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Yogi Ramacharaka
Yogi Ramacharaka
No es de extrañar que el estudiante occidental tenga ideas algo confusas con respecto a los
yogis, su filosofía y sus prácticas. Los viajeros han escrito muchos cuentos fantásticos
relativos a las hordas de fakires mendicantes o charlatanes, que infestan los grandes
caminos y las calles de las ciudades de la India, arrogándose descaradamente el título de
Yogi típico, no siendo en realidad, sino extenuados y sucios fanáticos o indios ignorantes
que se sientan en una postura fija hasta la osificación de su cuerpo; que elevan los brazos
hasta que se ponen rígidos, permaneciendo en esta postura toda la vida; o que cierran el
puño y lo mantiene así hasta que las uñas han crecido y penetrado a través de la palma de la
mano. Esta gente existe, en verdad; pero en pretensión al título de Yogi parece tan absurda
el Yogi verdadero como pareciera al cirujano eminente la pretensión al título de Doctor de
parte del pedicuro, o el de profesor empleado por el vendedor de polvos contra la polilla, el
Presidente de las Universidades de Harvard o Yale.
Data de la m{as remota antigüedad la existencia en la India y otros países orientales, de
personas que han consagrado su tiempo y atención al desarrollo físico, mental y espiritual
del hombre. La experiencia adquirida durante varias generaciones, por diligentes
investigadores, ha sido transmitida siglo a siglo de maestros a discípulos, elaborándose
gradualmente una ciencia yogi perfectamente definida. A estas investigaciones y
enseñanzas se aplicó finalmente el término Yogi , de la palabra sánscrita Yug, que significa
juntar. De esta misma fuente y con significado análogo procede de la palabra inglesa Yoke,
su uso en conexión con estas enseñanzas es difícil de indicar, por el hecho de que
diferentes autoridades dan sobre el asunto diversas explicaciones, pero probablemente, la
más ingeniosa de ellas es aquella que la presenta como un equivalente indú de la idea que
extraña una expresión inglesa getiing into harness, o yoking up, porque indudablemente el
Yogi que gest into harness se somete a cierta sujeción en su esfuerzo por dominar el cuerpo
y la mente por medio de la voluntad.
La yoga se divide en varias ramas, desde la que enseña como se domina el cuerpo, hasta la
que se señala los medios para alcanzar el mayor desarrollo espiritual. No tocaremos en esta
obra los aspectos más elevados de tal asunto, salvo cuando la ciencia de la Respiración
tenga relación con ellos. La ciencia de la respiración tiene muchos puntos en contacto con
la Yoga, y aunque se ocupa principalmente del desarrollo físico, también posee su lado
psíquico y hasta aborda el campo del desenvolvimiento espiritual.
En la india existen importantes escuelas de Yoga, es el Códice que rige la vida de muchos,
Sin embargo, las enseñanzas yogas puras son proporcionadas a pocos; a las masas se les
satisface con las migajas que caen de la mesa de las clases ilustradas, siendo a este respecto
la costumbre oriental opuesta a la de occidente. Pero estas ideas altruistas occidentales
principian a abrirse camino aun en el Oriente y las enseñanzas que en otro tiempo se
proporcionaban a unos pocos, ahora están al alcance de todos aquellos que se encuentran en
condiciones de recibirlas. El oriente y el Occidente, paradójicamente hablando, se aproxima
día a día y en virtud de esta relación más íntima se influencian recíprocamente .
Los yogis hindúes siempre han dedicado gran atención, a la ciencia de la respiración, por
razones que no escaparán a los lectores de esta obra. Muchos escritores occidentales esta
faz de las enseñanzas yogas, pero creemos que le estaba reservado al autor de este trabajo
dar al estudiante occidental, en una forma concisa y sencilla, los principios fundamentales
de la ciencia de la respiración, así como mucho de los ejercicios y métodos referidos por los
yogis. Mencionados en nuestra obra tanto la idea occidental como la oriental, demostrando
que se completan una con otra; presentándolas en el lenguaje más corriente eliminado los
vocablos sánscritos que producen confusión en muchos lectores occidentales.
La primera parte de esta obra está dedicada al aspecto físico o material de la ciencia de la
respiración, tratando después el psíquico, mental y finalmente el espiritual.
El lector nos perdonará si manifestamos la satisfacción de haber conseguido condensar
tanta tradición yoga en tan pocas palabras y sin tener necesidad de emplear palabras y
vocablos de difícil compresión para algunos. El único temor que abrigamos, es que esta
sencillez sea motivo para que alguien la conceptúe poco digna de atención y vaya por otro
camino en busca de lago profundo o misterioso y por lo tanto incomprensible. Sin embargo,
el pensamiento de Occidente es profundamente práctico y sabemos que es solo cuestión de
corto tiempo el que se reconozca la base por excelencia práctica de este trabajo.
Hacemos patente a nuestros estudiantes la expresión de nuestro más profundo Salaam,
rogándoles se preparen para recibir las primeras lecciones de la Ciencia de la Respiración.
CAPITULO II
RESPIRAR ES VIVIR
La vida depende en absoluto del acto de respirar. Respirar es vivir. Los sabios orientales y
occidentales podrán estar desacordes sobre detalles de teoría y terminología, pero unos con
otros admiten estos principios fundamentales.
La respiración es la vida, pues no vive quine no respira. No solamente los animales de un
orden superior basan la vida y la salud al respirar, sino también los microorganismos mas
inferiores, inclusive las plantas, deben en aire a su existencia.
El recién nacido hace una larga y profunda aspiración, la retiene en un momento para
extraer de ellas las propiedades vitales, la exhala en un lento vagido, y he aquí que su vida
principió sobre la tierra. El anciano de un débil resuello, cesa de respirar, y la vida se
extinguió, Desde el leve soplo del niño hasta el último suspiro del moribundo, se desarrolla
una larga historia de continuas respiraciones.
Puede considerarse la respiración como la más importante de las funciones del cuerpo,
porque de ella dependen necesariamente las demás. El hombre puede vivir algún tiempo sin
comer, menos sin beber; pero sin respirar, su existencia perdura muy pocos minutos.
Pero la vida del hombre no solamente depende de la respiración, sino que también y en
gran parte, de la forma correcta de respirar, que es lo que únicamente puede darle vitalidad
perfecta e inmunidad contra las enfermedades. Un dominio inteligente del poder de
respirar, prolonga nuestros días sobre la tierra, dándonos una suma mayor de resistencia, en
tanto que una respiración descuidada tiende disminuir nuestros días, decrece nuestra
vitalidad y nos coloca en condiciones propicias para ser presa de las enfermedades.
Pocos son los hombres civilizados que respiran correctamente, y el resultado puede
observarse en tanta persona que tiene pecho contraído, los hombros caídos as{i como por el
fatal aumento de las enfermedades de los órganos respiratorios, que traen el terrible
mostruo de la consunción, el azote blanco. Sabios eminentes que han declarado que una
generación de seres humanos que respiren normalmente, regeneraría la raza, y que la
enfermedad sería tan rara, que su manifestación se consideraría como objeto de curiosidad.
Si se estudia el asunto, se notará que la relación entre la respiración natural y la salud es
evidente y explicable, sea que se considere bajo el punto de vista oriental u occidental.
La ciencia occidental demuestra que la salud depende de esencialmente de una respiración
perfecta. Los sabios de Oriente no sólo admiten que sus hermanos occidentales tienen
razón, sino que también sostienen que aparte del beneficio físico que se deriva de una
respiración armónica, el poder mental del hombre, su felicidad, el dominio sobre sí mismo,
clarividencia, moralidad y aún su perfeccionamiento espiritual, pueden ser aumentados
penetrándose de la ciencia de la respiración. Un gran número de escuelas filosóficas
orientales ha sido fundado sobre esta ciencia; y cuando las razas occidentales se hayan
compenetrado de su conocimiento, obtendrán dado su espíritu práctico, grandes resultados.
Las teorías del Este, apareadas a la práctica del Oeste, darán un fruto de gran
trascendencia.
El presente tratado de la ciencia Yogi de la respiración, comprende todo lo que es conocido
por el fisiológico e higienista occidental, y además su aspecto oculto, marcando no
solamente el camino llamado por los científicos occidentales respirar hondo y profundo,
sino que también penetra en las fases menos conocidas de la cuestión, mostrando como el
Yogi indú ejerce tal dominio sobre su cuerpo, que aumenta la capacidad mental y desarrolla
el lado espiritual de su naturaleza, por medio de la ciencia de la respiración.
El yogi ejecuta una serie de ejercicios por cuyo medio obtiene el dominio de su cuerpo
capacitándolo para enviar a cualquier órgano o parte, una mayor corriente de fuerza vital o
Prana, fortaleciéndola y vigorizándola.
Posee conciencia exacta de todo lo que su hermano científico occidental conoce sobre los
efectos fisiológicos de una respiración correcta; sabiendo , además, que hay un algo en el
aire, distinto del oxígeno, hidrógeno, y nitrógeno; y que la mera oxigenación de la sangre
no es el único fenómeno que se produce al respirar. Conoce algo acerca de Prana, que sus
hermanos de Occidente ignoran, y está al corriente de la consistencia y manera de
manipular este gran principio de energía; sus efectos sobre el cuerpo y la mente humana le
son bien conocidos.
Sabe que con una respiración rítmica puede conectarse en vibraciones armónicas con la
naturaleza y ayudar al desenvolvimiento de sus poderes latentes; y que controlando su
respiración rítmica puede conectarse en vibraciones armónicas con la naturaleza y ayudar al
desenvolvimiento de sus poderes latentes; y que controlando su respiración ,no sólo puede
curarse a sí mismo, y a otros, sino también alejar de sí sentimientos tales como el temor, las
preocupaciones y emociones inferiores.
El objetivo de esta obra son estas enseñanzas. Deseamos dar unos pocos capítulos
explicaciones concisas e instrucciones que podrían llenar volúmenes. Confiamos en
despertar en la mente del mundo occidental la noción del valor de la Ciencia de la
respiración.
CAPITULO III
Nos limitaremos en el presente capítulo a exponer las teorías del mundo científico
occidental, acerca de las funciones de los órganos respiratorios y la actuación que sigue en
el sistema humano la respiración.
Trataremos en capítulos posteriores otras teorías adicionales y hechos comprobados por las
investigaciones de la escuela oriental. Esta acepta las teorías y los hechos presentados por
sus hermanos occidentales (que hace siglos conoce) y agrega mucho que los otros no
aceptan por ahora, pero que a su debido tiempo descubrirán y bajo nuevos nombres
presentarán al mundo como grandes verdades.
Será tal vez, conveniente dar una explicación somera de los órganos de la respiración, antes
de considerar la idea occidental.
Los órganos de la respiración lo constituyen los pulmones y los conductos por donde a ellos
llega el aire. Los pulmones son dos y ocupan la cámara pleural del tórax, uno a cada lado de
la línea media, estando separados uno del otro por el corazón. Los vasos sanguíneos
mayores y los grandes conductores de aire.
Cada pulmón esta aislado en todas direcciones, excepto en la raíz, formada principalmente
por los bronquios, arterias y venas que ponen en conexión los pulmones con la traquea y el
corazón.
Los pulmones son esponjosos, porosos y sus tejidos muy elásticos.
Están cubiertos por una fina y fuerte envoltura, conocida bajo el nombre de saco pleural,
una pared del cual se adhiere estrechamente al púlmon y la otra a la interna del pecho, que
segrega un fluido que permite a los lados internos jugar suavemente unos sobre otro en acto
de respirar los conductos de aire nacen el interior de la nariz y siguen la faringe, laringe,
tráquea y tubos bronquiales. Cuando respiramos, hacemos entrar el aire por la nariz, donde
al ponerse en contacto con la membrana mucosa, que esta provista abundatemente de
sangre, se calienta y después que ha pasado por la faringe y la laringe, entra en la traquea;
está se divide en numerosos tubos, llamados tubos bronquiales, los que a su vez se
subdividen y tornan en nuevas y diminutas subdivisiones en todos los pequeños espacios
del aire, que por millones cuentan los pulmones. Un escritor ha asentado que sí las células
de aire de los pulmones fueran extendidas una al lado de otra, cubrirían una superficie de
14mil pies cuadrados. El aire penetra a los pulmones por la acción del diafragma, que es un
músculo grande, y fuerte y delgado que se extiende a través del tronco y separa la cavidad
toráxica de la abdominal. La función del diafragma es casi tan automática, como la del
corazón, si bien aquel puede transformarse en músculo semi voluntario por un esfuerzo de
la voluntad.
Cuando se dilata, aumenta la capacidad del pecho y pulmones, y el aire se precipita en el
vacío asi formado. Cuando cesa esta dilatación, el pecho, los pulmones se contraen y asi el
expele el aire de los pulmones.
Debemos, antes de considerar lo que sucede con el aire en los pulmones, examinar un
momento como se efectúa la circulación de la sangre. La sangre como sabeís, s impelida
por el corazón a través de las arterias a los capilares, llegando así a todas las partes del
cuerpo que vitaliza, alimenta y fortalece. Regresa después por medio de los capilares, por
otra ruta, las venas, al corazón, de donde es enviada a los pulmones.
La sangre sale en su viaje arterial, de un color rojo brillante y rico, pletórica de cualidades
y propiedades vitales; y vuelven por la ruta venosa, pobre, azul y sin brillo, cargada de los
detritus del sistema. Inicia su marcha como una corriente fresca de las montañas y vuelve
como de desague de albañal, dirigiéndose a la aurícula derecha del corazón. Cuando esta
aurícula se llena, se contrae y obliga a pasar a través de una abertura del ventrículo derecho
del corazón, el cual a su vez la envía a los pulmones, donde es distribuida por millones de
vasos capilares a la celdillas de aire del que hemos hablado. Pero ya es tiempo de que
volvamos a la funciones de los pulmones.
La corriente de sangre impura se distribuye en los millones de minúsculas celdillas del aire
de los pulmones, y a respirar el oxigeno que lleva el aire, se pone en contacto con la sangre
impura por medio de los vasos capilares, cuyas paredes, aunque bastante gruesas para que
la sangre no se salga, son suficientemente delgadas hasta permitir el oxígeno penetrar.
Cuando el oxígeno se pone en contacto con la sangre, tiene lugar una especie combustión
con y la sangre toma el oxígeno y pone en libertad el ácido carbónico generado por los
detritus , y materias venosas que ha recogido de todas las partes del organismo. La sangre
así purificada y oxigenada vuelve otra vez al corazón rica, roja, y brillante, cargada de
propiedades y cualidades vivificadoras. Al llegar a la aurícula derecha del corazón es
impelida dentro del ventrículo izquierdo, de donde es enviada nuevamente a través de las
arterias, en misión de distribuir la vida a todas las partes del sistema.
Se calcula que en veinticuatro horas, circulan a través de los capilares de los pulmones,
cerca de diez y siete mil litros de sangre, pasando los corpúsculos en simple hilera
exponiendo a ambos lados al oxigeno del aire.
Cuando se piensa en los nimios detalles del proceso aludido, se siente uno lleno de asombro
y admiración ante la solicitud e inteligencia infinitas de la madre naturaleza. Se ve, pues,
que si una cantidad suficiente de aire nuevo no llega a los pulmones, la corriente impura de
sangre venosa no se purifica, y el cuerpo no sólo queda privado de nutrición, sino que los
desperdicios que debieran haber sido destruidos, son devueltos a la circulación, envenenan
la sangre, ocasionado así la muerte. El aire impuro obra de la misma manera, aunque en
menor grado. Vemos también sin respirar la cantidad necesaria de aire, la sangre no puede
continuar su obra en el cuerpo, insuficientemente nutrido, cae enfermo o queda en un
estado de salud imperfecto. La sangre en quien respira de manera impropia es,
naturalmente, de un color azul oscuro, a la que falta el rico rojo de la sangre arterial. Esto se
nota en personas de una pobre complexión, mientras que una respiración correcta y por
consiguiente una buena circulación, produce una complexión fuerte y llena de salud.
Con poco que se reflexione se percibirá la importancia vital de una respiración correcta. Si
la sangre no es completamente purificada por el proceso regenerador de los pulmones,
vuelve a las arterias en un estado anormal, sin haber eliminado las impurezas de que se
cargó al regresar. Si esta impurezas vuelven al sistema, harán su aparición seguramente en
alguna forma de enfermedad, ya sea de la sangre u otra resultante del funcionamiento
indebido de algún órgano tejido insuficientemente nutrido.
Siempre que la sangre sea debidamente expuesta al aire en los pulmones, sus impurezas no
solamente son destruidas y eliminadas con el gas ácido carbónico, sino que tomo toma
también cierta cantidad de oxígeno que lleva a todas las partes del cuerpo donde le es
necesario, para que la naturaleza pueda representar su obra con toda propiedad. Cuando es
oxígeno en contacto con la sangre, se une con la hemoglobina, y es llevado a todas y cada
una de las células, tejidos, músculos y órganos, que vigorizan fortalecen reemplazando asi
las células y tejidos delgados, por nuevos materiales de la naturaleza transformado para su
uso. La sangre arterial debidamente expuesta al aire, contiene alrededor de veinticinco por
ciento de oxigeno libre. No solamente todas las partes del cuerpo se vitalizan con el
oxígeno, sino que el acto de la digestión depende materialmente de una cierta oxigenación
del alimento; y esto puede efectuarse únicamente cuando el oxígeno entra en contacto con
el alimento y produce una cierta forma de combustión; por consiguiente, es necesario, una
provisión bastante de oxígeno sea acaparada por los pulmones. Con esto se explica este
hecho frecuente de que persona con los pulmones débiles se encuentran simultáneamente
enfermas de malas digestiones. Para comprender la completa significación de este estado a
excepción es necesario recordar que el cuerpo entero recibe nutrición del alimento
asimilado, y que con una asimilación imperfecta, que ya será siempre incompleta. También
los pulmones depende de la misma fuente de alimentación; y si la asimilación se hace
defectuosa y se debilitan por causa de una respiración imperfecta, estarán todavía en
condiciones menos apropiadas para desempeñar sus funciones y el cuerpo a su vez también
se debilitará.
Cada partícula de alimento o bebida debe ser oxigenada para que pueda rendir la propia
nutrición y los desperdicios del organismo adquirir las condiciones necesarias para ser
eliminados.
Una cantidad insuficiente de oxígeno significa: nutrición imperfecta y salud imperfecta.
Queda, pues, como un proloquio verdadero que la respiración es la vida.
La combustión que resulta del cambio en las materias gastadas, genera calor y equilibra la
temperatura del cuerpo. Las personas que respiran bien, tienen menos probabilidades de
resfriarse y generalmente poseen una gran abundancia de sangre que les capacita para
resistir los cambios bruscos de la temperatura.
Además de los importantes procesos antes mencionados, el acto de la respiración hace que
se ejerciten los órganos y músculos internos, a cuyo hecho los escritores occidentales, sobre
la materia, no dan generalmente gran importancia, mientras que los yogis lo aprecian
debidamente.
La respiración incompleta y poco profunda ocasiona que no todas las células de los
pulmones entren en función, y se pierda así una gran parte de la capacidad pulmonar,
sufriendo todo el sistema de proporción, la falta de oxigenación. Los animales inferiores, en
su estado primordial, respiran naturalmente y es indudable que el hombre primitivo hizo lo
mismo. El modo anormal de vivir, adoptado por el hombre civilizado, le ha alejado de
aquella respiración natural, y la raza ha sufrido las consecuencias de tal desviación. La
única salvación física del hombre es volver a la naturaleza.
CAPITULO IV
LA TEORIA DE LA RESPIRACIÓN
Este gran principio existe en todas las formas de la materia, y sin embargo, no es materia.
Esta en el aire, ni ninguno de sus elementos químicos la vida animal y vegetal lo respiran
con el aire, pero si este no lo contuviera, morirían, cualquiera que fuera la cantidad de aire
respirado. Lo recibe el sistema. Con el oxigeno y, sin embargo, no es el oxígeno. El
escritor hebreo autor del libro del génesis conocía la diferencia que existe entre el aire
atmosférico y el principio misterioso que en el se contiene. Habla de neshemet ruach
chayim, que traducido significa la respiración del espíritu de la vida. En la lengua hebrea
neshemet significa la respiración común del aire atmosférico, y chayim vida o vidas; en
tanto que la palabra ruach quiere decir el hálito o espíritu de vida, que según los ocultistas
es el mismo principio al cual se denominamos Prana.
Prana esta en el aire atmosférico, y además esta en todas partes, penetrando a donde el aire
no puede llegar. El oxígeno en el aire desempeña un papel importante en el sostenimiento
de la vida animal, así como el carbono desempeña una función similar en la vida vegetal;
pero Prana tiene su misión propia y distinta en las manifestaciones de la vida, aparte de sus
funciones fisiológicas.
Los científicos occidentales han tenido una noción remota de la existencia de este gran
principio del cual está cargado el aire, pero viendo que éste resistía el análisis químico y
que no era registrado por ninguno de sus instrumentos, han tratado generalmente con
desdén la teoría oriental. No pudiendo explicarse este principio, han negado su existencia.
Sin embargo, parecen reconocer que el aire de algunos lugares posee una cierta cantidad de
lago, y los médicos recurren a enviar a sus enfermos a esos lugares, con la esperanza de
verlos recuperar la salud.
El oxígeno del aire es apropiado por la sangre y utilizado por el sistema circulatorio. El
prana del aire es apropiado por el sistema nervioso y utilizado es su obra. Y así como la
sangre oxigenada circula por todas las partes del organismo, construyéndolo y reparándolo,
así también Prana circula por todas las partes del sistema nervioso, agregando fuerza y
vitalidad, Si convenimos en que Prana es el principio activo de lo que llamamos vitalidad,
podremos formarnos una idea mucho más clara del papel importante que desempeña en
nuestra vida. Así, como el oxígeno de la sangre es consumido por las necesidades del
sistema, la provisión de Prana se agota al emplearlo para nuestros pensamientos, voliciones,
acciones, etc., y se hace necesario, en consecuencia, reponerlo constantemente. Cada
pensamiento, acto, esfuerzo de voluntad y movimiento de un músculo, gasta una cierta
cantidad de lo que llamamos fuerza nerviosa, que es en realidad una forma de Prana.
Para mover un músculo, el cerebro envía un impulso sobre los nervios, y el músculo se
contrae, causando un gasto de Prana en proporción al esfuerzo realizado. Si se considera
que la mayor suma de Prana adquirida por el hombre le llega por medio del aire inhalado,
será fácil apreciar la importancia de una respiración correcta.
CAPITULO V
EL SISTEMA NERVIOSO
Del sistema cerebro-espinal depende la vista, oído, gusto, olfato y tacto, es lo que le
dacuerda a la máquina; el Ego lo emplea para pensar y poner de manifiesto su conciencia
para comunicarse con el mundo exterior. Este sistema puede compararse con una
instalación telefónica, constituyendo el cerebro la oficina central, y la médula espinal y
nervios, los cables e hilos, respectivamente.
El cerebro es una masa de tejido nervioso que consiste en tres partes: el cerebro
propiamente dicho, que ocupa la parte anterior, media y posterior del cráneo; el cerebelo o
pequeño cerebro, que llena la parte inferior y posterior del cráneo; y la médula oblongada
que es el extremo mas ancho de la cuerda espinal t esta situada frente al cerebelo.
El sistema nervioso simpático consiste en una doble cadena de ganglios, unos paralelos a la
columna vertebral y otros diseminados en la cabeza, cuello, pecho y abdomen. 8un ganglio
es una masa de tejido nervioso que tiene células nerviosas). Estos ganglios están
conectados con otros por filamentos y con el sistema cerebro-espinal por los nervios
motores y sensitivos. De estos ganglios se ramifican infinidad de fibras que se dirigen a los
órganos del cuerpo, vasos sanguíneos, etc. En varios puntos los nervios se encuentran y
forman lo que se conoce con el nombre de plexos. El sistema simpático controla de hecho
los procesos involuntarios, tales como la circulación, respiración, o digestión.
El poder o fuerza que se trasmite del cuerpo, por medio de los nervios, lo conoce la ciencia
occidental por fuerza nerviosa; pero el yogi sabe que es una manifestación de Prana, sus
caracteres y rapidez, son similares a los de la corriente eléctrica. Se ve que sin esta fuerza
nerviosa, el corazón no podría latir, la sangre circular; y en fin, que sin ella, se pararía la
maquinaria del cuerpo. Mas todavía, el cerebro mismo no puede pensar sin la presencia de
Prana. Solo al reflexionar sobre estos hechos, la importancia que reviste la absorción de
Prana se hace evidente para todos y la ciencia de la respiración adquiere un valor mucho
mayor del que la ciencia occidental le atribuye.
Las enseñanzas Yogas van más adelante que la ciencia occidental en cierto importante
particularidad del sistema nervioso. Aludimos a lo que aquella llama plexus solar y
considera simplemente como una de las series de nervios simpáticos entretejidos y ganglios
que se encuentran en diferentes partes del cuerpo. La ciencia Yoga enseña que este plexo es
en realidad una parte importante del sistema nervioso y constituye una especie de cerebro
que juega una de las misiones más principales en la economía humana. La ciencia
occidental sin embargo, parece acercarse gradualmente al reconocimiento de este hecho,
conocido por los yogis orientales desde hace siglos, y algunos sabios occidentales
modernos han denominado al plexus solar, cerebro abdominal. El pexo solar está situado en
la región epigástrica, det´ras de la boca del estómago y al lado de la columna vertebral. Se
compone de materia cerebral blanca y gris semejante a la de otros cerebros del hombre.
Tiene bajo su dominio los principales órganos internos y desempeña un papel más
importante, de lo que generalmente se le concede. Sin ir más lejos en la teoría de los Yogis,
concernientemente al plexo solar, diremos que lo conocen como el gran almacén central del
Prana. Se sabe que la muerte instantánea de lagunas personas, producida por un golpe recio
dado sobre el plexo solar, y los luchadores profesionales aprovechan esta vulnerabilidad,
paralizando momentáneamente a sus adversarios dándoles un golpe en aquella región.
El nombre de solar está bien aplicado a este cerebro, porque irradia fuerza y energía a todas
las partes del cuerpo, y hasta los cerebros superiores dependen de él, dada su cualidad de
depósito de Prana. Tarde o temprano la ciencia occidental reconocerá la esencialísima
función del plexo solar y le concederá un puesto mucho más preferente del que ahora le dan
en sus enseñanzas y libros de texto.
CAPITULO VI
El aparato respiratorio del hombre está constituido en forma tal, que puede respirar tanto
por la boca como por los tubos nasales; pero es cuestión de vital importancia el método que
se siga para hacerlo, pues de él dependerá la salud y fuerza; o la enfermedad y debilidad.
Las fosas nasales son el único aparato protector o filtro de los órganos respiratorios.
Cuando se hace la respiración por la boca, desde ésta hasta los pulmones no hay nada que
filtre el aire, que impida el paso al polvo o cualquiera otra sustancia o cuerpo extraño.
Además, esta respiración defectuosa deja pasar el aire frío por los órganos. Afectándolos,
por consiguiente. La inflamación de los órganos respiratorios proviene con frecuencia de la
inhalación del aire frío por la boca, y el hombre que respira así durante la noche, se
despierta siempre con una sensación de sequedad en el paladar y la garganta. Violando las
leyes de la naturaleza se siembran los gérmenes de la enfermedad.
De una vez por todas recordad siempre que la boca no ofrece protección a los órganos
respiratorios, y que el aire frío, el polvo, las impurezas y los gérmenes penetran sin
obstáculo por aquella entrada. Por otra parte, las fosas nasales y los para nasales indican
evidentemente previsión de la naturaleza a este respecto. Las fosas nasales son dos canales
estrechos y tortuosos que contienen tupido el hisurto vello, destinado a servir de tamiz y
detener las impurezas del aire, que son luego expulsadas al exhalar la respiración. Las
fosas nasales no tienen solamente este cometido, sino que desempeñan también la
importante misión de calentar el aire. Las largas y sinuosas fosas nasales están recubiertas
de una membrana mucosa caliente, la cual tiene por objeto calentar el aire inhalado, de
modo que no pueda perjudicar ni a los órganos delicados de la garganta ni a los pulmones.
Ningún animal, excepto el hombre, duerme con la boca abierta o respira por ella, y en
realidad se cree que el hombre civilizado es el único que así trastorna estas funciones de la
naturaleza, pues las razas salvajes y bárbaras respiran por lo común como es debido. Es
probable que los hombres civilizados hayan adquirido este hábito impropio por excesos en
el comer, por sus costumbres enervantes y por inmoderada calefacción.
El aire se filtra, depura y cuela o refina en las fosas nasales antes de llegar a los órganos
delicados de la garganta y los pulmones, proceso necesario para que sus impurezas no
puedan perjudicar a aquellos. Las impurezas detenidas por las membranas mucosas de las
fosas nasales, se arrojan con la exhalación y en caso de que se hayan acumulado
demasiado rápidamente o conseguido penetrar en regiones prohibidas, la naturaleza nos
protege haciéndonos estornudar, con lo cual se expulsan violentamente las materias
extrañas.
El aire cuando penetra en los pulmones es tan distinto al exterior, como es el agua destilada
diferente del agua de una cisterna. La sabia y complicada organización purificadora de las
fosas nasales, deteniendo e impidiendo el paso de las partículas impuras del aire, es tan
importante como el acto de la boca deteniendo los huesos y semillas de las frutas y
evitando que pasen el estómago, Así como a nadie se le ocurriría tomar sus alimentos por la
nariz, tampoco debiera permitirse el respirar por la boca.
Otro de los inconvenientes de la respiración bucal es que los pasajes nasales al no hacer uso
de ellos, debido a su relativa inacción, no se conservan limpios ni expeditos, y están por
consiguiente expuestos a contraer enfermedades locales.
Así como los caminos abandonados se llenan rápidamente de hierbas, malezas y basura, las
fosas nasales que no funcionan se llenan de impurezas e impregnan de materias corruptas.
Es difícil que quien respire habitualmente por la nariz, este dispuesto a sufrir las molestias
causadas por acumulación de mucosidades y otras sustancias en las fosas nasales; así que
para provecho de los que han estado más o menos habituados a la respiración bucal y que
desean adquirir el método natural y racional, agregaremos algunas palabras concernientes a
la manera de conservar los tubos nasales limpios y libres de impurezas.
Un método muy usual en Oriente, consiste en absorber un poco de agua por la nariz,
haciéndola pasar a la garganta, y de esta eyacula por la boca. Los yogis indús sumergen la
cara en un recipiente de agua, y por medio de una succión absorben una cantidad regular de
ella, pero este método requiere mucha práctica, mientras que el anterior es también eficaz y
de fácil ejecución.
Otro procedimiento bueno consiste en colocarse delante de una ventana abierta y respirar
libremente teniendo cuidado de taparse una fosa nasal con el índice o pulgar y aspirar el
aire por la que esta abierta, repitiendo varias veces la misma operación, alternado
sucesivamente una y otra fosa nasal. Esta practica por lo común hace desaparecer la
obstrucción de la nariz.
En caso de que la dificultad para respirar sea causada por catarro, es conveniente aplicarse
un poco de vaselina blanca alcanforada, u otra preparación análoga. También es
conveniente absorber por la nariz un poco de extracto de avellano de la Bruja; esto de vez
en cuando. Con poco que se atienda y cuide la limpieza de la nariz de mejorará totalmente.
Hemos tratado con mucha amplitud la cuestión de la respiración nasal, no solo por la gran
importancia que tiene en su relación con la salud sino también porque ella es un requisito
previo a los ejercicios de respiración que se darán más adelante en este libro, y constituye
una de las bases angulares de la respiración Yogi.
Las costillas son en número de veinticuatro, doce de cada lado de la columna vertebral de
donde parten. Los siete pares superiores son conocidas como costillas verdaderas, porque
están ligadas al esternón directamente, lo que no sucede con los cinco pares inferiores, que
se llaman costillas falsas o flotantes, a causa de no estar ligadas como las anteriores; los dos
pares superiores están adheridos por cartílagos a las otras costillas, y los restantes, como
carecen de ellos, tiene desarticulada su parte anterior.
Al respirar, las costillas se mueven por dos capas musculares superficiales, conocidas como
músculos intercostales; el diafragma o sea la división muscular a que hemos aludido antes,
separa la caja del pecho de la cavidad abdominal.
En el acto de la inhalación, los músculos dilatan los pulmones, formando así un vacío
donde el aire se precipita de acuerdo con una bien conocida ley física. Todo el proceso de
la respiración depende de los referidos músculos, a los cuales podemos llamar, para mayor
claridad, como músculos respiratorios. Sin la ayuda de estos músculos no pueden dilatarse
los pulmones, y la ciencia de la respiración depende en gran parte del uso y dominio
correcto de los mismos, pues de esto resulta la facilidad de obtener el mayo grado de
expasión pulmonar y de absorber la mayor cantidad de la propiedades vitales del aire dentro
del organismo.
Los Yogis clasifican la respiración en cuatro métodos generales que son:
1. Respiración alta
2. Respiración media
3. Respiración baja
4. Respiración Yogi completada
Daremos una idea general de los tres primeros métodos y hablaremos con más detenimiento
del cuarto, que es sobre el cual está principalmente basada la ciencia Yogi de la
Respiración.
1. Respiración Alta
Esta forma de respiración se considera en occidente como respiración clavicular. El que
respira de esta manera eleva las costillas, las claviculas y hombros, contrayendo al mismo
tiempo el abdomen, el cual empuja su contenido contra el diafragma, el que a su vez se
levanta. En este modo de respirar, se emplea la parte superior que es la más pequeña del
pecho y los pulmones, y por consiguiente sólo una mínima parte del aire penetra en ellos.
Además de esto, cuando el diafragma se levanta, no puede tener expansión.
El estudio anatómico del pecho convencerá a cualquier estudiante, de que por este medio se
gasta un maximun de esfuerzo, obteniéndose un minimun de beneficio.
La respiración alta es probablemente la peor forma de respirar que se conoce, pues exige el
máximo gastode energía con la menor suma de provecho. Equivale a tanto como malgastar
energías para obtener míseros resultados. Este hábito detestable es muy común en
Occidente, particularmente entre las mujeres; y hasta los cantores, sacerdotes y abogados y
otros que por su cultura debieran saberlo y sin embargo así lo hacen.
Sí caben al estudiante algunas dudas sobre lo que hemos dicho al respecto de esta forma de
respirar, le aconsejamos haga la siguiente experiencia: expela todo el aire que tenga en los
pulmones, póngase de pie, con las manos a los lados, levante los hombros y las clavículas, e
inhale y observará que la cantidad de aire que absorbe fue mucho menor que la normal. En
seguida inhale todo cuanto pueda respirar pero después de haber bajado las espaldas y las
clavículas, y recibirá una lección objetiva sobre la ciencia de la respiración, que se le
grabará más que cualquier palabra impresa o hablada.
2. Respiración Media
Este método de respirar es conocido por los estudiantes occidentales como respiración
intercostal, y aunque no tan defectuosa como la respiración alta, es muy inferior a la baja y
a la Yogi completa. En la respiración media el diafragma es empujado hacia arriba, el
abdomen se contrae, las costillas se levantan ligeramente y el pecho se ensancha
parcialmente. Esta respiración es muy común entre las personas que no han estudiado este
punto. Pero como se conocen dos métodos mejores, mencionamos éste, simplemente, para
llamar la atención sobre su ineficacia.
3. Respiración baja
Esta forma de respirar es muchísimo mejor que las dos procedentes y desde hace poco años
muchos escritores occidentales han pregonado su bondad, explotándolo bajo los nombres
de Respiración abdominal, respiración profunda, Respiración diafragmática, etc, etc., y han
hecho un gran beneficio atrayendo la atención del público sobre el particular, pues se ha
inducido a muchas personas a emplear éste en vez de los métodos inferiores y perjudiciales
ya mencionados. Muchos sistemas de respirar se han elaborado a semejanza de la
respiración baja, y ha habido estudiantes que han pagado precios elevados para aprender los
nuevos sistemas. Pero como hemos dicho, después de todo, mucho bien ha resultado y aún
cuando se hayan pagado altos precios para aprender viejos sistemas, indudablemente han
aprovechado el valor de su dinero, si se les ha inducido a abandonar los viejos sistemas de
alta y media respiración.
Pero volvamos a examinar el diafragma. ¿ qué cosa es ello? Hemos visto que el gran
músculo divisorio entre el pecho y su contenido, y el abdomen y su contenido. Cuando está
en descanso presenta el abdomen una superficie cóncava, es decir. El diafragma visto desde
el abdomen parecería como el cielo visto desde la tierra, en interior de una superficie
curvada. Por consiguiente, el lado del diafragma que mira hacia los órganos del pecho, es
semejante a la superficie convexa de una colina, esa protuberancia baja y el diafragma
hacen presión sobre los órganos abdominales, empujando hacia fuera del abdomen.
En la Respiración Baja se da juego más libre a los pulmones, que en los otros métodos ya
mencionados, y naturalmente se inhala mayor cantidad de aire, por cuya razón la mayoría
de los escritores occidentales hablan y escriben de la Respiración Baja (que llaman
Respiración abdominal), como el método más perfecto conocido por la ciencia. Pero el
Yogi oriental conoce desde hace mucho tiempo un método mejor, el cual, escritores
occidentales han reconocido también. Lo malo de todos los métodos de respiración, aún
en la respiración baja, excepto de la respiración completa Yogi, consiste en que por medio
de ninguno de ellos se llenan de aire los pulmones, pues cuando mejor le vaya al
ejercitante, solo una parte del espacio pulmonar es ocupado por aquel. La respiración alta
llena solamente la parte superior de los pulmones; la media, la parte media y un tanto la
parte superior, la respiración baja llena sólo la parte inferior y media. Es evidente que
cualquier método que llena enteramente el espacio pulmonar debe preferirse sobre todo los
que llenan ciertas partes. Cualquier método por el que se obtenga llenar enteramente el
espacio pulmonar, será de gran valor para el hombre, porque le permitirá absorber oxígeno
en mayor cantidad y almacenar una mayor suma de Prana. La respiración completa es
conocida por los yogis como el mejor sistema de respiración descubierto por l ciencia.
La respiración completa Yogi posee todo lo bueno de la Alta, Media y Baja, sin adolecer de
los inconvenientes de éstas. Aquella pone en juego todo el aparato respiratorio, todas las
partes de los pulmones, todas las celdillas de aire y todos los músculos respiratorios. Todo
el sistema respiratorio obedece a este método de respirar y se obtiene la mayor suma. La
cavidad del pecho alcanza sus límites normales y cada parte de la maquinaria funciona y
trabaja con naturalidad.
Una de las particularidades más importantes de este método de respirar, consiste en que
todos y cada uno de los músculos respiratorios entran por completo en juego, mientras que
en las otras formas de respirar, se utiliza sólo una parte de ellos. En la respiración completa
trabajan activamente entre otros músculos. Los que controlan las costillas, los que ensancha
el espacio en el cual los pulmones pueden dilatarse, ofreciendo, además, un punto de apoyo
adecuado a los órganos cuando lo necesitan, valiéndose la naturaleza en este proceso, del
ventajoso principio de la palanca. Ciertos músculos sostienen las costillas inferiores en
posición firme mientras que en otros los cambian hacia fuera.
Más aún, por este método el diafragma al quedar bajo un absoluto control, puede ejecutar
debidamente sus funciones, rindiendo el maximun de servicio.
En su acción sobre las costillas, a que antes se alude, las inferiores están controladas por el
diafragma que las inclina ligeramente hacia abajo, mientras que unos músculos las
mantienen en posición y los intercostales las fuerzan hacia fuera. Resultando de esta acción
combinada el aumento máximo de la cavidad del pecho, y además las costillas superiores
son también levantadas y forzadas hacía afuera por los músculos intercostales, lo que
aumenta la capacidad de la parte superior del pecho hasta su mayor grado de extensión.
Por el sencillo ejercicio que se sigue se podrá formar una idea clara de lo que es la
respiración completa.
1. Parece o siéntese derecho; por la nariz inhalando con firmeza; llénese primero la parte
baja de los pulmones, lo cual se verifica poniendo en juego el diafragma que al descender
ejerce una leve presión sobre los órganos abdominales, empujando hacia fuera las paredes
frontales del abdomen. En seguida llénese la parte media de los pulmones, empujando
hacia fuera las costillas inferiores, esternón y pecho. Finalmente llénese la parte alta o
superior de los pulmones, combando y levantando el pecho, así como los seis o siete pares
de costillas superiores. En este último movimiento, la parte baja del abdomen se contraerá
ligeramente, lo cual da un apoyo a los pulmones y ayuda a llenar su parte superior.
A primera vista parecerá que esta respiración consiste en tres movimientos distintos, sin
embargo, no es la idea. La inhalación es continua y toda la cavidad toráxica, desde el
diafragma hasta el punto más elevado del pecho, en la región clavicular, se dilata con
movimiento uniforme. Hay que evitar la inhalaciones interrumpidas y esfuércese en obtener
una acción corriente y continua. Con la practica se vencerá pronto la tendencia a dividir la
inhalación en tres movimientos y dará por resultado una respiración continua y uniforme,
Poca práctica será suficiente para que se pueda completar la inhalación en un par de
segundos.
Se observará que respirando de este modo, todas las partes del aparato respiratorio
entran en juego, y todas las partes de los pulmones funcionan hasta las más apartadas
células del aire, La cavidad del pecho en ensancha en todas las direcciones, y como la
respiración Completa es en realidad una continuación de las respiraciones, baja, media,
y alta, siguiéndose rápidamente una a otra. En el orden indicado, de tal manera que
forman una respiración uniforme, continua y completa.
Los tísicos tienen, por lo general, estrecho el pecho. ¿Qué significa esto? Simplemente
que se han acostumbrado a hábitos impropios de respiración y por consecuencia su
pecho no ha podido desarrollarse y ensancharse. Quien practique respiración completa
tendrá un pecho amplio y bien desarrollado, y las personas de pecho estrecho podrán
hacerle adquirir las proporciones normales, son sólo adoptar este método de respirar, y
si estiman su vida, deben ampliar la cavidad toráxica de su pecho. Los resfríos pueden
evitarse muchas veces, cuando se esta propenso a contraerlos, ejecutando
vigorosamente unas cuantas respiraciones completas. Cuando se sienta calosfrío basta
respirar con vigor algunos minutos, para que el cuerpo entre en calor. Muchos resfríos
pueden curarse con la respiración completa y la abstención parcial de alimentos durante
un día.
En este capítulo mencionaremos tres formas de respiración muy usuales entre los
yogis. La primera es la bien conocida Respiración purificadora Yogi, a la que se
atribuye en gran parte la notable resistencia pulmonar poseída por los Yogis. Es
costumbre entre ellos, terminar cada ejercicio de respiración con la purificación,
habiendo nosotros seguido igual plan en este libro. Damos también el ejercicio
vitalizador de los nervios, que se ha transmitido entre ellos de generación en
generación, ejercicio que no ha sido nunca perfeccionado por los maestros occidentales
de la cultura física, aun cuando lo hayan copiado de maestros de yoga, y finalmente
trataremos sobre la respiración Vocal Yogi, a la cual se debe en gran parte la voz,
melodiosa vibrante y hermosa de los yogis orientales. Aseguramos que, si este libro no
contuviese más que esos tres ejercicios, sería sin embargo, de un valor inapreciable para
el estudiante occidental. Aceptadlos como un presente de vuestros hermanos de Oriente
y ponedlos en práctica.
Los yogis tienen una forma especial de respirar, que practican cuando sienten la
necesidad de ventilar y limpiar sus pulmones. Terminan muchos de sus otros ejercicios
respiratorios, con esta respiración y como antes dijimos. Igual plan seguiremos en este
libro. Esta respiración purificadora ventila y limpia los pulmones, estimula las células,
tonifica los órganos respiratorios y contribuye a mantener un buen estado de salud;
también sirve para refrescar el sistema entero. Los oradores, cantores, etc., encontrarán
esta respiración de inestimable valor para el descanso de sus fatigados órganos
respiratorios.
Se notará que esta respiración es altamente reparadora cuando se está cansado o abrumado
por la fatiga. Con una prueba se convencerá el estudiante de su eficacia. Este ejercicio debe
practicarse hasta poderlo realizar con facilidad y naturalidad, pues como hay que verificarlo
al terminar muchos otros de los que damos en esta obra, deberá ser perfectamente
comprendido.
1. Párese derecho
2. Inhálese una respiración completa y reténgala.
3. Extiéndase los brazos hacia delante, algo sueltos, con solo la fuerza necesaria para
mantenerlos en tal postura.
4. Atráiganse las manos lentamente hacia los hombros, construyendo y apretando
gradualmente los músculos y al grado de que cuando los puños estén tan
fuertemente cerrados que se sienta como que tiemblan.
5. Con los músculos rígidos vuélvase los puños lentamente a la posición anterior y
manteniendo el estado de tensión, atráigase rápidamente, repitiendo los
movimientos varias veces.
6. Exhalar vigorosamente por la boca.
7. Practicar la respiración purificadora.
Los yogis tienen una forma de respiración para el desarrollo de la voz. Se distinguen por su
maravillosa voz fuerte, clara y de gran extensión y sonoridad. Practican esta forma
particular de ejercicio respiratorio, obteniendo como resultado hacer su voz suave y
flexible, comunicándole su indescriptible cualidad fascinadora y de gran poder. El ejercicio
que sigue proporcionará con el tiempo al estudiante que lo practique con perseverancia, las
propiedades que acabamos de mencionar, o sea, la voz yoga. Se comprende naturalmente,
que esta formada de respiración debe emplearse sólo como un ejercicio accidental y no
como una forma regular de respirar.
1. Inhalar una Respiración completa muy lenta y continua por las fosas nasales,
haciendo durar la inhalación cuanto mayor tiempo mejor.
2. Retener la inhalación unos cuantos segundos.
3. Expeler el aire vigorosamente de un soplo y a través de la boca abierta.
4. Dar descanso a los pulmones, por medio de la respiración purificadora.
Sin profundizar las teorías yogis acerca de la emisión del sonido en el hablar y cantar,
diremos que la experiencia les ha demostrado que el timbre, cualidad y poder de una
voz, dependen no sólo de los órganos vocales de la garganta, sino que también los
músculos faciales, etc., tienen mucho que hacer en el asunto. Algunas personas de
pecho ancho tienen una pobre y débil, y otros de pecho comparativamente estrecho
producen tonos de una fuerza y cualidad sorprendentes. He aquí un experimento
interesante que merece probarse: colocaos frente a un espejo, con los labios como si
fueseis a silbar; silbad y observad la forma de vuestra boca y la expresión general de
vuestro semblante. Luego cantad o hablad como harías habitualmente, y de nuevo ved
la diferencia. Volved a silbar por algunos segundos, y sin cambiar la posición de
vuestros labios y semblante. Cantad unas cuantas notas y apreciareis con que tono más
vibrante, sonoro, claro y hermoso las producís.
CAPITULO XI
Los siguientes siete ejercicios son empelados de preferencia por los Yogis para
desarrollar los pulmones, músculos ligamentos, células del aire, etc. Son muy sencillos
pero maravillosamente eficaces. Que su simplicidad no disminuya el interés que
merecen, pues son el resultado de cuidadosos experimentos por parte de los yogis, y la
esencia aquilatada de numerosos ejercicios muy complicados, cuyas partes vanas han
sido eliminadas, reteniendo únicamente su esencialidad.
1. La respiración retenida
Este es un ejercicio muy importante que tiende a fortalecer y desarrollar los músculos
respiratorios, así como los pulmones, y su práctica constante propenderá también a
ensanchar el pecho. Los yogis han encontrado que deteniendo la respiración de vez, en
cuando, después que los pulmones se han llenado de una respiración completa, es muy útil,
no sólo para los órganos respiratorios, sino también para los de nutrición, sistema nervioso
de la misma sangre; y comprobado que la suspensión ocasional de la respiración, ayuda a la
purificación del aire que ha quedado en los pulmones, proveniente de las inhalaciones
anteriores, y a oxigenar más completamente la sangre. Conocen también que la respiración
así retenida junta todos los desperdicios, y que cuando se exhala acarrea consigo las
materias usadas del sistema y limpia los pulmones; en igual forma que un purgante limpie
los intestinos. Los yogis recomienda este ejercicio para diversos arreglos de estómago,
hígado y sangre, y también con frecuencia cura el mal aliento, que muchas veces se debe a
que los pulmones han estado pobremente ventilados. Recomendamos a los estudiantes
presten mucha atención a este ejercicio por el gran mérito que tiene. Las siguientes
instrucciones darán una idea clara de la manera de practicarlo.
El objeto de este ejercicio es estimular las células de aire de los pulmones; los principiantes
no deben practicarlos con exceso ni con demasiada fuerza, puede producir un poco mareo
en algunas personas, el que se evitará caminando unos pasos y suspendiendo el ejercicio.
Hemos explicado que las costillas están ligadas por cartílagos que poseen una expansión
considerable. En la respiración normal las costillas desempeñan un papel importante y es
bueno darles de ves en cuando un poco de ejercicio especial, con el objeto de que
conserven su elasticidad. La costumbre a que son muy activos muchos occidentales de
pararse o sentarse en posturas forzadas que pueden hacer perder a las costillas su
elasticidad, y este ejercicio servirá de mucho para evitar y combatir tal defecto.
Ejercicio Andando
1. Camínese con la cabeza alta, la barba o mentón ligeramente hacia abajo y los
hombros caídos.
2. Inhalar una respiración completa, contando mentalmente 1,2,3,4,5,6,7,8,, un número
a cada paso, y haciendo que la inhalación dure el tiempo invertido 8 pasos.
3. Exhalar lentamente por las fosas nasales, contando, como anteriormente,
1,2,3,4,5,6,7,8, un número cada paso.
4. Descánsese después de cada serie inhalación y exhalación y continúese la marcha
contando 1,2,3,4,5,6,,7,8, un número por paso.
5. Repítase hasta comenzar a sentir cansancio, entonces descánsese un rato y
reanúdese al gusto el ejercicio. Verificándolo varias veces en el día.
Algunos yogis modifican una intercalación este ejercicio reteniendo la respiración mientras
cuentan 1,2,3,4, y exhalando después, contando 1,2,3,4,5,6,7,8, puede adoptarse la práctica
que mejor agrade.
6. Ejercicio de la mañana
1. Parado con el cuerpo erguido y en actitud militar, cabeza alta, ojos al frente,
hombros caídos, rodillas firmes, y brazos a los costados.
2. Levántese lentamente el cuerpo sobre los dedos de los pies, inhalando una
Respiración Completa, con lentitud y si interrupción.
3. Retener la respiración unos cuantos segundos, conservando la misma respiración.
4. Bajar lentamente a la primera posición, exhalando el aire despacio y
simultáneamente por las fosas nasales.
5. Ejecutar la respiración purificadora
6. Repetir varias veces, alternando la pierna derecha sola o la izquierda, también sola.
1. Párese derecho
2. Inhale una respiración completa y reténgala.
3. Inclinarse ligeramente hacia delante y agarrar un bastón o palo, con energía y
firmeza, apretándolo gradualmente asirlo.
4. Aflójese el bastón, vuélvase a la primera posición y exhálese lentamente.
5. Respirar varias veces.
6. Terminar con la respiración purificadora.
Este ejercicio puede verificarse sin el uso de un bastón real, agarrando un bastón
imaginario y usando la voluntad para ejecutar la presión. Este ejercicio es una práctica
favorita Yogi, para estimular la circulación conduciendo la sangre arterial a las
extremidades, y haciendo volver la sangre venosa al corazón y pulmones, para que así
tomen el oxígeno inhalado con el aire, en caso de circulación defectuosa, no hay
suficiente sangre en los pulmones, para absorber el total del oxígeno inhalado, y el
organismo no saca todo el provecho posible de esta respiración. En estos casos en
particular es bueno practicar este ejercicio de vez en cuando y a la vez el ejercicio
ordinario de la Respiración Completa.
CAPITULO XII
Este capítulo comprende siete ejercicios menores de la Respiración Yogi, que no poseen
nombres especiales, pero cada uno es distinto e independiente de los otros y tiende a un
propósito diferente. Cada estudiante hallará algunos de estos ejercicios mas adaptables a
las necesidades especiales de su caso en particular. Aunque hemos denominado a estos
ejercicios menores, son muy útiles y valiosos, pues de lo contrario no aparecerían en este
libro. Proporcionan un curso condensado de cultura física y desarrollo pulmonar, y podrían
ser fácilmente confeccionados, en un pequeño libro especial sobre el asunto. Tienen,
naturalmente, un valor adicional, debido a que la respiración Yogi forma una parte de cada
ejercicio. No hay que hacerlo a un lado, porque lo hayamos llamado menores, pues alguno
o varios de estos ejercicios pueden ser justamente de los que se necesitan. Pruébense y
decida cada quien por sí mismo.
Ejercicio 1
Ejercicio II
Ejercicio III
Ejercicio IV
1. Acostarse boca abajo, con los brazos a los costados y las palmas de las manos
apoyadas en el suelo.
2. Inhalar una respiración completa y retenerla.
3. Atiésese el cuerpo y elévese con los brazos hasta que descanse sobre las manos y
los dedos de los pies.
4. Vuélvase a la primera posición. Repetir varias veces el movimiento.
5. Exhalar vigorosamente por la boca.
6. Practicar la respiración purificadora.
Ejercicio V
Ejercicio VI
1. De pie, firme, con los brazos en jarras, es decir, con las manos apoyadas en la
cintura y los codos hacia fuera.
2. Inhalar una respiración completa y retenerla.
3. Mantener las piernas y caderas rígidas e inclinando bien el busto hacia adelante,
como si fuera a saludar; exhalar lentamente.
4. Volver a la primera posición y tomar otra respiración completa.
5. Doblarse hacía atrás, exhalando lentamente.
6. Volver a la primera posición, tomando una respiración completa
7. Dóblese el cuerpo de un lado a otro, exhalando lentamente, Varíe el movimiento,
inclinándose de derecha a izquierda y viceversa.
Ejercicio VII
Todo está en la vibración, Desde el átomo más pequeño hasta el mayor de los soles,
todo está en un estado de vibración continua, Nada hay en la naturaleza que esté en
absoluto reposo. Un átomo privado de vibración causaría la destrucción del universo.
En incesante se va ejecutar la obra universal. La materia es constantemente agitada por
la energía, incontables formas y variedades sin número resultan sin que las formas ni las
variedades sean permanentes. Principian a cambiar desde el momento en que creadas;
de ellas nacen formas innumerables, que a su vez, cambian también y dan nacimiento a
otras nuevas, y así continua sucesión infinita. Nada es estable en el mundo de las
formas, y no obstante, la gran realidad es inmutable. Las formas no son más que
apariencias, van y vienen, pero la realidad es eterna e incambiable.
Nuestros cuerpos están sujetos a las leyes rítmicas, como lo esta el planeta en su
revolución alrededor del sol. Gran parte del lado esotérico de la ciencia Yogi de la
respiración se basa sobre este conocido principio de la naturaleza. Sabiamente
aprovechando el ritmo del cuerpo, es como el yogi puede absorber una gran cantidad de
Prana y obtener de ella los resultados que desea. Hablaremos con más detenimiento, de
esto, en otra parte de este libro.
El cuerpo que ocupaís es como un pequeño brazo de mar que penetra el la tierra.
Aunque sólo parece obedecer a las leyes propias, realmente está subordinado al flujo y
reflujo de las mareas del océano. El inmenso mar de la vida se agita y calma, se eleva y
desciende; y nosotros respondemos a su ritmo y vibraciones. Estando en estado normal
recibimos la vibración y ritmo del gran océano de la vida y respondemos a su influjo;
pero hay veces en que la entrada del brazo del mar está obstruida con despojos, y
entonces nos privamos de recibir los impulsos de la madre del océano y se manifiesta
un estado inarmónico dentro de nuestro ser.
Sin duda habréis oído decir de cómo una nota de violín, pulsada repentinamente y en
ritmo, pondrá en actividad una serie de vibraciones que con el tiempo son capaces de
destruir un puente. El mismo resultado se observa cuando un batallón de soldados cruza
un puente, en tales ocasiones se da siempre un orden de rompan el paso, para evitar que
la vibración rítmica produzca una catástrofe que destruirá el puente y el batallón. Estas
manifestaciones del movimiento rítmico darán una idea del efecto de la respiración
rítmica sobre el cuerpo. El sistema entero percibe las vibraciones y llega a ponerse en
armonía con la voluntad que produce el movimiento rítmico de los pulmones, y
mientras dure tan completa armonía, responderá dócilmente a las órdenes de la
voluntad. Con el cuerpo armonizado así, El yogi no encuentra dificultad para aumentar
la circulación en cualquier parte del cuerpo, con una orden de voluntad, o enviar una
corriente mayor de fuerza nerviosa a cualquiera parte u órgano para estimularlo y
fortalecerlo.
De la misma manera, por medio de la respiración rítmica, el yogi puede absorber una
gran cantidad de Prana que queda a disposición de su voluntad. Puede emplearla y la
emplea como un vehículo para transportar sus pensamientos a otros y atraer hacia el a
todos aquellos cuyos pensamientos están en armonía en la misma vibración. Los
fenómenos de la telepatía, transmisión del pensamiento, curación mental, mesmerismo,
etc., fenómenos que despiertan un interés inmenso en el mercado occidental y que,
conocidos desde hace siglos por los yogis, pueden hacerse mucho más poderosos si la
persona emisora del pensamiento lo hace después de haber respirado rítmicamente. La
respiración rítmica aumenta la eficacia de la curación mental, magnética, etc., en un mil
por ciento.
En la respiración rítmica, lo que principalmente debe adquirirse es la idea mental del
ritmo. Para quienes conocen algo de música, basta con que recuerden la idea de la
medida de los tiempos; a los demás, el paso rítmico de los soldados; izquierda, derecha,
izquierda, derecha; uno, dos, tres, cuatro; les dará una idea de los que es ritmo.
Los yogis basas su tiempo rítmico contando una unidad por cada latido del corazón
varía según la persona, pero eso no importa, la unidad de latido de cada quién servirá de
modelo rítmico para espirar su propia respiración rítmica. Para acertar cada uno el
latido normal del corazón, póngase los dedos sobre le pulso y entonces cuéntese
1,2,3,4,5,6, 1,2,3,4,5,6, etc., hasta que el ritmo llegue a gravarse en la mente. Un poco
de práctica fijará el ritmo de modo que se pueda reproducir fácilmente. El principiante
hace una inhalación generalmente durante el espacio de seis unidades de pulso, pero
con la práctica aumentará mucho esta cifra.
La regla yogi para la respiración rítmica es que las unidades de inhalación y exhalación
deben ser iguales y que las retenciones entre sus aspiraciones deben ser la mitad del
número empleado en la inhalación y exhalación.
El siguiente ejercicio de respiración rítmica deberá dominarse completamente, pues
forma la base de otros numerosos ejercicios que se mencionarán adelante.
1. Sentarse derecho, en una postura natural, de manera que el pecho, cuello y cabeza
estén tan en línea recta como sea posible, con los hombros ligeramente echados
atrás y las manos descansando con naturalidad sobre las rodillas. En esta postura el
peso del cuerpo lo soportan en gran parte las costillas y puede guardarse la posición
cómodamente. El yogi ha observado que no se pueden obtener los mejores
resultados de la respiración rítmica cuando se está con el pecho hundido y el
abdomen saliente.
2. Inhalar con lentitud una Respiración Completa contando seis unidades de pulso.
3. Retener, contando tres unidades de pulso.
4. Exhalar lentamente por la nariz, contando seis unidades de pulso
5. Contar tres pulsaciones después de estás dos respiraciones de inhalación y
exhalación.
6. Repetir todo lo anterior varias veces pero evitando la fatiga.
7. Al terminar el ejercicio, practíquese la respiración purificadora, que dará descanso y
purificará los pulmones.
Después de un poco de práctica se podrá aumentar la duración de las inhalaciones y
exhalaciones hasta hacerlas que duren quince unidades de pulso. En este aumento hay
que recordar que el número delas unidades para retención y entre respiraciones debe ser
la mitad de las empleadas para la inhalación y exhalación.
No debe exagerarse el esfuerzo para aumentar la duración de la respiración, más bien
debe ponerse tanta atención como sea posible para adquirir el ritmo, que es más
importante que la duración de la respiración. Practíquese y ensáyese hasta adquirir el
compás del movimiento y casi se sienta el ritmo de la moción vibratoria por todp el
cuerpo. Requeriría un poco de práctica y perseverancia, pero la satisfacción que se
experimenta el obtener un progreso hará agradable la tarea. El yogi es un hombre de lo
más paciente y perseverante, y sus grandes conquistas se deben en gran parte a la
posesión de estas cualidades.
CAPITULO XIV
2. Distribución de Prana
Acostado, tendido en el suelo o sobre la cama, completamente flojo el cuerpo, con las
manos descansando ligeramente sobre el Plexo Solar (sobre la boca del estómago,
donde principian a separarse las costillas), respirar rítmicamente. Cuando el ritmo se
halla establecido por completo, querer que cada inhalación introduzca una cantidad
mayor de Prana o energía vital del depósito universal, la que será recogida por el
sistema nervioso y almacenada en el plexo solar. A cada inhalación quiérase que el
prana o energía vital se distribuya por todo el cuerpo, por todas partes y órganos,
llegando a cada músculo, célula o átomo; a los nervios, arterias y venas, desde la parte
superior de la cabeza hasta la planta de los pies; vigorizando, fortaleciendo y
estimulando todos los nervios reponiendo la carga de todos los centros nerviosos,
enviando energías, fuerza y vigor a todo el sistema. Al ejercitar la voluntad, procurad
imaginarnos una pintura mental de la corriente del prana, que internándose por los
pulmones instantáneamente es recogida por el plexo solar, para ser enviada por el
esfuerzo del resuello a todas las partes del sistema hasta la punta de los dedos de las
manos y hasta de los pies. No es necesario esforzar la voluntad, Ordénese simplemente
lo que sea su deseo producir formándose su pintura mental, eso es todo lo que necesita.
Una orden tranquila, con la imagen mental, es mucho mejor que el deseo ordenado con
violencia, pues esto último solo malgasta fuerza sin utilidad.
4. Dirigiendo la Circulación
Acostado o sentado, con el busto erguido, respirar rítmicamente, y con las exhalaciones
dirigir la circulación hacia cualquier parte que se desee y que adolezca de una
circulación imperfecta. Esto es eficaz, en los casos de enfriamiento de los
pies y en los de jaqueca; en ambos casos la sangre se envía hacia las extremidades
inferiores; en el primero calienta los pies, y en seguida, alivia el cerebro de una presión
excesiva. En el caso de dolor de cabeza, ejecútese primero el ejercicio que antes
llamamos para calmar el Dolor, después envíese la sangre hacía abajo. Con frecuencia
se nota una sensación de calor en las piernas, a medida que la circulación va pasando
hacia abajo. La circulación está en gran parte bajo el control de la voluntad y la
respiración rítmica facilita la faena.
5. Auto curación
Acostado, el cuerpo flojo, respirar rítmicamente y quiérase inhalar una buena provisión
de Prana. Luego. Con la exhalación, envíese el prana a la parte afectada, con el
propósito de estimularla. Altérnese de vez en cuando, exhalando con la orden mental de
que cese el estado enfermizo y desaparezca. Empléese las manos en este ejercicio,
pasándoselas por el cuerpo, desde la cabeza hacia la parte enferma. Al usar las manos
para curarse a si mismo o curar a otros, manténgase siempre la imagen mental de que el
Prana está fluyendo a lo largo del brazo y pasando por la punta de los dedos,
penetrando el cuerpo hasta la parte afectada, curándola. Por supuesto que únicamente
podemos dar instrucciones generales en este libro, sin detenernos en detallar las
diversas formas de enfermedad; pero practicando un poco el ejercicio mencionado,
modificándolo ligeramente, para adoptarlo a las condiciones de determinado caso,
producirá sorprendentes resultados. Algunos yogis siguen un plan consciente en
colocar ambas manos sobre la parte afectada y luego, respirando rítmicamente,
mantienen la imagen mental de que están realmente bombeando prana en el órgano y
parte enferma, estimulándola y dasalojando las condiciones enfermizas, lo mismo que
si se bombeara en un balde de agua sucia, con el propósito de arrojarla fuera y llenar
aquel de agua limpia. Este método es muy eficaz, si la imagen mental de la bomba se
mantiene con claridad, representando la inhalación el acto de la elevación del mago de
la bomba y la exhalación, el bombeo.
Respírese rítmicamente unas cuantas veces, hasta que el ritmo esté perfectamente
establecido, luego colóquese las manos sobre la parte dolorida del cuerpo del paciente,
dejándolas descansar ligeramente sobre ella. Sígase luego el proceso de bombera,
descrito en el ejercicio precedente (Auto curación), llenando completamente de prana al
paciente hasta que se expulse la causa del dolor. Deben levantarse las manos de vez en
cuando y sacudir los dedos, como sí se estuviese arrojando la enfermedad. Es bueno
hacer esto ocasionalmente, asi también debe lavarse las manos después del tratamiento,
sin esta precaución podría contaminarse la enfermedad del paciente. Practíquese
también varias veces la respiración purificadora. Durante el tratamiento déjese que el
prana fluya dentro del enfermo, como una corriente continua y concrétese el operador a
servir simplemente como la máquina de bombear que conecta al paciente con la
provisión universal de Prana, y dejándose fluir libremente por su interposición no hay
necesidad de obrar vigorosamente con las máquinas, sino lo suficiente para que el prana
llegue libremente a las partes afectadas. La respiración rítmica debe practicarse
frecuentemente durante el tratamiento, con el objeto de mantener el ritmo normal y dar
vía libre al prana. Es mejor colocar las manos sobre la piel desnuda, pero cuando esto
no sea cuerdo o posible, se deben poner sobre la ropa, Varíese el método indicado,
ocasionalmente, durante el tratamiento, golpeando suave y blandamente con las puntas
de los dedos; estos deben estar ligeramente separados. Esto es muy calmante para el
paciente. En casos rebeldes coadyuvará mucho el transmitir las órdenes mentales,
oralmente, por medio de palabras, tales como sálgase, o fortalécete, según sea el caso,
Las palabras ayudarán a ejercitar la voluntad con mayor eficacia y directamente.
Varíense estas instrucciones, según convenga a las necesidades particulares de cada
caso, poniendo el juego el criterio propio y facultad inventiva del operador. Ya hemos
proporcionado los principios generales, ahora el lector sabrá aplicarlos en cientos de
modos distintos. Las anteriores instrucciones, aunque sencillas en apariencia, si se
estudian y aplican con juicio, capacitarán a quien las practique para realizar todo lo que
los doctores en magnetismo más famosos puedan hacer, aunque sus sistemas mas o
menos aparatosos y complicados. Usan el prana, sin saberlo, llamándolo magnetismo.
Si los tales médicos combinaran la respiración rítmica con su tratamiento magnético,
duplicarían su eficacia y resultados.
7. Curación a distancia
Sí sentís que vuestra energía vital se halla deficiente y que necesitáis almacenar
rápidamente una nueva provisión, el mejor método es juntarse bien los pies, uno al lado
del otro, naturalmente y cerrar los dedos de las manos, como os resulte más cómodo.
Con estos se hace como sí se cerrará un circuito e impide todo escape de Prana a través
de la extremidades, en seguida respirar rítmicamente unas cuantas veces, y el efecto de
recargo se hará sentir.
El agua puede ser cargada de Prana por medio de la respiración rítmica, sosteniendo
con las mano izquierda por el fondo de un vaso de agua, juntando los dedos de la mano
derecha y sacudiéndola sobre el agua, como si estuvieráis echando gotas al vaso, por las
puntas de los dedos. La imagen mental de que el prana está pasando al agua, también
debe mantenerse. Cargada así el agua, es un gran estimulante para las personas débiles
o enfermas, muy especialmente si un pensamiento de curación acompaña a la imagen
mental de la transmisión de Prana. La advertencia hecha en el ejercicio anterior, se hace
extensivo a éste, por más que el peligro exista en grado mucho menor.
Acostarse en actitud pasiva o sentarse con el busto derecho, Pintaos a voz mismo las
cualidades que deseáis cultivar, viéndoos como poseyendo dichas cualidades y pidiendo
que vuestra mente las desarrolle. Respirad rítmicamente, manteniendo con firmeza la
pintura mental. Levadla en vosotros otro tanto como sea posible, esforzándoos en vivir
dentro del ideal que habéis erigido en vuestra mente. Notaréis vuestro crecimiento
gradual hacia ese ideal. El ritmo de la respiración ayuda a la mente a formar nuevas
combinaciones, y el estudiante que siga el sistema occidental, hallará que la respiración
rítmica yogi es un aliado poderoso en sus prácticas de la ciencia mental.
7. Para adquirir cualidades físicas
Las cualidades físicas deben adquirirse por los mismo métodos que se mencionan al
hablar de las cualidades mentales. No queremos decir, naturalmente, que hombres de
baja estatura puedan hacerse altos o que puedan reponer sus miembros amputados, ni
milagros semejantes. Pero la expresión del semblante puede modificarse, el valor y
otras características físicas generales, mejoradas por el control de la voluntad,
acompañado de la respiración rítmica. Así como un hombre piensa, así mira, acciona,
camina, se sienta, etc. Cuando se mejoran los pensamientos, también se mejoran las
apariencias y las acciones. Para desarrollar alguna parte de del cuerpo, dirigid hacia
ella la atención y respirad rítmicamente manteniendo la imagen de que estáis enviando
una gran cantidad de prana o fuerza nerviosa a ella, con lo cual aumentaréis su vitalidad
y desarrollo. Este método se aplica con igual eficacia a cualquier parte del cuerpo que
se desee desarrollar, Mucho atletas occidentales emplean una variante de ese plan al
hacer sus ejercicios. El estudiante que se haya compenetrado se nuestras instrucciones
anteriores, comprenderá fácilmente cómo aplicar los principios Yogis en este caso. La
regla general de este ejercicio es la misma que el anterior. (Para adquirir cualidades
mentales). Ya nos hemos ocupado sobre la curación de las dolencias físicas, en las
páginas precedentes.
Los yogis poseen un gran conocimiento acerca del uso y del abuso del principio
reproductor en ambos sexos. Algunos puntos de este conocimiento esotérico se han
esparcido y han sido utilizados por escritores occidentales que han tratado el asunto,
realizando de esta forma mucho bien. En este pequeño libro no podemos hacer más que
tocar brevemente el asunto, omitiendo mucho y limitándonos levemente a hacer una
sencilla mención de la teoría y daremos un ejercicio práctico de respiración por el cual
el estudiante podrá transmutar la energía reproductora en vitalidad para el organismo
entero, en vez de disiparla o malgastarla en arrebatos lujoriosos, sean en o afuera de
sus deberes matrimoniales. La energía reproductora es energía creadora y puede ser
utilizada por el sistema transmutándola en fuerza y vitalidad, sirviendo así para un fin
de regeneración en vez de degeneración. Si la juventud del mundo occidental
comprendiese estos principios, se ahorrarían mucha infelicidad y miseria para lo futuro
y serían más fuertes, metal, moral y físicamente.
El hombre o mujer que haga obra creadora, mental o corporal, podrán utilizar esta
energía reproductora en su obra practicando el ejercicio anterior, haciendo ascender la
energía con la inhalación y enviándola donde lo desee, con la exhalación. En esta última
forma de ejercicio sólo pasará la cantidad que se requieran en la obra, y el resto quedará
almacenado en el Plexo solar.
Comprenderéis, naturalmente, que no son los fluidos de reproducción de los que se
llevan hacia arriba y se utilizan, sino la energía pránica etérica que los anima, es decir,
el alma del organismo reproductor. Se acostumbra tener la cabeza inclinada hacia
delante, con naturalidad y sin esfuerzo durante el ejercicio de la transmutación.
Los yogis han encontrado muy útil el siguiente ejercicio, que estimulando la acción del
cerebro, produce nitidez y claridad de pensamientos y razonamientos. Su efecto es
asombroso para aclarar las ideas y tonificar el sistema nervioso; quienes se consagran a
trabajos mentales lo hallarán muy provechoso tanto para un trabajo mejor como para
proporcionarles un medio de refrescar y despejar su mente después de una ardua labor
mental.
Los yogis emplean una forma preferente de respiración psíquica que practican de vez en
cuando, a la que han dado un nombre sánscrito, cuyo equivalente es de un modo
general, el que sirve de epígrafe ha este artículo. Intencionalmente lo hemos dejado
para lo último, porque refiere que el estudiante este ya práctico en la respiración rítmica
información de imágenes mentales, lo que sin duda al llegar a estás líneas ya habrá
adquirido los principios generales de la gran respiración se sintetizan el en antiguo
refrán hindú: Bendito el yogi que puede respirar a través de sus huesos. Este ejercicio
llenará el prana, el sistema entero, y el estudiante saldrá de él con todos y cada uno de
sus huesos, músculos, nervios, células y órganos y partes, pletóricas de energía y
armonizados por el prana y el rimo de la respiración. Es el purificador m{as completo
y general del organismo y quien lo practique cuidadosamente sentirá como si hubiera
adquirido un cuerpo recién creado desde la coronilla hasta la planta de los pies.
Los yogis no solo logran la adquisición de las cualidades y propiedades mentales que
desean, por medio del poder-voluntad, acompañado de la respiración rítmica, sino que
también desarrollan facultades espirituales, o mas bien, los mismos elementos provocan
se desenvolvimiento. Las filosofías orientales enseñan que el hombre posee muchas
facultades que al presente se hallan en un estado latente, pero que se desarrollan a
medida que la raza progrese. También enseñan que el hombre, por el debido esfuerzo de
la voluntad y bajo circunstancias favorables, puede contribuir al desarrollo de tales
facultades espirituales, obteniendo su desenvolvimiento mucho más que antes que por
el proceso ordinario de la evolución. En otras palabras: Uno puede en cualquier tiempo
desarrollar potencialidades espirituales conciencia, que no llegarán al dominio público
de la raza, sino después de largas generaciones, en que se desarrollen o descubran
gradualmente por razones de la evolución mundial. En todos los ejercicios dirigidos a
este fin la respiración rítmica juega un papel importante. No existe, naturalmente, una
propiedad mística en la respiración misma, por más que produzcan tan asombrosos
resultados; sino que el ritmo producido por la respiración yogi es tal, que coloca todo el
sistema, incluso el cerebro, bajo un control absoluto, una perfecta armonía, y de esta
manera se llega al más idóneo para el desarrollo de las facultades latentes.
En esta obra que podemos tratar muy hondamente la filosofía del Oriente, con respecto
al desenvolvimiento espiritual, pues esto no exigiría volúmenes para tratarlo y, además,
es demasiado abstruso para que llegará a interesar a la mayoria de los lectores. Hay
también otras razones, bien sabidas por los ocultista, por las que este conocimiento no
debe ser exteriorizado extensamente por ahora. Estad seguro, querido estudiante, que
cuando llegue el tiempo en que podáis dar el próximo paso, el camino se abrirá ante
vos, Cuando el chela (estudiante) este preparado, el gurú (maestro) aparece. En este
capítulo daremos instrucciones para el desenvolvimiento de dos fases de conciencia
espiritual, a saber: 1. La conciencia de la identidad del alma; 2. La conciencia de la
conexión del alma con la vida universal. Los dos ejercicios que damos más abajo, son
sencillos y consisten en imágenes mentales que deben mantenerse con firmeza y
acompañarlas de la respiración rítmica. El estudiante no debe pretender demasiado al
principio; hay que ir despacio y contentarse con crecer como la flor: desde semilla hasta
rosa.
El yo real no es el cuerpo, ni aún la mente del hombre; éstos forman una parte de su
personalidad, el yo real es independiente del cuerpo donde habita; más aún, es
independiente del mecanismo de la mente, de la que hace uso de un instrumento. El yo
real es una gota del océano divino y es eterno e indestructible. No puede morir ni ser
aniquilado y sea cual fuere el fin el cuerpo, el yo real sigue existiendo. Es el alma; y el
cuerpo la parte virtual y transitoria de vosotros, cuya materia, cambiando todos los días,
llegará uno en que las abandonareis. Podéis desarrollar las facultades de modo que seais
conscientes de la realidad del alma, acompañada de la respiración rítmica. El siguiente
ejercicio es la forma más sencilla.
Ejercicio
Dejad que vuestro cuerpo descanse en una posición reclinada, sin tensión muscular.
Respirad rítmicamente y meditad sobre el yo real, pensando que vos mismo no sos sino
una entidad independiente del cuerpo. El que habitáis y podéis abandonar a voluntad.
Pensad que soís no un cuerpo sino un espíritu y que vuestro cuerpo es solo una concha
o envoltura útil y cómoda, pero no constituye una parte de vuestro yo real. Pensad que
sois seres independientes, que usaís el cuerpo no solo por mera conveniencia. Durante
la meditación olvidad por completo el cuerpo y notaréis con frecuencia que llegaís a
estar casi completamente inconscientes de su existencia, os parecerá estar fuera del
cuerpo, al cual, una vez terminado el ejercicio, podéis volver.
Ahí tenéis el busilis de los métodos de la respiración meditativa yogi, y si se persevera
en ella, obtendréis una asombrosa percepción de la realidad del alma y el sentimiento
de la casi independencia del cuerpo. Con frecuencia vendrá la noción de la inmortalidad
con este aumento de conciencia, y quien a tal grado llegue comenzará a dar señales de
desarrollo espiritual que será notado por si mismo y por los demás. Pero no debe
entregarse demasiado a vivir en las regiones superiores o despreciar su cuerpo, pues
está en este mundo para cierto fin y no debe menospreciar la oportunidad de adquirir las
experiencias necesarias para su perfeccionamiento, ni perder el respeto a su cuerpo, que
es el templo del espíritu. La Verdad de la autoconciencia está comprobada por la
concepción de la misma por nuestro entendimiento.
La conciencia Universal
Ejercicio
Dejad que vuestro cuerpo yazga en una posición reclinada, suelta y floja. Respirad
rítmicamente y meditad sobre vuestra relación con la mente universal, de la cual solo
sois un átomo. Pensad que estáis en contacto con el todo, como uno y vuestra alma
como una parte de ese Uno. Sentid que estáis recibiendo las vibraciones de la gran
mente Universal y participando de poder fuerza y sabiduría. Pueden adoptarse
cualquiera de las dos siguientes formas de meditación.
Este ejercicio deja que en aquellos que lo practican, una sensación completamente
nueva de la fuerza, poder y sabiduría, un sentimiento de exaltación y dicha espiritual.
Sólo debe practicarse de una manera seria y reverente, jamás lo hagáis con frivolidad o
ligereza.
INSTRUCCIONES GENERALES
Los ejercicios dados en este capitulo requieren condiciones y actitud mental adecuadas,
y la persona frívola o de un natural poco serio o quien no posea sensación verdadera de
espiritualidad y reverencia, haría mejor en pasarlos por alto, pues ningún resultado
obtendría, por mas que será ocioso el jugar con cosas de un orden elevado, que nunca
beneficia sino a quienes lo merecen por su buena voluntad. Estos ejercicios son para los
pocos que pueden comprenderlos; el vulgo no siente atracción hacia ellos.
Durante la meditación dejad que la mente se abstraiga sobre las ideas dadas en el
ejercicio, hasta que le lleguen a ser claras y gradualmente se manifiesten real y
constantemente dentro de vosotros. La mente alcanzará gradualmente pasividad y
sosiego y la imagen mental se manifestará claramente, No debéis entregaros a estos
ejercicios con demasiada frecuencia, ni permitir que el estado de dicha que os produzca
os haga desagradables los asuntos de la vida cotidiana, pues estos son útiles y
necesarios para vosotros y jamás debéis de eludir una lección, por desagradable que sea.
Que la alegría producida por el desenvolvimiento de conciencia os sostenga y fortalezca
para resistir las pruebas, sin causaros descontentos ni disgustos. Todo es bueno, y todo
tiene su misión. Muchos estudiantes que practiquen estos ejercicios, desearan con el
tiempo conocer más. Estad seguros de que cuando sea tiempo haremos que no busquéis
en vano. Seguid adelante con ánimo y confianza manteniendo la mirada hacia el
Oriente, que es por donde sale el sol naciente.
Que la paz sea con vosotros y con todos los hombres.
AUM
uése ándo