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TMIA PROCESOS Y SISTEMAS FRIGORÍFICOS

PROTOCOLO DE MONTREAL Y PROTOCOLO DE KIOTO

LUIS FERNANDO ALVAREZ OMAÑA

PROFESOR

I.A. ARTURO MUNGUÍA SÁNCHEZ


Introducción

En 1985, el descubrimiento de un enorme agujero en la capa de ozono sobre la Antártida


confirmó una teoría publicada y defendida desde los años setenta por dos investigadores de
la Universidad de California, Frank Sherwood Rowland y Mario Molina, sobre los
clorofluorocarbonos, unos gases conocidos como los CFC, y que estaban presentes en
artículos cotidianos como la laca para el pelo, los desodorantes o la pintura en spray.

Estos gases estaban destruyendo la capa de ozono, el principal escudo del planeta contra
los gases ultravioleta del sol, y su debilitamiento había comenzado por el punto más austral
de la Tierra. De no atajarlo, podría suponer que enfermedades como el cáncer de piel
empezaran a proliferar.

Protocolo de Montreal

La necesidad del cuidado del medio ambiente incito a elaborar un protocolo que incluyera
medidas de control para recuperar la capa de ozono. Como resultado de las negociaciones,
en 1987 se firmó el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de
ozono, acuerdo global ambiental que regula el consumo y producción de las sustancias
agotadoras de la capa de ozono, conocidas como SAO.

Hoy en día, el Protocolo de Montreal está ratificado por los 197 países de la comunidad
internacional. En 1988, México fue uno de los primeros países en firmarlo y ratificarlo.

La disminución de la concentración de ozono en la estratósfera es provocada por las


emisiones de hidrocarburos halogenados producidos industrialmente: clorofluorocarbonos
(CFC), hidroclorofluorocarbonos (HCFC), bromuro de metilo, halones y tetracloruro de
carbono, entre otros. La exposición excesiva a la radiación ultravioleta de la luz solar se
asocia de forma directa con la aparición de cáncer de piel en los humanos, tumores y
mutaciones genéticas; la falta de protección de la capa de ozono provoca también daños en
el sistema inmunológico y lesiones oculares.

Los proyectos se han realizado en los sectores en los que son usadas las sustancias
agotadoras de ozono: refrigeración, aire acondicionado, espumas de poliuretano, extintores
de fuego, aerosoles técnicos y medicinales, agricultura y estructuras de almacenaje,
solventes y agentes de proceso. También se han desarrollado proyectos de fortalecimiento
institucional, capacitación y asistencia técnica.

En 2005, cinco años antes de lo establecido en el Protocolo de Montreal, cerró de manera


definitiva la producción de CFC en el país, al detener la producción en la planta más grande
de América Latina, con lo que logró una reducción del 12 % en la producción mundial y del
60 % en la producción continental.

Algunas de las sustancias controladas por el protocolo de Montreal son:

CFCs: Los productos químicos de uso más común controlados con arreglo al Protocolo eran
los clorofluorocarbonos (CFC). Esos productos químicos se utilizaban ampliamente en una
gran variedad de actividades y productos, entre los cuales figuraban la refrigeración, las
espumas y la limpieza de metales. Desde finales de 2009, los CFC se han eliminado
prácticamente, aunque aún quedan algunos usos limitados principalmente a inhaladores
médicos en un pequeño grupo de países.
Halones: Los halones eran probablemente la segunda clase de productos químicos
controlados por el Protocolo que se usaban más ampliamente. Se empleaban como agentes
de lucha contra incendios en todo tipo de aplicaciones, desde extintores de incendios hasta
sistemas de inundación total en locales de computadoras. La comunidad mundial ha
eliminado la nueva producción de esos productos químicos, pero su uso a partir de
existencias o halones reciclados aún prosigue para fines tales como aeronaves y
aplicaciones militares;
Tetracloruro de carbono: El tetracloruro de carbono era otra de las sustancias que agotan
el ozono de uso común, que se empleaba principalmente como disolvente para detergentes
industriales. Los países desarrollados eliminaron el uso de este producto químico en 1996,
mientras que los países en desarrollo lograron la eliminación total de usos controlados en
2010. El tetracloruro de carbono también se utiliza ampliamente como materia prima en la
producción de otros productos químicos; debido a que su empleo con ese fin produce muy
pocas emisiones, ese uso no está controlado por el Protocolo de Montreal;
HCFC: Otra clase de sustancias que agotan el ozono de amplio uso son los
hidroclorofluorocarbonos (HCFC). Los HCFC son el mayor grupo de productos químicos
controlados por el Protocolo y actualmente constituyen el mayor grupo de sustancias que
agotan el ozono que se siguen utilizando. Desde 1990, estos productos químicos se han
conocido como sustancias de transición; si bien su impacto relativamente bajo en la capa de
ozono hizo que se utilizasen inicialmente como sustitutos de los CFC en muchos usos en el
sector de la refrigeración y las espumas, las Partes siempre supieron que era necesaria su
eliminación. Habida cuenta de los prolongados ciclos de vida de las aplicaciones de estos
productos químicos (por ejemplo, en equipo de refrigeración), las Partes en el Protocolo
acordaron prolongar el período de eliminación según el cual la eliminación total para los
países desarrollados sería en 2030 y la eliminación final para los países en desarrollo en
2040. Sin embargo, teniendo en cuenta que estas sustancias contribuyen tanto al
agotamiento del ozono como al calentamiento atmosférico, las Partes acordaron en 2007
ajustar el calendario de control de los HCFC del Protocolo para acelerar su eliminación.
Este esfuerzo está en consonancia con la labor de las Partes para velar por que sus
actividades para proteger la capa de ozono ayuden a proteger también el medio ambiente
en general;Metilcloroformo: El metilcloroformo se empleaba como disolvente para
detergentes industriales. Ese uso se eliminó en los países desarrollados en enero de 1996,
mientras que los países en desarrollo habían logrado eliminarlo prácticamente en 2007, con
más de siete años de antelación a la fecha límite establecida en virtud del Protocolo;
Metilbromuro: Otra de las sustancias que agotan el ozono de amplio uso es el
metilbromuro, un agente de fumigación agrícola. El producto químico, que se agregó al
Protocolo en 1992, tiene una amplia variedad de usos agrícolas.
Protocolo de Kyoto

El Protocolo de Kyoto fue aprobado el 11 de diciembre de 1997. Debido a un complejo


proceso de ratificación, entró en vigor el 16 de febrero de 2005. Actualmente, hay 192
Partes en el Protocolo de Kyoto.

La finalidad del Protocolo de Kyoto, que aunque firmado en 1997 no ha entrado en vigor
hasta 2005, es conseguir una reducción mundial de las emisiones de Gases de Efecto
Invernadero (GEI) mediante la fijación de un nivel máximo de contaminación para cada
Estado. Con ese objetivo, fueron asignados un determinado número de derechos de
emisión de GEI por país e industria

GASES INVERNADERO

El principal gas invernadero es el dióxido de carbono (CO2). No es el más potente pero sí el


más abundante, por lo que se le considera referencia para los demás. Su concentración en
la atmósfera ha crecido exponencialmente desde 200 partes por millón (ppm) al final de la
última glaciación, a 270 ppm en la era preindustrial, hasta alcanzar las 371 ppm en la
actualidad. Esta concentración se considera la más elevada en los últimos 20 millones de
años, crecimiento que continúa al ritmo del 0,4% anual.

El segundo gas en orden de importancia es el metano (CH4), producto que se genera en las
fermentaciones, proceso principal en los orígenes de la vida y hoy restringido a ambientes
carentes de oxígeno: tracto digestivo anóxico del ganado, materia orgánica en zonas
húmedas y pantanos, vertederos, colonias de termitas... En apariencia, su origen es natural,
pero responde a las modificaciones que los seres humanos han introducido en la actividad
agropecuaria, como la ganadería intensiva. Es 20 veces más potente que el dióxido de
carbono y crece un 1% anual. Sus concentraciones son las más elevadas de los últimos
420.000 años.

Le sigue el óxido nitroso (N2O), cuyas dos terceras partes son de origen natural pero, al
igual que con el metano, la intervención intensiva del hombre en la agricultura con el empleo
de fertilizantes agrícolas ha incrementado sus emisiones. Es un gas invernadero 200 veces
más potente que el dióxido de carbono y aumenta en una proporción del 0,25% anual. Sus
concentraciones actuales son las más elevadas del último milenio.

Entre los gases sintéticos destacan los CFC, productos químicos de excelentes
propiedades, empleados en más 3.000 aplicaciones como propelentes de aerosoles,
refrigeración o espumas. Sin embargo el descubrimiento en 1974 de su potencial reductor
del ozono estratosférico condujo a la redacción del Protocolo de Montreal para su
eliminación en los países desarrollados a partir de 1996, por lo que debe esperarse una
progresiva reducción de sus concentraciones. Su potencia como gas invernadero es 15.000
veces la del dióxido de carbono.

Entre los sustitutos de los CFC se encuentran los tres gases sintéticos regulados por el
Protocolo de Kioto: HFC, PFC y hexafluoruro de azufre. De ellos destacan sus tiempos de
residencia atmosféricos: para los primeros entre 200 y 300 años. Entre los segundos los
más persistentes pueden alcanzar los 50.000 años. Para el último producto 3.200 años.
Aunque su proporción sea más pequeña que el resto de los gases anteriores son estos
tiempos tan prolongados los que les imprimen un indiscutible riesgo.

Consecuencias del calentamiento global

Las consecuencias del cambio climático están obviamente en el clima, un sistema complejo
de variables interrelacionadas que nunca habríamos debido alterar. Una de ellas será el
incremento de temperatura antes comentado y que según los diferentes escenarios
previstos puede oscilar entre 1,4ºC y 5,8ºC en los próximos cien años (para darnos cuenta
de la magnitud de estos datos, baste recordar que en la última glaciación, que sepultó de
hielo el hemisferio norte, la diferencia de la temperatura media con la actual fue sólo de 5ºC,
naturalmente negativos). Actualmente la temperatura ha ascendido 0,6ºC + 0,2ºC,
originando según la Real Academia de Ciencias Sueca que la Tierra sea ahora más caliente
que en cualquier otro momento de su historia. 1998 fue el año más cálido, de la década más
cálida, del siglo más cálido hasta ahora registrado. En cualquier caso el calentamiento no
afectará por igual a todo el planeta, variando desde valores mínimos en el ecuador hasta
valores máximos en los polos.

Primero fue el protocolo de Montreal. Los gases usados en la refrigeración industrial eran
muy perjudiciales para la capa de ozono. Por ello se prohibió su uso con la firma de un
acuerdo: El protocolo de Montreal en 1987. Los CFC, que en su día se consideraron casi
milagrosos porque ni eran inflamables ni nocivos para la salud pasaron a estar prohibidos.
Por ejemplo el R-22, un gas ampliamente usado en la industria se prohibió en 2015.
Gracias a estas medidas, la capa de ozono ha dejado de deteriorarse e incluso parece
volver a crecer, aunque débilmente. Para muchos, el protocolo de Montreal es el mejor
ejemplo de que es posible que la industria cambie sus políticas para ser compatible con el
medio ambiente. Sin lugar a dudas, el acuerdo de Montreal es el acuerdo transfronterizo
sobre protección del medio ambiente más exitoso de la historia.

De esta forma, las instalaciones de frío industrial tuvieron que modificar los gases con los
que funcionaban. Había nuevos gases refrigerantes disponibles en el mercado que pudieran
cumplir con la nueva normativa y los instaladores vivieron una beneficiosa carga extra de
trabajo.

El protocolo de Kioto, firmado en 1997, que establece límites a las emisiones de gases que
contribuyan al efecto invernadero. La Unión Europea empieza a fabricar legislación para
reducir las emisiones de efecto invernadero y también apunta hacia los gases usados en la
refrigeración industrial. Así, decide reducir drásticamente el uso de los gases usados en la
refrigeración industrial que contribuyan al cambio climático: Es decir, prácticamente todos
(excepto amoniaco y paradójicamente el CO2). Para ello aprueba la directiva F-Gas.

Normas, leyes y reglamentos para gases refrigerantes


Derivado de los acuerdos y estrategias ambientales, entre las reglas en el catálogo de las
Normas Oficiales Mexicanas, se encuentran algunas relacionadas con el manejo adecuado
de los refrigerantes.
NOM-052-SEMARNAT-2005. Establece las características, el procedimiento de
identificación, clasificación y los listados de los residuos peligrosos. Los únicos gases
refrigerantes que se encuentran en el listado son el CFC-11 y el CFC-12.

Algunos compuestos no se han enlistado en esta norma, pero se especifica que se deben
tratar como residuos peligroso cuando el generador sabe que su residuo tiene alguna de las
características de peligrosidad establecidas en esta norma y cuando el generador conoce
que el residuo contiene un constituyente tóxico que lo hace peligroso.

NOM-162-SEMARNAT-2011. Considera a los refrigeradores y aires acondicionados como


productos que requieren un plan de manejo, lo cual se especifica en el listado “Residuos de
manejo especial sujetos a presentar plan de manejo”.

NOM-002-SCT/2011. Establece el listado de las sustancias y de los materiales peligrosos


más usualmente transportados en el país. En ella se especifican aproximadamente 14
refrigerantes a base de CFC, HCFC y HFC.

Segundo protocolo de kioto

ANTECEDENTES

En 1997, la tercera Conferencia de Partes (COP) adoptó el Protocolo de Kioto. Uno de los
principales resultados fue el compromiso de treinta y siete países desarrollados y la Unión
Europea, los llamados países del Anexo B1, para limitar sus emisiones de gases de efecto
invernadero (GEI) durante el periodo 2008-2012 a un nivel promedio de 5% por debajo de
sus emisiones de 1990. El Protocolo de Kioto entró en vigor tras su ratificación por parte de
Rusia en 2005.
Las negociaciones sobre un segundo período de compromiso post-2012 (KP-CP2) inició en
Bali en 2007, con el lanzamiento del Grupo de Trabajo Especializado sobre los nuevos
compromisos de las Partes del anexo I con arreglos al Protocolo de Kioto (GTE-PK). Sin
embargo, no fue sino hasta diciembre de 2011, en la COP 17 en Durban, que se tomó una
decisión. El GTE-PK ha sido encargado de definir las reglas y la preparación final de su
mandato, planeado para COP 18 este diciembre en Doha.
En Durban, el trifluoruro de nitrógeno (NF3) fue añadido al anexo A del Protocolo de Kioto, a
la lista de los gases de efecto invernaderos regulados y las nuevas reglas de contabilidad
para el uso de la tierra, el cambio de uso de la tierra y silvicultura (LULUCF) fueron
adoptados para el segundo período de compromiso.
En septiembre de 2012, los co-facilitadores y vicepresidente del GTE-PK publicaron
documentos no oficiales sobre las enmiendas propuestas del Protocolo de Kioto y la
decisión que adoptaran. En octubre de 2012, el Presidente del GTE-PK, lanzó una
propuesta para facilitar las negociaciones.
Países involucrados y compromisos

Ya en diciembre de 2011, varios países desarrollados (Japón, Rusia y Canadá) articularon


su oposición a participar en un segundo período de compromiso del Protocolo de Kioto.
Estos países solos, representaban el 40% de las emisiones de los países del Anexo B en
20092. Canadá adoptó nuevas medidas y se retiró del Protocolo en diciembre de 2011. Esta
decisión entrará en vigor el 15 de diciembre de 2012.
En 2012, otros países del anexo B han presentado Objetivos Cuantificados de Reducción y
Limitación de Emisiones o QELRCs. Estas presentaciones deben reflejar sus compromisos
bajo el KP-CP2. Las presentaciones de todos los países del Anexo B, se han realizado para
el período 2013-2020. Para uso como referencia en términos de ambición.

BIBLIOGRAFÍA

CC, S., 2012. “SEGUNDO PERÍODO DE COMPROMISO DEL PROTOCOLO DE KIOTO


(KP2)”. [PDF] PNUMA.

FAO. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Cambio


climático, agricultura mundial y medio ambiente rural. Roma: FAO; 1992.

Plazas. M. (2012). “Los refrigerantes y el medio ambiente” .Barcelona, Universidad


Politécnica de Cataluña.

SEGOB (2018) “Protocolo de Montreal relativo a las Sustancias que Agotan la Capa de
Ozono (Protocolo de Montreal)”. MEXICO SEGOB.

Velázquez de Castro González, Federico “Cambio climático y protocolo de Kioto. Ciencia


y estrategias”: compromisos para España Revista Española de Salud Pública, vol. 79, núm.
2, marzo-abril, 2005, pp. 191-201

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