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III-Parcial

Catedrática: Abogada, Carmen Cecilia Andrade

Asignatura: Derecho Civil I

Alumnas:

Ilsa Gabriela Maradiaga Flores

Elsy Noemí Bautista Castellanos

Tania Ordoñez

Vicky Bátiz
Tutela de bienes por Edad

Sabemos que una tutela del patrimonio se establece para administrar los ingresos,


el dinero u otros bienes de un menor hasta que cumpla 18 años de edad. Un
menor puede necesitar una tutela del patrimonio si hereda dinero o bienes. -

Un menor necesita un tutor de su persona o de sus bienes cuando el menor no


tiene padres vivos, cuando los padres no pueden ser encontrados, o cuando los
padres son incapaces o no están dispuestos a cuidar del menor.

La corte considerará el mejor interés del niño para asegurar que se lo críe en un
ambiente seguro, estable y acogedor. Un tutor legal puede cuidar de un menor
cuando sus padres no están en condiciones de hacerlo.

En algunos casos la misma persona puede ser tutor de una persona y tutor del
patrimonio. En otros casos, la corte nombrará a 2 personas distintas.
El tutor del patrimonio tiene que:

 Administrar el dinero del menor;


 Realizar inversiones inteligentemente; y
 Administrar con cuidado los bienes del menor.

Una tutela del patrimonio se crea para administrar los bienes de un menor.
Es necesaria cuando:

 El menor tiene o recibe bienes valiosos, como por ejemplo si hereda una
casa o gran cantidad de dinero.

No hace falta establecer una tutela del patrimonio cuando:

 El menor sólo tiene juguetes y ropa que no cuestan mucho; o


 
 El menor recibe beneficios del Seguro Social o TANF/CalWorks (ingresos
de bienestar social).

IMPORTANTE: Si necesita establecer una tutela del patrimonio, es mejor que le


pida a un abogado que la establezca y que represente al tutor del patrimonio. Esto
se debe al deber fiduciario (este es el deber más alto reconocido por la ley) que el
tutor tiene con el menor y que exige el cumplimiento con todas las leyes y reglas
para proteger los activos (bienes) del menor. Un abogado puede asegurar que el
tutor del patrimonio haga todo correctamente. Los honorarios del abogado serán
pagados por el patrimonio y deberán ser aprobados por la corte para proteger al
menor.

Mayores de edad:

El envejecimiento viene acompañado en ocasiones de un cierto declive cognitivo,


en este hablamos de como la Tutela y Curatela pueden proteger a la persona
mayor en esas circunstancias.

Observamos a nuestro familiar, padre o abuelo, cómo presenta un deterioro de su


memoria, no logrando recordar qué ha hecho durante el día, qué medicación debe
tomar… (desorientación temporal y espacial), vemos que merma su capacidad de
juicio, sus facultades para reconocer a las personas de su entorno, a su familia,
sus vecinos… así como un desgaste de otras capacidades cognitivas que le
impiden la correcta toma de decisiones para manejar su persona y asuntos
económicos.

Esta situación que a priori nos preocupa ya que vemos como pierde su autonomía
personal no pudiendo gobernarse por sí mismo, se torna más seria si pensamos
que esta disminución de sus facultades cognoscitivas puede llevar consigo
una desprotección de la persona mayor. Puede llegar a comprar bienes
innecesarios, malgastar el dinero y sacar grandes sumas de sus cuentas
bancarias, lo que se denomina prodigalidad, o incluso, ser engañados por terceras
personas.
Llegados a este punto y a efectos de salvaguardar sus propios intereses, resulta
necesario que alguien del entorno de la persona mayor asuma estas
responsabilidades por su propia persona.

Para que esta persona, en la mayoría de los casos alguien de la familia, pueda
asumir dicha responsabilidad con plenos efectos legales, debe procederse
previamente a la declaración de incapacidad legal y consiguiente nombramiento
de un tutor legal.

Una vez el juez nombre al tutor, éste asumirá en tal condición las facultades
necesarias para administrar y velar por los intereses de la persona mayor.

Lo que debemos pensar es que con este procedimiento se pretende mejorar la


situación de la persona, por lo que sólo hay que iniciarlo cuando suponga un
beneficio efectivo para la persona mayor.

Incapacidad legal por demencia


Lo primero que debemos tener en cuenta es que, como bien refleja el código civil
para que una persona sea declarada incapaz, tiene que cumplir una serie de
requisitos y haber una sentencia judicial que demuestre que cumple con las
condiciones que exige la ley. La causa de incapacitación de una persona es que
ésta padezca cualquier enfermedad o deficiencia física o psíquica que le impida su
autogobierno. el proceso de declaración de incapacidad puede ser promovido por
el presunto incapaz, su cónyuge o persona que se encuentre en una situación de
hecho asimilable, los descendientes, ascendientes, o hermanos del presunto
incapaz. Normalmente, ocurre un hecho que lleva a los familiares o demás
personas que antes mencione a promover la incapacitación o a ponerla en
conocimiento del Ministerio Fiscal. Este hecho puede ser, por ejemplo, un
diagnóstico de demencia, o bien una situación en la que el presunto incapaz
escritura una propiedad a nombre de uno de los hijos sin informar a los demás, o
bien un pequeño hurto en una tienda del barrio, algo que el presunto incapaz no
había hecho nunca antes. Si los parientes conocieran este hecho y no han
promovido la constitución de la tutela, ellos serán los responsables solidarios de la
indemnización de los daños y perjuicios causados por el presunto incapaz El
Ministerio Fiscal será quien asuma la representación y la defensa de un presunto
incapaz mientras no recaiga la resolución judicial que ponga fin a este proceso. el
Tribunal dictará la sentencia de incapacitación determinando la extensión y los
límites de ésta, así como el régimen de tutela o guarda a que haya de quedar
sometido el incapacitado y, en su caso se pronunciará sobre la necesidad de
internamiento.
La incapacitación de una persona con demencia y el correspondiente
nombramiento de un tutor que la represente y cuide de ella y de sus bienes, es un
recurso legal recomendable que se hace necesario en multitud de ocasiones, el
proceso debe iniciarse en el momento en que la persona pierde su capacidad de
autogobierno para asegurar de esta forma la protección y el cumplimiento de los
derechos fundamentales de la persona que padece demencia y evitar que alguien
pueda aprovecharse de ella, ya que cuando la demencia progresa y el deterioro
condiciona la toma de decisiones, la persona con demencia y sus familiares o
allegados pueden resultar perjudicados.

Es recomendable incapacitar a la persona que tiene alterada su capacidad, pero


hay que tener cuidado y asegurarse de que no se hace antes de que la persona la
pierda realmente, puesto que perdería su autonomía que es uno de los derechos
más importantes para una persona. Sin embargo, por miedo a que no ocurra esto
y por respeto a la persona, se suele iniciar el proceso de incapacitación una vez
que ya ha ocurrido un hecho que hace ver la incapacitación como algo necesario
para que ese tipo de hechos no se vuelvan a repetir.

Una cuestión a tener en cuenta es que no todas las personas diagnosticadas de


demencia pierden la misma capacidad en el mismo momento del transcurso de la
enfermedad, puesto que cada demencia afecta de una forma diferente a cada
persona. Así como se debe tener en cuenta que hay diferentes tipos de demencia
y que no se empieza perdiendo la misma capacidad en todos ellos.

son numerosas las razones que llevan a una persona a no iniciar el proceso de
incapacitación de una persona de su entorno. Sin embargo, como hemos podido
ver, no es la decisión más acertada, puesto que, de esta forma, el presunto
incapaz queda desprotegido ante cualquier persona que quiera aprovecharse de
su situación.

 Tutela, curatela de la persona incapaz por demencia

Una vez explicado el procedimiento a seguir para promover la declaración de


incapacitación, pasamos a explicar cuáles son las medidas para guardar y
proteger a la persona incapacitada y sus bienes

La tutela se utiliza para que la persona con demencia tenga un tutor que supla su
capacidad de obrar, siendo éste su representante legal y el administrador de sus
bienes También hay casos en los que se nombra un tutor y un curador. El tutor
será el que se encargará sólo del cuidado de la persona incapacitada, y el curador
se encargará de la administración de sus bienes. Por lo tanto, la curatela se utiliza
para que la persona incapacitada tenga un responsable que administre sus
bienes, pero no su persona3.

En ocasiones, se nombra sólo a un curador, y es la propia persona incapacitada la


que se considera con capacidad suficiente como para encargarse de su persona.
Desgraciadamente, en los casos que se tratan en este trabajo como son las
demencias, la curatela duraría poco tiempo y se tendría que nombrar también un
tutor, que puede ser el mismo que ejercía las funciones de curador.

El tutor tiene la obligación de velar por el incapacitado y procurarle alimentos,


promover la recuperación de su capacidad o el mantenimiento de la misma y la
mejor inserción en la sociedad del incapaz, así como de informar anualmente al
Juez sobre la situación del tutelado y su administración en caso de que no haya
otra persona nombrada como curador. Tanto el tutor como, en su caso, el curador,
están obligados a administrar los bienes del patrimonio del tutelado, Asimismo, el
tutor tiene prohibido disponer a su parecer de los bienes del tutelado sin probar
que es en beneficio de éste.

El Juez, en la resolución de la tutela, establecerá las medidas de vigilancia y


control que crea oportunas en beneficio del tutelado. Igualmente, en cualquier
momento podrá exigir al tutor que informe sobre la situación del incapacitado y de
sus bienes

El cargo tutelar puede ejercerlo cualquier persona que esté en pleno ejercicio de
sus derechos civiles Sin embargo, hay algunos casos en los que no se podrá ser
tutor, como, por ejemplo, si la persona está cumpliendo condena o está
condenada por algún delito que haga suponer que no va a llevar a cabo la tutela
de forma adecuada si no se conoce su forma de vida o tiene mala conducta, si
tiene una enemistad manifiesta o importantes conflictos de interés con el
incapacitado, si está en bancarrota o es deudor legalmente declarado, entre otros
motivos. Este último no se tendría en cuenta si la persona va a ejercer la tutela del
incapacitado, pero no de sus bienes. También pueden ser tutores personas
jurídicas que no tengan finalidad lucrativa y su fin sea la protección de
incapacitados

El tutor necesitará una autorización judicial en algunos casos como son, entre
otros, para internar al tutelado en una residencia o centro de salud mental, para
desprenderse o comprar bienes inmuebles, para hacer la partición de la herencia o
dividir algo común, así como para aceptar o rechazar herencias, hacer gastos
extraordinarios en bienes y entablar demanda en nombre del tutelado salvo en
asuntos urgentes o de escasa cuantía, y algunas otras cuestiones reflejadas en el
artículo. Para autorizar estos actos, el Juez escuchará al Ministerio Fiscal y al
tutelado y recabará los informes que estime pertinentes.

El Juez puede remover al tutor de los cargos de tutela si éste incurre en causa
legal de inhabilidad, no desempeña de manera adecuada la tutela, e incumple los
deberes propios del cargo o muestra una clara ineptitud en el ejercicio. Mientras
se tramita el procedimiento de remoción, el Juez podrá suspender al tutor y
nombrar un defensor judicial para el tutelado hasta que se declare judicialmente la
remoción y se proceda al nombramiento del nuevo tutor.

En este caso, o en cualquier otro en que el tutor cese en sus funciones, deberá
presentar la cuenta general justificada de su administración ante la Autoridad
judicial en el plazo de tres meses, que serían prorrogados por más tiempo si
hubiese una causa justa. El Juez, antes de resolver la aprobación de la cuenta,
oirá al nuevo tutor, curador o defensor judicial y al tutelado o sus herederos.

Normalmente, habrá un solo tutor que se encargará tanto del cuidado de la


persona como de sus bienes. Sin embargo, en ocasiones, por circunstancias
especiales, se separarán dichos cuidados, nombrando así a un tutor y un curador,
que se encargarán de sus competencias de forma independiente, salvo en las
situaciones que requieran de una decisión conjunta.

Incapacidad legal 
Incapacidad judicial eludibles
Temas tratados:

¿Cómo se determina que una persona es incapaz?

¿Qué efectos produce la Sentencia de Incapacitación?

¿Qué es la CURATELA?

Todas las personas, por el hecho de serlo desde su nacimiento, tienen capacidad
jurídica. La capacidad jurídica sólo se perderá con la muerte, y la tiene toda
persona con independencia de su edad, estado civil y de su salud mental y física.
En virtud de la capacidad jurídica, todas las personas, incluidas las afectadas por
una incapacidad, pueden ser titulares de derechos y obligaciones.

Sin embargo, para ejercitar tales derechos y cumplir con sus obligaciones es
necesario tener capacidad de obrar. La capacidad de obrar la tienen todas las
personas mayores de edad mientras no sean privadas de ella, total o
parcialmente, mediante la incapacitación

La curatela tiene por objeto complementar o completar la capacidad de las


personas que no son capaces por completo, por lo que será necesaria la
intervención del curador en aquellos actos en que los menores o incapacitados
parcialmente no pueden actuar por sí mismos.

A la curatela, mucho menos frecuente que la tutela, se sujetan los menores que ya
están emancipados y no tienen padres, los pródigos (declarados incapaces para
administrar sus bienes) y los afectados por una incapacidad leve, siendo necesaria
la asistencia del curador para que puedan realizar determinados actos concretos.

La curatela se constituye para integrar la capacidad de quienes pueden actuar por


sí mismos, pero no por sí solos.
La curatela no comporta la representación legal del incapacitado, sino que se trata
de un régimen de complemento, no de sustitución en la capacidad de obrar de
aquél. El curador complementa la capacidad de obrar del incapacitado en aquellos
actos que, por su mayor trascendencia, requieren la intervención de un tercero,
con el fin de reforzar, controlar y encauzar la incompleta capacidad del sometido a
curatela.

Por lo que puede concluirse que la función del curador, además de aparecer como
un complemento a la capacidad limitada del sometido a curatela, se convierte en
un medio de protección de sus intereses.

¿Cómo se determina que una persona es incapaz?

La incapacidad es una situación provocada por el padecimiento de una


enfermedad o deficiencia física o psíquica, de carácter permanente, que priva a
algunas personas de su capacidad de obrar.

Para proteger a estos individuos que no poseen una voluntad consciente y libre, ni
suficiente discernimiento para adoptar las decisiones adecuadas en la esfera
personal y/o en la administración de sus bienes, la Ley prevé la declaración de
incapacidad.

Al tratarse de un asunto tan serio y con consecuencias tan trascendentes, el


ordenamiento jurídico impone que la incapacitación sólo puede declararla un Juez
mediante Sentencia, tras haberse tramitado el oportuno expediente judicial.

El Código Civil no determina las enfermedades o deficiencias que dan lugar a la


incapacitación, pero exige como requisitos ineludibles que las mismas sean
persistentes en el tiempo, no meramente temporales, y que impidan a la persona
gobernarse.

La incapacitación hay que entenderla en un sentido positivo, pues tiene por


finalidad posibilitar que personas sin capacidad o con capacidad disminuida
puedan actuar a través de sus representantes legales, o con la debida asistencia,
buscando siempre la protección jurídica de los mismos.

No hay que olvidar que la enfermedad o deficiencia de carácter físico o psíquico


no es, en sí misma, criterio de valoración para determinar que una persona debe
ser incapacitada judicialmente.
Queda claro, por tanto, que no todas las personas con discapacidad tienen
necesariamente que ser declaradas incapaces porque no se es incapaz por tener
una enfermedad o patología, sino que es preciso carecer de autogobierno, es
decir, estar privado de voluntad consciente y libre con el suficiente discernimiento
para adoptar decisiones adecuadas relativas a la esfera personal y/o patrimonial.

La declaración de incapacidad debería producirse únicamente cuando sea


necesaria para el bien del individuo y restringida a aquellas áreas donde
verdaderamente precisa ayuda.

¿Qué efectos produce la Sentencia de Incapacitación?

Practicadas todas las pruebas y celebrado el acto de la vista, el Juez dictará


Sentencia, en la cual determinará la extensión y límites de la incapacidad
solicitada, y establecerá el régimen de guarda al que el incapaz debe quedar
sometido.

La incapacitación deberá inscribirse en el Registro Civil y, si fuera necesario, en el


Registro de la Propiedad.

Por último, la Sentencia determinará la persona o institución que va a ejercer la


guarda del incapaz, nombrando tutor o curador al interesado o bien prorrogando o
rehabilitando la patria potestad de sus progenitores.

Enfermedades

Esquizofrenia

Trastorno que afecta la capacidad de una persona para pensar, sentir y


comportarse de manera lúcida. Se desconoce la causa exacta de la
esquizofrenia, pero es posible que tenga que ver con una combinación de factores
genéticos y ambientales y de la alteración de las sustancias químicas y las
estructuras del cerebro La esquizofrenia se caracteriza por pensamientos o
experiencias que parecen estar desconectados de la realidad, habla o
comportamiento desorganizados y disminución de la participación en las
actividades cotidianas. También pueden presentarse dificultades en la
concentración y la memoria. El tratamiento suele ser de por vida e incluir una
combinación de medicamentos, psicoterapia y servicios de cuidado especialmente
coordinados.

Esclerosis múltiple
Enfermedad en la que el sistema inmunológico degrada la cubierta protectora de
los nervios.
En la esclerosis múltiple, el daño a los nervios interrumpe la comunicación entre el
cerebro y el cuerpo.
La esclerosis múltiple ocasiona muchos síntomas diferentes, como pérdida de la
visión, dolor, fatiga y disminución de la coordinación. Los síntomas, la gravedad y
la duración pueden variar según la persona. Algunas personas pueden no
presentar síntomas durante gran parte de sus vidas, mientras que otras pueden
tener graves síntomas crónicos que nunca desaparecen.
La fisioterapia y los medicamentos que inhiben el sistema inmunológico pueden
aliviar los síntomas y reducir la velocidad de la progresión de la enfermedad.

Alzheimer
Enfermedad progresiva que afecta a la memoria y otras importantes funciones
mentales.
Las conexiones de las células cerebrales y las propias células se degeneran y
mueren, lo que finalmente termina con la memoria y otras funciones mentales
importantes.
Los síntomas principales son la pérdida de la memoria y la confusión.
No hay cura, pero los medicamentos y las estrategias de control pueden mejorar
los síntomas temporalmente.

Parkinson
Trastorno del sistema nervioso central que afecta el movimiento y suele ocasionar
temblores.
El daño en las células nerviosas del cerebro provoca una caída en los niveles de
dopamina, lo que causa los síntomas de la enfermedad de Parkinson.
La enfermedad de Parkinson suele comenzar con el temblor en una mano. Otros
síntomas son la lentitud en los movimientos, la rigidez y la pérdida del equilibrio.
Los medicamentos pueden controlar los síntomas del Parkinson.

Si bien el tratamiento puede ayudar, esta enfermedad no tiene cura

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