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ESPACIO MÍSTICO
TALLER DE ÁNGELES
ANGEL DE LA GUARDA
TU ÁNGEL DE LA GUARDA PUEDE AYUDARTE MAS DE LO QUE IMAGINAS
La misión de los santos ángeles de la guarda es
conducirnos al Cielo y a la salvación eterna.
En relación a ellos es bueno saludarlos e invocarlos durante el día,
recordando también a los ángeles de los demás. Al saludar a alguien, es
interesante crear el hábito de saludar también a su santo ángel. Eso, además
de ayudar a la relación con la persona, nos ayuda a honrar a una persona
santa, que está junto a ella y, al mismo tiempo, al lado de Dios.
Los ángeles conocen las cosas mucho mejor que nosotros. Por eso, también les
podemos pedir consejos, siempre que pasemos por alguna dificultad o peligro.
Su ayuda es importante especialmente frente a las tentaciones; al final, ellos
fueron colocados a nuestro lado para librarnos del infierno y llevarnos al
cielo.
De los santos, también aprendemos valiosas lecciones para realizar con
nuestros ángeles de la guarda.
El Padre Pío de Pietrelcina insistía mucho con sus hijos espirituales, para
que le enviaran a sus ángeles de la guarda, frente a cualquier necesidad. Era
frecuente que el santo no durmiera en la noche, al atender los pedidos de sus
hijos espirituales que le presentaban por medio de sus ángeles.
y cántales al oído
Y luego, murmúrales
Vale recordar también que no sólo las personas poseen ángeles de la guarda,
también las instituciones, las parroquias, las diócesis, la ciudades y los
países. Cuando san Juan María Vianney entró en Ars, impregnado de la
conciencia de lo sobrenatural, no dejó de saludar al ángel de aquella
parroquia, y a los ángeles de todos sus parroquianos.
Al final, lo que es importante principalmente es imitar a los ángeles de la
guarda, buscando ser como ángeles para los otros y haciendo todo lo posible
para que ellos lleguen al cielo, donde, un día, contemplaremos todos juntos,
el rostro de Dios.
A medida de que la relación entre ustedes sea más estrecha, podrás canalizar
su nombre de diferentes formas: en un sueño lúcido, una revelación, un susurro
al oído, o la voz de tu intuición.
Los ángeles de la guarda, no revelarán su nombre a ninguna otra persona que no
sea quién ellos mismos custodian. Esto lo hacen para protegerse de ciertos
rituales ocultistas.
Al dar a conocer su nombre piden que se guarde en secreto, puesto que es una
información muy íntima y llena de poder espiritual.