). el contrario, el modelo de uso comunitario Galeano (c).

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: DEPRESIÓN MOMPOSINA

R. Bernal

Tabla 1. Sistemas de manejo de Copernicia tectorum en Plato, Magdalena y Magangué, y de libre acceso a los palmares, determi- los sedimentos y residuos vegetales que se
Bolívar. Fuente: Adaptado de Torres et al. (2016). a Las clases de tamaño se definieron así: nado en parte por niveles más altos de depositan luego de las inundaciones, que
plántulas: hoja lanceolada; juvenil 1: hoja dividida con menos de 20 segmentos; juvenil 2: inundación que limitan otros usos del tiene el efecto de un buen abono.
hoja con más de 20 segmentos sin tallo; juvenil 3: con tallo de menos de 1,6 m de altura; suelo, ha permitido la conservación de
subadultos: tallos de más de 1,6 m de altura y sin evidencias de reproducción; adultos 1: con los palmares. No obstante, entre 2014 En cuanto a la estructura en los palmares
evidencia de reproducción y con vainas persistentes en el tallo; adultos 2: con evidencia de y 2015 la cosecha de cogollos en Plato de Plato –cosechados y no cosechados-,
reproducción pero sin vainas persistentes en el tallo. ha disminuido notablemente, porque el predominan las plántulas (65%) y los
costo del transporte a Magangué es alto adultos (21%) y se encuentran muy pocos
Característica Plato Magangué y no compensa el precio de venta. Frente individuos juveniles 1 (8%), y los juveniles
a esta situación, la demanda se ha suplido 2 y 3 más los subadultos suman solo 6%
Área de los palmares 747 ha aproximadamente. 9 ha aproximadamente.
en parte con la cosecha de palmares más (Figura 5). Esto se debe a que a pesar de
Subadultos y adultos, Juveniles 2, juveniles 3 (93,5% cercanos en los municipios de Córdoba y la buena regeneración natural, los indivi-
Clase de tamaño de las
excepcionalmente juveniles 3 con de las cosechadas), subadultos Santa Bárbara de Pinto, pero también ha duos llegan usualmente solo a juveniles
palmas cosechadas a
tallo de más de 1 m de altura. y adultos.
disminuido el trabajo artesanal porque y luego mueren por causas de las inunda-
Promedio: 890 palmas/ha esta actividad ahora resulta poco rentable. ciones prolongadas, o por el ramoneo. En
Densidad de palmas Promedio: 584 palmas/ha Adultos
Juveniles 3, subadultos y Esta disminución afecta los medios de Magangué la mayoría de palmas son de
cosechadas y subadultos.
adultos.
vida de al menos doscientas familias que la clase juveniles 3 (88%), mientras que
Cogollos cosechados 2-3/palma (máximo 10). 1/palma (máximo 3). tradicionalmente vivían de este oficio. los adultos (1%) y las plántulas (4%) son
Frecuencia del corte escasos. Esto se debe a que la cosecha de
Cada 20 a 45 días. Cada 15 a 20 días.
en la misma palma Ecología de la especie y las cogollos que se hace en palmas juveniles
Rotación de áreas de cosecha Rotación de áreas de cosecha poblaciones retrasa su crecimiento, por lo que las
(100%). (20%). Mediante la observación de las copas de palmas se quedan “enanas” y no llegan a la
Prácticas locales (% de
Cosecha selectiva por tamaño del Cosecha selectiva por tamaño las palmas en imágenes de Google Earth, madurez dejando a la población sin posi-
recolectores que aplica
cogollo (100%). del cogollo (20%). se ha podido establecer que la extensión bilidad de reproducirse (Torres et al. 2015
la práctica)
Limpieza (liberación) de Limpieza (liberación) de de los palmares en la zona de estudio, y 2016).
hemiepífitas y rastrojo (30%). hemiepífitas y rastrojo (10%). que corresponde a las mayores pobla-
Alto. Se afectan la ciones de la especie, es de 51 ha en Santa La reproducción al parecer está influen-
Bajo. No se afectan la reproducción,
Impacto de la cosecha reproducción y la estructura de Bárbara de Pinto, 69 ha en Córdoba y 747 ciada por los ciclos de inundación. En
ni la estructura de la población
la población. ha en Plato. La densidad de palmas adultas febrero de 2010 (después de dos meses de
92% de propiedad pública. 70% propiedad privada. estimada para Plato está entre 350 y 900 sequía y cuando el nivel del río Magda-
Propiedad del individuos/ha y en Magangué entre 0-100 lena registró los niveles más bajos en
territorio donde 4% tenencia privada legitimada por
30% de propiedad pública. individuos/ha. A pesar de las severas los últimos 20 años), sólo un 30% de las
crecen los palmares la comunidad.
4% reclamada como tenencia condiciones de hábitat, C. tectorum tiene la palmas de Plato estaba en flor con un
(la tenencia legal no
privada, pero no legitimada por la   mayor tasa de producción de hojas cono- promedio de 2,7 inflorescencias/palma.
pudo ser verificada)
comunidad. cida entre las palmas silvestres (19 – 23 En abril de 2011 (después de la inun-
Tala para ampliar áreas hojas/año); no se encontraron diferencias dación más larga e intensa registrada
Tala en grandes volúmenes (con en la producción de hojas entre Magangué en los últimos 20 años, según el IDEAM
Amenazas sobre las para pastoreo y obras de
motosierra) para uso de tallos como -donde hay sobrecosecha- y Plato. La alta 2011), el 90% de las palmas tenía flores,
palmas infraestructura.
postes. producción de hojas puede explicarse, por tanto las palmas cosechadas como las no
Sobrecosecha.
Alteración de la dinámica un lado, por el nivel de exposición solar cosechadas y había un promedio de 7,3
Alteración de la dinámica hídrica, en el que crecen las palmas, ya que al ser racimos/palma (Torres 2011). También
hídrica por taponamiento de
Amenazas sobre el inundaciones más prolongadas e casi siempre el componente dominante en observaciones casuales realizadas en
caños y desecación de áreas de
ecosistema interrupción del flujo entre ríos, de la vegetación, la competencia por la luz febrero de 2015 se encontró baja floración,
inundación para ampliar áreas
caños y ciénagas.
de pastoreo. es baja, y por el otro, por la alta disponi- después de un período de sequía. Por otra
bilidad de materia orgánica que aportan parte, en observaciones realizadas entre

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: DEPRESIÓN MOMPOSINA

R. Bernal

una viabilidad del 100%. Todo lo anterior En concordancia con esto, Torres et al.
indica que en poblaciones con presencia (2015) plantearon que los palmares de
de individuos adultos, la palma se repro- sará juegan un papel muy importante
duce de forma saludable, incluso en pobla- como reguladores de la dinámica entre el
ciones cosechadas, y esto se refleja en una río Magdalena, los caños y las ciénagas
altísima regeneración natural (Figura 6a). en la Depresión Momposina, atrapando
los sedimentos, ya que los tallos con las
La palma sará es de rápido crecimiento. vainas persistentes y las coronas de hojas
Según Torres et al. (2015), tarda en ayudan a disminuir la velocidad del agua
promedio 10,4 años para completar la y ofrecen una mayor superficie para la
etapa de establecimiento, 23 años para captación de sedimentos. En una muestra
llegar a la edad adulta, y la duración total de 10 plántulas excavadas en Plato en
de la vida de la palma se estima en unos 46 febrero de 2015, se observó que la sedi-
años, para individuos de 7,4 m de alto, que mentación ocurrida desde que las semillas
es el límite de altura más común. Los muy cayeron al suelo alcanzó en promedio 6,5
escasos individuos que alcanzan hasta 10 cm en un periodo de entre 12 y 18 meses,
m probablemente tienen unas dos décadas que fue la edad calculada para dichas plán-
más. tulas, según los tiempos de permanencia
estimados para esta clase (Torres et al.
Dinámica de la población - ciclos 2015) (Figura 6d). El valor promedio esti-
de acreción/erosión mado para la Depresión Momposina en
La palma sará es una especie pionera de las
los pasados 7.500 años es de 3-4 mm/año
llanuras inundables (Troth 1987, Torres et
(van der Hammen 1986, Plazas et al. 1988,
al. 2015), y la dinámica de sus poblaciones
Kettner et al. 2010).
está íntimamente ligada a la dinámica de
los ríos y de la sedimentación. Las semi-
La migración permanente de los canales
llas son dispersadas por el agua, lo que a su
del río, tanto del cauce principal como
vez favorece la germinación; pero por otra
parte, una de las causas de muerte natural de sus numerosos brazos y de los caños
de plántulas, juveniles y subadultos que lo conectan a las ciénagas, hace que
(menores de 3 m de alto) son las inunda- el terreno esté en un ciclo permanente
ciones, ya que al permanecer tanto tiempo de acreción-erosión. Como resultado, el
cubiertas por el agua, las copas se secan. nivel del suelo en un punto determinado
Figura 5. Estructura típica de poblaciones de Copernicia tectorum, con dominancia de sube y baja a lo largo de las décadas. Y con
adultos y plántulas y ausencia de juveniles y subadultos (Plato, Magdalena). La flecha roja Por otra parte, las inundaciones también
arrastran detritos y material que queda estos cambios en la elevación del terreno
marca el nivel de la última inundación (3,5 m). Foto: R. Bernal. cambia también la altura que alcanza cada
atrapado en la corona, enganchado en las
espinas de los pecíolos (Figura 6b). Este año la inundación y, en consecuencia, su
el año 2008 y 2009 en Yati, Magangué, directamente de las palmas tenían una material puede reducir el crecimiento de la duración. Este cambio en el nivel y en la
se encontraron palmas en floración en germinación del 90%, que se dio entre palma y en ocasiones sepulta por completo duración de las inundaciones determina al
diciembre, con formación de frutos a cuatro y seis meses después de la siembra; la corona de hojas; además, favorece la parecer la dinámica de las poblaciones de
finales de enero y con frutos maduros a en cambio, en semillas recolectadas del germinación de trepadoras y hemiepífitas la palma sará. En sitios con altos niveles
mediados de marzo (Pastrana 2009). suelo, la germinación se dio entre el que se desarrollan rápidamente después de inundación hay una alta producción de
segundo y cuarto mes y fue alrededor del de la inundación, invaden la corona y plántulas, que forman casi una alfombra
En ensayos realizados por Pastrana (2009), 74%. En el mismo estudio se encontró pueden obstaculizar el crecimiento de la en el palmar (Figuras 6a, 7a). Pero ninguna
se encontró que las semillas recolectadas un promedio de 853 frutos por racimo y palma (Torres et al. 2015) (Figura 6c). de ellas sobrevive a la larga inundación, de

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: DEPRESIÓN MOMPOSINA

R. Bernal

a b

b
c d

Figura 6. a) Regeneración natural abundante de Copernicia tectorum. b) Espinas recurvadas


en los pecíolos que ayudan a capturar residuos y sedimentos arrastrados por el agua. c)
Palma cubierta por residuos vegetales transportados por el agua. d) Plántula que muestra
la sedimentación (6 cm desde que la semilla cayó al suelo, aproximadamente de 12 a 18
meses atrás). Fotos: R. Bernal (a y d), C. Torres (b y c).

manera que no se encuentran individuos a subir más rápidamente y el palmar se


juveniles: solo hay adultos y plántulas. hace cada vez más denso en un proceso
de mutua retroalimentación entre ambos c
En un momento determinado del ciclo, el fenómenos. Con los años el terreno está
nivel de inundación anual es tal (menor tan alto, que la duración de la inundación
inundación o incluso algunos periodos de ya no es la requerida para que germinen Figura 7. Ciclos de acreción/erosión en la planicie de inundación donde crecen los palmares
sequía), que más y más plántulas logran las semillas de la palma y el palmar sobre- de Copernicia tectorum: a) Cuando el nivel de la inundación es muy alto, las plántulas no
sobrevivir cada año y crecer hasta juveniles vive sólo mientras las palmas adultas sobreviven y entonces no hay juveniles. b) A medida que el terreno se eleva por acreción, la
(Figura 7b). Al aumentar el número de completan su ciclo de vida, que es de unas inundación es menor y algunas plántulas logran convertirse en juveniles. El mayor número
juveniles, aumenta también la superficie cinco décadas. La diferencia inicial entre de juveniles aumenta la superficie de captación de sedimentos y la acreción se acelera. c) Por
de captación de sedimentos en el palmar adultos y juveniles se hace menos obvia su rápido crecimiento, esos juveniles se convierten pronto en adultos. En dos décadas ya no
y por tanto, el nivel del terreno empieza al alcanzar los juveniles la edad adulta es muy evidente la diferencia entre las dos generaciones.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: DEPRESIÓN MOMPOSINA

(Figura 7c). Cuando cesa el proceso de • Pastrana, P. 2009. Seguimiento a la ger-


acreción, comienza el de erosión y el ciclo minación de la especie palma sará. Docu-
empieza de nuevo. mento inédito. Artesanías de Colombia,
Bogotá. 8 pp.
• Plazas, C., A. M. Falchetti, T. van der Ham-
Recomendaciones men y P. Botero. 1988. Cambios ambien-
Teniendo en cuenta la forma en que la tales y desarrollo cultural en el bajo río San
dinámica fluvial afecta a las poblaciones Jorge. Boletín del Museo del Oro 20: 58-59.
de palma sará, para mantener su viabil- • Torres, C. 2011. Impacto de la cosecha y
idad y funcionalidad es prioritario restabl- manejo de la palma sará (Copernicia tec-
ecer la dinámica natural de los complejos torum) para uso artesanal en la región
Caribe de Colombia. Tesis de Magíster en
cenagosos y su interacción con los caños y
Ciencias-Biología, Universidad Nacional de
el río Magdalena. También se debe detener Colombia, Bogotá. 87 pp
la tala de palmares para uso comercial de • Torres, C. 2013. Sará (Copernicia tectorum).
tallos en construcción e implementar Pp. 190-199. En: Bernal, R. y G. Galeano
prácticas para mejorar la cosecha de (Eds.), Cosechar sin destruir: Aprovechamien-
cogollos. Bajo este escenario, el manejo to sostenible de palmas colombianas. Institu-
apropiado de los palmares de C. tectorum to de Ciencias Naturales, Universidad Na-
no solo ofrece una buena oportunidad cional de Colombia, Bogotá.
para integrar uso y conservación de esta • Torres, C., G. Galeano y R. Bernal. 2015.
The stands of Copernicia tectorum (Areca-
particular especie, sino que también
ceae) in the Caribbean lowlands of Colom-
puede tener un tremendo impacto en el bia: a managed pioneer palm facing river
equilibrio de la dinámica fluvial en los dynamics. Revista de Biología Tropical 63:
complejos cenagosos, donde la palma es el 225-236.
componente dominante de la vegetación. • Torres, C., G. Galeano y R. Bernal. 2016.
Cosecha y manejo de Copernicia tectorum
Bibliografía (Kunth) Mart. para uso artesanal en el ca-
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bia. Journal of Geology 118: 363-379. Jorge (Colombia). Geología Norandina 10:
11-18.

432 Cosecha de cogollos de la palma sará (Copernicia tectorum). Foto: C. Torres.


M. I. Vallejo
21. LOS NAIDIZALES (Euterpe oleracea)
DEL PACÍFICO COLOMBIANO
Martha Isabel Vallejo, Gloria Galeano † y Rodrigo Bernal

Resumen Introducción
La palma naidí (Euterpe oleracea) ocupa Naidizal es el nombre que se le da a las
grandes extensiones de bosques casi extensas y densas asociaciones de la
homogéneos en las tierras bajas inunda- palma Euterpe oleracea, conocida en el sur
bles del Pacífico colombiano, donde consti- del Pacífico colombiano como naidí. El
tuye uno de los recursos más importantes, naidí crece silvestre en zonas estuarinas
tanto a nivel ecológico como económico. del Pacífico y en algunas zonas inundables
Durante más de tres décadas, la produc- del interior del país, siendo los deltas de
ción de palmitos enlatados provenientes los ríos Mira, Patía y Guapi, en los depar-
de esta especie ha sido una de las prin- tamentos de Cauca y Nariño, y la cuenca
cipales industrias al sur de la costa Pací- media del río Atrato, en el departamento
fica colombiana, por lo que constituye el del Chocó, las áreas con mayor abundancia
sustento diario de muchas comunidades (Vallejo 2013) (Figura 1). No obstante, es
ribereñas que habitan en los departa- en los departamentos de Cauca y Nariño
mentos de Cauca y Nariño. No obstante, donde se ha centrado el interés en esta
las prácticas de extracción que se han especie, debido a la extracción durante
aplicado para la obtención de este recurso más de tres décadas del corazón de palma
ponen en peligro la salud de los naidizales o palmito, producto muy apetecido en el
y la persistencia de esta actividad econó- mercado internacional. El naidí repre-
mica. En este capítulo se incluyen aspectos senta además una fuente de alimento para
sobre la biología, estructura y dinámica los moradores locales que consumen sus
poblacional, uso y manejo de la especie, y frutos, los cuales son valorados y recono-
se hacen recomendaciones para promover cidos a nivel internacional por su conte-
la conservación de las poblaciones a través nido de nutrientes y antioxidantes (Alonso
de su manejo sostenible. 2012, Rojano et al. 2012, Yamaguchi et al.
2015). Su pulpa es comercializada princi-
Palabras clave. Dinámica poblacional. palmente en Brasil donde se le conoce con
Euterpe oleracea. Palmas. Sobre explota- el nombre de asaí.
ción. Uso sostenible.

Racimo de naidí (Euterpe oleracea) en el Pacífico colombiano. Foto: M. I. Vallejo. 435


XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: PACÍFICO COLOMBIANO

M. I. Vallejo

Dada la importancia de E. oleracea en las características biológicas y ecológicas que se presenta a continuación corres- de los cuales actúan como dispersores
la economía de la región Pacífica, y la de esta especie, el sistema de produc- ponde a una síntesis de los resultados de (Moegenburg y Levey 2003), pero también
trayectoria de explotación comercial de ción del palmito, el estado actual de sus tres años de investigación (2010-2012) en su diseminación ha sido atribuida a las
sus poblaciones para la producción de poblaciones y el impacto demográfico por las regiones de Cauca y Nariño. aguas de inundación por efecto de las
palmito, se presenta una síntesis sobre cuenta de su explotación. La información mareas (Moegenburg 2002).
Aspectos biológicos, ecología y uso
Euterpe oleracea es una palma monoica, Los naidizales forman asociaciones domi-
delgada y multicaule que alcanza en nadas por esta palma o mezcladas con otras
promedio 18 m de altura. Se caracteriza especies de árboles, como Otoba gracilipes
por tener un 12-45 tallos en diferente (cuangare), Campnosperma panamensis
estado de crecimiento, florece durante (sajo), Symphonia globulifera (machare),
todo el año y presenta dos picos de fruc- Compsoneura atopa (castaño), Carapa guia-
tificación entre marzo-abril y septiembre- nensis (tangare) y Mora oleifera (nato)
octubre (Vallejo et al. 2011) (Figura 2). Los (Corponariño 1989). En los sustratos más
frutos son consumidos principalmente firmes de las zonas más inundables, E.
por aves y pequeños mamíferos, algunos oleracea domina sobre especies arbóreas,
b

a
b

c d
Figura 2. a) Euterpe oleracea; b y c) racimo
Figura 1. Distribución de Euterpe oleracea en Colombia y aspectos generales de los naidi- y frutos de E. oleracea. Fotos: M. I. Vallejo
zales en el Pacífico colombiano. a) Área de distribución, b) naidizales a la orilla del río (a y b), R. Bernal (c).
Isquandé (Nariño), c) grupo familiar de corteros de palmito y d) naidizal inundado. Fotos: a
M. I. Vallejo (b y d), R. Bernal (c).

436 437
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: PACÍFICO COLOMBIANO

M. I. Vallejo

como Pterocarpus officinalis, Pentaclethra conocida como “cernido de naidí”, que


macroloba y Grias cauliflora; mientras que se obtiene al colar el pepiao, desechar el
en las zonas menos inundables se incre- bagazo y adicionar agua y azúcar al gusto
menta la composición florística, con (Vallejo op. cit.). Las hojas se usan ocasio-
significativa presencia de palmas como nalmente para techar, aunque no son muy
Oenocarpus bataua, O. mapora, Mauri- duraderas.
tiella macroclada y M. saccifera (González
y Arango 2002). Su área de distribución Producción del palmito
se extiende sobre la costa Pacífica de La producción del palmito en Colombia
Colombia y Ecuador, y las costas de Vene- está basada en un sistema netamente
zuela, Trinidad, las Guayanas y el norte de extractivo que depende de la voluntad
Brasil (Henderson y Galeano 1996). de los “corteros” de salir a cosechar; por
lo tanto, los corteros trabajan a destajo,
Crece en elevaciones menores a 100 m y se sin que exista ningún vínculo laboral
adapta fácilmente a suelos salobres pobres con la única enlatadora que existe en la a b c
en oxígeno, jugando un papel importante región (Guapi, Cauca) y sin ningún tipo de
en la sucesión, como bosques de transición protección social. La extracción se realiza
entre el manglar y la selva húmeda tropical sobre terrenos de propiedad colectiva de
(von Prahl et al. 1990), estableciéndose las comunidades negras (Ley 70 de 1993),
detrás de los manglares como especie a quienes se les otorga directamente los
pionera en pantanos con pocos árboles. permisos de aprovechamiento del recurso
A medida que los pantanos se colmatan a través de los consejos comunitarios.
con sedimentos y materia orgánica, otras Actualmente no existe una regulación
especies invaden el palmar para enri- efectiva por la autoridad ambiental de la
quecer el bosque; sin embargo, la palma de región que otorga los permisos (Corpona- e
naidí logra mantenerse gracias a su nume- riño) para controlar la cantidad del recurso
rosos rebrotes más que a sus semillas, ya que se extrae, ni para vigilar y sancionar
que éstas solo tienen posibilidad de esta- el cumplimiento de la norma de cosecha
blecerse cuando se encuentran en claros establecida por la empresa enlatadora, la
poco competidos (Vallejo et al. 2011). cual hace referencia al tamaño mínimo de
corte de los tallos (dap ≥ 8 cm) (Vallejo et
Además del uso comercial del palmito que al. 2011, Vallejo 2013).
se extrae del cogollo o parte más tierna
del tallo, se reportan otros usos para En este contexto, la cadena de valor del
los tallos, principalmente para la cons- palmito opera básicamente en cuatro
trucción de puentes, corrales, azoteas o etapas: cosecha, acopio, procesamiento
listones para paredes y también como y comercialización (Figura 3). Durante la d f
leña o en la fabricación de trampas para cosecha los corteros (hombres entre 16-40
la captura de camarones de río, conocidas Figura 3. Etapas de la cadena de valor del palmito. a) Cosecha; b) acopio; c) procesamiento
años o grupos familiares de 2-6 personas)
como “churucos” (Vallejo 2013). Otro uso y d-f) comercialización. Fotos: M. I. Vallejo.
identifican a simple vista las palmas
importante es el que se le da a los frutos, aptas para corte teniendo en cuenta el
los cuales se venden localmente para diámetro del tallo (8 cm aprox.) y su
ser consumidos como “pepiao”, que es el grado de madurez o estado reproductivo. cuatro y cinco capas de vainas de la hoja, que son llevados a hombro hasta los potri-
jugo de los frutos macerados en agua y Luego cortan la palma a una altura de 1-2 de ocho que protegen el palmito y forman llos o canoas ubicados a la orilla de los
mezclados con azúcar o como una bebida m aprox., cortan el cogollo, retiran entre cargas de aproximadamente 50 cogollos, ríos o quebradas, para ser transportados a

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: PACÍFICO COLOMBIANO

M. I. Vallejo

los puntos de acopio más cercanos. Cada Estructura y dinámica poblacional Tabla 1. Características generales de las poblaciones de Euterpe olearacea estudiadas entre
cortero cosecha en promedio 150 cogollos Vallejo et al. (2011, 2013) documentaron 2010-2012 (adaptada de Vallejo et al. 2014). a La iluminación se refiere al porcentaje de luz a
diarios, trabajando 7-8 horas en promedio la estructura y dinámica de los naidi- nivel del sotobosque en cada sitio. b Intensidad de cosecha, se refiere a la cantidad y clase de
y recibe un pago de COP 180-200 por zales de los bosques inundables al sur del tamaño de los tallos cosechados. No cosecha corresponde a sitios no cosechados hace más
cada cogollo; es decir, que para obtener Pacífico colombiano, donde existe una de 10 años. Media = sitios cosechados varias veces al año pero solo de algunos individuos de
una ganancia mínima de COP 30.000 trayectoria de más de 30 años de apro- las clases de tamaño aprovechables (se observan algunos tallos reproductivos y no repro-
diarios (equivalente a un salario mínimo vechamiento del palmito y por lo tanto ductivos). Alta = sitios cosechados varias veces al año de todas las clases aprovechables y en
legal sin prestaciones sociales), un cortero cuenta con una historia de manejo ligada ocasiones con daños sobre las clases regenerativas.
debe tumbar al menos 150 palmas, sin al régimen de cosecha de este recurso.
contar las que van a ser rechazados por Para estudiar las poblaciones, los investi- Localidad Iluminacióna Intensidad de
no cumplir con los estándares de calidad, gadores establecieron entre 2010 y 2011 Sitio
que usualmente corresponden al 5%. De (coordenadas) (%) cosechab
siete parcelas permanentes de 0,05 ha
acuerdo con la demanda del mercado y Iscuandé
(20 m x 25 m) en sitios con diferentes Boca de Sequiondita Baja (< 50) No cosecha
dependiendo de la temporada de cosecha regímenes de cosecha (intensidades). Se (2°29’25.1’’N; 77°59’53,1’’O)
se estima que anualmente se cortan entre definió un gradiente que iba desde sitios Iscuandé
1-2 millones de palmas de naidí. La Tapita Baja (< 50) No cosecha
no cosechados por más de diez años hasta (2°28’17,4’’N; 77°59’32,6’’O)
sitios cosechados 3-4 veces al año que Iscuandé
Una vez en el punto de acopio, el acopiador incluían el corte de todos los tallos dispo- (cabecera muni- Iscuandé No cosecha
revisa la carga y efectúa un control de Moderada (50-70)
nibles para palmito. El gradiente incorpo- cipal) (2°27’39,6’’N; 77°58’55’’O)
calidad de cada cogollo, basado en el grosor
raba además una variación en la condición
(diámetro > 1 pulgada = primera calidad;
de luz de los sitios, ya que el corte de los
diámetro < 1 pulgada = segunda calidad) y Guapi Media
tallos conlleva la apertura del dosel y por Chamón Moderada (50-70)
color (rosado) del palmito. Cada punto de (2°36’38.1’’N; 77°51’19,2’’O)
consiguiente un aumento en la ilumina-
acopio recibe entre 2.000 y 5.000 palmitos Iscuandé Alta (cosecha previa
ción del sotobosque (Tabla 1). En total se
dependiendo de la oferta, y el acopiador Sequiondita Alta (> 70)
realizaron tres censos durante dos años (2°29’26’’N; 78°01’17,9’’O) al estudio)
recibe una comisión de COP 18 por cada
palmito de buena calidad. Luego envía en todas las parcelas, excepto en una no Iscuandé Alta (cosecha
cosechada, donde sólo se obtuvieron datos Quibupí Alta (> 70)
la carga a la enlatadora en Guapi, donde (2°31’09.2’’N; 78°00’11,6’’O) actual)
los palmitos son procesados por madres para un año de muestreo. Iscuandé Anta (cosecha
cabezas de familia. En esta etapa, los Chanzará Alta (> 70)
(2°32’41.3’’N; 77°56’28,6’’O) actual)
cogollos pasan por dos fases de pelado en Al interior de cada parcela se censó cada
las que son lavados, cocidos y sometidos genet (grupo de individuos genéticamente
a choque térmico con agua fría para que idénticos) y se marcó cada ramet (cada
queden crujientes y conserven su textura. individuo dentro del genet). Los individuos contó el número de hojas y el número de hojas bífidas; los juveniles se definieron
Posteriormente, son troceados y empa- provenientes de semillas fueron incluidos estructuras reproductivas, registrando su como ramets sin tallo con hojas divi-
cados, y se les adiciona una salmuera a como ramets debido a su baja densidad y estado de desarrollo. didas, pero incluyó también los pequeños
base de sal, ácido cítrico y ácido ascórbico. a que no estaban representados en todas rebrotes originados por vía vegetativa. Por
Finalmente, son sellados y almacenados las clases de tamaño. A cada genet se le La definición de las clases de tamaño su parte, los ramets con tallo se dividieron
durante siete días; trascurrido este tiempo registró el número de ramets vivos y a se realizó teniendo en cuenta aspectos en subadultos y adultos, los cuales difieren
son sometidos a pruebas organolépticas y cada ramet, dependiendo de su tamaño, morfológicos de la palma, como el número en la probabilidad de ser reproductivos.
de pH, con el fin de garantizar la calidad se le tomaron diferentes medidas. En los de pinnas de la hoja, el desarrollo y altura En total, se establecieron diez clases de
del producto final, el cual es etiquetado y ramets acaules se contó el número hojas y del tallo y la presencia de estructuras tamaño (Tabla 2 y Figura 4).
enviado a Buenaventura, desde donde se el número de pinnas del lado derecho de reproductivas. La categoría de plántulas se
exporta o se transporta hasta Bogotá para la hoja más joven vista desde arriba y que trató como una categoría aparte y agrupó Para estudiar la dinámica poblacional de
su posterior distribución en el mercado estuviera expandida. Para los ramets con a individuos originados a partir de semi- E. oleracea se construyeron modelos matri-
nacional. tallo se midió la altura, el diámetro, se llas, sin tallo aéreo o emergente y con ciales basados en estados (Caswell 2001).

440 441
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: PACÍFICO COLOMBIANO

M. I. Vallejo

Tabla 2. Clases de tamaño para las poblaciones de Euterpe oleracea. Tomado de Vallejo et
al. (2014).

Número Altura
Clase de tamaño Características particulares
pinnas tallo (m)
Plántula (p) 1 — Origen por semilla, hojas bífidas.
Ramets sin tallo, incluye rebrotes y hojas
Juvenil 1 (j1) 0-6 —
bandera.
Juvenil 2 (j2) 7-11 — Ramets sin tallo. a b
Juvenil 3 (j3) 12-18 — Ramets sin tallo.
Juvenil 4 (j4) > 18 — Ramets sin tallo.
Subadulto 1 (sa1) — ≤4 Tallos no reproductivos.
Subadulto 2 (sa2) — 4-8 Tallos no reproductivos.
Adulto 1 (a1) — 8-11 Tallos reproductivos.
Adulto 2 (a2) — 11-14 Tallos reproductivos.
Adulto 3 (a3) — > 14 Tallos reproductivos.

Adicionalmente, se realizaron simula- cultivos, con el fin de “estimular” el creci-


ciones de cosecha combinando frecuencia miento de los individuos más grandes
(1, 2, 3, 4, 5 años) e intensidad (75, 50 y (Vallejo et al. 2014).
25%), teniendo en cuenta que cuando una
población es cosechada por primera vez, En sitios que no han sido cosechados por
únicamente los tallos adultos (altura > 8 m, más de diez años, los palmares se están
clases a1, a2, a3) son aptos para palmito, regenerando de forma natural, gracias al
mientras que en cosechas posteriores, aporte de las clases de tamaño más jóvenes
los no reproductivos con 4-8 m de altura (Vallejo et al. 2011). En consecuencia, un
(clase sa2) también son aprovechables, naidizal no cosechado está compuesto en
debido a que engrosan más rápido y por un 69% por plántulas que miden entre 40 c d
lo tanto proveen palmito de buena calidad y 50 cm de altura y tienen 1-2 hojas bífidas,
(2,5 cm de grosor en su parte comestible). un 20% por rebrotes y juveniles sin tallo, Figura 4. Estados de vida de Euterpe oleracea. a) Plántula; b) juvenil; c) subadulto y d)
La frecuencia hace referencia a los ciclos un 6% por tallos no reproductivos y un adulto. Fotos: M. I. Vallejo.
en que se efectúan las cosechas (cada 5% por adultos potencialmente reproduc-
cuánto) y la intensidad se refiere al porcen- tivos, de los cuales solo el 30% estaban en
taje de tallos que se cosechan en cada ciclo. flor o fruto en el momento de realizar el ellas mueren antes de desarrollar una la etapa de plántula a juvenil. La morta-
Además de los escenarios básicos consis- estudio. En el río Iscuandé, se encontraron hoja pinnada y convertirse en juveniles, lidad de las plántulas estuvo asociada
tentes en la reducción en un 75, 50 y 25% naidizales con 660 a 780 macollas adultos por lo que la principal fuente de reem- principalmente a procesos de pudrición o
de los tallos aprovechables, se exploraron por hectárea, con un promedio de 18 tallos plazo de la población adulta proviene a daños mecánicos ocurridos por la caída
otros más complejos que involucraban la por macolla (Vallejo 2013). de rebrotes generados por reproducción de hojas de las palmas más grandes. Por
reducción en el número de juveniles en 10, clonal. Vallejo (2013) registró una morta- su parte, los rebrotes y juveniles clonales
25 y 50% para emular prácticas de deshije Aunque la mayor parte de la población lidad de plántulas del 67% en dos años de tuvieron mayor probabilidad de supervi-
comúnmente empleadas en diferentes la conforman las plántulas, muchas de observaciones y ninguna transición de vencia (96%), y por lo tanto de crecimiento

442 443
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: PACÍFICO COLOMBIANO

M. I. Vallejo

(9,2%), mientras los que murieron fue por juveniles y de los tallos más pequeños supervivencia de plántulas fue del 98%. seguida de los juveniles más grandes. En
causa de desecamiento, herbivoría sobre (0-4 m, sa1), lo que probablemente esté Para las clases juveniles, en la mayoría de todas las poblaciones la producción de
las hojas más tiernas o daños mecánicos asociado con la mayor cantidad de luz que los casos, la supervivencia no estuvo rela- rebrotes estuvo relacionada con el tamaño
ocasionados por la caída de troncos o reciben cuando se cortan los tallos altos cionada con el tamaño de la hoja. Para las de la hoja, pero no con la altura del tallo.
ramas de árboles durante actividades de (Arango et al. 2010). Así, en sitios no cose- demás poblaciones, la tasa promedio de Sin embargo, no se observó ningún patrón
corta de madera, típicas de la región. chados y con baja iluminación, individuos supervivencia anual varió entre 85 y 98%. a lo largo del gradiente de cosecha que nos
de 1-3 m de alto pueden tardar entre 13 y En cuanto a las clases con tallo, en las permitiera afirmar que la producción total
Además, en condiciones naturales, el desa- 17 años en alcanzar el tamaño apto para poblaciones no cosechadas y con cosecha de rebrotes aumentara o disminuyera
rrollo de un rebrote hasta iniciar su repro- ser aprovechables (> 8 m), con una tasa media, la supervivencia no estuvo relacio- con la intensidad de la cosecha. Tomando
ducción toma unos 26 años, y una palma promedio de crecimiento de 0,38 cm por nada con la altura del tallo, siendo la tasa como referencia una población no cose-
adulta de 18 m, que es la altura máxima año. Este tiempo se reduce a una cuarta promedio de supervivencia anual mayor al chada, hubo un aumento de 5-18% en el
promedio registrada en la zona de estudio, parte (3-4 años) en los sitios perturbados, 94% en las no cosechadas y del 86% en la número de rebrotes en cuatro localidades,
tiene una edad cercana a los 40 años debido a que no solamente se duplica población con cosecha media. Como era de y una disminución del 6% en otra (Vallejo
(Vallejo 2013). Sin embargo, los investi- el crecimiento de los subadultos más esperarse, en las poblaciones con cosecha et al. 2014).
gadores encontraron algunas palmas de pequeños (0,70-0,79 cm por año), sino que alta, la supervivencia de las palmas con
28-30 m que sobresalían notablemente la condición de tallo aprovechable para tallo se vio afectada, debido a que los Las proyecciones para los próximos
en el dosel del bosque, lo que da indicios palmito se amplía a los subadultos más tallos de ciertas clases de tamaños son los 50 años mostraron una tendencia al
de la transformación que han sufrido los grandes (> 4 m de altura) (Figura 5). principales objeto de corte. Una población crecimiento en todas las poblaciones.
naidizales y en general los bosques del que no fue cosechada durante el estudio En algunas de ellas, los intervalos de
Pacífico por la tala de madera y la cosecha Por su parte, la supervivencia de plán- tuvo una mortalidad muy baja de tallos, confianza sugieren un crecimiento cons-
de palmito. tulas varió entre el 30 y 38% en las pobla- con una supervivencia del 99% (Vallejo et tante, mientras que en otras parece haber
ciones no cosechadas, en la población al. 2014). periodos de crecimiento y decrecimiento.
La cosecha de palmito tiene una influencia con cosecha media fue del 66% y en las La tasa de crecimiento poblacional más
evidente sobre las tasas vitales. El corte poblaciones con cosecha alta fue del 50%. Finalmente, la fecundidad estuvo relacio- alta que se encontró fue de 35% anual.
de palmas altas incidió notablemente Entretanto, en la población que no tuvo nada con el tamaño de los tallos, siendo
en el desarrollo más rápido de las clases presión de cosecha durante el estudio, la los de más de 12 m de altura los que Teniendo en cuenta los cambios drásticos
presentaron mayor porcentaje de fructifi- que se presentan en la estructura de las
cación (> 90%). Sin embargo, se encontró poblaciones bajo el régimen actual de
que en las poblaciones no cosechadas, un cosecha, la tasa transitoria de crecimiento
tallo comienza a ser reproductivo cuando poblacional (λ 50) no resultó ser un pará-
alcanza una altura de 8 m, mientras que metro útil para evaluar el efecto de esta
en sitios cosechados puede serlo a partir perturbación. Aunque las poblaciones
de los 6 m, aunque la probabilidad es muy decaen después de los eventos de cosecha,
baja (3%). En cuanto a la reproducción se recuperan gracias a la producción de
por vía vegetativa, un ramet está en capa- rebrotes y al crecimiento más rápido de
cidad de producir rebrotes desde la etapa los juveniles, lo que permite mantener una
juvenil, cuando tiene unas 5-6 pinnas a dinámica creciente. La figura 6 muestra
cada lado del raquis, pero la gran mayoría los cambios proyectados a 50 años que se
se originan de tallos que miden entre 0-4 presentan en la distribución de las catego-
m de altura (subadultos pequeños, sa1), rías de tamaño con base en el gradiente de
razón por la que en condiciones de cosecha cosecha. En las poblaciones no cosechadas
Figura 5. Crecimiento de individuos caules (Δaltura (m) por clases de tamaño y con alta, donde las clases adultas remanentes por más de diez años, e incluso en las de
respecto a la condición de cosecha. Valores de crecimiento obtenidos a partir de los modelos y los subadultos grandes (sa2) son el cosecha media, se mantuvo una estruc-
de regresión lineal: R 2 (Δaltura) = 0,396, n = 404 (no cosechadas); R 2 (Δaltura) = 0,044, n = objeto principal de corte, la producción de tura típica de poblaciones saludables,
288 (cosecha intensiva); R 2 (Δaltura) = 0,163, n = 43 (cosecha moderada), P < 0,01. rebrotes se concentra en dicha categoría, con predominio de plántulas y con una

444 445
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: PACÍFICO COLOMBIANO

M. I. Vallejo

disminución gradual en la abundancia de a sobrepasar la oferta inicial del recurso,

Log-Abundancia
Boca de sequiondita t=0 t=10 t=30 t=50
las demás categorías, pese a las diferen- más o menos cuando han transcurrido

10

10

10

10
cias en las densidades iniciales de algunas entre 27 y 30 años desde la primera

8
clases de tamaño entre las tres pobla- cosecha. Este patrón se mantiene con

6
ciones (Figura 6a-c). El caso contrario ciclos de corte de 2, 3, 4 y 5 años aunque

4
ocurre en las poblaciones con una alta la disminución en la oferta de tallos apro-

2
0

0
intensidad de cosecha, donde las plán- vechables durante los primeros años es a
tulas y los adultos tienden a desaparecer menos pronunciada con ciclos de cosecha
con el paso del tiempo, debido al corte de más largos (Figura 7a-e).

Log-Abundancia
Iscuandé t=0 t=10 t=30 t=50
los tallos adultos, que son los únicos que

10 12 14

10 12 14

10 12 14

10 12 14
se reproducen por vía sexual (Figura 6d). El resto de los escenarios, que incluían
Cuando existe una oferta mínima de semi- diferentes porcentajes de deshije, mostró

8
6

6
llas, la categoría de plántulas se mantiene, una progresiva reducción en la oferta de

4
2

2
aunque en menor proporción que los juve- palmito con ciclos anuales de cosecha. Una b

0
niles y subadultos de origen clonal (Figura tendencia a la recuperación de la oferta
6e). En una población, las plántulas se inicial de palmito se presentó únicamente

Log-Abundancia
Chamón t=0 t=10 t=30 t=50
mantuvieron casi en la misma proporción cuando el deshije fue del 10% y los ciclos

10

10

10

10
que los juveniles y los subadultos clonales de cosecha de dos años o más. Cuanto más

8
(Figura 6f), debido a que la gran mayoría largo es el ciclo de cosecha, más rápida es

6
de ellas estaba ubicada en sitios con buena la recuperación en estos escenarios.

4
iluminación.

2
Conclusiones y recomendaciones c

0
Las simulaciones básicas que se realizaron de manejo
al cosechar únicamente los tallos aptos Estos resultados develan la necesidad

Log-Abundancia
Quibupí t=0 t=10 t=30 t=50
para palmito —sin ningún tratamiento de implementar planes de manejo que

10

10

10

10
de deshije— y contrastando con el modelo respondan a las necesidades económicas,

8
de cosecha actual, indican que el régimen sociales y culturales de los actores del

6
actual de cosecha sin duda conllevan a una sistema de producción de palmito, pero

4
2

2
reducción del recurso del 93% durante los también a los requerimientos de conserva-
d

0
primeros cinco años, con una recupera- ción de las poblaciones de E. oleracea que
ción de solamente el 2% en los próximos están siendo sobre-explotadas. Aunque
45 años (Figura 7a). Entretanto, con cualquiera de los escenarios de cosecha

Log-Abundancia
Chanzará t=0 t=10 t=30 t=50

10

10

10

10
intensidades de cosecha anual del 75, 50 planteados derivó en un crecimiento de
y 25%, la oferta cae en un 85, 80 y 70%, las poblaciones por el aumento de las

8
6

6
respectivamente, durante los primeros clases juveniles de origen clonal, el efecto

4
diez años, pero después tiene una recu- no fue el mismo sobre la cantidad de tallos
e

2
peración progresiva, alcanzando incluso disponible para palmito en un periodo

0
Log-Abundancia
Sequiondita t=0 t=10 t=30 t=50

Figura 6. Cambios en la estructura poblacional de Euterpe oleracea en un gradiente de


20

20

20

20
15

15

15

15
cosecha para un periodo de 50 años. (a) y (b) Corresponden a poblaciones no cosechadas
10

10

10

10
por más de 10 años; (c) a una población con cosecha media; (d) y (e) a poblaciones con
5

5
cosecha alta-antes y durante el estudio; (f) a una población que tuvo una cosecha alta, pero f
0

0
previa al estudio. p j1 j2 j3 j4 sa2 a2 p j1 j2 j3 j4 sa2 a2 p j1 j2 j3 j4 sa2 a2 p j1 j2 j3 j4 sa2 a2

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: PACÍFICO COLOMBIANO

M. I. Vallejo

para palmito, sin que se presente una más pequeñas, lo que conduce a un agota-
caída abrupta del recurso durante los miento progresivo del recurso. Esta prác-
primeros años de cosecha. 2) Permite que tica, que ha sido empleada en cultivos de
se realicen cortes anuales, evitando la apli- naidí en Brasil, está más orientada hacia
cación de vedas prolongadas como las que el incremento en la producción de frutos y
se realizan en la actualidad, debido al alto al desarrollo reproductivo a más temprana
grado de deterioro en que se encuentran edad, ya que la eliminación de los rebrotes
algunos de los palmares aprovechados de evita la movilización de los nutrientes
forma intensiva. 3) Permite mantener una asimilados hacia la formación del sistema
oferta mínima de frutos para ser apro- de raíces de las macollas y los direcciona
vechados por los pobladores, ya sea para hacia procesos reproductivos (Oliveira et
el consumo familiar o para venderlo en al. 2002, Lopes et al. 2005, Oliveira et al.
los mercados locales, lo cual representa 2007).
una mayor ganancia porque es una acti-
vidad mucho más rentable que el corte del Existen adicionalmente varias recomenda-
palmito; el único inconveniente es que solo ciones de manejo que son fundamentales
existen dos temporadas de producción de para que la producción de palmito de E.
frutos al año (Vallejo et al. 2011). Los esce- oleracea sea una práctica sostenible a largo
narios con menor intensidad de cosecha y plazo. Algunas de ellas están relacionadas
con ciclos más largos (2-5 años), no son los con un manejo controlado de los palmares
más productivos para el aprovechamiento durante y después los eventos de cosecha,
del palmito, pero si los más adecuados de tal forma que se puedan regular no solo
para la conservación de las poblaciones, ya los ciclos de corta, sino la marcación de los
que permiten mantener en cierta medida tallos que podrían ser cosechados en el
una estructura similar a la de las pobla- próximo ciclo. Algo similar al proceso que
Figura 7. Cambio en el porcentaje de ciones antes de ser cosechadas. Además, realizan en las plantaciones de bambú en
tallos aprovechables bajo diferentes la recuperación de los palmares que han las que existen cosechas programadas y
escenarios y ciclos de cosecha (1-5 sido cosechados intensivamente, requiere definido cuántos y cuáles tallos de bambú
años) durante un periodo de 50 años. de periodos de descanso mínimo de siete pueden ser aprovechados en cada ciclo,
Tomado de Vallejo et al. (2014). años, ya que según nuestros datos es el para que el rendimiento y la productividad
tiempo que tardaría un tallo de menos de de las macollas sean las óptimas (Kigomo
1 m en alcanzar un tamaño mínimo de 6 2007).
m de altura, que es cuando los tallos de
poblaciones sometidas al estrés perma- Otra recomendación que podría favorecer
nente de la cosecha, empiezan a ser repro- el desarrollo de los naidizales es el manejo
ductivos. de los desechos de la corta para producir
abono orgánico, lo cual se traduce en
de 50 años. Los únicos escenarios que En consecuencia, se propone como mejor Las prácticas de deshije, que inicialmente trozar los troncos y hojas de los tallos
mostraron una recuperación en el número escenario de cosecha el que se incluye el se pensaba podían favorecer la produc- cortados y ponerlos alrededor de las maco-
de tallos aprovechables por hectárea corte del del 50% de los tallos aprovecha- ción de nuevos rebrotes y estimular el llas para que se descompongan y para que
después de la cosecha inicial, fueron los bles, ya que ofrece varias ventajas, como crecimiento de los ramets más pequeños, los nutrientes se integren más rápido al
que contemplaron eventos de corta sin las que se presentan a continuación. 1) Es no resultaron adecuadas para el manejo suelo.
deshije o los que incluyeron un deshije un punto intermedio entre una cosecha del palmito. Por el contrario, el deshije
del 10%, pero con ciclos de corta de por lo del 75 y del 25% lo que permite aprovechar disminuye la probabilidad que los tallos También existen aspectos de tipo econó-
menos dos años. hasta la mitad de los tallos disponibles cortados sean reemplazados por las clases mico, social y cultural que deben ser

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: PACÍFICO COLOMBIANO

M. I. Vallejo

fortalecidos en un trabajo conjunto con de fruta y un tallo de palma produce un y ambientalmente responsable, deben • González, H. y D. Arango. 2002. Efectos
las autoridades ambientales, los consejos promedio de cuatro racimos cada año, un existir políticas de respaldo que obliguen del clima y la densidad sobre la dinámica
comunitarios, los empresarios y los agricultor puede cosechar alrededor de 24 a todos los actores involucrados a declarar poblacional de Euterpe oleracea Mart. (Are-
kg de fruta por tallo por año y ganar COP caceae) en un bosque neotropical. Crónica
corteros, con el fin de mejorar no solo los la procedencia de sus productos (p. e.
Forestal y del Medio Ambiente 17: 5-22.
planes de manejo que se diseñen hacia 24.000, es decir, 120 veces más que por la mediante la implementación explícita de • Henderson, A. y G. Galeano. 1996. Euterpe,
el futuro, sino también las condiciones venta una sola vez de un solo corazón de una codificación del lote de procedencia). Prestoea and Neonicholsonia (Palmae). Flora
laborales de los corteros. Por ejemplo, palma (Vallejo 2013, Vallejo et al. 2011). En el caso del palmito, cada lata o frasco Neotropica 72: 1-89.
en materia económica actualmente el debería indicar claramente si el producto • Kigomo, B. 2007. Guidelines for Growing
mercado de exportación de palmito está En materia social y cultural, la depen- proviene de plantas silvestres o culti- Bamboo. Revised and updated version of
siendo dominado por Bactris gasipaes, una dencia económica que existe actualmente vadas, de cuáles especies, dónde, cuándo the Guidelines for Establishment and Ma-
especie de palma ampliamente cultivada entre la única empresa enlatadora de la naging Plantations of Bamboo in Kenya
y por quién fue producido (Vallejo et al.
región y los corteros ha suscitado incon- (1995). KEFRI, Kenya. 41 pp.
en Costa Rica y Ecuador (Arroyo y Mora 2016). Todo esto debe ir acompañado de • Lopes, S. E., A. Claret y R. F. Berni. 2005. O
2002, Montufar y Rosas 2013). Esto en formidad entre los habitantes locales, un plan de manejo que garantice el aprove- cultivo do Açaizeiro. Comunicado Técnico.
cierta forma ha favorecido la reducción de quienes consideran injusto el pago que chamiento sostenible del palmito, para lo Manus, AM, Empresa Brasileira de Pesqui-
la presión sobre poblaciones silvestres de actualmente reciben por cada cogollo (COP cual es necesario implementar un sistema sa Agriopecuária, Embrapa Amazônia Oci-
especies vulnerables como Euterpe preca- 180-200). No obstante, muchos de ellos se organizado de cosecha, que incluya la deli- dental. 4 pp.
toria, altamente explotada y diezmada en ven obligados a dedicar parte de su tiempo mitación de áreas de explotación, la defi- • Moegenburg, S. M. 2002. Spatial and tem-
Bolivia (Zuidema 2000), y al mismo tiempo a esta actividad, debido a las pocas oportu- nición de ciclos de aprovechamiento de poral variation in hydrochory in Amazo-
ha desviado la mirada hacia otras alterna- nidades laborales que existen en la región. nian floodplain forest. Biotropica 34 (4):
cada área y la organización de los corteros
Por su parte, los empresarios, que son 606-612.
tivas de mercado, como la obtención de a través de los consejos comunitarios, • Moegenburg, S. M. y D. J. Levey. 2003. Do
conscientes de esta situación, se sienten
pulpa, aceites y otros compuestos a partir entre otros. De esta manera, los consejos frugivores respond to fruit harvest? An ex-
impotentes al no poder mejorar el precio
de los frutos de asaí, que es como se conoce comunitarios tendrían un mejor control perimental study of short-term responses.
del palmito y las condiciones de trabajo de
internacionalmente este recurso. En el del recurso y velarían para que se respeten Ecology 84 (10): 2600-2612.
los corteros debido las condiciones fluc- • Molnar, A., R. Butterfield, F. Chapela, P.
caso de E. oleracea, Colombia solamente los turnos e intensidades de cosecha asig-
tuantes de este producto en el mercado Fuge, A. G. de Freitas, J. Hayward, J-W.
participa en un 0,92% de las exportaciones nados a cada cortero y a cada sitio.
internacional. Esto, sumado a la cultura Jansens, M. Jenkins, S. Madrid, A. Martin,
de palmito a nivel mundial, siendo Francia local que lleva a los campesinos a obrar T. R. de Azevedo, M. Ridder, P. Smith, C.
el principal comprador de este producto con la mentalidad de que ‘el tallo que yo no Bibliografía Soza y A. White. 2003. Forest Certification
(Vallejo et al. 2016). Recientemente, los corte lo va a cortar otra persona mañana’, • Alonso, J. 2012. El fruto de asaí  (Euterpe and Communities: looking forward to the
empresarios del palmito en el Pacífico hace impracticable cualquier programa de oleracea) como antioxidante. Fitoterapia 12 next decade. Forest Trends, Washington
colombiano han establecido una despul- (2): 149-157.  DC. 58 pp.
conservación y manejo sostenible de los • Arango, D. A., A. J. Duque y E. Muñoz.
padora en Tumaco (Nariño) y están expe- • Montufar, R. y J. Rosas. 2013. Chontadu-
naidizales. Es por estas razones que inicia- 2010. Dinámica poblacional de la palma
rimentando con la producción de pulpa ro/Chontilla. Bactris gasipaes. Pp. 77-89.
tivas como los sellos verdes (Green seals) Euterpe oleracea (Arecaceae) en bosques En: Valencia, R., R. Montufar, H. Navarre-
de asaí que ya exportan hacia Brasil y que o los certificaciones de comercio justo inundables del Chocó, Pacífico colombiano. te y H. Balslev (Eds.), Palmas ecuatorianas:
también han empezado a comercializar en (Fair trade), que hoy en día se promueven Revista de Biología Tropical 58 (1): 465-481. Biología y uso sostenible. Escuela de Ciencias
diversas presentaciones (pulpa o liofili- como una alternativa para cerrar la brecha • Arroyo, C. y J. Mora. 2002. Producción Biológicas, Pontificia Universidad Católica
zado) en el mercado nacional (Jorge Yoria, entre los productores y los consumidores comparativa de palmito entre cuatro varie- del Ecuador. Quito, Ecuador.
com. pers. 2015). De resultar exitoso este de los productos forestales no maderables dades de pejibaye (Bactris gasipaes Kunth). • Nelson, V., A. Tallontire y C. Collinson.
ejercicio, se esperaría que las condiciones (PFNM) (Molnar et al. 2003, Nelson et al. Agronomía Mesoamericana 13 (2): 135-140. 2002. Assessing the benefits of ethical tra-
de los campesinos mejoren en cuanto a los 2002, Shanley et al. 2002), no resultan • Caswell, H. 2001. Matrix Population Mo- de schemes for forest dependent people:
ingresos recibidos por la cosecha de los dels. Sinauer, Sunderland, Massachusetts, comparative experience from Peru and
fáciles de aplicar en sistemas extractivos
M. A. 722 pp. Ecuador. International Forestry Review 4:
frutos, ya que actualmente en la región un como el del palmito de E. oleracea en el • Corponariño-Corporación Autónoma Re- 99-109.
agricultor puede vender 1 kg de frutos de Pacífico colombiano. gional de Nariño. 1989. El naidisal del • Oliveira, M. S. P., J. E. Urano, W. M. Olivei-
naidí (asaí) en COP 1.000, lo equivalente departamento de Nariño. Taller sobre bos- ra y C. H. Müller. 2002. Cultivo do açaizei-
a la venta de cinco palmitos. Ahora bien, Más allá de cualquier sello verde o ques de guandal, Corporación Autónoma ro para produção de frutos. Circular Técnica
si un racimo produce un promedio de 6 kg certificación de comercio justo, social Regional de Nariño. Tumaco- Nariño. 5 pp. 26: 1-18.

450 451
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: PACÍFICO COLOMBIANO

• Oliveira, M. S. P., J. T. Farias y R. Silva. na: Estado actual y perspectivas. Colombia


2007. Açaí: técnicas de cultivo e processa- Forestal 14 (2): 191-212.
mento. Fortaleza, Instituto de Desenvol- • Vallejo, M. I., G. Galeano, R. Bernal y P.
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(Arecaceae) en la Costa Pacífica colombia-

452 Naidizal inundado en el Pacífico colombiano. Foto: M. I. Vallejo.


D. Salas D.
ESTRUCTURA, COMPOSICIÓN
FLORÍSTICA, ECOLOGÍA, DISTRIBUCIÓN
Y ESTADO DE CONSERVACIÓN DE LOS

22. PALMARES DE Copernicia alba


EN EL PARAGUAY
Danilo Salas Dueñas, Fátima Mereles y Laura Rodríguez

Resumen el comportamiento de la especie en Para-


Los palmares de Copernicia alba se desa- guay, su distribución, fenología, ecología y
rrollan sobre las sabanas hidromórficas estructura.
del Chaco húmedo, constituyendo su
estructura de solo dos estratos de vege- Palabras clave. Chaco húmedo. Feno-
tación. El más elevado está constituido logía. Flora. Historia natural.
únicamente por C. alba, la que puede llegar
entre 350-400 estípites por hectárea en Introducción
los sitios de mayor densidad poblacional El género Copernicia es un género con apro-
y el segundo estrato es el herbáceo, muy ximadamente 25 especies, teniendo su
rico y diverso en especies de naturaleza centro de distribución en las Antillas (Uhl
acuático-palustres por ser un ambiente y Dransfield 1987), extendiéndose a Suda-
mixto anegable e inundable, pero que mérica solo con dos especies: C. cerífera

TERCERA PARTE: soporta sequías periódicas. Las familias


de herbáceas más representativas son:
Poaceae, Asteraceae, Leguminosae, Alis-
y C. alba, llegando la primera a desarro-
llarse en el noreste del Brasil y la segunda
llegando hasta el río Bermejo, en el Chaco

PARAGUAY mataceae, Pontederiaceae, Cannaceae,


Marantaceae, Solanaceae y Verbenaceae,
entre otras. En Paraguay estas sabanas se
extienden prácticamente en todo el Chaco
argentino.

Copernicia alba es una palmera ya muy


estudiada desde diferentes puntos de
húmedo hasta el paralelo 23°S aproxima- vista y desde el siglo XIX en adelante se
damente, quedando algunos restos en dieron los primeros estudios taxonó-
otras partes de dicho territorio y la región micos (Morong y Britton 1893, Dalh-
Oriental del país. Aunque el cambio de green y Glassman 1961), más adelante, a
uso del suelo vaya avanzando sobre las partir de la década de los 80 se dieron en
sabanas, el estado de conservación aún es Paraguay y en general para la región, los
muy bueno por las grandes superficies que etnobotánicos (Arenas 1982, Negrelle y
aún persisten, siendo C. alba una especie Degen 2012). Paralelamente se realizaron
muy resiliente. En este trabajo se presenta estudios ecológicos y de distribución en

455
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: PALMARES CHACO

D. Salas D.

la región (Balslev y Moraes 1989, Moraes (Spichiger et al. 1991, Mereles 2005). a considerables distancias del río Para- Mato Grosso (región del Pantanal) y Mato
1989, 1991 y 1996, Mereles 1998, 1999 y Según Hueck (1978), el área de distri- guay, muy al interior del Chaco, también Grosso do Sul, y Degen de Arrúa y Negrelle
2000, Degen y Negrelle 2014). bución de dichas sabanas se inicia en está en el departamento de Santa Cruz (2014) mencionan que C. alba ocupa en
Argentina, aproximadamente desde el río (Negrelle y Degen Naumann 2012). Hahn este país una superficie diez veces más
Copernicia alba es una especie muy desa- Bermejo (Provincias Formosa y Chaco), (1990) menciona que la especie también que C. cerifera (la palmera productora de
rrollada en la región, especialmente en formando masas densas desde la ciudad de crece en el Uruguay; Silva et al. (2000) la la cera de carnauba). Finalmente Dahlgren
Argentina y Paraguay, en donde aún se Reconquista (Parodi 1934) hacia el norte, señalan para el Brasil en los estados de y Glassman (1961) mencionan que es la
encuentran extensas poblaciones monoes- llegando al Paraguay y este de Bolivia
pecíficas muy densas. En Paraguay está (bañados de Otuquis y El Carmen). Según
presente en ambas regiones naturales: Grassía y Benito (2016), en la Argentina
Oriental y Occidental o Chaco (Figuras 1 habita en los valles de inundación de tres
y 2), siendo la porción del Chaco denomi- grandes ríos (Paraná, Paraguay y Bermejo),
nada como “húmedo” en donde conforma una gran planicie que va de los 50 a los 100
grandes extensiones de sabanas hidromór- m s.n.m. en zonas mayormente de sabanas
ficas, tanto en formaciones puras y como y pastizales. En Bolivia llega al pie de los
parte del denominado “mosaico de vege- Andes, Yacuiba y Villamontes, cercanos
tación “bosques-palmares-humedales” al río Pilcomayo (Fiebrig y Rojas 1933) y

Figura 1. Zonas húmedas de Paraguay y distribución de Copernicia alba (área punteada). Figura 2. Ecorregiones del Chaco paraguayo.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: PALMARES CHACO

D. Salas D.

especie de palmera más abundante por su importantes que hubieran ocupado una rojizo y la “palma negra”, ya prácticamente
área de distribución en la región sudame- mayor superficie de las que hoy ocupan con los estípites muy crecidos, altos, muy
ricana. en prácticamente todo el departamento delgados y con abundante leño, sin las
Presidente Hayes, que hace parte de la cicatrices evidentes de las hojas y de color
En Paraguay si bien es en la parte sur del ecorregión conocida como Chaco Húmedo muy negro. Esto ha dado pie a que diversos
territorio chaqueño en donde la especie (Figura 2). autores lo hayan considerado incluso
adquiere un gran desarrollo, también como especies diferentes, entre ellos
aparece más al norte manchones de Breve descripción de los aspectos Morong y Britton (1893). Según Dahlgren
diversas extensiones de palmares de C. botánicos de la especie y Glassman (1961), se trata de una sola
alba, tanto hacia el noreste como noroeste Estípite de unos 5-20 m de altura, rectos y especie, C. alba, con formas diferentes
del Chaco (Figuras 3-7). Según Ramella y cilíndricos, sin espinas, cubiertos por cica- según sus estadios de desarrollo y es la
Spichiger (1989), estas pequeñas exten- trices foliares anulares, menos evidentes única especie del género que llega más al
siones serían relictos de masas más Figura 5. Palmar en el Alto Paraguay. a medida que el individuo va madurando, sur del continente.
Foto: F. Mereles. de color blanquecino, rojizo o negro según
el estado de maduración y formación del El objetivo del trabajo es presentar el
leño. Hojas agrupadas en un penacho comportamiento fenológico, ecológico,
grande, de 1,20 m de largo, palmatisectas la distribución y estructura de Copernicia
y dispuestas en forma circular, coriáceas, alba, siendo esta una la única especie de
lóbulos 15-50 con ápice bífido; peciolos Arecaceae del país que habita en los hume-
largos con espinas recurvadas a lo largo dales.
y más intensamente hacia la base. Flores
agrupadas en inflorescencias constitu- Materiales y métodos
yendo grandes panículas hasta 2 m de El trabajo se realizó utilizando la biblio-
largo, excediendo la longitud de las hojas; grafía ya existente acerca del comporta-
flores pequeñas, trímeras, hermafroditas, miento de C. alba en Paraguay. Los estudios
de color amarillo-cremoso, muy nume- fenológicos se realizaron de forma cualita-
rosas. Fruto, baya sub globosa de 2 cm de tiva, con base a las observaciones de varios
Figura 3. Ambientes en donde se desa- Figura 6. Palmares de Copernicia alba en diámetro, pulposa, de color verde cuando años de trabajo.
rrolla el Karanda’y (Copernicia alba). Foto: el Chaco central. Foto: F. Mereles. inmaduros y negro brillante a la madurez.
F. Mereles. Los estudios ecológicos fueron realizados
Nombres vernaculares en Paraguay en base a las observaciones y descrip-
y razón de los mismos ciones in situ y los análisis de suelos fueron
El nombre más conocido de la especie tomados del Proyecto Sistema Ambiental
es “carandá’y” o “karandá’y”, según las del Chaco (1992-1996). Los estudios de
grafías utilizadas en el idioma guaraní la estructura se realizaron mediante el
y que significa: “palmera del agua”. La método de Lamprecht (1990), tomando
especie presenta un estípite muy variado, mediciones de estípites de Diámetro a
con diversos aspectos a medida que se va la Altura del Pecho (DAP) = o > a 10 cm
desarrollando, razón por la que ha recibido dentro de una superficie de 1 hectárea,
otros nombres vernaculares tales como subdivididas en 25 sub-parcelas, en la
“palma blanca”, dada a aquellas cuyos Estancia Santa María del Doce, retiro San
estípites son gruesos y sin color, con las Juan, 24°56’S, 57°40’O, propiedad de la
Figura 4. Copernicia alba sobre un embal- cicatrices de las hojas aún poco evidentes; Fundación La Piedad, Departamento de
sado desprendido Alto Paraguay. Foto: F. Figura 7. Palmares de Copernicia alba. “palma colorada”, de estípites gruesos y Presidente Hayes en la ecorregión Chaco
Mereles. Foto: F. Mereles. con las cicatrices muy conspicuas de color húmedo del Paraguay.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: PALMARES CHACO

D. Salas D.

Para la medición de la regeneración se manchones. Departamento Concep- Ecología la arcilla (Proyecto Sistema Ambiental
contaron los individuos con una altura ción, San Pedro, Central y Ñeembucú: Copernicia alba se desarrolla sobre suelos del Chaco 1992-1996). La especie soporta
menor a 2 m. como parte del litoral del río Para- horizontales o con muy escasa pendiente, asfixiamiento por agua en forma periódica
guay, margen izquierda. Individuos muy estructurados y ricos en arcillas, debido a inundaciones o anegamientos,
Las colecciones de herbario efectuadas se aislados, sin seguridad de que sea muy duros en seco y pegajosos cuando al menos entre 4-6 meses por año. Sin
encuentran depositadas en CTES, FCQ y la especie, en otros departamentos húmedos, con poca disponibilidad de embargo, Markley (1955) menciona que la
G. como Amambay, Itapúa, etc., en la agua, impermeables, inundables y anega- especie queda excluida en donde la inun-
región Oriental (Figura 8). bles del tipo vertisoles o gleysoles según dación es más o menos continua, lo cual
Para la verificación de los sinónimos y
nombres botánicos de las especies se utili- Fenología
zaron las bases de datos on line TROPICOS El periodo de floración se inicia con el
(2011) y Zuloaga et al. (2008). desarrollo de la inflorescencia que emerge
de un eje central y este proceso se inicia
Resultados desde finales de septiembre, raramente a
fines de agosto, lo que es considerada una
Historia natural de Copernicia alba en floración muy temprana, se extiende todo
Paraguay octubre y llega hasta diciembre, siendo su
floración plena a fines de octubre, llegando
Distribución (Figura 1). Copernicia alba se a noviembre-diciembre con unos pocos
la encuentra en dos regiones de Paraguay. individuos (Mereles y Degen 1993). Según
a) Región Occidental o Chaco. Depar- las observaciones, solamente el 1,8% de
tamentos Presidente Hayes y Alto los individuos inicia su periodo de flora-
Paraguay, donde se desarrollan las ción de forma muy temprana.
grandes superficies de sabanas hidro-
mórficas con un número de indivi- Durante octubre, 21% de los individuos
duos muy elevado, formaciones muy se encuentra al inicio de su floración y a
cerradas y densas y en parte alter- fines de dicho mes y noviembre, el 38%
nando dentro del mosaico bosques- de los mismos se encuentra en floración
sabanas palmares. plena y solamente un 0,7% al término de
su floración.
Departamento Boquerón: en relictos
en forma de pequeños manchones, un Los frutos, drupas globosas pequeñas,
ejemplo de ello es el relicto de Palmar pueden aparecer en octubre y se super-
de las Islas (19°30’S, 60°35’W), ya en pone en muchos de los casos a la floración,
la frontera con Bolivia (HITO VI), perdurando hasta marzo y abril, meses
a orillas de la Laguna Palmar, así en los cuales la fructificación es plena.
como el sitio conocido como “palmar Este estado puede llegar en algunos casos
quemado”, entre otros. hasta junio-julio en donde el 96% de los
individuos se encuentra en plena fructi-
b) Región Oriental. Departamentos ficación. Ya en agosto, la mayor parte de
Cordillera y Central: sub-cuenca los individuos estudiados se encuentra al
del lago Ypacaraí. Departamentos final de la fructificación, apareciendo la
Paraguarí y Central: sub-cuenca del mayor parte de ellos con el raquis de la
lago Ypoá. Departamento Caaguazú: infrutescencia desnuda y los frutos ya en
relictos en forma de pequeños el suelo (Tabla 1). Figura 8. Distribución de Copernicia alba en el Paraguay.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: PALMARES CHACO

D. Salas D.

Tabla 1. Fenología de Copernicia alba. sistema algunas especies leñosas colo- Discusión y conclusiones
nizadoras típicas de los suelos sobre los Los estudios estructurales de los palmares
Mes Floración Fructificación que se desarrolla la especie, tales como evidencian una alta densidad en el
Acacia caven, Prosopis ruscifolia, P. vinalillo, número de estípites por hectárea en aque-
Abril   Fructificación plena. Mimosa pellita, Geoffroea spinosa, entre llos sitios en donde las condiciones tanto
Perduran los frutos, inicio de la otras (Mereles y Degen 1997). En condi- edáficas como hídricas les son favorables.
Junio  
maduración y frutos en el suelo. ciones prístinas, eso no sucede. De acuerdo con Moraes (1991), aquellos
Agosto Raro inicio de floración. Drupas maduras en su mayoría. suelos con largos periodos de inundación
96% individuos en flor. Moraes (1996) menciona también que a son los más propicios, correspondiendo
C. alba se la encuentra en el interior de los acertadamente la denominación de los
Septiembre 1,8% floración plena.  
islotes boscosos, preferentemente en aque- palmares como de “bosques densos”, en
2,3% individuos sin flores.
llos de Schinopsis balansae. Así, grandes alusión a la abundancia muy alta de indi-
21% individuos en inicio de floración.
superficies de las sabanas hidromórficas se viduos. Muy probablemente, otro factor
Octubre 79% individuos en plena floración. Primeros frutos (muy raro). intercalan con los bosques de S. balansae, importante es la luz, pues las observa-
0,7% individuos al final de su floración. conformando el mosaico bosques-sabanas ciones conducen a la conclusión que C. alba
Decaimiento de la floración plena. palmares. En esos casos donde individuos es una especie muy heliófila, cuyas semi-
Noviembre Flores llegando a diciembre de una   aislados de C. alba o manchones de ellos, llas germinan dentro de las formaciones
minoría de individuos. penetran al interior del bosque en aquellos boscosas como las de Schinopsis balansae,
Marzo   Inicio y aumento de los frutos. sitios en donde las formaciones boscosas únicamente en aquellos sitios abiertos y
presentan claros y los suelos se mantienen soleados.
bastante húmedos.
Respecto de la estructura, evidentemente
puede ser posible en años de frecuentes como “clímax edáfico (Spichiger et al. Estructura los individuos entre 5-10 m de altura y
subas de los cursos de agua aledaños, como 1991, Mereles 1998) y son denominadas Los análisis de la estructura basados en con diámetros entre 15-20 cm son los más
consecuencia de las lluvias abundantes y “sabanas hidromórficas”. Estas grandes Mereles (2000), se muestran en la tablas abundantes, con más del 60% de ellos con
de los desbordes frecuentes de los cursos superficies cubiertas por C. alba acogen en 2. La regeneración al interior de la parcela dichas medidas, siendo muy inferior el
de agua. Muy raramente C. alba aparece el estrato inferior a un rico estrato de espe- fue: total individuos con DAP < a 10 cm y número de individuos cuyos DAP y alturas
sobre suelos arenosos más arriba, pero cies de herbáceas y sufrútices muy rico en altura < a 2 m = 77, para un total de 498 se encuentran sobre las ya mencionadas.
siempre con arcillas a menos de 30-40 diversidad vegetal de naturaleza acuático- individuos. Michalowsky (1958) señala que las alturas
cm de profundidad, ocasión en la que se palustres (Mereles 1999) (Anexo 1).
muestra en forma aislada, compartiendo
con otras leñosas como Tabebuia aurea, Pequeñas asociaciones edáficas quedan
Astronium fraxinifolium y Jacaranda mimo- como relictos en las áreas hoy más semi-
Tabla 2. Estructura del palmar de Copernicia alba con DAP = 10 o > a 10 cm y una altura
sifolia (Mereles y Degen 1997). Con estas áridas, conformando los denominados
superior a 2 m. Superficie = 1 hectárea.
condiciones de suelos, los estípites de C. bosques anegables (Mereles 2005).
alba se disponen en forma más aislada
que cuando la misma ocupa suelos con la Copernicia alba es una especie helió- No. de No. de
DAP (cm) Altura (m)
individuos individuos
arcilla en superficie. fila que prefiere ambientes abiertos y
muy iluminados, constituyendo rodales >10 = 15 123 >2 = 5 119
Las sabanas hidromórficas puros, excepto en caso de modificación >15 = 20 263 >5 = 10 270
La especie ocupa grandes superficies en de los suelos. Hueck (1978) menciona >20=25 35 >10=15 323
el Chaco húmedo paraguayo por debajo la presencia de ciertas especies leñosas
>20 8,3 >2 28,2
del paralelo 23° y conforman poblaciones arbustivas dentro de los rodales de C.
de una densidad muy elevada, por lo que alba. En efecto, cuando los palmares se >15=20 62,4 >5=10 64,1
dichas formaciones son denominadas modifican, inmediatamente ingresan al >15=10 29,2 >10=15 6,9

462 463
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: PALMARES CHACO

D. Salas D.

dominantes en el Paraguay están entre 8 evidencia una clara predilección por los Botanico y Museo de Historia Natural del Pa- del Chaco boreal, Paraguay. Rojasiana 6 (2):
y 15 m, lo cual coincide con los resultados tipos de suelos en ambas regiones natu- raguay 3: 3-87. 5-48.
obtenidos. rales del país (Mereles y Degen 1997). • Grassía, J. A. y G. N. Benito. Palmares de • Mereles, F. y R. Degen. 1997. Leñosas colo-
Otros autores mencionan lo mismo en Copernicia alba en la cuenca inundable del nizadoras e indicadoras de sitios modifica-
Chaco argentino. Pp. 299-317. En: Lasso, dos en el Chaco boreal, Paraguay. Rojasiana
Analizando la distribución de los indivi- otras partes de la región (p. e. Morello
C. A., G. Colonnello y M. Moraes R. (Eds.), 4 (1): 25-83.
duos respecto a sus alturas, se observan 1971, Morello y Adamoli 1974, Hueck Morichales, cananguchales y otros palmares • Michalowsky, M. 1958. Ecology of the Pa-
diferencias. Por ejemplo, hacia el norte del 1978). inundables de Suramérica. Parte II: Colombia, raguayan palms. Principes 2:52-58.
Chaco y sobre los suelos gleycos y vérticos Venezuela, Brasil, Perú, Bolivia, Paraguay, • Moraes R., M. 1989. Ecología y formas de
se presentan las mayores alturas (entre En cuanto a la conservación de la especie Uruguay y Argentina. Serie Editorial Recur- vida de las palmas bolivianas. Ecología en
20-30 m), con los estípites ya muy lisos, en el Paraguay, puede decirse que el uso sos Hidrobiológicos y Pesqueros Continen- Bolivia 13: 33-45.
sin la presencia de cicatrices foliares y ha aumentado en forma considerable, tales de Colombia. Instituto de Investiga- • Moraes R., M. 1991. Contribución al studio
las cortezas de color negro, en tanto que especialmente para las construcciones y ción de los Recursos Biológicos Alexander del ciclo biológico de la palma Copernicia
la alimentación y su estípite y cogollo para von Humboldt (IAvH), Bogotá. alba en un área ganadera (Espíritu, Beni,
cuando los suelos contienen menos mate-
dichos efectos, han entrado dentro de un • Hahn, W. 1990. A synopsis of the Palmae Bolivia). Ecología en Bolivia 18: 1-20.
rial arcilloso, las alturas son menores y
of Paraguay. Thesis. Cornell University, • Moraes R., M. 1996. Diversity and distri-
el aspecto del estípite es diferente. Esto proceso de industrialización, no así sus
U.S.A. 226 pp. bution of palms in Bolivia. Principes 40:
se observa en los palmares al interior del hojas, las que continúan siendo utilizadas • Hueck, K. 1978. Los bosques de Sudamé-
en forma artesanal. 75-85.
litoral del río Paraguay en los departa- rica: ecología, composición e importancia • Morello, J. 1971. Ecología en el Chaco. Bo-
mentos de Concepción, San Pedro y Ñeem- económica. Sociedad Alemana de Coope- letín de la Sociedad Argentina de Botanica 11:
bucú, así como en aquellos relictos en el Finalmente al aumento de los usos y a ración Técnica Internacional (GTZ). Ech- 161-174.
norte del Chaco. En el caso de los estípites pesar de que aún las grandes poblaciones born. 294 pp. • Morello, J. y J. Adamoli. 1974. La vegeta-
muy elevados, estos se ubican en sitios se encuentran todavía en pie, no hay estu- • Lamprecht, H. 1990. Silvicultura en los
ción de la República Argentina: las grandes
dios tendientes a conocer la manera de trópicos: los ecosistemas forestales en los
más restringidos, por lo que se deben unidades de vegetación y ambientes del
cómo hacer que la especie se mantenga bosques tropicales y sus especies arbóreas:
considerar también otros factores como el posibilidades y métodos para un aprove-
Chaco argentino II: vegetación y ambiente
uso de la especie y la accesibilidad. sosteniblemente en el tiempo, aunque la de la Provincia del Chaco. Instituto Nacio-
chamiento sostenido. Sociedad Alemana
misma parece ser bastante resiliente si se nal de Tecnología Agropecuaria (INTA),
de Cooperación Técnica Internacional
En relación a de la dispersión de las semi- considera su reproducción en los suelos ya Ser. Fitogeográfica 13: 40-45.
(GTZ). Echborn. 335 pp.
modificados. • Morong, Th. y N. L. Britton. 1893. An enu-
llas, no se conocen estudios cuantitativos. • Markley, K. S. 1955. Caranday. A source of
meration of the plants collected by Dr.
Sin embargo, se ha observado que un factor palm wax. Principes 9: 39-52.
Thomas Morong in Paraguay, 1888-1890.
muy importante en el Chaco húmedo de Bibliografía • Mereles, F. y R. Degen. 1993. Aspectos fe-
Annals of the New York Academy of Sciences
Paraguay es el ganado. Las semillas sufren • Arenas, P. 1982. Etnobotánica Lengua- nológicos de árboles y arbustos del Chaco
boreal, Paraguay. I. Rojasiana 1 (2): 49-78. 35 (7): 280.
procesos de ablandamiento al interior Maskoy. Organización para la Educación,
• Mereles, F. 1998. Etude de la flore et de la • Negrelle, R. R. B. y R. L. Degen Naumann.
la Ciencia y la Cultura, Buenos Aires, Ar-
del tracto digestivo (dispersión endozoo- végétation de la mosaîque foret-savanne- 2012. Copernicia alba Morong ex Morong
gentina. 358 pp.
fila), hecho ya mencionado por Tortorelli • Balslev, H. y M. Moraes R. 1989. Sinopsis palmerai dans le Chaco boréal, Paraguay. & Britton: Aspectos botánicos, ecológicos,
(1967), considerando que el agua es un de las palmeras de Bolivia. AAU Reports 20: These N° 2999. Faculté des Sciences, Uni- etnobotánicos y agronómicos. Visao Acadé-
factor determinante que acondiciona 1-107. versité de Geneve, Suisse. mica 13 (2): 60-71.
los suelos y facilita la germinación de los • Dahlgren, B. y F. Glassman. 1961. A revi- • Mereles, F. 1999. Aspectos fenológicos de • Parodi, L. 1934. La vegetación de Recon-
granos. sión of the genus Copernicia. Gentes Herba- la vegetación herbácea de los palmares de quista (Provincia de Santa Fé). Revista Geo-
rum 9 (1): 1-40. Copernicia alba en el Chaco boreal, Para- gráfica Americana 6: 389-407.
• Degen de Arrúa, R. y R. R. B. Negrelle. guay. Rojasiana 5 (1): 67-99. • Proyecto Sistema Ambiental del Chaco
La modificación de los suelos en donde
2014. Estructura poblacional, regenera- • Mereles, F. 2000. Estudios cuantitativos en (1992-1996). Suelos. Dirección de Orde-
habita C. alba se produce como conse- namiento Ambiental, Sub-Secretaría de
ción y producción potencial de cera de Co- las sabanas de “karandáý”, Copernicia alba
cuencia del uso ganadero para reempla- Morong, en el Chaco boreal y la sub-cuenca Recursos Naturales y Medio Ambiente, Mi-
pernicia alba Morong ex Morong & Britton
zarlo por pasturas. Es en esos casos en en tres sitios de la región del Chaco, Para- del lago Ypacaraí, Paraguay. Rojasiana 5 (2): nisterio de Agricultura y Ganadería (DOA-
donde las leñosas que ingresan como guay. Iheringia 69 (2): 277-284. 279-290. SSERNMA-MAG), Paraguay e Instituto Fe-
colonizadoras en los palmares de C. alba • Fiebrig, C. y T. Rojas. 1933. Ensayo fitogeo- • Mereles, F. 2005. Una aproximación al co- deral de Geociencias y Recursos Naturales
son muy características y en donde se gráfico del Chaco boreal. Revista del Jardin nocimiento de las formaciones vegetales (BGR), Alemania. Informe Técnico.

464 465
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: PALMARES CHACO

D. Salas D.

• Ramella, L. y R. Spichiger. 1989. Interpre- • Tortorelli, L. 1967. Formaciones forestales

Sufrútices o arbustos
tación preliminar del medio físico y de la y maderas del Paraguay. Boletín, Instituto
vegetación del Chaco boreal. Contribución Forestal Latino-Americano de Investigación y
al estudio de la flora y la vegetación del Capitación 24: 541-564.
Chaco. I. Candollea 44 (2): 639-680. • Trópicos. 2011. Página consultada el

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• Silva, J. S. V., M. M. Abdom, A. Pott, V. J. 13-04-2016. http://www.tropicos.org/
Pott y L. M. Ribeiro. 2000. Vegetaçao da Name/2400383? projectid=11&langid=66
Bacia do Alto Paraguai-Pantanal Brasilei- • Uhl, N. y J. Dransfield. 1987. Genera Pal-
ro-Cetectada por Satélite (CD ROOM). En: marum. Classification of palms based on
Memórias do Simpósio Latino Americano the work of H. E. Moore. Jr. Allen Press.
de Percepción Remota 8. Mérida, Venezue- 610 pp.

Herbácea
la. • Zuloaga, F. O., O. Morrone, M. J. Belgrano,

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• Spichiger, R., L. Ramella, R. Palese y F. Me- C. Marticorena y E. Marchesi. (Eds.). 2008.

Anexo 1. Principales herbáceas y sufrútices que se desarrollan en los palmares de Copernicia alba.
reles. 1991. Proposición de leyenda para la Catálogo de las Plantas Vasculares del
cartografía de las formaciones vegetales Cono Sur (Argentina, Sur de Brasil, Chile,
del Chaco paraguayo. Contribución al estu- Paraguay y Uruguay). Monographs in Sys-
dio de la flora y la vegetación del Chaco III. tematic Botany from the Missouri Botanical
Candollea 46 (2): 541-564. Garden 107 (1), 107 (2) y 107 (3): 1–3348.

Hydrocleys nymphoides (Humb. y Bonpl. ex Willd.) Buchenau

Gymnocoronis spilanthoides (D.Don ex Hook. y Arn.) DC.


Echinodorus grandiflorus (Cham. y Schltdl.) Micheli

Sagittaria montevidensis Cham. y Schltdl.
Especie

Alternanthera philoxeroides (Mart.) Griseb
Pfaffia glomerata (Spreng.) Pedersen

Ipomea carnea subspp fistulosa


Mikania cordifolia (L.f.) Willd.
Hydrocotyle ranunculoides L.f.
Eryngium ebracteatum Lam.

Enhydra anagallis Gardner


Ruellia coerulea Morong.

Baccharis medullosa DC.
Echinodorus lingipetalus

Eclipta prostrata (L.) L.

Pluchea sagittalis Less.

Vernonia incana Less.
Eryngium eryngioides

Pacourina edulis Aubl
Pistia stratiotes L.

Canna glauca L.
Canna coccinea
Amaranthaceae
Amaranthaceae

Convolvulaceae
Familia

Alismataceae
Alismataceae
Alismataceae
Alismataceae
Acanthaceae

Compositae
Compositae
Asteraceae
Asteraceae
Asteraceae
Asteraceae
Asteraceae
Asteraceae
Cannaceae
Cannaceae
Apiaceae
Apiaceae
Apiaceae
Araceae
466 467
468
Anexo 1. Continuación.

Familia Especie Herbácea Sufrútices o arbustos


Cyperaceae Cyperus giganteus Vahl x
Cyperaceae Eleocharis elegans (Kunth) Roem. y Schult. x
Cyperaceae Eleocharis montana (Kunth) Roem. y Schult. x
Cyperaceae Rhynchospora corymbosa (L.) Britton x
Cyperaceae Rhynchospora tenuis Link x
Euphorbiaceae Caperonia palustris (L.) A.St.-Hil. x
Fabaceae Senna pendula var. paludicola H.S.Irwin y Barneby x
Fabaceae Sesbania virgata (Cav.) Pers.
Lythraceae Heimia salicifolia (Kunth) Link x
Malvaceae Hibiscus striatus Cav. x
TERCERA PARTE: PALMARES CHACO

Marantaceae Thalia geniculata L. x
Marantaceae Thalia multiflora Horkel ex Körn x
Mayacaceae Mayaca sellowiana x
Onagraceae Ludwigia peploides (Kunth) P.H.Raven x
Passifloracea Passiflora mooreana Hook. f. x
Poaceae Hymenachne amplexicaulis (Rudge) Nees x
Poaceae Panicum prionitis Nees x
Polygonaceae Polygonum hydropiperoides x
Polygonaceae Polygonum acuminatum Kunth x
Polygonaceae Polygonum punctatum Elliott x
Polygonaceae  Rumex paraguayensis D. Parodi x
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

Pontederiaceae Eichhornia crassipes (Mart.) Solms x

Anexo 1. Continuación.

Familia Especie Herbácea Sufrútices o arbustos


Pontederiaceae Heteranthera reniformis Ruiz y Pav. x
Solanaceae Solanum glaucophyllum Desf x
Typhaceae Typha domingensis Pers. x
Verbenaceae Phyla reptans (Kunth) Greene x
Verbenaceae Stachytarpheta cayennensis (Rich.) Vahl x
D. Salas D.

469
I. Guani
PALMARES DE Butia odorata

23. EN LOS BAÑADOS DEL ESTE


DE URUGUAY
Gastón Colominas

Resumen encuentra inserto en el principal ecosis-


La palma Butia odorata (Barb. Rodr.) tema de humedales del territorio, con
Noblick, se extiende en una superficie una enorme importancia biológica en
aproximada de 70.000 hectáreas formando cuanto a su biodiversidad (Figura 1). Estos
un ecosistema de palmar, de densidad humedales ocupan una superficie apro-
variable, principalmente asociado a un ximada de 430.000 hectáreas, formado
estrato herbáceo de praderas naturales por una compleja red de bañados, esteros
y pastizales, sobre suelos pesados, bajos y lagunas, paralelos a la costa atlántica,
y húmedos, anegables permanente o fundamentalmente en los departamentos
temporalmente y en forma más aislada de Rocha y Maldonado, en parte de Treinta
en bosques fluviales y laderas serranas. y Tres y Cerro Largo, entre los 32°- 35°S y
Los Bañados del Este están formados 53°- 55°O.
fundamentalmente por la cuenca de la

TERCERA PARTE: laguna Merín y lagunas costeras, ocupan Esta región fue declarada en 1976, por el
una superficie mayor a la del palmar, Programa MAB (Man and the Biosphere
Programme) de la UNESCO como Reserva
son Reserva de la Biosfera (1976) y área

URUGUAY
de la Biosfera Bañados del Este y en 1984,
Ramsar en 1984 (Ramsar 2000). El ecosis-
fue inscrito como sitio Ramsar, en la lista
tema de palmar se encuentra en riesgo
de humedales de importancia interna-
por la falta de regeneración, solo visible
cional. Es la mayor reserva de avifauna
en bordes de rutas y/o caminos, atribuida
con una gran cantidad de especies de aves
está a la acción de la ganadería y la rota-
acuáticas, algunas migratorias, así como
ción arroz- ganadería.
de reptiles, anfibios y mamíferos.
Palabras clave. Biodiversidad. Conser- En este contexto se ubican los palmares de
vación. Regeneración. Rocha. Butia odorata los cuales ocupan casi 70.000
hectáreas de praderas en suelos inundables
Introducción temporal o permanentemente. En menor
El palmar de Butia odorata del este de cantidad en ambientes de bosques ribe-
la República Oriental del Uruguay, se reños y laderas de cerros bajos (Figura 2).

Palmar de Butia odorata en Laguna Negra, Rocha. Foto: I. Guani. 471


XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: BAÑADOS URUGUAY

G. Colominas

los regímenes hídricos afectando todo el cada diez años. Quedan incluidos en ella,
ecosistema. En 1992 se crea PROBIDES los humedales de la cuenca de la laguna
(Programa de Conservación de la Biodi- Merin, una porción de la vertiente Atlán-
versidad y Desarrollo Sustentable), con tica de la misma y un conjunto de lagunas
la participación de la Universidad de la de agua dulce (Merin y Negra) y de agua
Republica, el Municipio Departamental salobre (Castillos), parte de los afluentes y
y el Ministerio de Ordenamiento Territo- las planicies bajas de inundación perma-
rial y Medio ambiente, con el objetivo de nente o periódica que los acompañan
estudiar la biología, ecología del palmar (Figura 3). Recientemente se incorporó la
y conservar la biodiversidad en los hume- Laguna de Rocha lo que hace un total de
dales mediante un desarrollo sustentable. 418.000 ha.
En 1997 esta institución elaboró un
plan director para delimitar la zona de En este marco se han realizado trabajos de
Reserva de la Biosfera, como instrumento investigación entre PROBIDES, la Univer-
de planificación en la conservación y el sidad de la República y actores locales
uso racional de los recursos. En 2004 se como el Grupo Palmar (Organización
realiza una nueva propuesta acogiéndose no Gubernamental), en propuestas de
al estatuto de la Red Mundial de Reservas pastoreo que permitan la regeneración del
de la Biosfera con una revisión periódica palmar y la pastura natural, análisis de la

Figura 1. Palmar de Butia odorata, Castillos. Foto: I. Guani.

Figura 2. Mapa de ubicación de los palmares de Butia odorata en los Humedales del Este.
Fuente: PROBIDES 2000.

Este ecosistema se encuentra amenazado de existir protección legal de los ejem-


por la falta de regeneración de individuos plares adultos (Ley 9.872 del 13/9/1939),
jóvenes, el cultivo del arroz en la zona parte del palmar fue erradicado para
también ha influenciado, ya que antes cultivar, lo cual produjo modificación en Figura 3. Butia odorata en su hábitat. Castillos. Foto: G. Colominas.

472 473
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: BAÑADOS URUGUAY

G. Colominas

diversidad genética y en apoyo a empren- central que puede medir hasta 2 m, con
dedores artesanales en el desarrollo de raquillas que portan flores masculinas
producciones sustentables de derivados de en su parte distal, flores de ambos sexos
la palmera y opciones de ecoturismo. en el centro y flores femeninas en la base
(Molina 2001) (Figura 4). En el momento
El palmar de Butia odorata es una comu- de mayor disponibilidad de polen de una
nidad vegetal, trascendente por su inflorescencia, las flores femeninas están
carácter único, de gran valor ecológico y cerradas, lo que indica que hay cierto
paisajístico, pero es también parte de la cruzamiento entre distintas inflorescen-
identidad cultural de la región. cias de una misma palma o entre inflo-
rescencias de diferentes palmeras. Esto se
El presente capítulo, intenta ser una manifiesta en las diferencias morfológicas
síntesis de la situación actual y perspec- entre palmas de la misma población, así
tivas a mediano y largo plazo del palmar como entre poblaciones (Molina 2001).
de Butia odorata inserto en este ecosis- Las inflorescencia son interfoliares, se
tema. desarrollan entre una y cinco por palma
por año. La polinización es en general
Historia natural uso y entomófila, siendo las abejas los vectores
conservación de Butia odorata principales en esta tarea. El fruto es una
Butia odorata pertenece a la familia Areca- drupa de color amarillo a rojizo, subglo-
ceae, Sub familia Arecoideae, Tribu Coco- boso, cubierto en la base por el perianto,
Figura 4. Detalle de la flor y espata de Butia odorata. Foto: G. Colominas.
seae, Subtribu Attaleinae. comestible carnoso dulce (Figura 5). Hay
una gran variabilidad en los colores de los
Descripción frutos. En su interior presenta de una a
Palmera de siete a diez metros de altura, tres semillas protegidas por un endocarpo
estípite cilíndrico grueso de 40 a 60 cm endurecido.
de diámetro, recubierto de restos de
pecíolos. Hojas pinnaticompuestas de dos Distribución geográfica
a tres metros de largo, curvadas en sus Butia odorata se distribuye en el este del
extremos de color verde grisáceo. Pinnas Uruguay, principalmente en el departa-
glaucas, dispuestas a cada lado del raquis mento de Rocha, formando dos densos
en un plano pero los dos lados formando palmares el de Castillos y el de San Luis
una V, pecíolos cubierto por segmentos (Figura 6). Se encuentran en forma más
muertos rígidos, punzantes caracterís- aislada en los departamentos de Cerro
ticos (de donde proviene el nombre en Largo, Treinta y Tres, Maldonado y Lava-
guaraní mbo tia = diente curvo). Flores lleja y también en Rio Grande do Sul,
unisexuadas, dispuestas en un gran espá- Brasil.
dice de 70 cm a un metro de largo, conte-
nidas en una espata leñosa y glabra. Flores En Brasil en el estado de Rio Grande do
masculinas con tres pétalos, tres sépalos, Sul, en el área de Porto Alegre se cita la
de color amarillo y seis estambres. Flores existencia de campos con B. odorata y
femeninas apétalas, ovario supero, de cactáceas (Porto 1998) y en el Muni-
color pardo verdoso, perianto imbricado cipio de Santa Vitória do Palmar cerca
haciéndose visible el estigma (Muñoz et de la frontera con Uruguay, se reconoce
al. 1993). La inflorescencia tiene un raquis el palmar con dicho nombre pero que Figura 5. Detalle de los frutos de Butia odorata. Foto: G. Colominas.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: BAÑADOS URUGUAY

G. Colominas

actualmente no alcanza el 30% de la (15 a 20 días/año). Los vientos predo- Estos humedales se generaron a conse- bajos anegadizos (Figura 7 y 8) temporal
extensión que tuvo antes de la llegada minantes son de dirección nordeste, y cuencia de la interacción de dos ambientes o parcialmente, principalmente Gleysoles
de la ganadería y la agricultura arro- alcanzan su mayor intensidad en prima- fundamentales: abanicos aluviales limosos (Gley húmicos diferenciados). Los
cera (Oliveira y Teixeira 2009). El mayor vera (PROBIDES 2000). evolucionando desde el oeste y planicies suelos dominantes son profundos, imper-
desarrollo del cultivo del arroz, la menor mareales por transgresiones marinas de fectos a pobremente drenados, algo dife-
presencia de otras especies arbóreas en la El palmar de Castillos se sitúa en los alre- diversa magnitud desde el este (Montaña y renciados y de fertilidad alta. Asociados a
zona y ninguna protección legal de las dedores de la ciudad del mismo nombre Bossi 1995). Estas planicies estarían iden- estos, se encuentran ocupando las partes
palmeras son quizá las mayores causas entre las lagunas costeras de Castillos al tificadas por tres subregiones de acuerdo deprimidas del paisaje, Gleysoles menos
de esta situación, en comparación con los sudoeste y Laguna Negra al este, es de a nivel de altitud: en llanuras bajas, con diferenciados y peor drenados. El material
palmares de Rocha en Uruguay. mayor densidad. El palmar de San Luis, en comunidades hidrófilas paludosas (inun- geológico está constituido por sedimentos
la zona norte del departamento, resulta dación permanente principalmente en arcillo limosos de edad cuaternaria y
Hábitat más extenso pero de menor densidad y invierno); medias con comunidades uligi- Planosoles de texturas francas y limosas,
Las características de la región son de un está inserto en un territorio de bañados nosas (inundación esporádica) y altas profundos, de drenaje imperfecto y ferti-
clima templado a subtropical húmedo, (San Miguel) y esteros (Santiagueño) donde crecen las pasturas naturales lidad media, de relieve plano con meso
con precipitaciones durante todo el año y (Baez y Jaurena 2000). principalmente de ciclo estival, a su vez relieve débil. También están asociados
un promedio de 1.125 mm/año, con gran presenta cerros y serranías que inte- Argisoles limosos y limo arcillosos,
variabilidad entre años. La evapotranspi- De acuerdo a la clasificación de catego- rrumpen las llanuras en varios puntos de profundos de imperfecto drenaje y ferti-
ración potencial media es alta 1.150 mm/ rías de paisajes según su relieve (Evia y la región. lidad media.
año. La capacidad de almacenamiento del Gudynas 2000), los palmares de B. odorata
suelo varía entre 50 y 150 mm (Durán estarían incluidos en la Región Paisajís- Butia odorata se desarrolla principalmente Otro paisaje que ocupa las palmeras
1991) y las temperaturas medias anual tica Planicies del Este, donde se concen- en las llanuras medias y altas, con suelos de B. odorata con densidad variable y
de 16 ºC, con medias máxima de 21,5 ºC tran la mayoría de los humedales del país,
y medias mínima de 10,8 ºC. Las heladas con comunidades vegetales hidrófilas
son menores que en otros departamentos asociadas a un régimen de inundación
haciéndose notar la influencia marítima permanente o temporario.

Figura 6. Mapa de ubicación geográfica de los palmares de Butia odorata de Castillos y San
Luis en el departamento de Rocha. Fuente: PROBIDES (1995). Figura 7. Palmar de suelos bajos, Laguna Negra, Rocha. Foto: I. Guani.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: BAÑADOS URUGUAY

G. Colominas

nunca formando los palmares densos hay caraguatales (Eryngium pandanifolium)


antes mencionados, son los pajonales asociados a sitios de inundación esporá-
asociados a montes ribereños (Del Puerto dica (Millot et al. 1987).
1987) (Figura 9) y bosques nativos de las
laderas de las sierras (Chebataroff 1974, En esta área el pastoreo continuo del
Lombardo 1980) como es el caso del cerro ganado, hace que no haya “renuevos” ya
de las Lechiguanas y la sierra de Navarro. que son consumidos, asimismo el pisoteo
Estos últimos se disponen sobre suelos constante que realiza el ganado en suelos
superficiales a moderadamente profundos de alta humedad dificulta la germinación.
de textura arenosa franco gravillosa, con Esto data de la época de la introducción de
afloramientos rocosos (Figura 8). Son un la ganadería, de 1611 en adelante, modi-
caso muy particular, ya que se trata de un ficando las relaciones entre los herbívoros
bosque serrano de palmar B. odorata, con nativos y el palmar, desplazándolos o
las características xeromórficas de dicho desapareciéndolos.
paisaje, lo que demuestra la capacidad
adaptativa de la especie a diferentes hábi- En zonas donde la palma esta asociadas
tats y su diversidad genética (Geymonat y a Eryngium (caraguata), Colletia Para-
Rocha 2009). doxa (espina de la cruz) y Bromelia antia-
Figura 8. Palmar de pastizales delante y palmar en ladera de sierra en el fondo, Castillos. cantha, las plantas espinosas dificultan al
Foto: G. Colominas. Vegetación asociada: comparación, ganado el acceso. En estas condiciones de
diversidad e interacciones humedad y semisombra generada por las
Se pueden distinguir tres ecosistemas de plantas, se generan condiciones favorables
palma con vegetación distinta. El más para la germinación de las semillas de la
extenso es el palmar asociado a pasti- palmera. Estas asociaciones se dan en los
zales, donde la palma es el elemento límites entre los pastizales y las laderas.
arbóreo principal (con densidades que En estas zonas si bien las plántulas pueden
pueden variar entre 50 a 450 palmas/ha), llegar a desarrollarse, al llegar a alturas a
asociada a un estrato herbáceo de pasti- las cuales accede el ganado, desaparecen
zales, con gramíneas mayormente de ciclo cuando disminuye la oferta forrajera de las
estival de diferentes géneros como Andro- especies más palatables, principalmente
pogon, Axonoppus, Bothriocloa, Eragrostis, en invierno. Una práctica que se realiza y
Paspalum, Panicum, Stenotaphrum; legu- no favorece la regeneración, es la quema de
minosas como Adesmia bicolor y otras de los campos en estas áreas de especies espi-
menor valor forrajero (ciperáceas y juncá- nosas forrajeramente no productivas, que
ceas). Estas últimas forman manchones destruyen las plántulas, si bien los ejem-
específicos en zonas de inundación perma- plares añejos rebrotan.
nente de las llanuras bajas.
En un estudio realizado sobre la diver-
En las llanuras altas y medias se desa- sidad vegetal de herbáceas del campo
rrolla básicamente una vegetación uligi- natural del palmar de Castillos, mediante
nosa, junto al tapiz herbáceo. Aparecen transectas, se encontraron 70 taxones y
manchones de pajonales con comuni- 23 familias (Rivas et al. 2014). El 87% de
dades monoespecíficas principalmente de los taxones son nativos y más allá de que la
Panicum prionitis (paja brava), Paspalum gran mayoría provee forraje para la gana-
quadrifarium (paja mansa) y Erianthus dería (57% Poaceae), garantizan la conser-
Figura 9. Palmar asociado a bosque ribereño, Castillos. Foto: G. Colominas. angustifolius (paja estrelladora). También vación de los recursos hídricos y edáficos.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: BAÑADOS URUGUAY

G. Colominas

La importancia de la heterogeneidad En cada uno de estos ecosistemas también uruguayensis (Kurokawa y Osorio 2002), (viudita) y Sporophila palustris (capuchino).
encontrada en el campo natural debería hay especies vegetales que viven y crecen que fue descrita posteriormente. Esto (Geymonat y Rocha 2009).
estar considerada al proyectar programas sobre alguna parte de la palma. Debajo demuestra los altos niveles de biodi-
de conservación del ecosistema palmar. de las hojas y aprovechando la materia versidad del ecosistema mencionados Los mamíferos que se alimentan de los
En dicho estudio se encontraron diferen- orgánica existente en los restos foliares (Geymonat y Rocha 2009). frutos sin dañar la semilla, como Cerdo-
cias consistentes entre la composición crece un helecho de gran tamaño (Poly- cycon thous (zorro de monte) y Rhea
botánica del estrato herbáceo en el campo, podium catharinae) y Vittaria lineata var. Fauna asociada americana (ñandú), Procyon cancrivorus
con presencia de palmas, en comparación graminifolia característico por sus frondas El ecosistema del palmar presenta gran (mano pelada), Nasua nasua (coatí), han
con el contiguo sin su presencia, atribuido lineales. En la base de las palmas crece variedad de nichos y hábitats para la fauna sido descritos como dispersores de semi-
a la adaptación de las especies a condi- un gran número de especies vegetales y conforma una perfecta simbiosis con llas ya que en sus heces la semilla está
ciones más sombrías y húmedas dados por integrantes de micro flora, algas, hongos, insectos, mamíferos y aves. intacta, y en algunos casos escarificada.
el palmar, estas diferencias se acentuaban líquenes y musgos. Lamentablemente, las poblaciones de
a mayor densidad de palmas por hectárea. Casi un 65% de aves no marinas citadas estos dispersores está en franca disminu-
Entre de las comunidades de musgos para Uruguay han sido registradas alguna ción. Los roedores por su parte, dañan las
El palmar de parque, es una transición presentes, se destacan los del género vez en zonas del palmar. En el área de semillas al alimentarse con los frutos. El
entre el palmar de pastizales y el palmar Grimmia representado por varias especies Castillos se contabilizó un total de 68 jabalí (Sus scrofa) se alimenta de las drupas
de bosque. Presenta especies asociadas recubriendo áreas secas de la base de los especies de las cuales 34 utilizan la palma rompiendo el endocarpio durante la masti-
de los otros dos ecosistemas. Las palmas troncos de las palmas. cación, lo cual facilita la germinación en
para descanso, 18 para nidificar y 16 para
se mezclan con árboles de bajo porte alimentarse (frutas e insectos). Seis espe- algunos casos, aunque en la mayoría el
arbustos y pastizales. Otros géneros presentes Fissidens en las endosperma se deteriora por la humedad y
cies amenazadas fueron registradas en
áreas de palmar de bosque, del género
zonas del palmar, entre ellas: Xantophar es alimento de distintos insectos.
Orthotrichum se da preferentemente en
Por último, está el palmar de bosque, que flavus (dragón), Heteroxolmis dominicana
el tronco de las palmas del lado sur, la
es el más rico en diversidad tanto de flora
cara menos expuesta a la insolación, y del
como de fauna. Presenta varios niveles de
género Bryum los más llamativos por su
composición vegetal con distintas condi-
color plateado, sobre la base de los trocos
ciones de humedad, temperatura y lumi-
de las palmas (Geymonat y Rocha 2009).
nosidad. A pesar de su escasa densidad, las Los líquenes, cada vez de mayor impor-
palmas componen el estrato arbóreo alto tancia debido a que se utilizan como indi-
junto con Ficus luschnathiana, que germina cadores de pureza ambiental, también
fácilmente en la materia orgánica que se están presentes, y se han encontrado más
acumula entre las bases de las hojas secas de 45 especies en el palmar de Butia, de los
de la palma, comportándose como una cuales la mitad habita en los troncos. De
epifita hasta que sus raíces se insertan estos los más frecuentes son Cladonia ahtii,
al suelo, engrosa su tronco utilizando la C. palmicola (endémica, solo crece sobre
palma de tutor y con los años la palma el tronco de la palma Butia), C. miniata,
muere estrangulada. Luego hay un estrato Coccocarpia palmicola, Usnea ceratina y U.
de árboles de menor altura, como Blepharo- subscabrosa. (Geymonat y Rocha 2009)
calyx tweediei (arrayán), Myrsine laetevirens (Figura 10).
(canelón), Eugenia uniflora (pitanga), Scutia
buxifolia (coronilla) y arbustos, entre otros Un hecho interesante es que en 1995
Colletia paradoxa (espina de la cruz,) Daph- la ONG Casa Ambiental (de Castillos),
nopsis racemosa, (envira), Mytenus ilicifolius durante la documentación de información
(congorosa) y por debajo un estrato de de uso científico para la evaluación de la
gramíneas de pequeño porte, herbáceas y biodiversidad de los humedales, hallaron
helechos como Adiantum y Adiantopsis. una nueva especie, Parmotremopsis Figura 10. Líquenes y musgos en los troncos de palmas. Foto: G. Colominas.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: BAÑADOS URUGUAY

G. Colominas

Dos coleópteros que se alimentan de la para poder consumirla, actividad que dejó
semilla y que la hace parcial o totalmente de realizarse desde la sanción de ley de
inviable, son: Bruchidae y Curculionideae. 1939 que prohíbe la tala de la palmera.
Las fases larvarias de estos se alimentan
del endosperma de la semilla y la afectan Otros usos que se le dio a la palma en la
en diferente grado, a veces solo carpelo mitad del siglo XX, fue la extracción de
y otras en su totalidad (San Martín et al. fibra vegetal a partir de las hojas, insta-
1997). lándose fábricas para ello. La fibra era
utilizada para la confección de relleno de
Dentro de la fauna de agua dulce vincu- colchones, felpudos, cuerdas suelas de
lada a los humedales temporales y calzado. Otra fábrica extraía el aceite de a b
permanentes, hay que destacar los peces la semilla para la confección de jabones, y
estacionales (Cynolebias spp) caracteri- el subproducto se utilizaba para alimentar Figura 11. Corrales de palmas Ruta 16, Castillos. Fotos: G. Colominas.
zados por su ciclo de vida anual. Las moja- cerdos.
rras son las especies más representativas
dentro del palmar, integrantes de la subfa- Otros siguen hasta el día de hoy utilizando
milia Glandulocaudinae. el fruto para la elaboración de mermeladas,
salsas, licores, relleno para bombones,
Usos, manejo y conservación helados y café a partir de la almendra.
La recolección intensiva del fruto de Butia Estos se realizan en plantas elaboradoras
odorata para su consumo como alimento locales que apuntan a utilizar buenas
aparece documentado desde el inicio del prácticas de cosecha y manufacturación,
período Arcaico (ca 8.500 años aP) (López productos de alta calidad certificados,
et al. 2004). Según Dillehay (citado por tecnología en la elaboración e innovación
López et al. 2004) existen registros para en el desarrollo de productos. También
ese período de instrumentos de molienda. se puede obtener estos productos, elabo-
Esto, junto con piezas arqueológicas rados artesanalmente por familias que los a b
encontradas para partir cocos, hace pensar ofrecen en tradicionales puestos a la vera
que la almendra (endosperma) formaba de ruta (Figuras 12 y 13).
parte de la alimentación. Es probable que Figura 12. a) Cocción de Butia odorata en paila. b) Almendras de B. odorata. Fuente: Betan-
otras partes de las palmas como hojas para Estos emprendimientos en el área de curt y Crosa (2014).
techos y cestería hayan sido utilizadas, Castillos se sustentan con producciones de
esto se estima a partir de macro y micro pulpa de 7.920 kg/ha cosechada, con un
restos de palmas encontrados en excava- promedio de 36,9 kg de fruta por palma. área reducida y de solo un año, las dife- La superficie que ocupa cada categoría
ciones arqueológicas (Dabezies 2012). En los palmares de San Luis la situación rencias encontradas entre las poblaciones es inversamente proporcional al número
En la primera década de 1800 se puebla es diferente ya que el promedio por palma de Castillos y San Luis se pueden asumir de palmeras por hectárea (Tabla 2). Las
rápidamente la zona de los palmares. Con fue 5,3 kg de fruta por palma y 190 Kg de como consistentes (Rivas y Barilani 2004). mayores probabilidades de regenera-
la ganadería introducida, aparecen los pulpa por ha (Rivas y Barilani 2004). ción en diferentes ensayos de pastoreo se
corrales de palmas, formados por palmas Estos datos de rendimientos productivos vieron que se dan en las zonas con densi-
grandes que se trasplantaban formando Estos resultados de producciones marcan son de gran valor para las propuestas dades bajas de palmas por hectárea (Rivas
un círculo para el manejo del ganado diferencias en el potencial productivo de conservación y uso sustentable de la 2005). Dado que las agrupaciones de Butia
(Figura 11). entre las poblaciones, asociado a una producción de frutos. odorata se encuentra casi en su totalidad
mayor producción de infrutescencia por en predios privados, las medidas de
La miel de palma se extraía tras cortar la palmas, frutos por infrutescencia, peso En esta dirección, en el palmar de Castillos conservación van a tener que contem-
palma y dejarla inclinada para que drene la de fruto y densidad de palmas (Tabla 1). se estudió la densidad de palmas por ha en plar las necesidades de los productores y
savia por el ápice. Esta se cocinaba después A pesar de que el estudio fue sobre un una superficie total de 11.500 ha. la exclusión de áreas no son viables, de

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: BAÑADOS URUGUAY

G. Colominas

Tabla 2. Densidad de palmas/ha y porcentaje de superficie ocupada, en el palmar de Casti-


llos. Tomado de Zaffaroni (2004).

Densidad Palmas por Ha % del total de Ha


Muy baja menos de 50 48,6
Baja 50 a 150 33
Media 150 a 250 12
Alta 250 a 350 4,5
Muy alta más de 350 1,9

ahí la importancia de contar con un SIG invierno en el 5% de cada uno de estos


(Sistema de Información Geográfico) establecimientos y pastoreos continuos el
de forma de continuar recabando infor- resto del año con animales jóvenes prefe-
mación para poder integrar al análisis, rentemente, durante un período de diez
como el uso de la tierra, el tamaño de años (Rivas 2010). Este manejo permitirá
cada predios, el tipo de producción agro- una regeneración de zonas del palmar y
Figura 13. Licor, salsa y mermelada de Butia odorata. Fotos: G. Colominas. pecuaria, la situación socio-económica de no solo en los espacios fuera de los alam-
los involucrados, son elementos impor- brados de los predios. Este hecho sumado
tantes en la toma decisiones de la planifi- a algunas iniciativas de reintroducción
cación (Zaffaroni 2004). de palmas ha generado expectativas para
Tabla 1. Potencial productivo de las poblaciones de Castillo y San Luis, medias y desvíos conservar las palmas, el palmar y la flora
En ese sentido se evaluó durante nueve asociada. Esto puede llevarse a cabo junto
estándar. Tomado de Rivas y Barilani (2004). La desviación estándar aparecen entre años, la evolución de renuevos de palmas
paréntesis. Letras iguales es una misma fila no difieren con P≤0,001 (ANAVA). IC(95%): con el desarrollo de productos naturales
en un predio ganadero registrando artesanales derivados de la palma, del
Límites de intervalos de confianza de las medias. parcelas con: a) diferentes cargas de ecosistema y del ecoturismo que tiene un
ganado, b) exclusión parcial y c) exclusión gran potencial en el área.
IC(95%) IC(95%) total. Los resultados fueron muy auspi-
Variable General Castillos  San Luis
Castillos San Luis ciosos para la regeneración en el caso b,
de tratamientos con exclusión temporal Bibliografía
n de frutos/ 1208,8 1517a 934,9b 1298,3-1735,6 668,7-1201,0 • Baez, F. y M. Jaurena. 2000. Regenera-
infrutescencia durante el invierno y pastoreo continuo el ción del palmar de Butiá (Butiá capitata) en
(±423,7) (±261,5) (±346,2)    
resto del año, no solo para las palmas sino condiciones de pastoreo. Relevamiento de
6,9 8,1a 5,7b 7,3-8,8 5,1-6,2 también para otras especies de la pradera establecimientos rurales de Rocha. PROBI-
Peso de fruto (g)
(±2,5) (±2,6) (±1,6)     natural (Rivas op. cit.). DES: documento de trabajo No. 27. 34 pp.
• Betancurt, P. y M. J. Crosa. 2014. Valori-
Peso de endocarpo y 1,9 2,2a 1,6b 2,1-2,4 1,4-2,0 zación de frutos nativos como forma del
semilla (g) Luego de toda la información generada
(±0,6) (±0,5) (±0,4)     desarrollo local. Aprovechamiento agroa-
entre los diferentes actores durante limentario del Butiá en Rocha. INIA Serie:
5,0 5,8a 4,1b 5,2-6,5 3,6-4,5 estos últimos años, surgió una propuesta
Peso de pulpa (g) FPTA No. 57. 72 pp.
(±2,1) (±2,2) (±1,4)     concreta de conservación. Se identificaron • Chebataroff, J. 1974. Palmeras del Uru-
18 predios con más de 100 ha de palmares guay. Facultad de Humanidades y Ciencias.
22,4 23,2a 21,4b 22,5-23-8 20,4-22,2
Diametro de frutos (mm) en un área de aproximadamente 7.000 ha Montevideo, UY. 33 pp.
(±2,7) (±2,4) (±0,3)     • Dabezies, J. M. 2012. Butia, naturaleza que
de palmar, casi el 70% de la superficie del se vuelve identidad. Mas Vida 1: 24.
Peso de endocarpo / 0,29 0,29a 0,29a 0,27-0,30 0,26-0,30 mismo. Se recomienda la realización de • del Puerto, O. 1987. La extensión de las
peso fruto (±0,06) (±0,06) (±0,05)     un manejo de exclusión de pastoreo en comunidades primitivas en el Uruguay.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: BAÑADOS URUGUAY

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paña. 173 pp. Mosca Hnos. S.A. 159 pp.
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(Eds.), M’Botía Ecosistema único en el mundo.
Casa ambiental. Rocha, Uruguay.

486 Palmar de Butia odorata en Laguna Negra, Rocha. Foto: I. Guani.


L. M. Mesa-S.
HUMEDALES DEL CAÑO LA PICA,
ESTADO APURE, VENEZUELA:
ESTRUCTURA Y COMPOSICIÓN
FLORÍSTICA DE LAS COMUNIDADES
DE Mauritiella aculeata (ARECACEAE),

24. CON CONSIDERACIONES DEL ENTORNO


BIOFÍSICO
Ángel Fernández, Reina Gonto, Giuseppe Colonnello
y Wílmer Becerra

Resumen caño La Pica) se incluye en una extensión


Se presenta el análisis de la estructura de dunas (médanos) que ha recibido las
y composición florística de las comuni- denominaciones de planicie eólica (Chacón
dades de bosques de galería de Mauritiella 1985), llanura eólica (Comerma y Luque
aculeata típicos de las vegas del caño La 1971), ‘campo de dunas del estado Apure
Pica. Se establece el Índice de Valor de y del Capanaparo’ (González de Juana
Importancia para las especies de plantas et al. 1980), ‘planicie eólica bajo clima
que componen dicho bosque y se correla- tropical seco’ (MARNR 1982), ‘planicie con

TERCERA PARTE: ciona la presencia de M. aculeta a lo largo


de las transecciones hechas con caracte-
médanos poco inundada’ (Schargel 2003)
y ‘planicie eólica con médanos’ (Schargel
2007). La figura 1 muestra la situación rela-

VENEZUELA
rísticas físicas como suelos, geomorfología
e influencia de la dinámica hídrica. tiva del área que drena el caño La Pica, en la
figura 2 se delimita la extensión con mayor
Palabras clave. Bosques ribereños. densidad de dunas, por la cual fluye el caño
Llanos eólicos. Río Capanaparo. mencionado.

Introducción El clima, marcadamente bi-estacional,


corresponde al tipo Muy cálido y mode-
Aspectos físico-naturales radamente lluvioso, con temperatura
El estado Apure se ubica en los Llanos promedio igual o mayor a 26 ºC, pluvio-
del Orinoco ocupando una superficie de sidad de 1.200 a 1.799 mm.año-1 (Silva
76.500 km2 (www.ine.gob.ve/documentos/ 2010), evaporación superior a la precipi-
Demografia). El área del estado donde se tación (2.200-2.500 mm.año-1), y con un
realizó el estudio (bosques ribereños del período de aguas bajas que se extiende por

489
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: LLANOS VENEZUELA

L. M. Mesa-S

de bosques secos y especies xerofíticas predominante con sentidos O-E y SO-NE


(cactáceas) rodeados por sabanas a orillas hacia el río Orinoco, están el Capanaparo,
del caño La Pica, junto a ciertas especies del cual es afluente el caño La Pica, y el
de lagartos de clima más árido, que sólo Cinaruco, en cuyas planicies deltáicas se
podrían ser explicadas por un lapso climá- albergan bosques inundables ribereños
tico mucho más seco que el actual (Hétier y/o siempreverdes, semidecíduos escleró-
y López 2003). filos tipo caatinga amazónica y bosques
con palmas o no (Rodríguez-Altamiranda
La planicie es un extenso campo de dunas 1999). Estos ríos presentan una marcada
de limos y arenas, dispuestas según la oscilación estacional en su caudal descen-
dirección de los vientos alisios del NE-SO, diendo significativamente en la época de
muchas aparentemente estabilizadas por verano (Figura 3).
la vegetación graminiforme de la sabana,
aunque existen numerosos médanos El caño La Pica se origina en la laguna
activos, sin cobertura vegetal, en proceso La Pica, localizada en las coordenadas
de erosión y tránsito sobre la llanura. La 06º45’51”N-68º06’04”O, fluye con direc-
mayoría son del tipo longitudinal, si bien ción general O-E, pero en varios tramos
en los casos en que los ápices frontales surca de manera oblicua a través del campo
Figura 1. Situación relativa (rectángulo amarillo) del caño La Pica en el territorio venezo- de dos médanos confluyen delinean una de dunas trazando un zigzag hasta desem-
lano. Fuente: https://upload.wikimedia.org.Mapa_Venezuela_Topografico. forma parecida a los barcanes o barjanes bocar a unos 90 km de su nacimiento,
(Comerma y Luque 1971), términos utili- en la orilla derecha del río Capanaparo
zados para denotar dunas con forma de (coordenadas 06º56’41”N-67º17’54”O),
media luna, de tal forma que sus “cuernos”, relativamente cerca de la aldea Santa Ana.
apuntando en la dirección de los vientos, Este caño es un eje de drenaje con escasa a
indican la dirección de su movimiento. nula carga sedimentaria, de aguas oscuras
Según estos mismos autores, la altura de color de té, debido a que contienen ácidos
estos médanos oscila entre 4 y 8 metros, tánicos y húmicos y al igual que otros ríos
con una anchura de 20 a 50 m y longitud llaneros no incorpora arcillas ni mate-
de 100 a 500 m. Las pendientes rara vez riales finos en suspensión a su paso por
superan el 10 % por el lado de barlovento sustratos arenosos muy lavados (Marrero
(MARNR 1982), en tanto que el lado de 2011). En gran parte de su trayectoria el
sotavento, cóncavo y escarpado, puede cauce está bordeado por bosque ribereño
llegar a 70 % de pendiente (COPLANARH anegadizo con palmas.
1974).
Los suelos de las áreas de muestreo están
Con frecuencia, entre las dunas existen caracterizados por su alto porcentaje de
bajíos o depresiones que se anegan arena cuarzosa, lo que determina que en
durante la temporada de aguas altas y que general, los de la planicie eólica sean clasi-
Figura 2. Extensión aproximada (línea amarilla) del área con mayor densidad de dunas ficados como Quartzipsamments (Elizalde
han sido llamados “pozos de médanos”
drenada por el caño La Pica. Fuente: Google Earth (fecha de consulta 2/04/2016 @Google et al. 2007). Schargel (2003), establece
(Marrero y Rodríguez-Olarte 2014).
Inc.). diferencias entre los suelos de los médanos
Estos bajíos incluso pueden mantener
una reserva hídrica en los meses de aguas altos y medios, los cuales son ácidos (pH
cinco meses (noviembre-marzo) (MARNR de déficit hídrico durante el Pleistoceno bajas y pueden aportar caudal hacia los inferior a 5,5), con escasas bases intercam-
1982). Se considera que esta planicie se superior (Schargel 2003). Existen eviden- caños y ríos que atraviesan la planicie. biables y excesivamente drenados respecto
originó bajo condiciones paleoambientales cias de tipo biológico, como los relictos Entre estos cauces, que fluyen de modo a los de los médanos bajos, donde se han

490 491
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: LLANOS VENEZUELA

L. M. Mesa-S

contiene tres tribus: Calameae, Eugeisso- cerosas en el envés y en la vaina peciolar,


neae y Lepidocaryeae (Baker et al. 2000), costapalmadas, con 60 a 120 folíolos,
la última con tres géneros: Lepidocaryum generalmente con espinas en el margen. La
(una especie), Mauritia (dos especies) inflorescencia es intrapeciolar, con ramas
y Mauritiella (cuatro especies: aculeata, y ramillas en las que hay flores pequeñas,
armata, macroclada y pumila) (Henderson masculinas o femeninas (planta dióica); la
et al. 1995, Bernal y Galeano 2010). flores estaminadas son solitarias, con seis
estambres y un pistilodio pequeño, las
Mauritiella aculeata es de menor tamaño pistiladas agrupadas, con seis estamino-
que las especies del género Mauritia, pues dios y gineceo de tres lóculos y tres óvulos.
alcanza desde tres hasta 12 m de alto, con Los frutos son elipsoides, de 4-5 x 3-4,5
troncos generalmente agrupados (creci- cm, con una semilla rodeada de una pulpa
Figura 3. Rasgos del relieve en el entorno Figura 4. Suelo arenoso y húmedo, con miento cespitoso) y de siete a 16 cm de suave, verde amarillentos hasta marrón
del sitio de muestreo 1, caño La Pica. abundantes raíces y otros restos vegetales. diámetro, los cuales presentan espinas, rojizos, cubiertos por escamas sobre-
La línea segmentada indica el límite de Nivel freático a aproximadamente 65 cm sobre todo en la base. De cinco a 12 hojas; puestas en 32 a 55 hileras. Las figuras 5 y
extensión aproximada de la mancha de de profundidad. Sitio 2 (06º53’41”N- pecíolo de casi un metro de largo; blanco 6 muestran aspectos de M. aculeata.
inundación en periodo de aguas altas 67º17’54”O). Foto: W. Becerra.
(abril-octubre). Foto: W. Becerra.

reconocido los Albaquults, Kandiaquults, crasas así como formas de vida anuales,
Paleaquults, Plinthustults y los Histo- cuya floración y frutificación están sincro-
soles (sensu Soil Survey Staff 2010), estos nizadas al movimiento estacional de las
últimos con gran contenido de materia aguas sobre las riberas.
orgánica, propios de las áreas anegadizas
o con drenaje deficiente (Figura 4). Algunos autores han señalado a la dura-
ción de la inundación, al tipo de suelo,
Probablemente el suelo observado (barreno) a las adaptaciones morfológicas de las
en la localización 2 del estudio (bajío o especies y al relieve como las más impor-
depresión entre dunas), en condiciones tantes causas para la diversidad de espe-
menos húmedas que las del sitio 1, corres- cies y sectorización de éstas en bosques
ponde a un Histosol. de aguas claras o negras (igapó) en la
Amazonia (Keel y Prance 1979; Ferreira
Las adaptaciones desarrolladas por 1997; Ferreira y Stohlgren 1999).
las comunidades de plantas de estos
ambientes al estrés que genera la inun- Taxonomía de Mauritiella aculeata
dación prolongada, seguida de una mayor (Kunth) Burret
o menor deficiencia de agua han sido ya El género Mauritiella fue creado por Burret
mencionadas por Junk (1989), Ferreira en 1935. Pertenece a la familia Areca-
(1997), Parolin (2001) y Parolin et al. ceae, la cual, con base en el análisis de
(2004), entre otros. En el Caño La Pica las evidencias genética y morfológica es
observamos presencia de adaptaciones considerada monofilética (APG III 2009).
hidro y xeromórficas en troncos y raíces, Mauritiella a su vez está ubicada en la
tales como raíces aéreas y lenticelas, hojas pequeña subfamilia Calamoideae, la cual Figura 5. Frutos de Mauritiella aculeata que son dispersados por el agua. Foto: G. Colonnello.

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Figura 7. Palmar de Mauritiella aculeata en el caño La Pica. Foto: G. Colonnello.

Figura 6. Las espinas del tronco en Mauritiella aculeta son restos de las raíces aéreas. Foto:
G. Colonnello.

Distribución de Mauritiella aculeata de bebidas y helados a partir de la pulpa,


Está distribuida desde Brasil hasta tanto como el uso para la construcción
Ecuador, Colombia y Venezuela, siempre de paredes y techos en viviendas con los
en bosques ribereños sobre suelos troncos y hojas (Sánchez y Miraña 1991,
anegados o inundables y en bordes inun- Galeano 1992, Gragson 1995, Vásquez y
dados de ríos y caños de aguas negras o Vásquez 2000, Dransfield et al. 2008, Mesa
claras (Junk 1982, Lasso 2014). En estos y Galeano 2013). También se le atribuyen
ambientes llega a formar comunidades propiedades medicinales entre comuni-
densas y extensas (Figuras 7 y 8). dades indígenas en su área de distribu-
ción (Albán 1994), y como arte de pesca,
Usos de Mauritiella aculeata al hacerse con sus hojas y pecíolos tapajes
Al igual que con las especies de Mauritia, en caños y quebradas, o al usar las semi-
las especies de Mauritiella son utilizadas llas como carnada (Kronik et al. 1999).
por los pobladores de las localidades donde Por otra parte, se conoce la dependencia
crece esta palma. A lo largo de su área estacional que ciertos grupos de animales
de distribución, se conoce el aprovecha- tienen de la frutificación de esta palma, Figura 8. Interior del palmar de Mauritiella aculeata en el caño La Guardia. Los elementos
miento de los frutos para la preparación desde mamíferos y aves de gran a mediano más altos son Mauritia flexuosa. Foto: G. Colonnello.

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tamaño, hasta peces (Cerón y Mena 1994, parcela en el caño La Pica: a) parte baja o enraizados mayores de 2 metros de alto, y por lo tanto se halla semi hasta
Cerón 1995). distal de la duna adyacente al lecho menor incluyendo árboles, lianas y hemiepífitas, permanente inundado. La lámina de
del caño (perforación hasta 1,60 m), b) con un diámetro ≥ 2,5 cm DAP (diámetro agua varía entre 0,2 a 2,0 m. El relieve
Materiales y metodos parte media de la duna (perforación hasta a la altura del pecho, o a 1,3 m del suelo). está conformado por montículos
Basados en imágenes satelitales y trabajo 1,60 m) y c) parte alta de la duna (perfora- Para el cálculo del área basal en el caso de y zanjas o canales determinados
de campo, se localizaron las comuni- ción hasta 0,30 m). En el sitio 2 se realizó plantas con tallos múltiples, se sumaron por la erosión de las aguas del río
dades de Mauritiella aculeata que fueran una excavación en una posición anegadiza los diámetros de los fustes. Se colectaron y por el crecimiento de las plantas
logísticamente accesibles (Figura 9). Para en temporada lluviosa, correspondiente muestras de las especies no identificadas de M. aculeata y en ocasiones de
la descripción del medio físico-natural a una cubeta de desborde entre dunas en campo para su identificación, que Campsiandra taphornii, agrupadas en
se utilizaron datos y descripciones de (perforación hasta 0,70 m). Las comuni- posteriormente se depositaron en los los túmulos que se forman a partir de
informes técnicos y mapas que abarcan los dades vegetales se describieron usando Herbarios IVIC y CAR. la acumulación de sedimentos y restos
sitios estudiados en campo. Previamente dos enfoques: a) La descripción florística vegetales. En estos, germinan y crecen
a la actividad de campo se compendiaron de las unidades de vegetación, por medio En cada sub-parcela se midieron las especies que requieren de sustratos
y analizaron datos geológicos, geomor- de inventarios en recorridos aleatorios. siguientes variables: número de indi- con menor nivel de inundación, tales
fológicos, edafológicos, hidrográficos Los ejemplares en flor o fruto se colec- viduos, especies, posición a lo largo de como Macrolobium multijugum, Simaba
y climatológicos, así como cartografía taron, preservaron con métodos estándar la cinta métrica y altura de copa, datos orinocensis o Scleria secans. El bosque
a escala 1:100.000 y otras escalas más y trasladaron al Herbario IVIC para su con los que se dibujó un perfil vertical está conformado por una comunidad
amplias, e imágenes de satélites. Para la identificación. b) En dos localidades, una siguiendo a Richards (1983). Se calculó de leñosas con alturas de dosel entre
comprobación organoléptica en campo de anegada y otra no anegada, se marcaron el índice de valor de importancia (IVI) 4 y 15 m y densidad de copas muy
los rasgos edafológicos se hicieron perfo- parcelas de 0,05 ha (50 x 10 m) divididas para cada especie presente en la muestra variable.
raciones con barreno en una transección en 10 sub-parcelas de 5 x 10 m. En el centro sumando la frecuencia absoluta, la abun- 2. El bosque bajo y arbustal estacional-
que cubrió diferentes formas de terreno de la parcela se dispuso una cinta métrica. dancia absoluta y la dominancia absoluta mente inundable alcanza de 2 a 6 m de
en las inmediaciones del sitio 1 o primera Se midieron todos los individuos leñosos (área basal) (sensu Mueller-Dumbois y alto y está conformado por un dosel
Ellenberg 1974), para un valor máximo de relativamente continuo, en el cual
300. dominan arbolitos y arbustos. En la
zona de contacto entre el Bosque bajo
Resultados y discusión y arbustal con el Bosque de galería
con palmas M. aculeata es ocasional
Los humedales del caño La Pica hasta frecuente y está acompañada
Los humedales ribereños de este sector de por especies leñosas brevicaducifo-
la planicie eólica ocupan franjas estrechas lias, muchas de ellas con hojas coriá-
hasta más o menos amplias, a ambos lados ceas y con tendencia al crecimiento
de los cauces de ríos y caños. La cubierta agrupado en el ápice de las ramas. Las
vegetal del humedal de esta planicie especies más importantes que crecen
apureña no es homogénea, ya que la diná- en este ambiente son Hirtella racemosa
mica de las aguas, el relieve y las caracte- var. hexandra, Eugenia florida, Ocotea
rísticas edáficas determinan la existencia sp., Ouratea panamica, Parahancornia
de tres ambientes sometidos a diferentes oblonga, Cybianthus spicatus y Lageno-
regímenes de duración e intensidad de la carpus guianensis subsp. guianensis.
inundación. Esto da lugar a facies de vege- 3. El herbazal estacionalmente inun-
tación con grandes diferencias en compo- dable está ubicado en la posición
sición y estructura: topográfica más alta y solo se
1. El bosque de galería con Mauritiella inunda en época de lluvias, aunque
Figura 9. Localización de los sitios de muestreo en el caño La Pica. Fuente: Google Earth aculeata como dominante; está el nivel freático siempre es alto, aún
(fecha de consulta 2/04/2016 @Google Inc.). asociado al cauce propiamente dicho durante la temporada de sequía.

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Ocasionalmente, en microcubetas, El bosque de galería de Mauritiella


se observaron algunos individuos de aculeata
Mauritia flexuosa e incluso alguna M.
aculeata, entremezcladas con arbo- Primera parcela (anegada)
litos de Caraipa llanorum o Acosmium El sector del caño La Pica en que se ubicó la
nitens que crecen distantes unos de primera parcela, mantiene una lámina de
otros. En estos suelos de desarrolla agua de aproximadamente 40 cm, aún en
una comunidad de plantas muy rala, época de sequía, lo que la caracteriza como
generalmente sin arbustos, pero con anegadiza (Figura 11). En ella se obser-
frútices menores a 1 m de alto y con varon tres estratos de plantas. El bajo
gran cantidad de hierbas anuales: entre 3 y 4 m de alto con Couepia paraensis,
Xyris jupicai, diversas eriocauláceas, Simaba orinocensis y Panopsis rubescens.
Rhynchanthera apurensis, Limnosi- El medio de 7 a 8 m con Campsiandra
panea spruceana, dos especies de taphornii, Annonaceae sp. 1 y Macrolo-
Acisanthera, Utricularia erectiflora, bium multijugum, y el alto de 10 a 12 m con
Lobelia aquatica, Rhynchospora pilosa Eschweilera tenuifolia y Mauritiella aculeata.
subs. arenicola y Drosera sessilifolia, El dosel no supera 14-15 m de alto y es
entre otras. En el anexo 1 se presentan discontinuo debido al hábito cespitoso
las especies de plantas encontradas de M. aculeata y muy probablemente a las
en los humedales del caño La Pica, irregularidades del relieve sumergido del
discriminadas por el hábitat que cauce que influye la altura y estabilidad de
ocupan y su forma de vida. La figura los árboles.
10 esquematiza las diferentes comu-
nidades del continuum vegetal que Se encontraron pocas especies de hierbas
compone un humedal típico del caño acuáticas, enraizadas o flotantes, entre Figura 11. Interior de la parcela anegadiza. Foto: G. Colonnello.
La Pica. ellas dos especies de Utricularia, Mayaca

sellowiana, Eichhornia heterosperma y los individuos medidos, es el dominante


Cabomba furcata (Figura 12), además de ecológico de estos ambientes, con el 35%
dos especies de ciperáceas: Diplacrum del valor total de importancia ecológica de
guianense sobre suelos húmedos pero no la comunidad. Le siguen en importancia
inundables y Eleocharis capillacea en orillas Eschweilera tenuifolia y Macrolobium multi-
con inundación somera. Dos trepadoras se jugum. En conjunto estas tres especies
reportan, Heteropterys orinocensis y Scleria comparten más de 2/3 del peso ecológico
secans, que forma verdaderas cortinas de en la comunidad del bosque ribereño. En
tallos y hojas cortantes, mientras que la contraste se determinaron cinco espe-
leñosa Psittacanthus eucalyptifolius fue la cies con dos o menos individuos: Couepia
única planta parásita observada (Figura paraensis subsp. glaucescens, Panopsis
13). No se encontraron epífitas. rubescens, Simaba orinocensis, Myrtaceae
sp. 1 e Hirtella racemosa var. hexandra, que
Según puede apreciarse en la tabla 1, juntas alcanzan el 6% del valor total de la
apenas 12 especies de árboles con DAP ˃ importancia ecológica en la comunidad. Se
2,5 cm se encontraron en la parcela, entre contabilizaron 239 árboles, lo que equivale
Figura 10. Diferentes comunidades de vegetación que componen el humedal del caño La ellas M. aculeata con casi el 44% de los indi- a 2.390 ind.ha-1. En la figura 14 se presenta
Pica. viduos y algo más del 46% del área basal de el perfil estructural de esta parcela.

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Figura 13. Flores de la parásita Psittacanthus eucalyptifolius. Foto: R. Gonto.


Figura 12. Flores de la planta acuática Cabomba furcata. Foto: G. Colonnello.
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

Figura 14. Perfil del bosque de galería con palmas, parcela 1 (anegada). 1) Mauritiella aculeata, 2) Eschweilera tenuifolia, 3)
Campsiandra taphornii, 4) Ouratea panamica, 5) Annonaceae sp. 1, 6) Cybianthus venezuelanus, 7) Hirtella racemosa var. hexandra, 8)
Couepia paraensis subsp. glaucescens, 9) Panopsis rubescens, 10) Simaba orinocensis, 11) Myrtaceae sp. 1, 12) Macrolobium multijugum.
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Tabla 1. Valores del índice de valor de importancia (IVI) calculado para el muestreo de la
parcela 1 (anegada).

Especies No. árboles Frecuencia Área basal (m2) IVI


Mauritiella aculeata 105 7 0,671 104,79
Eschweilera tenuifolia 83 10 0,604 97,84
Macrolobium multijugum 11 6 0,071 24,99
Annonaceae sp. 1 8 5 0,026 16,19
Ouratea panamica 5 4 0,019 14,29
Campsiandra taphornii 12 3 0,023 13,17
Cybianthus venezuelanus 6 3 0,009 9,75
Couepia paraensis 2 2 0,005 5,6
Panopsis rubescens 2 2 0,015 4,1
Simaba orinocensis 2 1 0,006 3,44
Myrtaceae sp.1 2 1 0,002 3,16
Hirtella racemosa 1 1 0,001 2,68
Figura 15. Aspecto del bosque de galería con palmas de la parcela 2 (no anegada). Foto: G.
Total 239 1,451 300 Colonnello.

Segunda parcela (no anegada) fueron la hierba Scleria secans y una Bigno- Tabla 2. Valores del índice de valoración de importancia (IVI) calculado para el muestreo
Por hallarse topográficamente más niaceae leñosa. Se observaron epífitas en de la parcela 2 (no anegada).
elevada que la primera, no se anega árboles de los estratos bajo e intermedio:
sino durante los periodos de aguas altas una orquídea estéril y Tillandsia balbi- Especies No. árboles Frecuencia Área basal (m2) IVI
(Figura 15). Presenta un estrato principal siana. Fue evidente una gran cantidad de
Mauritiella aculeata 53 8 0,362 82,26
de árboles con copas entre nueve y 12 plántulas de M. aculeata que colonizan
metros de altura, ocupado por M. aculeata, los suelos durante la temporada seca son Eschweilera tenuifolia 13 7 0,418 52,04
Eschweilera tenuifolia, Campsiandra eliminadas en el próximo período de inun- Campsiandra taphornii 18 8 0,226 45,01
taphornii, Micropholis gardneriana, Simaba dación. Micropholis gardneriana 18 3 0,147 30,03
orinocensis, Dulacia sp., Macrolobium multi-
Dulacia sp. 2 2 0,276 22,39
jugum y Licania apetala. Otro estrato infe- En la parcela se encontraron 13 especies
rior por debajo de 6 m de alto, donde se de árboles con DAP ˃ 2,5 cm. Aquí Mauri- Laetia suaveolens 12 3 0,050 17,34
encuentran Nectandra sp., Panopsis rubes- tiella aculeata es la especie dominante, Macrolobium multijugum 2 1 0,183 14,5
cens, Duroia sp. y Tovomita spruceana. El con más del 27% del valor ecológico del Licania apetala 4 3 0,086 13,2
estrato herbáceo es prácticamente inexis- bosque, casi 41% del total de árboles
Nectandra sp. 4 2 0,004 8,6
tente, debido al prolongado anegamiento censados y 20% del área basal de la comu-
del período lluvioso y solo se presenta nidad. Le siguen en importancia Eschwei- Simaba orinocensis 1 1 0,009 3,94
en las posiciones topográficamente más lera tenuifolia y Campsiandra taphornii, Panopsis rubescens 1 1 0,004 3,62
elevadas del terreno, Spathanthus bicolor, entre estas tres especies se encuentran Duroia sp. 1 1 0,003 3,56
y algunas hierbas acuáticas como Cabomba casi las dos terceras partes (179,31%) de
Tovomita spruceana 1 1 0,002 3,51
furcata, Utricularia erectiflora, U. foliosa y la importancia ecológica total del bosque
Mayaca fluviatilis. Las únicas trepadoras y el 64,6% de todos los árboles medidos Total 130 1,773 300

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Figura 17. Panopsis rubescens en flor. Foto: R. Gonto.

Figura 16. Frutos de Parahancornia oblonga. Foto: G. Colonnello.

(Tabla 2). Por otro lado, las especies menos observaron otras 46 especies leñosas
representadas son Simaba orinocensis, entre árboles, arbustos y trepadoras,
Panopsis rubescens, Duroia sp. y Tovomita algunas de afinidad amazónica como
spruceana, cada una con un solo individuo Laetia suaveolens, Macrosamanea discolor
y 14,6% de la importancia ecológica total. var. discolor, Leopoldinia pulchra, Panopsis
Se censaron un total de 130 árboles, equi- rubescens y la misma M. aculeata, además
valentes a 1.300 ind.ha-1. Algunas especies de otras reseñadas por Schargel y Aymard
encontradas en estos ambientes aparecen (1993), que aquí alcanzan su distribución
en las figuras 16, 17 y 18. En la figura 19 más septentrional. Tampoco resultaron
se presenta el perfil estructural del palmar ricos en palmas estos ambientes, además
de esta parcela. de M. aculetata, solo se observaron otras
cuatro especies de palmas en la vega
La riqueza de especies leñosas en las inundable del caño, estas fueron Mauritia
comunidades de M. aculeata del caño La flexuosa, quizá la más conspicua, presente
Pica es muy baja, tan solo 12 a 13 espe- en suelos anegados todo el año; seguida de
cies fueron contabilizadas en las parcelas. Astrocaryum jauari (Figura 20), L. pulchra
Sin embargo, fuera de las parcelas se y Bactris bidentula, ubicadas sobre suelos Figura 18. Frutos de Licania apétala. Foto: R. Gonto.

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L. M. Mesa-S

A las condiciones de prolongado anega-

Figura 19. Perfil del bosque de galería con palmas, parcela 2 (no anegada). 1) Licania apetala var. aperta, 2) Micropholis gradneriana,
3) Eschweilera tenuifolia, 4) Mauritiella aculeata, 5) Campsiandra taphornii, 6) Laetia suaveolens, 7) Dulacia sp., 8) Tovomita spruceana,
miento de estos ambientes, se agrega la
pobreza de nutrientes de los suelos y las
aguas. Según Stauffer (2000), la diver-
sidad y abundancia de palmas está condi-
cionada por una combinación de factores
de carácter hidrológico, principalmente,
por lo que es presumible que la duración
de las inundaciones y las características

9) Macrolobium multijugum, 10) Nectandra sp., 11) Duroia sp., 12) Simaba orinocensis, 13) Panopsis rubescens.
químicas del agua en los caños y ríos (pH
y oligotrofia del sistema) determinen las
características más relevantes de la rizos-
fera y el consecuente establecimiento y
crecimiento de las especies.

La densidad de los individuos adultos de


Mauritiella aculeata, varió desde 1.060
ind.ha-1, en la parcela de inundación esta-
cional, hasta 2.100 ind.ha-1 en la parcela
de inundación permanente. Estos valores
son muy superiores a la densidad de
individuos adultos de Mauritia flexuosa
Figura 20. Astrocaryum jauari, común en en comunidades boscosas (92 ind.ha-1),
el borde del bosque de galería. Foto: R. morichales abiertos (156 ind.ha-1), o
Gonto. morichales cerrados (300 ind.ha-1), de los
Llanos Centrales de Venezuela (Ponce et
al. 1996, González-B. 1987), hasta valores
estacionalmente inundables, en bancos que varían en la Amazonia entre 15 y 645
del río y en planos donde la inundación es ind.ha-1 (Khan y de Granville 1992). O en
de menor cuantía y duración. comunidades dominadas por palmas, en
las tierras bajas de la amazonia venezo-
Todo ello resulta comparable con la compo- lana: Leopodinia piassaba (3-390 ind.ha-1), y
sición y la estructura de otras comuni- Attalea maripa (180-580 ind.ha-1) (Aymard
dades de palmas que crecen en hábitats et al. 2009). Estas diferencias pueden
de similares características ambientales, deberse a la alta densidad (porte pequeño
como por ejemplo las comunidades de de la planta) y al patrón de agrupamiento
Roystonea oleracea del Parque Nacional mostrado (crecimiento cespitoso).
Turuépano, que tienen entre 10 y 13 espe-
cies (Colonnello et al. 2009 y 2016). Igual- Conclusiones
mente los palmares de pantano del Delta En Venezuela las comunidades de Mauri-
Medio del Orinoco, compuesto por pocas tiella aculeata, asociadas al caño La Pica
especies, tales como Mauritia flexuosa, son características de ambientes oligotró-
Symphonia globulifera, Euterpe precatoria, ficos en ríos de aguas negras. Ello se refleja
Virola surinamensis, Protium heptaphyllum y en la composición florística, en la baja
Pterocarpus officinalis (González-B. 2011). riqueza de especies y en las características

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TERCERA PARTE: LLANOS VENEZUELA

L. M. Mesa-S

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508 509
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: LLANOS VENEZUELA

L. M. Mesa-S

tario, diagnóstico ambiental y estrategia. nura eólica limosa situada entre los ríos Anexo 1. Listado de especies. A: árbol, a: arbusto, su: sufrútice, tr: trepadora, h: hierba, e:
Comité Venezolano de la UICN. Caracas- Capanaparo y Riecito, estado Apure, Vene- epífita, he: helecho, p: palma, pa: parásita.
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Familia Especie Hábitat
quetá: 1. El árbol dentro de las unidades a la categoría de profesor titular. Esc. Geo- de vida
de la tierra, un recurso para la comunidad grafía, Facultad de Ciencias Forestales y Bosque bajo con
Apocynaceae Parahancornia oblonga A
Miraña. Colombia Amazónica 5 (2): 69- 98. Ambientales, Universidad de los Andes. arbustal
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Bignoniaceae tr
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• Schargel, R. y G. Aymard. 1993. Observa- Perú. Folia Amazónica 11 (1-2): 99-111. Tillandsia balbisiana e
arbustal
ciones sobre suelos y vegetación en la lla-
Bosque bajo con
Tillandsia flexuosa e
Bromeliaceae arbustal
Bosque de galería con
Tillandsia balbisiana palmas, Bosque bajo e
con arbustal
Burmanniaceae Burmannia bicolor Herbazal inundable h
Bosque de galería con
Cabombaceae Cabomba furcata h
palmas
Bosque de galería con
Campsiandra taphornii A
palmas
Caesalpiniaceae Chamaecrista diphylla Herbazal inundable h
Bosque de galería con
Macrolobium multijugum A
palmas
Campanulaceae Lobelia aquatica Herbazal inundable h
Bosque de galería con
Couepia paraensis subsp. glaucescens A, a
palmas
Bosque de galería con
Hirtella racemosa Lam. var. hexandra a
palmas
Chrysobalanaceae
Bosque de galería con
Licania apetala var. aperta A, a
palmas
Bosque de galería con
Licania heteromorpha var. heteromorpha A
palmas
Bosque bajo con
Clusiaceae Caraipa llanorum subsp. llanorum a, A
arbustal

510 511
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: LLANOS VENEZUELA

L. M. Mesa-S

Anexo 1. Continuación. Anexo 1. Continuación.

Forma Forma
Familia Especie Hábitat Familia Especie Hábitat
de vida de vida
Bosque de galería con Eriocaulaceae Philodice hoffmannseggii Herbazal inundable h
Clusiaceae Tovomita spruceana A
palmas Euphorbiaceae Phyllanthus lindbergii Herbazal inundable h
Cyperus haspan Herbazal inundable h Bosque de galería con
Cyperus odoratus Herbazal inundable h Acosmium nitens palmas, Bosque bajo A
Fabaceae con arbustal
Cyperus surinamensis Herbazal inundable h
Bosque de galería con
Bosque de galería con Ormosia costulata A
Diplacrum guianense h palmas
palmas
Gentianaceae Coutoubea ramosa Herbazal inundable h
Eleocharis sp. Herbazal inundable h Bosque de galería con
Bosque de galería con Nectandra sp. palmas, Bosque bajo a
Eleocharis capillacea h
palmas con arbustal
Eleocharis minima Herbazal inundable h Bosque de galería con
Lauraceae
Ocotea sp. palmas, Bosque bajo A, a
Eleocharis mitrata Herbazal inundable h con arbustal
Lagenocarpus guianensis subsp. Bosque bajo con Bosque de galería con
h Ocotea cymbarum A
guianensis arbustal palmas
Rhynchospora sp. Herbazal inundable h Bosque de galería con
Lecythidaceae Eschweilera tenuifolia A
Rhynchospora barbata Herbazal inundable h palmas
Cyperaceae Rhynchospora globosa Herbazal inundable h Utricularia sp. Herbazal inundable h
Bosque de galería
Rhynchospora hirsuta Herbazal inundable h Utricularia erectiflora con palmas, Herbazal h
Bosque bajo con Lentibulariaceae inundable
Rhynchospora imeriensis h
arbustal Bosque de galería
Rhynchospora pilosa subs. arenicola Herbazal inundable h Utricularia foliosa con palmas, Herbazal h
inundable
Rhynchospora puber Herbazal inundable h
Bosque de galería con
Bosque bajo con Loranthaceae Psittacanthus eucalyptifolius palmas, Bosque bajo pa
Rhynchospora spruceana arbustal, Herbazal h con arbustal
inundable
Lycopodiaceae Lycopodiella cernua Herbazal inundable he
Rhynchospora trispicata Herbazal inundable h
Cuphea antisyphilitica var. antisyphilitica Herbazal inundable su
Scleria microcarpa Herbazal inundable h Lythraceae
Cuphea odonellii Herbazal inundable h
Scleria reticularis Herbazal inundable h Bosque de galería con
Malpighiaceae Heteropterys orinocensis tr
Bosque de galería con palmas
Scleria secans palmas, Bosque bajo tr Bosque bajo con
con arbustal Malvaceae Byttneria genistella arbustal, Herbazal h
Droseraceae Drosera sessilifolia Herbazal inundable h inundable
Eriocaulon humboldtii Herbazal inundable h Bosque de galería
Mayaca fluviatilis con palmas, Herbazal h
Eriocaulon tenuifolium Herbazal inundable h inundable
Eriocaulaceae Mayacaceae
Bosque bajo con Bosque de galería
Paepalanthus lamarckii arbustal, Herbazal h Mayaca sellowiana con palmas, Herbazal h
inundable inundable

512 513
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: LLANOS VENEZUELA

L. M. Mesa-S

Anexo 1. Continuación. Anexo 1. Continuación.

Forma Forma
Familia Especie Hábitat Familia Especie Hábitat
de vida de vida
Acisanthera limnobios Herbazal inundable h Polygala savannarum Herbazal inundable h
Acisanthera nana Herbazal inundable h Polygala subtilis Herbazal inundable h
Polygalaceae Securidaca pendula Herbazal inundable a, tr
Comolia leptophylla Herbazal inundable a
Bosque de galería con
Bosque bajo con Coccoloba dugandiana a
palmas
Desmoscelis villosa arbustal, Herbazal su
inundable Bosque de galería con
Pontederiaceae Eichhornia heterosperma h
palmas
Bosque de galería con
Miconia aplostachya a Bosque de galería con
Melastomataceae palmas
Cybianthus spicatus palmas, Bosque bajo a
Poteranthera pusilla Herbazal inundable h con arbustal
Primulaceae
Rhynchanthera apurensis Herbazal inundable a Bosque de galería con
Cybianthus venezuelanus A
Rhynchanthera sp. Herbazal inundable a palmas
Bosque bajo con Bosque de galería con
Tibouchina spruceana a Proteaceae Panopsis rubescens palmas, Bosque bajo A, a
arbustal
Bosque de galería con con arbustal
Tococa coronata a Bosque de galería con
palmas Rapateaceae Spathanthus bicolor h
Bosque de galería con palmas
Mimosaceae Macrosamanea discolor var. discolor palmas, Bosque bajo A, a Bosque bajo con
Alibertia latifolia a
con arbustal arbustal
Bosque bajo con Bosque de galería con
Moraceae Ficus mathewsii A, a Duroia genipoides palmas, Bosque bajo a
arbustal
Bosque de galería con con arbustal
Myrtaceae Eugenia florida palmas, Bosque bajo a Bosque bajo con
Duroia sp. A
con arbustal Rubiaceae arbustal
Bosque bajo con Limnosipanea spruceana Herbazal inundable h
Ouratea panamica A, a
arbustal Bosque bajo con
Pagamea guianensis var. guianensis a
Ochnaceae Bosque bajo con arbustal
Sauvagesia erecta arbustal, Herbazal h Bosque bajo con
inundable Palicourea croceoides a
arbustal
Bosque de galería con Perama hirsuta Herbazal inundable h
Dulacia cyanocarpa a
palmas Bosque de galería con
Olacaceae Salicaceae Laetia suaveolens A
Bosque de galería con palmas
Dulacia sp. A
palmas Bosque de galería con
Sapotaceae Micropholis gardneriana A, a
Onagraceae Ludwigia sp. Herbazal inundable a palmas
Bosque de galería con Bosque de galería con
Orchidaceae e Simarubaceae Simaba orinocensis palmas, Bosque bajo A
palmas
Orobanchaceae Buchnera palustris Herbazal inundable h con arbustal
Xyris sp. Herbazal inundable h
Plantaginaceae Conobea aquatica Herbazal inundable h
Bosque bajo con
Echinochloa colona Herbazal inundable h Xyridaceae Xyris jupicai arbustal, Herbazal h
Poaceae Bosque bajo con inundable
Oplismenus burmannii h
arbustal Xyris laxifolia Herbazal inundable h

514 515
G. Colonnello
COMUNIDADES CON Roystonea
oleracea DE VENEZUELA: ASPECTOS

25. FITOGEOGRÁFICOS Y PRINCIPALES


COMPONENTES FLORÍSTICOS
José Ramón Grande Allende y Giuseppe Colonnello

Resumen países adyacentes, y se discuten las impli-


Las comunidades con Roystonea oleracea caciones fitogeográficas. La información
incluyen algunas de las faciaciones más generada puede servir de base para el
característica de la zona de bosque semi- desarrollo de programas de conservación,
deciduo de la región Caribe del norte de y aportan pistas sobre la biogeografía de
Suramérica. Se extienden a zonas transi- los tipos de bosque involucrados.
cionales de las regiones andina y guaya-
nesa, la isla de Trinidad y Tobago, las Palabras clave. Bosques de pantano.
Antillas Menores y unidades de bosque Bosques de manglar. Bosques semideci-
siempreverde asociadas a ambientes estua- duos. Bosques siempreverdes.
rinos (incluyendo bosques de pantano y
manglares). Estudios recientes, llevados Introducción
a cabo durante los últimos ocho años en El género Roystonea O. F. Cook (Arecaceae)
Venezuela (el país con el mayor número de constituye uno de los elementos florís-
poblaciones de la especie), han permitido ticos más característicos de la subregión
esclarecer los principales patrones florís- biogeográfica caribe (Morrone 2002), e
ticos y estructurales de las comunidades incluye diez especies y una variedad de
originales, así como algunos patrones hábito arbóreo monocaule, generalmente
sucesionales de las comunidades interve- superior a los 15 m de altura (Zona 1996).
nidas. En el presente trabajo se presentan De acuerdo a la información disponible en
y discuten los principales resultados obte- la literatura, solo Roystonea regia (Kunth)
nidos, haciendo énfasis en los patrones O. F. Cook y R. oleracea (Jacq.) O. F. Cook
florísticos. Se proponen tres áreas prin- var. oleracea forman agrupaciones natu-
cipales de distribución (occidente, centro rales densas, en las cuales representan el
y oriente) y cinco áreas secundarias o elemento dominante o codominante (en
subgrupos, con diferentes especies, tipos Sarukhán 1968 se mencionan “palmar[es]
de vegetación y/o condiciones ecológicas. de Rosystonea sp.”, sin indicación del
Los resultados obtenidos se comparan nombre de la especie). Si bien de la primera
con los disponibles en la literatura de los especie, ampliamente distribuida en

Inflorescencia de Roystonea oleracea. Foto: G. Colonnello 517


XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: Roystonea, VENEZUELA

G. Colonnello

Mesoamérica, el sur de México y las islas 2003 y 2011, Marrero 2011, Rosales et al. intervenidas. Se desconoce si Roystonea se recrean parcialmente las condiciones
del Caribe, solo se han realizado estu- 1993, y referencias allí citadas), Trinidad y princeps (Beccari) Burrett (Asprey y originales (Borhidi 1988, Colonnello et al.
dios ecológicos para Cuba (Borhidi 1988 Tobago (Beard 1944a y b y Bonadie 1998), Robbins 1953, Read 1972) y R. dunlapiana 2014).
y 1996, Borhidi y Herrera 1977, Borhidi y Colombia (Galeano y Bernal 2005, 2010) y Allen (Lot-Helgueras 1991 y Zona 1996),
Muñiz 1984, Huber y Riina 2003), donde Barbados (Zona 1996). Las comunidades cercanamente emparentadas entre sí Tomando en cuenta el grado actual de
se encuentra asociada a suelos con buen de Roystonea regia de Cuba comparten con según Zona (1996), y también reportadas conocimiento sobre las comunidades con
drenaje de la zona de bosques semideci- las comunidades de Roystonea oleracea de para humedales, forman comunidades Roystonea oleracea de Venezuela, y con
duos y bosques “siempreverdes estacio- Venezuela y Trinidad y Tobago (únicas densas similares a las ya mencionadas. base en los resultados reportados en la
nales” (agrupados dentro de la categoría con información florística publicada) Roystonea oleracea var. jenmanii (Waby) literatura para los países adyacentes, se
“montes semicaducifolios” en Bisse 1988), las especies Ceiba pentandra (L.) Gaertn. Zona, hasta ahora solo conocida con plantearon los siguientes objetivos: 1)
se sabe que también puede crecer en áreas (Malvaceae), Samanea saman (Jacq.) Merr. seguridad bajo cultivo, tal vez coexista establecer la distribución de las comuni-
anegables del estado mexicano de Veracruz y Dalbergia ecastapyllum (P. Browne ex L.) con la variedad típica en el nordeste de dades con R. oleracea en el país, 2) detallar
(Zona 1996). De Roystonea oleracea var. Taub. (Fabaceae), así como los géneros Venezuela, formando agrupaciones más los principales elementos florísticos que
oleracea, en cambio, se dispone de informa- Sabal Adans. (Arecaceae), Cordia L. (Bora- o menos densas asociadas a lugares con conforman dichas asociaciones, 3) esta-
ción sobre comunidades de bosque semi- ginaceae), Lonchocarpus Kunth (Fabaceae) topografía baja y alto nivel freático, esta- blecer su clasificación a nivel nacional, 4)
deciduo y siempreverde, donde la especie y Swietenia Jacq. (Meliaceae) (Bear op. cionalmente inundadas (vid. infra, p. 539). establecer comparaciones con otras áreas
domina o codomina (Figura 1), para un cit. y Bonadie op. cit.). En ambos casos, con comunidades naturales con la misma
amplio sector del norte de Suramérica las especies acompañantes corresponden Todas las comunidades que se encuen- especie de los países adyacentes y 5) plan-
y, en menor proporción, del Caribe suro- a elementos típicos del área neotropical tran en la zona de bosque semideciduo tear las implicaciones del conocimiento
riental, e incluye Venezuela (Colonnello y caribe, con ninguna o muy pocas espe- se encuentran fuertemente amenazadas florístico para el desarrollo eficiente
y Grande 2010, Colonnello et al. 2009, cies exóticas, las cuales suelen estar como consecuencia de una fuerte presión de planes de conservación, tanto de R.
2012a y b, 2014, 2016 a y b, González-B. restringidas a comunidades fuertemente humana, que data de tiempos coloniales, oleracea como de los tipos de bosque en
y se asocia fundamentalmente a la expan- los cuales esta se desarrolla. Para mayores
sión de la frontera agrícola, debido a su detalles sobre los aspectos fisionómico-
ubicación sobre terrenos con alta ferti- estructurales, ecológicos y de conserva-
lidad (Borhidi y Herrera 1977, Colonnello ción, véanse Colonnello et al. (2016a y b).
et al. 2016b). En el caso de Venezuela,
dichos enclaves suelen encontrarse, Materiales y métodos
además, cerca de algunos de los centros Durante los últimos ocho años se han
poblados más grandes del país, donde la estado llevando a cabo importantes
expansión urbana, los desarrollos turís- esfuerzos de mapeo y caracterización
ticos, la explotación forestal desorde- ambiental, florística y fisionómico-
nada y la agricultura de subsistencia han estructural de las comunidades con Roys-
venido jugando un papel cada vez más tonea oleracea de Venezuela, incluyendo
importante desde inicios del siglo XX. evaluaciones del estado de conservación,
Producto de dicha intervención, algunas dinámica sucesional y usos por parte
comunidades apenas conservan a la propia de las comunidades locales (Colonnello
Roystonea o pocas especies más dentro del et al. 2009, 2012a y b, 2014, 2016a y b,
componente arbóreo del dosel original, y Colonnello y Grande 2010). De la tota-
se encuentran más o menos integradas al lidad de enclaves ubicados (Figura 2), se
herbazal antrópico que las rodea (Borhidi escogieron 26 lugares (Tabla 1) donde se
y Herrera 1977, Colonnello et al. 2016a y b, levantaron parcelas de 0,1 ha (100 m x
Zona 1991) (Figura 1). En algunos casos, 10 m) para el estudio de la flora vascular,
Figura 1. Comunidad donimada por Roystonea oleracea en la localidad de Los Cristales sin embargo, llegan a formarse comuni- divididos en 10 subparcelas de 10 m x 10
(área de distribución central, subgrupo 3; estado Lara, Venezuela). Foto: G. Colonnello. dades boscosas secundarias en las que m (metodología de acuerdo a Keeley y

518 519
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: Roystonea, VENEZUELA

G. Colonnello

para las angiospermas y Christenhusz et se consideran bosques siempreverdes


al. (2011) para los helechos y sus afines. aquellos con menos de 25% de individuos
No se consideraron aquellas especies que deciduos (que pierden sus hojas durante
solo se encontraron creciendo en la zona la estación de sequía), y bosques semi-
abierta de la parcela S. Bárbara 3, en pleno deciduos aquellos donde 25-75% de los
proceso de regeneración. Con el fin de individuos pertenecientes a las especies
establecer numéricamente los valores de arbóreas dominantes pierden sus hojas
diversidad de las parcelas se calcularon, durante la época de sequía.
solo tomando en cuenta los datos de las
subparcelas (excluyendo a las cuadratas), Resultados y discusión
la riqueza y los índices de diversidad Producto del estudio de 26 parcelas en 21
de Shannon (H’) y Simpson (1-D). Para localidades de Venezuela (Tabla 1, Figura
generar una clasificación de las comuni- 2), y 85 levantamientos puntuales no
dades estudiadas, se realizó un análisis exhaustivos de la flora vascular en el resto
de aglomeración UPGMA (Unweight del área de distribución, pudo generarse
Pair-Group Average, por sus siglas en un mapa de las localidades donde actual o
inglés) con distancias de Jaccard, usando históricamente han existido comunidades
el programa MVSP 3.0 (Kovach 1998). con Roystonea oleracea, un ecosistema
En ambos casos, los datos considerados previamente poco estudiado (Colonnello et
corresponden a la matriz de presencia- al. 2009, Balslev et al. 2011, Marrero 2011).
ausencia de las especies estudiadas en las Dos de ellas han sido completamente
subparcelas. Adicionalmente, y con el fin eliminadas: una en el valle de Caracas,
Figura 2. Mapa de distribución de las comunidades espontáneas con Roystonea oleracea
de establecer el valor de dominancia, se reportada por Spence (1878); probable
presentes en Venezuela y los países adyacentes (adaptado de Colonnello et al. 2016a). El
calculó el Índice de Valor de Importancia origen del topónimo “Los Chaguaramos”
área correspondiente a la zona remanente con bosques semideciduos aparece resaltada en
(IVI) por especie, considerando solo aque- en la ciudad de Caracas (Colonnello et al.
verde, y fue estimada a partir del mapa de vegetación de Venezuela de Huber y Oliveira-
llos individuos con DAP ≥ 2,5 cm. Las 2016b: Figura 2), y la otra en la localidad
Miranda (2010). Los hexágonos negros corresponden a las parcelas estudiadas (11-12,
especies y valores de IVI considerados de Santa Bárbara de Maturín, en el estado
13-14 y 24-26 corresponden a las mismas localidades), los grises a localidades no visitadas
son los mismos que en Colonnello et al. Monagas (Steyermark 1946). Las dos
señaladas en la literatura, y los grises con una “x” a comunidades reportadas en la literatura
(2016a) para individuos con DAP ≥ 2,5 localidades en el extremo oeste del delta
que han sido eliminadas. Las tres áreas principales de distribución (occidente [parcelas
cm (subparcelas), pero se incluyen espe- del río Orinoco corresponden a comuni-
1-4], centro [parcelas 5-17] y oriente [parcelas 18-26]) son propuestas con base en los resul-
cies adicionales, posteriormente identifi- dades espontáneas, cuyas poblaciones
tados del análisis de aglomeración que se muestra en la figura 4.
cadas, correspondientes a algunas de las de Roystonea probablemente se deriven
herbáceas presentes en las cuadratas. Los de eventos recientes de naturalización, a
valores de IVI corresponden a la suma de partir de poblaciones cultivadas (Colon-
Fotheringham 2005); dos de las parcelas iguales a 2,5 cm. Adicionalmente, para las los valores de densidad relativa (porcen- nello et al. 2016a). Algunas localidades
estudiadas (Caparo 2 y 3) solo abarcaron herbáceas y las plántulas, se establecieron taje de individuos), frecuencia relativa no fueron visitadas, pero pudieron ser
0,04 ha, debido a la ausencia de comuni- 2 cuadratas de 1 m2 por subparcela (una a (porcentaje de subparcelas) y dominancia ubicadas con la ayuda de imágenes de saté-
dades no intervenidas de extensión sufi- cada lado de la línea longitudinal media, relativa (porcentaje de área basal, calcu- lite y mediante la consulta de la literatura
ciente. Se anotaron datos ecológicos como cerca del centro, para un total de 20 m2 por lada a partir de los valores de DAP), y especializada, tanto para Venezuela como
tiempo y profundidad de la inundación, parcela). Las especies fueron colectadas con ellos se realizó un análisis de aglo- para los países adyacentes.
posición geomorfológica, características en alcohol isopropílico al 35% con agua y meración UPGMA con distancias Cuerda,
del suelo y grado de intervención. Para las secadas en estufa a una temperatura de ca. usando también MVSP 3.0 (Kovach 1998). Las comunidades con Roystonea oleracea
subparcelas sólo se consideraron indivi- 60 °C, y están depositadas en los herbarios La terminología sobre tipos de vegetación que fueron estudiadas presentaron
duos cuyos tallos presentaran diámetros CAR y VEN. El sistema de clasificación sigue a Huber y Oliveira-Miranda (2010). extensiones reducidas (< 1-100, rara vez
a la altura del pecho (DAP) superiores o empleado sigue a APG IV (APG IV 2016) Al igual que en Huber y Alarcón (1988), 100-6000 ha) dentro de áreas mucho

520 521
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: Roystonea, VENEZUELA

G. Colonnello

Tabla 1. Ubicación de las parcelas estudiadas. Se incluye la superficie aproximada de la mayores de bosques semideciduos el bioclima es siempre de tendencia semi-
comunidad muestreada y los valores de IVI (Índice de Valor de Importancia) y número de (húmedos y tropófilos, en su mayoría húmeda a seca, de tipo tropófilo macro-
individuos por hectárea (ind.ha-1) para Roystonea oleracea (Jacq.) O.F. Cook var. oleracea transformados en pastizales) y en menor térmico (submesotérmico en la extinta
(Arecaceae). Solo se consideraron aquellos individuos cuyos tallos (excluida la zona apical proporción bosques siempreverdes, con comunidad de Caracas) o xérico submeso-
con hojas) al menos igualaban la altura del pecho (ca. 1,35 m). gran variabilidad en cuanto a composi- térmico (occidente del estado Lara y estado
ción florística y amplia distribución en el Mérida). La naturaleza semisiempreverde
norte del país (Colonnello et al. 2016a). o siempreverde de la gran mayoría de
No. en la Superficie Roystonea oleracea Las parcelas de las localidades de Catuaro, las comunidades estudiadas se debe a la
Coordenadas geográficas
figura 2 (ha) IVI ind.ha-1 Caripito y Las Yeguas corresponden a alta humedad del sustrato, asociado a
Caparo 1 07°28’46,29’’N-71°01’19,32’’O 1 1 42,33 100 bosques siempreverdes, el resto (menos depresiones anegables, márgenes de ríos
S. Miguel 2, de tipo estacional) a bosques y ambientes estuarinos. La comunidad
Caparo 2 07°28’15,37’’N-70°57’20,71’’O 2 2,5 43,44 90 semideciduos húmedos (bosques semi- de la parcela S. Miguel 2 mostró condi-
Caparo 3 07°26’23,70’’N-70°56’59,50’’O 3 1,5 34,6 70 siempreverdes). Muestran tres o cuatro ción semidecidua estricta, asociada a
estratos, dos o tres de leñosas más el soto- lapsos reducidos de inundación y bajas
Caimital 08°42’45,58’’N-70°04’36,47’’O 4 10 90,32 320 bosque, éste último compuesto de hierbas densidades de la especie. La información
Los Cristales 09°51 12,90N-68°11 37,30O 5 15 141,54 340 de hasta 2 m de alto, plántulas y juveniles, disponible sobre los suelos de las comuni-
con densidades bajas, moderadas o altas dades con Roystonea oleracea indica Tropa-
Torrellero 09°43 36,70N-69°08 48,50O 6 52 16,76 450 (Colonnello et al. 2016a). En el estrato quents (Rosales et al. 1993), Histosoles
S. Bárbara 1 10°41’51,52’’N-68°26’33,71’’O 7 100 55,97 300 superior se incluyen emergentes de hasta (cf. Colonnello et al. 2012a) y diversos
35 m de alto, en el segundo estrato árboles tipos de suelos minerales, predominante-
S. Bárbara 2 10°42’17,56’’N-68°26’34,88’’O 8 90 74,47 340 de 15-20 m, y en el estrato inferior árboles mente minerales o predominantemente
S. Bárbara 3 10°41’50,94’’N-68°26’40,82’’O 9 60 73,64 150 y arbustos de 2-7 m (Colonnello et al. orgánicos, con altas concentraciones de
2016a). Las lianas y hemiepífitas son por lo cationes intercambiables, texturas relati-
La Siete 10°38’21,99’’N-68°36’25,02’’O 10 150 90,42 400 general escasas, y las epífitas, en general, vamente finas y baja o muy baja salinidad
El Tuque 47,39 y muy escasas. Las densidades de Roystonea (Colonnello y Grande 2010, Colonnello et
10°48’37,51’’N-68°21’03,03’’O 11 y 12 120 560 y 440
(1 y 2) 91,15 en las subparcelas varían de 70 a 670 ind. al. 2014 y 2016a).
S. Miguel 34,23 y ha-1 (Tabla 1), y son similares a las regis-
57°57’31,74’’N-68°30’24,91’’O 13 y 14 80 170 y 90
(1 y 2) 23,16 tradas para comunidades de otras especies Distribución de las comunidades
Las Yeguas 10°05’55,36’’N-68°39’59,25’’O 15 6 75,46 250 de palmas monocaules altas del norte de con Roystonea oleracea en Venezuela
Suramérica, como Mauritia flexuosa L. f., Las comunidades con Roystonea oleracea
Las Colonias 10°55’48,11’’N-68°39’59,25’’O 16 5 158,72 670 para la cual han sido reportados 92 ind. constituyen uno de los aspectos más
El Charal 10°50’27,52’’N-68°46’49,14’’O 17 15 76,48 280 ha-1 en matrices boscosas siempreverdes, llamativos del paisaje de la zona de
156 ind.ha-1 en pantanos ralos y 300 ind. bosques semideciduos macrotérmicos y el
La Toscana 09°49’28,60’’N-63°22’24,30’’O 18 8 51,72 120 ha-1en pantanos densos de Los Llanos de borde inferior de la zona submesotérmica
La Venezuela (González-B. 1987 y Ponce et del norte de Venezuela (Huber y Oliveira-
09°41’39,50’’N-63°24’45,70’’O 19 8 77,85 160
Candeleria al. 1996) y 475 ind.ha-1 en una matriz de Miranda 2010), sobre todo en aquellos
Cachipo 09°55’50,88’’N-63°02’45,72’’O 20 25 57,13 140 bosque de pantano siempreverde en el lugares donde se presentan suelos planos
departamento de Arauca, Llanos Orien- y fértiles con alto nivel freático. El inter-
Caripito río 10°08’6,00’’N-63°03’22,50’’O 21 50 27,89 40 tales de Colombia (Pérez y Mijares 2013); valo altitudinal oscila entre 0 y ca. 1.000
Caripito en Leopoldinia piassaba Wallace, con 3-390 m s.n.m., e incluye amplios sectores de
10°08’18,20’’N-63°02’47,20’’O 22 50 62,26 170
puerto ind.ha-1 en el estado Amazonas de Vene- las áreas caribe (Los Llanos, La Costa y
Catuaro 1 10°33’44,91’’N-63°01’54,74’’O 23 70,6 200 zuela y Attalea maripa (Aubl.) Mart., con Centro-Occidente) y guayanesa (nordeste
6000 180-580 ind.ha-1 en el estado Amazonas de la Reserva Forestal de Imataca y alre-
31, 29,7 80, 70 y de Venezuela (Aymard et al. 2009). A pesar dedores del embalse de Guri), así como
Catuaro 2-4 10°33’0,69’’N-63°02’26,92’’O 24, 25 y 26
y 52,3 160 de abarcar diversos tipos de vegetación, algunas localidades de las regiones

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: Roystonea, VENEZUELA

G. Colonnello

florísticas de Los Andes y la depresión del las planicies costeras de Venezuela y la isla de Copernicia tectorum y las sabanas de población de El Palmar (Colonnello et al.
Lago de Maracaibo (esta última también de Trinidad (Bonadie 1998, Colonnello y Trachypogon de la provincia biogeográfica 2016b).
caribeña). Cabe destacar, sin embargo, Grande 2010, Connello et al. 2009, 2012a, Maracaibo (Huber 2008; clasificación
que el concepto de bosque semideciduo es 2014), incluyendo el golfo de Paria (ca. biogeográfica de acuerdo a Morrone 2002). A pesar de que las comunidades de Roys-
considerado aquí en un sentido amplio, e 6.000 ha más o menos continuas en torno Las comunidades del estado Mérida, desa- tonea oleracea (es decir, aquellas dominadas
incluye tanto la selva alisia seca (propia- al Parque Nacional Turuépano, probable- rrolladas sobre las terrazas que bordean el o codominadas por dicha especie) han
mente semidecidua o subdecidua) como mente la mayor concentración de la especie valle del río Chama, se hayan asociadas a sido consideradas recientemente como un
la húmeda (propiamente semisiempre- en el mundo; Oliveira-Miranda et al. 2010), bosques semideciduos azonales del bolsón tipo de bosque siempreverde, dentro del
verde o subsiempreverde) de la termi- el delta del río Orinoco (Colonnello et al. árido de Lagunillas, fuertemente trans- grupo de los bosques de palmas (Huber
nología geobotánica de Vareschi (1992), 2016a y González-B. 2011) y terrenos esta- formados por el cultivo intensivo de la y Oliveira-Miranda 2010), solo han sido
equivalentes de los bosques semideci- cionalmente inundables de las terrazas caña de azúcar (Saccharum officinarum encontradas formando parte de unidades
duos estacionales o tropófilos y bosques aluviales de la vertiente oriental del piede- L. [Poaceae]). En dichos bosques predo- de vegetación propiamente siempreverdes
semideciduos húmedos u ombrófilos de monte andino en Venezuela y Colombia minan, dentro de los fragmentos mejor en algunas de las regiones estuarinas del
Huber y Oliveira-Miranda (2010). Se (Kochaniewicz y Plonczak 2004, Aymard conservados, individuos dispersos de unos norte de Venezuela, incluyendo el golfo
corresponde además, con los términos et al. 2011, Marrero 2011) y los valles 15-20 m de altura de Erythrina fusca Lour. de Paria, la planicie costera del estado
“Selva de lodazal” y “Palmar de pantano” de la región central, centro-occidental (Fabaceae) y especies del género Ficus L. Delta Amacuro y el denominado Golfo
para el área de Los Llanos y la cuenca y oriental de Venezuela, en los estados (Moraceae) y, en los lugares más inter- Triste de los estados Carabobo, Yaracuy y
del río Guarapiche (Ara y Arends 1985) Lara, Yaracuy, Aragua, Sucre y Monagas venidos, herbazales altos con Samanea Falcón. Roystonea oleracea coexiste allí con
y la región de Caripito (Canales 1985), (Colonnello et al. 2016a). Aunque muy rara saman. A pesar de que la zona con alta especies propias del bosque de manglar
“Zona apamatera” (Castillo et al. 1984) vez, también pueden encontrarse comu- humedad freática y bosques semideciduos (Rhizophora racemosa G. Mey., R. harrisonii
para la cuenca del río Guarapiche para el nidades de esta especie en depresiones de
se extiende, con doseles progresivamente Leechm. [Rhizophoraceae] y Avicennia
área en torno a Maturín (Huber y Alarcón colinas y montañas bajas, tal como en las
más altos, hasta los 1800-2000 m s.n.m. germinans (L.) [Acanthaceae] en los estua-
1988). Si bien esta especie puede encon- adyacentes a los valles del Centro-Occi-
(donde comienzan a aparecer elementos rios del golfo de Paria y Delta Amacuro
trarse como un elemento disperso en los dente del país (estados Yaracuy y Lara) y
florísticos del bosque nublado), sólo han y R. mangle L. [Rhizophoraceae] en la
bosques semisiempreverdes cercanos a el norte de la región guayanesa (estado
sido detectadas comunidades naturales desembocadura del río Sanchón, en el
Caucagua (región de Barlovento, en el Bolívar, en los alrededores del embalse
en la mencionada localidad (La Variante). Golfo Triste) y los bosques de Pterocarpus
estado Miranda) y Guasdualito (hacia el de Guri (Rosales et al. 1993 y Colonnello
Roystonea oleracea, sin embargo, se cultiva officinalis (Colonnello et al. 2009, 2012a,
extremo oeste del estado Apure, cerca de et al. 2016b). Hasta ahora sólo han sido
con éxito en las áreas verdes, zonas resi- 2014 y 2016a, Huber y Oliveira-Miranda
la frontera con Colombia), donde prefiere localizadas unas pocas comunidades de <
los márgenes de las lagunas o “esteros”, 1 ha al oeste de Los Andes. Estas incluyen denciales y plazas públicas de la ciudad de 2010 y González-B. 2011). Forma parte
suele formar agrupaciones densas una sola comunidad en la depresión del Mérida, donde alcanza probablemente su integral, además, del bosque medio denso
(“chaguaramales” sensu Rosales et al. Lago de Maracaibo, fuertemente interve- límite máximo en altitud (Braun 1970a y de Sapium glandulosum y Spondias mombin
1993, Roystonea oleracea Palm Swamps” nida, y algunas comunidades cerca de La Zona 1996). Los reportes para la sierra de asociado al diapiro de barro de Pedernales,
sensu Bonadie 1998, “selvas de bajío” sensu Variante, en el municipio Sucre del estado Perijá (Ginés et al. 1953 y Stauffer 2003), modelado en los sedimentos de la Forma-
Kochaniewicz y Plonczak 2004, “bosques Mérida, muy similares desde el punto de basados en una colección citada por Ginés ción La Pica (González-B. 2011).
de chaguaramos” sensu Colonnello y vista fisionómico (pocos individuos en et al. (1953) deben ser descartados, pues
Grande 2010 y Colonnello et al. 2012b, enclaves húmedos) a las que se encuen- corresponden a una especie de menor Al igual que en el caso de otras palmas,
“chaguaramales” o “maporales” sensu tran en el valle del río Curarigua, cerca de porte, aún por determinar, comunidades como Acrocomia aculeata (Jacq.) Lodd. ex
Huber y Oliveira-Miranda 2010, “chagua- la población homónima del estado Lara. densas, similares a las encontradas hasta Mart. y las especies de los géneros Attalea
ramales” y “bosques con chaguaramos” En ambos casos no ha podido verificarse ahora en localidades sobre sustrato Kunth y Ceroxylon Bonpl. ex DC., no se ha
sensu Colonnello et al. 2014 y Roystonea si se trata de eventos de naturalización mineral o predominantemente mineral, encontrado a Roystonea oleracea formando
oleracea communities sensu Colonnello et reciente, como ocurre en algunas zonas han sido recientemente ubicadas en el parte de herbazales naturales o “sabanas”
al. 2016a), donde constituye el elemento del estado Delta Amacuro (Colonnello et norte de la Reserva Forestal de Imataca anegables, como si ocurre para Coper-
dominante o codominante, en depresiones al. 2016a), o elementos relictuales, como (estado Bolívar), entre Upata y Guasipati, nicia tectorum (Kunth) Mart. y Mauritia
anegables y márgenes de cursos de agua de ha sido propuesto para las comunidades particularmente en los alrededores de la flexuosa (Huber y Oliveira-Miranda 2010).

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: Roystonea, VENEZUELA

G. Colonnello

En algunos casos, sin embargo, Roystonea Mart. ssp horridus), 28 a hierbas y solo dos

DAP ≥ 2,5 cm, presentes en las diferentes parcelas de 0,1 ha (0,04 ha en Caparo 2 y Caparo 3). Se señalan las tres principales áreas
Figura 4. Análisis de aglomeración (UPGMA) con distancias de Jaccard para la matriz de presencia-ausencia de las especies con
oleracea se encuentra inmersa en herba- a hemiepífitas. Las epífitas se mostraron,
zales secundarios como remanente del en general, escasas, y no fueron consi-
bosque original, pero resulta severamente deradas para los análisis estadísticos.
dañada como consecuencia de las quemas El índice de diversidad de Shannon (H’)
y los vientos huracanados (Colonnello et varió de 1,63 (en Las Yeguas) hasta 3,3
al. 2014 y 2016a y b). (en Caparo 1). El índice de Simpson (1-D)
varió de 0,69 (en Las Colonias) a 0,95 (en
Clasificación a nivel nacional y Caparo 1). El número total de especies de
las principales familias de angiospermas
principales componentes florísticos
(≥ 3 spp) puede apreciarse en la figura 3. Al
Las comunidades con Roystonea oleracea
igual que en las comunidades de Mauritia
de Venezuela albergan no menos de 286
flexuosa, las familias Arecaceae, Fabaceae
especies de plantas vasculares, correspon- y Moraceae muestran un elevado número
dientes a 282 angiospermas (133 géneros de taxones, pero a diferencia de estas,
en 60 familias) y 4 especies de monilófitos las Fabaceae ocupan el primer lugar, las
(3 géneros en 3 familias), ubicadas en 26 Rubiaceae muestran una mayor impor-
parcelas al norte del río Orinoco (hexá- tancia florística, las Melastomataceae son
gonos negros en el mapa de la Figura muy escasas y las Lauraceae se encuentran
2). 163 especies corresponden a árboles completamente ausentes (Pérez y Mijares
(incluyendo todas las palmas erectas), 25 2013).
a arbustos y sufrútices, 68 a lianas (prin-
cipalmente leñosas, incluyendo la palma Los resultados del análisis de aglomera-
trepadora Desmoncus horridus Splitg. ex ción mostrado en la figura 4 corroboran

de distribución y sus principales subgrupos.


Figura 3. Principales familias de angiospermas (≥ 3 sp.) presentes en las comunidades
con Roystonea oleracea de Venezuela (clasificación de acuerdo a APG IV 2016). Tomado de
Colonnello et al. 2016a.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: Roystonea, VENEZUELA

G. Colonnello

la clasificación propuesta por los autores (correspondiente a S. Miguel 2, con IVI=

Figura 5. Análisis de aglomeración (UPGMA) con distancias cuerda para la matriz de valores de IVI de las especies presentes en

las parcelas del área occidental) y la otra en matrices de bosques siempreverdes (la mayor parte de las parcelas del área oriental, más
áreas principales, una de ellas en matrices de bosques semideciduos (parcelas del área central exceptuando Las Yeguas, más todas
las diferentes parcelas de 0,1 ha (0,04 ha en Caparo 2 y Caparo 3), incluyendo solo individuos con DAP ≥ 2,5 cm. Se diferencian dos
en una reciente publicación (Colonnello et 23,16), así como especies acompañantes
al. 2016a) (Figura 3), si bien difieren en los únicas, propias de las facies sobre suelo
detalles del área central, donde se clari- seco del bosque semideciduo de la región.
fican los subgrupos mediante la exclusión El tercer subgrupo, una simple variación

Las Yeguas). Las formaciones siempreverdes corresponden a bosques de manglar y bosques de Pterocarpus officinalis.
de las especies herbáceas que solo fueron de segundo, se ubica hacia el extremo
encontradas en las cuadratas. En términos sur del área, incluye a las parcelas de
generales, se diferencian tres áreas de Torrellero y Los Cristales, sobre suelos
distribución: oriente, centro y occidente con alto contenido de materia orgánica,
(Figura 2). En la primera de ellas (oriente) y presenta especies únicas como Anacar-
abundan Desmoncus horridus, Erythrina dium excelsum (Bertero y Balb. ex Kunth)
fusca, Ficus maxima Mill. (Moraceae), Inga Skeels (Anacardiaceae) e Hirtella triandra
vera Willd. (Fabaceae), Pterocarpus offi- Sw. (Chrysobalanaceae), por lo que se
cinalis Jacq. (Fabaceae) y Tabebuia rosea encuentra relacionado con los mijaguales
(Bertol.) DC. (Bignoniaceae) y se incluyen o rodales densos de Anacardium excelsum
dos subgrupos. El primero de ellos incluye (“mijao”) propuestos por Marrero (2011).
las parcelas de Catuaro, hacia el extremo Un tercer grupo, finalmente, es diferen-
nordeste, sobre terrenos deltaicos (con ciable en el occidente del país, reúne las
abundancia de especies siempreverdes, localidades ubicadas en el estado Barinas,
propias del manglar y los bosques de Ptero- e incluye a las parcelas de Caimital y
carpus officinalis) y el otro, hacia el sureste, Caparo (en matrices predominantemente
integra las parcelas de Caripito, Cachipo, ombrófilas), las cuales se caracterizan por
La Toscana y La Candelaria (en los valles presentar suelos minerales y abundancia
de los ríos Aragua, Guanipa y Guarapiche de Albizia niopoides (Spruce ex Benth.)
del estado Monagas) y presenta espe- Burkart (Fabaceae), Attalea butyracea,
cies como Spondias mombin (Anacardia- Bactris major var. major, Calopogonium
ceae), Virola surinamensis (Rol. ex Rott.) caeruleum (Benth.) Sauvalle (Fabaceae),
Warb. (Myristicaceae), Ceiba pentandra, Casearia sp.1 y Luehea seemannii Triana y
Ficus sp. 2 (Moraceae) y Coccoloba latifolia Planch. (Malvaceae).
Poir. (Polygonaceae). En segundo lugar,
se diferencia un grupo central (predomi- Los árboles (Figura 6) incluyen tanto
nantemente en matrices tropófilas), con especies de porte bajo (p. e. Trichilia spp
abundancia de Andira inermis (Sw.) Kunth [Meliaceae], Annona glabra L. [Annona-
(Fabaceae), Bactris major var. major, Ficus ceae] y Brownea spp [Fabaceae]) como
maxima, Guazuma ulmifolia Lam. (Malva- alto, algunas de los cuales sobrepasan
ceae), Hura crepitans L. (Euphorbiaceae), con frecuencia los 20 y hasta los 30 m de
Spondias mombin y Tabebuia rosea, en cual altura (p. e. Ceiba pentandra, Hura crepi-
se pueden diferenciar tres subgrupos tans y Anacardium excelsum). Dos especies
menores, solo superficialmente relacio- de estranguladoras fueron identificadas:
nados con la abundancia de Roystonea: el Clusia cf. rosea Jacq. (Clusiaceae) y Ficus sp.
primero de ellos incluye las parcelas de la 2 (ambas del área oriental). Las familias
finca San Miguel (parcelas S. Miguel 1 y más importantes, de acuerdo al número de
2), sobre suelos minerales y con el menor especies, son: Fabaceae (26 sp., incluyendo
índice de dominancia de dicha especie 12 Mimosoideae, 11 Faboideae y 3 Caesal-
entre el total de las parcelas estudiadas pinioideae), Moraceae (15 sp.) y Arecaceae

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: Roystonea, VENEZUELA

G. Colonnello

(10 sp.), seguidas de las Polygonaceae (6 spp aff. (Fabaceae) siete veces cada una;
sp.), Meliaceae y Rubiaceae (5 sp.), las Desmoncus horridus ssp. horridus (Areca-
Malvaceae (anteriormente en Bombaca- ceae), Malpighiaceae sp. 1, Calopogonium
ceae), Euphorbiaceae y Myrtaceae (4 sp. caeruleum (Fabaceae) y Paullinia alata L.
cada una). Las familias Bignoniaceae, (Sapindaceae) seis veces, y Tanaecium
Lecythidaceae, Salicaceae, Sapotaceae, jaroba Sw. (Bignoniaceae) y Seguieria
Chrysobalanaceae y Clusiaceae presentan americana L. (Phytolaccaceae), cinco
tres especies cada una, mientras que las veces cada una. Las trepadoras herbá-
familias restantes solo presentan una o ceas, entre las cuales se encuentran Iseia
e dos especies. Las palmas erectas suman luxurians (Moric.) O’Donell (Convolvu-
10 especies, incluyendo Roystonea oleracea: laceae) y Mesechites trifidus (Jacq.) Müll.
Attalea butyracea (Mutis ex L. f.) Wess. Arg. (Apocynaceae) solo se incluyeron en
Boer (presente en las áreas occidente y las subparcelas de las localidades del área
centro), Attalea maripa (en Cachipo y Cari- central (una localidad cada una), en tanto
pito puerto), Bactris major Jacq. var. major que Melothria pendula L. (Cucurbitaceae)
(presente en todas las áreas de distribu- y Passiflora sp. 1 (Passifloraceae) fueron
ción salvo en el subgrupo 1 de oriente), censadas en las cuadratas de las parcelas
Bactris sp. 1 (en Cachipo), Euterpe oleracea del subgrupo 1 del área oriental. La especie
a b f Mart. (en oriente, salvo en el subgrupo Paullinia venezuelana Radlk. (Sapindaceae),
1), Euterpe precatoria Mart. (solo en con frutos maduros amarillos, y endémica
Chachipo), Manicaria saccifera Gaertn. de los bosques semideciduos del norte del
(solo en Caripito río), Sabal mauritiiformis país, se hallaba a pocos metros del área de
(H. Karst.) Griseb. (solamente en locali- estudio, en la finca San Miguel (parcelas S.
dades centrales) y Arecaceae sp. 1 (solo en Miguel 1 y 2).
Cachipo).
Las hierbas incluyen representantes
Las lianas representan un componente terrestres y acuáticos, incluyendo 28 espe-
bastante conspicuo de las comunidades cies en 13 familias. Las familias con más
g
estudiadas, habiéndose encontrado especies incluyen Heliconiaceae (7 sp.),
68 especies en 18 familias. Las más Araceae y Marantaceae (3 sp. cada una),
frecuentes pertenecen a las Fabaceae (10 Amaryllidaceae (2 sp.: Crinum erubes-
sp.), Sapindaceae (7 sp.), Bignoniaceae y cens L. f. ex Aiton e Hymenocallis tubiflora
Malpighiaceae (5 sp. cada una), Smilaca- Salisb.) y Costaceae (2 sp.: Costus arabicus
ceae (3 sp.) y Apocynaceae, Combretaceae, L. y C. scaber Ruiz y Pav.). Sólo tres espe-
Convolvulaceae, Cucurbitaceae y Phyto- cies correspondientes a pteridófitos (hele-
laccaceae (2 sp. cada una). Del total de chos y afines), actualmente en el grupo de
especies de lianas, 11 aún no ha podido las Monilophyta, cada una en una familia
c d h ser identificadas por falta de material distinta, fueron censadas en las parcelas
foliar, floral y/o frutal. Las especies con ubicadas en el área central (Acrostichum
Figura 6. Algunos de los árboles más característicos de las comunidades con Roystonea mayor constancia (presentes en mayor danaeifolium Langsd. y Fisch. [Pterida-
oleracea de Venezuela. a) Couroupita guianensis Aubl. (Lecythidaceae). b) Crateva tapia L. número de parcelas) fueron: Paragonia ceae], Nephrolepis rivularis (Vahl) Mett.
(Capparaceae). c) Tabebuia rosea (Bertol.) D C. (Bignoniaceae). d) Triplaris americana L. s.l. pyramidata (Rich.) Bureau (Bignoniaceae), ex Krug [Nephrolepidaceae] y Thelypteris
(Polygonaceae). e) Gustavia poeppigiana O. Berg (Lecythidaceae). f) Brownea coccinea Jacq. en 13 parcelas; Dalbergia ecastaphyllum serrata (Cav.) Alston [Thelypteridaceae]).
ssp coccinea (Fabaceae: Caesalpinioideae). g) Annona glabra L. (Annonaceae). h) Ficus maxima (Fabaceae), Clitoria javitensis (Kunth) Equisetum giganteum L. (Equisetaceae) fue
Mill. (Moraceae). Fotos: G. Colonnello. Benth. (Fabaceae) y Machaerium sp. 1 vel encontrada en diversas localidades en las

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: Roystonea, VENEZUELA

G. Colonnello

proximidades de Barquisimeto y Cura- Sprague y Sandwith (Bignoniaceae) y Tabla 2. Número total de especies e índices de exclusividad y homogeneidad para las áreas
rigua, pero no fue censada en ninguna de Monstera adansonii (Araceae). Esta última de distribución de comunidades de Roystonea oleracea de Venezuela, con base en las 26
las parcelas. Un número importante de especie es uno de los elementos más carac- parcelas estudiadas. *Se indican promedio y desviación estándar; solo se consideran las
herbáceas frecuentes no fueron incluidas terísticos de las comunidades de Roystonea especies de las subparcelas (DAP ≥ 2,5 cm). **Calculado como el porcentaje de especies
en las cuadratas, debido a lo escaso de a lo largo del país. exclusivas para cada área entre el número total de especies en todas las parcelas. ***Calcu-
sus poblaciones, o su patrón de distri- lado como el porcentaje de especies presentes en la mitad o más de las parcelas de cada área.
bución fuertemente agregado. Estas Las epífitas solo abundan en comunidades
incluyen especies de los géneros Cape- con doseles muy abiertos, generalmente
Occidente Centro Oriente
ronia A. St.-Hil., Euphorbia L. (Euphor- debidos a la intervención antrópica. Las
biaceae), Ludwigia L. (Onagraceae) y mismas incluyen, principalmente, espe- n especies total 86 150 92
Cyperus L. (Cyperaceae), así como Aconisia cies de Bromeliaceae y Orchidaceae, y al n especies por parcela* 35 ± 3,4 27 ± 8,8 19,6 ± 8,7
grandis (Hitchc. y Chase) J. R. Grande, menos una especie de Peperomia Ruiz y Exclusividad** 15% 35% 63%
Ocellochloa stolonifera (Poir.) Zuloaga y Pav. (Piperaceae, en el área de Caparo) y
Homogeneidad*** 37% 5% 8%
Morrone y Dallwatsonia pilosa (Sw.) J. R. Epihyllum Haw. (Cactaceae, en el subgrupo
Grande (Poaceae, previamente incluidas 1 del área oriental). La escasez en epífitas
en Panicum L.). Tampoco se incluyen las parece ser una característica común a los
hierbas ruderales que solo se encontraron bosques semideciduos macrotérmicos del relaciones entre las tres principales áreas florísticas del país (occidente, centro y
en la porción despejada de la parcela en norte de Venezuela, al menos en lo que de distribución. Así, por ejemplo, Heliconia oriente), Bactris major var. major, Cecropia
estado de recuperación (S. Bárbara 3). respecta a la región de Los Llanos (Aymard humilis y H. bihai s.l. son dos taxones estre- peltata L. (Urticaceae), Ceiba pentandra,
Eulophia alta (L.) Fawc. y Rendle (Orchi- y González-B. 2007). chamente emparentados que se encuen- Couroupita guianensis Aubl. (Lecythida-
daceae), una orquidácea muy escasa, fue tran entre los elementos más típicos de ceae), Guazuma ulmifolia, Inga ingoides
encontrada fuera de la parcela de la loca- De acuerdo a la clasificación propuesta, 86 las áreas de distribución septentrionales. (Rich.) Willd. (Fabaceae), Ruprechtia crue-
lidad Las Colonias, mientras que Justicia especies (43 de ellas exclusivas) se encuen- La primera de ellas, endémica del noroeste geri Griseb. ex Lindau (Polygonaceae),
effusa D. N. Gibson (Acanthaceae), una tran en el área occidental, 150 especies (97 de América del Sur (norte de Colombia y Sapium glandulosum, Spondias mombin y
especie claramente amenazada sobre la de ellas exclusivas) en el área central, y 92 Venezuela), es la especie más común en Tabebuia rosea como elementos leñosos,
cual aún no se disponen de datos poblacio- especies (58 de ellas exclusivas) en el área las localidades del área central, mientras Calopogonium caeruleum, Machaerium
nales adecuados (Colonnello et al., 2014) oriental (Tabla 2). El área occidental es la que la segunda, un elemento típicamente sp. 1 vel spp aff., Malpighiaceae sp. 1 y
no fue incluida en las cuadratas, pero más homogénea en términos de la compo- antillano (y en menor grado también Phryganocydia corymbosa (Vent.) Bureau
se encontró en algunas parcelas de las sición florística, con 32 de 86 especies guayanés y amazónico), permite agrupar, y K. Schum. (Bignoniaceae) como lianas,
cuencas de los ríos Aroa y Tocuyo. Algunas (37%) compartidas por la mitad o más de junto con H. spathocircinata Aristeg. (rela- Monstera adansonii Schott (Araceae) como
especies adicionales de aráceas lemnoides las parcelas, en tanto que las áreas oriente tivamente común en el oriente del Escudo hemiepífita, y Calathea lutea (Aubl.) Schult.
y una Lentibulariaceae (Utricularia gibba y centro presentan solo 7 de 92 (8%) y 7 Guayanés y la isla de Trinidad) las locali- (Marantaceae) como hierba. Ninguna
L.) fueron colectadas en microambientes de 150 (5%) especies compartidas por la dades del subgrupo 2 del área oriental. especie, además de la propia Roystonea
lóticos dentro de algunas de las locali- mitad o más de las parcelas (Tabla 2). De Heliconia episcopalis Vell. y H. latispatha oleracea, se encontró en la totalidad de las
dades estudiadas. En el subgrupo 1 del acuerdo a los valores de IVI (≥ 20 al menos Benth. son exclusivas del área occidental, localidades inventariadas (todas las seña-
área de distribución oriental Acrostichum en una parcela), y su presencia en más de si bien H. metallica Planch. y Linden ex ladas en el mapa de la Figura 2).
aureum L. (Pteridaceae), Amaranthus la mitad de las parcelas estudiadas, Tabe- Hook. permite establecer relaciones con
australis (A. Gray) J. D. Sauer (Amarantha- buia rosea y Ficus maxima representan los las parcelas más occidentales del área La alta variabilidad observada en cuanto
ceae), Anthurium jenmanii Engl. (Araceae) principales elementos que relacionan las central. Heliconia hirsuta L. f., H. marginata a la riqueza de especies y los índices de
y Drymonia serrulata (Jacq.) Mart. (Gesne- áreas centro y oriente, mientras que Tripla- (Griggs) Pittier y H. psittacorum L. f. son diversidad, parece estar relacionada con la
riaceae) constituyen elementos florísticos risamericana L. s.l. (Polygonaceae) asocia especies de amplia distribución para las variación en las condiciones ambientales,
característicos. las áreas occidente y centro. Las especies localidades estudiadas, al igual que a lo entre las cuales destacan el régimen hidro-
de Heliconia L. (Heliconiaceae) (Figura 7) largo del área neotropical. Apenas 17 del lógico y el tipo de sustrato (Colonnello et
Las hemiepífitas incluyen solo dos espe- resultan muy comunes en las localidades total de 286 especies (tan solo el 6%) son al. 2016a y b). En términos generales, las
cies, Macfadyena uncata (Andrews) estudiadas, y también permiten establecer compartidas por las tres principales áreas parcelas con largos periodos de inundación

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TERCERA PARTE: Roystonea, VENEZUELA

G. Colonnello

e f
a b

g h
c d
Continuación figura 7. Especies del género Heliconia L. (Heliconiaceae) presentes en dos
Figura 7. Especies del género Heliconia L. (Heliconiaceae) presentes en dos o más de las o más de las parcelas estudiadas. e) H. metallica Planch. y Linden ex Hook. f) H. episcopalis
parcelas estudiadas. a) Heliconia humilis Jacq. b) H. bihai (L.) L. s.l. (morfotipo de las loca- Vell. g) H. latispatha Benth. (una de las dos variantes cromáticas del área de Caparo). h)
lidades del área de distribución oriental). c) H. spathocircinata Aristeg. d) H. marginata H. hirsuta L. f. (uno de los dos morfotipos del área de distribución occidental). Fotos: G.
(Griggs) Pittier. Fotos: G. Colonnello. Colonnello.

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TERCERA PARTE: Roystonea, VENEZUELA

G. Colonnello

y sustratos orgánicos mostraron los asociada a suelos especialmente húmedos, Yeguas, en el centro del país, con las locali- de las Antillas Menores, de donde sería
menores valores de riqueza y diversidad con características estructurales e hidroló- dades de Caripito y Catuaro, en el extremo originaria según Pintaud et al. (2008),
(S= 10-21, H’= 1,63-2,24, 1-D= 0,69-0,87), gicas particulares. El grado de dominancia nordeste. Las parcelas de Caripito, sin Barbados (Read 1979 y Zona 1996), la isla
incluyendo Las Yeguas, Las Colonias y de Roystonea oleracea, además, resulta embargo, se diferencian de las de Catuaro de Trinidad y Tobago, el norte de Vene-
Catuaro 1-4; los sitios con sustrato fuerte- muy variable dependiendo de la parcela y Las Yeguas, por los mayores valores de zuela (incluyendo el extremo nordeste del
mente mineral y menores tiempos de inun- considerada (Tabla 1), y parece estar IVI de las especies propias del bosque de estado Bolívar) y Los Llanos Orientales de
dación (Caparo 1, S. Miguel 2 y Cachipo), relacionado con el tipo de sustrato y el manglar. En las tres áreas principales la Colombia (Zona 1996), en no menos de
por el contrario, mostraron mayor riqueza régimen de inundación. Así, por ejemplo, cantidad de materia orgánica y la duración 115 localidades (Figura 2). Se encuentra
y mayores valores de diversidad (S= en la Reserva Forestal de Caparo (parcelas de la época de inundación se relaciona naturalizada, además, en Guyana,
36-40, H’= 2,80-3,29, 1-D= 0,88-0,95). Caparo 1, 2 y 3 del área occidental), Attalea positivamente con la densidad y área basal Surinam y la Guayana Francesa (Boggan
La influencia de sustratos hidromórficos butyracea (tratada por algunos autores de Roystonea oleracea. et al. 1992), así como en la isla de Antigua
locales y la inundación temporal o perma- como A. maracaibensis Mart.) y Bactris (Bailey 1949), Panamá (Svenning 2002) y
nente parece limitar, pues, el número de major exhiben valores de IVI superiores a En cuanto a las comunidades secundarias, el bosque atlántico de Brasil (Nascimento
especies de plantas vasculares. La riqueza los de la propia Roystonea, mientras que en solo se dispone de datos para la cuenca del et al. 2013, Zucaratto y dos Santos 2014).
de las comunidades de Roystonea oleracea el área central (parcelas S. Bárbara 1 y 2 río Aroa (Colonnello et al. 2014 y 2016a Hasta ahora, sin embargo, solo se tiene
(10-40 spp por 0,1 ha y DAP ≥ 2,5 cm), por y S. Miguel 1 y 2), sobre suelos predomi- y b). Según dichos estudios, Guazuma certeza de la existencia de comunidades
otro lado, es considerablemente menor a la nantemente minerales, Hura crepitans, ulmifolia, Hura crepitans y Tabebuia rosea densas naturales en Venezuela, Colombia
de los bosques macrotérmicos no inunda- Gustavia poeppigiana O. Berg (Lecythida- son las especies típicas del bosque secun- y la isla de Trinidad (referencias citadas).
bles ubicados cerca de las áreas de mues- ceae) y Bactris major llegan a presentar dario, y Roystonea oleracea, Bactris major,
treo, en los cuales se reportan entre 56 y valores superiores de dominancia. En Hura crepitans y Tabebuia rosea las espe- De acuerdo al esquema biogeográfico de
140 spp para igual tamaño de parcela y el área oriental (parcelas de Caripito y cies pioneras en la recolonización de Morrone (2002), obtenido a partir de
valores mínimos de DAP (Aymard 2011 Catuaro), Pterocarpus officinalis, Ficus los pastizales antrópicos bajo uso gana- análisis panbiogeográficos, el norte de
y Aymard et al. 2011). A pesar de que los maxima y Erythina fusca presentan igual- dero (Colonnello et al. 2014). En aquellos Venezuela está incluido en la subregión
valores de precipitación promedio anual mente valores altos de dominancia, y solo lugares donde no se aplican herbicidas y Caribeña, con tres provincias principales:
para las comunidades de Roystonea oleracea en la parcela Catuaro 1 Roystonea oleracea se excluye al ganado, las comunidades de Llanos Venezolanos, Costa Venezolana y
(865 a 1.418 mm) no muestran un patrón es la especie con mayor valor de IVI. En Roystonea pueden regenerarse en apenas Maracaibo. Tal como puede ser observado
claro en su distribución a largo del país, la los valles estrechos a lo largo de los ríos 20 años (Colonnello et al. 2014 y 2016a). en el gráfico de aglomeración de la figura
riqueza en especies es, en general, mayor Aragua y Guanipa (parcelas de La Toscana 4 y en el mapa de la figura 2, la clasifica-
en Los Llanos (área occidental) y menor y La Candelaria, respectivamente) Tabe- Las comunidades de Roystonea ción obtenida con base en los datos de
en el área oriental, en concordancia con buia rosea y Virola surinamensis presentan oleracea en el contexto regional presencia-ausencia de especies muestra
el gradiente florístico del norte del país, el los mayores valores de IVI luego de Roys- (Venezuela, Colombia, la isla de un patrón congruente, donde las locali-
cual muestra un incremento en el número tonea oleracea, si bien disminuyen en Trinidad y Tobago, Barbados y las dades de occidente, en la provincia Llanos
de especies desde el delta del Orinoco importancia en las parcelas de la planicie Antillas Menores) Venezolanos, son mantenidas aparte
hasta Los Andes (Huber et al. 1998). costera (Cachipo y Caripito puerto) y Roystonea oleracea es la especie más alta y de las localidades más septentrionales,
llegan a estar ausentes en las parcelas de vistosa de su género, y tal vez también la correspondientes a la provincia Costa
Si bien Roystonea oleracea resulta diag- la planicie deltaica (parcelas de Catuaro). más valiosa como ornamental (Henderson Venezolana. Además de esto, la clasifi-
nóstica dentro de determinados subtipos Un análisis de aglomeración adicional, et al. 1995, Zona 1996). Si bien ha sido cación obtenida muestra que las locali-
forestales, como ha sido mostrado para el usando los datos de IVI, pero empleando ampliamente cultivada desde hace siglos dades orientales, al este de la depresión
área de Los Llanos Occidentales (Kocha- la distancia Cuerda y el algoritmo UPGMA en forma de hileras solitarias (“avenidas de de Unare, son sensiblemente distintas a
niewicz y Plonczak 2004), la alta hetero- (Figura 5), arroja una clasificación similar chaguaramo”) o en líneas paralelas (gene- las localidades centrales, en concordancia
geneidad florística observada a lo largo a la observada en la figura 4, si bien la ralmente de contorno rectangular) en con la subdivisión clásica del sistema
del área general de distribución permite marcada dominancia de Pterocarpus offi- jardines, haciendas, parques industriales, montañoso del norte del país según Huber
asumir que las comunidades con alta cinalis, especie siempreverde propia de las plazas públicas y áreas verdes en general et al. (1998), pero incluyendo el estado
densidad de la especie solo deben verse planicies costeras en las inmediaciones del (Braun 1996, observación personal), en Lara y el este del estado Falcón. Tal vez
como una facies del bosque circundante, litoral marino, agrupa a la parcela de Las estado natural solo habita los bosques las diferencias florísticas más notorias

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: Roystonea, VENEZUELA

G. Colonnello

entre estas dos áreas sean la presencia Kuntze [Asteraceae]) o dispersion natural en ellas aún no se han establecido parcelas, con Roystonea muestran allí una gran
de Heliconia humilis Jacq. (Heliconiaceae), (Ceiba pentandra) o poseen origen incierto, si bien poseen elementos florísticos parti- similitud con las de Venezuela, con no
Triplaris americana s.l. (Polygonaceae) y pero presentan una distribución pantro- culares que vale la pena mencionar. Entre menos de 45 especies compartidas, inclu-
Brownea coccinea Jacq. ssp. coccinea (Faba- pical por mecanismos de dispersión ellas destacan Los Valles de Aragua (con yendo todos los taxones con DAP ≥ 10
ceae) en el área central, y H. bihai (L.) L. s.l. natural (Rhizophora mangle [no incluida Swietenia macrophylla King [Meliaceae]), cm. Se evidencia, además, que el número
(Heliconiaceae), Virola surinamensis y B. en las parcelas] y Acrostichum aureum). la región de Barlovento, en el oriente del total de especies (74) presentes en los
coccinea ssp. capitella (Jacq.) D. Velásquez Amaranthus australis, presente en las estado Miranda (con una especie diferente 2.500 m2 de las cinco parcelas levantadas
y G. Agostini (Fabaceae) en la oriental. En parcelas Catuaro 1 y Catuaro 3 (subgrupo de Triplaris Loefl. ex L. [Polygonaceae]) y es comparable al encontrado en superfi-
cuanto a la subdivisión del área oriental, 1 del área de distribución oriental), la Reserva Forestal de Imataca, con claros cies de tamaño similar en Venezuela, y
las parcelas de Catuaro y, en menor es propia de ambientes estuarinos del elementos guayaneses (incluyendo Virola que el número de individuos por clases de
proporción, también las de Caripito, mues- nordeste de Venezuela, las tres Guayanas elongata (Benth.) Warb. [Myristicaceae]). diámetro y altura es igualmente muy pare-
tran una clara influencia del área deltaica y México, si bien se extiende hasta el Roystonea oleracea var. jenmanii solo se cido. La presencia de Acrostichum aureum,
o Planicie Cenagosa Costera Nororiental, y sureste de los Estados Unidos. Excep- conoce con seguridad bajo cultivo, en el Avicennia germinans, Desmoncus horridus
son separadas del resto de las localidades, tuando las hierbas de la porción abierta jardín botánico de Georgetown (Guyana). subsp. horridus (sic. “Desmoncus ortha-
ubicadas en áreas no estuarinas, en los de la parcela en regeneración (S. Bárbara Poblaciones con características similares canthos Mart.”, Henderson 2011), Heliconia
dos análisis de aglomeración (Figuras 4 y 3) y Terminalia catappa L. (Combretaceae), (láminas foliares inferiores inclinadas spathocircinata, Montrichardia arborescens
5). Dicho patrón parece guardar relación, ninguna de las especies censadas corres- ca. 45° sobre la horizontal), sin embargo, (L.) Schott (Araceae) y Smilax cumanensis
igualmente, con el sistema de Morrone ponde a exóticas. Individuos aislados de fueron halladas recientemente en las Humb. y Bonpl. ex Willd. (Smilacaceae),
(2002), donde el área del delta del Orinoco dicha especie, proveniente del sudeste de cercanías de Cumanacoa, en el estado permitirían ubicar esta localidad dentro
se incluye en una provincia separada Asia, han sido observados en algunas loca- Sucre (observación personal, Colonnello del área oriental de comunidades de Roys-
(Guyana Húmeda), la cual se extiende al lidades, incluyendo la parcela de Las Colo- et al. 2016b: Figura 20). Los ejemplares tonea elaborada para Venezuela, probable-
este, a través de las tres Guayanas, hasta nias, algunas localidades someramente aberrantes se encontraron mezclados con mente entre las comunidades de Catuaro
el norte del estado brasileño de Amapá. inventariadas en la cuenca del río Tocuyo individuos típicos de Roystonea oleracea (subgrupo 1), sobre sustrato orgánico, y
Las diferentes localidades de la región (Colonnello y Grande 2010), y ciertas var. oleracea en matrices boscosas con aquellas del subgrupo 2, sobre sustrato
guayanesa y la localidad de La Variante localidades del delta del río Orinoco, en especies propias del subgrupo 2 del área mineral o predominantemente mineral.
(en Los Andes) caen dentro del límite de bosques de Sapium glandulosum y Spon- de distribución oriental, y presentaron Al igual que la localidad de Yaguaracual
la provincia Llanos Venezolanos, mien- dias mombin (González-B. 2011). A pesar hojas con láminas deciduas y vainas (estado Sucre, en el área oriental, sin
tras que la única localidad conocida para de que Roystonea oleracea (considerada persistentes. En la cuenca baja del río parcela levantada), La Candelaria (idem)
el estado Zulia se ubica dentro de la adya- entonces como Roystonea venezuelana L. H. Caroní, en las inmediaciones de la represa y algunos puntos de la cuenca baja del río
cente provincia de Maracaibo. Las especies Bailey) no se incluye de manera explícita de Guri, Rosales et al. (1993) reportan los Caroní (Rosales et al. 1993) el humedal de
registradas hasta ahora en las comuni- en ninguna de las regiones “palmísticas” géneros Jacaranda Juss. (Bignoniaceae) y Nariva (Bonadie y Bacon 2000) presenta
dades mejor conservadas corresponden a de Braun (1970b), la misma entraría, de Virola Aubl. (Myristicaceae), presentes en tanto poblaciones de Mauritia flexuosa
taxones típicos de la región Neotropical, acuerdo con los datos de distribución el subgrupo 2 de la región oriental. como de Roystonea oleracea. En cuanto a
especialmente de la subregión Caribeña, actual, en las regiones semiárida (como la isla de Tobago (Beard 1944b), Roystonea
con algunos elementos guayano-amazó- especie azonal), Los Llanos y La Guayana. Fuera de Venezuela, las comunidades con oleracea ha sido reportada para el bosque
nicos en las parcelas ubicadas en el área De acuerdo al sistema de Henderson et Roystonea oleracea se conocen principal- semisiempreverde (“evergreen seasonal”,
oriental, adyacentes a las provincia biogeo- al. (1995), las comunidades de Roystonea mente de la isla de Trinidad (Trinidad y casi totalmente destruido) y siempreverde
gráfica de Guyana y Guyana Húmeda (p. e. oleracea se encuentran en las regiones Tobago), gracias al trabajo realizado por no inundable (“rain forest”, en las asocia-
Attalea maripa y Virola surinamensis); unas Caribe, Amazónica y Andina (esta última Bonadie (1998) en el humedal de Nariva. ciones Carapa-Andira y Byrsonima-Licania-
pocas especies, originarias del Neotrópico, representada tan solo por la localidad de Aunque usando un método de muestreo faciación Ternstroemia), en el último de los
se encuentran también en los trópicos del La Variante). sensiblemente distinto (cinco parcelas cuales es muy escasa, de manera similar
viejo mundo, probablemente por disper- de 20 m x 25 m para individuos con DAP a los bosques semisiempreverdes de las
sión humana reciente (Albizia niopoides, Algunas regiones con comunidades con ≥ 10 cm, más inventario de todas las cercanías de Caucagua y Guasdualito (en
Piper umbellatum L. [Piperaceae], Samanea Roystonea oleracea en Venezuela aún no especies presentes), los datos aportados Venezuela, vid. supra). Los datos sobre
saman y Struchium sparganophorum (L.) han sido adecuadamente prospectadas, o permiten asegurar que las comunidades comunidades procedentes de Colombia

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: Roystonea, VENEZUELA

G. Colonnello

son muy escasos, y no permiten deducir 1998) y Colombia –EN- (Galeano y Bernal resultados obtenidos hasta ahora, por lo • Aymard C., G. A. 2011. Bosques húmedos
patrones similares a los señalados hasta 2010). La alta tasa de mortalidad, obser- tanto, pueden servir de base para el esta- macrotérmicos de Venezuela. Pp. 33-46.
ahora para Venezuela y Trinidad. Para vada recientemente en poblaciones culti- blecimiento de zonas protegidas y corre- En: Aymard C. G. A. (Ed.), Bosques de Vene-
dicho país, de hecho, solo se dispone de vadas de las ciudades del norte del país zuela: un homenaje a Jean Pierre Veillon. Bio-
dores ecológicos, a través de los cuales
Llania Edición Especial (10).
un mapa de distribución potencial de la (Contreras et al. 2013 y Colonnello et al. se pueda asegurar la preservación de la • Aymard C., G. A. y V. González-B. 2007.
especie (Galeano y Bernal 2010), y algunos 2014), pone en evidencia la importancia mayor diversidad posible de poblaciones Consideraciones generales sobre la com-
datos sobre su estado de conservación de mantener a las poblaciones naturales de la especie y ecosistemas asociados. posición florística de los bosques de Los
(Galeano y Bernal 2005). Tomando como como reservorio de germoplasma. La alta Por ser ampliamente conocida y formar Llanos de Venezuela. Pp. 59-72. En: Duno
base la ubicación geográfica de las comu- concentración de individuos de Roystonea parte de la cultura local, Roystonea oleracea de Stefano, R., G. A. Aymard C. y O. Huber
nidades reportadas (Figura 2), podría oleracea proporciona, además, abundante podría ser utilizada, además, como especie (Eds.), Catálogo anotado e ilustrado de la flora
suponerse, sin embargo, que guardan refugio y zonas de anidación para las vascular de Los Llanos de Venezuela. FUDE-
bandera en los proyectos de conservación
una mayor relación con aquellas que se aves psitácidas y los primates (Bonadie NA, Fundación Empresas Polar, Fundación
del norte del país, junto a los psitácidos, Instituto Botánico de Venezuela Dr. Tobías
encuentran presentes en el área occi- 1998, Bonadie y Bacon 2000, Colonnello y felinos y demás grupos carismáticos. El Lasser, Caracas, Venezuela.
dental de Venezuela. En Barbados, Roys- Grande 2010, Colonnello et al. 2014 y Zona bajo nivel de invasión por exóticas y los • Aymard C., G. A., R. Schargel, P. E. Berry
tonea oleracea crece de manera natural en 1991), representa una fuente potencial de datos preliminares sobre regeneración, y B. Stergios. 2009. Estudio de los suelos
cavidades rocosas dispersas a lo largo de la alimento y aceite industrial y provee de permiten predecir que, en aquellos parajes y vegetación (estructura, composición
isla (Zona 1996), pero se desconoce si llega materiales de construcción para cabañas donde se protejan de manera adecuada, los florística y diversidad). Pp. 6-250. En: Ay-
a formar grupos densos. No se dispone rurales y muebles rústicos (Colonnello y fragmentos aún existentes pueden servir mard C., G. A. (Ed.), Bosques macrotérmicos
de mayor información para Guadalupe, Grande 2010, Colonnello et al. 2014 y Zona noinundables, estado Amazonas, Venezuela.
de núcleos de regeneración para nuevas BioLlania Edición Especial (9).
Dominica ni Martinica. 1991). Aunque todavía se desconocen
comunidades. Extender el estudio inten- • Aymard C., G. A., J. A. Farreras y R. Schar-
muchos aspectos de la ecología de Roys-
sivo de las comunidades con Roystonea gel. 2011. Bosques secos macrotérmicos de
Importancia del estudio florístico tonea oleracea, la alta producción de frutos
oleracea a la isla de Trinidad, Colombia, las Venezuela. Pp. 155-177. En: Aymard C. G.
de las comunidades con Roystonea podría ser crucial en la supervivencia de A., (Ed.), Bosques de Venezuela: un homenaje
Antillas Menores y regiones adicionales de
oleracea e implicaciones para la la fauna local, incluyendo representantes a Jean Pierre Veillon. Biollania Edición Espe-
Venezuela, comparar sus características
conservación de la especie y los terrestres y acuáticos. cial (10).
con las del bosque primario adyacente, y
bosques adyacentes del área Caribe • Bailey, L. H. 1949. Royal palms: Roystonea-
Los bosques semideciduos y siempreverdes El alto grado de estructura en la clasifica- establecer corredores ecológicos entre las new enumeration. Gentes Herbarium 8:
del Caribe, entre los 0 y 1000 m s.n.m. se ción obtenida (Figuras 4 y 5) y su elevada áreas actualmente aisladas, son las tareas 114-134.
encuentran fuertemente amenazados por congruencia con clasificaciones previas, más urgentes en el estudio y conservación • Balslev, H., F. Kahn, B. Millán, J.-C. Sven-
actividades humanas (p. e. Dinerstein et elaboradas para áreas geográficas más de estos majestuosos ecosistemas. ning, T. Kristiansen, F. Borchsenius, D.
Pedersen y W. L. Eiserhardt. 2011. Species
al. 1995). Los escasos fragmentos que aún reducidas (Castillo et al. 1984, Ara y Arends
Bibliografía diversity and growth forms in tropical
persisten permanecen poco conocidos 1985, Canales 1985, Huber y Alarcón American palm communities. Botanical Re-
desde el punto de vista de su composi- 1988) o considerablemente más extensas • APG [Angiosperm Phylogeny Group] IV.
2016. An update of the Angiosperm Phylo- view 77: 381-425.
ción de especies, estructura, procesos y (Morrone 2002, Aymard 2011 y Aymard • Beard, J. S. 1944a. Climax vegetation in
geny Group classification for the orders
patrones biogeográficos. Justo en ese tipo et al. 2011) sugiere que los patrones fito- and families of flowering plants: APG IV. tropical America. Ecology 25: 127-158.
de ambientes, e igualmente amenazadas, geográficos observados se corresponden Botanical Journal of the Linnean Society • Bisse, J. 1988. Árboles de Cuba. Editorial
prosperan Roystonea oleracea -VU, A2c con los de las unidades de bosque donde 181: 1-20. Científico-Técnica, La Habana, Cuba. 384
para Venezuela (Stauffer 2003), y NT para las comunidades de Roystonea oleracea • Ara, E. y E. Arends. 1985. Los bosques de pp.
Colombia (Galeano y Bernal 2005)-, y sus se encuentran incluidas. Este hecho Venezuela. Pp. 45-51. En: Ara, E. (Coord.), • Beard, J. S. 1944b. The natural vegetation
Atlas de la vegetación de Venezuela. Ministe- of the island of Tobago, Brittish West In-
comunidades asociadas de Venezuela-, VU permite afirmar que la información obte-
rio del Ambiente y de los Recursos Natu- dies. Ecological Monographs 14 (2): 135-163.
y EN en el área oriental y CR en el área nida podría ayudar a predecir patrones • Boggan, J., V. Funk, C. Kelloff, M. Hoff, G.
rales Renovables. División de Vegetación,
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544 545
G. Colonnello
CONSERVACIÓN DE LAS
COMUNIDADES DE Roystonea

26. oleracea (PALMA “CHAGUARAMO” O


“MAPORA”) EN VENEZUELA
Giuseppe Colonnello, Sergio Zambrano-Martínez y José Ramón
Grande Allende

Resumen años, y específicamente en las áreas estu-


La palma Roystonea oleracea, conocida diadas entre 5 y 11%. En estos sectores la
en Venezuela como “chaguaramo” o fragmentación se incrementó entre el 12
“mapora”, forma comunidades de palmas y el 77%. La supervivencia y conserva-
que se encuentran en áreas geomorfo- ción de las comunidades de Roystonea se
lógicamente deprimidas y anegables de encuentra comprometida a través de todo
suelos fértiles, dentro de una matriz de el país, lo que acarrea la pérdida gradual de
bosques generalmente semideciduos los valores ecosistémicos asociados.
de diferentes zonas de vida. Las comu-
nidades de Roystonea, se distribuyen a Palabras clave. Arecaceae. Comu-
través de un arco que va desde el suroeste nidades de plantas. Conservación de
hasta el sureste del país, incluyendo los plantas. Neotrópico. Sistemas de informa-
estados orientales Sucre y Monagas, los ción geográfica.
del centro oeste Yaracuy, Falcón y Lara
(principalmente en cuencas de ríos como Introducción
Sarare, Tocuyo, Yaracuy y Aroa) y el estado Un paisaje que está incrementando rápi-
Barinas (en el suroeste). En el estado damente en el trópico son los pastizales
Bolívar se han reportado en los alrede- secundarios, donde los únicos elementos
dores del lago de Guri y de El Palmar. La arbóreos son palmas y otros árboles distri-
intervención humana en éstas comuni- buidos de manera aislada o formando
dades y en los bosques semideciduos ha grupos pequeños de tipo relictual, más o
sido intensa, e incluye la deforestación menos conservados. Dichos individuos
para el cultivo (Saccharum officinale, Citrus constituyen las especies leñosas rema-
spp), la extracción de productos forestales nentes del bosque preexistente que las
y fauna silvestre, y la creciente expan- contenía y pudieron permanecer en pie
sión urbanística y turística. En general porque sobrevivieron a la quema, resul-
la cobertura de estos ambientes, se ha taban difíciles de talar o rebrotaron rápi-
reducido en un 20-30% en los últimos 25 damente luego del desmonte. Así, por

Apamate y comunidad de Roystonea oleracea, clareadas de sus otros componentes. Foto: G. Colonnello. 547
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: Roystonea, CONSERVACIÓN

G. Colonnello

ejemplo ente las palmas, en Venezuela preliminar del estado de conservación de


se encuentra Ceroxylon ceriferum (palma las comunidades de Roystonea oleracea que
de cera) en las cordilleras centrales, actualmente persisten en Venezuela, y de
entre cultivos de flores o frutales; Attalea los bosques que las contienen, en tres de
butyracea (palma de agua) en los piede- las áreas en que prevalecen.
montes de los Andes Occidentales,
Acrocomia aculeata (palma corozo) en Las comunidades de Roystonea
los Llanos Altos Centrales, Copernicia oleracea en Venezuela
tectorum (palma llanera) en Llanos Bajos En Venezuela, Roystonea oleracea (Jacq.)
Centrales y Roystonea oleracea (chagua- O.F. Cook var. oleracea forma extensas
ramo) en el centro-occidente del país, comunidades anegables donde la especie
todas ellas entre pastizales para la gana- constituye el elemento dominante o
dería extensiva o cañaverales y frutales. co-dominante que define tanto su estruc-
Se encuentran como individuos aislados tura como su fisionomía. Las comunidades
o formando poblaciones o comunidades con una alta dominancia de Roystonea
relictuales, más o menos densas, con alto oleracea son conocidas como “chaguara-
riesgo de extinguirse localmente. Este tipo males” en las regiones centrales y orien- Figura 1. Comunidad de Roystonea oleracea, localizada en una depresión en un paisaje coli-
de especies, productoras frecuentemente tales y “maporales” en el occidente del país noso de la cuenca del río Sarare, estado Lara. Foto: G. Colonnello.
de frutos comestibles y consideradas de (Colonnello et al. 2009, Colonnello et al.
especial valor escénico o que suministran 2012, Colonnello et al. 2014) (Figura 1).
sombra, fueron llamadas “los árboles que
Las primeras evidencias de estas comuni-
la selva dejó atrás” (Laborde et al. 2005).
dades densas de palmas en el país se deben
a un dibujo del Valle de Caracas del siglo
La degradación y fragmentación de los
XVIII (Spence 1878) (Figura 2), aunque
ecosistemas constituyen una de las prin-
el primer reporte científico corresponde
cipales causas de la pérdida de biodi-
a Steyermark (1946). Las principales
versidad y los servicios ecosistémicos.
Cerca del 60% de los ecosistemas a nivel comunidades se distribuyen en el norte
mundial se encuentran degradados del río Orinoco, desde el occidente (estado
(Groom et al. 2006). Uno de los grandes Barinas) en las llanuras del río Caparo
desafíos de las ciencias ambientales en (Kochaniewicz y Plonczak 2004), a través
la actualidad, ha sido tratar de conocer de los estados centrales (Figura 3), hasta el
la distribución y extensión histórica de noreste y en los estados Monagas y Sucre
los ecosistemas para poder determinar el (Figura 4) (Aymard et al. 2011, Marrero
grado de intervención antrópica, y poder 2011, Colonnello y Grande 2014). Al sur
del Orinoco, la palma ha sido reportada al Figura 2. Un chaguaramal en Caracas, alrededor de 1860 (Spence 1878). Por los rasgos
adoptar medidas de conservación (Turner
oeste del Lago de Guri (Figura 5) (Rosales topográficos que se observan, el lugar corresponde a la actual urbanización de Los Chagua-
y Taylor 2003). En Venezuela, son varias
et al. 1993) y fue observada por los autores ramos.
las experiencias en este sentido, que han
envuelto diferentes ecosistemas: al norte en las cercanías de El Palmar, al noreste de
y sur del Lago de Maracaibo (Tachack et al. la Reserva Forestal Imataca. Comunidades
2010), Cordillera de Los Andes (Tachack- dominadas por Roystonea, incluyendo ornamental, Roystonea oleracea es usada de los troncos caídos, o derribados, al igual
García y Carrasquel 2010), Cordillera de ca. 6.000 ha de vegetación densa hasta también en la construcción de casas que hacen con la palma Mauritia flexuosa
La Costa (Portillo-Quintero et al. 2010) y dispersa y alterada, han sido descritas en rurales, así como para aliviar las dolen- L.f.. Igualmente aprovechan el palmito
Llanos Centrales (Zambrano-Martínez y el noreste del país en los humedales del cias estomacales (Stauffer 2007). Los de la zona apical de crecimiento. Estos
Rodríguez 2010), entre otros. El objetivo Golfo de Paria (Colonnello et al. 2009 y indígenas Warao, que habitan el delta del usos son de reciente aparición debido a la
de este trabajo fue hacer una evaluación 2012). Además de su importancia como Orinoco y áreas aledañas, colectan larvas naturalización de Roystonea en algunos

548 549
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: Roystonea, CONSERVACIÓN

G. Colonnello

Figura 5. Comunidades de Roystonea entre lomeríos al este del lago de Guri. Foto: G.
Figura 3. Comunidad a lo largo del caño Santa María, estado Yaracuy. Foto: G. Colonnello. Colonnello.

sectores del delta durante los últimos y Ustepts, con la excepción de las locali-
10-20 años (Colonnello et al. 2016). dades “Caripito” y “Delta”, donde dominan
los Aquepts (Elizalde et al. 2010).
En Venezuela se han inventariado y
mapeado 111 localidades que incluyen Si bien en las comunidades de Roystonea
superficies menores a 1 ha hasta de más de se han reportado 286 especies de plantas
800 ha (Figura 6). La mayor parte de ellas vasculares, la riqueza específica de las
consisten en relictos de otrora extensos comunidades (individuos ≥ 2,5 cm en
bosques semideciduos y en menor grado parcelas de 0,1 ha) varió entre 10 y 40,
siempreverdes, entre plantaciones de con un índice de diversidad de Shannon
caña de azúcar, pastizales altos y centros que varió entre 1,63 a 3,3. Para un análisis
poblados (Colonnello et al. 2016). De pormenorizado de los aspectos florísticos
acuerdo con el mapa de vegetación de y fitogeográficos de estas comunidades ver
Venezuela (Huber y Alarcón 1988), las Grande y Colonnello (2016, este volumen).
comunidades de Roystonea se encuentran
entre formaciones de bosques tropófilos La estructura de las comunidades
deciduos y semideciduos, con una precipi- presenta de tres a cuatro estratos leñosos:
tación media anual que varía entre 1.100 el superior (con emergentes de hasta 35 m
y 2.000 mm. Los tipos de suelos son prin- de alto (Figura 7B) (palmas emergentes
Figura 4. Relicto de chaguaramal en la localidad de Yaguaracual, estado Sucre. Foto: G. cipalmente alfisoles, suborden Udalfs, de alrededor de 50 m en El Palmar,
Colonnello. e inceptisoles de los subórdenes Udepts Figura 7C); una segunda capa de hasta

550 551
XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: Roystonea, CONSERVACIÓN

G. Colonnello

15-20 m de altura, y una tercera de 2 a spp y Calathea lutea. Las comunidades


6-7 m (Figura 7). Es posible asegurar un de Roystonea muestran, en general, un A: San Miguel
cuarto estrato de hierbas (hasta de 2 m) estrato inferior considerablemente más
y plántulas, cuya densidad varía desde denso que el intermedio y el superior,
baja hasta alta especialmente de Heliconia debido posiblemente a las altas tasas de

B: Los Cristales

Figura 6. Mapa de la vegetación natural de Venezuela (adaptado de Huber y Oliveira-


Miranda 2010). Distribución de las comunidades de chaguaramos (hexágonos grises, solo
se muestran las principales), parcelas estudiadas en detalle (hexágonos negros). Sectores C: El Palmar
Sarare, Aroa, El Palmar. La trama rayada, corresponde a las áreas intervenidas.

Figura 7. A) Perfil vertical de la comunidad de Roystonea oleracea, S. Miguel 1, en el


sector Aroa. (Bm: Bactris major; Cp: Ceiba pentandra (fuera de parcela); De: Dalbergia
ecastaphyllum; Fa: Ficus amazonica; Gh: Gustavia hexapetala; Gp: Gustavia poeppigiana; Gu:
Guazuma ulmifolia; Hc: Hura crepitans; Ro: Roystonea oleracea; Sm: Spondias mombin; Sp. 35;
Tj: Tanaecium jaroba; Ta: Triplaris americana; Tg: Trichanthera gigantea). B) Perfil vertical de
la comunidad de Roystonea oleracea, Los Cristales, en el sector Sarare (Rsp4: Rubiaceae sp.4;
Ht: Hirtella triandra; Ai: Andira inermis; Csp1: Casearia sp.1; Tr: Tabebuia rosea; Ro: Roystonea
oleracea; Hr: Hirtella cf. racemosa; Bm: Bactris major; Lh: Lonchocarpus cf. hedyosmus; Msp1:
Malpiguiaceae sp.1; Ae: Anacardium excelsum; Fsp.1: Ficus sp.1; Bsp2: Bignoniaceae sp. 2;
Sap: Sapotaceae sp.1; In: Inga nobilis; Da: Dendropanax arboreus; Br: Boehmeria ramiflora). C)
Perfil vertical de la comunidad de Roystonea oleracea, sector El palmar: Am: Attalea maripa;
Hh: Hirtella hispidula; Is: Inga splendens; Jc: Jacaranda caucana; Ob: Oenocarpus bataua; pa:
palo de agua; Pt: Platymiscium trinitatis; Ro: Roystonea oleracea; Sm: Stylogyne micrantha;
S.sp.: Seguieria (cf. americana). Perfiles A y B tomados de Colonnello et al. (2016).

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TERCERA PARTE: Roystonea, CONSERVACIÓN

G. Colonnello

regeneración tanto de la palma como de las de comunidades de Roystonea fueron:


otras especies componentes. La cobertura i) bosque medio-alto (dosel 20-35 m de
de plántulas y juveniles de Roystonea es altura), primario, con poca alteración en
particularmente alta en las parcelas con su estructura; ii) bosque secundario o
mayor número de individuos adultos. parcialmente alterado (como en el caso
Estas comunidades tienen una densidad anterior, o de alturas significativamente
de palmas, variable, que depende del tipo menores); iii) bosques semideciduos con
de sustrato en que se desarrollan. Suelos comunidades de palmas o de distribución
predominantemente minerales muestran potencial de estas comunidades (similares a b
un número menor de palmas (Figura a los bosques medio-altos); y iv) no bosque,
7A y C), mientras que suelos orgánicos o el cual contiene herbazales, sabanas,
minerales con una capa superior orgánica quemas, cultivos, centros poblados y suelo
sostienen una densidad mayor de palmas desnudo. El análisis se realizó en base a
(Figura 7B). Las densidades por hectárea cuatro escenas de los satélites Landsat
de Roystonea oleracea, varían incluyendo Thematic Mapper (TM) y The Operational
individuos juveniles y adultos, entre 70 y Land Imager (OLI), de fechas 1990 y 2015
670 Ind.ha-1 (Colonnello et al. 2016). respectivamente (Zambrano-Martínez,
datos no publicados). Para 1990 en el
En general en Venezuela, estas comuni- sector Aroa, entre bosques altos y secun-
dades son eliminadas para producir pasti- darios, la cobertura fue aproximadamente
zales y terrenos agrícolas, de forma similar del 44%. Para 2015 el no bosque aumentó
a otras comunidades con palmas en Sura- en un 25% y las áreas potenciales de las
mérica (Montúfar et al. 2011), dejando comunidades de Roystonea se redujeron en
solamente los individuos adultos en pie. un 4%. En el sector Sarare, para 1990, la
Sin embargo si no se alteran las condi- cobertura de bosques primarios y secun- c d
ciones hidrológicas y las nuevas plántulas darios fue del 43% y para el 2015 de 27%,
transportadas por animales y viento no la proporción del no bosque aumentó en
son removidas, la comunidad de palmas un 14% y las potenciales comunidades
se puede re-establecer en pocas décadas. de Roystonea aumentaron en un 8%. En
Por otra parte, si se mantienen las pertur- 1990, el Sector El Palmar reportó 61% de
baciones, la comunidad se extingue local- bosques primarios y secundarios, para
mente (Colonnello et al. 2014). el año 2015 se estimó un total de 54%,
adicionalmente un aumento del no bosque
Cambios espacio-temporales de las en 24%, y una reducción marginal de las
comunidades boscosas asociadas a comunidades de palmas. Los sectores con
Roystonea oleracea reducción de la cobertura de comunidades
Las áreas estudiadas corresponden a tres potenciales de Roystonea en los 25 años,
sectores en las cuencas de los ríos Aroa corresponden a Aroa con 20% y El Palmar
(2.746 km2) y Sarare (1.524 km2), en el con 5% (Figuras 8 y 9).
centro-occidente del país y la localidad de e f
“El Palmar” (1.376 km2) hacia sur-oriente, En cuanto a la fragmentación o incre- Bosque primario
en donde se ha confirmado la presencia de mento del número de parches de las Bosque secundario
varias comunidades de Roystonea (Figura coberturas evaluadas (Figuras 8 y 10), la Comunidades potenciales
Figura 8. Cambios en la cobertura de bosques primarios,
No bosque
6). Los tipos de vegetación considerados, fragmentación a nivel de las potenciales secundarios, comunidades de palmas y no bosque, en los Agua
dentro del área potencial de distribución comunidades de palmas, disminuyó en el años 1990 y 2015, en los tres sectores estudiados. Nubes y sombras

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TERCERA PARTE: Roystonea, CONSERVACIÓN

G. Colonnello

Figura 9. Proporción de las coberturas de bosques primarios, secundarios, comunidades Figura 10. Número de parches para las coberturas de bosques primarios, secundarios y
de palmas y no bosque, en el período estudiado. comunidades de palmas.

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G. Colonnello

sector Aroa, posiblemente debido a que En resumen, las comunidades de palmas Carabobo, Monagas, Sucre y Bolívar, la Un análisis pormenorizado de una porción
buena parte de las comunidades se hallan o su área de distribución potencial de media fue mucho mayor, cercana al 50%. del sector Aroa, ilustra la fragmentación
incluidas dentro de latifundios (de alguna los sectores Aroa y El Palmar, disminu- En todos ellos su condición fue descrita y cambio del uso de la tierra (Figura 12)
forma protegidas) y los procesos de defo- yeron en cobertura pero solo El Palmar como en Peligro Crítico (CR), con la excep- (Colonnello et al. 2014). De las 27 áreas
restación dentro de estas propiedades, aumentó su fragmentación, mientras que ción de Bolívar, apreciada como Vulne- estudiadas, unas 1.050 ha, que incluyen
son menores que la recuperaciones de los en el sector Sarare aumentaron tanto la rable (VU). a Roystonea, la superficie de los polígonos
parches, observadas en el sector (Colon- cobertura como la fragmentación. Se espe-
nello et al. 2014). Por el contrario en el raba una menor cobertura de los bosques
sector El Palmar y Sarare la fragmentación primarios en todos los sectores. Probable-
fue mayor, 43 y 77%, respectivamente mente, la cobertura de nubes y sombras
(Figura 11). El proceso de fragmentación afectó los resultados de la clasificación.
ha aumentado en los últimos 25 años en
los bosques primarios y secundarios del En una evaluación ecosistémica reciente
sector Sarare, mientras que en El Palmar (Oliveira-Miranda et al. 2010), del grado de
solo se observó un pequeño aumento de intervención de los bosques semideciduos,
fragmentación de los bosques secunda- éstos se redujeron a nivel nacional un
rios. En los bosques primarios del sector 19% entre 1988 y 2010, mientras que en
Aroa y El Palmar el resultado fue contrario. los estados Barinas, Portuguesa, Yaracuy,

Figura 11. Bosques semideciduos reducidos a relictos donde prevalecen las comunidades
de Roystonea en las depresiones más húmedas. Estas están siendo ulteriormente clareadas
de sus otros componentes arbóreos y fragmentadas por el avance de los pastizales, en El Figura 12. Distribución de las comunidades de Roystonea (chaguaramales), en una porción
Palmar, estado Bolívar. Foto: G. Colonnello. del sector Aroa. Tomado de Colonnello et al. (2014).

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varió entre 1,3 y 140 ha. Siete son menores comunidad original se renueva en pocos
de 10 ha, 15 están entre 10-100 ha y años (Colonnello et al. 2014). En aque-
cuatro son mayores de 100 ha. Seis de ellas llos bosques en que Roystonea co-domina
son pastizales, pero conservan especies junto a la palma Attalea butyracea (suroc-
(particularmente Roystonea) de la antigua cidente del país) o con Attalea maripa
comunidad. Otros polígonos son comu- (suroriente), son estas últimas especies las
nidades densas de Roystonea alternadas que germinan más pronto, dando origen
con parches boscosos complejos (inclu- a la recolonización. Ello es patente en los
yendo igualmente Roystonea) a lo largo predios deforestados, donde múltiples
de los afluentes del río Aroa (por ejemplo plántulas de las palmas emergen del suelo
Santa Maria y Agua Linda). Gran parte del que aún conservan las marcas de los trac-
bosque asociado a otros sectores de estos tores.
cursos de agua fueron intervenidos y han
desaparecido, aunque se pueden observar Estado de conservación de las
áreas en que podría haber recuperación. comunidades de Roystonea oleracea
Igualmente se encuentran bosques domi- (“chaguaramales” o “maporales”)
nados por chaguaramales en ambos lados en Venezuela
del río Agua Linda (Figura 13). Estos polí- Las comunidades de Roystonea se ubican,
gonos están rodeados por pastizales en los en su mayor parte, en áreas naturales Figura 13. El río Agua Linda atraviesa varias comunidades de Roystonea, estado Falcón.
mediana a fuertemente alteradas, en Tanto la deforestación como el pastoreo han reducido las comunidades. Foto: G. Colonnello.
que se conservan algunos rodales de vege-
las que se encontraban distribuidas las
tación leñosa baja y chaguaramos aislados.
formaciones de bosque semideciduo
El río Agua Linda se desborda durante
características de los valles fluviales y
las crecientes anuales anegando parcial-
los piedemontes semihúmedos del norte
mente las comunidades y cubriendo con
del país (Figura 6). La anegabilidad de
sedimentos, producidos por la erosión de
los terrenos en que se hallan dichas
taludes desforestados aguas arriba, las formaciones, ha evitado la deforesta-
raíces aéreas de los individuos de Roys- ción masiva pero frecuentemente estas
tonea, causando su muerte. cubetas son desecadas posteriormente,
por medio de acequias o bombeo, para
También es posible observar relictos de irrigar los cultivos adyacentes o para el
comunidades de Roystonea (individuos uso humano. Todo ello tiende a la reduc-
aún en pie) en los que se ha producido ción de la cobertura y la fragmentación
un proceso de recuperación natural de de los hábitats. Las alteraciones más
las especies originales, gracias a la salva- relevantes son: en el sur-occidente las
guarda (intencional o casual) contra la invasiones por parte de parceleros en la
quema recurrente, así como la cercanía de Reserva Forestal Caparo para el desarrollo
relictos en buen estado. La regeneración de la ganadería y la agricultura, así como
de estas comunidades es factible gracias la deforestación casi total de la Reserva
a la alta tasa de germinación de Roystonea Forestal de Ticoporo (Pozzobon y Osorio
y de otras de las especies componentes, 2002, Oliveira-Miranda et al. 2010). En
por ejemplo Bactris major, cuyos rizomas el centro-occidente, las cuencas medias
producen rebrotes muy rápidamente del río Sarare y Turbio que están siendo
(Figura 14), así como de Guazuma ulmi- reducidas, por quemas “accidentales”, para
folia, y Hura crepitans (también a partir de el cultivo de caña de azúcar y ganadería Figura 14. Regeneración del sotobosque de una comunidad clareada (Bactris major, entre
semillas), entre otras, gracias a lo cual la (Figura 15). Igualmente, la cuenca media otras), estado Falcón. Foto: G. Colonnello.

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TERCERA PARTE: Roystonea, CONSERVACIÓN

G. Colonnello

Figura 16. Plantaciones de caña de azúcar en el valle del río Yaracuy,estado Yaracuy. Foto:
G. Colonnello.

Figura 15. Comunidades de Roystonea en “Torrellero”, cuenca del río Sarare, recientemente
quemadas, estado Lara. Foto: G. Colonnello.

y baja del río Yaracuy, cultivada desde Carenero), se encuentran amenazadas por
tiempos coloniales con caña de azúcar invasiones urbanísticas. En el noreste del
(Figura 16) y más recientemente, a partir país, más específicamente a lo largo de la
de los años 80, con palma aceitera (Elaeis cuenca del río Manzanares, las comuni-
guineensis, Figura 17) (Sosa y Díaz 2008) y dades de Roystonea se encuentran alta-
naranjas. En las cuencas media-baja de los mente amenazadas por el crecimiento
ríos Aroa y Tocuyo, donde hay áreas gana- urbanístico de la ciudad de Cumanacoa
deras y cultivos de naranjas (Colonnello (Figura 20). En el sector del Golfo de Paria,
et al. 2014, Figura 18). La región central son afectadas por los incendios recu-
de Barlovento en la cuenca del río Tuy ha rrentes de los herbazales (ó eneales, Typha
sido manejada históricamente, para el dominguensis) que los rodean (Figura 21),
cultivo de cacao (Theobroma cacao) (loca- Colonnello et al. 2009). Gran parte de las
lidad Capaya, Figura 19), mientras que las llanuras costeras anegables nororientales,
pocas comunidades restantes, aledañas a desde el Golfo de Paria hasta el inicio
la costa y asociadas a manglares (princi- del delta del Orinoco, contienen comu- Figura 17. Plantaciones de palma aceitera, Elaeis guineensis, en el valle del río Yaracuy,
palmente Rhyzophora mangle) (localidad nidades ocasionalmente mezcladas con estado Yaracuy. Foto: G. Colonnello.

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: Roystonea, CONSERVACIÓN

G. Colonnello

manglares (localidades Caripito, río San Roystonea oleracea y Mauritia flexuosa, en el


Juan, Cachipo y Guarapiche de Colonnello norte del río Orinoco, fueron considerados
et al. 2016). En estas últimas localidades, como Vulnerable (VU), en Peligro (EN),
aparentemente no están amenazadas, y en Peligro Crítico (CR) en Venezuela
ocurren intervenciones como incendios (Oliveira-Miranda et al. 2010). Por último
para la colecta de palmito y la extracción de cabe resaltar que si bien poblaciones
fauna (principalmente de Psittacidae). Las naturales de la especie se encuentran en
comunidades de Santa Bárbara, al oeste las Antillas (Zona 1996), y pocas comu-
de Lago de Guri y, particularmente, de El nidades se han reportado en el Casanare
Palmar, ambas en el Estado Bolívar, han y Arauca de Colombia (Galeano y Bernal
sido reducidas por la expansión ganadera 2010), es en Venezuela donde se hallan la
y minera en la Reserva Forestal Imataca casi totalidad, de las comunidades natu-
(Figura 11). De acuerdo con el Libro Rojo rales remanentes de estas palmas a nivel
de la Flora de Venezuela (Llamozas et al. global.
2003), algunas de las especies frecuentes
en las comunidades de Roystonea son Estatus de protección de las
consideradas como Vulnerables por la comunidades de Roystonea en
UICN: Roystonea oleracea (VU A2c), Tabe- Venezuela
buia rosea (VU A1cd) y Sabal mauritiiformis Prácticamente ninguna comunidad Figura 19. Comunidades de Roystonea muy intervenidas. Capaya, estado Miranda. Foto:
(VU A2cd), a pesar de que estas especies importante de chaguaramos se halla W. Becerra.
están ampliamente distribuidas en el país. incluida dentro de alguna de las Áreas de
Los bosques de palmas dominados por Protección con fines de conservación de la

Figura 20. Relictos de comunidades en el valle del río Manzanares, estado Sucre. Foto: G.
Figura 18. Plantaciones de cítricos en el sector Aroa, estado Yaracuy. Foto: G. Colonnello. Colonnello.

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G. Colonnello

biodiversidad (ver Áreas de Protección en donde se hallaban extensas comunidades Turuépano, Estado Sucre, Venezuela: uni-
Oliveira-Miranda et al. 2010). Solamente de Roystonea (Jenni Rangel, com. pers.), dades de vegetación y estado de conserva-
relictos o poblaciones muy reducidas se una comunidad de Roystonea y Anacardium ción. Memoria de Fundación La Salle de Cien-
encuentran dentro de los Parques Nacio- excelsum (mijagual de acuerdo a Marrero et cias Naturales 172: 5-35.
• Colonnello, G., D. Müller, M. Rincón y G.
nales Henri Pittier, Mochima (algunas en al. 2014), actualmente rodeado por urba-
González. 2011. Diagnóstico de las comu-
áreas costeras intervenidas), Turuépano y nismos no planificados se encuentra en
nidades de chaguaramales y morichales en
Delta del Orinoco. Igualmente, en áreas San Carlos (estado Cojedes), y se intentó el golfo de Paria, estado Sucre, Venezuela.
de protección con fines de uso potencial: convertir en Jardín Botánico por parte de Las fuerzas motrices, presiones, impactos
Reservas Forestales como Caparo, Tico- la Fundación La Salle de Ciencias Natu- observados y medidas de conservación. Pp.
poro, Río Tocuyo, Guarapiche, Imataca y rales, pero este proceso fue detenido por 237-259. En: Volpedo, A. V., R. L. Fernán-
en Lotes Boscosos como Guanipa. Se han los concejos comunales (Romero Antonio, dez y J. Buitrago (Eds.), Experiencias en la
realizado algunos intentos de protección com. pers.; Figura 22). Dos hectáreas de aplicación del enfoque GEO en la evaluación
por parte de entes privados que no lograron una extensa comunidad de Roystonea de ecosistemas degradados de Iberoamérica.
el apoyo de la autoridades tanto nacio- (Figura 23) (ver “El Tuque” en Colonnello Print & Services. Buenos Aires, Argentina.
nales como regionales (ministerios, alcal- et al. 2016), situado en las afueras de la • Colonnello, G., L. Rodríguez y R. Guina-
días y consejos comunales). Por ejemplo, ciudad de Tucacas, fue cedido a la alcaldía glia. 2012. Caracterización estructural y
florística de un bosque con palmas anega-
la Universidad de Los Andes (ULA), ha local, para su transformación en área de
do (chaguaramal) en la península de Paria,
desarrollado esfuerzos intensos por recreación y contemplación para la ciuda-
estado Sucre, Venezuela. Acta Botánica Ve-
detener las ocupaciones ilegales por parte danía, iniciativa que actualmente está nezuelica 35: 1-26.
de parceleros venezolanos y colombianos detenida. Esta comunidad está amenazada • Colonnello, G., y J. Grande. 2014. Mapo-
en áreas de la Reserva Forestal Caparo, por la expansión de complejos turísticos, Figura 23. Interior de la comunidad El
rales o Chaguaramales. Pp. 202-204. En:
al igual que en la vecina cuenca del río Tuque, estado Falcón. Foto: G. Colonnello. Lasso, C. A., A. Rial, G. Colonnello, A. Ma-
Tocuyo (Valois González-B., com. pers.). chado-Allison y F. Trujillo (Eds.), XI. Hume-
En las dos últimas décadas se han reali- dales de la Orinoquia (Colombia- Venezuela).
zado intentos por incluir las comunidades nivel mundial- al Parque Nacional Turué- Serie Editorial Recursos Hidrobiológicos
de Roystonea del Golfo de Paria -que son pano, propiciados por la ONG Fundación y Pesqueros Continentales de Colombia.
las mayores comunidades de esta especie a Vuelta Larga (Colonnello et al. 2011). Instituto de Investigación de Recursos Bio-
lógicos Alexander von Humboldt (IAvH).
Por último se ha propuesto reglamentar Bogotá, D. C., Colombia.
la conservación de las comunidades de • Colonnello, G., J. Grande y M. Oliveira-
Miranda. 2014. Distribución, estructura
Roystonea de forma similar a las comuni-
y composición florística de los bosques de
dades de Mauritia flexuosa (morichales), Roystonea (chaguaramales) de la cuenca del
dada la analogía entre ambas en cuanto río Aroa (Venezuela). Acta Biológica Vene-
a su importancia para las comunidades zuelica 34: 35-60.
humanas y los servicios ecosistémicos que • Colonnello, G., J. R. Grande y I. Márquez-
prestan (Colonnello et al. 2011). Molina. 2016. Roystonea oleracea com-
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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

TERCERA PARTE: Roystonea, CONSERVACIÓN

G. Colonnello

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568 569
C. A. Lasso
27. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
PARA LA CONSERVACIÓN

Este libro contiene las referencias y casos elevada. Florísticamente, sin embargo,
de estudio derivados de experiencias la riqueza de las diferentes comunidades
aplicadas en ocho países, en relación a es muy variable, dependiendo de cuan
las dinámicas asociadas a los palmares restrictivos son los ambientes edáficos
inundables, que ilustran los avances en los que se desarrollan, tanto por la
desarrollados en la investigación cientí- disponibilidad de nutrientes como por la
fica. Las particularidades de esos paisajes prolongación de la inundación a que están
conforman diferentes temáticas que aquí sometidas. Por ejemplo, las pocas especies
son destacadas. de los palmares de pantano de Mauritia
flexuosa del delta del Orinoco, contrastan
Los palmares inundables considerados en con las cerca de 700 especies registradas
este volumen son comunidades de distri- en 19 localidades de la cuenca amazónica.
bución restringida tanto a nivel regional Otro ejemplo de la alta diversidad son
como sub-regional (principalmente sura- los palmares de Roystonea oleracea, cuya
mericano). En efecto, si bien las especies de riqueza florística alcanza las 286 especies

CUARTA PARTE
palmas no son endémicas de ningún país, de acuerdo a los 26 muestreos realizados
están restringidas a entornos geográficos en el norte de Venezuela.
más bien específicos. Así por ejemplo, Butia
Conservación de los morichales, paraguayensis y Butia odorata se encuen-
tran en sectores de Argentina, Paraguay,
Desde un punto de vista estructural los
palmares engloban una amplia gama de

cananguchales y otros palmares Brasil y Uruguay; Copernicia alba se distri-


buye en Brasil, Paraguay, Bolivia y Argen-
formaciones, que dependiendo de las
características de las palmas dominantes,

inundables de Suramérica tina; Mauritiella aculeta está en Colombia y


Venezuela, y finalmente, los palmares con
Roystonea oleracea se encuentran mayori-
pueden ser de porte bajo, como en el caso
de Butia paraguayensis (de menos de 2 m
de altura); medianas, como Butia odorata
tariamente en Venezuela y escasamente (7 a 10 m), Mauritiella aculeata (9 a 13 m),
en Colombia, con algunas comunidades Astrocaryum chonta (12 m) y Phytelephas
aisladas en las islas caribeñas. tenuicaulis (7 m) o altas como Mauritia
flexuosa o Roystonea oleracea, que pueden
Estos palmares constituyen comunidades alcanzar los 35 m de altura o inclusive
con una diversidad florística y estructural hasta 45 m cuando crecen aisladas en

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XIV. MORICHALES, CANANGUCHALES Y OTROS PALMARES INUNDABLES DE SURAMÉRICA

CUARTA PARTE : CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

F. Trujillo

el bosque. Además, estas comunidades este caso Astrocaryum jauari, Butia odorata, Las áreas protegidas que contengan colombiano). El mejoramiento genético
también pueden ser ralas en condiciones Copernicia alba, Euterpe precatoria, Euterpe palmares inundables, son otra herra- se está ensayando en Perú para el ecotipo
ambientales exigentes, con pocos indivi- oleracea y Mauritia flexuosa. El uso de mienta de conservación que debería imple- enano de Mauritia flexuosa sujeto al ataque
duos por unidad de superficie o bien muy estos recursos ha conllevado, en algunos mentarse y extenderse en todos los países. de insectos, para facilitar el aprovecha-
densas como se observa frecuentemente casos, a la sobreexplotación de las plantas, En Venezuela por ejemplo, palmares miento comercial de los frutos.
con Copernicia alba, Mauritia flexuosa, desequilibrio demográfico y a poner en extensos de Mauriria flexuosa están salva-
Mauritiella aculeata y M. armata, entre peligro poblaciones completas de palmas. guardados por la Reserva de Biósfera y el El ecoturismo también ha sido un meca-
otras. Se han desarrollado en consecuencia, Parque Nacional Delta del Orinoco y en el nismo de conservación en la medida de
diversos planes de manejo que han invo- PN Canaima. Los morichales se encuen- que los visitantes de áreas naturales se
Los palmares inundables son hábitat de lucrado a especies tales como Butia odorata tran en Reservas Naturales de la Sociedad sensibilizan con la biota y los servicios
múltiples especies de vertebrados e inver- (Uruguay), Copernicia tectorum (Colombia), Civil en los Llanos colombianos y otros ecosistémicos ofrecidos por las comuni-
tebrados, a las que proporciona recursos Euterpe oleracea (Colombia), Manicaria cananguchales en parques y reservas de dades naturales, incluyendo los palmares
alimenticios y refugio. Por ejemplo, cerca saccifera (Colombia) y Mauritia flexuosa la Amazonia. Muchos palmares están inundables. Es este sentido, deberían
de 250 especies de aves y 145 de mamí- (Perú). Finalmente, al ocupar muchos también en predios privados, como es el replicarse proyectos como el del “Puente
feros han sido reportadas asociadas a los millones de hectáreas en Suramérica y caso de Butia odorata (Uruguay) o Roys- Anaconda” (Aguajal Inkaterra) en Perú
morichales de Venezuela, con varias aves con una densa cobertura vegetal, estos tonea oleracea (Venezuela), por lo que es con Mauritia flexuosa. También merece la
especializadas en estos ambientes. De palmares se convierten en sumideros de clave un proceso de articulación con los pena reseñar el proyecto -aunque incon-
estas, nueve se consideran en Peligro y carbono y son particularmente impor- propietarios, donde es fundamental el cluso-, de establecer caminerías elevadas
seis en Peligro Crítico. Igualmente, en los tantes en el caso de aquellos que se desa- manejo de información sobre distribución en el “chaguaramal El Tuque” (palmar de
Llanos de Moxos (Bolivia) se reportaron rrollan sobre turbas de la zona del Alto
y técnicas de aprovechamiento susten- Roystonea oleracea) en Venezuela.
63 especies de aves, 53 de peces y 20 de Mayo y en la cuenca de Pastaza-Marañón
table, sin afectación de las actividades
mamíferos. De manera colateral, la fauna (Perú) o en el delta del río Orinoco (Vene-
productivas. También se recomienda la También es necesario la promulgación
participa activamente en la fecundación zuela).
aplicación de estrategias locales de conser- y aplicación de normas legales (resolu-
de las flores, como ocurre en Mauritia
vación como las que actualmente se desa- ciones, leyes, etc.) para la protección de los
flexuosa -diversas especies de insectos- así Por todas las razones expuestas anterior-
rrollan en algunos países. Estas incluyen palmares inundables, pero desafortunada-
como en la dispersión de sus frutos. En el mente, estos palmares son comunidades y
caso de Astrocaryum jauari al menos 16 por ejemplo los sistemas de cosecha de mente solo en algunos países se han esta-
formaciones de gran importancia para la
especies de peces participan en la disper- conservación. En este sentido, dado que los racimos de fruta de Mauritia flexuosa blecido marcos legales que protegen estos
sión de las semillas de esta especie. Estos la riqueza de especies o diversidad es un mediante sistemas sencillos de cuerdas ecosistemas. En 1939 se promulgó una
son algunos de los ejemplos que muestran indicativo de la salud de los ambientes para escalar las palmas (Alto Mayo, San ley para proteger los ejemplares adultos
la importancia de estos ambientes para la naturales, una herramienta imprescin- Martín, Perú), que no son destructivos. de Butia odorata (Uruguay) y en 1991 se
fauna en general. dible es la elaboración de listas anotadas Otras estrategias incluyen por ejemplo la emitieron “Normas de Protección de Mori-
nacionales o regionales (“checklist”) de restricción total del pastoreo en el caso chales” (Mauritia flexuosa) (Venezuela).
Los palmares inundables representan especies, tal que permitan la evaluación de de Butia paraguayensis (Corrientes, Argen- Finalmente, aunque estas iniciativas son
también una fuente de productos natu- su estatus, reflejadas en los Libros Rojos tina) y restricción temporal durante el aún incipientes, hay muchas ONG´s que
rales de amplio uso por las comunidades de la flora, fauna e incluso de los libros invierno (Palmar de Castillos, Uruguay); impulsan la inclusión de los palmares
humanas, bien para el consumo directo rojos de ecosistemas de una región o país. o el corte del 50% de los tallos aprove- inundables en parques nacionales y otras
o como alimentos procesados, mate- Para lograr este objetivo es fundamental chables de Euterpe oleracea para asegurar áreas protegidas o figuras de protección.
riales para construcción de viviendas, realizar inventarios en áreas poco cono- la sostenibilidad (costa del Pacífico Esperamos que este libro contribuya a ello.
utensilios, medicinas, artesanías y hasta cidas o no prospectadas y de ciertos grupos
juguetes cosechados por las poblaciones biológicos como peces, anfibios, reptiles,
tanto indígenas como criollas. Aunque en invertebrados en general, plantas pará-
la mayor parte de los casos se trata de su sitas, epífitas y herbáceas, que no han sido
uso para subsistencia, también algunos evaluadas o que han sido subestimadas en
generan recursos monetarios simultánea- muestreos previos. Igualmente es clave la
mente. De especial importancia son en realización de talleres de expertos.

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