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El estrés relacionado con el trabajo tiene un precio muy alto para la sociedad mundial, además del

costo humano. Solo en México se derivan pérdidas de hasta 16 mil millones de pesos anuales en el
sector productivo, además de afectaciones a la salud mental y bienestar social de los trabajadores.
Los síntomas del estrés laboral o burnout son bastante parecidos a los de la depresión clínica: una
sensación recurrente de desmotivación, agotamiento mental acompañado de una menor tolerancia
al estrés, falta de energía y menor rendimiento. Físicamente, se manifiesta como dolor muscular y
afectaciones psicológicas que se traducen en malestares corporales.
En detalle, el estrés laboral ataca cuando la exigencia hecha al colaborador y solicita un mayor
esfuerzo en su área de experiencia. Contrario a lo que pueda pensarse, la necesidad de obtener
resultados a todo costo revierte negativamente las estrategias laborales, ya que el profesional, al
ver abrumadas sus metas, es más propenso al ausentismo y a bajar su productividad.
De acuerdo con datos del Wellness Council México, se muestra que un colaborador falta a sus
labores hasta 25 días al año cuando sufre depresión, 20 días cuando enfrenta ataques de pánico,
14 días si padece de estrés post traumático y 20 días si pasa por un periodo de ansiedad.
Lo que traduce el ausentismo en 7.3% del costo de la nómina de las empresas mexicanas, lo que
provoca pérdidas en productividad mayores al 20% anual.
Entre las causas que propician el estrés laboral están los procesos de competitividad global que
transformaron la organización del trabajo, las relaciones laborales y los modelos de empleo.
También se le añade que en las empresas se dio una mayor reestructuración, reducción de
personal, fusión, subcontratación, trabajo precario y mayores probabilidades de despidos masivos
de trabajadores, desempleo, pobreza y exclusión social.
Asimismo, está el temor de perder el trabajo y la menor estabilidad económica que tienen graves
consecuencias sobre la salud mental y bienestar de los trabajadores, y sobre su balance financiero.
A este padecimiento se le atribuyen también enfermedades como el alcoholismo, insomnio,
síndrome metabólico, obesidad, colesterol y otras afecciones.
De ahí parte la necesidad en México de garantizar el cumplimiento de la Norma Oficial 035 de la
Secretaría del Trabajo y Previsión Social (NOM-035-STPS-2018). a través del monitoreo del
bienestar de sus trabajadores para evitar estos niveles para reducir los factores de riesgo
psicosocial que generan estrés y bajan la productividad en perjuicio del trabajador. Resulta un
desafío lograr que el colaborador se sienta a gusto y con bienestar. Por ello es necesario crear
organizaciones saludables en las que tus colaboradores, el personal de capital humano, los
psicólogos o el médico en tu empresa, también contribuyan con su especialización a lograr
ambientes libres de tensiones, donde prime la felicidad laboral, la seguridad y la higiene.

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