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Analisis de Venezuela Heroica 4 PDF Free
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- INTRODUCCION
A manera de introducción me gustaría resaltar que a principios del siglo XIX, la actividad literaria
en Venezuela era limitada, debido a que gran parte de los intelectuales se involucraban directamente
en el proceso bélico; pero, sí se hizo posible el desarrollo de un periodismo que se basó en la defensa
de las ideas libertarias; es importante recordar que, a raíz de la llegada de la imprenta a Caracas en
1808, comienzan a importarse tales máquinas hacia las principales ciudades y pueblos del territorio.
Durante la época independentista va a destacar de manera importante la prolífica actividad epistolar
que redacta Simón Bolívar en el ejercicio de su función como estadista y líder militar, así como en lo
referente a sus relaciones interpersonales; serían sus edecanes y más cercanos allegados, quienes
posteriormente se dan a la acuciosa tarea de recopilarlos como documentos oficiales y memorias, tal
es el caso de Daniel Florencio O’Leary. En cuanto a la narrativa, predomina un estilo romántico,
teniendo un carácter de instrumento pedagógico y de construcción de la identidad nacional,
apareciendo en este sentido escritores como Eduardo Blanco, Manuel Vicente Romero García, Juan
Antonio Pérez Bonalde y Fermín Toro, entre otros. Voy a destacar aquí, como responsable
fundamental de la construcción épica, Eduardo Blanco, con su “Venezuela Heróica” en la cual
describe la epopeya venezolana de la guerra emancipadora, cargada de poesía y subjetividad con un
interés manifiesto por encender el patriotismo entre sus contemporáneos, lo cual va a trascender a
generaciones posteriores. Blanco es contundente al afirmar que “Sobre doscientos mil cadáveres
levantó Venezuela su bandera victoriosa; y como siempre en los fastos modernos, la República
esclarecida en el martirio se irguió bautizada con sangre”.
En contraste tenemos a Don Andres Bello y su Silva a la Agricultura dela Zona Torrida, en una época
en que la mayoría de los poetas del Continente (incluso los más cultos y capacitados) desdeñaban por
completo el paisaje y las grandes realidades históricas de Sudamérica, Bello, con una intuición
asombrosa, dedica su mejor canto a la flora de este suelo, en una llamada poética que por largo tiempo
iría a resonar en los enormes ámbitos del mundo americano.
Éste es precisamente su mérito inmortal. Con la Silva a la agricultura de la zona tórrida nace la gran
poesía lírica de las naciones americanas. Una poesía que ya no vuelve los ojos a Europa en busca de
motivos inspiradores, sino que se adentra, majestuosa y vital, en la más pura sustancia del vasto
universo de América. Analicemos entonces a continuación su magnífica obra.
II.- DESARROLLO
1.- BIOGRAFIAS
1.1.- Andrés Bello
(Caracas, 1781 - Santiago de Chile, 1865) Filólogo, escritor, jurista y pedagogo venezolano, una de
las figuras más importantes del humanismo liberal hispanoamericano. Andrés Bello tuvo el inmenso
privilegio de asistir, en sus 84 años de vida, a la desaparición de un mundo y al nacimiento y
consolidación de uno nuevo. Conoció las tres últimas décadas de dominación española de América,
y sucesivamente el período de emancipación de las colonias españolas en el nuevo continente y la
gestación de los nuevos estados nacidos del proceso de Independencia. Que fuera un privilegio lo que
no deja de ser una mera coincidencia cronológica se debió a su extraordinaria capacidad para
comprender y estudiar desde dentro y para impulsar efectivamente los resortes de la realidad que le
tocó vivir.
1.2.- Eduardo Blanco (Caracas, 1838-1912) Escritor y político venezolano. Cursó su formación
secundaria en el Colegio El Salvador del Mundo, bajo el magisterio del poeta Juan Vicente González;
inició la carrera militar al servicio del general José Antonio Páez, cuya confianza se granjeó durante
el transcurso de la Guerra Federal (1859-1863). Abandonó el ejército para dedicarse a la literatura, y
con el pseudónimo de Manlio publicó algunos relatos breves y la novela Una noche en Ferrara (1875).
En 1879 estrenó en el Teatro Caracas su drama Lionfort, y en 1881 publicó Venezuela heroica, una
narración histórica que ensalzaba las proezas de unos héroes vinculados entre sí por su amor a la
patria, formada por una serie de once cuadros históricos, y que tuvo un éxito fulgurante. Los dos
volúmenes de su novela Zárate (1882) incrementaron su enorme popularidad; la figura de su
protagonista, el bandolero Zárate, refleja a la perfección la idiosincrasia de la población criolla.
Posteriormente publicó las recopilaciones de relatos Las noches del Panteón (1895) y Tradiciones
épicas y cuentos viejos (1912), y una tercera novela, Fauvette (1905). Ostentó los cargos de ministro
de Relaciones Exteriores entre 1900 y 1905, y de ministro de Instrucción pública entre 1905 y 1906.
Todo en la Silva de Andrés Bello conduce a la exaltación de esta realidad que tan insensibles había
dejado a los poetas de siglos pasados. Una realidad donde se confunden tumultuosamente los hombres
del heroico mestizaje y la inmensa visión de una naturaleza mágica y desbordante. A partir de la hora
en que se concibe, se escribe y se publica el poema de Bello, la poesía americana encontrará por fin
su verdadera expresión y la ruta más natural que luego habrían de seguir sus futuros cantores.
En el proyecto original de Bello, este canto debía ser apenas uno de los fragmentos de una gran
epopeya americana que el poeta no pudo terminar, debido a múltiples factores que impidieron su
realización. Pese a todo, la Silva a la agricultura de la zona tórrida, por la gran riqueza de sus
imágenes, por la unidad de fondo y de forma que encierra y por otras cualidades no menos valiosas,
ha logrado ya la consagración definitiva que merecen las más puras obras de la lírica universal. Y
ciertamente de este modo habrá de juzgarse siempre. SILVA A LA AGRICULTURA DE LA ZONA
TÓRRIDA
Este poema consiste en una de las obras más conocidas entre las que publicó Andrés Bello. Su
publicación fue en 1826 y también formaba parte del gran poema América. Consta de un total de 373
versos, distribuidos en siete cantos, dispuestos en forma de Silva. En su estructura, se pueden
identificar siete grandes temas:
1. Apóstrofe a la zona tórrida
2. Elogio a la fertilidad de las tierras tropicales
3. Reclamo a la indolencia de los dueños de la tierra y crítica a la vida negativa que llevan en las
ciudades
4. Elogio a la vida del campo
5. Deberes y faenas que los hispanoamericanos deben cumplir en el campo
6. Invocación a Dios para que proteja al agricultor y a sus cosechas
7. Apóstrofe a las jóvenes naciones hispanoamericanas
De acuerdo con la intención didáctica que se observa en el poema, y conforme a los dictados de la
Retórica y la Poética neoclásicas, Bello planifica cuidadosamente el desarrollo de la silva. Comienza
con un apóstrofe a la zona tórrida vista como una región privilegiada, en cuyos diversos climas y
suelos pueden cultivarse todo tipo de frutos de la tierra. Hace una descripción de los diversos frutos
y de la flora. Desde el comienzo del poema, se pone en evidencia el intento de Bello por llamar la
atención de los hispanoamericanos acerca de las posibilidades que tenían para desarrollar una
próspera y variada agricultura, para producir lo necesario para el consumo alimenticio. En el canto
segundo, de un modo minucioso enumera aquellas riquezas naturales con las que podría crearse un
emporio agrícola. Con respecto al tercero, aparece lo didáctico. La voz de Bello se torna severa para
criticar a quienes, teniendo tierras fértiles, prefieren llevar una existencia nociva en las ciudades,
entregados a toda clase de vicios. En este canto se notan dos rasgos neoclásicos: 1) El gusto del poeta
neoclásico por la enseñanza, por la divulgación de un mensaje moral que permite “enseñar
deleitando”, al estilo de Horacio. 2) Imitación de los poetas latinos: el amor al campo. En el canto
cuarto, y conforme a los designios de su plan, Bello hace un elogio a la vida austera y sana del
campesino. El tema se contrapone a la censura de la existencia ociosa y corrompida del habitante de
la ciudad. Esto lo hace al estilo de las “Geórgicas” de Virgilio y el “Épodo II” de Horacio. En el canto
cinco, Bello pide que se vuelva a las tierras de labranzas, con ánimo templado y bien dispuesto para
el trabajo de reconstrucción material. Dibuja un panorama muy optimista de la riqueza agrícola que
se deriva del trabajo. En el sexto, invoca la protección divina porque en su concepción religiosa, sólo
Dios tiene poderes para impedir los desastres que arruinan la agricultura y para evitar la guerra civil.
Este canto es rico en contenidos ideológicos relacionados con las contingencias históricas por las que
atravesaban los pueblos hispanoamericanos en la lucha por su independencia. En el canto siete, hay
un apóstrofe a las jóvenes naciones hispanoamericanas donde les señala el compromiso que han
adquirido con su pasado heroico y se les insta a conquistar un futuro decoroso.
Otro aspecto importante de señalar es el uso de la hipérbole o exageración, los acontecimientos son
agrandados mediante la comparación con hechos ocurridos en el pasado y se le da mayor dimensión.
En el canto "La Victoria", las ciudades es comparadas con "Troya"; Boves es comparado con terribles
conquistadores asiáticos; Ribas es un dios Olímpico y el epíteto que lo caracteriza es: "el Jaguar de
las Pampas va a medirse con el León de las sierras; son dos grandes gigantes que rivalizan en pujanzas
y que por primera vez van a encontrase".
• Épica. La tonalidad épica de Venezuela Heroica se logra mediante los recursos de ampliación en el
espacio, en el tiempo y líricamente en base a comparaciones, epítetos, hipérboles y otros recursos. La
ampliación en el espacio persigue magnificar a los héroes en relación con los hombres que lo rodean.
Cada héroe se destaca en relación con su entorno humano, con los otros héroes. En relación a la
ampliación en el tiempo, a menudo los acontecimientos son agrandados mediante la comparación con
hechos ocurridos en el pasado, ya sea en la antigüedad o en la Edad Media, lo que contribuye a darle
mayor dimensión.
El profesor Raúl Peña Hurtado, en su texto Lengua y Literatura, muy conocido por los estudiantes
del último año de sus estudios de Bachillerato, aporta las siguientes líneas para tipificar las
características de Venezuela Heroica como Epopeya Romántica:
• Venezuela Heroica es una historia cargada del Subjetivismo de Eduardo Blanco, en ella hay mucho
de poesía. Los hechos narrados no guardan una secuencia cronológica. Se refieren a episodios que,
por su mayor relevancia, merecieron ser contadas a las futuras generaciones, para encender su
patriotismo.
• En cuanto a La Visión Crítica de la Realidad, Eduardo Blanco trata de explicar el hecho histórico
que presenta. Por ejemplo: en el cuadro "La Victoria" no se limita a describir la batalla, sino que nos
la explica como una lucha fraticida, más que todo entre venezolanos, y plantea los hechos
relacionándolos a su vez con acontecimientos históricos pasados, como una consecuencia de éstos.
• En cuanto a la visión subjetiva de hecho histórico "Venezuela Heroica", es una historia apasionada
porque su autor al narrar los hechos no lo hace tal cual los conoce, sino que todo lo transforma
emocionalmente y presenta los hechos cargados por su propia emoción, característica propia del
hombre romántico.
• El Estilo Poético hay que tomar en cuenta que esta obra fue escrita para conmover el ánimo de sus
lectores; por eso está presentada en un estilo declamatorio, con una prosa vibrante, de gran sonoridad,
por lo que el crítico Key Ayala, encuentra en ella la presencia de frecuentes y rotundos endecasílabos
que le dan un ritmo especial. Hay, además una serie de expresiones literarias propias del romanticismo
que complementan y contribuyen a aumentar los aspectos poéticos. Por ejemplo: el uso de frecuentes
exclamaciones e interrogaciones cargadas de emoción.
III.- CONCLUSION
Tenemos entonces por un lado, a Eduardo Blanco, quien fue un gran personaje de la literatura
Venezolana, creador de grandes obras y de las cuales la más importante fue "Venezuela Heroica" que
sintetiza en un lenguaje romántico pero basado en testimonios de boca de varios de sus protagonistas,
la epopeya venezolana del siglo XIX (Guerra de Independencia).
Esta historia nos enseña que si existen los héroes de carne y hueso y no de acero como SuperMan y
de que alguna vez si existió un ejército que cruzó sus fronteras para llevar la independencia a otras
naciones y no para someterlas como lo han hecho a través de los siglos. Venezuela Heroica no es una
historia científica porque está impregnada de poesía y cargada del subjetivismo del autor. Los Hechos
narrados no están sistematizados ni guardan un encadenamiento cronológico escrito. Son historias
que deben ser contadas a las futuras generaciones, para encender su patriotismo.
Y por otro lado, tenemos a Silva a la Agricultura de la Zona Torrida, poema que exalta el sabio y
humanista Andrés Bello a la agricultura tropical. En lo que muchos coinciden en catalogar como
temas de inspiración clásica, Bello describe su amor por la paz y su odio por las guerras.
Lo que nos lleva a pensar que de alguna manera cada uno de ellos exalta de forma muy personal su
percepción del mundo, uno enaltece al hombre de batalla y el otro a la naturaleza, ambos enarcados
dentro del romanticismo.