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-¡No me lo vas a creer¡ -contó Arsenio -pero fue -Pero, Inelita… -trató de justificarse Arsenio.
ese cangrejo rojo, ¿te acuerdas?, quién me los -Mañana irás donde ese cangrejo y le pedirás no
dio. sólo la comida, sino también ropa y zapatos
nuevos. ¡Buena falta que nos hacen¡
-¡Entonces era verdad lo que prometió¡ -exclamó
Pedro, y devolviéndole su pescado a Arsenio Así lo hizo Arsenio al día siguiente.
corrió a la orilla. Mientras corría, pensaba: “¡Qué
“Clip clap, clip clap, clip clap” oyó y en un instante
tonto es Arsenio¡ ¿Para qué pedir pescado crudo
aparecieron dos pescados y algunas matas de
cuando lo puede pedir listo para comer?”
algodón y un carnero salvaje. Y en otro instante
-Cangrejo rojo –pidió-, deseo que me sirvas una todo fue preparado y curtido y tejido y cortado y
buena comida. también cosido y… en menos tiempo de lo que se
demoró en pestañear… ¡ahí estaba la comida
“Clip clap, clip clap, clip clap” oyó y a sus pies
exquisita, la ropa nueva y los zapatos brillantes
apareció una deliciosa comida para toda su
para toda la familia¡
familia, en menos tiempo de lo que se demoró en
pestañear. Por su parte Andrea y Pedro decidieron pedir no
sólo ropa y zapatos nuevos, sino también muebles
y ropa de cama
“Clip clap, clip clap, clip clap” se oyó, y otro -Lo siento -fue la respuesta en esta ocasión- pero
carnero cayó muerto, y fueron abatidos algunos el oro se acabó, te los daré de plata -y le dio
árboles y cosechado algunas plantas, y Andrea y tenedores y cuchillos de plata.
Pedro tuvieron mucha comida, ropa y muebles Por supuesto, Andrea se disgustó mucho y retó a
nuevos en menos tiempo de lo que se demoraron Pedro.
en pestañear.
Arsenio, enterado de lo que había sucedido,
Arsenio pensó que si el cangrejo podía fabricar decidió proteger sus tenedores y cuchillos de oro
muebles, también podría construir una casa. en la codicia de sus vecinos.
-Cangrejo -le ordenó-, me construirás una casa de -Cangrejo -le pidió-, necesitó unas rejas fuertes
piedra. para defender mi castillo.
Y tuvo su casa de piedra. “Clip clap, clip clap, clip clap” oyó y nuevos túneles
y pozos se abrieron en la isla; el metal fue fundido
Andrea hizo una más grande, y el cangrejito se la
y las rejas hechas y colocadas en menos tiempo
construyó.
de lo que Arsenio se demoró en pestañear.
Comenzó entonces una verdadera competencia
Pedro, que tenía un castillo tan grande como el de
entre ambas familias. Si una pedía doce platos, la
Arsenio, al ver las rejas que aparecían en el
otra exigía veinticuatro; si una quería una torre
castillo de su vecino, pidió rejas más fuertes y
para su casa, la otra reclamaba un castillo.
resistentes y además un cañón para defenderse.
-Pedro -le dijo un día a su esposa-, vi a Arsenio
con unos tenedores de oro. Yo también los quiero.