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Mejor es morir de una vez que estar siempre temiendo por la vida.
Esopo
El miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son.
Tito Livio
El hombre que tiene miedo sin peligro, inventa el peligro para justificar su miedo.
Alain
LA PROFUNDIDAD DEL MIEDO
Es el primer síntoma que aparece, junto con el hambre; aliado con la oscuridad,
socio de la ignorancia, traficante del remordimiento.
Nadie se libra del miedo, es un factor añadido al cuerpo, como las extremidades los
órganos y las vísceras, devorando lentamente su integridad, circulando por las arterias
como un colesterol maligno, absorbiendo la médula hasta el cerebro, causando
verdaderos estragos emocionales.
Nadie acude al médico por estar atacado de miedo, el mero hecho de acudir por
otras causas ya provoca el miedo. Sin embargo es el virus que potencia el resto de
enfermedades y a su vez son estas las que aumentan el miedo.
Existen métodos disuasorios para sacudirlo, para alejarlo y mantenerlo a raya. Todos
ellos son atenuantes que actúan como engañabobos, con el consentimiento del bobo,
a veces desconoce el engaño, otras lo acepta.
Las drogas, los fármacos, el alcohol, en desproporción o como habito , son amigos que
más tarde o más temprano reclaman su servicio, exigen mayor cantidad y abren las
puertas del subconsciente apareciendo todos los miedos acumulados retenidos, más
los añadidos por el malestar.
Todos los miedos derivan de un único miedo. El miedo a la muerte.
Con la muerte dejamos espacio para nuevas vidas, oportunidad para regeneraciones,
posibilidad de evoluciones culturales que liberen las conciencias y descubran el
potencial manipulador del miedo.
Y el universo se mofa de nosotros. Insectos espaciales hambrientos de nada y saciados
de miedo. Indefensos planetarios que miramos al cielo esperando una luz que ilumine
nuestras mentes, un retorno que colme nuestras ambiciones, una inmortalidad que
garantice nuestra ignorancia.
En el origen de las estrellas está el verdadero dios, la fuerza de la vida, el sentido de la
nada. Aquello que hagamos bien será la herencia futura, la religión sin ídolos, el
bienestar y la sabiduría.
Grandes como somos ante la prepotencia, e indefensos ante el miedo que nos consume,
mortales, al fin y al cabo.