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Dahiana
Martínez
19-mpss-7-012
La demencia
Es un término que se utiliza para describir un grupo de síntomas que afectan la memoria, el
pensamiento y las habilidades sociales y que son lo suficientemente graves como para
interferir en tu vida diaria. No se trata de una enfermedad específica, pero hay varias
enfermedades que pueden provocar demencia.
Síntomas
Los síntomas de la demencia varían según la causa, pero los signos y síntomas frecuentes son
los siguientes:
Cambios cognitivos
Cambios psicológicos
Cambios en la personalidad
Depresión
ansiedad
Comportamiento inapropiado
Paranoia
Agitación
Alucinaciones
Cuándo consultar al médico
Consulta a un médico si tú o un ser amado tiene problemas de memoria y otros síntomas de
demencia. Algunas afecciones médicas tratables pueden causar síntomas de demencia, por lo
que es importante determinar la causa.
Causas
La demencia es causada por el daño o la pérdida de las células nerviosas y sus conexiones en el
cerebro. En función del área del cerebro dañada, la demencia puede tener un impacto
diferente en las personas y provocar diferentes síntomas.
Las demencias a menudo se agrupan por lo que tienen en común, como la proteína o proteínas
depositadas en el cerebro o la parte del cerebro que se ve afectada. Algunas enfermedades se
parecen a las demencias, como las que se producen por una reacción a medicamentos o
deficiencias vitamínicas, y podrían mejorar con el tratamiento.
Demencias progresivas
Los tipos de demencia que progresan y no son reversibles incluyen los siguientes:
Enfermedad de Alzheimer.
Los pacientes con enfermedad de Alzheimer tienen placas y ovillos en el cerebro. Las placas
son grupos de una proteína llamada beta amiloide, y los ovillos son ovillos fibrosos compuestos
de proteína tau. Se cree que estos grupos dañan las neuronas sanas y las fibras que las
conectan.
Demencia vascular.
Este segundo tipo más común de demencia es causado por el daño a los vasos que suministran
sangre al cerebro. Los problemas de los vasos sanguíneos pueden causar accidentes
cerebrovasculares o afectar el cerebro de otras maneras, como al dañar las fibras de la
sustancia gris del cerebro.
Los síntomas más comunes de la demencia vascular incluyen dificultades para resolver
problemas, lentitud del pensamiento y pérdida de la concentración y organización. Estos
tienden a ser más notorios que la pérdida de memoria.
Demencia con cuerpos de Lewy.
Los cuerpos de Lewy son grupos anormales de proteínas en forma de globo que se han
encontrado en el cerebro de personas que tienen demencia con cuerpos de Lewy, enfermedad
de Alzheimer y enfermedad de Parkinson. Este es uno de los tipos más comunes de demencia
progresiva.
Los signos y síntomas comunes incluyen actuar físicamente los sueños durante el sueño, ver
cosas que no existen (alucinaciones visuales) y problemas con la concentración y la atención.
Otros signos incluyen movimientos lentos o descoordinados, temblores y rigidez
(parkinsonismo).
Demencia frontotemporal.
Este es un grupo de enfermedades caracterizadas por la ruptura de las células nerviosas y sus
conexiones en los lóbulos frontal y temporal del cerebro. Estas áreas del cerebro están
generalmente asociadas con la personalidad, la conducta y el lenguaje. Los síntomas comunes
afectan el comportamiento, la personalidad, el pensamiento, el juicio, el lenguaje y el
movimiento.
Demencia mixta
Los estudios de la autopsia del cerebro de personas de 80 años o más que tenían demencia
indican que muchos tenían una combinación de varias causas, como la enfermedad de
Alzheimer, la demencia vascular y la demencia con cuerpos de Lewy. Se están realizando
estudios para determinar la forma en que el hecho de tener demencia mixta afecta los
síntomas y los tratamientos.
Lesión cerebral traumática (TBI). Esta afección es causada con mayor frecuencia por
traumatismos craneales repetitivos. Personas como boxeadores, jugadores de fútbol
americano o soldados pueden presentar lesiones cerebrales traumáticas.
Dependiendo de la parte del cerebro que esté lesionada, esta afección puede causar signos y
síntomas de demencia, como depresión, explosividad, pérdida de memoria y deterioro del
habla. La lesión cerebral traumática también puede causar parkinsonismo. Es posible que los
síntomas no aparezcan hasta años después del trauma.
Algunas causas de demencia o síntomas similares a los de la demencia se pueden revertir con
tratamiento. Por ejemplo:
Deficiencias nutricionales.
No tomar suficientes líquidos (deshidratación); no consumir suficiente tiamina (vitamina B1),
que es común en personas con alcoholismo crónico; y no incorporar suficientes vitaminas B6 y
B12 en la alimentación puede causar síntomas similares a los de la demencia. Las deficiencias
de cobre y vitamina E también pueden causar síntomas de demencia.
Hematomas subdurales.
El sangrado entre la superficie del cerebro y la cubierta del cerebro, que es común en los
ancianos después de una caída, puede causar síntomas similares a los de la demencia.
Tumores cerebrales.
En raras ocasiones, la demencia puede ser el resultado del daño causado por un tumor
cerebral.
Síndrome de Down. Hacia la mediana edad, muchas personas con síndrome de Down
presentan la enfermedad de Alzheimer de inicio temprano.
Es posible que puedas controlar los siguientes factores de riesgo para la demencia.
Consumo excesivo de alcohol. Se sabe desde hace tiempo que el consumo de grandes
cantidades de alcohol provoca cambios en el cerebro. En varios estudios y revisiones
de gran envergadura se determinó que los trastornos del consumo de alcohol estaban
vinculados a un mayor riesgo de demencia, en particular a la demencia de aparición
temprana.
Contaminación del aire. Según los estudios hechos en animales, las partículas de la
contaminación del aire pueden acelerar la degeneración del sistema nervioso. Y, según
los estudios en humanos, la exposición a la contaminación del aire, particularmente
por los gases de escape del tráfico y la quema de madera, se asocia con un mayor
riesgo de demencia.
Traumatismo craneal. Las personas que han sufrido un traumatismo craneal grave
corren más riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Varios estudios de gran
envergadura hallaron que en personas de 50 años o más que tuvieron una lesión
cerebral traumática, el riesgo de padecer demencia o enfermedad de Alzheimer es
mayor. El riesgo aumenta en personas con lesiones cerebrales traumáticas múltiples y
de mayor gravedad. Algunos estudios indican que el riesgo puede ser mayor dentro de
los primeros seis meses a dos años después de la lesión cerebral traumática.
Alteraciones del sueño. Las personas que padecen apnea del sueño y otras
alteraciones del sueño podrían tener un mayor riesgo de desarrollar demencia.
Limita también los sedantes y las pastillas para dormir, y habla con tu médico para ver
si alguno de los medicamentos que tomes puede empeorar tu memoria.
Complicaciones
La demencia puede afectar muchos sistemas del cuerpo y, por lo tanto, la capacidad de
funcionar. La demencia puede provocar lo siguiente:
Prevención
No hay una manera segura de prevenir la demencia, pero hay medidas que podrían ser de
utilidad. Aunque se necesita más investigación, podría ser beneficioso hacer lo siguiente:
Deja de fumar. Algunos estudios han demostrado que fumar en la edad madura o en
la vejez podría aumentar el riesgo de padecer demencia y afecciones de los vasos
sanguíneos. Dejar de fumar puede reducir los riesgos y mejorará la salud.
La presión arterial alta podría llevar a un mayor riesgo de padecer algunos tipos de
demencia. Se necesita más investigación para determinar si el tratamiento de la
hipertensión arterial puede reducir el riesgo de demencia.
Trata las afecciones médicas. Consulta al médico para recibir tratamiento en caso de
depresión o ansiedad.
Sigue una dieta saludable. Una dieta como la mediterránea, rica en frutas, verduras,
granos enteros y ácidos grasos omega-3, que se encuentran comúnmente en ciertos
pescados y en las nueces, podría promover la salud y reducir el riesgo de desarrollar
demencia. Este tipo de dieta también mejora la salud cardiovascular, lo que puede
ayudar a reducir el riesgo de demencia.
Duerme con sueño de buena calidad. Practica una buena higiene del sueño y consulta
al médico si tienes ronquido fuerte o períodos en los que dejas de respirar o jadeas
durante el sueño.
Trata los problemas de audición. Las personas con pérdida auditiva tienen más
probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo. El tratamiento temprano de la
pérdida auditiva, tal como el uso de audífonos, podría ayudar a reducir el riesgo.